Luz Ángela Argote O.

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REVISTA AQUICHAN - ISSN 1657-5997 AÑO 4 - Nº 4 - 18-29 - BOGOTÁ, COLOMBIA - OCTUBRE 2004 18 RESUMEN Entender las costumbres, los valores y los mitos asociados a la “dieta”, término con el que las adolescentes se refieren al postpar- to en Colombia, permite ofrecer un cuidado culturalmente con- gruente. Con ese propósito se entrevistaron 16 adolescentes, en dos ciudades capitales, utilizando la etnografía focalizada. Los conceptos y las prácticas de las jóvenes presentan un agudo con- traste con aquellos promovidos en el modelo biomédico de la pro- creación en la medicina occidental. Un aspecto que transita en ca- si todas las prácticas que desarrollan las adolescentes es el mante- nimiento del balance calor-frío, dentro de su cuerpo y con el am- biente. El descubrimiento cultural por parte de las enfermeras per- mite renovar la práctica profesional y propiciar la sensibilidad en el cuidado. PALABRAS CLAVE Cuidado cultural, puerperio, adolescentes. ABSTRACT Understanding adolescent mothers´ habits, values and myths re- garding the DIET, a term used by them to talk about the postpartum in Colombia, allows providers to offer a culturally congruent health ca- re to this group. To understand their self care belief and practices, 16 adolescent mothers were interviewed in two main cities using the mi- niethnography methodology. The adolescent´beliefs and practices are quite different to the ones promoted by the biomedical model regar- ding procreation. Maintaining hot-cold balance within the body and between the body and the environment is an common aspect of the adolescents’ practices. Discovering the culture allows the nurses to re- novate their professional practice promoting care sensibility. KEY WORDS Cultural care, postpartum, teenagers. 1. Profesora Titular, Escuela de Enfermería, Universidad del Valle, Colombia. [email protected] 2. Profesora Asociada, Facultad de Enfermería, Universidad Nacional de Colombia. [email protected] 3. Profesora Asociada, Facultad de Enfermería, Universidad Nacional de Colombia. [email protected] 4. Profesora Asesora Postgrados, Facultad de Enfermería, Universidad Nacional de Colombia. [email protected] 5. Profesora Titular, Escuela de Enfermería, Universidad del Valle, Colombia.[email protected] Luz Ángela Argote O. (1) Nancy Lucía Bejarano B. (2) Carmen Helena Ruiz de Cárdenas. (3) Lucy Muñoz de Rodríguez. (4) Martha Lucía Vásquez T. (5) Recibido: el 8 de marzo de 2004 Aprobado: el 3 de junio de 2004

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REVISTA AQUICHAN - ISSN 1657-5997

AÑO 4 - Nº 4 - 18-29 - BOGOTÁ, COLOMBIA - OCTUBRE 2004 18

RESUMEN

Entender las costumbres, los valores y los mitos asociados a la“dieta”, término con el que las adolescentes se refieren al postpar-to en Colombia, permite ofrecer un cuidado culturalmente con-gruente. Con ese propósito se entrevistaron 16 adolescentes, endos ciudades capitales, utilizando la etnografía focalizada. Losconceptos y las prácticas de las jóvenes presentan un agudo con-traste con aquellos promovidos en el modelo biomédico de la pro-creación en la medicina occidental. Un aspecto que transita en ca-si todas las prácticas que desarrollan las adolescentes es el mante-nimiento del balance calor-frío, dentro de su cuerpo y con el am-biente. El descubrimiento cultural por parte de las enfermeras per-mite renovar la práctica profesional y propiciar la sensibilidad en elcuidado.

PALABRAS CLAVE

Cuidado cultural, puerperio, adolescentes.

ABSTRACT

Understanding adolescent mothers´ habits, values and myths re-garding the DIET, a term used by them to talk about the postpartumin Colombia, allows providers to offer a culturally congruent health ca-re to this group. To understand their self care belief and practices, 16adolescent mothers were interviewed in two main cities using the mi-niethnography methodology. The adolescent´beliefs and practices arequite different to the ones promoted by the biomedical model regar-ding procreation. Maintaining hot-cold balance within the body andbetween the body and the environment is an common aspect of theadolescents’ practices. Discovering the culture allows the nurses to re-novate their professional practice promoting care sensibility.

KEY WORDS

Cultural care, postpartum, teenagers.

1. Profesora Titular, Escuela de Enfermería, Universidad del Valle, Colombia. [email protected]

2. Profesora Asociada, Facultad de Enfermería, Universidad Nacional de Colombia. [email protected]

3. Profesora Asociada, Facultad de Enfermería,Universidad Nacional de Colombia. [email protected]

4. Profesora Asesora Postgrados, Facultad de Enfermería, Universidad Nacional de Colombia. [email protected]

5. Profesora Titular, Escuela de Enfermería, Universidad del Valle, [email protected]

Luz Ángela Argote O. (1)

Nancy Lucía Bejarano B. (2)

Carmen Helena Ruiz de Cárdenas. (3)

Lucy Muñoz de Rodríguez. (4)

Martha Lucía Vásquez T. (5)

Recibido: el 8 de marzo de 2004Aprobado: el 3 de junio de 2004

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omo consecuencia de los grandes cam-bios que se han presentado en el mundoen los últimos tiempos, las adolescentesestán comenzando las relaciones sexua-les a edades cada vez más tempranas1.De acuerdo con un estudio realizado enColombia2, los jóvenes inician su vida se-xual, en promedio, a los 13,4 años, y lasmujeres a los 14,8 años. Estas tienen suprimer hijo alrededor de los 16,2 años.

