LOS VIROIDES DE LOS CÍTRICOS ENFERMEDADES Y CONTROL.

4
LOS VIROIDES DE LOS CÍTRICOS: ENFERMEDADES Y CONTROL. Núria Duran-Vila Centro de Protección Vegetal y Biotecnología. Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA). Apartado oficial. 46113 Moncada (Valencia), España. Los viroides son moléculas de RNA monocatenario covalentemente cerradas sin capacidad codificante, pero capaces de replicarse de forma autónoma utilizando la maquinaria transcripcional de las células a las que parasitan. Los viroides fueron descubiertos en la primera mitad de la década de los 70 cuando se identificaron y caracterizaron los agentes causales de dos enfermedades de importancia económica, el viroide del tubérculo fusiforme de la patata (Potato spindle tuber viroid, PSTVd) y el viroide de la exocortis de los cítricos (Citrus exocrtis viroid, CEVd). Taxonomicamente los treinta viroides descritos hasta el momento se han clasificado en dos grandes familias: Pospiviroidae y Avsunviroidae. La especie tipo de la familia Pospiviroidae es el PSTVd y los distintos miembros de esta familia se caracterizan por compartir una serie de motivos de secuencia y estructura conservados, y por replicarse y acumularse en el núcleo. La especie tipo de la familia Avsunviroidae es el viroide del manchado solar del aguacate (Avocado sunblotch viroid, ASBVd) que junto a los otros tres viroides se caracteriza por carecer de motivos conservados, por replicarse y acumularse en el cloroplasto, y por ser capaces de formar estructuras ribozimáticas de cabeza de martillo. La enfermedad de la exocortis de los cítricos causada por el CEVd se describió inicialmente como un desorden que afectaba a árboles injertados en Poncirus trifoliata y que se caracterizaba por la presencia de grietas y escamas en la corteza de este patrón, asociadas a enanismo más o menos acusado que conllevaba la correspondiente disminución de la cosecha. Son también sensibles otras especies e híbridos utilizados como patrones, como son la lima Rangpur (Citrus limonia L.), los citranges (C. sinensis X P. trifoliata) Troyer y Carrizo y la lima Rangpur (C. limonia), que al igual que el P. trifoliata desarrollan grietas y escamas en la corteza e inciden en el tamaño y cosecha de los árboles afectados. La lima Tahití también es sensible y manifiesta grietas en las ramas de los árboles que resultan frágiles y pueden desgarrarse. La enfermedad conocida como xiloporosis de los cítricos se describió inicialmente en la lima dulce de Palestina y se caracterizaba por la presencia de acanaladuras en la madera, que se correspondían con proyecciones de la corteza.

Transcript of LOS VIROIDES DE LOS CÍTRICOS ENFERMEDADES Y CONTROL.

Page 1: LOS VIROIDES DE LOS CÍTRICOS ENFERMEDADES Y CONTROL.

LOS VIROIDES DE LOS CÍTRICOS: ENFERMEDADES Y CONTROL.

Núria Duran-Vila

Centro de Protección Vegetal y Biotecnología. Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA). Apartado oficial. 46113 Moncada (Valencia), España.

Los viroides son moléculas de RNA monocatenario covalentemente cerradas sin

capacidad codificante, pero capaces de replicarse de forma autónoma utilizando la

maquinaria transcripcional de las células a las que parasitan. Los viroides fueron

descubiertos en la primera mitad de la década de los 70 cuando se identificaron y

caracterizaron los agentes causales de dos enfermedades de importancia económica,

el viroide del tubérculo fusiforme de la patata (Potato spindle tuber viroid, PSTVd) y el

viroide de la exocortis de los cítricos (Citrus exocrtis viroid, CEVd). Taxonomicamente

los treinta viroides descritos hasta el momento se han clasificado en dos grandes

familias: Pospiviroidae y Avsunviroidae. La especie tipo de la familia Pospiviroidae es

el PSTVd y los distintos miembros de esta familia se caracterizan por compartir una

serie de motivos de secuencia y estructura conservados, y por replicarse y acumularse

en el núcleo. La especie tipo de la familia Avsunviroidae es el viroide del manchado

solar del aguacate (Avocado sunblotch viroid, ASBVd) que junto a los otros tres

viroides se caracteriza por carecer de motivos conservados, por replicarse y

acumularse en el cloroplasto, y por ser capaces de formar estructuras ribozimáticas de

cabeza de martillo.

