Manifestación patriÓlica. 1915 Paisaje apocalíptico, … · tación elevada al plano de la...

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GIACOMO BALLA Manifestación patriÓlica. 1915 Museo Thyssen-Bornemlsza. Madrid Pocos acontecimientos históricos tuvieron una capacidad de determinación tan fuerte sobre la trayectoria de las primeras vanguardias artísticas como la guerra de 1914. El periodo in- mediatamente anterior al estallido de la guerra coincidió con el de máxima vitalidad de los movimientos de vanguardia, en cuya voluntad de insurrección se anticipaba la militancia belicista por la que se pronunció una mayoría de los artífices del arte nuevo cuando se desató la contienda. Por otro lado, la experiencia de la guerra incidió poderosamente sobre el trabajo de los artistas, no ya sólo como tema de sus obras, sino igualmente como realidad que ponía de relieve contradicciones internas en el ideario de la modernidad del que participaban sus obras. La exposición contempla el desarrollo del arte nuevo internacio- nal en el periodo que transcurre entre 1913 y 1919 aproximada- mente y establece una lectura para su interpretación cuyas pau- tas vienen dadas por la guerra como circunstante de la cultura. Trata, entre otros asuntos, la misión profética que asume el arte de vanguardia en relación a los acontecimientos que van a deter- minar su crisis, la capacidad que los nuevos lenguajes descubren para convertir sus representaciones en divisa visual del belicis- mo, las diversas derivaciones de una escritura apocalíptica que emerge y muere en ese periodo, así como la posición de denuncia ante el disparate de la contienda que asumen algunos artistas. MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA 1 El oscurecimiento del mundo Las obras de los primeros años de la década de 1910, previos al estallido de la Gran Guerra, reunidas en esta primera sección, se ocupan explícitamente de la penuria de la experiencia y encarnan la desvitalización de los ideales de perfectibilidad. Nos introdu- cen a uno de los aspectos que determinan la disposición de parte de los artistas de vanguardia ante la crisis en ciernes. Desde la negatividad se plantea la exigencia de un nuevo destino. 2 la segunda visión "El arte consiste en hacer de lo invisible e intangible, de lo que se siente pura y simplemente, una realidad visible y tangible», escri- bió F. Kupka en alusión a su propia forma de entender el trabajo LUDWIG MEIDNER Paisaje apocalíptico, 1913 LWL-Weslfalisches Landesmuseum für Kunsl und Kulturgeschlchte. Westfalisches Landes- museum, Münsler artístico. La función de la pintura como medio de anticipación o de revelación de una realidad más elevada, y como promesa de libe- ración de valores espirituales, determina una parte considerable del arte nuevo en torno a 1913. 3 Últimos días de la humanidad Entre los pintores que practicaron una denuncia radical de la condición autocomplaciente y estragada de la cultura en torno a 1913 destaca Ludwig Meidner, en cuyas obras priman las visio- nes turbulentas que profetizan, con un patetismo exclamatorio, el hundimiento del mundo moderno. Con una selección de obras de Meidner, U. Boccioni, O. Dix y E. Nolde, entre otros, esta sección de la exposición abunda en el tema del pavor milenarista en el arte inmediatamente anterior a la Gran Guerra. 4 la vanguardia a caballo La identificación de la vanguardia artística con la figura del jinete a caballo fue tema común en la pintura de la primera mitad de los años diez. Los santos caballeros, como san Jorge y san Julián el hospitalario, aparecen interpretados como signos de la nueva intención espiritual del trabajo artístico en W. Kandinsky, F. Marc y A. de Souza-Cardoso, que, al igual que A. Macke, U. Boccioni, R. Duchamp-Villon y otros, se ocuparon reiteradamente de la repre- sentación de la caballería como signo del dinamismo de lo nuevo. 5 Canción de guerra Con el idioma pictórico del cubismo como principal punto de par- tida, se desarrolló un lenguaje heráldico en torno a 1914 que UMBERTO BOCCIONI Elasticidad, 1912 Civiche Raccolte d'Arte, Collezione Jucker, Milán

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GIACOMO BALLA Manifestación patriÓlica. 1915

Museo Thyssen-Bornemlsza.