Con relación a la fecundidad en ado-lescentes, en Colombia3 ha habido unaumento, puesto que en 1995 el 17% delas jóvenes entre 15 y 19 años ya habíantenido su primer embarazo, en compara-ción con el 19% para el 2000.

De esta manera, la gestación en laadolescencia se ha convertido en unapreocupación de la sociedad, pues no sesabe a ciencia cierta hasta qué punto losy las jóvenes están preparados para ejer-cer su sexualidad, afrontar el embarazo yasumir la paternidad y maternidad enforma responsable4. Por ello, el procesogestacional durante la adolescencia plan-tea unas necesidades especiales de cui-dado para la madre y su hijo, que debenser atendidas por la propia madre, su fa-milia y el sector salud.

La madre adolescente tiene queafrontar el periodo del puerperio llevan-do a cabo acciones de cuidado queusualmente son realizadas por ellas mis-mas y/o su familia. La mayoría de estasacciones provienen de tradiciones fami-liares, las cuales reflejan normas de cuida-do y comportamientos importantes enesta etapa del ciclo vital, y cuyas creen-cias y prácticas se transmiten a las nuevasgeneraciones. Si bien muchas de ellas soninocuas y pueden fomentar la unidad ycohesión familiar, otras prácticas, como

los tabúes alimentarios y los cuidados du-rante el puerperio, pueden menoscabarla salud física y el bienestar de las adoles-centes durante este periodo.

En Colombia, las adolescentes infor-maron haber padecido, más que las mu-jeres mayores de 20 años, problemas desalud durante el postparto. Entre ellos fi-guran: sangrado intenso de la vagina(18%), desmayo o pérdida de la concien-cia (6,4%), fiebre, temperatura y escalo-fríos (20%), dolor y ardor al orinar (19%),flujo vaginal (23%) y pérdida involuntariade orina. Sin embargo, las creencias cul-turales para enfrentar estos problemasson poderosas, y solo cuidadosos esfuer-zos podrán modificarlas o eliminarlas. Aveces las presiones para lograr cambios,del sector salud en general y de las enfer-meras en particular, se han llevado a cabode manera desconsiderada, con lo cuallos intentos por cambiar las prácticas tra-dicionales no son eficaces.

Para ofrecer un cuidado culturalmen-te congruente se deben conocer esas es-pecificidades, en lo que concierne a lascreencias y prácticas relacionadas con elcuidado que la misma madre adolescen-te se provee, y así se podrá determinarcuáles de ellas es importante preservar,reacomodar y reestructurar, para que suestado de salud y bienestar sea el mejorposible5. Las enfermeras desconocen lasprácticas de cuidado que durante elpuerperio realizan las madres adolescen-tes en nuestro medio. El hecho de cono-cerlas favorece que se establezca un pro-ceso empático entre estas y las enferme-ras, para ofrecer un cuidado congruentecon la cultura6.

Este estudio se llevó a cabo con elpropósito de contribuir a entender el

1. Garzón, L. M.; Ojeda, G. Estudio sobre conocimientos, actitudes y comportamiento sexual de los adolescentes en seis ciudades de Colombia, Dirección de Planeación e Investigación Profamilia, Bogotá, 1994,pp. 45-51.

2. ISS-Profamilia-Instituto Nacional de Cancerología. Encuesta sobre CAP en adolescentes, 1995.3. Profamilia. Encuesta Nacional de Demografía y Salud, Printex Impresores Ltda., Bogotá, 2000.4. Gutiérrez de G., Myriam. Embarazo y aborto en la adolescencia, II Curso de Atención Integral al Adolescente, Cafam, 1989, pp. 61-63.5. Leininger, M. Culture care diversity and universality: A theory of nursing, New York, National League for Nursing Press, 1991.6. Ibíd.

Los hallazgos del presente

estudio corroboran

que el puerperio no es

solamente un hecho

fisiológico, sino también un

proceso social,

que implica un ritual

durante los cuarenta días

postparto, en el cual,

para entrar y salir de él,

se debe realizar una

serie de interacciones,

que promuevan

el pasaje de un estado

social viejo a uno nuevo.

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sentido de las costumbres y prácticasasociadas al cuidado de la “dieta”, térmi-no con el que generalmente las adoles-centes, en Colombia, se refieren al perio-do postparto. Los hallazgos del presentetrabajo pueden proporcionar elementosque debemos incorporar en nuestras in-teracciones con las adolescentes, comoprofesionales de enfermería, no solo enlos espacios de los servicios hospitalarios,sino en otros escenarios comunitarios,donde con frecuencia interactuamos conellas.

Método

Para el estudio se eligieron dos ciuda-des de Colombia, Cali y Bogotá, ambascon tasas de fecundidad relativamentealtas entre la población adolescente: Ca-li con 21,2% y Bogotá con 16,7%7.

Para conducir el estudio se utilizó laetnografía focalizada. Este método seocupa de describir una cultura, y paraello el investigador debe realizar descrip-ciones narrativas e interpretaciones delfenómeno cultural, dentro del contextodonde él ocurre8. El número de partici-pantes en la etnografía focalizada es pe-queño y la investigación se limita a unaparte de un grupo social específico9. Elpunto de vista del nativo, o visión“emic”, es importante cuando se estu-dian subculturas en las cuales se ha desa-rrollado poca investigación, como es elcaso del significado del cuidado de sí delas adolescentes puérperas. Como mé-todo de recolección de la información seutilizó la entrevista no estructurada. Paracorroborar los hallazgos, se realizaronentrevistas grupales a informantesgenerales10.

