LOS PRIMEROS INTENTOS DE INDEPENDENCIA · de la Torre de Pero Gil, inicia seguidamente un pleito...

Ginés de la Jara Torres NavarreteHistoria de Torreperogil

Asociación Cultural Ubetense «Alfredo Cazabán Laguna»38

LOS PRIMEROS INTENTOS DE INDEPENDENCIA

Las primeras noticias sobre la independencia nos llegan de los fondosdel Archivo Histórico de Úbeda. Era a la sazón alcalde mayor de aquellaciudad el licenciado don Diego Hidalgo de Porras, y caballeros veinticuatrosdon Gabriel de Medinilla, don Francisco de Mendoza, don Pedro de SanMartín Arredondo, don Ruy Díaz de Molina (señor del Ayozar), don PedroAfán de Rivera, don Luis de Carvajal, don Alonso de Morales, donBartolomé de la Cueva, don Luis de Leiva, don Francisco de Rivera, donAlonso de Oterga y don Juan de Amezcua y Navarrete.

Noticioso el señor del Ayozar de los movimientos de los torreños parasacudirse el yugo ubedí, da cuenta al Concejo de Úbeda quien en cabildode 20 de mayo de 1609 dice:

«El señor Ruy Díaz de Molina, veinte y quatro, dio razón a la Ciudad decomo ha tenido notizia de que los vecinos de la Torre Pedro Gil yntentanysimirse y libertarse de la Jurisdicción de la Ciudad valiéndose del favor dela señora Doña María Manrique, dama de Su Magestad la Reina NuestraSeñora, sobre que esta ciudad a tenido pleitos y había dado probanzas deello» 28.

Más tarde, en el cabildo del viernes 25 de noviembre del dicho año1609, dicen los regidores de Úbeda:

«Que los cavalleros comisarios de Corte hagan diligencia sobre lalibertad que pretende el lugar de la Torre Pedro Gil» 29.

Y la presión de Úbeda ante la Corte fue tal que aquel intento quedósofocado, pero no desfallece el pueblo de Torreperogil, pues alertados de lafalta de recursos económicos de Felipe IV, hace que éste proponga la ventade la jurisdicción de algunos lugares y así allegar fondos para suscampañas.

Se reúnen con la urgencia que el caso requería, y ayuntado el Concejotorreño el 8 de abril de 1626 acuerdan:

«En la Torre Pero Gil jurisdicción de la ciudad de Úbeda en ocho díasdel mes de abril de mill seiscientos y beinte y seis años, el Conzejo, justiciay rregimiento deste dicho lugar conbiene a saber Diego Pérez de Texada,alcalde ordinario en el estado de los hijosdalgo y Blas Martínez (Recio)alcalde ordinario su compañero y Francisco Hidalgo y Antón MartínezBlanco y Mateo López regidores vezinos deste dicho lugar estando juntosen su cabildo y ayuntamiento como lo an de uso y costumbre para probeer

28 Archivo Histórico de Úbeda, libro de Acuerdos de 1609-1611.29 Del citado Archivo, folio 92 v. del mismo libro.



el bien común deste dicho lugar probeyeron y acordaron por capítulos deldicho cabildo las cosas siguientes:

Primeramente acordaron en este cabildo que por quanto Su Magestadtiene dada licencia a personas particulares para la esención y libertad delos lugares sugetos a jurisdicción y por saber y entender la berdad y trateque Su Magestad tiene concedido acordaron que se dé poder bastante adon Pedro de Baltanás y Ceballos, vezino deste lugar y a las personas enquien los vezinos quisieren y que el poder que dicho Conzexo hiciere seacon aprobación y rratificación de todos los vezinos que quisieren aqudir adallo y ratificallo y para que sabiendo el dicho don Pedro de Baltanás larrazón y trato que tiene firmados Su Magestad, trate con sus compañerosy otras personas allegadas a los conciertos y tratos que Su Magestad tienefirmados sobre ellos y sabido y entendido los tratos y conciertos ycondiciones con que los suso dichos tienen conciertos y tratos con la esen-ción y libertad de los dichos lugares, se dé y otorgue en el poder que se lesdiere tan bastante como conbiene para el dicho efecto de manera que porfacultad de poder no deje de facer todo aquello que el derecho deste Concexoy del dicho lugar conbiniere como se declara en el poder que para el dichoefecto se otorgare y así lo probeyeron y mandaron y firmaron de susnombres todo lo qual probeyeron se guarde y cumpla y se ejecute en todo ypor todo y así lo probeyeron y manda-ron y firmaron de sus nombres losque supieron.—Pedro Pérez de Texada.—Blas Martínez.—FranciscoHidalgo.—Antón Martínez.—Por mandado del Conzejo, Juan de Montesinos,escribano» 30.

Esta gestión se llevó a cabo y tras largas negociaciones en la Corte, el 3de enero de 1635 Torreperogil alcanzó su soñada independencia. Asíqueda ratificado por un curioso cabildo del Concejo de Sabiote celebradoel 19 de julio de 1635, que dice:

«En la Villa de Sabiote a diez y nuebe días del mes de Julio de el millseiscientos y treinta y zinco años, en las Casas del Cabildo desta Villa deSabiote, es a saber los señores el Licenciado Lópes Lozano, correxidor yjusticia maior della y en las demás de su partido, don Miguel Mexia deTorres y Andrés Cobos Antolínez, rexidores que son della, acordaron losiguiente:

La Villa dixo que bino a ella un alguazil con un mandamiento delLicenciado Ruiz de Calleja, Juez de Su Magestad que está en la Villa de laTorre Pero Gil asistiendo a darle la posesión de la Jurisdicción ysegregación de la ciudad de Úbeda en que citan a esta Villa para elamojona-miento de sus términos por donde delimitan con los desta Villa, yque señalaren apeadores espertos que del saven para señalar los mojones ypara que las partes desta villa envíen personas que sepan facer elamojonamiento. Acordóse que se fagan presentes Andrés Cobos Antolínez,

30 Archivo Histórico de Torreperogil, libro de Acuerdos de 1624-1630.



alcalde ordinario y don Sevastián de Rivera y Viedma, rexidor, a quien laVilla nombra para que vayan a la villa de la Torre Pero Gil y digan al dichoJuez el amojonamiento que esta Villa tiene fecho con la ciudad deÚbeda...». 31

Y aquel deslinde se llevó a cabo y Torreperogil va tomando posesión desu jurisdicción de mojón en mojón con la solemnidad que el caso requería.

Y tan se vio libre del dominio de Úbeda, que cuando esta ciudad en1744 se ve obligada a efectuar nuevo apeo con el señorío del Ayozar, parademostrar la firmeza y autenticidad de su mojonera dice:

<c.. Para reconocer por qué parte confina el término de la dicha villa(El Ayozar) con el de esta ciudad, se an sacado de su archibo de tres llavescon la solemnidad acostumbrada los amoxonamientos que se hizieron conla Villa de la Torre Pedro Jil, años de mill seiscientos treinta y zinco y millsetezientos cinco por los que consta confinar éste término de esta ciudadcon el referido del Allozar con un moxón que divide sus jusrisdicciones y losde la expresada Villa de la Torre Pedro Jil...». 32

Si Úbeda dio como válido el amojonamiento de 1635, ¿a qué aquelforcejeo pretendiendo la perdida jurisdicción?, pues esta ciudad mantiene lallama de un costoso pleito hasta que definitiva-mente Carlos III zanja ladisputa en 1771 33.

De cómo Úbeda se empeña en recuperar su perdido privilegio y de cómose defienden los torreños para mantener su libertad, nos hablan las páginassiguientes. Adéntrate en ellas y verás cuánto costó a Torreperogil romper conel yugo ubedí.

INDEPENDENCIA DE TORREPEROGIL.

Larga fue la espera de los torreños hasta alcanzar su independencia,pues de 1369 en que la diera el Fratricida a Úbeda, hasta 1642, han pasadodoscientos setenta y tres años.

Muchos años estuvieron los torreños sujetos a la jurisdicción civil ycriminal de la vecina y hermana Úbeda, pues hasta en lo eclesiástico sedependió de esta ciudad ya que la parroquia de Torreperogil estuvo regidapor un párroco ubedí.

El señorío de Torreperogil sin duda alguna quedó en pie por lainfluencia de una ilustre y poderosa familia, la de los Cueva, pues no hay 31 Archivo Histórico de Sabiote, libro de Acuerdos de 1635.32 Cabildo del Concejo de Úbeda de 27 de agosto de 1744, folio 206.33 Úbeda trata del pleito en el cabildo de 4-12-1644, cabildo de 4-1-1662 sobre gastos del pleito y falta dedinero para proseguirlo, yen el celebrado e14-11-1667 en que con motivo de la visita hecha a Torreperogil pordon Pedro Velar-de y Haro, Ubeda planea la recuperación, aunque para ello tuviesen que enajenar la «Dehesadel Concejo».



que olvidar que los padres de don Beltrán de la Cueva, primer duque deAlburquerque, conde de Ledesma, gran maestre de la Orden de Santiago, yválido de Juan II, fueron los VIII señores de Torreperogil.

Los Reyes Católicos, en su afán de mermar el poder de los grandesseñores y poderosos concejos, despertaron en los lugares de España unenorme deseo de independencia facilitándoles el pro-ceso y protegiendo lacreación de villas de aquellas poblaciones importantes sujetas como lugares,concediéndoles plena jurisdicción para con esta savia nueva crear unaEspaña fuerte en lo económico y en lo político, pues no cabe dudar que lasnuevas villas ayudaban a los reyes económica-mente y les eran súbditosleales, sin otras pretensiones que las de gobernarse por sí solos y crearriqueza para sus familias.

Torreperogil, postergado por el vasallaje impuesto, no cabe duda que seacogería a la buena disposición real, arrastrado por las duras condicionesimpuestas por una ciudad hermana, y lucharía por deshacerse de aquellavida lánguida, consiguiendo el privilegio de villazgo.

Pero Úbeda, con su poderío a cuestas, señora cargada de un granpasado histórico, en posesión de un vasto término municipal y con hijos degran valía, poderosos e influyentes, siempre se opuso a los justos ynaturales deseos de los torreños, haciendo uso de viejos privilegios,presionando las más de las veces con actos de poderío ante el Concejo deCastilla.

Mas no se arredran los torreños, buscan la ayuda de personasinfluyentes, nombran letrados de alto poderío, e incluso sus demandas deindependencia son presentadas y apoyadas por algunos Consejeros deCastilla. Una y otra vez intentan hacer valer sus justas demandasconsumiendo los caudales públicos y privados en cantidades deimportancia, hasta que alcanzan la valiosa protección del poderoso Condede Pezuela de las Torres, don Bartolomé de Spinola, noble de origen ge-novés, que hace suya la causa para conseguir el ansiado privilegio quepor.fin consigue del Rey Felipe IV en 3 de enero de 1635, otorgándole RealCarta Ejecutoria al licenciado don Diego Ruiz de Calleja, para quetrasladándose al lugar de la Torre de Pedro Gil, dé cumplimiento a la RealMerced.

No da su brazo a torcer el Concejo, Justicia y Regimiento de la ciudadde Úbeda, pues no conforme con la segregación de sus dominios del lugarde la Torre de Pero Gil, inicia seguidamente un pleito amparándose en losantiguos privilegios, para que quede anulada y sin valor la merced Real devillazgo y conservar para sí como lugar de Úbeda y a su jurisdicciónnuevamente a Torreperogil.

Úbeda fundamenta sus razones y derechos ante el Consejo de Castilla,en el famoso «Privilegio de los doce mil ducados», que esta ciudad concedióal Rey-emperador don Carlos I, en Monzón el día 22 de octubre de 1537,documento refrendado nada menos que por su secretario don JuanVázquez de Molina, hijo ilustre de Úbeda quien sin lugar a dudas volcaría



su influencia para conseguir del emperador un privilegio tan oneroso yexagerado para los torreños y tan favorable para Úbeda.

Don Carlos I de España había recibido ayuda de la ciudad de Úbeda enmetálico, cuya suma se elevaba a doce mil ducados con destino a lasguerras de Italia y Flandes, en tiempos de penuria económica real. Por ello,se obligaba él y sus descendientes en la Corona a no desmembrar «porsiempre jamás» de los dominios de Úbeda ninguno de sus lugares y tierras,con citación expresa de la Cédula Real de los lugares de Quesada y laTorre de don Pedro Gil.

Así, por aquellas alegaciones, la flamante villa de Torreperogil, alamparo de aquel famoso privilegio fue de nuevo vuelta a la jurisdicción deÚbeda, y su privilegio de villazgo anulado según sentencia del Consejo deCastilla dada el 25 de junio de 1642, según auto de Revista dado en estedía en Madrid.

Mas no desfallecen los torreños, pues el 2 de julio de aquel mismoaño de 1642, el Concejo y Regimiento de Torreperogil da poderes a susprocuradores de Madrid e inmediatamente se inicia nuevo pleito deindependencia con sentencia a su favor de los Consejos de Castilla defecha 21 de diciembre de 1642, que es origen de la Real Carta Ejecutoria,refrendada entre otros por el obispo don Diego y el primer marqués deJódar don Gonzalo de Carvajal y Mexía, y Torreperogil por fin alcanza sudeseada independencia.

Otra Real Carta Ejecutoria es librada al licenciado don Fernando deVelasco, para que dé cumplimiento a la sentencia previas las diligencias deamojonamiento y separación de términos en 1643, y en sus primeros días,nombrándose a tal fin una comisión del Concejo de Torreperogil en 15 defebrero de 1643 para que en unión de los representantes de Úbeda seamojonara y deslindaran los términos, difícil misión, que acabó en 16 dediciembre de 1643, y que a todas luces fue descaradamente favorable aÚbeda, pues véase sinó cómo cruzan las tierras del término de Úbeda alas tierras segregadas de Torreperogil, llegando los dominios de Úbeda a servecinos de los de Villacarrillo, cuando lo lógico hubiese sido seguir la líneadel camino ganadero nacional denominado «El Paso», frontera bastantemás justa, racional y mejor delimitada.

La comisión torreña estuvo compuesta por Juan-Antón Espinosa deVillena, alcalde ordinario; por don Hernando de Arredondo y Alonso,alférez mayor de Torreperogil, y por el regidor don Alonso de Amador.

Por fin los torreños pasaron aquellas Navidades de 1643 con todafelicidad, ya con sus tierras delimitadas y reconocidas.

Mas no cesaron las disputas entre Úbeda y Torreperogil, pues los autosdel pleito reflejan que de continuo había quejas por ambas partes,originando querellas, alzándose en demanda de justicia a la autoridad real.

Los de Úbeda, al amparo de la oscuridad, se internaron una noche en



Torreperogil hasta la plaza pública, y amparados por la quietud de la villaderribaron la horca que el Concejo había levantado como signo visible deautonomía y disfrute de jurisdicción propia.

Después fue don Antonio de Molina, señor del lugar del Ayozar, quienpara hacer valer la autoridad sobre sus tierras, puso un guarda de carácterpendenciero que no permitía a los de Torreperogil gozar por las buenas desus antiguos privilegios de pastoreo, dando lugar con ello a atizar la llamade las discordias.

Los de Torreperogil por su parte despojan de sus tierras de labranza avarios agricultores de Úbeda, recurriendo estos en son de ayuda ante losregidores de Úbeda.

Así las cosas hasta que el alcalde ordinario de Torreperogil, Juan-Antón de Espinosa, hallándose un día en un olivar de su propiedad sito en«El Campillo», fue agredido y apaleado por un grupo numeroso de ubedíesdespués de violenta discusión sobre el amojonamiento y deslinde detérminos.

Colmada la paciencia de los torreños, estos alzaron queja al Rey cuyohecho influyó notoriamente en el ánimo de los Consejeros de Castilla parafavorecer a los torreños en sus demandas de independencia.

Por fin ésta alcanzó la plenitud cortando los desafueros la Real CartaEjecutoria y la sentencia inapelable del Consejo de Castilla, que haceposible que a principios de 1642 sea una realidad.

Todavía continuaría en sus demandas anexionistas el Concejo deÚbeda hasta el año 1743 so pretexto de las rastrojeras, pero la sentencia de1642 fue como queda dicho inapelable, había triunfado por fin la fuerza dela razón.

Y así, ya como villa, la reconoce Felipe IV en carta que dirige a suConcejo en 1651 con motivo del fallecimiento de un regidor y elnombramiento de otro para cubrir la vacante. Mas vemos cómo ya en 1641la disputa estaba resuelta en favor de Torreperogil, pues el 24 de enero deeste año nombra Felipe IV por regidor de la VILLA de la Torre de Perogil aFrancisco Gómez. Dice así la carta:

«Don Felipe, por la gracia de Dios REY de CASTILLA, de LEÓN, deARAGÓN, de las DOS SICILIAS, de JERUSALÉN, de PORTUGAL, deNAVARRA, de GRANADA, de TOLEDO, de VALENCIA, de GALICIA, deMALLORCA, de SEVILLA, de CERDEÑA, de CÓRDOBA, de CÓRCEGA, deMURCIA, de JAÉN, de los ALGARVES, de ALGECIRAS, de GIBRALTAR, delas ISLAS CANARIAS, de las INDIAS OCCIDENTALES y ORIENTALES y dela tierra del mar OCEANO, ARCHIDUQUE de AUSTRIA, Duque deBORGOÑA, de BRABANTE y de MILAN, Conde de ABSPURG, deFLANDES, del TIROL y de BARCELONA, Señor de VIZCAYA y de MOLINA:

Por mi carta y Provisión de veintiquatro de Enero del año del Señor demill y seiscientos y quarenta y uno, di título de mi Regidor de la VILLA de



la Torre de Pero Gil a Francisco Gómez en lugar de Luis Higalgo, y que losea perpetuo de la dicha mi Villa...». 34.

Firmes los ubedíes en sus pretensiones para que vuelva la villa deTorreperogil a ser su aldea, no cesan en sus reclamaciones, pues lapenúltima de ellas la llevó a cabo Úbeda ante Fernando VI el 12 de juniode 1743, por medio del escribano de la ciudad Pedro de la Plaza, quienofrece en nombre de la ciudad al Rey nueve mil ducados para queTorreperogil vuelva a Úbeda «como antes estaba». Pero al fin don Carlos IIIlo que hace es ratificar la sentencia de 1642 y reconocer una vez más elderecho de villazgo en 21 de octubre de 1771, de una forma tajante a laslargas pretensiones. Dice así el escribano de Úbeda:

«Pedro de la Plaza, escribano de la Ciudad de Úbeda, digo que siendoAldea de la dicha Ciudad el Lugar de la Torre de Pero Gil, y teniendo enella Jurisdicción ordinaria el Corregidor de la dicha ciudad mi parte, y suAlcalde Mayor no sólo por el título ordinario de Aldea, si no por otrosPrivilegios y concesiones Reales, el dicho lugar, callando este derecho,acudió a Don Antonio de Contreras de el vuestro Consejo y Cámara quetenía comisión de verificar algunos arbitrios, y pidió exención de laJurisdicción de Úbeda y haciéndose Villa de por sí y sobre sí con laJurisdicción ordinaria y se le concedió, callando el dicho Lugar el derechode mi parte, por lo qual acudió al Consejo a proponer su agravio y deducirsus derechos y lamentándose concluida la causa plena-mente por autos devista de revista, se mandó que el dicho Lugar se redujese a ser Aldea dela Ciudad de Úbeda, mi parte, como antes estaba, sirviendo a VuestraAlteza la dicha Ciudad con los mismos nueve mil ducados conque osservía el lugar, se despachó Carta Ejecutoria en cuya virtud se bolbió a dara mi parte por la posesión de el dicho Lugar y su Jurisdicción y estandoen posesión de ella y ejerciéndola como antes la justicia ordinaria deÚbeda, el dicho Lugar de la Torre no aguantándose a la dicha Ejecutoria ycallándola y el derecho de mi parte, acudió a la factoría de Bartolomé deSpínola, y bolbió a comprar su Jurisdicción, y llevó Juez que se la diesesin contar a mi parte. Y teniendo de ella noticia la Ciudad de Úbeda,sacó provisión de el Consejo para que la dicha nueva venta y los demásdespachos se recogiesen y remitiesen a poder de el presente Escribano deCámara, y saviendo la dicha Ciudad que el Juez del Consejo de Haciendaestaba en la Torre, requirió al Alcalde Mayor de Úbeda con la dichaprovisión y fue a la Torre a recoger los papeles, y haviéndolo hecho hubograndes alborotos y levantamientos, y se les bolvieron a quitar, y sinembargo el dicho Juez, nula y atentamente prosiguió en ejecutar sucomisión y en dar la posesión de la Jurisdicción al dicho Lugar, de que miparte se querelló ante Vuestra Alteza y sobre lo criminal se mandó darJuez, y sobre la venta de la Jurisdicción se mandó que mi parte siguiese suJusticia; en cuya virtud, y atento que mi parte está en la posesión de ladicha Jurisdicción y que por los dichos actos no ha decaydo de ella: Pido ysuplico a Vuestra Alteza por el reme-dio sumarísimo de el interin y el que

34 Libro núm. 43 de Cuentas de Propios



más haya lugar, ampare y mantenga a mi parte y al Corregidor y Justiciade la Ciudad de Úbeda en la persona y ejercicio de la Jurisdicción,imponiendo graves penas a la Justicia y vecinos de la Torre para que nolos perturben en ella, por lo cual, siendo necesario, suspenda el juiciopetitorio plenario y autos de posesión y los demás autos de lacausacriminal, pido justicia y costas, y para ello juro en forma estepedimento: Doctor Don Pedro Díez Nigacerol.—Pedro de la Plaza de que semandó traslado a la Villa de la Torre de Pero Gil».

RÉPLICA Y DEFENSA DE TORREPEROGIL.

