César Alan Casillas Medina Tesis I Trabajo Final

INTRODUCCIÓN.

El presente texto nos menciona a manera de capitulo introductorio el origen (u

orígenes) del comic en busca de una definición y una teoría que devenga en un

futuro desarrollo de un comic.

Busqué también reivindicar mediante datos históricos el empleo del término

“Novela gráfica” que en ocasiones es bastante desdeñado o subestimado por

considerarlo una simple estrategia de marketing.

En la necesidad de crear un producto editorial de corte adulto la teoría que

recopilé para el término “Novela gráfica” nos dice que su uso es adecuado.

Si bien los orígenes son escuetos y difusos propongo ciertas definiciones del

término en este primer capítulo así como algunos puntos que por considerarse de

suma importancia para el desarrollo de una adecuada teoría de la novela gráfica,

son imprescindibles.

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ORIGENES DEL CÓMIC

Desde finales del siglo pasado, en Europa, especialmente Francia, se habla del

dibujo como si se tratase de una nueva forma de escritura, una “écriture” dicen los

artistas franceses. Esta escritura con imágenes tiene especial relevancia en el

comic actual, el cual en un análisis más a fondo tiene unos inicios muy vagos.

A continuación se ofrece una breve observación de puntos históricos que al final

ofrecen una definición bastante aproximada de lo que es el cómic y en un intento

ulterior, la novela gráfica.

Se dice que esta concepción del dibujo como escritura y por lo tanto de los

probables inicios del comic, proviene de un tiempo en el que la imagen y de

manera muy particular, la imagen grabada, se prestaba a múltiples formas de

lectura cuya riqueza y sofisticación eran muy altas.

Se dice también que los artistas del comic actuales y los decimonónicos no han

hecho sino reactivar una tradición bastante antigua iniciada en la obra casi

anónima de un pintor y grabador Inglés del siglo XVIII llamado William Hogarth

En el libro los orígenes del cómic, Thierry Smolderen, nos dice que Hogarth

combinaba de forma irónica, relatos e imágenes grabadas a partir de la literatura

humorística que surgió en Inglaterra durante aquella época y que era bastante

popular, usando temas a modo de burla como las prostitutas, la clase política entre

otras. (Smolderen, 2014: 168).

Los registros históricos nos dicen que a partir de 1732, William Hogarth publicó

una serie de grabados en retablos, que le dio gran popularidad en toda Inglaterra y

parte de Europa, los cuales a pesar de su brevedad se consideran genuinas

novelas en imágenes, obvios precursores del comic actual.

Una de estas publicaciones se llamó “A Harlot’s Progress” la cual fue publicada en

1732. Cuatro años más tarde creó “A Rake’s Progress”, que estaba compuesto de

ocho grabados. Esto fue seguido por “Marriage-a-la-Mode” en 1745, un drama en

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seis grabados, y luego “Industry and Idlness” en 1747, que se componía de doce

grabados.

En aquel entonces sólo unos pocos se interesaron en el territorio recién explorado

por Hogarth y sólo otros pocos previeron la importancia y la enorme dimensión

artística que aquello tenía.

Estas imágenes, las cuales se podían leer, se situaban entre la noticia y la novela,

es decir, entre el periodismo (puesto que entonces lo común era informar

mediante alguna imagen) y la literatura y revolucionó la escritura novelística en

Europa.

Por tanto, en un acercamiento a los orígenes del comic y una posible definición

del término, la obra de Hogarth nos permite observar una prehistoria de ellos.

Cabe destacar que Hogarth escribió un libro primitivo de teoría acerca de sus

grabados llamado “El análisis de la belleza” en el cual proponía una arcaica teoría

para lo que tiempo después Will Eisner llamaría “el arte secuencial”.

Una de sus frases rezaba lo siguiente:

“El ojo tiene una especie de goce en el movimiento del viento y el serpenteo de los

ríos, y en toda clase de objetos cuyas formas son compuestas principalmente por

lo que yo llamo líneas onduladas y serpentinas. Por lo tanto defino en la forma

intrínseca y peculiar de esas líneas, una especie de persecución arbitraria del ojo.”

(Hogarth 1997)

Otro punto importante en los inicios del comic es el llamado inicio de la era

moderna, cuyo precursor fue un artista llamado Rodolphe Töpffer. Teniendo como

antecedente el trabajo y teoría de Hogarth, Töpffer desarrolló el comic como medio

impreso en 1830, lo que lo hace más o menos contemporáneo situándolo junto

con la invención de otros medios como la fotografía.

