Los paises de la emigracion

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Los · PAÍSES

DE IlllGBAtIOI - - - . - --~ j )_ !!'/ . - --

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Llamada S . O. S .

LA ESTRADA, 1934

IMPRENTA - LIBR E R Í A Y PAPELERÍA

"LA ARTÍSTICA" LA ESTRADA

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¿Es usted emigrante, emigrado"o na tu­

r¡l de los países de emigración?

Si lo es, lea usted este folleto y déalo a

leeH recuerde que su tierr era ayer un ,., criadero de criados para la exportación,

y que hoy es un criadero de desocupa­

dos.

Coopere usted para que mañana sea su

país, un criadero de ciudadanos, en bene­

ficio de la región, y honra y gloria de la

República.

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E..l folleto "Los países de E.migra­

ción", ha sido escrito por un traba-.. jador en las horas de descanso; por

-consiguiente no espere el lector ha­

llar en este folleto un manual de

gramática, literatura o poesía, por

.desco~ocer su autor estas tres condi­

·CÍones de escritor. No es obra de

.dencia, sino un poco de experiencia.

Hay manjares siveltres, que en el

:momento de gustarlos son ácidos

.al paladar, no obstante sus efectos

·:pueden ser más beneficiosos para la

.salud de los sufrientes que los sucu­

Ientos plaf'os condimentados con ri­

·cas salsas por primeros jefes de coci­

na; los remedios q_ue se les re~eta tt.

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los enfermos, . no todos están com­

puestos de miel, los más activos sue­

len ser los más amargos. • •

El autor de este fólleto~.-se ha

aventurado a publicarlo en la creen­

cia, infantil, cándida tal vez, que con " ello podría beneficiar a sus conte-

rráneos en general y en particular

a sus colegas los trabajadores fle la .. · tierra.

G. BESTEIRO

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Llamada S. O. S.

En el código marinero las letras S. O. S. quie­ren decir:-'·Salven nuestras almas."

Transmiten los buques S. O S. cuando se ha­llan en peligro de irse a pique y sus tripulantes de naufragar. .

Los que reciben el siniestro mensaje saben que es de urgencia prestarles auxilio.

En nuestro caso diremos:-"Sal~en las futuras generaciones de los países de emigración."

Pésetes a los optimistas e · irreflexivo~ hijos de esos países, las regiones que habitan se parecen a una nave, cuando se declara un incendio a bordo: en este caso, la nave no corre peligro de hundir­se, pero si peligran las vidas de los que la tripulan.

Esas regiones tampoco corren peligro, pero si to corren los habitantes que las pueblan por estar expue,stos a perecer en una larga y penosa ago­nía.

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pequeños propietarios, bien o mal, tienen que ali­mentarse los siete días de la semana.

Las tierras cultivadas y aun no cullivables, están divididas en diminutos trozos a tal extremo que en algunos de ellos un burro no puede darse vuelta sin pisar la,.finca del vecino colindante.

Recorriendo esas regiones en ferrocarril o au­tomóvil después de haber -recorrido otras, cfa la impresión de pasearse uno por el cementerio de Génova.

En el cementero de Génova, se admira un her­moso panorama, diferente en cada sepultura, "por la topografía del terreno y obra de los artistas, pero siempre cementerio.

En esas regiones, se admira a cada kilómetro que se recorre múltiples panoramas diferentes tantos como fincas, embellecidos por la naturale­za y el trabajo de los ·cultivadores, pero siempre pobreza ¡Jor el sistema de minifundio en miniatura.

Hay propietarios que poseen un cuarto ciento de fincas en distintos lugares y no alcanzan a co­sechar frutos para todo el año; esas fincas así di­seminadas, r.inden un 25 por cien menos de lo que debían de producir, por madarrones, deslindes y servidumbres. además del tiempo que pierden en los caminos para cultivarlas: cuantas más partijas se hagan más se subdividen por .carecer de una ley que lo prohibiera. \

Una gran parte de esas tierras están aforadas

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por lo que sus poseedores dehen pagar anualmen­te una reuta al dueño del dominio; las que no están por haber sido redimidos los foros, sus propieta­rios se ven hoy defraudados por resultarle lo mis­mo gravadas por las contribuciones que antes pa­gabaG, las que le echaron al redimirlas, los repeti­dos recargos en Jas mismas, más el consumo, cé­dulas y otros impuestos que se le imponen a los contribuyentes en proporción, no ~iempre justa, del c~pital imponible.