Automáticamente recurre el Concejo de Torreperogil ante el poder real,haciendo una memoria del proceso de su conseguida independencia en1642, en los siguientes términos:

«Muy Poderoso Señor: Juan Ruiz de Gova, escribano de número de laVilla de la Torre de Pedro Gil, en el pleyto con la ciudad de Úbeda,repondiendo al pedimento de la dicha Ciudad de doce de junio de mil ysetecientos cuarenta y tres, Digo: Que se le ha de denegar lo que pretende,declarando haber podido Vuestra Alteza vender a mi parte la Jurisdicción yVasallaje de la dicha Villa con todo lo anejo y dependiente de la dichaJurisdicción, y ampararla, en caso necesario en la posesión que se le dioen virtud de la venta por lo siguiente: Lo primero por lo general y queresulta de los autos. Lo otro porque el vender semejantes Jurisdicciones esde libre disposición de Vuestra Alteza y derecho propio de su regalíaparticular, y concurriendo como concurre el con-sentimiento de los vasalloscomprehendidos en la venta. Lo otro porque la Ejecutoria con que se oponela ciudad de Úbeda, solo fue que esta Villa no se eximiese ni hiciese Villa, loqual no puede abstar para la compra de la Jurisddicción y vasallaje que oybiene hecha, que es cosa distinta y separada. Lo otro porque los Privilegiosde dicha Ciudad, no comprehenden este caso, ni están en observancia,antes por el contrario están derogados. Lo otro porque quando los dichosPrivilegios, si fueren eficaces a impedir la libre disposición de VuestraAlteza conforme a la Cédula nuevamente despachada, solo pudieran obrarpara que se le restituyesen los maravedís que le hubiesen costado, quetocasen a dicha Villa, que respecto de los términos y rebaños que la dichaCiudad posee, no importan mil ducados, y con ellos quiere impedir elbeneficio que la Real Hacienda tiene en esta venta que importan más deVEINTE MIL DUCADOS de plata. Lo otro porque en virtud de la dichaventa, mi parte entró en posesión de la Jurisdicción y vasallaje, penas deCámara y de Sangre, y todo lo demás, que en semejantes ventas secontiene. Lo otro porque la dicha Ciudad, nunca poseyó el Vasallaje de ladicha Villa de la Torre de Pero Gil, ni todo lo demás comprehendido en laventa. Lo otro porque si alguna vez los tuvo, fue sobre el uso de laJurisddicción, y esta le hizo Vuestra Alteza ejecutarla para susCorregidores sin que la dicha Ciudad pueda pretender amparo ni



manutención alguna, ni los Corregidores, porque la que tienen es unaposesión pacífica. Lo otro porque habiendo despachado Privilegio VuestraAlteza a favor de mi parte, en fuerza de él se pasó la posesión sin vicioalguno tanto más en materia de Jurisdicción como son. Lo otro porque losdaños e incombenientes que la dicha Villa y sus Vecinos estabanpadeciendo, quando eran sujetos a la dicha Ciudad eran tantos que por sísolos pudieran justificar la dicha venta y continuar a mis partes en elestado en que oy se hallan, en que no sólo son ellos los veneficiados sinotodos los pechos y rentas reales en que la dicha Villa contribuye: Porquepido y suplico a Vuestra Alteza declare por legítima la dicha venta,denengando todo lo que en contrario se pretende, y para ello esta Villa pideJusticia y costas, y ofrezco probar lo necesario: Otrosí, hago presentacióncon la solemnidad necesaria de dicha Cédula Real, en cuya virtud se hizo laventa, y pido se haya por presentada, y que ante todas cosas se mandehacer los autos de posesión y todo lo demás actuando en virtud de la Ventaque a mi parte se hizo y para ello pido justicia.—Licenciado don Miguel deMontalve.—Ruiz de Goba».

Se piden noticias sobre la venta llevada a cabo por Felipe IV y elConcejo de Torreperogil mandó hacer una certificación de todo el procesode posesión y jurisdicción y amojonamiento. La exposición es larga pero eshistoria de la buena de aquellos días de fiebre y lucha emancipadora, puestodo un pueblo, como veremos, es el que pide justicia y libertad.

PODER DE LOS VECINOS DE TORREPEROGIL.

«En la Villa de Madrid a tres días del mes de octubre de millseiscientos y quarenta y dos, Ante mí, Lorenzo de Jauregui, Oficial Mayorde la Secretaría de la Real Hacienda de Su Magestad y su Escribano paralas cosas tocantes a su servicio, y en presencia de los testigos suso escritosparecieron presentes de la una parte Juan Romarín, residente en estaCorte, en nombre de el Señor Bartolomé de Spínola, Conde de Pezuela delas Torres, Comendador de la Oliva, de la Orden de Caballería de Santiago,de los Consejos de Guerra y Hacienda de Su Magestad, y en virtud de supoder dado y otorgado en esta Villa de Madrid en siete de septiembre deeste año por ante Antonio González Barneyto, escribano, y de la otraSancho Llorente Cortés, en nombre de el Concejo, Justicia y Regimiento deel Lugar de la Torre de Perogil, que es de la Jurisdicción de Úbeda, y delos vecinos y particulares contenidos en el dicho poder que son lossiguientes:

Jacinto Becerra Padilla y Juan de Espinosa de Villena, AlcaldesOrdinarios, Don Antonio de la Cueva y Guzmán, Alguacil Mayor Perpetuocon voz y voto, Alonso de Aranda, Cristóbal de Iruela, Blas Martínez Recio,Luis de Carmona y Vandaelvira, Luis de Zafra Hidalgo, Alonso Amador,Juan de la Torre, Cristóbal Ruiz de el Ayo, Regidores perpetuos de el dichoLugar y vecinos de él, ansi como Consejo, y como vecinos particulares:



Don Francisco Gómez, Lázaro Redondo, Sebastián Gómez, Sicilio laPlaza, Juan Moreno de la Peña, Alonso Pérez Cuesta, Manuel López, Juande la Puebla, Francisco Fernández, Estevan Sánchez, Andrés Hidalgo,Domingo Ruvie, Juan Jiménez Daza, Diego de la Peña, Cristóbal Re-dondo "El Mozo", Alonso López, hijo de Sebastián López, BartoloméMidel, Juan Ruiz, Fernando Jurado, Andrés Fernández Palomera,Esteban Sánchez de Balboa, Luis Jerónimo Cano, Juan de Segura,Francisco Ruiz Millán, Juan Doncel; Jacinto del Villar, Diego López deIruela, Andrés del Villar, Pedro López, Sebastián Pérez, Miguel López deNavas, Miguel López y Crespo, José Martínez, Sebastián Hidalgo, AlonsoSedeño, Mateo Ruiz Bayo, Cristóbal Sánchez "El Mozo"., Gabriel López,Bartolomé de Padilla, Fernando Sánchez Martínez, Luis Rodríguez Pobes,Alonso Pérez Maza, Juan Blanco, Juan de Espinosa Amador, Juan RuizZapatero, Andrés de la Peña Hidalgo, Tomás de Cazorla, Juan Camero,Juan Martínez del Villar, Juan de Quesada "El Mozo", BartoloméDelgado, Miguel Romero, Diego de Carmona, Cristóbal de Padilla,ANDRÉS DE ARANDA, Francisco Jurado "El Viejo", Diego de la TorreCuesta, Cristóbal Rodríguez del Villar, Asencio Martínez, BartoloméMoreno de Avila, Melchor Palenciano, Andrés de la Peña Gutiérrez, Blasde Torres, Alonso Fernández de Lara, Esteban Sánchez Troyano, SalvadorMartínez, Alonso de la Torre Ortega, Pedro de Arta, José López, JuanMaza y Antolino, Bartolomé Martínez Zambrana, Sebastián de Soto,Pedro de Padilla Gallego, Juan de Molina, Jerónimo de Zambrana,Francisco de Bago, Luis del Villar Pérez, Diego Troyano, Lucas deAlbacete, Mateo López y Bernal, Antón Redondo, Gregorio de Antolino,Blas de Casas, Gabriel González, Juan Crespo Ruiz, Juan Peco, LucasFernández, Francisco de Melgarejo, Francisco González Cazorla, JuandeOrtega Vázquez, Juan Medel, Luis de Rosales, Jorge Moreno, Luis Rodríguez,hermano de Gaspar Ruiz, Luis Maza Gallego, Juan de Siles Martos, Antoniode Bodar, Bartolomé de Balboa, Francisco Jiménez, Francisco de la TorreSoto, Bartolomé Rodríguez Redondo, Juan de Renca, Juan Crespo "El Viejo",Martín Gallego, Tomás de Segura, Nicolás de Quesada, Andrés deCalatrava, Alonso de Molina, Luis de Soto Lara, Pedro de Aranda, EstebanSánchez Casares, Alonso López Solda-do, Alonso del Villar Pérez, Fernandodel Villar Herrera, Francisco García Beltrán, Martín Gar-cía, BartoloméRuiz Bayo, Andrés de Vargas, Rodrigo Moreno, Juan de Pobes, JuanBarbero, Pedro del Castillo, Lucas Maza Marín, Bartolomé MorenoBarrionuevo, Juan Bernal de Ortega, Juan Fernández Fernández, DiegoGallego y Padilla, Sídico Personero, por sí y en nombre de los demásvecinos de él, por quienes presentaron voz y caución en virtud de el poderdado en el dicho Lugar en ocho de el dicho mes de septiembre de mill yseiscientos y quarenta y uno ante Francisco Doncel, escribano público de elnúmero de él, a Bartolomé de Campos Galera, vecino de el dicho Lugar, y aGregorio de Medina, Procurador de los Concejos, y a qual dellos ysubtituido por el dicho Gregorio de Medina al dicho Sancho Llorente ante símismo como Escribano de Su Magestad en diez y nueve de el dicho mes deseptiembre que originalmente quedan asentados en los libros de la dichaSecretaría, y el dicho Sancho Llorente Cortés, usando de el dicho poder en



nombre de el dicho Concejo a voz de Concejo, y todos los vecinos de susonombrados como particulares y en nombre de los demás vecinos, porquienes prestaron voz y caución todos juntos de mancomún a voz, que cadauno por sí, por el todo, insolidum, renunciando a las leyes de lamancomunidad como en ella se contiene y digeron que por quanto SuMagestad despachó una su Real Cédula fe-cha en diez de marzo de el añode mill y seiscientos y treinta y nueve años, dio poder y facultad al dichoSeñor Bartolomé de Spínola, entre otras cosas para que en su Real nombrey como tal su factor general, pueda vender y venda ocho mil vasallos, quede consentimiento del Reyno tiene acordado Su Magestad se vendan dequalquier Villas y Lugares y Aldeas, y de cada una de ellas que le parecierey que estando sugetos y debajo de la Jurisdicción de qualquier Ciudad yVilla de estos Reynos y de cada una de ellas sin reserbar ni eceptuarninguna con Jurisdicción civil y criminal alta y vaja mero nuestro imperio,pensiones de Cámara y de Sangre, calumnias, mostrencos y demás rentasjurisdiccionales a los precios y con las facultades, prerrogativas, calidades ycondiciones contenidas en la dicha cédula a que digeron se referían paraque, lo que de ellos procediere cobre el dicho Señor Bartolomé de Spínola aquien su poder o cesión hubiere y se reuniese para ayuda a la provisión quese encargó de hacer de seiscientos mill escudos en los Estados de Flandes yAlemania y sus intereses, cambios y recambios, costas y demás gastos en laforma dispuesta por otra Cédula de dos de marzo de el dicho año de millseiscientos y treinta y nueve, de cuya demostración y de los efectos en quese conviniere el dinero que produciere de las ventas que se hicieren de losdichos vasallos, está celebrado por la dicha Cédula el dicho SeñorBartolomé de Spínola y los compradores de ellos, en cuya conformidadtiene tratado con la parte del dicho Lugar de la Torre de Perogil, que es de laJurisdicción de dicha Ciudad de Úbeda, se halla de vender y venda suJurisdicción civil y criminal alta y vaja, mero nuestro imperio y las demásrentas jurisdiccionales tocantes a ella y calidades y condiciones que erandeclaradas, y habiéndose dado quenta de ellos en el Consejo de Hacienda yconsultándose por él a Su Magestad, se acordó se efectuase la dicha ventaen una conformidad y de lo dispuesto y mandado por la dicha Cédula, sehace y otorga sobre ello el asiento y concierto que sigue:

El Rey nuestro Señor, como Rey y Señor natural de estos Reynos enla forma y manera que puede haya de hacer y haga merced al dichoLugar de la Torre de Perogil a título de venta por causa honorosa deeximirle y apartarle de la Jurisdicción de la dicha Ciudad de Úbeda y de suJurisdicción, haciéndola Villa de por sí y sobre sí, y que tenga Jurisdiccióncivil y criminal alta y vaja, mero nuestro imperio, nombrándose eintitulándose Villa de por sí y sin que de aquí en adelante, para siemprejamás, la dicha Ciudad de Úbeda y ni la Justicia de ella ni otras partes,puedan conocer y conozcan de cosa alguna tocante a la dicha Jurisdiccióncon el Señorío y vasallaje, penas de Cámara y de Sangre, calumnias,mostrencos y escribanías si fueran anejas a la dicha Jurisdicción y contodas las demás rentas jurisdiccionales de el Señorío y vasallaje yJurisdicción de el di-cho Lugar anejas y pertenecientes en qualquier



manera desde la oja de el monte, hasta la piedra de el río, y desde la piedrade el río, hasta la oja de el monte según y como a Su Magestad le competepuede en el dicho Lugar y su término con las facultades calidades yprivilegios, prerrogativas y exenciones con que Su Magestad el Rey DonFelipe nuestro Señor, tercero de este nombre (que santa gloria haya)vendió al Señor Duque de Lerma las once Villas de vhetria en campos ycon las demás que el Rey Nuestro Señor ha sido servido de conceder porla dicha su Real Cédula de diez de marzo de el dicho año de mill yseiscientos y treinta y nueve por la venta de los dichos vasallos en elprecio y con las condiciones que aquí irán declaradas, que por cadavasallo de los que hubiere en el dicho lugar de la Torre de Perogil haya depagar y pague diez y seis mill maravedís, o a razón de seis mill yquatrocientos ducados por legua legal de término que tuviere, lo uno y lootro a elección de Su Magestad o de dicho Consejo de Hacienda.

Y para liquidación de la quenta y medida que se hubiere de hacer delos términos y vecindad de él, y de lo que importare su precio, según ycomo queda declarado y de la elección que Su Magestad o los Señores deel dicho Consejo de Hacienda hicieren para la paga de lo que el dicho Lu-gar de la Torre de Perogil ha de hacer de el precio de él, si ha de ser porvecinos o por término, y lo demás que fuere necesario liquidar yaberiguar en esta razón, ha de ser vastante recaudado la certificación quedieren los Contadores de la razón de la Real Hacienda sin otro recaudoalguno en que los dichos Juan Pedro Martínez y Sancho Llorente Cortés,cada uno por lo que le tocan dejan y difieren como si fuese diferido enjuicio con condición que si Su Magestad o el dicho su Consejo deHacienda hiciere elección de que se quente y pague el precio de el dichoLugar por término y tuviere de dos leguas para abajo, en qualquiercantidad que sea, lo haya de pagar el di-cho Lugar por las dichas dosleguas enteramente como si las tuviere él de término, sin que se puedapretender descuento alguno por lo que hubiere de menos, y teniendo dedos leguas para arriba lo ha de pagar a la dicha razón de seis mill yquatrocientos ducados por legua, lo que montare prorrata ypresrrespondiendo por agora que el dicho Lugar de la Torre de Perogil,doscientos y ochenta ducados y las dichas dos leguas de término, sinperjuicio de lo que resultare de las averiguaciones que por mandado de SuMagestad se han de hacer de la vecindad y término a que se ha de estaren todo tiempo y pagar lo que de ella resultare, y computado por las dichasdos leguas de término, monta su precio quatro quentos y ochocientos millmaravedís en plata de la efectiva, los quales el dicho Lugar de la Torre dePerogil ha de pagar, y el dicho Sancho Llorente Cortés en el dichonombre y por virtud de el dicho poder, se obliga a que los pagará en dosaños y tres pagas higuales de ocho en ocho meses contados desde el díade la fecha de la escritura con calidad de que lo que montare el precio deel dicho Lugar se hará rebajar nueve mill ducados, que valen tresquentos trescientos y setenta y cinco mill maravedís en moneda devellón, y la media anata que dice tiene pagados a Su Magestad, al tiempoque compró la primera instancia de que ha de presentar recaudos legítimos



y vastantes puestos en esta Corte a su costa y riesgo en poder de el dichoSeñor Bartolomé de Spínola, y para ello, el dicho Sancho Llorente Cortésen virtud de el dicho poder, obliga a el dicho Lugar y a sus vienesparticulares por sí y por el todo insolidum del vajo de la dicha man-comunidad y a la paga y cumplimiento de todo lo que es dicho, quiere queel dicho Lugar de la Torre de Perogil y sus vecinos sean compelidos yapremiados por todo rigor de derecho y ejecutiva como por deuda líquiday obligación quarentigia de plazo pasado, que Su Magestad haya de con-firmar y prorrogar al dicho Lugar de la Torre de Perogil, y la facultad quele tiene dada de arbitrios para la paga de lo que importa la dicha primerainstancia que compró de Su Magestad con que la venta de los rastrojossea desde primero de Junio hasta Nuestra Señora de Septiembre de cadaun año, y que de nuevo se le haya de conceder también que pueda venderla pámpana de todas las viñas de su término después de haver alzado elfruto los Dueños.

Que si en el dicho Lugar de la Torre de Perogil, hubiere algún Castilloo fortaleza que pertenezca a Su Magestad, que haya de vender y venda, ypor la presente escritura el dicho Juan Pío Marín, en el dicho nombre y envirtud de la facultad que le tiene dada el dicho Señor Bartolomé deSpínola, Conde de Pezuela de las Torres, por la dicha Cédula, se los vendea el dicho Lugar, y el precio de ellos lo haya de pagar y pague tasado por laorden que dieren los Señores del Consejo de Hacienda al dicho SeñorBartolomé de Spínola o a quien su poder obiese en la misma moneda deplata doble y parte con que si el dicho Consejo de Hacienda se entendiereque de la venta de dicho Castillo o fortaleza o vienes puede resultarinconveniente particular, o que ay causa para reparar en ello, se haya deconsultar a Su Magestad, lo que en razón de ello se ofreciere y egecutar loque Su Magestad resolviere en quanto a esto.

Icen que el dicho Señor Bartolomé de Spínola, haya de ser y por lapresente el dicho Juan Pío Marín, se obliga de hacer buenos y pagar porquenta de Su Magestad al dicho Lugar de la Torre de Perogil, a razón decinco por ciento al año de la cantidad que le pagare por quenta de estaventa, antes que le dé la posesión de la dicha Jurisdicción y Castillo ofortaleza si le hubiere, desde los días prorrata en que acudió é hiciere laspagas hasta en los que como dicho es se le diere la posesión con condiciónque si habiéndosele elevado la Cédula de Su Magestad y despachos paraque se le dé la otra posesión no la hubiere tomado por hecho si no dentrode treinta días contados desde el día de la fecha la Cédula, que para ello sedespachare, aunque la tome de hecho, después no le hayan de correr nicorran los dichos intereses desde el día que se hayan cumplido los dichostreinta días en adelante y se la haya de cargar el precio al dicho Lugar losdichos treinta días después de firmada la dicha Real Cédula como siefectivamente aquel día hubiere tomado la posesión y cesar los dichosintereses.

Y así mismo, el dicho Sancho Llorente Cortés, en el dicho nombre y



en virtud de el dicho poder, obliga a el dicho Lugar de la Torre de Perogil,que harán buenos al dicho Bartolomé de Spínola y pagará intereses a ladicha razón de cinco por ciento de la cantidad que de el precio de la ventapagare después que se le diere la dicha posesión habiéndola tomado unmes después de la fecha de la Real Cédula desde el día que la tomaredentro de el dicho término, y no la habiendo tomado por el dicho propio loha de pagar y le han de correr desde el día que se haya cumplido lostreinta días que se le asignan de término para que tome la dicha posesiónen adelante hasta la Real y efectiva paga de lo que restare debiendo de elprecio de esta venta, los quales dichos intereses se han de pagar porambas partes cada uno los que les tocare en reales de plata doble.

Iten que el dicho Lugar de la Torre de Perogil y su Jurisdicción, Señoríoy Vasallaje, y rentas jurisdiccionales y lo demás que por esta escritura se levende, haya de quedar y queden obligados e hipotecados por especial yexpresa hipoteca a la seguridad, cumplimiento y paga de lo que por estaescritura se obliga.

Iten se dé al Lugar de la Torre de Perogil, luego que se le dé posesión,carta de venta y Privilegio de Su Magestad conforme de la dicha suexención y Jurisdicción y conforme a lo suso dicho, prometiendo por él nobolver el dicho Lugar de la Torre de Perogil ni vecinos de él a la dicha Ciudadde Ubeda, ni su Jurisdicción, ni Su Magestad ni los Señores Reyes sussubcesores venderán, ni empeñarán, ni donarán, ni enagenarán el dichoLugar, ni los dichos sus términos ni Jurisdicción por ninguna causa nirazón, que sea con las facultades y firmeza necesaria y las que se concedierena las dichas once Villas de vehetria que compró el dicho Señor Duque deLerma, y más con las que el Rey Nuestro Señor ha sido servido deconceder por la dicha Cédula Real.

Y de esta escritura toman razón Gerónimo de Canencia, Caballero de laOrden de Santiago, de el Concejo de Su Magestad en su Contaduría Mayor,y los testigos Juan de Machain, Juan Pérez de Marmejo, Joseph de Licana,Juan Pío Marín, Sancho Llorente, ante mí Lorenzo de Jauregui. Tomó larazón Francisco de Santisteban y Ciprian Lucas Manzolo».

REAL CARTA EJECUTORIA DE FELIPE IV.

