Magisterio 59
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Democracia y equidad de género en la Escuela Normal
Formación continua para desarrollar
programas de superación profesional
La relación Yo-Tú y Yo-Ello en la educación
Dirección General de Educación Normal y Desarrollo Docente
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Magisterio, órgano de difusión de la Dirección General de Educación Normal y Desarrollo Docente. Publicación trimestral. Revista Electrónica. Año 11. Núm. 59, Julio - Septiembre de 2012. Número de autorización del Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal CE: 205/09/03/13 Las opiniones contenidas en los artículos son responsabilidad de los autores, no reflejan necesariamente la opinión de la dependencia. Se autoriza la reproducción de los materiales, siempre que se cite la fuente. Los artículos no firmados son responsabilidad de la redacción.Domicilio: Av. José Vicente Villada Núm. 112. Primer piso. Col. La Merced y La Alameda. Toluca, Estado de México. C. P. 50080. Tel. y Fax (722) 2 14 45 35. E-mail: [email protected]
CoordinadoraGloria María
Concepción García Chávez
Asesor editorialInocente Peñaloza García
Corrección de estiloConsuelo Cardona Estrada
Cinthia Leticia Rivero MoralesAlberto Julián Díaz Argueta
Diseño gráficoConsuelo Cardona Estrada
Cinthia Leticia Rivero Morales
COMITÉ EDITORIAL
Presidente José Regino López Acosta
VicepresidenteGabriel Cruz Malpica
Secretaria técnicaGloria María
Concepción García Chávez
Diseño de portada y contraportada:
Cinthia Leticia Rivero Morales
D I R E C T O R I O
Editorial
La mejora de la práctica docenteOmar R. Jiménez Huerta
Democracia y equidad de género en la Escuela NormalMaría Antonieta Guerrero Soto
Educación para la recepción crítica Marco Antonio Hernández Gómez
Evaluación como actividad crítica del desempeño docenteMiriam Margarita Hernández Gómez
La paráfrasis: reformulación explicativa como divulgación del conocimiento (segunda de dos partes)Edmundo Martínez García
La calidad de la educación en MéxicoMaría Elena Martínez Sánchez
Obra PlásticaVictor Betancourt López
PoesíaAlma Delia Fuentes NogalesConsuelo Cardona Estrada
Analfabetismo tecnológico, obstáculo de la educación actualBertha Vázquez Rodríguez
La relación Yo–Tú y Yo–Ello en la educaciónMireya Benítez López
Formación continua para desarrollar programas de superación profesionalSamuel García Duarte
Aspectos esenciales para que exista calidad educativa en las escuelasIrma Rocio Orihuela Arce
Sistema Automatizado de Escalafón
Contenido
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MAGISTERIO 1
A raíz de las evaluaciones que se han hecho para conocer las
condiciones en que viene funcionando el sistema educativo nacional,
desde el punto de vista de las instituciones, los profesores y los
estudiantes, la calidad educativa se coloca nuevamente en el centro
del debate y de la refl exión sistemática. Tanto los especialistas
como los profesores y la sociedad en su conjunto esperan que la
nueva cultura de la evaluación genere importantes progresos en la
educación, particularmente los aspectos que se relacionan con la
calidad.
Durante mucho tiempo, el interés por resolver el problema de
cobertura, a fi n de garantizar el acceso a la educación en los términos
previstos por el artículo 3º. Constitucional hizo prevalecer en las
evaluaciones el criterio cuantitativo, que, aunque no soslayaba los
aspectos de calidad, tampoco los privilegiaba.
Sin embargo, en el constante devenir de las reformas e innovaciones
educativas, ambos criterios se fueron empatando hasta el grado de
formar conciencia de que el compromiso no sólo consistía en crear
oportunidades para todos, sino que la educación ofrecida tuviera
estándares de calidad semejantes a los que existen en otras regiones
del mundo, a fi n de lograr que los egresados de las instituciones
educativas pudieran competir en igualdad de circunstancias con los
de otras naciones, y de esa manera conseguir que el país fuera tan
efi caz en materia de desarrollo como la suma de la efi cacia de sus
individuos.
Ahora que el reto de la cobertura no ha desaparecido, puesto
que existe el compromiso de seguir atendiendo las necesidades de
la educación básica y, de manera adicional, instrumentar en el corto
plazo educación preparatoria para todos, el interés por la calidad no
ha desaparecido, sino que hoy se considera requisito indispensable
de cualquier esfuerzo educativo que se emprenda, es decir, debe ir
al frente en un orden de prioridades.
En este número de Magisterio se refl exiona nuevamente acerca de la
calidad de diferentes niveles educativos.
Editorial
2 MAGISTERIOMMMAGISTERIAGISTERIAGISTERI2
La educación es un fenómeno social muy comple-
jo que ha sido abordado desde distintas ópticas
y teorías curriculares, a partir de las cuales se
analizan problemas y confl ictos que aquejan al docente,
llevándolo en ocasiones a hacer de su práctica un ob-
jeto de refl exión con el fi n último de transformarla y,
como dice P. McLaren (1994), “…la tradición educativa
crítica ha suministrado a los maestros formas de re-
fl exión autocrítica mediante las cuales pueden hacer la
transición de considerar lo que ellos hacen en el aula
como cuestiones aisladas e individuales”.
Ante este panorama aparece la didáctica y es posible
partir de ella como una disciplina que, en versión de Ma-
ttos: “…posee un carácter práctico y normativo que tiene
por objeto específi co la técnica de la enseñanza, la téc-
nica de incentivar y orientar efi cazmente al alumnado en
su aprendizaje” (Zufi aurre, 2000:24). Es decir, estudia
el proceso de enseñanza y de aprendizaje que implica
problemas como el dominio de contenidos, la adqui-
sición de habilidades básicas, busqueda de estrategias,
etc. los cuales adquieren signifi cado pleno dentro de un
contexto determinado. Además, Elvia Marbella
Villalobos Pérez-Cortés (2002)
menciona que la didác-
tica debe: “…Ofrecer los
medios para que el edu-
cando, con la libertad res-
ponsable, quiera ser capaz
de desarrollar y conducir su
aprendizaje y formación, y
por parte del docente, guiar,
mediatizar los mejores resul-
tados en sus procesos”. Como
podemos observar, la didáctica
como concepto se ve enriquecida
con los análisis que sobre ella reali-
zan los estudiosos, pero ¿qué pasa
con el implicado principal, que es el
profesor? Sucede que la formación re-
cibida en el nivel básico y la que recibi-
mos de las escuelas normales, se ofre-
ció de manera tradicionalista, es decir:
“bajo una línea transmisionista en donde
el niño no sabe, por tanto, hay que ense-
ñarle; y el maestro quien es el poseedor
del conocimiento lo transmite en un acto
de benevolencia…” (Palacios, 1980:17). Bajo
este contexto cuando nos enfrentamos a la
realidad educativa dentro de las aulas surge
el problema de la enseñanza esperando que
se nos diga cómo resolver las contingencias
La mejora de la prácticadocente
“…La escuela debe convertirse en una
comunidad de vida y la educación debe concebirse como una continua reconstrucción de la experiencia (Bernstein)…”
Omar R. Jiménez Huerta Escuela de Bellas ArtesToluca, Estado de México
MAGISTERIO 3MAGISTERIO 3
temológica específi ca en donde maestro, alumno, obje-
tivos, contenidos, metodología, aprendizaje y enseñanza
tienen su propio signifi cado?
En la actualidad observamos cómo estamos desa-
rrollando nuestra labor adentrándonos en el fenómeno
de la disolución entre teoría y práctica y lo grave es que,
como profesores, no seamos capaces de reconocer la
corriente, enfoque o paradigma en el cual podemos fun-
damentar nuestro quehacer; por eso, el hecho de que
el maestro pueda defi nir sus sustentos, habla de que
reconoce la importancia de su labor y que debe seguir un
estilo defi nido para no caer en eclecticismos infundados.
Ahora bien, retomando la idea de nuestra formación ini-
cial y ubicándonos en que el nuevo paradigma consiste en
aceptar lo común y lo propio de cada uno de los paradig-
mas emanados de las teorías anteriores y a partir de esto
formular uno nuevo.
Los puntos de controversia entre estas teorías no son
tan graves como para llevarnos a pensar que son exclu-
yentes, pero podemos darnos cuenta de que construir
lo cotidiano no es una tarea fácil, ya que implica la cons-
trucción de conocimientos; mismos que se desarrollan
gracias a la pregunta, la curiosidad y el asombro, que
como profesores estamos comprometidos a desarrollar
en los alumnos.
Considerar las características, intereses y necesidades
de los estudiantes, como elementos primordiales, no re-
sulta fácil, puesto que existen en los contextos reales una
serie de aspectos que nos limitan tales como: número de
alumnos, carga administrativa, falta de tiempo, etc., por lo
que puede retomarse la siguiente idea “…La escuela debe
convertirse en una comunidad de vida y la educación
debe concebirse como una continua reconstrucción de
la experiencia (Bernstein)…” (Pérez, 1998:31) donde las
aulas son vistas como “…un escenario vivo de interaccio-
nes donde se intercambian explícita o tácitamente ideas,
valores e intereses diferentes y a menudo enfrentados…”
(Pérez, 1998:24) que permitan la interacción, comuni-
cación y socialización de los alumnos.
Es necesario reconocer nuestra práctica, para poder
intervenir en ella de manera consciente y oportuna aten-
diendo los diversos factores que la afectan y por lo cual
es preciso:
Comprender que la labor del maestro está rodeada por
factores que alteran su forma propia, por lo tanto, además
de adaptarnos a las circunstancias del medio, debemos
evitar que nos absorban y ser capaces de apoyar a los
otros compañeros en la búsqueda y comprensión de los
fundamentos de lo que hacen con sus alumnos.
Ubicarnos dentro de un enfoque epistemológico y
tratar de abordarlo en todo lo que implique, haciéndole
problemáticas que presentan los alumnos. Ahora bien,
al plantearse las reformas educativas y ante la confron-
tación con nuevas propuestas, al profesor le resulta muy
complicado aceptarlas y, sobre todo, aplicarlas con sus
alumnos abandonando estrategias que, por años, les han
sido útiles.
No podemos olvidar que en la práctica docente en-
tendida como: “una praxis social, objetiva, intencional
en la que intervienen los signifi cados, las percepciones
y las acciones de los agentes implicados en el proceso
(maestros, alumnos, autoridades educativas y padres de
familia), así como los aspectos político-institucionales,
administrativos y normativos que, según el proyecto
educativo de cada país, delimitan la función del mae-
stro” el maestro recibe una propuesta pedagógica que
comprende: ¿Qué enseñar?, es decir los contenidos cu-
rriculares; ¿cómo enseñar? que alude a la metodología
o sistema de trabajo del maestro; ¿para qué enseñar?
haciendo referencia a los objetivos; ¿con qué? es decir,
los medios; ¿dónde? refi riéndose al espacio y ¿cuándo?
que se deriva de la organización de los calendarios es-
colares que prevén fechas para las evaluaciones y metas
que deben ser alcanzadas en determinados tiempos dán-
donos cuenta que la didáctica es normativa, puesto que
en los programas escolares se establece una enseñanza
sistematizada, intencionada, e institucional por lo que el
maestro queda así reducido a un ejecutor programado:
“El maestro reproduce una buena parte del todo social
—contenidos temáticos; ciertas formas de relacionarse
con el saber, con la autoridad, con la política, etcétera.—
pero también reproduce de manera más específi ca di-
versos modelos de maestro…” (Becerril, 1999:31-32).
En realidad, el maestro debe tomar en cuenta todo
lo anterior y, además, poner en juego su epistemología
educativa particular, es decir, la forma en que concibe
la educación y cómo puede manejar su propia persona-
lidad para llevar a cabo el acto educativo.
De esta manera, las opiniones ajenas permiten, por un
lado, examinar cuál ha sido nuestra práctica pedagógica y,
por otro, cuál quisiéramos que fuera el rumbo que tomará
el trabajo docente.
Pero, ¿qué sucede cuando, indagando en la historia
de nuestro ejercicio profesional, descubrimos que fui-
mos formados para un momento histórico determinado,
un periodo en donde las necesidades económicas, cul-
turales y sociales del país se encargaban (como hasta
ahora) de establecer ciertos programas con alguna
metodología y fundamento dispuesto para un fi n, es
decir, la manera en que aprendimos y aquella con la que
nos enseñaron a enseñar, refl ejan como lo hace ahora
nuestra propia práctica, un paradigma y corriente epis-
4 MAGISTERIOMMMAGISTERIAGISTERIAGISTERI4
Bibliografía
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Hernández Rojas, Gerardo (2000), Paradigmas en psicología de la educación, México, Paidós Educador.
McLaren, P. (1994), “Cáp. I Pedagogía crítica: construcción de un arco de sueño social y de una entrada a la esperanza” en Pedagogía crítica,
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Pérez, A. (1998), “Cap. V. La cultura académica” en Pérez, A. La cultura escolar en la sociedad neoliberal, España, Ed. Morata.
Villalobos Pérez-Cortés, Elvia Marbella (2002), Didáctica integrativa y el proceso de aprendizaje, México, Ed. Trillas.
Zufi aurre, Benjamín (2000), Didáctica para maestras, Madrid, Ed. CCS.
adaptaciones cuando la comunidad o el contexto así lo
requieran.
Olvidar modelos establecidos sobre la forma de enseñar
y comprender, que ésta incluye también la personalidad
del maestro, por lo que cada quien puede crear su propia
forma a partir de los objetivos que pretenda lograr con
sus alumnos.
Plantear situaciones didácticas interesantes y novedo-
sas para complementar de manera global el desarrollo
del alumno.
Realizar un análisis más profundo de lo que plantean
los programas con el fi n de poder identifi car de manera
más clara su fundamento epistemológico que es la base
del trabajo en el aula.
Inmiscuir continuamente a los padres de familia en las
actividades que realizan los alumnos para que el trabajo
en casa se realice en forma planeada y resulte un ver-
dadero apoyo para el docente y no una complicación:
“El desarrollo encuentra su origen en el entorno social
pues el funcionamiento cognoscitivo utiliza primero los
recursos del medio ambiente social y, bajo la infl uencia
de la historia cultural, por la interacción con los padres,
los maestros, los demás miembros de su entorno, las accio-
nes de los individuos se interiorizan” (Amigues y Zerbato,
2001:67-81).
Reconocer nuestros errores como maestros, tratando
de entenderlos y mejorarlos con apoyo de lo que esta-
blece la teoría, buscando la relación con lo que se hace
cotidianamente en el aula.
Abordar los contenidos de manera atractiva para los
niños permitiéndoles que refl exionen e indaguen.1
Son muchas las cosas que podemos hacer para mejo-
rar nuestra práctica, pero una de las principales es conti-
nuar con la preparación y actualización que nos permite
tener un panorama distinto al que nos hemos ido forman-
do con las experiencias pasadas y reconocer que todo lo
establecido tiene su fundamento teórico y que la ense-
ñanza implica encontrar soluciones en donde parece no
haberlas, a partir de nuestra creatividad, permitiendo
que los alumnos participen, indaguen y descubran por
sí mismos los fenómenos y respetando su autonomía en
todos los aspectos (intelectual, moral, etc.)
1 Se debe propiciar a través de situaciones desafi antes, el uso y la movilización de las competencias cognitivas de los alumnos para promover interpretaciones cada vez más ricas, en amplitud y profundidad, de los contenidos escolares de que se trate. Se debe orientar los procesos de reconstrucción que realizan los alumnos sobre los contenidos escolares. Se deberá aportar a los alumnos toda la información que se considere necesaria, siempre y cuando sirva al progreso de la actividad reconstructiva en los alumnos.
MAGISTERIO 5MAGISTERIO 5
En este documento se aborda someramente la vinculación entre
género y democracia partiendo de dos supuestos: el primero, que
la perspectiva de género puede enriquecer la formación inicial de
docentes; el segundo, que el impacto de una formación institucionalizada
con esos elementos puede contribuir a resolver problemas sociales como
la violencia.
Los temas de género y democracia en el ámbito educativo, aparecen
al fi nal del siglo pasado, si se considera que mundialmente la equidad es
reconocida como una necesidad educativa a partir de la plataforma para la
acción diseñada en la cumbre de Beijin (1995).
A partir de la necesidad de que los seres humanos vivan en armonía,
México fi rma acuerdos internacionales que van generando avances impor-
tantes en materia de equidad de género. Inicialmente el interés se centra
en regular los mecanismos de exclusión y/o discriminación que por razones
de sexo existen en el acceso a la educación, logrando que actualmente la
cobertura en educación básica atienda en forma paritaria a niños y niñas
(Informe de Gobierno, 2008). Superado este reto inicial, el foco de interés
se centra en la calidad y modalidades de la enseñanza, es decir, en el cu-
rriculum formal expresado en los programas y en el curriculum implícito de
las prácticas educativas.
