Manual Actualización Funcionarios Dtos. 2

download Manual Actualización Funcionarios Dtos. 2

of 70

description

Descripción para funcionarios de la Iglesia

Transcript of Manual Actualización Funcionarios Dtos. 2

Curso para Funcionarios de la IMMAR

Curso para Funcionarios de la IMMARIGLESIA METODISTA DE MXICO, A. R.

Para funcionarios de los niveles local, distrital, conferencial y nacional Pbro. Bernab Rendn Morales

I N T R O D U C C I N

En este manual se proporcionan:

1) Los Programas de dos Talleres de Actualizacin del conocimiento doctrinal, histrico y de los niveles de gobierno, tal como se considera en los Art. 103 y 104 de la Disciplina en su edicin 2014-2018. El Manual incluye un instructivo para de esos talleres. Y hablamos en plural, puesto que un taller de un da no sera suficiente para desahogar el contenido del Manual. Cada grupo que lo estudiar podra decidir si prefiere convocarse a dos talleres, uno en enero y otro en marzo, o si prefiere reunirse por dos das o ms en una sola ocasin. 2) Las lecciones doctrinales.3) Los cuestionarios de las lecciones doctrinales.

Los dos talleres estn diseados para dos propsitos: El primero (o el primer da de un taller de dos das) sirve para que se estudie una parte de la Disciplina estando todos reunidos. Se trata de estudiar la historia y los cuerpos gubernamentales de la IMMAR. Se incluyen en este primer taller dos cuestionarios para hacer un repaso de los dos temas a tratarse en l, y cada funcionario podr usar libremente la Disciplina para buscar las respuestas. Ser indispensable, por tanto, tener una copia de la Disciplina para cada participante.

El segundo taller (o segundo da) es para estudiar las doctrinas ms sobresalientes de la IMMAR, para lo cual un da no sera suficiente, y por eso las lecciones doctrinales debern ser estudiadas por cada funcionario en su casa antes de llegar al segundo taller. Los participantes del segundo taller no recibirn los cuestionarios antes del mismo, sino nicamente las lecciones, por lo que los cuestionarios sern recibidos durante el taller, y contestados all mismo. Para este segundo taller ser importante tener una Biblia por cada participante. La estrategia de no dar los cuestionarios antes, es que el taller sirva para hacer un repaso efectivo de lo ledo en casa y as coadyuvar a una mejor comprensin y retencin del contenido.

Algunas lecciones doctrinales son extensas porque abordan temas que circunstancialmente se han tornado controversiales dentro de la IMMAR. Lamentamos este hecho, pero estos talleres se proponen rescatar elementos de nuestra identidad denominacional, y por eso no podemos abordarlos a la carrera. Se perdera el propsito del curso si se resumen o eliminan algunos temas con el fin de slo cumplir con una formalidad. Esta es la razn por la que los temas doctrinales debern ser estudiados por cada funcionario en casa y acudir al segundo taller a hacer un repaso mediante sus respuestas a los cuestionarios.

Para impartir el curso, se necesitar de un moderador o monitor, y deber ser un pastor o un laico con buena experiencia dentro de la IMMAR. l tendr el Manual y los cuestionarios antes de los talleres, para que pueda contestar con calma cada uno de ellos y llevarlos contestados al taller. El monitor recoger los cuestionarios de cada funcionario en el segundo taller, para calificarlos y proporcionar el resultado de su evaluacin a la autoridad correspondiente.

No est de ms enunciar lo obvio: Si se requiere modificar la dinmica de estos talleres, adelante.

Pbro. Bernab Rendn Morales

CURSO DE ACTUALIZACIN PARA FUNCIONARIOS DE LA IMMARPRIMERA PARTE MES DE ENEROArt. 103. IDENTIDAD METODISTA. Todo funcionario a nivel local, distrital, conferencial y nacional, una vez electo, recibir una capacitacin y actualizacin en Doctrina, Historia y Gobierno Metodista. El curso ser elaborado por la Comisin Nacional de Continuidad y Capacitacin en Ministerios, y la aplicacin ser responsabilidad del Gabinete y la labor Pastoral correspondientes.(Ver tambin el Art. 104).

09:00 hrs. DEVOCIONAL DE APERTURA

09:30 hrs. I. CONOCIENDO NUESTRA HISTORIALectura grupal de la Sntesis Histrica en la Disciplina de la IMMAR, 2010-2014, pg. 19-48.

12:30 hrs. RECESO

12:45 hrs. SESIN DE ACLARACIONES Y REFUERZOPreguntas, respuestas, comentarios relacionados con la Sntesis Histrica.

13:45 hrs. COMIDA

15:00 hrs. TRABAJO INDIVIDUALLos participantes contestarn por separado el Cuestionario del Manual del Curso.

17:00 hrs. EVALUACIN DINMICAEl monitor preguntar las respuestas del Cuestionario, una por una, alternando entre los miembros del grupo.

18:00 hrs. RECESO

18:15 hrs. II. NUESTROS CUERPOS GUBERNAMENTALESLectura grupal de la Disciplina de la IMMAR, 2014-2018: Los Art. 13-34, y las pg. 397-402, 343 (Anexo 5).

19:15 hrs. CENA

20:00 hrs. CUESTIONARIO SOBRE LOS CUERPOS GUBERNAMENTALES Trabajo individual.

I. CONOCIENDO NUESTRA HISTORIA

1. En la primera actividad, el grupo leer en voz alta, alternndose cada uno de los participantes, la Seccin de la Disciplina de la IMMAR, edicin 2014-2018, denominada Sntesis Histrica, que se encuentra en las pginas 19-48.

1. En la Sesin de Aclaraciones y Refuerzo, el tiempo se destinar a plantear preguntas y compartir reflexiones, estando todo el grupo presente. El monitor del taller deber ser un pastor o laico de suficiente experiencia para contestar las preguntas y hacer aclaraciones.