«Don Felipe, por la gracia de Dios Rey de CASTILLA, de LEÓN, deARAGÓN, de la's DOS SICILIAS, de JERUSALÉN, de PORTUGAL, deNAVARRA, de GRANADA, de TOLEDO, de VALENCIA, de GALICIA, deMALLORCA, de SEVILLA, de CERDEÑA, de CÓRCEGA, de CÓRDOBA, deMURCIA, de JAÉN, de los ALGARVES, de ALGECIRAS, de GIBRALTAR, delas ISLAS CANARIAS, de las INDIAS ORIENTALES y OCCIDENTALES, yde la tierra del mar OCÉANO, ARCHIDUQUE de AUSTRIA, Duque deBORGOÑA, de BRABANTE, y de MILÁN, Conde de ABSPURG, de



FLANDES, del TIROL y de BARCELONA, Señor de VIZCAYA y deMOLINA:

A Vos, Don Fernando de Velasco, saved que por mi Cédula firmadade mi mano fecha once días del mes de marzo del año pasado de mill yseiscientos y treinta y nueve, di poder y facultad a Bartolomé de Spínolaque al presente es Conde de Pezuela de las Torres, Comendador de laOliva, de la Orden de Santiago, de los mis Consejos de Guerra y Hacienda,y por mí Factor general para que en mi Real nombre y como mi Factorgeneral pudiese vender y vendiese hasta en cantidad de ocho mill vasallos,que con consentimiento de el Reyno tengo concedido se vendan dequalesquier Villa y Lugares y Aldeas, y cada una de ellas que le parecierey que estén sugetas y devajo de la Jurisdicción de qualesquier Ciudades yVillas de estos Reynos y de cada una de ellas sin eceptuar ni reserbar aninguna en su Jurisdicción civil y criminal, alta y vaja, mero imperionuestro, penas de cámara y de sangre, calumnias, mostrencos yescribanías y demás rentas jurisdiccionales a los precios y con lasfacultades y prerrogativas calidades y condiciones conthenidas en ladicha Cédula a que me refiero y que en conformidad de lo dispuesto por



ella por escritura otorgada en tres de octubre de este año (1640) entreJuan Pío Marín, residente en mi Corte, en representación de Bartoloméde Spínola y en virtud de su poder dado y otorgado en la Villa de Madriden siete de septiembre pasado por ante Antonio González Beneyto, miescribano, y Sancho Llorente Cortés, en nombre de el Concejo, Justicia yRegimiento de el Lugar de la Torre de Perogil que es de la Jurisdicción deUbeda, y de los vecinos particulares de él por quienes prestaron caucióny envirtud de el poder que para ello dieron a voz de Concejo en el dichoLugar en ocho de septiembre de mill y seiscientos y quarenta anteFrancisco Doncel, escribano público de el mismo Lugar y de el número, aBartolomé de Campos Galera, vecino de el dicho Lugar, y a Gel-ánimo deMedina, Procurador de los Consejos, y a cualquier de ellos unsolidum ysubtituido por el dicho Gregorio de Medina a el dicho Sancho Llorenteante sí mismo como escribano, en diez y nueve de septiembre (1640)sobre eximir y apartar a título de venta por causa honerosa al dichoLugar de la Torre de Perogil de la Jurisdicción de la Ciudad de Úbeda, yhaciéndola Villa de por sí y sobre sí con Jurisdicción Civil y Criminal altay vaja, penas de Cámara y de Sangre, calumnias, mostrencos yescribanías si fueran anejas a la dicha Jurisdicción y en todas las demásrentas jurisdiccionales de el dicho Lugar y con otras calidades y condicionescontenidas en ella, sirviéndome por ello con diez y seis mill maravedís porcada vecino de los que hubiere en él, y con seis mill y quatrocientosducados por legua legal de el término que hubiere, lo uno y lo otro a mielección, y presumiendo por aora que el dicho Lugar tendrá doscientos yochenta vecinos y dos leguas de término poco más o menos, sin perjuiciode lo que resultare de las averiguaciones que por mí mandado se han dehacer, a que se ha de estar y pasar según lo que de ello resultare ycomputado por las dichas dos leguas y a la razón de seis mill yquatrocientos ducados por legua, montan su precio quatro quentos yochocientos mill maravedís en plata doble, los quales se obliga el dichoLugar a que los pagará a ciertos plazos con calidad de lo que montare suprecio se le hayan de revajar en moneda de vellón y más la media anata quedice tiene pagados al tiempo ,que compró de mí la primer instancia y quepor parte de el dicho Lugar de la Torre de Perogil se me ha suplicado, lemandaré dar la presente por la qual os mandamos que luego que os seaentregada, vayáis con vara alta de mi Justicia al dicho Lugar de la Torre dePerogil y a las demás partes que fuere necesario y conforme a la dichaescritura de venta que así mismo os será entregada, deis al dicho Lugar dela Torre de Perogil o a quien su poder hubiere, la posesión de la dichaexención y jurisdicción, haciéndola Villa de por sí y sobre sí, y hagáis laelección primera de los Alcaldes ordinarios y los demás oficia-les queadelante ha de haver en ella para la administración de la Justicia yGobierno de el dicho Lugar y en señal de la posesión entregaréis en minombre a las personas que en dicha elección primera se nombraren porAlcaldes, las Varas de Justicia para que usen u ejerzan la dicha Jurisdic-ción, y hecho esto, llamadas y oídas las partes a quienes tocare, veréispor vista de ojos los términos de el dicho Lugar y hacer información yaberiguaréis los que son suyos propios y los lindes y mojones que tienen



conocidos y deslindados con la dicha Ciudad de Úbeda, y los demás lugarescon quien confina, y hasta dónde llegan, y si no estuvieren puestos yconocidos, los pondréis y haréis de nuevo y meteréis al dicho Lugar de laTorre de Perogil o a quien su poder hubiere en la posesión quieta ypacífica de los dichos términos y Jurisdicción de él, y mandaréis de miparte, que Yo por la presente mando a mi Corregidor de la dicha Ciudadde Úbeda y a otras qualquier Justicias de qualesquier parte que sean, quedegen y consientan a los Alcaldes ordinarios de el di-cho Lugar de la Torrede Perogil, que se nombraren en la dicha elección primera y a los demásque por tiempo fueren perpetuamente para siempre jamás, usar y ejercer ladicha Jurisdicción civil y criminal, alta y vaja, mero nuestro imperio y losamparad y defended en la dicha posesión y haréis pregonar en las plazasu mercados de dicho Lugar de la Torre de Perogil, y en las demás partes quefuere necesario, que ninguna persona se entrometa a perturbar a los dichosAlcaldes el ejercicio de la dicha Jurisdicción conforme a la dicha escriturani otra cosa ni preheminencia alguna, y mando a mi Corregidor de laCiudad de Úbeda y a sus Tenientes y a los demás Justicias de ella, queluego remitan y hagan a los Alcaldes ordinarios de el dicho Lugar de laTorre de Perogil los pleytos y causas así civiles como criminales yejecutivos hechos a pedimento de parte y de esto y en otra qualquiermanera, que ante ellos estuvieren pendientes, sentenciados y por sentenciartocante a los vecinos de el dicho Lugar y sus términos, y remitiendo losprocesos originales y con los presos si alguno huviere y las prendas quehuvieren sacado de el dicho Lugar a la dicha Ciudad de Úbeda y todo aquelloque halla por havidos y no usen ni ejerzan más en cosa alguna de la dichaJurisdicción assí en las dichas causas que están pendientes como en las queadelante subcedieren y se ofrecieren en el dicho Lugar de la Torre de Perogil,mayores y menores de qualquier género, calidad y condición que sean, loqual mando se notifique al Corregidor de la Ciudad de Úbeda y a las demásjusticias y Oficiales de ella, a quien tocare, para que de aquí adelante, ellosni los que subcedieran en los dichos oficios no se intrometan en cosa algunatocante a la dicha Jurisdicción y lo dejen libremente todo ello al Concejo,Justicia y Regimiento de el dicho Lugar de la Torre de Perogil.

Y doy facultad al dicho Lugar para que se pueda llamar y llame, intituley escriva Villa, y que como tal pueda poner y ponga y nombre en dichoConcejo para el uso y ejercicio de la dicha Jurisdicción de los Alcaldesordinarios y los demás oficiales de el Concejo, que conforme a la di-chaescritura de venta puede elegir, que por esta mi carta o por su trasladosignado de escribano público doy poder y facultad a los dichos Alcaldes y alos otros oficiales de el Concejo para que puedan usar y ejercer dichaJurisdicción en mi nombre en el dicho Lugar de la Torre de Perogil y sustérminos.

Y para que los dichos Alcaldes ordinarios conozcan de todos y qualquierpleytos civiles y criminales movidos y por mober de qualquier calidad quesean, que estuvieren pendientes y por sentenciar que acaecieren o semovieren de aquí adelante en él y sus términos en primera instancia segúny como en esta mi carta va declarado, reserbando para mí la Suprema



Jurisdicción y las apelaciones para la mi Audiencia y Chancillería quereside en la Ciudad de Granada y no por otra parte con declaración que nose ha de comprender en la dicha venta las alcavalas y tercias, su ejercicioordinario y extraordinario, millones y de • Galeotes y moneda forera y queansí mismo han de quedar y quedan reserbados por mí y mi Corona Realqualquier minas de oro y plata y otros metales, thesoros y salinas, que enqualquier manera huviere y pareciere y fueren hallados y se hallaren en eldicho Lugar de la Torre de Perogil y sus términos con las otras cosas queson reserbadas al Supremo Señorío para que la tenga y goce desde el díaque tomen la posesión perpetuamente para siempre jamás.

Y así mismo doy facultad al dicho Lugar de la Torre de Perogil paraque pueda poner y ponga para la ejecución de la Justicia, Orca, Picota,Cuchillo, Cárcel, Cepo, Azote, y las demás insignias de Jurisdicción quesuelen, pueden y deben poner y tener para lo suso dicho, según que seusa en las Ciudades y Villas de estos Reynos que tienen Jurisdicción de porsí, sin que ninguna persona pueda perturbar la dicha Jurisdicción ni elejercicio de ella, so las penas en que caen e incurren los que usan deJurisdicción agena, sin tener poder para ello. Y para que se pueda saberla cantidad de maravedís que el dicho Lugar de la Torre de Perogil me ha depagar por la merced que le hago en lo suso dicho conforme a la dichaescritura, averigueres así mismo los vecinos y moradores de el que ay, y enlos dichos sus términos, pidiendo de mi parte que Yo por la presente mandoal Concejo, Justicia y Regimiento de el dicho Lugar de la Torre de Perogil,que os den y entreguen luego los padrones ciertos y verdaderos jurados yfirmados de sus nombres, de todos los vecinos y Moradores que hai en eldicho Lugar nombrando a cada uno de por sí sin dejar de poner ningunopor ninguna razón que sea, Clérigos, Pobres y Ricos, Viudas, menores yHuérfanos, so pena que si alguno dejase de poner en los dichos padrones,paguen de pena cinquenta mill maravedís y más caygan e incurran enlas otras penas en que caen e incurren los que hacen semejantesencubiertas y fraudes, y tomados los dichos Padrones os informaréis si sonciertos o si hay falta en ellos, y contaréis a todos los vecinos y Moradoresque hubieren en el dicho Lugar de Torre Perogil y sus términos, Huérfanos,Clérigos, Viudas, Pobres y Ricos a calle vista sin dejar de poner ninguno enlos Padrones en los quales se declaran los nombres de todos ellos y de lasviudas y de los hijos e hijas que cada uno tuviere y que sí son todos de unmatrimonio y los nombres de todas las mujeres solteras y los Huérfanosde Padres que las Madres estuvieren casadas o estuvieren viudas, y de laspersonas que son sus tutores y curadores y los que fueren habidos de unmatrimonio y de los Mozos y Mozas de soldada que hubiere.

Otrosí, averiguaréis si de algunos días a esta parte se han ido de esteLugar algunos vecinos y Moradores y por qué causas y a dónde han ido, siesperan que vuelvan a él y si dejaron hacienda allí de forma que por la dichavecindad se pueda sacar los maravedís con que me han de servir el dichoLugar y por la dicha exención y Jurisdicción.

Y otrosí, averiguaréis si en el dicho Lugar y su término hai algún



Castillo o fortaleza que a mí me pertenezca, y habiéndolo, lo haréis tasar yapreciar con Canteros, Albañiles, Carpinteros, y otros Oficiales y Personasque tengan noticia de el valor de semejantes edificios, los quales junta-mentecon vos y otras personas que para ello ha de nombrar el dicho Lugar sobrejuramento que primero hagan ante escribano, que vien y fielmente harán lastasaciones de ellos, tasen y moderen lo que verdaderamente valen los dichosCastillos o fortalezas o otros edificios como agora están, lo qual hayan dehacer y hagan confiriéndolo primero con los nuestros Canteros, Albañiles,Carpinteros y otros Oficiales que con vos y ellos lo huvieren andado y vistoy si las dichas personas no se conformaren en la dicha tasación, se ha denombrar un tercero que sepa y tenga noticia de obras y edificios y cosassemejantes para que la dicha tasación se haga con toda justificación y loque los tres en discordia no se conformasen en un parecer lo que los dos deellos se conformasen declaren y valen, sea havido por su verdadero valor yprecio; y si al mismo tiempo aberigüéis con personas de experiencia de ello,si de venderse los dichos Castillos o fortalezas que en el dicho Lugarhuviere, a mí pertenecientes, puede resultar algún daño o inconveniente osi hai causa para reparar en ello con mucha distinción y claridad para queconforme lo que de ellas resultare se pueda resolver lo que pareciere.

Y mando a qualquier persona de quien entendiéreis ser informado paramejor saber la verdad de lo que dicho es, que vengan y parezcan ante vos abuestros llamamientos y emplazamientos y digan sus dichos en las partesso las penas que de mi parte les pusiéreis, y si para lo hacer y cumplir, favory ayuda obiéreis menester.

Mando a todas y qualquier Jueces y Justicias y Personas que de miparte les pusiéreis que os den y hagan dar cumplimiento so las dichaspenas, mandamos las quales Yo por la presente las pongo y he por puestasy por condenados en ellas y las podréis ejecutar en los que sumisos e inobe-dientes fueren, y hechas las dichas aberiguaciones las trayéreisoriginalmente signadas de escribano de buestra comisión, las presentaréisen mi Consejo de Hacienda en manos de mi infrascripto Secretario paraque vistas en él, mande hacer la quenta de lo que dicho Lugar ha depagar conforme a la dicha quenta por la dicha exención y Jurisdicción loqual quiero y es mi voluntad y mando se guarde y cumpla sin embarazo dequalquier apelaciones que se interpusieren por parte de dicha Ciudad deÚbeda y de otras qualquier personas y Concejos y de qualquier presiones,Privilegios y Cartas generales o particulares dadas por causas honorosas ofueren de ellas que la dicha Ciudad de Úbeda y al dicho Lugar de la Torrede Perogil o qualquier persona tengan o puedan tener de mí o de los Reyesmis predecesores por donde se impida o pueda impedir lo en esta Carta yen la dicha venta contenido y qualquiera fueros y derechos que encontrario de ello o ser puedan especialmente la ley fecha en Valladolid porel Señor Rey Don Juan con todas las demás leyes y ordenanzas hechas enCortes y fuera de ellas que hablan y disponen sobre la enagenación de losLugares y términos de la Corona y patrimonio Real, los quales de aquí porinsertas y con todo ello digpenso para que en quanto a esto toca y por estavez y lo doy por ninguno de mi propio mutuo cierta ciencia y poderío Real



pleno y absoluto de que en esta parte quiero usar y uso como Rey y Señornatural, no reconociente Superior en lo temporal, quedando en su fuerzay vigor y si para en lo demás y lo suso dicho y qualquier cosa y parte deello favor y ayuda hubiéreis menester: Man-do a mi Corregidor de la dichaCiudad de Úbeda y a todas las demás Justicias della y de otras partes yqualesquier Persona que os den y hagan dar el que le pidiéreis y queningunas Justicias, Audiencias y Tribunales os impidan el cumplimientode lo aquí contenido ni se entrometan a querer cosa alguna tocante aellos, que Yo los hinivo y he por hinividos dello, y si de algún auto o cosaque cerca de la dicha posesión hiciéreis fuese de Vos apelado en caso quederecho haya lugar, otorgaréis la tal apelación que ansí fuereninterpuestas para ante los de el mi Consejo de Hacienda y ContaduríaMayor della y no para otro Tribunal alguno:

Y otrosí mando a qualquier Alguaciles, Carceleros, y demás Ministrosde Justicia, hagan tocante a sus oficios lo que les ordenaréis so penas quede mi parte les pusiéreis las quales Yo por la presente les pongo y he porpuestas y por condenados en ellas lo contrario haciendo a los remisos einobedientes fueren en lo qual os ocuparéis ocho días o los que menosfueren menester con más los de todas y vuelta a mi Corte contando arazón de ocho leguas por día y llevaréis en cada uno de ellos mill ydoscientos maravedíes, y Domingo Badazán, escribano receptor de losciento de el número de mi Corte ante quien mando se haga, y pase lp susodicho, quinientos maravedís demás, y allende de los otros de los autos yescrituras y ante él pagaren, y Juan Vicente a quien nombro por Alguacil,que cumpla y ejecute por buestros mandamientos, quinientas monedas dea un maravedí, los quales dichos salarios y otros cobraréis de la parte de eldicho Lugar de la Torre de Perogil porque aunque la mitad de lo quemontaren los de la ocupación de la averiguación de la vecindad han de serpor quenta de mi Real Hacienda, vuelto que hayáis a mi Corte se ajustará laquenta dello y se hará bueno al dicho Lugar. Dada en Zaragoza a primerode Noviembre de mill y seiscientos y quarenta y dos años.—Yo el Rey.—YoJuan de Hortaleza Guevara, secretario de el Rey Nuestro Señor la hiceescrivir por su mandato.—El Conde de Castrillo.—Miguel de Montalvo.—ElMarqués de Monasterios.—Registrada Gaspar Sánchez, Teniente deChancillería».

AMOJONAMIENTO DEL TÉRMINO DE TORREPEROGIL.

«En la dicha Villa de la Torre de Perogil en diez y seis días del mes deFebrero de mill y seis-cientos y quarenta y tres años, día señalado parahacer el amojonamiento de los términos de esta dicha Villa, el dicho SeñorJuez partió de ella a hacer los dichos amojonamientos en compañía deJuan de Espinosa de Villena, Alcalde ordinario, y de Fernando Arredondo,Alférez Mayor, y de Alonso Amador, Regidor, y de Alonso del Villar, y LuisMaza Gallego, apeadores, y de Miguel López, y Esteban Sánchez deValuba, azadoneros, y de el Alguacil de la comisión y por ante mí



el Escribano receptor empezó a hacer el amojonamiento y división de lostérminos de esta Villa en la manera siguiente:

Estando en el camino que llaman de Santa Quiteria que va desdeesta Villa en el pago de el Campillo, donde se empiezan los términos ymojones de esta Villa con la Ciudad de Úbeda, y sin embargo de que hansido citados la dicha Ciudad y señalado el día y hora en que se haya dehacer y no han querido hallarse presentes a ella, y siendo pasada la horaseñalada, por lo qual mandaba y mandó que se notificase a el dicho Juan deEspinosa de Villena y demás personas referidas que vienen en nombre de ladicha Villa, escriban y pongan en poder de el presente Escribano receptor elamojonamiento que tienen de los dichos términos fecho por el LicenciadoDiego Ruiz de Calleja de el qual se ponga un traslado con estos autos paraque con más justificación se haga el amojonamiento y deslindación de lostérminos y que atento que la Ciudad de Úbeda no ha venido a hacersepresente a la dicha mojonera y deslindación de términos ni otra persona ensu nombre, mandó se empiece y prosiga y se llegó a el primer mojónporque digeron los dichos Apeadores que allí se dividen los términos deesta Villa con los de la Ciudad de Úbeda, que está junto de el dichocamino a la mano izquierda de él en una haza que dicen solía ser de PedroEspada, donde se halló un mojón derribado la mayor parte de él, reconocióser el edificio de mojón porque tenía mezcla de barro y cal y piedra y eldicho Señor Juez dio la posesión al dicho Juan de Espinosa de Villena,Alcalde ordinario y a Fernando Arredondo, Alférez Mayor, y a AlonsoAmador, Regidor Perpetuo de esta Villa en nombre de ella de el dicho mojóny término deslindado, Real actual, corporal, para que lo gocen y poseanpara siempre jamás como Su Magestad lo manda y los susodichos loaceptaron y en señal de ella se pasearon por la dicha tierra de donde está eldicho mojón dentro de la dicha Jurisdicción, y el dicho Señor Juez a todas ya qualesquier persona no se la inquieten, ni perturben ni le mueban eldicho mojón en la forma que queda puesto y levantado so pena decincuenta mill maravedís para la cámara de Su Magestad y de doscientosazotes y cuatro años de galeras, y de como tomaban la dicha posesiónquieta y pacíficamente lo pidieron por testimonio, y yendo prosiguiendo ladicha mojonera, se llegó al camino que va desde la Torre de GarcíFernández 35 a la dehesa del dicho Lugar de Garcí Fernández, y en medio dedicho camino junto a una haza que tiene un cercado de piedra donde sumerced halló otro edificio de piedra, cal y tierra como el primer mojón ylos dichos Apeadores devajo de el dicho juramento, le señalaron por talmojón de el dicho término y ser el mismo que levantó quando el dichoLicenciado Calleja dio la posesión a la dicha Villa de ella y su término por elaño pasado de mill y seiscientos y treinta y cinco, de el qual dicho mojón sumerced, dicho Señor Juez dio la posesión en la forma referida a lossusodichos señores en nombre de la Villa, y yendo prosiguiendo en el dicho

35 La Torre de Garcí Fernández es actualmente San Bartolomé.



amojonamiento y deslindación de los dichos términos, llegó a un mojón queestá en linde de la dehesa de la Torre de Garcí Fernández junto al caminoarriba dicho, que los dichos Apeadores digeron ser tal mojón debajo de eldicho juramento y fecho, y que por él se dividen los términos de esta Villacon los de Úbeda, y su merced dicho Señor Juez le mandó levantar depiedra como los antecedentes y de él dio la posesión en la forma que losdemás a los dichos Juan de Espinosa de Villena, Alcalde ordinario y aFernando Arredondo, Alférez Mayor, y a Alonso Amador, regidor, ennombre de la Villa y los susodichos la tomaron en la forma acostumbrada ypasando adelante prosiguiendo en lo suso dicho, su merced el Señor Juezllegó en compañía de los demás Regidores a un mojón que está en una hazajunto a el Cortijo de la Montesina y al pie de una encina, más avajo de unascasas que llaman de Fonseca que está en la cavezada de dicha haza, sumerced vio y halló el edificio de el dicho mojón, aunque algo desbaratado, ylos dichos Apeadores declararon ser el dicho mojón que, deslinda lostérminos y que mandó levantar en aquella parte y lugar el dicho LicenciadoCalleja quando hizo dicho amojonamiento, y sus mercedes lo mandaronlevantar con las piedras que allí avía y que ninguna persona lo derribase solas penas arriba dichas, y de él dio la posesión en la forma referida a losdichos Alcaldes y Alférez Mayor y Regidor que ellos la tomaron como dichoes y en la misma forma referida. Y prosiguiendo en dicho amojonamiento ydeslindación, el dicho Señor Juez y las demás personas referidas llegaron auna haza que está en derecho de el Cortijo que llaman de Almendros, quesolía ser de la viuda de Pedro Fonseca, donde se halló otro edificio de mojónen la forma que los anteriores y que reconocido por los Apeadores se hizola posesión como en los casos anteriores. Y prosiguiendo de elamojonamiento y deslindación, fue-ron a una haza que está de la otraparte de el Cortijo que solía ser de Chistóbal Gómez, hacia la parte deGuadaquibi, y en un lado de ella su merced halló otro mojón como losdemás y que reconocido por los Apeadores, la Justicia de la Villa de la Torrede Perogil tomó posesión de dicho mojón como lo havía hecho con los otros.Y luego su merced el Señor Juez y los demás arriba dichos vajaron por lavereda que pasa por la parte alta de dicha herilla al arroyo de la Torre de elBarranco junto de la dehesa Madrigal, y haviendo pasado dicho arroyollegaron a una encina de dos pies que está en el haza de Don Pedro de losCovos, vecino de Úbeda, donde los Apeadores señalaron estaba otro mojónque parte los dichos términos y por su merced visto y reconocido ha-veredificio de mojón entre los dichos pies de la dicha encina, lo mandóreedificar y levantar y de él dio posesión a los Alcaldes de la villa en laforma acostumbrada. Y su merced dicho Señor Juez, prosiguiendo el dichoamojonamiento en compañía de los dichos Apeadores y demás personas yllegó a el Cortijo de Don Juan de Rivera, vecino de Úbeda, y en una esquinade dicho Cortijo hacia la parte de la dicha Villa de la Torre de Perogil, hallóseñalada una Cruz la qual los dichos Apeadores declararon ser uno de losmojones que dividen y deslindan los dichos términos y que es dondesiempre ha estado desde que se acuerdan y que lo señaló por tal mojóndicho Licenciado Calleja, y visto por su merced el Señor Juez mandó sereedificase y que la dicha Cruz se tenga por tal mojón de los dichos



términos y que ninguna persona lo quite ni borre, so las penas declaradasy dio la posesión a el dicho Alcalde y los demás en la forma referida.

