Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al...

664

Transcript of Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al...

Page 1: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima
Page 2: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Annotation

El libro 'Los que se echaron almonte', de Isidro Cícero, y editado porEdiciones Tantín, alcanza su undécimaedición tras haber vendido más de125.000ejemplares.Lanovelaesla"másexitosa" de entre losmás de 700 títulospublicados por la editorial. Según hainformado la editorial cántabra en unanotadeprensa, laobraestásiendo"todoun éxito de ventas" por lo que se havueltoaponerencirculación"debidoalademanda que suscita". Juanín yBedoya,losúltimosguerrillerosqueresistieronalfranquismo en los montes de Cantabria,

Page 3: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

fueronhéroespopulares entre el silenciode la represión. Los niños de todas lascomarcas que circundan el recóndito yhermosovalle deLiébana, enCantabria,hanjugadodesdehacedécadasaJuanínyBedoya.Semofabandeloscercosquelestendían los supuestos guardias, yquedaban para el arrastre después de unpillo que te pillo en los bosques y lospradosdondecorreteabantiroteándosedementira. Pero la bárbara resistencia deestos dos guerrilleros que se echaron almonteparalucharcontraelfranquismo–losúltimosen laPenínsula– fuede todomenos una broma. A Juan FernándezAyala, la vida le dio cuatro cosas: uninstintocasianimalparalasupervivencia,suproverbialtozudez,elidealismodelosirredentosymuchospalos.Encambio,a

Page 4: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

FranciscoBedoyaGutiérrezletocaronengracia otros atributos: un corpachón degigante homérico, un corazón sensible,unahabilidadextremaparatallarjuguetesdemaderayalgunospalosmásqueasucompañero Juanín. El destino tuvo lamala idea de unirles para echarse almonteenplenadictadura.Suvidacomofugitivos fue tan grandiosa que alconvertirse España en un país normalacabaron colgándose la medalla de lasleyendas.

I.HanmatadoaJuanín.1.ELLUNESDEPASCUA2.24DEABRIL3. ¿SIMPLEMENTEBANDOLEROS?

Page 5: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

4.ENREDACCION5.HANMATADOAJUANIN,EXCELENCIA6.REGAÑALAABUELA7. UN CALIDORECORDATORIO8. GUARDIA CIVILRETIRADO9.MALASUERTE10.SANTASMISIONES

II. ¡Si no hubiera sido aquellaguerra...!

1.20AÑOSANTES2.LATABACALERA3. TRESVISO, SOTRES,BEJES

III.PoresosmontesdeDios.1. CANTABRIAINSURGENTE

Page 6: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

2.CERRO3.PEDRIN4. YO ESTUVE EN LAGUERRILLACONJUANIN5. POLACIONES, BUENATIERRA

IV.Mira cómo se pasea la GuardiaCivilporlacarretera.

1.GUARDIASYBANDIDOS2.INVASIONENCAMIONESDEPESCADO3. YO ANDUVEPERSIGUIENDOALOSDELMONTE4.LAPAREJA5. «USTED HA RECIBIDODINERO DE LOS DELMONTE...»6. MUERTE DE LOS

Page 7: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

GUARDIAS DE CABRALESYOTRASAVENTURAS

V.Aquelmuchachotedabahastalacamisa.

I. JUANIN DE LOSBOSQUES2. YO ESTUVE EN LACARCELCONBEDOYA3. VACAS Y HOMBRES ENHOLOCAUSTO4. EN TAMA, 20 DEOCTUBREDE19525. JUANIN Y BEDOYA, ENPAREJA6. DESTERRADOS ENVALDERREDIBLE7. ASI MATARON ABEDOYA

Page 8: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

ISIDROCICEROLOSQUESEECHARONAL

MONTE

Page 9: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

I.HanmatadoaJuanín.

Page 10: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

1.ELLUNESDEPASCUA

El día que mataron a Juanín era

miércoles,24deabrilde1957.Dosdíasantes,comotodosloslunesdelaño,habíasido mercado en Potes. Elcorrespondiente al lunes de Pascua. Unmercado importantepara loscampesinosdelacomarcalebaniega,quepresentabancorderosdelosPicosdeEuropa,becerrosde Peña Sagra, recentales de lasestribacionesdePeñaLabra.

QuitandolaferiadelosSantos,el2denoviembre,ylaferiadeSanPedro,29de junio, en ninguna otra ocasión laestanza de la Serna se vemás animada.En la plaza de piedra, los tenderetes delosgallegos,lastresvisanasconsuqueso

Page 11: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

picón,renoverasconrepollosypatatasdesiembra, mujerucas con sayal paraescarpines, albarqueros, pernianos,tratantesdeAsturiasyLeón,chonerosdeValderredible.CamionesdevinoyharinadelatierravecinadePernía,compradoresdePolacionesyLamasón,curas jugandoal mus con los paisanos, en el café deCiella o en el de Cabo o dondeLombraña,oenCasaCabo.Maestrasqueacaban de llegar en el coche de Chiscopara empezar el último trimestre,pendientes del carácter hosco quepresentaeldía.

Las maestras se acercan al señorarcipreste,oadonDesiderio,elcapellándeSantoToribio,parapreguntarlescómoy cuándo se va a organizar este año el«Día delNiño» en elMonasterio.Y los

Page 12: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

sacerdoteslescontestanquecomoelañoanterior: habrá concurso de doctrina porescuelas, y luego, porAyuntamientos.Ylos vencedores de los Ayuntamientosserán automáticamente erigidos enPríncipes del Catecismo con su bandacorrespondiente; luego, en reñidacompetición, se elegirá entre todos elEmperador y laEmperatriz catequísticosdetodaLiébana.

Nohacemuchosehancambiadolostextosdelcatecismo.Dondedecía«vengaa nos el tu reino», ahora hay que decir«vengaanosotrostureino».

Labonitamaestradeunpuebloaltocomenta esta pregunta socarrona que lehizoelpadredeunalumno:

—Señorita,¿dejaráncomoestabaelsextomandamiento?

Page 13: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—Pues no: antes decíamos «nofornicarás»; ahora hay que decir «nocometerásactosimpuros».

—Pero «la cosa» sigue siendo lamisma,¿eh,señorita?

La maestra reía acordándose de lacaradecepcionadadellabrador.

Aquel lunes, la Guardia Civil, enparejas, se paseaba arriba y abajo porentre el bullicio de la gente. Otrosguardias de paisano que tomabantostadillo con algún vecino de La Vega,de Barago o del mismo Potes hacíanpreguntas y preguntas como si nopretendierannada.

Aquel lunes,unamujeruca,despuésdemiraratodosladosconrecelo,recogióunas botas recién remendadas en lazapateríaycompróunalibretucaencasa

Page 14: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

de Sandi, con el nombre de «La Luz»impreso en cada hoja. Estas libretasacababan de llegar de Santander y seconsiderabanunanovedad.Quiénsabesiacaso compró también algo de tabaco.Todoguardadoenlamismaespuertaquepor la mañana traía al mercado dosmantecas y tres docenas de huevos, lamujer se volvió en la línea para supueblo.

Sólo dos días más tarde, las botasrecién remendadas las llevaba puestasJuaníncuandolemataron,yenelbolsillode la chaqueta de pana encontró uno delos números de laGuardia Civil aquellalibreta con algunas cosas escritas. Sepreguntó mucho, pero nadie recordabahabervistoaquellamujeruca...

Había mucha gente aquel día en

Page 15: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Potes. Se compraba y se vendía. Unaconversación común: Juanín y Bedoya.Otra conversación común entre la gentejoven: en Bilbao, en Torrelavega, seganabamásdinero,setrabajabamenosyhabíamásposibilidadesparaayudaraloshijos. Era la naciente idea de laemigración.

Se dice que el lunes de Pascua,aprovechandoeltumulto,alguiensusurróal oído de cierta persona un nombre, unlugar, una fecha, una hora. Se dice queese susurro llegó hasta el oído del cabode laGuardiaCivil enVegadeLiébana.Se dice que el cabo tuvo dos días parapreparar una estrategia infalible queacabaraconJuanín.

A nosotros nos han dicho nombrespropios, pero nosotros no podemos

Page 16: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

repetirlos.

Page 17: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

2.24DEABRIL

«Dicen que murió Juanín no sé si

seráverdad»...Cantanasíunascoplasanónimas.La

gente no sabe si creer o no creer lanoticia, tantas veces dada y otras tantasdesmentidaporloshechos.

Mucha gente dice que el encuentrode la pareja de guardias con Juanín yBedoya, que iba a terminar con la vidadel primero, fue casual.Otros dicen queestaba perfectamente planificado desdetiempo antes. Hay quien lo achaca a unservicio mal hecho de la guardia civil.Los responsables de este servicio malhecho, que acabó con la vida de Juanín,el hombremás buscado y por el que se

Page 18: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

pagaba la más alta recompensa de laposguerra santanderina, fueronLeopoldoRollanArenales,cabodelaguardiacivil,yunnúmerodelamisma,AngelAgüerosRodríguez, de Cabárceno, que ya en sudíahabíamatadotambiénaJoselón,otrofamosohuidoporlosmontescantábricos.

La noche estaba oscura. Llovíafuertemente.Eraabril;habíafloresenlosfrutales. Se acababan de arar las tierraspara la siembra y de injertar algunosmanzanos. En las cocinas de las casas,acurrucadas junto a la lumbre, lasmujeres remendaban los zurrones de losvaqueros o preparaban la tortilla delpastor para el día siguiente. Algúnmuchacho, a la luz de un carburo,empezaba los primeros ejercicios dearitmética del trimestre. Regresaban los

Page 19: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

hombres tosiendo frío de las cantinas.Carraspeaban los abuelos en la cama.Elvecero del día siguiente, o sea el quetenía que llevar las ovejas de todos losvecinos a pastar, salió a la puerta de lacasuca para ver qué cara tenía la noche.Si llovía aún, sería preciso escogerlugares resguardados del viento y de lalluviaparallevarlosrebaños.Latareadevecerosehaceporturnoenlaaldea.

Derepente, losdisparosatormentanlanoche.

—¿Hasoídoalgo?—Creoquefuerontiros.—Algunoqueandaráaljabalí.—Oallobo.Almomentoseoyengritos.Ypoco

más tarde llega a voces la noticia: «quemataronaJuanín,quemataronaJuanín».

Page 20: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

La gente dudaba en salir de casa ometersemás adentro.Experiencias habíaen las que la una y la otra decisiónresultaban igualmente peligrosas. Habíaamainadolalluvia.

—¿Dónde ha sido?, —En lacarretera, en el cruce que sube paraSeñas. Junto a los maderos deFombellida.

Lagenteseibaacercando,temerosa,sin atreverse a decir nada, porquecualquier frase podría tomarse consegundas intenciones. Muchos sequedaron en casa sin salir, porconsiderarlo menos comprometido, perotampoco pudieron conciliar el sueño entoda la noche. Empezaron a moversecoches para arriba y para abajo. En nopocas camas se lloraba aquella noche

Page 21: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

invernal.Yempezaron lasexplicaciones.Los

guardiasdecíancómohabíasido:—QuesubíanelcaboyAngelporel

caminodeBarago,yaesode lasnuevedelanoche,losvieronvenir.Entonceslesecharon el alto y ellos abrieron fuego.Entonces Angel se puso aquí y el caboaquí,dispararonycayóuno.

Elotroechóacorrer.Seacercaronyaquí lo tenéis, ¡Juanín! Bedoya seescondió.Hayqueirabuscarle.

Unos cuantos vecinos fueronrequeridosparaacompañaralosguardiasen la busca y captura de Bedoya.«Seguramentevaherido»,decían.

«No podrá ampararse sólo en estaregión,que apenas conoce», auguraba el«Diario Montañés» del día siguiente.

Page 22: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Aquella noche, Bedoya, el compañeroinseparable de Juanín, estuvo pidiendocomida por algunos de los pueblos delvalle de Cereceda. Iba nervioso,desencajado.«Parecíaunafuria»,diceunvecino que le entregó medio kilo dechorizos.

Amanece. Bedoya, ciento quincekilos de peso, uno ochenta y cinco deestatura, ya va bien distante del cadáverde su amigo. La mañana está plomiza,fría. Un hombruco, envuelto en viejagabardina, con el paraguas colgado delbrazo, ha madrugado mucho hoy paracebar lasvacasdel invernal.El invernal,en Liébana, es una de las másimportantes cosas que existen. Enalgunos pueblos lo llaman «envernal» yen otros «cabana». Allí pasan las vacas

Page 23: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

parte del invierno, comiendo la hierbaseca, almacenada durante el verano enfatigosas jornadasdesolasol.Estántandistantes muchos invernales del pueblo,que a veces es imprescindible llevar lacomida para todo el día. Existeninvernales a los que hay que llegarrompiendolanieve,enlosmesesdifícilesdediciembreyenero.

Page 24: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima
Page 25: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Bedoya ha visto al vaquero. Elvaquero ha visto a Bedoya e intentaescondersepasandoporotrositio,dandoun rodeo. Pero enseguida se le plantadelanteelhercúleomocetón.

—Oiga,vengaustedparaacá.Llegaelhombre,temeroso.

—¿Porquéseescondíausted?—Noseñor,nomeescondía.Esque

yosiemprepasoporahí.—Mentira.Siemprepasasporaquí.

Pero ahora me has visto y me tienesmiedo.

—Bueno...,sí.Tiritaba el hombre de miedo y de

frío. Teníamala fama Bedoya. Fama desanguinario.

—Tú,¿cómotellamas?—Samuel.

Page 26: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—Ya sé quién eres. Tú tienes unhermanocura.¿Túmeconocesamí?

—No...yo...—Pues soy Bedoya. Y no me digas

unamalapalabra,porqueaquímismotepartolacabeza.Acabandematarmeamiamigoysoycapazdecualquiercosa.Asíque lo primero de todo se lo dices a tuhermano. Y después, a la guardia civil.QuehasvistoaBedoyayqueBedoyasecaga en la madre que los parió. ¿Se lovas a decir?... Se lo. dices, ¿eh? Y lesdices también que voy en esa dirección,quemesigan.

El hombre está pálido. Le tiemblanlas manos a Bedoya. Le late fuerte elcorazónalpastor.

—¿Tienescerillas?—Sí,aquíllevounacaja.

Page 27: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—Pues tráela. Toma cien pesetasporella.

—Hombre,yo...telaregalo.—Nada, coge ese dinero. Cien

pesetas. Yo pago siempre, si tengo conqué.

Se dio aviso a los guardias.Siguieronel caminoque les indicarony,efectivamente,porallípasabanlaslargaszancadas de Bedoya, hasta que en unosmatorralesseperdiósurastro.

Entre tanto, en la Vega, elacribilladocadáverdeJuanínpermanecíaexpuesto al público. Llegaba muchagente a verlo.Se contaban anécdotas, sedecían mentiras. Alguna gente rezaba.Todos estaban muy serios. No faltabaquien a escondidas se enjugaba unalágrima. Hubo uno que pisó el cadáver

Page 28: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

conindignación.Otrodijoquehabíaqueenterrarlo en un camino como a losperros.

Clavaronunospalosenelmuroqueaguantaba el terraplén y le pusieron depie contra las piedras, cobrando unimpresionanteaspectodecrucificado.Erapara sacarle fotografías. La gente locontemplaba todo en silencioyveía conrepulsaestasmacabrasceremonias.

Había muchas conjeturas que seexponíanenvozbaja.

Segúnunos,enelcuartelsesabíaeldía y la hora exacta en que Juanín yBedoyaibanabajaralaVega.

La estrategia que emplearon losguardiasfuebienoriginal:

De la Vega salen tres carreteras apueblos opuestos: una a Potes, otra a

Page 29: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Dobres y la tercera al Puerto de SanGlorio. Por cada una de estas carreterassalió a patrullar una pareja. Interesabahacer ver que se quedaba la Vega singuarnición. La orden era salir doskilómetros y regresar todos al cuartel.Estaba planeado de tal modo que, alregreso, la pareja que había ido haciaBaragoyDobrestuvieraqueencontrarseconlosemboscadosalbajardeSeñasalaVega.

ElcaminoquebajadeSeñasseunealacarreterapocoantesdehaceréstaunacurva, que impide la visibilidad de laparte de arriba. Al lado contrario de lacarreteraestáelcementerio,ymásabajo,yaenelrío,elmolino.Trasesacurvaseescondieronlosguardias.Juanínveníaelprimero, y creyendo que la pareja ya

Page 30: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

había pasado, intentó cruzar la carreterasin precaución. Fue entonces cuando lemataron.

Había entonces allí unos maderos,esperandoser llevadosa laserrería.Trasuno de ellos intentó parapetarse Juanín,pero no le sirvió de nada.Ya iba heridode muerte. El madero tras el que setumbó nunca se pudo hacer tabla por lacantidad de plomo y metralla que teníadentro.

Bedoyaveníadoscientosmetrosmásatrás. Pudo haber matado a los dosguardias.Elunoestabajustamentedebajodeél.Parapoderseproteger,teníaalladoun gigantesco nogal cuyo tronco noutilizó.

EstaactituddeBedoyadesmienteelcarácter sanguinario y brutal que la

Page 31: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

mayoría de la gente le atribuye. Yplantea, a la vez, interrogantes sobre sufidelidad a Juanín. No poca gente dicequefueelmozodeSerdioquienentregóa su propio compañero a cambio delcaminolibrehaciaFranciaprometidoporlos guardias en secreto a través de sucuñado. Pero de esto se hablará mástarde,convencidoscomoestamosdequela auténtica verdad del asunto es muydifícil por no decir imposible deconstatar.

Siempre que tenían un encuentroviolento o debían salir huyendo uno porcada lado, ambos corrían cuanto les eraposible, y cuando pasaba el peligrousaban una contraseña para volverse areunir. Sólo cuando otro tipo de señalesconvenidas no daban resultado, se hacía

Page 32: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

la contraseña desesperada de unoscuantos tiros al aire. Por el lugar dedonde procedían, sabía el compañerohacia dónde debía dirigirse. Hay muchagentequeasegurahaberoídolostirosdeBedoyaaquellanoche.

Entre las distintas versiones de lacacería de Juanín, la más novelesca, noqueremos decir la más fantástica, es ladel «servicio mal hecho» de la guardiacivil.

Iba la pareja hacia Barago. Teníanque patrullar carretera arriba hasta unpunto determinado, demanera que a lasnueveymediaestuvieraderegresoenelcuartel. Hacía frío, y anduvieron másdeprisaparaentrarencalor.Llovía,ynollegaron al sitio prefijado. Y cuando, deregreso, ya iban a entrar en la Vega, se

Page 33: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

dieroncuentadequenoeranmásde lasnueveysehabíanadelantadomediahora.

—Es demasiado pronto para entrarenelcuartel.—¿Damosotravueltecita?—Vamoshastaelmolino.

Juanín y Bedoya los habían estadovigilando.Ycuando losvieronentrar enlaVega,pensandoqueyanovolveríanasalirdelcuartel,seapresuraronabajarycruzarlacarreteraloantesposible;cruzarcarreteras y puentes era algo muypeligrosoyhabíaquehacerlobien.Noseveíaysetropezaronconlosguardias.

Estosdispararonalbulto;queresultóser Juanín. «Pero podía haber sido unburro», dicen los que cuentan estaversión, «o un hermano nuestro queveníadebuscarunaovejareciénparidayextraviadaenelmonte».

Page 34: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Parece extraño que Juanín,meticuloso en losdetallesmásmínimos,no se hubiera cerciorado bien antes deintentar cruzar la carretera. Tenía lacostumbre, más tarde lo veremos, deinvestigar,horasyhastadíasenteros,loslugares de paso que ofrecieran algúnpeligro.

Poresolagentecuentaotraversión,acaballoentrelamitologíaheroicaylasposibilidadesreales:Juanínseentregóélmismo.Fuecomounaespeciedesuicidiopatético.Sabíaque ibaamorircualquierdía en los montes, pues tenía lospulmones destrozados, y prefirió morirasí, de un modo trágico, como habíatranscurrido toda su vida, en un últimointento de llamar la atención sobreaquello por lo que había luchado: una

Page 35: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

vida más digna para todos. Y por eso,dicen los entusiastas de esta hipótesis,escogióparamorirellugarendondemásgenteleconocía,dondemuchoslehabíanquerido,dondesísesabíanclaramentelasgravescircunstanciasporlasqueél,JuanFernándezAyala,sehabíalanzadoaviviraquellavida.

«Ha muerto el bandolero másterrible de que se tiene noticia en estaprovincia», decían al poco tiempo losvoceros oficiales. ¿Le cazaron porcasualidad los guardias? ¿Le entregó sucompañero?¿LeentregóunvecinodelaVega o de Señasf ¿Fué todo unacasualidad?¿Seentregóasímismohartode huir y de sufrir? Sea como sea elentramado inmediato por el queconsiguieron darle alcance, lo cierto es

Page 36: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

que su cuerpo machacado yacía en lamañana de abril en una carreteralebaniega.

Enabrilde1977,«HojadelLunes»de Santander creyó oportuno sacar unanota bajo el título «Hoy se cumplenveinte años de lamuerte de Juanín».Lanota, que venía firmada por S. V., fueagriamente replicada por las hermanasdel guerrillero:No es verdadque Juanínestuviera enfermo del pulmón, lo quecontradicelacreenciageneraldelagente.NoesverdadqueJuan fueraunasesino,con lo que todo el mundo está deacuerdo.Esmentiraque Juanín fueraunbandolero, si nomásbienun romántico,unidealista,quetuvounavidadeinjustapersecución.Yconesto tambiénmuchaspersonas que le conocieron están

Page 37: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

enteramenteconformes.Lo sorprendente de la nota viene

después: «A Juan no le mató la guardiacivil. A nuestro hermano le mató de untiroenlanucaalguienqueletraicionó.»

Peroestaversióndeloshechos«noslareservamos—siguenlasdosmujeres—hastaque creamosoportunoelmomentoderevelarla».

Page 38: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

3.¿SIMPLEMENTEBANDOLEROS?

La palabra bandido tiene muy

negativas connotaciones. Sin embargo,noesmásqueunparticipiosustantivadodeJverbobandir,yaendesuso,delgótico«bandwir», que significa promulgar unbando, declarar la persecución de unciudadanooproclamaraunhombrefueradelaley.

Bandidos hubo en la historia,perseguidos por la justicia, que alcambiar ésta, se convirtieron en héroes.¿Quién no ha oído hablar, por ejemplo,dePanchoVilla?Elhechotransformadorconsiste en que los perseguidores se

Page 39: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

conviertan en perseguidos o en quecambien radicalmente las circunstanciasque un día los marginaron de sucomunidadhumana.

Bandidoshuboquecambiaronellosmismos las leyes, aboliendo las que losperseguían y creando otras a su gusto.Cuando Fidel Castro estaba en SierraMaestraoMaoTseTungenlasmontañaschinas, no eranmenos bandidos que loslebaniegos de la década de los cuarentaenlosPicosdeEuropa.

En julio de 1936, un grupo defalangistasdelazonatomaron,pistolaenmano,elAyuntamientodePotes.EstoeraunseriodelitocontralaleyYcuandolasfuerzas armadas gubernamentalesvinieronapedirlescuentasdesuacción,fueronrecibidasatiros:nuevodelitoque

Page 40: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

añadir a su cuenta delictiva. Por esodecidieron emboscarse, «echarse almonte». No tardaron en ser declaradosfuera de la ley y en ser perseguidos. Enunnúmerode«ElCantábrico»delmesdeagosto aparecían ya como condenados amuerteydeclaradasenrebeldía.

Delebaniegosbandidosenelaño36se convirtieron con la nueva legislaciónvencedora de la guerra en hombres conautoridad, dignidades, alcaldías,concejalías y laureadas militares. Si laguerra la hubieran perdido ellos, esposible que se hubiera hecho realidad ladifícilmente imaginable ensoñación deJesús Torbado, que describe un maquisfascistadirigidoporJoséAntonioGirón.

Sien1945,o1946,comoesperabantodos los hombres emboscados en

Page 41: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

nuestrosmontesyenelrestodelpaís,losaliados vencedores del nazismo y elfascismoenEuropahubieranderribadoelrégimen franquista, los personajes denuestrahistoria,losbandidosquedejaronsusvidasencualquiercunetaolvidada,enmayor o menor medida convencidosrepublicanos, serían quizá en la Españademocrática altos jefes políticos omilitares.

La historia de los emboscados deposguerra,pormásquehayainsistidoendeformarlalaprensaoficial,laúnicaquehabía,noesunahistoriadedelincuentescomunes, asesinos y ladrones. Es unahistoria de combatientes armados pormotivos políticos, «huidos» de unalegalidadquerechazaban,porhabersidoimpuesta violentamente y en cuyo

Page 42: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

derrocamiento violento queríanparticipar.

Sus aciertos, sus errores y eldesarrollo completo de su estrategiahabrá que enjuiciarlos a partir de estepresupuesto, no en base a otro tipo derazonesquenoharánsinoequivocarnos.

En todos los continentes, en todaslas épocas, se ha dado el fenómeno delbandidaje:los«banditti»delsurdeItalia,los «cangaceiros» del Brasil, «szegenelegeny», pobrecitos muchachos, deHungría, los «rasboiniki» en algunasregiones de Rusia, los «haiduks» en losBalcanes, los «cosacos» del Volga, los«talukder» de la India, algunos«cowboys», «gauchos» y «llaneros»americanos.

Unos son violentos, otros

Page 43: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

sanguinarios, otros dulces ycomprensivos, otros vengadores. Unosson odiados por las gentes. Muy pocosson amados y elevados por el pueblo auna veneración mítica: protagonizanbellísimas baladas de amor y cancionesépicas;soncomoelbrazoarmadodelosdesvalidos, corrigen los abusos, robanalrico y se lo dan al pobre. Los vemosapoyadosyayudadosporloscampesinos.Soninvulnerables.Yasumuerteviolentalloran las gentes, como si algo muyíntimo y muy de todos hubiera sidosacrificado. Llegan algunos a ser objetode adoración religiosa, como DiegoCorrientes, el andaluz que se parecía aCristo.

EnlaEspañadeposguerra,todaestatipologíasedacompleta.EnCantabria,a

Page 44: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

un nivel más reducido, también, yproporcionalmente, en la regiónoccidental de la Montaña, objeto denuestraatención.

Los periódicos de los años 40 y 50hablabanmuy poco de los vencidos quese «echaron al monte». Eran notasbrevísimas, en páginas anodinas. Delespacio dedicado a esta insulsainformación, una parte importante eraninsultos: «forajidos», «asesinos»,«malhechores», «salteadores»,«criminales»,«bandoleros»...

Los periódicos no denominan a loshombresdelmontecomoaellosmásleshubiera gustado oírse llamar:«guerrilleros».«Somosguerrillerosde laRepública, destacamento de vanguardiade la resistencia española», dice el

Page 45: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

manifiestodelaAgrupaciónqueactuabaenlosmontesdeLevanteyAragón.

Aguado Sánchez, teniente coronelde la guardia civil, en su reciente libro«LosmaquisenEspaña»,opinaqueparallamara losemboscadosde laposguerraespañola con el histórico nombre deguerrilleros, les falta ser combatientescontra un ejército extranjero deocupación, cosa que no sucedía enEspaña. Fueron guerrilleros Viriato, elcura Merino y los que vencieron aNapoleón,peronolosemboscadosdelosañoscuarenta.

Tomás Cossias se refiere a elloscomo «núcleos de elementos huidos»,«masasdeindividuosinsurgentes»,ymásfrecuentemente,«simplesbandidos».

Comín Colomer también se inclina

Page 46: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

porestadenominación.André Sorel distingue entre los

«huidos» del primer momento, queescaparon almonte en el otoño-inviernodel 37, y los guerrilleros, que,fundamentalmente,aparecenorganizadosafinalesdel44,enagrupacionesqueasuvez se subdividían en guerrillas de unosdiezhombrescadauna.

Muchas veces se les denominaba«maquis». ¿Pero cuál es el origen y elsignificadodeestetérmino?

«Maquis»esunapalabrafrancesadeorigen corso.Significamatorral, bosque.«Maquissard»significaelemboscado.Enla Resistencia Francesa, contra elnazismo alemán que había invadido elpaís hasta los Pirineos, fueron los«maquissard»quienesmayoresdisgustos

Page 47: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

daban a Hitler, irritando, acosando,aguijoneandosupoderosoejércitoenunaoriginal lucha guerrillera. En esta luchaparticiparon heroicamente miles deespañolesexiliados.A laentrada triunfaldelastropasaliadasenParís,laDivisiónLeclerc estaba plagada de caeros decombate bautizados con nombreshispanos: «uuernica», «Teruel»,«Durruti»,«Guadalajara»...

La prestigiada palabra maquí,abreviaturade«maquissard», sepusodemoda en España, aunque fuera con suacentocambiado.

Bandidos, esto es, perseguidos.Guerrilleros,estoes,batalladoresporunaidea de liberación. Maquis, esto es,emboscados entre el follaje deinextricables sierras: tres características

Page 48: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

en tres palabras, que podrían servir parasintetizarytrazarlascoordenadasdeunahistoria apasionante, de unos hombrespolémicos,sufridosyheroicos,dueñosdecumbresyvalles,aquienes losaldeanosdenominabanlacónicamente,sinpasiónysin frío,con laneutralexpresiónde«losdelmonte».

Sr.D.LucianoGómezMorante.Abarrotes«PeñaSagra».ColoniadelTepeyac.México,D.F.

QueridohermanoLuciano:Mealegraréquealrecibodeéstate

encuentres bien de salud. Por aquí,nosotrostodosbiengraciasaDios.

Luciano, tengo que decirte que

Page 49: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

madresepusomuycontentaconlacartaquemandasteyquenosgustómuchoquetehayaspuestoportucuenta,porquetíoigual ya chochea un poco y no osentendíais bien. Y además, que haspuesto a la tienda el nombre de PeñaSagra, que tú bien tienes que acordartede estos montes, pues muchas vecespasaste las primaveras y los veranos enellos con las vacas de don Juan, y a lomejorpuesnotequieresolvidardeello.

Luciano,nosvinomuybienquenosmandaras dinero, porque así hemosencargado a los pernianos un saco deharina y una carral de vino, ahora quevaaempezarelcaloryhayquesembrarlas patatas. Tenemos una simiente muybuenaquenoslatrajerondeAguilar.LajazucadelTrichoriolavamosaecharde

Page 50: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

fréjolesylatierradelaColeradehabas.Este año nos hemos quedado con losprados de Florencio, los llevamos amedias, porque la mujer de Florencioestá mala, tísica según dicen, y losmuchachos están en los pinos, enNavarra,ynosongenteparaatenderlasfincas. Yo prefería no coger nada amedias, porque ya se sabe que lamitaddel trabajo te lo llevaelamodelprado,pero no ha salido nada mejor; tambiénhabíatierrasquelasdabanaltercio,lasde señorito, precisamente. Luego, en elinvierno toda la hierba vale, todo espoco, que los inviernos sonmuy largos,túbienlosabes.

Luciano, también te tengo quecontar que ayer enterraron al pobreJuanín,quetúpreguntabasquéeradeél

Page 51: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

enlacartadeNavidad,lemataronenlaVega y la gente dice que ya salió delpueblo de Señas vendido. Yo también locreoporque si no, dequé... Imaginamosque esta noticia te dará pena, que tú lequerías mucho a Juanín, pero por otrolado piensa la suerte que tuviste tú depoderte escapar a México, que ahoraestás muy bien situado y los que sequedaron en el monte, de todos los queerais al principio, ya todos hanmuerto.Asíquedeaquelloyaniteacuerdes,quetambiénnosotroshemossalidomejor,quea los parientes de estos, los de Juanín,Gildo,elTuerto,Ceferino,bueno, losdetodos, los han escoloñado enteros, yalcanzótantoomásparalosvecinos.Asíque ya has visto que no se puede hacernadayloquedecíasdequeteremuerde

Page 52: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

la conciencia haber escapado,dejándolos a ellos en el monte, te diréquenotepreocupes,quetodosdicenquees lomejor que pudiste hacer. La gentetienequeacomodarsealoquehayasisequierevivirtranquilo.

Luciano, a Juanín le enterraron enPotes,quelebajaronparaexponerleallí,y que todos le vieran. Ni siquiera leenterraronenelCamposanto.

Noséeltiempoqueestuvoelpobrehombrea lavistade lagente,hastaquele hicieron la autopsia. Primero letuvieron en la Vega, expuesto, ni quejuera un lobo para andar llevándolo desitioensitio.

También te diré que el muchachonuestro mayor, Cíanuco, aprende muybien;peroaquíenelpueblo, tamaestra

Page 53: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

nosedaartedenada,yandamosviendola forma de mandarlo para el año quevienesiDiosquiereaalgúnsitio,queleenseñen algo. Don Desiderio, el cura,nos anima a llevarle al Seminario y nosabemos qué hacer, si le echemos'allá ono. Parece que da pena, el pobre, tanpequeño, pero es que aquí ya sabes quenohayporvenirninguno.

Madrecadavezvemenos,peroestámuyanimosa.Cuandovenimosdecavaryanos tiene ella la comidapreparada ylacuadraatendida.

MedicenmadreyJuliaquetecuidesyestaestampadelaSantucatelamandamimujer.YaluegoeslaSantuca,eldía2,que ya la bajaron de la ermita a laiglesia de Aniezo. Ye estoy ofrecido allevarlaporelpuenteViedahastaPotes,

Page 54: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

por las intenciones de todos nosotros ylas tuyas. No creo que este año hayacerezas para poner en las andas y paracomer nosotros como otros años. Hacemuchísimofrío.

Y no sé quémás contarte. El lunesvendí cuatro corderos de este año,recentales,peronovalenadaelganado,segúndecarasqueestánlascosas.

Que escribas pronto y a ver si yaprontopuedesvolveracasa.

Besos a tío y tú recibes un fuerteabrazo de tus hermanos, sobrinos ymadre.

PedroGómez

Page 55: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

4.ENREDACCION

Eranlasoncede lanocheysonóel

teléfono en la redacción de «El DiarioMontañés».—ConferenciadePotes.

El periodista lebaniego corrió alaparato. Le llamaba su amigocorresponsal en la villa del Deva y elQuiviesa. —Oye, Florencio, te llamoporquemataronaJuanín.—iHombre,nofastidiesl

—Sí. Andan diciéndolo por ahí.Haceunpardehoras.Dicenque fueentaVega.

—¿Ycómohasido?¿Quién...?El periodista buscaba cerciorarse.

De ser verdad la noticia, habíaque.precisar todo lo posible. No fuera a

Page 56: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

pasarlodetantasveces:llegaunanoticiasensacionalista,comoésta,losnerviosseponen de punta, se lucha para poderlacontar, se lleva uno un disgusto si no ledejan hacerlo... Hay que confirmar lanoticiasiempre.

—Oye, entérate bien y vuélveme allamar.

El periodista decide llamar a suhermanoqueviveenPotes:

—Sí, eso dicen, le contesta éste. Yonoheidoaverlo,perotodalagenteandaalborotada. Dicen que fue en la Vega.Nosotrosnosabemosmás.

—¿Quétaltiempohace?—Unanochedeperros.No estaba aún satisfecho el

periodista lebaniego. En su cabeza ledaba vueltas a la noticia, el modo de

Page 57: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

redactarla, lasdificultadesde censura, elmododeactuareldirector...«Hayqueserprudente, muy prudente». Llama alcuarteldelaguardiacivildePotesynolequierendecirnada.

—¿Pasa algo en Potes, Florencio?¿Entucasa?

Un compañero estaba extrañado detantasllamadas.

—No,no,enabsoluto.Habíaquesermuyprudente:queno

sefiltraranada.¡Tenemoslaprimicia!Aversiesposiblequenoseenterenlosde«Alerta».«Nientalleres,nienredaccióndebe saberse nada hasta última hora».Cualquier chaval podría cometer unaimprudenciacuandosalenatomarcafé.

—No,no,mejorcallar.¿Peroysinoesverdad?¿Ysiesotropobrehombrey

Page 58: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

lohan tomadoporJuanín?Sehahechomuytarde.Yanohaytiempoqueperder.

—Porfavor,¿eslaComandanciadelaguardiacivil?

Eso, aquí en la comandancia losabrán. Un guardia medio dormidocontesta.«Sí,quépasa.»

—Verá,soydel«DiarioMontañés».¿Nohayporahíalgúnjefeparahacerleunapregunta,porfavor?

—Nohayninguno,oiga.¡SehanidotodosaPotesl

—¿Pueshapasadoalgooqué...?—iAh,nosé!Esoyonoselopuedo

decir.

Page 59: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima
Page 60: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Yano hay duda: «Pobre Juanín.Lemataron». El periodista le conoció haceya muchos años, tenía un botijo en lamano para llevar agua a los presos delbatallóndetrabajadores.Yasumadre—icuánto sufrirá hoy!— también la habíaconocido, que vendía caramelos yrosquillas por las romerías, las sorteabacon una baraja, un cubilete, un dado.«Arriba va que levanto.» Siemprerodeada de chiquillos. Y a su hermana,que estaba de criada en la Casa de losPinos; era bien bonita. Cuando elperiodista vio a Juanín con el botijo lepreguntóportodos.

—¿Ytumadre?—Pues así, así. En casa anda, la

mujer. Yo estoy ahora en RegionesDesvastadas, trabajando.Me recomendó

Page 61: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Pepe, mi hermano, que ya sabe que esfalangista.

—Notehabíavistoantesporaquí...—Desdequesalídelacárcel.—Muchotrabajo,claro.—No, bah. Ahora voy a buscar

agua.iElpobre,quémalasuertetuvo!El periodista llamó al director

pensando una estrategia que pudiera serinfalible. «Hay que convencerle.» Eldirector es buena persona, sólo quedemasiado prudente. «Cuando pueda,quierohablarconusted.»«Ahoramismo,Lama. ¿Qué es?» El periodista se loexplica.

—Esmuy delicado, Florencio.Muypeligroso, sin permiso nos la podemoscargar.

Page 62: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—No,antesharemosunacesa:ustedsevaacasaymañanadicequefuecesamía,quenosabíanada.

—No, hombre, tampoco es eso.Vamosapedirpermisoalgobernador.

—¡Me ca! Eso no. Enterarse elgobernadoryenterarseelotroperiódicoestodouno.

—Pero el gobernador ya lo sabe aestasalturas.

—A lomejor no. Era yamuy tardecuando sucedió y no creo que le hayandespertado. Mire, yo cargo con laresponsabilidad, usted tranquilo.Supongo que si ponemos bien a laguardia civil por sus sacrificios paradevolver la paz a los hogares, diciendoque fue un éxito de la Benemérita, quedisparó a pecho descubierto y tal..., en

Page 63: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

fin, lo redactamos bien, v no creo quepasenada.

Elperiodistaentregóelartículoalostalleres. Iba nerviosamente redactado.Los operarios se miraban unos a otrosconcuriosidad.Selebuscóalanoticiaunhueco en primera página, eclipsandootras informaciones como la bendición«Urbi et orbe» del Papa Pío XII en eldomingo de Pascua, el viaje de FosterDulles a Alemania, una audiencia delCaudillo al Gobernador Militar deSantander, el almuerzoque la víspera sehabía ofrecido en Madrid en honor delministro chileno de Asuntos Exteriores,un gran titular culpando al comunismointernacional de la grave crisis enJordania, unos llamativos titulares sobrela Vuelta Ciclista a España en su etapa

Page 64: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Bilbao-Vitoriayunalegatosobrelafaltade conciencia profesional inglesa,demostrada en el partido Real Madrid-Manchester.

Hay nervios en la redacción.AlguientraelafamosafotodeJuanínenla«Carra»,lafincadeBedoyaenSerdio,distribuida profusamente por la guardiacivilanumerososvecinosdelospueblosmontañeses.LlevaJuanínlametralletaenlamano derecha, una cachava de pastorenlaizquierda,guerreramiliciana,botas,linterna, pantalón de pana. La miradamuyseria.Elrostroadusto.

Hayguardiasquellamanaestafoto«la de Matala-corre», y otros «la deGedillo», lugares a los que parececorresponder la escenografía del fondo.«Fue intervenida a una amiga de Juanín

Page 65: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—dice un guardia extremeño—, tiramospasquines por toda la provinciaofreciendo medio millón de pesetas aquien le entregara vivo o muerto. EnLamasón,Juanínseentretuvoendecorarsu «vera efigie» con una «jo» y un«martisho» y a ponernos por detrásindirectasanosotros.»

Saleelperiódicoalacalle.Correlanoticia como reguero de pólvora. Seagolpalagenteenloskioscos.Nadadicelaradio.Nadadiceel«Alerta».Enpocashorasseagotael«DiarioMontañés».

Hayquetirarunasegundaediciónyluegounatercerayunacuarta.

Sebebesidraylitrosdecaféenlostalleres.Estánagotadoslosoperarios,queempezaronatrabajaralasseisdelatardedeldíaanterior.Yanopuedenmás.Piden

Page 66: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

dejarlo.En pleno Paseo de Pereda hay

tertulias espontáneas, grupos decomentario.«YoaJuanínleconocíenlacárcel»...«YoleviunavezporCabezóndelaSal...»

Losquecompranel«Alerta»correnacambiarloporel«Diario».

—¡Mándenos mas!, llamaban aDistribución desde toda la provincia.Aquí hemos vendido cien y se puedenvenderotrostantos.

Nunca,entodalahistoriadelDiario,seregistróunajornadacomoladel25deabrilde1957.

Tendríanquepasarcasiveinteaños,el día de la muerte del general Franco,para que el periódico, decano de laMontaña,conocieraunaactividadsimilar.

Page 67: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima
Page 68: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

5.HANMATADOAJUANIN,EXCELENCIA

La esposa del señor gobernador

había dormido mal aquella noche yestabayadesdeelamanecerasomadaalaventana, mirando a la bahía. Tenían lasaguasunreflejodegaviotasydeplata.ElGobiernoCiviltieneunafachadasobrelacalle principal de Santander. Roncatodavía don Jacobo Roldan Losada, elgobernadormanco,hombreenérgicoydedurocarácter,bondadosoyapacibleenlaintimidad.

—Jacobo,mira,¿quéseráeso?Haymuchagentereunidaenelkiosco.

—Puesnosé,mujer,déjamedormir.

Page 69: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Esmuyprontotodavía.—Jacobo, se reúne mucha gente.

Todos con el periódico en la mano.Seguroquepasaalgo.

—Habráncambiadoalgúnministro.Déjamedormir,anda.

Sehabíahabladoenaquellosdíasdeuna pequeña crisis ministerial. Pero aúnfaltaban algunos meses para que llegaraal poder el gobierno monocolor ytecnocráticodel58.

—No creo que se arme un revueloasí por el cambio de un ministro.Levántateahoramismoaverlo.

La esposa del gobernador se habíapuesto seria. Don Jacobo sabía que devezencuandohayun tonoen lavozdesu señora que no admite réplicas. Lohabíaaprendidoyaenelhospital,cuando

Page 70: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

él, joven oficial herido en el frente, seenamoró perdidamente de aquella guapaenfermera.

—Nocreoquesetratedeministros.Mira...

Llama el gobernador a unordenanza: «tráigame inmediatamente elperiódico».

Hay mucha gente rodeando elkiosko. «El periódico del gobernador,buenos días.» «Tenga.» Pepita, la másconocida kiosquera de la ciudad, leentregacomo todos losdías el«Alerta»,el diario del Movimiento. Mete elordenanza, antiguo policía armado, el«Alerta»enelbolsillo.De repentesedacuenta de que todos están leyendo el«DiarioMontañés»:«¿Puesquépasa?»

—No, el «Alerta» no lo trae, oiga.

Page 71: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Sólo el «Diario». ¿Es que no lo sabe?QuehanmatadoaJuanín.

El ex policía razonó: pues si el«Alerta»no lo trae, ¿para quéqueremosel«Alerta»?Voyacomprarel«Diario»yaunquesealopagoyodemibolsillo.

Compra el «Diario» y se dirige alGobierno enfrascado en su lectura: «...por toda la región lebaniega se extendiórápidamente la noticia, elogiándosemerecidamenteel extraordinario serviciode los dos guardias civiles, quearriesgaron sus vidas para llevar latranquilidad a los hogares de aquellazona,amenazadosconstantementeporlascorreríasdelosdosbandidos»...

Llamaalapuerta.—Pase.Eslavozdelgobernador.

Page 72: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—Aquítieneustedelperiódico.Leentregael«Diario».Loarrojael

gobernador sobre la cama: «¿No sabenque yo leo «Alerta»? ¿Por quéme traenesto?

—El«Alerta»nodicenada,aquí lotiene también. Lo saca arrugado delbolsillo y se lo entrega. «Sólo lo trae el«Diario».—Trae...¿loqué?

—Han matado al Juanín,Excelencia.

Luego vino el lío de teléfonos,llamadas, disculpas, órdenes.Reprimendaspornohaberinterrumpidoamedia noche el sueño tranquilo yreposadodelseñorgobernador.

—¿Por qué no me lo han dicho?,bramabadonJacoboalaparato.

—Esperábamosaquefueradedía.

Page 73: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Y luego la llamada al director del«Diario».

—Oiga, soy el gobernador. Quierohablar inmediatamente con el directordelperiódico.Rápido.

—Sí,señor,ahoramismo.Seponeatemblarelresponsablede

la publicación privada, cuyo mayornúmero de acciones pertenecía porentoncesalObispadodeSantanderyquetenía fama de estar un poquito, tanpoquitoquenisenotaba,enlaoposición.

—Oiga,usted.—Sí,señor.—¿Sabe usted que ha metido la

pata?—Ignoroporqué,señorgobernador.—¿Nosabeustedqueestetemaestá

expresamente prohibido de tocar en

Page 74: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

ninguna información sin consentimientoprevio?

—Sí,señorgobernador.—¿Haoídoustedhablaralgunavez

delaleydebandidajeyterrorismo?—Cómono...—Sabe usted que ha cometido un

delitobastanteserio?—Sí,señorgobernador.—Le voy a mandar dos agentes a

detenerle.—Bueno,señorgobernador.—Ylevoyaecharunamultadeno

temenees.—Bueno,señorgobernador.—¿Usted no sabe decir más que

buenoseñorgobernador?—Sí,señorgobernador.El«DiarioMontañés»fuecastigado

Page 75: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

apagar 10.000pesetas demulta.Delito:haberseadelantadoadar la información.Llamaban lasagenciasdeMadrid:Cifra,Logos, Efe, todas. En el «Diario» lesinformaban como Dios manda. «¡Ah, ynos han echado una buena multa», ledecían al compañero del otro lado delhilo.

—¡Perocómo!—Sí,comolooyes.El caso llegó hasta el mismísimo

Gobierno. En el Consejo de Ministros,Alonso Vega presentó la papeleta alPleno. Una fotocopia de la primerapágina del «Diario Montañés» fueentregada a todos los ministros. Y otraconlafotodelafincadelaCarra.

—Bah,esmuyrespetuosa.DejamuybienalCuerpo.

Page 76: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—¿Sancionamos?—No, hombre, déjalos, queda muy

bienelCuerpo...No hubo que pagar la multa. Algo

influyótambiénunaoportunallamadadeldelegado provincial de Información,Manuel Riancho, hombre amable,comprensivo y muy sensato. Algunosdirectores de agencia tambiénintervinieron.

NotardódonJacoboRoldanLosadaen dar la orden de preparar el coche ytodaslascosasnecesariasparairaPotes.Había que estrechar personalmente lamano de la pareja de la guardia civil ypresenciar cómo iban las cosas en lacapitallebaniega.

Page 77: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

6.REGAÑALAABUELA

Había bastantes números de la

brigadiJIarepartidosporlospueblos.Muytarde,enlanochedel24,entra

Cesáreo en la casa —hospitalaria,generosa, familiar— de Froilán. Laanciana madre teje unos calcetines delana.Cesáreo viene empapadode lluvia.Cesáreoesunmiembrodelabrigadillaysequedaenestacasa.

—Muytardevienes.—Ymuycansado.—Siéntate a la lumbre, hijuco, que

calientesyteseques.—Haceunanochemalísima.Seechaalalumbreotrotarmado.El

tarmadolebaniegoesmásimportantecasi

Page 78: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

que el colono. Una familia cualquierapuedehacer en septiembreochenta, cienocientocincuentadocenasdecolonosderamasderobleofresno.Luegosemetenen lapajareta—unpajara la intemperie—dondeseca lahojasinpudrirse.Yenestoslargosyterriblesmesesdenevadasse cuelgan en los cebaderos de lascuadrasparaqueloscomanlasovejas.Yapeladosloscolonos,quedanlostermados,osea,lascañassinhojas,queardenenlalumbre del hogar, avivandoinstantáneamente cualquier fuegomortecino.

—Qué gusto da. La lumbre, merefiero.

—No sé qué hacéis allá afuera aestashoras,regañalaabueladelacasa.Yconestafriura.

Page 79: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Elguardiasequedaunmomentoensilencio.Luegodicemuydespacio:

—HemosmatadoaJuanín.Miran todosfijamente las llamasde

colordesangre.—No te lo creo, embustero, que no

decísmásquetontadas.Cesáreo esta vez no bromea. La

anciana seda cuenta.Suhijo sequita laboina y la aprieta entre sus manoscrispadas: «A las benditas ánimas delpurgatoriouncredo»...

—Creo en Dios Padre..., comienzalaanciana.

—Todopoderoso,creadordelcieloydelatierra,siguenelguardiayelmozosantiguándosealfinaldelaoración.

Cesáreo saca del bolsillo de lagabardinaunpañuelo todomanchadode

Page 80: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

sangre: «AI dar la vuelta al cadávermellené entero». Se acerca a un caldero deaguayempiezaalavarloensilencio.Loscampesinos le cargaban de preguntas.Cesáreoextiendeelpañueloantelosojos.Elaguadelcalderosehabíapuestoroja.La luz oblicua del carburo agiganta lasmanos.Pensándolomejor,elguardiatirael pañuelo a la lumbre.Todos creen porun momento que la llama se apagará,pero no, enseguida empieza a arder yaquella tela desaparece para siempre ensilencio.Elaguadelcalderoesarrojadaalospiesdelaparra.

—SilohubierantratadocomoDiosmanda al principio, no habría pasadoesto.

La abuela crispa los puños yempieza a reñir. También ella había

Page 81: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

perdido hijos y marido por culpa deaquellaguerradesgraciada.

Page 82: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

7.UNCALIDORECORDATORIO

Juanín fue el penúltimo en morir

entre los muchos emboscados que en laposguerracantábricaseecharonalmonte.Cientos de ellos lograron pasarse aFrancia.AlgunosvivenhoyenMéjicooen Venezuela. Otros muchos cayeronacribilladosenunacarretera,alcruzarunpuente,alsaltarunrío.

A lo largo de nuestra narracióntendremos ocasión de exponer lasactividades represivas en los pueblos yaldeas del oeste santanderino, cuyoshabitantes, atrapados entre dos fuegos,obligados a vivir en el monte y del

Page 83: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

monte, sufrieron lo indecible en estosaños,deguerraconsordina,deauténticaguerradeguerrillas.

Nadie sufrió tanto como losfamiliaresdelosemboscados.

Yaesel25deabrilde1957.Anochemurió Juanín en la Vega de Liébana, aorillas del Quiviesa, crecido por laslluvias y el desnieve. Crecido pasatambién el Ebro por Polientes. Ahorasobraaguaenelpantano.EshermosoelValle en estas fechas, todo poblado decigüeñas,conlossurcosllenosdelluviaylas resquebrajadas tapias llenas decaracoles.

Tiene ya un carácter castellano estepueblo de Valderredible. La gente hablacon la o, al estilo de la Lora y de laPernía.Sonhombresausteros,honradosy

Page 84: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

difícilmentevenespejismos,nicomulgancon ruedas de molino. Si hay queaguantarse, se aguanta uno, pero noporque nadie te engañe con palabrasvacías.

Hace ocho meses está aquí,desterrado, el pastor de los puertos de

Page 85: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Pineda y de Riofrío, que trabajabacontratadoporlosvecinosdelvalledelaVega, guardándoles sus vacas en losmeses de verano. Tiene esposa y cincohijos. Su mujer está hoy de parto: estánaciendounniñomáseneldestierro.Laesposa del pastor de Pineda, desterradoenValderredible,tienedoloresdepartoydolores de los otros. Es hermana deJuanín.Ynosabenadadeéldesdehacemuchotiempo.Loquenoobstaparaquelas buenas gentes de Valderredible losllamen «los desterrados de Liébana» y«losdesterradosdeJuanín».

A la parturienta todos le hanocultado cuidadosamente que mientrasella está dando a luz una vida más, suhermano yace tumbado a balazos a laorilladeunacarretera.

Page 86: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

¿Coincidencias de la vida y de lamuerte?

El niño que les está naciendo tanlejos de la casuca de Señas será toda lavidauncálidorecordatorio.

Llega por la mañana el cabo de laguardiacivil.«SeñorSegundo,vengaunmomentoconmigo,hagaelfavor.¿Cómoestásuseñora?»

Los desterrados eran tratadosexquisitamenteallí,nosólopor lagente,sinotambiénporlosguardias.

—Pues de parto, mire usted. Tienemuchosdolores.

Salendelacasaydanunospasos.—Señor Segundo, no he querido

decírselo delante de ella para que nosufriera.Ustedtampocoselodigaahora.Perotengoquecomunicarlelanoticiade

Page 87: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

que han matado anoche a su cuñadoJuanín,queenpazesté.

NadadijoSegundoasumujer.Pasóel día muy pensativo, mirando al niñoqueacababadenacer.

A la tarde llegaban los niños de laescuela alborotados.Ni siquieramirabana su hermanito: «Mamá, mamá, quemataron a Juanín, que mataron aJuanín»...

Se crispan los nervios, se sollozafuerte.

—Bah,mujer.Calla.Nollores.Seráunamentironamás.Yasabeslacantidadde veces que lo han dicho y nunca fueverdad.

—Pues a mí me lo dijeron en laescuela.

—Bueno, pues no hagas caso.

Page 88: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Ganas que tienen de joder. Mira, miraque hermanuco más guapo. Mira cómolloraelpobrezuco.

LucianoGómezMorante.Abarrotes«PeñaSagra».ColoniadelTepeyac.México,D.F.

QueridohermanoLuciano:Nosalegramosquealrecibodeésta

estésbiendesalud,nosotrosbienporelmomentoaDios.gracias.

Luciano, ya nos imaginábamos quelanoticiadequehabíanmatadoaJuanínte iba a dar qué pensar y que ibas allevarte un disgusto, por lo amigos quefuisteis y lo bien que se portó contigo.Pero la gente dice que por lomenos se

Page 89: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

quitó de sufrir de la vida que llevaba,porque al parecer estaba ya muyenfermo, de la enfermedad que tieneMaría,lamujerdeFlorencio.

Como me pides que te mandedetalles, te envío los recortes de losperiódicos que salieron—esos días, quelos guardábamos para cuando túvinieras.

De loquemepreguntas tediréquequeda vivo Paco Bedoya, el de Serdio,quetúnoledebistedeconocersiquiera,perotienefamadeburro,asíquenocreoque dure mucho, a no ser que consigapasarseaFrancia,queesloquedebierahacer.

Medicesquetecuentedetallesdelodelentierro,yyonoséquédecirte.Yofuiallá porque pasó por aquí el capador y

Page 90: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

empezó:«vengahombre,vamos, te llevoen lamoto».Yyonoquería,peroal finalláquenosplantamos,aunquenocreasque fue ningún plato de gusto, que erauna cosa bien triste, aunque algunos lotomaban comouna fiesta.Vinogente deTorrelavega,deComillas,deRibadesella,de todos les sitios. Muchos vinieron enmoto y enbicis, habíabastantes coches.También vino el gobernador. Juanínllevaba trescamisaspuestas,yparaquesalieran las tres en las fotos, leremangaban primero una, luego otra yluego—otra.Creoqueelgobernadorvaaponerunamultademildurosalosquesacaron fotografías porque no teníanpermiso, aunque él, según he oído, leanduvomirando las encías para ver lasmuelasdeoroqueteníaJuanín.Unodel

Page 91: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

valledeCamaleño,uncacicucodeesos,lecogióasíporlaorejayselaestiróalpobreJuanín,lamadrequeleparió,esonosehace.Creoque ledijo:«Halaquetú ya no haces más fechorías.» Unteniente de la guardia civil que estabaallí le dijo: «¡Quién le vería a ustedcorrer si abriera los ojos, eh\ Hay querespetara losmuertos.»Y toda lagenteseriódeél.