Una tercera afirmación sin embargo, nos dice que el cómic tal como lo conocemos

nació el 25 de octubre de 1986, con la introducción del globo en las viñetas de

Richard F. Outcault, el autor del famosísimo Chico Amarillo (Yellow Kid).

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Siguiendo ese razonamiento se dató el nacimiento del cómic el 25 de octubre de

1986, el día que se publicó The Yellow Kid and his new Phonograph.

Roman Gubern dice a propósito de esto:

“Este procedimiento, que suele encubrir una mala conciencia cultural tratando de

ennoblecer el origen histórico de los cómics, ha de considerarse como un mero

alarde de erudición de escaso valor científico, ya que entendemos que uno de los

caracteres específicos de los cómics reside en su naturaleza de medio de

expresión de difusión masiva que nace y se vehícula gracias al periodismo,

durante la era de plenitud del capitalismo industrial, lo que significa que toda

analogía con aquellas formas de expresión artesanales o semiartesanales es

cualitativamente errónea y se basa en un juego de abstracciones formales,

carentes de base sociológica y aun estética. Pues la diferencia entre los cómics y

sus supuestos antecedentes históricos no afecta sólo a sus diversos niveles

cualitativos de difusión, sino también a decisivos factores formales derivados de

los condicionamientos del espacio disponible y de su consiguiente administración

estética, así como a otros imperativos técnicos e industriales propios de su

naturaleza periodística. Por consiguiente, es importante establecer de forma clara

y tajante que, aun siendo síntesis y perfeccionamiento de procedimientos

narrativos anteriores, figurativos o figurativo-literarios (como las “aleluyas” o series

de Gustavo Doré o de Wilhelm Busch y elcartoon político anglosajón), los cómics

adquieren al nacer una entidad y autonomía estética peculiar gracias al vehículo

periodístico, lo que les diferencia cualitativamente de sus antecedentes históricos,

como hoy podemos diferenciar al dirigible del jet y la Linterna Mágica del cine.”

(Gubern, 1974: 184)

A este nuevo arte, sin embargo, se le empezó a llamar en Francia histoires en

estampes ,histoires en images, récits illustrés o bande dessinés. Aunque el

término bande dessinée suele ser considerado como uno de los términos más

asépticos y descriptivos para referirse a ellos, puesto que en la traducción al

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español la noción de banda se ajusta más a las tiras cómicas que a otros formatos

de publicación del cómic.

En la línea de las histoires en estampes, histoires en images y los récits illustrés

se encuentra el vocablo alemán Bildgeschichte está formada por bild (imagen) y

geschichte (historia) por lo que podría ser traducida como historia en imágenes.

Hay que tener en cuenta, sin embargo que bild es una palabra bastante polisémica

y podría traducirse como dibujo o como fotografía por lo que el vocablo podría

designar también una fotonovela.

Este término, cómic, sin embargo es de origen anglosajón por lo que una

traducción al idioma español puede tener ciertas repercusiones negativas, ya que

queda como “historieta”, lo cual es entendido como un producto infantil.

Para este término Manuel Muñoz Zielinski da un acercamiento de definición y es el

siguiente:

“La historieta es una narración construida por medio de imágenes dibujadas en

papel, enlazadas encadenadamente por la presencia más o menos frecuente de

los mismos personajes, por la continuidad temporal que supone la inclusión de

textos y por la lógica implícita de la misma narración, impresa en una gran

cantidad de ejemplares y difundida por los canales sociales que corresponden a

su propia naturaleza.”

Ya acercados a una definición del término de cómic dentro de su ubicación

histórica, hemos visto que son imágenes que nos cuentan una historia, existen sin

embargo otras variantes, como por ejemplo, el término Novela Gráfica, que es el

que en realidad compete a esta investigación, que, sin embargo, no puede ignorar

los orígenes del cómic.

Este término, Novela Gráfica, en su intento por compensar las connotaciones

negativas comúnmente asociadas al cómic y su naturaleza infantil (historieta)

apela a la reputación de otras artes de prestigio como la literatura.

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Actualmente el término novela gráfica se populariza entre algunos teóricos,

autores y editores para romper con las connotaciones ya mencionadas y

asociadas al comic.

NOVELA GRÁFICA: UNA DEFINICIÓN

Cuando tratamos de definir la novela gráfica nos encontramos con algunas

dificultades. En primer lugar al tratar de definirla a partir de una etimología, es

decir, mediante la combinación de las palabras novela y gráfica, el resultado es

bastante confuso.