Después de lo qual el dicho día, mes y año, dichos, el Señor Juezprosiguió en la dicha mojonera y en lo alto de la dehesa llamada de laAldehuela, junto al camino Real, por los Apeadores le fue señalado otromojón que declararon ser uno de los que parten y deslindan los dichostérminos y por su merced visto el edificio y ruina de el mojón lo mandólevantar en la forma que los demás y dio la posesión en la forma referida alos dichos Alcalde, Alférez Mayor, y Regidor, y ellos lo tomaron en la formay manera que los demás.

Y siguiendo en el amojonamiento llegaron a otro mojón que está enderecho de el Cortijo de herederos de Juan de Torralba, en el camino Realque va de la dicha Villa al molino de laAldehuela entre las esquinas de doshazas que la una se dice de Herederos de el Licenciado Bentaja y la otra deel Cortijo de la Aldehuela y el dicho mojón fue mostrado por los Apeadoresy declararon ser uno de los que dividen y deslindan los dichos términos y porsu merced el Señor Juez se mandó levantar en la forma que los demásmojones y dio posesión en la forma de costumbre al dicho Juan de Espinosay Fernando Arredondo y Alonso Amador, y ellos la tomaron.

Y luego incontinenti dicho Señor Juez prosiguiendo en dichoamojonamiento fue a un cerro que está en la otra parte de la cañada de laAldehuela a ojo de el Cortijo de ella enfrente de la casa de Herederos deJuan de Torralba que de presente posee Luis de Zafra Hidalgo, y Isabel deTorralba su mujer, entre las lindes de dos hazas la una de el dicho Cortijode la Aldehuela y la otra de el dicho Luis de Zafra, y por los Apeadores fueseñalado un mojón que estaba en el dicho sitio y juraron ser uno de losmojones que dividen los términos y por su merced el Señor Juez, visto yque estaba arruinado como los demás, lo mandó levantar con las piedrasque allí estaban y se dio la posesión en la misma forma que los demás a losdichos señores y ellos la tomaron. Y luego incontinenti dicho Señor Juez ylos demás referidos, fueron a un cerro a ojo de la Cañada los Charcos y porlos dichos Apeadores le fue mostrado otro mojón que está en el dicho sitioen-frente de la Casa Troyano, el qual dicho mojón dijeron y declararon seruno de los que dividen dichos términos y antiguo como los demás en el dichoamojonamiento, y por su merced visto, mandó se rehedificase y levantaseconforme tiene mandado en los demás y dio y se tomó la posesión en laforma acostumbrada.

Y prosiguiendo en dicho amojonamiento, el dicho Señor Juez y losreferidos señores, fueron a la Cavezá las Gangas, que dichos Apeadoresdigeron llamarse ansí, junto de la Casa Troyano y allí los Apeadoresseñalaron un mojón en una vereda que va desde la Casa Troyano a la de laCavezá las Gangas, y declararon ser uno de los mojones qué dividen ydeslindan el término de esta Villa con los de Úbeda, de el qual dicho SeñorJuez dio 1 ª posesión a los susodichos y ellos la tomaron.

Y luego incontinenti se partieron de allí y prosiguiendo el



amojonamiento, fueron allá a un sitio que los Apeadores digeron llamarsela Calera Vieja, que está al pie de la Cavezá de los Ballesteros, y allíseñalaron otro mojón los Apeadores y declararon ser auténtica, y visto porel Señor Juez mandó y dio posesión de él.

Y prosiguiendo en dicho amojonamiento y deslindación, su merced, elSeñor Juez y los dichos Alcalde y personas nombradas y Apeadores,llegaron a una quebrada que está en la rivera de Guadaquibi, que llaman elsitio de la Casa Troyano Vieja, y allí en lo alto de la dicha quebrada por losApeadores se señaló otro mojón y declarando ser uno de los que dividen eldicho término de esta Villa con la Ciudad de Úbeda y por su merced vistoque tenía la misma fábrica que los demás, y mucha parte de él caído lomandó levantar y dio y se tomó posesión de él en la forma acostumbrada.

Y luego incontinenti partieron de allí dicho Señor Juez y los demásseñores, y fueron a el río de Guadaquiví arriba de un molino que está en elrío que dicen se llama el molino de Estremera, y a la rivera de dicho río y enuna linde de unas hazas que digeron ser la una de Don Rodrigo de Orozcoy la otra de Don Juan de Carvajal, vecinos de Úbeda, los Apeadoresseñalaron un mojón que estaba entre las dos lindes y atento que parecíanpocas piedras, su merced mandó a los Hazadoneros cavasen el dichomojón, y habiéndolo cavado se halló cantidad de cal por donde su mercedreconoció ser uno de los mojones y declarado por los Apeadores y sumerced, lo mandó levantar y dio y se tomó la posesión.

Y prosiguiendo en el dicho amojonamiento, el Señor Juez y los demás,fueron por la linde de las dichas las hazas acia la dicha Villa y en lo alto deun cerro en derecho de el mojón anteceden-te donde por los dichosApeadores le fue mostrado a su merced otro mojón que reconocido, semandó levantar con las piedras que allí se hallaban y dio y se tomó laposesión de él como costumbre es.

Y prosiguiendo el amojonamiento fueron en lo alto de otro cerro quedigeron se llama el Alcachofal a ojo de las Casas de Torralba, y de otroCortijo que digeron ser de los Herederos de Andrés Fernández de Real, ypor los Apeadores le fue mostrado y señalado a su merced otro mojónarruinado como los demás y declararon ser uno de los que dividen losdichos términos y por su merced reconocido y visto el cimiento del mojón,lo mandó levantar y dio y se tomó posesión de él.

Y luego incontinenti, su merced dicho Señor Juez y los dichos Señores,fueron loma arriba y un cerro antes de llegar a un Cortijo que digeron serde.Herederos de Bartolomé de Bentaja y que desde él se ve el dicho Cortijo ylas casas de Torralba y estando en el dicho sitio los Apeadores mostraron yseñalaron a su merced otro mojón en la forma que el antecedente, entre lashazas de Don Rodrigo de Orozco y de Bartolomé de Bentaja, y digeron ser eldicho mojón uno de los que dividen los dichos términos y por su mercedvisto lo mandó levantar y dio y se tomó la posesión de él.

Y luego incontinenti, el Señor Juez y los demás Señores prosiguiendo elamojonamiento, llegaron a un cerro entre las cañadas Vilgañosa y Cañada



Hermosa, en par de una senda que va acia la dicha Villa de la Torre dePerogil enfrente de el Cortijo de Alvaro Méndez, vecino de Úbeda y junto auna encina los Apeadores mostraron otro mojón que dijeron ser uno de losque dividen los términos dichos y visto por su merced, mandó levantarlo ydio y se tomó la posesión de él en la forma dicha.

Y visto por su merced el Señor Juez ser ya tarde, ya puesto de el Sol yque no se puede proseguir por oy dicho amojonamiento se deja paraproseguirlo y ansí lo mandó y firmó.—Licenciado Don Fernando deVelasco.—Ante mí, Domingo Badajan».

TERCER DÍA DE AMOJONAMIENTO.

«En la Villa de la Torre de Perogil en diez y ocho días del mes de Febrerode mi l l y seiscientos y cuarenta y tres años, el dicho Señor Juez, y Juan deEspinosa de Villena, Alcalde ordinario de esta Villa, y Fernando Arredondo,Alférez Mayor della, y Alonso Amador, Regidor Perpetuo ambos, y Alonsodel Villar y Luis Maza Gallego, Apeadores nombrados por el dicho Concejo,y M i g u e l López y Esteban Sánchez de Balboa, Hazadoneros nombradospara el dicho amojonamiento, y el Alguacil de esta comisión y con asistenciade mí el Escribano Receptor, se salió de esta Villa a proseguir el dichoamojonamiento y llegando a lo alto y cerro Ruiznagoso en la haza en lindede otra haza que solían ser de Pedro Barajas y de Pedro de Córdova, en lavereda que va de las casas que dicen de Torralba a otro sitio que llamanPeñas Labradas, por los dichos Apeadores, le fue mostrado al Señor Juezotro mojón en la forma que los demás, algo arruinado y dándolo por ciertose levantó con las piedras que allí estavan y se dio y tomó posesión de él.

Y siguiendo el amojonamiento fueron por la loma arriba y vereda que vadeclarada, y junto a una casa de Cortijo que está desmantelada quedigeron solía ser de Bartolomé de Quesada, y al pie de una encina que estácerca de el Cortijo, se halló otra tal edificación de mojón como los otros ylos Apeadores digeron ser uno de los que dividen los dichos términos, y vistopor su merced se mandó rehedificar y levantar y dio y se tomó la posesiónpacífica de él.

Y prosiguiendo en el amojonamiento fueron a la cumbre de el CerroCampanario desde donde se aparece el río de Guadaquiví y la cañada GilGómez y cañada Linar y la casa de Sebastián Romero 36 y por losApeadores le fue mostrado y señalado al Señor Juez un mojón y reconocidolo mandó levantar y rehedificar y levantar de piedras como los demás y sedio y tomó la posesión de él.

Y consecutivamente prosiguiendo su merced el Señor Juez y los demásen el amojonamiento, fueron adelante de los Cortijos que están en el CerroCampanario que el uno es de el Licenciado Rojano, vecino de Úbeda y cerca 36 Corresponde al actual cortijo de Casa Romero.



de los dichos Cortijos en una vereda que sale de ellos para la Ciudad deÚbeda, los Apeadores señalaron otro mojón algo desvaratado y se mandólevantar de piedras y dio y se tomó la posesión de él.

Y prosiguiendo el amojonamiento, fueron a otro mojón que está arribade un Cortijo que digeron ser de Don Martín Bázquez, vecino de la Ciudadde Úbeda, y llegado al dicho mojón halla-ron junto a él a Don Antonio deMolina y Valencia, vecino de la Ciudad de Úbeda, el qual venía y estáacompañado de Luis de la Torre, Alcalde que dijo ser de la Villa de laLlozar, donde el dicho Don Antonio dijo tenía Jurisdicción, y con SimónMartín de Albacete escribano de los Rey-nos, y otros Labradores que sehallaron presentes, y el dicho Don Antonio de Molina dijo que él era Señorde la Villa de Lallozar y que el término de la dicha Villa continuaba con elmojón arriba contenido y que estaba poseyendo la dicha Jurisdicción enpacífica posesión, a lo que los dichos Juan de Espinosa, FernandoArredondo y Alonso Amador respondieron que al tiempo y quandopretendió la merced de la dicha Jurisdicción Ruiz Díaz de Molina, padre deel dicho Don Antonio, se le contradijo por el Concejo de la villa de la Torrede Perogil, y por su Personero y en el amojonamiento que hizo el LicenciadoCalleja ansimismo se contradijo la dicha Jurisdicción de Lallozar y queafirmándose en las dichas contradicciones en nombre de la dicha Villa de laTorre de Perogil su parte y alegatos que en la dicha razón ay fechos, hacíande nuevo contradicción y protestaban lo que protestar les convenía yapelaban de cualquier autos que en contrario se proveyesen para antequien y con derecho podían y debían, y por los dichos Apeadores se señalóel dicho mojón y declararon ser uno de los mojones antiguos'como losdemás que dividen los términos de la Ciudad de Úbeda y los de esta Villade la Torre de Perogil, y de el Allozar, y por su merced visto mandó levantarel dicho mojón y que se diese la posesión de él a la parte de la Villa de laTorre de Perogil, en la forma que en los otros mojones, sin inquietar laposesión que Don Antonio de Molina tiene de la Villa de el Allozar y sutérmino, y que si las partes tuviesen que pedir lo remita a los RealesConsejos para que cada una de las partes pida lo que a su derechoconvenga.

Y fueron donde se juntan dos caminos que es el de la Villacarrillo yotro que va por junto a un Cortijo que digeron llamarse la Casa de Cuevas,y en la junta de dichos dos caminos los dos Apeadores señalaron ymostraron a su merced el Señor Juez otro mojón algo desbaratado el qualdigeron que divide los términos de Úbeda y de la Torre de Perogil y que enél confina el término de la Villa de Saviote y el qual su merced dio laposesión a Juan de Espinosa, Fernando Arredondo y Alonso Amador yellos la tomaron en la forma acostumbrada y levantado de piedras eldicho mojón como se ha hecho con los demás.

Y prosiguiendo en el amojonamiento fueron su merced el Señor Juezy los demás por el camino que dicho va por junto a la Casa de losCuevas que dicen ser llamado vereda de los Carreteros y llegado cerca deun pilar que está en el camino de Villa Carrillo donde ansí mismo está y



pasa el otro camino que llaman de los Carreteros, por los Apeadores sele mostró y señaló a su merced dicho Señor Juez otro mojón que estácerca de una cañadilla que va de el dicho lugar acia el término de la dichaVilla de Saviote, y en un cantón de el camino que llaman de los Carreterosel qual digeron ser mojón que divide los términos de la Villa de Saviote yVilla de la Torre de Perogil y por su merced visto y habiendo reconocidoser edificado de tal mojón y sin embargo de que han sido citados elConcejo de la Villa de Saviote y que se ha pasado el término que se lesseñaló para que asistieren al dicho amojonamiento y no han venido niembiado persona por su parte, mandó dar su merced posesión de el mojónReal corporal a los dichos Juan de Espinosa y Fernando Arredondo yAlonso Amador en nombre de la Villa de la Torre de Perogil.

Y luego incontinenti, su merced el Señor Juez y todos los demásprosiguiendo dicho amojonamiento se fueron a lo alto de un cerro quedigeron llamarse el Portillo de la Olla de el Pilarejo, y los Apeadoresseñalaron otro mojón que declararon ser uno de los que deslindan lostérminos de la Villa de la Torre de Perogil y de la Villa de Saviote y visto porsu merced que tenía las mismas señas de fábrica que los demás, lo mandólevantar en la misma parte y lugar donde fue señalado que es a la orilla de elcamino que pasa por el dicho portillo hacia Villa Carrillo a la mano derecha,y yendo por él acia la Villa de la Torre de Perogil, dio de él la posesión comoen los otros mojones.

Y luego incontinenti, su merced y todos los susodichos, fueron elcamino adelante que va a la Villa de la Torre de Perogil, que llaman de VillaCarrillo y a la entrada de la dehesa de el nombre de dicha Villa de la torre,se halló otro mojón levantado en redondo de piedra y mezcla de tierra y calque los Apeadores declararon ser uno de los que dividen los términos de lasVillas de Saviote y de la Torre de Perogil, y vista por su merced la fábrica deél dio posesión y se tomó esta por la parte de la Torre de Perogil.

Y prosiguiendo en dicho amojonamiento dicho Señor Juez y los demásnombrados, fueron por la dicha dehesa a la parte y lugar donde está otromojón levantado en la forma que el anterior que digeron se llamaba el mojónde la Ramona, y los Apeadores lo mostraron y su merced lo reconoció comomuy antiguo como los que dividen los términos de la Villa de Saviote y laTorre de Perogil, y se dio y se tomó la posesión del.

Y pasando adelante en dicho amojonamiento y a poca distancia,llegaron a otro mojón que está en la orilla de la dicha dehesa junto á unarroyo que digeron llamarse de la Fuente Juan Señores, y por los Apeadoresfue mostrado a su merced y reconocido por el Señor Juez dio la posesión yfue así tomada por los Regidores susodichos de la Torre de Pero Gil.

Y luego incontinenti, su merced, acompañado de los susodichos fuerona una aza cercada que solía ser de Francisco Hidalgo y que de presente esde Luis Zafra Hidalgo, su nieto, vecino de la Torre de Perogil, y en unaesquina de ella los Apeadores mostraron otro mojón al Señor Juezfabricado de piedra y cal, y reconocido como tal que divide los términos deSaviote y de la Torre de Perogil, dio posesión y se tomó la tal en la forma de



los otros mojones.Y luego incontinenti, su merced y los otros señores Juan de Espinosa de

Villena, y Fernando Arredondo, Alférez Mayor de la Torre de Perogil yAlonso Amador, y los Apeadores y Hazadoneros, y fueron al sitio quellaman el Campillo junto a el camino que va de la Torre de Perogil a laVilla de Saviote, y a la mano derecha de dicho camino, junto a una Horma,hallaron y señalaron los Apeadores otro mojón levantado y entero y depiedra y cal y declararon ser el último y postrero que divide las dichas Villasde la Torre de Perogil y Saviote, y que en él confina por esta parte eltérmino de la Ciudad de Úbeda, y en la dicha conformidad que va referidase acabó de hacer el dicho amojonamiento y división de los términos yJurisdicción de la dicha Villa con los de la Ciudad de Úbeda y Villa deSaviote con quien confinan, y los dichos Luis Maza Gallego y Alonso de elVillar, Apeadores, devajo de el juramento que hicieron que el dichoamojonamiento que está bien y fielmente hecho y que en él no se ha hechoagravio a ninguna persona y que no han encuvierto ni ocultado ningúnmojón ni contra el dicho amojonamiento tienen que decir en ninguna mane-ra, y estando así en este último mojón, el dicho Señor Juez y Juan deEspinosa de Villena, Alcalde ordinario y Fernando Arredondo, AlférezMayor, y Alonso Amador, Regidor, que en conformidad de lo mandado porSu Magestad, perpetuamente y para siempre jamás y en nombre de el Con-cejo, Justicia y Regimiento y vecinos de la dicha Villa que ahora son y enadelante fueren, les da la posesión Real, actual, corporal del quasi y todoslos demás que por este dicho amojonamiento se han hecho y para que todoslos dichos Concejo, Justicia y Regimiento y vecinos que son y fueren en lostiempos venideros los tengan, gocen y posean con todos los términos aquídeclarados y deslindados con la dicha Ciudad de Úbeda y Villa de Saviote,desde oy en adelante para siempre jamás por suyos propios en conformidadde la meced que Su Magestad los ha hecho y usen de ella libremente a suelección y voluntad haciendo y administrando la Real Justicia en dichostérminos y en cada uno de ellos como Su Magestad lo manda que siendonecesario de dicho mojón y cada uno de ellos de los aquí contenidos y entodos juntos les reintegraba y reintegró a todos los luso dichos y al Concejo,Justicia y Regimiento y vecinos de la dicha Villa de la Torre de Perogil queal presente son y fueren en nombre de Su Magestad conforme a la RealCédula y comisión que para ello tiene que es la que va por caveza de estosautos y amparaba y amparó en ella y puso pena de prisión y de cincuentamill maravedís para la Cámara de Su Magestad a qualquier persona que se lainquietase y perturbase y de las demás penas contenidas en la forma, dichaComisión y el dicho Juan de Espinosa de Villena, Alcalde ordinario y losdemás aceptaron la dicha posesión como en ella se contiene y en señal deella se pasearon por la tierra de dicho término y pusieron piedras y dichomojón y en los demás susodichos y como la tomaron quieta ypacíficamente lo pidieron por testimonio a todo lo qual se hallaronpresentes por testigos y a la posesión de este último mojón y a todos losdemás contenidos y declarados en este amojonamiento, Chistóbal Arredondoy Juan de Siles Martos, y Luis Maza Marín, vecinos y estantes en estaVilla de la Torre de Perogil, y otras personas muchas, y lo firmó el dicho



Señor Juez y los demás que supieron y por los que no supieron un testigoa su ruego.—Licenciado Don Fernando de Velasco.—Juan de SilesMartos.—Juan de Espinosa.—Alonso Amador.—Fernando Arredondo» 37.

REACCIÓN DE LA CIUDAD DE ÚBEDA.