La cGstosa y escasa producción y los impues­tos m..,!lyores que las utilidades de esos trabajado­res del campo, eran el factor principal para que en las poblaciones rurales, más de 75 por cien de sus juventudes emigraban a otras regiones y al ex­tranjero.

Los aportes en metálico que esos emigrantes Uevahan al repatriarse y los que otros mandaban a' sus familias, al fin de cada año sumaban muchos millones los que entraban y circulaban en esas re­giones, dándole una apariencia . de potencialidad económica, que si bien era ficticia no por ella de­jaba de ser beneficiosa, hasta cierto punto, para los habitantes de las mismas.

Los gobiernos viendo ese relativo bienestar ge­neral en apariencia, y aprovechándose de la falta total de organización entre esos contribuyentes, cadaRño les recargaban los tributos sin piedad y sin ninguna clase de retribución.

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Hace apenas un siglo, los habitantes de esas . regiones no contaban con más mtdios de vida que los que les brindaban la pesca , pastoreo y cultivo, no. obstante un 85 por cien de lo que con­sumían o gastaban eran productos propios de esas. regiones. ri

Si existieran estadísticas al respecto, tal vez nos. informarían de que hoy apenas se bastan <! sí mismos esos habitantes con un promedio de un 50 por cien de lo que gastan y consumen, c~rea-Ies y harinas de panificación inclusive. '

Si en la actualidad esas tierras y sus poblado­res, no producen lo suficiente para alimentar a sus hijos, es de suponer de que si, hoy no les al­canzan sus productos, n:añana menos.

La repatriación de los emigrados, las restriccio-nes y prohibicivnes a la emigración, la ley de tér- · minos municipaleds, etc.bh1an.óde traer como conse- . . 1 cuencia aumento e po ac1 ri.

Hace muchos años que la Nación ha perdido las Colonias, y esas regiones recién las está per­diendo.

La pérdida de las Colonias, así como otras pla­zasde inmigración,donde sqlían sef bien re numera­dos los trabajos y actividades de los el)ligrantes, ha de producir for:.rnsamente una desocupación, superpoblación y empobrecimiento er. los pa,íses de emigración.

Para curar el mal de pobreza que padecerla los

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trabaiado res de la tierra, y que afecta rá a to das las clases sociales, solo hay un re medio co mpuesto de:-1'v\ás producción y menos impuestos. .

Se nos preguntará ¿Cómo debe hacerse para conseguir ese mágico específico?

J\t\:ís protlucción, tratándose de trabajé: dores ru­rales, se consigue por los med ios siguientes:

--1.º Uu poco más de actividad pa ra q ue su tra­bajo les luzca, rinda y produzca más que hoy.

2 .. ? Un poco más de ingenio y acierto en dis­poner ·las labores a que se dediquen según el tiempo y épocas.

3.º Más conocimientos e interés en la selec­ción de semillas, plantaciones y razas de hacienda, para mejo r aprovechamiento de las tierras quepo­seen o arriendan.

4.0 Un poco más de pesimismo y un poco me­nos de optimismo al resolver los problemas pe­cuarios contando cori emigrar o con los emigra­dos.

Men os impuestos, se consigue reba jando los presupuestos. ·

La rebaja de los presupuestos _se consigue ha­c iendo todo lo contrario de lo que se viene ha­ciendo, o sea, no pedirle a los gobiernos más que una sabia y honrada administración.

