Magri, Julio N. Apuntes a La Historia Del Trotskismo Argentino. La Cuestión Boliviana (1943-46)

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La cuestión boliviana en el trotskismo.

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Apuntes a la historia del

Apuntes a la historia del trotskismo argentino La cuestin boliviana (1943/46)por Julio N. MagriLos acontecimientos polticos en Bolivia en la dcada del 40 fueron objeto de viva discusin en los nacientes grupos trotskistas argentinos. El inters fue provocado por los alcances revolucionarios que iba cobrando la aguda lucha de clases en el Altiplano, luego de la derrota de Bolivia en la guerra del Chaco, la aparicin de una fuerte tendencia nacionalista en el ejrcito y en la pequea burguesa, la ausencia de una importante tradicin socialdemcrata y anarquista de la clase obrera, y el profundo desequilibrio poltico del pas; todo lo cual permita pronosticar la inminencia de la revolucin boliviana con el consiguiente debate sobre su carcter y la clase social que la llevara a termino..

El gobierno de VillarroelEl 21 de diciembre de 1943 se produjo en Bolivia un golpe de Estado de caractersticas similares al precedente en Argentina, del 4 de junio. Una fraccin del Ejrcito, nucleada en RADEPA, con el apoyo del MNR[1], desplaz del poder al gobierno Pearanda, un ttere del imperialismo yanqui, y coloc en su lugar al general Gualberto Villarroel, secundado Vctor por Paz Estenssoro. El nuevo gobierno pretendi inaugurar una poltica de liberacin nacional, as como de erradicacin de los odios de clase.El imperialismo yanqui, los barones del estao (la Rosca) y el stalinismo (PIR) caracterizaron al golpe como nazi-fascista y le declararon la guerra. El nuevo gobierno respondi con una poltica de apaciguamiento frente al imperialismo y la Rosca al punto de declararse a favor de un entendimiento de equitativo beneficio entre Bolivia y los Estados Unidos. Estados Unidos se neg, sin embargo, a reconocer al nuevo gobierno, lo cual acrecent grandemente la popularidad del nuevo rgimen; fue perceptible un movimiento de masas en su apoyo. Hubo manifestaciones en Oruro, Potos, Cochabamba, en algunas minas. Menudearon las protestas contra el imperialismo, pero el tono de los pronunciamientos aprobados se limitaba a exigir el reconocimiento del rgimen de Villarroel, notndose en ellos la mano de los movimientistas (MNR).[2] El imperialismo, por su lado, exiga un rpido llamado a elecciones para pasar el poder a la Unin Democrtica verncula.[3]El reconocimiento se otorg, finalmente, cuando el gobierno de Villarroel tuvo que capitular ante las exigencias del enviado norteamericano Avra Warren. Todos los residentes alemanes y japoneses, muchos de ellos establecidos haca largo tiempo, fueron capturados con sus esposas e hijos y entregados a Estados Unidos, que los traslad a campos de concentracin en su territorio mediante un puente areo. Sus bienes fueron intervenidos.[4]El autor nacionalista Luis Pealoza, en su Historia del MNR, reconoce que el gobierno de Bolivia tuvo que aceptar condiciones inadmisibles en otras circunstancias[5] lo que le vali a Villarroel el reconocimiento diplomtico internacional. Pero lo ms significativo era que del reconocimiento dependa, parcialmente, el xito de las negociaciones para la venta de estao[6] por lo que las concesiones de Villarroel al imperialismo yanqui formaban parte de un acuerdo ms global con la gran minera.La experiencia nacionalista no era novedosa en Bolivia, pas que haba sido gobernado por militares nacionalistas en buena parte de la dcada del '30 (Toro y Busch). Comparado a esos regmenes nacionalistas, el de Villarroel se caracteriz por un enorme conservadorismo. Por este motivo la simpata que logr en los sectores obreros fue superficial el gobierno tena por apoyo a la polica y el Ejrcito. Cuando este ltimo se desplaz hacia el campo democrtico, Villarroel qued en el vaco.La fuerza de choque de la oposicin pro-yanqui fue principalmente