UnachavalucadePetessedesmayó,que había conseguido colarse hasta elcementerio.Elgobernadorriñópordejarentraraunaniña.

Yotracosaquemedijeron,aunqueyo no lo vi, es que uno de no sé quépueblodelapartedeLamasónoporahíescupióalcadáverenlacara,quedicenque una vez le atracó Juanín.

Page 92: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Marranadasdeesasquenosehacen.LahermanadeJuaníny sumarido

—tanto les sofocaron en el cementerio,cenquesi yanohacemás, si esto, si lootro—,empezaronareñircon todos; losguardias y con los otros. Escucharon loquenoquisieron.

A nadie le pareció bien esta burla.Lamayoríadelpersonalni loquiso iraver siquiera. Porque quien más, quienmenos,todoshemossufridoyabastanteyestamos hartos de ver muertos ycalamidades.

Loquesíestuvograciosoes loquecuentan de El Tarta, un empleado delayuntamiento, que parece ser robó delbolsodeJuaníncincuentaduros.Lehanandadotomandoelpelodiciéndolequeleiban a procesar, pero é contestaba que

Page 93: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

para constituir delito tenía que habersido hecho con afán de lucro y él nohabía cogido el dinero per lucro, sinoparatenerunrecuerdo.

Yanoséquémásponerte.DiceJuliaquetecuentecómolomataron,peroeso,quésabeuno.Haymuchosrumores,perola verdad, quién la sabe. Algo dice elperiódico que te mando y de lo que nodice,puesimagínatelopeor.UnindianodeMéxicolepagólacaja,quelamadredeJuanínsehabíaportadomuybienconél cuando era chiquillo. El te puedecontartodoslosdetallesquequieras,queyasevolvióparaMéxico.Yatemandarésudirección.

Tenemos que darte las gracias porlo que dices de ayudar aCianuco en lode los estudios. Madre sigue igual, te

Page 94: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

manda muchos besos. Está bastantejeringadadereúma,peroestosdíasandaun poco mejor. Ya sembramos todas lastierras y está viniendo un tiempo muybueno.

¿Qué tal te va el negocio de PeñaSagra? Contesta pronto y recibe unfuerteabrazodetushermanosquemuchotequieren.

PedroyJulia.

Page 95: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

8.GUARDIACIVILRETIRADO

Torrelavega. Un bar cerca de la

estación. La gente está excitadacomentando la noticia de aquellos días,contruculenciadedatos.Unhombrequeacabadellegarsesientaalamesa.Habíaestadoenlascontrapartidaspersiguiendoal difunto, comoguardia civil. Luego seretiróysevinoaTorrelavega.

—Oye, tú le conociste, Mauricio.Cuenta algo, hombre, le dicen losamigos.

—Con los sustos que te pegó,estaráscontento,¿eh?

—Dialgo,hombre...

Page 96: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Mauricio está serio, triste, muypensativo.Dibujaconeldedomanchadodevinounacasadecamposobrelamesade madera. Su melancolía acabacontagiando a todos. «Habéis de saberque yo a Juanín le respeto mucho. Y sivosotros supierais su historia y sugenialidad le respetaríais igual.Yo tengomucho que agradecerle. Me tuvo a tirobiendeveces,pudohabermematadoynolohizo.Sabíaquealfinyalcaboyonoera más que un pobre guardia. Lascircunstanciasme obligaron a serlo. Lascircunstanciasleobligarontambiénaélaserloquefue.»

—Cuenta lo de las piedrucas en elculo,Mauricio.

Mauriciohoynoquierecontarnada.Loexplicaunamigoqueyaselohaoído

Page 97: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

varias veces. Esta es la historia de laspiedrucas:

Estabaunavezhaciendodelcuerpo,oseacagando,yteníaelfusilenlamano.Detrás de él, un boscaje de avellanos,bardasymatascortas.Unruidoextraño:«chissst...», como si llamaran.«Chissst...» Mira hacia atrás lleno denervios. Nada. Habrán sidoimaginaciones del miedo. Para andar enesteoficiohayquetenerlosnerviosbientemplados. Ahora le llaman con elreclamo del cuclillo: «pe-cu, pe-cu, pe-cu».iElcuco!Peroderepenteelguardiase da cuenta de que ésta no es la épocadel cuco. Empuña el fusil, se vuelve, sequitaeltricornioparaquenolereflejeelsol,deslumbrándole...«¡Alto,quiénvive,alto!» Nada se oye. Los pantalones

Page 98: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

bajadoshasta lasrodillas,elculoalaire.«¡Dios, qué miedo tengo!» Y unadeterminación: «Así no se puede seguirenesteempleo.»Alomejornoesnadie,a lomejornosonmásquesuposiciones,perotambiénpuedenserlosemboscados.¡Qué ridiculeceshace cometer elmiedo!De repente empiezan a tirarle una, dos,tresveces,piedrecitasalculodesnudo.Eljoven guardia civil empuña suspantalonesporelcinto,conlaotramanoagarra el fusil reglamentario, mete eltricornio debajo del brazo y corre comoalmaenpenacaminodelcuartel.

Atrás en el bosque, queda,infantilmente regocijada, la risa abiertadeJuanín.

«Pudohabermematado,peronoeraun sanguinario. iQué vida ha tenido que

Page 99: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

llevaruno!»Afloraunalágrimaalosojosdel guardia. «Hoy cayó este hombremuerto, otro día pude haber caído yo.Peroestadsegurostodosqueniél,niyo,ninadiedelosqueandábamosagarrandomojaduras, miedos y hambresmerecíamosmoriratiros.Osloaseguro.»

Page 100: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

9.MALASUERTE

Lleganlosniñosdelaescuelaenlos

pueblosdelaprovincia.Entodosno.Hayalgunos que tardarán varios días enempezarlasclases:lasmaestrassehacenlas remolonas y tardan en llegar. Comonohaynadieque lespidacuentas...Haypueblos demontaña, de los altos, en losque aún tardará la maestra un mes envenir. Total..., ¿para qué? Los chicostienen que ir ahora con las vacas. Haymucho trabajoen laprimavera.Hayqueandar delante de la pareja de vacas paraararlatierra.Hayqueirdepastor,queyaempiezan lospradosaecharhierbaynosepuededejaralasovejasentrarenellos.Van juntos los mozos y las mozas al

Page 101: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

monte. Salen pronto por la mañana.Llegan bien entrada la noche. Si hallovido un poco se pueden recoger porentre los helechales, algunas setas parahacer una tortilla. Se reparte entre todosla comida: «toma un poco de torto»,«dameunpocodequeso».Seretoza.Sebebe el agua limpia de las fuentes. Seescuchanlascosasseriasquecuentanlasviejasvaqueras:

—DicenqueyaseestáeducandoelAnticristoenlascercaníasdeBelén.

Alguna mujer lleva la revista «ElSanto», de los padres capuchinos, deSantander. La revista habla de cosasperdidas y halladas por intercesión deSanAntonio,delasexcelenciasdelsantodePadua.PeroloquemáslegustaleeraElvira es la sección de «El pan de los

Page 102: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

pobres».«Una suscriptoradeBarcena,5pesetas, por favores recibidos», «unsantista de Pesquera, diez, por habersanado de una enfermedad»... Era comounalistadedesgracias,delasdetodoslosdías,solucionadasasí,porlasbuenas.

Enlaescueladelpuebloseponeunacruz en la cartulina blanca cada día queunmuchacho falta a clase.Peronopasanadaporeso.Alastardessesaleunpocoantesy tedanquesoamarilloy lecheenpolvo para merendar. Lo mandan losamericanos. Y las latas doradas delqueso, llenasdepalabrasextranjerasquenadieenlaaldeacomprende, lasutilizanlasniñasparaplantargeraniosalapuertadelaescuela.

CuandoNarciso llega a la casa porlanoche,elpadreentregaelperiódicodel

Page 103: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

día al zagal. «Lee». Nunca se leen lospapelesencasa.Asíesquehoyhadebidodepasaralgogordo.«Ahídondedice:ElJuanín,muertoporlaguardiacivil.»

Seacercaelzagalalaluzdelcandildepetróleo.Estáarreglandolamadrelaspatatasconpimentónyajo.Huelebienenlacocina.

—Mala suerteha tenido el hombre,diceelpadrecuandosesirvelamesa.

—Maladeverdad,dicelamujer.—Bedoyacaerácualquierdíaytodo

seacabó.—Bedoya,sinJuanínnosabecómo

burlar a los guardias. Juanín era muylisto.

—Considera, dice la mujer, cuántosehabránalegradolosdeahíabajo,conlosmiedosqueestabanpasandoyconla

Page 104: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

rabiaqueletenían.—Padre, también a usted le tienen

buenarabia.—Porlosmismosmotivos,hijo.Al día siguiente, en el recreo, los

niños pequeños jugaban a Juanín yBedoyaysetirabantiros,yseescondíandelosguardiasensitiosinverosímiles,enlos árboles más altos, debajo de loscercados, detrás de cualquier piedra. YechabanelaltoaloslustrosostratantesdeCerveraquejugabanavenirdelaferia.

Page 105: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

10.SANTASMISIONES

A finales de laCuaresma se habían

organizado unas sagradas misionespopulares en la ciudad de Santander.Estas misiones eran entonces frecuentespor todas las aldeas. Difícilmente sevisita una iglesia que no tenga expuestaen la pared una inmensa cruz negra conlas palabras «Juicio», «Muerte»,«Infierno»y«Gloria»pintadasenblancoen los cuatro extremos. En el brazotransversalsueledecir«SantaMisión»,yenelvertical«P.P.Capuchinos»o«P.P.Jesuítas» o los padres que la hubierandado: «Muerte, juicio, infierno y gloria,ten,cristianoentumemoria»,secantabaagritos.

Page 106: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Eltemariodelasmisionespopulareserasiempresobrelascosasquellamabanporentoncesverdadeseternas:lamuerte,el pecado, la salvación, la condenación.Dicen que en unos de esos sermonesestuvo Juanín, como un fiel más, y alterminardehablarel frailedebarbas, seescabullóentrelosbardales.

En la cumbre de lo que un autoractual ha llamado «churriguerismoreligioso de la España de la posguerra»,aquelañoparecióoportunoalosjerarcasdiocesanos traer desde el monasterio deSanto Toribio el «Lignum Crucis», queallí se guarda durante siglos, para quepresidiera los actos misionales de lacapital.

Montaronlacruzentaxiyasíllegóa Santander, donde un inmenso gentío

Page 107: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

enfervorizadolaesperabaparaadorarlayaclamarla. Recibió en la ciudad honrasmilitares; el pueblo sencillo aprendiópronto una musiquilla añeja que loslebaniegossolíancantartodoslosviernesenSantoToribio.

«¡Que viva, que viva la cruzsacrosanta,queviva,quevivayquienlallevó!» Los cofrades, el gobernador, elobispo, los canónigos, la banda demúsica, el Regimiento Valencia sepostraron ante ella. Aplaudida, besada,tocada, incensada, la humilde Astillapalestina, que muchos creen parte delpatíbulo de Jesús Nazareno, fueentronizada en la catedral. Nunca tuvomayores honores, ni siquiera cuando,tiempoandando, fue llevada, tambiénentaxi, hasta el Palacio del Pardo,

Page 108: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

durmiendo una noche en la habitaciónprivadadelCaudillo.

Dicenquegentesencilladecorazónbueno suplicó así a la Cruz: «SantísimaCruz: Haz que vuelva la paz al pueblolebaniego, que se arregle aquello sinsangre, que Juanín consiga escaparse aFrancia,quenohayacomplicacionesparanadie,queseconviertantodos...»

Cuandodíasmástardeel«problemaJuanín» empezó a arreglarse con lamuerte de éste, algunos de aquellosingenuos corazones respiraronagradecidos. «Fue una gracia concedidapor la cruz que sucediera así de bien.Fíjense: no hubo más que un muerto,cuandopudieronhaber sidomuchos; fueenun cruce de caminos, por tanto nadiequedó comprometido al no ser posible

Page 109: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

averiguaradondeibaodedóndevenía.YlaautopsiadioelresultadodequeJuanínllevabamuchashorassinprobarbocado:nosepudoaveriguardequécasaacababadesalir»...FueunapenaqueJuanínnosehubiese ido a Francia, pero quizá fuerapreferiblelamuertedeunsolohombreaquepadeciera todounpuebloenaquellaguerradenerviosdifícilyadesoportar.

Cadaunoesmuylibredeexplicarselas causas de la historia con el esquemaqueprefiera.

Las docenas de jóvenes lebaniegosqueaquellosañosllenabanlosseminariosdeSantander,tantoeldeCorbáncomoelde Comillas, encontraban dos motivospara darse importancia ante suscompañeros. Cierto que ellos no teníanfábricasdeconservascomolosdeCastro,

Page 110: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

ni como los de Reinosa, que presumíande su Naval, ni tenían ría como los deSuances.Pero teníana Juaníny teníanalacruz,casinada.¿Quévallecerradonoes un poco nacionalista?Mucho más elvalle de España, que más se parece almodelo tipo del «valle-regazo»,propuestoporLaínEntralgo;portantoelvalle quemás amarra a los suyos y quemás nostalgia produce a los que estánfueradeél.

Cuando a los seminaristas lesleyeronenelcomedoraquellamañanalanoticia de la muerte de Juanín, huboconsternación y silencio. Los deComillas, aquella primavera,descubrieron la cueva donde «ellos» serefugiaban. Y hubo un seminarista, queaquelañocantómisa,precisamenteeldía

Page 111: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

dePascua, que, en los largospaseosporel bosque de pinos a orilla del mar,explicaba a algún compañero suspropósitos para cuando le mandaran decura a un pueblo: «Tengo ganas de salirdeaquí.SeguroquevoyaPolacionesoaLiébana.Mevoy a pasar la vidapor losmontes,quenohaycosamás seria.Ysitengo suerte, seguro que un día meencuentroconJuanín.iTengounasganasdehablarconél...!»

Noexplicabaparaquéqueríahablarcon Juanín. Tampoco tuvo la suerte deencontrarle nunca, porque Juanín muriólasemanasiguiente.Perosíhizounavidade monte, por todos los picachos, portodas las brañas. Este seminarista decorazóngrandesellamabaMiguelBravoymuriódiezañosmás tarde.Losque le

Page 112: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

conocieron saben que de haberserealizado aquel encuentro que él deseócon Juanín, hubieran tenido cosas muyimportantesquedecirse.

Otro seminarista que aquellos díascantó misa fue Angel el de Turieno.Cuando se enteró de que Juanín estabaexpuesto en el cementerio de Potes, seencaminóhaciaallá.Llevabasotanay lagente le felicitaba por su recientecantamisas.

Alllegaralcementeriosesantiguóycreyóoportunorecitarunresponso.

—iNo se reza por bandoleros!, leinterrumpeunmozolebaniegodefamiliarica.

El joven se puso colorado por lainterrupciónyporeltono.

—Oye, se reza por todos los

Page 113: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

difuntos,¿porquéno?—iPuesporqueno!Pocos días más tarde le visitó una

hermana de Juanín. «Vengo a darle lasgraciasporlodelotrodía.Fueunodelospocosquesepusodepartedeldifunto,enelcementerio.»

Y le regalóuncartónde«Bisonte»,queentoncesempezabaafabricarse.

—¿Usted cree que su difuntohermanoeracristiano?

—Yoestoyseguradequesí.Llevabasiempre en el bolso de la chaqueta unaestampadelaVirgendelaLuz.

—Comobuenlebaniego.—Ydevezencuandolarezaba.Los

guardiasselaencontraronenelbolsodelachaqueta,peronolohandicho.

Page 114: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

II.¡Sinohubierasidoaquellaguerra...!

Page 115: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

1.20AÑOSANTES

Veinte años antes, Potes presentaba

unaspectobiendistintoalqueacabamosdedescribir.Aprimerosdeseptiembrede1937, las tropas del general Francoentraronenlacomarca.Losrepublicanosque ladefendían tuvieronque retirarse através de sus montañas impresionantes,bajo lluvias invernales, granizadas,nieblas terribles y desesperación. Todoestaba perdido. Era tan grande eldesaliento, que el cronista de«ElDiarioMontañés» envió a sus machacadoslectores una sentencia de Dios: «Losrojos que se escapan hacia Asturias enestosdíasterriblesdefríoyaguaceros,ensu pecado llevan el castigo.»El pecado,

Page 116: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

tratardeescapar.Elcastigo, laniebla,elfrío, los despeñamientos en barrancosincreíbles, la terrible aviaciónnacionalista, elhambre, ladesesperaciónyuncaminodepenalidadesqueahoranohacíamásqueempezar,ycuyofinestababien lejano e incierto. La guerra iba atardarenacabarseparaaquelloscabreros,yegüeros, carpinteros, canteros ysegadores que un día dejaron la aldea,peritos en todas estas cosas, paradefender, como estaba mandado, elestado legal, votado y elegido por lamayoríadelosespañoles.

Fue en esta retirada cuando sequemó Potes. Los rojos la prendieronfuegoyardióporloscuatrocostados.La«Villa Mártir». Zancajo Osorio,gobernador civil, la llamó así a últimos

Page 117: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

de septiembre en una visita de urgenciaquehizoasusruinas.

—¡Vamosareconstruirla!,lesdijoalos lebaniegos que no habíanmuerto, nihabíantenidoquehuir,niestabanpresosen cualquier campo de concentración dela península. «¡Vamos a hacer una villanuevayhermosa!Elloslodestruyenyloqueman todo.Nosotros reconstruimos loque ellos deshacen, lo que ellosaniquilan.Estaesladiferenciaentreellosy nosotros: los rojos quieren acabar contodo. Nosotros queremos edificar unaEspaña nueva. Vuestra villa quemada,deshecha, es un símbolo que no tenéisqueolvidar.»

El alcalde de la villa contestó aldiscursoconotro,diciendoquesí,queyaerahoradehaceralgoporaquelpueblo.

Page 118: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Potes ciertamente había quedadocasidestruidaporelfuego.

Uno de aquellos terribles rojos noslocuenta.

—Desmoralización la teníamostodos. Nos iban acorralando hacia losPicos de Europa y poco a poco se ibanhaciendo dueños de todo. Luego veníanlas represalias: Nuestras hermanas conelpelocortado,nuestrosancianospadresdeportados a lugares nunca oídos.Nuestrosrebañosdispersados,«elpaseo»al amanecer, un hombre arrastrado porcaballos hasta quedar descuartizado enlacarretera,nuestrasvacasasadasparaitalianos y navarros o en manos denuestros antiguos enemigos. Estábamosacobardados, ansiosos de que aquelloterminara de un modo o de otro,

Page 119: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

desesperados.Luego estaban nuestros jefes. Eran

unos convencidos. Nos arengabananimándonos a destruir: «sois unosfascistas,unoscobardes»,gritabansinoshacíamos los remolones. «Hay quequemarlo todo, para que aprendan». Yveíamos arder pobres casas como lasnuestras a lo largo de nuestro éxodohacia Asturias. Veíamos cómo eranasesinados pobres hombres comonosotros, de nuestro mismo tamaño ypelaje. La gente decía que éramos unasbestias sanguinarias y aquello unasalvajada. El control de la situaciónestaba perdido. Antes, cuando éramosfuertes, nos limitamos a meter en unautobúsatodoslosderechistasdePotes,no para darles «el paseo», aunque

Page 120: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

algunos fueron obligados a cavartrincheras, sino para llevarlos a SanGlorio, apearlos y decirles con ironía:«Iros con los vuestros, que os den ellosdecomer.»Peroahora,veranodel37,elcontrolde losnerviosyelcontrolde laspersonassehabíaperdido.

Luego lo vimos todo claro. Nosesperabanañosyañosenloscamposdetrabajo,encárceles,enelexilio.Muchosmurieron o desaparecieron. Peroaquellos jefes nuestros tan convencidos,aquellosmandos tanapasionadospor lacausarevolucionaria, losvimosnosotrosdespués convertidos aquí y allá en jefesde Falange, en presidentes decomisiones, concejales, alcaldes. ¿Sehabían convertido a las nuevasdoctrinas'? ¿O serían fascistas ya

Page 121: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

entonces, cuando nos mandabanincendiar y matar? Lo cierto es quePotes, quemado, fue sie npre unargumento sonrojante paranosotros queponedemanifiestolacondiciónhumana.Este hecho y las matanzas absurdas nolas hemos olvidado, y creo que ellostampoco.»

A Liébana habían venido muchosmineros deBarruelo, como elTuto, unodelosquemásfamosossehicieronenlacomarca. Al ser «liberadas» lasprovinciaslimítrofesdeLeónyPalencia,muchos de los hombres que habíanmilitado en partidos políticos o ensindicatosobrerosenesasprovinciasdelnortedeCastillacorrieronarefugiarseenlos profundos valles de inexpugnablesriscos, recorriendo el camino ancestral

Page 122: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

que doce siglos antes habían pisado susmayoresconelfindeparapetarsetraslasmontañasysalvarsedelavancearrolladorde las primeras huestes africanas quequerían apoderarse por completo deEspaña. Lo trágico para los que hoyhuíanesquenoencontraronenlosPicosdeEuropaundonPelayomoderno,capazde reorganizar un frente combativo conaquelloshombresendesbandada.

No les había sido difícil a losnacionalistas y a los italianos la victoriasobre Santander.Y en este comienzo dela conquista de Asturias, apenasutilizaron laaviación,aunquedespués lausaríanmasivamente.

«La conquista de Santander y deAsturias no se consideraba como ungolpe mortal para la República, opina

Page 123: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

PietroNenni,yaquelasuertedelaguerrase jugaba alrededor de Madrid y en elfrenteEste.Allí se concentraba en estosmomentos la atención primordial de losespañoles.»

Pero lo más terrible de todo fue larepresiónenlaretaguardia.Precisamentefue Potes, años andando, el lugardecididoporelAltoMandoMilitarparaconfinar a den Manuel Herrera Oria,hermanodedonAngel—futurocardenal— y de don Francisco Herrera Oria,periodista, fundador de «El Debate»,después«Ya»,hombredederechascomoes natural, al que Franco castigó porllamarle la atención sobre la terriblerepresiónqueseestabarealizandoenlasciudades y pueblos del norte, en dondeavanzaba en su misión informativa al

Page 124: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

ladodelastropasnacionales.Elhermanodel cardenal protestó ante Francoviolentamente por los fusilamientos sincausa, por las tropelías cometidas almargendelaautoridadmilitar.Francoledijo que no era sabedor de tales cosas,pero que el objetivo primero y principalera ganar la guerra y la unidad delmando. (Pérez Mateos, J. A., «LosConfinados»). Su otro hermano, donFrancisco,disconformeconlapolíticadeterrorqueseguíaalavancedelastropas,fue confinado también en un pueblecitodeGuipúzcoa.

Este testimonionos locuentaNiño,unviejocampesinolebaniego.

«EstábamosluchandoporlapartedeBarcena. Clemente y yo éramos delmismo pueblo. Nos llevábamos bien y

Page 125: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

peleábamos juntos. Un día me dijo elcomisariopolíticodemibatallónquenole ofrecían ninguna garantía de seriedadClemente ni su hermano. A las pocasnochesdeesto,elhermanodeClemente,un tal Faustino, que ya murió, se pasómontañaarribaalbandonacional.

—iLe mato!¡Le arranco loscojones!,decíaClementemediollorando.Esonosehace,eltraidor.

TantoClementecomoFaustinoeranmuy fanfarrones y peleadores. Por lospueblosdelPasydelaLoramachacabana palos al que no blasfemara y añadieravivasalaRepública.

Enladesbandada,Clementeyyoalverlotodoperdido,nospusimosacorrer,caminodenuestropueblo.

Había que andar con cuidado para

Page 126: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

quenotevieran.Nollevábamoscomida.Estábamosagotados.

En un prado, un matrimonio yamayor cargaba un carro de hierba. Lamujerloacaldabayelhombreloechabaarriba con una horca. Sudaban. Hacíamuchocalor.Trabajabanmuydespacioyen silencio. Nosotros estábamosescondidosobservándoles.

—Vamos a buscar dónde tienen latalega de la comida, me cuchicheóClemente.

—No,hombre,vamosapedirlesquenosdenalgo.

—Igualnosdenuncian.Locogemosnosotros.

Sólollevabanlamitaddeunatortillay un pedazo de tocino. Pero nos supo agloria.

Page 127: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Llegamos a un río. Por la laderacorría un grupo de hombres, mujeres yniñoshacianuestradirección.

—Vamosaocultarnosmás,ledijeaClemente.

PeroClemente, cuando llegaron, sepusodelanteapuntandoconelfusil.

—¡Alto!¡Manosarriba!.Lapobregente, conel terror en los

ojos, no sabía qué hacer ni dóndemeterse.«Son fugitivoscomonosotros»,pensabayo.

—¿Adóndevais?—No nos mates, compañero, por

favor. Vamos hacia Llanes, que tenemosallí familia. Vamos escapados, pero nonosmates,hijo,porDiostelopido.

Lloraban la madre y el padre. Losniños nos miraban con terror. El abuelo

Page 128: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

empezadaadeciralgo.—¡De dónde venís?, rugió

Clemente.—DelapartedeReinosa.Peronos

hemosquedadosinnada.Nosquemaronlacasaymurióelhijomayor.Nosvamosaesconderadondeunosparientes.

—¿Quélleváisahí?—Esto es un poco de pan y unas

patatas.—¿Yesepaquete?—Es dinamita. Yo trabajaba en la

cantera y lo cogí. A lo mejor nos sirveparaalgo.

Clemente empezó a decirles a vozen cuello si no les daba vergüenzaescaparasí,quecongentecomoellos lapatriaseibaapique,quenosotroséramossoldados y que estábamos allí para no

Page 129: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

permitir a ningún cobarde abandonar lalínea de fuego. Que les entregarainmediatamente la dinamita. Y que, porlosniños,nolosíbamosamatar.

—Si vienen los de la guardia,decimosquenoshemosextraviadoyquenosdiganpordónde se vaal frente,meadvirtió.

Eraunextraordinariopescadoryuncazador artero. Con la dinamita preparóuna explosión en el río y pronto quedótodoelaguacubiertadetruchasmuertas.Lasasamosycomimoshastareventar,sinsal, claro, pero ni falta que hizo. Por lanoche hizo un poco de frío. Habíamosdecididodormir allí, puesnos sentíamosrelativamente seguros. Hicimos unalumbre y nos tumbamos a dormir. AClemente se le enfriaba la espalda y se

Page 130: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

dio vuelta. No tardó en levantarseaullando: su guerrera se quemaba por laespalda y ya había pasado el fuego a lacamisa.

A lagentede lospueblos lesdecía:«Esuninfierno.Llevamosdíassinprobarbocado.Y la aviación es criminal.Mira,mira, camarada, cómo tengo laguerrera.Salí ardiendo de un bombardeo. No sécómonomemataron.»

Bueno,puesalllegaranuestraaldealebaniega nos escondimos. No tardaronen llegar los nacionales. Y entoncesapenas creí lo que veían mis ojos: AClemente le abrazaban y él levantaba elbrazocon lamanoextendida.Yo intentémarcharmealmonte,peromedetuvierony me mandaron a un batallón detrabajadores.Conlosaños,aClementele

Page 131: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

hicieron una visita una noche losemboscadosdeposguerra.»

Potes en el año 37, toda Liébanamejordicho,sehabíallenadodehistoriascomoladeNiñoomássangrantes,comola de Bernabé, que después de lacaminata por las brañas del Saja y PeñaSagra estuvo tres días escondido en elmonte, sabiendo por el ir y venirajetreado de las mujeres que algo gravesucedíaensucasa.PresencióBernabéelentierrodesuhijucodelalma,quemuriónadamásnacer,sinpoderverlo,nidarleunbeso,niponerleunnombre.Cuandoalfin se decidió a bajar a casa, fuedenunciadoporunvecinosuyoyenviadoaunalejanacárcel.

En el año 57, el día quemataron aJuanín, todas estas historias se habían

Page 132: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

olvidado ya. La gente vivía preocupadaporotrostemas,dandoalolvidorencoresy tragedias.Bástalea cadadía supropiamiseria. Avergonzados unos y otros,salvo rabiosas excepciones, loslebaniegos convivían en los montes, enlosmercadosyenlascantinas;habíanidojuntos al estraperlo, y si las heridas noestabanaúnsuficientementecicatrizadas,yanodolíatantolasangre...

«Como después de unadetonacióncambiaelsilencio,asílaguerranos dejó ensordecidosmuchosañosYcadapobrevidaindividualera desgañitarse contra un

Page 133: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

murodeunespesosilenciodepapeldeperiódico.»

(JaimeGildeViedma.)

Por eso, todo el mundo vio en

Juanín muerto a una víctima más deaquella guerra, de trayectoria más largaqueladenadie,muertoextemporáneo,alque las terribles circunstancias habíanmatado.Fueelúltimolebaniegocaídoenaquellaguerraferozentrehermanosdelaquenadiequeríayaacordarse,peroqueatodoelmundohabíadejadomarcado.

Page 134: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

2.LATABACALERA

«Liberada» la provincia de

Santander, todos los edificiosgrandes sehabilitaron para cárceles: los Salesianos,los Escolapios, las Salesas, MonteCorbán,lascaballerizasdelPalaciodelaMagdalena..., miles de hombresmontañeses llenaban los colegios yconventosconvertidosahoraenprisiones.Las mujeres estaban concentradas en elGrupoRamónPelayoyenlasOblatas.Sihoy, casi cuarenta años después, unpastor, un minero, un labrador pobre yanalfabeto de Cabuérniga, el Arrudo,Pesaguero o Tresviso oye hablar deSantander,esposiblequediga:

—Yoestuveallácuatroaños.

Page 135: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—¿Trabajando?—No, en el colegio de los

Escolapios.—¿Bachillerato...?—Sí,unbachilleratocojonudo.La cárcel. Es muy difícil encontrar

genteentodalaMontañaquerondenlossesentaañosyquenohayapasadoporlacárcel.

El9defebrerode1939sedecretólaley de responsabilidades políticas, queextendía su retroactividad hasta el 1 deoctubrede1934,yquecastigabatambiénun delito llamado de «grave pasividad».Estaleypodíacastigaraunapersonaoadiezmilpersonasporelsimplehechodehaber vivido en zona republicana. En1940 existían, según fuentes oficiales,270.718presosenEspaña.

Page 136: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Si los presos eran jóvenes, se lesobligaba a cavar trincheras en jornadasinfernales. Si eran viejos, iban a caer auno de tantos conventos-prisiones. Aquíse congregaban también los que estabanesperandosentenciainmediata.

Juanín cayó preso en las montañasépicas del norte de Burgos, donde labatallafuemáscruelparaCantabria.

No hubo una verdadera resistenciaen laMontaña. Al principio se llenó devascos huidos de Euzkadi, ya liberada,que,congregadosenSantander,hacenunarmisticio unilateral con los italianossegúnel cualMancini se comprometía aembarcar a la población vasca, a noperseguir al pueblo de Euzkadi, y noobligarles a participar más en la guerra,asícomodejarsalirlibresasusdirigentes

Page 137: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

nacionales.Enterado Franco de este pacto,

decretódesdeBurgos,quenosemovieranadie de Santoña y que abandonaraninmediatamente los barcos las personasque ya habían subido para zarpar. Lositalianos, descontentos del ridículo lugaren el que quedaban, emplazaronmetralletas en el muelle y, pese a haberasegurado por su palabra de honoritaliano que se cumpliría lo pactado,órdenes eran órdenes, y el penal delDuesosellenódevascosvencidos.

La más cruda ofensiva sobreSantandertuvolugarporelsuroesteyporel sur. Particular crueldad adquiere elpuertodelEscudo,dondelositalianossebatieron fieramente protegidos por untecho de 100 aviones (Tuñón de Lara,

Page 138: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

HistoriadeEspaña,sigloXX).En una de estas matanzas cae

prisionero Juanín. Los que nomurieron,protagonizandurantelosmesesdeagostoy septiembre una odisea hacia el oeste,una huida en la que miles de hombresiban cayendo prisioneros. La entrada delosvencedoressupusoeléxodo,lahuidaprecipitadadequienesnoesperabanotracosaquelarepresiónolamuerte»(VidalSales,J.A.)

«En lacasilladepeonescamineros,se reúnen todas las tardes losresponsables del Frente Popular. Elcaminero, Bartolo, era más rojo que elpimentón.Allísedecidíaaqué«fachas»había que interrogar, a cuáles beatashabía que dar un ejemplo y a quiéneshabía que dar el paseo. Los campesinos

Page 139: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

reunidosallícompartíansuodiodeaños.Unosconotrosloexacerbaban.

Detrás de un armario había unboquete^ horadado precisamente en lanoche del 18 de julio, y en el boqueteestabaescondidoJulián,buscadísimoportodoslosmontes,yaquepasabaporserelmayor fascista del valle. De este modoJulián asistió a todas las reuniones delComité sin que nadie lo supiera. Sólouno:Bartolo.

Cuando entran los nacionales,Bartolo, más rojo que el pimentón, sepresenta,esdetenido,peroquedalibreenseguida, que de eso se encarga Julián.Losdemásson fusiladosoestánaquíenlacárcelenesperadesentencia.»

En las cárceles se cuentan cosascomo esta. Confraternizan los presos,

Page 140: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

comparten sus biografías. A veces sereprochansusrecuerdos.

Juanín,enlaTabacalera,hablapoco.Observadorempedernido,sólointervienede tarde en tarde para decir una frase,muy pensada, que llama la atención detodos. Juanín es un chaval y parecementirasuseriedad.

La Tabacalera de Santander estásituada en la zona más próxima a labahía. Durante la guerra había sidopropuesta como local idóneo para serdedicadoaunacuadradelRegimientodeCaballería, con fines de formación yentrenamiento. La Comisión VeterinariadelEjércitodenególaautorización,pues,tras un detenido examen, se vio quecarecía de la salubridad necesaria paraalbergaraloscaballos.

Page 141: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Al entregar los colegios yseminarios a sus propietariostradicionales, es decir, órdenes,congregaciones religiosas y otrasentidades,lospresosfueronconcentradosen la Tabacalera. Y el edificio, quecarecía de condiciones para albergar loscaballosmilitares,ibaatenerqueacogera4.000hombresprisioneros.

—Cuando subía la marea ya no sepodíadormir.Lahumedaderahorrorosa.Había que agenciarse tablas o lo quefueraparaponerdebajodelpetate,diceunodelossupervivientes.

Cada preso tenía su problemajurídico pendiente. ¿ Quéresponsabilidadesselepedirían?

Nadiepodíaelegirasusdefensores,queeranmilitares.

Page 142: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Muchas veces el destino de unprisionero descansaba en conocer a unsacerdote, enque se interesarapor él unfalangista,unteniente...

Las acusaciones eran de tipocolectivo: si uno era de Reinosa se lepedía cuentas por la muerte del hijo deSanjurjo, muerto cuando veraneaba enCorconte.

Si uno era de Potes, se le pedíacuentadelincendiodelaVilla.

Si uno era de Santander, se leacusaba de haber participado en lamatanza del buque-prisión «AlfonsoPérez», cuando la represalia por elbombardeo del Barrio Obrero, en elmediodía del domingo 27 de diciembredel 36, con una horrible cantidad demujeresyniñosametrallados.

Page 143: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Si uno era un simple pastor decabrásdelosvallesaltos,seleacusabadehaberquemadolassagradasimágenesdelaltar.

Siunoeramaestro,selepodíapedirresponsabilidad por haber quitado elCrucifijo de la Escuela o por haberenseñadoa losniñosacantar«elHimnodeRiego»yla«Internacional».

Si uno.había sido alcalde, se leacusaba de haber dañado seriamente losintereses de las personas de derechas, alquerer reformar el sistema de pagos:pastos,leña,hogar,contribuciones.

A Lorenzo le preguntaron si eracierto que tenía un camión de supertenencia.

—Tenía, sí, señor. Una camionetaera.

Page 144: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—¿Esciertoqueustedtransportóenella los santos de la iglesia del puebloparaserquemados?

—Sí, señor. Yo fui alquilado porunas personas para llevar los santoshastaelSoto.

—¿Y usted no sabía que eso erasacrilegio?

—Yo,veráusted...Elcamiónmíoesdeserviciopúblico.Siustedmeloalquilapara transportar potros, se los llevoigual.

—Perosusideasrojasleindujeronatransportarlasimágenes,asabiendasdequeibanaserprofanadas.

—A mí, señor, los santos del altarfalta nome hacían para nada. Estorbartampoco me estorbaban. Por mí, comousted comprenderá se podían haber

Page 145: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

quedado en su sitio otros cien años. Noera de santos y de imágenes de lo quenosotrosqueríamoslimpiarnos.»

Losdíasdeconsejodeguerra,alasnuevedelamañana,salíandeTabacaleraen un camión 40 hombres para serjuzgados.Alasdoceyaestabaderegresocon la sentencia. Los que habían sidocondenados a muerte eran llevados a laPrisiónProvincial.

LaPrisiónProvincialfueconstruidadurante la República. En las Navidadesde 1930, Bruno Alonso, líder famoso ydiputadosocialistadeSantander,hombrede sentimientos humanitarios y de unaconducta digna de Pablo Iglesias, habíadenunciado la triste vergüenza quesuponía la cárcel de Santa MaríaEgipcíaca, situada en el lugar que hoy

Page 146: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

ocupanlosjuzgados.«Aspiramos a que la cárcel sea en

los tiempos futuros una escuela y unacasa de salud. Pero mientras estaaspiraciónsehacerealidad, tenemosquehacermáshumanalavidadelosqueallíestánpasandofríoesteinvierno.»

La República construyó la actualPrisión Provincial. Sin llegar a ser unacasa de salud y formación como soñabaellídersocialista,almenoseramejorqueelhorribleedificiodelaEgipcíaca,dignode los tiempos oscuros de la SantaInquisición.

Ladeferenciaparaloscondenadosamuerte era llevarlos al edificionuevodelaPrisiónProvincial.

Si uno había sido voluntario, teníauna fuerte pena. Si había pertenecido a

Page 147: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

partidos, los malditos partidos ahoraproscritos,estapenaeramayor.Ysiseleencontrabanresponsabilidadesdurante laguerra o antes de ella, que pudieranresultarlesivasparalosterratenientes,lasinstituciones de derechas o el ejércitovencedor, fácilmente era condenado amuerte.

Un camión podía salir de laTabacalera con 40 hombres camino delconsejodeguerrayerafácilquedeesos40, quince, veinte, treinta de ellos sequedaranporelcamino,ingresadosenlaPrisiónProvincial.

Luego estaba el hambre. Alprincipio no fue una tragedia en laTabacalera. Todos los presosprácticamente eran de la región, y losfamiliares podían traerles un poco de

Page 148: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

borona, una lata de escabeche, algúnchicharro y hasta torto preñado... Lospresoslocompartíantodosinproblemas.Lomalofuedespués,cuando,paraevitarestoscontactosfamiliares,empezaronlostraslados y se llenó la Tabacalera deandaluces, extremeños, gallegos,mientras los montañeses eran llevadosDiossabeconquédestinos.

No se podía vivir con aquella dietacarcelaria. La gente se volvía agresiva,desesperada.

—Túyameconoces ¡oescrupulosoylodelicadoqueyosoyparacomer.Queni un pelo aguanto en la sopa. Puescuántas veces me pasaba horas enterasacechandoaversisalíaunaratade lasalcantarillasparacomerlacomofuera.

Se lo decía un excarcelado a su

Page 149: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

esposamientrasellallorabaconira.Prontosehizopresenteunahorrible

enfermedad:laavitaminosis,encarnacióndeladesnutrición.Lagentesehinchaba.Carasmonstruosas,vientrescomocestos.

Alatacadopor ladesnutriciónse lealimentaba durante ocho días con lacomidadeenfermería.

Algunos lograban un aspecto deavitaminosis cuando conseguían unabuenacantidadde sal, bebiendodespuésde ingerirla varios litros de agua.La salpodía sustituirse por tierra y cal de lasparedes.

Alasdocedeldíasecantaba,conelbrazo extendido, el «Oriamendi» o el«CaraalSol».Habíaqueponerinterésenel acto. Te podían llamar al centro, ymandartecantarlo túsolo.Elnosaber la

Page 150: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

letra era bastante delito para serfieramentecastigado.

Miembros del PCE, PSOE, UGT,FAI, CNT confraternizaban —como nohabían sabido hacerlo cuando debían—enelpatiodelaprisión.Nisefijabanenfilosofíasniahondabanensusdiferenciasteóricas. Sólo les importaba mantenerentre sí y con los demás una moral defutura victoria. Cuando la batalla delEbrohabíaemociónenelpatiosiguiendolasperipecias.

—¡Estamos en la puta calle! ¡Estoyaseacaba!.

Hombrescasadosyconvarioshijosse acercaban a los militantes de lospartidos, oyéndoles con los ojosarrasados, optimistas análisis de lasituación:

Page 151: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—Nada, esto se acaba, camaradas.Hemos perdido una batalla, pero laguerralaganaremos.

Había quemantener la moral de lagente costara lo que costara, noimportaban los medios. Se hacíancolectasparaconseguir lecheydárselaaunmoribundo. Se escuchaba en silencioel altavoz que transmitía a gritos loslacónicos partes de guerra del ejércitovencedor. Se organizaban clases dematemáticas,degeografía,dehistoria.Seexplicaba a los mozos carmoniegos,purriegos, masoniegos, campurrianos lateoría marxista de la lucha de clases, ladoctrina libertaria, los principios deLenin,BakuninyRousseau.

Algunos,muchos,aprendieronaleery a escribir: «Soy un libre pensador»,

Page 152: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

garabateaban en las envolturas de lastabletasdechocolate.

Carpinteros pacientes que de unacaja de tabaco sacaban una obra de arteconelúnicoinstrumentodeunacuchillade afeitar gastada y cientos de horas derabiosadesesperación.

Enlas tripasdeunchicharro, traídopor la hermana de un preso, podíaencontrarseunartículodel«Alerta»,quedevoraban los presos, ansiosos denoticias.

Cómo lograr información veraz eraunproblemaobsesivoparaellos.

Juanínfrecuentabalasreunionesdelpatio.Aprendía, lo escuchaba todo y nohablaba casi nunca. Los compañeros lellamaban Juan y todos dicen que pasóbastante desapercibido. En una ocasión

Page 153: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

tuvo un arrebato de vehemenciainusitada:

Alguien había conseguido pasar unmanifiesto comunista en una cesta de lacomida. El Partido estaba perfectamenteorganizado por las distintas naves.Algunos de los enlaces cantaban en elcoro de la prisión y durante los ensayospodían intercambiarse recortes, apuntes,consignasdeunanaveparaotra.

A uno de los presos, en etapa deiniciación, le tocó leer elmanifiestoa lahora de comer. Lo escondió en la cestapara luego entregarlo en el ensayo.Perocuandollegóelmomentoderecogerlosele olvidó. Vinieron los encargados arecogerlascestasyaquellospapelesquepodían costar la vida de muchoscompañeros estaban ya esperando la

Page 154: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

revisiónparasalir.—Trae,pásameelmanifiesto.—¿Meca!¡Semeolvidóenlacesta!—Vaya,¿ydóndelatienes?—Está en revisión para salir,

empezóasudarelhombre.—¿Eh?Seoyelavozdelguardia:«silencio

ahí, ¿qué pasa?» El enlace de la otranave, pálido, se acerca al hombre de lametralleta: «Por favor, ¿mepermite salirunmomento?Heolvidadouna cosaquenohemetidoenlacesta.

¿Mepermite?»«Vayausted,peronotarde.El ensayoempiezaya.Si tarda, lecastigamos,yalosabe.»

Corre el hombre hacia la salida. Ydespués de enrevesadas explicacionesconsiguerescatarlacestademimbreque

Page 155: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

pudooriginarunatragedia.Elaccidentefuerevisadoenelpatio

delaprisión.Sometidoajuiciodetodos.Fue Juan el más enfurecido e

intransigente.—¡Fuera! ¡Ese, fuera! ¡No se

puedencometererroresasí!El hombre que más astutamente

burló todavigilanciaenmontesyaldeasdurante casi quince años empezaba a nopermitirse ni permitir a ninguno de suscompañeros el más mínimo error odescuido.

También estaban las «sacas». Estasvenían a hacerlas algunos espontáneos.Consistían en ejecuciones sin juicio. Deestonoestabaenteradoeldirector.

Dosanécdotas:Un día llamaron a grandes voces

Page 156: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

preguntando por Pedro Sánchez Gracia.«iPedro Sánchez Gracia!» Nadieresponde. Le llaman dos, tres, cuatroveces.Selevantaunmozo:«Eseseñoresmipadre.»«¿Ydóndeestámetido?»«Nolosé.Lefusilaronhacetresdías.»«Puesnopuedeser,queaquívienedadocomolibre.».

Habíasidounaejecuciónsin juicio,realizada por un grupo de espontáneos.Peronuncamássesupo.

Un día viene el cura de lasconferencias. Da unas charlas brillantes.Noleconvencenlasdoctrinasliberalesymarxistas. Discute toda ventaja quepudierantenerlasteoríasmaterialistas.Eltieneunadoctrinamejor: la cristianadelamorylaverdad.

Tieneelsacerdoteunmedianogrado

Page 157: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

militar. Maestros, catedráticos, médicos,canteros, pastores, albarqueros,pescadoresleescuchanensilencio.

—¿Algunapregunta?—Señor cura, mi teniente, eso está

todo muy bien explicado. Estamos deacuerdo y nos parece que hay quepensarlo más. A veces no sabemosenfocar las cosas y nos equivocamos enel pensamiento. (El que habla era unmiembro del antiguo FUE). Lo quequiero preguntar a usted, si me lopermite, pertenece al terreno de loconcreto:¿quéopinausteddeesto,señorcura?

Le presentan un anciano con lasespaldas negras de golpes. Se retrae elhombruco lloroso. Se alza un griteríohorrible.Palideceelconferenciante.

Page 158: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—¿Quiénselohahecho?No contesta el anciano. Varios

presos señalan a un guardia: «Ese, ésefue.»

—Ven acá, canalla, ruge elsacerdote.

Le agarra por las solapas. Se llenade electricidad el ambiente. El curapiensa qué ha de hacer.Hay un silenciode expectación. De repente le da unempellónqueloarrojaalsuelo:

—Aquí lo tenéis, dadle hasta quepidaperdón,estemiserable.

Era muy distinto el tono de laconferencia y el tono militar de untenientedelejército.

Ningún viejo militante ha podidoolvidar otro episodio sucedido en laTabacaleraeneltiempoenqueestuvoallí

Page 159: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Juanín:Un día, desde Argentina, enviado

porcamaradasdelexilioenunbarcoqueacababa de arribar a Santander, unmarinero arriesgado logra traer unnúmerode«MundoObrero»condestinoalospresosdeTabacalera.

La emoción fue indescriptible. Nosóloloscomunistas leyeronelperiódico.Todos los presos. En aquel ambiente, eldiariodeunpartidoparecíaunabanderade otro mundo, irreal y lejano. En unaesquina de página, escrito a mano, unlema: «camarada, ayuda a MundoObrero».Deaquellamiseriaconcentrada,Dios sabe a costa de cuántos sacrificios,salieron varios miles de pesetas pararesponderaaquellallamada.

Muchospresosfuerontransportados

Page 160: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

al final del año 41 aValencia, al PuertodeSantaMaría,alpenaldeAlicante.Latuberculosis había hecho estragos entreaquellos hombres acostumbrados atumbar hayas y pelearse con lobos ynevadas.

Otros muchos salieron, ya enlibertadvigilada.

Yotros,muchísimosotros,aredimirpenaspor el trabajo: abrir túneles, cavarzanjas, reconstruir pueblos y ciudades,levantar basílicas, explanar aeropuertos,allanar carreteras, activar minas, limpiarbosques, construir diques, alzar presas,restaurarcatedralesychaletsprivados.

Enlostrasladosdezonaazonaeranllevados en camiones y barcos sinninguna ventilación, obligados a comer,beber,orinarycagarenelmismobote.

Page 161: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

«Españaenteraestabaenpresidiooen libertad vigilada en esta posguerra»(Max Gallo, «Histoire de l'EspagneFranquiste») y miles y miles de sushombres trabajaban comomano de obragratuita en los comienzos dereconstruccióndeunpaíssangradoporelsufrimientoylarabia.

A principios de 1941 arde, conviento Sur, medio Santander. Hay terroren la gente de la calle. Un incendio deeste tipo impresiona siempre a todo elmundo.Pero a nadie como a los presos,queloveíanacercarsedesdelasventanasdesucárcel, amarrados, sin saberdóndese iban a detener las llamas, cuándo losiban a soltar. Para algunos de aquellospresos, este espectáculo dantesco es laúnica obsesión de su ancianidad, en el

Page 162: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

manicomio, a donde varios de ellos hanidoaparar.Graciasalesfuerzodenodadodelejércitonosequemaron losarchivosmilitares y políticos, que entoncesestabansituadosenTantín,frentealCineRoxy.

Juan Fernández Ayala, Juanín, fuetrasladadoaLevanteafinalesdelaño41.Yno tardó en salir libre, omejor dicho,bajo ese régimen especial de libertadvigiladaqueconsisteenpresentarseenelcuartelmás próximo cada cierto tiempo.Juanín regresa a suLiébana natal, comouno de tantos prisioneros, que en estosañosdificilísimosyhambrientossalendelascárceles terriblesdelosvencedoresyse incorporan a la vida ciudadana de supueblo,sielalcaldeyel jefedeFalangerespectivo consideran que pueden

Page 163: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

presentar ya poco peligro para el ordenpúblicoylatranquilidadgeneral.

DonEduardoSánchezCueto,actualmagistrado de la audiencia de Oviedo,lebaniego de abolengo y perras, quizá apeticiónde lamadrede Juanín,gestionóla salida de éste de la cárcel y suincorporación al municipio de Vega deLiébana en libertad vigilada. Poco mástarde, su hermano Pepe, cantero delAyuntamiento, falangista, camisa vieja,capataz de los presos en el Batallón deTrabajadores, que actuaba en Potes bajola tutela del Patronato de RegionesDevastadas,recomendóaJuanínparaqueDudiera ejercer su antiguo oficio decantero,eloficiofamiliar,oalmenosdepeón,enlasobrasdereconstruccióndelavilla.

Page 164: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

La vida en el batallón detrabajadoresnoeratanaburridacomoenla cárcel. Se podía tener contacto con lagente de fuera.No había grandes naves,sino pequeños barracones. El trabajo,aunque pesado y duro, no lo eraespecialmente para aquellos hombresacostumbrados a él desde niños. Lacomida era mejor que en la cárcel, lafamilia podía traer algo de su propioracionamiento. Era época de hambre enlos campos de concentración y fuera deellos.

Silascosasibanbien,losproblemasdisminuían.Silascosassecomplicabanohabía alguna indisciplina, se complicabala situación y cundía la desesperaciónentreelpersonal.

Un hombre podía ser castigado a

Page 165: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

labrar una piedra o abrir una zanjallevandocolgadoalaespaldaunsacodearena, sujeto a los hombros con dosalambres,queabríanunosterriblessurcosenlacarnemachacada.

Felipe cumplió la condena. Podíahaberse marchado a casa. Pero prefirióquedarseallí,enelbatallón,hastaqueseterminaralaobra.iEratanpocoloqueenlacasa sepodíahacer! iEran tanbuenosparaélloscompañeros!

«Esto pasará pronto. Los alemanesestányaalcaer.Lohadicho la radiodeLondres...»

Los hombres se sentían orgullososde la solidez que iban adquiriendo lasobras. «Estamos dejando Potes comonuevo.» «No habrá un pueblo mejorhecho en toda la provincia.» «Todo de

Page 166: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

piedra para que no se pueda volver aquemar.»

Hay pequeñas alegrías, orgulloshonrados, ganas de vivir, un poco deilusiónydeimportanciacadadía.

El sufrimiento lo mata todo. Matahasta el rencor y la necesidad devenganza.

Algunos hombres estánsecretísimamente organizados. Tienenreuniones y se ayudan unos a otros.Hablandelosalemanes,delaalianzadelasdemocraciasconRusia,delalibertad.Brillan los ojos con una alegríademorada; hay fe y confianza en lapróximaliberación.Algunoscompañerosde trabajo, los que están en libertadprovisionalosimplespaisanosdelacalle,lescuentanloquedicenlospapelesylas

Page 167: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

emisoras clandestinas, Radio Londres, ylareciénestrenadaPirenaica,queen1943transmitedesdeToulouse.

Estoshombresorganizados,sedice,pertenecenalSocorroRojoInternacional,una de las cosas más severamenteorganizadasyclandestinasqueexistenenEspaña.

Juanín tiene que presentarse todoslosdomingosenelcuartel,comomuchosdeloshombresquevanquedandolibres.Se le interroga: «¿Qué sabe usted deSocorro Rojo Internacional en Potes?¿Quiénes son sus afiliados? ¿Conoceusted sus consignas?» Y luego un tonomucho más agresivo: «No nos vas aengañar, miserable.» Juanín niega todo.Elnosabenada.

—Yonosénada,seloaseguro.

Page 168: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Se multiplican las palizas. Lemachacan la cabeza. «Juanín, te hanvueltoadenunciar.Ahoratelacargaste.»Siempre que se presenta, todos losdomingos,lemuelenapalosenelcuartel.Esunhombremenuduco, ruinuco, flaco,enfermo. Duda. Se habla de uno quemuriódespuésdeuninterrogatoriocomoaquellos. Uno de los valles altos; habíaestadoconélenlaTabacalera.

Hayqueescoger:volveralcuartelelpróximo domingo o escapar. ¿Escapar adónde? Escapar al monte, a dondesieniprehanhuidolosperseguidosdelosvalles.Perohayquepensarlobienantes.

Es seguro que Alemania caerácualquier día. Franco y su régimen deterror caerán después. Inmediatamentedespués.Perositematanantes,yanohay

Page 169: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

libertadquepuedaconsolarte.Haymuchoshombreshuidosporlos

Picos de Europa. Están los de Tresviso,losdeSotres,losdeBejes,losasturianos.Ellos conocen bien la zona. JuanínconocebienelValledeCereceda.Noesquehayasidopastormuchotiempo,peroa veces ha ido con las ovejas de algúnvecino y ya sabría esconderse por lospuertos.

Unosmeses se aguantan fácilmenteen el monte con experimentadoscompañeros como aquéllos. Loimportanteessalvarlavida,salirdeesteaprieto,huir.Después,Diosdirá.

Lo mismo habían hecho loslebaniegos visigodos frente a los árabes,loslebaniegosdelaIndependenciacontralos franceses, los lebaniegos del tiempo

Page 170: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

deloscarlistasylosfalangistasdel36.

Page 171: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

3.TRESVISO,SOTRES,BEJES

Tresviso tiene categoría de

Ayuntamiento, aunque sea el máspequeño de la provincia de Santander.TienetambiénrangodeRealVilla,desdeque se lo concediera Alfonso XIII, conmotivo de su paso por estos montes enuñarealcacería.

Se halla este pueblo situado a 900metrossobreelniveldelmar,enclavadoen plenos Picos de Europa, en unincreíblenidodeáguilas...Elpuntomásbajodesuterritorioestáa70metrosyseelevaelmásaltoa1.500.

Alnorte limita 'conCabrales,alsur

Page 172: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

queda el imponente macizo oriental delosPicosdeEuropa,alesteeldesfiladerode la Hermida. Esta garganta, visitadahoypormilesde turistas, puededarunaideadelosbarrancos,delospicachosquese desarrollan a su izquierda y a suderecha. Poca gente se atreve arecorrerlos.

GaldósdecíaquealdesfiladerodelaHermidaseledebíallamarEsófagodelaHermida,noGargantadelaHermida,porlolargo,losinuoso,loprofundo.Aloestelos pueblos de Tielve y Sotres. Esteúltimo, «que no viene en diccionarioalguno,perdidoentreavalanchasdenieveque amenazan con sepultar a sushabitantes,fueunreductoguerrilleroyuncampamento de seguridad...» (AndréSorel).

Page 173: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

La naturaleza aquí debiera llamarsenaturalezo —razona también Galdós—,por lo masculina, por lo fuerte, por lobrutal. Y Unamuno, creyendo encontrartales parajes como en los primeros díasprovisionalesysolitariosquesiguieronalacreación,haceunameditaciónsobrelahistoria, la metahistoria, la intrahistoria,la prehistoria: «Estos son ríosprehistóricos», escribe en sus viajes portierrasdePortugalydeEspaña.