Muestreo y recolección de los datos

Los datos de este estudio fueron ob-tenidos de entrevistas a profundidad du-rante el periodo comprendido entremarzo del 2001 y agosto del 2002.

Como los partos de las adolescentes,en las ciudades mencionadas, son aten-didos en su mayoría en hospitales de al-ta complejidad, la captación de las infor-mantes se llevó a cabo en dos hospitalesde tercer nivel. Allí se contactaba a la en-fermera jefe de la sala de puerperio,quien indicaba a las investigadoras cuá-les eran las adolescentes con menos de 8horas de haber tenido su parto y cuyobebé se había diagnosticado como re-cién nacido sano. Los datos que proveíala enfermera jefe del servicio se contras-taban con la historia clínica, y luego seprocedía a contactar a la joven, para ex-plicarle el propósito del estudio y lo rela-cionado con el consentimiento informa-do. Seguidamente, cada adolescente in-dicaba el día y la hora en que se podíarealizar, en su domicilio, la entrevista conla investigadora. Para la primera entrevis-ta de cada informante se desarrolló unproceso de interacción, que permitió ga-nar confianza entre ella y la investigado-ra, situación que facilitó la obtención dedatos. En su totalidad, las entrevistaseran grabadas, transcritas y analizadas elmismo día en que se realizaban. Con ba-se en ese análisis se preparaba la entre-vista subsiguiente. A cada informante sele pidió que describiera las acciones decuidado que ella misma y sus allegadosle proporcionaban.

Como una manera de asegurar lacredibilidad del estudio, se presentaba a

7. Profamilia. Salud sexual y reproductiva, resultados Encuesta Nacional de Demografía y Salud, Bogotá, Printex Impresores Ltda., 2000.8. Spradley, J. Participant Observation, Fortworth, Harcourt Brace Jovanovich College Publishers, 1980.9. Streubert, Helen; Carpenter, Dona. “Ethnographic research approach”. In: Qualitative research in nursing, Philadelphia, J. B. Lippincott Company, 1995.10. Spradley, J. The ethnographic interview, Fortworth, Harcourt Brace Jovanovich College Publishers, 1979.

El punto de vista del

nativo, o visión “emic”,

es importante cuando se

estudian subculturas

en las cuales se ha

desarrollado poca

investigación, como es

el caso del significado

del cuidado de sí de

las adolescentes puérperas.

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cada informante el análisis generado decada entrevista. Los dominios y taxono-mías que surgían del análisis de los datoseran confrontados permanentementecon las informantes, por medio de pre-guntas descriptivas, estructurales y decontraste11. En total, se entrevistaronocho adolescentes en Cali y ocho en Bo-gotá, cuyas edades oscilaron entre 13 y17 años. En promedio se realizaron cua-tro entrevistas por informante, con unaduración aproximada de hora y mediacada una. El criterio para determinar elnúmero de entrevistas que se debían rea-lizar fue el de saturación de datos, que serefiere a buscar nuevos informantes, has-ta que dejen de aparecer conceptos nue-vos. La saturación se alcanza cuando hayuna redundancia en la información, en lacual el investigador consigue iguales o si-milares datos, y los informantes no apor-tan nada diferente a lo dicho o hechoanteriormente12.

Entrevistas grupales

Se llevaron a cabo tres entrevistasgrupales, para confirmar la credibilidadde los datos recogidos. En Bogotá parti-ciparon tres parteras tradicionales, y enCali, dos parteras y un curandero de re-conocida trayectoria en uno de los secto-res de la ciudad. Estas personas actuaroncomo informantes generales. El propósi-to de las entrevistas fue mejorar la com-prensión de datos vagos y confirmar ha-llazgos significativos. En Cali, las entrevis-tas se realizaron en centros de salud, alos cuales los informantes generales re-mitían a sus pacientes, y en Bogotá, en ellugar de residencia de las parteras. Cadauna de las entrevistas grupales tuvo unaduración promedio de dos horas. Se uti-lizaron preguntas introductorias al tema,como: ¿Pueden decir ustedes cómo secuidan las adolescentes durante la dieta?

¿Cómo les indican ustedes a las adoles-centes que se cuiden?

Aspectos éticos

El estudio recibió la aprobación delComité de Ética de la Facultad de Saludde la Universidad del Valle y del Comitéde Investigaciones de la Facultad de En-fermería de la Universidad Nacional deColombia. Toda la información se consi-deró confidencial. Las identidades de lasinformantes fueron alteradas, a través deluso de seudónimos; para ello se solicitóel permiso a las mismas adolescentes.Cada informante aceptó verbalmente yfirmó el consentimiento para participaren el estudio, después de explicar el pro-pósito de la investigación. Se obtuvopermiso para grabar las entrevistas y seindicó que los resultados o hallazgos so-lo podrían ser presentados en eventoscientíficos y en revistas para la publica-ción de artículos de investigación.