La enfermedad de la exocortis de los cítricos causada por el CEVd se describió

inicialmente como un desorden que afectaba a árboles injertados en Poncirus trifoliata

y que se caracterizaba por la presencia de grietas y escamas en la corteza de este

patrón, asociadas a enanismo más o menos acusado que conllevaba la

correspondiente disminución de la cosecha. Son también sensibles otras especies e

híbridos utilizados como patrones, como son la lima Rangpur (Citrus limonia L.), los

citranges (C. sinensis X P. trifoliata) Troyer y Carrizo y la lima Rangpur (C. limonia),

que al igual que el P. trifoliata desarrollan grietas y escamas en la corteza e inciden en

el tamaño y cosecha de los árboles afectados. La lima Tahití también es sensible y

manifiesta grietas en las ramas de los árboles que resultan frágiles y pueden

desgarrarse.

La enfermedad conocida como xiloporosis de los cítricos se describió

inicialmente en la lima dulce de Palestina y se caracterizaba por la presencia de

acanaladuras en la madera, que se correspondían con proyecciones de la corteza.

Page 2: LOS VIROIDES DE LOS CÍTRICOS ENFERMEDADES Y CONTROL.

Posteriormente se describió en tangelo Orlando otra afección conocido como cachexia

que se caracterizaba por la presencia de acanaladuras en la madera, proyecciones de

la corteza e impregnaciones de goma en la zona próxima a línea de injerto. Ambas

enfermedades están causadas por el mismo viroide, el viroide del enanismo del lúpulo

(Hop stunt viroid, HSVd), un viroide muy polífago que se ha descrito en varias

especies hortícolas, frutales y ornamentales. Aunque cachexia y xiloporosis se usan

indistintamente, el término “cachexia” es él mas aceptado por la comunidad científica.

En cítricos se han descrito variantes patogénicas y variantes no patogénicas de HSVd

y se ha determinado el motivo de secuencia responsable de la manifestación y

modulación de síntomas. Son sensibles a esta enfermedad el alemow (C. macrophylla)

utilizado como patrón y todos los cultivares de mandarino, clementino, satsuma e

híbridos de los mismos.

Además de los dos viroides mencionados (CEVd y HSVd), los cítricos pueden

ser portadores asintomáticos de otros cinco viroides (Tabla 1).

Viroides de los cítricos

Familia Género Especie Acrónimos Enfermedad

Pospiviroid Citrus exocortis viroid CEVd Exocortis

Hostuviroid Hop stunt viroid HSVd Cachexia

Apscaviroid Citrus bent leaf viroid CBLVd

Pospiviroidae Apscaviroid Citrus dwarfing viroid CDVd

Apscaviroid Citrus viroid V CVd-V

Apscaviroid Citrus viroid OS CVd-OS

Cocadviroid Citrus bark cracking viroid CBCVd

Estos viroides (CBLVd, CDVd, CVd-V, CVd-OS y CBCVd) no están asociados

a síntomas específicos, pero se ha demostrado que pueden incidir en el tamaño de los

árboles, e incluso se ha propuesto la utilización de alguno de ellos como factores

enanizantes para controlar el tamaño de los árboles. Hay que remarcar que los cítricos

suelen estar co-infectados con varios viroides, lo que incide sobre su efecto debido a

relaciones sinérgicas entre ellos. Por tanto, algunos viroides aparentemente

inofensivos (CBLVd o CDVd) cuando co-infectan junto CEVd a árboles injertados

sobre patrones sensibles a exocortis, inciden en la agresividad del CEVd.