Por el contrario, al tratar de obtener una definición de la novela gráfica como

fenómeno editorial, nos encontramos con que el término ya ha sido utilizado para

referirse a diversos productos a lo largo de la historia del cómic. En España

incluso antes de darse a conocer el anteriormente mencionado Chico Amarillo.

Debemos, por tanto, tener en cuenta los orígenes de la novela gráfica y ver en qué

medida estos orígenes convergen con la novela gráfica actual o si han sido

substituidos por acepciones más recientes.

Algunas páginas de internet dedicadas a la difusión del comic nos ofrecen algunas

definiciones, como la que reza:

“El término novela gráfica no tiene una definición estricta aunque ampliamente se

define como una historia de ficción que se presenta en formato de cómic y se

presenta como un libro."

(http://docsetools.com/articulos-para-saber-mas/article_41554.html)

En tanto al origen o el registro, este término fue utilizado por primera vez según el

propio Will Eisner, con una publicación suya llamada “Un contrato con Dios”, en

1978.

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Will Eisner sostiene que sus “esfuerzos en el mundo del cómic son un intento de

expandir o extender la novedosa premisa de Ward” creador de un comic que en la

década de los 20 gozó de peculiar popularidad.

Dicha expansión consistiría en la aplicación de un lenguaje de lo que él denomina

“Arte Secuencial” (como ya se mencionó al principio de este texto) a las historias

enteramente gráficas. Sin embargo la novela gráfica, tal como la conocemos hoy,

consiste en una combinación de texto, ya sea de apoyo o diálogos y de dibujo

desplegado secuencialmente. Pero en sus principios, la narración gráfica

prescindió totalmente de la palabra.

Sin embargo, las pretensiones de Eisner de ser el hombre que acuñó dicho

término de “novela gráfica” chocan frontalmente con los hechos. Paul Gravett

señala a Richard Kyle como autor del término más de una década antes, en el

segundo número del fanzine Capa-Alpha, es decir, en 1964.

Sin embargo, la obra de Eisner sí que reúne muchas de las características que

luego han sido utilizadas comúnmente para definir la novela gráfica (por ejemplo,

el hecho de estar dirigida a un público adulto, el uso o apelación de la literatura

como forma de distanciamiento con el común de los cómics o la adopción del

formato libro) aunque ninguna de ellas, como ya se ha visto hasta ahora, suponía

una novedad por separado.

Más adelante en 1980 y después de varios éxitos comerciales entre el público

tales como Maus de Spiegelman, Watchmen y The Killing Joke de Alan Moore o

The Dark Knight Returns de Miller su uso se popularizó y en la industria del libro

se agregó "novela gráfica" como una categoría en las librerías.

A lo largo de los noventa, y especialmente los primeros años del siglo XXI, se fue

perfilando el concepto de novela gráfica hasta llegar a la actual acepción del

término entendida por todos, la que dice que es un producto editorial que parte del

comic pero para un público enteramente adulto.

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Tomando como principales referentes los recién mencionados éxitos comerciales.

Sus principales características pasaron a ser las, por llamarlas de alguna manera,

reivindicaciones autorales, la libertad de formato, es decir la creación de libros con

el formato deseado por el autor, la ambición literaria que uno encuentra en títulos

como V de Vendetta de Moore o 300 de Frank Miller, los temas serios y adultos, la

madurez del público objetivo y del lenguaje empleado entre otros tantos puntos

que le dan cierta independencia.

LOS AUTOPROCLAMADOS

Como ya se vio, una vez aparecido el término “novela gráfica” rápidamente

comenzó a popularizarse en todo el mundo su uso, por lo tanto no tardaron en

aparecer, como lo había hecho Will Eisner, quienes proclamaran a ellos mismos

como creadores de novelas gráficas.

George Metzger con su Beyond Time and Again, fue un ejemplo de ello. Su

trabajo se publicaba como comic serializado de manera underground desde 1967

hasta 1972, sin embargo más adelante recopiló este trabajo y en la nota

introductoria escrita por el mismo para su publicación lo llamo “una novela gráfica”

en formato de libro de tapa dura.

También Red Tide de Jim Steranko, diseñado para ser vendido en los quioscos,

tenía en su nota del editor el término "novela gráfica” y "una novela visual" en su

portada, aunque Red Tide es más comúnmente considerada una novela ilustrada

que un trabajo de los comics.

Los primeros seis números en 1974 del escritor y artista Jack Katz y Cómic Co. Al

ser publicados se describieron a sí misma como "la primera novela gráfica" y lo

habían descrito como "prosa gráfica", o simplemente como una novela.