Haciaelkilómetro22delacarreteraque viene de Unquera, en plenodesfiladero, encontramos la central deUrdón, perteneciente a la Electra deViesgo.Aquí,a70metrossobreelniveldelmar,empiezauncaminodeherraduraque conduce a Tresviso.Metido durantelargo rato entre dos inmensos paredones

Page 174: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

calcáreos, sigue su curso el río Urdón,quebajafríoylímpidoentrelasrocas.Derepente, el camino se aparta, y encarabrutalmente la canal de Cerrosa ydespués la Vargona, en increíblesserpenteos. Cuando después delzigzagueo más cu rioso sobre piedrassueltasyprecipiciosimpensablessellegaadarvistaalpueblo,hanpasadoyadoshorasdepenosaandadura.Unasalidadelcamino, un desliz por la roca significacasiinevitablementelamuerte.

—Tresvisoes un pueblo de joyeros,dice unamoza de rasgos orientalesmuyseguradesímisma.

—¡Joyeros!, nuestra sorpresa nopuedesermayor.

—Sí, de los que hacen joyos paraplantarpinos,ríefrancamentelapastora.

Page 175: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Aquí se aspira la hache, con unancestralespíritucántabro.

Tresviso es un pueblo de pastores.Incomunicado, endógamo —Campo,López, Sánchez son las tres ramas queforman su población—, hospitalario,nobleyalegre.

Hayquiensitúasusorígenesenunaespecie de campo de concentración yexterminiomoro.Perolomásprobableesque hayan sido pastores de puerto deverano los que se establecieron allípermanentemente por sepa Dios quémotivacionesantiguas.

Podría ser un ejemplo de belleza ybucolismo, de no haber llegado a susásperas callejas, dividiendo yenvenenando,laguerracivil.

Los dos bandos rivales que se

Page 176: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

mataron por toda la patria empezaron atiros en Tresviso—temprano levantó lamuerte el vuelo—cuando las eleccionesdelFrentePopularde1936.

EntodalaregiónoestedeCantabria,Tresviso es sinónimo de queso picón, ytresvisanaeslamujerquevendeelquesoen la plaza dePotes, los lunes, envueltoenhojasdeplágano.

ElquesopicónoquesoCabralesesla principal riqueza de estos pastores.Necesitan10litrosdelecheparasacarunkilo,perotodostienenrebañosdecabrasy ovejas cuyas crías venden al llegar laprimavera.

Cuajada la leche, eliminada la«vira» o suero, hecha ya la forma delquesopormediodelarno—moldedeunalata grande de sardina—, puesta a secar

Page 177: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

en la ventana quince días, la masa delquesoessepultadadespuésenlabodega,herméticamente cerrada, a la que porningún motivo se permite la entrada denadie.

Hoy un kilo de queso vale buenasperras, pero en los años de nuestrahistorialaventaeraduraydifícil.

En lospueblosdel valleno se sabelassecretasfórmulasdelquesopicón.Esalgo que pertenece al acervo culturalcerrado de los pueblos de alta montaña.Poreso,enlospueblosdelvallesehacenmuchas leyendas sobre el modo deelaborarlo. Dicen que echan al arnopatatas podridas y que en las cuevas lómeten entre boñigas frescas. Dicen quelas ancianas mean sobre la cuajadablanca. Pero les gusta a todos y en

Page 178: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

ninguna casa faltan unos gramos delexquisito queso los días de romería y eldíaritualdelamatanzadelcerdo.

No hace mucho Xavier Domingorecordaba a los españoles que el origendel queso de Roquefort había quebuscarlo en estos quesos tresvisanos.Algún peregrino de Santiago deCompostela, perdido por nuestrosmontes, aprendería de los pastorescantábricos la secreta fórmula quedespuéslehizoricoensutierrafrancesa.

Describiendo Tresviso, se describeSotres,Bejes,Tielve.Ningunazonadelaprovincia, de estas provincias del norte,tuvounaguerratanlargayviolentacomoestasaldeasempicotadas.Unaguerraqueempezóen laseleccionesde1936yqueterminó con la muerte de los últimos

Page 179: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

emboscadosdelaño1957.Antiguamente las elecciones que

hubo por estas alturas, 1931, etc., lasganaba siempre don Pablo Garnica,mandamásdelasminasdeAndará.Estasminascerrabanyabríanacaprichodelosamos, pero cuando se aproximaban laselecciones todo eran sueldos altos yexquisitecesdetrato.

Antes de conocerse el resultado delaseleccionesde1936,hubounareyertaen las callejas del pueblo, y se liaron atiros mozos contra mozos. Por increíbleque hubiera podido parecer esto unosañosantes,losmotivosfueronpolíticos.

El6deagostode1936seformaunComité del Frente Popular, cuyosmiembros principales son del mismoTresviso.Montan su sede primero en la

Page 180: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

escuela, luego en la casa rectoral y porúltimoenlaiglesia;loslibroshistóricosydel culto fueron escrupulosamenterespetados, cosa que no sucedió conalguna que otra imagen. Los empleadosde la Electra de Viesgo, pastores deaquellosmontesempleadosenlacentral,losminerosyloscampesinoscooperabancon una cuota mensual para elmantenimientodelComité.

El7demarzode1937sedisuelveelComité y se forma una Gestora de laUGT, fuerza política muy presente entodo el valle, cuya casa social en Potesmantenía aquellos años actividadespolíticas,culturales,recreativas,dirigidasdesde el Partido Socialista y a través deuna institución muy viva en Potesllamada «La Unión». La institución de

Page 181: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

que hablamos tenía actividadessemanalmente en la Casa del Pueblo dePotes.Hay títulos de conferencias dadasen aquellos años, verdaderamentesignificativas: «La mujer en el campo.Cómo organizar su liberación»,«Enfermedadeshereditarias:cómolucharcontra ellas», «Institucionespenitenciarias modernas: cómo reformarlascárcelesdeunmodohumanitario»...

Miembros de la UGT venidos dePotes, de la Hermida y de los mismospueblos de altamontaña se encargan deregular los suministros del pueblo y demantener una situación de orden en losmismos.

El 17 de septiembre entran losnacionales. Se suprime la Gestora y seforma una Centuria de Falange con

Page 182: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

hombres lebaniegos.Sumisiónprincipalera hacer prisioneros a los rojos que sepasabandeAsturiasalvalleya liberado,caminodesushogares.Seestablecióunacuota que todos los municipioslebaniegosdebían aportarpara resarcir alos pastores tresvisanos del manteni—.miento de la Centuria. Quizá por lasdificultades administrativas de aquelprimer momento, esa cuota aún no hasidopagada.

La Centuria logró apresar amasoniegos, purriegos, lebaniegos,cabuérnigos, campurrianos y pasiegos.Pero no consiguió detener a los diezmozos de Sotres, Tresviso, Bejes y laHermida, que conocían aquel montecomo la palma de su mano y habíandecidido aguantar allí hasta el próximo

Page 183: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

triunfodelaRepública.En tiempos de la Gestora y el

Comité del Frente Popular hubo trespresosenTresviso.Undíacadauno.

A partir de septiembre del 37 hubo23 hombres presos en elmismo pueblo.FueronllevadosaPotesyallíestuvieronuna media de cuatro años cada uno.Despuésdepuestosenlibertad,hubieronde presentarse semanalmente en loscuarteles de la Hermida, Potes, Bejes...Era lo que se llamaba una libertadvigilada.

Enmayo de 1939 fueron detenidas17 tresvisanasy tres hombrespor cantarunas coplas que a los miembros de laCenturialesparecieronirrespetuosasparael nuevo Régimen. Si hay algo de arteposibleparapastoresdealtamontaña, si

Page 184: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

de algún modo pueden expresar sussentimientos íntimos de una manerallamativa, es precisamente, lo ha sidosiempre, a través de toscas tallas demadera, primitivos arabescos en loscayadosy fundamentalmente a travésdelascoplas.Lascoplasdeestassociedadesprimitivas,enlasquetodoslosmiembrosde la comunidad se conocenperfectamente, tienen mordacidad, sonaceradas, van dirigidas directamente alcorazón crítico de los problemas:canciones de boda, canciones de siega,cancionesdehila, cancionesdevaquero.Catálogos riquísimos para comprender afondo la personalidad original de estasgentesúnicasYparaentonces,cancionesdecárcel.

Quincehombrespasaronmásdeun

Page 185: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

año cada uno en batallones detrabajadores.

O sea: que a partir de 1937, elpueblodeTresvisopadecióporunaoporotra razón 137 años de cárcel en total.Pueblo castigado, pueblo en el que sepracticó el crimen político, la táctica de«térra queimada», pueblo de represiónferoces y de brutal división. El 15 dejunio de 1977, votó Tresviso acomunistas y socialistas en mayorproporción que cualquier otroAyuntamientodelaprovincia.

Fruto de la guerra son losemboscados,loshuidos.Loquedecimosde Tresviso se puede decir también deSotresyBejes.

Bejes, durante los años de laRepública, tuvounmaestronacionalque

Page 186: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

todaslastardesorganizabareunionesconlosmozosdelapequeñaaldea.Veníandeordeñar, venían de echar un vistazo alpequeñorebañoenlosriscosmásaltosyvolvían todos corriendo para la reunión.Había verdadera avidez de estudiar losproblemas,dementalizarse,deconoceryde saber. Pronto se creó un ambientepolitizadoyentusiastaqueatravésdelosmuchachos llegó a las casas, a losmayores,interesandoytransformandolasviejas mentalidades de todos. Con lasublevación de julio, varios falangistastomaronconpistolaselAyuntamientodePotes.LosmuchachosdeBejes,nicortosni perezosos, tomaron sus escopetas decaza, requisaron otras para quien no lastenía y tomaron por su cuenta elAyuntamiento de Cillorigo, donde

Page 187: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

organizaronunComitéparaladefensadela República. Consolidado éste, sedirigieron a Potes y allí sostuvieron untiroteo con los falangistas.Estosúltimosacabaron echándose al monte. Los deBejes,Tresvisoy laHermida enviaron asusvecinosconarmas,pequeñosriflesyescopetas, a defender los puestosfrontalesenPiedraslenguas,CalocaySanGlorio.

Un día, muy poco después delalzamiento,bajanalacarretera,echanelaltoalautobúsde línea,mandanapearsea la gente y se incautan del automóvil.CeferinoCampo,quehabríadepasaralahistoriade laguerrilla conelnombredeMachado, quizá en honor del poetasevillano, favorito delmaestro deBejes,se pone al volante y conduce a sus

Page 188: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

compañeroshastaSantanderparaponersea las órdenes directas del ComitéProvincial.

Ceferino Campo, antiguo dirigenteugetista de Urdón, había estado enAmérica y era inteligente y culto. Nohabríamuchagenteentoncesporaquellosvalles y montes capaces de conducir unautobús.También tiene el apellidoRoiz.Los periódicos de posguerra confundenlosdos apellidosy el nombredeguerra.Yconfundentambiénsufiliaciónpolíticano aclarando mucho si es siempresocialista, anarquista o comunista. Lamanera de resolverlo es concluirllamándolevulgarysanguinarioasesino,como hacen «El Diario Montañés»,«Alerta»ydemás.

Ceferinodionombreenseguidaa la

Page 189: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

brigada de emboscados que leacompañaban,yquede llamarsebrigadaMachado, pasó con el tiempo adenominarse«BrigadaGuerrillera de losPicos de Europa», en honor de losblancosmontesquelesdieronrefugio.

No tardaron en hacerse notar losemboscados de Machado por toda lacomarca, desde Lamasón y Peñarrubia,donde realizaron algunos robos, hastaCabrales; desde Cereceda, donde seaprovisionaron de mantas y ropa deinvierno, a Pernia y Polaciones, donderealizaron varios atracos y algunossecuestros.

La gente los llamaba «los deTresviso», «los de Bejes», o mássimplemente«losdelmonte».

En busca de ellos, para unirse a

Page 190: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

ellos, y por análogosmotivos que ellos,atravesó de noche el río JuanFernándezAyala,«ElJuanín».

Llevaba las espaldas rotas y undifícil sentimiento en el alma. No eraodio ni rencor ni ansia de venganza;entonces aún se consideraba superior alas condiciones que le obligaban a daraquel paso crucial. Y estaba seguro dequemuyprontolascosasibanacambiar.Volvería la justicia. Cesarían losatropellos y en las tierras calcinadasvolveríaainjertarseelorden.

Nadie de los que conocieron aJuanín dice que se echó al monte porsanguinario, ni por encarnizamientocontra sus enemigos. Antes bien, todoslostestigosdesuvidamitológicaydesuvida real piensan que lo hizo acorralado

Page 191: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

porunascircunstanciasfrentealasquelacapacidaddedecidirseanula.

En parecidas condiciones otrosmiles de españoles eligieron la sumisióny el acatamiento. O por lo menos elsilencio. Sufrieron en su carne y en sualma.Se conformaron con sudestinodevencidos, cultivaron sus pocas tierras,hicieronunpequeñorebaño,criaronunoscuantos hijos y todas las noches de suvida trataron de olvidar como unapesadillaloshorroresvividos.

La decisión de Juanín y de tantosotros cientosdehombresqueprefirieronelmontealrebañoparecióconeltiempoa todo el mundo lamentable yequivocada. Colectivamente no serecuerdan ya las circunstancias que lamotivaron.Ysehapreferidohacerdeél

Page 192: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

unaexcepcióntrágica.Es indudable la «vocación» que la

vida libre delmontepuede ejercer sobrelos jóvenes oprimidos en el valle, sobretodosiesavidasecomparteconungrupode compañeros valerosos, ante quieneslosproblemassehacenpequeñosyentrelosqueunosesientealguien.

« Quien quiera convertirse enun"haiduk"queseunaanosotros,quevengaanuestrolado.iVeinte hombres jóvenesjuntos!¿Quiénsenospondrádelante?Lasespadasdelossoldadosson para nosotros varitas de

Page 193: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

avellano.»

A.Strauszcitaestacanciónpopular

búlgara.Anuestroentenderdemuestralafascinación que sobre un jovenacongojado, en solitario, puede suponerla liberación al unirse a un grupo yrecobrar la fuerza de todos en la fratría.«Haiduk»es,recordemos,elbandidoqueoptaporecharsealmonte,olvidándosedelasestructuras,de las leyesque rigenenlasllanuras.

Lafascinaciónqueelbandidoejercesobrelasgentesquesequedanenelllanola explica Bakunin al describirlo como«un revolucionario único y genuino, sinfrases exquisitas y sin retórica culta,

Page 194: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

irreconciliable,infatigable,indomable,unrevolucionario popular y social, nopolítico,independientedetodoestado».

—Juanín nunca se hubiera echadoalmontesinolepeganaquellaspalizasalobestia.

Esta idea es común en todos suscoterráneos. Juanín no era un hombrenacido para bandolero ni pararevolucionario. Podía haber llevado unavida sencilla, callada, aldeana. Casarsecon una moza del contorno y, comotantos otros, emigrar en los años 60 aBilbaooaTorrelavega.Erainteligenteypodía haber sobrevivido. Pero cuandollegaron esos años 60, Juanín ya estabamuerto.

Nadie piense que la educaciónpolítica recibida en la Tabacalera era un

Page 195: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

virustaninsoportablequenecesariamentele impediría conformarse con el oscurociclo de «pobre campesino —› pobreemigrante —› obrero explotado en laciudad —› padre de varios jóvenesobrerosexplotadosenlaciudad».

Otrosmuchoshombresquepasaronpor sus mismas circunstancias seadaptaron al silencio, y tan sólo enconversaciones muy privadas o enmomentos especiales como en el año1962, en el que empezaron los cursillosdelaHOAC,deinfluenciamasivaenlasaldeas de la región occidental de laMontaña, se atrevieron a manifestar deunamaneratímidasudesacuerdoconlasbrutales condiciones a las que se veíansometidos.

Pero para echarse al monte,

Page 196: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

concluye Hobsbawn, tras hacer unestudiocomparativodebandidosentodoelmundo,hacefalta:

Primero: ser joven, sin demasiadasresponsabilidades familiares; no teneresposa ehijosque aten aun terruñoy aun trabajo fijo, fáciles presas para larepresión.

Segundo:notenerunatierrapropia.En el caso de Juanín, su familia carecíade tierras, de cuadras, de vacas, deprados. Incorporarse a la vida normaldespués de su encarcelamientosignificaba para Juanín ser un jornalero,comosupadreyhermanos,trabajandodecantero con sueldos muy malos eirregularesenaquellaépocaexcepcional.CoincidenlaspersonasqueleconocieronensuadolescenciaenafirmarqueJuanín

Page 197: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

rechazaba los trabajos duros yreventadores: labrar piedras, hacerparedes de invernales, poner tejados,hacer hornos...; le gustaba el ganado,peronuncalotuvo.Hubieraapetecidounoficio más acorde con su contexturafísica, pero no se le presentó ocasiónpropiciaparaadquirirlo.

Tercero: verse en una situación deencrucijada: perseguido al habercometido un acto delictivo, ser desertordel ejército, estar recién salido de lacárcel, venir de una guerra y no saber aquédedicarse,encontrarseendificultadesparaencajarenelengranajesocial.

La mayor parte de los compañerosde Juanín en la Tabacalera no seencontraronenlasmismascircunstanciasqueélalsaliralacalle.Dehabertenido

Page 198: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

otra acogida, otras perspectivas sociales,no hubiera dado un paso que tantasconsecuencias trajo a toda la regiónduranteveinteaños; JoséAngelValente,comosiestuvierapensandoenél,dice:

«Debíaisprotegerlo.Nolohicisteis.Temblad.Porquedebiócrecerparalaluz,noparalasombra,elodio,paraIdnegación.Latierrahabíasidoremovidayaradaconlasangredetodos.Conlasangre.Eradifícillaalegría.

Page 199: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Necesitábamosprimerolaverdad.»

Hubo muchos incapaces de

resignarseapensarquetantasangrefuerainútil. Ya tenemos a Juanín en losmontes.Yasabemos todos losmotivosocreemos saberlos. A partir de ahora,comounaboladenievequealfinalesunalud, elmito que en este punto empiezanopararádecrecer.

El mito del hombre escurridizo einaprehensible:

«Pordondelevelagentepasitoapasitova;pordondenolevenadie

Page 200: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

correcomoungavilán.»

El mito del hombre bondadoso,

humilde y emocionantemente cariñosoconlagentenecesitada,conlosaldeanosde los valles. Y siempre alerta ante elpeligro:

«Cuandoibaporlosbajosnocesabadellorar.Cuandoibaporlosaltosnocesabademirar.»(Cossío, J. M., «Romanceromontañés».)

Page 201: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

«Esestaunavidabientriste.Peroesquesiemprenoshemosvistoperseguidospor ellos —dice un bandido viejo deRoccamandolfi,enItalia—.Ellosusanlapluma en contra nuestra y nosotros nosdefendemos con el fusil. Ellos son losamosde la tierra.Nosotros losamosdelmonte.»

Page 202: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

III.PoresosmontesdeDios.

Page 203: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

1.CANTABRIAINSURGENTE

La década de los 40 vio

convulsionada toda Cantabria con lapresencia en sus montes de guerrilleros,emboscadososimplesbandidos.Nosóloen la región oeste, en la que podríamosincluir Liébana, Peñarrubia, Lamasón,Polaciones,ValdeSanVicente,Ruiloba,Saja,Montes deComillas yCabezón dela Sal, con expansiones al norte deFalencia,nortedeLeónyAsturias.

Aquíseescondiólaprimerapartida,brigadaoagrupación—los tresnombresrecibió a travésde los años—quenacióen Cantabria. Ya hemos explicado sus

Page 204: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

orígenes a partir de hombres nocapturados por los vencedores, evadidosdeloscamposdeconcentraciónyhuidosde la represión subsiguiente. Hubotambiéncasosdeaventurismoingenuodeescasorelieve.

Esta primera partida se llamó alprincipio «Brigada Machado», luego«Brigada Picos de Europa», más tarde«Brigada Guerrillera de los valles deLlaneda». Pero esos nombres sólotuvieron repercusión para firmaroctavillas o en los actos de propaganda.La gente siempre los conoció como losdel monte, «los maquis» o, por ser losúltimos supervivientes y asumir de unmodo completo toda la historia anterior,«JuanínyBedoya».

PorlosbosquesdeReinosaactuaron

Page 205: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

losmiembrosdela«BrigadadelGitano»,llamada posteriormente «BrigadaCristino», cuando en febrero de 1946Cristino García Granda, héroe de laresistencia francesa contra Alemanía, esajusticiado en Madrid junto con otroscompañeros.

Empalmando con los límites deBurgosylastierrasquerodeanelEbroensus primeros cien kilómetros derecorrido,sehizofamosoporentoncesungrupodejóvenesdelazona,encabezadosporSantiagoy el hijodel practicantedeCarabeos, que decían actuar en nombredelPCE,yque se autobautizaron con elnombrepolíticode«GuerrillaAzaña».

Una zona también de montes yvalles abruptos, capaces de propiciarrefugioaungrupodeemboscados,fueya

Page 206: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

desde el año 40 la zona que rodea aLiérganes. Aquí pasan su vida deperseguidoshombres famosos en toda laMontaña, algunos de ellos de granprestigio político, como Tampa, Rada,Ferroviario, que actuaban en conjuntocon el más famoso y popular de todosellos:ElCariñoso.

Durante los últimos tres meses de1945, según se refleja en «NuestraBandera», en carta abierta del ComitéCentral del PC a sus miembros y todoslos antifranquistas, se forma la«Agrupación Guerrillera de Santander»,al mismo tiempo que la de Galicia,Extremadura, Córdoba y Ciudad Real.TodasestasagrupacionessesitúanbajoelmandoestratégicodelaJuntaSupremayse comprometen a realizar acciones

Page 207: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

ofensivascontraelfranquismo.En la constitución de esta

Agrupación Guerrillera de Santanderparticiparon fervientemente InocencioAja,conocidocomo«elVasco»,yotrostrescomunistasaúnvivos.InocencioAjatenía talla de activista y gran poderseductor para reclutar nuevos jóvenes.Condoso trescompañerosseestablecióen las márgenes del río Besaya con lamisión de formar una red que enlazarapolíticamente a todos los insurgentesmontañeses, desde Reinosa. PuenteViesgo, Liérganes, hasta el Saja yCabrales.

+Otro hombre famoso fue Joselón,cuya biografía, al igual que la de todoslos que vamos nombrando, nos gustaríapoderestudiarmásdetenidamente.

Page 208: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

La Agrupación Guerrillera deSantander tuvo varias acciones político-económicas. En agosto de 1945 o aprimeros de 1946 —dos fechasproporcionadasenelmismolibropordonFrancisco Aguado Sánchez, tenientecoronel de la guardia civil— se lesunieron ocho fugados del destacamentopenal de Arroyo. La Agrupación, conestas nuevas incorporacipnes, decidedividirseendosnuevosgrupos:elquesedenominará Agrupación Guerrillera delNoroeste de España y el que llevará elnombre de Brigada Malumbres. Esteúltimonombre sin duda fue escogido enhonor del gran batallador montañésLuciano Malumbres, director delperiódicolocal«LaRegión»,encarceladocuando la huelga general de agosto,

Page 209: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

liberado después con donManuel Llanoel día 14 de abril de 1931, enmedio deuna apoteosis popular. Malumbres fueasesinadoporunfalangistaenelbar«LaZanguina», hoy «Tívoli», quizá por suconstante labor crítica y de denunciasobrelasirregularidadesylosabusosquedescubríaenlosentresijosdelaSAM.

Decenas de nombres propios deemboscados pueblan la geografíamontañesa. Su historia la conocen bienloscampesinosdelazonaporlaquecadauno actuó. Centenares de «hechosdelictivos», que diría la guardia civil, ode«operacionesguerrillerasypunitivas»,que dirían ellos, fueron realizados portoda la provincia. Sería interesanteestudiar a fondo la vida y acciones decada uno de ellos. Sin embargo,

Page 210: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

carecemos de los medios de la guardiacivil: completísimos archivos donde,según Ricardo de la Cierva, «miles departes cada semana van a parar,constituyendounaminaparalaauténticahistoria social de la España real»;carecemos también de una prensafidedignapara repasarestoshechos.Nosguiamosdelostestimoniosdirectosdelagentequelosvivió,quelosprotagonizóyque los recuerda vivos y con todo elcoloridofrescodelamemoriapopular.

Sin embargo, losdatos extraídosdelos partes que la guardia civil componecada día han servido al teniente coroneldon Francisco Aguado Sánchez paraelaborarunlibro,«ElmaquisenEspaña»,rico en detalles, que nosotros hemosutilizadoampliamente.

Page 211: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

A la vista de las estadísticas quepublica dicho estudio, y para hacernosuna idea del índice de operacionesarmadas en esta provincia, tomamos unperíodo concreto, el comprendido entre1943 y 1952, y vemos en la tablasiguiente la desviación sobre la medianacional, tomada de un total de 47provincias, que nos permitirá darnoscuenta de la virulencia del movimientoguerrillero.

Observamos en el esquemaanteriorque las guerrillas tuvieron en Cantabriauna vida activa similar al resto del país.Sabotajes,atracos,guerrillerosdetenidos,guerrilleros muertos arrojan un númerosuperior al de la media nacional. Losasesinatos, la presentación voluntaria y

Page 212: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

los enlaces detenidos son menosnumerososqueenelrestodeEspaña.

Si hacia el año 48 se dio porterminada laactividadguerrilleraencasitodaEspaña,nopodemosdecirlomismoen Santander, donde se mantuvo su ecodurantenueveañosmásconlapresenciaensusmontesdeJuanínydeBedoya.

Llama la atención la desorbitadacantidad de muertos en toda España.Igualsucedeconladeenlacesdetenidos.Sobre este último punto, Pérez Limia yAguadoSánchezcoincidenenquenosedetuvo a todos los detenidos que en larealidad fueronenlacesyqueparahaceruna cifra aproximativa a su número realhabría que multiplicar los 19.444registrados en sus archivos por cuatro oporcinco.

Page 213: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Sólo una prensa enmudecida y uncinismo profundo ante la verdad real dela historia puede permitir a losgobernantesde1965lanzarunacampañapropagandística sobre los «25 años depaz»,olvidandolos3.406muertosporlosmontes y ciudades de España, entreguerrilleros, guardias civiles, policíasarmados y soldados en tan sólo nueveañosdelalargaposguerra.

De esos muertos, 72 cayeron enCantabria.Noesunnúmero tanelevadocomo enAsturias por ejemplo, con 321,ni como en Granada, con 263, o enGalicia, con 548. Pero 72 muertospolíticos violentamente enunaprovinciacuyas fuerzas derechistas se jactan confrecuencia de que apenas presentóresistencia a los ejércitos de Franco da

Page 214: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

ideadelabatallaferozqueselibróentrelos Picos de Europa y los límites conVizcaya.

Noañadimosaestalistademuertoslos que expiraron después de sertorturados en las cárceles por haberprestado ayuda a los emboscados.Tampocosecuentanalgunasejecucionesrealizadas en Palencia y Asturias porguerrilleros de Santander, ni un númeroelevado de guerrilleros caídos enprovincias vecinas o al atravesar lafrontera francesa, cuya actividadsubversivalarealizaronenCantabria.

Si alguna significación tiene elnúmerobajodemuertosyelaltonúmerode atracos es el de que la guerrilla enSantander fue más de «huidos» que deauténticos guerrilleros. Hubo más deseo

Page 215: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

de sobrevivir que de atacar. Se tratabamás de evitar encuentros que deprovocarlos «para castigar los abusos deloscaciques,corregir losmalostratosdelas fuerzas represivas, liberar loscampesinos de las arbitrariedades y lasvejaciones a que son sometidos por losjerifaltes de la política, ser en definitivael brazo armado del pueblo», como seautodefinen los guerrilleros de laAgrupacióndeLevanteyAragón.

En general, en Cantabria se tratabade sobrevivir. Se hacía un atraco o unsecuestrocuandoapremiabalanecesidadde dinero o cuando se acercaban losmeses duros del invierno. Sólo seejecutabaaalguiensisusantecedentesenla guerra habían sido muy crudos; sitraicionabaalosemboscadososielgolpe

Page 216: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

ibaatenerefectosinmediatos.También hubo en laMontaña actos

políticos, coincidiendo con laefervescencia que el Partido Comunistaconsiguió crear el año 45 y el año 46.Hubo mítines, siembra de octavillas,pintadas, sabotajes: voladuras deconducción eléctrica, vías férreas... Sinembargo, estos actos políticos tuvieronpocarepercusiónenlapoblación.

Fue el trato personal en las cocinasde pueblo, el encuentro directo conantiguos compañeros de cárcel, en lassobresalas llenas de manzanas, en losrefugios excavados a veces bajo unestercolero, donde los comunistas,socialistas y anarquistas trataban decontagiarsusidealesymantenerlosvivosenlasgentesqueaúnlosposeían.

Page 217: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

«Muchasaldeasypequeños lugaresconocerían el paso de los guerrilleros,que les hablaban a las gentes con unlenguaje insólito y desusado que noacababan de comprender. Hombres ymujeresapegadosalacasucachataalpiedel monte, dando vistas a los verdes,interminables pastos que se perdían a lolejoscomounmardehierba.Hombresymujeres andando tras las huellas de lasvacas, sin otro horizonte, sin otra idea,sin otro consuelo, sin otro aliciente quesupropia alienación ignoranteo egoísta,por todo lo cual se cerrabanherméticamente a todo cuanto no fueraaquelpequeñoymezquinouniversogrisquenoestabandispuestosaarriesgarpornadanipornadie. iTierradifícil lade laMontaña, hoscos los campesinos

Page 218: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

cántabros!Adiferenciadelosdelatierragallega o andaluza, aceptaroninmediatamente las reglas del juegosiniestro impuesto por el miedo y larepresión»(JoséAntonioVidalSalas).

¿Y si lo comprendían todo?¿Y siese aceptar el juego de la represión yencerrarseensusvalles,ensucuadra,ensupequeñacosechadehierbaeralomásrealista y lo único posible en aquellosmomentos? ¿Y si los planes de lospartidos políticos que organizaron laguerrillaalestilofrancés,imposibleaquí,fuerondetectados inmediatamentepor elpueblo montañés como simplesvoluntarismosineficaces?

Elpueblocántabroestabaescaldadode la historia inmediata. Lo había dadotodo —sus mejores hombres, sus más

Page 219: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

grandes ilusiones—, y entre partidospolíticos y jefes militares le dejarondesamparado, inerme, frente a la bestialmanonegradelapobrezaylarepresión.

A nadie debe extrañar que cuandolas heridas están aún sangrando, elpueblo, acogotado por la decepción, serepliegue en símismoynoquiera sabernadadeteoríasnidenuevasaventuras.Elterruño,lacasucachata,lasendaquetrasde sí dejan las cuatro vacas entre loshierbazales no engañan, son verdad yvalelapenalucharporellas.

Pero a los que vienen de fuera aexplicar hermosas teoríasrevolucionarias,aproclamarmásguerras,nuevas victorias, idénticas derrotas, elpueblo que vive al pie del monte seresiste a seguirlos. Los escuchan con

Page 220: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

respeto, los ayudan en los apuros, coninformación, comida, escondrijos, perono los siguen. Sólo los enlaces«quemados» o los que tienen miedo amorirapalosseechanconellosalmonte.

Era algo más difícil, más heroico,pormáscalladoydemayor renuncia, loque el pueblo necesitaba. Los partidospolíticos tardaron en darse cuenta. Portoda España su romanticismo y susanálisis equivocados había dejadotendidos miles de muertos, heridos yprisioneros.

Pero el pobre pueblo españolnecesitaba la paz. Hacer tabla rasa delpasado. Enterrarlo donde no oliera.Apretarse fuerte lasmanosunos a otros,los que salían del campo deconcentración, losquesepasaronalotro

Page 221: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

lado de las montañas y volvieron manoalzada, como vencedores de sushermanos.Todoseranunosderrotados.

Lo único que aquellos hombresmontañeses veían con recelo era a lospolíticos que habían hecho fronterasdonde antes hubo puertos por donde losabueloshabíantraídolaharina,elvino,lamiel y llevaban a cambio en grandescarretones troncos de haya para apeas oderobleparatinajas.

Nadiemáshumilladoqueloshuidosdel monte. En las casas del pueblotendrán siempre acogida y amistad.Ahora bien: que no se empeñaran ensacar a los varones otra vez a hacertrincheras, porque ya las habían hechopor todas las tierrasynohabían servidoparanada.

Page 222: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

«Nos equivocamos—dice ahoraunaltodirigentesantanderinodelPCE—.Setenía una idea romántica de la guerrilla.Contábamos con la ayuda de losdemócratas europeos y nos fallaron.Creíamos que con una presencia nuestraarmada, el pueblo se iba a levantar, sindarnos cuenta de que tenía unainamovible losa encima.Enviamos a losmontes hombres extraordinarios que sequemarón allá, pudiendo haber hechomás tarde una labor encardinada en lavidadelpueblo,quees loquea la largada resultado. Nuestra historia, llena deheroísmos,está también llenadeerrores.Nuestromayordesafíoalfuturoradicaencomprenderlahistoriadelpasado.»

«Si no hubiera sido por las luchasentrepartidos—añadeunviejomilitante

Page 223: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

delPSOE,emboscadoduranteaños—,laguerrilla quizá hubiera dado resultado.Perohabíamuchoafándeprotagonismo,concepcionesmuy diversas de lo que sedebía hacer y hasta traicionesvergonzosas.Lagenteno se enterabadeesto, y si se enteraba, lo rechazaba conira.Ellos teacogíansiempreporbondado porque se consideraban cercanos a loquetúrepresentabas.»

—Laguerra fría,eso es lo que nosechóaperder.

Uno mira las grandes manazas delpeón. Parecementira que un hombre deaspecto tan grotesco sepa discernircuestiones históricas de políticainternacional. Su escuela había sido elcontactoclandestinoconlosguerrilleros.

—Si no es por la guerra fría —

Page 224: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

añade—, ya hace veinticinco años quetenemosdemocraciaysehubieraevitadoelsacrificiodelaemigración,entreotrascosas.

En su casa de pueblo tenía unahornera.Debajodelabocadelhorno,unrincónpara la leña.Ydebajode la leña,unpasadizoexcavadoconpaciencia.Allíse escondieron un invierno losemboscados.

—Inglaterraes Inglaterra, lesdecíaelhombre.Ynooshagáis ilusiones,queno van a dejar poner en España unrégimencomoelquevosotrosqueréis.

Los guerrilleros estaban seguros dela voluntad anti fascista de todos losaliados.iYestáRusiaentreellos!

—Stalin no va a permitir que sepongaaquíuna fantochada democrática

Page 225: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

como la que perdió la guerra. Y comootracosano levanadejar,prefiere quesigaFranco.Ysinoyaloveréis.

El peón antes no era peón. Teníaunas cuantas cabras.Tres vacas y variosconejos. En un arca desvencijada de sudesván se conservan periódicos del«Cantábrico» hasta el año 37. El peónanteserauncampesinomontañésmás,deminifundio y austeras comidas. Luegoestuvo en la cárcel por enlace. Despuésfue desterrado a 250 kilómetros y porúltimovolvióasutierra.Buscótrabajoyle dijeron que se necesitaban peones enunaobra.Participóenaquellasilusiones.Nolegustabaelmodocomosehacíanlascosas, pero le entusiasmaba que dieranresultado.

Hoy,alasmuchasdesilusionesdesu

Page 226: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

vida, hay que añadir también ésta, la dehaberconfiadoenalgoquenoteníabasefirme.

Page 227: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

2.CERRO

Ningún lebaniego consultado por

nosotros,ningúnpastordelospueblosdealta montaña ni tampoco los viejoscomunistasyguerrillerosqueaúnquedanvivos recuerdan el episodio referente aFierro, «en las cercanías de Sotres»,contado por André Sorel y repetido porJoséAntonioVidalSales.

Hemos investigadoestecasopor suespecial dramatismo y nos hemosencontrado con aspectos que coincidencon el caso de un militante del PCEsantanderino llamado Alejandro delCerro.

VeamoslanarracióndeAndréSorel:«Fierro era uno de los más

Page 228: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

nombrados guerrilleros del grupo. Lafalta de higiene, la continua vida enpajares le había infeccionado el rostro.Incurable, arrastraba cuatro años unapesada costra que ocupaba todo elespaciodelabarbaydeformabasucara.Metidoduranteeldíaensupajar^bajabaenlanocheacasadeunpuntodeapoyoparamedicinarse.Másdecienkilómetrosrealizabalamujerdelacasaenbuscadesusmedicinas, ya que eran vigiladas lasfarmacias de la zona, conocedora laguardia civil de la infección de unguerrillero. En ocasiones, cuando laspartidas iban en acciónpolítica, pasabandías, meses, en que Fierro consumía susoledadenelpajar.

Un día, tras una marcha, losguerrilleros acuden a visitarle. Siegan

Page 229: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

hierba los campesinos. La choza... tieneuncorralconvacas,doscaballos,algunasovejas. Sobre el corral, el pajar quealmacena la hierba segada. Allí serefugianlosguerrilleros,Fierroconellos.La noche posterior a su llegada, losguerrilleros bajan al pueblo en busca deprovisiones. Dos naranjeros y un fusilametralladorquedanacargodelenfermo.

Y a la vuelta estalla la tragedia.Fierro, desde el pajar, les conmina adetenerse, disparando sobre ellos.Intentan entrar por el ventanuco de laescalera. Mas los disparos les hacennuevamente retroceder. "No entréis,habéis ido a cavar la fosa paraenterrarme", grita enloquecido Fierro.Transcurre la noche en un clima deangustia. Al fin, en la mañana, llega el

Page 230: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

campesino dueño de la choza y elganado, al que explican la situación. Sugestión tampoco tiene éxito. Esigualmenterecibidoatires.Avanzaeldíasin conseguir acercarse al chozo.Mientras el campo se puebla de gentesque realizan su faena y al escuchar elretumbar de los disparos intuyen lapresencia de un guerrillero en la zona.Porfin,traslargasdeliberacionesyhorasperdidasenintentodevolveralarazónaFierro,acuerdandéelcampesinocuentaala guardia civil de su presencia. Lallegada de la guardia civil fue saludadapor el continuo disparar del fusilametrallador y de los naranjeros queobraban en poder de Fierro. Rodeada lacasa,dosdíassesucederáeltiroteo...»

—¡Cerro, sabes que no tienes

Page 231: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

escapatoria!.¡Entrégate!.—¡Deentregarme,nada!.,contesta

Cerroconvocesestentóreas.—Pues estás rodeado. ¡ No podrás

escapar!. ¡ Si te entregas te podemoscurar!.

—¡Amíconvidanomeponéis lasmanosencima!

—¡ Vamos a prender fuego a lacabaña!.

—¡Puesyonomeentregovivo!.En elmismomomento que empezó

a arder la hierba se oyó un tiro secodentrodelpajar.Sehabíasuicidado,oporlo menos así lo contaron entonces entodos los pueblos. «Yo sólo sé que tuvouna "maladía" incurable», nos dice unantiguo compañero suyo con acento deexilado. «Cayó en una profunda

Page 232: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

depresión,semejantealalocura,ysegúnmeenterédespués,fueejecutadoporsuspropios compañeros valiéndose de laguardiacivil.»

«Refugiados en el monte —sigueSorel—, los guerrilleros acuerdan díasdespuésmontarunaoperacióneconómicapara solucionar el estado del campesinocuya choza y cuadra habían utilizado,totalmente arruinado tras el hechoanterior. En la región existía un ricoganadero de apellido González. Solíaviajar en camioneta. Esperaron elmomento en que regresaba de una feriade ganado. Apostados en la carretera,dispararonsobrelasruedas,obligándoleadetenerse.Doscientassetentamilpesetasse le incautaron, que íntegras fueron alcampesino,unodelosmejorespuntosde

Page 233: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

apoyodelaAgrupación.»La narración que hace Vidal Sales

seis años después de la de Sorel estáevidentementeinspiradaenlaanterior.

FierrooCerroerapanaderoyvivíaenSantander.Desdemuyjovenmilitóenlas filas primero de UGT y después delPCE. Estaba muy preparado encuestiones teóricas, llevaba la vozcantante en las reuniones y teníamuchafacilidad para redactar comunicados yoctavillasvigorosas.

CuandolaMontañafueocupadaporel ejército nacionalista, Alejandro delCerro consiguió pasarse a la zonalebaniegaycontinuarallílalucha.

Prisionero al acabar la guerra, letrajeron a la Tabacalera por sersantanderino. Actúa en la cárcel como

Page 234: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

uno de los máximos dirigentes delPartido Comunista, levantando la moraldelospresos,organizandoactividadesdealfabetización ymentalización hasta quesale libre más o menos por las mismasfechasqueJuanín.

«Nosotros teníamos quepresentarnos semanalmente al control,puesestábamosenlibertadvigilada.Nosinterrogaban y nos dejaban ir. Porsupuesto, se rompíaunplatoenCuetoynos echaban la culpa a nosotros, aunqueestuviéramos en Torrelavega. Yo acabédiciéndoles a los guardias: si seguimosasívoyaecharmealmonteoapartirmela cabeza contra una pared. Por tanto,concédanme ir a trabajar aotro sitio.Lajuntaestudióelcasoymepermitió irmealpaísvasco.

Page 235: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

La represión más espectacularcontra los comunistas deSantander tuvolugarenelaño1943,añoqueacabóconun expediente contra todos nosotrosacusándonos de las más denigrantessalvajadas. Cerro pertenecía al ComitéProvincial del Partido, y tantointelectualmentecomoensusactividadesexteriores, era una personalidad muyconocida.

Atodosnosaterrorizólamuertedelmilitante AdánMusí, casado, con cincohijos,queacabósuicidándosealnopoderaguantar ya más torturas. Adán era unextraordinario peluquero, y en laTabacalera fue también responsable delPartido.Recuerdoque cortaba el pelo aldirector y a los oficiales de la prisión.Nosafectótantosumuertequedecidimos

Page 236: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

desaparecer de Santander. Cerro, tanconocido como Musi y de análogaresponsabilidad orgánica dentro delPartido, decidió con el beneplácito detodos marcharse a la guerrilla. El pocodinero de que disponíamos se loentregamos a él y a otro camarada quesaldría con él. Cerro hizo el viaje hacialos Picos de Europa, pero el otrocamarada, aprovechó el dinero que ledimosysemarchóporotroscaminosquenuncahemosconocido.»

El que nos hace este relato es unantiguo miembro del Comité Provincialque conoció perfectamente a todas estaspersonas.

ElviajedeCerrohacialosPicosdeEuropa terminó en un caserío de lasmárgenesdelríoDeva.Lacasatieneuna

Page 237: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

puerta negra por el humo de la horneracontigua.Alpanaderosantanderinose lellenó el alma del olor al pan que laanciana labradora acababa de meter alhorno.

Pensaba en la fatalidad que suponeabandonarunoficio,dominadoyquerido,paraemprenderunavidadeperseguidoydemaldito.

Perohadadounpasodecisivoyyanosepuedevolveratrás.Estáencasa ladueña sola... ¿Llamar? Prefiere Cerroesperar un poco, hasta que la ancianasaqueelpandelhornoyloesconda,paraque no se asuste demasiado. «Podríatomarme por uno de los sabuesos deabastos.y fiscalías que se dedican aconfiscarestraperlos.»

Cuando considera que ya es

Page 238: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

oportuno,golpealapuertadelacasa.Laanciana ya está trajinando allá adentro,olvidadacasisegurodelpanestraperlado.Cerrovieneaestacasaporquedoshijosdelaancianaestuvieronpresosconél,yunodelosdoseshombredeconfianzadeJuanín, enlace de la organización en elllano.

—¿Quédesea?La vieja se asoma recelosamente al

cuarterónsuperiordelapuerta.—VeraLucianoyaPedro.Perono

se asuste, mujer, es que les traigo unrecado.

—Noestánencasa.—Losesperaré.—Lucianonovendráhoy.Pedro fue

a buscar un carro de leña al monte.Tardaráenbajar.Llevócomidaparatodo

Page 239: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

eldía.Empiezaarecelarlamujerenlutada.

¿ Quién será este hombre tan bienvestido,demanosfinasydecarapálida?«De la brigadilla, seguro. O acaso delmonte...Mejordarlargasalacosa.»

—¿Puedopasaryesperarlos?Se,avergüenzalaancianadeloque

vaadecir:—No, señor. Créame que lo siento,

pues una no está acostumbrada a dejarla gente a la puerta de casa, pero mishijosmehandichoquenoabralapuertaa ningún desconocido. ¡Corren unostiempos tan malísimos!. Ya no se sabequiénes son las personas y qué quierecadacual.Primeroque antiguamente sequedaraunforasterofueradecasa...Asíque si quiere esperarle, siéntese en ese

Page 240: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

banco.EsyamuytardecuandovienePedro

con un carro de leña. Se pone adescargarlayasoltarlasvacasquelehanayudadoatraerlohastaaquí.

—Buenasnoches.—Buenas.—¿Amínomeconoces—Puesno,señor,nocaigo.—Soy Alejandro del Cerro.

Estuvimosjuntosenlacárcel.—Pues ahora no caigo. La cara sí

me resulta conocida, pero entre cuatromilqueéramos...

Pedro siguedescargando leña.Echalos troncos dematorro seco a un rimerojuntoalapared.

—Soy amigo de tu hermanoLuciano.Quieroverlo.

Page 241: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—Noestáencasa.Estámuylejosdeaquí.Además,yoaustednoleconozco.

—Trátamedetú,coño.Ynoseastandesconfiado. ¿ No te acuerdas en lacárceleldíaqueentró«MundoObrero»yelrevueloquesearmó?

—Nosédequemeestáshablando,telojuro.Yoestuveenlacárcel,perodepolítica ni entendí nada entonces nientiendonadaahora.

—SiteenseñounacartadeAgustínSan Emeterio para tu hermano,¿conoceráslaletra?

—Esperaquevoya llevar lasvacasabeber.

PedrorecuerdaperfectamenteaSanEmeterio. Era un joven preparado,inteligente, amable. Comunista hasta lostuétanos. Había sido el alma de las

Page 242: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

reuniones clandestinas en el patio de lacárcel, por lo menos en su nave. Amuchoshabíaenseñadoa leeryescribir,todosconocíansuletraoriginal.Mientrasbeben lasvacas,Pedrovedibujarse anteél la imagen de aquel dinámicocompañerodeprisión.

Cuando vuelve a casa, Cerro estátodavíaconlacartaenlamano.

—Ya lo creo que conoceré la letra.Enséñamela.

La carta llamaba a Lucianocamarada y le decía que Cerro seencontrabaenapuros.Queleatendiera.

—Esmuy importanteque lovea hoymismo.

Pedro aún solicita otras pruebas.Cuando ya se da por convencido pasa asu huésped hasta la cocina. Cenará

Page 243: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

patatasarregladasconseboytortareciénhecha.

Despuésdecenarlaconversaciónseprolonga largo rato. Recuerdos que seagolpan. Los muertos. Las maldiciones.En Santander ha quedado la novia y lamadre.Haymuchomiedo en Santander,aunque no tanto como en el pequeñovalle.

Yluegosehablabadepolítica.—También decíais entonces que

ganaríamos la guerra. Ahora decís quepierdeAlemania.Noestoy tansegurodequenoosvolváisaequivocar.

CerronopuedeexplicarleaPedrolatáctica del Partido porque tampoco él lasabe bien: primero la invasión del vallede Aran. Luego la infiltración masiva yclandestina por todo el país para, a una

Page 244: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

señal, levantarse todos los infiltrados ydar la impresión de que el régimen deFrancoeradinamitadoporcentenaresdelugares. Las tropas democráticas en losPirineos intervendrían en apoyo de lasguerrillas.Elpuebloenteroenardecidoselanzaría al nuevo combate. TampocoCerro conoce muy bien esta estrategiaque se elabora cuidadosamente enToulouse. El lo que quiere es pasar latormentadeestapersecuciónenelmonte.Después ya vendrán nuevasinstrucciones. Pero tampoco esto se lopuedecontarasuanfitrión:alomejorledetienen, es interrogado, mejor que nosepanada.Quelointuyalevemente.

—No sé si aguantarás hasta dondetenemos que ir. Mi hermano estácortando una subasta de madera a

Page 245: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

muchos kilómetros de aquí, después depasar aquellas montañas que ves. Siaguantastodoloquehayqueandar...

—Conviene que me vayaacostumbrando...

Hay una sonrisa en los labios deCerro.Pedroentiendeloquequieredecir,pero no responde nada.Al otro lado delseto que separa la cocina de la sala, laanciana se ha dado cuenta de lasintenciones del hombre: «Se echa almonte, el pobre. Dios quiera que tengasuerte.»

Fuedura lacaminata.Cerro llevabalospiesdeshechos.Yanopodíadarniunpasosindolor.Salierondecasadoshorasantes de amanecer. Ladraban algunosperros,peroningúnserhumanolosvio.

Cuando llega el momento, los dos

Page 246: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

hombressedanaveraLuciano,queestáhaciendo cortes a los maderos paradejarlosdelmismotamaño.Yatienemásdeseiscientosestéreosdemaderaapilada,que tendrá que bajar a la carretera poraquellosdifícilesvericuetos.

Lucianosepusomuycontentoporlavisita.LeyódetenidamenteelmensajedeAgustín. Fumaron varios cigarros depetaca. Y de repente, sin saber cómo nipor dónde, apareció delante de los treshombres la figura frágil y sonriente deJuanín.

Pedrono losvolvióavermás,ni aJuanín ni a Cerro. Su hermano Lucianono se sabe, porque poco después seembarcó rumboaMéxico,dedondeaúnnoharegresado.

Cerroy, Juanínanduvieronbastante

Page 247: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

tiempo juntos, en pareja. A Juanín legustabamásirenparejaqueenelgrupogrande, porque las reacciones de ungrupo grande son siempre difíciles decontrolar.Lagentelesdabacomidaynotenían que multiplicar los golpeseconómicos.

La novia de Cerro y su madre, enSantander —como las mujeres de laIlíada—, hubieran llorado al ver la piraen la que se quemó el cadáver deAlejandro.

Page 248: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

3.PEDRIN

La guerra supuso un desgarrón

afectivoenlavidademilesdeespañolesyespañolas.Lasnovelasquetienencomofondo histórico los tristesacontecimientos que durante tres añosensangrentaronesta tierraestánllenasdeejemplosdeamoresfrustradosydevidasvacías de afecto. En aquella convulsiónnacional, cuando todo se desmoronaba,las gentes se aferraron trágicamente alsexo, una posibilidad de seguirengarzadosenlaexistencia.

Losmilicianos santanderinos teníanvalesypreciosespecialesenlascasasdeprostitución.Aún hoy, los vejetes de lospueblos recuerdan con lujo de detalles

Page 249: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

coloristas las historias galantes queprotagonizarondesoldados.«SanCamilo1936», de Cela; «Por quién doblan lascampanas»,deHemingway,yalgunaqueotra obra menor, son el fiel reflejo deaquella convulsión erótica que a la parcon la muerte revolucionaron las etniasdelpaís.

Las mujeres vivieron también unaexperiencia única: se rompieron losclásicos lazos tradicionales queamarraban una comunidad aldeana a símisma,yporlospequeñospuebloscorriósangrenueva,venidade lejos, traídaporhombres de paso, dejando tras de sí unahuella de hijos distintos a lostradicionales. Luego hubo que hacer unreajuste con los vivos, muchos de loscuales relevaron a los muertos en sus

Page 250: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

lazosafectivosrotos.Hubo algunos mozos que a su

regresodelaguerra,delacárcelydelosbatallones de trabajadores no pudieronaceptarelcambioysedesesperaron.

Todo ha quedado diezmado con laguerra. Los vencedores se incautaron delas cosas más importantes, hayracionamiento del consumo y de laproducción,hayhambre,haypocascosasaquédedicarseparapoderganarunduro.

Muchos se aventuran a practicar elestraperlo.

Las carreteras se llenan de carrosque van y vienen con cargamentosprohibidos.

Hay mujeres solas de maridosausentes, que cuando consiguen reunirunasperras,uncenlasvacas,ensobeanel

Page 251: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

carro, agarran en sus manos la aguijadade hombre, cogen alguna manta parapasar a la intemperie las nochescastellanas, cargan las apeas que acasohanlabradoellasmismasconsusmanos,encomiendan sus hijos a una vecina o aunahermana, lloranporquenolesquedagrancosaquedejarlesparaquecomanyse disponen a recorrer cientos dekilómetros con la única compañía de unhijitoquearreaconunpalodeavellano,eltristepasodelasvacasuncidas.

Un camino cuyo final es difícil deasegurar.VanporCastilla adelantehastaSaldaña, hastaQuintanilla de las Torres,hasta donde alguien quiera venderlesharina, trigo, garbanzos, aceite o arbejasdelmercadonegro,delonoconfiscado.

Luego hay que pasar

Page 252: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

silenciosamente por los múltiplescuarteles que jalonan la ruta, por lasoficinasdeabastosyporlosfielatos.Hayqueuntar las ruedas,quenocanten;hayquemandarcallaralperro,hayquesabermentiralguardia,quesinotienemuchocompromiso, posiblemente deje el pasofranco,pueséltambiénsabeloqueeselhambre.HubierasidobonitoenelpuertodePiedrasluengaso en el deSanGlorioun diálogo poético como el que cuentaJuan Ramón Jiménez en la historia dePlatero:

«El guardia clava su hierro en elsacodeharinadelcontrabandista:«¿Quéllevausted?».«Mariposasblancas».Ylaharina sigue su camino natural dejuntarsecon«Elplatodelpobreyconsuboca»,comodeseabaPabloNeruda.

Page 253: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Perolosdiálogosdelospuertoseranmuyotros.

—¿Quéllevaustedahí?—Unsacodeharina,señor.—¿Tiene usted permiso para

traficarlo? No es para traficarlo, señor. Es

paralacasa.—Debe entregarlo ahora mismo, o

sea,dejarloaquí.—Vengo con ello tres noches

andando.Nomepuedehacereso.Tengoniñosalosquedardecomer...

Llora la mujer, pero el guardia,generalmente,lamiraimpertérrito.

A veces se ponen de acuerdo dosmujeres y viajan juntas para compartirsusmiedos.Porlasnochesmandanaloschiquillos dormir en un carro, mientras

Page 254: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

ellas se acurrucan en otro y se cuentanapresuradamente lasmás tristes historiasdemujeresquesehayanpodidoescuchar.

CuandoPedrínsaliódelacárcel,sumujer se la estaba jugando conotro.Nose encorajinó Pedroo. Pero le empezó aconsumirlapena.

—Estásmuytriste,Pedrín.Nocontestabaelexreclusonia los

amigos íntimos. Los tiempos eran depoca alegría, pero su rostromelancólicollamabalaatención.

Un lunes de mercado se lo dijoclaramenteaunantiguocompañero,conel que coincidía siempre que iba apresentarsealcuartel:

—¿Qué,yatevasacasa?—Sí. Pero a ver si levantas ese

ánimo,hombre.Quenosehahundidoel

Page 255: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

mundo.—Paramí,sí.Sehundió.—Nodigas tochadas.Hemos tenido

unadesgraciamuygrande.Perohayquesobreponerse.Aunquesóloseapara quenoseríandenosotros,quenocreanquenosmachacarondeltodo.

Hablaronmucholosdoshombres,y,al separarse, Pedrín le estrechó la manofuertementealcompañero.

—Bueno, amigo, que haya salud.Estaeslaúltimavezquetedoylamano.Memarchoalmonte,adondeJuanín.

—¡Perohombrel—Sí. Es una manera como otra

cualquiera,deirtirando.Yoasínoséquéhacer. Estoy desesperado y de lo únicoque tengo ganas es de marcharme aalguna parte. Así que adiós. Me voy al

Page 256: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

monte,queesdondemáscercamepilla.Porlomenoscomeremostranquilos,ynome tropezaré con la gente estaindeseable.

No se hizo muy famoso Pedrín,porque apenas tuvo que actuar. Alprincipio eran muy sobrios los hombresdel monte y nunca faltaba un cordero,una oveja extraviada que llevarse a lossaladeros.Lagenteconocidalesdabaunsacodepatatas,unoschorizos,cualquiercosa...