el stalinismo, el Partido Izquierda Revolucionaria (PIR). El 24 de mayo de 1944 se form la Unin Democrtica Boliviana (UDB), que agrupaba a los partidos de la Rosca y al stalinismo, con un programa muy simple: extirpacin del nazifacismo y solidaridad con las Naciones Unidas y constitucionalizacin del pas. La UDB pas a denominarse luego FDA (Frente Democrtico Antifascista) y a lanzarse audazmente a la formacin de comits tripartitos (maestros, estudiantes, obreros).Segn Mariano B. Gumuncio, los radepistas de derecha, proclives a la influencia de la proclama de la oligarqua y del Departamento de Estado, fueron los autores de los cambios de ministros del MNR para lograr el reconocimiento diplomtico internacional y prosigue: A los tres meses de cogobierno, el MNR fue totalmente desplazado de las funciones de poder....[7]La poltica de acercamiento de Villarroel a Estados Unidos abri una crisis en su gobierno y condujo al desplazamiento del gabinete de los hombres vinculados al MNR, principal blanco del FDA. La Rosca y el stalinismo aumentaron entonces sus apuestas, planteando directamente la cada de Villarroel. El reclamo cobr actualidad con el pasaje del ministro de Defensa y del comandante de las Fuerzas Armadas al campo de la constitucionalizacin. Villarroel tuvo que hacer frente a tres intentonas golpistas a fines de 1944, a mediados de 1945 y a comienzos de 1946 en las que demostr que an contaba con el apoyo de la mayora del ejrcito. Pero cuando los altos mandos cambiaron de campo, luego del desplazamiento del MNR y en medio de una crisis econmica y social de proporciones gigantescas, el gobierno de Villarroel qued reducido a la nada.En estas condiciones se inici un movimiento reivindicativo salarial de sectores obreros y docentes en la ciudad de La Paz, que fue apoyado por la Federacin Universitaria. La Confederacin Sindical de Trabajadores bolivianos (CSTB), el gremio de los maestros y la Federacin Universitaria estaban poltica y organizativamente dominados por el stalinismo. El rector de la Universidad, vinculado a la Rosca, se puso a la cabeza de los universitarios y se convirti en el emblema democrtico de La Paz. La prensa democrtica rosquera respald las movilizaciones, a las que presentaba en sus alcances antifascistas.Jos Fellmann Velarde, un historiador nacionalista, en su Historia de Bolivia seala que a fines del mismo mes de junio, estall una huelga de ferroviarios, seguida, a poco, por otras de maestros, estudiantes y universitarios. Desde entonces, el gobierno empez a vivir artificialmente gracias a la inercia que, a veces, suele prolongar la agona de los gobiernos que ya han perdido su vitalidad.[8]Fellmann Velarde admite que se haba producido un giro en la situacin como resultado de la intervencin de las masas. Hasta entonces la situacin poltica boliviana estaba caracterizada por el enfrentamiento entre una variante burguesa nacionalista y otra democrtica (sta apoyada por el imperialismo yanqui y el stalinismo) con reiterados conatos golpistas alentados por la gran minera y la embajada norteamericana.El cambio que se haba producido consista en la irrupcin de las masas ante un gobierno impotente. Las manifestaciones se sucedieron, cada una ms beligerante que la anterior, hasta que el 10 de julio, desembocaron en la muerte de un estudiante, Beugel Camberos....[9]. Segn Pealoza, La Federacin Bancaria dirigida por el POR Edwin Moller, Vctor Villegas, Angel Guerrero y otros de la misma tendencia poltica decret la huelga de empleados de banco. Con excepcin del Banco Minero, todos los bancos obedecieron la orden aunque era ilegal.[10]Liborio Justo (Quebracho) sostuvo que el movimiento del 21 de julio de 1946 tuvo caractersticas masivas y populares. Aunque iniciado por la pequea burguesa, que haba hecho un smbolo del mismo quitarse la corbata, logr abarcar masas cada vez mayores, hasta alcanzar al proletariado urbano, influenciado por el stalinismo. Sobre esa base se organizaron los llamados comits tripartitos, de predominio pequeo burgus....