LOS PERROS PROTECTORES DE REBAÑO · Porcentajes calculados sobre el total de animales reportados...

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Ganadería vs Predadores Introducción a un conflicto histórico y su mitigación mediante el uso de perros protectores de rebaño Desde que comenzamos la do- mesticación de los animales, nos hemos visto en la necesidad de protegerlos de los predadores. A nivel mundial y hasta el día de hoy, el ataque por predado- res en la producción ganadera es uno de los casos más importan- tes del conflicto entre humanos y fauna silvestre. Curiosamente, fue un predador, el perro, uno de nuestros compañeros domésti- cos más primitivo. La competencia por los es- pacios y recursos naturales en- tre el hombre y la fauna silves- tre es frecuentemente vinculada como la principal causa del con- flicto entre los predadores y la ganadería. Históricamente este conflicto se ha tratado de re- solver, a través de una serie de medidas de control que varían desde el trampeo, pasando por la captura, la caza, y hasta el en- venenamiento indiscriminado y no selectivo; métodos que suelen ser crueles e ineficientes. No obstante, uno de los ma- yores desafíos radica en lograr CONTENIDO LOS PERROS PROTECTORES DE REBAÑO Ganadería vs Predadores: Introducción a un conflicto histórico y su mitigación mediante el uso de perros protectores de rebaño Los Perros Protectores de Rebaño, una antigua herramienta en tiempos modernos ¿Cómo trabajan los Perros Protectores de Rebaño? Las razas de Perros Protectores de Rebaño Presencia de Perros Protectores de Rebaño en Chile PAG.01 PAG.04 PAG.06 PAG.07 BOLETÍN VIDA SILVESTRE NÚMERO 2, ENERO DE 2017 TOMPKINS CONSERVATION PAG.08

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Ganadería vs PredadoresIntroducción a un conflicto histórico y su mitigación mediante el uso de perros protectores de rebaño

Desde que comenzamos la do-

mesticación de los animales, nos

hemos visto en la necesidad de

protegerlos de los predadores.

A nivel mundial y hasta el día

de hoy, el ataque por predado-

res en la producción ganadera es

uno de los casos más importan-

tes del conflicto entre humanos

y fauna silvestre. Curiosamente,

fue un predador, el perro, uno de

nuestros compañeros domésti-

cos más primitivo.

La competencia por los es-

pacios y recursos naturales en-

tre el hombre y la fauna silves-

tre es frecuentemente vinculada

como la principal causa del con-

flicto entre los predadores y la

ganadería. Históricamente este

conflicto se ha tratado de re-

solver, a través de una serie de

medidas de control que varían

desde el trampeo, pasando por

la captura, la caza, y hasta el en-

venenamiento indiscriminado y

no selectivo; métodos que suelen

ser crueles e ineficientes.

No obstante, uno de los ma-

yores desafíos radica en lograr

C ON T E NID O

LOS PERROS PROT EC TORES DE REBAÑO

Ganadería vs Predadores: Introducción a un conflicto histórico y su mitigación mediante el uso de

perros protectores de rebaño

Los Perros Protectores de Rebaño, una antigua herramienta en

tiempos modernos

¿Cómo trabajan los Perros Protectores de Rebaño?

Las razas de Perros Protectores de Rebaño

Presencia de Perros Protectores de Rebaño en Chile

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T OMP K IN S C ON S E R VAT ION

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la implementación de medidas

efectivas que mitiguen los im-

pactos negativos de este con-

flicto. Es necesario garantizar

la protección del hombre y de

sus recursos, sin comprometer

la conservación de diferentes

especies de fauna silvestre. Di-

chas especies cumplen un rol en

la regulación de los ecosistemas

que habitan (y habitamos) y, por

ende, su supervivencia debe ser

resguardada. Además, es preci-

so destacar que la mayoría de las

especies nativas, como zorros y

pumas, se encuentran bajo pro-

tección legal del Estado en Chile.

Las pérdidas económicas

causadas por predadores de ma-

nera frecuente son una de las

principales razones que llevan a

los productores de ovinos y ca-

prinos a abandonar sus esfuerzos

de crianza de ganado o mante-

nerlos sólo en un nivel de subsis-

tencia y autoconsumo, asumien-

do las pérdidas de depredación.

Se estima que en Estados

Unidos al menos 250.000 ovi-

nos y 150.000 caprinos mueren

anualmente a consecuencia de la

predación (Vorwald, 2007). Es-

tas pérdidas se deben a variadas

especies de predadores (Figura

1), a diferencia de Chile donde el

número de especies de predado-

res es menor.

Es necesario considerar que

existen muchos ganaderos que no

reportan sus pérdidas. Algunos

estados de Estados Unidos ac-

tualmente compensan las muer-

tes por predador, pero sólo con la

verificación comprobada en te-

rreno del ataque del predador.

En Chile, uno de los ejem-

plos más recurrentes del con-

flicto entre humanos y fauna

silvestre es la predación de ani-

males domésticos. Entre las es-

La ganadería en el Valle Chacabuco y la transición hacia el futuro

Parque Nacional Patagonia

Perros Protectores de Rebaño al servicio de los desafíos de

la conservación moderna

El efecto de los Perros Protectores de Rebaño en los indicadores

ganaderos y efectividad detectada

Impacto del programa y resultados obtenidos

Desafíos en la implementación de un programa empleando

Perros Protectores de Rebaño

Las personas detrás del cuidado y manejo de los PPR:

• José Calderón Montecinos• Eduardo Castro Ibáñez• Víctor Hernán Chacón

Ficha técnica: Perros Protectores de Rebaño

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Predador

Coyotes

Perros

Pumas

Linces

Osos

Águilas

Zorros

Otros

Total

Cantidad

135.600

29.800

12.700

11.100

8.500

6.300

4.200

16.000

224.200

Porcentaje

60.5

13.3

5.7

4.9

3.8

2.8

1.9

7.1

100

Pérdidas de Ovinos y Caprinos porPredador Específico en Estados Unidos

Figura 1. Pérdidas de ovinos y caprinos por predador específico en Estados Unidos

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pecies comúnmente involucradas

destacan algunos carnívoros sil-

vestres nativos, como el zorro cul-

peo (Lycalopex culpaeus), zorro chi-

lla (Lycalopex griseus), puma (Puma

concolor), e incluso especies in-

troducidas como el perro domés-

tico (Canis lupus familiaris) y el vi-

són americano (Neovison vison).

Este conflicto genera importantes

pérdidas económicas, tanto a pe-

queños, medianos como a grandes

ganaderos. Además, este conflicto

puede poner en riesgo la conserva-

ción de estos carnívoros silvestres

debido, principalmente, a la caza

ilegal por parte de los afectados de

las especies involucradas.

Existen pocos datos disponi-

bles a nivel nacional. A nivel regio-

nal, en el 2007, a través de una en-

cuesta de percepción del impacto

de predadores sobre ovinos reali-

zada en la región de Aysén (Iriarte,

2007) se encontró más de un 50%

de pérdidas asociadas al zorro, se-

guido de un 23% de pérdidas atri-

buibles a perros asilvestrados, vi-

són 15% y puma 9% (Figura 2).

En forma más reciente, a tra-

vés del análisis de las denuncias

de pérdidas de ganado reportadas

al Servicio Agrícola y Ganadero, se

señala que perros, zorros y pumas

son las principales causas de mor-

talidad de ganado menor y estos

porcentajes varían según regiones

(Figura 3) (Acosta-Jamett, 2014).

Para la región de Aysén, se atribu-

yen más pérdidas a predadores na-

tivos, como pumas y zorros.