Avecespasabanporlacarreteralasmujeres del estraperlo y veían luciendoentre las rocas la linterna de losemboscados. Para nada se metían conellas, aunque sus miedos se pasaban.«Conlospobresnosemeten»,sedecíanunas a otras para darse serenidad.Había

Page 257: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

vecesquepartedeaquelestraperlo ibaapararalascuevasdelosbandoleros,perono violentamente, sino porque antes lohabían pagado a buen precio. También,hay que decirlo, hubo por aquellos añosalgunas mujeres que subieron a lascuevas de los bandidos y consta queninguna lo hizo forzada. Másfrecuentementelosemboscadosbajabanalas casas de sus queridas, donde sepasabanocultos largas temporadas.Ellaseran todo solicitud, les dabaninformación y compensabansomeramentesudesarraigoysoledad.

El destino más común de loshombres y de las mujeres de aquellospueblos es estar juntos a temporadas yseparadosa temporadas.«Irsealmonte»e«irsealasierra»nosondosexpresiones

Page 258: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

sinónimas en los valles del Deva, delNansa y del Saja. «Al monte» se fueJuanín,Machado,Mauro, Pedrín, Cerro,Gildo,enposturarebeldeylibertaria.«Ala sierra» se van temporalmente casitodos los demás varones de las aldeas acortar madera, dejando a las mujeres elcuidadodelascuatro tierrasy loscuatrohijos,enposturadócilylegal.

«PorSanJorge,bandidosalmonte»,diceun refránbalcánico.A la sierra, loshombres se van antes de San Jorge,cuandoapenashapasadolaNavidad.VanalosmontesdeVizcaya,deNavarra,delBierzo, del Pirineo, de todas partes.Trabajan a jornal o a destajo.Les pagansegún los estéreosquehagan.El estéreoes una medida para la madera. Y sepodríadefinirsuunidadcomolacantidad

Page 259: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

detablaquesepuedeamontonarparaquemida un metro cúbico. Oscurecenserrando tablas o plantando pinos.Amanecenyadenuevoenelaserradero.Llevan un tronzador largo, un hacha dedos cortes, una sierra desarmada y unacuerda de marcar. En el aserradero unhombre se coloca encima de la tabla yotro hombre debajo. Alternativamentelevantan sus brazos al cielo comoentregándose, y se agachan en profundainclinacióncomosiadoraranalserrín.

Así, unmes y otro hasta el verano,sindescansarmásquelosdíasdelluviaodenieve.EnNavarra,quesongentemuycatólica, no les dejan trabajar losdomingos. Pero a veces, encompensación,lesmatanelhambre.

Levantanuna chabola enmediodel

Page 260: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

monte, llevanunpinchede catorce añosque les hace los recadosy la comida—eternamentehabasytocino—ycuandoalverano regresan al hogar con el fin dehacer la siega, traen unos cuantos durosahorrados para encargar sacos de trigo,para traer a casa una cuba de vino, parapagar las deudas y las contribuciones,paramercarunanovilla...

Losserradoresvivenmásduramenteque losbandoleros, comenpeor,y sobretodo, trabajan. «Los del monte» vivenunavidadeseñoritoscomparadaconsuspaisanos. Sólo que éstos no tienen porqué tropezarse con una granizada debalas, pues están dentro de la ley.«Jodidos,perodentrodelorden.»

Excepto dos o tres de loscompañeros de Juanín, todos los demás

Page 261: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

hubieranpreferido la vidadel serrador alavidadelbandido.

Fueron las circunstancias las quecondujeron a esto último a unosmuchachoscapacesdemanejarelhacha,aldalle,lahorcaylasierra.

El dinero era necesario para todos.Losdelasierraloarrancabanduramentecon sudor. Los delmonte lo conseguíanfácilmente con audacia. Llamaban denocheaunapuerta,secolocabanfrentealos paisanos que subían de la feria dePotes,dePuenteNansaodeRiaño,yallíestabaeldinero.

TuvograciaunemboscadodeBejesllamadoMauro.Eraeldíade la feriadelos Santos. Los de Valdeprado habíanmandadoeldineroquevalieronlasvacasenelautobúsdelascinco.Detrásvenían

Page 262: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

losmozosconlacabananovendida.En la Peña del Esgovio hace la

carretera una curva impresionante dondesecolocaronlosemboscados,echandoelalto a todo el mundo y poniéndolesmanos arriba contra el terraplén. Dosbandidos apuntan con escopetas. Losdemássededicanaregistrarlosbolsillosminuciosamente.

Coincidencia:Mauroregistrabaaunmuchachoque había estado con él en laguerra, habían batallado codo con codo.Haberestadoconunoenlaguerra,marcaun código similar el que en Méxicosuponesercompadres.

—¡Coño,Mauro! ¡ A mí me vas arobartú,hombre!¡Yanoteacuerdasqueestuvimosjuntosenelfrente!

Mauro se quedó mirando al joven

Page 263: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

campesinodetenidamente—Tienesrazón,acabódiciendomuy

serio.A ti yo no te puedo robar. Esperaque cambio. ¡A ver, Daniel, roba tú aéste,queyonopuedohacerlo!

YsinsonreírsiquierasefueadondeestabaDanielyDanieladondeestabaél.Mauro, para evitar ser reconocido másaquel día, o quizá por esos gestos decoquetería que a veces tienen los divospara deslumhrar a la gente, sacó delbolsillounacajaredondadebetúnnegroy empezó a maquillarse con cuidado lacara.

Poco dinero se llevaron en aquellaemboscada. Pero porque no encontraronmás en los bolsillos. Después de losSantos ya apenas hay bandidaje. Elinviernoestáhechoparadescansarypara

Page 264: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

divertirseunpoco,queenlanievesevenmuyclaraslashuellasdelosguardias.Laprimavera y el otoño son las mejoresfechas para los atracos. Sobre todo elotoño: hay más ferias y corre más eldinero. San Antolín, en Polaciones; elPilar, en Camallero; la feria de Riaño,SanMiguelenPuenteNansa, losSantosenPotes.Enveranolagentenocomercia.Sólosededicaatrabajar.Yenelinviernoestámuertotodo.

Un bandido tiene que acomodar suciclovitalalciclovitaldeloscampesinosde quienes vive. No es un animal demonte que mata venados. Necesita dedinero para comer, para vestirse, parafumar, para conseguir armas y enlacesque le informen, le conecten con lafamiliadelossecuestradosylellevenlos

Page 265: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

productos de sus rapiñas a venderlosfueradelacomarca.

A la mayoría de la gente le hacengracia los bandoleros. Les gusta suoriginalidad,suproclamadalibertad.Alamayoría de la gente, en cambio, lefastidia no poco la ambigüedad de suvida:

Elbandidoesunpobremásentrelospobres,peroalmismotiempovivecomolosricos,sintrabajar.

Esunpobrehombre,comocualquierotro;peroalmismo tiempoparticipadelpoder del rico: periódicamente incidensobre los pueblos y los caseríos acobrarse su dinero, igual que losrecaudadores de impuestos, que no soncampesinos, pero viven de ellos. Llevaarmas como las autoridades. Parlamenta

Page 266: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

conloshacendados.Noesunhacendado,perosemidedeigualaigualconellos.Siun rico ganadero se niega a pagar suimpuesto a los delmonte, el acto tendráparaélpeoresconsecuencias,puestoquetarde o temprano habrá de pagar unrescate por su vida. De hecho, muchosadinerados lebaniegos colaboraron conlos emboscados dándoles dinero, lo queluego ETA y otros grupos políticos deacción violenta llamarían «impuestorevolucionario». Todos saben cómoentenderse con los emboscados. Tieneque ser por las buenas, comoparlamentando con otra fuerza soberana.ElcuradeunpueblodelaríadelNansales invita a pasar, a cenar con él unacomidaespecial, lesdavinoyhablaconlos emboscados de política, escuchando

Page 267: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

sus opiniones, valorándolas. Y antes deque se lo pidan, el cura les ofrece eldinero que tiene. Los emboscados,ofendidos, se niegan terminantemente aaceptar ni un real de aquel señor tanbondadoso.Lacriadasefuedelalenguayelcuradioconsushuesosenlacárcel.Pero el tratar a los guerrilleros como asus iguales evitó que éstos se llevaranningúndinero.

Claro que difícilmente escapan loshacendados del valle a la tentación dellamar en su defensa otra fuerza armadade protección, tercera en discordia: lapolicía.

Entonces es cuando estalla latragedia, porque se complica mucho elesquema. Los americanos en Vietnamhicieron ese papel de terceros, e

Page 268: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

impidiendo un entendimiento directo delos afectados reales, envenenaron lasituación hasta límites insospechados,sufriendoellostambiéndolorosamente.

Enlosvallescantábricossueledecirlagentequeconocióaquellaépoca:«Nosabíamos si eran peores los bandidos olosguardias.»

Undíadeferia,Eliaselde la línea,salió con su autobús cargado delebaniegos camino de Riaño. Elias tieneuna participación bien directa en estahistoria, pero sufrió tanto por ella —cárcel, ruina, palos—, que hoy ya noquiererecordarla.

Cuando se va a las ferias hay quelevantarse muy pronto para dejaratendido el ganado. Un campesino quevaya a la feria tiene que lavarse como

Page 269: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

ningún día, afeitarse las barbas de unasemana, colocar el traje de pana negracon chaleco, reloj de cadena plateada,camisa blanquísima de cuello abierto...,guardar bien la cartera en un bolsilloescondido o entre la faja y la camisa.Hechos estos menesteres, el campesinosale a la carretera con tiempo suficientepara esperar el autobús, mientras lía elprimercigarrodecuarteróndelamañana.

Cuando el campesino llega alautobús, ya hav más gente esperando yempiezan a intercambiar impresionessobreelviento,elsol,elaguaylatierra,principios fundamentales de todo cuantoexiste.

Allí está también don Marcial, elcura.

—Con que vamos a la feria, ¿ eh,

Page 270: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

donMarcial?—Comonomevendayo...—Peroiráacompraralgo.DonMarcialsólovaaPortilladela

Reina a ver a su madre. Liébana,riquísima en personalidades originales yprofundas, tiene en donMarcial, el curade la Vega, uno de los más genuinosrepresentantes:simpático,profundamentehumano,sencillo,popularylistocomoelhambre. Dice la misa con salero y,cuando todas las estructuras eclesialeseras rígidas y envaradas, don Marcialsignificaba una primavera explicando ladoctrina: «Lamisericordia divina, decía,escomolascagalitasdeloscorderos,queestán esparcidas por toda la tierra.» «Eltesorodevirtudescristianasqueadornana la Santísima Virgen no tiene

Page 271: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

desperdicio alguno para el alimento denuestro espíritu. Deberíamosaprovecharlas nosotros con el mismocuidado que aprovechamos, en el ordenmaterial, lamatanzadelcerdo,enlaquenossirvetodo.»

Ejemplos y comparacionescampesinos, directos, vivos, llenos degracia chispeante, como losdeBerceoyelCondeLucanor.

Al llegar al Puerto de San Glorio,losemboscadoslesechanelalto.

DonMarcial encontró una soluciónrápida:«Dadmeamítodoeldinero.»Seapresuran los feriantes a entregarlecarteras y el cura las esconde en labragueta,bajoelpantalónylasotana.

—Aver,¡manosarriba!.Empiezan losbandolerosa registrar

Page 272: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

atodos.—¿Dóndecoñostenéiseldinero?—Yo no llevo nada —contesta un

viejo—,nadielollevamos.Sisóloíbamosavercómoestaba la feria,sin intencióndecomprar.

Noporesodejanderegistraratodoelmundo.Vensubirotrocochedepunto,como entonces se decía. Esconden a lospaisanos detrás de unas peñas. Detienenel coche y arrebatan a sus ocupantesvariosmilesdepesetas.

El interés de todos los paisanosmanos arriba está concentrado bajo lasotana de don Marcial. El cura haceesfuerzossobrenaturalesparasujetarconlaspiernas losbilletesquese leresbalanyquequierencaerse.

—¡Hola,donMarcial!¿Quécuenta

Page 273: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

debueno?Eljovenbandidoseleplantadelante

conunarisaamistosa.«¿Cómoustedporaquí?Noiráalaferia...»

—YosólovoyaPortilla a ver amimadreyno llevonadaencima,si es esoloquequieres.

—Nohombre.Conustednovanada.Puesnofaltabamás.

—¿Y cómo vosotros por aquí, digoyo?¿Noosdavergüenzaatracarasíalapobregentequenecesitaparavivir esoscuartos?

—No empiece con sermones, nofastidie.

Hayenelairereverberacionesdelahistoria de JuanQuinto y el señor prior,contadaporValleInclán.

—¿Peroporquénoosentregáis de

Page 274: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

unavez?Yoosconozcoa todosyséquesois buenos muchachos. Que estáisdeseandoempezarunavidanormal.

—Esto también es una forma devida,donMarcial.

—Pues vaya cosa. Exponer la vidaasí como así para no llevarse ni uncéntimocomoahora.Yomecomprometoa ayudaros. Si os entregáis, yo salgofiadorantelasautoridades.

—No insista, señor cura, que va aserigual.

—Os prometo que haré lo posibleparaquetengáisunjuicioimparcial.Alomejor os cae cárcel. Pero qué es esocomparadoconandartodalavidaasí,alotonto,sinsentarlacabeza.

—Lo que pasa, don Marcial, queusted cree que todos son buenos. Y se

Page 275: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

equivoca.El bandido jefe, quizá Machado,

quizáGildo,quizáJuanín,daunaorden:«Todos al coche.» Arranca el autobúscamino de Riaño con los hombrescontentos.

Cuenta Ramón J. Sender en el«Réquiemporuncampesinoespañol»,lahistoria de un emboscado adolescente yde unmosén que le convenció para queseentregasealosrepresentantesdelaley.No puede elmosén evitar que su amigofuera acribillado a balazos, sin juicio ninadaparecido.

Presentarseotratardeestirarlavidaenelmontemientrashubieraposibles:undilemadifícildeescoger.

Juanínnoencontrabasatisfacciónenaquellosatracosdelprincipio,nipolíticos

Page 276: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

ni verdaderamente económicos; a lalarga, perjudiciales por el descrédito enquesecaía.

—Lo único que conseguimos conesto es que la gente nos tenga manía yquenosodie.

—¿Pues qué esperas? ¿Qué nosquieranmucho?

—Esosería lomejor. Pero si no esposible que todos nos tengan cariño ynos protejan, por lo menos hay queconseguirconnuestra conducta que nosaprecieunamayoría y que nos respetentodos.

El resto de la cuadrilla no semostrabamuydeacuerdo.Lagentetienequetenertesobretodomiedo;cariño,sólolosdelpueblodeuno,enlosPicos;peroen la llanura, cuanto más miedo mejor.

Page 277: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

iSino,nostomanelpelo!Juanínestuvomuypocotiempocon

lostresvisanos,puesengeneralnoestabadeacuerdoconsumododeactuar.

—¡Vamonos túyyosolos,Pedrín!.Queestagentecomprometeauno.A tiyamí no nos ha de faltar nada. Y de nopoder hacer las cosas de una manerasensata,valemássepararnosyvivirpornuestracuenta.

—Son buena gente, Juanín. Buenoscompañeros.

—Pero somosmuchos y no hay uncontrolserio,unadisciplina.

—Podemosirporcuentanuestra túy yo, dejarles a ellos que actúen a sumodo, pero estar en contacto con el findeayudarnos.

Lo expusieron. Al principio hubo

Page 278: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

protestas. Gildo, el tresvisano que másadmirabaaJuanín,sepusomuyviolento.

—Sicadaunocogeporsulado,nosapañan a todos como grillos en losagujeros. ¡ Todos juntos es comodebemospermanecer!.

Machado dijo que nadie estabaobligadoaandarconnadie.Perolosqueseseparendeungrupoperseguidocomoaquelseexponenapeligrosimpensables.

—Másquesepararnos,es cooperarde otra manera: trabajar juntos algunaacción.Informarnos...

Juanín y su compañero vivieronvariosmeses en el valle de la Vega. Enlosinvernalesaltosteníansurefugio.Lospaisanos los veían y les daban comida.No hacía falta atracar para sobrevivirentrevecinos,amigos,parientes.

Page 279: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Habíacaídounabuenanevada.Muycerca del Puerto de San Glorio, losinvernales,llenosdehierbaseca,cerradosde piedra desnuda y verdinosa, tienensólo un pequeño boquerón y la puertacerrada para guardar el calor. Las tejasestán muy separadas. Entra frío por lasrendijas y hay alguna gotera. Los dosemboscadosduermen tapadosconhierbay chaquetas. Al alba se monta unaguardiaestricta.HoyletocaaPedrínporlamañanaysalealapuerta.Juanínsevaescondido por entre los acebos y lasencinas.

Sube el camión de RegionesDevastadasconunescuadróndepresosacortar leña para el Batallón deTrabajadores. Capataces y guardas, confusiles ametralladores, paraquenadie se

Page 280: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

fugue.Van también algunos trabajadoresnopresos.

Enlasúltimascurvasdelacarreterauno de los trabajadores dijo que pararanel camión si hacían el favor, que iba aechar el pantalón un momento enaquellosespinosdelapartedeabajo.

No tardó mucho en regresar, a lacaja del camión. Un compañero detrabajolemiraconpicardía.

—¿A dónde fuiste? —sonriendo yguiñando.

—Acagar.—Bah,hombre,amínomeengañes.—Tienesrazón(lavozesunsusurro

alegre), fui a llevar tabacoa Juanín,queestabaahíabajo.

—Ah,bueno.Ahorasítelocreo.Mientras los presos van a buscar

Page 281: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

leña para traerla al camión, los hombresdelosfusilesdicendeiradarunabatidaporsiapareceuncorzooacasounjabalí.También puede salir un venado, unagarduña,unlobo,unzorroounoso.Todoes posible en estos valles apacibles.Munición llevan para matar cualquiertipodeanimaldelaricafaunalebaniegaquepudierasalirlesalpaso.

No sabemos quién fue el primeroquevioaPedrínenlapuertadelinvernal.

Nosabemosquiénfueelquedio laordendedisparar.

No sabemos si en la mente deaquellos hombres, deformada por laguerra, la muerte del jabalí y delemboscadoteníaelmismovalor.

Juanín, que corrió doloridamente elbosque hacia otro refugio de otro valle,

Page 282: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

deotra aldea, con losbolsillos llenosdetabaco,notardóenenterarsedequéfusilsalieron las balas que mataron a suamigo.

—Puesqueseandeconcuidadoése.Lemataré.

Enseguida se corrió la voz por elvalle. Enseguida se enteró el cazador,llenándose de miedo. Desde entonces,detrás de cada arbusto, cuando iba abeberagua,cuandoentrabaosalíadesucasa, cuando tenía que hacer un viajeestraperlario, metida en cada sombra,disuelta en el temor del sueño, una solaidea:lavenganzadeJuanín.

El cazador certero que mató alemboscado decidió marcharse de lacomarcaybuscaruntrabajobienlejosdeallí.

Page 283: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima
Page 284: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

4.YOESTUVEENLAGUERRILLACONJUANIN

YoenlacéconJuanínenCabrales,o

en la zona de Cabrales para ser másexactos. Se trataba de encontrarse contodoslosguerrillerosqueoperabanenlaprovincia de Santander. Teníamos varioscampamentos.UnodeellosenMatienzo.En los campamentos teníamos unaestructura férrea y una disciplina arajatabla. Al principio había bastanterelajo y hasta 1945 los campamentos demontaña presentaban problemas deindisciplina, los huidos llevabanmujeresadormirconellos,no sehacíaunavidapolítica, se vivía de los pocos recursos

Page 285: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

que los campesinos simpatizantes de lazona tenían a bien entregar a losemboscados.Eraunavidacuyafinalidadprincipal se cifraba en la simplesupervivencia con las mayorescomodidadesposibles.

En la resistencia del Llano, ennuestro lenguaje en las ciudades ypueblos, las cosas se.veían de maneradiferente: había que dar una respuestapolítica. Había que aglutinar a losluchadores de montaña c impulsarlos aparticiparenlaluchaantifranquista.

Con este motivo, en los momentosen que se conmemoraban fechasimportantes, como el Uno de Mayo, elCatorcedeAbriloelDieciochodeJulio,planteábamosgolpesquepudieranser lobastanteespectacularescomoparaquela

Page 286: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

gentesedieracuentadequelaluchaporlalibertadestabaviva,yquehabíagentedispuesta a no dejarlamorir: volábamostorres de alta tensión, volábamosmáquinas de ferrocarril, hacíamosreuniones,sembrábamosdeoctavillaslasaldeas, quemábamos los archivos deFalange...

A estas actividades lasconsiderábamosactospolíticos, y así lasvalorábamos.

Cuando en las aldeas, en algunasaldeas, considerábamos que teníamos ungrupodegente suficiente comoparadarun mitin, los reuníamos a todos en unsitio determinado del monte, biencustodiadopornuestrosvigías.Aunadeestas asambleas recuerdo perfectamenteque subieron dos maestros de pueblos

Page 287: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

vecinos.Todosqueríanpasaralaacción.«¡Necesitamosarmas!¡Dadnosarmas!Esla única manera de defendernos contralos falangistas y los somatenes. ¡Armadalpueblo!

A tal extremo llegó la represiónsobre nuestros puntos de apoyo,campesinos que nos ayudaban, que nosvimos obligados a iniciar determinadosgolpes económicos para aliviar lasituación.

Habíagentequenosdecía:«Debajode la teja tal os dejamos la llave de lacabaña.Ordeñadlasvacasolasovejasytomadlalechequequeráis.»Hubovecesquelaguardiacivil,porchivatazosoporsospechas,ibaaesascuadrasyordeñabalasvacas,tirandolalechealsuelo.

En los pueblos se conocen todos.

Page 288: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Losvecinostienenqueponerbuenacaraa la guardia civil, la misma que nosponían a nosotros.Muchas tardes entranlosguardiasaunacasaysedejaninvitaramerendar.

—Está muy buena esta cecina,Manuela.

—Síseñor,conestosaires...—¿Esdealgunacabravuestra?—Sí,señor,unaquese perniquebró

y decidimosmatarla. Ya no iba a valerpara nada... Todavía la estábamosordeñando,lapobre.

—¡Sacáis mucha leche «pa» elqueso!

—Mucha, mucha no, señor. Pásaleelporrónalcabo,Ricardo.

—Pues buena marmitada de lechebajabasayer.

Page 289: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—Ayer, como todos los días. Lossietelitros.

—Vaya, no te quejes. Siete litroscadadíanoestánadamal.

—Bueno, son siete, siete y medio,seis, cinco..., depende. Ayer, sin ir máslejos, dieron la marmita y el odre esellenos, que cogieron por su cuenta unbudañal, y como había llovido un poco,puessehartaroncomotrompos.

—Ayernosacóusteda lasvacasniun cuartillo, señor Ricardo, y ahoramismosevienenconnosotrosalcuartel;nos van a explicar qué juego es ese detraer lamarmita llena de agua como sifuera leche. Que no están los tiemposcomoparajuegosdemano.

A estos hombres, a estas familiashabía que ayudarlos. Había que sacarlas

Page 290: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

de la cárcel, buscar abogados, pagar.Necesitábamos dinero. Aparte de unremanente que quedaba para el gasto dela guerrilla, el resto del dinero de losgolpes económicos se destinaba casitotalmente a compensar a nuestrosenlaces,anuestrospuntosdeapoyo.

—¿Cuánto tevaa valer tal terneroenelmercado?

—Dosmilpesetas.—Toma cuatro mil y guárdanosle

paranosotros.Todoestonoscostabadinero.Enel

campamento de invierno teníamos unascuantas tinajasyallí salábamos lacarne.Para todo el invierno. Eran sitiosdifíciles. Ni las ratas hubieran dado conellos, entre rocas, peñascales, conentradas increíbles y una vigilancia

Page 291: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

constante. Allá arriba éramos fuertes.Hay que tener en cuenta que en aquellaépocadehambreyracionamientos,a loscampesinos, Abastos o Falange o quienfuera, les confiscaba sus productos, lesponía una tasa por ellos y había queentregárselosalprecioqueellosquerían:lo mismo lana que corderos que losbecerros de las vacas. Nosotros lespagábamoseldobleyprocurábamosqueeldinerosalieradelosmismosqueseloqueríanrobarporotrolado.

Ovejas,cabras,corderos,jatos,hastacerdosllevanenelpueblounaseñalparaidentificar el dueño al que pertenecen.Unaorejacortada,laizquierda,pertenecea Eusebio; la derecha, a Ambrosio; untijeretazoenladerecha,aEnrique;dos,aCarlos. Un corte en forma de mosca, a

Page 292: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Pedro.Unoencadalado,aIgnacio.Nosotros nos aprendíamos bien las

señalesdecadacasa.Enelotoño,cuandotodos los animales están pastando y serecogen en corrales comunes,buscábamosentre todos losque llevabanlas señales de algún amo fascista oproclive a denunciar. Nosotros ya lassabíamos por los enlaces y arreábamosconseisosieteparanuestrossaladeros.

En el refugio teníamos garbanzos,maíz, trigo, alubias que comprábamos alos estraperlistas a buenos precios.Cuando abandonábamos loscampamentos,nosasegurábamosbiendequelasbocasdetodoslossacosquedaranbien amarradas con cuerda y poníamosuna señal que sólo para nosotros eraperceptible.Eraunahierbuca,dobladade

Page 293: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

unamaneraespecial,lamitaddeunahojade árbol, un nudo amedio dar..., en fin,señalesqueal regresonos serviríanparasaber si el campamento había sidovisitado por intrusos, si había sidoenvenenada la comida, etc. Nuncatuvimosquelamentarnadadeesto.

Había que tener también muchocuidado con los lugares donde noslavábamos. Al principio de esto no nosdimos cuenta, pero no tardamos enpercibir que el jabón con el que uno selavanodesaparecedel todoenelaguayeraposibleencontrarrastrosenelarroyovarioskilómetrosmásabajo.

Una cosa esencial era prepararperfectamente las operaciones. Que nohubiera ningún cabo suelto. Cada unotenía una misión encomendada. Y tenía

Page 294: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

quecumplirladisciplinadamente.Por otra parte, las cuevas estaban

preparadaspatahacer lomásconfortableposible la vida durante los terriblesinviernos de aquellos Picos. Por muyinteresados que estuviéramos enadecentarlas, no por eso era posibleolvidarqueestábamosenlaguerrilla.

Un día decidimos dar un golpeeconómico en Reocín. Plantear estaacciónnosllevódíasdediscusiones:quéobjetivos se pretendían, qué táctica, quématizpolíticodarles...

Estábamos perfectamenteinformadosyningúncabohabíaquedadosuelto.Lapagadelosmineros—eradíade cobrar— subía carretera arriba en unviejo autobús: estábamos nosotrosapostados tras un bardal, un poco más

Page 295: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

arriba de Mercadal y bastante antes dellegar a la mina. Ibamos trajeados, congabardinas,bienafeitados.

La señal convenida. El vigía habíadivisadoyaelautobúsalahoraprevista.Salimos a la carretera. Le echa mos elalto.«Llévenosalasoficinasdelamina.»Viéndonos tan guapos y tan alegres, lagentedelautobúsdecíaqueseguramenteéramoslosnuevosingenieros.

Ya teníamos cortados los teléfonos.Dos guardias civiles que estabanhaciendo el servicio vigilados muv decerca.Un empleadode las oficinas echamanoal bolsillo.Efectivamente llevaunrevólver. Es tal el golpe que recibe quetardaría bastante rato en darse cuenta dequéhabíapasado.

Tenemos a todo el mundo manos

Page 296: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

arriba. Sobre una gran mesa nosdepositantodoeldinero.Lometemosenun saco y dejamos una nota escrita paralosobreros:

«Compañeros: Nos llevamos estedinero a sabiendas de que es vuestrapaga.Vosotrosnadaperdéisporesto.Lospatronestienenmás.Nosotrosno.SomoslosguerrillerosdelaRepúblicayestamosluchandocontraestesistemadeopresiónen el que todos vivimos.No tardaremostodos juntos en conseguir la libertad.iVivalaRepública!»

Salimos veloces. Era precisoremontarlacarreteracuantoantes,laquesube a SanCipriano.Y justo cuando yanos perdimos en los enormesmontes dela cumbre es cuando empezaron a oírselos disparos de los guardias a lo lejos.

Page 297: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Después fue la marcha, cuidadosamentepreparada, hacia nuestro refugio deinvierno. Toda precaución era poca. Nosepodíandejarhuellas.Nipasarpor losprados sin segar, pues se ve una sendasospechosa,nipisarenunterrenoblando,pues quedaban las pisadas marcadas. Aveces se caminaba de espaldas, dandofalsas pisadas, con los tarugos de lasalbarcasmirandoalrevés.

Juanín,yestoesloquequierodecirde él, tenía unas iniciativas hermosas.Había por entonces mucha gente en lamiseria. Familias con el padre en lacárcel, madres haciendo milagros parapoder llevar un bocado de pan a unmontón de hijos. De estos casos estabamagníficamente informado él, por ser elde más contactos y el que más gente

Page 298: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

conocía.Porlanochellamábamosalapuerta.

Preguntábamos por el marido. «Pues yale falta poco para salir, o todavía lequeda...», nos decía una mujeruca.«Ahora está pendiente de revisión decausa...»

—Bueno, tenga, a ver si le puedeservirdealgo.

—Hombre, déjelo, que a ustedtambiénleharáfalta.

—¡ Es una ayuda de parte de losguerrillerosdelaRepública!

DelgolpedeReocín repartimosdelmodo anterior unas doscientas milpesetas, que para aquellos tiempos noestabanadamal.

El resto del dinero fue a parar alLlano para ayudar a la resistencia.

Page 299: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Nosotros nos quedábamos con pocoporque ya era mayo y las necesidadeseranbastantemenosqueenlosmesesdeinvierno.

Un compañero trajo el dinero alLlano. Yo me tuve que ocultar enTorrelavega, donde estuve seis mesesemparedado:sinsalirdelescondrijoparanada. Ya ha leído usted el libro «Si tedicenquecaí»,de JuanMarsé.Puesesetipo de vida que describe tanmagistralmenteesteautor.

Nos llegó por entonces la consignadeasistirenBilbaoaunareuniónmixta,guerrilleros-dirigentes del partido, paraenfocar la formación de la AgrupaciónGuerrilleradelNorte.Deaquímandamosal Vasco, Indalecio Aja, cuya heroicahistoriamerece losmayores elogios, y a

Page 300: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

otro compañero que aún vive y que novamosanombrar.

También los acompañóun jovendeCampuzano, recientementeregresadodelexilio.

Al regreso yo les había dado uncomunicado para que lo leyeran en lareunión y la respuesta fue: «Nombradopor unanimidad como responsable de laguerrilladelNorte.»

Cada vez nuestro campo deoperaciones era más reducido. Se noshabían quemado muchos enlaces. Yotambién estaba quemado desde elmomento en queme identificaron en unpueblecito por una foto que les presentólaguardiacivil.Nuestrosesfuerzosahorase concretaban en no tener bajas.Dábamos con frecuencia golpes

Page 301: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

económicos y políticos, peroextremadamentepreparados.

El golpe al que ahora voy areferirme lo dimos en el pueblecito queantes dije. Ocupamos el pueblo,cercándolo. Llegamos a la cantina. Unadeesascantinasaldeanasquevendendetodo:chorizo,albarcas,latasdeconserva,cuadernos,linternas...Eranlasdiezdelanoche. Los viejos juegan al mus. Nisiquiera se dieron cuenta de quehabíamos entrado y habíamos dichomanos arriba. Sólo se enteraron cuandovieron que tenían el cañón de la pistolaapuntándoles.

Pusimosatodoscaraalapared.Enlacantinahabíaunamigonuestroenlace,yfuealúnicoquepegamos.Loteníamostodoplaneado.Hizocomoquenoquería

Page 302: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

ponersecontralapared,comohaciéndoseeljaque,yentoncesfuecuandocobró.

Pedimosdosotressacosyllevamosde todo: comida, latas, alpargatas,mantas, higos, tabaco. De todo menosbebidas.

Delantedelacantinahayunaplaza.Alotroladodelaplaza,elAyuntamiento.EnelAyuntamiento,lacasadeFalange.

Dos compañeros armados quedaroncustodiando a la gente para que nadiepudieramoverse.Los demás nos fuimosal Ayuntamiento, abrimos el balcón yempezamosatiraralaplazaelretratodeFranco,eldeJoséAntonio,labanderadeFalange, que bajó ardiendo, informes,ficheros,armarios...

Lopusimosenmitaddelaplazayleprendimos fuego a todo ello junto.

Page 303: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Mientras ardía, desde el balcónexplicábamos a los paisanos quiéneséramos nosotros y por qué hacíamosaquello.

Cogimosalveterinarioyaotro, losdos falangistas, y, saco al hombro, leshicimos ir delante de nosotros montearriba.Después de dos horas de caminolesmandamosvolverse.Yaestabaallí laGuardia Civil. Tiraron por el suelo unmontón de fotografías y a mí mereconocieron. Por eso desde aquelmomento estaba considerado comoquemado...

No sabemos la opinión que losvecinos de aquel pueblo sacaron denuestro acto. De ser positiva, nada sepudo decir en voz alta. Tan sólo el curadelpuebloseatrevióadarla:«Nosontan

Page 304: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

malos como se dice. Venían afeitados,«propios»—se le notan al narrador susmuchosañosdeexilioenFrancia—.Ynoquemaron la bandera nacional ni elcrucifijo. Sólo símbolos políticos queellossabránporqué.»

Solíamos discutir después laoperaciónen largas sesionesde revisión.Cadaunoteníaunatareadentrodelplany había que cumplirla a rajatabla. Serevisabaelcomportamientoconlagente.La incidencia política que pudiera tener.Lacapacidadeducativa.

Juaníneramuyrespetadoportodos.Tenía un temperamento muy violento.Daba unas respuestas aceradas. Se hacíarespetarenelgrupo.

Tenía Juanín una cierta venaanárquica.Noeraindisciplinado,peroya

Page 305: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

se le veía que estaba más a gusto sinrecibirórdenes,sintenerquesometerseauna disciplina de partido. No vibrabamucho con lo político: si se decía«Vamos a dar un golpe X, volar unastorres de alta tensión, puesto que seacerca el Catorce de Abril o el Uno deMayo», ponía siempre mala cara. Lohacía, cooperaba, pero se le veíaquenoera aquel tipo de cosas las que legustaban. Tampoco era el dinero. No sequedabaconunreal.Eraunhombrequelegustabael contactocon lagenteenelordenaqueanteshehechoreferencia.

Undíanosfijamosendoshermanos,indianos,queestabanensupueblonatal.Venían conmucho dinero. Secuestramosa uno de ellos, le llevamos al monte ypedimosalotromediomillóndepesetas

Page 306: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

comorescate.Aldíasiguientesepresentócon 250.000 pesetas en una caja dezapatos. Llora porque dice que no hapodido reunir el resto. Estudiamos elcaso. ¿Qué hacer? Pasamos la nocheentera discutiendo. Muchos camaradasopinabanquehabíaquematarle.Sinosehacíaunescarmiento,sinonosdábamosarespetar,nostomaríanalfinporelpitodelsereno.Aldíasiguienteteníamosquedar la respuesta. Era un ultimátum. Elvigía apostado por ver si venía elhermano de nuestro rehén nos llamó.«Mirad.Estátodollenodeguardias.»

Elindianoseechóallorar.«¿Quélepareceloquehahechosuhermano?»«Esunaimprudenciayunainsensatez.Simevan amatar, por favor, llévenmemás alinteriordelmonte.»

Page 307: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Otrareunión.Másdiscusiones.Por una parte, había que dar

ejemplo. Pero la pregunta era: ¿Espolíticomatarlo?

Aquellos dos hombres iban amisa,jugaban a los bolos con los muchachos,habían repartido dinero en el pueblo,ayudaban a algunos jóvenes para ir aestudiar y habían tenido una vida dura,conocida por todos. Juanín se mostrómuycontrarioaejecutarlos.

Fuimosaveralrehén.Nosmiróconojosdesorbitados.«¡Mevaisamatar!»

—No olvides esto que vas a oír,compañero: mereces la muerte, pero elejércitodeguerrillerosdelaRepúblicateindulta. Es tu Hermano quien te hacondenadoamuerteinjustamente.

Un compañero juerguista añadió:

Page 308: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

«Ganasdequedarsecontumujer.»Mandamosdescalzarsealindiano,le

quitamos calcetines y zapatos y leenviamosparasucasa.Llorabacomounniño. Nosotros nos fuimos alcampamento de Sotres, imposible deencontrar. Descalzo, entre rocas,argomas,heléchosyespinos,tardaríamásde dos horas en llegar a explicar a losguardias su aventura. Para entoncesnosotrosyaestábamosabuenrecaudo.

Teníamos gente muy buena. Habíahombres muy inteligentes y de grandessentimientos.

Las mujeres de los pueblos nosayudaban también. Nos hacíanpasamontañas, uniformes. Debajo de lagabardina o del chaquetón, en un lugarvisible sólo si nosotros queríamos,

Page 309: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

llevábamos bordado un anagrama:«GUERRILLEROS DE LAREPUBLICA.» Las mujeres de lospueblosnoslosbordaban.

A Juanín le querían mucho porqueera muy del pueblo. También era muybromistayhastasimpático.Alagentelecaíamuybien.

Ayudaba también a su aureola unaindudable audacia que fue adquiriendoconeltiempo.Enunaocasiónsepresentóenelentierrodeunserqueridocontraelconsejode todosnosotros.Noquisoquenadie le acompañara. Estuvo en elentierro y toda la gente se dio cuenta.Cuando a él le parecióque el peligro seacentuaba,escapóalamontaña,solo,sincoberturadeningunaclase.

No sé por qué Juanín nomarchó a

Page 310: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Francia cuando se decidió que lasguerrillas había que abandonarlas. Peroes muy posible que le faltara ocasión.Debo decir que la retirada nuestra fuemuy dificultosa. Se nos abandonó anuestra suerte y cada uno tuvo quearreglárselas como sus luces le daban aentender.

Yo, por ejemplo, después de estarmesesymesesemparedado,salíentaxiaBilbao con mi compañera. De Bilbao,pasados unos días, fuimos a Viella ytardamos cuatro jornadas en atravesar lafronterahaciaLuchon.

Una vez en Francia, el Partido meencargóhaceruninforme.Loescribímuypor encima y callándome las cosas quemeconvino.Pocosdíasdespuésmevisitóel comisario y me dijo: «No, camarada.

Page 311: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Queremosuninformeveraz.»Meenseñóun número de «Mundo Obrero» dondeveníanbientratadasalgunasdelascosasque nosotros habíamos realizado en losmontes, y fue entonces cuando ya meconfié, al ver que se daba a las cosas laseriedadprecisa.Redactéotroinforme,eldefinitivo,paraelBuró.

Por todo esto sospecho que quizáJuanín, audaz en terreno conocidosiempre que él dominara la situación,prefirió quedarse en el monte a ladesesperada antes que lanzarse a unaaventura de consecuenciasdesconocidas.»

Page 312: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

5.POLACIONES,BUENATIERRA

Entre Peña Labra, Peña Sagra,

Valdeprado y Tudanca se halla elnemorosovalledePolaciones.

«Polaciones,buenatierra,peronievadecontinuo,yelqueno.matalichóntampococometocino.»

Soncoplerosloshombrespurriegos;

copleros, bandurrieros, zamarroneros ytrovadores.Gentesausterasalavezyde

Page 313: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

vivirencallecido.Terribles nevadas en invierno, lejos

los invernales, poca hierba almacenada,estratagemas atávicas para mantenersevivosenunaluchadesigualdelhombreyla tierra, como se desprende de estacanción:

«DePolacionesnofíes,aunquetedenlapalabra,porqueengañaronalloboenuncorraldeLombraña.»

Orgullo por su historia y por sus

hijos preclaros, como el padre Rábago,confesordereyes:

Page 314: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

«DelvalledePolacionessacóelReysusconsejeros...»

Desprecio por los valles vecinos, a

losqueconsideraninferiores,enemigososimplementedistintos.

«...DelcondadodePerníapastoresyborregueros.»

Omáscruelmentetodavía:

«Ni río por lindero ni amigolebaniego.»

Page 315: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Hayunanecdotario riquísimosobre

las bromas y vejaciones entre crueles ycariñosas que acostumbrabanantiguamente a infligir a los visitantesquevenían a cortejar sushembras.Aunlebaniegoconnoviapurriegalecantabanestaindirectaenunaromería:

«Hayquematalu,hayquemataluallebanieguporqueesmumalu.»

La música se adaptaba después a

Page 316: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

cualquiernecesidadcríticaquesepudieracantarcoralmente.Seatacabasinpiedad.EsfamosoelcasodelcuradeLombraña,dequiensedecíatuvonoviaenTudanca:machaconamente, monótonos,enronquecidos por el frío y el sueño,calleja arriba y calleja abajo, los mozosrepitenunayotra vez la sentencia de lanoche:

«Hayquematalu,hayquematalualcuróndeLombrañaporqueesmumalu.»

Y luego, con una ironía fina y

venenosadeindultadores,agregan:

Page 317: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

«Noselumata,noselumata,que lu tienen de chivu enTudancayleshacefalta.»

Un calendario de romerías

veraniegas con final esperpéntico,cantado con música de la «tonaona»,canciónmayorpurriega:

«LaMagalenaenBelmonte,SanInacioenTresabuela,SanMiguelucoenCotillosyeltiSantiagoenSalceda.»

Page 318: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

El ti Santiago: cuando la gente del

puebloserefieraaloshombresmayores,alos«güelos»,debehacerloconunsignoderespeto,precediendosunombreconelapócope de tío, «ti». El ti Cesáreo, el tiFaustino, el ti Celedonio. El apóstolSantiago,patróndeSalceda,mereceenlacoplaelmismotratamientoquelosviejosdellugar.

De este valle, que, al decir deUnamuno, habla todavía con el tono delRomancero, nos gustaría citar sólo,hablar sólo de sus versos sabrosos yrudamentelíricos:

«TengopenasporCotillos,

Page 319: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

porSantolallaySalceda,yporloquemáspenastengoesporlamozamorena.»

Sólo versos, trovas, comparsas,

zamarronadas, pero no tragedias. Sinembargo, la guerra civil y su posguerrafueron aquí terriblemente violentas. Secometieron horrores que espeluznan. Laposguerrafuetensa:másdemilhombrestrabajabanenlapresadelSaltodelNansaencondicionesinhumanas.Porlomenosla mitad procedían de campos deconcentración y cárceles. Venían aredimir la pena por el trabajo. No sepuede calcular el número exacto dehombres que dejaron su vida o su salud

Page 320: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

en aquella obra. Esfuerzos bestiales,alimentación infrahumana, seguridadnula.

Cuando en el otoño del 76 fuimosnosotros a visitarlo, escuchamos estaconversación a tres viajeros que sedetuvieron a contemplar la presa pocodespuésquenosotros:

—Te digo que tu hermano se matóallí,dondenaceaquelbudaño.

—No,hombre,ahísemataronQuicoyLecio.Mihermanoresbalóporunpocomás allá. ¿No te acuerdas que por ahíhabíancaídoyaantesdosgallegos?

—Sí,quesubíanunmaderoparaelencofrado...,unmaderoacuestasqueselesvinoencima.

Extrañados por tantas muertes,entramos en conversación con los

Page 321: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

hombres:—Aquídondelaven,estapresaestá

hecha con sangre. Cientos de muertoshubo aquí.Mire: allá enfrente había undepósitograndecomounalmacén,hechodepiedra.Loteníanllenodegrava.Unadecenadehombressentadosalasombrade la caseta comían el bocadillo,mientrasdescansabanunrato.Elpesodela grava reventó las paredes, agarró aloshombresdebajoylosmatóatodos.

Muchossedespeñaron.Otrosfueronatrapados por peñascos desprendidos dela roca y aplastados en el fondo delbarranco. Había un ambiente tenso ydifícilenelvalledelosversosrudos.

«Los del monte» vivían por allí,recogidos en alguna casa. Veníancamiones de Castilla con trigo y harina

Page 322: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

para el consumo del Salto. Algunos deaquellos camiones fueron desviados porlos emboscadospara sí, pagandobuenosdinerosalosestraperlistas.

Eraépocapropiciaparaelestraperloy no faltó quien consiguió hacerse rico,llevando entre los sacos de cementobidones de aceite, y entre unas cuantascubasdevino,otrascuantascubasllenasdelentejas,trigo,harina.

Los que tenían poderes políticos enelvalle temblabandemiedodíaynocheanteaquellafuerzainusitadaconcentradaallí y que sabían enemiga: lostrabajadoresdelsalto.

Uno de los hombres que con másterrorvivióaquelmomentofueelalcalde.AlapresenciadelosemboscadosydelostrabajadoresdelSalto,habíaqueañadirel

Page 323: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

rencor con que se le miraba en muchasfamiliasdestrozadasporlaguerra.

Acababan de dar un atraco enPejanda. «Yo estaba convencido de quecualquiernochemeibaatocaramí.»EnPejanda se llevaron víveres, tabaco,dinero, ropa... «Yo sabía que a mí,además de robarme —tenía comerciofuerte el alcalde—, tratarían deeliminarmetambién.»

El miedo era tan grande que unanoche, apenas se veía, entró un hombreencasasinllamar,yelalcaldeledisparóa bocajarro, matándolo en el acto. Eraprimo suyo el muerto y sólo venía avisitarle.Unterribleaccidenteproducidosólo por el amedrentamiento en que lospolíticos vivían. «Los emboscadosvendrán por mí», un horroroso

Page 324: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

presentimiento.Eraeldía15deoctubrede1944.La

mujer del alcalde estaba en aquelmomento rezando a Santa Teresa deJesús, santa del día y patrona de laSecciónFemenina.Sumaridoacababadellegar de Zamora con un cargamento devino y otras cosas. En la tienda entrabamuchodinero.

Ya tarde, los hombresde la tabernahabíanmarchadotodosocasitodos,sóloquedaungrupomuyreducidodeíntimos.El alcaldeno saledenocheni abandonaelcomercioparanadaunsoloinstante.

La idea fue del cabo de la guardiacivil:

—Vamosajugarunapartida.—No,no, irosya.Es tardeynome

gustatenerabiertoaestashoras.

Page 325: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—Vaya, hombre, sólo falta quetengas miedo estando aquí yo. iCon laguardiacivilentucasa!

Seechólapartida.Sebromeó.Todorápidoybien.Dijeronadióslosguardias,ylapuertaquedócerradapordentro.

No rodea el alcalde el mostradorpara entrar en la vivienda. Salta porencimadeél.Hayunascuantascartasdeldía. Un sobre de «Fiscalía de Tasas»llama la atención del comerciante y loabreparaenterarseenseguidadealgunaflamantedisposiciónsobreelcomerciooacaso de algunamulta. Se oye un ruidofuera. Palidece el alcalde tendero. Elruidosehacemásfuerteyentrancatorcehombres armados rompiendo cerradurasy disparando sobre él. Corre el alcaldepasilloadelante.Elquintotiroquesalede

Page 326: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

los fusiles loacanza:entra labalaporelriñon derecho y sale por la ingleizquierda.

Caeelalcaldealsueloentrealaridosde dolor y borbotones de sangre. Suesposa, que estaba rezando a SantaTeresa,searrodillaanteelcuerpocaídoygritapidiendoauxilioatodoslossantosysantas.

DijeronquehabíasidoJuanínelquela golpeó con la metralleta y cayórodando al suelo. En 1953, Juanín lodesmintió. No había sido él. El quegolpeó a la mujer no fue otro queSantiago. Sea como sea, el alcalde jurómás tarde escupir algún día la cara deJuanín, vivo o muerto. Lo juró en unacantina y pronto llegó a oídos de losemboscados.

Page 327: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Sellevaronloscatorcehombrestodoloquepudieronagarrar:paraguas,botas,carretesdehilo,agujas,comida,botellas,dinero.Unodeellos,rubio,sepusolocodecontentocuandoencontróenuncuartolamáquinadeescribir...;elañopróximo,cuando entrara la primavera, aquellamáquinaibaa llenardepropagandatodala región. Ningún obsequio mejor paralos guerrilleros del 45 y del 46 que unamáquina de escribir. Ninguna necesidadmayor para los políticos de laorganización que darse a conocer:quiénes eran, por qué estaban en elmonte, porqué luchaban contradeterminadosfascistasyporquéteníanlavidaaprecio.

El alcalde-tendero, caído de unbalazo, había sido falangista y también

Page 328: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

«alférez provisional-cadáver efectivo»,como decía un refrán de entonces. Sesalvó de la guerra por milagro y pormilagrosesalvótambiéndelatentadodeoctubreenPuente-Pumar.Fue llevado lomás rápidamente posible a Santander, alhospitaldeValdecilla,dondeingresóalasdosdelamañana.Huboquecortarlemásdemediometrode intestino.Durante suenfermedad fue visitado repetidas vecespor el gobernador civil de la provincia,que entonces era el señor RegueraSevilla, con el que aún le unía fuerteamistad.

Durante el largo tiempo de suconvalecenciael alcaldeenfermo recibiónumerosos comunicados, más o menostodos como éste: «Recibirás otra visitanuestra, pero entonces no fallaremos.»

Page 329: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Firmaba «La Banda». El alcalde opina,nosotros lodejaremosa suelección,queno eran los emboscados quienes lemandaban esos anónimos, sino gente dePolaciones,resentidaconsugestiónduraenaquellosañosvirulentos.

Suamigoelgobernador,envistadelos acontecimientos, le recomendóabandonar el valle e irse a la ciudad,dondepodría seguir suoficiode tenderosintantosproblemas.

Seis años más tarde marchó deSantander;y seestablecióconsuesposaenElTejo,dondeen1953protagonizaráotro encuentro, esta vez con Juanín yBedoya.

ConmotivodelaNavidadleescribesiempre aquel gobernador amigo suyo,deseándole como este año «que los

Page 330: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

democráticos reyes de 1977 seangenerosos»,noporqueelgobernadoryelalcalde hayan sido nunca democráticos,sino por puro, sencillo, y oportunosentidodelhumor.

En Polaciones no actuaron mucholos emboscados. El episodio queacabamosdenarrar,elroboenPejandayunoscuroasuntopasadasyalaspeñasdela Cuhilla, donde aparecieron treshombresmuertoscuyoscadáveresfueronabandonados en el lugar que hoy señalauna cruz de cemento, antes de llegar aTudanca, la «Tablanca» del «PeñasArriba». No se aclaró el asesinatomúltiple. No eran épocas aquellaspropicias para hacer justicia, pero huborumores sobre cierta persona, poderoso

Page 331: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

encubridordelosemboscados,quealsersorprendida por los tres hombres, losmatóenevitacióndequehablaran.Otrosdicenquelosmotivosfueronfeosasuntosdelestraperlo.

Detodosmodos,elepisodiodaunaidea,creemosquecertera,delaviolenciadesatada y llevada a un inimaginableparoxismo, en una tierra de hombresbuenos.Pero

«... La guerra es mala ybárbara;laguerraodiada por las madres, lasalmasentigrece;mientraslaguerrapasa,¿quiénsembrarálatierra?¿Quiénsembrarálaespigaque

Page 332: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

junioamarillece?»

Esta «honda palpitación» del

corazón de Machado no es más querecoger en versos imborrables elprofundo hastío del pueblo hacia laviolencia, hacia los carniceros de laviolenciaconalmayhechosdetigres.

Decíamos que «Polaciones, buenatierra»,no tuvoporquéserescenariodetanto odio encarnizado. Al lobo de laviolencia con la que muchos miserablesse enriquecieron, al Jobode la violenciaque cayó sobre el pequeño valle comounanevadaqueloarrasaratodo.

«...hayquematalu

Page 333: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

porqueesmumalu.»

Page 334: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

IV.MiracómosepasealaGuardiaCivilporlacarretera.

Page 335: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

1.GUARDIASYBANDIDOS

TresdelosemboscadosdeTresviso

decidieron entregarse. Los demásprefirieron esperar en el monte eladvenimiento de la República. Lasautoridades falangistas de la época, queformabanlaCenturia,enelpuebloycuyamisión primera era, como hemosanticipado,hacerprisionerosalosquesepasabandeAsturias,conducena los treshombres hasta el pueblo. Para cuandollegan,lagentenoestáenelpuerto.Esoessóloenverano.Tampocoestiempodecuchar,nidehacerleña,nidetraerhierbao la otoñada. Tresvisanos y tresvisanasestán aquel día en el pueblo y algunasmujeres toman el sol charlando

Page 336: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

amigablemente. De repente corre la vozcomo reguero de pólvora: «¡Se entregantres! ¡Los traen custodiados al pueblo!»Al principio, revuelo por saber quiéneseran. Después, expectación. Silencio.iQuetodoseaparabien!

Lleganlostreshombrespálidos,conbarbas crecidas, greñudos, mirando atodas partes nerviosamente. Muchos lessonríen, pero nadie les dirige la palabra.Subenporlacallejacaminodesuscasas.

Lasautoridadesdelpueblo,másquemirar a los emboscados, escrutan lascarasdelosvecinos:hayquedescubriralos enlaces. Son segundos y pasanterriblementelentos.

Depronto,ungritodemujer:—¡Quelosfusilen!El grito suena en el silencio

Page 337: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

estridente y agudo como un rodar depiedras.Lamujerrepite:

—¡Quelosfusilen!Latensiónsostenidasedesborda.Se

arma un inmenso revuelo. Insultos.Blasfeman los hombres y algunasmujeres amenazan con los puños a laprovocadora.

En aquel ambiente electrizado, lostres hombres huyen. iGanar otra vez elmonte!¡Escapar!

Unfalangistaentraencasayvuelveconlaescopetacargada,suenandisparosconecosparalizantes.Caemuertounodelos emboscados. Otro huye,escondiéndosetraslasrocas.Elterceroesapresadopor algunos vecinos y arrojadoal suelo, de piedras sueltas y barro. Elsilenciovuelveaapoderarsedetodo.

Page 338: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—iVenga, me caguen tál!, todo elmundoacasa.

EljefedelaCenturiadeFalangedala orden con voz ronca. Lloran algunasmujeres. Ríen otras mujeres. Esencerrado el prisionero y un torvomirarseapoderadealgunosrostros.

Once años más tarde, la venganzacaerá sobre el quedisparó Ja escopetayaparecerá muerto en un arroyo. Es elsecretario del Ayuntamiento, vecinocomolosdemás,naturaldelpueblo.

Dicen que lo mató HermenegildoCampo, uno de los jefes de losemboscados. Gildo, tresvisano también,compañerodeJuanínensolitario,cuandofueronmuriendoPedrínyCerro.

Esel2dejuliode1952.Arrastranelcadáver del secretario a un torco, y lo

Page 339: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

tapanconpiedras,ramasytierra.Hastaeldía11noapareceelmuerto.

Seechalaculpaadostresvisanosnoemboscados, y a punto están de serfusilados.Lascárcelessellenanentoncesde gente de aquellos pueblos. A lasmujeres más o menos sospechosas decolaborarconlosdelmontelescortanelpelo, las azotan y las encierran. Lomismo sucede con los familiares y losparienteslejanos.Dosmuchachasmuerenpor faltade atención,yaque tienena supadreyasumadreenlacárcel.

Varios hombres se entregarántambiénenBejes.Llevanmuchosmesesen el monte. Opinan que la guerra estáperdida, el país entero pertenece a susenemigos y se trata ahora de reconstruirlavidacomoaunoledejen...Vuelvena

Page 340: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

cuidarlosrebañosenelpuerto,aordeñarlascabras,afabricarelqueso.

José, Santiago y Daniel sepresentabandiariamenteenelcuartelqueentonces había en el pueblo y que iba adurar allí tanto tiempo como losemboscados en el monte. Doce o treceguardiasparaunapoblaciónqueen1950era de 286 personas de hecho, lo quesignificaba que cada 22 personas teníanunguardiacivilvelandosusueño.Paraelaño 1960 ya no quedaban más que 2Í3personas (tales eran las incomodidadesdel lugar),perocuandoen1956pasaronporaqueltérminoJuanínyBedoyacrecióel número de civiles en la proporción 1guardia/15 personas, lo que daba a lapequeñaaldeadehayedos,roblesy tejosunsiniestroaspectodeocupación.

Page 341: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

SantiagoyDanieleranprimos.Reyera su apellido común. Ya hemos dichoque en estospueblosde altamontaña esfrecuente que todos los vecinos seanfamilia en menor o mayor grado.«Villagómez» llamaban los forasteros aunpueblecitodelazonacuyoshabitantesllevantodosenprimero,segundo,terceroo cuarto grado el apellido Gómez. Talfamiliaridad concentrada tiene ventajas,pero menos que inconvenientes, cuandotodoelmundoseconocealdedillodesdeniños, y todos los movimientos de lapersona, fiscalizados por la comunidad,tienen una aceptación o un rechazoinmediatosypermanentes.