[11]Esteban Rey, un periodista afn al trotskismo, circunstancialmente en Bolivia en julio de 1946, en un pormenorizado relato de los hechos seal que la clase trabajadora no particip desde el comienzo en la insurreccin. Simpatiz con los que se oponan y luchaban contra el gobierno, se mantuvo casi ajena a los sucesos... Luego la clase obrera, superando a sus propios lderes, baj al terreno de la accin y llev mucho ms lejos que nadie hubiera podido suponer que iran los acontecimientos. Esteban Rey transcribe volantes de la poca, entre ellos del Comit Revolucionario de Obreros Fabriles, que plantean el derrocamiento de la burguesa criminal que detenta el poder. Tambin el Comit Obrero Revolucionario, vinculado al POR, lanz un manifiesto, ya colgado Villarroel, en el que seal que la cada de la camarilla nazi-fascista de Villarroel-Paz Estenssoro marca la epopeya ms grandiosa de la lucha de clases puesta de manifiesto en las grandes jornadas del 18 al 21 de julio....[12]La represin gubernamental contra los manifestantes y huelguistas coloc prcticamente a toda la ciudad de La Paz contra el gobierno. Obreros, estudiantes, maestros, ganaron las calles, lucharon contra la polica, tomaron por asalto la Municipalidad y edificios policiales, ocuparon la Casa de gobierno y colgaron a Villarroel de los faroles de la plaza Murillo.Con el acuerdo del stalinismo, el presidente de la Corte de Justicia (un hombre del establishment rosquero) fue nombrado presidente de la Junta de Gobierno. El stalinismo recibi algunos cargos en el gabinete de unidad nacional, especialmente el ministerio de Trabajo. La tarea del stalinismo, cuya consigna era hay que trabajar ahora por una Bolivia democrtica-burguesa, fue la de reprimir a los trabajadores.Los obreros mineros no participaron de la sublevacin; debido a las concesiones que les haba otorgado Villarroel y a la presencia dirigente del stalinismo en las manifestaciones paceas, los mineros fueron hostiles al movimiento desatado en las ciudades, lo cual se acentu con el asesinato de Villarroel y con el regreso de la Rosca al poder.La sublevacin popular que culmin el 21 de julio tuvo entonces un carcter parcial, encuadrado por el stalinismo como punta de lanza del imperialismo. Se corri el riesgo en esos das de un enfrentamiento armado entre los mineros, que estaban bajo la influencia villarroelista, y los trabajadores de las ciudades, que se encontraban en la rbita staliniana.Como consecuencia de su cooperacin con los barones del estao y del propio imperialismo norteamericano, el stalinismo se termin ganando el odio de los mineros y rpidamente el del conjunto del proletariado.La posicin del POR de BoliviaEl POR de Bolivia tambin caracteriz al gobierno de Villarroel de nazi-fascista y esto durante los tres aos de su gobierno. Guillermo Lora reconoce que: el POR usaba el trmino nazifacista, como los dems sectores polticos, para atacar o tipificar al gobierno Villarroel-MNR. Esto fue un equvoco; fue el precio que se pag por no haber podido (tal vez no hubo fuerzas para ello) sobreponerse a la montaa de papel impreso que se destin a combatir el nazifascismo de Villarroel.[13] Incluso algunos Comits Regionales, particularmente los de Cochabamba y Sucre, ponan demasiado nfasis, actitud extraa al partido como tal, acerca de la naturaleza fascista del gobierno Villarroel, esto como una concesin a la campaa stalinista, sobre todo.