Este interés por develar los elementos más sutiles de la discriminación
de género en la educación hace necesario revisar la formación de docentes
Democracia y equidad de género en la Escuela NormalMaría Antonieta Guerrero SotoEscuela Normal de TlalnepantlaTlalnepantla, Estado de México
6 MAGISTERIOMMMAGISTERIAGISTERIAGISTERI6
en ese ámbito de responsabilidad profesional e instru-
mentar propuestas alternativas. Una que ya se ha imple-
mentado es el mainstreaming1 o transversalización, lo
cual implica que las acciones afi rmativas para la igual-
dad sean conscientes, planifi cadas y revisadas sin modi-
fi car la estructura central ya establecida. Otra forma de
hacerlo es la política pública formal. En México, la más
reciente se encuentra en la Ley General para la Igualdad
entre Mujeres y Hombres y el consecuente Programa
Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres
2008-2012 que propone en el objetivo estratégico 5,
estrategia 5.2.4: “…incorporar materias de género y
educación en la currícula básica de las escuelas nor-
males”. Dicho programa aún necesita tiempo para su
operativización, por lo que es urgente empezar a in-
troducir la cultura de equidad de género.
La oportunidad de iniciar acciones en ese sentido se
basa en la instrumentación de una cultura de indagación
y refl exión para formar profesionistas que se interesen
por su propio desarrollo, de modo que la integración de
habilidades y competencias docentes deriva de la ca-
pacidad de cuestionamiento. El interés por la refl exión
en la práctica del docente parte del supuesto de que las
acciones acontecen en escenarios complejos formados
por vínculos personales y signifi cados particulares que
se ubican en la subjetividad, sustentados en las repre-
sentaciones sociales de la profesión y del rol que cada
sujeto juega en cada escenario. Integrar la categoría
relacional de género en el análisis y la refl exión de las
prácticas educativas implica desde aquí, asirse a una
herramienta que transita de un plano concreto a uno
abstracto, es decir, de lo observable en las acciones a
los signifi cados personales vividos como pensamien-
tos y sentires que inducen al autoanálisis.
Al introducir la perspectiva de género en el análisis,
se identifi can situaciones, procesos e interacciones que
se producen cotidianamente en el espacio escolar, e im-
plica igualmente, abordar una dimensión ética que nece-
sariamente lleva a la revisión de los valores implícitos
en las prácticas educativas, entre los cuales destaca la
democracia, por su trascendencia en la vida social.
La consolidación de un sistema democrático en
cualquier ámbito de relaciones interpersonales, de-
pende de manera decisiva del aprendizaje y puesta
en práctica del valor mismo, educar para la democra-
cia obliga a actuar en un ambiente de igualdad y res-
peto a las diferencias, mediante un sistema integrado
por tres elementos: género–reflexión–democracia.
La necesidad de confi gurar un sistema de formación
de docentes que recupere estos tres elementos se justi-
fi ca por el impacto que el proceso de socialización vivi-
do en la escuela tiene en los estudiantes.
Los efectos del proceso socializador son especial-
mente determinantes en la etapa infantil y adolescente,
a través de mecanismos de imitación e identifi cación en
los que se imitan comportamientos y a la vez se iden-
tifi ca a las personas que los asumen. En este sentido,
los docentes tienen una infl uencia trascendental al con-
vertirse en modelo de convivencia cotidiana traducida
en acciones organizativas de la experiencia escolar que
muestran formas de relación cargadas de simbolismo de
los seres humanos. En este proceso se incorporan tam-
bién normas y expectativas de desarrollo personal que se
integran al autoconcepto. Así, mensajes diferentes harán
la diferencia entre las personas. La desigualdad y la jerar-
quización que tienen como base la diferencia sexual, se-
ñalarán con esos contenidos, rutas distintas para hombres
y mujeres, así como deberes y prohibiciones comunes.
Esa forma de organización social que ubica bipolar-
mente a la humanidad, conocida primero en la familia y
después en la escuela, genera desequilibrio en el desarrollo
de las personas y en las sociedades, porque la desigualdad
sin respeto y tolerancia se constituye en motivo, que no
en razón, de diferentes formas de violencia. Aún cuando
algunas encuentran explicación en variables no rela-
cionadas con género, es posible analizarlas desde esta
construcción social que se hace de la diferencia entre
mujeres y hombres. Kaufman (Larrauri, 2007), menciona
el vínculo que existe entre la violencia de los hombres
contra las mujeres, y la dirigida contra otros hombres
como expresiones derivadas de la construcción e in-
teriorización de las masculinidades dominantes en la 1 Mainstreaming gender: término adoptado en la Plataforma de Acción Mundial en la Conferencia de Beijing en 1995.
MAGISTERIO 7MAGISTERIO 7
sociedad, en las defi niciones de estereotipos e identi-
dades que tienen sustento en las relaciones cotidianas.
Rotker (2006:18) precisa que “Hay vacíos estructura-
les, vacíos políticos; pero la violencia está allí, incrustada
en el cuerpo mismo. En el cuerpo expuesto a la violencia
se escribe una nueva condición ciudadana: la de víctima
en potencia”. Esta nota pone en el centro del debate un
hecho social que preocupa e invoca los contenidos con
que las instancias socializadoras de los seres humanos
plantean las relaciones interpersonales y las formas de
convivencia, evidenciando que quizá permiten y legiti-
man la violencia cultural, que como signifi cado y sentido
está presente en la discriminación o dominación humana
que detona otras formas de violencia social.
La violencia como fenómeno cimentado en las carac-
terísticas culturales del contexto social, abre la posibili-
dad de su transformación en la existencia de sociedades
más igualitarias, lo que implica que familia y escuela re-
quieren trabajar en la equidad, es decir, que quienes
detentan el poder en estos espacios tomen deci-
siones tendientes a promover acciones que equilibren
el desarrollo de las personas, lo cual implica de alguna
manera, plantear relaciones democráticas, concebidas y
puestas en práctica en el entorno inmediato o próximo.
La democracia concebida más allá de una opción de or-
ganización política, como un sistema de participación
activa en la toma de decisiones que impactan en lo per-
sonal, fi nalmente, impactará el ámbito público como con-
secuencia de las primeras formas de participación social.
La escuela desde aquí y específi camente los docen-
tes hombres y mujeres, precisan un cambio de actitud
respecto a una realidad limitante de los seres humanos
que no se puede garantizar desde la legislación; aun
cuando sea relevante organizar y regular la conviven-
cia desde el espacio político, es imprescindible la inter-
vención educativa intencionalmente dirigida a promover
formas de relación más equitativas, porque la ciudada-
nía democrática se construye en lo cotidiano.
La educación en este sentido tiene como tarea
principal la de identifi car y transformar las prácticas
institucionales y las actitudes que generan y legitiman
comportamientos discriminatorios por cuestiones de
género, sobre todo cuando esas formas de relación se
concretan en representaciones de la realidad social y
en valoraciones que regulan la convivencia humana.
La construcción de una democracia cotidiana como
intención formativa en la escuela, es la apertura hacia
nuevos conocimientos derivados de formas de auto-
conciencia logrados a través de la refl exión sobre la ex-
periencia, y al mismo tiempo es un campo para lograr
transformaciones sociales y culturales profundas.
Uno de los elementos de formación profesional de
los docentes considera que la práctica supervisada en
el futuro campo laboral es imprescindible, esa refl exión
sobre la experiencia al tener como contenido la auto-
conciencia sobre las formas en que nos relacionamos
hombres y mujeres, es una metodología de entre-
namiento en el análisis de la realidad, constru yendo
un sistema de pensamiento y de valores con apertura
intelectual y responsabilidad colectiva, que en otras
palabras está considerada en el perfi l de egreso de
licenciados y licenciadas en educación.
Es necesario revisar en la educación formal de docen-
tes la promoción de estereotipos sobre maestras y maes-
tros, sus expectativas profesionales, pero, sobre todo,
las formas de interacción que establecen con alumnas
y alumnos para la construcción del conocimiento cientí-
fi co y la toma de decisiones. Analizar los fundamentos
estructurales y culturales que sostienen las relaciones de
género en las escuelas normales, es el inicio y la posibi-
lidad de transformación de la escuela básica. Especial-
mente relevante es el análisis de las condicionantes que
justifi can relaciones desiguales e, incluso, violentas.
Finalmente es importante mencionar que el proceso
educativo tiene continuidad fuera de la escuela si se
aprenden formas alternativas de leer la realidad que lle-
varán de manera inherente a instrumentar un razonamien-
to que interpele las estructuras ideológicas que pretendan
imponerse.
Bibliografía
Belausteguigoitia M. y A. Mingo (1999), Géneros prófugos: feminismo y educación. México: UNAM - Colegio de las Vizcaínas.
Instituto Nacional de las Mujeres (2008), Programa Nacional para la Igualdad entre mujeres y hombres. México.
___________________________ (2008), Ley General para la Igualdad entre mujeres y hombres. México.
___________________________ (2008), Ley General de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia. México.
Lamas, M. (2000), El género, la construcción cultural de la diferencia sexual, México, UNAM: Miguel Ángel Porrúa.
Larrauri E. (2007), Criminología crítica y violencia de género, España, Ed. Trotta.
Rotker S. (2006), “Ciudadanías del miedo” en Antología, Módulo X: Género, violencia y derechos humanos, México, PUEG. UNAM.
Páginas electrónicas
http:/w.w.w.eméxico.gob.mx/wb2/eMex/eMex.Anuies http://www.unesco.cl/pdf/actyeven/ppe/boletin/artesp/21-2.pdf
http://www.efa.unesco.cl/doc_esp/centro1.php?titu1=4http://www.oei.es/genero.htm
8 MAGISTERIOMMMAGISTERIAGISTERIAGISTERI8
Educación para la recepcióncríticaMarco Antonio Hernández Gómez Escuela Preparatoria Anexa a la Normal de CapulhuacCapulhuac, Estado de México
Jesús Martín-Barbero1 encabeza un movimiento
que ubica el estudio de los medios en las redes
de comunicación cotidiana. Para él, hablar de co-
municación es introducirse en las tramas de la cultura; y
la recepción no es, un momento único o una etapa de
la comunicación; es más bien, un espacio desde el cual
es posible repensar el proceso completo, hablar de re-
cepción es hablar de receptores y emisores, mensajes y
medios. El espacio de la recepción es para Barbero un es-
pacio de confl ictos entre modernidades y tradiciones, en-
tre imposiciones y apropiaciones. Entiende la recepción
como un fenómeno colectivo, donde infl uyen los medios,
los géneros, las formas.
Por otra parte, menciona que las mediaciones son los
lugares a partir de los cuales se produce y reproduce el
sentido de la comunicación. Son los lugares de donde
provienen las construcciones que delimitan y confi gu-
ran la materialidad social y la expresividad cultural de
los medios. Además, explica que los hábitos de clase
atraviesan sus usos y se hacen manifi estos en la orga-
nización del tiempo y del espacio cotidiano. El acceso a
esos usos se tiene que dar inevitablemente por observa-
ción de la gente y por los relatos e historias de vida que
dan cuenta de ellos.
Valerio Fuenzalida trabaja en las experiencias del Pro-
grama Especializado en Recepción Activa de Televisión,
en Ceneca (Centro de Indagación y Expresión Cultural y
Artística). La actividad de educación para la recepción
desarrollada por ésta, obedece a una inquietud creciente
ante la infl uencia cada vez más grande de los intereses co-
merciales en los medios chilenos. El trabajo de Fuenzalida
se ubica en la preocupación por los efectos de la televisión.
El objetivo a corto plazo del proceso de educación para
la recepción es amplifi car y potenciar las capacidades
socioculturales de semantizar activamente la televisión.
Su programa de recepción activa pretende estimular la
constitución de un actor social capaz de demandar acti-
vamente una orientación y una programación adecuada
a sus intereses, necesidades y motivaciones.
1En su libro De los medios a las mediaciones realiza un análisis profundo de la función que los medios han desempeñado en la vida económica, política y cultural de América Latina. Introduce el concepto de mediaciones para referirse, no a los medios, sino a la práctica social que hace que la cultura de masas se transforme y redimensione en nuevas identidades.Realiza un esfuerzo de abstracción diametralmente opuesto a otros estudios, puesto que la mayor parte de los trabajos de comunicación están encaminados a explicar la naturaleza de los medios como instrumentos de infl uencia ideológica. Por el contrario, Barbero, se plantea el estudio de las mediaciones a través de las cuales los medios adquieren materialidad institucional y espesor cultural, es decir, comprende que las masas son capaces de expresarse y manifestarse a través de sus prácticas cotidianas y no tan sólo bajo el infl ujo de los medios de comunicación.En la sociedad existen “modos” de apropiación y reconocimiento que las masas hacen a través de ellos y por ellos mismos, lo que implica que la sociedad no es una receptora anónima y pasiva de los medios y tecnologías de la información a través de su interacción social.
MAGISTERIO 9MAGISTERIO 9
2Sin embargo, es importante aclarar que pocos son los trabajos de aplicación de las mediaciones en el terreno educativo. Quizá, los más representativos y de cuantos la investigación tiene conocimiento son los realizados por Guillermo Orozco Gómez y Mercedes Charles, quienes exploran los procesos de ver televisión, a esto lo llaman televidencia, también recorren los estudios de la recepción televisiva.Su perspectiva de análisis en el Modelo de Múltiples Mediaciones que retoma de los planteamientos de Jesús Martín Barbero. Su enfoque de investigación consiste en dirigir los esfuerzos hacia la intervención sobre la televidencia. Es oportuno mencionar que también Orozco ha profundizado en el análisis de las mediaciones aunque desarrolladas principalmente en el marco de la recepción televisiva. Considera que la mediación se origina en varias fuentes: en la cultura, en la política, en la clase social, en el género, en la edad, en la etnicidad, en los medios, en las condiciones situacionales y contextuales, en las instituciones y en los movimientos sociales, también se originan en la mente del sujeto, en sus emociones y experiencias, es decir, las prácticas sociales, no son el resultado de la infl uencia directa de un solo elemento en particular, sino de múltiples infl uencias, a las que llama “multimediación”.
La educación para la recepción es vista como una
forma de valorar las experiencias concretas y la propia
signifi cación de los grupos ante la TV. El objetivo no es
dar información acerca de ella, sino robustecer una acti-
tud activa frente al medio, esta actitud será el resultado
de un proceso acumulativo a lo largo de un periodo de
actividades. Apunta a una estrategia curricular que per-
mita abordar inmediatamente las necesidades y motiva-
ciones emergentes de los destinatarios
Guillermo Orozco Gómez2 explora los procesos de
cómo ver televisión, a esto lo llama televidencia, tam-
bién recorre los estudios de la recepción televisiva. Su
perspectiva de análisis es el Modelo de Múltiples Media-
ciones que retoma de los planteamientos de Barbero. Su
enfoque de investigación consiste en dirigir los esfuer-
zos hacia la intervención sobre la televidencia.
Desde su formación como comunicador y educador,
el trabajo de Orozco trata de rescatar los medios para las
audiencias a través de la educación para la recepción, lo
que implica instrumentar gradualmente una estrategia
múltiple, tendiente a lograr una creciente participación
cada vez más informada y efectiva de distintos segmen-
tos sociales. En su trabajo se destaca la idea de que la
televisión debe de proveer elementos útiles para formu-
lar políticas públicas de comunicación que tiendan a fo-
mentar la participación democrática.
Considera que la investigación de la recepción es
un esfuerzo cognoscitivo que busca entender por una
parte, qué hacen los miembros de la audiencia con los
medios de información y con sus mensajes, con los que
interactúan, y por otra, comprender el papel que juegan
la cultura y las instituciones sociales en la mediación de
los procesos de recepción.
Y se refi ere, en sentido más estricto, al estudio
sistemático de los procesos de percepción, negociación,
apropiación, resistencia y producción comunicativa que
realizan distintos segmentos de la audiencia al poner y
contraponer referentes y condicionamientos con aquellos
proporcionados por los medios y al estructurar y ser es-
tructurados por diversas mediaciones.
Para Orozco, el receptor se va constituyendo como
tal debido a la mediación ejercida por los mismos me-
dios y mensajes sobre sus procesos de recepción, así
como a sus múltiples aprendizajes en otros procesos
sociales, experiencias y condicionamientos contextuales
y estructurales. Esta condición redunda en que no hay
una sola manera de ser radioescucha, televidente o lec-
tor, sino muchas. El receptor no nace, se hace. Esto sig-
nifi ca que los receptores no son sujetos estáticos, sino
que cambian, le van dando sentido a su mundo y a su
vida. Los receptores se van haciendo en su interacción
con el mundo.
En el desarrollo de la investigación, es importante
conocer a los receptores de los programas televisi-
vos; por tanto, es conveniente hacer un análisis sobre
el tema de la recepción y sus interpretaciones en este
proceso. Al abordar el estudio de la recepción, se plan-
tea una pregunta que articula su propio desarrollo, esta
es: ¿quién recibe los mensajes transmitidos por la tele-
visión? La pregunta implica una refl exión centrada en
cómo se ha entendido y se entiende dicho término. Las
características propias de los receptores han ido cam-
biando con el tiempo. Anteriormente, los principales me-
dios que difundían, esparcían o divertían, eran el teatro y
la ópera. Las cosas tenían un comportamiento institucio-
nal; además, estaban determinadas por su propia natura-
leza espacial y temporal.