Noticiosa la ciudad de Úbeda de la presencia en Torreperogil del juezdon Diego Ruiz Calleja, delegado real para dar posesión de villazgo yamojonar sus tierras, el Concejo ubedí en cabildo de 14 de febrero de1643 dice:

«En este cabildo se dio quenta a la Ciudad de cómo el lugar de laTorre de Perogil desta jurisdicción les a dado posesión del billazgo unjuez sin citación de la Ciudad y lo obrado en el biaje de la contradicción ycumplimiento de la rreal probisión de Su Magestad, del rreal consejo dejusticia para recoger los papeles del billazgo visto por la Ciudad acordóque los señores Dn. Martín Vázquez y Dn. Xristóbal Ruiz de la Villa y Dn.Rodrigo Biedma, veinte y quatros lleven los papeles a los abogados y lescomuniquen lo que se debe hacer y se traiga a la Ciudad para esta tarde yse cite para ello a los señores veinte y quatros ausentes quedando citadoslos presentes».

Torreperogil deja zanjado tan espinoso asunto, pero Ubeda sigue elpleito sin resultado positivo. Vuelve su Concejo a tratar del tema en elcabildo de 4 de diciembre de 1644 y así se eternizan al tiempo que lostorreños son ya dueños de sus tierras.

OTROS DOCUMENTOS SOBRE EL PLEITO.

En 25 de agosto de 1635, Ubeda ofrece a Felipe IV los nueve milducados entregados por Torreperogil, más otros mil quinientos a fin deimponer a esta villa «perpetuo silencio».

En cabildo de 23 de marzo de 1662, la ciudad insiste sobre estepunto y dice en aquel Ayuntamiento:

«El señor Don Francisco de Puga dijo que a tenido carta del señor DonFernando Afán de Rivera en que se le da quenta del estado en que está elpleito con la Torre de Pero Jil y que es necesario se otorgue poder para laziudad para la oferta que se hizo de los nueve mill ducados para la Torre, ymill ducados para Su Magestad, por un otrosí de una petición querepresentó para ello. Y así mesmo se a de librar provisión para que se détestimonio de cómo a esta Ziudad no le a que-dado lugar ninguno de su 37 En el amojonamiento fueron colocados 34 mojones.



jurisdicción y de cómo los adbitrios que se conzedieron para la paga de ladicha cantidad se asignaron primero para la paga de unos donativos yservizios de Su Magestad, según se contiene en dicha carta...» 38.

ÚBEDA RECURRE.

No renuncia Ubeda a sus pretendidos derechos jurisdiccionalesdespués del amojonamiento oficial y solemne y recurre de nuevo alSupremo Consejo de Castilla en los siguientes términos:

«Santiago Gómez Delgado en nombre y en virtud de poder que tengoen debida forma Digo: Que por el año pasado de mill y seiscientos y treintay cinco, concedió Vuestra Alteza a la Villa de la Torre de Perogil, que eraLugar de la Ciudad de Úbeda, el título de Villazgo con primera instancia yjurisdicción privativa, alta y vaja, civil y criminal con mero imperio y conexención de la expresada Ciudad en consideración de el servicio queofreció hacer de nueve mill ducados pagados a ciertos plazos con elproducto de varios Propios y Arbitrios que por otra vuestra Real facultadlibrada en primero de Octubre de mill y seiscientos y treinta y cinco se leconcedieron, y entre ellos fue que dejando de las rastrogeras lo necesariopara los ganados, pudiese vender el sobrante desde Pasqua del EspírituSanto hasta todos los Santos y lo que produgera la citada venta lo tuviese yaplicase como propio de la referida Villa, y haviéndose después suscitadopleyto por dicha Ciudad sobre la reexención de el vuestro expresado RealPrivilegio, y controvertido con la nominada Villa por ejecutoria de VuestraAlteza se retuvo más, sin embargo con varios pretextos ha continuadoaprovechándose y vendido dichos rastrojos con tanto rigor, quanto que nopermite la dicha Villa de la Torre Perogil que los ganados de la Ciudad deUbeda se aprovechen de sus propias rastrogeras...».

En otra protesta dice Úbeda:

«Muy poderoso Señor:Manuel de San Juan y León, en nombre de la Ciudad de Úbeda en el

pleyto con el Lugar de la Torre de Perogil, como más convenga al derecho demi parte, suplico dé un auto en esta causa probehído por alguno de los delvuestro Consejo en diez y nueve de este presente mes y año (mayo de 1644).

Que Vuestra Alteza se ha de servir de suplir y encomendar, mandar,amparar y mantener a mi parte en la quieta y pacífica posesión en que haestado y está de tener por su Aldea al dicho Lugar conforme a la ejecutoriade Vuestra Alteza, dando por nulos y atentados todos los autos fechos yegecutados por el Licenciado Don Fernando de Velasco, Juez de Comisiónpor el vuestro Consejo de Hacienda y sobre cuyo artículo y el del dichoamparo primero pido debido pronunciamiento lo qual se debe hacer porque

38 Libro Acuerdos 1661-63. Ubeda otorga poder para tratar lo antecedente, cuyo documento se haya en

la citada acta capitular.



siempre ha tenido por su Aldea mi parte la Ciudad de Úbeda por muyantiguos privilegios...».

Y se contesta a los de Úbeda:«Y visto por los de el nuestro Consejo por auto que se proveyó,

declararon no haber lugar a lo pedido por la Ciudad de Úbeda a que semantuviese en la posesión de la Jurisdicción de la citada Villa y danse comovuenos los autos presentados de la medida y deslindación de términos quehizo el Juez de Comisión Don Fernando de Velasco en el año de mill yseiscientos y quarenta y tres...».

LA ÚLTIMA REIVINDICACIÓN DE ÚBEDA.

Decide Úbeda jugarse la última baza en sus pretendidos derechos sobrelas tierras de Torreperogil, pues no se resignaba a la pérdida de los pingüesbeneficios que obtenía a costa de los vecinos pacíficos y laboriosos de laTorre.

En 1769, so pretexto de la venta en pública subasta de las rastrojeras desu término según tenían derecho mediante el Real Privilegio ya citado,Úbeda quiere revivir ante el Rey Carlos III el pleito perdido en 1644,intentando volver a su jurisdicción a la ya próspera villa.

Entre las denuncias que la ciudad de Úbeda formulaba al rey, es laprincipal la prosperidad que la villa de Torreperogil había alcanzado a raízde su independencia, pues desde el año 1642 había pagado toda la deudacontraída por la compra de su jurisdicción (más de veinte mil ducados) yllegando el año 1762, la administración puso fin redimiento todos los censosque gravitaban sobre los bienes de los propios locales.

En 1769, Torreperogil había saneado su economía de tal forma que porprimera vez su Concejo era rico, pues en sus arcas guardaban los claveros yregidores 82.600 reales de vellón que fueron dados a censo a las villas deLinares y Villacarrillo 39.

Las denuncias de Úbeda y sus demandas son siempre las mismas y atodas luces injustas, pues siempre se tomaba como base el atropellocometido contra un pueblo indefenso tras la derrota de su señor don Pero Gilde Zático, y en su pretendida lealtad a la Corona, cuando en realidad laposesión de la jurisdicción sobre Torreperogil les vino a los de Úbeda alvolver la espalda a su señor natural don Pedro I de Castilla, y alzar banderaen favor del Fratricida.

Todo ello por ser sobradamente conocido carece de interés, que sea el

39 Folio núm. 117 de la Ejecutoria de Carlos III.



escribano Santiago Gómez el que hable por sí sólo sobre una pretensión yun pleito mantenido siempre a espaldas de Torreperogil que no dejó dedisfrutar su independencia, pues a partir de 1642 siempre se nombró villa dela Torre de Pedro Gil (nunca lugar) como queda reflejado en las actas de losLibros de Acuerdos, y que aquel gran rey Carlos I I I puso fin de una vez portodas.

Es este proceso de independencia largo, mas dado su interés para estavilla, lo vamos a seguir paso a paso saboreando y gustando de la bellezalingüística de nuestros antepasados.

Comienza así el escribano:

«Muy Poderoso Señor:Santiago Gómez Delgado en nombre de la Muy Noble, Leal y Antigua

Ciudad de Úbeda y en el de Don Francisco de Cea, Sebastián Díaz y demáslabradores y vecinos de ella como mejor proceda y sin perjuicio de otroderecho digo:

Que con motivo de el recurso que hicieron éstos a Vuestra Alteza en seisde mayo del año próximo sobre que el Lugar de la Torre de Perogil, uno delos de el partido y comprehensión de la Ciudad mi parte no le impidiese niembarazase aprovechar con sus ganados sus propias rastrojeras, se libróReal despacho en veintiséis de Agosto de el mismo para que a la dicha Ciudady Lugar se les citase y emplazase por pleito retardado y antiguo que litigaron,como así se ejecutó y usando de su entrega se encuentra:

Que el dicho Lugar o Aldea fue propia de un hombre llamado Pero Gil,que la perdió por haber cometido el horrendo crimen de valerse de losMoros de Granada para quemar a Úbeda, a quien en remuneración a eldaño padecido, se dignó agregarla la Magestad de el Señor Rey DonEnrique Segundo, desde cuya época la poseyó quieta y pacíficamente,dando en su beneficio las más oportunas providencias entre las quales fueuna la de formarle Ordenanzas en Mayo de mill y quatrocientos y sesentay tres y Agosto de mill y quinientos y once a instancias y súplica de elLugar señalado, la correspondiente de ellas por sitio sino todo elheredamiento de viñas, olivares, y otros frutales, con las hazas calma quedentro de 61 hubiere y no en otra parte lo que guar-dase e hiciere guardarpor tal sitio propio y de él ejerciese sin su permiso y licencia vajo la penade tres mill maravedís, y previniendo que en adelante para siemprejamás, cada uno fuese Señor de su rastrojo hasta el día de Nuestra Señorade Agosto de cada año, y pasado éste fuesen comunes a todos los vecinos dela Ciudad y su tierra como lo eran en ella, lo qual se mandó cumplir yobservar por escritura de vuestra Real Chancillería de Granada de cuatro deAgosto de mill y quinientos y veinte, que recayó en pleyto que en su razónsiguió la Ciudad de Úbeda con el Lugar de la Torre 40.

Que habiendo resuelto la Magestad de el Señor Emperador y Rey Don

40 Se trata del famoso «pleito de los marranos», ya conocido.



Carlos I para ocurrir a los gastos y necesidades de la Guerra apartar yeximir de la Jurisdicción de Ciudades y Villas algunos Lugares de su tierra,y comprehendiendo la Villa de Quesada que lo es de la Ciudad mi parte, lointentó ofreciendo servir con alguna cantidad. Con esta noticia hizopresente los privilegios y Cartas de mercedes que de dicha Villa tenían y lefue hecha por sus Augustos Predecesores su perjuicio y el del Estado, y enconsideración a la notoria, gravísima importancia de dichos gas-tos,prometió servir con doce mill ducados para que aora ni en tiempo algunose eximiese de su Jurisdicción a la citada Villa al mencionado Lugar de laTorre de Perogil ni otro qualquiera de los comprehendidos en ella, lo que seaceptó por hacerle bien y merced y por razón de dicho servicio y en fuerza decontrato se otorgó la correspondiente escritura para su pago y le despachóen veynte y dos de Octubre de mill y quinientos y treinta y siete elcorrespondiente Privilegio asegurando por su palabra Real que jamás por sílos Reyes sucesores se harían ni consentirían hacer novedad alguna ni sesacaría ni apartaría por causa ni razón que sea ni ser pueda higual mayoro menor de las que de presente se hayan ofrecido los expresados Lugares niotro alguno de su partido.

Que a causa de haber sobrebenido las mismas justas urgentísimas de laGuerra, por Reales Cédulas de quince de Henero, de treinta y uno de Marzoy veinte de Agosto de mill y seiscientos y veinte y seis, y dos de Septiembrede mill y seiscientos y veinte y siete, y quince de Mayo de mill y seiscientos ytreinta, se dio comisión e hizo factor general a Don Bartolomé de Spínolapara la venta de doce mill vasallos, alcavalas, tercias y su crecimiento, yvaliéndose de esta ocasión el dicho Lugar de la Torre de Perogil, acudió a lajunta de el donativo en Febrero de mill y seiscientos y treinta y cincoofreciendo nueve mill ducados por la exención para cuyo pago havía deusar de los arbitrios que proponía a lo que se accedió y se le mandódespachar el conveniente Privilegio.

Noticiosa la Ciudad de Úbeda, ocurrió al Consejo y lo contradijo enforma en diez y seis de Mayo de mill y seiscientos y treinta y cinco,solicitando que los papeles con el decreto se pasasen a la Sala de Justicia yque en el interin que se venían y determinaban en ella, no se entregase a elLugar el Privilegio y así se decretó. Pero como éste era el mayor embarazode sus designios, hizo nueva instancia ante el Señor Don Antonio deContreras de el vuestro Consejo y Cámara, que parece ejercía de Presidentede la Junta, para que sin embargo de la contradición de la Ciudad mandase(como mandó) correr el Privilegio. Le presentó ésta en veinte y cinco deAgosto de mill y seiscientos y treinta y cinco tenía introducido en el Consejoel expresado recurso que por mercedes antiquísimas de los Señores Reyes sele avía hecho la de el dicho Lugar, que a más era varrio de Labradoresvecinos de ella comprendido en una de sus parroquias, que los rastrojos deque que-rían valerse para la paga de los nueve mill ducados eran propios deaquellos dueños de las mismas tierras sin que en ellos tuviese el Lugar cosaalguna de que eran buen testimonio el que presentaba y acreditaba quehabiendo intentado usar de ellos para lo que le tocaba pagar de dosmillones y medio, éstos, y la Ciudad le había vencido en contradictorio



juicio, condenándole a que eligiese otro arbitrio y dejase libres dichosrastrojos.

Que sin embargo de ello se les havía concedido el Privilegio cuyaposesión no quiso tomar, por conocer no podía verificarse la expresadacláusula de sin perjuicio de tercero, que contenía no obstante todo lo qualpor oviar litigios e inconvenientes y principalmente por más servir al Rey yatender a las actuales estrecheces, ofrecía por sí, y en nombre de los dichosdueños los mismos nueve mill ducados con varias condiciones respectivas aconfirmar sus gracias, derogar y recoger la obtenida por el Lugarimponiéndole perpetuo silencio a quedar libres los rastrojos para que susdueños puedan disponer de ellos como cosa propia, a prorrogarle losarbitrios permitidos por Don Alonso de Cabrera por quatro años más parapago de quatro mil ducados en atención a que tenía traslado con dichosdueños y se havían convenido en satisfacción la restante cantidad y. apagarla en tres plazos.

Se dio traslado al Lugar y para hacérselo saver se libró despacho enveinte y ocho de Agosto de dicho año que con efecto se le notificó; peroconstante en sus ideas no vino quando y como debía a defenderse porquetenía puesta en práctica la de ocurrir al Consejo callando los anteceden-tes yestado de el negocio y haciendo relación de la compra para ayuda del pago desu importancia y gastos que se causan hasta que tuviese efecto pidiófacultad a fin de tomar de el caudal de el Pósito con calidad de reintegro lamitad de los nueve mill ducados:

Que se le prorroguen los arbitrios concedidos para la satisfacción de losdos millones y medio y conducción de soldados. Que pudiese vender losrastrojos de su término que eran propios suyos por ejecutoria ganada por laCiudad de Úbeda, dejando lo necesario para sus ganados como lo havíahecho para el dicho servicio de dos millones y pagado todo, quedasen porpropios de su Con-cejo por ser pobre y no tener algunos, entendiéndose subeneficio desde Pasqua de Espíritu Santo hasta el día de todos los Santos yque esta y demás enunciadas facultades hubiesen de durar el tiemponecesario para el consavido pago, el qual cumplido cesasen ecepto las quehavían de quedar por propios.

En cuya vista se mandó librar y expedido despacho en primero deOctubre de dicho año de mill seiscientos y treinta y cinco para que pudiesepor esta vez tomar del caudal de el Pósito la tercera parte de él, se leprorrogava los permisos que propuso gozaba, se le concedió el de que pu-diese vender los rastrojos de su término y pagado todo cesasen enteramentea reserba de aquellos que havían de quedar y se le adjudicaban parapropios.

Alentado con este nuevo refuerzo, se dio cautelosamente en el Concejode el despacho notificado y haciendo expresión de que pedía pleyto'ante elSeñor Contreras a quien tocaba en primera instancia el conocimiento de lamateria y de que no era justo que siendo una misma esta y las partes seventilase en distintos tribunales. Pretendióse acumular en su pedimento ypapeles a los de fa Ciudad de Úbeda mi parte y fecho y protestaba alegar y



responder a lo que le conviniese y llevado por relación parece se mandódespachar al Lugar el Privilegio y dio comisión al Licenciado Diego Ruiz deCalleja para que se pusiese y puso en posesión que a vista de esta novedadmanifestó la Ciudad mi parte a Vuestra Alteza en veinte de Octubre de milly seiscientos y treinta y cinco con presentación de su referida merced, losinmensos daños que se le ocasionaban con la relacionada Providencia y lasdadas por Calleja, y suplicó se supliese o enmendarse guardar el Privilegioamparándola o reintegrándola en la posesión o quasi de la Jurisdicción de elLugar, sus términos, y goce de rastrojos de las enumeradas tierras confrutos y rentas y por un otrosí pretendió.

Se dio sentencia en veinte y seis de Junio de mill y seiscientos yquarenta por la que mandó que satisfacciendo la Ciudad y vecinosparticulares a el Lugar lo que ha pagado por la merced que se le hizo enEnero de mill y seiscientos y treinta y cinco de darle título de Villa con tal queel término y Jurisdicción que havía de gozar fuese el que tenía, sinperjuicio de tercero y obligándose a aprontar lo demás que deviese a susplazos y en favor de las personas a quienes estuviese consigna-do hasta elcumplimiento de los nueve mill ducados y mil más que ofrecían decontado, cesase y no corriese la referida gracia, y siendo necesario, larevocada de la que no se usase ni de la comisión despachada para Juezparticular que se le diese la posesión de Villa y términos, quedando en elestado que estaba antes, y al tiempo y quando se le confirió, y no usasede los arbitrios que se le concedieron dando facultad a la Ciudad paraque pudiese sacar los cinco mill ducados que le tocaba pagar de los quele permitió el Señor Don Alonso de Cabrera para paga de el donativo queofreció el año mill y seiscientos veinte y nueve, de cuya sentencia apeló elLugar para el Consejo, ofreciendo probar extorsiones de la Ciudad.

En auto de veinte y siete de Agosto de mill y seiscientos y veinte y nuevese recivió a prueva por término de quarenta días que se prorrogó hasta losochenta de la ley, además se le concedió por vía de restitución la mitad deconsentimiento de la Ciudad mi parte y después de haver alegado de vienprobado, dio pedimento en que sin perjuicio de su derecho en el negocioprincipal, ofreció o hizo puja de quinientos ducados que en todos componíandiez mill y quinientos con los nueve mill que tenía pagados, solicitando se leadmitiese y corriese la exención y se denegase quanto pretendía la Ciudad,sobre lo que formó artículo y por un otrosí dijo que quando se hizo elmencionado servicio de mill ducados a nombre de ésta, faltaba su poderespecial, bolvió a presentar otro escrito prometiendo por mayor servicio aldicho fin además de los quinientos ducados de su anterior sobre los mill dela Ciudad, quinientos ducados más con que quedaba la exsepción en oncemill ducados pagaderos a los plazos y tiempos que señaló y concluida lacausa, visto y examinado todo por el Consejo con la notoria justificación queacostumbraba por su auto de veinte y cinco de Junio de mill y seiscientos yquarenta y dos, se sirvió confirmar la relacionada sentencia de el SeñorContreras mandando se guardase y cumpliese sin embargo de las pujashechas por aquél y se despachó a la Ciudad mi parte la correspondiente



Ejecutoria en diez y siete de Julio de mill y seiscientos y quarenta y dos, encuyo cumplimiento a diez de el siguiente mes de Agosto se le dio nuevamenteposesión de el dicho Lugar, el qual sin embargo de el empeño y tedio con quemiraba, aún entonces ejecutoriada la Justicia de la Ciudad y su desengañono alcanzó a ponerse me-dios ni pretextos que embarazaban sus preciososefectos y para ello no se ofreció cosa sustancial hasta el mes de Octubre deel citado año de mill y seiscientos y quarenta y dos en que olvidado odesentendiéndose de un escarmiento tan reciente, volvió otra vez a lacontienda:

En virtud de Reales Cédulas de dos, y diez de Marzo de mill yseiscientos y treinta y nueve, trataba el nombrado Don Bartolomé deSpinola, como factor general, de enagenar ocho mill vasallos dequalesquiera Villas, Lugares o Aldeas sugetas a la Jurisdicción de Ciudades yVillas de estos Reynos, se presentó el de la Torre de Perogil ofreciendo porsu esempción de la de Úbeda, pagar por cada vasallo en él havidos a diezy seis mill maravedís, o a razón de seis mill y quatrocientos ducados porlegua de término que hubiese, en dos años y tres plazos, estipuló que sela havía de confirmar y prorrogar la facultad de arbitrios que Su Magestadle tenía concedido, con que la ven-ta de los rastrojos fuese desde Junio,día primero, hasta Santa María de Septiembre de cada año, y que se lehavía de permitir que pudiese vender la pámpana de todas las viñas de sutérmino después de haver alzado el fruto los dueños, que si le quitase laposesión de lo que se escriturase se le havía de volver el precio antes de serdespojado, y además avía de aprontar veinte mill maravedís de media anata,cuyas condiciones y propuestas se admitieron y otorgó de ello solemneescritura en tres de dicho mes de Octubre de mill y seiscientos y quarentay dos, y se libraron a su instancia en treinta y uno de el mismo mes,primero de Noviembre, y treinta de Diciembre de el próximo año, tresReales Cédulas para que sin embargo de qualesquiera contradicción hechaspor el Corregidor, su teniente, u otra persona, usase de su comisión DonFernando de Velasco y le diese posesión de Jurisdicción, Señorío yVasallage que le estaba vendido, averiguase su vecindad y amojonase sustérminos: Velasco, después de haverla aceptado en forma, pasó al Lugar yproveyó en doce de Febrero de mill y seiscientos y quarenta y tres, sejuntaron en Concejo los vecinos para el dicho fin y con efecto empezó en elmismo a darles posesión y en el día trece requirió a el Alcalde Mayor deÚbeda quien le hizo ver la cautela y vicio con que se havía versado elLugar para la obtención y logro de la expresada gracia en positivoperjuicio de la Ciudad, la que tenía hecho el competente recurso alConsejo y éste expidió Real Provisión o Despacho en veinte y cinco de No-viembre de mill seiscientos y quarenta y dos a fin de que su Corregidor oteniente recogiese qualquiera que el Lugar huviese ganado para eximirsede la Ciudad y la remitiese original no estando egecutada y en caso deestarlo, copia auténtica, le requirió de nuevo con ella a su efecto de que noprosiguiese y entregase el Receptor todo lo actuado en atención a nohaverse acabado de dar la posesión, pretextando fuesen de su quenta losdaños y desmás que acaeciese, pero este paso tan oportuno y de tantaimportancia que debió contener en su deber al Comisionado, se despreció,



mandando en el mismo día trece se citase a la Ciudad para elamojonamiento, la que respondió que en virtud de la citada Real Cédula,no era Juez competente con la que volvía a requerirle, y le inivia para queno prosiguiera pena de quatrocientos ducados.