«Pueblo pequeño, infierno

Page 342: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

grande.»

Refrán. Lo suelen decir

amargamente en las aldeas aquellaspersonas, muchas en proporción, másmarginadas por sus convecinos: sufrenporsumododeandar,porsuscreencias,por su trato, por las cosas que tienen oque les faltan, por la biografía de susabuelosypadres,porsuconducta.

SantiagoyDanielbajabanundíadelasvacas,cuandoestabanen régimendelibertadprovisional.Porellargocamino,los jóvenes vienen comentando cosasmuyvariadas.Cercadel pueblobajan lavoz para censurar con amargura lo queellos llaman atropellos de algunos

Page 343: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

guardias: «Se creen que somos fierastodos los vecinos.» «Vienen aquí y nosconsideran enemigos a todos.» «Algúndía recibirán su merecido.» «Son unosdesertores del arado y del rebaño,muertos de hambre como nosotros, peroconautoridad.»

De repente la pareja tricorniada, alfrenteelcabo,quelesestuvoescuchandounrato,saledeunosmatorrosyseplantadelante.

—Buenasnoches.—Buenas.—¿Dedóndevienen?—Delinvernal,delasvacas.—Nombre.—DanielRey.—Elsuyo.—SantiagoRey.

Page 344: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—¿Dequéhablabanustedes?—Bueno..., de unos muchachos de

Segoviaqueconocimosénlaguerra...—diceSantiago,imaginativo.

—¡Pero ya han muerto, no crea...!—sigueDaniel.

—Deacuerdo.Despuéssepasanporelcuartel.Lesvamosapedirunosdatos.

Después van los dos hombres alcuartel, y al salir se tambalean entre lasparedesdelascallejascomoborrachosocomo sonámbulos. Traen la camisapegada a la piel, y cuando les quiten lacamiseta presentarán sus espaldas unasanguinolenta mancha morada de carneviva.

—Mañana,aquí,alamismahora—leshabíanordenado.

Blasfemanlosdoshombresderabia

Page 345: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

ydevergüenza.—iNosvanamataragolpes!Santiago brama. Es un convencido

desde la escuela. Pero es un hombredecidido.

—Amímetienenquemataratiros.A golpes, no. Yo mañana, antes delamanecer,mevuelvoalmonte.

—Yyocontigo.Losguardiasconsumíanmuchaleña.

Peronoibanellosabuscarla.TeníanquetraerlalosvecinosdeBejes,ycuandoseacabó la de Bejes, los de Tresviso. Elacuerdo era así: los vecinos de Tresvisola sacaban de su monte y la dejaban amitad del camino, donde el río Urdónrecoge las aguas de las alineacionesseptentrionalesdelmacizodeAndará,enlos antiguos valles glaciales de suelo

Page 346: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

calizo.Deallílatrasladabanloshombresde Bejes hasta el cuartel. Una tarde,recuerdan, irrumpieron en el animadobaile del pueblo, que entonces serealizaba en un portal —cuando hacíamásfríoenunacuadra—ysellevaronatodos los mozos a partirles la leña enpequeños trozoscomoDiosmanda,parameterlaenelhornillo.

Los guardias hubieran preferido nogastar tanta leña y dormir más. Perodesde Potes los controlaban por radio, acaballo, con moto-sidecar, y finalmenteconun«jeep».

Nopermitíanquenadieanduvieradenocheporlascallesniporloscampos.Siun hombre, buscando acaso una cabraextraviada, notaba que la noche le caíaencima, tenía que correr a casa,

Page 347: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

abandonando la tarea hasta el díasiguiente, o si no, ir hablando solo ocantando fuerte,puesnoseandabanconbromasenlasidentificaciones.

Tampoco estaba permitido llevar almontecomida.Quizáparalamayorpartede los lectores este dato no tengaimportancia, pero para un pastor de lazona que sale al romper el alba de sucasa, que no para de caminar en todo eldía y que hasta la noche no vuelve a laaldea, el problema es arduo. Claro quepara eso se valían de estratagemasingeniosas.

Elquehablaesunviejopastor:«TeníaqueiralganadoalaJazucay

tenía que estar allí todo el día. Debollevarcomida,ledijealaparienta.iAh,síhombre,paraquetelaquitenytezurren

Page 348: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

labadana!,mecontestó.Desayunafuerteyteaguantashastalanoche.Peroamísemeocurrióunapicardía:cosíuntrozodehogaza de pan, queso y chorizo en elfondo del zurrón. Lo llené después depanojosdemaízysalídecasa.

Semeacercaunguardia:—¿Quélleva,Foro?Pusecaradeestaryahartodetantas

molestias.—Maíz, pienso para un becerro,

demoniosencarnados,¿nolove?—No, no lo tire, hombre.Ya había

tirado lejos el contenido del zurrón, queen el fondo llevaba cosido el bocadillodeldía,yquenosaliódisparadodetrásdelospanojos.

—Es que está ya uno hasta losmismísimosdequenoseledejetrabajar

Page 349: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

enpaz.—Hay que disculpar las molestias,

Foro.—Sí, sí, qué remedio.Aver cuándo

acabáis con ellos de una vez para quepodamosvivirtranquilos.

Ningún otro día me volvieron aregistrar al salir de casa y siempre llevécomidaalmonte.Paramí,desdeluego.»

Exigían por entonces los guardiascolchones,camas,mantasyviviendaparatodos. En Tresviso echan de casa unvecinoparaalojarseellos,disponiendodetodo lo que había durante diez meses.Cuando el hombre se hace cargo de sucasa ya no tiene ropa de las camas; hadesaparecido o está completamentedestrozada.

Una chica queda embarazada de un

Page 350: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

guardiaandaluz.Es el año 1945. No resulta extraño

un hijo natural en aquellas alturas. Decada casa una persona tiene que pasarseel verano en el puerto, de excelentespastosveraniegos,aunqueenel inviernoimpresionen las nevadas. En Pineda,Picorvillo,Riofrío,Cortes,Alivayotrospuertos de alta montaña, el ganado enveranosedejasueltoalcuidadodeunoodosguardasquerespondendeél.PeroenTresviso, Sotres, Bejes, Tielve no sepuedehacerasí,porquelaelaboracióndelquesopicónexigeunesmeradocuidado.Jóvenes de ambos sexos conviven dos omásmeses,enlascuevas,alabrigodelosgrandes bloques de piedra desprendidosdelascimas,yandanconstantementeporcumbres que pasan con facilidad los

Page 351: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

2.000 metros de altura. Por este motivoprecisamenteesporloqueel20por100delosniñosnacidosdesdelaguerracivilalaño1965eranhijosnaturales.

Nadie,pues,ibaaescandalizarsedeldeslizde lapastora con el andaluz, peroeste guardia le dio a la moza duranteochodíasciertaspastillasparaprovocarleelaborto.Cansadoquizádeesperaryqueel efecto no se hubiera conseguido, elúltimodíalediotrespastillasjuntas,conloquelamuchachamuereenvenenada.

La indignación es inmensa, aunqueporsupuestoconsordina.

Los guardias comían también.Pagabanloqueconsumían,aunquenotangenerosamente como ellos hubierandeseado, porque sus sueldos eran másbienmíseros.Así,conpenaseguramente,

Page 352: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

dejarondeudasdequeso,leche,carnequeconsumieron durante su estancia allí avariosvecinos.

Una mujer amasaba para ellos. Alprincipio, una vez cada semana. Mástarde, dos veces, ya que el pan duro lesresultaba unamolestiamás que añadir alasmuchasdesuoficio.

A media noche llamaban a unapuerta.Golpesreciosquesobresaltabanalos paisanos, hartos de correr por riscosincreíbles todo el día para ordeñar lascabrasdispersas.

—¿Quién?—LaGuardiacivil,pronto.Sale el hombre pálido de sueño y

abre la puerta de par en par: que se veabienlodeadentro.

—¿Quédesean?

Page 353: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—Registro.Precedidospor el dueño recorren la

humildísima vivienda de piedra y demadera,conhabitacionesdezarzooseto(varas de avellano entretejidas,entremezcladasconarcillay revocadasavecesdecal).Husmeandobajolascamas,en los desvanes, entre los sacos, por lospajaresyporlascuadras.

—Hastamañana,siDiosquiere.—Quedescansen.Otrasvecesvienentambiénamedia

noche,oantes,odespués...—¿Quédesean?—Descubierta.Vanllamandoatodosloshombresy

los reúnen junto a una pared, donde sesuelencelebrarlosconcejos.

—Les hemos llamado porque hay

Page 354: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

queiradaruna«descubierta».—¿Paradónde?—A la Jazuca, al Tojo, o a las

Canales,oatalcueva.Unjovenvecinohaqueridopasarse

delisto:«Oiga,cabo,démepermisoustedpara quedarme, que hay una enferma encasa,yalguientienequeiracuidarla.»

El cabo no cree la historia ypregunta dónde estaba la enferma y quétiene. Hay contradicciones. Nadie estáenfermo.El hombre acaba en el suelo yrecibe patadas en todas las partes delcuerpo.

—No se puede bromear con estascosas,majadero.

La gente reunida pregunta a dóndehayqueir:

—A la cueva de la Peñona. Parece

Page 355: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

serqueestánallílosemboscados.Vanloshombresdelpueblodelante.

Detrás,losguardiasarmados.Sihayqueentrar en una cueva o en un pajar, losprimerosenfranquearlapuertaseránlosvecinos.Luego,losguardias.

—Numérense.Senumeranloshombrescomoenla

mili.—El veinte y el uno, ¡adelante,

vayandeprisa!Sealejanlosdosseñaladosyllegan

hasta la cueva en la que, segúninformaciones recibidas, sabían losguardiasqueestabanlosbandoleros.

—Eldiecinueveyeldos.Los campesinos van desarmados.

Loshaypartidariosdelosemboscadosylos hay partidarios de los guardias. Pero

Page 356: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

en momentos como éste nadie da aconocersuspredilecciones.

—Eldieciochoyeltres.Lacuevaestáenplenaroca.Suboca

esdifícildeescalar.—Eldiecisieteyelcuatro.Silasdescubiertastienenresultadoo

cae algún maqui, los periódicos suelenponer: «Un extraordinario servicio de laguardia civil, ayudados por campesinos(naturales, habitantes, civiles,indígenas...) de aquella zona, queofrecieron su cooperación más decididaparaacabarconelterrorcomunista.»

—Elcatorceyelsiete.Elsietequieredeciralgo:—Micabo,yosoyelsiete.—Sí,digausted.—¿ No le parece más oportuno

Page 357: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

esperaraquenosmandenalgunanoticiade la cueva?Ya han ido diez hombres.¿Perosabencuántosemboscadoshay,enqué condiciones están, qué intencionestienen? Además, como ustedes mismosdicen siempre en estos pueblos, no faltaquienseapartidariodelosdelmonte.Elotro día, cabo, dijo usted que todos.Aunque eso sea exagerado, lo cierto esque tienen familia, y amigos. Por tanto,me temo que alguien dé aviso a losdemásemboscados,venganpordetrásynoscojanentredosfuegos...

—Tieneustedrazón,Jesús.El cabo pide información de la

cueva.«SóloestáMauro»,ledicen.—Vamosarodearle.Habían concentrado frente a la

cueva a todos los cabezas de familia de

Page 358: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

BejesyalgunosdeTresvisoyalgunosdelaHermida.

De repente salta Mauro, rápidocomo el rayo, intentando ganar lassombrasyocultarseenellas.Fueunsaltosuicida, a la desesperada. Muchas balasse pierden o van a dar, panda abajo, enalgúnpedruscoblanquecino.UnadeellasatraviesaelcuerpoperseguidodeMaurode costado a hombral y el bandido eshechoprisionero.

Algún exaltado habla de rematarle,pero, con mejor criterio, se le extrae labala, se le cura ligeramente, se le hacepasar agunos años de cárcel y se ledestierrahastaeldíadehoy.

ADanielReylematanenLabarces.Hay un guardia civil arriesgado, nacidoen aquellos pueblos, conocedor del

Page 359: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

terreno palmo a palmo, que habíatrabajado anteriormente en la mina «LaFlorida»ysellamaTorre.

Escurridizo, inteligente, si Torrehubiera resultado bandolero en vez deguardia, habría sido tan famoso comoJuanín.

Una tarde consigue colocarse,arriesgando el pellejo, muy cerca de lacabaña en la que él sospecha, o acasosabe, que se oculta un maqui, comoentoncesseempezabayaadecir.

La ocasión es óptima, pues losmiembros de la familia propietaria delpequeñoinvernalestándentroatendiendoal ganado. Al parecer le dicen a DanielqueTorreleestáyapisandolostalones.

—Aeselevoyaafeitaryoelbigote,diceelemboscado.

Page 360: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

A la mañana hay muchos guardiascubriendo la cabaña. Torre, al frente detodos.Daniel salea lavarse lacabezaenunpozoquehayalladodelchozodondebeben las vacas. Sumerge la cabeza.Derepente,pordetrás,leapuntanconvariasarmas.

—Levantalasmanosynotemuevas,cabrón.

Daniel, chorreando agua, se vuelvelentamente y echa mano al cinto, a lapistola. No le da tiempo de empuñarla,pues cae acribillado. Pero antes halevantadosuspuños,enbrevessegundos,paragritarconlamuerteacuestas:

—iVivalaRepública!.A Santiago Rey no le mataron.

Logró huir a Francia. Antes habíaparticipadoenvariasoperaciones.

Page 361: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

La más famosa de todas fue porentonces la operación de Valmaseda,donde se presentó como encargado deuna cuadrilla de serradores, vivió allíbastante tiempo como tal, yendo almonte,aver losárboles, inspeccionandotodas las casas del pueblo, jugando,según leyenda, al mus con los guardiasciviles.Cuandolocreyóoportunosehizocon unmillón de pesetas, o unmillón ymedio,segúnotros,ysefueaFrancia.

Acontecimiento decisivo de estanarración, tanto por sus consecuenciaspolíticas dentro de la estructuraguerrillera, al menos en lo tocante a laorganización de los Picos de Europa,cuantoporelespecialdramatismoqueelhechorevisteensímismo,fuelamuertede Machado, en Pandébano, término

Page 362: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

municipaldeSotres:Iban a celebrar los emboscados-

guerrilleros la caída deBerlín enmanosdemocráticas, prefiguración de la caídadel franquismo, talcomoellosentendíanelmomentopolítico.

Tantoporelacontecimientofestivo,como por «llevar largos díasalimentándosesólodequesodeCabrales,dejando un penetrante olor a su paso»(AndréSorel)decidenmataruncorderoytener una comida de hermandad contodos losguerrillerosde la zona,para locual los convocaMachado, a través delservicio de estafetas, perfectamenteorganizado.

AcababandedaralgolpedeReocín,teníanvariasbotellasenlosrefugios.LosPicos presentaban la esplendorosa

Page 363: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

primaverade1945.PorPandébanoy lospuertos altos se podía andar a la luz deldíasinexcesivasprecauciones.Hastaallínoseaventurabanlascontrapartidas.Unode los guerrilleros más jóvenes estabanaciendo aquella primavera laclasificación de aves que en los Picos,tenían su «habitat». Lleva ya elmuchachodoslibretasllenasdenombresde pájaros, características de cada uno,frecuenciaconqueselesve,ycuandoleera posible su nombre científico, asícomo un dibujo bastante parecido. Lavida en el campamento tiene muchashoras dedicadas al estudio, no sólopolítico. Sentados en una sombra,esperandoaquevayanreuniéndosetodoslos guerrilleros, al mismo tiempo quevigilaban sin demasiado interés uno de

Page 364: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

los accesos a Pandébano, el muchachoornitólogo explica a su compañeroasturiano que ha clasificado hasta docetiposde«accipitridae»,rapaces:elhalcónabejero,elratonero,elazor,elgavilán,eláguila calzada, el águila real, el águilaculebrera, el aguilucho pálido, elaguilucho cenizo, el alimoche, elquebrantahuesos y el buitre común.Además, cinco clases de rapacesnocturnas:elbuhoreal,elbuhochico,elautillo,elmochueloyelcárabo.

Elasturianosehabíacomprometidotambién a estudiar la fauna y dice queentre múridos de un tipo u otro haconocidonueve:eltopillorojo,eltopodemonte, la ratadeagua,el topillocomún,el topillo de nieves, el ratón leonado, larata negra, la rata común y el ratón

Page 365: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

casero.—Por cierto,dice el asturiano. Son

cojonudostodosparaesconderse.Yovoya preparar para el verano un dossiersobre la estrategia de ocultación de losmúridos. iNosotros tenemos mucho queaprenderdeellos!

—Yoaúnestoyclasificándolosyaúnno tengo una teoría sobre las rapaces ysusmodosdecaza,peroseríainteresanteestudiarlas.Selodijeelotrodíaaéstos,yserieronmuchodemí.Medecíanquesi iba a clasificar los cárabos porbrigadas, cuartelillos, cabos y númeroscomolosguardiasciviles.Estossonmuybrutos, no te creas. Juanín fue el únicoque me dio la razón y me animó apreparareseinforme.

Machado, dos compañeros y una

Page 366: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

campesinasubenhacialapequeñacabañaarreando el cordero que va a sersacrificado. La campesina hará lasmorcillas, al estilo pastor, que son dechuparse losdedos,ydespuésguisará lacarne.

De repente empieza el sordoretumbardelasarmasdelaguardiacivil.Alguien ha delatado a los guerrilleros.Saben los guardias la ceremonia conantelación y, guiados por la columna dehumo que sale de la choza, dan con losemboscados. «La primera ráfaga de unfusilametrallador,aseguraSorel,parteendos a Machado, el jefe de laAgrupación...»

El tiroteo es feroz. Ya dura variashoras. Todos están parapetados y seconsumemuniciónsinhacerblanco.

Page 367: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

HermenegildoCampo,eltresvisano,no ha subido a Pandébano todavía. Nopiensanisubir.Estáalgomaloyletratande curar en el pueblecito. Tiene allíbuenosamigosysedicequetambiénunanoviaque,cariñosamente,haceloposibleporquesane.

Gildosetiradelacama.Esunbuenmozo. Se viste en un santiamén.Agarratodo su armamento, y "a grandeszancadasllegaallugardelarefriega.

Delante de él, los guardias. Los hapillado por la espalda y aún no se handadocuenta.Aseguraelángulodetiroycaen,segúnAgudoSánchez,dosguardiasmuertos y uno herido; Sorel levanta elnúmero a echo,mientras los testimoniosque nosotros hemos escuchado en lascercanías de Pandébano aseveran que

Page 368: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

fuerondosguardiasmuertos.Enloquesícoinciden todos es que el. resto de lacontrapartida abandonó el lugar a todocorreryserefugióenlaaldeadeTielve,«tardando algunos dos días en llegar alcuartel», dice Sorel. Más adentrados enlos Picos de Europa, en lugares cuyaseguridad no podía ofrecer dudas, serevisa el hecho y se buscanresponsabilidades. Hay gente del puebloque estaba invitada a la comida y a lafiesta.Analizanunoporunoquiénpudohaber sido el denunciante. Se sigue unmétodo de tipo dialéctico en que cadacircunstancia, por leve y remota queparezca,estenidaencuentayrelacionadacon el problema. La reunión se hacedensa y larga. Dura la investigaciónmucho tiempo y al final se vota y se

Page 369: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

decide.Recaentodaslassospechassobreelguardiajuradooguardamontes,aquiendeciden interrogar, y en caso afirmativo,ejecutar.

A Sorel se lo ha contado J., quellegóa lazonade losPicosdeEuropaafinalesde1944yqueestuvopresenteenéste y en otros acontecimientos de laAgrupación. Dejemos, pues, que sea elmismo Sorel quien nos lo cuente anosotros:

«El guardamontes hacía el serviciomuchas veces con los guerrilleros y confrecuencia comía en su compañía.Acuerdanirasucasa.Apenashablanenelcamino.Viveésteconunamujerytreshijos. Al recibirles, palidece conformeavanzan las explicaciones, conforme lasinsinuaciones tienen un tono

Page 370: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

intimidatorio. ¿Cómo podéis sospechardemí,porqué,asantodequévenísahoraconesto?Aunque falta franquezaensuspalabras y un apenas contenido temblorle delata.Registran la casa, encontrandoen su mesilla de noche una nota delsargentodelaguardiacivildeArenasdeCabrales en la que se explica cómo, deacuerdo a lo convenido, no interesa lapresencia de un solo bandido, sino laseñalización del grueso del grupo,teniendosóloentonceslarecompensa.

Lapresenciade lamisiva impide lanegativa del guardamontes. Su únicajustificación consiste en repetir que leobligaron a ello, fue una amenaza delcuartelillo. Comprendiendo la gravedaddelasituación,sumujerimplora,suplica,se arrodilla, se arrastra ante los

Page 371: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

guerrilleros.Lágrimas y gritos fueron inútiles.

Conducido entre hombres y fusiles, fuellevado hasta un pueblecillo cercano aSotres, donde se buscó la presencia dealgún vecino que testimoniara laejecución. Su cuerpo, cosido a balazos,fuearrojadoaunpozodeagua.»

Si la memoria pastoril es fiel, yhasta el momento no hay motivos paradudarlo, eldíadePascuadePentecostésde1945,pormiedoa las represaliasquesin duda lo de Pandébano iba adesencadenar,docehombresymujeresdeeste pueblo y de varios de losalrededores,diceAndréSorel,soltaronelganadoymarcharonalmonte.Unpesadosilencio cayó sobre las aldeas, hasta lallegadadelasfuerzasdelaguardiacivil.

Page 372: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Latropasaqueódenorteasurydeesteaoeste la zona: nada quedó en las casas;una plena devastación. Mientras lasfamiliascampesinasbuscaronpastoresenlamontañaparajuntarseaellos,yenvidaaparte,consumir,durantealgúntiemposumiseria.

Siguióunaetapadedesánimoconlamuertedeljefe.Perohabíaqueseguir.Lavidanosehabíadetenidoy tampoco losguardias se detenían en sus búsquedas einterrogatorios.

Malaépocaparatodos.—Nosotros llevamos la peor parte.

Bailábamos con la más fea. Siete horasininterrumpidas en un puesto devigilancia.Después,malacomidaypocosueldo. La gente, en su mayoría, salíapor los emboscados, era partidaria de

Page 373: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

ellos. Nosotros éramos forasteros. Pormásqueseempeñabanendecirnoscosasy en volvernos la cabeza loca, nosotroséramos de la clase de aquella gente.Habíamos dejado atrás un pueblecitocomo Sotres, teníamos una madre comola de Juanín, la de Gildo o la decualquiera. La pobreza nos llevó a esetrabajo, ingrato en muchos casos.Muchos compañeros dejaron las armaspor miedo o por decepción. Otrosseguimos adelante. Una vez metidos enuna rutina, es difícil salir de ella. iSóloDios sabe la de mojaduras que yo heagarrado a lo tontoy la demiedos quepaséporlosmontes!.Lavidaenunhilo.Ahora tengo un retiro y este puesto deconserjeenlaFacultad,perodeaquellosañosnoquieroniacordarme,laverdad.

Page 374: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Los emboscados. Los guardias.Proletariosdeunaépocaproletarizadaalmáximo,enfrentadossintenerporqué.Y,alfondo,elpueblopadeciéndolotodoensilencio y con llanto. Un pueblo cuyomododevidaeselmonte,delquenacelalana, la leche, la carne, el queso, lapoesía, convertido por mandamasesinvisibesencampodebatalla.Gentesquesobre sus cabezas, ajenas a lo que pasa,contemplanel iryvenirdelasbalasqueespantanlosrebaños,rompenelsosiegoymatanlavidapacíficadelpastoreo.

La muerte de Machado y de losguardias en la refriega de Pandébanoproduce una seria crisis de moral y deorganización en la partida y en lacontrapartidadelosPicosdeEuropa.

Los emboscados tienen que elegir

Page 375: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

otro jefe, y esto es difícil. El másadecuado parece Juanín. Pero Juanín esmuy suyo, muy independiente. Por otraparte,Gildo,orgullosodesuactuaciónenPandébano, y Antonio Guerrero, elTuerto, descuellan también por suaudacia. Hay un tiempo de luchasinternas por el liderazgo de laAgrupación. Juanín tiene a su favor elbuencartelentrelagente,suseriedad,lameticulosidad y prudencia con quellevabaacabosusacciones.Y,encontra,una cierta frialdad de carácter y su afánexcesivodeindependencia.

Una mañana, muy pronto, en elportal de la Iglesia, se oyeron llantos deniño. Ya nada extrañaba a las gentes deaquellospueblos,que llevabandiezañosdepesadillayde incertidumbre.Erauna

Page 376: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

niña recién nacida que abandonaron losemboscados de Sotres, huidos de suscasasconloquellevabanpuesto,traslosacontecimientos de Pandébano. Unajoven embarazada dio a luz entre lasrocas del monte y, por miedo a que suhijitamurieraenaquellasincomodidadesdel monte y la persecución, aceptaentregarlaalpueblo,con laseguridaddequelacuidaríancomocosasuya,entantolosánimossetranquilizaran.

Nadie quedó comprometido porhabervistooparlamentadoconlamadrehuida.LaniñaaparecióalamanecerenlapuertadelaIglesia,lacasadetodos.

Page 377: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

2.INVASIONENCAMIONESDEPESCADO

Entretanto, en el resto deCantabria

sehacía loque sepodía.LaAgrupacióndeGuerrillerosdeSantander,fundadaen1945porelPCE,demuycortaduracióny de escasa importancia, comparada conel resto de las agrupaciones guerrillerasdelpaís,queenestosdosaños,45y46,tuvieron sus momentos de mayoractividad,experimentóunclimaxpolíticodesusado.

El 18 de julio de 1945,aprovechando la fecha histórica,aniversario del Alzamiento Nacional,hacíaunllamamientoalosjóvenes,alos

Page 378: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

campesinos, a las mujeres, a lostrabajadores, patriotas en general,invitando a todos a la lucha contraFranco.Llenandepropagandalascallejasde las aldeas más apartadas, ponenpegatinas en esquinas y paredes,siembran de octavillas los centrosmineros e industriales de Torrelavega yReocín.

Aguado Sánchez, director jefe delCentro de Estudios Históricos de laGuardiaCivil,eligealazardosoctavillas,que se conservan en el completísimoarchivodelInstituto:

«Santanderinos: en esta fechamemorable, los guerrilleros de nuestrasmontañas os saludan. Aportar vuestraayuda a los que defienden vuestrosintereses y luchan por el derrocamiento

Page 379: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

delrégimenactualyporliberaraEspañade sus verdugos. 18 de julio de 1945.AgrupaciónGuerrilleradeSantander.»

La otra va dirigida especialmente alajuventud.

«Jovenpatriota:túquesupisteenel18 de julio de 1936 luchar contra lostraidoresdelaRepública,nopuedesestarpasivo a la lucha y olvidar la luchatitánicadelosguerrilleros;ellostellamanparaliberaraEspañadelverdugoFranco,incorporándote a las guerrillas. 18 dejuliode1945.AgrupaciónGuerrilleradeSantander.»

Realizan varios atracos y asaltan elpolvorín Dolomitas, S. A., llevándosetodas las existencias. Con el materialrecogido vuelan veinte postes de altatensión y varias torres. Hacen saltar por

Page 380: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

losairesenMarrónpartedeldepósitodelocomotorasdelostrenesCantábricosdevíaestrecha.Pormediode«Vasco»,oseaInocencio Aja, liberado para estosmenesteres, se consigue una amplia reddeenlacesycolaboradoresporOntaneda,Cotillo, Borleña, Los Corrales,Santibáñez, Villafufre, San Román deCayón, Puente Viesgo, Torrelavega,Liérganes, hasta Reinosa y los Picos deEuropa.

Ferroviario, Arce, Tampa, Aja danvida y movimiento a las labores depropagandapolíticaysabotaje.

Aquellaactividadpolíticaprendeentodas las agrupaciones de la región,arrastratambiénalapartidadelosPicosde Europa, sacándolos de su estilohabitualydelazonadondesolíanactuar.

Page 381: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Juanín es ahora el jefe indiscutibledeestacuadrilla.Sellamaráenadelanteatodoslosefectos«BrigadaGuerrilleradelos Valles de Llaneda», y tiene tresgrupos articulados entre sí a las órdeneselprimerodeJuanín,elsegundodeGildoyeltercerodelTuerto,quehabíavenidodeFrancia.

De Francia les llegó también unguerrillero que consiguió unirse a laBrigada de los Valles de Llaneda,aportando consignas frescas del BuróPolítico, por lo que fue durante todo elaño 1946 el inspirador de la actividadguerrilleraeneioestecantábrico.

En un pueblo del Saja se retiene atoda la gente en la iglesia después determinada la misa, y, ocupando elpresbiterio, se explica al vecindario

Page 382: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

quiénes son los guerrilleros, quépretendenyporquéestánallí.

En una aldea, próxima a Potes, «el14 de abril, aniversario de laproclamación de la República, laAgrupación de los Picos de Europamontó una operación política... Hanconcentrado a todos los campesinos, ydesde el balcón de la casa, SaturninoLópez,veintiúnaños,quetendrádespuéshasta ocho penas de muerte y seráfusiladojuntoaMiñónyMateoObraen1949, lanza una arenga explicando quésupuso el 14 de abril, cuál es susignificado actual, en qué medidainformaelcontenidode lapropiaacciónque ahora vive la aldea. Con unaarmónicainterpretaelHimnodeRiegoyla Internacional. En la noche, los

Page 383: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

campesinostiemblan,nodefrío,sinodelmiedo a las posteriores represalias,mientras reciben un número especial delarevista«ElCombatiente».

Uncampesinoha logradoescaparsemarchando a dar aviso a los civiles.Antesdequeéstoslleguenalaaldea,yaseescuchaeldispararde susarmas,queeluden en la noche el combate. Losguerrilleroslogranhuirsinunasolabaja»(AndréSorel).

Venían los mozos del baile deCabanzón. Hacía luna, y entre bromas,cantos y chistes verdes, los jóvenesregresaban a sus casas. PasandoComijares,enlarevueltadelaCotria,unhombre armado conmetralleta se plantadelantedelalegregrupo.

—¡AltoalEjércitoGuerrillerodela

Page 384: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

República!Los muchachos se quedan

inmóviles. Se les secan las risas y lasbromas.

—Nosemuevan.Nogriten.Los mozos miran alrededor,

desconfiadosytemerosos.—Nolesvaapasarnada.Peropor

siselesocurrealgunatontería,lesruegoquemirenhaciaallá.

Otro guerrillero apunta desde laroca.

—Yallíhayotroscamaradas,miren.Estabanrodeados.Nosepodíahacer

nada, ni intentar huir, ni decir bromasgraciosas, como a más de uno se leocurrían.

Acertóapasaruncochedeindianos,al que sin duda estaban esperando, le

Page 385: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

echaron el alto, registraron a susocupantes, les quitaron lo que llevabanencintaylesordenaronseguir.

A los mozos les entregaron undocumento firmado por la AgrupaciónGuerrillera de los Valles de Llaneda, unpapelcomomediacuartilla,enlaqueconletra arrugada y borrosa intentabanexplicar los guerrilleros la situaciónpolíticadelmomento.

La hoja aseguraba la caídafulminante del fascismo, y la llegada deuna nueva era de justicia y libertad.Acababa pidiendo al bravo pueblomontañésqueseunieraaellosenlaluchacontralaFalangeylasfuerzasrepresivasdeFranco.

Luegodeleerlesatodoslaoctavillaorecitárseladememoriaenlaoscuridad,

Page 386: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

dejan a los chavales irse a sus casas sinmásproblemas.

Al día siguiente llegan los guardiasalpequeñopueblodepradosverdísimos.Vannotificandoatodoslosvecinoscuyoshijos habían participado en elimprovisado mitin de la noche anterior,que se presentaran sus hijos en el plazode veinticuatro horas a entregar a lasautoridades el escrito subversivo que selesentrególavíspera.

—¿Qué hiciste con la octavilla?,preguntaelpadrea suhijoal llegarésteconuncarrodeverde.

—¿Quéoctavilla?Elmozonosabequéesunaoctavilla

ninada.queseleparezca.—El papeluco que te dieron tos

maquis.

Page 387: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—¡Ah!¿Elpapeluco?Lollevabaenel bolso, y esta mañana, cuando fui asegar,melimpiéelculoconél.

—Oseaquenolotienes...—Ya le digo que me limpié el culo

conél,padre.—Pues entonces icómo vas a ir a

entregárseloalosguardias!.En la lista demozosque recibieron

de los maquis propaganda faltó apresentarse en el cuartel estemuchacho.No tardaron en venir dos números de laBeneméritabuscándoleparaconducirlealcuartel.

Interrogatorio al estilo de la época.Yalevanacalentaralchavalelaparejo,como se dice coloquialmente en laregión, cuando cierto personajeinfluyente intercedeporélyquedalibre,

Page 388: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

no sin antes ser seriamente advertido deque a partir de este momento tengamucho cuidado.Está prohibido escucharo leer cualquier tipo de propaganda deaquellosbandoleros.

En marzo de 1946, un guerrilleroprocedente de Francia se incorporaba alos grupos que mandaban Juanín, elTuertoyGildo.Yanoshemosreferidoaél anteriormente. Hemos dicho que seencargódedarvidaalacampañapolíticade ese año, superior a todas las demás.Adoptó el nombre guerrero de «ElMaqui»yllegóaSotres,campamentodeinvierno, tras increíbles peripecias. Arepasar estas peripecias vamos adedicarnosacontinuación.

El 24 de febrero de 1946 en SantJean de Fied de Port, en el Pirineo

Page 389: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Francés, se reúnencuarentamaquisparaorganizar una marcha hasta Santander.Llevan algunos diez años peleando:primero, la guerra de España, luego laguerra mundial contra Alemania. Hayexperiencia de lucha, de sabotaje, depropaganda política. Los franceses sededicana reconstruir su tierra calcinada.Los españoles del exilio, «maquis»,empiezananotarquenosontenidosmuyen cuenta a la hora de repartiragradecimientos. Toda la victoria habíasido francesa, aliada y los «étrangers»,apenasaparecíanenelrecuentooficialdeheroicidades. El silencio era larecompensa. Y ya empezaba a oírse laidea que añosmás tarde iba a cuajar enopiniónhistórica:

Page 390: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

«Dans le sud, il y eut des coinsturbulents. Des brigades espagnoles ycommirent nombre excés». Dos líneasdedicadasalosespañoles,enunlibrode772 páginas, cuyo título, «Histoire de laLiberation de France», haría pensar quesuautortrataríaconmásconsideraciónalos 3.000 españoles que en Chad seincorporaron a la Segunda DivisiónBlindada Leclerc, a los 8.000 queparticiparonenlacampañadeItaliaenelEjército Laltre de Tassigny, a los 1.500que en Túnez lucharon codo a codo allado de los franceses, 425 de los cualesmurieronporlanaciónqueundíaaceptódarles refugio. De los 500 paracaidistasespañolesquefueronlanzadosenChipre,sólo 17 volvieron con vida. En laliberación de Auch, Foix,. Toulouse,

Page 391: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Mende, Ales, Nimes, Valence, Rodez,Albi,Clermond-Ferrand,Marsellayotrasimportantes poblaciones francesas severtió mucha sangre española» (AntoniTéllez.)

Tratados como segundones en elfestín del triunfo, los guerrillerosespañoles vuelven sus ojos aEspaña, dedonde nunca habían apartado supensamiento.Yaotrosguerrillerosenlosaños 44 y 45 habían atravesado losPirineosparalucharcontraelfascismoensu propia tierra. El valle de Aran, elPirineo,AragónyValenciacontemplaronlallegadayloscombatesdelosprimeros«maquis», de los que hay descripcionesbastante completas. La Jefatura delEstado Mayor del Ejército Republicanode Liberación confeccionó una orden

Page 392: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

general con la siguiente consigna quetodoguerrillerodeberíatenerpresenteensuluchaentierradeEspaña:

1.° Respeta las costumbres, elidioma, las creencias y los sentimientosde tus compatriotas. Tu lucha es contraFranco, los falangistas y su régimen demiseriayopresión.

2.° No permitas que se robe a loscampesinos sus productos. Sólo losfalangistasrequisanyroban.Págalestodolo que te proporcionen: ellos deben sertus aliados v señalarte quiénes son losfalangistas más odiados de tu pueblo.Explícales que Unión Nacional respetasus ideas, creencias, sentimientos ypropiedad.

3.°Entusataquescontraloscuerposarmados no olvides que en ellos hay

Page 393: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

patriotasehijosdeEspaña.Séimplacablecontralosfalangistas.Nitreguanicuartelpara los que perpetúan con las armas latraicióndeunaPatriasojuzgada.

4.°Nopermitasatentadosnisaqueosen las vidas y haciendas de losantifalangistas; castiga a losincontrolados como enemigos yperturbadores que son. Sé intransigentecon los falangistas recalcitrantes; éstosdebenserelblancodetufusil.

5.°Notecomportescomoocupante,sino como liberador. Respeta todas lasideas, sentimientos y creencias de losespañolesenemigosdelfalangismo.

6.°Sé implacableconelenemigoyjustoconelverdaderopatriota.

7.° El falangista significa pillaje,bandalismo y antiEspaña. El guerrillero

Page 394: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

es respeto, hidalguía, honradez ypatriotismo.

8.°LaliberacióndeEspañadebeserobra de todos los españoles; en la luchadeliberacióncabenobreros,campesinos,burgueses, sacerdotes, militares y todosaquellosqueodienaFrancoyaFalange.

9.° No olvides que la «UniónNacional de todos los españoles es lasalvación deEspaña».Organiza juntas ygrupos deUniónNacional en pueblos yvillorrios. Sé un orientador de losespañoles.InfórmalesdelprogramadeU.N., que a todos interesa por igual. LaJunta Suprema de Unión Nacional es lasuprema autoridad en la lucha contraFrancoyFalange,popularizada en todaspartes.

10.°Haz comprender que para ser

Page 395: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

librehayqueluchar;queelguerrilleroeselbrazoarmadodeU.N.y,portanto,deEspaña; que todos los amantes de lalibertaddebenmovilizarsepara la lucha,y que los jóvenes amantes de Españadebenira«guerrilleros».HazconocerlasaccionesdelosguerrillerosenFrancia.

11.°Noengañesanadie,tuluchaespor España y para España.Defiende losintereses,ideas,costumbres,sentimientosylibertadesdetodoslosespañoles.

12.° Estudia tus acciones antes derealizarlas, lleva siempre una buenainformación.»

La reunióndeSant JeandePieddePort fue larga y sus decisiones muyconcretas. Se trataba de reforzar ypotenciar el movimiento revolucionario

Page 396: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

enlasmontañassantanderinasque,segúnles dijeron, era cada vezmás boyante ymás rico en hombres, aunque necesitabauna inyección técnicaypolítica.Deestainyección se encargaron los cuarentamaquis que, con una nevadaimpresionante,atraviesanlosPirineosporlaregióndeValcarloseldía3demarzo.

Los cardenales españoles yportugueses que Su Santidad acaba deproclamarenRomanopuedenregresaraEspañaestosdíasprimerosdemarzoporel recio temporal de nieve que estácayendo. Pero ninguna cellisca es capazdedetener lamarchade los guerrilleros,que atraviesan los Pirineos a pie conmuchos grados bajo cero y con muchamoral.Unaideadelespírituqueanimabaa este grupo de hombres llevados al

Page 397: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

mataderonos lada lavibrantealocuciónque el Alto Mando del EjércitoGuerrillero de la República publica en«Ataque» el día 1 demarzo, cuando yaloscuarentadeSantJeanestándecaminohacia lascumbrespirenaicas.Se tratadeunmanifiestoenelquesedicecuáleselfundamental objetivo de las invasionesmaquis en España: «Crear un amplio ypotenteEjércitoGuerrilleroenelsenodelas masas proletarias, obreras ycampesinas.» «La guerrilla, siguediciendo «Ataque», es un camino duro,enérgico,quedejasangreasupaso,peroesasangrenomuere,sinoqueessemillade nuevas victorias. Aunque el EjércitoRepublicano fue temporalmentederrotado en 1939, la lucha continúa,hasta la victoria definitiva. El pueblo

Page 398: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

españolnecesitaelaliento,elvalorqueleinspiranaquelloshombresarmados,«susguerrilleros»,paraalzarseunánimementefrente al invasor. La presencia de losguerrilleros en losmontes y ciudades esun «mentís» a los cobardes y a losderrotistas que dan todo por perdido, enunmomento en que todo puede renacer.Cierto que el Ejército de Franco tienecontra los guerrilleros su artillería, suscarros de combate, su aviación.Pero losguerrilleros son invencibles, porque sonhijos del pueblo, y el pueblo nuncamuere.» «Somos el embrión de unpoderoso ejército liberador, continúa«Ataque».Setratadeformarmillonesdegrupos«deLlano»,queserebelenyquese alcen contra la pesada losa delfranquismo, para lograr la liberación. El

Page 399: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

únicopeligroesnosaberinjertarseenlasmasas! Ligados a las masas, contandoconsuapoyo,solidaridadyprotecciónnohay fuerza capaz de vencer a los hijospredilectosdelpueblo:susguerrilleros.»

Si no fuera demasiado ingenua eidealista la moral con la que desdeFrancia se contemplaba el panoramaespañol, tendríamos que calificar desarcasmo el vibrante llamamiento de losjefescomunistasalosjóvenesqueveníanalamatanza.

En la reunióndeSant Jean dePieddePort fue entregadoa cadahombreunbillete de cien pesetas, y al grupo, unaemisoraderadio,38metralletasinglesas,dos fusiles ametralladores americanos,cincorevólveres,seispistolasdediversoscalibres, varias brújulas, cincuenta y

Page 400: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

cuatro bombas de mano, dos cajas condoce minas del ejército alemán,fulminantescamufladosdelapiceros,doscajas pequeñas con veinte aparatos depercusión, cuatrocientos metros demecha, ciento cincuenta cargadores parametralletas y cuatro mil cartuchos;ademásdeloscienasignadosacadauno;raciones de vitaminas para siete días,pastillas contra el agotamiento físico ycuatrouniformescompletosdelaguardiacivil, confeccionados en París. Tambiéntraían a cuestas una buena carga de«Unidad», «Lucha», «NuestraBandera»,impresos en Toulouse, para serdistribuidosentrelosmontañeses.

Lanochedel25iniciandesdeBancasu penetración en España. Atraviesan lafronteraporencimadelcaseríodePablo,

Page 401: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

haciaValcarlos, siguenporRoncesvallesy Burguete; pasan la alambrada deEspinal hacia el monte Ecolegui. Semeten en el paraje Dondoro, cruzan lacarretera de Burguete a Pamplona parasalir a la barracada entre Mezquíriz yUreta; porOlóndriz, pasan el ríoEbroyascienden por Gurbízar al monteMeascoiz. Desde este punto continúanpor lamargen derecha del Ebro al vallede Arriazgoiti, utilizando el camino queunelasaldeasdeElcanoyGorráizhastacruzar la carreteradeUrroz,yde aquí aTajonaryNoaín,alsurdePamplona.

En laconfluenciaypasoaniveldeNoaín, cuatro de ellos se visten deguardias civiles y no tardan apenastiempoendetenerdoscamionescargadosde pescado que, procedentes de Pasajes,

Page 402: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

sedirigenaZaragoza.Arrojanlacargaala cuneta, se apoderan de los vehículos,subenalascajasentoldadasyporTievas,Ucart, Puente la Reina, Logroño,Guimileo,PancorboyCurnudillalleganaSoncillo,dondeabandonan losvehículosal habérseles acabado la gasolina.Continúan a pie hasta Corconte. En lasproximidades del Puerto del Escudo sefraccionanengrupos.

En la sierra del Escudo, donde elaño 37 tuvo lugar una feroz batalla, serenueva la sangre por los matos yargomas.

El teniente general de la GuardiaCivil de la Comandancia de Santander,señor Garrido, y el jefe de laComandanciadeBurgos,señorSalguero,con refuerzos de la Academia Regional

Page 403: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

deTorrelavega,salenalencuentrodelosinvasores. El día 3 de marzo, con untiempodeperros,«buenoparaestarseenla cocina», la guardia civil, ayudada por«el entusiasmo del vecindario y losfalangistas de la zona empeñados en suaniquilación», como dice la prensasantanderina,consiguenacabarconellos.De los cuarenta que el sábado 2 defebrero llegan al Escudo, al mando deGabriel Pérez, Palomo, Mediometro,Paco y Santamaría, dos caen en VentaNueva. Cae prisionero el jete de laexpedición, Gabriel Pérez, enResconorio, y siete más son apresados.EnSanMigueldeAguayo,rodeadosporun impresionante número de guardiasciviles, catorce maquis se entregan sinresistencia;otrosdossonapresadosytres

Page 404: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

muertos.Los restantes pretenden llegar a los

Picos de Europa, siguiendo el tendidoeléctricodeElectradeViesgo,perosólouno consiguió encontrarse con laspartidas de Juanín: «el Maqui», que,como ya dijimos, tiene una seriaimportanciapolíticalosaños46y47.

Treinta y tres detenidos, cincomuertos,unheridoyunemboscadofueelbalancefinaldelaaventurainiciadamásalládelPirineoporungrupodevalientesilusos.

«ElMaqui» llegó aBejes.Llamó auna puerta y pidió comida. De los dosbarrios que tiene el pueblo acertó apresentarseenelquenohaycuarteldelaGuardia Civil. La gente le recuerda consu aspecto lamentable, agotado, con la

Page 405: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

mano izquierdacomía loque ledabanyconladerechamanteníalametralleta.

—¿PordóndesevaalaHermida?Seloexplicaron.—¿PordóndesevaaPotes?Seloexplicaron.—¿YpordóndesevaaCabrales?Le mostraron la dura roca nevada.

Luegodesapareció.Ycuandolebuscaronpor todos los caminos posibles, noencontraronmás que rastrajos que habíadejado a su paso. En las cumbres delmonte se llevó un zurrón de pastores.Más arriba vieron que había asado uncabrito,yqueselohabíacomido:estabanloshuesosporelsuelodispersos.

Los emboscados le recibieron conentusiasmo.Todoeranpreguntas.Díasydíasde sesiones ininterrumpidas le llevó

Page 406: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

«al Maqui» ponerles al corriente de loquepasabaenEuropaydeloquepasabaen España, según los análisis que sehacíanenFrancia.

Losemboscadosledebatíanmuchasdelascosasquedecía.

«... y todo el pueblo—les decía—está esperando la presencia vuestra queencabece su levantamiento y destruya elrégimen. Francia, Estados Unidos,Inglaterra y Rusia enviarán sus tropaspara ayudar vuestro movimiento ycastigar a Franco, no sólo por haberenviado la División Azul en ayuda deHitler,sinoporquetodoloqueélesselodebe a los sistemas totalitarios vencidosahoraenEuropa...»

Intervinieron algunos de losbandidos cántabros. Le discutían sus

Page 407: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

palabras. No estaban seguros de que elpuebloquisieramásguerra.

—Elpuebloloquequiereestrabajo,panblancoypaz.

—Pero quiere castigar a susverdugos.

—Bah, se han olvidado ya de losverdugos. El pueblo quiere perdonarlescontaldequelesdejenseguirviviendo.

—Osveoderrotistas,quemados.—¿Pero qué coños sabéis vosotros

desdeFrancia?—Osveoagotados.—Sabemos lo que la gente quiere:

paz,trabajo,panquecomer,olvidartodolodelaguerrayvivir.

—Peroparaolvidarlodelaguerrahay que hacer un juicio a Franco,cumplir una tabla mínima política,

Page 408: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

recuperar el gobierno legal de laRepública...

—iAlto ahí!, Juanín permanececallado mucho rato. Lleva dos días ensilencio. Meditando lo que decía elfrancés.

—Mira,compañero.Nosotrosvemoslas cosas de un modo muy distinto. Túcrees que la gente está deseando armasparaacabarconlosfalangistasyconlosguardias.Yotedigoqueno.Yotengounhermano falangista. Tengo amigos de laescuela guardias. Ellos trabajanduramente,pasanhambrecomonosotros,viven una opresión semejante a lanuestra.

—iSonladefensadelfascismo!.—Todos hemos perdido en esta

cabronaguerra.Noteexcites,peroesasí

Page 409: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

como te lo digo. Han perdido ellos ynosotros. Aquí, en estos pueblos, losúnicos que han sacado tajada sonalgunos estraperlistas de mala madre yalgunos imbéciles, que porque llevan lacamisaazulyaesperanvivirtodasuvidadel cuento. Nadie quiere más guerra,porque nadie quiere más muertes. Te lodigocomolosiento.

—¿Entonces...?—Necesitamos olvidar, eso es lo

únicoquesabemos.—Pero hace falta una limpieza

política. La intervención de lasdemocracias sólo se dará si se verespaldada por un alto movimiento demasas.

—iAh, eso no sé! Yo sólo sé lo quequierelagentedeaquí,deestospueblos,

Page 410: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

vamos. ¿Te lo repito? Pan, trabajo,olvidarlaguerrayquelesdejenenpaz.SielPartidoenFrancianoentiendeesto,está meando fuera del cacharro. Te lodigoyo.

Acabódándosecuentadequeesasí.«El Maqui» tiene que cambiar algúnpunto de su esquema. Hacen faltaaccionespolíticas,peronopunitivas,sinoeducativas.«Mítines,octavillas,contactocon la gente, sabotajes a losmonopolios...»

NotardaríamuchotiempoelPCEeniniciar una campaña de amnistía,reconciliaciónnacionalyunidad,queeratraducidaallenguajepolíticolaspalabrasde losemboscados,palabras tambiéndelpueblo.

«ElMaqui»dalarazónaJuanínyle

Page 411: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

apoya.Prontoseconvierteesteúltimoeneljefedelaorganización.«ElMaqui»sereserva el cargo de jefe político de lamisma.Por eso dijimos antes que fue elalmadelaactividadpropagandísticadelaAgrupación.

Unatardeestabanlosguerrillerosenelmonte,yunpastor,desdeelvalle,vioaunodeellos.

—iEheeee!Eselgritodellamadadelosmontes.—iEeeuuu!Es la respuesta que se pierde en el

eco.—¡Oye! ¿Viste por ahí una vaca?

Lasfrases tienenquesercortasparaqueseentiendanbiendecolinaacolina.

—iAquíhayuna!—¿Tudanca?

Page 412: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—Sí.Sube el hombre hasta la cima,

pensandoquiénpodríaseraquelpaisano.Del pueblo no es, seguro, acaso algúnmozo de otro valle que anda buscandocolmenassalvajesosetas.Jadeaelpastorcuando llega a la cumbre.Y de repente,alrededor de una perola, ocho hombrescomiendo

—Acércate,compañero.EselMaquiquienhabla.

—¿Quieresunpoco?—No,noseñor,gracias.—Hombre, no nos llames señor.

Somos losguerrillerosdelEjércitode laRepública.

Losmozosríende lacaraqueponeelbuenhombre,lemuestranorgullososlainsigniabordadasobrelacamisa.

Page 413: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Dicen que son el embrión de unpotente ejércitoque seva a formar.Quehay que estar dispuestos a secundarledesde el llano. Que en Francia esperanmiles de compatriotas y de amigos paraayudarles.

—Lo de Aran fue sólo un ensayo,bah,unactodepresencia.

El campesino tiene una voz muybonita.ElMaqui lonotaenseguiday lepide que cante una canción de la tierra.Yahacemuchoquenolasoyencantar.Sehace de rogar el hombre, pero luego searrancapor la tonadeCarmona,y sigueconladePolaciones,yporúltimo,nosinciertasorna,

«Estudiéparaladrón

Page 414: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

noterminélacarrera,yloprimeroquerobéfuerontusojos,morena.»

ElMaquileenseñaelHimnodelos

Guerrilleros,leentregaalgunospanfletos,le pregunta ciertos detalles sobre laguardia civil y le deja irse arreando lavacamonteabajo.

Los compañeros del Maqui en suodisea desde Francia convivieron en laPrisión Provincial de Santander conmuchos otros presos políticosmontañeses.

«De los que yo conocí, nos cuentaun viejo socialista, dos eran asturianos.Uno, de Torrelavega, se apellidaba

Page 415: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Argumosa. Otro de Madrid y otro deCastro.Vivíanunaauténticatragedia.Ladisciplina del Partido Comunista eraférrea,yellos,porsalvarelpellejoacaso,o porque quizá fuera verdad, hicieronunas declaraciones que, fíjense cómoserían, salieron en los periódicos. Estasdeclaraciones sentaron muy mal a losresponsablesdelPartido.»

«Porque nos han condenado amuerte éstos, que si no se nos cae elpelo», nos decían a los compañeros decárcel.

Causaunciertoruborleerlacrónicaque losperiódicos santanderinos sacaroncon motivo de los acontecimientos delEscudo.

Según éstos, los maquis vinieronengañados a la Montaña. Habían

Page 416: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

demostrado no saber siquiera a quévenían.

«Les dijeron que aquí estaba«planta» la Monarquía con un rey quenadie conoce. Que aquí había muchomovimiento republicano, que tenían quevenir a echar unamano como españolesvalientes, a la guerrilla.De lo contrario,merecían el nombre de cobardes. LaverdadesqueenFranciaseestápeorqueenEspaña. Los escaparates de allí estánvacíosynoatanlosperrosconlonganiza.En los republicanos españoles mandaGiral,ytodoshacenloqueéldiga.Ypororden de éste vinieron a «poner» lademocracia en España. En Francia ellosvivían en barracones trabajando lamadera, como aserradores, en los«chantiers»deCinclenyotroslugares,en

Page 417: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

unaempresaque se llamaba«ValledoryCompañía». Que ignoraban si esaempresa era o no un campo deentrenamiento del Partido Comunista,queellosdeesonosabíannipalabra.»

Page 418: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

3.YOANDUVEPERSIGUIENDOALOSDELMONTE

Fácilmente pueden caer ustedes en

el maniqueísmo de convertir nuestrahistoriaenunanoveladebuenosymalos.

Yo era guardia civil. Teníadiecinueve años cuandomemandaron ala zona de Liébana a la búsqueda ycaptura de los bandoleros. A losdiecinueveañosnosetienemiedoanada.Había por parte nuestra un poco deromanticismo y muchos de los jóvenestenían la ilusión de conseguir unamedalla, algún ascenso, algo. El sueldo,13 pesetas diarias, no era superior al de

Page 419: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

nadiedenuestracategoría.Juanínmismo,cuando estaba en Regiones Devastadas,ganaba16pesetas,porsercanterooficialdesegunda;unoficialdeprimeraganaba18,yelaño43,unhombrepodíatrabajarporochoyoncepesetas.

ElprimerdestinoquetuveenPotesfueconducira lospresosdesde lacárcelhasta los lugares de trabajo. La cárcelaquella temporada era un antiguoconvento de dominicos que ahora esinternado de chicos estudiantes. Yo aJuanín tuve que conocerle por fuerza,pues no había tanto personal en Potescomoparaquese traspintaranadie.Peronomedoycuentadehaberlevisto.

Había mucho trabajo para todo elmundo.Mucho personal en las cárceles,muchos muertos y, claro, trabajo era lo

Page 420: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

quesobraba.Nosotros, en general, llevábamos

una vida dura. Pequeñas alegrías no tefaltaban, pero elmontematamucho, loscompañeros casados contagiaban a unosumiedo ymucha gente temirabamal,condesconfianzayhastaconodio.

Nopuedonegarquelaguardiacivildioleña.Negarloseríaunatontería,puestodo elmundo sabeque lo hizo.Loquehace falta es no perder de vista lascircunstancias: nadie soltaba prenda. Enlos pueblos aquellos estabanatemorizados por los bandidos; suamenazaeramataraloschivatosynoseandaban con chiquitas. Teníamos, yadigo,elrechazodelagente.Habíavecesque nos constaba positivamente lapresencia de los bandidos en un

Page 421: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

determinado pueblo; mucha gente teníaquehaberlosvisto; indagábamosynadiesabíanada.Peroladenunciaestabahechay había que presentar resultados de lagestión. Los superiores a nadiepreguntaban los métodos cómo seconseguían las informacionesy, por eso,sinolaslográbamosporlasbuenas,teníaqueserporlasmalas.