1. Ms tarde, en el Trabajo Individual, el grupo trabajar de manera separada e individual, contestando por escrito las preguntas que se hacen en el Cuestionario que se incluye. Para hallar las respuestas, el participante puede consultar la Seccin Histrica de su Disciplina. Las respuestas servirn para la sesin siguiente donde el grupo, reunido de nuevo, compartir las respuestas. Se procurar que todos participen concedindoseles el turno para que, de manera alternada, lean las respuestas correspondientes.

1. Al terminar la actividad Evaluacin Dinmica, todos entregarn sus hojas contestadas al monitor para que posteriormente l vea el modo de calificarlas. Si la autoridad del nivel correspondiente decide que no es necesaria una calificacin, entonces puede suprimirse la entrega del cuestionario.

II. NUESTROS CUERPOS GUBERNAMENTALES1. En la actividad Nuestros Cuerpos Gubernamentales, el grupo leer en voz alta, alternndose cada uno de los participantes, los Artculos y las pginas que en el Programa se especifican. En el caso de la pg. 343 (Anexo 5) no se trata de leer, sino de visualizar el diagrama y ubicar los cuatro niveles de gobierno que all se presentan.

2. Para responder el Cuestionario de la actividad final del taller, los funcionarios participantes podrn consultar la Disciplina. Al ir terminando, cada uno entregar su cuestionario al monitor. Pero si la autoridad del nivel correspondiente decide que no es necesaria una calificacin, entonces puede suprimirse la entrega del cuestionario.

CURSO DE ACTUALIZACIN PARA FUNCIONARIOS DE LA IMMARSEGUNDA PARTE MES DE MARZO

Art. 103. IDENTIDAD METODISTA. Todo funcionario a nivel local, distrital, conferencial y nacional, una vez electo, recibir una capacitacin y actualizacin en Doctrina, Historia y Gobierno Metodista. El curso ser elaborado por la Comisin Nacional de Continuidad y Capacitacin en Ministerios, y la aplicacin ser responsabilidad del Gabinete y la labor Pastoral correspondientes.(Ver tambin el Art. 104).

10:00 hrs. DEVOCIONAL DE APERTURA

10:30 hrs. LECCIN 1, LAS FUENTES TEOLGICAS DEL METODISMO El cuestionario ser contestado por cada participante por separado, y luego se agruparn todos para compartir las respuestas y reacciones.

12:30 hrs. RECESO

12:45 hrs. LECCIN 2, LA DOCTRINA DE LA GRACIA DE DIOS El cuestionario ser contestado por cada participante por separado, y luego se agruparn todos para compartir las respuestas y reacciones.

14:15 hrs. COMIDA

15:00 hrs. LECCIN 3, LA DOCTRINA DE LA PERFECCIN CRISTIANA El cuestionario ser contestado por cada participante por separado, y luego se agruparn todos para compartir las respuestas y reacciones.

16:30 hrs. RECESO

16:45 hrs. LECCIN 4, LA DOCTRINA DE LA PERSEVERANCIA CONDICIONAL DE LOS SANTOS El cuestionario ser contestado por cada participante por separado, y luego se agruparn todos para compartir las respuestas y reacciones.

18:15 hrs. RECESO

18:30 hrs. LECCIN 5, LA DOCTRINA DE EL BAUTISMO DE INFANTES El cuestionario ser contestado por cada participante por separado, y luego se agruparn todos para compartir las respuestas y reacciones.

20:00 hrs. CENA

E X P L I C A C I O N E S

Para este segundo taller, o segundo da de un taller de dos das, se necesitar contar con las lecciones doctrinales previamente distribuidas entre los funcionarios participantes, mismas que debern haber sido ledas con anticipacin. Tambin se requerir una Biblia por cada uno. Los cuestionarios sern el material de trabajo de este taller y sern repartidos al inicio de l.

El propsito del taller es hacer un repaso de las lecciones, para obtener la afirmacin de su contenido en la mente de todos. El repaso se har a travs del ejercicio de contestar por escrito cuestionarios de manera individual, y compartir las respuestas con el resto de los miembros del grupo. En los momentos en que se escucharn las repuestas de los participantes, se podrn plantear reflexiones o preguntas para despejar dudas.

El tiempo designado para cada cuestionario es de una hora y media, excepto la primera leccin cuyo tiempo disponible ser de dos horas. Se destinar la mitad de ese tiempo para el trabajo personal escribiendo las respuestas, y la otra mitad para interactuar con los otros participantes. Es decir, los participantes contarn con 45 minutos para contestar los cuestionarios, y con otros 45 minutos para compartir respuestas con el grupo.

Los temas para trabajar son cinco: Las Fuentes Teolgicas del Metodismo, la doctrina de La Gracia de Dios, la doctrina de La Perfeccin Cristiana, la doctrina de La Perseverancia Condicional de los Santos, y la doctrina de El Bautismo de Infantes. Por supuesto que estos no son los nicos nfasis doctrinales del metodismo. Faltara cubrir asuntos como La Predestinacin Incondicional, La Expiacin Universal, El Arrepentimiento y La Fe, La Justificacin y El Nuevo Nacimiento, y finalmente, El Testimonio del Espritu. Sera mucho campo para abordarlo con precisin, y el plan de un taller como este, quedara rebasado. Por esta razn, hemos elegido solamente los cinco temas mencionados por la razn de que en las ltimas dcadas las hemos visto decaer tanto por influencias externas, como por iniciativas internas, tanto en el mbito pastoral como en el laico. Estamos yendo a rescatar esos nfasis metodistas, emblemas de la fe de nuestros antepasados, y que se distinguen por su fuerte base bblica.

Los temas no abordados, la otra parte de las doctrinas prominentes del metodismo, quedan bajo la ctedra de nuestros seminarios y la instruccin de nuestros pastores. Esa enseanza puede ser compartida y reforzada a travs de institutos, cursos, talleres de actualizacin teolgica, iniciativas de las Comisiones de Continuidad y Capacitacin en Ministerios de los diferentes niveles de la IMMAR, o por medio de los temas que regularmente se presentan en las Conferencias Anuales y de Distrito.