Análisis de datos

El proceso de análisis de los datos et-nográficos implica una búsqueda de pa-trones, lo cual incluye un examen siste-mático de los mismos para determinarsus partes, y las relaciones entre estas ycon el todo. El análisis se realizó utilizan-do el concepto de análisis etnográfico deSpradley13, el cual incluye los dominios,taxonomías, análisis componencial y te-mas. Spradley considera un dominio co-mo una categoría. Cada vez que se reali-zaba una entrevista, se transcribía y seleía varias veces, buscando categorías na-tivas y relaciones semánticas, lo cual faci-litaba el descubrimiento de dominios. Es-te ejercicio ermitió el análisis crítico delas informaciones, con lo cual se prepara-ron nuevas preguntas, cuyas respuestasse intentaba encontrar en el trabajo de

11. Spradley, op. cit., 1980.12. Streubert, H.; Carpenter, D. Qualitative research in nursing: Advancing the humanistic imperative, Philadelphia, J. B. Lippincott Company, 1995.13. Spradley, op. cit.,1980.

El proceso de análisis

de los datos etnográficos

implica una búsqueda

de patrones, lo cual

incluye un examen

sistemático de los

mismos, para

determinar sus partes

y las relaciones

entre estas y con el todo.

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campo. Una vez identificados los domi-nios, se elaboraban preguntas estructu-rales y de contraste, que permitieran en-contrar las taxonomías, a través de lascuales se pudo descubrir la saturación deideas y patrones recurrentes, y finalmen-te se delimitaron los grandes temas. En elpresente trabajo se encontraron cincodominios generales y un tema cultural.Para su configuración se trató de elucidarcómo estaban relacionados los dominiosy qué patrones recurrentes se encontra-ban entre ellos.

Hallazgos

Identificación y discusión dedominios y temas

Los conceptos y las prácticas de lasadolescentes, de las dos ciudades estu-diadas, presentaron un agudo contrastecon aquellos promovidos por la medici-na occidental y del conocimiento profe-sional de enfermería, o conocimiento“etic”, los cuales se basan en el modelobiomédico de la procreación. En este úl-timo, el embarazo, el parto, el cuidadodel niño y el puerperio son vistos comoprocesos que deben ser intervenidos;hay trastornos biológicos y es indispen-sable la medicalización; por lo tanto, lamujer es separada de su entorno social yfamiliar. En el caso de las adolescentesque participaron en el estudio, su partofue atendido en el medio hospitalario denivel III, porque, de acuerdo con la Nor-ma Técnica de Atención14, estas mujerestienen riesgo de complicación, por su in-madurez fisiológica, y, por lo tanto, de-ben ser atendidas en instituciones queposean los recursos que permitan dismi-nuir la probabilidad de enfermedad ymuerte de la mujer y de su hijo.

En los hospitales, las creencias de lasadolescentes son puestas a prueba, ya

que deben ajustarse al sistema de creen-cias imperante en esas instituciones.

Un aspecto que permea casi todas lasprácticas de cuidado que desarrollan lasadolescentes durante el puerperio es elmantenimiento del balance del calor y elfrío dentro de su cuerpo, y de este con elambiente. Este equilibrio parece estarrelacionado con el balance limpieza-impureza.

Se debe resaltar que para las adoles-centes es indispensable mantener limpie-za en sus prácticas cotidianas, porquecon ello garantizan conservarse sanas enel futuro. A pesar de que el grado decompromiso y el tiempo dedicado a lasprácticas de cuidado eran variables entreuna y otra informante, para todas elpuerperio constituía una etapa durantela cual se debía evitar que el frío entraraal cuerpo, propiciar que el vientre se ce-rrara, alimentarse bien, limpiar el cuerpode impurezas y cuidarse el día 40.

Los hallazgos del presente estudiocorroboran que el puerperio no es sola-mente un hecho fisiológico, sino tam-bién un proceso social, que implica un ri-tual durante los cuarenta días postparto,en el cual, para entrar y salir de él, se de-be realizar una serie de interacciones,que promuevan el pasaje de un estadosocial viejo a uno nuevo.

El puerperio como rito de pasaje

Es importante observar que, en todaslas sociedades humanas, el embarazo, elnacimiento y el puerperio significan másque simples eventos biológicos, pues sonintegrantes también de una importantetransición del estatus social de “mujer” alde “madre”. A menudo, el cambio de unestado a otro se ve como un periodo de

14. Ministerio de Salud de Colombia. Resolución 412, 2000.

Es importante observar que,

en todas las sociedades

humanas, el embarazo,

el nacimiento y el puerperio

significan más que simples

eventos biológicos, pues son

integrantes también de una

importante transición

del estatus social de

“mujer” al de “madre”.

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incertidumbre y peligro, en el cual se lle-va a la persona de un estatus social “vie-jo” a uno nuevo.

Si nosotros vemos el puerperio comoun rito, los patrones de interacción entrelos individuos afloran claramente. Los ri-tos transicionales definen y regulan el pa-saje de un estado social a otro. En nues-tro caso, la adolescente puérpera transitaentre dos clases de identidad social. Di-cho control y protección está marcadosustancialmente por una mujer que pue-da apoyar a la madre puérpera adoles-cente en los cuidados de salud. Usual-mente, las mamás, las suegras o las her-manas son las que se ocupan de que sealcance cuidadosamente la transición.

Durante los primeros cuarenta días,la joven adolescente deberá guardar conpulcritud las pautas de cuidado que legarantizarán en el futuro cierto bienestarfísico y mental. La “dieta”, como se de-nomina este periodo, es un tiempo en elcual se diferencian con alguna claridadlos estadios de un ritual. Las tradicionesque comprende la “dieta” probablemen-te son de origen español15, y esta es eltiempo durante el cual la joven debe per-manecer “encerrada con el bebé” en sucasa, de preferencia en su cuarto.