Madrid

Pocos acontecimientos históricos tuvieron una capacidad de determinación tan fuerte sobre la trayectoria de las primeras vanguardias artísticas como la guerra de 1914. El periodo in­mediatamente anterior al estallido de la guerra coincidió con el de máxima vitalidad de los movimientos de vanguardia, en cuya voluntad de insurrección se anticipaba la militancia belicista por la que se pronunció una mayoría de los artífices del arte nuevo cuando se desató la contienda. Por otro lado, la experiencia de la guerra incidió poderosamente sobre el trabajo de los artistas, no ya sólo como tema de sus obras, sino igualmente como realidad que ponía de relieve contradicciones internas en el ideario de la modernidad del que participaban sus obras. La exposición contempla el desarrollo del arte nuevo internacio­nal en el periodo que transcurre entre 1913 y 1919 aproximada­mente y establece una lectura para su interpretación cuyas pau­tas vienen dadas por la guerra como circunstante de la cultura. Trata, entre otros asuntos, la misión profética que asume el arte de vanguardia en relación a los acontecimientos que van a deter­minar su crisis, la capacidad que los nuevos lenguajes descubren para convertir sus representaciones en divisa visual del belicis­mo, las diversas derivaciones de una escritura apocalíptica que emerge y muere en ese periodo, así como la posición de denuncia ante el disparate de la contienda que asumen algunos artistas.

MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA

1 El oscurecimiento del mundo

Las obras de los primeros años de la década de 1910, previos al estallido de la Gran Guerra, reunidas en esta primera sección, se ocupan explícitamente de la penuria de la experiencia y encarnan la desvitalización de los ideales de perfectibilidad. Nos introdu­cen a uno de los aspectos que determinan la disposición de parte de los artistas de vanguardia ante la crisis en ciernes. Desde la negatividad se plantea la exigencia de un nuevo destino.

2 la segunda visión

"El arte consiste en hacer de lo invisible e intangible, de lo que se siente pura y simplemente, una realidad visible y tangible», escri­bió F. Kupka en alusión a su propia forma de entender el trabajo

LUDWIG MEIDNER Paisaje apocalíptico, 1913

LWL-Weslfalisches

Landesmuseum für Kunsl und Kulturgeschlchte.

Westfalisches Landes­

museum, Münsler

artístico. La función de la pintura como medio de anticipación o de revelación de una realidad más elevada, y como promesa de libe­ración de valores espirituales, determina una parte considerable del arte nuevo en torno a 1913.

3 Últimos días de la humanidad

Entre los pintores que practicaron una denuncia radical de la condición autocomplaciente y estragada de la cultura en torno a 1913 destaca Ludwig Meidner, en cuyas obras priman las visio­nes turbulentas que profetizan, con un patetismo exclamatorio, el hundimiento del mundo moderno. Con una selección de obras de Meidner, U. Boccioni, O. Dix y E. Nolde, entre otros, esta sección de la exposición abunda en el tema del pavor milenarista en el arte inmediatamente anterior a la Gran Guerra.

4 la vanguardia a caballo

La identificación de la vanguardia artística con la figura del jinete a caballo fue tema común en la pintura de la primera mitad de los años diez. Los santos caballeros, como san Jorge y san Julián el hospitalario, aparecen interpretados como signos de la nueva intención espiritual del trabajo artístico en W. Kandinsky, F. Marc y A. de Souza-Cardoso, que, al igual que A. Macke, U. Boccioni, R. Duchamp-Villon y otros, se ocuparon reiteradamente de la repre­sentación de la caballería como signo del dinamismo de lo nuevo.

5 Canción de guerra

Con el idioma pictórico del cubismo como principal punto de par­tida, se desarrolló un lenguaje heráldico en torno a 1914 que

UMBERTO BOCCIONI Elasticidad, 1912

Civiche Raccolte d'Arte,

Collezione Jucker, Milán

SOl

Neptuno

GINO SEVERINI

Cañón en acción, 1915 Mart· Museo di Arte Moderna e

Contemporanea di Trento e Rovereto,

Rovereto. Colección Vaf-Stiftung

daba pábulo al militarismo y a la insurgencia patriótica. Con di­versas obras que podemos ordenar en el género de las naturale­zas muertas se presenta en esta sección esa transformación del cuadro en proclama, en ofrenda heráldica.