Históricamente el conflicto

entre predadores y ganaderos tan-

to a nivel mundial como en Chile se

ha manejado a través de métodos

que causan la muerte de los preda-

dores. Pese a ello, el conflicto no se

ha resuelto, y, en muchos casos, in-

cluso se ha visto agravado por este

tipo de prácticas. En forma recien-

te, el uso de métodos no letales y

amigables con predadores, como es

el caso de los perros protectores de

rebaño, han ganado creciente acep-

tación por parte de ganaderos. ◊

Porcentaje de Ganado MenorReportado como Predado por Región

Arica y Paninacota Coquimbo Araucanía Aysén0

2

4

6

10

8

12

14 Puma

Zorro

Perro

Causas de Predación en Rebaños Ovinosen la Región de Aysén (%)

Zorro Culpeo

Perros Asilvestrados

Visón

Puma

9

54

23

15

Figura 3. Porcentaje de ganado menor reportado como predado en regiones de Chile. Porcentajes calculados sobre el total de animales reportados al SAG en cada región en el año 2014.

Figura 2. Causas de predación en rebaño ovinos en la región de Aysén, según percepción de ganaderos, 2007.

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Los Perros Protectores de Rebaño, una antigua herramienta en tiempos modernos

Los perros protectores de reba-

ño (PPR) son originarios de Me-

sopotamia y su uso comenzó hace

miles de años en Europa Central y

Asia para ayudar a los pastores a

proteger sus ovejas y cabras de los

predadores como osos, lobos gri-

ses y linces. Las primeras referen-

cias de la domesticación de ovejas

y cabras se remontan entre 7.000 a

8.000 años A.C. Existen registros en

el 3.585 A.C. de perros pastores jun-

to a ovejas en los rebaños de sume-

rios nómades.

A consecuencia del extermi-

nio y disminución de muchos de

los predadores de los paisajes eu-

ropeos, junto con la migración de

las personas a las ciudades y la co-

lectivización de la agricultura en

los regímenes comunistas, el co-

nocimiento de la técnica del uso de

los perros protectores se fue per-

diendo. Además, producto de la II

Guerra Mundial, estas razas pro-

tectoras se vieron severamente

disminuidas.

Se ha observado un resurgi-

miento importante del uso de los

PPR, debido a que las especies de

grandes predadores están recupe-

rándose gradualmente en Europa.

Así se estima que actualmente ha-

bría más de mil PPR trabajando en

los Alpes (Gehring, 2010); además

de la reintroducción de predadores

y el aumento de los perros asilves-

trados a nivel mundial.

En Norteamérica los PPR fue-

ron introducidos en los años seten-

ta, después de que el gobierno pro-

hibiera el uso de venenos para el

control y exterminio de predado-

res. Su incorporación fue exitosa,

reduciendo fuertemente las per-

didas por coyotes, disminuyéndo-

las desde un 11% hasta en un 100%

(Gehring, 2010). En este contexto y

gracias a su efectividad, su uso se

ha difundido extensamente a Ca-

nadá, Sudamérica, África y Aus-

tralia.

Los PPR han demostrado su

valor y efectividad protegiendo re-

baños domésticos contra lobos,

osos, glotones, pumas, zorros, din-

gos, coyotes, perros asilvestrados,

aves de presa e incluso guepardos

y leopardos.

Los PPR son perros de media-

no a gran tamaño que cuidan los

rebaños domésticos del ataque de

predadores. Ellos viven permanen-

temente con el rebaño y consideran

al rebaño como sus compañeros o

“familia”, protegiéndolos frente a

cualquier situación que ellos con-

sideren como una amenaza.

Se han usado PPR principal-

mente para cuidar rebaños de ovi-

nos y cabras, siendo común obser-

varlos cuidando a otros animales

sociales como bovinos, equinos,

ciervos, llamas, alpacas, aves de

corral y avestruces. Fueron muy

importantes como guardianes de

castillos en el pasado. Incluso se

mencionan para la protección de

árboles frutales, equipamiento y

familias humanas.

Estos perros han sido selec-

cionados para ser inofensivos con

el rebaño y tener comportamiento

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y apariencia menos agresiva (ore-

jas caídas). Son animales calmados,

se mueven lentamente entre el re-

baño, tienen un metabolismo más

bajo, por lo tanto, no comen mu-

cho, lo que es un beneficio econó-

mico considerable. Sus sentidos de

vista, olfato y audición son supe-

riores. Interaccionan con el pas-

tor (ovejero), pero son capaces de

tomar sus propias decisiones, son

independientes de los humanos,

siendo criados para vivir y trabajar

con el rebaño sin una supervisión

tan cercana.

Resulta importante entender

que para preparar un perro pro-

tector se parte de la siguiente pre-

misa clave: proporcionar un am-

biente donde el perro sea capaz de

desarrollar y expresar sus talentos

inherentes de protector. Los perros

no son entrenados para proteger,

sino que solamente son impronta-

dos con la especie doméstica que se

busca proteger.

Los PPR no deben ser confun-

didos con los perros de arreo. Es-

tos últimos también son perros de

trabajo, pero realizan una función

diferente, ellos mueven los reba-

ños de un lugar a otro. La aparien-

cia y comportamiento de los perros

de arreo es muy diferente. Presen-

tan las orejas levantadas y están al

acecho del comportamiento del re-

baño. Las razas de arreo han sido

seleccionadas para ser altamen-

te entrenables y obedientes. No se

puede confiar en ellos sin super-

visión humana. Entre las más po-

pulares en Chile destacan el Bor-

der Collie, Pastor de Brie, Kelpie y

Ovejero Magallánico. Ellos comple-

mentan el trabajo del perro protec-

tor en el manejo del rebaño. ◊

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¿Cómo trabajan los Perros Protectores de Rebaño?

Los PPR protegen a su rebaño de los

predadores a través de tres meca-

nismos principales: la exclusión te-

rritorial, la interrupción y la con-

frontación; siendo por lo general un

efecto principalmente disuasivo.

La exclusión territorial ocu-

rre cuando el predador reconoce el

área usada por los PPR, como terri-

torio de otro predador por una se-

rie de señales (olfativas y acústi-

cas) y evita entrar en él, eludiendo

los animales del rebaño al interior

de ese territorio. La exclusión te-

rritorial funciona muy bien con los

otros cánidos como lobos, zorros,

dingos y perros asilvestrados, ya

que responden fuertemente a las

señales olfativas, que le indican que

esa área está ocupada e, instinti-

vamente, le indica que se manten-

ga alejado.

La interrupción se produce

cuando el PPR interrumpe el com-

portamiento de caza del preda-

dor y lo “disuade” de seguir en su

cacería. Los perros protectores se

convierten en ladradores activos

cuando un animal o una perso-

na desconocidos se aproximan. La

mayoría de las razas tienen un la-

drido profundo, además que la ma-

yoría son perros grandes, de ma-

nera que fácilmente hacen notar su

presencia ante la aproximación de

un predador. Esto es más marca-

do aún, cuando varios PPR trabajan

juntos para proteger un rebaño. El

efecto obvio de la sola presencia del

PPR, hace al predador interrumpir

su conducta de cacería, para reti-

rarse y buscar otra presa en otro

lugar, la mayoría de los predadores

finalmente aceptará una operación

ganadera bien resguardada como

“fuera de sus límites” y buscará las

fuentes más fáciles de presa.

La confrontación envuelve al

perro protector de manera directa

confrontando al predador que está

atacando, persiguiendo o acercán-

dose al rebaño. El perro puede acer-

carse al predador y usar la fuerza

como intimidación para obligarlo a

retirarse. Si es necesario, el perro

podrá atacar y pelear con el preda-

dor para sacarlo de su territorio e

incluso matarlo. Sin embargo, es-

tas interacciones entre predador y

perro protector son bastante raras.