Los ritos de transición tienen tres mo-mentos: la separación, la liminaridad y laentrada al nuevo estado social. Con la se-paración, la adolescente es física y sim-bólicamente apartada. Solo se puede te-ner contacto con ella a través de las visi-tas. Sus actividades durante ese tiempose limitan al cuidado de sí y al de su be-bé. Existen restricciones para deambular,comer, bañarse y tener relaciones sexua-les. En buena parte sus cuidados depen-den de la mujer que la acompaña, quienle suministra los “alimentos permitidos”y le ayuda a realizase baños y sahumeriospara equilibrar el calor que ha salido desu cuerpo.

En esta primera fase de separación sepuede “salir” a la calle o dentro de lamisma casa con algunas precauciones,las cuales están orientadas principalmen-te a minimizar que el frío entre al cuerpo,particularmente por los oídos, la cabezay los pies. Por lo tanto, “salir” para la jo-ven debe ser un acto debidamente justi-ficado e impostergable. Se justifica “sa-lir”, por ejemplo, para llevar al bebé alcontrol médico. Esta misión solo debeser realizada por la madre, a quien com-pete estar atenta de la evolución de suhijo. Dentro de la casa “se sale” para to-mar el baño en la mañana o para hacerlas necesidades fisiológicas. Las visitas ylas comidas deben realizarse preferible-mente en el cuarto. Si se “sale” dentrode la casa, se deben colocar pedacitos dealgodón en el canal auditivo externo, ycerrar puertas y ventanas por dondepueden entrar corrientes de aire.

Si se transita por el cuarto o por la ca-sa, debe usarse calzado, y por la noche,para dormir, es importante ponerse me-dias. Para desplazarse fuera del hogar espreciso, además de las recomendacionesanteriores, cubrirse la cabeza con unapañoleta o manta, pues el frío entra porla parte superior de la misma. Durante laseparación o primera fase de este rito, laadolescente se aparta del grupo social alcual pertenece, y sus relaciones socialesquedan reducidas, en gran parte, a lasfamiliares.

La segunda fase del rito, es decir, la li-minaridad, se presenta el día 40. Esta fe-cha la indica con precisión la joven. Elmomento se espera con gran expectati-va y las restricciones sociales son aún ma-yores. Se cuenta con el apoyo de una fi-gura femenina, representada por la sue-gra o la mamá de la adolescente.

Las preparaciones usualmente co-mienzan el día previo al 40 del postpar-to, cuando la madre, o la suegra, va al

15. Foster, G. “Culture and Conquest”, Viking Fund Publication in Anthropology, Nº 27, Chicago, Quadrangle Books. In: “Ethnography of fertility and birth”, Carol P. MacCormack, 1982, Academic PressLondon, 1960.

Los ritos de

transición tienen

tres momentos:

la separación,

la liminaridad y

la entrada al nuevo

estado social.

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mercado a comprar las yerbas para elbaño y el sahumerio16, que tienen laparticularidad de “sacar el frío del cuer-po”. El eucalipto, el cidrón y el matarra-tón poseen esta capacidad y garantizan“sacar todo lo malo” que ha sido reco-gido durante esos 40 días anteriores. Eldía 40 del postparto, la joven, atendidapor su madre o suegra, permanece en-cerrada en su habitación y desayunacon chocolate caliente y nuez moscada.Alrededor de las 4 ó 5 de la tarde se ba-ña con agua hervida, a la que se han in-corporado yerbas. El agua debe estar ti-bia al momento del baño, y el cuarto,completamente cerrado. De inmediatose realiza el sahumerio, esparciendo elhumo por la habitación; la joven se dis-pone a dormir, arropándose hasta elotro día. La salida del frío se asegura,porque entra calor cuando se bebe elchocolate, la piel se pone en contactocon el agua tibia y el ambiente cálido semantiene con el humo y las ventanas ypuerta cerradas. Estos actos conjuran elfrío y, por lo tanto, evitan en un futuro,“con los años”, dolores de cabeza,escalofríos y fiebres, en el mejor de loscasos, y la locura en circunstanciasextremas.

La tercera fase del rito, o reincorpo-ración al nuevo estado social, se eviden-cia después del día 40, cuando la jovenpuede realizar paulatinamente sus activi-dades usuales.

Gracias a la cuarentena se logran laayuda y los cuidados que en rarasocasiones se tendrían: una alimentaciónproteico-calórica, un ambiente de pro-tección con el bebé, que facilita lacompenetración de la madre y el niño,y, finalmente, un apoyo de las mujeresde la familia, para evitar que la jovenrealice acciones que pongan en riesgosu recuperación.

En la cultura del cuidado de la ado-lescente puérpera predomina la creenciade que, para sentirse bien y funcionar,debe procurarse una armonía consigomisma y con la naturaleza. La falta de es-ta causa enfermedad e incapacidades.Estar en armonía implica, como se indi-có anteriormente, evitar que la matriz sedescuelgue, alimentarse bien, limpiar elcuerpo de impurezas, cuidar los senos eimpedir con gran esmero que el frío en-tre al cuerpo.