Leccin 1LAS FUENTES TEOLGICAS DEL METODISMO

OBJETIVO: Los alumnos entendern que la teologa metodista no proviene solamente de la Biblia, sino de otros tres campos de conocimiento que, en realidad, han sido tomados en cuenta por la iglesia cristiana de todos los tiempos, pero que, en lo que respecta a los metodistas, se le ha dado un especial nfasis al campo de la experiencia.

I. EXPLICACIONES INTRODUCTORIAS. Hay algunas iglesias, y cristianos en lo particular, que han cerrado sus ojos a la realidad bendita de que Dios siempre ha estado vivo y activo en su creacin, pero ms particularmente dentro de su iglesia. l siempre habla, se comunica e instruye y adoctrina a los suyos. Cuando la Biblia dej de escribirse, Dios no se qued callado. Aquellos cristianos sencillos que aseguran que toda su doctrina se basa exclusivamente en lo que diga la Biblia, estn suponiendo que desde que se escribi el Libro de Apocalipsis durante el siglo primero, hasta nuestro siglo, no pas nada. Dan un salto desde el siglo primero hasta la actualidad, como si ese largo tramo estuviera vaco. Esto, por supuesto, da pie a una crasa ignorancia muy lamentable. Incluso, ni siquiera se dan cuenta de que cosas que ellos mismos creen no estn en la Biblia, pero las creen. Es el caso de la doctrina de la doble naturaleza de Jesucristo. En ninguna parte dice la Biblia que Jess sea una sola persona con dos naturalezas, eso fue un acuerdo del Concilio de Calcedonia en el ao 451.

Los que dicen no necesitar ni la historia ni la tradicin de la iglesia, leen la Biblia y encuentran que Cristo era Dios y hombre a la vez. Pero ahora, cmo explicaran ellos esta verdad cristolgica? Dios y hombre significa que Cristo tena dos sustancias? O dos esencias? O dos voluntades? O dos personalidades? O era un hombre revestido de divinidad? O, quiz era Dios revestido de humanidad? Era una sola persona con dos esencias, o una naturaleza con dos personas? En fin, nunca terminaran de contestar, segn sus ocurrencias, todas estas preguntas y otras ms. Por lo tanto, de dnde sacan la idea de que Jesucristo era una sola persona con dos naturalezas? De la Biblia no. Entonces, de dnde? Ellos no lo saben, por su ignorancia, pero estn sacando esa idea del Concilio de Calcedonia.

O, pongamos un ejemplo ms simple: Preguntmosle a alguno, cuntos libros deben integrar el Nuevo Testamento? Responder rpidamente que deben ser 27 libros. As que deberemos preguntar, y en qu te basas para decir que deben ser 27 y no 10 o 50? En qu parte de la Biblia dice que deben ser 27? No se han puesto a pensar que fue la iglesia cristiana, como parte de su desarrollo, la que decidi ese nmero, y tenan razones para establecer ese canon de 27 libros.

Y as, como los casos anteriores, citados como ejemplos entre mil, son muchas doctrinas las que los cristianos confesamos y que no estn redactadas en la Biblia del modo como las enunciamos hoy. Todo ese trabajo de estudiar los textos en sus idiomas originales, reunirse para deliberar y discutir, y finalmente obtener votaciones entre varios eruditos de las Sagradas Escrituras para llegar a un consenso, se ha hecho a travs de los tiempos y nosotros simplemente hemos heredado esa sabidura y la hemos incluido en nuestras doctrinas. Simplemente, Dios tiene muchas formas de comunicarse con nosotros, y no solamente mediante la Biblia. La palabra de Dios es ms grande que la Biblia, y ha existido desde antes que la Biblia, por lo que Dios tiene muchos modos para hacernos conocer sus deseos y propsitos.

Por lo anterior, los metodistas creemos que slo la Biblia contiene la Palabra escrita de Dios y que es nuestra mxima gua. Pero tambin admitimos que hay otras tres fuentes de conocimiento, y estas son: la tradicin o historia de la iglesia, la razn con la que fuimos creados, y nuestras experiencias cristianas. Pero tambin aclaramos que no toda la tradicin, ni toda la razn, ni todas las experiencias nos guiarn a la verdad de Dios. Lo que estas tres fuentes aporten debe compararse con lo que la Biblia ensea. Lo que no se amolde a la doctrina bblica no es tomado en cuenta para confeccionar nuestras doctrinas, tomamos nicamente aquello que armonice con la Palabra escrita de Dios.

A estas cuatro fuentes de nuestra teologa se les ha dado en llamar el cuadriltero wesleyano. Estn consideradas en los sermones y escritos de Juan Wesley, pero l no formul este cuadriltero. l nunca hizo mencin de contar con cuatro fuentes para su teologa. Han sido los telogos metodistas los que, despus de la muerte de Wesley, han encontrado que l se fundaba en esas fuentes, pues las cita de manera regular. Y es esa la razn por la que los telogos siguen discutiendo si en realidad Wesley se basaba en cinco y no en cuatro fuentes. Por qu decimos esto? Porque frecuentemente Wesley citaba a la creacin como una fuente de informacin acerca de quin es Dios y cmo se relaciona con la humanidad. Esto es interesante porque, efectivamente, Dios se revela a nosotros a travs de las cosas que l form, como dice el Sal. 19:1, Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Las iglesias metodistas de algunos pases ya han aceptado esa quinta fuente, pero la Iglesia Metodista de Mxico an conserva la opinin de que fueron solamente cuatro las fuentes que us Wesley para elaborar su teologa. Nuestra Disciplina actual (2014-2018) cuenta con una Seccin llamada Nuestro Quehacer Teolgico, y all se mencionan las cuatro fuentes. Usted qu piensa sobre esto?