Lo más frecuente es que los PPR ac-

túen, a través de la interrupción y

la exclusión territorial.

Especies como aves de pre-

sa y carroñeras son probablemente

las que se enfrenten en confronta-

ción directa, ya que no entienden

los signos o “códigos” de demar-

cación de territorio que hacen los

perros, siendo perseguidas cuando

se aproximan al rebaño. Estas es-

pecies eventualmente aprenderán a

estar alejadas del lugar.

El efecto del perro protec-

tor es principalmente disuasivo:

si un predador se acerca al reba-

ño que protege, el perro se inter-

pondrá entre la fuente de amenaza

y el rebaño, ladrando intermiten-

temente, advirtiendo de un posi-

ble ataque, no atacando al preda-

dor en primera instancia. Además,

en forma rutinaria, el perro marca

su territorio con su orina y heces,

recorre el campo e inspecciona los

límites para alertar a otros anima-

les que esos lugares son visitados

regularmente. Ésta es una herra-

mienta muy efectiva y poderosa de

comunicación entre carnívoros. ◊Perro protegiendo a su rebaño.

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Las razas de Perros Protectores de RebañoActualmente hay al menos cuaren-

ta razas de perros protectores de

rebaño, siendo todas muy antiguas.

Casi todos los países de Europa (Fi-

gura 4) y Asia (Figura 5) han desa-

rrollado una raza específica, algu-

nas más grandes que otras, y más

o menos agresivas dependiendo del

“predador” con que se midan (osos,

lobos, zorros, pumas, leopardos y

guepardos, entre otros). ◊

PortugalPerro de Montaña de la Sierra de EstrellaPerro de Castro LaboreiroRafeiro do AlentejoMastín de Tras os Montes

EspañaMastín EspañolMastín de los Pirineos

FranciaGran Pirineo o Pastor de los Pirineos

EslovaquiaSlovak Cuvac

PoloniaPastor Polaco de Podalhe

Croacia yBosnia HerzegovinaPastor Croata o Tornjak

EsloveniaPastor de Karst

MacedoniaSarplaninac

GreciaPastor Griego

BulgariaKarakachan o Perro Pastor Búlgaro

RumaniaPastor Rumano de BukovinaPastor de los CárpatosPastor Rumano de MioritzaHungría

KomondorKuvasz

ItaliaPastor Maremma

TurquíaPerro AkbashKangalPastor de KarsPastor de Anatolia

ArmeniaGampr Armenio

República de GeorgiaPerro de Montaña CaucásicoPerro Pastor del Cáucaso

Sur de RusiaPastor Ruso Ovcharka

Asia CentralPastor de Asia Central

AfganistánKuchi o Perro Pastor de Asia Central

TíbetKyi Apso y Mastín Tibetano

Figura 4. Mapa de razas de PPR en el continente europeo.

Figura 5. Mapa de razas de PPR en el continente asiático.

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Presencia de Perros Protectores de Rebaño en Chile

Las razas de PPR más frecuen-

tes en Chile son Pastor de los Pi-

rineos, Pastor Maremma, Mastín

de los Pirineos y Pastores Polaco

de Podhale.

Pastor de los Pirineos, Gran Pirineo,

o Perro Montaña de los Pirineos

Son originarios de las Montañas de

los Pirineos entre Francia y Espa-

ña. Es una de las razas más anti-

guas documentadas (miles de años)

que se han usado como pastores

para cuidar de los ataques de lobos

y osos. Raza favorita de los nobles

franceses, Luis XIV lo declaró como

el perro de Francia en 1675.

Es una raza muy impresio-

nante y hermosa. Es un perro

grande: la altura en machos es de

69 a 81 cm y sobrepasan los 45 kg

de peso, mientras que las hembras

miden entre 63 y 74 cm de alto y

pesan más de 40 kg. Poseen un

doble pelaje resistente a las ma-

las condiciones climáticas, como

el frío, la lluvia, el viento y la se-

quía. Generalmente de color blan-

co, pueden tener manchas grises o

distintos tonos de rojo, muy mar-

cadas cuando cachorros, las cuales

desaparecen o bajan de intensidad

cuando son adultos. Tienen unos

hermosos ojos almendrados deli-

neados. Orejas de pequeñas a me-

diano tamaño. Llevan la cola baja

y en caso de alerta la suben y en-

rollan sobre la espalda. Doble ga-

rras o doble dedos supernumera-

rios en las patas traseras son parte

del estándar.

De temperamento calmado,

guardianes, duermen generalmen-

te de día y son muy activos de no-

che cuando ladran con frecuencia.

Generalmente cuidan el rebaño

a distancia para mantenerse ob-

servando. Trabajan muy bien se-

mi-aislados (independientes). Son

una de las razas que aceptan mejor

a humanos desconocidos (más so-

ciales que las otras razas protecto-

ras de rebaño). Son conocidos por

escalar cercos y hacer hoyos.

Pastor Maremma o Pastor

Maremmano–Abrucense

Originario de la región de Abruz-

zo en las montañas de los Apeninos

y de las planicies de Maremma en

Toscana, ha sido ocupado por si-

glos para el pastoreo trashuman-

te en Italia defendiendo los rebaños

del ataque de lobos.

Mide entre 61 y 74 cm de alto

y pesa entre 30 y 45 kg. De pela-

je generalmente blanco, también

puede tener un matiz de marfil,

crema, limón o naranja pálido. La

piel es blanca con lunares oscuros.

El pelaje largo con ondas, a veces

puede ser áspero. Los labios, nariz

y delineado de ojos deben ser ne-

gros, los ojos de color oscuro. Lle-

van la cola baja y en caso de alerta

la suben y enrollan sobre la espal-

da. Poseen dedos supernumerarios

en las cuatro patas, que no se pue-

den remover.

Los Maremma son excelentes

pastores bajo muchas condiciones,

la herencia los lleva a tener fuertes

lazos con el rebaño. Cuando cacho-

rros tienden a masticar cosas, ha-

cer hoyos y ladrar excesivamente.

Son pastores de rebaño maduros a

los 2 años. No se recomienda como

raza de compañía.

Pastor de los Pirineos

Pastor Meremma

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Mastín de los Pirineos

Al sur de los Pirineos de Aragón a

Navarrete es donde los Mastines de

los Pirineos cuidaban de los reba-

ños de los ataques de lobos y osos.

También se usaban para guardia-

nes de los castillos y casas del an-

tiguo reino de Aragón.

La raza posee influencia del

Gran Pirineo y del Mastín Español,

más grande de tamaño, presen-

ta una gran cabeza y papadas de-

sarrolladas, dando la impresión de

mayor tamaño y poder. Su pelaje es

menos profuso que el Gran Pirineo,

pero más largo que el del Mastín

español. Como se dijo, es un perro

de gran tamaño, donde los machos

miden 81 cm y las hembras de 74 a

76 cm. Con un peso que oscila 52

y más de 68 Kg. Es un perro rec-

tangular, cuya piel alrededor de su

cuello es colgante. La cola siem-

pre está colgando a diferencia de

las otras razas. Su color de base es

blanco con parches bien definidos

de diferente color. Generalmente

los cachorros nacen sin máscara,

la que aparecerá con el tiempo.

Es un perro más activo que el

Mastín Español, pero de tempe-

ramento tranquilo, más adecuado

para la familia, muy capaz de re-

accionar frente a una amenaza. De

ladrido profundo, pero menos la-

drador que las otras razas pastoras.

Posee gran apetito, comen más que

los otros pastores.