En cambio, con la irrupción de los medios de comuni-
cación, ya no existe una determinación espacial ni tem-
poral, los receptores se distancian, se da una pérdida
de localización. Esta última condición afecta de manera
directa el estudio de la recepción, ya que las audiencias
han modifi cado su comportamiento.
Ahora bien, existen diferentes conceptos sobre la re-
cepción. Algunos que serán útiles para el estudio son:
“La recepción se considera como un proceso
múltiple y contradictorio, donde está en juego
una variedad de mediaciones determinadas tanto
por las relaciones sociales en las que está inserto
el sujeto, como por su posición social, cultural e
histórica.
El proceso de recepción [...] es un proceso cre-
ativo de interpretación y valoración, en el cual el
signifi cado de una forma simbólica se constituye
y reconstituye activamente. Los individuos no
absorben con pasividad las formas simbólicas, sino
que les dan un sentido activa y creativamente y,
1 0 MAGISTERIOMMMAGISTERIAGISTERIAGISTERI1 0
en consecuencia, producen un signifi cado en el
proceso mismo de recepción” (Charles y Orozco,
1992:22).
Estos autores ofrecen defi niciones sobre la recepción
que permiten reconocer y comprender el sitio donde se
ubica. Para Guillermo Orozco, el estudio de la recep-
ción implica un proceso, considerado dentro de las
prácticas cotidianas de las audiencias, donde se rea-
lizan negociaciones entre los signifi cados y los sen-
tidos, lo que conduce fi nalmente a la apropiación o
rechazo del mensaje.
Para Orozco, la recepción es un proceso que está
condicionado por diversas mediaciones existentes en el
propio sujeto, la mediación es una forma de interacción.
Si bien el sujeto se expone a algún medio como la tele-
visión (condición necesaria, pero no sufi ciente), también
se entiende al sujeto como un agente social, que no está
determinado a ser una víctima del medio ni a ser el mis-
mo receptor durante toda su vida.
Las mediaciones se constituyen principalmente por
las condiciones y la estructuración de la historia personal,
social, política y cultural de la vida del sujeto, todo esto
va conformando su propia manera de entender e inter-
pretar la realidad y su actuación en el medio ambiente
en que se desenvuelve, infl uyendo en las interacciones
de su vida cotidiana.
La mediación ha sido estudiada principalmente desde
el campo de la comunicación y la cultura: los investiga-
dores que se han dado a la tarea de profundizar en este
tema, han sido principalmente Jesús Martín Barbero y
Guillermo Orozco Gómez. Para el primero, la mediación
es el lugar donde se produce el sentido de la interac-
ción social. Es a partir de dicha conceptualización como
Guillermo Orozco ha continuado refl exionando sobre el
tema y ha avanzado hasta llegar a construir el estudio
de la Múltiple Mediación. En palabras del propio autor
menciona: “explorar la ritualidad y la tecnicidad en los
términos en que dejó su teorización Jesús Martín Bar-
bero era muy complicado: era necesario bajar el nivel
para —en términos empíricos— poder captar estas me-
diaciones” (Orozco, 1986:116).
A partir de ello, propone que el individuo no está su-
jeto exclusivamente a una mediación, sino más bien, a
varios tipos que pueden ser culturales, cognitivos, esco-
lares, etc., que van formando la manera como los sujetos
sociales interactúan, conocen y se apropian de los conteni-
dos para darles sentido. La mediación es un tratamiento
que da el sujeto a determinado contenido para producir un
sentido o signifi cado.
En el modelo de Múltiple Mediación, de acuerdo con
Orozco, los sujetos se enfrentan al proceso de recepción
televisiva, espacio en el que entran en juego diferentes
categorías de mediación, como las siguientes:
•La mediación situacional. Esta mediación hace
referencia al momento particular de “ver tele-
visión”, es decir, la situación específi ca en donde
entran en juego los escenarios sociales como el
hogar (si se está solo o acompañado en el mo-
mento de ver televisión y también se refi ere al
lugar donde se localiza el televisor). En todos es-
tos escenarios el proceso de ver televisión está
mediado tanto por las nuevas situaciones como
por los agentes e instituciones involucrados. Se
reconocen, asimismo, otros espacios de sociali-
zación que favorecen el proceso.
•La mediación institucional. En esta mediación la
audiencia se considera como partícipe de diversas
instituciones. Cada una permite tener espacios de
interacción donde se dan situaciones específi cas
de recepción televisiva ya sea en forma individual
o en grupo. Las instituciones reconocidas princi-
palmente son la familia y la escuela, aunque existen
otros espacios de socialización institucionales. El
televidente es considerado miembro de una fami-
lia, vive en un vecindario, forma parte de un grupo,
ha pasado por la escuela o está en ella, pertenece
a alguna religión, “[...] en todas estas instituciones
sociales, el sujeto interactúa, recibe, intercambia, y
produce sentidos y signifi cados: se comunica. Los
mensajes de cada institución social son interrelacio-
nados por el sujeto debido a su simultánea perte-
nencia a varias instituciones [...] cada institución
social tiene un espacio propio y es productora de
sentidos y signifi cados” (Orozco, 1991:35).
Cada una de estas instituciones sociales tiene una in-
fl uencia propia, lo cual constituye una forma de me-
diación durante el proceso de recepción televisiva.
•La mediación videotecnológica. Se refi ere al pro-
ceso de utilización de diversos géneros televisivos
o a las estructuras de sus textos —a esto Guillermo
Orozco los ha denominado como guión—. Estos
son productos culturales con fuertes cargas de
verosimilitud que permiten reforzar ciertos sen-
tidos y signifi cados. Dado que la televisión tiene
una particular importancia en la constitución de
la audiencias, se entiende que como medio téc-
nico y como institución social productora de sig-
nifi cados, está defi nida históricamente y como tal
condicionada por factores de orden de tipo social,
político y cultural.
La televisión como medio técnico de información po-
see un alto grado de representacionalismo, lo que le per-
MAGISTERIO 1 1MAGISTERIO 1 1
mite la “reproducción” de la realidad y, por lo tanto, pro-
voca sensaciones en la audiencia. El tipo de provocación
en la audiencia va a depender del manejo que hacen de
la representación los productores y emisores de la pro-
gramación, más que del representacionalismo en sí.
Pero las cualidades y recursos técnicos están deter-
minados culturalmente, son construcciones culturales
que se elaboran de acuerdo con efectos específi cos del
lenguaje audiovisual, el producto es un discurso elec-
trónico. El lenguaje de la televisión es altamente denota-
tivo, lo cual le faculta para producir un discurso creíble.
Este aparato no sólo representa la realidad sino que la
hace viable a las audiencias. “Los diversos mecanismos
de signifi cación de la realidad posibilitan el que la tele-
visión pueda mediar la presentación de esa realidad al
sujeto receptor. La mediación videotecnológica consiste
fundamentalmente en una naturalización de la signifi -
cación de la realidad” (Orozco, 1991:37).
Para aumentar su legitimación utiliza otros recursos
como son la “apelación” a las emociones, la “produc-
ción” de noticias y la “construcción” de la verosimilitud.
El lenguaje de la televisión es altamente denotativo, lo
cual le faculta para producir un discurso verídico. La TV
no sólo “representa” la realidad sino que la hace creíble
al espectador.
[...] técnicamente, el grado de verosimilitud se al-
canza cuando un medio permite una alta fi delidad en la
reproducción y transmisión de signos y signifi cados. Sin
embargo, esta alta fi delidad no sólo responde a una ar-
ticulación mecánica o neutral de los diversos elementos
que la conforman, sino a una intencionalidad específi ca
de los productores del contenido televisivo. La aparien-
cia de verdad que caracteriza mucho de ese contenido
constituye entonces otra forma de mediar al sujeto recep-
tor lo que se presenta en la pantalla (Orozco, 1991:36).
No obstante, a pesar de todos los recursos que
pueda utilizar la televisión y que está defi nida como
institución social y su posible infl uencia en las audien-
cias, esta mediación no es única ni totalizadora. Oroz-
co afi rma su concepción de una audiencia activa frente
a la programación. Sostiene que las audiencias no pro-
cesan automáticamente la información que se trans-
mite a través de la pantalla, sino que esto involucra un
proceso socio-cultural, donde se desarrollan procesos
mentales complejos.
Guillermo Orozco también menciona las mediaciones
familiares y escolares. Afi rma que de acuerdo con la edad
de los jóvenes, surgen gran parte de las mediaciones que
se llevan a cabo en su socialización, tiene que ver directa-
mente con el hogar y la escuela, debido a que son lugares
en donde interactúan socialmente. Veamos la escolar:
a) La mediación se encuentra en la forma en que
se socializa. Esto es, que si la enseñanza emplea
un método autoritario que enseña a obedecer y
respetar, la credibilidad ante la televisión puede
ser mayor a aquella enseñanza que se dedica a
crear líderes y que tendrá muy poca legitimidad
entre ellos, lo mismo que sucede con la televisión.
b) La mediación se da gracias al método peda-
gógico. Si el método es activo y se preocupa por
la argumentación y negociación, dará como resul-
tado una actitud del joven activa y crítica.
c) La información que el joven posee contribuirá a
la apropiación de los mensajes.
d) La mediación consiste en la posibilidad de dis-
cusión en el salón de clase sobre lo que se ve en
televisión, lo cual da lugar a la apropiación de los
mensajes.
e) El maestro es un factor de la mediación, pues
se involucra en las opiniones de los jóvenes; esta
acción es decisiva para su aprendizaje, no sólo en
cuanto a la televisión, sino también en otro tipo de
cuestiones.
f) La mediación se relaciona con la opinión que
tiene el profesor con respecto a lo que se trae al
salón de clase, si el profesor opina que lo que su-
cede con los medios no debe mezclarse con lo que
sucede en la clase o, mejor aun, de los que piensan
que lo que sucede con los medios repercutirá en
la enseñanza y habrá que comentarlo para sancio-
narlo o aprovecharlo.
En este tipo de mediaciones habrá que considerar
varios factores como el nivel socioeconómico, la cul-
tura, el nivel educativo de los padres; la filosofía edu-
cativa, la orientación pedagógica de la escuela, así
como las actitudes que se adopten frente a la tele-
visión y a los medios de comunicación en general.
Bibliografía
Charles, Mercedes y Orozco Gómez, Guillermo (1990), Educación para la recepción. Hacia una lectura crítica de los medios, México, Trillas.
______________________ (1992), Educación para los medios. Una propuesta integral para maestros, padres y niños, México, ILCE/Unesco.
Martín-Barbero, Jesús (1987), De los medios a las mediaciones, México, Ed. Gustavo Gilli.
Orozco Gómez, Guillermo (1986), La investigación en comunicación desde la perspectiva cualitativa. Periodismo y comunicación social, México. UNLP.
______________________ (1991), Recepción televisiva: tres aproximaciones y una razón para su estudio, México, Universidad Iberoamericana.
______________________ (1996), Televisión y audiencias. Un enfoque cualitativo, Madrid, Universidad Iberoamericana Ediciones de la Torre.
1 2 MAGISTERIOMMMAGISTERIAGISTERIAGISTERI1 2
Para elevar la calidad en la educación media supe-
rior se ha hecho necesaria la implantación de una
reforma integral (RIEMS) con el planteamiento
del Marco Curricular Común (MCC) que defi ne las com-
petencias genéricas a desarrollar.
Desde la experiencia laboral en el nivel medio supe-
rior, la calidad educativa se mide por la pertinencia entre
lo que se enseña y se aprende en la escuela y lo que
necesita la sociedad. De tal forma, evaluar el desempeño
docente bajo un enfoque de competencias básicas, es
una actividad crítica sumamente necesaria para tomar
rumbo hacia la calidad educativa que pretende lograr
la RIEMS.
Los docentes de educación media superior enfren-
tan nuevos retos, muchos de los cuales dependen de sus
propias metacompetencias, es decir, de la capacidad
que tengan de analizar un mundo cambiante e identifi -
car lo que necesitan aprender para desempeñarse como
buenos docentes. Desgraciadamente, la adaptación al
cambio, es todo un reto en este nivel educativo; si con-
sideramos que es el más conservador y menos dispuesto
al cambio, por diferentes razones como el perfi l de for-
mación de los profesores, las necesidades económicas,
la falta de capacitación, etc., y por naturaleza tiende a
conservar los hábitos y rutinas de la educación tradicio-
nal y terminan enseñando como a ellos les enseñaron.
Un problema signifi cativo en la actualidad es que el
docente, al recibir nombramiento como tal, se enfrenta a
algo más difícil de lo que se imaginaba, cuando se le pide
que aplique más de lo aprendido o de lo que sabe; lo que
implica una construcción mayor. Esto se convierte en un
problema y espera que los demás lo resuelvan porque
la culpa no es suya, sino de los alumnos, que no apren-
den… Solicita recetas de cocina. Cuando se le pide que
estudie la teoría pedagógica se niega y dice que no sirve
para nada, que lo importante es el hacer. Esto es un falso
supuesto, porque precisamente lo que construye la po-
sibilidad de resolver problemas es el conocimiento que
permite elaborar propuestas de solución sobre lo que ya
existe. La diferencia, entre saber y hacer, se encuentra
en poder construir, innovar, crear, a partir de lo que se
sabe, “proceso que implica necesariamente el desarrollo
de las metacompetencias docentes, o sea, la capacidad de
analizar qué se necesita aprender para saber hacer, dónde
se encuentra y cómo se puede aplicar con cierta seguridad
de estar en un proceso correcto” (Frade, 2006).
El maestro como pieza fundamental de la educación,
requiere de una preparación que pretende optimizar el
comportamiento con una intención integradora para
que el estudiante actúe sobre su entorno en forma com-
petente y adecuada a las necesidades de la sociedad ac-
tual. Esto implica, adaptar y precisar una evaluación del
desempeño docente que considere de manera integral
la variedad de aspectos en los que incide su actuación
y, sobre todo, las opciones metodológicas de enseñan-
za que sustentan su acción educativa como lo indica la
“Reforma Integral de Educación Media Superior”, con
las 8 competencias que expresan el perfil docente.
La aproximación metodológica al proceso de ense-
ñanza-aprendizaje deberá fomentar la curiosidad, la ca-
pacidad de abstracción, el juicio crítico y la fl exibilidad
interpretativa, capacidad de relación, análisis y síntesis,
resolución de problemas, toma de decisiones, aprender
a aprender, adaptación al cambio, capacidad de gestión
del tiempo, creatividad, etc. En el afán de desplegar las
competencias directivas y de los docentes que marca
la RIEMS, y deberán considerarse como referencia para
tomarlas como base de la evaluación del desempeño
docente.
Bajo un paradigma de enseñanza, juzgamos a
nuestros colegas comparándolos entre sí. Los criterios
de calidad son defi nidos en términos de medición de
insumos y procesos (si es titulado, con maestría o doc-
torado, si viste bien, etc.); pero, como lo dijo Guskin,
“estamos tan cansados con la defi nición de calidad
basada en los recursos, que encontramos extremada-
mente difícil tratar con los resultados de nuestro tra-
bajo, esto es, el aprendizaje de los alumnos”.
En el paradigma de aprendizaje necesariamente se in-
Miriam Margarita Hernández Gómez
La evaluación como act ividad crí t ica del desempeño docente
MAGISTERIO 1 3MAGISTERIO 1 3
corpora la perspectiva del movimiento de evaluación
que, a pesar de que ha estado en marcha durante varias
décadas, no ha llegado muy lejos en la práctica organi-
zativa normal del paradigma de enseñanza.
La calidad de un docente en servicio se manifi esta
cada día en su capacidad de adaptación a personas y
situaciones. Como educador, ésta es la primera consigna
que recibe en su ejercicio profesional. Las situaciones
pueden ser tan diversas, tanto en lo intelectual como en
lo espiritual, que sólo si demuestra tacto y competencia
profesional será capaz de brindar una buena formación
humana. La personalidad del docente debe ser ejemplar
para sus alumnos: profesionalismo en su labor, compro-
miso, honestidad, puntualidad, efi ciencia, congruencia
entre lo que dice y hace, justicia en sus acciones, respe-
to a las diferencias, tolerancia, solidaridad, colaboración,
estudio y actualización, orgullo de ser docente, exhibir
un estilo de vida sano, respetar el trabajo de los com-
pañeros, observar discreción con la información de los
alumnos. El docente de calidad debe conducirse bajo
las premisas “Los valores sin valor, no valen” y “Nadie
puede pedir lo que no es capaz de dar”.
Es necesario renunciar a la búsqueda del logro aca-
démico como valor en sí, e identifi carlo con el éxito de
los resultados; para tratar de alcanzar también un avance
educativo que trascienda los estrechos márgenes de la
enseñanza media superior en donde hay mucha diver-
sidad de formación docente y el ritmo de aprendizaje
por competencias depende de la capacidad del docente
para aprender. El docente aprende dándole oportunidad
de mostrar su propio proceso; podemos darnos cuen-
ta en profundidad del camino que sigue y podremos
ayudarle en lo que le falta por hacer.