En algunos aspectos concretos, losbandolerosvivíanmejorquenosotros.Avecesyo losenvidiaba.Noeramásfácilsuvidaenlosmontes,peroporlomenosteníanelapoyodelpueblo.

Nosotros no queríamoscomplicarnos la vida. Lo único quedeseábamos era ver el fin de estasituación.TenganustedespresentequeenSantander se echaron al monte entre

Page 422: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

doscientos y doscientos cincuentahombres: de éstos, lamayoría se pasó aFrancia; otros, después de unos años decárcel, se reincorporaron a la vidanormal;nosotroshacíamoslavistagorday procurábamos facilitarles la huida alextranjero, pues teníamos la ideadequemuchos marcharon a los montesengañados.Sehabíanformadolaopiniónde los nacionales como verdugos detodos los que pensaran distinto. A lalarga, se nos hacía inexplicable lacabezonería de los emboscados denuestra demarcación, los últimos quequedaron en España, ya sin esperanzapolítica de ninguna clase, y dándonosdisgustosconstantesanosotros.

Muchos guardias murieron. EnLebeñamataron a Félix, un guardia que

Page 423: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

estaba casado allí. En Bejes mataron alLeonés,otroguardiamuyqueridopor lagente y más por los compañeros. Ennuestrascasas lasmadres, lasnovias, lasesposas no vivían de pena por nosotros.En los cuarteles altos nos moríamos deaburrimiento, pues no había bastantesmuchachas para nosotros y para losmozos.No conocíamos el terreno, ni lascostumbresnilaspersonas.

Una tardehacía la rondaunaparejade guardias gallegos por un camino queellos llamaban «corredoira». Unmuchacho campesino estaba limpiandosupradocuestodealladodelrío.Acasose dio cuenta de que era observado porlosguardias,oquiénsabeporquédecidiócantar una canción dedicada a ellos.Amontonó las hojas secas, los troncos y

Page 424: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

ramas arrastradas por la nieve en elinvierno.Liouncigarrillo,prendiófuegoa la maleza y, acaso adivinando lapresenciadelosguardias,seapoyóenelrastrillo entonando una antigua cancióndelatierramuydespacioymirandosóloalalumbre.

Miracómosepasea.laguardiacivilporlacarretera.Asímepaseoyoporsiteveoconotro,morena.Miracómosepasealaguardiacivilporlosandurriales;asímepaseoyo

Page 425: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

porsiteveoconelquetúsabes...

Cuando se dio cuenta tenía a los

guardiasdetrásdeél.—¿Qué decía usted de la guardia

civil?—¿Delaguardiacivil?Oiga,nada.Los dos números no habían podido

entender bien la letra completa. Eranforasterosyseleshabíaadvertidoquelosnativosdelazonaodiabanalosguardias.Entendieron, quizá repentinamente, unafaltaderespetoenaquellacanción.

—Usted ha cantado algo de laguardiacivil.

—Esuncantarantiguo,señor.

Page 426: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—Repítalo.—¿Elcantar?—Sí,elcantar.—Peronomesalemuybien.—Vamos,rápido.El mozo canta desentonadamente.

Los guardias al final ríen. No esirrespetuosa ni tiene picardía ningunaaquella letra. El muchacho les miradesconfiado.Quierencongraciarseconél:

—¿Tienes permiso para hacerlumbre?

—La he encendido en mitad delprado,nojuntoalacerca.

—¿Sí,perotienespermiso?—Puesno,señor.—Bueno, pues hay que sacar

permiso. Fíjate si salta un chispazo yarde todoelmonte, el follónquearmas.

Page 427: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Tendríamosqueponerteunamulta,peroporestavezquepase.Adiós.

—Adiós,cuidalalumbre.Les cuento esto para que se hagan

idea de la distancia que existía entrenosotros y la gente del pueblo. Sivivíamos una temporada en un pueblo,una vez que la gente llegaba aconocernos,nosempezabaacogercariñoyesedesconocimientodesaparecía.

Yorecuerdoaverdaderosamigosdelas aldeas.Nos invitaban amerendar, seinteresaban por nuestras familias, lescontábamos nuestra vida y, evadiendo eltema político o de nuestra profesión,todoséramosamigos.

Muchos guardias se casaron conlebaniegas. Se dio el caso de entrar unguardiaencasadesusuegra,yacabarde

Page 428: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

salir Juanín de allí, después de habercenado.

Los guardias querían a Juanín yrespetaban a los demás bandoleros.Siempre que era posible, se trataba deeludirelcombateporambaspartes.

Una vez estábamos haciendoguardia en un apostadero, en un puentedelDeva,bajoungrannogalquehayenla cuneta. Llevábamos siete horas sinmovernos de allí. Teníamos que guardarsilencioy los sentidosalerta.De repenteempezaron a caernos piedras encima.Eran los bandoleros, que pasaban sobrenosotros. Alguien nos dijo que habíansido cabras, pero para nosotros estababienclaroqueno,queeranbandolerosdeverdad, y que si no nos mataron fueporquenoquisieron.

Page 429: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Había una muchacha bien bonita,aunque quizá un poco ligera de cascos.ErasupueblounaaldehuelaalpiedelosPicos de Europa. Estaba en la cabañacuidando las vacas y atendiendo elpequeñorebañodeovejasycabrasdeunamo.Losdosquepatrullábamospor allíéramos jóvenes y tratamos de cortejarla.Lachicanieraesquivanidejabadeserlo.Nos llamaba la atención el cencerro deuna oveja, «el campanucu», como elladecía,quearribadelacumbrenodejóentodalanochedesonarintermitentemente.Un rato de silencio y unas cuantascampanadas. Otro silencio y otrascampanadas.

La moza nos explicó no sé qué deunaovejaparidaquenohabíavenido alredil. Pero después, analizándolo entre

Page 430: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

nosotros, nos dimos cuenta delsignificado de la escena: la moza seentendía íntimamente con alguno de losemboscados. Para encontrarse, elbandolero desde la cumbre tocaba uncencerro.Lamozacontestabaconotrosielcaminoestabalibre.Sihabíamorosenla costa, como en esta ocasión, norespondía. Gracias a Dios que norespondió: pudimos haber caído en unatrampainfalible.

Unas personas nos querían y otrasno. Recuerdo una noche en Peña Sagra,con lanievehasta lacintura.Nevaba«siDiosteníaqué»,comodicelagentedelaregión. Estábamos ateridos. Inmóvilespasamos la noche metidos en unoschozos de piedra sin techo de ningunaclase. El servicio así lo requería. Ya al

Page 431: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

albavimos salirhumodeunacabanadepastores en el valle. El vaquero habíapasadoenellalanoche,dormidoentrelahierba.Yalamanecerencendiólalumbreparacalentar sualmuerzo.Nosvolvióelalmaalcuerpoyechamosmonteabajoendirección al invernal. Con seguridad elhombre nos vio bajar y apagó el fuegoantesdequellegáramos.

—¿Podemosentraracalentarnosunpoco?

—Pues el caso es que acabo deapagarlalumbre.

Miraelpastorconrecelo,comoconodio,cierralapuertaynosdejatiritandoen la calle. Pudimos echarle la puertaabajo, pudimos darle un escarmiento,pero, viendo su ignorancia, su falta desentidocomúnosuodio,iquiénlosabe!,

Page 432: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

seguimosadelantehastaotrachozadondefuimosrecibidosconlosbrazosabiertos,donde el pastor buscó más leña, ordeñóunavacaparahacernoseldesayuno,nossecó el calzado, nos atendió como unpadre.

Ya ven: quinientos metros dedistancia y dos actitudes enteramentediferentes hacia la guardia civil: la unanos pareció mal y creímos que estabamotivada por la política. La otra nospareció bien, no porque nos atendiera,sino porque mostraba sentido común yganasdeayudaralprójimoenun trancecomoaquél.

Les digo todos estos detalles paraque entiendan que bajo nuestro tricorniotambiéntenemosnuestrossentimientosy,aunque no podíamos corresponder a la

Page 433: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

gente —el reglamento, las órdenes, lasconsignas no lo permitían—, comonosotros hubiéramos deseado, sabíamosdistinguir a las personas bondadosas delasquenoloeran.

Para mí, una persona bondadosavaloraba a un hombre, a un trabajador,aunque estuviera debajo del uniforme.iQué poco pueden ustedes imaginarse loque se agradecía encontrar gente así enlas condiciones en las que noshallábamos, lejos de la familia, lejos denuestrospueblos!

Muchas veces teníamos que actuarconmotivo del estraperlo. Nosotros nosbeneficiábamos del economato delcuerpoyteníamoscuposespecialesenelracionamiento. No vayan a creerse quegozábamosquitándolesalagentesusaco

Page 434: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

deharina,suskilosdealubiasquetraíande Castilla para sembrar o para comer.Pero deben advertir que muchossinvergüenzas se hicieron ricos con elestraperlo mientras había verdaderahambre en la población. Al principiofuimos nosotros los encargados decontrolar a los estraperlistas, cuyasestratagemas para pasar mercancías delmercadonegrodanmaterialparaescribirun libro extenso: a lomejor te traíanuncamión de doble fondo, arriba vino,cemento o productos con guía decirculación, y la parte de abajo llena delentejas, aceite, garbanzos... A veces seaveriguabaenlosaccidentes:chocandoscarruajesysalíaaceitenofiscalizadoportodas partes. Sí, ya sé que para ustedes,los jóvenes, este temade las fiscalíasde

Page 435: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

loscuarentaesdedifícilcomprensión.Yose lo puedo explicar con absolutasencillez, de unmodo que se hagan unaidealomásaproximadaposible:despuésde la guerra vino el hambre, pues seproducíamuypoco,nohabíaquécomer.El Gobierno se planteó el problema ycreó tres organismos para controlar losbienesdeconsumodeprimeranecesidad,uno de ellos, la Comisaría de Recursos,cuya finalidad era fiscalizar, registrar yrecoger todo lo que se producía. Otroorganismo, consecuente con éste, era laCAT, o sea Comisaría deAbastecimientos y Transportes, querepartía esosproductos a la nacióny lesponía precio. El tercero, en el queinterveníamos nosotros y el CuerpoGeneral dePolicía, almenos durante un

Page 436: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

tiempo, era la Fiscalía de Tasas, cuyamisión fue vigilar que se hiciese bien laoperación. Muy pronto, sin embargo,quedamos relevados por agentesespecialesnombradosa tenordeuna leysobreelserviciodevigilanciaespecialdetasas, que proponía un grupo deinspectores de mercado—en Santander,18— cuyo cometido era vigilar, revisarlas tiendas, hacerse pasar porcompradores, averiguar, en fin, cómo sellevaban a cabo las actividades decomercio.

Niquedecirtiene—deestoustedespodrán darse cuenta a poco que lopiensen—queengañandoalaComisaríadeRecursos(siunhombreproducíacientoneladasde trigo,declarabacincuentayel resto lo vendía al estraperlo),

Page 437: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

beneficiándose de alguna posición deprivilegio en laCAT (ustedes conoceránun libro, «Los negocios ejemplares»,publicado en Francia, que se ocupacompletamente de este tema) o incluso«untando» al servicio de vigilanciaespecial de tasas (que de todo hubo), sehicieron fortunas admirables. Sea por loque sea, ni un dos por ciento de losdelitoserancastigados.

No les extrañe, por tanto, comomeacaban ustedes de comentar, ladestrucción de todos los archivos,expedientes y sanciones por orden delmismogobiernoaprincipiosde losañossesenta.Esosarchivos tendríanqueestarllenoshoydenombresmuysignificativosycomprometedores.

La lucha contra los estraperlistas se

Page 438: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

llevaba a cabo con el arma fundamentaldelasmultas.Peromuchagentesehabíaganadounmillónodiezdepesetasconelestraperlo y se le obligaba a pagar unamultadediezmilduros;fíjenseustedeselnegociazo.

Esta era una de las cosas que amípersonalmente más me encoraginaba.Porqueluegohabíaotrosquesenegabana pagar su multa y eran llevados a uncampo de castigo a Alava, Montes deOca creo que se llamaba, en donde lamáxima pena era un año de trabajosforzados. iRíanse ustedes, y compárenlocon los otros pobres hombres, a quienesleshabíacaídounapenadesieteodiezotreinta años por haber estado en algúnComité del Frente Popular o serconcejales de la República! Cuando la

Page 439: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

multa era grande, muchos estafadorespreferían el campo de trabajo; una vezallí ya se encargaban de «untar» a losvigilantesparanodargolpe.

Losguardiasnosdábamoscuentadetodo esto, y nos parecía injusto, ¿oustedesquécreen,queéramosimbéciles?Lo que pasa es que, ante ellos, nosotrosestábamos tan desarmados como loscampesinosanteotrosproblemas.

Acomodaticios, o lo que ustedesquieran, pero ¿qué otra cosa podíamoshacer?

No creo que Juanín y los demásbandoleros tuvieran muchos tratos conlos estraperlistas gordos. (¡Hombre, nohablodeloscampesinosqueibanconsucarroy se traíanunoskilosde lentejas!)Aparte de la repugnancia que les

Page 440: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

produciría sin duda tratar con gentuzasemejante, no les hacía falta: loslabriegos les daban gratis las cosas quenecesitaban.

Yo tenía un compañero de Cáceresque hizo muchas veces pareja conmigo.Había perdido la familia en la guerra y,creo, también lo que tenía. No he vistonuncamayoraficiónporelganadoqueladeaquelhombre.Siempresefijabaenlasvacasdelosganaderos.«¿CuántolefartapapariralaTazuga,zeñó'Ulian?»Teníarealmente un fichero de cada cabeza deganadodelvalle.«¿Cómovalaco'éradela Ma'íta?» Lo sabía todo. Un día medijo: «En lo que va de zemana, trezschoto, ze han chevao loz der monte.»«¿Robaos?» Me explicaba que no:trataban con el aldeano: ¿En cuánto te

Page 441: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

tasan los de Recursos el becerro? Entanto.Nosotrostedamoseldoble.Ahílotenéis.Queyosepa,anadiemásqueamídio cuenta nunca el cacereño de susaveriguaciones. Es lo que les quierodecir: por regla general, comprendíamosal campesino y, si podíamos, tratábamosdeayudarle.

Digoporreglageneralporqueyasesabe que «donde quiera que llueve seforma barro», y entre los guardias habíagente muy preocupada de ascender, depromocionar, de que los hicieran cabos.El que a uno le hicieran cabo en laguardia civil era como sacar el título deingeniero en la vida ciudadana: unafortuna. A partir de ahí te cogen losascensos, ya eres otra persona, no unsimple número. Para ascender era

Page 442: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

necesario un talante duro, ya meentienden,notenerescrúpulosencastigaro en pegar si hacía falta. Y si no hacíafalta,puestambién.DetodasmanerasnoolvidenquenuestroCuerpo,enesosañospor los que ustedes preguntan, tuvo 257muertosenEspañay370heridos.Osea627 bajas en total, que comocomprenderán no es moco de pavo.¿Ascensos? Sí. Es posible que seaverídico el número que ustedes dicen.¿Lo sacarondeAguadoSánchez?Puedeser, sí, por qué no. Pero si hubo, comodicen, 126 ascensos de guardias a cabo,comparen ustedes números: resulta quejustamentehaylamitaddecabosnuevosque de hombres muertos... ¡Y es queaquella vida era la hostia...! ¿Se dancuentadeloquequierodecir?

Page 443: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Nome extraña en absoluto que loshombresquemás tuvieronqueverenelasuntodelapersecucióndebandolerossehayan negado a hablar con ustedes.Comprendo también la negativa aenseñarles losarchivos.Yolesheoídoaalgunosdeellosqueaúntienenpesadillasproducidasporsusrecuerdos.Alomejorestamos un grupo de guardias charlandoy sale la conversación de este tema; seacercaunodeaquellostipos,yadigo,delas contrapartidas, que igual llevó eldineroenvariossecuestros,oparlamentóconMachado,osesalvóporlospelosdeGildo,o estuvoen lodeTama,vaya, enlo que sea... y siempre cortan laconversación: «¡Coño, dejar esas cosas!Deesovalemásnoacordarse...»Oporelestilo.

Page 444: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Aparte de que algunos de ellos aúnsiguen en activo y, sin permiso de sussuperiores, no pueden contar nada. Esmuy complicado, por otro lado, que lossuperioresdenpermisoparaunacosaasí.

Yo anduve persiguiendo a los delmonte,sí,perocomolesdigo,aeseaire.Nofuiunsuperguardia,comotampocolofueron la mayoría de mis compañeros.Alguno presume: «Yo maté a tantosbandoleros»,otro«AmíFulanomesacados o tres muertos, yo soy el númerodos».Peroesossonguardias,nosécómodecirles,que,aunquepasaronlosmismosfríos y las mismas hambres que uno,pues, es difícil explicarlo, esto..., nocomprendieron,esoes,noentendieronlatragediaquevivíamostodos.

Juanínnoeraungranbandolero.Era

Page 445: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

unhombrecorriente.Claroquesiustedesle echan literatura a la cosa, a lo mejorconsiguen trocarle en un DiegoCorrientes o en el Virginiano. Pero lavidaque llevabanoeranada literaria,selo aseguro. Dentro de cien años a lomejor hay canciones y novelas sobreJuanín,untipocojonudo,queengañóalaguardiacivilsiempre,queeraaudazhastadejarlo de sobra..., no sé, cualquierpelícula de esas. Lo que yo quierodecirlesesquesuvidanofuedepelícula.Fue muy desgraciado. A lo mejor sepasabatresdíassinmoversedebajodeunbardal, al que había entrado reptandocomounaculebra;ometidoenunazanjacon el agua tapándole entero, osoportando inmóvil la helada hastaaveriguarsiaquelbultoqueseveconla

Page 446: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

lunaeseltocóndeunárbol,ounmojón,o un guardia. Las cuevas, por más quedigan, las usaba poco, pues las cuevaseranconocidas.EnelmonteCoronateníasitiosdestinadosdondeguardabaunpocode sal, aceite... En otro una lata desardinas, chocolate..., cosas así,separadas.

Los guardias entraban reptando porlos bardales, una vez, otra, otra, perotopar con un hombre agazapado de esemodoenlosmontesdeestaprovinciaescomoencontrarunaagujaenunpajar.Aloscuatromatosqueentres,yadicesquebusque su abuela, que para las cuatroperrasquetepaganporuntrabajoasí...

Por otra parte, era un hombre queactuabapoco.Dabaungolpetalquehoyaquí, y a lo mejor tardaba seis u ocho

Page 447: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

meses envolverse aoírhablarde él.YaselehacíaenFranciaomuerto,cuandotedabaotrogolpeenel lugarmásopuesto.Yasísiempre,sindejarrastros.

Por eso tardó tanto tiempo en sereliminado. Además había pistas falsas.Undíaserobabacarnedeunamatanzayse le echaba la culpa a Juanín, aunquevayaustedasaberquiénhabíasido.Igualpasaba con dinero, chorizos... Hasta delos picos y de las colodras de segar quefaltaron de un invernal le echaron laculpaalpobreJuanín.

Luego es que estaba muy enfermo.Ustedes calculen, una constitución comolasuya,nodemasiadobuena,y llevandoesavidaque lesdigo.Nosotros sabemosque muchas temporadas las pasaba enunacasacurándose.Noenunacasasola.

Page 448: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

En varias. Pero era imposible dar conellas. En Andalucía la luchaantiguerrillera era más fácil porque a lomejor eran diez, treinta bandidos que serefugiabanenuncortijo.Tantoshombressiempre dejan huellas; demasiadacomida, ruidos..., en fin irregularidades.Aquíeramásdifícil,digo,porque¿quiénencuentraaunhombresolo?¿Quiénvaanotardiferenciaennada?iImposible!

Por otra parte, era muy receloso.Tomaba precauciones extremas. Cuandoandaba con sus compañeros, si ellosdormíanjuntostalqueaquí,élseibaaunkilómetro,adormirsolo,sindeciranadieel lugar. En esto era igual que PanchoVilla: se separaba del grupo y a lamañana siguiente aparecía cabalgandopor el lugar contrario al que se había

Page 449: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

marchado.A nadie decía sus intenciones.—

Nosotros conocimos a alguna de susmujeres,desusqueridasocomoquieranllamarlas. Cierto día interrogamos a unade ellas: «¿Cuándo viste a Juanín?» «Elsábado.» «¿Y la vez anterior?» «Elmartes.» «¿Ycuándova a volver?»«Nolo sé.» La pegaron, hasta la torturaron.Pero dijo siempre lo mismo: «Hagan loque quieran. Juanín no dice nunca nada.A dondemí viene, ya lo saben. Pero nolespuedodecircuándo.Porqueesonoseloconfíaélniasumadre.»

La pegaron más, pero todosestábamos seguros de que aquello eraverdad.

Y eso es todo lo que les puedocontar.Nodiganminombrey,porfavor,

Page 450: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

no hagan una novela romántica de unahistoria tan dura. Yo no habré sido unbrillante guardia, pero Juanín tampocofue un bandolero de película. Los dos,como todos, sólo fuimos unos hombrescorrientes y vulgares, que sufrimos másdelacuenta.»

Page 451: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

4.LAPAREJA

ElcaboRollanyelnúmeroAgüero

fueron los dos guardias que dieronmuerte a Juanín, como ya hemos dicho,en aquel 24 de abril. Agüero, aunqueestaba en Liébana castigado y tenía unamalaenfermedaddeestómago,consiguiócon aquel servicio los galones de laBenemérita,conlosquelamuerteleibaasorprendermuchosañosmástarde.Nosepuede decir que a Rollan y Agüero lesfaltaranfelicitacionesyditirambos.

A los pocos días de su brillanteservicio, don Miguel Serrano Gómez,inspectordelCuerpoGeneraldePolicía,autordeunaserieperiódicadeartículos,titulada «Sobre ruedas», habitualmente

Page 452: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

dirigidaalosautomovilistas,escribeparalaprensa localelsiguienteentusiasmadoartículo bajo el título de «La pareja».EmpiezacitandounosversosdeRuizdeAlarcón.

«Losnoblespechosaquienobligaelhonorhandemostrarsuvalorenlosdifícileshechos.»

«Permitidme,misqueridos lectores,

que hoy no agote vuestra paciencia conmi «Mundo sobre ruedas». Tiempotendremos mañana de reanudar nuestrascorreríasautomovilísticasporciudadesycaminos. En este momento no podría,

Page 453: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

puesmiplumaquiererendirunhomenajea la Guardia Civil, esa InstituciónBenemérita a la cual deseo rendir eltributo quemerece por su altruismo. Sucelo en el cumplimiento del deber, y loque esmás importante, su alto conceptodelhonor.

Yno hallaremosmejor ocasión quelaquehoynosbrindanlosperiódicosconlanoticiadelamuertede«ElJuanín»porunaPAREJAdelaGuardiaCivil.

QuienesdeverasamanalaGuardiaCivildeseabanquefueselaBeneméritalaque capturase al tristemente célebrebandido Juan Fernández, pero nuncapudieron soñar que esa captura seproduciría en circunstancias tanfavorables para que se nosmostrasen entodo su esplendor las virtudes militares

Page 454: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

que adornan a la Institución delacharolado tricornio. Este ha sidosiempre el símbolo de la Guardia Civil,comolaguerrerarojaeselsímbolodelaPolicíaMontadadelCanadá.

Y el hecho de que los guardiasciviles presten siempre sus servicios porparejas ha traído como consecuencia laconsagración de otro símbolo tanconocidocomoeltradicionaltricornio:lapareja.

En la zona deLiébana, del términode la Vega, en el caminó del pueblo deSeñas, dos hombres uniformadoscumplen con su deber.Vigilan,mientraslaspersonasdebuenavoluntaddescansanpara reanudar al día siguiente lainterrumpidalabor.

Otros dos hombres, armados,

Page 455: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

caminan en silencio con itinerariopreviamenteescogidoyconintenciones...las de siempre. Son dos bandoleros.Tienen atemorizada a toda la comarca yhan demostrado en distintas ocasionessangre fría suficiente para oprimir losgatillos de sus armas automáticas sialguienselesponepordelante.Conelloshay que actuar rápidamente, pues sabenaprovechar una indecisión del enemigode una fracción de un segundo deduración, tienen magnífica puntería y,acostumbrados a violar la ley, no lesremordería la conciencia si por unaprecipitación asesinasen a un inocente ypacíficocaminante.

Laparejaoyeruido.Guardasilencioparamejordistinguirlanaturalezadeeseruido. La arena del camino cruje

Page 456: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

rítmicamente y ahora se perciben conclaridad las pisadas de dos personas.Podríanser JuanínyBedoya,peroquizáse trata de dos que vienen o van altrabajo. Sea como fuera, han deidentificarlos,yenestaobligaciónpreviade los agentes del orden está la mayorventaja de los delincuentes que sabenaprovechar las milésimas de segundoparadisparar.

Pero en esta ocasión, como tantasveces hemos visto en las películas deloeste, los bandidos encontraron alguienmásrápidoydemejorpuntería.Paranensecoantelavaronilpresenciadelaparejadel tricornio; peronodudan endisparar.Masdepocolessirveenestaocasiónsuhabilidad y rapidez. Son los otros másrápidos en el disparo,más serenos en la

Page 457: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

puntería y, ¿ por qué no decirlo?, másvalientes, pues disparan a pechodescubierto cuando bien pudieronprotegerse ametrallándolos tras unairregularidaddelcamino.

Tenía que ser así: dos contra dps,fuerzas igualadas y aun con ventaja afavordelosbandoleros,queconocíanporsus uniformes a sus contrarios, mientrasqueéstossupieronquiénesveníanporelcamino cuando ya los tenían encima yconlasarmasapunto.

Juaníncaemortalmenteherido,ysucompinche,queenestaocasiónno tienedelanteapobresciudadanosdesarmados,huyecobardementehaciaelmonte.

Un caso más de heroísmo para lahistoriadelaGuardiaCivil.Yalcalificarde héroes a los componentes de esta

Page 458: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

pareja sólo hacemos justicia, noexageramos.No es poco el valor que senecesita para reaccionar brava yserenamente ante dos individuos como«Juanín»y«Bedoya».

ConozcoyamoalaGuardiaCivil,yno quiero dejar pasar la ocasión demanifestar queme sentiríamuyhonradosi pudiera estrechar las manos de esecaboyeseguardiaqueenlaejecucióndeuno de los servicios más peligrosos eimportantes de su vida han sabidodemostrar que el honor es para ellos,comoguardiasciviles,laprincipaldivisa,según les dice el artículo primero de suReglamento.

Tampoco han olvidado el artículoquinto, pues han sido fieles a su deber,serenosenelpeligroyhandesempeñado

Page 459: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

sus funciones con dignidad, prudencia yfirmeza. Ni el sexto, que les obliga ahacerse temer únicamente por losmalhechoresyenemigosdelorden.Yhandejadobienpuestoelhonordelasarmas,deacuerdoconelartículoséptimo.

Con placer nos acogemos a lodispuesto en el artículo noveno de sucitado Reglamento, que nos permitededicarles este modesto recuerdo degratitud.»

Todo este articulado defelicitaciones pudiera venirse abajo si sedemostrara algún día la tesis sostenidaporalgunosfamiliaresdeJuanín,segúnlacual,el tiroquematóalguerrillerosalióde una simple escopeta de caza depequeñocalibredisparadasobresununcaporunasombramisteriosa.

Page 460: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima
Page 461: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

5.«USTEDHARECIBIDODINERODELOSDELMONTE...»

Las carreteras las dejan para los

guardias.Ylosvalles.Los emboscados en sus

desplazamientos van por el monte, ycuantomásagrestesyescarpados,mejor.Cuandosehaceunaincursiónalvalleesparaaprovisionarsedecomida,dedinero,de tabaco. Quizá llevan unos días enSierras Albas, ya en términos de laAbadíadeLebanza,a1.500metrossobreelniveldelmar(«noesqueenlaAbadíade Lebanza den asilo a los criminales,diceCamiloJoséCela,loquepasaesque

Page 462: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

no preguntan»). Acaso una tardeescondidos tras los jaralescontemplanelespectáculo que, según Cela, escostumbreenaquellasaldeasdepastores:vigilan los mozalbetes del pueblo elacoplamiento del perro y de la perra.Cuando al final de la cópula, los dosanimales quieran separarse, no puedeniograrlo, porque «quedan trabados»,mirando indefensos a todas partes.Entonces la mocedad con una galga decarro o un largo garrote empiezan adarles entre los dos traseros acopladosgolpesterribles,mientraselpobremachoaulla de dolor. En Santa María deLebanza, sigue Cela, los mozos hacenpuntería lanzandosusnavajasafiladas,averquiénescapazdecortárselaalpobreperro que acababa de cumplir

Page 463: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

honradamente con su deber de especie.«Dios, cuando hizo el mundo no pudocalcularquelasnavajasllegaranaabrirsepara cortar en seco el amor de losanimales»niquelostomillosyespliegosdel pasto sirvieran para esconderse unoshombresdeotros.

Es probable que este espectáculofuera observado alguna vez por losbandidos desde lejos, y, acaso pensaran,que en cuestiones de crueldad unoscardanlalanayellosllevanlafama.

De allí a Pineda. En Pineda buenagua, cabañas de pastores del valle dePesaguero, de Cabezón, llanurasinmensascubiertasderebaños tranquilosenveranoy vacías comodesiertos en elinvierno. Hay lugares trucheros, porCuravacas y Fuentes Carrionas. En

Page 464: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

verano, pastores; en invierno yprimavera,absolutamentenadie.

YdePineda,porRiofrío,porAliva,por la Sierra de la Corta, a Sotres,campamentode seguridadbordeando lasminas de blenda. Acaso incursiones aCabrales, a Lebeña, a Valdeón, aPolaciones, a Pernía, los valles, dondesiempre hay algún campesino más ricoquelosotros,alquenose lenotanunosmilesdepesetasmásomenos.

La vida del bandolero ha cambiadola psicología del antiguo campesino quetodosllevandentro.

Se ha roto el binomio hombre-terruño,alquecadalabriegoseencuentraatado umbilicalmente desde elnacimientohastasumuerte.

Se ha roto la idea de la pequeña

Page 465: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

heredad, como algo que hay quecontinuaryproseguirparaentregara losdescendientes.

Se ha roto el ambiente del hogar, yse cambia por otras pautas precarias,inciertas,dificultosas: lapandilla,envezde padres, hermanos, esposa, hijos. Elinvernal,lacuevaolamata,envezdelacocina,elcuarto,lasobresala.

Hay una ruptura afectiva, que enmuchos casos, desemboca en patologíasexual.

Se pierde la entrañable concepciónde«camino»,de«senda»pordondevantodos, y se sustituye por el atajo, laserranía,elvericueto.

Esta descripción psicológica que elobispo Guzmán hace de los bandidoscolombianosen1964puedeaplicarseala

Page 466: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

psicología de los hombres que en lamontaña santanderina se echaron almontedeunmododefinitivo apartir dela guerra civil, como Gildo, Machado,Juanín,Santiago,Daniel,Bedoyaytodoslos demás cuyos orígenes campesinosfuerontrocadosporotrosbiendistintos.

Huyen de las carreteras y de loscaminos. Por eso atraviesan barrancosimpresionantes para trasladarse de losPicosdeEuropaalazonadeSanVicentedelaBarquera.PorlasPeñasdeLebeña,hasta Peñarrubia, hasta Lamasón, sintropezar a nadie, siguiendo crestas,riachuelosycollados.

—Mire, por la orilla de aquelloseucaliptales, los vimos pasar unatardecer.Teníanporallíelpaso.

El lobo, el jabalí, el oso, el corzo

Page 467: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

tienenenlosmontessuspasoshabituales,casi nunca abundantes, a no ser queencuentrenalgunatrampaomotivosparadesconfiar.Lomismohacenlosbandidos,tratados al fin y al cabo como simplesanimalesdemonte.

Cuando se van de Liébana, que nofaltenlasbotellasdeorujodelpaís,porsialgunoseponemalodelvientre.Quenofaltenlosramosdeflordetécortadosenlospuertos,quenofaltelamanzanilla,latila,buenasparalosresfriados,lasgripes,losdoloresdecualquiertipo.Quenofalteel talego con queso tresvisano, que nofalte...

«SilasPeñasdeLebeñafuerandequesopicón,

Page 468: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

lashabríanderribadoPeñarrubiayLamasón.»

Sobre todo, que no falte la mente

despejada,enlugaresforasteros.BordeanCasamaría y Cabanzón. Se descuelganporlosmontesdeBielba,ydeLabarces.Uno de estos pueblos ofrece buen sitiopara asearse, afeitarse y descansar. Handejado atrás El Trichoriu, Puente elArrudo,SierradeArria.Undescansodevarios días entre Labarces, el Barcenal,Camijanes, Gandarillas, Serdio y laAcebosa, para continuar concircunstanciasfavorableshaciaValdáliga,donde se presentan muchas cosas quehacer: Roiz, Treceno, San Vicente, El

Page 469: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Tejo,sontestigos,unatemporada,desusandanzas, hasta que se esconden en elinmensoMonteCorona,dondesesiententranquilosyagusto.

Con base en el Monte Coronaoperan en Cóbreces, Cerrazo, Novales,Cabezón, Ruiloba, Ibio, SanVicente delMonte.

En cierta ocasión se arriesgaronhasta llegar a Reocín, pero era ya unasalida especial, al descubierto, queconveníanovolverarepetir.

Por todos estos pueblos haytestimoniosdesupaso.

Alregreso,alomejorveníanNansaarriba,haciaPolaciones,ydeallíaPeñaSagra, y de Peña Sagra a los Picos deEuropa, otra vez repasando las cumbresalrevés.

Page 470: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

La guardia civil sabía el itinerario.Lo averiguaba después que losbandoleros pasaban por los pueblos. Aveceslosmismosemboscadosordenabanasusfamiliasyamigosquedenunciasensupasoalaguardiacivil.

—Que nos persigan, que para esoestán;vanamorirsedeviejos.Lamujerleshabíadadodecenar:patatas,tocinoyleche con borona. iHombres más raros!Ahoramandanquelosdenuncie.iAversia la postre, en vez de huidos, songuardias civiles que quieren probar siobedezcoono...!

—Si los denunciabas, malo.Empezaba el interrogatorio: «¿Por quéfueronasucasa?¿Cuántasvecesloshavisto? iNo mienta!. ¿Cuánto dinero ledieron?¿Quéhablabanentresí?iNosea

Page 471: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

cínico! iLe voy a partir la boca!. ¿Porquénoavisóustedenelacto?»Sinolesdenunciabasyseenterabanlosguardias,entonces peor. Había leña a trisca.Cárcel.Destierro.Mireusted,anosotrosnos tuvieron año y medio enValderredible. No, qué va, no habíamosocultado nada: simplemente que no noscreyeronladeclaración.

El hombre acaba de construir loesencialdesucasa,aorillasdelmontedeeucaliptus, un poco lejos del pueblo.Tiene unas gallinas, un par de vacas deleche, una vaca pequeña, y su esposacriandodenuevo.No tiene luzeléctrica;nadie del pueblo la tiene, y cuando lainstalen, a él le tocará el último, por lolejosqueestádelaaldea.

Pasaelhombrelargastemporadasen

Page 472: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

el Salto del Nansa trabajando y haconseguido comprar un par de pradosverdes, ruines y cuestos, pero capacespara añadir otra vaca más al pequeñorebaño.

La familia se acuesta al anochecer.¿Quésepuedehacersinluzenlacocina?Sabe laesposaqueunmatrimonio jovensevaaviviraTorrelavega.

—Podríamos comprarles el candildecarburo.

—Noséloquepediránporél.—Nos hace falta algo de luz.

Cuandolloralacríaporlanochenohaymanera de atenderla bien. Ademásnecesitocoserylavarlaropa...

—Compraalgunavela,mujer.—Lasdeespelmaduranmuypocoy

lasotrascuestanmuycaras.Andaalláa

Page 473: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

versitevendenelcandil,hombre.Ya tarde, de regreso el esposo a

casa, y para no meterse en los charcoshasta la rodilla, trae encendido el candilalgunos ratos. Lo ha cambiado por unagallinaquemañanaentregaráprontoalaparejadeemigrantes.

Aldíasiguientemadrugaelhombreparairseatrabajar.Compruebalasruedasdelabici.Seenrollalabufandaalcuelloyabrelapuertaparaecharunvistazoalacuadra,queprontoatenderásumujer.

—iAlto!Deltejado,delatapia,delterraplén,

empiezan a saltar guardias civilesarmados hasta los dientes, serios comopatatas.

El hombre pone arriba las manosllenasdecallos.

Page 474: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—¿Quéquierenustedes?—Registrarlelacasa.Apártese.Elhombreaún tienesueño,nosabe

aquécuentovieneaquello,perodespiertaderepente:

—Oiga, perdone, pero mi esposaestáenlacama.

—Usted delante, contesta el cabo,¡enmarcha!.

—¡María!., el marido llama a sumujerparaque sedespierte, paraque selevante.¿Nopuedenesperarunmomentoaquesevistamiseñora?

—No.Vamos.Lo registran todo, lo dan vuelta a

todo. Cuando llegan a la puerta de lahabitación, ya la mujer está de pie,vestida,conlaniñallorando,enbrazos.

—¿Quépasa?

Page 475: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Miranportodaspartes,debajodelascamas,enlahornilla,enelpajar.

—Bien, vamos a ver: ¿Quién entróanocheaquíalas10,52conunaluzenlamano?

—Servidor.—¿Cómoqueservidor?—Sí, señor. Déjeme que se lo

explico.El hombre es pródigo en detalles.

«Ylesdebounagallina,ysinolocreen,pregúntenseloaellosy...»

Elcabosonríecomoguardandounaúltimaarma.

—Muybien,muybien.¿Porquénoles pagó usted con dinero? Usted tienedinero,noloniegue...

—Yo...—Usted ha recibido dinero de los

Page 476: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

delmonte.¿Oseatreveadecirqueno?—Yo,cabo,enmividahevistoalos

delmonte.—Explíqueme si no con qué ha

compradoustedesosdosprados,conquéhahechoustedestacasa...

—Yomelevantotodoslosdíasantesdelamanecer,señor.Voyenbicialsalto.Tengo un jornal.Mimujerme ayuda enla casa. ¡Así he conseguido dinero!.¡Trabajandocomounburro!

—Bien, bien, bien. Todo secomprobará;perotengaustedmuchísimocuidado. Si nos gasta unabromita, va aacordarse usted, hasta del día en quenació.Leadvierto.

Indagaronen lasoficinaspagadorasdelSalto,envariascocinas,enlavilla,aquienes venden materiales de

Page 477: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

construcción,atodoelmundo.Dicen que después volvieron los

guardias a visitar aquella casa y lepidieronalhombrequesiveíaalgoenelpueblo,o sea sipasabaporallí labandadeJuanín,lesavisara.Queledejabanallíuna escopeta. Y dicen también, que elhombre dijo que no, que preferíamantenersealmargenyqueporfavornoentendieran mal su negativa. Como leinsistieron, aceptó a tenerles informadossi veía algo. Pero sin armas ni nada deeso...

Page 478: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

6.MUERTEDELOSGUARDIASDECABRALESYOTRASAVENTURAS

AúnvivíaMachadocuandomatana

los guardias deCabrales, un poco comovenganzadelasnumerosasdetencionesyotropocopormetermiedoalosguardiasdelaregión.Seentreganenelveranolosvecinos de Sotres. Atracan losemboscadosenCóbreces.AJuanín leesdifícilmantenerladisciplina.ElTuertoyGildo actúan a su aire, no haymodo dellevarunaaccióncoordenada.

El uno demarzo, Francia cierra lasfronterasacalycantoescandalizadaporlo que los periódicos llaman «derniers

Page 479: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

crimes fascistes»delgeneralFrancocon«l'assassinatdeCristinoGarcíaetdesescompagnons».El5demarzo, Inglaterra,FranciayUSAdanuncomunicadoenelque dicen que «mientras Franco sigagobernandoEspaña,elpuebloespañolnopuede esperar una colaboración de lasnacionesdelmundo,que,consuesfuerzocomún, han provocado la caída delnazismo alemán y del fascismo italiano,los cuales han ayudado al Régimenespañolallegaralpoderyhanservidodemodelo a este Régimen». Sin quererintervenir en los asuntos internos deEspaña, añade el comunicado, Francia,Inglaterra y USA anhelan que el puebloespañolpuedaexpresarydarformaasusaspiraciones políticas; que los patriotasconsiganlaretiradapacíficadeFranco,la

Page 480: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

abolición de la Falange, elestablecimiento de un gobiernoprovisional,laamnistíapolítica,lavueltadelosespañolesexiliadosylaslibertadesbásicas.Si secumplenestascondicionesse establecerán relaciones diplomáticasplenasyseayudaráaEspañaasolucionarsusproblemaseconómicos.

Sigue el aislamiento político y elbloqueo económico decretado por laONUalRégimenfranquista.

LodeCabralesfuecruel:Vienen un falangista, cuatro

guardias y un sargento. Forman lacontrapartida.Haymuchagentedetenida,muchos enlaces quemados, muchosdesterrados y encarcelados por causa deaquellacontrapartida.

Page 481: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Se cuenta que una mujer,denunciada por ellos, fue paseadadesnudapor toda laprisiónprovincial,yobligaronatodoslospresosasaliraverladesfilardesdelasgalerías.

Saben los guerrilleros que lacontrapartidavienerecorriendolascasas,registrándolas. Saben que por fuerzatienen que pasar por donde ellos handecididosucelada.

Elríosólopuedeseratravesadoporunpuente,ydecidenapostarseenélunanoche;estarallíel tiempoquehagafaltaesperando a que pase la contrapartida.Los días son largos; las nochesinterminables.

Al fin asoma la patrulla. A unaseñal, el puente se llena de balas y demetralla. Mueren todos sin usar las

Page 482: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

armas. Los bandoleros les arrebatan laspistolas, los correajes, las botas y hastalos tricornios. (No sabemos quién lecontó a Sorel una noticia sobre Juanínimposibledecreer:queteníaunacuevayque en la cueva tenía un museo de 28tricorniosdeguardiasmatadosporél,conel lugar y la fecha escritos en cada uno.Juanín era poco dado a liturgias de estaespecie y nadie por estas montañas haoídojamássemejantehistoria.)

—Hombre, Juanín era un bromista.AlomejorlosrobóporlascantinasoenelCuartel de laVega, o vete túa saber.Pero no,28 guardias muertos por él esundisparate.

Esto lo dice un capitán. Y él no lecuentamásmuertos personales a Juanínque el cabo García, en Ruiloba. Que él

Page 483: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

sepa,niunomás.Cuando mataron a los guardias de

Cabrales, corrieron monte arriba unanoche entera. Ya en el refugio,descansaron.Mástarde,unavezrelajadosde aquella horrible y cansada aventura,hicieron,comosiempre,revisión.

—Nunca debieron cruzar juntos elpuente.

Los guerrilleros, que tenían supropiatácticamontuna,jamáslohubieranhechoasí.Seapostabanunanocheenteraalavistadelpuentequequeríanpasar.Alalba,unodeloshombresseacercabaaél.Observabacadadetalle.Sinohabíanadararo, cruzaba al otro lado del río, y allí,camuflado, se pasaba el día enteroestudiando cada movimiento, porinsignificante que pudiera parecer. Sus

Page 484: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

compañeros, sin haber cruzado aún elpuente, esperaban en silencio hasta lanoche. Y entonces, a la hora exactaconvenida, la señal del buho preguntabaalvigilantesisepodíacruzarono.

Una villa agrícola, con el mar alfondo.Unatracoenlacantina.

«Cuando sucedió eso, yo estabanavegandoysólodeoídasséeseatraco.Pero mi hermano lo vio todo. El se lopuedecontarcondetalles.»

Elmarinohaceyaañosqueestáentierra. Su hermano tiene una memoriaprodigiosa.

«Venía Leocadio de encargar unamisaalseñorcura,quevivealladodelataberna. Era entre día y noche yempezaba a lloviznar. Se cubre un pocola cabeza con la chaqueta y camina

Page 485: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

rápido.Cuandoya llega a casadel cura,notaquetieneunhombreasuespalda;sevuelve y lo primero que ve es la pistolanegraquelemira.

—A la cantina. Sin decir unapalabra, porque aquí mismo teachicharro.

A la cantina llegaron los hombresarmados dos minutos antes. Habíanmetido a todo el personal en el cuartocontiguoqueseusalosdíasdeferiaparacomedor.

Hay tres bandidos adentro y otrostresfuera,haciendolavigilancia.

Aquella tardehabía treintahombresen la tienda, repartidos en variasmesas,jugando almus. José Luis llevaba en elbolsillo15.000pesetas;donGregorio,elfalangista, también tenía variosmiles en

Page 486: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

lacartera,perotuvolapicardíadetirarladetrás de la puerta entreabierta. Carloshabíaidoacomprarunasalpargatas.Joséestaba hablando con el cantinero sobrebecerros y ferias. El cantinero, acababademorir supadre,eraunhombre joven,menudo,bastantenerviosoyamable.

—Eldinerovamos.—Estáarriba.Enlahabitación.—Subedelantedemí,porfavor.El muchacho bandolero es rubio y

tiene la mirada clara. Apunta con elrevólver, pero su voz es digna y hastaeducada.

Lamadredelcantineroestáenfermay dolorida. Desde que murió su esposoapenassaledelahabitación,dondepocoapocolaconsumelapena.

—Unfavor levoyapedir:nohaga

Page 487: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

ruido.Tengoamimadremuyenferma.—Perdone las molestias que le

podamos causar. ¿Qué le pasa a sumadre?

—Nosé.Pena,másqueotracosa.El joven bandido iba de puntillas

detrás del cantinero. Este abrió unarmarioysacóunsobredeunacaja.

—Estodoeldineroquehayencasa—dijoenunsusurro.

Más imperceptible aún fue la vozdelbandolero.

—Quieroquecomprendasquenadava contra ti. Estamos en un momentodifícil. Necesitamos dinero. Esta es unavida dura, que no elegimos nosotros,amigo...

—No, si yo comprendo,comprendo...

Page 488: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—...Quenoelegimosnosotrosyporlaqueacasopaguemosconlamuerte.Túeresjoven,tienesqueentenderlo...

—Yo os comprendo, cómo no. Yotambiénestuveenlaguerra.

Bajaronlosdoshombresalatienda.EnseñaelRubioelcontenidodelsobreasujefe.

—¡Tiene que haber más dinero!.¡Aquí tiene que haber más dinero!. ¡Aver, otra vez arriba!. ¡Quédate tú aquí,Rubio!. ¡A mí no me vas a engañar,tabernero!.

Dijeron más tarde que el jefe eraJuanín. Puso la metralleta sobre elmostrador,subiódandovoceslaescalera,se probó una chaqueta de un armario ypidió dinero, no calderilla, idinero! Agrandes zancadas recorrió toda la casa,

Page 489: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

blasfemandoydandoportazos.—Losbilletesestánenelbanco.—Yaloveremos.Registró todos los armarios, tiró la

ropa por el suelo, deshizo camas,destrozó un comodín y blasfemó contratodoslossantos.

Lavieja,dueñadelacasa,saledesuhabitación.

—¿Pero qué pasa, Lin? ¿Pero quépasaaquí?

Llora laancianaalver lapistola, laguerrera y el gesto mudo de los doshombres.

«Nuncapodréperdonar a Juanín, siesquefueél,eldisgustodemimadreylapostración en que a raíz de esto cayó.Pero al otro muchacho, el joven, si loencontrara hoy le daría un abrazo. Me

Page 490: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

robó,peroconrespeto;fuecomprensivo,digno.»

Los bandidos que estaban en latienda cogieron todo lo que pudieron.Abrieron una botella de sidraachampanada y a mí me obligaron alomarme un vaso. No lo quería aceptar,perolobebí,pormiedoairritarlessimenegaba. Dieron tabaco a todos lospaisanos,uncigarroacadauno.Losqueno eran fumadores lo fumaron igual.Cargaron todo lo.que pudieron coger—conservas, cuchillos, botellas, galletas,ovillos de bramante, vino— y sefueron...»¿Juanín,Gildo,elTuerto?Conlos años, en la memoria popular, elcapitán, el responsable de todos estoshechosesJuanín.

—No salgan de aquí en dos horas.

Page 491: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Si alguno se atreve a salir de esta casamorirá.

«A mí me llevaron la gabardina»,decía uno de los paisanosdesconsoladamente.

Aldíasiguienteaparecieronbotellasy latas vacías en el prado de la Pisada.Por los rastros que dejaron se averiguóquehabíansubidoCoteroarribahasta laCortinayallídescansaronaquellanoche.

Cantadas lasCompletas, losmonjesdel cercano monasterio inclinaban,mientrastanto,lacabeza,deunoenuno,anteelpadreAbadydespaciosamentesedirigíanhaciaeldormitoriocomunitario.

No había cuartel entonces en elpueblo. Pero a partir de aquellos días seestableció allí un destacamento deguardias.

Page 492: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

En Sierra de Ibio —cuentan—,dieronlosbandidosunasoberanapalizaaciertas mujeres, que, acaso, intentarontraicionarles o acaso se negaron acolaborar,oacasoteníanpreferenciasporlaguardiacivil.

EnSierradeIbiounganaderoacabade entrar en su cuadra. Le vigilan losemboscados ocultos detrás de losavellanos.

—iBernabé!.El hombre, que aún no había

empezado a ordeñar, sale a la puertamirando a todas partes a ver si averiguaquiénlellama.

—iBernabé!.—¿Quépasa?—Estopasa.Y cae a tierra Bernabé. Ortiz

Page 493: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

acribillado a tiros por una ráfaga demetralleta. Nadie sabe explicarnos losmotivos. Ni siquiera remontándonos enlaspreguntashastaeltiempodelaguerracivil.

Aquella misma noche vienen losguerrillerosdesdeVillanuevadelaPeña.Aquí viven los Pérez Bustamante, losseñoritos del valle, ricos, falangistas,mandamases.

Don Pepito estaba en el puebloaquellosdías.

La gente del contorno llama donPepitoadonJoséPérezBustamante,hoydelegado de Educación y Ciencia enSantander.Entodalaprovincialellamanel señor delegado. En su pueblo, donPepito.

—Nosotros le llamamos don

Page 494: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Pepito...Comoesdeaquí...Los guerrilleros se acercan en

silencio. Es de noche. Un hombre bienvestido camina hacia la estación. Esbajito, anda a lo señor, tose conelegancia.

—¡Esél!¡Fuego!Cae el hombremortalmente herido,

mientras los emboscados huyen hacia elmonte.NofuedonPepitoelmuerto,sinoel maestro nacional, un leonés casado,ignorante de todo tipo de políticas, aquien los niños respetaban mucho, aquienqueríanlosvecinos.

Hay terror entre la gente laboriosadel pueblo.Nadie sabe explicar aquellasmuertes. ¿Venganza? ¿Quién se atreve asalir de noche, aunque haya una vacapariendo? Nadie sale de casa, todos

Page 495: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

hablanenvozbaja.Ycuando laguardiacivilponeaquellospueblosenestadodesitio, todo el mundo piensa que lo másprobableesotravezlaguerra,aúnnodeltodoterminada...

Aquellas muertes y el cercointernacional a Franco teníadesmoralizados a muchos guardiasciviles,amuchosfalangistas,algobierno.

No descuidan los del monte suimagen pública. En la Acebosa, en lacantinaalladodelaestación,robaronpordos veces. «Entréguenlo todo, ustedestambién.»Campesinos,trabajadoresdelavía, van depositando su dinero. Unhombreconlacaraocultarecogedesdelapuerta los sacos de comestibles, que leiban entregando Juanín y sus doscompañerosquesaqueabanlatienda.

Page 496: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Sellevarontodoeltabaco.Eltabacoesquelesprivaba.

—Mire,yotengo500pesetas.Acabode cobrar hoy. Estoy aquí de pensión ymañanaaltrabajootravez.

—Usted quédeselo. Usted es unobreroynosotrosnoquitamosnadaalosobreros.

Juanín habló muy pausadamente alpersonalreunido.Quesiesteseacabaenseguida, que si les disculparan losproblemasque lavanguardiadelejércitorepublicanolesestabacausando,queestaabnegadavanguardia teníaquecomer.Yque,desdeluego,esosproblemasnoerannada comparados con el gran dañocausado a todo el pueblo por el ejércitofascistaysudictadura.

—Hablaba muy bien y nos pareció

Page 497: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

unhombreeducadoyamable.En el puente de Cabrales, donde

mataron a los cinco guardias, habíandejado los guerrilleros escrito: «ElEjército Guerrillero de la Repúblicaejecutaasíalosverdugosdelpueblo.»Entodos los sitios donde atracan, dan unmitin,repartenunaoctavilla,ofrecenunaexplicación.

La gente que les escucha manosarribasólocomprendeunacosa:«Tienenque comer. Pero no deberían matar. Niatemorizaralpersonal.»

El clima de violencia se hizo enalgunos puntos insoportable, aunque notanto como se llegó a imaginar LucíadesdeSanSebastián.

Lucía estaba de criada en una casarica,yciertamañana,mientrasfregabael

Page 498: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

pasillo en silencio, el señorito laobservabaconextrañeza:

—Lucía.—Mande,señorito.—Pasealdespacho.Se apresura la criada a secarse las

manoseneldelantal.—Lucía,leeesto.Lucíamira en silencio el periódico.

Lo primero, las fotos: «¡Ay, mira, quéideal! ¡Potes!» Lucía lleva dos añossirviendo en San Sebastián y acaba deaprenderadecir«ideal»,ypalabrasasí.

«Ay,mira,eltempletedelamúsica,la torrey lospicos.»Suelemandar cadadosmeseselsueldoenteroacasa,menossi hay que comprar algo de ropa. iY loquehaceyaquenovealafamilia!«Ay,mira, la carretera que sube al pueblo de

Page 499: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

una.»Casiselellenandeagualosojos.—Leeenvozalta.El amo, el señorito no le quita los

ojosdeencima.—Te-rrorenlosPi-cosdeu-ropa-los-

te-rro-ris-tas-del-comu-nis-motie-nen-a-te-mo-atemo-ri-za-da-atemerizada la pa-cí-fi, la pacífica y la-bo-rio-sa po-bla-ciónde

-Trae, Lucía, déjame a mí: «...deestosbucólicosvallessantanderinos.Lasgentes están desmoralizadas, sueconomíaquebrantada,lasmujeresyanopueden salir solas al ganado ante elpeligrodeservioladasyasesinadasporlaferozbandadeforajidoscomunistas...»

—Ay,Diosmío.—...Comunistas que tienen

amedrentados a grandes y pequeños, a

Page 500: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

ricosypobres.Laheroicaguardiacivil,a pesar de sus esfuerzos, no consiguereducirla...»

—VirgenSantadeBrezo,madremía.—«... Reducir la cooperación que

algunos labriegos sin escrúpulos,embaucados sin duda por unapropaganda y unas promesas que sólogente sin preparación moral niintelectual puede creer, aceptancolaborar con los bandoleros mássanguinariosquerecuerdalabellatierradelaMontaña.»

El señorito mira a Lucía conseveridad.

—¿Cómo son capaces sus paisanosde una cosa así? ¿No han tenido yabastante con la guerra? ¿Qué es lo quequierenahora?

Page 501: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

El padre de Lucía había muerto enaquella guerra y en su casa se pasahambre.Dosmuchachoshermanossuyosestán malos del pulmón. Lucía callaporque no sabe qué contestar y lloradesconsoladamente. Después, mientrassirvelacomida, losniñosdelseñorito lepreguntan también que si conoce a losbandoleros, que cómo cree ella que seesconden, que si se atrevería a ir devacacionesenverano.

ALucíaprontoleescribiósumadre:«...ytúnotepreocupesporesoquedicesde los huidos, que con nosotros no semeten ni hasta la fecha nos hanmolestado para nada; los guardias sóloregistraron la casa un día y Pepín vamucho mejor, pero Gerardo tiene la tosferina; también tuvimos que subirle al

Page 502: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

puerto para que le diera el aire envueltoenunamanta le subió tu tíoGonzalonosabemoscómolesentaráperoparecequeunpocosímejoróqueanocheyadurmióelchiquillodeotramanera...»

Cuando Lucía oyó hablar muchosañosmástardedelaETAydelterrorquevivíaelpueblovasco,siempreseacordódeaquelperiódicoquedescribíasutierracomo un infierno. Y de la carta de sumadre. Y del viaje de verano, cuandovino por San Pedro, para ayudar a lahierba, no para las vacaciones, que sepasó todo el viaje rezando el SantoRosario,conelfindequelosbandoleroscomunistas no le quitaran los ciendurosquetraíaenelescote.

