MADURAR JUGANDO

19
MADURAR JUGANDO Lisa Miller – Clínica Tavistock Lesley Maroni – Nueva Clínica Tavistock

Transcript of MADURAR JUGANDO

Page 1: MADURAR JUGANDO

MADURAR JUGANDOLisa Miller – Clínica TavistockLesley Maroni – Nueva Clínica Tavistock

Page 2: MADURAR JUGANDO

Los juegos de imaginación, en los que los niños imitan y se inventan situaciones, son muy útiles para el desarrollo mental del niño de cuatro años. Por ejemplo, cuando Jessica estuvo ya bien adaptada a la escuela infantil pasó por un período en el que tanto en casa como en la escuela jugaba sola con una serie de muñecas que componían una familia. Estaba usando el juego para darle vueltas a sus ideas sobre cómo se lleva la gente entre sí. Inventaba historias con las muñecas. A veces ella dirigía totalmente el cotarro y las muñecas hacían exactamente lo que ella quería, mientras que otras veces las muñecas no se portaban así de bien y se producían discusiones y peleas.

Page 3: MADURAR JUGANDO

Otro juego comedia es el de pretender que se es otra persona. Disfrazándose o simplemente pretendiendo que va vestido de otra manera, el niño de cuatro años se identifica con personajes distintos y estudia sus caracteres. Así, no es casualidad que sea tan popular entre los niños jugar a papás y mamás. También, los niños piensan mucho en lo que significa ser niña y lo que significa ser niño.

Page 4: MADURAR JUGANDO

Las respuestas a esas preguntas dependen en parte de las ideas que se tengan sobre niñas y niños y mujeres y hombres en la sociedad en la que el niño vive. Pero dependerán también de la manera en que se combinen dos factores: primero, el sentimiento claro que tenga el niño de ser quien es y lo que es; segundo, la capacidad del niño para identificarse con personajes diversos.

Page 5: MADURAR JUGANDO

Con la imaginación todos somos capaces de intuir cómo es cada persona. Nos ayuda a hacerlo el conocimiento que tengamos de los diversos aspectos de nuestro propio carácter. El niño que es duro y despectivo con niños más pequeños que él obra así porque tiene reprimida su propia faceta de niño protector y dulce. La niñita que se va quedando por los rincones y no se atreve a unirse a los demás tiene olvidado el carácter emprendedor y valiente que hay dentro de ella.

Page 6: MADURAR JUGANDO

A veces preocupan a los padres las clases de identificaciones que los niños hacen. Una madre tenía decidido que las niñas han de ser resueltas y no le gustaban los estereotipos sexuales al uso. Por eso se quedó perpleja cuando su hija desarrolló una pasión por los collares y los vestidos y tomó el aire de una princesita. Cuanto más se esforzaba por persuadir a Nell de que usara jeans y más insistía en que las joyas y el ballet son cursilerías, más se afianzaba Nell en sus gustos y más cosas se ponía encima para parecerse a una reina.

Page 7: MADURAR JUGANDO

Conviene saber que pasiones como esa de Nell suelen ser pasajeras. La realidad es que Nell estaba explorando un deseo suyo de ser una gran señora muy bien vestida, y cuantos más jarros de agua fría le echaba encima su madre, más molesta y amenazada se sentía Nell. Una historia parecida es la de Mike, cuyo padre cogió un enfado cuando vio al niño metido en un vestido de mujer y llevando un bolso. Mike no estaba confundido, sabía muy bien que era un niño. Lo que pasa es que en ese momento estaba pensando en cómo sería eso de ser mujer, y lo expresó dramatizándolo.

Page 8: MADURAR JUGANDO

A esta edad los niños cambian rápidamente de juegos. Tal vez solamente se deba uno sentir intrigado si el niño se queda mucho tiempo impersonalizando un mismo personaje. Por ejemplo, el niño que siempre hace el papel de bebé en los juegos con otros niños puede ser que esté encontrando difícil afirmarse como niño de mayor edad.

Page 9: MADURAR JUGANDO

JUEGO COOPERATIVO

Sin embargo, en general, los niños se muestran más dispuestos a empezar a compartir ideas y a combinarlas para construir algo mejor que lo que habrían conseguido si hubieran seguido solos.

A esta edad, los niños pasan de jugar solos, los unos junto a los otros, a establecer un juego más cooperativo: se han dado cuenta de que si trabajan juntos, pueden obtener algo distinto. Por supuesto, siempre hay niños que quieren dirigir lo que sucede, otros que prefieren seguir a los líderes y, aún otros, que prefieren seguir jugando solos.

Page 10: MADURAR JUGANDO

JUEG

OS Y JU

GU

ETES

Hoy día tenemos una enorme diversidad de juguetes diseñados para niños de cuatro años. Es importante reflexionar sobre el significado que las cosas tienen para el niño, y claro está que los diferentes juguetes tienen diferentes significados para él.

Page 11: MADURAR JUGANDO

Existen juguetes que consisten en piezas con las que se construye algo, que ayudan al niño a pensar cómo funcionan las cosas, cómo se hacen, cómo se reparan.

Page 12: MADURAR JUGANDO

La actividad física, como el trepar por las barras y el montar en la bicicleta o en el triciclo, desarrollan la confianza mental y también la musculatura. Hay juguetes como las muñecas y los ositos capaces de adquirir su propia personalidad.