En nada menos pensó Velasco que en cumplir la referida Real Provisiónpor lo que en diez y seis de dicho mes de Febrero a la sombra o pretexto deestar ya dada la posesión y mandado entregar un tanto de los autos,decretó se repitiese la notificación a la Ciudad mi parte en razón de queconcurriese al anunciado deslinde a que se dio principio que el propio día;se concluyó en el veinte y ocho y se practicaron las restantes diligenciasnecesarias a evaquar su empeñada comisión.

Que en Mayo del mismo año de mill y seiscientos y quarenta y tres,puso la Ciudad mi parte en la superior noticia de el Consejo estos pasagesviolentos y clandestinos especialmente el de ha-verse empezado a formarIos autos de posesión a las diez de la noche sin presentarse como devía lacomisión a su Justicia, y la injuria y mal tratamiento de ésta, y susMinistros irrogada por el Comisionado y algunos vecinos de el Lugar, dequienes se querelló en forma y pidió Juez que a costa de ellos los culpadospasase a la averiguación de dichos excesos y ampararle en la posesióndejando las cosas en el estado en que se hallaban quando Velasco fue aejercer su cometido.

En cuya vista se nombró a Mateo Villamanti con veinte días detérmino, y en quanto al amparo se decretó usase de su derecho: Que dela primera parte de esta providencia suplicó, sin causar instancia, elLugar, quien en el conflicto de haverse mandado guardar, expresó que elconocimiento de el asunto, tocaba al Consejo de Hacienda, y solicitó seviese en competencia en la forma ordinaria a lo que se defirió, yhaviéndose examinado y tenido presente un escrito que la Ciudad miparte dio en doce de Junio en que haciendo una sencilla, verídica relaciónde todo lo sucedido y obrado hasta entonces con formal reprodución desu ejecutoria, autos de posesión y de la causa criminal, pidió que por elremedio sumarísimo o el que más huviere lugar, se le amparase y mantu-viese y a su Corregidor y Justicia en la posesión o quasi de laJurisdicción de el dicho Lugar imponiendo a la de éste y sus vecinos que laperturbasen las más graves penas para lo que siendo necesario suspendía eljuicio plenario posesorio y petitorio, y las frívolas excusas de éste altraslado que de ello se le confirió en cuatro y veinte y nueve de Agosto demill y seiscientos y quarenta y tres, se acordó retenerle en el Consejo yque el Lugar repondiese derechamente, lo qual, sin embargo de la súplicaque interpuso y repetidas irregulares instancias que hizo para su renovación,se confirmó en catorce de Septiembre y diez de Octubre de el mismomandando a su procurador respondiese dentro del segundo día so pena decincuenta ducados:

Que no teniendo arbitrios para mayores dilaciones, le evacuó con lapretensión de que se denegase aquélla declarando haver podido vender el



Rey la Jurisdicción y Vasallage y se le amparase en caso necesario en laposesión que se le dio en fuerza de la venta.

Y por otrosí, presentó la Cédula de ésta y pidió que ante todas cosas semandase traer los autos de posesión y lo demás obrado en su virtud; pero noparan aquí las camilaciones de el Lugar y sus Agentes que a todo trance ypor todos medios tentaban dejar ilusorias y sin efecto las sabidas justísimasprovidencias de Vuestra Alteza tercería vez en grave ofensa de ellas:Acudieron al Consejo de Hacienda sobre que se llevase adelante la venta yposesión y mandando informar al citado Conde de Pezuela, y siendo cierto,se diesen por ningunos los autos de retención y se remitiesen a él y esteideado medio tuvo la desgracia que merecía, pues a la justificación de elSeñor Fiscal de el Consejo no se pudo ocultar que havía pleyto pendiente enel asunto y se devía dar traslado:

En cuya inteligencia insistió la Ciudad en lo que tenía pedido, y el Lugaren confundirlo y prevaricarlo disputándole la posesión en que quería y debíaser amparada por los más raros exquisitos medios que pueden imaginarse yduró esta cautelosa disputa hasta el cinco de Diciembre de el mill yseiscientos y quarenta y seis en que refiriendo a su modo que pendiente elpleyto, procuraba la Ciudad mi parte proseguir en la turbación deJurisdicción que havía empezado, solicitó se le diese Provisión para que porsí ni otra persona en su nombre se inovase ni se le molestase el ella y se leemplazase en forma por retardado para su prosecución, de lo que se confiriótraslado y libró el emplazamiento que a su instancia parece se rebirtió enquatro de Junio de el mill y seis-cientos y sesenta y uno cometiéndolo alCorregidor de la Ciudad para que dentro de cuatro días se notificase a ésta,y lo remitiese al Consejo en donde visto se determinase el atentado cometido,se le amparase en su posesión, dando por nulos los autos y diligencias de elmencionado Juez de Comisión de el Consejo de Hacienda según lo teníapedido en su escrito de treinta de Mayo de el mill y seiscientos y quarenta yquatro y por ún otrosí, se pusiese testimonio de los expresados autos yejecutoria y en vez de responder el Lugar al traslado que de ello se le confirióen seis de Octubre de el mill y seiscientos y sesenta y uno derechamentepersistiendo en sus ideas, se empeñó sólo en que se confirmase el auto dediez y nueve de el citado mes de Mayo por el que se havía denegado por aoraa la Ciudad la Real Provisión que solicitaba para que por qualquierEscribano se le diese testimonio con citación de la propuesta de AlcaldesPedáneos, Regidores y demás oficiales de Justicia que avía ejecutado yremitiéndose, el qual desde luego presentaba para justificación y mérito de eldicho amparo y atentado por lo que tuvo que hacer patente la torpeza conque procedió aquél y trató de disentir y defraudar lo determinado por laEjecutoria y por un otrosí a fin de que se advirtiese más vien su buena fe ycesasen eternamente estas disposiciones y litigio se allanó a pagar los millducados que havía ofrecido y los nueve mill que estaban mandados satis-facer a la Villa por la misma ejecutoria y en virtud de todo por autos deveinte y tres de diciembre de el mill y seiscientos y sesenta y uno y siete deSeptiembre de el mill seiscientos sesenta y tres, se resolvió que no havíalugar el atentado y amparo pretendido por la Ciudad mi parte:



Y finalmente que ponderando la otra haverse removido con lodeterminado el embarazo de suspensión su llamada compra de Jurisdicción ynuevas molestias y regateos por aquélla, puso demanda en forma para quese declarase válida y legítima y lo obrado en su virtud, imponiéndoleperpetuo silencio a efecto de que en tiempo alguno la inquietase niperturbase en la posesión, uso y ejercicio de Jurisdicción y demás derechoscomprendidos en dicha venta:

Y por un otrosí, dijo: Que por el Consejo de Hacienda se havíadespachado ejecutor, que no era justo se diese lugar a ello estandopendiente el pleyto sobre la validación de el contrato y no siendo pacíficoposehedor, se le obligase al desembolso, por lo difícil que sería el reintegro sisaliese vencida por lo que pidió formado artículo, se librase Provisión paraque se retirase y suspendiese las diligencias interin se litigaba ydeterminaba; se dio traslado en treinta y uno de Mayo de mill y seiscientosy sesenta y nueve al Procurador de la Ciudad quien respondió en primerode Junio de el mill y seiscientos y sesenta y nueve que era negocioretardado y devía citársele en Ayunta-miento y se libró el conveniente paralos mencionados fines apetecidos por el Lugar en cuyo estado se quedaronlos autos hasta que se emplazó a la Ciudad con el citado Real Despacho deveinte y seis de Agosto de el mill setecientos sesenta y nueve, vienreflexionado todo lo que se ha referido prolijamente por obsequio de laverdad y evitar confusión se conoce claramente la menos pureza con queha procedido el Lugar de la Torre de Perogil en el asunto.

Es constante que por donación remuneratoria, le agregó el Señor ReyDon Enrique II, que desde entonces la poseyó y tuvo legítimamente por desu comprehensión y partido que a su instancia dio quantas providencias setuvieron por precisas a su alivio hasta formarle en Mayo de el millquatrocientos y sesenta y tres y Agosto de mill y quinientos y once,ordenanzas señalándole término competente que custodiase y no excediesesin su licencia y permiso vajo la pena de tres mill maravedís, y previniendoexpresamente que en adelante para siempre jamás cada uno fuese dueño desu rastrojo hasta el día de Nuestra Señora de Agosto de cada un año, ypasado fuesen comunes a todos los vecinos de la Ciudad y su tierra como loera en ella que por ejecutoria de la Chancillería de el distrito en quatro deAgostosde el mill quinientos y veinte está mandado observar sustancial-mente lo mismo y que por la Magestad de el Señor Emperador y Rey DonCarlos I en atención a sus distinguidos servicios y al particular de doce millducados con que ayudó para los gastos y exigencias de la Guerra se lemandó despachar y expidió Real Privilegio en veinte y-dos de Octubre de elmill y quinientos y treinta y siete en fuerza de contrato y asegurando por supalabra Real que jamás por sí ni los otros Reyes sucesores se haría niconsentiría hacer novedad, ni sacaría ni apartaría por causa ni razón higualo menor de las que de presente se havían ofrecido la Villa de Quesada y elLugar de la Torre de Perogil, ni otro alguno de su partido, de forma que enfuerza de los relacionados contratos y Privilegios, es sino propio y lepertenece al dicho Lugar sin que en su razón, ni aun se pueda afectar lamenor duda.



Conociéndolo así, él mismo quiso valerse de la ocasión de la venta dedoce mill vasallos de que se trataba en los años de mill y seiscientos yveinte y seis, mill seiscientos y veinte y siete y mill seiscientos y treinta,sirviendo con nueve mill ducados y prometiendo que para su pago havía deusar de varios arbitrios, lo que consiguió por el comisionado, sin embargode el correspondiente recurso que el Consejo tenía introducido la Ciudad,la qual por evitar pleytos y principalmente por más servir al Rey, prometiólos nueve mill ducados, todo manifiesta y pone en claro el vicio con quecaminaba el Lugar y la relacionada ejecutoria de el mayor conocimiento desu sin razón.

La reincidencia de su atentado tan inmediato con motivo también dela venta de ocho mill vasallos acordada por las Reales Cédulas de dos ydiez de Marzo de el mill seiscientos y treinta y nueve, fue causa injusta deque se volviese a tratar de nuevo un asunto ya acabado y ejecutado comoassí lo hizo presente a Vuestra Alteza usando al mismo tiempo de elconocido legal remedio de retención, pero los efugios vanos y cautelaspremeditadas de el Lugar embarazaron el cumplimiento de la Real Provisiónque se despachó al intento y consiguió se diese una posesión tandespreciable, fraudulenta y clandestina como es de ver en los mismosautos, por lo qual se vio la Ciudad precisada a recurrir entre otras cosas alamparo de la suya, los pasajes y dudas que suscitó son poco comunes y conellos se ha hecho intruncado y confuso el proceso mediando considerablesintervalos hasta que por autos de veinte y tres de Diciembre de el mill yseiscientos y sesenta y uno, y siete de Septiembre de el mill seiscientos ysesenta y tres, se determinó que no havía lugar al amparo y atentadosolicitado por la ciudad mi parte, a la que (hablando debidamente) pareceno puede por esta determinación considerársela privada de la quesolamente y repetidas veces le estaba dada y aun por eso no hizo instanciaalguna hasta Mayo de el mill y seiscientos y sesenta y nueve en que pusodemanda en forma para que se declarase válida y legítima su compra deJurisdicción, formando antículo por un otrosí, a fin de que se retirase elEjecutor despacho por el Consejo de Hacienda a la Cobranza de lo que havíaofrecido por ella interin duraba el pleyto y se libró despacho, citando a laCiudad mi parte y para que el enunciado Ejecutor se retornase.

Este estado que tienen los autos, está claramente demostrado haberabandonado su seguimiento y el conjunto de todo lo resultante de ellos quehan sido indispensable referir con tanta menudencia, convence sudesarreglo y menos buena fe y el mérito insuperable de este recurso, la queasí mismo está patente en el desmedido uso y pura intrusión, en que está desacar anualmente a pública subastación toda la rastrogera sin limitación nireserva de parte alguna de ellas para los ganados de sus propios vecinoscuyo sumo perjuicio comprende también a los Labradores de la Ciudad miparte y a la causa común y pública que depende de la labor, su productoanual, quando menos asciende a treinta mill ochocientos reales y diez y sietemaravedís, en otros años ha llegado a valer cincuenta mill trescientos treintay nueve reales y el todo importa ciento noventa y quatro mill quatrocientostreinta y un reales y diez y nueve maravedís, con lo que se halla tan pujante



que después de satisfacer sus cargas tiene sobrantes y existentes ochenta yquatro mill doscientos ochenta y cinco reales, lucrándose y atesorando porlos relacionados e injustos medios en notorio menoscabo y ruina de laCiudad y sus vecinos Labradores y conocida ofensa de el claro derecho deésta, lo que pide un pronto y eficadísimo remedio por todo lo qual usandode el que más en este caso corresponde y suspendiendo por aora por justascausas la Ciudad mi parte la prosecución y seguimiento de el pleyto en loprincipal, con expresa protesta de no perjudicar sus defensas antes vien dededucirlas y ampliarlas en tiempo y forma, se adiese a la pretensión de susvecinos, que motivó su emplazamiento, por tanto:

A Vuestra Alteza pido y suplico que en atención a lo expuesto,acreditado de los mismos autos me refiero, se sirva mandar librar la RealProvisión o despacho conveniente para que ahora y hasta que con plenoconocimiento de ellos y formal audiencia de las partes se determinen suspretensiones y derechos el referido Lugar de la Torre de Pero Gil, ni otroalguno de la comprensión y Partido de la Ciudad de Úbeda mi parte niimpida ni embarace cón pretecto ni motivo el menor a sus vecinosLabradores de Cortijos de campiña y que cultivan en su pretendido término,el uso y aprovechamiento de los rastrojos de sus propias siembras con susganados y en los términos que lo tengan por más convenienteimpidiéndoles para que puntualmente lo ejecuten y no contradigan lasmuchas y apercivimientos correspondientes con quantas preenciones ydeclaraciones sean más Vuestro Soberano Real agrado, para lo que imploro elnoble oficio de el Consejo y hago el pedimento más útil en Justicia que pido,juro y protexto vuestro Licenciado Don Francisco Valladares y Sotomayor.—Santiago Gómez Delgado.—De que se dio traslado a la expresada Villa de laTorre de Pero-gil y satisfacciendo a él, presentó el Escribano que sigue:».

TORREPEROGIL RESPONDE.

«Muy Poderoso Señor:Diego de Burgos, en nombre de la Villa de la Torre de Perogil, en los

autos con la Ciudad de Úbeda y sus vecinos Labradores sobreaprovechamiento de rastrojos que pertenecen a mi parte con todo elcontinente de su término, por Privilegio que tiene para ello, digo:

Que me ha conferido traslado de un escrito de la contraria en que tienela pretensión de que Vuestra Alteza sirva mandar librar Provisión odespacho conveniente para que por aora y hasta que con plenoconocimiento de autos y formal audiencia de las partes, se determinen suspretensiones y derechos, la Villa mi parte, ni otro Pueblo de la Comprensióny partido de la dicha Ciudad, no impida ni embaraze con pretecto ni motivoel menor a sus vecinos labradores de Cortijos de Campiña que cultivan enel término de la Villa de la Torre de Perogil, el uso y aprovechamiento de losrastrojos de sus siembras con sus ganados, imponiendo a mí parte para que



puntualmente y no contradiga las muchas y apercivimientoscorrespondientes y usando de dicho traslado a Vuestra Alteza enmerecimientos y Justicia, se ha de servir de despreciar en todo y por todo lapretensión de la contraria con expresa condenación de costas amparando ala Villa mi parte en la quieta, pacífica, antiguada e inmemorial posesión enque se ha estado y está de aprovechar los rastrojos de su término comoúnicos vienes de sus propios y arbitrios, aprobar en todo los Privilegios ygracias que para esto tienen concedidos, pues como lo suplico, procede ydeve hacerse por lo que los autos derivan favorablemente que reproduzcogeneral y siguiente.

Y porque no dándose de contrario el Privilegio que tiene la Villa mi partepara sacar a pública subasta los rastrojos de su término y aprovechar suproducto que es el único ramo de sus propios, se empeña en hacer unaprolija relación de la agregación que el Señor Rey Don Enrique II hizo de laVilla de la Torre de Perogil, siendo Lugar o Aldea, a la Ciudad de Úbeda, yde los autos causados desde que la dicha Villa compró Jurisdicción paralibertarse de la penosa servidumbre a que estaba sujeta bajo la dirección deÚbeda, viniendo a parar en el supuesto perjuicio que dice se causa, de quela Villa mi parte aproveche los rastrojos de su término.

Y porque omitiendo los reparos que se pondrían a lo que tan largamentese expone de contrario por no ser de el día, a causa de no seguirse pleyto enquanto lo principal, y sí sólo sobre el incidente de la posesión yaprovechamiento de rastrojos, y protextando oponerlos con lo demáscorrespondiente al derecho de mi parte sobre lo principal de estos autos,pasaré a relacionar los Privilegios, en cuya virtud aprovecha los rastrojos desu término, y lo injusto e infundado de la pretensión contraria.

Y porque haviendo hecho la Torre de Perogil el servicio de nueve millducados se le concedió el Privilegio de Villazgo que oy goza y a suconsecuencia por facultad que obtuvo en el Consejo en primero deOctubre de mill y seiscientos y treinta y cinco para ayuda de el pago delos nueve mill ducados, alcanzó la justa Licencia de vender los rastrojos desu término entre otros arbitrios que en el mismo Privilegio se le concedieron,durante sólo ante la entera satisfacción de los nueve mill ducados y más deel servicio, lo que no sucedió ni se entendió con los rastrojos, pues éstos sele concedieron en propiedad y para sus propios, como consta de la copiaauténtica que se halla en el Privilegio o facultad en los autos al folio 175 con laqual y la posesión de este aprovechamiento, que por espacio de ciento treintay cinco años ha gozado mi parte, se hace incontrastable su derecho y seacredita de temeraria la pretensión contraria y de supuesto el Privilegioalegando quando en el discurso de tanto tiempo, no se ha reclamado por losLabradores de Úbeda, y adquirió la posesión que mantienen tituladas y espor todos derechos manutenible.

Y porque en el año de mill quinientos y veinte, la Villa de la Torre dePerogil (que entonces era Lugar de Úbeda) ganó ejecutoria en contradictoriojuicio de un pleyto de denuncia de Cerdos de la dicha Ciudad por mandatode el Teniente de Corregidor de la dicha Ciudad dentro de los términos de la



Villa mi parte, y por la qual ejecutoria se mandaron entregar a ésta losCerdos, declarando que si en alguna pena havían incurrido por habersecometido daño en su término o en algunos rastrojos de él, su imposicióntocaba a la Torre de Perogil y no a Úbeda.

Y porque esta disposición y pronunciamiento de la Chancillería fue aconsequencia de las Ordenanzas, que formaron por la Villa mi parte ydespués se aprobaron por la Ciudad de Úbeda (como que en aquel tiempo laconocía por Señora) dándole facultades y autoridad para que pusiesenguardas en sus dehesas, rastrojos, pilares y edificios, e impusiese las penascorrespondientes a los ganados que hiciesen daño en las dichas dehesas yrastrojos desde la Pasqua de Mayo hasta Santa María de Agosto,entendiéndose esto (como expresamente se contiene en la Ordenanza) tantocon los ganados de Úbeda como con los Lugares inmediatos que teníancomunidad con aquélla, sin darse otra diferencia que la de ser distinta lapena entre los que se denunciasen pertenecientes a Úbeda, respecto de otrosextraños.

Y porque aprobada esta Ordenanza (como se ha dicho) en el año de milly quatrocientos y sesenta y tres, después de la Ciudad de Úbeda, olvidada deesto, y queriendo tratar y dominar a su Pueblo de la Torre de Perogil contotal despotismo y desprecio de sus leyes locales, quiso en el año de mill yquinientos y veinte, sin otra autoridad que la suya, derogar las Ordenanzasque antes havía aprovado con el pretexto de ser muy perjudicial a todos losvecinos de aquella Ciudad, y a los cinquenta y cinco de los rastrojos,pasando a revocarla, y prohiviéndole en la Torre de Perogil el uso de ella ydando facultades a los Dueños de rastrojos para que en adelante cada unoaprovechara los suyos hasta Santa María de Agosto, desde el qual díaquedaban comunes a todos los vecinos de aquella Ciudad y su tierra,mezclándose también en señalarle término e imponiéndole al Contraventor deesta voluntaria disposición tres mill maravedís de pena todo por mandato deel Teniente de Corregidor que entonces era de aquella Ciudad, su Concejo,Justicia y Regimiento, sin otro motivo que el de haver pedido la Torre dePerogil, mi parte, en vista de la denuncia que se havía hecho en su términode orden de dicho Teniente, que se le guardasen sus Ordenanzas, siendodigno la mayor admiración que para lograr su idea dominante la Ciudad deÚbeda, y aprovechar a su arbitrio el término de la Torre de Perogil,exclamase entonces un perjuicio no conocido por espacio de cinquenta y sieteaños, que se le quentan en el que, refiriéndose a la costumbre que la Torre dePerogil tenía y havía tenido de guardar sus dehesas y rastrojos de su términoy demás, se le aprobó por la Ciudad de Úbeda su Ordenanza hasta el en quela mesma Ciudad, apasionada por lo relacionado, sin facultades, intentó suderogación.