6 Vórtice destructor

La mecanización y el dinamismo inducido por la máquina en la vida moderna ocupa como objeto estético de la nueva civilización un lugar central en algunas de las manifestaciones de la vanguar­dia histórica, como característicamente es el caso del futurismo. El estallido de la Primera Guerra Mundial puso al descubierto la fuerza destructora de la máquina, al tiempo que la exploración artística de la mecanización celebraba las cualidades estéticas de ese mismo agente del fervor marcial.

7 Carga de profundidad

Una selección de obras sobre papel realizadas por Paul Klee. Marc Chagall y Ossip Zadkine durante el periodo de la contienda y en los años inmediatamente posteriores conforma este capítulo. Por medio de una figuración paródica, o bien de medios abstractos, Klee creó la imagen de una guerra interiorizada y de una confron­tación elevada al plano de la resignación filosófica. Con recursos distintos trabajaron en la época Chagall y Zadkine, ambos afines al arte popular ruso. La carga de profundidad humana en la vi­sión de la tragedia llega con las realizaciones de estos autores.

8 Guerra de las formas. Una estética de la desaparición

Las diversas fórmulas de la abstracción pictórica que se desa­rrollaron en la década de 1910 tienen en común no sólo que rechazan la función imitativa del arte en relación a la realidad externa, sino igualmente que cuestionan la relevancia epistemo­lógica de la naturaleza exterior. Franz Marc hablaba en 1915 de la .. fealdad» y de la .. impureza» de la naturaleza. Giacomo Ba­Ila, en su Manifiesto sobre el color escribía que .. la reproducción pictórica naturalista no interesa ni puede interesar a nadie». La abstracción artística intuyó el fenómeno que se presentó como su circunstancia, el de una guerra devastadora e .. invisible», el de una guerra de combatientes camuflados, y se prestó a la moderna representación del combate armado como cartografía de energías anónimas.

Museo Thyssen-Bornemisza

Paseo del Prado, 8. 28014 Madrid [email protected]

Fechas

Del 7 de octubre de 2008 al11 de enero de 2009.

lugar Sala de Exposiciones Temporales del

Museo Thyssen-Bornemisza.

Contlnúa en la Fundación Caja Madrid.

Horario

De martes a domingo, de 10.00 a 19.00 h. Lunes cerrado. Taquilla abierta hasta las

18.30 h. Cerrado los dlas 25 de diciembre de 2008 y 1 de enero de 2009. El desalojo de las salas de exposición tendr.1 lugar

cinco minutos antes del cierre.

Tarifas

General:

· Colecciones Thyssen-Bornemisza: 6,00 € · Exposición lemporal: 5.00 € · Entrada combinada: 9,00 € Estudiantes previa acreditación y mayores

de 65 años: · Colecciones Thyssen-Bornemisza: 4,00 € · Exposición temporal: 3,50 € · Entrada combinada: 5,00 € Entrada gratuita para menores de 12 años

acompañados (excepto grupos).

www.museothyssen.org

Fundación Caja Madrid

Plaza de San Martín. 1

Plaza de San Martin

PalaCIO ReD!

Plaza Mayor

M U S E O THYSSEN­

BORNEMISIA. CAJA IY\ADRID l"lr·~r.\no·~

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· Taquilla del Museo

· \NINW.museothyssen.orgjentradas

· www.entradas.com (902 050 121)

Transporte

Metro: Banco de España.

Autobuses: 1,2.5,9.10,14,15,20,27, 34,37,45,51.52,53.74,146 Y 150 RENFE: Estación de Atocha y Recoletos.

Ser\llclo de Información

Teléfono: 913 690 151

Servicio de audlo-guia

Disponible en español, inglés y francés.

Tienda-Librería

Planta baja. Catálogo de la exposición

disponible.

Cafetería-Restaurante

Planta baja.

Se ruega no utilizar el teléfono móvil en las

salas de exposición.

Cibeles

Museo del Prado

Museo Thyssen-Bornemlsza

Paseo del Prado. 8

MAX BECKMANN

Autorretrato como enfermero (detalle), 1915

Kunst· und Museumsvereln,

Van der Heydt,Museum, Wuppertal

ERNST LUDWIG KIRCHNER GEORGE GROSZ

La ducha de los soldados, 1915 Meuópolis, 1916-1917 Solomon R. Guggenheim Museum, Museo Thyssen·Bornemisza.