Page 13: MADURAR JUGANDO

Jugar incluye pensar acerca de las dos realidades básicas: la realidad del mundo exterior, de los sitios, las cosas y la gente; y la realidad del mundo interior, el mundo de la imaginación, la memoria, las ideas, los sentimientos, un mundo que está tan lleno de personajes imaginarios como el mundo exterior está lleno de gentes de verdad. En sus juegos el niño de cuatro años da vueltas en su mente a cuestiones básicas acerca de lo que es la realidad, tales como qué diferencia hay entre lo que es “de verdad” y lo que es “de mentira”, entre hecho y ficción, entre verdad y mentira.

Page 14: MADURAR JUGANDO

A veces a los niños les gusta que los padres entren en sus juegos. Hasta hay veces que los niños fuerzan con insistencia a los padres a jugar con ellos. Los niños que no saben jugar solos son un poco preocupantes, además de ponerse a veces muy cargantes. La mayoría de los niños acaban aprendiendo a jugar con los adultos, con otros niños y a jugar solos. Por supuesto que cada niño tiene sus preferencias pero en general todos ellos gustan de jugar de las tres maneras. Si un niño pasa tiempo sin atreverse a jugar o no sabiendo a qué jugar, tendremos que tratar de ver qué le está pasando.

Page 15: MADURAR JUGANDO

La madre de Carola solicitó consejo profesional acerca de la niña. Carola se había hecho tan tímida y tan nerviosa a la hora de jugar que era casi como si le hubiera cogido miedo a los juguetes. El psicoterapeuta estuvo observando a Carola y a la madre juntas. En la habitación había muñecas y otros juguetes. Carola se puso a jugar al lado de su madre, cogió una muñeca y la iba a acostar en la cuna cuando la muñeca se cayó de costado. “¡Oh, pobre muñeca!”, gritó la madre con voz angustiada. Carola quedó paralizada. Dejó la muñeca y vino a pegarse a la madre. Hay niños que disfrutan con que los adultos se mezclen en sus juegos, pero éste no era el caso de Carola. Poco a poco se fue viendo claramente que Carola era uno de esos niños que necesitan que se les refuerce su seguridad ayudándoles a trazar bien clara la línea entre hecho y fantasía. Las muñecas son muñecas y las personas son personas. Necesitaba asegurarse de que las cosas son lo que son. Ocurría que su inseguridad había contagiado a su madre y ésta estaba sintiendo angustia. La madre, en vez de reflexionar sobre ello y ver qué se podía hacer, le estaba devolviendo la angustia a la niña.

Page 16: MADURAR JUGANDO

¿Qué tenemos que decir acerca de la cantidad y las clases de juguetes? A todo el mundo le gusta comprarle un juguete a un niño. Con frecuencia -¿y por qué no?- nos gusta comprarles a los niños cosas que nosotros mismos no hemos tenido o cosas que a nosotros nos han gustado cuando éramos niños. Claro está que a veces nuestros niños son distintos de nosotros y nos equivocamos con ellos. También ocurre a veces que los padres ven molestos que su niña de cuatro años deja arrinconado un juguete caro y se entretenga a las mil maravillas con una cacerola vieja, dos jarritas de plástico, unos tarros de jalea vacíos y buena cantidad de barro. Es el sentido común el que nos marca un término medio. Unas veces habrá que seguir los gustos del niño y otras veces convendrá despertar en él gustos nuevos, y todo esto manteniendo un equilibrio entre lo que es demasiado y lo que es demasiado poco.

Page 17: MADURAR JUGANDO

El exceso de juguetes crea problemas. Probablemente es cierto que si el niño cree que se le pueden estar comprando cosas nuevas todo el tiempo pierde interés en lo que tiene. La vista de muchos juguetes rotos, aunque estén ya suplantados por los nuevos, tiene un efecto deprimente. Por supuesto que la mayoría de adultos preferiríamos que nuestros niños no creyeran que el camino hacia la felicidad está en poseer más y más cosas.

Page 18: MADURAR JUGANDO

El niño que está todo el tiempo diciendo “quiero esto, quiero lo otro” no es más feliz cuanto más tiene. Lo que está haciendo ese niño es decirnos de manera velada que está echando de menos algo. El nuevo juguete o la nueva bolsa de caramelos no podrán apaciguar sino por breve tiempo ese sentimiento de que algo le falta. En seguida vendrá una nueva demanda. En vez de acallar las quejas con amenazas, recapacitemos y tratemos de ver qué es lo que está pasando con el niño.

Page 19: MADURAR JUGANDO

Una última reflexión sobre los juguetes. A la edad de cuatro años los niños suelen seguir apegados a su osito o a su mantita. Ésta es cuestión muy delicada y debemos ser respetuosos con el niño al tratar esos objetos pero debemos también hacerlo desde una perspectiva adulta. Por un lado sabemos lo importantes, a veces lo necesarios, que esos objetos son para el niño de cuatro años. Por otro lado no siempre es útil hacer como si también nosotros creyéramos que sin el osito el mundo se viene abajo. Todos los niños necesitan para sentirse seguros tener la convicción de que están gobernados por los adultos, por gente que conoce bien la realidad. Con eso como telón de fondo el niño se siente seguro para representar papeles, sacar a la luz sus conflictos y jugar con las ideas de lo real y lo no real.