Evitar que el frío entre y se quede en el cuerpo:una misión trascendentedurante el puerperio

Durante el parto, las adolescentesperciben que el cuerpo se abre y es vul-nerable a la entrada de frío. En el puer-perio continúa la entrada del mismo, através de los poros, la vagina, la cabezay los oídos, y puede producir desde le-ves malestares, hasta dolencias que afec-tarán para siempre su estado de salud,sin posibilidades de que la medicina oc-cidental pueda remediarlo.

Las adolescentes puérperas entien-den que su cuerpo tiene puertas de en-trada para el frío. Este, representadoprincipalmente por el sereno, enfría lasangre y se distribuye por todo el cuer-po. Esta creencia es narrada por uno delos informantes generales como sigue:

“En el momento que nace la criatura seabren todos los poros. Las mujeres que notienen en cuenta eso, entonces se desvisten,abren la llave del baño y se bañan. Ese frío,ese pasmo, ese hielo del agua, se concentra,le entra por los poros y ahí viene el enfria-miento de la sangre, la mala circulación, eldolor de cintura, de los huesos, de la cabeza,de los ojos, de los oídos...”. Rosa (partera).

16. Humo aromático producido cuando se colocan yerbas secas al fuego.

En la cultura del

cuidado de la

adolescente puérpera

predomina la creencia de

que, para sentirse bien

y funcionar,

debe procurarse una

armonía consigo misma y

con la naturaleza.

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En esta ecuación simbólica, la sangrees clasificada como caliente, y el viento yel agua como fríos. Para entender la lógi-ca del cuidado durante el puerperio, esnecesario saber que el cuerpo femeninose representa como algo que se abre y secierra. En este sistema simbólico de pola-ridad, el cuidado está orientado a preser-var el balance entre lo caliente (la san-gre) y lo frío que entra a la adolescente(el viento, el agua).

Se toman las medidas necesarias pa-ra que no entre demasiado frío, porqueaunque este ingrese durante los 40 pri-meros días después del parto, cuando elcuerpo permanece abierto, no es conve-niente que lo haga en grandes propor-ciones, puesto que puede producir daño.Se trata de obstaculizar la entrada, y du-rante el sahumerio sacar el frío que pudofiltrarse. Existen maneras para cerrar obloquear el ingreso del frío: usar algodo-nes en los oídos, colocarse una pañoletaen la cabeza, fajarse con una sábana, ba-ñarse con agua tibia y abrigarse bien. Deotro lado, además de las medidas que setoman para bloquear la entrada del fríoen el cuerpo, hay otras que se llevan acabo en el ambiente donde reside laadolescente. Por ejemplo, es necesariomantener las ventanas cerradas, para evi-tar las corrientes de aire.

Otras formas de evitar el ingreso delfrío es ingerir alimentos calientes, puesestos al penetrar, como en los casos ante-riores, bloquean la entrada al cuerpo delpasmo o frío. Como los objetos metálicostambién son transmisores de bajas tem-peraturas, deben evitarse. Igualmente, elfrío puede afectar la lactancia; entonces,además de evitar los alimentos fríos, de-ben ingerirse aguas aromáticas calientes.

Realmente se justifican todos los es-fuerzos que hace la adolescente puérpera

para evitar que el frío ingrese a su cuerpo,pues a lo que se apuesta es a la preven-ción de enfermedades derivadas de la ex-posición a temperaturas bajas.

De lo anterior se puede deducir queel nacimiento, por cualquier vía, colocaal cuerpo de la mujer en situación deriesgo, pues lo “abre” y facilita el ingresodel frío por diferentes vías. Así, la adoles-cente debe protegerse de él, pues aun-que los estragos que produce no siempreson inmediatos, no tienen curación, ni acorto ni a largo plazo.

Se trata de un tratamiento profilácti-co orientado a mantener un balance en-tre el frío y el calor, para lo cual una mi-sión trascendente, durante el periodo dela “dieta”, es evitar que el frío entre y sequede en el cuerpo de la joven.

Cerrando el vientre para mantener la matrizen su lugar

Como se indicó, después del parto elcuerpo queda abierto y vulnerable. Dosde las partes afectadas con el nacimientoson “la cadera” y “el vientre”. Este seabre, y el útero queda “blandito” y “de-licado”, lo cual favorece su desplaza-miento a un lado o hacia fuera. Desde elprimer día postparto, la adolescente de-be apretarse el abdomen, bien sea conuna sábana, una pantaloneta o una fajaelástica. Las mujeres que la cuidan sabensobar y colocar la sábana alrededor delabdomen, de las nalgas y las caderas. Deesta forma se cierran los músculos, elútero se acomoda y se evita que el abdo-men quede grande. El siguiente relatoilustra la manera como se puede efectuareste cerramiento:

Se trata de un

tratamiento profiláctico

orientado a mantener

un balance entre el frío

y el calor, para lo cual

una misión trascendente,

durante el periodo de la

“dieta”, es evitar que el frío

entre y se quede en el

cuerpo de la joven.

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“Yo las sobo después de haber tenido al be-bé, hago masaje corporal, les arreglo la ma-triz. Luego las apreto desde la espalda y lacadera con una sábana”. Rosa (partera).

“Me coloco una pantaloneta que apriete losmúsculos para cerrarlos, especialmente de lacadera y el vientre. Así logro que el útero seacomode y evito que se descuelgue. Se tra-ta de sostener el útero con la faja. Como elútero estaba tan grande toca sostenerlo,porque él solo no va a poder volver a la nor-malidad, aunque por naturaleza volvería,pero si uno no se cuida, quedan la barrigui-ta y las caderas anchas”. Liz, 14 años.