Hace algunas dcadas nuestra Disciplina no contaba con la Seccin mencionada, as que la Iglesia Metodista de Mxico an no se defina sobre si fueron cuatro o cinco las fuentes de Juan Wesley. Cuando esa Seccin se incorpor, los metodistas mexicanos nos decidimos por contar solamente cuatro fuentes. En fechas recientes algunos pastores estn pugnando porque se acepte la quinta fuente. En una obra que escribi un obispo metodista norteamericano, quien sirvi como misionero en Argentina por muchos aos, de nombre B. Foster Stockwell (ya fallecido), intitulada La Teologa de Juan Wesley y la Nuestra, propone las cinco fuentes. De esa obra hemos tomado el material para el resto de esta leccin, pero hemos hecho una adaptacin, primero resumindolo considerablemente, y segundo eliminando la quinta fuente. Entremos en materia.

II. LAS CUATRO FUENTES

1. La Biblia como fuente teolgica.En una carta que Wesley escribi, dijo: Recibo la Palabra escrita como la nica y suficiente regla de fe. Con estas palabras l nos deja claro que las Escrituras eran la fuente principal de su enseanza. Si leemos sus sermones, veremos que estn llenos de citas de las Escrituras, no en forma artificial como meros textos de prueba, sino como la expresin natural de una mente cristiana permeada de ideas bblicas, mientras usaba una fraseologa bblica.

En sus Notas Sobre el Nuevo Testamento, escribi lo siguiente como parte del prefacio de esa obra: En cuanto a las Escrituras en general, puede decirse que la Palaba del Dios vivo, que dirigiera tambin a los primeros patriarcas, fuera asentada por escrito hasta en los tiempos de Moiss. A esto fueron agregndose en las generaciones siguientes los escritos inspirados de los otros profetas. Despus, lo que el mismo Hijo de Dios predic, y lo que el Espritu Santo habl por los apstoles y que stos y los evangelistas pusieron por escrito. Esto es lo que ahora llamamos las Sagradas Escrituras; esto es esa Palabra del Dios que permanece para siempre, de la cual hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota y ni una tilde pasar. Las Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamento son, pues, un sistema slido y preciso de verdad divina. Cada una de sus partes es digna de Dios, y todas juntas forman un cuerpo entero, en el cual no hay ni defecto ni exceso. Es la fuente de la sabidura celestial, que los que pueden gustarla, la prefieren a todos los dems escritos de los hombres por ms sabios o eruditos que stos sean.

Los metodistas de hoy podemos reconocer y compartir el altsimo aprecio que Wesley senta por la Biblia como memoria de las acciones de Dios en sus relaciones con Israel, y de su revelacin definitiva en Jesucristo. La enseanza de Wesley ayud grandemente a consolidar en la mente y los corazones de los anglosajones la autoridad suprema de la Biblia. Tena un buen sentido comn en la interpretacin de las Escrituras, y una excelente concentracin en los pasajes bblicos que tienen que ver con la salvacin de la humanidad y con la vida cristiana. En uno de sus sermones, dijo: La norma del cristiano respecto a lo bueno y lo malo es la Palabra de Dios, todo lo que los varones santos de la antigedad escribieron, movidos del Espritu Santo. Es una lmpara para los pies y una lumbrera para el camino del cristiano; esta es al nica norma que ha recibido para discernir entre el bien y el mal, entre lo que verdaderamente bueno y lo que es malo. No tiene nada por bueno sino slo lo que aqu se ordena, bien directamente o como una consecuencia clara; y nada considera como malo sino lo que que aqu se prohbe, ya terminantemente, ya como un deduccin.

2. La Razn como fuente teolgica.Deca Wesley, Deseamos una religin fundada en la razn y de acuerdo a la razn; esto es, en armona con la naturaleza de Dios, la del hombre y sus relaciones mutuas. Exhortamos encarecidamente a todos los que buscan una religin verdadera, a que hagan uso de toda la razn que Dios es haya dado, investigando bien las cosas de Dios. Es razonable amar a Dios, que nos lo dio todo. Es razonable amar al prjimo y hacer bien a todos los hombres. La religin que nosotros predicamos y vivimos est de acuerdo con la ms alta razn. Y tambin escribi: Es un principio fundamental para nosotros que renunciar a la razn es renunciar a la religin., pues la razn y la religin van de la mano, pues toda religin irracional es necesariamente una religin falsa.

Wesley no senta ninguna simpata por los msticos que despreciaban a la razn. Insistiendo en que el Seor Jess y los apstoles alegaban con sus enemigos manejando la razn. Es con el uso de la razn que alcanzamos a entender los propsitos de Dios, y lo mismo es con la enseanza bblica sobre Dios, sobre el Reino venidero, sobre la vida eterna. Es verdad, deca l, que la razn no puede engendrar la fe, ni la esperanza, ni el amor a Dios o al prjimo; pero nadie debe despreciarla, porque rinde grandes beneficios al echar los fundamentos de la verdadera religin, y en dirigirnos a la prctica de la vida cristiana. Para l la razn era un don de Dios para logar la investigacin y el descubrimiento de la verdad. El error de los racionalistas de su tiempo consista en suponer que la razn sola era suficiente fuente de verdad y que por lo tanto se podra prescindir de una revelacin escrita. Wesley sostena lo contrario, es decir, que slo en la revelacin divina tenemos un conocimiento seguro y adecuado de Dios. A razn podra ayudarnos en la comprensin y defensa de ese conocimiento, pero o se puede comparar con la verdad absoluta que nos revela la Escritura de Dios.