Pastores Polaco de Podhale

Es ocupado como pastor de reba-

ños en las montañas de los Cár-

patos. En Polonia es también usa-

do por la policía, militares y como

perro guía, además de protección

personal y para tirar carros.

Es completamente blanco, con

la nariz, labios y cojinetes bien pig-

mentados de negro. Tiene ojos os-

curos. Entre 65 y 70 cm de altura

en los machos y 60 y 65 cm en las

hembras, se aceptan diferencias de

2 o 3 cm.

Es un perro extremadamen-

te inteligente e intuitivo. Trabaja

mejor como pastor dirigido por un

ovejero, es menos indicado compa-

rado con las otras razas de pasto-

res para estar más tiempo solos en

amplias áreas a cargo del rebaño.

Es amigable con las personas y no

es agresivo con otros perros. Cui-

dando los rebaños es más activo

contra los predadores. Muchas ve-

ces recorre los potreros donde está

el rebaño. Ladra y trata de juntar al

rebaño en caso de peligro. ◊

Mastin de los Pirineos

Pastor Polaco

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La ganadería en el Valle Chacabuco y la transición hacia el futuro Parque Nacional Patagonia

Por casi un siglo, la ganadería ovi-

na extensiva caracterizó la activi-

dad económica de la zona del Valle

Chacabuco, a través de la produc-

ción de lana y carne. Con el paso de

los años, debido al sobrepastoreo

de la zona, la productividad dismi-

nuyó en forma significativa, lo que

sumado a las desfavorables con-

diciones de mercado ovino debido

principalmente al precio interna-

cional de la lana, significó que en

el año 2004, la Estancia Valle Cha-

cabuco se colocara a la venta por

parte de sus propietarios.

Es así como ese mismo año,

Conservación Patagónica surge en

la escena adquiriendo la Estancia

Valle Chacabuco (80.000 ha) en la

provincia de Capitán Prat, región de

Aysén, con el fin de iniciar el pro-

ceso de transición desde una es-

tancia ganadera ovina y bovina a

un Parque Nacional.

Esto significaba el desarrollo

de un plan que consideraba la re-

ducción y venta gradual del stock

ganadero, la remoción de cientos

de kilómetros de cercos (alambra-

dos y postes) y la erradicación de

cualquier práctica que significa-

ran la muerte de fauna nativa que

estuviera causando pérdidas en el

ganado. Sin duda, se avecinaban

vientos de cambio que planteaban

desafíos para continuar desarro-

llando ganadería, aunque ésta fue-

ra, a menor escala.

Fue así como entre los años

2004 y 2009 se redujo la masa ga-

nadera desde 25.000 a 1.000 ovinos

(4%) y de 3.000 a 200 bovinos (7%).

Se decidió mantener una masa ga-

nadera destinada a producir ani-

males de carne para autoconsumo

(abastecimiento de casino de tra-

bajadores y consumo por parte de

puesteros y guardaparques), como

se hacía tradicionalmente con los

trabajadores en las estancias. Se

mantuvo una baja carga animal

(cantidad de animales por super-

ficie) en dos sectores del Parque,

Puesto Baño y Cuadro de las Vacas,

ocupando solamente el 1,4% de la

superficie total del Parque (1.150

ha), aprovechando las condiciones

naturales y las instalaciones de po-

treros, corrales y galpones preexis-

tentes.

La decisión de no cazar a nin-

gún puma o zorro, debido a que

son prácticas ilegales en Chile,

significó asumir pérdidas y mor-

talidades en la masa ganadera ovi-

na causada por predación que al-

canzó los 30 a 50 ovinos al mes.

Con una masa total de ovinos de

alrededor de 1.000 animales, esta

merma hacía que esta producción

resultara inviable económicamen-

te y sin ninguna proyección a me-

diano plazo.

¿Cómo mantener la ganadería

sin recurrir a la caza de los preda-

dores? Se investigaron y evaluaron

diferentes alternativas. Entre ellas,

el uso de perros protectores de re-

baños, técnica que si bien era an-

tigua y había sido muy utilizada en

Europa y Asia, no era muy conocida

en la Patagonia. Tras consultar la

bibliografía disponible y conocer la

teoría de esta técnica, se buscaron

perros en Chile, alguna de las ra-

zas que han sido seleccionadas para

este propósito. ◊

Valle Chacabuco cuando aún era una estancia ganadera.

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E NE RO DE 2 0 1 7B OL E T ÍN V IDA S ILV E S T RE NR . 2

Perros Protectores de Rebaño al servicio de los desafíos de la conservación moderna

No fue fácil encontrar una de es-

tas razas protectoras, debido a que

en ese entonces eran poco comu-

nes en Chile. Con mucha suerte, se

encontró una camada de Gran Pi-

rineo de compañía en la ciudad de

Osorno, sur de Chile. Fue así como

se decidió adquirir dos cachorros

hermanos de camada de dos me-

ses y medio, para “improntarlos”

inmediatamente con las ovejas

a mediados del 2009. A la perrita

la nombramos “Brisa” y al perri-

to “Puelche” (nombres de vientos,

porque el sector de las ovejas tiene

mucho viento).

De esta forma se daban los

primeros pasos para el desarrollo

del “Programa de perros protecto-

res de rebaño en el Parque Pata-

gonia”. Este inicio significó poner

en práctica todo lo que habíamos

aprendido en la teoría. Uno de los

aspectos claves se refería a realizar

el mayor esfuerzo para que lo an-

tes posible los cachorros entraran

en contacto con borregas, ovejas

y corderos, a sus sonidos y olores.

También, debían mamar de algu-

nas ovejas paridas, de manera de

fortalecer el vínculo entre los ca-

chorros y las ovejas. Otro aspec-

to bastante difícil, fue lograr que

los gauchos que se desempeñaban

como ovejeros incorporaran el cui-

dado de los cachorros, debido a que

la forma de crianza, alimentación

y la obediencia de los perros pro-

tectores es muy diferente a las de

los perros de arreo, que es a lo que

los ovejeros estaban acostumbra-

dos. En el caso de los cachorros, se

debían alimentar en el lugar don-

de se encontraban las ovejas, pri-

vilegiando el mayor contacto po-

sible entre ellos y no escatimando

esfuerzos para impedir que los ca-

chorros se acercaran a la casa o

puesto. Durante esta primera eta-

pa, todas estas recomendaciones

eran vistas con cierta resistencia e

incredulidad por parte del personal

de ganadería, así como con curiosi-

dad por otros.

Con el pasar de los días y las

semanas, y al observar la actitud

de los cachorros con las ovejas des-Cachorro fortaleciendo su vínculo con el rebaño.

Puelche y Lolo.

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E NE RO DE 2 0 1 7B OL E T ÍN V IDA S ILV E S T RE NR . 2

de muy temprana edad, los gauchos

ovejeros comenzaron confiar y a

cambiar su forma de pensar, con-

venciéndose de tomar el desafío de

este programa que, aunque parecía

raro y fuera de lo tradicional, qui-

zás podría funcionar.

A los seis meses de edad de los

cachorros, se evidenció una dis-

minución en las pérdidas de ovi-

nos por predadores en las estadís-

ticas mensuales. Con ello, antes de

cumplido el año con los primeros

cachorros, fue que decidimos ad-

quirir un tercer cachorro, “Lolo”

proveniente de un proyecto de la

Universidad de Chile junto al Ins-

tituto Pirenaico de España, quie-

nes se encontraban promoviendo

el uso de esta raza. Mientras que

Brisa y Puelche se dedicaron ini-

cialmente al cuidado y protección

de ovejas, borregas y corderos, Lolo

fue incorporado al cuidado de los

carneros. Estos últimos, por razo-

nes de manejo, se mantienen nor-

malmente separados de las ovejas

y corderas y, que por su fuerte olor,

los hace más atractivos a los pre-

dadores, convirtiéndose en una de

las presas favoritas entre las dife-

rentes clases de ovinos.