Nueva York. Por intercambio, 1988 Madrid

FUNDACiÓN CAJA MADRID

9 Apocalipsis de nuestro tiempo

El tema del Juicio Final, que había sido tratado abundantemente por algunos artistas de la vanguardia con anterioridad al estallido de la Guerra Mundial, regresa ya en los primeros meses de la contienda como objeto que sirve para alegorizar la guerra. Dos ejemplos excelentes son el álbum litográfico de Natalia Goncharo­va Imágenes místicas de la guerra y la escultura de Ernst Barlach El vengador. En ambos casos existe una voluntad elocuente de dar nueva actualidad a la imaginería medieval. Los primitivismos de Goncharova y de Barlach tienen distinto origen, pero aquí vie­ne a coincidir la intención de su lenguaje. Ambos confieren ade­más a la representación de la guerra un carácter escatológico.

10 Artista y soldado

De entre los numerosos artistas que fueron movilizados al estallar la guerra o que se alistaron voluntariamente hubo algunos que es­cenificaron en sus cuadros su condición de soldados. El autorre­trato del artista como soldado constituye un género especial en la pintura de vanguardia durante la Guerra Mundial. Encarna un as­pecto de la vida artística especialmente sometido a contrariedades y susceptible de una interpretación alegórica. La identidad militar no es necesariamente para el artista de vanguardia una condición extraña; por el contrario, la disposición tantas veces provocadora, díscola e incluso pendenciera de los pintores del expresionismo encuentra acomodo en la figura del artista-guerrero. Con todo, en muchos casos los autorretratos y retratos de artistas como soldados presentan un aspecto muy diferente al de las celebra­ciones de actitudes combativas. El artista de uniforme también se pinta a sí mismo como víctima o como ser malogrado, tal y como lo hace, por ejemplo, Kirchner en su Autorretrato como soldado.

11 Cubismo en las trincheras

«La guerra incluso ha aumentado el poder que la poesía ejerce sobre mí», escribiría Guillaume Apollinaire. El poeta estuvo en el frente desde abril de 1915 y hasta que fue herido por un obús en marzo de 1916. El frente, donde Apollinaire escribió y realizó dibujos y caligramas imprescindibles, también fue un lugar fér­til para la creatividad de los poetas y artistas que, como André

Mare, David Bomberg y tantos otros, estuvieron movilizados. El arte del frente, el de los apuntes y dibujos realizados desde el es­cenario de la lucha, documenta la relación más inmediata de sus autores con la guerra. El cubismo y otros lenguajes característi­cos de la vanguardia se prestaron como guía de interpretación que se avenía a la naturaleza de los temas, de modo que asis­timos a una singular compenetración entre el lenguaje de la cu­bificación, los facetados, superposiciones, líneas-fuerza y demás y el arte del frente, el de los temas de las trincheras, el com­bate, la acción de la artillería, las explosiones, el hospital de campaña. La mayor afinidad entre la mecánica del nuevo len­guaje y la dinámica de la realidad de la guerra se manifiesta en estas creaciones que parecen obedecer al traslado de los talleres del arte de vanguardia a la primera línea de combate. Se reúne en esta sección un amplio espectro de trabajos sobre papel, de artistas entre los que, por el número de obras con que están representados, no pueden quedar sin destacar Fer­nand Léger, William Roberts, Wyndham Lewis y Otto Dix.

12 El estigma de la condenación

La guerra de 1914 como motivo de la creación artística no fue sólo objeto de representaciones entusiastas y de manifestacio­nes de congenialidad con la acción de la cultura de vanguardia, sino también tema de visiones del pavor y de la degradación de lo humano. Éstas, con rasgos eminentemente grotescos, dominan la pintura de algunos de los expresionistas alemanes, como Erich Heckel, Lyonel Feininger, George Grosz y Ernst Ludwig Kirchner. La sección presenta un grupo de obras de los autores nombrados realizadas en torno a 1915·16. La representación de lo que po­dríamos describir como alegorías de la condenación, como es el caso del cuadro Metrópolis de George Grosz, tiene el carácter de una respuesta irascible a la realidad de la guerra. Se trata de una

WILHELM LEHMBRUCK

El caído, 1915-1916 Staatliche Museen zu

Bedin, Nationalgalerie,

Berlín

FÉLlX VALLOTTON

Verdún, 1917 Musée de l'Armé€, París

pintura que no toma directamente sus motivos de la realidad de la guerra, pero que frecuenta temas que se hacen eco de su deriva. Una y otra vez se retrata con un patetismo despiadado al ser hu­mano, más que como agente de la guerra, como efecto colateral, como un mamarracho al antojo de la desolación y del crimen.