[14] Sin embargo, Lora no explica por qu el POR, trotskista, se pudo dejar influenciar por la campaa stalinista, ni tampoco las consecuencias que esto tuvo en su accin poltica.Ya directamente cuando comienzan las manifestaciones obreras y de maestros, en julio de 1946, los comits regionales del POR prosigue Lora no demostraron una total homogeneidad tanto en su anlisis de la perspectiva poltica a mediados de 1946 como en su actuacin en las jornadas de julio. Los comits que actuaban en las ciudades, soportando la tremenda presin de la propaganda del FDA y de los comits tripartitos quedaron impactados por las movilizaciones populares, concluyeron creyendo que los comits tripartitos eran revolucionarios y que haba que apoyarse en ellos. Casi mecnicamente llegaron al convencimiento de que el 21 de julio se estaba produciendo una insurreccin popular mal dirigida y que una acertada y osada intervencin del POR (espectacular proclamacin del programa revolucionario, por ejemplo) podra permitir que la victoria se tradujese, en el mejor de los casos, en el gobierno obrero-campesino. Dentro de esta lnea, actuaron los comits de Sucre, Cochabamba y en gran medida el de La Paz.[15] Segn Lora, habran actuado con una lnea revolucionaria los comits de Oruro, Potos y parte de La Paz, aunque no seala qu fue lo que hicieron ni da a conocer el programa y las consignas con que habran actuado dichos comits y se limita a sealar que libraron recia batalla contra el PIR, el FDA, la Rosca y los comits tripartitos y la incapacidad del gobierno nacionalista. Lo cierto es que comits regionales del POR integraron los comits tripartitos y se movieron prcticamente detrs de la poltica del stalinismo, en tanto que los restantes estuvieron totalmente al margen de los acontecimientos.Todo esto es una prueba concluyente de que el POR no previ los acontecimientos ni la vasta movilizacin popular que tuvo lugar, ni la situacin revolucionaria que se poda crear. De este modo, la sublevacin popular de julio de 1946 qued dominada por el stalinismo (que le dio un desenlace contrarrevolucionario, pro-rosquero, antiobrero) como alternativa nica e indisputada. Lora dice que algunos comits del POR lograron ubicarse en una lnea revolucionaria desde el primer momento: el 21 de julio se haba producido un levantamiento contrarrevolucionario, que no poda menos que inaugurar un perodo de restauracin rosquera, esto fue el sexenio, y que lo correcto consista en combatir los comits tripartitos y sealar a los explotados una lnea poltica independiente y contraria a los vendedores de las jornadas julianas.[16] Es evidente que el POR no estuvo presente como partido en las jornadas de julio y que su balance sigue siendo, a casi medio siglo, para decir lo menos, sumamente confuso. En La Revolucin Boliviana, escrito en 1964, Lora seala que por sus objetivos y realizaciones, el 21 de julio de 1946 se oper un levantamiento contrarrevolucionario, a pesar de que se apoy en la movilizacin masiva de ciertos sectores populares. El control poltico del movimiento, de manera absoluta, estuvo en manos de la Rosca, que actu por medio de sus propios partidos, de la masonera, amo virtual de la situacin y colocada por encima de todas las divergencias polticas de su clase, y del stalinismo, que fue el eje de las operaciones callejeras y el que imprimi cierto carcter popular al movimiento.Aqu Lora presenta las jornadas de julio como un putsch rosquero-stalinista que manipul a las masas. Interpreta a las huelgas y manifestaciones obreras como una creacin de la masonera, que se vali para ello del stalinismo. Llama a reprimir a los comits de masas tripartitos, postulando una inslita guerra civil dentro del proletariado. No distingue la tendencia revolucionaria de las masas, del putschismo frente populista de su direccin staliniana. Considera simplemente irrelevante que el POR fuera a remolque de los stalinianos. Aun en 1964, el POR segua caracterizando a Villarroel de nazi-fascista y esto no era una concesin al stalinismo sino una consecuencia del simple hecho de que en tres aos el POR no haba logrado esbozar una poltica ante el gobierno de Villarroel.Lora dice que lo correcto era combatir a los comits tripartitos..., de lo cual se inferira que los obreros ganados para una lnea poltica independiente debieron reprimir a los obreros sublevados contra Villarroel. Pero cmo hubiera podido el POR desplegar la lnea independiente si los trabajadores urbanos multitudinariamente se levantaban contra