En la actualidad, los gobernados todo se lo pi­den a los que los gobiernan, como si creyeran que esos señores pagarán con sus dietas o de sus pecu-

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lios par ticulares, los gast1)S de lo que les piden. ~ Los gob iernos, para complacerlos y hacer todo

aquello que le~ piden se ve n obligados a elevar los presupuestos e impuestos con vertiginosa ca­rrera hasta fnarcar el record de alt ura jamás alcan·-zado. ~ · Esta es la razón , el por qué sean hoy los gober­nados, medianeros de los que gobiernan.

Debido a la crisis mundial y a las cansas que dejarnos expuestas, es probable que infitridad,,, de familias les falte lp indispensable para alirmntar­se, por tener que privarse de comprar unos, y de vender los otros, lo que debían de comer, para pagar los impuestos.

Por las mismas causas, se verán obligados a ha­bitar viviendas menos abrigadas que graneros, por fala de cie lorraso, los pis9s rotos, paredes y techos en ru inas, puertas y ventanas desvenzijadas, etc.

Para abriga rse , tendrán que echarse en la cama la ropa de vestir por no poder comprar mantas, y cuando se mojen secarán ropa y calzado al cuerpo por no tene r otra para cambiarse.

En caso de enfermarse algi¡no deJ:i familia, ten­drán que prescindir de llamár al médico por no disponer de dinero para pagar la receta: el médico fía. si no está arrendado, el boticario vende al contado.

Si una fam ilia mal alimentada, mal vestida y'.!m-

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peñada se com prara un automóvil de paseo ¿qu é críticas y comentarios les harían sus vecin os?

Esos vecinos no se dan cuenta de qu e éllos, in­c urren en el mismo desacier to y mal gobiern o pro­p io al reclamarle a los gobiernos obras públicas, en la actualidad.

¿E:?- el momento oportuno para ped irle a los municipios de que les hagan en las aldeas aveni­das como las de los Campos Elíseos de París, Castellana de Madrid, Río Branco de Río Janeiro, y Alvear de Buenos Aires, etc.?

A Gui:;stro parecer, sería más cuerdo y acertado de q ue esos vecinos se juntaran acornqañados de un alguacil ; y en común arregla ran sus ~aminos , fuentes y presas, como lo hacían sus abuelos, puesto que de elles se sirven diariamente, v de las avenidas sólo se servirían para ir en auto mó­vil a ferias, fiestas y romerías.

Se nos contestará que la.s obras públicas se pre -cisan para emplear a los desocupados. •

Los que así piensan están en un erro r: Jas obras públicas en tiempos como los presentes, agravan el mal de la desocupación ; por cada 100 hombres que se emplean en las mismas, son 500 que, em­pobrecidos por los impuestos, abandonan las tie­rras que cultivan y buscan trabajo.

Están en un error igual aquellos que creen qu e, fomentándose nuevas industrias, desaparece rá la desocupación; por cada operario que se emplea

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en una industria montada a la moderna son varios los que quedan sin trabajo.

Por las industrias, pued"e prosperar y enrique­cerse una región, pero en nada favorece a la des­ocupación.

Hoy por.hoy, para resolver el problema de .la desocupación, no hay otra.solución que Ja de de­volverle al campo los braceros que del campo han salido .

Esto se conseguiría por los medios siguientes: 1.0 Rebajar las contribuciones a los que figuren

con menos de 500 pesetas de capital imponib~e al año, y recargárselas en escala progresiva a !Ós que figuren con más de mil pesetas de imponible.

2.0 Eximir de contribuciones a aquellas fami­lias que só lo posean una humilde .vivienda y huer­ta para legumbres o servicios de la misma, y exi­mir del impuesto llamado consumo, los artículos alimenticios, criados, cultivados y producidos por las mismas familias que los consumen. .

3. 0 Recargar los impuestos a todos los artículos manufacturados a máquina, y rebajárselos a Jos artículos de primera necesidad que gastan o con­sumen las clases trabajadoras, en compensación de los perjuicios que las máRuinas les causan, co­nn ser, rebaja de salarios y falta de trabajo.