Y porque no pudiendo suplir la Villa mi parte estos injustosprocedimientos, hizo recurso a la Chancillería de Granada, quejándose deellos y señaladamente apelando de el mandamiento y revocación deOrdenanzas, y haviéndose conocido por aquel Tribunal que éste no estabaconforme a derecho, declaró por sentencia de vista, después confirmada en



revista que se guardase y cumpliese la Ordenanza que la Villa mi parte havíapresentado, mandando que ésta pudiese poner guardas que custodiasen susrastrojos para que desde el mes de Mayo hasta Santa María de Agosto nopudiesen entrar en ellos ningunos ganados mayores ni menores de losVecinos de la Ciudad de Úbeda ni otra parte alguna, entendiéndose tambiénesta prohivición con los de particulares de la Torre de Perogil en aquellastierras que se dieron y declararon sitios suyos, havilitando su aprovecha=

miento sólo para los ganados Concejiles de la Villa mi parte, mandando quelos vecinos de Úbeda no pudiesen pacer ni comer las rastrojeras de tierrassuyas propias consistentes en el término de aquélla.

Y porque se hace más admirable y extraño el que la Ciudad de Ubeda, envista de estas alegaciones que resultan de los Privilegios de la Villa mi parte,que no pueden ocultarse, quieran aun insistir en exponer un perjuicio quenunca se ha conocido como tal y se entendería ahora que son injustosresentimientos de que la Torre de Perogil se huviese incorporado a la Coronapara oviar semejantes atentados cometidos por la dicha Ciudad a pretexto desu alegación y para redimir la continua vejación a que estaba sugeta vajo lasórdenes de ésta.

Y porque consta de el testimonio de Valores colocado en auto folio 190vuelta hasta 92, la buena administración y pureza con que mi parte ha usadoy usa de su ramo de rastrojos conforme al reglamento de propios que se leprefinio en el año de mill setecientos y sesenta y tres y que ha redimidotodos los censos que contra ellos tenía, y no resultando ningún descuvierto afavor de la Real Hacienda, de la cantidad que ofreció pagar por el Privilegiode Villazgo, ni otro alguno, como higualmente se acredita de la Certificacióndada por Don Manuel Velarde, Teniente de Contador principal de lacontaduría de Superintendencia de Rentas Reales, servicios de millones pro-pios y arbitrios de Jaén y Provincia.

Y porque con mayor razón pudiera la Villa mi parte y sus Labradoresquejarse de que perdiendo cada uno sus rastrojos por los insinuadosPrivilegios, se sacan a pública subasta y los vecinos que necesitan alguna delas catorce partes en que se dividen los dichos rastrojos, hacen postura aella y la compran como si nunca huviese sido suya, porque levantada laespiga, el aprovecha-miento de el suelo se entiende durante la rastrogera,como ramo de propios y arbitrios y por esta razón la Villa, con facultadespara venderlo sin que alguno de sus vecinos haya reclamado éste que pareceperjuicio contra ellos, y no contra los de Úbeda, que tendrán respecto deaquéllos muy pocos rastrojos en el dicho término.

Y porque con esta misma razón queda desvanecida la alegacióncontraria, en que por una rigurosa arismética se le saca a la Villa mi partedespués de satisfechas todas cargas, un sobrante en sus propios de ochentay quatro mill doscientos ochenta y cinco reales, diciendo que con éste sehalla muy pujante y atesora por injustos medios en menoscavo y ruina de laCiudad y sus vecinos, notándose desde luego qué ruinas y menoscavo seráéste que no se ha reclamado por los vecinos de la Torre de Perogil, quienes ental caso, la experimentarían mayor como quiera que el aprovechamiento de



rastrojos, que a éstos tocaría, sería en mayores y muchas más partes que el deaquéllos.

Y porque mi parte nada atesora de lo sobrante de sus propios, pues éstese dedica a las redenciones de censos impuestos sobre otros pueblos de laProvincia en veneficio de los propios de la Villa mi parte con arreglo a lasReales disposiciones de el Consejo, bajo las quales se han hecho yaalgunas redenciones e imposiciones efectivamente, y de los réditos de éstas,se pagan en la parte, que vastan los salarios de Maestro de Primeras letras,Preceptor de Gramática, Escribano, Relogero, Alcaide de Cárcel, MinistrosPorteros, Pregonero, y Fiestas de la Yglesia con otros gastos extraordinariosy eventuales que se ofrecen, por todo lo qual:

A Vuestra Alteza suplico se sirva probeerse y determinar, como en lacaveza y en cada uno de los capítulos de este escrito se contiene, pues assí,esta Justicia que pido con las costas y juro lo necesario.—Licenciado DonMiguel Gabaldón y López.—Diego de Burgos».

REAL CARTA EJECUTORIA DE CARLOS IIICONFIRMANDO LA INDEPENDENCIA DETORREPEROGIL.

«Don Carlos, por la gracia de Dios Rey de CASTILLA, de LEÓN, deARAGÓN, de las DOS SICILIAS, de JERUSALÉN, de NAVARRA, deGRANADA, de TOLEDO, de VALENCIA, de GALICIA, de MALLORCA, deSEVILLA, de CERDEÑA, de CÓRDOBA, de MURCIA, de JAÉN, de losALGARVES, de ALGECIRAS, de GIBRALTAR, de las ISLAS DE CANARIAS,de las INDIAS ORIENTALES y OCCIDENTALES, ISLAS y tierra firme de elMAR OCÉANO, Archiduque de AUSTRIA, Duque de BORGOÑA, deBRABANTE, y de MILÁN, Conde de ABSPURG, de FLANDES, del TIROL,y de BARCELONA, Señor de VIZCAYA y de MOLINA...

A todos los Corregidores, Asistentes, Intendentes, Gobernadores,Alcaldes Mayores y Ordinarios y otros jueces y Justicias qualesquiera assíde la Ciudad de Úbeda como de todas las demás Ciudades y Villas yLugares de estos nuestros Reynos y Señoríos y a cada uno de vosotros envuestro distrito y jurisdicción ante quienes esta Real Carta Ejecutoria o sutraslado autorizado en manera que haga fe fuere presentada y de lo en ellacontenido para su ejecución y cumplimiento, salud y gracia.

Sabed que habiéndose obtenido de nuestra Real Persona por la Villade Torre Pero Gil, Privilegio de Villazgo y separación de la Ciudad deÚbeda y facultad al mismo tiempo para arbitrar la rastrojera de sutérmino desde Pasqua de Espíritu Santo hasta el día de Todos los Santosde cada año a fin de pagar el servicio por dicha exención y que después depagado éste quedase el citado derecho por propio de la expresada Villa: Yestando este pleyto legítimamente se pasaron los autos a la vista de elnuestro Fiscal y en su vista expuso:



El Fiscal ha visto estos autos y dice: Que la Villa de la Torre dePerogil, según confiesa la Ciudad de Úbeda, ha sido un Pueblo de dominioparticular cuyo dueño se llamaba Pero Gil y habiéndosele confiscado pordelito, se sugetó a la Jurisdicción de dicha Ciudad, sobre cuya separaciónhubo diferentes instancias y aún está pendiente la última en quanto a lapropiedad sobre el Privilegio que obtuvo en el año de mill y seiscientosquarenta y dos el citado Pueblo.

La rastrogera de su término siempre ha sido privativa de sus vecinosdesde Pasqua de Mayo hasta Santa María de Agosto con esclusión de todoforastero y de los vecinos de Úbeda, aún en tiempo que era de sujurisdicción, sin embargo de que tuviesen tierras en el distrito de el mismopueblo sobre que obtuvo ejecutoria en la Chancillería en pleyto litigado conla expresada Ciudad el año de mill quinientos y veinte:

En consequencia de esta ejecutoria y otros fundamentos, consiguiófacultad el citado Pueblo el año de mill seiscientos treinta y dos para el usode varios arbitrios y entre ellos el de la rastrogera desde la Pasqua delEspíritu Santo, hasta el día de Todos los Santos de cada año, a fin de pagarel servicio ofrecido por el Privilegio de exención y Villazgo con la expresadacláusula de que hecho el pago de el importe de este Servicio y otros gastoscesasen los demás arbitrios con ecepción de la rastrogera, la qual quedaseen propiedad para sus propios.

Por consiguiente, no cave disputa en que dicha rastrogera no sólo es unode los propios, sino es el principal con que fue dotada la Villa de la Torre dePerogil al tiempo que se eximió de la Jurisdicción de la Ciudad de Úbeda.

Aunque es cierto que dicho propio es tan quantioso que produceanualmente más de treinta mill reales y que la Villa se halla oy desempeñaday tiene existentes en arcas ochenta y quatro mill doscientos ochenta y cincoreales, no es este motivo para la reducción que propone el Intendenteconsiderándole con equivocación temporal y teniendo por conveniente quese reduzca a las tierras de el ruedo de la villa para que de este modo recaygael gravamen sólo sobre los vecinos, y que los terratenientes o dueños deCortijos sitos en su término y vecinos de Úbeda, disfruten sus rastrojoslibremente, lo que ay es opuesto a la citada ejecutoria de la Chancillería quetuvo presente para la concesión de la facultad expresada.

Además de esto, se halla enterado el Fiscal por las respuestas que hadado la Villa de la Torre de Perogil, tiene actualmente dos instanciaspendientes, una sobre tanteo y consumo de los Oficios de Regidoresperpetuos, y otra sobre elecciones de Justicia y otros, puntos diferentes, enque el Fiscal propuso los informes y noticias, que tuvo por convenientes ypudo acaso serlo secuestrar la Jurisdicción Ordinaria y poner AlcaldeMayor u otro Juez que la ejerza, de cuyo modo fuera de otras necesidadespúblicas que puede haver de presente y ocurrir en adelante, no puedeconsiderar-se por no necesario el sobrante que se expresa.

Por otra parte, la concesión de dicha rastrogera es uno de los puntos



comprendidos en el pleyto que se haya pendiente sobre el Privilegio deVillazgo y por la concesión que tiene con éste, se ha reservado paradefinitiva, y suspendiendo la Ciudad de Úbeda, aunque con calidad de poraora, la prosecución de dicho pleyto en lo principal, para el qual ha sidoemplazado por retardado, debe verificarse lo mismo, por lo respectivo alpunto de la rastrogera, vien que siempre se debe considerar privativa de losvecinos el tiempo que expresa la ejecutoria de la Chancillería de Grana-dacon exclusión de los de Úbeda y otros qualesquiera forasteros aunquetengan tierras o Cortijos en el distrito de la Villa. de la Torre de Perogil, portodo lo qual podrá el Concejo siendo servido, negar la pretensión de la dichaCiudad de Úbeda con la calidad de por aora y sin perjuicio de lo que sedeterminase en el referido pleyto principal sobre el Privilegio de separación yVillazgo que se halla pendiente en quanto a la propiedad, o resolverá lo másacertado. Madrid veinte y seis de Febrero de mill setecientos y setenta yuno.

Y visto por los de el nuestro Consejo dieron y proveyeron en trece deJulio de este año el auto que dice assí:

No hay lugar a la pretensión de la Ciudad de Ubeda y de sus vecinosy ejecútese.—Madrid trece de Julio de mill setecientos y setenta y uno.—Está rubricado.—Cuyo auto se notificó a los Procuradores de las partes ypor no haberse suplicado ni dicho cosa alguna por la dicha Villa de laTorre de Perogil, se acusó la rebeldía y pidió se llevase a debidaejecución, librándose para ello el despacho correspondiente, y pordecreto de diez de Septiembre de mill setecientos y setenta y unomandaron se hiciese como por la citada Villa se pedía, y para que lo pornos resuelto tenga su devida ejecución, se acordó expedir esta nuestraReal Carta Ejecutoria:

Por la qual os mandamos a todos y a cada uno de vos en vuestrosdistritos y Jurisdicciones (según dicho es) que siendo requeridos, veáis elauto provehído por los de el nuestro Consejo en trece de Julio de este año(1771), que va inserto y conforme a lo que él se previene y declara, loguardéis, cumpláis y ejecutéis, y hagáis se guarde, cumpla y ejecute en todoy por todo, sin lo contravenir ni dar lugar a que se contravenga en maneraalguna, antes vien, para su puntual y debida observancia daréis las órdenesy providencias convenientes, que assí es nuestra voluntad. Y lo cumpliéreispende de la nuestra merced y de treinta mill maravedís para la nuestraCámara, vajo la qual mandamos a qualquier Escribano público, o Real deestos nuestros Reynos y Señoríos que fuese requerido, os la haga saver y aquien convenga y de todo de él devido y correspondiente testimonio.—Dadaen Madrid a veinte y uno de Octubre de mill y setecientos y setenta yuno,—YO EL REY.

Firman el Conde de Aranda.—Don Antonio de Veyam.—Don José deConteras.—Yo Don Juan López de Navamuel, Secretario de Cámara del ReyNuestro Señor la hice escribir por su man-dado de los de su Consejo.—Derechos ochenta y quatro reales de vellón.—Nicolás Berdugo.—Derechos



de escritura y Registro mill doscientos quarenta y siete reales de vellón» .41

PADRÓN DE VECINOS DE 1643.

Y como el Rey Felipe IV había ordenado se llevó a cabo. La población deTorreperogil fue censada a fin de que cada vecino aportase a la Corona,para sus gastos de guerra, la fuerte suma de 16.000 maravedís, siconvenía hacer la venta de la jurisdicción por habitantes en lugar de los6.400 ducados por legua habida en su término jurisdiccional.

Calle a calle y casa por casa, la población fue censadameticulosamente y con todo detalle resultando haber en la flamante Villa330 vecinos con un total de 1.220 habitantes. He aquí los nombres deaquellas familias, pioneras de la libertad, que hicieron posible la deseadaindependencia, causa de la posterior grandeza y prosperidad deTorreperogil.

EMPADRONAMIENTO.

«En la Villa de la Torre de Peroxil, en dicho día beinte y uno de Febrerode mill y seiscientos y quarenta y tres años el Concejo desta Villa arribacontenida en compañía de mí el escribano y de Graviel de Segura tenientede alguacil mayor desta Villa comenzaron a acer el empadronamiento delos vezinos desta Villa para el efecto contenido en el auto desta otra partecontenido y lo prosiguieron asta ser acavado en la forma que siempre sehace el qual es como sigue:

41 Del proceso de independencia de la Villa contenido en la Real Carta Ejecutoria de Carlos III que seguarda en el Archivo Histórico del Muy Ilustre Ayuntamiento de la Villa de Torreperogil.



1.-Luisa Ortega, biuda de Juan Redondo Carmona, sin hijos. 2.-Martínde Casamudo, casado con Ysavel de la Paz, sin hijos. 3.-Pedro MorenoMontesinos, casado con Inés de Salas, con un hijo. 4.-Diego López Pulido,casado con Ana del Villar, con un hijo. 5--Luis Camero, casado con MaríaRodríguez, con dos hijos, al servicio de Don Antonio de la Cueva. 6.-DiegoGallego Padilla, casado con María Montesina, con un hijo. 7.-Luis de Bera,casado con Francisca de la Peña, sin hijos. 8.-Manuel López Crespo,casado con Quiteria Alonso, con cinco hijos. 9.-Juan de Molina, casadocon Ysavel de Latrenidad, con cinco hijos. 10.-Diego de la Torre Orozco,casado con María de Sigura, con tres hijos, los dos de los quales abidos deprimer matrimonio con Ysavel de Asta. 11.-Juan Blanco de Lázaro,casado con María de Teruel, con cinco hijos. 12.-Martín Ximénez, casadocon María Hortega, con dos hijos. 13.-Miguel de Quesada, casado conJerónima de Casena, con dos hijas. 14.-Cristóbal Díaz, casado con AnaRuiz, con tres hijos. 15.-Juan Ximénez de Lara, casado con Sevastiana deQuesada, con un hijo. 16.-Esteban Sánchez de Balboa, casado con CatalinaFernández, con quatro hijos. 17.-Francisco de Be-lasco, sacristán, casadocon Luisa Beteda, con un hijo. 18.-Esteban Sánchez Troyano, casado conFrancisca de Molina, con dos hijos. 19.-Graviel López, casado con María deJódar, sin hijos. 20.-Andrés López de Lanza, casado con Catalina Alonso,con dos hijos. 21.-Andrés Hortega, casado con Luisa del Billar, con doshijos, pobres de solemnidad que están sirviendo a la biuda de Juan

Calle típica.



Sánchez del Bayo. 22.—Alonso Muñoz, casado con Catalina González, conquatro hijos. 23.—Andrés del Rox, casado con María de los Ángeles, conquatro hijos. 24.—Juan de Ochoa, casado con Ana de Soto, con un hijo.Cristóbal Martínez Amador, casado con Ana María, con un hijo. 25.—Andrés del Billar, casado con María de Bargas, con seis hijos, los cincoavidos en Luisa de Mateo su primera mujer. 26.—Andrés Ydalgo, casado conLuisa Fernández, con quatro hijos. Sevastián Ydalgo, casado con LeonorDíaz, con una hija avida en su primera mujer María Gallega. 27.—Juan deCueto, casado con María Ximénez, sin hijos. 28.—Andrés López Palomira,casado con Sevastiana de Quesada, con tres hijos. 29.—Juan Ruiz, casadocon Ysavel Alonso, sin hijos. 30.—Catalina Alonso y Francisca Maza,hermanas, hijas de Miguel de Siles. 31.—Diego de la Peña de Molina, conquatro hijos. 32.—Lorenzo Fernández, casado con Francisca de Lope, condos hijos. 33.—Jacinto de Becerra, casado con Juana Ximénez, sin hijos.34.—Francisco de Molina, tendero, casado con Francisca Marca Juárez,con ocho hijos. 35.—Bartolomé de Campos Galera, casado con Marca deHeredia, con dos hijos. 36.—Domingo Fernández, casado con CatalinaRodríguez, con tres hijos. 37.—Rafael Alberán, casado con María Ximénez,con una hija. 38.—Miguel Ruiz, casado con Luisa Marín, con tres hijos.39.—Pedro Pérez, casado con Ana Ruiz, con quatro hijos. 40.—DomingoFernández, casado con Juana de Medina, con dos hijos. 41.—BartoloméMoreno Barrionuevo, casado con María Navarrete, con tres hijos. 42.—Diegode la Torre Billar, casado con María Orive, con dos hijos. 43.—Blas de Salas,casado con Juana Ruiz, sin hijos. 44.—Los menores de Andrés Cubero delque es curador el dicho Blas de Salas, que son Cristóbal Rodríguez, AndrésCubero, Catalina de la Torre, Alonso Cubero y Luisa Cubero. 45.—DoñaLuisa de la Cueba, biuda de Don Cristóbal de la Cueba. 46.—Don Luis de laCueba y doña Inés de la Cueba, con seis hijos. 47.—Margarita de Quesada,su criada, hija de Diego de la Torre Billar y de María Hortega su mujer.48.—Don Antonio de la Cueba, casado con Doña Catalina de Carvajal, conzinco hijos. 49.—Marta Camero, su criada, hija de Luis Camero. S0.—Francisco Gómez, alcalde hordinario, y Francisca Amador, su hermana,ambos sin hijos. 51.—El Maestro Pedro de Torres, prior de la Iglesia de laVilla. 52.—María su criada, hija de Francisco Ruiz. 53.—Miguel de Padilla,casado con Catalina de Paredes, con un hijo avido y una avida en YsavelMorena su primera mujer. 54.—Juan de Espinosa de Billena, alcaldehordinario, mozo soltero. 55.—María Alonso, biuda de Francisco Molina.56.—María de Salvador, biuda de Alonso de Hortega. 57.—Alonso deHortega y Francisco Salido, su hijo. 58.—Diego Troyano, casado con MaríaAlonso, con seis hijos. 59.—Francisco Redondo, casado con María Berduriá,con dos hijos. 60.—Juan de la Torre, casado con Catalina de Billena, conun hijo. 61.—María Fernández Canisel, religiosa. 62.—Felipe Ruiz, casadocon Juana de Hortega y María, hija de la dicha Juana de Hortega, avida desu primer matrimonio con Pedro de Luján. 63.—Jorge Moreno, casado conYsavel Alférez, con seis hijos, los zinco avidos en ella y el otro de su primermatrimonio con María de los Ángeles. 64.—Juan Bernal de Hortega, casadocon Antonia de los Covos, con tres hijos. 65.—Madalena Fernández, biudade Alonso Barrero. 66.—Juan Barrero, criado de Alonso Amador y Alonso



Barrero curador de Francisco de la Torre y María Fernández, doncella, hijade la Madalena Fernández. 67.—Luis Rodríguez Redondo, casado conJuana Martos. 68.—Juan Redondo de Martos, hijo de los susodichos,biudo con dos hijos. 69.—Catalina Muñoz, biuda de Gaspar Ruiz. 70.—Gaspar Ruiz, su hijo, criado de Luis Rodríguez Redondo, y Catalina Alonso,doncella hija también del susodicho. 71.—Francisco Gallego, casado conLuisa Martínez, Alonso y Lorenzia hijos de la susodicha de su primermtrimonio con Luis de Quesada. 72.—Juan Casares, casado con YsavelPérez, con un hijo. 73.—Francisco Sánchez Chinchilla, casado con CatalinaPeña de Fruela, sin hijos. 74.—Baltasar de los Reyes, casado con Madalenadel Billar con quatro hijos. 75.—Marcos de Medina, casado con Leonor Díaz,sin hijos. 76.-Pedro López Navas, casado con Francisca Rodríguez, condos hijos. 77.-Miguel López Navas, casado con María de la Paz, con doshijos, el uno llamado Cristóbal y está con don Antonio de la Cueba. 78.-Francisco Anaya, casado con Ana del Billar, sin hijos. 79.-María Ximénez,biuda de Sevastián de Bera. 80.-Sevastián de Bera, su hijo que está alservicio de Salvador Martínez. 81.-Pedro de Arta, casado con Juana Fer-nández, con seis hijos. 82.-Mateo Ruiz, casado con María Ruiz, con quatrohijos. Fernando Redondo, casado con Ysavel Ruiz, con siete hijos. 83.-Francisco Ximénez, casado con Quiteria González, sin hijos. 84.-MaríaRuiz, biuda de Bartolomé Rodríguez, sin hijos. José López, casado conMaría de la Torre, con un hijo. 85.-Ana de Siles, biuda de Luis de la Torre,sin hijos. 86.-María de Espinosa, biuda de Cristóbal de la Torre, sin hijos.87.-Lucas de Albacete, casado con Ma-ría Ruiz, con quatro hijos. 88.-Miguel García, casado con Catalina Martínez, con quatro hijos. 89.-Francisco de Carmona, casado con Leonor de Santiago, con seis hijos.Mateo López Bernal, biudo, con tres hijos. 90.-Diego López de la Iruela,casado con Quiteria González, con siete hijos. 91.-Miguel Heras, casadocon María Alonso, sin hijos. 92.-María Alonso, biuda de Juan Sánchez delBayo. Cristóbal Ruiz y Lorenzo sus hijos. 93.-Juan de Carmona, casadocon Luisa de Molina, con quatro hijos. 94.-Juan M.a Gallego, casado conMaría López, sin hijos. 95.-María Rodríguez, hija de la dicha María Lópezde su primer matrimonio con Diego de la Torre. 96.-Bartolomé Moreno,casado con María de Paredes, con zinco hijos. 97.-Catalina Alonso yJuana de Ramos, hijas de la dicha María de Paredes y Bartolomé Olmedo,su primer marido. 98.-Pedro de Padilla Gallego, casado con Juana de Siles,sin hijos. 99.-Pedro del Águila, casado con Catalina García, con quatrohijos. 100.-Juan Moreno de la Peña, casado con Lucía Alonso, sin hijos.101.-Ysavel de Soto, biuda de Gonzalo Cano y Antonia de Munuera, suhija. 102.-Rodrigo Moreno, casado con María del Billar, con tres hijos.103.-Sevastián de Soto, casado con Ysavel Ruiz, con quatro hijos. 104.-Francisco de la Torre, hijo de la dicha Ysavel Ruiz y de Diego de la Torre,su primer marido. 105.-Alonso Gutiérrez, casado con Catalina Buesa, conquatro hijos. 106.-José Martínez, viudo con dos hijos. 107.-FranciscoMoreno Montesinos, casado con María de Salas, con un hijo. 108.-LuisRodríguez, casado con María Alonso, con dos hijos. 109.-El Maestro BlasAmador, sazerdote. 110.-Andrés de Bargas, casado con María del Billar,con dos hijos. 111.-El Maestro Fernando López del Castillo, sazerdote.