Los tiempos en que vivimos hoy, en las primeras dcadas del siglo XXI, la mentalidad humana se va tras el posmodernismo, consistente en negar el valor de la razn y enfatizando el valor de los sentimientos. Incluso los telogos llegan a despreciar el uso de la razn. Pero, deca Wesley, viviendo en el siglo XVIII, No es la razn, ayuda por el Espritu Santo, la que nos capacita para entender lo que en las Escrituras nos dicen sobre la naturaleza y los atributos de Dios; su eternidad, su inmensidad, su poder, su sabidura y su santidad? Es por la razn que Dios nos hace entender las diferencias entre el antiguo y el nuevo pacto, entre la ley y el evangelio; y qu es el nuevo nacimiento, qu es la mente que estaba en Cristo, y qu significa andar como Cristo anduvo.

3. La Experiencia como fuente teolgica.En verdad puede decirse que en el mtodo emprico de Wesley est su ms importante contribucin a la teologa cristiana. La iglesia de la Edad Media encontraba el centro de su teologa en la autoridad papal, del clero y de los concilios; mientras que las iglesias evanglicas de la Reforma hallaron ese centro en la autoridad de las Sagradas Escrituras. Wesley, sin menospreciar la suma importancia de la Biblia, encuentra en la experiencia personal la prueba y la confirmacin del evangelio y el centro de la seguridad cristiana de la salvacin y la santidad de vida. Qu es el cristianismo, segn la Biblia? l respondera que es el cristianismo de la experiencia personal. As pues, en su pensamiento la experiencia cristiana ocupaba el segundo lugar de importancia como fuente teolgica.

Wesley expuso sobre este tema la ltima vez que le permitieron predicar en la Universidad de Oxford, tomando como base Hch. 4:31, Y todos fueron llenos del Espritu Santo. Dijo: Supongamos que una de aquellas personas que oyeron a San Pedro predicar sobre el arrepentimiento y la remisin de pecados, se siente conmovida en su corazn, persuadida de su pecado y se arrepiente, y cree en el Seor Jess. Por medio de esta fe en el poder de Dios, fe que es la sustancia de las cosas que se esperan, la conviccin de las cosas que no se pueden ver (He. 11:1), esa persona recibe instantneamente el espritu de adopcin por medio del cual clama abba Padre (Ro. 8:15). Entonces por primera vez, por medio del Espritu Santo puede llamar a Jess Seor (1 Co. 12:3), porque el mismo Espritu da testimonio a su propio espritu que es hijo de Dios (Ro. 8:16). Ahora puede decir con verdad ya no vivo yo, sino vive Cristo en m; y lo que ahora vivo en la carne lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me am y se entreg a s mismo por m (Ga. 2:20). Todas las consecuencias d esta conversin pentecostal sera de orden personal. El hombre que tiene el llamado del Padre tiene fe en Dios, es decir, una divina persuasin del amor de Dios y del amor del Hijo. Su alma, por consiguiente, glorifica a su Seor y su espritu se regocija en Dios su Salvador se regocija en la renovacin completa de su alma en la santidad y verdadera justicia, el amor de Dios est derramado en su corazn por el Espritu Santo que le es dado (Ro. 5:5). Ahora es Dios el deseo de sus ojos, el deleite de su alma, su herencia en este tiempo y en la eternidad Quien llega a tener este amor en su corazn no puede hacer mal a su prjimo, alimenta al pobre, viste al desnudo, protege a los hurfanos y a los extranjeros, visita y ayuda a los enfermos y a los presos, y est siempre listo para negarse a s mismo en beneficio de otros.

Hemos citado esta parte pequea de aquel sermn para que podamos notar que todo su razonamiento estaba haciendo hincapi en la experiencia personal que vivira una persona al conocer por la fe a Jesucristo. Para l, quien tuviera estas experiencias que, por cierto estn todas mencionadas en las Escrituras, no tendra por qu dudar del evangelio de Dios, de la realidad del perdn de Dios y de la renovacin sobrenatural de su vida. Es decir, su propia experiencia le brindara la seguridad de la salvacin. No slo la Biblia le proveera esa seguridad, sino tambin la experiencia vivida en aquel momento en que crey en Cristo.

Por eso fue que predic y ense tanto acerca del testimonio del Espritu, tema que ya abordamos antes, esa era la parte experimental del hecho de la salvacin. Para l no bastaba tener fe en un texto de la Biblia, sino que haba que vivirlo en carne propia. Insista en que la presencia del Espritu Santo no slo tiene efectos emotivos y prcticos, sino tambin efectos espirituales. Imparte nuevos sentimientos y nuevo poder para hacer el bien, pero imparte tambin una nueva capacidad para conocer y comprender la verdad religiosa. Todo esto era experiencia. Era importante dar a conocer a los ingleses del siglo XVIII que su fe no debera depender tanto de los argumentos racionales, sino de una visin directa. Clareo que la mente cultivada de Wesley le haca recurrir seguido a la argumentacin racional, pero su pensamiento central estaba ms all de las palabras y razonamientos, estaba en la experiencia personal y religiosa. Y es con esta apelacin que Wesley aport una nueva dimensin de la apologtica cristiana y ech las bases de la teologa evanglica moderna.

Casi treinta aos despus de su experiencia personal del 24 de mayo de 1738, predic sobre El Testimonio del Espritu, y all hizo una afirmacin fuerte, La experiencia es suficiente para confirmar una doctrina que se basa en las Escrituras. l jams pens en poner en pugna la Biblia y la experiencia; para l tenan ambas que estar de acuerdo, si la experiencia era genuina y estaba en armona con la clara enseanza de las Escrituras. Pero la base de su seguridad no era la mera palabra bblica, ni la autoridad colectiva de la iglesia, sino los hechos mismos de la experiencia que se viviera con Dios.

4. La Tradicin como fuente teolgica.Repetimos que para Wesley la prueba suprema de una doctrina era lo que un individuo experimentara sobre ella. Explicaba que la tradicin de la iglesia podra servir como base pero solamente las mentes especialmente cultivadas podran sentir la fuerza de esa prueba tan compleja. En cambio, le pareca mejor la experiencia, entre otras cosas porque estaba al alcance de las mentes ms sencillas. Un hombre en su sencillez podra decir, Una cosa s, que antes era ciego, pero ahora veo (Jn. 9:25).