Villarroel?La caracterizacin de los acontecimientos de 1946 por parte del POR son un justificativo de su total ausencia como partido en las jornadas de julio; de que sus comits y militantes actuaron a ciegas con una caracterizacin del gobierno de Villarroel y de los objetivos revolucionarios, que eran del stalinismo.La Revolucin Rusa de febrero de 1917 slo abri un desenlace socialista por la intervencin del partido bolchevique; de lo contrario hubiera consolidado un rgimen de contrarrevolucin burguesa como el que surgi de la revolucin de noviembre de 1918 en Alemania. Toda rebelin obrera que no corona en la toma del poder da lugar a la contrarrevolucin burguesa sea en la forma democrtica o fascista. Decir que el desenlace del 21 de julio de 1946 no poda ser sino contrarrevolucionario es un juicio abstracto del historiador que se vale de los resultados posteriores a los acontecimientos. Se trata de un enfoque historicista tpico, del tipo lo que ocurri no poda haber ocurrido de otro modo.De todos modos, los documentos de la poca muestran que los militantes del POR apoyaron la sublevacin contra Villarroel. En lugar de extraer un balance de la ausencia del POR como partido, Lora lo escamotea con el argumento del carcter revolucionario del movimiento de masas contra Villarroel: La experiencia ensea que los observadores marxistas e inclusive algunos militantes del POR no supieron dar la respuesta adecuada y creyeron que lo popular era revolucionario.[17] Dnde estuvo lo revolucionario, entonces, en esos tres aos de convulsin poltica enorme? En realidad, el 21 de julio fue un ensayo general sui generis de la revolucin del 9 de abril de 1952, donde las masas, yendo ms a fondo en sus mtodos insurreccionales, cambiarn a la direccin stalinista por la nacionalista.Guillermo Lora relata del siguiente modo la ausencia poltica del POR en los sucesos de julio de 1946 (algo que volver a suceder en la revolucin obrera de 1952): Escobar (seudnimo de Lora) secretario general, perseguido por la polica villarrroelista y tremendamente agotado fsicamente se refugi en el campo por unos dos meses. Fallas tcnicas determinaron su total aislamiento de las actividades partidarias y hasta de las novedades polticas. Cuando retornaba a la ciudad se inform vagamente en el camino (sic) a La Paz. En los datos que le proporcionaron viajeros y tenderos (sic) haba inexactitudes de bulto. Su decisin fue ganar rpidamente Oruro para informarse qu haba ocurrido con el POR. Pas de frente Llallagua y en Huanuni supo que algunos dirigentes obreros lo buscaron infructuosamente, sin que ahora se hubiese podido establecer que intenciones llevaban.[18]El levantamiento de julio de 1946 fue contrarrevolucionario por sus resultados polticos generales, una vez que la revolucin hubiera sido confiscada a las masas. Las masas se insurreccionaron contra el gobierno moribundo de Villarroel. La falta de previsin del POR, su actuacin totalmente dividida, errtica y a la rastra de los acontecimientos, sus caracterizaciones polticas, dejaron a la vasta movilizacin popular sin alternativa, no ya poltica, sino histrica, con relacin a la del stalinismo, enfeudado a la Rosca y al imperialismo. El rgimen que surgi del derrocamiento de Villarroel fue contrarrevolucionario y no poda ser de otro modo, porque el stalinismo fue la verdadera direccin poltica de las masas.La cada de Villarroel no detuvo el ascenso revolucionario de las masas; por el contrario, lo estimul mucho y le dio nuevas formas... escribi Lora en 1952.[19] Esto se explica porque las masas lograron desplazar por un momento la rivalidad entre el nacionalismo burgus y el imperialismo y ocuparon el centro de la escena poltica, aunque no le hubieran dado su propio desenlace poltico.La calificacin del levantamiento popular de julio de 1946 de contrarrevolucionario constituye una apologa sinuosa del nacionalismo en el gobierno y un justificativo de la ausencia de previsin e intervencin centralizada del POR boliviano.