A fines del año 2011 tuvimos

nuestra primera camada de cacho-

rros de Brisa y Lolo, quedándonos

con una cachorra más para el tra-

bajo, “Chica” y en el 2012 incorpo-

ramos otro perrito, “Puelche Chi-

co”. Actualmente trabajamos con

los cinco perros divididos en estas

dos grandes áreas del Valle Cha-

cabuco: Cuadro de las Vacas, con

aproximadamente 500 ovinos a

cargo de dos perros ya que es un

campo más quebrado y con más ve-

getación arbustiva, y Puesto Baño

con alrededor de 1.500 ovinos con 3

perros a cargo. Cada grupo de pe-

rros se organizó y trabajan como

grupo familiar. ◊

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E NE RO DE 2 0 1 7B OL E T ÍN V IDA S ILV E S T RE NR . 2

El efecto de los Perros Protectores de Rebaño en los indicadores ganaderos y efectividad detectada

Junto a la incorporación de los pe-

rros protectores a los rebaños, muy

pronto se comenzó a monitorear el

efecto de su presencia. Se evalua-

ron algunos indicadores, desde la

conducta observada de los perros,

como también se registraron las

pérdidas sufridas en momentos

claves como son las semanas pos-

teriores al inicio de las pariciones

de las ovejas.

Los indicadores objetivos (nº

de muertes) que dan cuenta de la

efectividad de un perro protector

en el rebaño están muy relaciona-

dos a la reducción en los porcen-

tajes de mortalidad debido a pre-

dadores, perros asilvestrados e

incluso abigeato. Perros protecto-

res que se encuentren trabajan-

do activamente serán capaces de

reducir estas pérdidas de manera

significativa y es justamente en es-

tos casos en que se justifica su in-

corporación.

Tal como se observa en la Fi-

gura 6, desde el año 2009 hasta la

fecha y a consecuencia de la incor-

poración de los perros protectores

al rebaño ovino de Conservación

Patagónica, se logró una impor-

Mortalidad Anual Ovina por PredadoresValle Chacabuco 2004-2016

0

100

200

300

400

500

600

2004 2006 2008 2010 2012 2014 2016

Llegada de perros protectores,

entrenamiento y maduración

Figura 6. Mortalidad de ovinos en el Valle Chacabuco, indicando el cambio que se produce con la incorporación de los perros protectores de rebaños.

Señalada/Año

2013

2014

2015

Promedio para los 3 años 2%existencias

1,3%existencias

Sectores

Puesto Baño

Cuadro de las Vacas

Puesto Baño

Cuadro de las Vacas

Puesto Baño

Cuadro de las Vacas

N° Ovejas

488

203

625

218

513

133

N° Corderos

569

211

689

270

529

158

% Señalada

117%

104%

110%

124%

103%

119%

Pérdidasanualesovinos

48

50

54

Pérdidasanuales ovinospor predadores

31

30

33

Figura 7. Porcentajes de señalada y pérdidas ovinas anuales y por predadores en Valle Chacabuco entre los años 2013 y 2015.

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E NE RO DE 2 0 1 7B OL E T ÍN V IDA S ILV E S T RE NR . 2

tante disminución en la mortali-

dad causada por predadores, de-

mostrando la efectividad práctica

del método.

El uso de los perros protec-

tores, combinado con un adecua-

do manejo sanitario de los ovinos,

ha permitido incrementar signifi-

cativamente el número de ovinos

por año. Las pérdidas por predado-

res se redujeron al mínimo en estos

seis años, alcanzando en prome-

dio 1,3% anual, lo cual se encuentra

dentro del 2% de pérdidas anuales

generales.

Los perros protectores han

permitido incrementar el núme-

ro de corderos nacidos por año, al-

canzando un 115% de corderos vi-

vos a los dos meses de nacidos,

cuando se realiza la señalada. Esto

se logra además, debido al hecho de

que algunas ovejas son melliceras.

La señalada

La señalada de corderos constituye

un trabajo de rutina que se realiza

anualmente en los establecimien-

tos de cría de ovinos tras la tem-

porada de pariciones, y compren-

de tres operaciones simultáneas: la

señalada propiamente dicha (iden-

tificación o marca en las orejas que

indican la propiedad —corte o ca-

lado, caravana o tatuaje—, la cas-

tración de machos, y el corte de la

cola o descole. Así se realiza el re-

cuento de corderos y se determina

el índice de señalada = nº corde-

ros señalados/ovejas presentes en

la señalada (%). ◊

Proceso anual de señalada en Valle Chacabuco.

PÁGIN A 1 4

E NE RO DE 2 0 1 7B OL E T ÍN V IDA S ILV E S T RE NR . 2

Impacto del programa y resultados obtenidos

Gracias a los perros protectores

de rebaños hemos logrado no solo

producir la carne necesaria para

alimentar a los trabajadores, si no

también obtener ganancias por la

venta de ovinos y de la lana produ-

cida. Durante estos siete años desde

su llegada, los perros se han con-

vertido en embajadores del Parque

Patagonia, permitiendo mostrar

alternativas de producción gana-

dera en armonía con el medio am-

biente y con los predadores.

En estos años de trabajo, Par-

que Patagonia se ha convertido en

un modelo que demuestra que se

puede desarrollar ganadería dentro

y en las inmediaciones de un área

protegida conviviendo con preda-

dores naturales y sin la necesidad de

cazarlos o envenenarlos. Además,

entrega un valor agregado a nues-

tros productos, a través del sello de

certificación internacional WFEN

(Wildlife Friendly Enterprise Ne-

twork), y promueve cambios en las

prácticas tradicionales de crianza,

así como también en el manejo del

ganado y de los predadores nativos.

Siempre promoviendo una te-

nencia responsable de perros pro-

tectores de rebaños, es que en el

año 2011 produjimos nuestra pri-

mera camada de cachorros. Hasta el

día de hoy, con dos perras madres,

hemos producido cuatro camadas y

se han entregado 30 cachorros para

difundir el uso de esta herramien-

ta para el cuidado y protección de

los rebaños. Hoy, los perros se en-

cuentran trabajando en Chile des-

de Villarrica por el norte hasta Villa

O´Higgins por el sur y en Argenti-

na desde Río Negro hasta Calafate.

La entrega de cada uno de es-

tos cachorros se ha realizado previo

proceso de impronta y apego con

las ovejas, supervisados técnica-

mente por profesionales con expe-

riencia en la materia, asesorándo-

los, además de un manual general

para su aplicación y adecuación

según la realidad del campo donde

trabajarán, con miras a obtener los

mejores resultados.

Distribución de los perros protectores de rebaño originarios del Parque Patagonia.

Sellos de certificación “Wildlife Friendly Enterprise Network”.

PÁGIN A 15

E NE RO DE 2 0 1 7B OL E T ÍN V IDA S ILV E S T RE NR . 2

Muchos de estos cachorros los

entregamos esterilizados (si los

dueños lo quieren) ya que así lo-

gran trabajar de mejor manera, sin

distracciones y sin tener que reti-

rar por más de tres semanas a las

perras del rebaño si entran en celo

para cuidarlas en un canil, oportu-

nidad que, sin lugar a dudas, apro-

vechan los predadores.