112.-María Ruiz, su hermana. 113.-Bartolomé Martínez Peña, casado conAna del Billar, con quatro hijos. 114.-Juan Ruiz, casado con María deMolina, sin hijos. 115.-Juan de Orozco, casado con Catalina Gómez, conquatro hijos. 116.-Alonso Pérez, que está mozo soltero. 117.-MaríaMontesina, biuda de Alonso Pérez Maza. 118.-Ysavel del Billar y AnaRuiz, sin hijos. 119.-Luis de Quesada Romano, mozo soltero. 120.-AntónRedondo, Martín Salcedo y Alonso Redondo y Diego Alonso, mozossolteros hijos de Alonso Redondo y Catalina Biendicha, su mujer,defuntos. 121.-Alonso Guerrero Ydalgo, casado con Madalena Rodríguez,con tres hijos. 122.-Baltasar de Bera y Luisa de Bera, su mujer con nuebehijos. 123.-Lucía Alonso, biuda de Alonso Redondo, sin hijos, pobre desolemnidad. 124.-Gregorio de Saviote, casado con Ysabel de Navidad, sinhijos. 125.-Jazinto del Billar, casado con Leonor Rodríguez, con seis hijos.126.-Pedro de Palacios, casado con Manuela de la Puebla, con quatrohijos, los tres avidos de su primer matrimonio con su mujer MartaRedonda. 127.-Francisco Sanajes, sacristán, clérigo de menores órdenes.128.-Alonso Amador, casado con Ysavel Ruiz, sin hijos. 129.-Andrés deQuesada Zambrana, casado con María Gotosa, sin hijos. 130.-Juan M. a

Antolino, casado con Lucía de la Torre, con tres hijos. 131.-FranciscoDoncel Alonso, mozo soltero. 132.-Martín Doncel, casado con Ana dePadilla, con quatro hijos. 133.-Luisa de L U N A y Vandaelvira, viuda deLuis de Carmona del Billar y Gregorio Antolino, su hijo 42. 134.—CatalinaHortega, biuda de Diego de Martos, con un hijo. 135.—Gonzalo Muñoz,casado con Madalena Ruiz, con dos hijos. 136.—Juan de Pobes, casado conLuisa de Cosa, sin hijos. 137.—Juan Doncel, casado con Luisa Baena, contres hijos. 138.—Pedro Tamallo, casado con Juana del Billar, con tres hijos.139.—Bartolomé Ruiz del Bayo, casado con Leonor Jurada, con dos hijos.140.—Sevastián Pérez, casado con María Gallega, con seis hijos. 141.—Juan de Cuenca, casado con Catalina González, con zinco hijos. 142.—Pedrodel Castillo, casado con María del Billar, con tres hijos. 143.—CristóbalRodríguez del Billar, biudo con tres hijos. 144.—Fernando Gotoso deAranda, biudo con tres hijos. 145.—Fernando del Villar Herrera, casadocon María Ruiz, con zinco hijos. 146.—Luis del Billar, casado con BernardaLópez, con una hija. 147.—Martín García, casado con Juana Martínez conun hijo. 148.—Andrés, Alonso, Fran-cisco y Sevastiana, hijos de la dichaJuana Martínez y de Andrés Guerrero, su primer marido. 149.—Juan de SotoBera, casado con Bernardina de Molina, con zinco hijos. 150.—Ana Romero,biuda de Sevastián de Salas. 151.—Lucas de Salas, su hijo. 152.—Inés deBaeza, biuda de Juan López García, y Ana de los Ángeles, su hija. 153.—Alonso López, casado con Catalina González, con una hija. 154.—SevastiánGómez, casado con María del Billar, sin hijos. 155.—Melchor Palencia-no,casado con María de Molina, con una hija. 156.—Alonso del Billar, casadocon Ysavel Pérez, con un hijo. 157.—Catalina González, biuda de Luis deCarmona y Guiomar y Lucía sus hijas. 158.—Agustín del Billar, casado con

42 Naturales de Sabiote, hija de Alonso de Vandaelvira «Arquitecto Mayor» de Sabiote, y de Ana

Antolino. Nieta del gran Andrés de Vandaelvira.



María de la Torre, con dos hijos. 159.—Alonso López de la Iruela, casadocon Leonor Martínez, sin hijos. 160.—Esteban Sánchez Casares, casado conCatalina Ruiz, con tres hijos. 161.—Leonor de Molina, biuda de Andrés deBera. 162.—Catalina González y Francisca Beltrán, sin hijos. 163.—Francisco Ortiz, casado con Marta Laroja, con una hija. 164.—MartínFernández, casado con Isabel Ruiz, pobre de solemnidad, con tres hijos quese llaman Isabel Ruiz, la que está al servicio de Luis de CarmonaVandaelvira. 165.—Juan Crespo, casado con Mariana de Medina, con seishijos, los dos dellos son de su primer matrimonio con Mariana Redondo suprimera mujer. 166.—Manuel de Torres, casado con Ysavel Alonso, con treshijos. 167.—Alonso López de la Iruela, casado con Leonor Ydalga, con treshijos. 168.—Juan de Molina Baquero, casado con Ana Ruiz, sin hijos.169.—Bartolomé Martínez Zambrana, casado con Catalina Redonda, condos hijos. 170.—Luis Rodríguez Pobes, casado con Antonia de Jódar, conseis hijos. 171.—Blas de Torres, casado con Catalina de Molina, con seishijos. 172.—Fernando Redondo Zambrana, casado con Ysavel del Billar, sinhijos. 173.—Pedro de Aranda, casado con Marta Gotosa, con un hijo. 174.—Cristóbal de Padilla, casado con María de Rosa, con tres hijos. 175.—Alonsode Aranda, casado con Ysavel Alonso, con tres hijos. 176.—Diego PérezTejada, casado con Doña María de Torres, sin hijos. 177.—LorenzaXiménez, biuda de Juan de Salas, y Fernando Ximénez y Ana Ruiz, sushijos. Madalena Muñoz, biuda de Pedro Rubio, sin hijos. 178.—AlonsoPérez Maza, casado con Catalina Fernández, con dos hijos. 179.—FranciscoLópez, casado con Juana de la Cruz, con zinco hijos. 180.—GravielGonzález, casado con Ysavel de..., con quatro hijos. 181.—Luisa deQuesada, biuda de Salvador Martínez. 182.—Diego Martínez, su hijo, queestá en serbicio de Alonso Pérez Maza. 183.—Nicolás de Quesada, casadocon María de la Parra, con una hija. 184.—Francisco Ruiz Millán, casadocon María de Padilla, con quatro hijos que una llamada María está enserbicio del Prior de la Yglesia de esta Villa. 185.—Andrés de Calatrava,casado con Francisca Martos, con tres hijos. 186.—Luis Maza Marín,casado con Catalina Ruiz, con un hijo. 187.—Francisco de Bustos, casadocon María de la Cruz, sin hijos. 188.—Manuel Romero, casado con Maríade la Cruz —digo Lucía Alonso—, con una hija. 189.—Lucas Camero,casado con Juana Ruiz, con tres hijos. 190.—Alonso Fernández, ciego,pobre de solemnidad. 191.—Juan de Bargas, casado con Catalina delBillar, con tres hijos. Luis de Ydalgo, casado con Ysavel de Torralba, sinhijos. 193.-Francisca de Arjona, su criada. 194.-Alonso del Billar,Capellán, clérigo de menores órdenes. 195.-Aurora Rodríguez, su criada.196.-Diego de la Torre Cuesta, casado con María Alonso, sin hijos. 197.-Tomás Garrido, casado con Catalina Pérez, con un hijo. 198.—FranciscoJurado, casado con María de la Paz, sin hijos. 199.—Juan Ximénez,casado con Luisa del Álamo, con dos hijos. 200:—Luis de Carmona yVandaelvira, casado con Margarita de Teruel y Almazán, con dos hijos 43.201.-Lucía de Almazán, biuda de Alonso López de Martos. 202.-Ana 43 Nieto de Alonso de Vandaelvira «Arquitecto Mayor» de Sabiote y segundo abuelo de don Antonio deMelga-rejo, primer marqués de Lendínez.



Montesina y Catalina de Martos, sus hijas. 203.-Luis del Billar, casadocon Luisa Fernández, sin hijos. 204.—Luis de Roa, casado con Ana deLorena, sin hijos. 205.—Luis Hermano Cano, casado con Luisa Fernández,sin hijos. 206.—Cristóbal Gallego, casado con Blanca del Billar, con doshijos. 207.-Andrés de Aranda, casado con María de Peralta, con quatrohijos. 208.-Lucía Alonso, viuda de Cristóbal Redondo. 209.-Cristóbal Re-dondo, María Redonda y Ana Hortega, sus hijos. 210.—Madalena delBillar, biuda de Juan Gallego, sin hijos. 211.-Alonso del Billar Orta,casado con Ysavel de Biedma, con dos hijos. 212.-Luis Ydalgo de Quesada,casado con Inés de Torralba, con tres hijos. 213.-Pedro de Padilla, casadocon Juana Ruiz, con quatro hijos. 214.—Alonso de Molina, casado conLeonor de Medina, sin hijos. 215.—Luis de la Torre, casado con MaríaAlonso, con tres hijos. 216.—Francisco Gar-cía, casado con JuanaMartínez, con dos hijos. 217.—Miguel de Rosales, casado con María Alonso,con ocho hijos. 218.—Ysavel de Soto, doncella. 219.—Juan de Sigura,casado con María del Billar, con un hijo. 220.—Catalina Bendita, biuda deAlonso del Billar Hermano. 221.—Benito del Billar y Juana Hortega, sushijos. Martín Gallego, casado con Madalena Rodríguez, con tres hijos.222.—Miguel de Olmedilla, casado con María Ximénez, y tal susodicho alserbicio de Juan de la Torre. 223.—Jazinto Sánchez, casado con CatalinaRuiz, sin hijos. 224.—Francisco Ramírez, casado con Luisa de Molina, sinhijos. 225.-Francisco Ximénez, casado con Catalina de Molina, con doshijos. 226.-Juana Morena, biuda de Mateo López, Tomás de Molina, suhijo, que está al serbicio de Juan Merino Peña, Mateo Muñoz, casado conCatalina de Siles, con un hijo. 227.-Juan de Xinea, biudo con quatro hijos.Marina Gotosa, biuda de Pedro de Padilla y Miguel de Padilla hijo, que estáen serbicio de Juan de Siles Martínez. 228.—Juan de Espinosa Amador,casado con Quiteria González, con quatro hijos,. 229.-Luis Hermano,casado con Ysavel de Santiago, sin hijos. 230.—Fernando López, casadocon Catalina Redonda, con quatro hijos. 231.—Jorge Gómez, casado conInés Muñoz, con dos hijos. 232.—Juan de Siles Martos, casado con Marca deOchoa, con dos hijos. 233.-El Licenciado Pedro de Ochoa, sazerdote. 234.-Diego de Carmona, casado con Ysavel de Ochoa, sin hijos. 235.-Mateo deBalboa, casado con María Alonso, con un hijo. 236.—Francisco González,casado con Marca Tomás, sin hijos. 237.—Madalena de los Covos, viuda deAntón Martínez Blanco, sin hijos. 238.—Lucas Fernández, casado conMaría de Hortega, con tres hijos. 239.-Luisa Hortega, biuda de JuanFernández del Castillo y Catalina de la Parra, su hija. 240.—Ysavel Alonso,biuda de Cristóbal de Luna, Martín López y Catalina González, sus hijos.241.-Cristóbal de Cazorla «El Mozo», casado con Jazinta Gutiérrez, condos hijos, el uno está sirbiendo a Su Magestad en Catalunia. 242.—JuanMoreno, casado con María Romera, con dos hijos. 243.-Diego de Mateo,casado con Juana de Almazán, y Juan de Mateo. 244.-Andrés de la Peña,casado con María de la Paz, con quatro hijos. 245.-Francisco Gómez,casado con Antonia Becerra, con dos hijos. 246.-Cristóbal de Cazorla «ElViejo», casado con Juana Ruiz, con un hijo. 247.-Alfonso Pérez de Cuéllar,casado con Catalina Hita López, con quatro hijos. 248.-¿Asensio?Martínez, casado con María de Quesada, con quatro hijos. 249.-Luis Maza



«El Viejo», con ocho hijos, casado con María Alonso. 250.-Blas MartínezRecio, mozo soltero. 251.-Bartolomé Delgado, casado con Catalina deMadrid, sin hijos. 252.-Fernando Hurtado, casado con Lucía María, contres hijos. 253.-Domingo Ribero, casado con Marca de la Cruz, con unahija. 254.-Fernando Sánchez Martínez, casado con María de Molina, conzinco hijos, uno de los quales llamado Fernando es tenido con FernandoRedondo. 255.-Pedro Monte-sinos de Sigura, casado con María Ximénez,con dos hijos. 256.-Francisco Fernández Casares, casado con María de laO, con una hija. 257.-Alonso de Larrioisa, casado con María Ruiz, con treshijos. 258.-Ana Ruiz, biuda de Juan Martínez Santiago y Juan de Cazorlacon su hija. 259.-Cristóbal Martínez, casado con María López, con quatrohijos. 260.-María Redonda, biuda de Diego de la Torre y Juan Redondo, suhijo. 261.-Alonso Guerrero, biudo con quatro hijos. 262.-FernandoRedondo, casado con María de la Torre con zinco hijos. 263.-Tomás deCazorla, casa-do con María Ydalga, con quatro hijos. 264.-AlonsoMelguizo, casado con Luisa Martínez, con tres hijos. 265.-Bartolomé dePadilla, escribano, biudo con zinco hijos. 266.-Sevastián Romero de Padilla,clérigo de menores órdenes. 267.-Ysavel Ruiz, biuda de Pedro de Palacios,sin hijos. 268.-Bartolomé Martínez Cano, casado con María Alonso, sinhijos. 269.-Cristóbal del Pino, casado con Inés de Campos, con dos hijos.270.-Francisco Gómez Garrido, casado con María de Quesada, tiene unhijo de su primer matrimonio con Catalina González. 271.-Miguel López,casado con Luisa de Lara, sin hijos. 272.-Ana de la Paz, biuda deFrancisco de Cazorla, sin hijos. 273.-Juan de la Torre, casado con LuisaSaravia, con tres hijos. 274.-Francisco de la Torre Soto, casado con MaríaBaena, con tres hijos. 275.-Cristóbal de Siruela, casado con Antonia deBiedma, con una hija. 276.-Juan Maza, su criado. 277.-Ysavel de Soto,biuda de Marcos de Jerica, sin hijos. 278.-Isidoro de la Plaza, casado conYsavel de Bera, con un hijo. 279.-Juan Crespo, casado con Luisa deIruela, sin hijos y pobre de solemnidad. 280.-Juan Medel, casado conCatalina Santiago. 281.-Bartolomé de Balboa, casado con María Alonso.282.-Bartolomé Rodríguez, casado con María Alonso, con quatro hijos.283.-Francisco de Melgarejo, casado con Juana Morena, con quatro hijos.284.-Marina de Siles, biuda de Lucas Fernández y Francisco Fernández, suhijo. 285.-María de Molina, biuda de Luis Muñoz y Sevastián Muñoz, suhijo. 286.-Juan de..., casado con Ysavel Gutiérrez, sin hijos. 287.-MartínSánchez, casado con Juana Fernández, sin hijos. 288.-Luis de Roa, mozosoltero y Ana del Billar su hermana, doncella. 289.-Ana Baena, biuda deCristóbal Díaz y Ana de Soto, su hija. 290.-Fernando de la Peña, casadocon Catalina González, con zinco hijos. 291.-Fernando del Billar Gotoso,casado con Antonia de Jesús, con quatro hijos. 292.-Antonia Rodríguez,biuda de Luis Muñoz y su hija. 293.-Manuel López, casado con MaríaAlonso, sin hijos. 294.-Fernando del Villar Montesinos, casado con MaríaAlonso, con siete hijos. 295.-Juan Bázquez de Hortega, casado conSevastiana Gutiérrez, con un hijo. 296.-Bartolomé Medel Antolino, casadocon Ana de la Cruz, sin hijos. 297.-Francisco López de Bado, casado conLuisa Fernández, con un hijo. 298.-Lucía Alonso, biuda de Juan Bueno,sin hijos, pobre de solemnidad. 299.-Francisco de Molina, casado con Lucía



Marín, sin hijos, tiene uno de primero matrimonio con Juana Martínez, suprimera mujer. 300.-Graviel de Sigura, casado con Juana Baena, con unhijo. 301.-Alonso Gallego Peña, casado con Juana Ruiz, con un hijo. 302.-Diego García, casado con Marca de Heredia, con tres hijos.303.-Francisca Rodríguez, biuda de Andrés Martínez Peña, sin hijos.304.—Ysavel Alonso, biuda de Bartolomé Gallego, sin hijos. 305.—JuanRuiz, yerno de Jurado, casado con María de la Paz, con zinco hijos. 306.—Juan Martínez, casado con Ana de Iteria, con quatro hijos. 307.—ElLicencia-do Pedro de Becerra, sazerdote. 308.—Pedro de Bargas, casado conClara Antolino, sin hijos. 309.—Alonso de la Torre, casado con LeonorRodríguez, con seis hijos. 310.—Antonio de Jódar, casado con MaríaBendita, sin hijos. 311.—Alonso del Billar, casado con Leonor Rodríguez,con dos hijos. 312.—Luis Maza «El Mozo», casado con Catalina Alonso, condos hijos. 313.—Salvador Martínez, casado con María de Santiago, conquatro hijos. 314.—Andrés de la Peña Ydalgo, casado con María de la Cruz,con zinco hijos. 315.—Diego Gallego, casado con Elbira de Trillo, con qua-tro hijos. 316.—Juan Ruiz, zapatero, casado con María Montesina, con doshijos. 317.—Juan Ca-mero, casado con María López, con quatro hijos.318.—Mateo Ruiz de Balboa, casado con Luisa M. a, con tres hijos. 319.—Luis de Rosales, casado con María de Bera, sin hijos. 320.—María de Bera,biuda de Bartolomé Maza y Juan López y María Ruiz, sus hijos. 321.—Alonso Fernández de Lara, casado con Ana Hortega, con zinco hijos. 322.—Alonso Sedeño, casado con Madalena González, con zinco hijos. 323.—DiegoMartínez, casado con Ysavel Ruiz, con seis hijos. 324.—Pedro de Becerra «ElViejo», mozo soltero, sin hijos. 325.—Catalina del Billar, biuda de Juan delBillar, y Juan del Billar su hijo. 326.—Elbira Alonso, biuda de Alonso deMunuera, y Marcos de Munuera su hijo, que está en servicio de Mateo Ruiz,y Alonso de Munuera su hijo que está al serbicio de Juan Sánchez delBayo. 327.—Mateo de la Torre, casado con María Alonso, con siete hijos.328.—Pedro Fernández, casado con Luisa de Quesada, sin hijos. 329.—Juan Rodríguez, yerno de Miguel Ruiz, casado con María Ruiz, con un hijo.330.—Juan Peco, casado con Luisa del Billar, con dos hijos».

AUTO.

«En la Villa de la Torre de Peroxil a beintidós días del mes de Febrero demill seiscientos y quarenta y tres años ante el dicho Juez y ante mí elpresente escrivano real parecieron Juan de Espinosa de Billena y FranciscoGómez, alcalde hordinarios de la dicha Villa y Bartolomé de Campos Galeray dijeron que en conformidad de causa que convenido an echo el padrón dela bezindad que es el que ysiben. Y que lo han fecho con toda justificaciónsin yncurrir ni ocultar ningún vezino.

Y bisto por su merced el dicho Juez se mandó juntar con los demásautos para en virtud del y de las demás diligencias que se hicieren azer lasuma de nuebo y lo firmó ante mí Domingo Badasan».

LOS PRIMEROS INTENTOS DE INDEPENDENCIA · de la Torre de Pero Gil, inicia seguidamente un pleito...

Documents

Transcript of LOS PRIMEROS INTENTOS DE INDEPENDENCIA · de la Torre de Pero Gil, inicia seguidamente un pleito...