El error, en ésta dinámica de evaluación del desem-
peño docente con enfoque de competencias, deja de
ser motivo de penalización para convertirse en factor de
aprendizaje de competencias. Superarlo es competencia
de los maestros, de los alumnos, de los directivos. Pero
si, sobre lo que el docente pueda decir o hacer, pende
continuamente la amenaza de la nota o califi cación re-
cibida, inteligentemente optará por callar, porque al
mismo tiempo habrá aprendido que lo importante es
aprobar, aunque no signifi que aprendizaje, ya que en la
evaluación se valoran otras cosas; es por ello, que en
cualquier evaluación que se realice, el juicio crítico debe
girar en torno al trabajo que hace el docente mientras
aprende, informar de manera puntual y constructiva, no
sólo en qué falla, sino por qué y de qué modo puede
superar la defi ciencia.
Cuando al maestro se le ayuda a romper con el miedo
a no saber, y se le reconoce el derecho a equivocarse, se
le abre la posibilidad de desarrollar sus capacidades y,
por ende, sus competencias docentes, en un clima apro-
piado de seguridad y confi anza, que implica una evaluación
a su desempeño que contribuya a estimular su creatividad y
superar sus limitaciones.
El docente aprende mucho más en la práctica y en el
ejercicio docente que resolviendo un examen de cono-
cimientos para ver si es apto o no para la docencia. El
hecho de utilizar una sola herramienta de evaluación o
considerar sólo los documentos que acrediten su for-
mación profesional, son acciones que no garantizan que
es un buen docente. Más bien, esto puede descubrirse
a través de la aplicación de todo un proceso de evalua-
ción del desempeño bajo el enfoque de competencias,
en donde el docente puede apreciar habilidades y va-
lores, retroalimentar, corregir, descubrir lo que ignoraba
o no sabía hacer.
La evaluación del desempeño docente bajo el en-
foque de competencias debe ser considerada como
instrumento de ayuda al docente para que conozca y
supere sus propios errores y defi ciencias y confi rme sus
competencias y puntos de vista acertados. Comprender
la noción de error y corrección como algo totalmente
diferente a la simple nota/califi cación es aceptar la dina-
micidad del pensamiento y es ponerse en camino hacia
la evaluación que forma. Como dice Stenhouse (1984),
para evaluar hay que comprender. La amenaza de una
nota crea coacción, miedo, sumisión, y crea también los
cauces para inventar las trampas necesarias para salir
airoso de tal empeño. La tarea prioritaria e inevitable del
docente es enseñar y asegurar que aquello que los estu-
diantes aprendan tenga valor y merezca ser aprendido.
Es importante pensar que la evaluación no debe ser un
instrumento de castigo o represión para controlar el
comportamiento de un docente, sino un proceso que
ofrezca una medición y una califi cación justa; pero para
corregir, estimular y con toda la información signifi cati-
va que brinda este proceso, apoyar al docente a mejorar
su desempeño.
Bibliografía
Barr Robert B. y Tagg, John (1995), From Teaching to Learning. A New Paradigm for Undergraduate Education, Revista Change, Vol 27, Núm 6.
Frade Rubio, Laura (2006), Desarrollo de competencias en educación básica: desde preescolar hasta secundaria. México, Calidad Educativa
Consultores S. C.
Perrenoud, Ph. (2000), Diez nuevas competencias para enseñar, Porto Alegre, Brasil, Artmed Editora.
____________ (1994), Prácticas pedagógicas, Profesión docente y formación: perspectivas sociológicas, Lisboa, Don. Quixote
1 4 MAGISTERIOMMMMAGISTERIAGISTERIAGISTERI1 4
La paráfrasis: reformulación explicativa como divulgacióndel conocimiento(Segunda de dos partes)
Edmundo Martínez GarcíaEscuela Primaria Laura Méndez de CuencaAmecameca de Juárez, Estado de México
MAGISTERIO 1 5MAGISTERIO 1 5
En la concepción de Authier, el parafraseador funge como mediador,
emisor, comentarista y compilador. Pero va más allá: el parafrase-
ador “qu’en réponse a une demande (...), pour remplir un «devoir»,
une «mission”. Como se observa, hay una demanda que evidentemente es
social. El sujeto parafraseador resulta de importancia capital: “tiende pu-
entes” entre el conocimiento y la sociedad: compila, parafrasea y divulga.
Su deber y su misión le son delegados socialmente: poner en contacto el
colectivo de una comunidad con un conocimiento determinado.
Une intense activité de reformulation caractérise la diffusion des
connaissances scientifi ques (...). Loin de voir dans ce déploiement
d’expressions «équivalentes» des approximations ou des
appauvrissements sémantiques, on peut au contraire souligner
qu’elle manifeste, au niveau pragmatique, une adaptation
nécessaire du discours à ses destinataires (...). La reformulation
devient stratégique discursive pour populariser un procédé ou
un objet technique, pour informer, intéresser ou distraire, ou pour
enseigner à l’autre ce qu’on voit [Moirand, 1994: 1-2]. 1
Aquí hay una defi nición pragmática de la paráfrasis y del parafraseador.
En esta idea se asume que la paráfrasis es una estrategia discursiva que
sirve al sujeto parafraseador para popularizar el conocimiento con miras a
informar, distraer o enseñar. Esta concepción reafi rma tanto el papel de la
paráfrasis como el del parafraseador. Sin embargo, el tema se vuelve deli-
cado cuando Moirand formula la frase: “une adaptation nécessaire du dis-
cours à ses destinataires.” Y más aún, cuando expresa: “enseigner à l’autre
ce qu’on voit”. Tanto la adaptación del discurso como “enseñar a los otros lo
que uno ve”, puede, en situaciones extremas, ser algo muy subjetivo.
Il s’approprie la pensée de l’auteur en vue de la soumettre à un
tiers dont il connaît ou postule les capacités d’entendement (...)
On comprend alors que l’activité de résumé soit une adaptation
(...), une véritable transposition c’est-à-dire le passage d’un
langage dans un autre. Il faut avouer (...) qu’on connaît mal les
processus qui sont en jeu à ce niveau précis d’adaptation d’une
pensée à une autre ainsi que le rôle précis joue par l’adaptateur.
N’est-il qu’un simple réducteur ou ne profi te-t-il pas de la pensée
d’autrui pour subrepticement imposer la sienne? [Agnoletti y
Defferrard, 1992: 246.].2
El sujeto parafraseador se apropia del pensamiento del autor del texto-
fuente para comprenderlo y expresarlo; tiene una actividad adaptadora, él
hace posible el paso de un texto a otro (T a T’), el paso de un pensamiento a
otro. Adapta una idea a otra y su actividad no es sólo la de un amplifi cador
o de un reductor de textos como suele pensarse.
1 Una intensa actividad de reformulación caracteriza la difusión del conocimiento científi co (...). Lejos de ver en este despliegue de expresiones “equivalentes” aproximaciones o agotamientos semánticos, hacemos hincapié en que puede manifestarse en el lugar del plano pragmático, una adaptación nec-esaria de su discurso a sus destinatarios (...). La reformulación del discurso se convierte en estraté-gica para popularizar un método o una materia técnica, para informar, entretener o interesar, o para enseñar a los demás lo que uno ve.2 Él se apropia de los pensamientos del autor para someterlo a un tercero cuyas capacidades de en-tendimiento conoce o postula (...) Ahora, se entiende que la actividad de resumir sea una adaptación (... ), una real transposición, es decir la transición de un lenguaje a otro. (...) Hay que reconocer que sabe acerca de los procesos que están involucrados en este nivel concreto de la adaptación de un pensamiento a otro y el papel exacto desempeñado por el adaptador. No es un simple reductor o ¿no goza del pensamiento de los demás para imponer subrepticiamente el suyo?
1 6 MAGISTERIOMMMAGISTERIAGISTERIAGISTERI1 6
El proceso de describir, explicar, comprender, interpretar o tra-
ducir que defi nen en términos generales a la paráfrasis, podemos
resumirlo en los tres momentos de la hermenéutica que señala
Gadamer en Verdad y método: subtilitas intelligendi (la com
prensión), subtilitas explicando (la interpretación) y subtilitas
applicandi (la aplicación). “Estos tres momentos debían carac-
terizar a la realización de la comprensión. Es signifi cativo que
los tres reciban el nombre de subtilitas, esto es que se com-
prendan menos que como un método disponible que como un
saber hacer que requiere una particular fi nura de espíritu” [Ga-
damer, 2005: 378]. En este sentido, el sujeto parafrasea-dor
se vuelve un hermeneuta. La idea de Fuchs de que “La refor-
mulation à visée explicative est centrée sur l’interprétation de
T”, nos fundamenta esta creencia. Pero además, “Tout comme
l’exégète ou le vulgarisateur, le résumer joue le rôle d’un «entre-
deux» — selon l’expression anglaise «go-between» désignant I’
«messager»” [Fuchs, 1994: 10-11].3 El trabajo del parafraseador
es interpretar los textos, tal como hacían los de la tradición exe-
gética y llevar el mensaje, a la manera de Hermes, a quien así
lo requiera. “Pero aún hoy día el trabajo del intérprete no es
simplemente reproducir lo que dice en realidad el interlocutor
al que interpreta, sino que tiene que hacer valer su opinión de la
manera que le parezca necesaria teniendo en cuenta cómo es auténti-
camente la situación dialógica en la que sólo él se encuentra como cono-
cedor del lenguaje de las dos partes” [Gadamer, 2005: 379]. Como se ve,
la actividad del sujeto parafraseador “N’est-il qu’un simple réducteur”, en el
caso del resumen parafrástico. La actividad del parafraseador-intérprete no
es una acción mecánica. Parafrasear-interpretar implica una parte subjetiva.
Esto tuvo como consecuencia que durante el siglo XVIII la paráfrasis cayera
en el descrédito como afi rma Catherine Fuchs:
Pour les uns, un texte d’auteur n’est, par essence, pas
reproductible, dans la mesure où il semble présenter une
sorte de point lie perfection, d’adéquation quasi-miraculeuse
entre le contenu et I’expression: c’est, irréductiblement, un
«original» unique que toute reformulation — surtout par un
élève malhabile — ne saurait qu’altérer (affaiblir, affadir, ternir)
au plan de l’expression. Cette position se conforte bien entendu
de la notion de texte «littéraire ». II est intéressant de noter
à ce propos que le XVIIIe siècle, qui verra se développer les
connotations péjoratives autour de la notion de «paraphrase»
(cf. supra), marque également la naissance du discrédit jeté sur
les autres pratiques de reformulation de textes d’auteurs que
sont la parodie, le pastiche et le plagiat [Fuchs, 1994: 23-24].4
3 Al igual que el exégeta o el divulgador, el resumen juega el rol de un “entre dos” — como dice “”la frase “go-between” que signifi ca “mensajero”.4 Para algunos, el texto de autor no es, en esencia, reproducible, en la medida en que parece representar una especie de punto de perfección, de adecuación casi milagroso entre el contenido y la expresión: es irreductiblemente, un “original” único que toda reformulación — en particular por un estudiante poco hábil— no puede alterar (débil, insípido, aburrido) al plan de expresión. Esta posición, por supuesto, se desprende de la noción de texto “literario”. Es interesante notar aquí que el siglo XVIII, que verá cómo se desarrollan connotaciones peyorativas alrededor del término “paráfrasis”, también marca el nacimiento del descrédito de las otras prácticas de reformulación de los textos de autores que son la parodia, el pastiche y el plagio
MAGISTERIO 1 7MAGISTERIO 1 7
1 8 MAGISTERIOMMMAGISTERIAGISTERIAGISTERI1 8
Esta consideración tuvo repercusiones en cuanto a
la forma de concebir al sujeto parafraseador: se le trató
de plagiario y de parásito. D. Sangsue asegura :“Celui
qui s’adonne à ces pratiques est considéré comme un
voleur, ou du moins comme un parasite qui se nourrit
aux dépens des créateurs originaux (...). Derrière cette
réprobation se profi lent le culte naissant du génie et la
conscience, elle aussi nouvelle, de la propriété littéraire”
[D. Sangsue, 1994: 8].5
Ahora bien, ¿qué requiere el sujeto parafraseador
para construir un texto-meta (T’)? El texto-meta se
construye comúnmente a través de un acto de ampli-
fi cación o condensación que suele hacerse de un deter-
minado texto para ser explicado. Es el sujeto parafra-
seador quien decide, de acuerdo con sus expectativas
y de acuerdo con su interpretación, cómo amplifi ca o
cómo reduce el texto-fuente (T) para convertirlo en el
texto-meta (T’).
La reformulation explicative, telle qu’elle
vient d’être caractérisée, tend à développer le
texte-source, conformément a la conception
rhétorique traditionnelle qui y voit une forme
d’amplifi cation. Mais il ne faut pas oublier
qu’aux antipodes de l’amplifi cation se situe
la condensation de texte, pratiquée par
exemple dans le résume. Bien qu’elle n’ait
guère été prise en compte par la tradition,
la condensation de texte participe de plein
droit de l’activité de reformulation. La visée
du résume professionnel —je ne parle pas ici
du résume scolaire— est, sinon explicative
stricto sensu, du moins informative : le
résumer construit a partir de 1’interprétation
qu’il a de T un nouveau texte T’ plus court,
aux fi ns de transmettre a l’interlocuteur les
informations «essentielles» contenues dans
T. La encore, il y a donc bien passage entre la
situation d’énonciation de T et celle de T’, et
«traduction » en direction d’un interlocuteur
vise [Fuchs, 1994: 10].6
5Cualquiera que se dedique a estas prácticas es considerado un ladrón, o al menos como un parásito que se alimenta de los creadores originales (...). Detrás de esta condena se perfi lan el culto incipiente de genio y de conciencia, también nueva, de la propiedad literaria.6La reformulación explicativa, tal como la acabamos de caracterizar, tiende a desarrollar el texto fuente, de acuerdo con la concepción retórica tradicional que ve en ella una forma de amplifi cación. Pero no se debe olvidar que en las antípodas de la amplifi cación se sitúa la condensación de un texto, practicada, por ejemplo, en el resumen. Si bien no ha sido tomada en cuenta por la tradición, la condensación de un texto forma parte con todo derecho de la actividad de reformulación. La intención del resumen profesional – no hablo aquí del resumen escolar- es, si no explicativa stricto sensu, al menos informativa: el que resume construye a partir de la interpretación que tiene de T un nuevo texto T’ más corto, con el fi n de transmitir al interlocutor las informaciones “esenciales” contenidas en T. También ahí existe, por lo tanto, un pasaje entre la situación de enunciación de T y aquella de T’, y “traducción” en dirección a un interlocutor.
MAGISTERIO 1 9MAGISTERIO 1 9
En esencia el texto-meta, producto de la explicación
parafrástica es un texto mixto que lleva las marcas tan-
to de T como de T’. La decisión del sujeto parafrase-
ador a la hora de la interpretación de T es importante
porque determina la forma en que amplifi cará o reducirá
el texto-fuente. Se supone que en ese ejercicio deberá
conservar el contenido y el sentido del texto de origen.
“(…) la reformulation explicative est alors tolérée comme
auxiliaire ponctuel au service du commentaire de texte :
elle aide à la maîtrise du sens du texte à commenter, et
concerne l’interprétation de T” [Fuchs, 1994: 15].7
Creo que esta cita es defi nitoria respecto del quehac-
er de la paráfrasis con intención explicativa: ayuda a
dominar el sentido del texto. Pero, en cuanto se dice
que “concierne a la interpretación de T”, nos volvemos
a plantear la duda de la conservación del sentido y del
contenido del texto original. ¿Cómo saber si la interpre-
tación del sentido de un texto ha sido correcta? Esta
situación puede ser determinada en última instancia por
las siguientes razones: la naturaleza del texto y las inten-
ciones pedagógicas, estéticas o ideológicas del sujeto
parafraseador. Con toda razón Fuchs afi rma que:
Les choix effectues par le sujet lors de la
transformation du contenu sont évidemment
fonction de l’ensemble des paramètres
constitutifs de l’activité discursive : ils
dépendent de l’objectif poursuivi par le
sujet reformulant (selon le type de tache
langagière dans laquelle il est engage), de
ses connaissances du monde, de contraintes
d’ordre situationnel (selon la représentation
qu’il a de la situation d’énonciation du
T-source et de sa propre situation de
reformulation : visée de son interlocuteur,
image de lui-même, etc.), ainsi que, en
dernière instance, de préférences subjectives
[Fuchs, 1994: 31-32].8
A la hora de elegir qué aumenta, qué suprime o qué
modifi ca de un texto-fuente, el parafraseador depende
de sus intuiciones y de sus intenciones. Del mismo modo
serán determinantes en esta selección sus conocimien-
tos, sus valores y su circunstancia histórica. También de-
berá tomar en cuenta las necesidades de quiénes requie-
ren el texto-meta (parafraseado) o de las necesidades
sociales en general, y en última instancia, como asegura
Fuchs, “de préférences subjectives”. Aun cuando se es-
tima que debe haber cierto respeto por los contenidos
y signifi cados del texto-fuente, no dejan de reconocerse
como determinantes los factores extralingüísticos exis-
tentes alrededor del fenómeno parafrástico.