—Por lo menos, a los vascos su«terrorismo» les salió rentable, dice

Page 503: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

ahora Lucía. Les han dado todos losmimos para que se estén quietos.Nosotros,cadadíamásatrás.

Decíamos que aquel verano seentregaron también los sotrianos quehabían huido al monte a causa de losacontecimientosdePandébano.

Mucho se alegró toda la gente delacontecimiento. Doce personas habíanvuelto a la normalidad, y sobre todonadie les molestaba con interrogatorios,nicontorturas,niconcárceles.

Perolavueltaacasadeaquelpuebloarriesgado no se hizo sin laboriosasgestionesdeparlamentaciónnegociadora.Laguardiacivildabagarantías.

—Queremosquevengaparahablarcon nosotros el cabo don Fulano. Sólo

Page 504: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

nos entregaremos a él, y si él da lasgarantías.

—EsecabonoestáenCabrales.Lohanascendido.

—Pues si no es a él, no nosentregamos.

Este cabo había dejado una granhuellahumanadeseriedadyhonradezensu convivencia con los vecinos deaquellospueblos.

—Era un hombre comprensivo yjusto. Lo demostró siempre cuandoestuvoaquí.

El guardia vino desde lejos. Laconversación tuvo lugar en una cotera,junto a los cimientos de una cabaña. Ellugar estaba bien escogido. Los quevinieron con el guardia y el emboscadonoseveíanentresí.Pero losdosgrupos

Page 505: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

vieronasus representantesdiscutirhastaponersedeacuerdo.

Elguardiaempeñasupalabra,ytraeautorizaciónparaempeñartambiénladelBeneméritoCuerpodelaGuardiaCivil.

Cuandoseva,elsotrianohablaconlossuyos.

—Quesí,quedeacuerdo.Todoestáarreglado.Que nadie se va ameter connosotros.

—iVolvemosacasa!—¿Y si no lo cumplen? ¿Y si Se

vuelvenatrás?—Entonces será la guerra. Y más

pierdenellos.Peroesoesimposible.Tirios y troyanos respetaron lo

pactado.Un caso de autoridad moral y

política de los que, lamentablemente,

Page 506: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

podemos encontrar muy pocos en estahistoria.

La unidad, cada vez más difícil ycomplicadaenlosgruposdeemboscados,acabó rompiéndose a fines de 1947.Gildo y Tuerto ya actúan cada uno a suaire.Juanín,enfermo,serefugiaencasasamigas. Toda la organización sedescompone. Algunos compañeros sepasan a la guerrilla de León. Otrospreparan el modo de escapar a Francia;ya en la frontera cae entre otros JoséRobledo, un muchacho que participó enlosatracosdePolacionesyque sehabíaechado al monte por amor contrariado,por celos y porque no resistía ladisciplina o el hambre de la mili. Elmismo Maqui, al ver que su acciónpolítica no dabamás de sí, quiso probar

Page 507: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

enAsturias,dondemurióalpocotiempo.A finales de ese año 1946, tan rico

en acontecimientos, Franco envió a losresponsables de las contrapartidas unmensajeconfidencial:

«Teniendoencuentalaintervenciónde representantes diplomáticos denaciones acreditadas en España, conmotivo de algunos juicios celebradoscontra elementos detenidos poractividades comunistas, contra laseguridaddelEstadoyelbuennombredelapatria,sehacesaberqueenlosucesivolas fuerzas de represión de actos desabotajeyterrorismosaplicaránconrigorel castigo que corresponda a tododetenido con las armas en la mano oconvictoporactosdeesanaturaleza.Nohabrá, pues, prisioneros a menos que

Page 508: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

hayatestigossospechosososeproduzcancircunstanciasquepuedandarlugaraunaposibilidad que aprovechen nuestrosenemigos»(AndrésSorel).

EnPotesseentregaalaguardiacivilun cuartel flamante construido por lospresos de Regiones Devastadas. Hayotras obras terminadas ya, todas depiedra,delmásbrillanteestilofranquista,que llaman la atención de la gente: elpuentenuevo, laplazaconsusedificios,los portales con sus arcos, las casas deSan Roque, el grupo del Campo, elmatadero, lasescuelas,elPreventorio, laCaseta, el ferial, el alcantarillado, losretretes públicos bajo la plaza,últimamenteutilizadosparaexposicionesfrutícolas,yalgunaspartesdelatorrequetuvieronqueserreparadas.

Page 509: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Losacontecimientosdeesteperíodo1945-1946quequedanreseñadossonlosmás violentos que realizaron losguerrillerosantesdesudestrucción.1947supusounaetapapreviaa laeliminacióndel grupo guerrillero del occidentecántabro. Sus miembros se reuníanúnicamente para dar golpes aislados.Hartosdeandarpormontes,cadaunodeellos se había aclimatado a un puntodonde encontraban la existencia másllevadera.

Juanínpasaba largas temporadasdereposoencasasdeamigos.Todosestabanalgo enfermos y cansados. Juanín, tantocomo cualquier otro. «Cuídate,muchacho; cuídate que estás muyjodido», le había dicho el médico, quepocodespuésdereconocerle,diocuentaa

Page 510: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

laguardiacivil.«Mideberdemédicoesreconocerte,

mi deber de ciudadano es denunciarte.»Le dieron la razón los emboscados.«Usteddenuncie, sí, peromañanapor lamañana.»

Entretantocientosdevecinosdelospueblos de Val de San Vicente estabanencarcelados, familias enteras detenidas.En un pueblecito llamado Gandarillaspocosquedabanlibres.

EntreSerdioyEstrada,enelcaseríode Las Carradas, habitaba una de tantasfamiliasqueacogieronalosemboscados.Gente hospitalaria, bondadosa y alegre.Doña Julia y su hermana trabajaban enSantander.Sushijosehijas,enelcampo.Zoila,Quena yTeresa cosían para todaslas gentes del contorno. Paco y Fidel se

Page 511: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

encargaban de las cinco vacas de lacuadra. Fidel era un niño. Paco, fuertecomountoro,trabajador,juerguista,algofanfarrón,hermosoyenamoradizo,atentosiempre a ganar un sueldo, tenía dos otresnoviasenelcontorno.Teníaademásbicicleta, y vivía despejadamente. Pacocontabaconamigosportodaspartes,ysialguiennecesitabaunfavor,loquefuera,en«LasCarradas»teníanunacosa.«Silepedías a Paco la camisa, la camisa tedaba.»

Si los emboscados entraron en lasCarras, no fue por simpatía política desus moradores ni, como había sucedidootras veces, por coacción, sino poraquella espontánea liberalidad, salero ytalantehospitalariodelosBedoya.

Page 512: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

V.Aquelmuchachotedabahastalacamisa.

Page 513: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

I.JUANINDELOSBOSQUES

Entre los años 1947 y 1952, la

guerrilla decae, el desaliento político seapodera de todos y cada emboscadoestudia el modo de ir sobreviviendo lomás escondida y confortablementeposible.

Juanín vive en solitario, cadatemporadaenunsitio.Sehace invisible;se pasanmeses ymeses sin oírse hablarde él, cuando vuelve a llenar lasconversaciones lo hacemíticamente, porhaberburladolasvigilanciasdeunmodocasi imposible.Elmitova creciendo.Essn su pueblo de la Vega donde más

Page 514: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

tiempo reside. También en la zona deUdías. Y en Val de San Vicente. EnSerdio se encariña Juanín con PacoBedoya. Bedoya está impresionado porsu vida y sus ideas. Juanín era un ídolopara muchos adolescentes, y PacoBedoyanofueunaexcepción.

Elmitomezclabaverdadyfantasía:aventuras novelescas y realidadessórdidas.Habíados Juanines: elpobreytímidoenfermoperseguidode laverdad,y el astuto, invisible e inmortal de lafantasía popular. Casi imposible resultahoy separar el uno del otro, pues juntosconvivieronhastamásalládelamuerte.

Imbuido de su propio mito, Juanínarriesgaba en un más difícil todavíaencuentros novelescos con la guardiacivil.

Page 515: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

EnCabezóncorrelaparejadetrásdeél, pisándole los talones. Juanín, ligerocomoungamo,lessacaciertaventaja.Detodos modos, le alcanzarán, pues estámalo y se cansa pronto. De repente vevenirasuencuentrounancianoquetraepesadamenteacuestasungrancolonodehierba verde. El colono casi le tapa lacara.

—Traiga,paisano.Yoselollevo.Los reflejos de Juanín son

inmediatosylesacandelapurosiempre.—Deja,hijo,deja.—Traiga, he dicho. Ahora nos

cruzaránlosguardias.Noseleocurraausted decir ni una palabra. Usted llevasóloeldalleyelrastrillo.Yacallar.

—¿Puesquiénerestú?—Juanín.

Page 516: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—¡MevalgaDios!Vienen los guardias sudorosos.

Juanínsehaquitadolascosasquepuedanidentificarle. El viejo mira atónito haciaadelanteyhaciaatrás.

Antesdequelosguardiasdiganunapalabra,yaJuanínsedirigeaellos:

—Coño, ¿pos qué pasa hoy que toCristovacorriendo?—finge lavozy lesalemásbronca,másruda.Losguardiassedetienen.

—¿Pordóndesehatirado?—¿Quién?¿Esequeibacorriendo?

¿Igualvandetrásdeél?—iEsJuanín,malditasea!.—Pos perdía el culo, guardias. Iba

que perdía el culo. Jadeaba, ¿verdad,padre?A lomejor le alcanzan si correnmucho.

Page 517: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Cuandolostricorniosseocultantraslas curvas húmedas del camino, Juanín,sonriente, entregó la hierba a su dueño,que aún le miraba atónito, y se perdióentre los espinos para otra largatemporada.

Las paredes de Santo Toribio deLiébana aparecían con pintadas deJuanín, sobre el caciquismo, lasambiciones de algunos guardias y otrosproblemasdelvalle.

«Los galones de tu guerrera,Manolo, estáncolgadosdel cañóndemipistola», escribió una vez en el mejorestilo western. Manolo era un guardiajovenyhabíadichoqueandabaaversi,persiguiendo a Juanín, conseguía elascensoacabo.

Muchagenteleveíaporelmonte.O

Page 518: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

almenosesodecían.Enmuchospueblosde la provincia informan al viajero:«Aquí tuvoJuanínunhijo.»«FulanaeraqueridadeJuanín»,«En talpueblobailócon la hija del capitán y luego laacompañóhastacasa»,«EnVillapresenteinvitó a tomar el café al cabo de laguardia civil». Al cabo de la Vega lemandabapapelitosfirmados.

«Querido cabo: ¿Dónde estabasanoche a la una y cuarto? Por si no lorecuerdas,telovoyadecir.Tancercadela boca de mis pistolas que tuve queapartarlas para que no te rozaras conellas. ¿No lo crees? Vete a la Peña delSeju y lo comprobarás. Tu amigo,Juanín.»

El mismo cabo trajo un perroadiestrado,delosprimerosqueempezaba

Page 519: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

atenerlaguardiacivil.«Queridocabo:Siestimasenalgoa

eseperrotanbonitoquetienes,noandessacándolomucho de casa. Sentiría tenerquematarlo.Juanín.»

Una noche —dormían las guardias—llamanagrandesgolpesalapuertadelcuartel. Salen y no hay nadie. Sólo unpapelito pegado en la puerta de maderaverde:

«Queridos amigos: He venido adespertaros porque os estáis volviendounosholgazanes.Nopensáismásqueencomer y en dormir, y eso esmalo hastaparalasalud.

Firma,vuestroamigo,Juanín.»En otro pueblo cuentan que un

mismo hombre tenía hospedados a losguardiasen lashabitacionesdel segundo

Page 520: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

pisoyaJuanínenelpajarcontiguo.Por los montes de Tresviso, en las

cuevas del queso picón, en las casas delos amigos y en los refugios aún noquemados,Gildohacíaunavidatambiénmuypocoaventureraytranquila.

De cuando en cuando pensaban unatraco y se ponían de acuerdo parallevarloacabojuntos.

—Juan,vamosaporunospaisanosdeHerreradeIbioquetienenmásdineroqueDios.

—¿Quiénesson?—Los Pérez, ¿no te acuerdas?

Tienenunacasadespampanante.—Sí,meacuerdo.Peroaesosyalos

atracaronlosdelGitanodeReinosaunavez.

—Todavía les quedamunición para

Page 521: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

nosotros,notepreocupes.—Lacondiciónesladesiempre.—Deacuerdo.La condición que ponía Juanín a

Gildo siempre era que le dejara a éldirigir la acción. El tresvisano eraimpulsivo, reflexionaba poco, siemprehablabaavoces;todoloqueríahacerporla fuerza.Diez años en elmontey tantamuerteasualrededorlehabíanhechounhombreyacasisinsensibilidad.

Juanín planea todomuy bien y conmucho detalle. Luego se lo explica aGildo. A Gildo los detalles le traen sincuidado.

—Túmevasdiciendo.—No, te esperas y lo escuchas

ahora.Hayqueprevenirtodobien.—Joder,quépaliza.

Page 522: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—Gildo,tienequesersecuestro.—¿Pero por qué? ¡Mira que tienes

manía!Esonoesmásquecomplicarlascosas.

—Tienequesersecuestro,Gildo.—Yasabesquenomegusta.—¿Tú crees que vana tener dinero

encasa?Lotendránenelbanco,¿no?—Esperamos a la feria de los

Santos.—Bien, lo haremos así: si tienen

bastante dinero en casa, atraco. Si no,secuestro.Perouna vezallímehaces elfavordeobedecerydecallar.

HacíafríolanochevísperadeTodoslos Santos. Helaba. Los paisanos teníanperezaparasalirdelascuadrasdondeseestabacaliente.LostreshermanosPérez,riquísimos ganaderos, dueños

Page 523: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

prácticamente de todo el pueblo —casitodoslosvecinostrabajabanparaellos—,lleganasucasa,yelmáspequeñodelostressequedaelúltimoparacerrarelgranportóndemadera.

SaltanJuanínyGildo,metralletaenmano,delastapiasdelpatio.Elhermanopequeñohuye.Losotrosdoslevantanlosbrazos y —«vamos adentro»—, sonintroducidosenla inmensayricacasonaparadiscutirelasunto.

Les enseñan el dinero que hay allí.No es bastante y Juanín señala al másjovende losdos:«Pues tevienes túconnosotros,hastaquetuhermanoAngelnosentreguelas50.000pesetas.»

El mozo tiembla. Angel Pérez esmayor y estuvo toda la guerracombatiendo.LeagarróelAlzamientoen

Page 524: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Zaragozaydespuéshizotodalacampañacon los nacionales. Ya nada le asusta,pueshavistolamuertemuycercavariasveces, aunque ninguna lo bastante comoparaacobardarle.

—¿Os da igual que vaya yo? Mihermano es muy nervioso y todavía esmuyjovenpara...

—Sí,hombre,¿porquéno?Yodecíaquefuesestúallevarnoseldineroporquehay que ir hasta Comillas en bici yaguantarásmejorqueél.

—PuedeirmiprimoAngel.—No—Gildo está nervioso—, no,

mecagüen tal, no se empiece la cosa ajoder.Comoestabapensadoalprincipio.Elchaval,sitienemiedo,queseaguante.

—Calla, Gildo. Tú, a callar.Aceptado: puede ir tu primo. Pero

Page 525: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

entiende bien tú, chaval, cómo hay quehacerlo.Tienesquesalirdeaquímañanaporlanocheenbici,coneldinero.IrporSanta Lucía, a Comillas y luego volverpor Mazcuerras. Ya estaremos nosotrosenalgúnsitio.

El muchacho lo ha entendido muybien y abraza a su hermano antes departir.

—iEl dinero, en billetes de cien!Cincuenta mil pesetas, ¿eh? Ni unamenos.

—Todo está entendido, no sepreocupen.

Está cayendo una helada brutal.Juanín suda. Es el primer secuestro queorganiza y está nervioso. Gildo jura avoces y esto enerva más al lebaniego.«¡Quetecalles,Gildo!»Saltaunacerca

Page 526: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

y corre hasta la próxima. Gildo y elsecuestrado van detrás. Si todo va bienhace una señal de queGildo yAngel lesiganhastaallí.Hayquesaltarunapareddepiedraparaatravesarunpradocerrado.Juanín ha debido de oír algún ruidoporqueseagazapadurantetrescuartosdehorahastaqueestásegurodequenohaypeligro.

—iQué coños te pasa?—Gildo vequeAngelvacojeando.

—Semerompióestaalpargata.—Juan, esto ya es la leche. Pues

vaya organización. Así no se puede. iYolo organizo todo, yo lo organizotodo...iMira, ha venido en alpargatas.¿Noteníaszapatosobotas,coño?

—No me disteis tiempo paracalzarme.

Page 527: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Se acerca Juanín con el dedo en laboca: «Te he dicho que te calles. Se teoyetodo.»Acontinuación,conlateladesupropiozurrón,arreglóenunmomentolaalpargatadelsecuestrado.AngelPéreztiritaysusdientescastañetean.

—¿Tienesfrío?—Unpoco,sí.—Ponteestagabardinamía.—¿Ytú?—Bah, yo estoy acostumbrado al

fríoyatodo.Sin pájaros nocturnos, sin ladridos

de perros, sin que las sensibilísimasorejas de las vacas y los bueyes de losestablos despertaran, sólo se oía laverdinegra canción del río Saja, bajo lahelada.

Atravesando el río, entran en una

Page 528: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

cabaña. Se está bien en el pajar, todollenodehierbaseca,olorosa,acogedora.

—Vayaunavidacabronalavuestra.Angel Pérez lo dijo por decir algo;

sus palabras eran un modo desolidarización.

—¿Quieresunpocodechocolate?AngelPérezniafirmóninegó.Pero

pronto empezó a engullir onzas hastaacabarunatabletaélsolo.

—¿PorquénoospasáisaFrancia?No esperaréis que cambie aquí elRégimen,¿eh?

—Cambiará,amigo,cambiará.Juanín, mientras Gildo echaba una

cabezada, explicó a su secuestrado que,conaliadososinellos,Francoibaadurarmuypoco,contodoelmundoencontraycon todos los trabajadores españoles a

Page 529: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

disgusto.A las dos horas, Juanín despertó a

Gildo, dio la orden de abandonar lacabana y llegaron hasta una cantera enpleno monte de Santa Lucía. No habíaparado de sudar y se encontraba muyintranquilo.

Bajo unos árboles, al lado de lacantera, estuvieron controlando desde elamanecer todos los movimientos delvalle. Era el día de los Santos y enVillanueva y Virgen de la Peña lasmujeres ya desde la mañana estabanponiendo flores en los sepulcros de loscementerios. Juanín prestaba de vez encuandosusprismáticosalsecuestrado.

—Mira, por la carretera deCabezón. En el cruce. ¿No son losguardias?

Page 530: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—Sí.—A ver si tu hermano ha hecho el

tontoynoshadenunciado...—Nocreo.—Es que entonces tendríamos que

matarte.Yeso...—No te preocupes que a mí los

guardiasnomebuscanahora.Desdeelmontesevealoschiquillos

jugando al «esconderite», hay un rumorde aros rodando; de cuando en cuandobramanlasvacasenlospesebres.Doblanlas campanas de las iglesias y, alatardecer, se pueblan los ementerios decantos fúnebres. Comienza,melancólicamente, la noche de Animas,llenadeprestigiosantiguos.

La luz de una bicicleta subedespaciosamentedesdeHerrera.

Page 531: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—¿Serátuprimo?—Casi seguro. Viene despacio,

comohabéismandado.—Sí, es, sí. Escucha. Cada poco

ratotocaeltimbre,comoestáconvenido.Bajan al puente de Santa Lucía los

treshombres.Paranalciclista.«¿Traeseldinero?» «Sí, aquí está. ¿Y mi primo?»«Aquíletienes.»«¿Estásbien,Lin?»«Sí,bien» «...Y yo que pensaba que tendríaqueirhastaComillas...»«Nada,hombre,paraquétanlejos.»VaJuanínrecogiendodineroenbilletesdecien.«Venga,venga,más de prisa, trae pa'ca.» IntervieneGildo, metiendo dinero en el bolso.«Venga, de prisa, de prisa, que aquí nopodemos estar.» Cogía billetes Gildo,cogíaJuanín.Cuandoseacabaron,dieronlaordendemarchar.

Page 532: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Sólo se llevaron 30.000 pesetas. Elrestohasta50.000nolocogieronporqueel primo lo llevaba en otro bolsillo.Parece ser que se pusieron nerviosos,cogiendoelunoyelotrosincontarlo.

—Venga,iros.Montan los dos primos en la

bicicletay,cuandoyacasiestándejandoatrás el puente, les detiene la voz deJuanín.

—¡Eh,Angel,espera!.—¿Qué?—Espera.Viene Juanín corriendo. «¿Qué

querrá ahora? El resto del dinero, claro.Se habrá dado cuenta y se va a cabrearpornoentregarlotodo.»

—¿Quéquieresahora?—Lagabardina,queesmía.

Page 533: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—¡Ah,sí,lagabardina!.Nimedabacuentaquelallevabapuesta.

—A mí me hará más falta que avosotros,¿ono?

Cuando llegaronacasa,Angely suprimo tocayo, recién liberado detrás,estaba esperándoles el teniente de laguardiacivil.Apeticiónde la familia seabstuvieron losguardiasde intervenirenelasunto,mientrasduróelsecuestroytansólo actuaron cuando ya la víctima delmismoestabaencasa,conloqueresultómuybien.

No usaron el mismo procedimientopara otro secuestro: el del indiano dePiedrasluengas. Y entonces todo saliómuchopeor:

Cuando en las Peñas de la Hoz, elcochequeteníaquetraerelmillónpedido

Page 534: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

por el rescate del indiano se paró alencontrar la rama de chopoconvenientementecruzadaenlacarretera,el bandido que se acercó a recibir eldinerovoceódesdelaoscuridad:«¿Traéislos cuartos?» «Sí.» «Encended las lucesde alante.» En el coche venían guardiascivilesytraíanunmaletínconperiódicos,nocondinero.Noeraeso loconvenido.Peroeltresvisanoemboscadoeratambiéninteligentemente desconfiado: «iSal coneldineroypasadespaciopordelantedelos faros! ¡Enséñame la bolsa!... ¡Bien,quédate ahí parado!» Los guardias,agazapados en el asiento trasero,aguzaban el oído y preparaban puntería.Todo estaba saliendo a pedir de boca, ylos jóvenes guardias, creyendo quehabían engañado a los del monte, ya

Page 535: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

saboreaban el ascenso anticipadamente.«¡Quietoahídelantedelasluces!¡Aver,lascuatropuertasdelcocheabiertas!iLaslucesencendidas!»Silencio.Tensión.Unnudo en la garganta atenazaba a losocupantesdelcoche.«iLucesencendidas,puertas abiertas!», tuvo que ordenar denuevoelbandolero.Delantedelosfaros,al guardia le flaquearon las piernas y setiró al suelo. El emboscado desapareciórápidamente en la noche, gritando:«¡Hijosdeputa!¡Mátale!»Unpocomásarriba, en el Cotejón, la curva que davista alpueblomásnorteñodePalencia,alfinaldeunaenorme«ese»decarreteraabierta, ungolpe seco acabó con lavidadel indiano rehén. Desde la ventanilla,unodelosguardiasdisparóaunasiluetamedioadivinaday,segúnlesdijeronmás

Page 536: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

tarde, hizo blanco sobre el bandido quecuidabaalrehén,pueslesconstaquefuecuradodespuésenToulouse.

El indiano fue enterradoprovisionalmente en Piedrasluengas, enuna caja metálica, pues sus familiaresquisieron llevárselo después a su lejanatierra.

—Por un millón de pesetas, ihaberdejadomorirasíamihermano!

Lloraba una elegante señora en elcementerio. No estuvo de acuerdo lagente en el modo como se llevó a caboesta operación por parte de la guardiacivil. Y según hemos podido detectardentro del mismo cuerpo, ya entonceshubomalestar entre compañeros y jefes.Estatácticanodabaresultado.

Un pastor extremeño, de los

Page 537: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

llamados en aquellos contornosborregueros,puescuidanenPeñaLabrayTres Mares hermosos rebaños deborregas de sus amos cacereños, cuentaqueél,guiadoporelmastínnervioso,seacercó hasta lamisma boca de la cuevadonde tuvieron al indiano, esperando elrescate.

—Me mandaron alejarme de allí.Me amenazaron si se me ocurría deciruna sola palabra de lo que había visto.Yo marchaba a buen paso un pocoasustado.Peroprontomealcanzóunodeellosymeinvitóatabaco,comidayvino.Sesentóami ladoyempezóacontarmecosas de política. Me pidió que ledescribieracómoeramitierra.Hablédelos latifundios, de los señores, de lapobreza, de la emigración. Se interesó

Page 538: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

mucho por todo lo que le estabaexplicando y me preguntó si conocía lahistoria deDionisioTellado, unmaestromadrileño, segúnmedijo,guerrilleroenmi tierra, audaz e inteligente. Se llevóuna gran sorpresa cuando le dije quenuncahabíaoídohablardeél.Saqué laimpresión de que aquel joven pensabaque toda España estaba ocupada porguerrilleros.

Pasaronmuchos años antes de queyocontaranadaanadiedeloquehabíavisto, en la cueva y de lo que me dijoaquelchaval.

Nofueronestos losúnicosdíasqueen la montaña perniana, limítrofe deSantander, hubo secuestros como el queacabamosdenarrar.

Page 539: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

En San Salvador de Cantamuda,muy cerca de la abadía de Lebanza,fueron secuestrados en fechas y añosdistintoslosdoshermanospropietariosdela panadería Campa, socios al mismotiempodelaexplotacióndeunaminaenlazonadeAreños.

Fuedificultoso su rescate.Se creyóver implicaciones en las personas másextrañas, y a punto estuvieron de darorden al Regimiento San Marcial deBurgosdequebatieratodalacordillera.

Losdosrescatesrestaronalafamiliamás del millón de pesetas. Entre lasescobas de la Venta Pepín, o en eltérmino de Areños, estuvieron ocultoshastatantoqueelrescatefueentregado.

Perdieron mucho dinero, pero almenossalvaronlavida.

Page 540: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

En octubre del 48 «NuestraBandera» razona para los militantes delPartido Comunista la decisión dolorosade abandonar la guerrilla.Dolorosa paraun partido que había sacrificado susmejores hombres en una lucha exigidapor los tiempos. Si se puede reprocharalgo al Partido, dice el escrito, es nohaber puesto antes punto final a unaexperienciafracasada.Lascausasdeestefracaso son antiguas: la terrible derrotadelaño39,elperfeccionamientoaquehallegado la represión, la pasividad de losotrosdemócratasnocomunistas, lamalasituacióninternacional.

Page 541: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

2.YOESTUVEENLACARCELCONBEDOYA

«Lorecuerdoperfectamente.Venían

amontonesdeaquellospueblosdelBajoNansaydelMedioSaja.Undelitocomúnpara todos: haber dado acogida a losmaquisosersimplementesospechososdeello.

Yollevabatresañosenlacárcel.Yopodría hablarles a ustedes de toda lainsurrección santanderina, sime permitellamarla así. Yo conocí a Ferroviario, aTampa, a Rada, a Joselón, al Gitano, aMateo Obra, al Cariñoso, al Vasco, aCarvallo, a todos. Estuve nueve añosescondidoenelmonte.Yohabíasidodel

Page 542: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

PSOE.Estabacondenadoamuerte.Logréescapar diez horas antes de ser fusilado,peroyamehabíanarrancadolasuñasdelasdosmanos.Detantoandarescondidoen las cabanas pasiegas me encontrabaagotado/destruido.Cuandomelopropusoel partido, intenté tomar un barco enLaredo para pasar a Francia, pero mefallóelenlaceynohubomaneradellegara la costa. Fui detenido y encarcelado.MellevaronalaPrisiónProvincial,yfueasí como conocí en los años 47 y 48tantos hombres campesinosincreíblementemaltratados.

Con esto quiero decirles que sé alpormenorlavidadelosemboscadosdelaprovincia.

Uno de los detenidos que llegaronen el año 48 fue Bedoya. Paco Bedoya.

Page 543: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Recuerdomuchoaesemuchachoporqueyohablébastanteconél.Desucomarcahabía mucha gente con nosotros. ABedoya, que entonces era un chaval, legustaba mucho hablar de mujeres. Dediecisiete años, había tenidounhijo conuna chica de su tierra que se marchódespués a la Argentina. Con su peloondulado, sus largas pestañas, sufortaleza, su gracia, ninguna chica se leresistía.DelhijodeBedoyaheoídodecirquellegóenBuenosAiresaseringenieroagrícola y que además ignoró hasta elmomento de su matrimonio quién habíasidosupadrereal.RecuerdoqueBedoyase sentía orgulloso de su éxito con lasmozas, y sus convecinos en la cárcel ledecían:«Semental,Bedoyón,queeresunsemental y las has hecho muy gordas.»

Page 544: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Por otra parte, era dicharachero ychistoso.Sisehablabadepolítica,noseandabaconbromas:«Hayquecortarleselcuello a estos cabrones.» Si acaso entrelos presos hablábamos del futuro ocontábamos nuestra historia a loscompañeros,Bedoya se exaltaba: «¡Puesyo soy amigo íntimo de Juanín y delMaqui!» Sin ser fanfarrón, le gustabamostrar que estaba en el ajo, que suandaduramilitanteestabaatonocontodolo que allí se decía. Yo creo queexagerabay,sinofueraporlospalosquellevaba, pronto hubiéramos dejado detomarleenserio.

Lepegabanmucho.Peronomásquea otros.Había un vecino suyo, un chicomuy simpático, Iturbe creo recordar quese apellidaba—, chistoso, elegante, muy

Page 545: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

bienvisto en la prisiónpor los jefes.Lellamábamos pelota y todo lo peor, perofue un chaval que con el grado deinfluencia que consiguió favoreció a suspaisanos todo loquepudo.Estabacomode encargado en la enfermería y curabalasespaldasde losqueeranmachacadosen los interrogatorios. Una vez me dijoque de todos los que había vistoaporreados, ninguno le habíaimpresionadotantocomoBedoya.

«Yo, cuando salga de aquí,me voyal monte con Juanín.» Este era el temaconstante de Bedoya. Nosotros, lossocialistas, y los mismos comunistas lehacíamosverque eso eraundisparateyque ya no quedaban guerrilleros enEspaña.Lequeríamosdaraentenderquetodo estaba perdido en cuanto a lucha

Page 546: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

armada, que había que intentar otro tipode estrategias: introducirse en elsindicato, en los barrios obreros, en lasfábricas, pero él, necio: «Pues no sévosotros, pero yo me voy al monte conJuanín.»

Undía,hablandoconél,meexplicósusproyectosdeluchaarmada,aprendidoa mi entender de los manifiestos y losprogramasguerrillerosdeañosantes.

Bedoya hablaba bastante de sufamilia.

-Tengo dos primas que, por suerte,marcharon a Cuba antes de queempezara toda esta mierda de lasdetenciones. Si no estarían en la cárceltambién,comotodosnosotros.

Hablaba y hablaba: «De aquí esdifícil fugarse. Me gustaría que me

Page 547: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

mandasen a otro lado para escapar almonteconJuanín.»

Noespordespreciaraunmuchachotannobleytangeneroso,peroparamíypara la inmensa mayoría, era un pobrehombre, con excesiva buena voluntad,peroequivocado.

Sehablabamuchoenlacárcel.Cadauno contaba cómo fue detenido. Los deaquellos pueblos, ya digo, Luey,Abanillas, Serdio, Acebosa, Gandarillas,Camijanes lo pasaban muy biencharlando,pueshubounatemporadaqueestaban juntos cientos de convecinos.Entre las cosas que contaban recuerdouna que se me quedó enormementegrabada:enaquelvallehabíaunmaestroextraordinario,untalPalma,muyqueridoportodalagente,muyrespetadoportodo

Page 548: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

el mundo, que tenía varios hijos —norecuerdo si dos o tres— subnormales.Había también un cura asturiano, donSantos,quepormotivosdesaludsehabíaestablecidoallíconsusobrina.Estecuraempezó a conseguir tierras, prados ycabezas de ganado y pronto se convirtióenunodelosricoscaciquesdelvalle.LasobrinadelcuraasistíaencasadeBedoyaa una especie de cursos de costura quedaban sus primas y hermana. El curaescribía un libro sobre los horrorescometidos por los rojos en la cuencaminera de Asturias: Nembra, Caborana,PoladeLena,Sama,Mieres...

El maestro se quejaba: «No sé quépuede pasar, pero me están poniendodenuncia tras denuncia por no enseñarbastantedoctrina.»Loschavalessabíanel

Page 549: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Astete de arriba a abajo. «No sé quiénpuede ser el que me denuncia.» Y loschicos,¡máscatecismo!

Un día, el maestro tuvo quemarcharse. Le echaron. La gente llorabaenladespedidaporquelequeríanmucho,y el pobre hombre quedaba tandesamparado, con aquellos hijos... Laescuela estuvo unos días cerrada, peromuy pronto se hizo cargo de ella donSantos el cura, con su nombramientooficial,consutítulodelicenciado,consucarrera de escritor. Como no la podíaatenderbienpor lasvacasy losescritos,en seguida se hizo cargo de ella susobrina, que dejó la costura y ejerciócomo interina, valiéndose del título delsacerdote. A partir de este momento síque hubo doctrina en la escuela. Todo,

Page 550: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

prácticamente,sereducíaadoctrina.Undía,alasnueve,losniñosenfila

esperaban a la señorita sobrina. Laseñoritaerapuntual.

—Buenosdías,niños.—Buenosdías,señorita.—Vamos,adentro.Mete la llave en la cerradura.

Empuja la puerta. Abre. «¡Ay, ay, ay!»«¿Quépasa,señorita?¿Quélesucede?»

Pálida, lívida, vuelve a cerrar lapuerta y con paso menudo y nerviosoregresa a donde su tío, el cura. Notardaron en volver, a zancadas, elsacerdote, y, meneando el busto, detrás,la sobrina. Entraron en el aula. Loschiquillos se miraban unos a otros sincomprender.

—Vayanse inmediatamente a sus

Page 551: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

casas(lavozdelcuraeraaterradora).¡Yaténgansealasconsecuencias!

Según más tarde supieron loschavales, en el encerado de la escuelaaparecía escrito: «Fascistas, hijos de lagranputa,yaosquedanpocas.Osvamosacortarelpescuezo.»

Nimediahoratardaronenllegarlosguardias y se llevaron al cuartel deMuñodorrero a los que tenían ficha derepublicanos, o de izquierdistas y a todalachavalería.

La gente, al verlos pasar, decía:«¿Qué habrán hecho las criaturas?¿Habránrobadoalgo?

En el calabozo, las pruebas... Ibandesfilando de uno en uno y cada cualrecibíasurespectivasomanta:

—¿Dóndeestuvisteanoche?

Page 552: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—Enlacama.Bofetadasamansalva.Aotro:—¿Dóndeestuvisteanoche?—En la deshoja, en la casa de

Valentín.—¿Conquién?Muchos de los jóvenes habían

estado en la misma deshoja. Peredadescribe maravillosamente en quéconsiste este trabajo-diversión en «Elsabor de la tierruca». Mozos y mozasmezcladosalrededordelpilodepanojas,tirándose pellizcos, pasándose el porrón,contándosechistes,cantandoycomiendocastañasasadas.

—¿Yconquiénmás?—YconAlfredo,ynadiemás.—¿Ydespués?—Después,acasamefui.

Page 553: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—¿Sólo?—No,señor,íbamosjuntostodos.—¿Andando?—Sí,señor,notenemosbicis.—¿Pasasteporlaescuela?—Sí,señor.—¿Entraste?—No,señor.—¿Entraste?—No,señor.—Miraquetearreo...—Pasamos por delante de la

escuela,peronoentramos.

Unapalizayelsiguiente.Delcuartel les llevaronesposadosa

Unquera,ydesdeallí,entren,alcalabozode San Vicente. Iban juntos padres ehijos. Algunas mujeres que venían de

Page 554: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

viaje se santiguaban: «iPero si no sonmásqueunoschiquillos!»Lograciosoesque ninguno se había enterado aúnporquéestabanallí.«Lomásprobableesquehayancagadoencimade lamesadela maestra o alguna marranada así»,decían los mayores... En San Vicenteestuvieron tres días a sopa de ajo. Lamujerdelencargadodelcalabozo ledijoa éste que no se metiera con aquellosmuchachos, que ella conocía a lasfamiliasyeranbuenagente.

Entonces fue cuando supieron lacausa de su detención. Les fueronpasandoporundespachounoporunoyles mandaron escribir la frase delenceradodelaescuela.Queríansindudacomprobar la letra de cada uno: «Ahoraotra vez, pero más deprisa. Ahora, con

Page 555: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

mayúsculas.»Recuerdo que uno de los chavales

mecontabacómolohabíaescritoél:«Yaos quedan pocas», todo junto y conhache.

Yo hice muchos amigos de aquelgrupoenlaCárcelProvincial.Bedoyafueunodeellos,aunqueluegonolevolvieraavermás.

CuandomehandichomástardequeBedoya eraun sanguinario, yonome locreo. Tampoco se lo creen los que leconocieron de chaval. Yo siemprecontesto lo mismo que a ustedes les hedichoalprincipiodeesterelato:noséloqueunhombreacorraladopuedecambiar.Pero Paco era incapaz de hacer daño anadie,por lomenosenel tiempoenquenosotros le conocimos. Pocos animales

Page 556: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

hay tan dulces y mansos como un gatodoméstico.Ahorabien,sileencierrasenunahabitaciónsinsalidayleempiezasaazuzar hasta que se desespere, araña,muerde, y si puede, te saca los ojos.Unpocoes,creoyo,loquepasóconBedoya.

Todos los vecinos que estuvieronconmigoyconPacoBedoyaenlacárcelcoinciden en lo mismo. Le pedías lacamisaylacamisatedaba.Poresocreoquelafamaquemástardetuvodematónera más que nada una estrategia deJuanín, típica también de la policía.Juanín se reservaba el prestigio debandolero, de inteligente, decomprensivo, mientras que a Bedoya lehacía representar elpapeldehombre sinescrúpulos,sanguinarioybrutalquenosedetenía ante nada. Así quedaba

Page 557: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

equilibrado el esquema amor-miedonecesario en este tipo de vidas: si sóloinspiran confianza y campechanía pordonde pasan, puede la gente tomarlos achirigota;sisóloinspiranmiedo,lagenteno les ayuda, nadie los apoya, el terrorharáqueelpueblolescierresuspuertasyacabe con ellos. El equilibrio entre elterror y el cariño es rentable, con tal deque el elemento atemorizante aparezcasubordinado a la inteligencia, a laprudencia y a la discrección, papelmagníficamenterepresentadoporJuanín.Esaporlomenosesmiexplicación.

HabíaenSantanderporentoncesunjuez que acaso porque estuviera loco oacaso por ser un sinvergüenza,sentenciabaporsistemaconmásañosdecárcelquelosquepedíaelfiscal.

Page 558: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Bedoyaestabacontento,despuésdela sentencia, de doce años, pues lepermitía salir a redimir penas por eltrabajo y él, como trabajador, era algofuera de serie, según me han dicho losque le habían conocido anteriormente.Además esto quizá le diera oportunidadde escaparse al monte con Juanín, suobsesióndechavaldediecinueveaños.

Lo de redención de penas por eltrabajo era una magnífica ocasión parahacerpantanosycarreterasconmanodeobra gratuita para que los jerifaltes delsistema franquista se empavonaran delmilagro español y de las deslumbrantesobras realizadas, sin decir nunca cómoesas obras fueron levantadas,especulandoconelhambreyelsudordemilesdejóvenes,aquienesseobligabaa

Page 559: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

pagarunaltísimoprecioporrecuperarsulibertad.»

Page 560: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

3.VACASYHOMBRESENHOLOCAUSTO

Embalse de la Cohilla, embalse de

Palombera. Cuando unos presos acabansucondena,otrosvienenasustituirlos.Laobra sigue. Mucho dinero ganarán losseñores con aquellos dos pantanos.Muchoshombresdejaránallílasalud,lasuñas, la vida. Siguen los guardiasdeteniendo a mocetones cántabros porcolaboracionistas con los emboscados,sigue el juez echando condenasdesmesuradas,siguelapresacreciendoabuenritmo,siguenmuriendoallímachosquepodríansujetar torosconsusmanos,ycuandolapresaestálistaparaempezar

Page 561: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

aconvertirsusaguasenpesetas,alguien,conlaconcienciatranquila,lainaugurarásolemnementeydarágraciasaDiosyalhombre providencial que hizo posibletantoprogreso.

«CuandonosenteramosdequePacohabía sido llevado al Salto delNansa, atrabajar,todosloschavalesychávalasdesu edad agarramos las bicicletas y nosfuimos a verle a Cossío, el primerdomingo que hizo sol. Nos abrazó, sepuso contentísimo y aquel día el pueblodelascasonasparecíaunaromería.»

Pacopreguntabaportodoelmundo.Había adelgazado mucho. Comió hastareventar, bebió, abrazó a sus amigos,besóa susamigas, rióconnervio, contócosasde la cárcel y cuando losguardiasecharon de allí a aquella tropa juvenil,

Page 562: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Paco se quedó mirándoles con ojosbrillantesyemocionados.

El domingo siguiente ya no estabaBedoya en el valle delNansa.No debióde agradar a los jefes de su batallón detrabajadores tanta alegría y cachondeo,manifestados el domingo anterior. Oacaso se había filtrado la frase obsesivaque el mozo repetía y repetía sin darsecuentadequiénpudieraoírle:«Yo,nadamás pueda, me escapo al monte conJuanín.»Poreso,losjefesdesubatallónde trabajadores tomaron la prudentedecisión de trasladarle a Madrid, aFuencarral,queallítambiénhabíatrabajobastante.

Otras personas de Serdio, Estrada,Abanillas,Luey,estabanaúnenlacárcel,y otras habían tenido que ir al destierro

Page 563: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

por un tiempo indeterminado. EnValderrediblerecogíanpatatasytrillabanel trigo, según la época, por muy pocodinero. Todo eran beneficios para lospropietarios de grandes heredades. EraunabendicióndeDiosqueaterrizaratodaaquella tropa de trabajadores en unpueblo donde hacían falta brazosentendidos, pastores, aserradores,criados...

«Los desterrados de Juanín». Labuenagente los tratabacongenerosidad,y escuchaba con respeto las penalidadesquenarraban.El señor curadePulientesllegó a decir: «Habéis hecho bien enrecoger en vuestra casa a esos hombres,hijosmíos. El deber de los cristianos esdar posada al peregrino y ayudar alprójimo en sus necesidades. Para

Page 564: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

perseguiralosmalhechoresyentregarlosa la justicia están los guardias. Es suobligación,nolavuestra.»

Entretanto, en lasaldeascastigadas,lavidaseguíaensilencio.Loshabitantesde la finca de las Carradas, hermano,hermana y madre de Bedoya, fueronobligados a dejar el caserío durante lasnoches y hospedarse en Serdio. Sólodurante el día podían subir a trabajar enlo que el ganado precisara. Habíanpasadoyamuchosaños,y,silafechaquetenemosesdefiar,unanochedelmesdefebrero de 1952, cuando a Bedoya lequedaban en Fuencarral dos meses tansóloparaacabardecumplirsusentencia,cuando ya sólo quedaban en losmontesdeCantabriaJuanín,Gildo,elAndaluzyelTuerto,quehabíademorirmuypronto

Page 565: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

entre Bejes y Sotres; cuando todos loshabitantes de Val de San Vicentedormían, cuando las vacas estabanrumiando sus escasas raciones de heno,agriamente sudado en el verano; cuandolas posesiones del señor conde Estradaempezabanaapuntarunnuevobrotardehierbaverde,queellejanoseñornoveríacrecer;cuandoJuanín,ensolitario,hacíaunos vahos de eucaliptus para el catarroen una cocina cercana a la playa deCóbreces,.los vecinos de Hortigal,Portillo, Serdio, Estrada, la Acebosa eincluso Pesués, oyeron, sobrecogidos, elhomérico bramido de las vacas de lasCarradas que estaban ardiendo entregasolinaycerillas.Seaterrorizólanochey las cinco reses del incomprensiblesahumerio,bramando,casiaullando,casi

Page 566: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

salmodiando, fueron estinguiendo susvidas. Dicen que una de ellas, que sehabíaquedadoconlahebillasuelta,logróescapar. Pero todas las otras murieronsujetasalospealesdelospesebres.

Es posible que haya guernicaspicassianos más espeluznantes, peroningúnespectáculo tancainescocomolamirada humildemente amarrada de esasvacassacrificadas¿enholocaustodequédios?

Sellenóelvallederumores.Cuandolos hombres ordeñaban, veían crisparsesus puños iracundos sobre las tetasblandas,lasmadresempezaronanarrarsesus temores, mientras raspaban suspárpados húmedos con el resecomandilnegro.

Tresdíasmás tarde las emisorasde

Page 567: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

radio difundieron la noticia: «Acaba dedarse a la fuga desde el DestacamentoPenitenciariodeFuencarralenMadridelpreso Francisco Bedoya, quien cumplíacondenaenelcampodetrabajodedichodestacamento. Se da la circunstancia dequeFranciscoBedoya,deveintitrésañosdeedad,estabaapuntoyadeterminarsucondena.» Seguía después unadescripcióndetalladadelrobustomozoy,al final, una advertencia: es un deberciudadanodenunciarleencualquierlugarenqueseavisto.

SedijoqueJuanín,indignadoporlode las vacas, envió a buscarle a unapersonadesuenteraconfianza.

«Vente a Santander, Paco. Y siquieres,teayudoapasarteaFrancia.Osiloprefieres,tevienesalmonteconmigo.

Page 568: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Les vamos a enseñar a matar vacas aestoshijosdeputa.»

Paconolopensódosveces.«No,yoenFrancianotengonadaperdido.»

Sepasalaprimaverayelveranosinproblemas. Bedoya está con Juanín.Planifican. Es uno de esos larguísimossilencios de meses en los que parececomo si la tierra se los hubiera tragado.«EstaránenFrancia»,sedecía.

EntretantosevaperfilandolafiguraBedoya-vengador,contrapesode«Juanín-Hood».

Lagente sabequeyanadie seechaalmonteelaño52pormotivospolíticos.Hace más de cuatro años que la luchaarmada fue desechada por los políticos.Siunhombresevaalmonteenelaño52,essóloporvenganza.Lagenteasí loha

Page 569: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

decidido, así lo ha determinado tambiénJuanín. Y el joven Bedoya, con sucorpulencia hercúlea, no tiene más quefruncir el ceño, decir cuatro palabrotas,cuatro bravatas amenazadoras, cuatrojuramentos, para confirmarlo. Cuandocondenaron a Musolino, el famosobandolerocalabrés,lasgentessabíanqueaquellaeraunacondenainjusta:

«Musolinoesinocentey lo han condenadoinjustamente.OhMadonna,ohSanJosé,conservarlo siempre bajovuestraprotección.»

Page 570: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Todo el mundo estaba convencido

dequeBedoyanomerecía ser castigadocomo lo fue. Y todos aceptaron que larespuestafueralavenganza.

Al contrario que el bandido RobinHood, el bandido vengador tiene quejugarlabazadelacrueldad.Suatractivoconsiste en demostrar que los pobrestambiénpuedenser terribles.No llevaelvengador ningún programa constructivo,positivo.Dada la imposibilidaddehacereste mundo bueno, hay que sumir elmundo en ruinas y aterrorizar a sushabitantes. Amargado, resentido, elvengador no se para ante la crueldad.Este es el papel que Bedoya se empeñaen representar, pese a su nobleza decarácterypeseasubondadnatural.

Page 571: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Por el contrario, Juanín vaperfilándose como el Robín de losBosquesenlasAsturiasdeSantillana.Delas nueve condiciones que poneHobsbawna losbandidosparaaspiraralmítico y legendario título de Robín, ellebaniego las cumple todas, según elsentirpopular.

1) Inicia su carrera de bandolerocomo víctima de una injusticia. 2)Corrige los abusos (Juanín atracafundamentalmente a quienes habíancometido abusos en la guerra, en elestraperlo, en el mercado). 3) Roba alricoparadárseloalpobre (enel casodeJuanínesolohizoalgunavez,peroporlomenos siempre pagó generosamente losserviciosy tratódereservara lospobresde los perjuicios que su presencia les

Page 572: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

causaba). 4) Nomata nunca, sino es endefensa propia o justa venganza (en elcaso de Juanín coinciden guardias,paisanos, ricos y pobres en aceptar sumoderaciónenelusodelaviolencia).5)Si sobrevive, se reincorporahonradamente a su comunidad. 6)Apoyado, ayudado y admirado por supueblo(enelcasodeJuanínestollegóalextremo de que Tomás Cossías propusoensulibro«LaluchacontraelmaquisenEspaña» la necesidad de estudiar laestrategia de Juanín para ocultarse y decómounadelascausasdesupervivenciaenelmontefueelapoyodecididodesuspaisanos).7)Sumuerteobedeceúnicayexclusivamente a la traición (en el casodeJuanín, la ideadequefue traicionadoestávivaenelpueblo,ylagenteseaferra

Page 573: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

a ella con tesón. Las sospechas detraiciónrecaenenalgunaspersonasvivasaún,aquienesnosepuedeacusardeunacosaasísin tenerpruebas.Y laspruebasserámuydifícil, por nodecir imposible,conseguirlas, pues nadie cobró, que sesepa, el alto precio' ofrecido por sucabeza. Otras sospechas han recaídotradicionalmente sobre Bedoya, que lehabría entregado a los guardias bajo lapromesa de hallar paso libre haciaFrancia... Esto huele bastante a romanceviejo:

«...Dosmilescudosdeplatadanporsucabezasola.Muchospretendenlaempresa,peroningunolalogra,

Page 574: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

sinofuerauncamaradaquetraeensumismatropa.»

8) Es invisible e invulnerable (de

cómosecamuflabaJuanínysalíade loslugaresmáspeligrososhayconstanciaenla memoria popular). 9) No es enemigodelreyodelemperador,sinosólodelosopresoreslocales(enelcasodeJuanínnoesenemigodelgobierno, sinoquehaberdefendido fielmente al gobierno legaldeEspaña, la República, es el punto departidadesusdesdichas).

No eran los años 50 años propiciospara robinismos. El que durara tantotiempoJuanínaureoladoconsuprestigiose debe, en gran parte, al contrapeso de

Page 575: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Bedoya,que,aúnsinserlo,hacíaelpapelde bandido violento, sanguinario,destructor.

Page 576: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

4.ENTAMA,20DEOCTUBREDE1952

Tama es un pueblo hermoso. El

Deva por allí baja ya crecido con lasaguasdelQuiviesaydelBullónunidosaélpocoskilómetrosantes.LacarreteradeUnquera consigue enTama la rectamáslargadesdequedejóeldesfiladerode laHermida. Aún tiene hoy el pueblo 215habitantes, lo que quiere decir que esrelativamentegrande,comparadoconsusvecinos, Armaño, con 42; Cobeña, con29; Trillayo, con 56. La emigración hadestruido esas aldeas y, por las callejas,tan sólo se ven ancianos con miradatriste, conversación lejana, boina y

Page 577: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

albarcasdescoloridas.Tama,sinembargo,semantienecon

dosbares,gentejoven,escuelas,médico,cura... Centenares de chiquillos, venidosde la ciudad, acampanen susprados losmesesdeverano.Algunoshombresestánempleadosenlaexplotaciónfrutícolaquela Diputación Provincial de Santanderexperimenta en aquella vega,aprovechando los 885,5 mm. depluviosidad anual, los doce grados detemperaturamediaylosterrenosdonadosen su día por don Luis de las Cuevas,señor del valle. No están hoy malpagados los obreros que trabajanpara laDiputación. En nada se puede compararsusueldoysumediodevidaconelqueen 1952 podía aspirar a conseguirDominador Gómez, padre de tres hijos,

Page 578: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

peón agrícola en el mismo terrenoenormededonFélix.

Dominadorysufamiliavivíanmuyhumildemente.Sucasaestabaenlacimadel pueblo, en elCampillo, ya cerca delmonte, aislada de todas las demás.Recuerdan losvecinos aDominador conunapicorradelasquetieneunpinchodehierroenlapunta,recogiendolascolillasde los bares y del mercado de Potes ymetiéndolas en el bolsillo como «Mi tíoJacinto»eldelapelícula.Todoelmundocompadecíalapobrezadelpeón.

El 20 de octubre, lunes, por lamañana,lagentebajabaaPotesandando,comoentoncesera lonormal.DeprontoseoyerontirosenelCampillo,y todoelmundocorriódespavorido.

Alguien estaría con lamoscadetrás

Page 579: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

de la oreja, pero la mayor parte de loshabitantes del pueblo no sabía a quéveníaaquello.

Pronto llegó laexplicaciónde todo:losemboscadosestabanescondidosenlacasadeDominador.Laguardiacivilvinoa realizar un registro. Descubiertos, losemboscadosempezaronatirosymataronal sargento Sanz. Enfurecidos, losguardiasempezaronadispararyacabaroncon Gildo el tresvisano y con otroemboscado llamado el Andaluz. Vienenrefuerzosdeguardiasciviles.

Dos emboscados más había en lacasa, pero consiguen escapar por lapuerta trasera. Uno de ellos lograalcanzarlacarreteraysemezclaentreelgrupo de paisanos y paisanas que va almercado.

Page 580: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Enelpuentehayunguardiaque,aldescubrir la presencia del emboscado,dispara sobre él; la bala rebota en elpavimentode lacarretera.Elemboscadoda un salto, saca su pistola entre elgriterío del paisanaje y empieza adispararsobreelguardia,aunquenosaleniunabaladelarmaencasquillada.Porelcontrario,elguardiaapuntaalcorazónyacierta;aciertatambiénsusegundotiroala frente y el hombre cae muertorevolcado en un charco de sangre ygrava. De la gente que hay alrededornadie recibe ningún balazo, pero es unmilagro.

Imposible describir el terror que seapoderadetodoalpueblo.

Otro de los emboscados, muymalherido,consigueescaparendirección

Page 581: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

aRases.Seestádesangrandoyatrancasy barrancas consigue esconderse ysentarse para anudar un trozo de camisaalrededordesupierna.

TambiénlasmujeresdeRasesbajanalmercado.Descubrenalhombrequeseestádesangrando:«Peroquélepasó,hiju,pa sangrar así?» Se sobresalta elbandolero: «Largúense de aquí,mecagüen tal, y no digan una palabraporquelasdejosecas...»

Entretanto en Tama bajaron losguardias a buscar a Dominador, queestabatrabajandoenlafincadedonFélixy le subieron a casa, fusilándoleinmediatamentedelantedesumujerydesuhijadecatorceaños.Losgritosdelasmujeresaterrorizanalpueblo.Unguardiaseñalaalamujer:

Page 582: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—Ahoravastú.Laniñaestáfuertementeabrazadaa

su madre. «iAy, mama mía, ay Dios demisericordiayVirgende laLuzbendita,sinvergüenzas!»

—Tú, apártate, niña, que a ti no tematamos.

—iNo!El alarido estremece a toda la

comarca.—Si matáis a mi madre, yo quiero

morirconella.No hay nadie en el pueblo que no

estéllorandoconlasventanascerradas.La orden de fuego salió nerviosa,

madre e hija cayeron rodando muyabrazadas, los cuerpos muy juntos,mezcladalasangre.

Otrosdoshijosteníaelmatrimonio,

Page 583: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

peroaéstosnoleshicieronnada,puesnoestabanencasaaqueldía.

Cargaronloscadáveresdetodoslosmuertos de la jornada en un carro devacas y los llevaron amontonados todoshastalavilladePotes,aldepósitocomún.Ya se sabía la noticia y unamultitud derostros arrugados por el miedo y eltrabajosealineóen lasacerasdepiedra,hechasporprisionerosdeguerra,paraverpasarenunsilencio impresionanteaquelmontóndemuerte.

El cadáver del sargento Sanz fuellevado a hombros de sus compañeroshasta la iglesia de Tama, a donde llegóinmediatamente el teniente general de laBenemérita,donBuenaventuraCano.