De no apro barse por ley estos 3 puntos, deben los gobiernos y clases pudientes, apresurarse a construir hospitales y presidios para internar y re:-

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duir a los enfermos y delincuentes; de no hacerlo así, éstos podrían contagiar a muchos de los des­ocupados y apestar a todas las clases sociales: consecuencia de ello sería la pérdida para todos, ~ de ese bienestar, . tranquilidad y seguridad que ambicionamos.

Además de esos 3 puntos como remedio al mal efe la desooupación, hay Otro punto más de capi­tal importancia para los habitantes de las regiones de emigración.

A los males que padecen, y que amenazan de ©eJ?ilitarlos físicamente, debemos agregarle otro mal, que por sus consecuencias es más ruín y as­·qúeroso que todos los citados.

Ese mal que han heredado y que resignados siguen padeciendo s~ llama Reparto de Consumo.

Los Repartimientos Vecinales, son los creado­res del leproso gusano roedor de los labriegos: se le conoce por el nombre de Caciquismo.

Mientras no sean abolidos, todos los que digan o escriban qe que en esas regiones se va a comba­tir y extirpar el caciquismo, son unos farsantes, o bien ignorantes de buena fé, por desconocer Jos efectos desastrosos que directa e indirectamente ocasionan.

Mientras se sigan fijando las cu'otas de los im­puestos municipales por el sistema actual, por muy buenos curas y bien nacidos que st:an esos séñores. vocales natos, jamás será extirpado el ca-

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ciquism o; jamás habrá unión y ~ cooperativisrpo entre los vecinos; jamás habrá un partido político fue rte y genuinamente rural, para defender sus

"intereses comunes: Los vecinos se reprochan recíprocamente de

pagar el con~umo que les pertenece pagar a los otros, siendo ésta la razón del .por qué se odien a,_ muerte y jamás llegan a unirse, excepto cuando se trata de organizar JOmerías o festiva les.

Los Repartos son además el factor principal de ese carácter, que les distingue ·como celosos, liti­gantes, vengativos y agresivos con sus vecit.Qs" semejantes, y los seres más humildes e inofensi­vos ante el cacique, caudillo o señorío.

Los contribuyentes rurales, ante el cacique, cau­dillo o señorío, se postrarán, les adularán, les da­rán el voto, les regalarán para sobornarlos: todo porque les rebaje unos reales, o no se los suban en las cuotas del consumo.

Los vocales natos le fijan a·1 contribuyente la cuota del consumo que ha de pagar al año, tenien­do en cuenta imaginaria y erróneamente, que tal vecino cosecha tantos frutos, tanto vino, tantas cabezas de ganado, supuestas utilidades, etc.

Si a los contribuyentes se les }11ierden parte de sus cosechas, si se les mueren animales o los ven­den con pérdida, los municipios no les rebajan las cuotas de consumo, ni les abonan el capital pagado por compra, trabajo y manutención de lo perdido.

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Dicen, que mÚcho aprende el qtre,. anda por et mundo: si es así, no se concibe que en regiones <ionde las tres cuartas partes de sus electores han -emigrado, exista tanta ignorancia o idiotez.

Los contribuyentes del minifundio se privan de lo, indispensable para alimentarse por pagar tas contribuciones que debían pagar los grandes te­rratenientes del ldtif un dio; éllos pagan el consu­mo por lo que consumen, y por pérdidas como si hubiesen sido utilidades; éllos pagan las fallencias có~o si un volcán hubiese llevado a otro planeta las fincas que poseían los fallidos.

Por cada artículo que gastan o consumen de procedencia de otras regiones o extranjero, tienen que pagar un ruínoso recargo, a más de su ver­dadero valor, por concepto de aranceles para fa­vorecer las industrias y producción de o'.ras regio­nes.