En paralelo a la difusión de ca-

chorros, participamos del desarro-

llo de un video documental sobre

Experiencias con Perros Protecto-

res de Rebaño en Aysén que se de-

nomina “El Comienzo de Una His-

toria”. La Historia relata a través de

entrevistas a productores ayseni-

nos, experiencias en el manejo que

se debe tener con estos perros y los

resultados que ellos han obtenido.

En resumen, los logros de este pro-

grama hasta la fecha son:

• Reducción en un 90% de la pér-

dida causada por predadores, per-

mitiendo un crecimiento de la

producción ovina, alcanzando se-

ñaladas de hasta 125% (115% en

promedio). Esto ha permitido cu-

brir las necesidades de un consu-

mo anual de 500 ovinos anuales y la

venta de productos como lana, car-

ne y animales.

• Validación de una antigua herra-

mienta en ganadería, aunque poco

conocida en la Patagonia, siendo

actualmente el Parque Patagonia

uno de los referentes locales y na-

cionales en el tema.

• Implementación del modelo de

perros protectores a nivel regio-

nal por parte del Estado. Hoy exis-

te casi un centenar de perros pro-

tectores de rebaños trabajando en

explotaciones ganaderas en la re-

gión de Aysén.

• La utilización de PPR ha permi-

tido mantener las poblaciones de

predadores naturales y con ello se

logra conservar el equilibrio ecoló-

gico de la fauna silvestre ya que di-

chos predadores consumen los in-

dividuos más débiles, enfermos o

menos adaptados y así contribuyen

a mejorar la condición de las pobla-

ciones de guanacos, huemules y el

resto de la fauna silvestre. ◊

Portada del documental.

PÁGIN A 16

E NE RO DE 2 0 1 7B OL E T ÍN V IDA S ILV E S T RE NR . 2

Desafíos en la implementación de un programa empleando Perros Protectores de Rebaño

¿Qué implica tener un Perro

Protector de Rebaño?

Primero que nada, es fundamental

la persona que estará a cargo del

manejo del perro. Para ello, debe

generarse un vínculo entre ambos,

él y el perro protector.

Debe ser responsable con su

alimentación, la cual debe ser en

terreno donde se encuentran las

ovejas. Se puede manejar el come-

dero dentro de las casas de los pe-

rros o en el lado externo del potrero

donde las ovejas no alcancen el ali-

mento. Comederos con dispensador

de comida funcionan muy bien, los

cuales pueden cubrir las necesida-

des de varios días (3-4 días).

El alimento que se entregue al

perro protector debe ser de buena

calidad (proteínas de calidad, bue-

na fuente de carbohidratos, vita-

minas y minerales, bajo en grasas),

de manera que se cubran sus re-

querimientos (sea categoría cacho-

rro o adulto y para razas grandes

o de trabajo). Una buena alimen-

tación es necesaria para prevenir

enfermedades nutricionales, ya

que son razas de crecimiento rápi-

do. Son animales de metabolismo

lento, no comen mucho, pero re-

sulta clave que el alimento sea de

calidad. Debemos considerar ade-

más que los perros están la mayor

parte del tiempo en terreno, reco-

rriendo los potreros, bajo diversas

condiciones climáticas.

Se debe prestar especial aten-

ción a que el perro esté siempre con

las ovejas, especialmente durante

su primer año de vida, de manera

que las consideren como parte de

“su familia”. En los casos en que los

perros y cachorros llegan a la casa

del ovejero se deben regresar al po-

trero con las ovejas, para lo cual el

encargado deberá ser firme y tener

paciencia, ya que podrá repetir esta

acción varias veces en el día, pero

en el mediano y largo plazo tendrá

su recompensa.

Es importante considerar que

la edad clave para realizar la vin-

culación afectiva de los cachorros

de PPR con el rebaño es alrededor

de las 16 semanas de vida, de ma-

nera que el apego sea más cercano.

Por otra parte, es muy im-

portante mantener el perro con

su manejo sanitario al día, lo cual

significa llevarlo al médico vete-

rinario para mantener el calenda-

rio de vacunación al día tanto de

cachorro como de adulto, además

de la administración de antipara-

sitarios cada 3 o 1,5 meses, en caso

que se esté controlando la hidati-

dosis (como es el caso de la región

de Aysén).

Es recomendable contemplar

el trabajo con perros protectores

castrados, de manera de reducir las

“distracciones” con perras en celo

en el sector, o de no ser así, sacar-

los de entre las ovejas por cerca de

un mes, a un canil especialmen-

te acondicionado mientras se en-

cuentre en celo, en caso se trate de

hembras.

Algunas personas, buscando

contar con un perro multipropósi-

to, han ensayado la cruza de razas

protectoras con razas de arreo para

tener un solo perro que realice todo

el trabajo. Esto no ha funcionado y

se dispondrá, muy posiblemente,

de un perro que no sirve para arrear

ganado, ni tampoco para proteger

los rebaños.

PÁGIN A 1 7

E NE RO DE 2 0 1 7B OL E T ÍN V IDA S ILV E S T RE NR . 2

Otra práctica importantísi-

ma del ovejero es la de “repuntar”

las ovejas antes del final del día,

en el caso que se cuente con gran-

des extensiones y se realice crian-

za extensiva. Lo que se busca es

que el hombre le entregue al pe-

rro el rebaño más compacto antes

de cada noche, para que sea más

eficiente en sus labores de cuida-

do y protección en horas de la no-

che o amanecer, cuando el gana-

do es más vulnerable al ataque por

predadores.

Es relevante considerar que

los PPR son menos efectivos cuan-

do los animales que deben proteger

se encuentran más dispersos y sin

agrupar como rebaño, como tam-

bién en aquellos casos en que los

animales domésticos se encuen-

tran desatendidos y que son poco

monitoreados por los ovejeros. Se

ha reportado también en los Esta-

dos Unidos, que los PPR son más

efectivos reduciendo las pérdidas

de ovinos del ataque de pumas y

osos negros en campos abiertos

comparado con situaciones en que

el ganado se encuentra a pastoreo

entre cercos.

Es clave sociabilizar el pe-

rro para que reconozcan a los pe-

rros de arreo con los que se trabaja

en forma rutinaria, así como a las

otras personas que también traba-

jan con los rebaños, de otra forma

serán desconocidos y se converti-

rán en sospechosos y potenciales

amenazas para la majada. El pe-

rro protector no debe estar siem-

pre acompañado del perro de arreo.

Debe conocerlo, para que lo deje

trabajar con sus ovejas cuando sea

necesario, pero no es conveniente

que se convierta en su “compañe-

ro” de juegos.

¿Con cuántos perros trabajar

o cuántas ovejas puede

cuidar un perro?

No existe suficiente información

para dar una respuesta clara y sen-

cilla. Además del número de ani-

males a cuidar y su distribución de

ellos en el terreno (apotreramien-

to, disponibilidad de agua), resulta

necesario considerar las condicio-

nes del campo como la topografía y

la vegetación del lugar, también la

densidad, diversidad y tamaño de

predadores naturales que existen

en el área y si se ven afectados por

ataques de jaurías de perros asil-

vestrados o si ocurre abigeato.

Para lugares planos con pas-

tizales naturales o sembrados de-

limitados por cercos perimetrales,

un perro es capaz de supervisar

entre 300 a 500 ovejas. En el caso

que la topografía sea de montaña,

más quebrada o con mayor cober-

tura de matorral y bosque, donde

los predadores se pueden escon-

der, se necesitará más de un perro

para proteger a esta misma canti-

dad de ovejas. Lo mismo ocurre si

hay muchos predadores en la zona

o varias jaurías de perros atacando

al rebaño. En estos casos los PPR

necesitan actuar en grupos de a lo

menos dos o tres perros cuidan-

do el rebaño. En aquellos casos en

que se sufren pérdidas debidas al

abigeato, además se recomienda

criar los PPR menos sociables con

los humanos, priorizando que re-

conozcan y confíen solo en el mí-

nimo y necesario número de per-

sonas, el ovejero encargado y el

veterinario.