Pero a pesar de lo anterior, l reverenciaba a los grandes cristianos de la historia, reconoca las grandes aportaciones de los padres de la iglesia de los primeros tres siglos del cristianismo, comenzando con Clemente de Roma hasta Cipriano. Deca l: Los reverencio porque presentan el cristianismo verdadero y genuino Nunca se cansan de decir lo que las Escrituras prometen, y me gozo en ello. Venid y reconoced lo que Dios ha hecho aqu, y reconoced que es de Dios.

Cuando los pastores y clrigos anglicanos atacaban a Wesley, acusndolo de infidelidad a la Iglesia Anglicana, a la que perteneca, l responda citando el Libro de Oracin Comn, los 39 Artculos de Religin de esa iglesia y las Homilas de la misma. Y poda hacerlo porque estas obras que eran bsicas para el anglicanismo, haban sido escritas en el siglo XVI durante la Reforma. Wesley encontraba en ellas el fundamento para la doctrina de la justificacin por la fe, y al contrario, l les reprochaba a los ministros anglicanos de su tiempo el haber abandonado esa doctrina. Es decir, les demostraba que l respetaba la tradicin, y les reprochaba que eran ellos quienes la haban abandonado. La citas que encontramos en sus sermones donde menciona a los padres de la iglesia y documentos histricos, nos deja ver que para l era realmente importante toda esa aportacin que se haba hecho en el pasado para ayudar al conocimiento de los cristianos de todos los tiempos.

Pero hagamos una oportuna aclaracin. Nuestro respeto y apropiacin de los beneficios de la tradicin de la iglesia no tiene nada qu ver con la postura de la Iglesia Catlica Romana, puesto que sta le dio a la tradicin la misma autoridad que la Biblia. Para ellos tanto las Escrituras como la tradicin representan en un mismo nivel la palabra de Dios. Por supuesto que ni Wesley ni nosotros estaremos jams de acuerdo con semejante doctrina. La tradicin histrica es para nosotros una riqueza casi inagotable de conocimiento y reflexin teolgica, pero la subordinamos a la autoridad suprema de la revelacin inspirada de la palabra de Dios, contenida en los 66 libros de las Sagradas Escrituras.

APOYO BIBLIOGRFICO:

Disciplina de la IMMAR, edicin 2014-2108, CUPSA, Mxico, D. F., 2015, pg. 49-57.

Stockwell, B. Foster, La Teologa de Juan Wesley y la Nuestra, Ed. La Aurora, Buenos Aires, y CUPSA, Mxico, D. F., 1962, pg. 9-29.

Leccin 2LA DOCTRINA DE LA GRACIA DE DIOS

OBJETIVO: Por medio de la presente leccin se explicar principalmente el por qu los seres humanos no perdimos la imagen de Dios y por tanto no estamos totalmente depravados, y se enfocar dentro de esta explicacin la idea de la gracia preveniente, elemento que nos ayudar a confirmar la universalidad de la gracia de Dios.

INTRODUCCIN: Los metodista admitimos el relato bblico de la tragedia humano en el Edn, pero aclarando que los seres humanos no estn totalmente depravados puesto que despus del pecado original se conserv la imagen de Dios. El enfoque doctrinal de la corriente calvinista afirma solamente la depravacin humana, pero el enfoque metodista aprecia que aquel drama no nos muestra nicamente un fracaso humano, sino tambin la presencia de un Dios benevolente previniendo el desastre total. Dios manifest desde Adn y a todo el gnero humano su gracia preservadora. Ahora estamos listos para desarrollar el tema La gracia de Dios. Este quiz no sea el tema principal del metodismo, pero es el ms hermoso. Y, de hecho, es la mxima explicacin del por qu no estamos totalmente depravados. Pero para poder comprender mejor el asunto, es necesario que veamos antes cul es la postura calvinista respecto a la gracia de Dios.

1.- El concepto de la gracia en Juan Calvino.

Dndole seguimiento al resto de su doctrina, Calvino tiene que definir la gracia como algo irresistible. Si Dios elige el nmero de los salvos y stos no pueden llegar a la salvacin por aspiracin alguna hacia Cristo, ya que estn totalmente corrompidos, entonces la gracia deber llegar a quienes Dios quiere, y cumplir irresistiblemente con su decreto. A esta accin de un Dios soberano, quien comunica su gracia de modo irresistible a quienes l desea, se le llama tambin el llamado eficaz.

La gracia irresistible de Dios no es para todos, sino solamente para aquellos a quienes l predestin para recibirla. Y los elegidos que la recibirn, no pueden decirle a Dios no, sino que les es transmitida sin contar con su voluntad, de una manera irrefrenable. Al resto de la humanidad, dicha gracia nunca llegar, pero s podrn conocer lo que Calvino llam la gracia comn. Qu es sta? Es la fuerza benevolente de Dios que refrena algo de la maldad y propicia el florecimiento de algunas virtudes humanas; y es por eso que hay actos loables entre las personas no convertidas, y tambin florecen la ciencia y el arte.

2.- Concepto de la gracia en San Agustn.

Agustn tuvo que extremar sus conclusiones sobre la necesidad de la gracia de Dios para la salvacin, como nica explicacin de la realidad de ella (la salvacin), al calor del debate que sostuvo con Pelagio (monje romano del Siglo V), quien no crea en el pecado original. Segn este monje, Cristo no salva mediante su muerte, sino mediante su ejemplo, logrando cada persona su salvacin por s misma imitndole, ya que todos somos potencialmente tanto buenos como malos. Para negar toda participacin humana en la salvacin, Agustn debi concluir que la gracia salvadora es un don de Dios dado soberanamente a quienes l dese salvar. Calvino retom esta idea en su teologa.