El Estado subvenciona a Municipios para hacer exposiciones, embellecer y ensanchar ciu<;lades; a ferrocarriles en general y en particular para la re­baja qe fletes en el transporte de frutas de algunas ·comarcas. . ·

El Estado acuerda subsidios para los desocupa­dos de algunas regiones, paga además, las conse­cuencias por los conflictos sociales que se produ­-cen .en las mismas; acuerda créditos para obras hidráulicas, ferroviarias, carreteras, etc. en deter­tlfinadas regiones; firraa tratados comerciales, gra-

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va o rebaja lo,s aranceles de ad uana según las l conveniencias de las regiones privilegiadas; paga ,. los gastos y perjuicios que ócasione la reforma . L agraria en 14 provincias, cuyos gastos pueden ser más gravosos para los contribuyen tes del minifun-dio que los tributados por los desastres de Colo~ nias y Protectorado.

Las regioues del minifundio por intermedio del . ¡'.· Estado, tributan un promedio de 100 por 100 más que las mismas regiones beneficiadas, sin más re~ tribución que una media línea férrea, para ser F 1-tera debería ser de doble vía, a inaugurarse en e'í. .. siglo .XXI. t

Todo eso pasaba ayer bajo el régimen monár- . f quico, pasa hoy bajo el régimen republicano, pasa- J rá mañana con la autonomía, y lo mismo pasaría si pasado mañana se implantara el régimen comu­nista.

Las regiones, en vez de sumar y multiplicar sus fuerzas para fortalecer Ja Patria y la República, se las restan y dividen con el pretexto de que el cen-· tralismo es el culpable de todos sus males, cuando en realidad los males que padecen se deben a la viveza y egoísmo de unos, y torpeza ·y desorgani­zación de todas las dem*s.

En un baño de lluvia t'a higiene y el aseo se em­pieza a ejercer por Ja cabeza o sea de arriba para abajo: en vez la limpieza e higiene en los gobier­nos debe ejercerse empezando por las raíces di?

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abajo para arriba. Si los electores que e l 12 de Abril le diero n el

tiro de gracia a la monarq uia, hubiesen tenido no­ciones de los derechos y deberes de d uda danos, y Jos hubiesen ejercido higienizando a sus respecti­vvs municipios, muy otros serían los fr utos de la República.

Si quieren esos electores ejerce r libl'eme nte el papel de ciudadanos y cosechar los buenos fru tos que le brin da la Rep ública, deberán uni rse por me­dio• de comités y socied udes ru rales, y con todas ellas for mar la Unión Rura l de la Región.

Los comités o sociedades eligirán en cada zona el vecino que han de votar para el cargo de con­cejal. •

El vecino propuesto para e lecto, debe rá com­prometerse bajo su pa labra de honor a cooperar con sus colegas de la Corporación, para que se le­gisle una ley que sustituya a los actuales Repartos · Vecinales, y mientras esa ley no sea sancionada, rebajar los pl-esupuestos e impuestos municipales.

Si Ja Corporación eligida y votada cun esa con­dición no diera cump limientos a su palabra empe­ñada ante sus electo res, éstos, debe rán depositar el importe de fos imp uestos municipales en el Ban­co local, a cuenta y orde n de la futura Coporación que· reemplace a la actual por haber ésta renuncia­do o cumplido su mandato. •En este caso, los electores deberán demostrar

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o:cortesia y buena crianza, dándole las gracias por • los servicios prestados a los componentes de la

Corporación saliente, en la forma que se Je suelen .dar a los muchachos cuando saltan muros o cer­cas para llevarse las frutas de las huertas.

En las selvas, anim1les y aves hacen sus corre:. rias con el fin de proporcionarle alimentos a sus hembras criando,y a sus crios,igual hacen Jos hom­bres de ciertas regiones, emigrando con el fin de .conseguir recursos para alimentar a los suyos. _

Animales, aves y hombres, se parecen, con ~ 1a sola diferencia de que los primeros matarán y se h arán matar por aquellos que osaran intentar ar're­batarles la presa, en vez los hombres dóciles e in­<:onscientes se dejan explotar por sus semejantes.

Hay hombr~s que no quieren ser ciudadanos, si no plebe, vasallos de los caciques: para estos infe­Uces, el abolir los Repartos Vecinales les parece imposible.