Considerando que las super-

ficies y características (topografía,

vegetación entre otros) de los cam-

pos es muy variable, es muy habi-

tual que los PPR recorran extensos

territorios marcando con su orina

y fecas el área para demostrar su

presencia en el lugar, de manera

que los predadores quedan adver-

tidos de su presencia cuidando las

ovejas. Si el campo es de tamaño

pequeño o mediano, o el rebaño es

pequeño, es necesario advertir a los

vecinos que el/los perro(s) en algún

momento pasará(n) por sus campos

como parte de su territorio a cuidar

y que no le harán daño a sus ovejas,

si no, muy por el contrario, también

las cuidarán de los ataques de los

predadores locales. ◊

Un perro protector aguarda durante la esquila.

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E NE RO DE 2 0 1 7B OL E T ÍN V IDA S ILV E S T RE NR . 2

José Calderón Montecinos (Cochrane, 1959)

Eduardo Castro Ibáñez (Cochrane, 1962)

L A S P E R S ON A S DE T R Á S DE L C UIDA D O Y M A NE JO DE L O S P P R

José Calderón Montecinos

Nació en 1959 en Cochrane, pasan-

do toda la infancia con su madre y

hermanos en el campo de la fami-

lia al otro lado del río Baker. Des-

pués de realizar el servicio militar

se fue a trabajar a Argentina du-

rante 9 años, se desempeñó como

ovejero en diferentes Estancias en-

tre San Julián y Gobernador Grego-

res, en la provincia de Santa Cruz.

En el Parque conoció a los

“Blancos”, no había trabajado antes

con ellos, “los perros dan resulta-

do, lo importante es el cuidado y la

alimentación. He escuchado a gente

en Cochrane reclamar que no fun-

cionan, pero tienen campos muy

quebrados y con mucho monte, así

es más difícil, además que los dejan

en el campo, no les dan comida, no

los van a ver, ¿así como los perros

van a poder trabajar bien?…” ◊

“Uno reconoce el trabajo de los blancos, son bien buenos, gracias a ellos estamos esquilando”

“Si no estuvieran los perros, no quedarían ovejas”

Nació el 2 de julio de 1962 en

Cochrane, creció con su abuela en

el campo, en la costa del San Lo-

renzo, por lo que no fue a la escue-

la. A los 14 años comenzó a trabajar

y a los 20 años se fue a la Argenti-

na, de Gobernador Gregores para la

costa. Luego cuando la familia De

Smet inició la Estancia Valle Cha-

cabuco trabajó como ovejero y va-

quero por 9 años. Estuvo a cargo del

Cuadro Grande con J.L Raty, en el

Predio Militar por 2 años, en playa

Vidal y con Conservación Patagó-

nica en el Parque Patagonia desde

mayo del año 2005.

Durante los inviernos trabaja-

ba en la Estancia Valle Chacabuco

como “leonero” con perros leone-

ros y de arreo. Terminada la es-

quila, subía a las veranadas donde

cuidaba las ovejas y además se en-

cargaba de los leones. “En épocas

de la Estancia también había mu-

cha pérdida de ovejas por pumas y

zorros, 600 - 800 lanares muertos

por el león al año, yo cazaba entre

8 a 16 leones al año”. Este trabajo

lo realicé por 3 años, y logré cazar

40 animales.

No sabía de los perros protec-

tores de rebaños, recuerdo que en el

año 1975 hubo en el aeródromo de

Cochrane una persona con un pe-

rro Collie que trabajaba cuidando

50 ovejas, fue lo más parecido que

vi. Los “blancos” los conocí cuan-

do llegaron Puelche y Brisa. “Uno

reconoce el trabajo de los blancos,

son bien buenos, gracias a ellos es-

tamos esquilando” ◊

Eduardo Castro Ibáñez

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E NE RO DE 2 0 1 7B OL E T ÍN V IDA S ILV E S T RE NR . 2

Víctor Hernán Chacón (Chonchi, 1941)

L A S P E R S ON A S DE T R Á S DE L C UIDA D O Y M A NE JO DE L O S P P R

Víctor Hernán Chacón

Nació el 9 de mayo de 1941 en

Chonchi, Chiloé. Se fue muy joven

de la isla de Chiloé para trabajar

en la Estancia Ñirehuao, para con-

tinuar en estancias de la Argenti-

na hasta que llegó el año 1958 a la

Estancia Valle Chacabuco con tan

solo 17 años. Partió como ayudante

de cocina y al año, ya estaba tra-

bajando como ovejero, trabajo que

aprendió gracias al administrador

de la Estancia en esos años, Mr.

Murdoch Buchanan. En los tiem-

pos de la reforma agraria, estuvo

asentado en Paso Hondo durante

14 años.

“Toda la vida estuve acos-

tumbrado a los perros de arreo, no

existían estos perros que cuidaban

ganado. Los conocí cuando volví a

trabajar después de jubilado, ellos

cuidan la hacienda de noche, son

muy buenos o si no, no quedarían

ovejas”. ◊

“Ellos cuidan la hacienda de noche, son muy buenos, sino no nos quedarían ovejas”

PÁGIN A 2 0

E NE RO DE 2 0 1 7B OL E T ÍN V IDA S ILV E S T RE NR . 2

Perros Protectores de Rebaño

1. El objetivo principal de la incor-poración de los perros protectores al rebaño ovino es la reducción de las pérdidas y mermas que se producen por predadores como el zorro y león (puma), y el abigeato durante el año. Para ello se deberán desarrollar to-das las acciones y el mayor esfuer-zo destinados a que exista el mayor contacto posible del perro con el re-baño ovino a proteger.

2. El proceso de socialización e in-tegración entre el cachorro y los ovi-nos puede iniciarse idealmente con un grupo pequeño de borregas o cor-deras, de manera de acostumbrarlas al cachorro. Primero con una barre-ra entre ambos (malla o tablones), y luego dando la posibilidad de que se conozcan y olfateen unos a otros y para que luego interactúen libre-mente.

3. De a poco, se irán pasando ca-chorros y corderas a corrales y cer-cos más amplios. No coloque el ca-chorro cuando pequeño (menos de cinco meses) con carneros u ove-jas mañosas, ya que es muy proba-

ble que ataquen al cachorro y generen una mala experiencia, susto, descon-fianza o incluso un accidente grave.

4. Se recomienda iniciar el proce-so de socialización del cachorro con el ganado de manera gradual en un galpón y corral. El cachorro siempre debe disponer de un lugar abrigado para dormir, de alimento y agua. Si aún mama, en caso de ser posible es una excelente idea hacerlo mamar de una oveja parida y podrá convivir y compartir con corderos. Ello forta-lecerá el vínculo entre el cachorro y los ovinos.

5. Hay que generar el vínculo con su “amo”, establecer confianza y jerar-quía. Es un perro dominante y ne-cesita autoridad, no debe ser un pe-rro de compañía ni un perro salvaje, agresivo e incontrolable.

6. El perro debe reconocer su nombre (idealmente corto), responder a su

llamado y respetar órdenes básicas. Tenga paciencia, no son obedientes, ellos toman sus propias decisiones.

7. Recordar que el perro es un cacho-rro hasta el año, tiempo durante el cual incorporará sus hábitos y debe-rá recibir todo el estímulo para la ex-presión de su potencial como protec-tor y la corrección de sus errores para lograr el comportamiento deseado en el perro adulto y maduro.

