36 la GaCETa Sábado, 16 de junio de 2012

-¿Qué diferencias hay en-tre un dentista y un proté-sico dental?-Los dentistas son los profesionales responsables de atender clínicamente a los pacientes y realizar todo tipo de maniobras necesarias en su boca para rehabilitar el apara-to masticador o restaurar los dientes. Son los únicos que pueden intervenir en la boca para tratar el eden-tulismo o “desdentación” y las maloclusiones, y los responsables de realizar el diagnóstico, de informar al paciente de la propues-ta terapéutica, de tallar y preparar los dientes, de realizar la prescripción con la toma de impresiones y registros, de llevar a cabo el modelado clínico de rode-tes articulares, de realizar las pruebas clínicas oportu-nas y de terminar la puesta en servicio de la prótesis con la necesaria coloca-ción y adaptación clínica del aparato. Los protésicos dentales son profesionales técnicos y aunque pertene-cen al ámbito sanitario no son profesionales clínicos o asistenciales. Ni tienen la formación, ni las compe-tencias legales necesarias para atender clínicamente a la población. Su traba-jo se limita únicamente al diseño, preparación, elaboración, fabricación y reparación de las prótesis en laboratorios o centros de fabricación, siguiendo siempre la prescripción e indicaciones que necesa-riamente tiene que reali-zarle el dentista, y en la que

“Los protésicos dentales que atienden clínicamente a pacientes cometen intrusismo profesional y

ponen en grave peligro su salud ”

Àngela Marful. Barcelona

Los dentistas son los únicos profesionales con la for-mación y la competencia legal necesarias para atender y tratar clínicamente los problemas de salud bucoden-tal de los pacientes. Analizamos con su presidente los problemas del intrusismo profesional en este sector, y la necesidad de crear especialidades odontológicas.

Alfonso Villa Vigil, Presidente del Consejo General de Colegios de Dentistas de España

se detalla las características específicas de diseño y los requisitos particulares que expresamente haya plani-ficado el facultativo. Cual-quier intervención de un protésico dental en la boca de un paciente constituiría la infracción tipificada por el Código Penal como in-trusismo profesional.

-¿Qué problemas podría tener un paciente si no se adapta correctamente el aparato a su boca?-Una prótesis tal y como sale del laboratorio pro-tésico no es un producto acabado y listo para su uti-lización. Quiero destacar la importancia que tiene una buena adaptación de las prótesis ya que, de lo contrarío, el paciente po-dría sufrir daños como la rotura o pérdida de dientes sanos, disminución de la movilidad articular, dolor, artropatía, sordera, ruidos en los oídos, vértigo, o in-cluso heridas provocadas por el roce del aparato que si no se corrigen podrían degenerar con el tiempo en cáncer de boca. Por eso, si un paciente utilizara una prótesis tal y como sale del centro de fabricación, y por lo tanto sin la adecuada puesta en servicio por el dentista, su salud correría un serio riesgo.

P.- ¿Un paciente podría comprar directamente su prótesis al protésico que la fabrica?Rotundamente, no. Con-ceptualmente, los produc-tos sanitarios realizados

a medida, como es el caso de las prótesis dentales, no son bienes que se ven-dan, sino que se encargan o contratan, y este “contrato de obra” no se puede ha-cer con independencia del dentista que finalmente es el que va a tener que adap-tar y colocar la prótesis y el responsable único del tratamiento. Además, para la fabricación de apara-tos a medida se requieren pruebas y datos tridimen-sionales, como las impre-siones y los registros, cuya obtención está reservada a los dentistas, por ser los únicos profesionales cuali-ficados y autorizados para ello, a diferencia de los pro-tésicos, que trabajan sobre moldes o modelos en los llamados laboratorios de prótesis, que ni son centros ni establecimientos sanita-rios, por lo que no pueden estar abiertos al público, entre otras cosas por su inevitable contaminación ambiental. Por otro lado, cuando un dentista coloca y pone en servicio una pró-tesis no la está vendiendo, comercializando, poniendo en mercado, suministran-do, dispensando o distribu-yendo, y así expresamente lo dice la Ley (Disposición adicional 13ª de la Ley 29/2006), sino que la está incluyendo e incardinando en un tratamiento. Esta “puesta en servicio” sólo la puede hacer un dentista porque es el único forma-do y autorizado para hacer tratamientos de anomalías y enfermedades de la boca y los dientes. A ningún

paciente se le ocurriría ir a un centro de fabricación de prótesis de cadera o de implantes mamarios para comprar esos productos sa-nitarios que posteriormen-te deberá colocar (y por eso, antes también elegir) el traumatólogo o el ciruja-no estético. Con las próte-sis dentales ocurre exacta-mente lo mismo.

-¿Cómo puede saber el paciente lo que está pa-gando por su prótesis dental?-Es importante que los pa-cientes sepan que en todo tratamiento protésico hay dos tipos de costes: los de la fabricación del producto sanitario (prótesis dental) que viene fijado por el labo-ratorio protésico, y los ho-norarios que cobra la clíni-ca y el dentista. El paciente debe conocer que tiene de-recho a pagar directamente al protésico dental el precio de la fabricación de la pró-tesis. De esta forma, tiene la posibilidad de abonar al dentista sus honorarios

y al protésico los suyos de forma independiente. Pero también puede pagar los honorarios de ambos pro-fesionales directamente al dentista. Si así ocurriera, los odontólogos y médicos estomatólogos tienen la obligación legal de desglo-sar en la factura el coste de la fabricación del aparato y sus honorarios por el trata-miento rehabilitador (Ley 29/2006).

-Háblenos de las nuevas necesidades de la Odon-tología española, ¿Por qué son necesarias las es-pecialidades odontológi-cas en nuestro país? -La creación de las Espe-cialidades Oficiales es una propuesta histórica en la que llevo trabajando desde mi primer mandato como presidente hace casi 17 años. La puesta en marcha de estas especialidades no afectará a las actuales atri-buciones y competencias profesionales de los den-tistas, de forma que todos los dentistas podrán efec-

tuar cualquier tratamiento odontológico, con la única diferencia de que aquellos que hayan realizado la es-pecialización podrán deno-minarse “especialistas” en la especialidad realizada. Sin lugar a dudas, se trata de un algo absolutamente necesario ya que, durante los últimos años, se han producido considerables avances tecnológicos en nuestra profesión que han provocado que, dado el li-mitado espacio de tiempo de los actuales planes de estudio, sea difícil adquirir las competencias necesa-rias en todos los niveles de diagnostico y terapéutica. Dado que este proyecto tardará todavía algunos años en ser una realidad, el Consejo General está creando una serie de títu-los propios, no oficiales, de “Dentista Especialista del Consejo General de Den-tistas” en una decena de ramas.