¿Por qué se ha legislado y sancionado la nueva -constitución y leyes complementarias de Ja Repú­'blica?

¿Por qué en todas las naciones se legislan y san­-cionan nuevas leyes, y SJf.S mandatarios publican decretos anulando o moélificando las existentes?

Sencillamente, por que el tiempo, Ja evolución, °' tas necesidades de Ja vida actual así Jo requie­ren.

En tiempos pasados, cuando no había más de

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un eacique o caudillo en cada zona, tal vez haya si­do factible el asignarle, más o 'menos equitativa­mente, a cada vecino la cuota de consumo; hoy que dentro de cada vecino hay un cacique y un fal­so delator, es imposible .

Si las naciones beligerant1;;s de la guerra Euro­pea, repartieran o impusieran los im puestos de

·guerra, a capricho, favoritismo y erróneos infor­mes de falsos delatores, como lo hacen los vocales natos o juntas repartidoras ~on el consumo, una: buena parte de los contribuyentes de esas nacio­nes,.se rebelaría, o :;ucumbiría aplastada bajo el peso de los impuestos.

Hemos convivido con esos contrib uyentes de t impuesto de guerra en varias naciones: los he­mos sentido quejarse por los sacrificios que tenían que hacer para tributarlos, pero jamás le hemos sentido protestar por pagar los unos por los otros, como sucede con el impuesto de consumos.

Las naciones beligerantes han reca rgado el im­puesto de guerra, como recargan todos los demás impuestos, por mefüo de sabias y justas leyes, gra­vando con un tanto por ciento según categoría, cantidad y calidad de los artículos que gastan o consumen, y utilidades que reciben los habitantes de esas naciones.

¿Por qué en las naciones del minifundio, no se fijan las cuotas de los impuestos municipales por leyes parecidas a las que rigen en las naciones be-•

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--~ Ugerantes para recargar el impuesto de guerra, y a las que rigen en los pueblos civilizados para tribu­t ar los impnestos municipales?

En las ciudades: Buenos Aires, Madrid, Londres, Paris etc. siempre han tenido sus ordenanzas de tráfico, no obstante han ido comisionados de unas a otras, a estudiar los reglamentos de tráfico en fas mismas, con el fin de modificar los suyos.

Una vez que los legisladores dt: esas regiones no han legislado y sancionado una nueva ley para i ributar los impuestos municipales, ya sea por que no han podido por falta de capacidad, o no ban querido por creer que con ello lesionaban sus in­-tereses de caciques, ¿por qué no se nombra una -Comisión que vaya a estudiar al extranjero, con-s ultando a hombres técnicos y expertos en la ma­teria?

Esas regiones deben reaccionar y fortalecerse, para que al ponerse al lado de sus hermanas se pa­r ezcan mellizas, y no retardadas menores por lo q ue las toman y tratan hoy día.

La salvación de los habitantes .de los paises de, e migración, no se ejercerá mientras no se fusionen tas sociedades agraria~ y los partidos de tenden­cias regionalistas, y formen un nuevo partido polí­tico titulado: "Rural de la Región", ostentando -como divisa ~ Hechos JIIO promesas.

Menos impuestos y más producción. Subrayamos Rural para que no se confunda con

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agrario. En ciertos casos, los nombres de personas o en­

tidades contribuyen con una dosis de sugestión para su éxito. · . Por lo que a las sociedades agrariús se refiere,

sus frutos han sido siempre malogrados por que sus componentes con su rutina, dejan hacer a los. otros.

Dejar que las Divinidades hagan , los caciques: han hecho de traicionarlos entregándolos a los cai!dillos como el pastor entrega un rebaño de bo­rregos: cuando no sucede asi, en una sociedad de 60 socios, vecinos de una misma parroquia, votan en 4 o 6 partidos, contrarios a sus intereses.

Es por esto, que el 1wmbre de agrario nos re­sulta poco sugestivo por muy gastado y oler a po­drido.

Con respecto al nombre agrario en los partidos políticos, debe tenerse en cuenta que los intereses de los componentes del partido agrario nacional, son c.ompletamente opuestos· a los inteíeses pro­pios de las regiones del minifundio.