13 «C'est la guerre!» Finalmente la exposición reúne un conjunto de esculturas, pintu­ras y grabados que se distinguen por practicar decididamente la denuncia de guerra. Son trabajos de autores de muy diversa pro­cedencia: W. Lehmbruck, G. Rouault, F. Vallotton, P. Nash, O. Friesz y C. Permeke, entre otros. En buena parte se trata de obras reali­zadas en condiciones de exilio efectivo o de exilio interior y todas ellas tienen una fuerte impronta crítica. El capítulo hace propio el título del célebre álbum de grabados antibelicistas de Félix Vallo­tton, de quien se presentan dos de sus cuadros más importantes. A consecuencia de la guerra ..todos los actos humanos en todos los órdenes han sido alterados», diría Vallotton en 1917. El grupo de obras maestras que se recogen en este capítulo final derivan de la mirada ascética y compasiva de sus autores sobre esa hu­manidad alterada y derrotada por la contienda. Establece el punto final de un recorrido por la creatividad de la vanguardia artística aliada con la guerra, que conoció la tragedia de su propio destino y se vio profundamente transformada por los acontecimientos.

Sesenta y ocho autores que encuadramos en las principales co­rrientes del arte nuevo, desde el expresionismo y las diversas vertientes del cubismo y la primera abstracción hasta el futurismo y el vorticismo, están representados en esta exposición. En cada uno de los trece capítulos que se suceden quedan reflejadas las conexiones entre diversas manifestaciones del panorama interna­cional de la época. Uno de los desencadenantes innegables de la Gran Guerra fue el nacionalismo, pero la exposición evita en la mayor parte de los casos una caracterización de los asuntos tratados ceñida a valores que podrían tenerse por exclusivos de determinados círculos nacionales. Y en este sentido la muestra propone un orden de lectura que permita percibir la gran paradoja de aquella guerra de culturas: la comunidad de intereses cultura­les y lingüísticos primó, pese a todo, en ese conflictivo periodo de las vanguardias artísticas.

Fundación Caja Madrid

Plaza de San Martín, 1

28013 Madrid

Fechas

Del 7 de octubre de 2008

al 11 de enero de 2009.

Lugar Sala de exposiciones

de la Fundación Caja Madrid.

Continúa en el Museo Thyssen-Bornemisza.

Horario

De martes a domingo, de 10.00 a 20.00 h.

Lunes cerrado. Cerrado los días 25 de

diciembre de 2008 y 1 de enero de 2009.

Entrada libre

Catálogo Disponible en la recepción de la sala de

exposiciones de la Fundación Caja Madrid.

www.fundacloncaJamadrld.es

Fundación Caja Madrid

Plaza de San Manrn, 1

.¡,. Plaza de San Marlin

ArenalPalacio SOl Real

Plaza Mayor

M U S E O THYSSEN­

80RNEMISZA CAJA MADRID n;"c"",(,¡,'(

Transporte

Metro: Sol, Ópera y Callao.

Autobuses: 1, 2, 3. 5, 15.25, 29. 44, 50,

51,53,146,148 Y 150.

Servicio de Información

Teléfono: 902 246 810

Servicio de audio-guía

Disponible en español, inglés y francés.

Visitas guiadas Reserva previa:

www.fundacioncajamadrid.es

Más información en el teléfono

91 379 20 50, de martes a viernes

de 10.00 a 14.00 h (servicio gratuito).

Talleres infantiles (de 4 a 16 años)

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www.fundacioncajamadrid.es

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91 379 22 00, de martes a viernes

de 1000 a 14.00 h, Yen [email protected]

(servicio gratuito)

Se ruega no utilizar el teléfono móvil en las

salas de exposición.

© De las reproducciones autorizadas.

VEGAP, Madrid, 2008

© (for works by E. L. Kirchner) by Ingeberg

& Dr. Wolfgang Henze-Ketterer,

Wichtrach / Bern

Cibeles

l'

Museo del Prado

Museo Thyssen-Bornemlsza

Paseo del Prado, 8

MAR5DEN HARTLEY

La Cruz de Hierro (detalle), 1915

Mildred Lane Kemper Art Museum,

Washington University, San Luis

Adquisición de la Universidad

Bixby Fund, 1952