Esto reafi rma lo que se ha venido planteando a lo
largo de esta exposición: el horizonte de expectativas
del sujeto parafraseador juega un papel importante a la
hora de enfrentar al texto-fuente, lo que determina en
última instancia la reformulación de T en T’.
Concluyendo, podemos decir que el parafraseador
asume un rol de suma importancia dentro de la socie-
dad. Primero, porque es él quien decide, de acuerdo
con sus expectativas, qué cambia y qué no de un texto-
fuente. Segundo, porque hace posible la popularización
del conocimiento. Su actividad la podemos observar en
la educación, en la literatura, en la difusión de la ciencia,
en la historia y otras prácticas culturales en general.
7 (…) la reformulación explicativa es, entonces, tolerada como auxiliar pun-tual al servicio del comentario del texto: ella ayuda a dominar el sentido del texto a comentar, y concierne a la interpretación de T.8 Las elecciones efectuadas por el sujeto cuando hace la transformación del contenido son realizadas, evidentemente, en función del conjunto de los parámetros constitutivos de la actividad discursiva: dependen del objetivo perseguido por el sujeto que reformula (según el tipo de tarea del lenguaje a la que se ha comprometido), de su conocimiento del mundo, de condic-ionamientos de orden situacional (según la representación que tiene de la situación de enunciación de T fuente y de su propia situación de reformu-lación: intención de su interlocutor, imagen de sí mismo, etc. ) de la misma forma que, en última instancia, de preferencias subjetivas.
Orienta e informa al auditorio
sobre trámites, servicios
y acciones de interés y
actualidad que brindan las
instancias de la Secretaría de
Educación y organizaciones
no gubernamentales, a través
de la entrevista radiofónica.
Miércoles 9:30 a 10:00 hrs.1520 AM en Atlacomulco
1250 AM en Tejupilco1080 AM en el Valle de México1600 AM en el Valle de Toluca
Radio Mexiquense
2 0 MAGISTERIOMMMAGISTERIAGISTERIAGISTERI2 0
La cal idad dela educación en MéxicoMaría Elena Martínez Sánchez
Escuela Primaria Francisco I. Madero
MAGISTERIO 2 1MAGISTERIO 2 1
Los tiempos actuales, la glo-
balización, los avances tec-
nológicos y los cambios
económicos, políticos y sociales in-
dican que es urgente hacer una re-
valoración del modelo educativo; si
pretendemos lograr el desarrollo del
país, frente a otros países, es indis-
pensable que la educación adopte
una nueva fi losofía que forme indi-
viduos con todas sus capacidades
y potencialidades, ciudadanos pro-
ductivos, responsables y solidarios
que contribuyan al desarrollo de la
sociedad a través de la superación
económica, política y cultural.
México está luchando contra la
desigualdad y la pobreza, y uno de
los caminos para lograrlo es elevar el
nivel de la calidad educativa, esto no
se refi ere sólo a la expansión, sino a
la profundidad, para elevar la canti-
dad, y la calidad.
Aspiramos a lograr un verdadero
desarrollo en todos los aspectos:
libertad, justicia, solidaridad y sub-
sidiariedad, para ello es necesario
adquirir un conocimiento integral
del hombre que nos garantice el
des-arrollo de sus capacidades, el
desenvolvimiento de su potencial.
Elevar el nivel de la educación
requiere de aplicar criterios de can-
tidad, y de calidad, tanto de los con-
tenidos como de los procesos que
propician los aprendizajes.
Hoy día, las habilidades de pensa-
miento son más necesarias que en
épocas anteriores. El mundo es cada
vez más complejo y cambiante, lo
cual representa un reto para adap-
tarse a él. Ante este reto, es necesa-
rio ser activos para poder manejar y
responder a los cambios y las inno-
vaciones, por lo que es necesario
adquirir mayores conocimientos y
habilidad de pensar efi caz y efi cien-
temente para aplicarlos con éxito.
Nuestra labor como profesores
consiste en revisar los modelos
educativos, generar metodologías,
desarrollar nuevos modelos de or-
ganización académica y pedagógi-
ca, innovar y proponer actividades
educativas y, sobre todo, conocer
los procesos de aprendizaje de los
alumnos, por lo que el papel del do-
cente, su actitud y compromiso son
fundamentales para que la ense-
ñanza no se quede a nivel de simple
transmisión de conocimientos, sino
llegue hasta la adquisición de apren-
dizajes signifi cativos.
Para ello se deben considerar los
factores que favorecen u obstaculi-
zan el aprendizaje, es decir, en la me-
dida que sea capaz de aprovechar
los factores a favor y minimizar los
adversos, se conseguirá que el pro-
ceso de enseñanza se lleve a cabo
de manera efi caz.
México se encuentra en una etapa
en la que el número debe apoyarse
en la calidad educativa, si queremos
hacerle frente a la competencia in-
ternacional debemos entender que
la calidad es un proceso.
La necesidad de tener un modelo
educativo es porque en él se fi jan
las pautas, los fi nes, los sujetos y los
medios que participan en el proceso,
así como el procedimiento para al-
canzar las metas propuestas.
La calidad tiene que ver con el des
arrollo de los programas, así como con
el contenido educativo, saberes, valores,
actitudes y destrezas.
El sistema y las políticas educati-
vas adquieren relevancia al constituir
un aparato institucional capaz de im-
plementar un conjunto de acciones:
conocimiento de la realidad para
modifi carla (ciencia y tecnología),
las habilidades (capacidades) y, so-
bre todo, las actitudes (el carácter)
y la congruencia con los valores uni-
versales, que impacte el desempeño
y el perfi l educativo.
En todo proceso educativo, la
enseñanza juega un papel muy im-
portante y por mucho tiempo se ha
pensado que tiene la responsabilidad
total del aprendizaje. Anteriormente,
la acción de enseñar se concebía
unida a la de aprender; sin embar-
go, ahora se presentan como dos
procesos separados debido a que
el hecho de que se enseñe no nece-
sariamente signifi ca que se aprenda y
viceversa, el aprendizaje no se presenta
siempre como resultado de un proceso
de enseñanza.
Es nuestra obligación contar con
los conocimientos teórico-meto-
dológicos para emplear las teorías
acerca de los estilos de aprendizaje
como herramientas para promover
aprendizajes signifi cativos. Y dado
que todos aprendemos de manera
diferente, es necesario el empleo de
estrategias de aprendizaje acordes
con el estilo personal de aprender,
con lo cual el proceso de aprendiza-
je se presentara con mayor efi cacia,
efi ciencia y facilidad.
2 2 MAGISTERIOMMMAGISTERIAGISTERIAGISTERI2 2
A diferencia de épocas anteriores, el concepto de
aprendizaje hoy no sólo se refi ere a la adquisición de
conocimientos, sino al modo de integrarlos para que su
organización nos permita resolver problemas o situa-
ciones específi cas y crear nuevos conocimientos. Esto
es lo que se llama aprendizaje signifi cativo.
La globalización de la economía y la cultura exigen
profesionales de calidad internacional, personal capaz
de manejar tecnología de punta, ya que al incrementarse
los convenios de colaboración con Estados Unidos y Ca-
nadá debe existir competitividad.
El TLC ha propiciado que los grupos empresariales
ocupen un papel importantísimo y tengan mayor relación
con las universidades, las cuales dan mucha importancia
al trabajo académico (docencia e investigación). Dice
Ballesteros “En la cultura moderna la efi cacia provie-
ne de la competitividad, el poder y la información, en la
postmodernidad viene de la colaboración y el servicio”.
Es imprescindible que la educación incorpore tanto la
investigación científi ca como la tecnológica. Los países
que cuentan con altos niveles en estas áreas, son los que
han alcanzado mayor desarrollo económico y social.
Los retos planteados tienen dos dimensiones: la
externa, para que México entre en el plano mundial y
los procesos globales, y la interna, para resolver la cri-
sis económica del país, la cual proviene del descalabro
económico, de la falta de recursos internos y de la poca
credibilidad en la instrumentación de acciones efi caces
para revertir a corto plazo el proceso de deterioro.
El objetivo es alcanzar la competitividad a través de
los contenidos educativos (saberes, valores, actitudes y
destrezas), y de los procesos que los hacen posibles a
corto plazo (porque está determinada por los costos de
producción: mano de obra poco califi cada y barata) y a
largo plazo, estando así, más vinculada al desarrollo de
la ciencia y la tecnología.
La globalización ha infl uido en la posición que los
países ocupan en la nueva división internacional. Esta ubi-
cación depende más del talento con que cuentan y me-
nos de sus recursos naturales o de su riqueza material.
Carlos Fuentes señala que la globalización se sustenta
en información y la información, a su vez, en educación.
El conocimiento es el soporte para la información de
modo que se ha convertido junto con ésta, en la base
para la generación de riqueza y prosperidad.
El mundo ha entrado en una época de verdadera
revolución de la información, ya que ésta se utiliza como
palanca de desarrollo. Los procesos de producción, la or-
ganización del trabajo, la provisión de servicios y otras
actividades, cada vez más giran en torno al manejo de la
información.
MAGISTERIO 2 3
La apertura y la globalización han provocado una re-
visión refl exiva y crítica acerca de la estructura y orien-
tación del sistema educativo, sobre todo en México. Los
retos de la globalización exigen individuos cada vez más
capaces, mejor preparados, con una actitud de partici-
pación social, más productivos. Para lograrlo, se requiere
actualizar la educación.
Nos hemos quedado en la preparación de mano de
obra califi cada, a eso no podemos llamarle desarrollo edu-
cativo, el verdadero desarrollo lo alcanzaremos cuando
crezca el nivel de progreso tecnológico y científi co.
El aumento de productividad da a los países poder
sobre los demás, entendiendo como productividad no
la mano de obra califi cada, sino el uso y desarrollo de
la ciencia y la tecnología; los países que se han preo-
cupado por alcanzar este desarrollo se encuentran en
un nivel económico más alto, lo cual se observa por la
cantidad de bienes que consumen y por la calidad de
los mismos.
Hace falta en México un sistema de investigación
científi ca en todos los campos y una verdadera actuali-
zación docente. Urge empezar a crear ambientes que
despierten en los alumnos el interés por la investigación,
los profesores deben refl exionar sobre nuestro papel
como facilitadores, la preocupación principal debe ser
que el alumno se apropie del conocimiento.
Es compromiso del profesor actualizar los conteni-
dos, innovar métodos y conocer procesos de apren-
dizaje, entender la necesidad de mejorar el sistema edu-
cativo, encontrar la manera de lograr esta mejora y no
perder de vista la importancia de alcanzar el nivel de los
países desarrollados.
En esta época de apertura comercial, es impostergable
emprender un análisis que nos conduzca a elevar la cali-
dad de la educación, pues los países con los que México
ha fi rmado tratados son países desarrollados y nosotros
no estamos en condiciones de competir con ellos.
En México hace falta el conocimiento y desarrollo de
nuevas tecnologías, si pretendemos lograr un avance
social y cultural, debemos preocuparnos por formar in-
dividuos responsables, políticamente activos, producti-
vos y creativos en todas las actividades humanas.
A medida que los procesos de globalización se van
extendiendo e imponiendo, el cambiante mundo de la
economía y el trabajo pone énfasis en elevar la calidad
de la producción y de las mercancías, lo cual exige au-
mentar la productividad de los recursos humanos. Una
consecuencia de esto es el debate acerca de los me-
canismos con que las instituciones educativas forman
sus recursos y la necesidad de plantear modifi caciones
en su organización, en los contenidos y en los métodos
de enseñanza.
T riunfador en tres ocasiones de los
Juegos Culturales del magisterio,
en la rama de artes plásticas, Víctor
Betancourt López es originario de la
ciudad de Toluca (1969) y ha exhibido con
éxito sus cuadros en casi la totalidad del
territorio estatal.
Después de estudiar parte de la carrera
de planeación urbana y regional, encon-
tró su verdadera vocación en la pintura e
ingresó a la Escuela de Bellas Artes para
adquirir la técnica y las habilidades de un
artista profesional.
Su trayectoria artística ha sido exitosa,
pero ha estado subordinada a una riguro-
sa disciplina de formación y actualización,
pues en diferentes años ha sido becario
del Fondo para la Cultura y las Artes del
Estado de México, en dos oportunidades,
y del Ayuntamiento de Toluca, también en
dos años consecutivos.
2 4 MAGISTERIO
Víctor BETANCOURT LÓPEZ Artista plástico
de inspiración irrepetible
El hombre y su diosÓleo sobre tela80 x 122 cm.2009
MAGISTERIO 2 5
Sus obras premiadas en los juegos ma-
gisteriales (2010, 2011 y 2012) han sido: En-
tre hormonas y neuronas, Escudo nacional
y Fiesta mazahua.
Ha participado en las casas de cultura
del Estado de México con 30 exposiciones
colectivas y 20 individuales. Además, ha
expuesto en el Museo “José María Velasco”
y en el centro cultural “Casa de las Diligen-
cias” de la Universidad Autónoma del Es-
tado de México. En abril de este año, pre-
sentó una exposición. Individual en la Feria
del Libro del Estado de México, que fue
inaugurada por el doctor Edgar Hernán-
dez Muñoz, director del Instituto Cultural
Mexiquense.
La singularidad de este artista consiste
en que el tema casi exclusivo de su pin-
tura es la carne de pollo, en cuya blancura
y textura encuentra múltiples signifi cados
e implicaciones que excitan su sensibilidad
de artista.
Como experiencia personal, tiene la de ha-
ber practicado durante la mayor parte de su
vida una actividad comercial relacionada con
los pollos que aparecen en todos sus cua-
dros, como las manzanas en la obra de la pin-
tora mexicana Martha Chapa.
Víctor BETANCOURT LÓPEZ
Entre hormonas y neuronasÓleo sobre lino80 x 139 cm.2010
Heroinas revolucionarias mexicanasÓleo sobre lino140 x 92 cm.2011
2 6 MAGISTERIO
PoesíaÓleo sobre lino200 x 1400 cm.2004
EsenciasÓleo sobre lino146 x 96 cm.2007
Metamorfosis revolucionariaÓleo sobre lino y tela 47 x 120 cm.2010
MAGISTERIO 2 7
Lúdicas pasionesMixta sobre tela80 x 122 cm.2008
Sombras que maduranÓleo sobre lino96 x 150 cm.2009
Laberinto de los perros perdidosÓleo sobre lino146 x 98 cm.2007
MAGISTERIOMMMAGISTERIAGISTERIAGISTERI2 8
Alma Delia
Fuentes Nogales
Soy agua de rocíoque baja de los ojos,que recorre tu cuello,que rodea los senos,
que surca un sendero,que moja la piel.
Soy gota de sudor,producto de un acto excitado,
del deseo saciado,del placer agotado.
Bébeme, soy gota de tu néctarque cálida remonta en tu costado,
que viaja por el vientrey se deposita en el cáliz,
presta a satisfacersecon el hecho consumado.
Soy gota de tu sangreen la comunión de nuestras vidas,
soy gota de salivaante las verdades de nuestros intercambios.
Bébeme, tómame, sáciate de mí,haz de nosotros un solo ser,
un solo sentir,un solo vibrar.
Bébeme, tómame hasta consumarme,Hasta entregarme tu esencia,Hasta llevarte mi conciencia.
Bébeme, tómame,haz de mí parte de ti
bébeme, tómame,hazlo por siempre,
para siempre.
Bébeme
MAGISTERIO 2 9
Te contemplo, amado mío,surcando el amanecer.
¡Larga ha sido la espera!entre noches tormentosas,
entre sábanas solteras,entre habitaciones impregnadas
de melancolías, de llanto, de desesperanza.
Te observo a la orilla de nuestro lecho,la inmensidad de tu espalda,
la fi ereza de tu pecho,la fi rmeza entre tus piernas,
tu mirar decidido,tus labios, humedecidos.
Te miro al mirarme,al recorrerme,
al seducir de tus ojoscargados de lujuria,
de pecado, de fantasía.
Tiemblo cuando tu fi no tactoseduce mi cintura,
recorre mi latir,separando perfectamentecada pliegue de mi ser,
tomando entre tus dáctileslas coronas de mis curvas,
introduciendo tus fi nas palabrasa mi impenetrable sentir.
Al despuntarde la alborada
Te observo, amado mío,preso del éxtasis que consume mi corazón,
víctima de la sensualidad que encubre nuestras pieles,náufrago de nuestros sudores, de nuestros vestigios.
Y cuando, fi nalmente, fi el caballero,has librado las batallas de estos cuerpos,
de estas mentes, de estas almas,plácido regresas a mi regazo,
contemplando el despuntar de la alborada,que cubre nuestros cuerpos desnudos,que arrulla nuestros suspiros agitados,
nuestros gritos asfi xiadosentre sonrisas, entre sollozos.
Te observo así,con tu cabeza en mi pecho,
con tu mano en la mía,con tu ser inmenso,
extraviado en el mío.