Del mismo modo, Sabre: Slow Fade del escritor Don McGregor y el artista Paul

Gulacy se proclamó como “la primera novela gráfica que se vende en el mercado

directo", aunque el editor la denominó una "novela cómica" en su página de

créditos.

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Otra novela gráfica temprana, de una editorial popular, fue el Silver Surfer, por

Marvel Comics de Stan Lee y Jack Kirby. Esta fue publicada por una editorial

tradicional y distribuido a través de librerías.

LA ADOPCION DEL TERMINO

Descripciones en los libros de cómics refiriéndose a ellos como "novelas"

aparecen en las cubiertas ya en la década de 1940. Los primeros números de DC

Comics “All-Flash” , por ejemplo, describen su contenido como "novelas de larga

duración" y "cuatro novelas capítulo."

En su primera cita conocida, Richard Kyle utilizó el término "novela gráfica" en la

CAPA-ALPHA # 2, como ya mencionamos anteriormente, un boletín publicado por

la Prensa Amateur Comic Alliance, inspirado por álbumes gráficos europeos y

japoneses, utilizó la etiqueta para designar a los cómics de un nivel artístico

mayor.

El término "novela gráfica" comenzó a crecer con popularidad meses después de

que apareció en la portada de la edición en rústica comercial de Will Eisner de un

contrato con Dios. Esta colección de cuentos era un complejo trabajo que se

centraba en las vidas de la gente común en el mundo real, y el término "novela

gráfica" fue pensado para distinguirla de la naturaleza tradicional serializada de los

cómics.

El éxito de crítica y público de un contrato con Dios ayudó a establecer el término

"novela gráfica" para su uso común, y muchas fuentes han acreditado

incorrectamente a Eisner incluso el mismo se lo adjudicó como pudimos ver en

párrafos anteriores, ser el primero en usarlo.

Estos incluyen una famosa cita del sitio web de la revista Time, que en 2003, dijo

"Eisner reconoce que el término "novela gráfica" había sido acuñado antes de su

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libro. Pero, dice,"yo no sabía en ese momento que alguien había utilizado ese

término antes””

Después de todo esto, Marvel publicaría la línea Marvel Graphic Novel de 10 libros

de bolsillo. Encargó novelas gráficas originales de creadores como John Byrne,

JM DeMatteis, Steve Gerber, McGregor, Frank Miller, Bill Sienkiewicz, Walt

Simonson, Charles Vess, y Bernie Wrightson.

Si bien la mayoría de estos eran de los superhéroes favoritos de Marvel, otros,

como Heartburst de Rick Veitch ofrecían personajes originales de ciencia ficción o

fantasía, otros, presentaban adaptaciones de historias literarias o personajes,

como Drácula de John J. Muth.

Maus fue una novela gráfica ganadora del premio Pullitzer, del escritor y artista Art

Spiegelman, y fue la que ayudó a establecer tanto el término y el concepto de

novela gráfica en la mente del público general.

Dos libros de DC Comics de miniseries independientes hicieron lo mismo, aunque

no se publicaron originalmente como novela gráfica: Batman: The Dark Knight

Returns, una colección de la serie de cómics de cuatro partes de Frank Miller con

un Batman más frente a los problemas de un futuro distópico, y Watchmen, una

colección de Alan Moore y la serie limitada de 12 números en el que Moore señala

que "se propuso explorar, entre otras cosas, la dinámica de poder en un mundo

post-Hiroshima".

Estos trabajos y otros fueron revisados en los periódicos y revistas, lo que lleva a

un aumento de la cobertura. Las ventas de novelas gráficas se incrementaron, con

Batman: The Dark Knight Returns, por ejemplo, que duró 40 semanas en la lista

de los más vendidos del Reino Unido.

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Sin embargo, algunos en la comunidad de cómics se han opuesto al término

"novela gráfica", basándose en que no es necesario o que su uso ha sido

corrompido por los intereses comerciales. El escritor Alan Moore cree que "se trata

de un término de marketing “por el que nunca he tenido ninguna simpatía. El

término 'comic' está igual de bien para mí, el problema es que la novela gráfica

sólo pasó a significar comic con cara de libro”.

Algunas alternativas se han acuñado para aquellos abnegado al término, para lo

cual recurren a sus propios términos para describir las narraciones de “comics

ampliados”. La portada de Daniel Clowes 'Ice asilum” describe el libro como "una

novela de tira cómica", con Clowes tras tomar nota de que "nunca vio nada malo

en el cómic". La portada de Blankets de Craig Thompson la llama "una novela

ilustrada".