Los grupos trotskistas argentinos: el GOMEl levantamiento de julio de 1946 provoc una viva discusin en los grupos trotskistas argentinos que dur varios aos.La discusin sobre Bolivia entraaba una discusin sobre Argentina, porque al igual que en el Altiplano, en Argentina haba surgido un gobierno nacionalista, enfrentado al imperialismo yanqui, que fue calificado de nazi-fascista y que contaba con apoyo popular.Para Nahuel Moreno (entonces en el Grupo Obrero Marxista, GOM), el rgimen de Villarroel (al igual que el peronismo) desde su surgimiento, fue tremendamente reaccionario y con francas caractersticas totalitarias: supresin de las libertades democrticas ms primarias, persecucin a los opositores burgueses y proletarios... Como Bolivia nunca haba pasado por una poca econmica tan buena y de tanto trabajo como bajo el gobierno de Villarroel, el gobierno reaccionario y totalitario para sostenerse en el poder inici una poltica de demagogia social: ocho horas de trabajo en las minas, pago de despido, aguinaldo, etc., etc. En un principio logr el apoyo de todo el proletariado boliviano. La caresta de la vida, el alza continua, que tena como una de sus consecuencias ms inmediatas el colosal aumento de la burocracia y los gastos estatales, despert del letargo demaggico totalitario con prontitud a la pequea burguesa, artesanado y proletariado urbano de Bolivia, principalmente de La Paz, su principal ciudad. El proletariado minero, sin ninguna tradicin anterior poltica, segua en su mayora bajo la influencia de Villarroel....[20]La calificacin del gobierno de Villarroel como reaccionario revela la torpeza terica de Moreno, que era incapaz de distinguir entre el imperialismo y los movimientos nacionalistas de contenido burgus. No le dio importancia de principios al choque del gobierno nacional de Villarroel con el imperialismo yanqui y sus agentes en el pas, los barones del estao. Estos, para Moreno, no eran reaccionarios sino democrticos, lo cual converta al fallecido lder del Mas en pobre vctima de la demagogia liberal. Los llamados sectores democrticos representaban a la gran patronal (la gran minera) enlazada con el imperialismo mundial, y la burocracia rusa.El gobierno de Villarroel efectu concesiones importantsimas al movimiento obrero, en especial al minero, como las seala el propio Moreno. Esas concesiones exacerbaron an ms la colisin con los barones del estao, para quienes las ocho horas, el pago del aguinaldo, las indemnizaciones por despido eran, al igual que para Moreno, demagogia social, totalitarismo. En lugar de denunciar a la gran patronal minera, Moreno atac la concesin de dichas reivindicaciones que formaban parte de la lucha histrica de los mineros y la clase obrera boliviana en su conjunto. Para Moreno esas reivindicaciones no eran reales, es decir necesarias para las masas, en virtud de que tenan un carcter de demagogia social para los militares nacionalistas. El marxismo exige ir ms all de las proposiciones unilaterales.Los barones del estao llevaron adelante una poltica concertada de boicot econmico contra Bolivia, explotando de este modo la propia incapacidad poltica del gobierno nacionalista para llevar adelante su enfrentamiento con el imperialismo. De tal modo, el sabotaje econmico de la patronal gran minera, unido a la impotencia nacionalista, generaron un cuadro de descomposicin econmica que se tradujo en una colosal inflacin.Moreno omite por completo la responsabilidad del imperialismo y de la gran patronal minera en la descomposicin econmica del ltimo perodo del gobierno Villarroel. La atribua al aumento de la burocracia y los gastos estatales, sin distinguir los que se deban... al pago del aguinaldo, las ocho horas, etc. Moreno le daba la razn a la Rosca boliviana para quien el aguinaldo... era inflacionario y perjudicaba a los trabajadores (adelantndose varias dcadas a Cavallo).La oposicin de Moreno al gobierno Villarroel era pro-imperialista. Era tambin la posicin del stalinismo, Moreno apoy el levantamiento popular contra Villarroel con esa poltica y luego al rgimen poltico rosquero-stalinista conocido como el sexenio.Nosotros creemos que la actitud de nuestro partido hermano fue completamente acertada dice Moreno evaluando al POR ya que liquidar el rgimen totalitario de Villarroel a travs de una revolucin popular como fue la del 21 de julio es una medida altamente progresiva para el desarrollo de la lucha de clases en Bolivia y la primera tarea a cumplir en el proceso de la revolucin en Bolivia, es decir, abrir un perodo democrtico de verdaderas libertades democrticas aseguradas por la presin del proletariado y la pequeo-burguesa que permitira un enfrentamiento franco y resuelto de las distintas clases bolivianas. ESO FUE JUSTAMENTE LO QUE SE LOGRO GRACIAS A LA INSURRECCION POPULAR DEL VEINTIUNO DE JULIO, EL PERIODO MAS DEMOCRATICO DE LA HISTORIA BOLIVIANA, QUE PERMITIO LA INTERVENCION DE NUESTROS PROPIOS COMPAEROS EN EL PARLAMENTO.[21]Moreno salud el levantamiento del 21 de julio porque ste logr la institucionalizacin, es decir porque estrangul la revolucin. Por eso no denunci al stalinismo ni destac su traicin al levantamiento popular. Para Moreno la constitucionalizacin de contenido rosquero era progresiva y en esto coincida punto por punto con el stalinismo.Moreno nunca se apart de este punto de vista y es as que en dcadas posteriores seguir apoyando y calificando de progresivos los procesos de institucionalizacin impulsados por el imperialismo y las burguesas nativas ante las crisis de los gobiernos militares. Para Moreno, esos procesos de institucionalizacin inauguraban una nueva categora que Trotsky no habra previsto, la de la revolucin democrtica contra los regmenes totalitarios es decir la revolucin de una clase, la gran burguesa nacional, contra s misma.[22] La oposicin formal entre democracia y dictadura le permite a Moreno pasar por alto los contenidos de clase de los procesos polticos.