3 0 MAGISTERIO
Te amo, aun cuando lo inverso
nos coloca en el fi lo de nuestras verdades, donde la crueldad de la mudez viste tu cuerpo
viajero insensible al roce de otros somas.
Me tienes,aun cuando nuestros pensamientos son disímiles.
Te amo,aun cuando callas
y te refugias en el vicio de crear, restando tiempo a nuestro tiempo
en tanto que en demasía produzco versosy derramo caricias por un beso.
Me llevas,aun cuando crees amarme desde nuestras utopías.
Te amo,aun cuando tus largas ausenciascubren con silencio mis labiosy busco razones para amarte.
Consuelo Cardona Estrada
Buscando razones para amarte
MAGISTERIO 3 1
No quiero morir en la penumbradel silencio hostil
que envuelve mi cuerpo esta noche,con el miedo prendido a mi piel
y las manos palidecidas.
Fantasmas surgen de la nadaconjugándose con los tres tiempos
de mi existencia, me envuelven entre estas cuatro murallas,
en donde respiro el olvido de otros y mi exhalación cesa.
¿Dónde están todos?Esos,
a quienes amé y me amaron,o acaso son ellos los que regresan.
Cuando más quiero bullicio y risas,
el tiempo tardío se torna efímeroy el transitar de la mariposa termina.
Petrifi cada,soy hurgada por la muerte.
En silencio contemplo el murmullode los que dejo
y una lluvia fl orida cubre mi cuerpo,polinizando la tierra de la cual,
tal vez, crecerán verdes prados
y el olvido absoluto de quien hoy solloza.
No quiero morir en la penumbradel silencio hostil
que envuelve mi cuerpo esta noche.
Penumbra
MAGISTERIOMMMAGISTERIAGISTERIAGISTERI3 2
La base de la educación actual debe estar en la tecnología.
Anónimo
MAGISTERIO 3 3
L a palabra analfabeta
nos ha-ce pensar inme-
diatamente en perso-
nas mayores de quince años
que por diversas razones, no
adquirieron el dominio de la
lecto-escritura, pero con el pro-
greso de la ciencia y la tecnología
la mayoría de los docentes que no
están al tanto de los avances pasan
a formar parte del grupo de analfa-
betos en el ámbito de las Tecnologías
de la Información y la Comunicación (TIC);
por tal motivo, esta refl exión va dirigida a los docen-
tes que trabajan frente a grupo, o bien, que son multi-
plicadores de la formación continua para que adquieran
los elementos de actualización requeridos en mejora
de la calidad de la educación, sin perder de vista que
pertenecen a una comunidad, que les exige renovación
de aptitudes y actitudes, es decir, innovación.
Es necesario alfabetizar a los docentes en temas de
tecnología, pero no de una tecnología orientada al en-
tretenimiento pues de eso ya hay bastante, sino resca-
tar la tecnología del poder de la elite y llevarla a niveles
participativos y democráticos. Cuando la tecnología sea
parte del proceso educativo y no un patrimonio de mi-
norías, vislumbraremos un futuro mejor.
"Analfabetismo tecnológico¨ obstáculo de
la educación actual
Bertha Vázquez Rodríguez
Los alumnos pasan actualmente la mayor parte de su
tiempo empleando la tecnología: de tres a cuatro horas
diarias conectados a Internet y la otra parte de este uti-
lizando el Ipod, videojuegos, celulares; el uso de estos
en espacios educativos, hablando en el caso especifi co
de los celulares, resulta ser motivo de amenaza siendo
decomisado por el maestro en ves de buscar otra vía de
manejo y comprensión del contexto actual.
Por este motivo, la sociedad necesita docentes que
estén altamente capacitados en el uso de nuevas tec-
nologías aplicadas a la educación.
Quién no esté capacitado para el uso de estos recur-
sos evidentemente tendrá difi cultades metodológicas.
Una cosa es el consumo de información como mercan-
cía y otra utilizar la red para lograr una mejora de la cali-
dad educativa y de las interacciones humanas.
En el futuro inmediato, aquellos ciudadanos que no
asimilen la cultura digital de manera inteligente, no po-
drán acceder a la sociedad de la información. Por ello,
será necesario articular medidas que favorezcan el apren-
dizaje y uso de las TIC.
Este problema no se resuelve con la sola incorpo-
ración de las tecnologías a las aulas como recursos de
enseñanza. La búsqueda de soluciones consiste también
en refl exionar y discutir sobre la formación que quere-
mos potenciar en los alumnos y cómo lograremos que la
transfi eran a la vida cotidiana.
MAGISTERIOMMMAGISTERIAGISTERIAGISTERI3 4
El reto del futuro está en que los centros educativos
innoven no sólo su tecnología, sino también sus concep-
ciones y prácticas pedagógicas, lo que signifi ca modifi -
car el modelo de enseñanza en su totalidad.
El manejo integral de los programas educativos re-
quiere de un aprendizaje integral, que se genera en con-
cepciones diferentes. Para los jóvenes, navegar en Internet
o utilizar los programas, puede constituirse en un juego o
una rutina. Ellos se adaptan con más facilidad a los cambios
culturales que un adulto, avizora de manera distinta; su
primer confl icto es llegar a resolver su ubicación espacial:
los límites están defi nidos entre el teclado y el monitor,
sus miedos son justifi cados: borrar un programa, equi-
vocarse con frecuencia, hacer el ridículo por no saber
manejar el mouse; en defi nitiva, castigarse de antemano
por no aprender con facilidad las funciones elementales,
y ante la falta de tiempo, y de paciencia, asumir una pos-
tura negativa hasta llegar a la frustración. Esta situación
puede ser subsanada por medio de un aprendizaje con-
tinuo hasta establecer una relación entre el equipo y la
persona. Este proceso requiere tiempo y esfuerzo, para
aprender a operar el sistema.
Para que este saber propicie una verdadera trans-
formación, debe ser signifi cativo, es decir, debe atribuir
signifi cados al nuevo contenido adquirido. Para lograr
este propósito, es fundamental el desarrollo de una nue-
va estructura mental, la cual requiere de dos procesos
simultáneos: por un lado, incorporar contenidos nuevos
a la estructura signifi cativa, es decir, integrarlos a lo que
ya se sabe, y por el otro, adaptarse a los nuevos cono-
cimientos (reconstrucción de la estructura cognitiva).
Las TIC adquieren importancia
en un doble proceso formativo:
por un lado, se reconoce a la com-
putación como herramienta y re-
curso pedagógico que facilita el
proceso de enseñanza–apren-
dizaje, y por otro, es imperioso
reconocer que dicho proceso se
encuentra determinado por un
contenido imprescindible en es-
tos tiempos que conduce a im-
portantes y profundos cambios
en el aspecto educativo.
“Las próximas generaciones
de maestros deben ser for-
madas en el uso de las tec-
nologías de la educación y la
información en la educación”
(Levis y Feiner, 2000:106).
Algunas alternativas de ca-
pacitación pueden ser:
Docente autodidacta: muchos profesores pueden con-
ducir su propio aprendizaje, este autoaprendizaje
es valioso, en tanto y en cuanto mantiene actuali-
zados los conocimientos de un tema o materia, en
este caso la informática.
Docente capacitado en la institución educativa: la
capacitación que se realiza en la misma institución
no siempre considera los aspectos pedagógicos,
se basa exclusivamente en lo computacional.
Capacitación en institutos privados: su objetivo
es el entrenamiento en computación (educación
informática) más que en la capacitación en infor-
mática educativa.
Capacitación en institutos superiores de formación
docente: ofrecen cursos, talleres y seminarios para
aprender a utilizar la computadora como medio
didáctico; algunos otorgan puntaje. Suele ser en
períodos cortos y modulares.
La Capacitación en institutos superiores de for-
mación en informática educativa para docentes:
en la actualidad, hay carreras de especialización
más profunda (maestría en nuevas tecnologías
aplicadas a la educación), en las cuales, la capaci-
tación es sistemática, incluyendo lo pedagógico y
lo computacional; proporcionan un puntaje reco-
nocido por las autoridades educativas y otorgan
títulos ofi ciales, los cuales habilitan profesional-
mente en la especialidad.
MAGISTERIO 3 5
En este último tipo de formación, los conocimientos
son integrales y comprenden los siguientes aspectos:
• Aprehender el signifi cado y la profunda infl uencia
que ejercen las nuevas tecnologías en la sociedad.
• Estudiar los procesos de aprendizaje signifi cativo
en la construcción del conocimiento.
• Analizar el fenómeno de la incorporación de las
nuevas tecnologías en las actividades educativas,
así como también el “analfabetismo tecnológico”.
• Estudiar los recursos técnicos para el uso educa-
tivo de la computación, como eje transversal que
abarca todas las áreas del conocimiento.
• La enseñanza está secuenciada en módulos, a fi n
de permitir al docente alcanzar nuevos objetivos
que se vayan integrando y retroalimentando con
el tiempo.
• El aprendizaje es permanente, ya que las tec-
nologías se superan en forma vertiginosa y obli-
gan a una constante capacitación y actualización
del conocimiento.
La formación en informática educativa para docen-
tes, tiene un efecto multiplicador, es decir, propicia la
“formación de formadores” con miras a lograr la pre-
paración y motivación de los futuros ciudadanos con
una formación integral y fortaleciendo la idea de que
un taller de computación no es sinónimo de entreteni-
miento, ni tampoco un recurso para desarrollar unas ac-
tividades escolares distintas. El docente tiene que sa-
ber que la computación es una herramienta útil y que el
aprendizaje potencial que genera es aprovechado por
el alumno. En consecuencia, la tecnología se convierte
en una poderosa herramienta de innovación.
El docente que se someta a este cambio, deberá
tener la certeza de que cuesta mucho esfuerzo lograr
el equilibrio, y también acostumbrarse a pensar en las
funciones de un programa hasta cruzar las barreras del
miedo y la inseguridad.
Está en el propio docente formular una propuesta
que estimule a todos en el logro de metas que transfor-
men su realidad.
Es una realidad que las TIC han provocado un cam-
bio sustancial en nuestro diario vivir, que debemos
adaptarnos a los cambios, que nuestros hábitos y cos-
tumbres se han modifi cado notablemente. Pensemos
que hace algunos años era imperioso conocer el mane-
jo de una máquina de escribir, y hoy, lo imprescindible,
es tener en nuestro haber un conocimiento integral de
la computación.
Si no se aplica una estrategia educativa acorde con
esta situación, muchas personas adquirirán la condición
de “analfabetos tecnológicos”.
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Mireya Benítez LópezEscuela Normal de Santiago Tianguistenco,
Estado de México
Mireya Benítez LópezMireya Benítez López
La re lac ión yo- tú y yo-e l lo en la educac ión
La educación como sabemos, es
un cosmos, en el cual surge la
necesidad primigenia de que el
educador refl exione sobre la infl uencia
de sus formas de pensamiento y ac-
tuación en el aula y ponga en juego
acciones dialógicas, responsables y
honestas.
El diálogo trasciende la realidad de
las personas, que ya no se presenta
como única, sino con alto grado de
complejidad; por lo tanto el apren-
dizaje no puede ser lineal, mecánico, o
aislado de su contexto social.
El diálogo permite reconocer a los
otros (los alumnos) como un fi n en sí
mismos, es decir, como seres humanos,
con los cuales se puede dialogar y me-
jorar la relación entre profesor-alumno
y alumno-alumno para impulsar va-
lores y principios priorizando el razo-
namiento crítico sobre la fragmentada
educación que suele impartirse.
Es indispensable que esté muy claro
el tipo de comunicación que deseamos
entablar con nuestros alumnos, a par-
tir de que las personas autónomas,
responsables, solidarias, con actitud
dialógica siempre hacen ver un mun-
do más armónico y humano.
La relación yo-tú y
yo-ello
Buber rescata en su obra la po-
sición que establecemos, de manera
consciente o inconsciente con el mun-
do que nos rodea y en los que nos de-
sempeñamos. En este caso nos enfo-
no puede experimentar otra cosa que
desconfi aza y autoridad, establecer
propósitos y maquinar medios. Y aun
con toda su soberbia, está anclado irre-
mediablemente en lo irreal; y él lo sabe
tan pronto como piensa sobre sí mis-
mo, por eso emplea la mejor parte de
su espiritualidad para eludir la refl exión
o encubrirla; por lo tanto, hay que pen-
sar en el impacto personal y social que
conlleva esta forma de relación, en el
ámbito educativo.
Al adentrarse en su episteme Bu-
ber enfatiza el hecho de no preten-
der debilitar el sentido de la relación:
relación es reciprocidad. Cuando el
profesor está ante un ser humano y
pronuncia la palabra básica yo-tú, el
otro (alumno) no es una cosa entre
cosas sino una persona y se sitúa en
la rela-ción de mismidad humana y
sale a su encuentro.
La palabra básica yo-tú funda el
mundo de la relación a través de tres
esferas:
1ª La virtud con la naturaleza. Allí la
relación oscila en la oscuridad y por
debajo del nivel lingüístico. Las cria-
turas se mueven ante nosotros, pero
no pueden llegar hasta nosotros, y
nuestro decirles-tú se queda en el um-
bral del lenguaje.
2ª La vida con el ser humano. Allí
la relación es clara y lingüística. Pode-
mos dar y aceptar el tú.
3ª La vida con los seres espiritua-
les. Allí la relación está envuelta en
nubes, pero manifestándose, sin len-
guaje aunque generando lenguaje.
caremos al aspecto educativo, donde
se origina la siguiente interrogante:
¿de qué manera la postura fi losófi ca
de Martín Buber nos conduce a la
búsqueda de la forma de relación del
profesor con el otro en el aula?
La relación es una de las categorías
fundamentales de Martín Buber, que
retomo por la afi nidad con el tema a
tratar; éste considera que: “para el ser
humano el mundo es dual, según su
propia doble actitud ante él. Una pa-
labra básica es el par yo-tú. Por eso
también el yo del ser humano es doble,
pues el yo de la expresión básica yo-tú
es distinto del de la expresión yo-ello”.
Es importante entender, considerando
lo anterior, que las palabras básicas no
expresan algo que estuviera fuera de
ellas, sino que pronunciadas, fundan
un modo de existencia porque no exis-
te ningún yo en sí, sino el yo de la pa-
labra básica yo-tú y el yo de la palabra
básica yo-ello. Quien dice una palabra
básica entra en ella y se instala.
Al relacionarnos con el mundo
podemos hacerlo de dos maneras;
como personas o como el hombre ar-
bitrario que es el que sin lugar a dudas
suele predominar en nuestros días,
que no cree y no encuentra, no cono-
ce la compenetración, sólo conoce el
mundo sin sentido del exterior y su
vacío deseo de usarlo. Cuando él dice
tú, piensa: “tú, mi posible uso”; y lo que
llama su atención es solamente adorno
y sanción de su poder usar.
La enorme energía del ser humano
arbitrario menciona nuestro autor,
MAGISTERIOMMMAGISTERIAGISTERIAGISTERI3 6
La re lac ión yo- tú y yo-e l lo en la educac ión
No percibimos ningún tú, y, sin em-
bargo, nos sentimos interpelados y
respondemos imaginando, pensando,
actuando: decimos con nuestro ser la
palabra básica sin poder decir tú con
nuestros labios (Buber, 1998: 14).
En este sentido haré énfasis en la
segunda esfera, la vida con el ser hu-
mano; porque es allí donde la relación
es vivida en reciprocidad e igualdad,
por medio de la palabra, porque el ser
humano como tal, vive en la comuni-
cación, en la relación del yo-tú, en el
cara a cara.
El diálogo logra trascender la vida
cotidiana de los seres humanos; el yo
y el tú no sólo están en relación, sino
también en fi rme “lealtad”. El amor
por ejemplo, no se adhiere al yo como
si tuviese al tú sólo como contenido,
como objeto, sino que está entre el yo
y el tú. El tú me afecta a mí como yo
le afecto a él. Nuestros alumnos nos
enseñan, nuestras obras nos edifi can.
Quien ve un ser en su totalidad y ha de
rechazarlo ya no está en el reino del
odio, sino en el de la humana limitación
del poder decir tú, entrar-en-relación.
La relación yo-tú (manifestada en
el diálogo) y yo-ello (contenidos te-
matizados, experiencias y saberes)
están vivas y unidas en los momentos
dialógicos del aula, la primera tiene
su origen en lo humano y la segunda
en el objeto. La relación yo-ello no es
perjudicial o negativa, pero en las rela-
ciones con los alumnos no debemos
limitarnos a ella.
La vida en el proceso educativo
no puede, como tampoco la persona
misma, renunciar al mundo del ello.
La voluntad de aprovechamiento y
de poder del ser humano, actúan de
forma natural y legítima en tanto van
ligadas a la voluntad relacional y sos-
tenidas por ella.
En el aula la palabra del profesor
y del alumno ha de volverse vida, una
y otra vez, en la enseñanza. El desa-
rrollo de la función experimentadora y
utilizadora se produce sobre todo por
disminución de la capacidad relacio-
nal del ser humano. De ahí que la pre-
gunta por dicha capacidad se plantee
de la siguiente manera: ¿Cómo puede
trascender el profesor la tematización,
el discurso y la relación sujeto-objeto?,
¿Cuál es el papel del diálogo en el
aula?