El control de las enfermedades producidas por viroides es siempre de tipo

preventivo, es decir mediante el establecimiento de las nuevas plantaciones con

material certificado libre de viroides, y evitando su transmisión mecánica mediante las

herramientas de corte y poda. Para ello es imprescindible disponer de estrategias que

Page 3: LOS VIROIDES DE LOS CÍTRICOS ENFERMEDADES Y CONTROL.

permitan efectuar un diagnóstico fiable. El método tradicional para la detección de

viroides ha sido es bioensayo, es decir la inoculación y verificación de síntomas en

planas indicadoras seleccionadas para este fin, lo que se conoce como “indexing

biológico”. La planta indicadora por excelencia es el cidro Etrog que manifiesta

síntomas específicos de todos los viroides, y síntomas no específicos en el caso de

infecciones múltiples. Este tipo de diagnóstico es sensible y fiable pero tiene algunos

inconvenientes: (i) la necesidad de mantener las indicadoras en condiciones de luz y

temperatura adecuadas; (ii) la duración del bioensayo para hacer un diagnóstico

correcto, y que suele durar 6-12 meses; (iii) la capacidad técnica del personal para la

evaluación correcta de síntomas. Estas desventajas se han paliado mediante el

análisis de los cidros inoculados por métodos moleculares basados en la electroforesis

o la hibridación molecular, lo cual permite realizar el diagnóstico en un periodo de solo

3 meses. Recientemente, la disponibilidad de las técnicas desarrolladas en la biología

molecular está permitiendo realizar el diagnóstico incluso a partir de especies y

variedades comerciales cultivadas en condiciones de campo. La utilización de una u

otra de estas estrategias depende de la disponibilidad de infraestructuras adecuadas y

de personal entrenado para ello.

Para finalizar, hay que destacar que una citricultura competitiva y sana

depende de la implementación de programas de cuarentena, saneamiento y

certificación que permitan a los agricultores adquirir y plantar árboles con todas las

garantías sanitarias. Por otra parte es imprescindible desarrollar programas de

divulgación para informar al agricultor de las pautas a seguir. A continuación se

resumen una serie de pautas imprescindibles para evitar los daños asociados a

enfermedades y pérdidas debidas a la infección con viroides:

1) Utilización de material de propagación sano. Sólo las plantas certificadas

suministradas por viveros cualificados tienen la garantía de hallarse libres de

viroides. Los plantones de procedencia incierta pueden estar infectados con

viroides y el aspecto que presentan en el momento de su adquisición y durante

los primeros años de cultivo no garantiza su estado sanitario ya que las plantas

suelen manifestar problemas después de 4-5 años de iniciado el cultivo.

2) Utilización de yemas procedentes de plantas sanas para el injerto de patrones

suministrados por un vivero o producidos por el propio agricultor, y para el

sobreinjerto para realizar un cambio de variedad. Sólo las yemas suministradas

por viveros cualificados tienen garantía de encontrarse libre de patógenos. Las

yemas procedentes de plantas sin síntomas pueden ser portadoras de viroides

y por tanto no deben utilizarse como material de propagación o para

sobreinjerto. Las yemas procedentes de plantas establecidas inicialmente con

Page 4: LOS VIROIDES DE LOS CÍTRICOS ENFERMEDADES Y CONTROL.

material certificado pueden haberse infectado durante el cultivo y por tanto no

tienen la garantía de hallarse libre de viroides aunque no manifiesten síntomas.

3) Evitar la difusión de los viroides mediante la transmisión mecánica durante las

operaciones de injerto, poda y recolección. A diferencia de los virus, los

viroides son muy estables y pueden transmitirse con cualquier instrumento

capaz de efectuar heridas en el árbol (navaja, tijeras, sierra o serrucho). Solo la

desinfección utilizando una solución de hipoclorito sódico (lejía comercial) es

eficaz. La desinfección de los instrumentos de corte y poda es una práctica

ineludible para los viveristas ya que un solo árbol madre infectado puede

suponer el suministro de miles de plantones infectados.