LA NOVELA GRÁFICA: PRODUCTO PARA JÓVENES

Desde que aparecieron las primeras tiras, como ya se vio, a finales del siglo XIX,

esta popular forma de lectura ha contado con un público numeroso y particular, ha

llegado a formar parte de los gustos literarios de muchos jóvenes.

Se comunican en un “lenguaje” basado en la experiencia visual de la que

participan tanto el profesional del diseño como el público. Se espera de los

jóvenes lectores una fácil comprensión de la imagen acompañada de la palabra y

texto.

Tom Wolfe lo resumió de la siguiente manera: “En los últimos cien años, el tema

de la lectura se ha vinculado exclusivamente a la capacidad de leer y escribir (…)

Aprender a leer (…) ha venido a significar aprender a leer palabras (…) Ahora bien

(…) poco a poco la lectura ha sido motivo de reconsideración. Las últimas

investigaciones han demostrado que la lectura de palabras no es sino parte de

una actividad humana mucho más amplia, que incluye el desciframiento de

síbolos, la integración y organización de la información (…) En efecto, la lectura –

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en su sentido más amplio- puede considerarse una forma de actividad de

percepción. La lectura de palabras es tan sólo una manifestación de esa actividad,

pero hay muchas otras, la lectura de dibujos, mapas, diagramas, notas

musicales…” (Wolf, 1977: 429).

En los últimos 53 años, los dibujantes han venido desarrollando en su oficio la

interacción de palabra e imagen y en el proceso “han logrado un exitoso híbrido de

ilustración y prosa” (Eisner, 1985: 164). El libro de comic consiste en un montaje

de palabra e imagen, y por tanto exige del lector el ejercicio de sus facultades

visuales y verbales. En realidad las particularidades del dibujo (perspectiva,

simetría, pincelada) y las particularidades de la literatura (gramática, argumento,

sintaxis) se superponen unas a otras. La lectura del comic es un acto doble:

percepción estética y recreación intelectual.

La reconsideración de Wolf acerca de la lectura pone de relieve que los procesos

psicológicos implicados en la visión de una palabra y una imagen son análogos.

La estructura de ilustración y prosa es similar.

Entonces, como nos dice su definición más básica, los comics se sirven de una

serie de imágenes repetidas y símbolos reconocibles. Cuando estos se usan una y

otra vez para dar a entender ideas similares, se convierten en un lenguaje o, si se

prefiere, en una forma de literatura.

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GLOSARIO

Decimonónico: Se refiere a los artistas del siglo XIX.

Globo: Elemento que integra gráficamente el texto de los diálogos o el

pensamiento de los personajes en la estructura icónica de la viñeta. Se trata de un

indicador fonético con múltiples formas posibles, aunque predomina la de óvalo, y

que apunta a un personaje determinado, al cual se atribuye su contenido sonoro.

Viñeta: Recuadro que contiene uno de los dibujos de la serie que forma una

historieta o cómic.

Tapa dura: Es un tipo de encuadernación en la que el libro, cosido o encolado,

está forrado simplemente con una cubierta rígida de cartón, pegada al lomo. 

Quiosco: Construcción pequeña que se instala en la calle u otro lugar público

para vender en ella periódicos o revistas.

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BIBLIOGRAFÍA

Eisner, W. (1985) El comic y el arte secuencial. Norma ediciones.

Groensteen, T. (2009) "Why are comics still in search of legitimation”

Gubern, R. (1974) El lenguaje de los comics. Milano Libri.

Smolderen, T. (2014) Los orígenes del comic.

http://docsetools.com/articulos-para-saber-mas/article_41554.html

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CONCLUSIÓN:

Este trabajo me pareció un ejercicio de investigación muy interesante puesto que

al buscar a fondo de los temas que a un le gustan se descubren muchísimas

cosas y datos desconocidos.

Por otro lado, se me hace inútil o me es un tanto indiferente la necesidad de

realizar un primer capítulo o una cantidad determinada de páginas, puesto que eso

limita de alguna manera, por lo menos a mí.

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TEMARIO:

-INTRODUCCIÓN

-ORÍGENES DEL COMIC

-NOVELA GRÁFICA: UNA DEFINICIÓN

-LOS AUTOPROCLAMADOS

-LA ADOPCIÓN DEL TÉRMINO

-GLOSARIO

-BIBLIOGRAFÍA

-CONCLUSIÓN

César Alan Casillas Medina Tesis I Trabajo Final

DISEÑO DE UNA NOVELA GRÁFICA A

PARTIR DE LA OBRA “NOCHE SIN

FORTUNA” DE ANDRÉS CAICEDO.

Trabajo final de la materia de Tesis I 2015A