8. ¡Se debe recompensar a los PPR cuando están haciendo bien su tra-bajo con las ovejas! – con algún ca-riño (en su sitio de trabajo junto al ganado) o algún hueso grande (no pequeños para que no se los traguen).

9. El alimento del cachorro siempre se deberá entregar donde se en-cuentre con las ovejas a lo menos dos veces al día (tres en caso que el ca-chorro tenga menos de tres meses) o disponer de dispensadores o peque-

F ICH A T ÉCNIC A

PÁGIN A 2 1

E NE RO DE 2 0 1 7B OL E T ÍN V IDA S ILV E S T RE NR . 2

ños depósitos con alimentos. Nun-ca alimentar al perro en las casas o puestos.

10. Se pide poner especial atención a la alimentación con alimento con-centrado (pellets) de manera de res-petar las cantidades mínimas que deben comer al día (dependiendo del peso) dividido en dos porciones. Si están aburridos del alimento, es re-comendable mezclar con un alimen-to distinto. Deben siempre contar con agua a libre disposición.

11. Debido al gran y rápido crecimien-to que tienen los PPR, se recomien-da usar alimentos de buena calidad (y mayor precio) con el fin de evi-tar problemas del desarrollo óseo y muscular. Se recomienda el uso de marcas comerciales con formulacio-nes para cachorros de razas grandes o gigantes. Este alimento se debe en-tregar hasta el año de edad, cuando

entonces se pasará al alimento con-centrado de perro adulto.

12. Se debe tener especial cuidado de no sobrealimentar el perro. El exce-so de peso también trae consecuen-cias negativas para las articulaciones y huesos. Son perros de metabolis-mo lento, no necesita de comida “ex-tra” a la recomendada por la marca del alimento.

13. Se recomienda que el ovejero o encargado de los animales siempre levante cueros y animales que estén muertos independiente de la causa, a fin de evitar que los perros adquie-ran “malos hábitos”.

14. Se debe poner mucha atención y cuidado al riesgo de que el perro pueda ser envenenado en las áreas vecinas, atropellado o incluso que se les dispare al verlo entre un re-baño de ovejas. Informe siempre a

sus vecinos de la existencia del pe-rro protector e incluso considere la posibilidad de poner letreros advir-tiendo que hay perros trabajando. No todos están familiarizados con el tamaño y comportamiento de es-tos perros.

15. No se recomienda acercar o llevar ningún otro perro al sector donde se encuentra el perro protector junto a sus ovinos. Tampoco se debe acep-tar que el perro se acerque a la casa, puesto o hacia donde se encuentran otros perros del lugar. Si ello ocurre, hay que dar un reto claro “no” y en-viarlo de regreso a su sitio de traba-jo junto al ganado. Es recomendable, especialmente mientras se definen los roles y espacios de los perros, que los otros perros del lugar permanez-can atados en otro sitio. La idea es que se conozcan con el PPR, pero que no se hagan amigos.

16. En los primeros meses de prepa-ración del cachorro se deberá evi-tar que haga amistad con los otros perros del campo, ya que tenderá a seguirlos y/o acompañarlos, y pro-bablemente aprender hábitos no de-seados en un PPR.

17. No se deben acariciar en forma permanente, tampoco es recomen-dable llevar personas y niños a que los acaricien y los traten como mas-cotas si están trabajando cuidando de las ovejas.

18. Son muy rutinarios y tienen bue-na memoria. Cualquier cambio, ani-mal o persona extraña puede ser una amenaza, para considerar y prestar atención, en el sentido deseable y no deseable.

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Cachorro mamando de una oveja para fortalecer el vínculo.

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19. Cuando sea necesario, realizar manejos y movimientos de las ove-jas con los perros de arreo. La idea es que el perro protector sólo acepte los otros perros de arreo en presencia del ovejero, pero que no permitan que se acerquen a las ovejas si el ovejero o encargado no está presente. La idea es que acepten a los perros de arreo, pero que tampoco hagan y aprendan ese trabajo.

20. Cualquier actitud o comporta-miento malo e indeseable del perro protector (como regresar a la casa, jugar con otros perros, o perseguir a las ovejas) debe ser reprimido inme-diatamente de detectada la mala con-ducta, a través de un reto claro, sim-ple y enérgico “no” (sin mediar golpes o agresiones). Es fundamental esta-blecer una jerarquía entre amo y pe-rro, pero ojo con el uso de violencia, no son perros sumisos y puede repre-sentar un desafío para el PPR y una amenaza para el hombre. Además, tienen muy buena memoria y el daño puede ser irreversible. No sirve hacer-lo después. Tiene que ser en el mo-mento. La disciplina es fundamental.

21. A mayor edad, el perro ejecuta-rá su trabajo mejor en la medida que hayan seguido las recomendaciones previstas. Siempre es recomendable que exista algún cuidado y supervi-sión del PPR en su trabajo con el fin de evitar accidentes que puedan su-frir, especialmente durante el primer año de vida.

22. Con el perro protector habitua-do a su rutina de trabajo, su entor-no y su rebaño, es muy importan-te hacia el final del día, realizar el “repunte de las ovejas”, de mane-ra que puedan estar concentradas en sólo un sector del campo, facilitando así el trabajo de los perros, especial-mente en aquellos casos en sistemas extensivos donde las ovejas se dis-persan mucho en los potreros y cua-dros durante el día.

23. Durante la época de verano se re-comienda esquilar el perro en el pe-cho y patas principalmente ya que se le pegan semillas (pimpinelas, cadi-llos, etc.) imposibles de quitar, enre-dando el pelo.

24. Se recomienda revisar las uñas supernumerarias (“espuelas”) de las patas de atrás, ya que éstas pueden crecer curvas y enterrárselas en el cojinete. Si están largas se sugiere cortar sólo la punta de la uña.

Respecto al manejo sanitario de va-cunas y antiparasitarios del perro protector se recomienda que se des-parasite con un comprimido amplio espectro, por cada 10 kg de perro a los menos cada 2-3 meses. En áreas bajo control de hidatidosis se emplean antiparasitarios cada mes y medio.

A los seis meses debería contar con cuatro vacunas óctuples colocadas y la primera dosis de anti - rábica. Luego del año de edad, correspon-de una vacuna óctuple y la anti - rá-bica anualmente y el antiparasitario cada 1,5 ó tres meses, según sea la recomendación médico veterinaria de cada caso.

Al comprar recuerde trasladar la va-cuna refrigerada (¡no congelada!) en un cooler o bolsa plástica con hielo. ◊

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B IB L I O GR A F Í A

Acosta – Jamett G. 2014. Estudio de percepción conflicto ganadería – predadores en las regiones de Arica y Parinacota, Coquimbo, Araucanía y Aysén. Universidad Austral de Chile. 51 pp.

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m [email protected] w www.conservacionpatagonica.org w www.parquepatagonia.org

Textos: Paula Herrera | Diseño: Andrés Stubelt

Citar como: Herrera, P.. 2017. Perros Protectores de Rebaño.

Boletín Vida Silvestre Nº2. Conservación Patagónica.

Enero 2017. 24 pp.

Fotografía: Carolina Barros, Raul Espinosa,

Eugenie Frerichs, José Manuel Gortazar, Paula Herrera,

Raul Espinosa, Francisco Morandé, Rick Ridgeway,

Cristián Saucedo, Jimmy Valdés, Rodrigo Villablanca, Beth Wald

Especial agradecimiento a Raúl Espinosa, Paulina Godoy, Ignacio Palma, Cristián Saucedo, Fernán Silva y Macarena Varela.

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