Grupo OctubreEl grupo Octubre dirigido por Jorge Abelardo Ramos, entonces con el seudnimo de Vctor Guerrero, a mediados de 1946 se haba convertido en un fervoroso partidario del gobierno peronista. Antes de 1946, Ramos haba negado la lucha nacional y haba calificado a los gobiernos nacionalistas de Villarroel y de Pern como demaggicos y totalitarios, etc.[23]Para Ramos el levantamiento de las masas bolivianas contra Villarroel se asemejaba al 8/9 de octubre de 1945, cuando el esfuerzo comn de la oligarqua agropecuaria, el imperialismo y la pequeo burguesa derrib a Pern e influy sobre importantes cuadros del Ejrcito.[24]Se trata evidentemente de una total distorsin, porque el 8/9 de octubre no tuvo lugar una sublevacin popular sino un semigolpe de Estado ejecutado por una fraccin del Ejrcito, que detuvo a Pern y lo confin en la isla Martn Garca. A diferencia de la experiencia argentina, en Bolivia las masas venan de una experiencia reciente con los gobiernos nacionalistas (Toro y Busch) y un sector se moviliz contra el gobierno. Ramos reconoce que en Bolivia las grandes masas se ajustaban el cinturn, debido a la fenomenal caresta, lo cual cre una efervescencia poltica natural.[25] La gran diferencia con los sucesos de octubre de 1945 es que en Argentina las ilusiones en el nacionalismo militar recin empezaban y en Bolivia se haban agotado.Ramos identifica intencionalmente el levantamiento popular boliviano con el semigolpe de Estado del 8 de octubre en Argentina exclusivamente para sealar que la actitud revolucionaria era defender a Villarroel como el 17/18 de octubre la clase obrera argentina barri de las calles porteas, en un aluvin incontenible, a la conspiracin imperialista e impuso el retorno de Pern, personificacin episdica de las conquistas sociales del proletariado.[26]Pero las masas en Bolivia estaban movilizadas contra Villarroel: no queran un retorno sino su cada. Ramos no dice que Villarroel reprimi las huelgas obreras, detuvo a decenas de ferroviarios y lanz la polica contra los manifestantes populares. Villarroel se autocolg cuando la mano blanda que le tendi al imperialismo y a la Rosca se convirti en mano dura contra los trabajadores. Es as que Ramos reconoce que el gobierno Villarroel, trabajado por contradicciones internas originadas por la presin del imperialismo, aislado, cercado, en el filo del pnico, pierde la cabeza y dispara sobre una manifestacin de estudiantes. El resto es una sucesin de episodios que culminan con el colgamiento de Villarroel y que no interesan en este examen.[27]S, interesan en este examen, porque la sucesin de episodios no es otra cosa que un proceso de sublevacin obrero-popular. Ramos vaca los acontecimientos de julio de 1946 de la actuacin de las masas, para presentarlo como una accin de palacio, de la Rosca y el imperialismo y por esa va justificar su apoyo a Villarroel.