3.- Concepto arminiano-wesleyano.

a) Wesley expuso mucho sobre el concepto de la gracia preveniente. El trmino es latino y significa: Pre antes, y Venire venir; la gracia que llega antes; y se refiere a la gracia de Dios que nos llega antes de nuestra salvacin. Sealemos dos cosas: Primero, que es una idea semejante a lo que Calvino llam gracia comn, pero con muchas mayores implicaciones (lo veremos ms adelante).

Segundo, que Wesley no est hablando, como Calvino lo hace, de dos gracias (la comn y la que salva, una para todos y la otra para los elegidos), sino de una sola, misma que cambia de nombre en virtud de los beneficios otorgados. Es decir, antes de ser salvos Dios nos comparte su gracia, llamada preveniente; pero si un inconverso cede ante esa gracia y se convierte a Cristo, esa misma gracia se llamar gracia salvadora; y cuando ese creyente permanece en su fe en Cristo, la gracia de Dios lo santificar progresivamente, y entonces esa misma gracia se llamar gracia santificadora; y finalmente, si el creyente santificado permanece en su fe hasta el final, esa gracia le dar una transformacin final para introducirlo al mismo reino celestial, y entonces la misma gracia se llamar gracia glorificadora.

b) Fue la gracia preveniente la que estuvo en el Edn evitando las ms graves consecuencias del pecado original. Por ella Adn y Eva no murieron inmediatamente, esperando su muerte hasta muchos aos despus, asegurando de esta manera que ellos dejaran descendencia. Si hubieran muerto de inmediato, sencillamente nosotros no existiramos. Es a la gracia preveniente de un Dios que ama a todo el gnero humano que le debemos nuestra existencia. Por ella la imagen de Dios en el hombre no se perdi al cien por ciento, sino que slo se afect seriamente, dejando algunas cualidades divinas que aseguraran que el hombre cado aspire por una reconciliacin con Dios.

c) Dios concede su gracia preveniente a todo ser humano, no slo para favorecer lo bueno y refrenar lo malo (como lo pensaba Calvino), sino principalmente para guiarlo al arrepentimiento y a la fe en el Seor Jess cuando el evangelio le sea ofrecido. El deber de cada hombre es no resistir voluntariamente, sino colaborar con esa gracia de Dios. La fe y el arrepentimiento no son cosas que surjan del espritu humano en s, sino que son resultado de la operacin de la gracia de Dios que acta en todo ser humano. d) Cristo muri para que todo ser humano recibiera esa gracia, la gracia preveniente, ya que su sacrificio es universal: Ap. 13:8; 1 P. 1:19,20; He. 9:26, incluyendo a Adn. En ese sentido, l alumbra a todo hombre, sin exagerar el alcance de la palabra todo (Jn. 1:9). Por eso la gracia es coextensiva con el pecado. Es decir, ambos se extienden a la misma cantidad de gente. Este es un concepto de suma importancia, y debemos verlo bien. Leamos Ro. 5:15, 18, 19. Segn este pasaje, a cuntos afect el pecado de Adn? Por supuesto que a todos. Pero veamos el pasaje de nuevo y preguntmonos, a cuntos alcanz la gracia de Cristo? No hay duda de que Pablo nos est diciendo que si el pecado de Adn se transmiti a todos, CON MAYOR RAZN la gracia de Jesucristo les ha sido dada a todos, puesto que donde abund el pecado SOBREABUND la gracia. Desde luego que ese don de la gracia de Cristo no significa que todos los seres humanos sern salvos automticamente, y es por eso que la llamamos gracia preveniente (antes de la salvacin), para distinguirla de la gracia salvadora. Es decir, la gracia preveniente se convierte en gracia salvadora en todos aquellos que aceptan a Cristo. Por esta razn nuestra doctrina no es pelagianismo, es decir, creemos que la salvacin no es resultado del libre albedro solo, sino que es un maravilloso resultado de la gracia de Dios que est en todos antes y durante el libre albedro.

4. CONCLUSIN. La gracia de Dios no puede ser irresistible, puesto que la Biblia nos dice en varias ocasiones que fue resistida. Un ejemplo es Mt. 23:37, donde leemos, Jerusaln, Jerusaln, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! Cuntas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! Y as como ste, hay otros ejemplos, como los siguientes: Lc. 7:30; Hch.7:51; 2 Co. 6:1; He. 12:15. A pesar de esto que estanos comentando, Wesley crea que la gracia podra ser irresistible en algunos casos especiales, para propsitos especiales; y nunca permanentemente en la misma persona, sino por algunos momentos. Quiz un ejemplo sea Ciro el persa, llevado por Dios a salvar al pueblo de Jud. Podramos decir que Ciro no tena conciencia de que la gracia de Dios actuaba por medio de l para el bien de su pueblo, por lo tanto no la recibi voluntariamente, pero fue una fuerza irresistible que lo llev a cumplir el plan especfico de Dios.

Pero la gracia salvadora no puede ser irresistible por dos razones: Primero, cuando se ensea la doctrina de la salvacin en la Biblia, no se nos describe all como algo irresistible, sino como algo que puede ser rechazado. Y segundo, las Escrituras sealan que hubo ocasiones en que Dios mostr su voluntad, su propsito, y aun la influencia de su Espritu, pero algunos no aceptaron ese deseo divino ofrecido, resistindolo (y de esto ya ofrecimos citas bblicas en el prrafo anterior).

Vemos, pues, cmo nuestro concepto de la gracia de Dios est en un justo medio. Ni nos vamos al extremo de Calvino de decir que la gracia de Dios es slo para unos cuantos, y que acta en ellos de modo irresistible; pero tampoco nos vamos al extremo opuesto como Pelagio, para quien la gracia no es necesaria para la salvacin de nadie, pues para salvarse basta con que cada quien emplee su libre albedro.