Para contrarrestar la salida del útero,la adolescente puérpera debe reposar, nohacer fuerza y evitar las relaciones sexua-les durante la dieta.

“Hay que tener mucho cuidado con la ma-triz, uno la tiene muy delicada, muy blandi-ta. Con cualquier fuerza que uno haga sepuede salir. Por eso, durante la dieta no sedebe barrer, trapear, lavar, agacharse o car-gar demasiado al niño”. Nini, 16 años.

Como se observa, además de la pola-ridad frío-calor, descrita en el dominioanterior, se encuentra el pensamientodual de abrir y cerrar. En ambos casoshay un énfasis en el orden, el balance yla jerarquía. La salud de las adolescentesdurante el puerperio depende del balan-ce con el mundo natural, y la salud de unórgano (útero), del equilibrio de este conlas estructuras aledañas.

La doble garantía de alimentarse bien: beneficios para la madre yel bebé durante la “dieta”

Como se indicó anteriormente, lamadre, además de no recibir sereno,debe tomar precauciones para que el fríono entre al cuerpo través de los ali-mentos. Por ello, en lo posible debe

consumir los alimentos tibios o calientes.Esta precaución favorece también al be-bé, pues evita la producción de gases ylos cólicos resultantes de tomar lechematerna cuando la madre ha ingeridoalimentos fríos.

Durante el periodo de confinamien-to, se aconsejan ciertas restricciones die-téticas: los alimentos poco cocidos, sala-dos o grasosos son perjudiciales, porqueinflaman la matriz, irritan los puntos dela episiorrafia y demoran la cicatrizaciónde la misma. Adicionalmente, los alimen-tos con grasa tienen efectos nocivos en elrecién nacido, principalmente gastroin-testinales, como vómito, diarrea e irrita-ción en el ombligo. Al respecto, las infor-mantes relatan:

“Mi mamá cuida para que no coma fritos,carne de cerdo o huevos. Los alimentos quecomo con grasa hacen que mi bebé ensucieblandito, con frecuencia y le dan cólicos”.Rosa, 14 años.

“Yo evito comer cosas con grasa, porque lospuntos (de la episiorrafia) se demoran encaer y además le pueden irritar el ombligo alniño”. Amelia, 15 años.

“La carne frita, el cuero de pollo y la carnede cerdo producen inflamación de la matriz.Uno durante la dieta no debe comer cosascon grasa”. Nini, 16 años.

Para la adolescente, alimentarse bienimplica comer a las horas establecidas.Los horarios deben observarse con regu-laridad, pues ello contribuye a garantizaruna buena nutrición. Ingerir “cosas quealimenten”, como el sancocho, el caldode gallina, el pollo, agua de panela concanela, coladas de avena, hígado y ver-duras, ayuda a recobrar la fuerza dismi-nuida por el proceso del parto, y aumen-ta la producción de leche. Por el hechode “alimentarse bien”, la adolescente tie-ne fuerzas para criar a su bebé y para queeste se “críe fuerte”.

Para la adolescente,

alimentarse bien implica

comer a las horas

establecidas.

Los horarios deben

observarse con regularidad,

pues ello contribuye a

garantizar una

buena nutrición.

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Transitando la adolescente por el puerperio

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Limpiar el cuerpo de impurezas: un empeñode la puérpera durante la “dieta”

En las prácticas de resguardo se en-cuentra el principio de que la sangre tie-ne que fluir, salir. Esto hace parte delequilibrio de las cosas y del presupuestoy necesidad de circulación de los fluidos.De nuevo, las dicotomías se hacen pre-sentes en este dominio: entrar y salir. Elfluir, concebido como principio ordena-dor del cuerpo, tiene que ver con la ne-cesidad de la puérpera adolescente deexpulsar de su cuerpo todo lo que quedóde residuo en su organismo. Después deexpulsada la placenta, viene un procesode limpieza de la matriz, donde todos loscoágulos tienen que salir.

El puerperio, desde esta perspectiva,pareciera concebido como algo que estáen proceso de purificación, especialmentepara expulsar la sangre acumulada duran-te los nueve meses de gestación. Esta de-be ser evacuada, porque es sangre “ma-la”, “residuos” o “restos”, como general-mente la llaman. Aquella acumulada, queno sale, produce inflamación de los ova-rios y dolor e infección de la matriz.

El empeño de las puérperas adoles-centes por limpiar el cuerpo durante ladieta, conduce a que ellas lo hagan tan-to por dentro como por fuera. Con estepropósito, toman aguas aromáticas dediferentes yerbas, se aprietan el abdo-men para expulsar lo “malo” y, por últi-mo, se hacen el sahumerio el día 40.

Las aguas aromáticas se ingieren eninfusión con agua caliente, o agua de pa-nela también caliente; esta situación ayu-da aún más a salir los coágulos, puestoque se creía que el agua fría volvía la san-gre con coágulos. Es aquí donde el pro-ceso de purificación del cuerpo, por den-tro del mismo, se logra con la ingestión

de aguas aromáticas. Una de las puérpe-ras adolescentes lo narra así:

“Las aguas de manzanilla, hierbabuena, ca-léndula, albahaca, toronjil, limpian las par-tes de adentro del cuerpo, como los riñonesy los ovarios”. Diana, 15 años.