UOR (Unin Obrera Revolucionaria)La UOR, que editaba el peridico El Militante dirigido por Mateo Fossa, tuvo una posicin distinta a la de los restantes grupos. Para El Militante el gobierno de Villarroel se enfrent a una oposicin de la burguesa y del imperialismo implacable, pero el villarroelismo no poda realizar ni siquiera en pequea medida las dos reformas fundamentales exigidas urgentemente para la reestructuracin econmica y social de Bolivia: la revolucin agraria que diera a los campesinos las enormes extensiones de tierra en poder de la feudal burguesa y la expropiacin sin indemnizacin de las minas de manos del imperialismo, fuente del 80 por ciento del comercio exterior y del presupuesto nacional.[28]A medida que pasaban los meses y que el gobierno antiimperialista se revelaba ms y ms impotente para cumplir sus promesas..., iba madurando en la clase trabajadora la necesidad de derrocar a Villarroel, segn El Militante. Finalmente en una lucha heroica donde murieron cerca de dos mil personas, la poblacin pacea termin con Villarroel y el MNR.Los hombres del rgimen derrotado y sus lacayos en el campo obrero dentro y fuera de Bolivia condenaron el levantamiento como un golpe imperialista, sostuvo la UOR en una clara alusin a la posicin de Ramos. Sin embargo prosegua El Militante el carcter popular del movimiento es innegable. El 21 de julio fue un verdadero alzamiento popular en el que intervino todo el pueblo de La Paz. No fue un combate entre dos fracciones del ejrcito, ni una escaramuza entre grupitos aislados; fue una verdadera lucha entre decenas de miles de hombres, mujeres y nios y un grupo fuertemente armado que en ltimo momento haba sido abandonado por el ejrcito. El 21 de julio fue un levantamiento popular donde las masas a fuerza de sangre y coraje se apoderaron de fusiles y ametralladoras y asaltaron las comisaras, los cuarteles y los edificios gubernamentales. Querer hacer creer que esta accin fue fomentada y preparada por el imperialismo y la burguesa es dar, por cierto, mucho ms prueba de estupidez que de mala fe.Es indudable que la UOR soslayaba el problema de direccin poltica de las masas, que estaba por completo en manos del stalinismo, aliado a la Rosca. La UOR destacaba el carcter popular del levantamiento, e incluso afirmaba que el 21 de julio tuvo un verdadero contenido antiburgus. En parte esta afirmacin de la UOR es una exageracin que tiene su origen en la interpretacin que hace del rol jugado por el POR boliviano en esos acontecimientos, porque en forma insistente El Militante seala que la actitud que asumi el POR estuvo de acuerdo con las caractersticas del movimiento antivillarroelista y sus propias limitaciones.El levantamiento contra Villarroel fue ampliamente popular pero ello no le dio un carcter antiburgus por falta de independencia poltica. Las masas se movieron encuadradas polticamente en el campo democrtico, dirigido por el stalinismo y la Rosca.--------------- -1. MNR: 2. Guillermo Lora, Contribucin a la Historia Poltica de Bolivia, Tomo 1, pg. 370.3. Unin Democrtica:4. Mariano B. Gumuncio, Historia Contempornea de Bolivia, pg. 524.5. Luis Pealoza, Historia del MNR, pg. 66.6. Idem, pg. 66.7. Mariano Gumuncio, Op. Cit., pg. 525.8. Jos Fellman Velarde, Historia de Bolivia, pg. 317. 9. Jos Fellman Velarde, Op. Cit., pg. 317.10. Luis Pealoza, Op. Cit., pg. 90.11. Liborio Justo, Bolivia. La Revolucin derrotada, pg. 148.12. Liborio Justo, Op. Cit., pg. 148 a 151. 13. Guillermo Lora, Op. Cit., Tomo II, pg. 14.14. Guillermo Lora, Op. Cit., Tomo II, pg. 15.15. Guillermo Lora, Op. Cit., Tomo II, pg. 41.16. Guillermo Lora, Op. Cit., Tomo II, pg. 42.17. Guillermo Lora, Op. Cit., Tomo II, pg. 38.18. Guillermo Lora, Op. Cit., Tomo II, pg. 44.19. Liborio Justo, Op. Cit., pg. 155.20. Nahuel Moreno, GCl, agente ideolgico del peronismo, noviembre de 1951.21. Nahuel Moreno, Op. Cit., maysculas, en el original.22. Jorge Altamira, La Estrategia de la Izquierda en Argentina; captulo La revolucin democrtica, pg. 129 en adelante.23. Ver En Defensa del Marxismo, N 2; pg. 87. 24. Vctor Guerrero, Octubre N 4, marzo/abril de 1947. 25. Vctor Guerrero, Op. Cit.26. Vctor Guerrero, Op. Cit.27. Vctor Guerrero, Op. Cit.28. El Militante, N 6, junio de 1947.