En las regiones.del minifundio, donde Ja mayor parte de su población es rural , dE:l bienestar gene­ral de las poblaciona rurales, depende el bien o malestar de todas las clases sociales, no importa a que. actividades se dediquen.

Por propia conveniencia, los que llev:rn camisa nmpia, deberían acordarse de Jos que no tienen

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camisa; a Jos que Ja llevan limpia se les puede en­suciar, y los que no tienen camisa no Ja pueden lavar: de todas las enfermedades conoc(,das, Ja más contagiosa es Ja pobreza general.

Los que así lo entiendan, no deben esperar de que sus hijos tengan que decir, que para tener ta­les padres, es preferible ser huérfano.

Dos caminos Je quedan a seguir a los electores de esas regiones: renunciar a formar un hogar, o bien votar por los candidatos de los partidos a que estan afiliados, pero exigiéndole bajo declára­ción juramentada de que se han de aprobar los 4 puntos de Un D'eles, que son como se indican en la siguient~ página:

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LOS 4 PUNTOS

1.0 Iniciar una campaña por todos los me­dios legales, en favor de la abolición de los Repartos de Consumos, substituyéndolos por una nueva ley, para fijar las coutas de los im­puestos municipales, a base de un ta11to por ciento según categoría, cantidad y calidad de lo que gasten o consuman, y utilidades netas q1le reciban, dentro del radio del municipio.

2. 0 La rebaja de un 25 por ciento en las contribuciones a todos los contribuyentes que figuren con menos de 500 pesetas de capital imponible al año.

3. 0 La rebaja de un 25 por ciento en los presupuestos e impuestos municipales.

4. ° Cooperar todos los ciudadanos cons­cientes para que fa autonomía rinda los frutos que de ella se esperan, siempre que la mayor P'- _.:te de los electores crea conveniente votar­la • •

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Tenemos la completa convinción, y quisié­Tamos convencer a nuestros calegas.los traba­jadores del campo, que una vez aprobados és­tos 4 puntos, el cooperativismo, la personali­dad, reivindicación, redención, descacicación, salvación, libertad, igualdad y fraternidad en esos pueblos, vendrán por obra y gracia de la unión de sus hijos, pero jamás por los farsan­tes que se las ofrecen.

¿Los primitivos pobladores de esas tiernis, los paganos, les habrán echado la manldición del sueño o modorra a los que les han persgui­do con la cruz y la espada, por no querer abrazar una religión que no alcanzaban a comprender, y cuya maldición pesaría sobre los actuales habitantes? Misterio.

Los castigos espirituales, podrán ser eternos, 'en vez los castigos en vida son temporales: de existir dicha maldición, después de tantos años se hubiese extinguido por la misericordia y el perdón ..

Por nuestra parte creemos que, el estado ca­taléptico en que se hallan los habitantes de los paises de emigración, es debido a estar narco­tizados por la literatura y poesía, mal com­prendida, de la prensa partidista y mercantili-

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zada, e idiologías de los caciques y ca,udillos de facilidad de palabra.

También creemos, que los hombres, así co­mo los pueblos, que no saben librarse del yugo que les oprime no tienen derecho a vivir y por consiguiente deben sucumbir.

Es por esto que si no se aprueban nuestros 4 puntos, empezanclo por el primero, en nues­tras oraciones pediremos a San Roque que de­rrame a manos llenas sobre esos puoblos las pestes de que es abogado y libra a sus devotos, para que de una· vez por todas, naufraguen to­dos los actuales habitantes, o se salven las fu­-turas generaciones de los paises de emigra­ción.

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Nota importante

Este folle t o , escrito y publi­

c ado solo por pu ra convicción y,

co.mo s u ele de c irs~. ' 11 por amor al

arte 11 , sin miras particula~es de

:q.inguna especie, se distribuye

_gratuí tamente entre todas las So­

ciedades y trabajadores del Agro

que lo deseen .

EL AUTOR

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zas ....