Habermas en su libro “Teoría de la
acción comunicativa I. Racionalidad
de la acción y racionalización social,
menciona:
La racionalidad comunicativa
posee connotaciones que en
última instancia se remontan a
la experiencia central de la ca-
pacidad de aunar sin coaccio-
nes y de generar consenso que
tiene un habla argumentativa1
en que diversos participantes
superan la subjetividad inicial de
sus respectivos puntos de vista
y merced a una comunidad de
convicciones racionalmente moti-
vada se aseguran a la vez de la
unidad del mundo objetivo y de
la intersubjetividad del contexto
en que desarrollan sus vidas
(1998:27).
La cita anterior, nos permite resca-
tar que la racionalidad comunicativa o
dialógica, de acuerdo con lo que men-
ciona Habermas aparece como una
práctica comunicativa ejercitada que
contiene ambos momentos: voluntad
y conciencia. El sujeto con racionali-
dad comunicativa no sale del momen-
to del supremo encuentro (diálogo)
siendo el mismo que había entrado en
él. El ser humano recibe, y no recibe
un contenido, sino una presencia, una
presencia como fuerza, lo cual no se
ignora, pero se trata de encubrir en el
aula por la prioridad que se da en oca-
siones a los aspectos administrativos o
técnico-pedagógicos.
Cuando el profesor está frente al
alumno y vive en la racionalidad comu-
nicativa, la relación es vivida en la reci-
procidad e igualdad humana, con el
otro por medio de la palabra, porque
el ser humano como tal, se vivencia en
el lenguaje y habla a partir de él.
El docente con racionalidad comu-
nicativa, reconoce a la persona (indi-
viduo o colectivo) porque busca me-
jorar sus relaciones en el aula. Además,
sabe que por medio del diálogo puede
posibilitar en sus alumnos la refl exión
y la crítica.
Es aquel profesor que ha compren-
dido entre otras cosas:
• No tener toda la verdad.
• Expresar sus ideas y escuchar las
de los demás con respeto.
• Confíar en su verdad, pero tam-
bién en la del otro.
Por lo anterior, la racionalidad co-
municativa o dialógica y la relación yo-
tú invitan al profesor a relacionarse a
través del diálogo con su discípulo, a
fi n de poder ayudarlo a desplazar sus
capacidades.
El maestro ha de considerarle
como esta determinada perso-
na en su potencialidad y en su
actualidad, o, más exactamente,
conocerle no como una simple
suma de propiedades, esfuerzos
y reprimendas; si no otro yo (una
totalidad) y afi rmarle en esta su
totalidad (Buber, 1998:113).
El diálogo coloca al profesor dentro
del aula no como el límite del alumno,
sino como su complemento que le
ayudará a desarrollarse en un ambi-
ente armónico y de respeto. En ésta
el profesor puede relacionarse con sus
alumnos, a través del poder (violen-
cia simbólica o no simbólica), o bien;
por medio del diálogo, que debe irse
potenciando como vivencia relacional
1 Habermas, menciona que la argumentación es el tipo de habla en que los participantes tematizan las pretensiones de validez que se han vuelto dudosas y tratan de desempeñarlas o de recusarlas por medio de argumentos. Una argumentación contiene razones que están conectadas de forma sistemática con la pretensión de validez de la manifestación o emisión problematizada. La fuerza de una argumentación se mide en un contexto dado por la pertinencia de las razones Teoría de la acción comunicativa I. Racionalidad de la acción y racionalización social, 2005: 37.
MAGISTERIO 3 7
MAGISTERIOMMMAGISTERIAGISTERIAGISTERI3 8
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Santos Guerra, Miguel Ángel (2002), La escuela que aprende, Madrid, Morata.
en el encuentro de dos personas que
desempeñan un rol preestablecido,
pero que se mueven en un proceso de
superación de sus circunstancias par-
ticulares entre ellas y el mundo; donde
queda claro que el diálogo es una po-
sibilidad de crecimiento para ambos.
Las impresiones y emociones ele-
mentales que se despiertan en el ser
humano “natural” son las que proceden
de acontecimientos y situaciones rela-
cionales; donde el profesor manifi esta
disponibilidad, para realizar el encuen-
tro con el otro, lo acepta como su in-
terlocutor, en una relación de mismi-
dad humana. Pero ¿Cómo propiciar el
encuentro con el otro a través de los
acontecimientos relacionales?
El encuentro dialógico
En la relación yo-tú Buber nos deja
entrever que la tendencia relacional es
lo primero (el tú innato es el a priori de
la relación), lo segundo es la relación;
en este sentido el tú innato ha de en-
tenderse en este caso como: “Una for-
ma previa del decir tú aún no verbal,
el instinto de contacto; primariamente
instinto de “roce” táctil, luego óptico,
con otro ser” (Buber, 1998:30).
Al comienzo está la relación como
categoría del ser, como disposición y
capacidad personal de relación pre-
via de apertura; porque en ocasiones
pensamos que la realidad es que los
otros no desean tener ningún tipo de
vínculo con nosotros, cuando tal vez
sea el yo quien está propiciando esa
conducta. Es decir, el otro no se mani-
fi esta en mí más que en la medida en
que yo consiento en dejarlo ofrecerse
a mí en toda su alteridad y en su dina-
mismo.
El encuentro es, en la teoría bube-
riana acción, dejarse afectar, dar paso
a lo que tal vez modifi cará mi forma
de ser, sin que me sea posible prever
en qué sentido, es decir, conceder al
otro el derecho y la posibilidad de lle-
gar a mí, situación que en algunas oca-
siones olvidamos los maestros, porque
ignoramos los acontecimientos y las
situaciones relacionales.
Buber menciona que: “En el acon-
tecimiento relacional, sólo existen dos
compañeros en su plena actualidad,
el ser humano y lo que le confronta y
como el mundo desde siempre siente
su yo (tengo hambre, sed, etc.)”. Por
lo cual logra interiorizar al tú como la
mismidad de su yo (una yoidad im-
plícita) que se revela en el poder de la
acción recíproca de mi interlocutor; en
este sentido profesor y alumno están
en el aula indudablemente prometi-
dos, donde el primero no es límite sino
el complemento del segundo.
En la escuela y el aula (escenario
compartido por personas que viven
triunfos, fracasos, problemas, tiempo,
espacios físicos, sueños, entre otros)
se hace necesaria la convicción del
profesor para llevar adelante cualquier
proyecto que exija para su realización
tiempo y esfuerzo. Para dirigirnos en
una dirección, para construir algo
valioso en forma personal y social,
necesitamos de una convicción rela-
cional, es decir, pensada, refl exionada,
humana y/o personifi cada. No se trata
sólo de que los alumnos vayan es-
cuchando respuestas razonadas, sino
acordes con la realidad social, aten-
diendo, eso sí, al talento del receptor
y al saber del emisor, pero con la con-
fi anza de que, si la convicción que pre-
tende transmitirse es racional y la au-
toridad con que se transmite ha sido
ganada a pulso, es posible llegar a un
entendimiento en profundidad desde
la realidad en que nos movemos.
En la escuela está presente la nece-
sidad de una comunicación con el ser,
rescatando la persona humana de
la marginalidad a la que se le había
condenado en la educación por en-
foques metodológicos donde el alum-
no es visualizado como objeto, como
un contenido a tematizar, donde el
conocimiento y el tiempo son ob-
jetivados como otros que existen
independientes de mí como profesor.
Este autor nos permite ver que el tra-
bajo del aula no es únicamente objeti-
vación, asimilación del ser y de lo otro,
sino un encuentro entre personas que
se proyectan más allá, en instantes
eternos.
La educación está constituida por
un junto de actores e interacciones,
como un mundo social autónomo, con
sus propias reglas de juego y produc-
to de interpretaciones, construccio-
nes, incluso negociaciones, acuerdos
y desacuerdos de los sujetos interac-
tuantes. Comprendiendo que en esta
ardua labor es necesario tener presen-
te que las posturas críticas son perso-
nales y que por lo tanto cada quien es
responsable de su juicio ético en los
contextos concretos de acción, lo cual
no implica relativismo ni subjetivismo,
sino respeto a las particularidades de
la realidad concreta y a la indeclinable
responsabilidad personal.
El eje de todo el proceso son las
acciones comunicativas y dialógicas,
las cuales enfatizan que el crecimien-
to humano es una empresa que dista
bastante de ser unidireccional e indi-
vidualista. Una auténtica educación
ha de tener en cuenta la dimensión
dialógica de la persona, la cual se vi-
vencia en la relación yo-tú.
MAGISTERIO 3 9
Formac ión cont inua
para desarro l la r programas
de superac ión pro fes iona l
Samuel García DuarteDepartamento de Capacitaciçon y Actualizaciçon Docente
Toluca, Estado de México
Uno de los problemas de la formación continúa,
es que sigue patrones tradicionalistas. Se le da
suma relevancia al discurso curricular, sin em-
bargo, la interpretación que generalmente se hace por
parte de quienes se encargan de difundirlo, es desde la
experiencia de quien lo difunde, es decir, la lectura que se
efectúa del discurso depende de la óptica de los docen-
tes responsables de aplicarlo. Es cierto que, antes de que
llegue a los docentes de grupo, pasa por grupos de aca-
démicos, conforme a una lógica tradicional que consiste
en promover que se asimile el discurso. Luego, se pro-
pone una estrategia para hacerlo llegar a los docentes, en
procesos de información y así, sucesivamente. Esto pro-
voca que se hagan diversas interpretaciones de él y que
se acomode a lo que el docente sabe hacer.
El docente puede analizar el discurso, hacer de él una
apropiación compleja; puede, inclusive, armar proyectos
de trabajo para hacerlo llegar a otros docentes: sin em-
bargo, queda siempre de lado la parte práctica, didáctica.
De una o de otra manera se produce un divorcio, pues
por un lado se maneja la parte teórica y se deja de lado lo
práctico: la experiencia del docente. Este divorcio provo-
ca que la forma de planear actividades prácticas, se haga
de manera fragmentaria y se programen actividades que
no se corresponden entre si. Un ejemplo son los cursos y
talleres que se organizan.
Por otro lado, hacer el seguimiento y la evaluación
de estos procesos se vuelve complicado e incierto. De
ahí que resulte impostergable adoptar una metodología
que permita articular el discurso con la práctica, que sea
susceptible de evaluar el impacto que produce en los
docentes.
Redes nucleares
Ante la eventualidad de articular los procesos de for-
mación continua, entendiéndola como un factor en el que
intervienen diversos actores y responsables, se propone
trabajar en la perspectiva de redes nucleares.
Las redes nucleares consisten en un encadenamiento
vertical y horizontal de diversos núcleos. Armar un en-
tramado de grupos de profesionales que tienen relación
con otros grupos en forma directa e indirecta, que son
capaces de generar información y de servir como medio
para difundirla esto es, son generadores y fi ltros de in-
formación. Cada agrupación tiene relación con otra y así,
sucesivamente.
MAGISTERIOMMMAGISTERIAGISTERIAGISTERI4 0
La información que se genera y que se fi ltra es pro-
ducto del análisis y la refl exión de los diferentes grupos;
por lo tanto, está en constante construcción y conceptu-
alización. Cada fuente de información es un elemento de
análisis y de trabajo refl exivo. Las agrupaciones abren es-
pacios de discusión con otros grupos, valoran y ponderan
los logros y se proponen nuevos desafíos, que comparten
entre sí, de ahí que sea un proceso de construcción con-
stante.
Los procesos desde esta perspectiva, se comparten y
cada grupo se convierte en ámbito problematizador.
Metodología
La investigación-acción es una metodología que pue-
de facilitar los procesos de refl exión, de análisis, de cons-
trucción y de comunicación entre los grupos. Uno de sus
ejes centrales de desarrollo es la experimen-tación, a la
que se le hace un seguimiento directo, y los resultados
que se van obteniendo, se vuelven motivo de análisis y
refl exión.
Es importante considerar esta metodología como una
oportunidad para que los docentes, en un primer mo-
mento, sistematicen su práctica, pongan en juego su cre-
atividad y hagan seguimientos de lo que hacen.
Es necesario verla como un procedimiento interactivo,
en el que prevalecen el diálogo, la discusión y, en su caso,
el debate. La elaboración de un proyecto, desde esta pers-
pectiva, será producto de la participación de varios ac-
tores que interactúan entre si y de grupo a grupo. Los
proyectos de análisis pueden ser varios: uno por grupo
o, en el mismo grupo, varios; lo interesante es que cada
uno de los miembros participa y está enterado de cada
proyecto porque interviene en su cons-trucción. Actuar
en foros, para presentar los proyectos
o sus bosquejos, es un ámbito en donde
se discute su conformación. Estos foros
permiten que los proyectos se vayan
fortaleciendo en muchos sentidos: con-
ceptualización, procedimiento meto-
dológico, procesos de seguimiento y
elaboración. Precisamente los foros,
son oportunidades de hacer seguimien-
to de resultados y es donde se tiene
la posibilidad de reorientarlos y, en su
caso, modifi carlos.
Uno de los principios de esta meto-
dología, es consi-derar que el momen-
to para desencadenar los procesos de
análisis se encuentra en la puesta sobre
la mesa de discusión las preocupacio-
nes básicas de los docentes respecto
de sus vivencias con los estudiantes. Se
rescatan las que atañen a la mayoría, se puntualiza so-
bre situaciones que, desde el punto de vista de los inte-
grantes del grupo, impiden el logro de aprendizajes esco-
lares. En las primeras discusiones se suele discutir desde
los criterios y experiencia de los integrantes del grupo y,
pudiera suceder, los argumentos del grupo, basten para
pensar que el problema está resuelto y, lo peor, se con-
venzan de ello; sin embargo, se hace necesario asumir
una actitud crítica. Este es uno de los momentos impor-
tantes, cada uno de los integrantes del grupo debe tomar
distancia sobre el hecho y tratar de no verlo como algo
simple, sino como un acontecimiento que requiere de un
análisis más profundo. En esto tiene que ver la puesta en
juego de actitudes problematizadoras; esto quiere decir
que es necesario promover acciones y espacios para que
el grupo vaya desarrollando capacidades para construir
problemas y generar actitudes de refl exión crítica.
La concreción de problemas es consecuencia de las
discusiones analíticas. El problema, como producto de
la refl exión, ha implicado la puesta en juego de refe-
rentes empíricos y, de cierta forma, teóricos. Llegar a
este punto abre la necesidad de plantear un proyecto
de intervención. Para fortalecer la perspectiva de un
proyecto se hace necesario trabajar en una serie de fo-
ros de discusión para centrar los ejes del problema que
pueden ser procesos a través de un proyecto. Los foros
se hacen grupalmente y con otros grupos, esa apertura
permite conformar procesos de seguimiento, pero no un
seguimiento administrativo, sino para conocer el reco-
rrido que se sigue durante el desarrollo del proyecto y
tener esto como referencias para analizar problemas de
otros grupos.
MAGISTERIO 4 1
La construcción del proyecto se integra con varios
componentes básicos: la delimitación del problema, lo
que fundamenta su presencia, justifi car la relevancia en
los procesos de enseñanza y aprendizaje, elaboración de
propuestas experimentales, conceptos básicos con los
que se defi ne teórica y empíricamente la articulación de
propuestas, procesos de seguimiento, cronograma de fo-
ros de análisis de resultados, replanteamiento de accio-
nes, integración de resultados, foro de análisis de resulta-
dos y planteamiento de nuevos objetos de análisis.
Los sujetos
Existen diversas teorías que defi nen al sujeto desde
perspectivas diferentes; por ejemplo, lo defi nen como el
ente pensante que asimila y construye mentalmente una
visión del mundo; otras hablan de un ente que construye
su sentido de pertenencia, que es capaz de interactuar
con los demás, que comparte creencias, ideologías y cos-
tumbres culturales con otros; una visión antropológica lo
defi ne como un ente con historia cultural y personal, se
identifi ca con otros por cuestiones étnicas y culturales,
se reconoce y relaciona por circunstancias contextuales,
temporales y geográfi cas. La posición en esta propuesta,
implica todos los elementos descritos: un ente que pien-
sa, que se reco-noce con los demás, que comparte visio-
nes culturales del mundo, que se asume como sujeto con
historia cultural y personal y, sobre todo, que es capaz de
interactuar.
Es importante considerar la perspectiva de la interac-
ción y su sentido, si se entiende el sentido como aquella
forma de sistematizar la interacción. El proceso de siste-
matización exige disciplina refl exiva y centrada en objetos
de estudio delimitados; es decir, confi gurar realidades. La
interacción implica la búsqueda de la comprensión y/o
entendimiento de la realidad; pero la realidad propia de
los sujetos.