Unos chiquillos que se atrevieron aacercarse a la casa, por esa irresistible

Page 584: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

curiosidad de los catorce años, fueronintroducidos dentro de ella por losguardias y delante de la parejarecorrierontodaslashabitaciones.Vieronque en cierto lugar reservado habíamuchasbotellas,tabaco,comidayropa.

Los guardias llevaron latas degasolina, y después de haber rociado eledificio, leprendieron fuegoyardiócontodoloqueteníadentro.Hoysóloquedanun par de metros de pared, comorecuerdodeaquellatragedia.

ElcadáverdelsargentodePotesdonJoséSanzfuetrasladadoaSantanderylacapilla ardiente quedó instalada en elcuartel de las Calzadas Altas. Elgobernadorcivilinterino,SotoVanees;elalcaldede laciudad,GonzálezMesones;el gobernadormilitar, los presidentes de

Page 585: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

la Audiencia, la Diputación y otrasrepresentaciones encabezaron lo que laprensa llamó «una impresionantemanifestación de duelo y homenajepostumo al heroico sargento caído.en elcumplimientodesudeber».

Los otros muertos fueron:Dominador Gómez, su esposa, su hija,Hermenegildo Campo, el Andaluz,BernardoQuintilianoGuerreroyJoaquínSánchez,quefueronarrojadosaunafosacomún. Se les había encontrado unmosquetón, una metralleta, dos pistolas,municionesy31.000pesetasenefectivo.

El curadeTamayel curadePotesescribieronuna enérgicaprotestapor loshechos y la enviaron aMadrid. Pero seechó tierra sobre el asunto y nuncamássesupodeaquelladenuncia.

Page 586: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Los guardias que participaron en laoperación de Tama fueroninmediatamentetrasladadosmuylejosdeallí.

Comenzaron los interrogatorios, yaquella vez algunos lebaniegos ricosfueron a parar a la cárcel, pues sedescubrióquedesdehacíatiempoveníanpagando una cuota mensual a losguerrilleros.

Por entonces fue encarcelado otravez don JesúsDiez,médico enVega deLiébana durante la República, dirigentede la Casa del Pueblo de Potes,responsable en 1930 de la sociedadcultural y recreativa «La Unión», encuyos locales pronunció ese año un pardeconferencias sobre«Lapromocióndela mujer rural», «Reforma del sistema

Page 587: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

penitenciario».Encarcelado después de la guerra,

fuellevadoaprisiónel52porquesesupoquecuróaunmaqui.Enlacárcelseabriólas venas para suicidarse, aunque no loconsiguió.Socarrón,humorista—todoelmundorecuerdasuschistesyocurrencias—,comentabasuaventuracuandoporfinquedóenlibertad:«Hayquedarsecuentala de misterios que tiene la vida demédico:con lacantidaddegentequeyohabrématado y nuncame han dicho lasautoridades nimedia palabra, pues, paraunavezquesemeocurrecurarauno,memetenenlacárcel.»

Juanín y Bedoya no estaban enTama el día 20 de octubre de 1952. Yahacían vida aparte desde principios deaño,yasíibanacontinuarhastaeldíade

Page 588: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

sumuerte.

Page 589: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

5.JUANINYBEDOYA,ENPAREJA

Después de los sangrientos

episodios de Tama ya no quedanbandidos en elmonte, a no ser Juanín yBedoya.

Tardanmucho en actuar. La mayorparte de los montañeses creensinceramente que se han ido a Franciacon Santiago y con Marcos Campo. Sedenuncian pequeños robos, se echa laculpa a Juanín y Bedoya, pero ¿ quiénpuede asegurar que eran ellos?, ¿noseríanrateríasentrevecinos?

Ruiloba. Barrio Pando. Cantina,comestibles, ultramarinos «La Perla».

Page 590: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Aquí ya conocen a Juanín y Bedoyaporquesepresentaronunanocheabuscardinero.Almesomesymediovolvieron.Estabamuyoscuro.Forzaron lapuertayentró Bedoya a llenar el saco, mientrasqueJuanínvigilabaelcrucedecarreteras:la que va a Ruilobuca, la que va aConcha. Viene la pareja de la guardiacivil.Juanín,pegadoaldepósitodeagua,frente a «La Perla», escucha las pisadasde losguardiasqueseaproximan.Pasandelargo,doblanlaesquinaendirecciónaRuilobuca, pero deciden regresar, quizáhan oído ruido en el interior delestablecimientoyseacercanaverificarlacerradura de la puerta. De no dispararJuanín,denocaermuertoelcaboGarcía,Bedoya hubiera sido sorprendidorobando.PeromuereelcaboJoséGarcía,

Page 591: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

lebaniego, compañero de Juanín en laescuela y en las romerías de laVega.Elotro guardia, un jovencito gallego quedespués se suicidó, salió corriendo. Lomismo hizo Bedoya. No supo Juanín aquién había matado, pero cuando seenteró(«¿sabesaquiénhasmatado?:atupaisano García»), lloró amargamente yescribióunacartadepésamea laesposadelguardia.Muchagentedijoquehabíasido una venganza. El cabo García,lebaniego, había matado al Tuerto,sorprendiéndole en los Picos de Europa.La carta escrita a la viuda, las lágrimasvertidas sinceramente en una cocina deamigos desmienten la hipótesis devenganza que muchos quisieronencontrarenaquellamuerte.

Quienes ven en Juanín una especie

Page 592: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

deMaquiavelodelQuiviesahanqueridoencontrar en aquella muerte de Ruilobauna maniobra para comprometerdefinitivamenteaBedoya,quizáindecisodespués de su noviciado empezado enfebrero.QuizáJuanínpudohaberevitadola muerte de García, aunque no losabemos.

Junto al depósito de agua, una cruzhelicoidalyuna inscripción:«RuilobaalcabodelaguardiacivilJoséGómez,quecayó aquí en acto de servicio contraatracadores. iPresente!» A los pies delmonumentohayunhumilderosal.

Al día siguiente Juanín y Bedoyaatracaron al tendero de El Tejo, antiguoalcalde de Polaciones, a quien habíanbaleado en 1943 el día de Santa Teresa:«Necesitamos comida para dos hombres

Page 593: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

paracuatrodías.»Elexalcaldeveníadela cuadra con un vecino. «Tú te quedasaquí mientras vuelve éste con elsuministro, que además tenemos quehablar.»«¿Tenemosquehablardequé?»«Creoquetúhasandadoporahídiciendoque me ibas a escupir a la cara vivo omuerto.» El tendero ex alcalde se ponenerviosoporquesílohabíadicho:enunacantina. «¿Quién habrá sido el. cabrónqueselocantó?¿Yquédigoyoahora»?Elexalcaldeseserena:«Oye,Juanín,¿yno crees que tengo razón? ¿No teacuerdas cuando en Polaciones mepegastedos tirosy luegogolpeaste amimujer con lametralleta para que nomerezara?» «No fui yo, fue Santiago.»Siguierondiscutiendoysacandoarelucirhistorias antiguas de crueldades y de

Page 594: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

vergüenzas.Llegaporfinelvecinoconelsuministro.Nohaencontradounsacoenla tienda.Sehapuestonerviosoynohaencontradoniunsaco. iEs la leche!Conla de sacos que tiene que haber en unatiendagrande comoaquella... Por eso loha traído en un almohadón blanco,amarrado con cuerdas por los extremos.Juanín se cabrea y empieza a jurar y acagarse en todo lo barrido.Bedoya,másfuertesicabe:«¿Adóndevamosconunacosa blanca? ¡Tú lo que quieres es quenos vean las fuerzas del orden!»Veinticinco años más tarde los dospaisanos recuerdan ese detalle: No dijo«guardias», como todo el mundo; dijoasí, «fuerzas del orden». «Pero a lasfuerzasdelordenlasvoyadaryomuchoquehacer.»Posiblementeloconsigasuna

Page 595: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

vez —contesta el ex alcalde—. o más,pero yo te aseguro que al final, cuandomenos lo esperes, caes.» «Ya veremosquiéneselquecaeantes.Estáissobreunvolcánycuandoexplotevaisatomarpo'lculo con todo el invento. Venga, paracasa. Sin mirar para atrás. iY a buenpaso!» El ex alcalde corre a buscar unaescopeta que siempre tiene cargada conpostas. Los dos atracadores están aúnacaldando la comida dentro delalmohadón.Elgolpehasidoaudaz.Todoelvalleestaballenodeguardiasdesdelanoche anterior en que había muerto elcabo García. «Es imposible que puedanescapar», pensaba todo el mundo. «Sehan metido en la boca del lobo». Perotodo el mundo volvió a equivocarse enlosmétodosdeJuanín.

Page 596: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

La pareja Juanín y Bedoyadesaparecían o aparecían en los lugaresmás increíbles. Los golpes eran de pocamonta. Cuando robaban era sobre todocomida y tabaco. Golpes de 1.500, de3.000, de 2.000 pesetas eran los másfrecuentes.Hubo uno de 50.000, rescateexigido por el hijo de Diestro.Contabilizando todos los golpeseconómicos efectuados por Juanín yBedoyamientrasestuvieron juntosdesdeelaño53alaño57,nossaleun totalde78.651pesetas.Nohablamosdecomida,sino ahora sólo de dinero. 78.651, entredos son 39.325 pesetas adquiridas porcadaunoenese tiempo.Locualvienearesultar unas 20 pesetas diarias «desueldo».Claroquenoteníanquecomprartoda lacomida,aveces la robaban,pero

Page 597: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

teníangastosmuyespeciales, comoeranpagaraalgunosenlaces,ayudaraalgunosamigos,pagaralgunosrefugios.AJuanín,el día que le mataron se le encontraronencima 6.000 pesetas, todo lo queseguramentetenía.

Los encuentros con los guardiasfueron pocos, pero todos ellos muyespectaculares, como el de la PeñaSancho,alladodeBielba,dondepasaronelinviernometidosenunacueva,y,quizádenunciados, se vieron rodeados yobligadosasalirdisparandopara romperel cerco. Hirieron a un guardia. En laVega de Liébana, rodeados en una casa,salen lanzando una granada de humo yhaciendo fuego de metralleta. CayóheridoEleuterioSalcedo.

La más famosa de sus actuaciones

Page 598: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

fueelsecuestrodelhijodeDiestroenelTurujal.Eraunchicomuy joven. Juanínlellenadecoloniaporsivienenperrosdepolicía que no le descubran por el olor.En el monte el chico tirita de frío y demiedo. Juanín le pone su gabardina. Elchaval dice que no, «No, no, que ustedtambién tendrá frío». «Bah, no tepreocupes, yo, para la vida que llevo,igualmeda demorir hoyquemañana.»Cercayade loscuarentaaños, Juanínsemuestrapaternal, comprensivo, cariñoso.Bedoyaescomounhijo,perotambiénlaotra gente. Una niña pejina estabaleyendo «Amor sublime» mientrascuidaba —las vacas. Juanín y Bedoyaestuvieron tan cerca de ella que seenterarondeltítuloydelacolección.Nodijeron nada a la niña por no asustarla.

Page 599: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Pero por la noche fueron a cenar a sucasa:«¿Quétalestabalanovelaqueleíasesta tarde, bonita?» «¿Cómo lo sabes?»«Estuvimosmuycerca,muycercadeti.»Bedoya exagera lo cerca. Juanín dice:«¿Yporquénollevasalasvacasunlibroinstructivo? No sé. De historia, deliteratura, de ciencias... Hay queformarse, guapina, para que no leengañenauno.»

Otravez,otroatraco,otracasa,otropueblo, otra cena. Un muchachito, aúnmuy joven, escucha la conversación ensilencio, muy abiertos los ojos. OfreceBedoya tabaco a todo elmundodespuésdeltazóndelecheconpandeborona.Elchaval de la casa dice que él pasa. Ysonríe como disculpándose por ser tanpequeño. «¿Qué pasa, no fumas?» «No

Page 600: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

señor, no.» «¿Cómo que no? Pues todaslas noches te hemos visto nosotros quesales a echar un cigarro detrás de lacuadra.»Muycoloradoseponeelcrío.Ycorre la voz: Juanín lo ve todo. Y sabetrataralagente:«¿Quépasa,notedejatupadre?Bah,porunavez...,¿verdadqueledeja echar un cigarro, Jacinto?Esmejorhacer las cosas a las claras que aescondidas.»

Al hijo de Diestro le cabía elcorazón en un puño. Habían pedido50.000pesetasderescate,ylacontraseñapara dejar el dinero era un paraguastirado en la carretera. Pocos cochescirculaban entonces entre Cabezón yUnquera. Pero un coche que pasó sedetuvo.Alguienseapeó,yviendoqueelparaguas no era malo, lo metió en el

Page 601: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

cocheysefue.DetrásveníaelcamióndeDiestro y siguió hacia Unquera. Lossecuestradores bajaron a poner el otroparaguas que tenían, pero antes de queregresara el camión, se lo llevarontambién. «Ahoramematarán, claro», seemocionaba el muchacho. «Cono, claro—decía Bedoya—. ¿Tú crees queestamos de cachondeo o qué?» Bedoya,siempretandelicado.«Simematan,¿lesdaigualdejarmeenlacarretera...?Esqueaquí, enmitad delmonte, no sé quémeda.»Juanín,nervioso,ledaunatabletadechocolate. «Come, anda.» Mientras,buscaunasoluciónpráctica.«Mire,oiga,allívieneel camión.Loconozcopor lasluces. Ahí vuelve ya. ¿Qué hacemos?»Juanínlepropusoalmuchachountrato:

—HazloquetehadichoJuanín—

Page 602: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

añade Bedoya a gritos—. Pero si nosengañas, mueres (Bedoya se ponepesado).Nosotros no tenemos prisa.Asíquemástevalenoengañarnosporqueelcachucomáspequeñodeti...

El chicobaja a la carretera, detieneal camión, pide que le den el dinero ycorremontearribaaentregarloasusdossecuestradores, que están viendo laoperación ansiosamente. «Muy bien,chaval.» Lo cuentan y está toda lacantidadpedida. Juanín apartamildurosy se los entrega al chico: «Toma,majo.Estoparati.Porlasmolestias.Peronoselodesatupadre,¿eh?»

ContabaunavezeljovenDiestrosuaventuraytodoelmundosepercatódelanoble simpatía que Juanín había sabidodespertarenél.

Page 603: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

No todos los secuestros les salieronigual de bien a Juanín y Bedoya. TasioSalces,cuandosepresentaronensucasa,lesdijoquenoteníadinero.Queloteníaen el banco. Que se lo traía al díasiguiente. Que se lo dejaba donde ellosquisieran.

—iUy, Tasio! Mira que te conozcodesde niño.Que tú salistemuy bribón ynoslavasaarmar.

—iHombre, coño, cómo crees eso,Juanín!

—Podemos llevaralniñohastaquenosdeseldinero,sino,nomefío.

Tasio era uno de los poderosos delvalle.ConélvivíaMingo,soltero,que,apesardeserelamodelacasa,trabajabaalasórdenesdeTasio,quiendesdequesecasóconsuhermana,llevabalainiciativa

Page 604: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

detodo.—Mira, para que te fíes, se me

ocurreunacosa.Llévatea¡nicuñado.Elchiquilloigualconestosfríosmecojeuncatarroy...¿Quieres,Mingo?

—Bueno, pues lo llevamos, deacuerdo.

—...Ysinoentregasloscuartos,yasabes que le cortamos el pasapán —agrega Bedoya—. Son 25.000 pesetasparamañanaporlanoche.Sinoaéste...—yhacíaelgestoderebanarlanuez.

—Si, hombre, sí. Yomañanamismovoyalbancoyosdoyeldinero.

Acordaronelsitio,lahora,elmodo.En la cueva de Pineda comió

chorizo, bebió vino, durmió a piernasueltaydescansódelmuchotrabajodelacasa.

Page 605: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—No están mal estas vacaciones,¿eh?

Pasólanochefijadaparaelrescateynohubonada.Lasiguienteylasiguiente,tampoco. «Bueno, te vamos a matar.»Bedoya afilaba siniestramente lanavajona. Juanín hizo ver a Mingo doscosas:Una: que estaba siendo explotadopor su cuñado. Dos: que su vida (la deMingo) a su cuñado le importaba unrábano.«Ahítieneslaprueba:por25.000pesetas te dejaría morirte. iEres unesclavo!... Habían pasado cinco días.«¿Juanín, le mato?» «No, déjale que sevaya.Hala, vete,Mingo, esclavo, que leestás haciendo falta a tu cuñado parasembrarlaspatatas.»

Desde entonces los guardias sequedaron a vivir en casa de Tasio. «No

Page 606: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

vaya a ser que a Juanín se le ocurraalguna tontería con el chiquillo.» Y aMingo todo el personal le empezó allamar desde entonces Minguco elesclavo,yasíseleconocehastaeldíadehoy.

ANisioEstébanez,deLosCasares,le esperaron una noche cuando éstevolvíaacasa.LacasadeNisioEstébanezestácercadelmonte,yalparecerenellase hospedaron los emboscados muchotiempo.Perode lanochea lamañana, aNisioleempezóaentrarmiedoysehizomuyamigodelosguardiasciviles.JuanínyBedoyanotardaronendarsecuentadeque estaban vendidos. La noche que leesperaron en el camino no se dieron aconocer, pero le dijeron: «Oiga, porfavor,¿sabeustedcómosellegaantesal

Page 607: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

cementerio?»Nisioechóacorrerhaciaelpuebloylabalaleentróenunbrazo.

Ya se bromeaba con la pareja deemboscados por los montes. Se estabavolviendo algo cotidiano, como cosahabitual. Los niños jugaban a Juanín yBedoya y todo el mundo decía en vozbaja que los veía. En Camaleño, unchavalcasisufreun infarto:veníade lasvacas ya de noche, y un compañerobromistalesalióalpasoyledijosinmás:«¡Soy Juanín!» El chico llegó a casasudando, jadeando, con los pelos depunta y tuvo que venir el médico avisitarle.

En Frama estaba una cuadrilla dehombres en el monte, plantando losprimerospinosdelacomarca.Hacíanloshoyos aquel día. El dueño del terreno

Page 608: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

teníauncriado joven:Vidio.Yunburroenvidiable que lo traía el criado con lacomidaparaelobrerajeyluegolosoltabaa pastar «por aquellas orillas». El burrosellamaba«Tolín».Losvecinosdeaquelpueblo que tenían burras hacían loposibleporatraeratansoberbioejemplarpara que les hiciera una cubierta gratis.Se lo robaban a Vidio un día, otro..., ycuando él iba a buscarlo no loencontraba. Hasta que el graciosomuchachodecidióqueyaestababienysedecidió a buscarlo por todas las cuadrasdelpueblo.LlevabaVidiosombreromuycalado, andar sigiloso y exageraba unpocoelairedemisterio.

Un diligente vecino, de los quesiempre hay en todas las aldeas, sealarmó: «Es Juanín, seguro, mira qué

Page 609: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

maneradeandar.»Yllamóalosguardiasqueacudieronpordocenas.

Los plantadores de pinos no salíandesuasombro.

—¿HanvistoaJuanín?—No,poraquí,imposible.—Llevaba sombrero blanco, muy

calado, andaba así muy raro, por todastascallesdelpueblo.

—Pero bueno, ¡si ése es Vidio!, elcriado mío, que andaba buscando elburro.¡Ay,quécoño!

Rieron todos. Y los guardias quehabían venido de varios cuarteles sevolvieron por su camino: «Le debíamosde empaquetar a usté», decían al vecinoalarmista. «Claro, como hay unarecompensa de medio millón de pesetaspara el que dé una pista. iHabría que

Page 610: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

ponerunamultaalquedijerabobadas!»Vidio tenía enseñado al burro

«Tolín» a que hiciera monerías. Ysiemprequeeltraviesomuchachopasabapordelantedelcuartelledecíaalanimal:«Anda, "Tolín", saluda a estos señorescon educación.» El burro levantaba lapataybajabalacabezahastaelsuelotresvecescomodiciendo,«Ustedsigabien.»Yelguardiadepuertaseraquesepartíaderisa.

Había como un clima de distensiónconrespectoaJuanínyBedoya.Muchasveceslosguardiassabíandóndeestabanyni iban a ver. Lo que querían es que semarcharan a Francia de una vez y losdejaran en paz. Como además no eranmalos para la tropa, hasta sirvieron deentretenimientoydabanunaoportunidad

Page 611: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

paraascender.EstaideadequesefueranaFrancia

la compartían también los jefespolíticosymilitaresdelaprovincia.

ElcuradonDesiderioveíaaJuanínconfrecuencia.Contabanporaquelvalleque hasta iba y le confesaba en SantoToribio. Cuando se lo preguntaba lagente,donDesideriosonreíaycambiabade conversación. Cuando se lo preguntóun alto cargo de la guardia civil, donDesiderio sonrió también: «Todos loscristianos tienen el derecho de practicarlos sacramentos libremente. Pero laIglesianotienelaobligacióndellevaruncómputo de los que lo hacen o no lohacen.»

Don Desiderio era tambiénlebaniego y, por tanto, tenía las

Page 612: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

respuestasmuymedidas.Un día volvió a visitarle aquel

guardia de alta graduación. «HemosdecididohacerllegaraJuanínunaoferta:que se pase a Francia. Así nos dejatranquilos, él puede curarse y Bedoyaempezara trabajarenalgoútil.Sabemosque Juanín está malo. Usted es elencargadodeproponérseloydellevarlosa los dos a la frontera, caso de queacepten. Yendo con usted nodesconfiarán.»

Fijaron una fecha para volverse aver. El cura consultó con Juanín yBedoya. Probablemente reflexionómucho y la respuesta fue la siguiente:«De acuerdo. Los paso a Francia. Peropido estas garantías: un escritoautorizándomea llevar a cabo tal acción

Page 613: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

firmadoyselladoporFranco,yunacopiade dicho escrito depositada en unaagencia extranjera, concretamente enUnitedPress,porsipasaalgo.»

—No creo que acepten esascondiciones.

—Pues yo tampoco creo que puedahacerloquemepiden.

Nosevolvióasabermásdelasunto,pero más tarde, Bedoya se lanzó a esaaventura sin exigir tantas garantías.Durante la larga noche invernal queestuvo agonizando probablemente seacordómásdeunavezdelaastuciayladesconfianzade los lebaniegos: JuanínysucompañerodeescuelaelcuraDerio.

Page 614: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

6.DESTERRADOSENVALDERREDIBLE

Ya nos hemos referido a ellos

multitud de veces. Los familiares de losembocados, zarandeados por un lado yporotro,tuvieronquesobrellevarelpesomayor de la tragedia. Así empezó eldestierrodeunhumildepastordePineda.Su delito era ser cuñado de Juanín.Cuidaba las vacas de todo el valle. Losguardias sospechaban que en el puertopodría encontrarse con él la parejaproscrita. Temían también los guardiasque una niñita de nueve años, hija delpastor,sobrinadelbandido,cuandosubíaa llevar la comida a su padre, acaso

Page 615: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

subiera también algo para el tío.Solución: quitarle al pastor su trabajo,reducirle al barrio de Señas, dondepudiera dedicarse a la agricultura —noteníafincas—yalaganadería—noteníaanimales—.Sólo tenía hijos.El cabo dalaordenalalcalde:

GuardiaCivil142aComandanciaPuestodeVEGADELIEBANANúm.226

En virtud de orden verbal recibida

elCabo1.°quesuscribe,a las11horasdeldíadelafecha,dimanantedelSeñorCoronelJefedelosservicios;paraqueapartirde lapresenteceseenelcargode

Page 616: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

vaquero que en la actualidad se halladesempeñando SEGUNDO BASCONESDIEZysereintegrealbarriodeSeñasdeeste Término Municipal, hasta nuevaorden, donde podrá dedicarse a lasfaenasagrícolas yganaderíapordichasinmediaciones.

Loquetengoelhonordeparticipara la respetable y superior Autoridad deV.,paraquesiabienlatiene,nombreunsustitutoparalacustodiadelganadoquehasta ahora la tenía encomendada alreferidoSegundoBascones.

DiosguardeaV.muchosaños.VegadeLiébana,14agosto1956.ElCabo1.°ComandantedePuesto.Sr.PresidentedelaJuntaVecinal.

VEGADELIEBANA

Page 617: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

El alcalde lo piensa despacio. Lo

habla con sus convecinos, lo consultadespués a su hijo cura. Dos días mástarde entrega el siguiente oficio al cabodelaguardiacivil:

Alcalde-pedáneoVegadeLiébanaENCONTESTACIONalOficionúm.

226 remitido por Vd. con fecha 14 deAgostodelpresenteaño,sobreelceseenel cargo del vaquero en este pueblo deVega de Liébana D. SEGUNDOBASCONES DIEZ, he de manifestar aVd. que en virtud del art. 1.586 delCódigoCivil,quedicetextualmente:

«Los criados de labranza,artesanos, menestrales y demástrabajadores, asalariados por cierto

Page 618: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

término para cierta obra, NOPUEDENDESPEDIRSE NI SER DESPEDIDOSANTES DEL CUMPLIMIENTO DELCONTRATO,SINJUSTACAUSA.»

Yenvirtuddelart.1.584delmismoCódigoCivil,quedice:

«El criado doméstico destinado alservicio personal de su amo o de lafamiliadeéste,por tiempodeterminado,puede ser despedido y despedirse antesde expirar el término; pero si el amodespide al criado, sin justa causa, debeindemnizarle, PAGANDOLE ELSALARIO DEVENGADO Y EL DEQUINCEDIASMAS.»

El citado D. SEGUNDOBASCONESDIEZesunauténticocriadodel Pueblo de Vega de Liébana, y comoAlcalde Pedáneo que soy de dicho

Page 619: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

pueblo, tengo obligación de estrictajusticia de defender los derechos tantodel pueblo como de los criados alservicio del mismo pueblo, como es elcaso que tratamos. Según los artículosanteriormentemencionados,elcitadoD.SEGUNDO BASCONES DIEZ HACUMPLIDO FIELMENTE CON ELCONTRATO que ha firmado con losvecinos, por lo que no puedo ni debodespedirlo.

Obligaréalcitadocriadodelpuebloa cumplir uno por uno los puntos delcontrato y obligaciones por él firmadasparaconelpueblodeVegadeLiébana.

Envirtuddelasatribucionesquemeconfiere el REGIMEN LOCAL, en susdiversosartículosORDENOYMANDOalas demás autoridades sujetas a mi

Page 620: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

autoridad en el pueblo de Vega deLiébana que velen sin interrumpir elOrdenPúblico.YasomismoORDENOYMANDO a D. SEGUNDO BASCONESDIEZ,criadoenfuncionesdelpueblodeVega de Liébana que en virtud delContrato por él firmado para con estepueblo, siga guardando fielmente lacabaña,odelocontrarioseatengaalasconsecuenciaslegales.

Lo que tengo a bien manifestar aVd.paralosefectosoportunos.

DiosguardeaVd.muchosaños.Vega de Liébana, 16 de Agosto de

1956.ElAlcaldePedáneo.Sr.Cabo1.°ComandantedelPuesto

deVegadeLiébana.ElcaboRollan,queochomesesmás

Page 621: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

tarde iba a dar muerte personalmente aJuanín,nocreeloqueleensusojos.

—Osea,queusteddicequenovaacumpliresaorden...

—Eneloficioledigoaustedloquehedecididohacer.

—Pero¿quién lehaescritoaustedeste oficio? ¡Ni el gobernador civil enpersonaseatreveaponercosasasí!

—Mire, yo..., bueno, comoamímeparecía una cosa injusta, pues fuimos aver a un hijo que tengo yo, que essacerdote y le encargamos que nos loescribiese.

—Claro.No era aquella una época de

conflictos entre autoridad eclesiástica,autoridadcivil,autoridadmilitar.Elcaboteníaunaordenquecumpliry,poreso,lo

Page 622: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

mejor era hablar con el sacerdote, quecomoestabamandadoleayudaríaenvezde ponerle obstáculos en aquelladesagradablemisión.

LEOPOLDO ROLLANARENALES

Cabo1.°delaGuardiaCivilVegadeLiébana(Santander)17Agostode1956Sr.Dn.DESIDERIOGOMEZPotesMuySr.míovReverendísimoPadre:La presente solamente tiene por

objeto el escribirle cuatro letras paracomunicarle lo siguiente: Habiendoestado con su padre el cual traía unescritoconsecuenteamicontestaciónde

Page 623: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

escrito número 226 de fecha del 14,referentealodeSegundoBastonesDiez,que ordena el Sr. Coronel el cese devaquero, pues si bien Vd. cita ciertosartículosdelVigenteCódigoCivilqueleamparayponetrabasparaloordenado,tenemosquetenerencuentaD.Desiderioque el presente caso no es juzgado pordicho Código, sino por un Decreto Leyespecial deBandidaje yTerrorismo, quesi bien tanto su padre como el quesuscribe sabe las consecuencias que alretiraralvaqueroletraealpueblo,perosin embargo, tanto su padre como yopodemos no reprochar una orden de unSr. Coronel y si bien le damos curso aloficioquemepresentóelseñorCelestino,pudieraserqueselehubieraocasionadoalgunasmolestias y quizá disgustos que

Page 624: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

en el presente caso tenemos queevitarlos;porloqueacordamos,siaV.leparece, que se ponga de acuerdo bienconelJefedelaLineaoComandantedePuesto de esa localidad, para que lecomuniquenaV.eldíaquevengaporésaelSr.Coronelya lavistadeloficioqueyo lesenvié, leexpongaverbalmente loscasos a la referida Autoridad, cosa quese podrá resolver más fácil que porescrito.

Rogándole mil perdones por elatrevimientodedirigirmeaV.,perotodolo hago para evitar molestias que suqueridopadrelepudieraacarrear.

Aprovechando la oportunidad, lesaludarespetuosamenteestes. s.q.b.s.m.

CaboRollanArenales

Page 625: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Don Desiderio se sienta a la

máquina de escribir. Antes hareflexionado, ha rezado, ha hecho unpequeñoesquema,siguiendo lasvirtudesteologalesy lascardinales,ha tratadodedulcificar aún más que lo habitual supalabra y empieza a redactar una cartaque ayude al cabo a resolvercristianamentetandelicadoasunto.

El capellán del Monasterio de!Lignum Crucis buscó entre los librosalguna orientación. Poca cosa decíansobreuncasoasílosautoresdelaépoca.No estaba mal el artículo séptimo,capítulo IV, del tratado tercero de la«Teología Pastoral con prácticaparroquial, obra ajustada al CódigoCanónico, al sínodo diocesano y a las

Page 626: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

disposiciones de la disciplina española»,dedonAlejoSánchezTorrado:«Cuidadode los obreros, de los pobres ymiserables», era el título del citadoartículo.

«Necesitamos un poco deTeología,unpocodereflexiónpersonal,unpocodeunción,sobretodotacto,muchotacto.»

Sto. Toribio de Liébana, 20 deAgostode1956.

Sr.D.LeopoldoRollanCabodelaGuardiaCivilVegadeLiébana.

Mibuenamigo:Herecibidolasuya,

con fechadel17 delactualcon relaciónal vaquero del pueblo, D. SEGUNDOBASCONES.

Page 627: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Antesdecomenzarmicontestación,que hago con sumo gusto, he demanifestar aVd. quehe sentido siempresimpatía por ese cuerpo de la GuardiaCivil, ya que he tenido y tengo variosfamiliaresdentrodeél.Almismotiempohe considerado siempre que llevan unavida muy sacrificada y acaso pocorecompensada. Ahora, después de estepequeño preámbulo, que sólo es miopinión particular sobre la GuardiaCivil, vamos a la contestación del casoquesetrata.

«ElpresentecasonoesjuzgadopordichoCódigo,sinoporundecretoLeydeBandidajeyTerrorismo.»

Es verdad, mi querido amigo, queestacomarcaestáatravesandohaceañospor una crisis que tanto perjudica a

Page 628: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

todos y de manera especial a esteSantuario, donde llegan menosperegrinosporestacausa.

Es verdad igualmente que senecesita una Ley y precaución especialparasalirloantesposibledeesteestado.

¿Medios?Antetodométododistinto.Para solucionar los problemas essiemprenecesariotenerencuenta:a)LaProvidencia que ordena y permite todaslas cosas, b) La conciencia que es lanorma de nuestra conducta particular yque nos hace cargo sobre laresponsabilidaddenuestros actos,c) Lajusticia, sin la cual es totalmenteimposiblelavidahumana,d)Lacaridadpara perdonar y disimular los defectosdel prójimo, e) Finalmente escompletamente imposible ejercer la

Page 629: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Autoridad olvidando la cualidad quetenemosdesercristianos.

a) «La Providencia». Todaautoridad emana de Dios, y el quererejercerla como cosa propia,prescindiendodequehasidoDioselqueme ha colocado en este lugar pararepresentarle a El, conduce siempre adesequilibrios y multitud de errores,como se han dado muchos en estacomarca lebaniegayqueVd.no ignora,así como yo conozco, e igualmente elvecindario.

b) «La conciencia». Todos tenemosunalmadonadaporDiosyunidaaestecuerpo, que nos da vida y capacita acada uno para el bien y para el mal.Todos en conjunto y uno a uno enparticular tenemos que dar cuenta

Page 630: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

estrecha de nuestros actos, primero anosotrosmismosydespuésaDios,yestodesdeel JefeSupremodeunaNaciónalúltimo picapedrero de la misma. Ytraicionar a la propia conciencia estraicionarnosanosotrosmismosobrandomal,almismotiempoquetodosnuestrosactosrepercutenenlosdemás.

c)«Lajusticia»,queconsisteendaracadauno losuyo.Ysiunapersona—cualquiera que sea— por sus obras sehacedignadeunaafrentosamuerte..., yasí mismo se debe premiar si se hacedigna de premio, pero no se puedecastigar por mera sospecha y muchomenos si este castigo se convierte enescándalo para los demás en lugar deservirdeejemplo.

d)«Lacaridad»,queobligaentodo

Page 631: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

momentoacomprenderysaberaminorarla mala conducta del prójimo y ainterpretar rectamente y en el buensentido la conducta dudosa de nuestrossemejantes,mientras que no haya causaquenosobliguealocontrario.Nopuedesiempre la Autoridad dejarse llevar poresta cualidad, pero debe tenerla encuenta.

e) «Cristiano».Este títulonoshacemiembrosdeunmismocuerpomísticoycuando un miembro del cuerpo secorrompeesnecesarioapartarleenbiendel mismo cuerpo, pero no sin anteshacertodoloqueseaposibleparasalvary conservar ese miembro corrompido ysólo se amputa cuando no queda otrocaminoposible.

Page 632: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

EN CUANTO AL CASO DE D.SEGUNDO

a) «La Providencia». En este casoconcretodesempeñaVd.laAutoridadqueviene de Dios por mediación de susuperior de Vd. Suponemos que elsuperior de Vd. ha obrado con muybuenavoluntad,comoVd.

b)«Laconciencia».Esmuyposible,querido amigo, que recapacitando sobreel caso y meditando con madurez vaplomo, aconsejen las circunstanciassolucionar el caso de otra manera muydistinta.

c)«La justicia».Llegamosalpuntoclave.Setratadeunpatrono,unamo(eneste caso la AUTORIDAD DELPUEBLO) que reclama unos derechos

Page 633: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

AUTENTICOS según un contratoexistente y amparado en una legislaciónvigente y detallada con precisión en losart. 1.584 y 1.586, así como en otrosvarios. Es pues un caso de injusticiacontraelpatrono,quecoincidealmismotiempoconserautoridadcivil.

Se trata igualmentedeuncriadoalserviciodelaautoridadyquecumplelasobligaciones que élmismo ha contraídovoluntariamente por medio de uncontrato, y que al mismo tiempo puedeexigir y DEBE EXIGIR PORQUE LONECESITA PARA SUS HIJOS, su justarecompensa.

Se trata de unos perjuicios paraambos, criado y patrono, en especialpara este último, no pequeños. Esproblemadeverdaderajusticia.

Page 634: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

d) «La caridad». Se trata de unpadre que tiene varios hijos pequeños,que está manco de un brazo porhabérselo roto y haber quedado malarreglado, que por esta causa no puededefenderse en varios trabajos brutales.Se trata de un padre que por no tenerfincas propias necesita mendigar encualquier lugar que se halle paraproporcionarpanparasushijos,todosdeedad escolar. Se trata de un padre,queridoamigocabo, queapesarde susesfuerzos cotidianos y de su vidasacrificada y económica, necesitatambiénsacrificarlavidadesushijos,nopudiendo ni siquiera mandarles a laescuela para aprender lo másfundamental, y a pesar de todos estosesfuerzos cotidianos y de su vida

Page 635: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

sacrificada, apenas si consiguen entretodosmalcomer.

Se trata de un padre que no tienepaz en el hogar. No tiene paz porquenecesitapreocuparsedelacomidadesushijosquenoescapazdesolucionarsinoa medias. No tiene paz porque viveabrumado. No tiene paz porque no ledejan dedicarse tranquilamente a sutrabajo.Notienepazporquesiempreestáriñendo con su esposa y maldiciendo eldía que la conoció y todo esto por serhermana de aquel que quizá no hubierasidoloqueesdehabertopadoconotrascircunstancias.

Pido un poco de caridad para unhombremuynecesitado.

PROBLEMAS:1. EL ELEMENTO CIVIL NO

Page 636: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

COLABORA.Cierto,yesmás,nopuedecolaborar. ¿Razón? Dos causas que notendría yo inconveniente alguno enexplicarconamplitud.

2. EL ELEMENTO CIVILCOLABORA EN CONTRA. Quizá seacierto,peroparaser intermediarioentredos,hadellegaraambos;ysiendoasíesnecesarioatraer,noahuyentar.

3.ESQUEHAYAPATIAHACIAELCUERPO.NolocreaVd.Existeapatíayalgo más, pero no al Cuerpo, sino a laactuación de muchos miembros delcuerpo.¿Conrazón?¿Sinella?Lociertoes que es muy lamentable que en estaComarca esté tan desacreditado eseCuerpo Benemérito que ha sabidodefenderfinesmuynobles,quehasabidosacrificarseyvivesacrificado.

Page 637: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Yo personalmente me admiromuchas veces de la vida totalmentesacrificada, de absoluta entrega yheroísmo. Creo que los superioresestarán y tienen motivo para estarlo,plenamentesatisfechosdesussubditos.

Conestotermino,mibuenamigo,yjuzgo que es una obligación de Vd. darcuenta de todo lo ocurrido a losSuperiores, aunque sea en planparticular, pero dejando una copia enpoderdeVd.Subuenamigo,

DesiderioGómezDe nada iban a servir de todas

maneras las amonestaciones del cura nilas zalameicas órdenes del alcalde. Afinales de agosto la familia del pastortuvo que salir desterrada haciaValderredible, donde estaba aún cuando

Page 638: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

murióJuanín.

Page 639: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

7.ASIMATARONABEDOYA

EldíaquemataronaJuanín,Bedoya

ibadoscientosmetros rezagado.Estaeralamaneraquesiempreteníandecaminar.Después de lamuerte de su compañero,Bedoya anduvo errante por los montes,desamparado, solitario, y cada día quepasaba se sentía más acosado. Alprincipio estaba furibundo. Poco a pocole fue ganando el desaliento. Algúnpastor le tropezóenelmonteydicequelloraba como un niño. «Si uno nacierados veces yo no me encontraría en estasituación.»

Su única obsesión era salir de

Page 640: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Liébana,dondenoteníaamigos,yllegara su zona de Serdio y Monte Corona...Aunque era un joven noble, Bedoya sehabía quedado sólo con su inmerecidafama de sanguinario, de vengador, y sinel contrapeso de Juanín, hombrebondadoso y aceptado por el pueblo.Yahemosdichoque lasupervivenciade losbandidos ha de estribar en dos pilares:amor y miedo, aceptación y rechazo.Bedoya, que sólo colaboró con Juanínparametermiedo,seveahorarechazadopor la gente o almenos no encuentra elcalorconelqueantesselerecibíaenlascasas.TodoelmundopensabaqueJuanínle tenía domesticado con su astucia yhabilidad.

Bedoya no había desarrollado suinteligencia,puesde lascosasdecabeza

Page 641: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

y organización se encargaba Juanín. Elsóloobedecerycumplir sudesagradabletareademalo.

La guardia civil, por otro lado,atesoraba una experiencia impresionanteen la represión. Fueron muchos años,muchospartes,muchosguardias,muchos«bandidos».Bedoyaseveíaperdidoyloúnicoquequeríaerairse,saliraFrancia.

Por eso, cuando ya en Serdio yMonte Corona su cuñado Pepe SanMiguel le propone pasarle a Francia enunamoto,Bedoyaveloscielosabiertosyloúnicodequesepreocupaesdequesehagacuantoantes,sinquelleguedeltodoelinvierno.

En Santander, al final de la calleRualasal,hayunadelasmuchaszonasdebaresquellenanlaciudad.«ElEscorial»,

Page 642: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

«Eguren», «Kinos», «Jauja». El bar«Kino's» antes se llamaba «Bar SanJosé». Es un amplio local con muchasmesas, un tanto oscuro, atendido por unseñor afable, pero que hoy se encuentracasivacío.

En el bar «San José», que ahora sellama «Kino's», paraban todas las tardesel año 1957 un montón de policías queechabansupartidaa la flor,a losdados,al dominó o al subastado.Confraternizaban entre ellos y a la vezcon otros señores de trabajo sólomañaneroosintrabajodeningunaclase.

Allí se ultimaron los detalles másimportante para la cacería de FranciscoBedoya: el jefe de la división provincialdepolicíalediceaJuanjo,unaficionadoalmotorismo,silepuedeprestarelcasco,

Page 643: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

losguantesylachaquetadecuero:«Voyairalpuebloeldomingo,yparaundía,nomemerecelapenacomprartodasesascosas. «¿Me lo dejas o no?» «Coño,claro, pa eso estamos. Cuenta con ello.Vete a buscarlo esta noche.» Cuando, alas nueve, se presentó un policía en eldomicilio de Juanjo a recoger el recado,Juanjo no había llegado todavía. «Si lehacemucha falta—le sugiere unvecino—,puedeiradondeEsteban,elhermanode Juanjo, que también tiene cosas deesas, y basta que sea amigo de suhermano, pues se lo deja, no faltaríamás.»

Esteban —cómo no— le entregacazadora,cascoyguantesalpolicía.Perocuando, después de varios días,muertosyaatirosBedoyaySanMiguel,reclama

Page 644: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

suscosasprestadas,eljefededivisiónleresponde que lo siente, pero que él nosabe nada de su paradero; que se hausadoenlacaceríadeBedoyayquevayaareclamarenelGobiernoCivil.

Paco Bedoya, cuando le mataron,llevaba la chaqueta de cuero, que leestabamuypequeña,ysucuñadollevabapuestoelcasco.

En el Gobierno Civil nadie quieresaber nada. Nadie ha visto semejantescosas,peroEsteban,hombredecarácter,no se da por vencido. Le hacen darmuchas vueltas, explicar su caso enmúltiples sitios, le irritan, tiene casi quejurar,peroal final elgobernadorRoldanLosadaledaráuntalónparacobrar2.050pesetas: 300 por los guantes, 250 por elcascoy1.500porlacazadoradecuero.

Page 645: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Otro detalle que tenían bienorganizado los policías era el de sacar aBedoya del monte y llevarlo a un sitiopropicio para acabar con él: seaprovechanparaesodeJoséSanMiguelAlvarez, de cuarenta y cuatro años,casadoconlahermanadeBedoya.

San Miguel era un hombremisteriosoydepasadooscuro.Alguienlevio en una ocasión con pistola. De lacantinadeBielbasacóalacalleavariospaisanos dándoles puñetazos. La prensade diciembre de 1957 da otros detallesmuy confusos de tipo penal de estepersonaje, pero como no hemos podidoconfirmarlos, nos los reservamos. Vozcomún: que era un guardia civildisfrazado, infiltrado en la familiaBedoyaparaentregaraPacoya Juanín.

Page 646: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Segúnalgunos, JuanínhabíaprohibidoaBedoya hablar o ver a su cuñado: «Lapróximavezque se acerque a ti le pegodos tiros. Ese es un guardia y nos va ajoder.»Otros dicenqueSanMiguel, porquitar a su cuñado de sufrir tantaspenalidades y por devolver la paz a sufamiliadestrozada,aceptólapropuestadela policía de pasarle a Francia bajo lapromesa formaldequeno le ibaapasarnada.

Hay quien dice que fue sólo pordinero por lo que se arriesgó a llevar acabolaoperación.Peroesoquizásedebaal afán de mitificar también a Bedoya,necesidad que siente siempre el pueblodespués de la muerte de sus héroes.Tampoco se sostiene en pie la idea tandifundida en la Montaña de que fue el

Page 647: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

propioBedoyaquienrematóasucuñadoal percatarse de la traición de éste.Demasiado literario, demasiadonovelesco.

LapolicíaentregóaSanMiguelunamotocicleta Derby,— marrón, de doscaballos y medio, que pertenecía a laGuardia de Franco y a la que lecambiaron la matrícula para este uso.José San Miguel estuvo utilizando lamoto como si fuera suya y exhibiéndolaportodaspartes.Durantelosúltimosdíasdelmesdenoviembre,Fidel,elhermanopequeñodePaco, sepaseabadepaqueteenlamotodeSanMiguelparahacersinduda habitual el hecho de que en laDerbyfueransiempredospersonas.

DeacuerdoporunladoconBedoyay del otro con la Comisaría de Policía,

Page 648: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

SanMiguelfijóeldíamásoportunoparalargarse a Bilbao: el primer día dediciembre, domingo, jornada futbolísticaen la que se enfrentaban el Racing y elIndauchu en el Sardinero, y aconsecuencia del encuentro muchosaficionados bilbaínos iban o volvían denocheasushogares,conloquelahuidade Bedoya podría perfectamente pasardesapercibida.

La guardia civil no tenía mucha feen que San Miguel iba a cumplir supromesa. Por eso acordonaron todas lasposibles salidas en dirección contraria ala carretera de Bilbao. Todas lascarreteras al oeste deCabezón de la Salquedaroninterceptadas.

PuededecirsequedesdeSanVicentedelaBarqueracadacurvadelacarretera,

Page 649: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

cada chopo, escondía un guardiaperfectamente camuflado para vigilartodalarutaquelamotocicletarecorriera.

AlascincodelatardelaDerbysaliódel número 33 de la Avenida de losInfantes conducida por San Miguel yllevando de paquete a Fidel Bedoya. El«bandolero» Paco estaba esperandooportunamente escondido en una de lascarreteras que salen del Monte Coronaparaempalmarconlageneral.Alllegaraestepunto,laDerbysedetuvo,Fideldejósu puesto a su hermanoPaco y a lomosdelamotocicletapropiedaddelaGuardiadeFrancolosdoshombresemprendieronelviajeensentidocontrarioalquehabíatraído.

Cuatro coches con miembros de laBrigadillaSocialyPolíticasepusieronen

Page 650: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

camino para seguir a los fugitivos. Unodeloscochesllevabamatrículafrancesa.Cada cierto tiempo, según el programa,uno de aquellos coches rebasaba a lamotoy enviaba al control elmensajedequetodoibasegúnloprevisto.

En Sarón, la gente salía del cine.Alguien se extrañó al ver que doshombres,depie,conlamotoenmarcha,hicieronuncambioderopas,mearonysepusierondenuevoencamino.

«Elpropósitodelapolicíayguardiacivil—dice el «DiarioMontañés»—eracapturarlos en un lugar donde si seproducía algún tiroteo, no pudieracausarse víctimas inocentes, y para ellose escogió el sitio del Pontarrón en eltrayecto de carretera comprendida entreel Puente de Oriñón y el langostero de

Page 651: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Islares. A la izquierda, en aquel lugar,está la playa y a la derecha el MonteCerredo, de acantilados casiperpendiculares; se considera casiimposiblelahuidaaunoyaotrolado.»

Unos trescientos metros antes deIslares,enel lugarllamadoCuevadelasHadas, se halla el lugar señalado parafrenar definitivamente la marcha de larápidaDerby.

Más adelante de este paraje, yapasada la curva, estaba la carreteraacordonada por policías. En el campingde Islares, nerviososyapor la espera, elgobernador Roldan Losada y el tenientecoroneldelaguardiacivil,asícomodosagentesqueveníanconellosenelcochedematrícula francesa, seguían por radiolos mensajes de «todo va bien» que les

Page 652: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

erantransmitidos.En un Seat con matrícula de

Santander iban tres policías: Agustín,Solar y un tal Cuerno, hombre muyfamoso en la brigada secreta deSantander. El Seat dio el intermitente alrebasar a la moto. Solar, que llevaba lametralleta asomada al cristal, vio que letemblaban las manos al gritar, ya alcostado de Bedoya: «Paco, alto a lapolicía.»

Dicen los diarios: «San Miguel yBedoya inmediatamente se lanzaron alsuelo y comenzaron a disparar susmetralletas y pistolas.» Pero esto no fueverdad.Difícildetenerensecolamarchade la moto, difícil parapetarse enfraccionesdesegundos,difícilempezaradisparar antes de que la' metralleta

Page 653: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

asomada a la ventanilla explicara susintenciones. Difícil admitir un finaldistintoalprogramadodíasantes.

Lacitaanterior,quehemosextraídodealgunosdiariosespañoles,ylacrónicade los hechos que narramos apareció enmuchos periódicos españoles facilitadapor laagenciaCifra.Quizámásajustadoa la realidad, el «Diario Montañés»explica:«Apenasrepuestode lasorpresadeversenombrado,Bedoyaintentósacarunarma,peroelagente,prevenido,abriófuego sobre los dos ocupantes de laDerby y ésta fue a estrellarse a lacuneta.»

Era la una y diez minutos de lamañana. Noche cerrada de diciembre.Oscuridad.Difícilverlode«lasorpresa»,lode«intentósacarunarma»,sobretodo

Page 654: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

si tenemos en cuenta que el Seat no sedetuvo si no a mucha distancia de allí.Contradicciones, pues, entre losperiodistas de Cifra y los de «DiarioMontañés». Contradicciones de ambosconlarealidad.

«Vamos.» El gobernador, oídos losdisparos,escuchadoel«misióncumplida,ya están», subió desde el camping deIslareshastalacarretera,acompañadoporel tenientecoronel.Hayunnerviosoiryvenir de guardias con linternas.Los queno tienen linternas, con mecheros. Losquenotienenmecheros,concerillas.SanMiguel está muerto en la cuneta, ¿peroBedoya?

—¿Seguroquecayeronlosdos?—Seguro,fueunaráfaga...—Busquen, busquen... Es increíble

Page 655: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

quesehayapodidoescabullirdeaquí.El gigante Bedoya, herido de

muerte, había conseguido subirdesfiladeroarriba,porunarocacortadaapico y ocultarse tras la maleza a unoscuatrocientos metros de la cumbre deMonteCerredo, que tiene 650 de altura.Llevaba cinco balas incrustadas en elvientre,segúnnoshadichoelforensequelehizolaautopsia.

La policía acrecentó su sistema deseguridadportodalazonayelcercoeratotal.

La guardia civil de Torrelavegaacudió con perros amaestrados. NopareceverdadloquediceCifradequeunpastor de Islares ofreció su perro a losguardiasyqueéstefuequiendescubrióaBedoya. El perro, que tras oler algunos

Page 656: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

efectos personales de Bedoya,abandonadosen lamoto, saliódisparadomonte arriba, se llamaba «Tiro». «Tiro»lleva tras de sí al cabo Fidel FernándezIñiguez. Bedoya, ocho horas con cincobalasenelvientre,disparacontraelcaboy a punto está de matarle. La bala querealmentematóaBedoya leentrópor lasien, fue disparada a muy pocoscentímetros de su cabeza, y, a pesar dehaber sido buscada con ahínco, nadie laencontró.

—Pudoserunsuicidio—nosdiceelforense.

Pero ¿ por qué no se mencionóentoncestalposibilidad?

—¡Sólofaltabaeso!—nosdicenenCastro Urdíales—. Imagínese unaoperación magistralmente planeada por

Page 657: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

guardias y policías y que al final noalcancenalperseguido,sinoquesemateélmismo.Quedarían en ridículoante lagente.

Ante la duda, el cura de Castrodecretó que el cadáver de Paco Bedoyarecibiera sepultura fuera del recintosagrado,queestá separadoporunanchomurodepiedradelrestode losdifuntos.Hoy podemos decir que ninguna tumbadel cementerio nos ha parecido tansobria, tan elegante, tan florida, en suenormepradoverdelejosdemármolesydeesculturas.

Sonlasdiezdelamañanadellunes2 de diciembre de 1957. El últimoemboscadode laposguerracantábricaesarrastradohacialacarreteraenlacopadeun pino cortado para eso. Ya hay en la

Page 658: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

carretera muchos curiosos esperando.Todoelmundovalora lacorpulenciadelmezo de Serdio, la hazaña de habertrepado por la roca viva, con toda lamuerteacuestas,yhaberaguantadoochohorasconsusheridasfatales.

Frecuentemente hay flores sobreesta sepultura. La madre de Bedoya,honorable señora tullida por elsufrimiento, hace muchas veces unpenoso viaje desde Santander pararepasar un poco los geranios de su hijo,que descansa, lejos, en el pueblomarinero.

Fidel,elhermanopequeño,queviveen Chicago, donde ha conseguidocolocarsebien,compróhacepocotiempounos nichos en el cementerio municipaldeSantanderconelfindetraerensudía

Page 659: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

losrestosmortalesdesuhermanoydesucuñadopara quepuedan estarmás cercadelasvisitasdesumadre.

Escarmentadoporlosproblemasquetuvo cuando la muerte de Juanín, el«DiarioMontañés» no sacó su reportajehasta elmiércoles 4 de diciembre.Y enun recuadro explica al público quelamenta no haberle informado con ladebidapuntualidadpormotivos ajenos ala voluntad de los periodistas y de laempresa.

El año 1958 sale a las ondasespañolas un disco llegado de Méxicocon un corrido que en seguida se hacefamosoenlaMontañayquesetitula«LamuertedeJuanBedoya»,cantadoporlosAlegres de Terán. Es muy curiosoconstatarque, apesarde la coincidencia

Page 660: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

del títulocon losdoshuidosmontañesesmásfamosos,apesardequeTeránesunpueblo de Cabuérniga y un barrio deSantander,apesardesuoportunasalida,al año siguiente de la muerte de losemboscados,nadahayensuletraniensuintención que recuerde la historia quenosotros acabamos de narrar. Sinembargo,miles demontañeses pensaronque sí, que era un disco dedicado a losdoshéroes,queJuanínyBedoyaeranunsolo personaje, Juan Bedoya, y que sumuerte se cantaba camuflada quizá porculpadelacensura.

La letra del disco más radiado porlas emisoras santanderinas en los añossesentadiceasí:

Page 661: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

«Diecisieteañoscumplidosvaarepetirselahistoria,dondemuriósuhijaAdelamataronaJuanBedoya,cuandoandababarbechandoparasembrarsucebolla.Llegaronlosfederalesaverquéhabíasucedido,gritabaAliciaFernández,mataronamimarido,perosimedanrefuerzoslesentregoelasesino.Elcapitánlesordenaacincodelpelotón:acompañenlaseñoraytráiganmeesematón;sileshaceresistencia,mátenlosindilación.Llegaronlosfederales

Page 662: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

alafincaelPlatanal,lesdiceAliciaFernández:«Ahítienenalcriminal,preparenmuybiensusarmas,noselesvayaaescapar.»Floresyasehadadocuentaqueloveníanaprender,preparasutreintatreinta,papodersedefender,peroAlicialedispara,yasílovieroncaer.Yacobrósumerecido,yésteeselfindelahistoria.YaquíterminaelcorridodeFloresyJuanBedoya,ydiceAliciaFernándezque Dios los tenga en lagloria.»

Page 663: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

Con esta voluntad amnistiadora de

Alicia Fernández, el pueblo cantábrico,veintiún años atormentadopor las armasdeunosydeotros,coincidíaplenamente.

—Vengoaencargarundiscoparaelhijo que jura bandera el domingo quevieneenAraca.

—¿Yquédiscoquiere?—No sé. Uno bonito, de esos de

ahora.—¿Conoce este de la muerte de

JuanBedoya?—Sí, lo conozco y es muy bonito.

Perono,ésenoloquiero.—Pero...,¿porqué,mujer?—Porque hace tan poco que le

mataron... Era tan buen muchacho... Sumadreestámuertadepena...

Page 664: Los que se echaron al monte - elcombate.noblogs.org · Annotation El libro 'Los que se echaron al monte', de Isidro Cícero, y editado por Ediciones Tantín, alcanza su undécima

—oOo—