Apretarse el abdomen es una tareaque las puérperas adolescentes hacencon mucho esmero, porque además deayudarles a mantener su figura, para noquedar gordas, y cerrar las caderas, lesfacilita la expulsión de los coágulos y, porconsiguiente, la salida de los restos quequedan dentro de la matriz. Esta es unamanera externa de limpiar las impurezas,al propiciar que los restos de sangre pre-sentes en el útero sean expulsados me-diante la aplicación de fuerza sobre el ab-domen. Los elementos utilizados puedenser fajas bien apretadas o sábanas. Lalimpieza externa del cuerpo se lleva a ca-bo mediante el baño con agua tibia y ja-bón, cada tercer día, el aseo de los geni-tales, y colocándose ropa limpia.

Las prácticas de cuidado que desa-rrollan las adolescentes, durante el puer-perio o “dieta”, están orientadas de unamanera holística. Así, no es un fragmen-to de su cuerpo el que es objeto de aten-ción, sino, por el contrario, es su corpo-ralidad, en el sentido de totalidad, la quedebe ser protegida del desequilibrio, dela inestabilidad o del desajuste gene-rados por el proceso del embarazo y elparto.

La adolescente, desde el embarazo,se prepara para enfrentar los peligros yamenazas que implica el mismo embara-zo y el parto. El concepto que ella incor-pora, transmitido en su entorno social yfamiliar por sus amigos y parientes, esque el postparto implica un camino porel cual se puede transitar con cautela,pues durante el trayecto hay peligrosque se deben sortear. El camino, a pesarde sus fronteras difusas, tiene la especialconnotación de que debe ser transitado

La adolescente, desde

el embarazo, se prepara para

enfrentar los peligros y

amenazas que implican

el mismo embarazo

y el parto.

El concepto que ella

incorpora, transmitido en

su entorno social y

familiar por sus amigos y

parientes, es que el

postparto implica un

camino por el cual se

pueden transitar con

cautela, pues durante el

trayecto hay peligros

que se deben sortear

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REVISTA AQUICHAN - ISSN 1657-5997

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por un tiempo límite, 40-42 días despuésdel parto, al cabo del cual el cuerpo, de-pendiendo del cuidado, logra el ajustecompleto.

Durante la dieta, todo el cuidado de-be estar orientado a tratar de mantenerrigurosamente el balance, tanto dentrodel cuerpo, como de este con el ambien-te en que está inmerso. Puede presentar-se un desequilibrio entre el frío y el calor,entre la limpieza y la impureza o entre laapertura y el cerramiento del cuerpo. Ladimensión equilibrio-desequilibrio, en latríada embarazo-parto-puerperio, operade la siguiente manera: la mujer embara-zada se considera en una condición decalor; el cuerpo se abre a causa del parto,y la mujer entra en un estado de frío, yaque la sangre, como elemento que man-tiene caliente el cuerpo, se pierde. Estaamenaza se incrementa, porque a la pér-dida de sangre se adiciona la abertura delos poros, la cabeza y el vientre, lugarespor donde entra el frío.

De otra parte, el frío o “pasmo”, y lasangre acumulada durante nueve me-ses, son elementos considerados peli-grosos, pues distorsionan el lábil equili-brio de la adolescente durante la “die-ta”. Ellos deben ser “limpiados” antesdel día 40, aprovechando que el cuerpoestá abierto.

Con esta representación se puede de-ducir que la mujer se ve abocada a lucharcontra fuerzas difíciles de controlar o ani-quilar, porque están fuera del alcance desu voluntad. Por lo tanto, la única defen-sa de la adolescente puérpera es realizarcon esmero los cuidados, para que,

como escudos, no permitan la entrada adichas fuerzas. Así se impide que se pro-duzcan estragos en el futuro reproducti-vo de la mujer y los que se generan poradquirir el “pasmo”.

Implicaciones para la enfermería

Tener como referencia los resultadosde este estudio ayudará a mejorar la vi-sión simplista y unilateral que, a veces,suele acompañarnos cuando ofrecemosel cuidado. En el contexto cultural de lasjóvenes, también nos puede ayudar a in-corporar el cuidado con un toque mássensitivo y congruente, es decir, más hu-mano.

Entonces, el gran desafío consiste enun cambio de actitud, que debe comen-zar con una evaluación de nuestros valo-res y creencias. Este es un paso indispen-sable, para que la comunicación con lasjóvenes sea lo más asertiva posible. Acla-rando nuestros valores tendremos el ca-mino más expedito, no solo para recono-cer la diferencia de ellos con los valores ycreencias de los demás, sino también pa-ra respetar y entender esa distinción.

Ganar conocimiento de la cultura delos otros facilita la interacción en el cui-dado, porque la enfermera puede con-certar, con las personas y su familia, lasacciones potenciales y las alternativas decuidado, con base en sus propias creen-cias y valores. Así, el plan de cuidado sedetermina conjuntamente, para hacerloaceptable y congruente con la cultura17.

17. Leuning Ch.; Swiggum, P.; Barmore, H; McCullough-Zander, K. “Proposed Standards for Transcultural Nursing”, J.T.N., 13 (1): 40-46, 2002.

Las prácticas de cuidado

que desarrollan las

adolescentes, durante

el puerperio o “dieta”,

están orientadas de una

manera holística.

Así, no es un fragmento

de su cuerpo el que

es objeto de atención,

sino, por el contrario,

es su corporalidad, en

el sentido de totalidad,

la que debe ser protegida

del desequilibrio,

de la inestabilidad o

del desajuste generados

por el proceso del

embarazo y el parto.

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Transitando la adolescente por el puerperio

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