La tarea del sujeto, es analizar la realidad donde cul-
tiva sus relaciones escolares, percibir los inconvenientes
de los procesos de enseñanza y plantearlos como pro-
blemas; construir estrategias para intentar resolverlos. Las
posibles propuestas, serán producto del análisis teórico y,
sobre todo, de la plena conciencia crítica del problema:
un adecuado diagnóstico. En este diagnóstico los sujetos,
alumnos y docentes, revelan los niveles de conocimiento
y capacidades que se tienen para aprender determinados
contenidos de cierta manera. Esto nos coloca en el um-
bral de nuevas posibilidades; precisamente, es, a partir de
ellas, como se hacen propuestas diferentes.
Un buen diagnóstico implica la toma de conciencia de
diversos factores, internos y externos, que están presen-
tes en las difi cultades para enseñar y aprender, es en lo
que se tiene que trabajar.
Planeación a partir de problemas
Lo descrito en párrafos anteriores, abre la posibilidad
de desarrollar procesos de planeación adecuados a cada
proyecto. El punto de partida son situaciones reales, fun-
damentadas con referentes que detonan la presencia de
problemas.
Cuando se habla de problema se alude a perspectivas
concretas, que se refi eren a situaciones cognoscitivas
(preocupaciones personales), situaciones sociales (en
donde se busca colectivamente una solución para me-
jora social) y las referidas a la naturaleza (necesidad de
conocer determinadas fenomenologías naturales); estos
aspectos no se aíslan, suelen aparecer encadenados, es
decir, lo cognitivo puede estar vinculado a lo social y a
la naturaleza; una preocupación personal, puede ser mo-
tivo de preocupación de otras personas, como por ejem-
plo explicar un problema de lógica matemática: ¿por qué
dos por dos son cuatro? Este planteamiento es motivo
de preocupación muy concreta que implica razonamien-
tos personales, quizá con apoyos externos, pero muy es-
pecífi cos. En cambio, en un problema social convergen
varios criterios. En los problemas de conocimiento de la
naturaleza, es necesario utilizar métodos que facilitan la
observación y el análisis, en esto se busca dar explica-
ciones que aporten novedades sobre un asunto que han
tratado otros.
Un problema tiene diversas expresiones: por un lado
se explica a través de necesidades que los sujetos tienen
para conocer y entender algo; por otro, la necesidad de
resolver contingencias derivadas de sus relaciones socio-
afectivas y; la necesidad y curiosidad por entender cómo
está constituida la naturaleza. En estas acepciones apa-
rece un concepto central, la necesidad. Las necesidades
pueden generarse por la propia naturaleza de las cosas o
se pueden presentar en las relaciones sociales. De una u
otra forma, un problema, es una contingencia o eventuali-
dad a la que los sujetos, se enfrentan, que se ubica en un
espacio, contexto y tiempo determinados. Generalmente
las eventualidades rompen los ritmos normales tanto per-
sonales como en las relaciones sociales, o bien, eventuali-
dades naturales que tienen que ver con la convivencia de
los seres humanos.
La eventualidad o contingencia exige respuestas; sin
embargo, para darlas es necesario tener claridad de los
elementos centrales que conforman el problema, es decir,
del marco de relaciones en que se encuentra inmerso.
Irma Rocio Orihuela ArceJardín de niños Eva Sámano de López Mateos
Toluca, Estado de Méxixo
Para que exista calidad
educativa en las es-
cuelas es importante
clarifi car el concepto, conocer los fac-
tores que la determinan y las caracte-
rísticas que deben reunir las escuelas.
En las últimas décadas, la escola-
rización y la cobertura de la edu-
cación han ido en aumento en todo el
mundo, por lo que también ha crecido
la preocupación por la calidad de la
educación, esto nos dice que canti-
dad (matrícula, cobertura, egresados,
gasto nacional y mundial) no signifi ca
calidad.
Para dejar clara esta idea, es im-
portante analizar el concepto de cali-
dad educativa:
• Educación de calidad es aquella
que “asegura a todos los jóvenes la
adquisición de los conocimientos,
capacidades destrezas y actitudes
necesarios para equiparlos para la
vida adulta” (Giné, 2002).
• Educación de calidad “es la que pro-
mueve el progreso de sus estudiantes
en una amplia gama de logros intelec-
tuales, sociales, morales y emociona-
les, teniendo en cuenta su nivel so-
cioeconómico, su medio familiar y su
aprendizaje previo. Un sistema escolar
efi caz es el que maximiza la capaci-
dad de las escuelas para alcanzar esos
resultados”.
• Desde la esfera de los valores, un
sistema educativo de calidad se
caracteriza por su capacidad para:
- Ser accesible a todos los ciudadanos.
- Facilitar los recursos personales, or-
ganizativos y materiales, ajustados
a las necesidades de cada alumno
para que todos puedan tener las
oportunidades que promuevan su
progreso académico y personal.
- Promover cambio e innovación en
la institución escolar y en las aulas
(lo que se conseguirá, entre otros
medios, posibilitando la refl exión
compartida sobre la propia prác-
tica docente y el trabajo colabora-
tivo del profesorado).
- Promover la participación activa
del alumnado, tanto en el apren-
dizaje como en la vida de la ins-
titución, en un marco de valores
donde todos se sientan respetados
como personas.
- Lograr la participación de las fami-
lias e insertarse en la comunidad.
- Estimular y facilitar el desarrollo
y el bienestar del profesorado y
de los demás profesionales de la
institución.
Después de conocer algunas defi -
niciones es primordial saber ¿Qué en-
tendemos por calidad educativa?
El objetivo que la escuela debe fi -
jarse, es contribuir al mejoramiento de
la calidad de vida de los educandos y,
por ende, de la sociedad en la que se
encuentra inmersa. Para ello, es nece-
sario que la institución conozca las
necesidades, intereses, expectativas,
preocupaciones e insatisfacciones con
respecto al servicio que presta a la co-
munidad para mejorarlo y responder a
las demandas.
Calidad educativa signifi ca, enton-
ces, estar atentos a las necesidades
que plantea la demanda. Por ello, es
indispensable que la escuela busque
mejorar la calidad de los servicios que
presta, para que los alumnos tengan
bases que les permitan acceder al
nivel educativo superior en donde ad-
quieran conocimientos que les permi-
MAGISTERIOMMMAGISTERIAGISTERIAGISTERI4 2
PPara que exista calidad
les, teniendo en cuenta su nivel so-les, teniendo en cuenta su nivel so-
cioeconómico, su medio familiar y su
aprendizaje previo. Un sistema escolar
Aspectos esenc ia les para que ex is ta ca l idad educat iva
en las escue las
El rumbo de los
Programa de radio que apoya
y difunde el trabajo docente,
abordando temas incluidos en los
planes y programas de estudio
de educación básica, costumbres,
tradiciones, valores, identidad
nacional y estatal; además, fomenta
Martes y jueves de 15:30 a 16:00 hrs.
1520 AM en Atlacomulco 1250 AM en Tejupilco 1080 AM en el
Valle de México 1600 AM en el Valle de Toluca
Radio Mexiquense [email protected]
tan conseguir un “status” económico
y social y una categoría que vaya de
acuerdo con su nivel cultural.
Por eso es importante conocer al-
gunos factores que determinan la cali-
dad educativa como son:
• Infraestructura: aulas de clase, aulas
de recursos, biblioteca, laborato-
rios, patio, instalaciones deportivas,
mobiliario.
• Competencia de los recursos hu-
manos: nivel científi co y didáctico
del profesorado, experiencia y acti-
tudes del personal en general, capa-
cidad de trabajar en equipo alumnos
y profesor, tiempo de dedicación a
la instrucción, los servicios y las ac-
tuaciones que realizan las personas
y que determinan la calidad de toda
organización.
• Dirección y gestión administrativa y
académica: planeación, labor direc-
tiva, organización, funcionamiento
de los servicios, relaciones humanas,
coordinación y control.
• Aspectos pedagógicos: PETE y
PAT, evaluación inicial de los alum-
nos, adecuación de los objetivos y
los contenidos, tratamiento de la di-
versidad, metodología didáctica
• Actitudes, concepción de la ense-
ñanza y actuación del profesorado:
considerar los principios pedagógi-
cos, atención a los aprendizajes de
los estudiantes y a su interés por
la asignatura, establecimiento de
estímulos para promover su par-
ticipación, disponibilidad para ser
orientados, buena comunicación y,
evaluación adecuada.
• Competencia del profesorado: uno
de los factores más importante en la
determinación de la calidad de los
resultados educativos es la calidad
del docente. Dicha calidad, no se
refi ere solamente a sus conocimien-
tos disciplinarios y pedagógicos, ni
a sus habilidades didácticas. Se re-
fi ere a una calidad integral, que hace
referencia al docente como persona,
y que incluye, los aspectos cognos-
citivos y afectivos, así como actitud
hacia la docencia, hacia sus alumnos,
hacia la comunidad en que trabaja.
• Plan de estudios, contenidos teóri-
cos y prácticos, adecuación a los
estudiantes y a las demandas socia-
les de los correspondientes perfi les
profesionales.
• Organización de la enseñanza: pla-
nifi cación detallada, distribución de
los estudiantes entre los grupos, ade-
cuación de horarios...
• Evaluación de la calidad, que permi-
ta aprender de los errores y seguir
mejorando.
• Transparencia informativa en la ins-
titución, que facilite la compartición
del conocimiento y genere confi anza.
• Participación de todos los implica-
dos, liderazgo participativo, clima
de trabajo favorable, desarrollo y
crecimiento personal.
La calidad de la enseñanza im-
partida a los alumnos y
la cantidad de
Aspectos esenc ia les para que ex is ta ca l idad educat iva
en las escue las
MAGISTERIO 4 3
conocimientos adquiridos pueden in-
fl uir decisivamente en la duración de
su escolaridad y en su asistencia a la
escuela.
La función educativa consiste en
ayudar a los alumnos a alcanzar sus
propios objetivos económicos, so-
ciales, culturales y contribuir al logro
de una sociedad mejor organizada,
educada y gobernada. La escolaridad
permite a los estudiantes desarrollar
sus facultades creativas, emocionales
y adquirir los conocimientos, compe-
tencias, valores y actitudes necesarios
para convertirse en ciudadanos res-
ponsables, activos y productivos.
Si existen factores determinantes
de la calidad educativa, también exis-
ten características de las escuelas que
son efectivas:
• Compromiso con normas y metas,
compartidas y claras.
• Búsqueda y reconocimiento de va-
lores propios.
• Liderazgo profesional de la dirección.
• Estabilidad laboral y estrategias para
el desarrollo del personal.
• Currículo bien planeado y estructurado.
• Clima de aprendizaje.
• Profesionalidad de la docencia.
• Expectativas elevadas sobre los
alumnos.
• Atención a los derechos y respon-
sabilidades de los estudiantes.
• Elevado nivel de implicación y apoyo
de los padres.
• Apoyo activo y sustancial de la ad-
ministración educativa.
Por lo mismo, un sistema educativo
puede considerarse de buena calidad
si cubre las siguientes condiciones:
• Pertinencia. La cual establece un cur-
rículo adecuado a las circunstancias
de la vida de los alumnos.
• Relevancia. Referente a las necesi-
dades de la sociedad.
MAGISTERIOMMMAGISTERIAGISTERIAGISTERI4 4
• Efi cacia interna. Que logra la más alta
proporción de destinatarios para ac-
ceder a la escuela y permanezca en
ella hasta el fi nal del trayecto.
• Efi cacia externa. Visualiza que el
alumno egrese alcanzando los obje-
tivos de aprendizaje establecidos en
los tiempos previstos.
• Impacto. El cual consigue que los
aprendizajes sean asimilados en for-
ma duradera y se traduzcan en com-
portamientos sustentados en valores
individuales y sociales, con que la
educación será fructífera para la so-
ciedad y el propio individuo.
• Equidad. La cual tiene en cuenta la
desigual situación de alumnos y fa-
milias, comunidades y escuelas, y
ofrece apoyos especiales a quienes lo
requieren, para que los objetivos edu-
cativos sean alcanzados por el mayor
número posible de estudiantes.
En conclusión, para tener una edu-
cación de calidad es imprescindible
conocer el contexto cultural, social y
económico en el cual opera el sistema
escolar; con qué tipo de población
trabaja; cómo se insertan en él colecti-
vos sociales diferentes y desiguales y,
cómo se articula en la sociedad, para
entonces poder actuar con contribu-
ciones válidas basadas en evaluacio-
nes científi cas.
Una buena escuela será aquella en
las que los destinatarios del servicio
educativo están conformes con el ser-
vicio recibido. Esta conformidad puede
medirse en encuestas de satisfacción
que la escuela realice al término del
ciclo escolar como una forma de auto-
evaluación, y así, la satisfacción del pa-
dre de familia se refl ejará en su partici-
pación dentro del proceso educativo.
BibliografíaConferencia presentada en el tercer
Simposium de Ciencias de la Educación, Proceso de Formación y Actualización de Profesionales
de la Educación.
Daghilian, Jacobb (1997), Educación para la Calidad y Calidad para la Educación, Noviembre–
Diciembre, Vol. 4 Núm. 2.
Giné, Climent (2002), “Desde la esfera de los valores”, en revista de Blanquerna, núm.7. URL.
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) (1998), Para
elevar la calidad educativa.
Sammons Hillman, Mortimore (1998), Características clave de las escuelas efectivas,
México, Secretaría de Educación Pública y otros.
SistemaAutomatizadode Escalafón
Guía de acceso para servidores públicos
Sistema Automatizado de EscalafónComo parte de las acciones permanen-tes para transparentar el proceso escala-fonario, se ha puesto en marcha un nuevo mecanismo para que, por medio de inter-net, los servidores públicos generales tengan la oportunidad de concursar por las plazas vacantes.Es mediante el sistema de información au-tomatizado, como los servidores públicos
hoy tienen la opción de consultar plazas va-cantes y, en su caso, registrarse en línea para participar en los concursos escalafonarios que son de su interés y en los que cumplen con los requisitos correspondientes. Este servicio facilita al personal conocer con oportunidad las opciones que se tienen para aspirar a una mejor remuneración salarial y, sobre todo, a un desarrollo profesional.
Recomendación antes de iniciarDeshabilita el bloqueo de ventanas emergentes del navegador de internet en:
Herramientas > Bloqueador de elementos emergentes > Desactivar
Para ingresar y registrarse debes seguir los siguientes pasos:
Ingresa al portal del Gobierno del Estado de Méxicoen: www.edomex.gob.mxSelecciona la opción “Gobierno”Da click en “Intranet del Gobierno (g2g)”Registra tus datos personales de servidor público
1
3A continuación, apareceotra ventana, oprimir la opción convocatorias yseleccionar una.
2 Ingresa al Sistema de Escalafón por medio del botón:
Del siguiente listado, identifi ca la plaza por la que deseas concursar.Asegurate de cumplir con los requisitos que te soliciten.
4Oprime únicamente el número de la plaza por la que deseas concursar.Las demás quedarán deshabilitadas.5
Revisa los datos de la Cédula de Opción a Concurso Escalafonario, y da click en siguiente.
6
Completa la información correspondiente. La veracidad de la información queda bajo tu responsabilidad. Da click en siguiente.
7
En caso de ser aceptado, imprime y entrega los documentos correspondientes para continuar en la delegación administrativa o equivalente con el trámite.De no ser aceptado, notifi ca a la Coordinación o a la Subdirección de Escalafón, por conducto de tu Delegación Administrativa.
8
Documentos que te solicitará la Coordinación Administrativa o el Secretariado Técnico de Escalafón: Último talón de pago. Certificado de estudios y/o título. Constancias de cursos de los últimos 2 años. Diplomados o especializaciones. Formato Único de Movimientos de Personal (FUMP). Evaluaciones de desempeño. Gafete credencial de servidor público actualizada.
Factores para el puntaje del Sistema Escalafonario: Antiguedad (más de 6 meses en el puesto). Preparación académica y capacitación. Evaluación del desempeño. Examen.
Informes:Subdirección de Escalafón, Andador Constitución núm. 104, despacho 202, col. Centro,Toluca, Estado de México, C.P. 50000, Teléfonos: (722) 2 14 06 48 y 2 15 19 48.Correo electrónico: [email protected] y [email protected]
Dirección General de PersonalDirección de Política SalarialSubdirección de Escalafón
AgostoNacimiento de Emiliano Zapata, 1873.
Nacimiento de Vicente Guerrero, 1782.
Muerte de Isidro Fabela, 1964.
Muerte de José María Velasco, 1912.
Nacimiento del Profr. Carlos Hank
González, 1927.
8
12
2826
10
Julio
Nacimiento de José María Velasco, 1840.
Muerte de Benito Juárez, 1872.
Nacimiento de Agustín Millán, 1879.
Muerte de Narciso Bassols, 1959.
Muerte de Miguel Hidalgo y Costilla, 1811.618
30
24
Septiembre
Sacrificio de los Niños Héroes
de Chapultepec, 1847.
Conmemoración del Grito de
Independencia, 1810.
Conmemoración de la
Independencia de México, 1810.
Muerte de Adolfo López
Mateos, 1969.
Nacimiento del Generalísimo
José María Morelos y Pavón,
1765.
13
15
16
22
30
Calendario Cívico 2012