Nosotros afirmamos que la gracia preveniente estaba con Adn y Eva antes de su cada en pecado, que sigui en ellos y en toda la humanidad despus de su cada, que gracias a esa gracia tenemos libre albedro, que la gracia nos hace refrenar la maldad en alguna medida y nos hace florecer en todas las ciencias, que nos anima a aceptar a Cristo cuando se nos predique, que despierta en nosotros el arrepentimiento y la fe, que no acta irresistiblemente en nosotros sino que respeta nuestro albedro, y que si colaboramos con ella se puede convertir en gracia salvadora, santificadora y glorificadora. Y finalmente, no hay dos ni ms gracias de Dios; no puede haber gracia comn y gracia salvadora. La gracia de Dios es una sola, y cambia de nombre debido al beneficio que produce en nosotros, del modo como el Ocano Atlntico se llama Golfo de Mxico en una parte, pero tambin Mar Caribe, y tambin Golfo de San Matas (Argentina), dependiendo de la playa que bae.

APOYO BIBLIOGRFICO:

Bangs Mynkoop, Mildred, Bases Teolgicas de Arminio y Wesley, Casa Nazarena de Publicaciones, Kansas, City, 1973, pg. 99-111.

Tillet, Wilbur F., La Doctrina de la Salvacin, CLIE, Barcelona, 1987, pg. 77-82.

Banks, Juan S., Manual de Doctrina Cristiana, CLIE, Barcelona, 1988, pg. 193-207.

Magallanes, Hugo, Introduccin a la Vida y Teologa de Juan Wesley, Abingdon Press, Nashville, 2005, pg. 125-155.

Cox, Leo George, El Concepto de Wesley sobre la Perfeccin Cristiana, Casa Nazarena de Publicaciones, Kansas City, 1986, pg.37-54.

Leccin 3LA DOCTRINA DE LA PERFECCIN CRISTIANA(Primera Parte)

OBJETIVO: En la presente leccin y en la siguiente se expondr la doctrina de la perfeccin cristiana o entera santificacin, desde su trasfondo bblico y considerando sus aspectos teolgicos, de tal manera que nuestra mente comprenda este nfasis metodista y a la vez nuestra voluntad reciba un desafo para dirigir la vida hacia los objetivos de Dios.

1. Qu se entiende por perfeccin cristiana?

Toda la cristiandad est unida en la afirmacin de que la santidad de vida comienza en la experiencia de la salvacin (justificacin y nuevo nacimiento), y prosigue de una manera creciente hasta llegar al da en que el creyente es glorificado en los cielos. Afirmamos unidos que hay una santidad inicial y una santidad progresiva. Sin embargo, la cristiandad se ha mantenido separada cuando se contesta a la pregunta, La santidad progresiva puede llegar a un momento en el que sea completa mientras se vive en este mundo? Obviamente habr dos lneas de pensamiento, una afirmando que la santidad completa es imposible mientras vivamos sobre la tierra, y otra asegurando que s es posible conocer una santidad entera antes de morir. El movimiento metodista se ha alineado desde su origen en el lado del segundo caso.

Se trata del triunfo final del Espritu sobre las tendencias carnales, por causa de la fe en Cristo. Puede llamarse entera santificacin, si se la ve como una de las etapas de la santificacin: Santidad inicial, santidad progresiva y entera santificacin. Pero Juan Wesley emple preferentemente la frase perfeccin cristiana, y esto debido a que l la encontraba ms bblica que la primera. As que en adelante usaremos preferentemente estos trminos, perfeccin cristiana.

Por supuesto que si nosotros nos atrevemos a declarar que s es posible la perfeccin en la tierra, es porque la Biblia as lo ensea. En el antiguo Testamento encontramos la palabra hebrea tam que se aplica a veces a Dios y a veces a ciertas personas, pero el significado es exactamente el mismo: Perfeccin. Por su parte, el Nuevo Testamento emplea la palabra griega teleios, a veces aplicndola a Dios y a veces a los hombres, pero en ambos casos significa lo mismo: Perfeccin. Y es esta la razn sencilla por la que Wesley llam a su generacin a procurar la perfeccin cristiana. Por supuesto que en la mentalidad del hombre sin Dios no cabe la idea de una perfeccin humana sobre el mundo actual. Y, desde luego, muchos cristianos e iglesias enteras niegan tambin la posibilidad de perfeccin de este lado de las estrellas. Nos preguntamos si los cristianos que niegan la posibilidad de perfeccin lo hacen bajo la influencia del pensamiento secular o si lo hacen bajo la enseanza bblica.

2. La perfeccin mencionada claramente en la Biblia.

Hay textos bblicos que no necesitan explicacin, dado que por s mismos exigen o prometen la perfeccin. No es el caso de pasajes aislados, sino el de una insistencia reiterada. Creemos que un solo versculo de la Biblia sera suficiente para aceptar que ellas nos muestran un ideal de Dios sobre nuestra vida, pero el asunto es que encontramos muchos versculos con este mismo tema mencionado de modo natural. Los escritores bblicos no pensaron que este tpico llegara a ser motivo de discusin alguna, de modo que se refieren a la perfeccin de vida de manera fcil, como algo simplemente natural. Por ejemplo:

Gn. 17:1. Era Abram de edad de noventa y nueve aos, cuando le apareci Jehov y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de m y s perfecto. Dt. 18:13. Perfecto sers delante de Jehov tu Dios. Mt. 5:48. Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que est en los cielos es perfecto. Mt. 19:21. Jess le dijo:Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrs tesoro en el cielo; y ven y sgueme. Lc. 6:40. Mas todo el que fuere perfeccionado, ser como su maestro. Jn. 17:23. Que sean perfectos en unidad, para que el mundo crea que t me enviaste. Ef.4:11-13. Y l mismo constituy a unos, apstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,4:12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificacin del cuerpo de Cristo,4:13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varn perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Fil. 3:15. As que los que somos perfectos, esto mismo sintamos. Col. 4:12. Para que estis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere. 2 Tm. 3:16, 17. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y til para ensear, para redargir, para corregir, para instruir en justicia,3:17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. He. 11:38-40. De los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.11:39 Y todos stos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido;11:40 proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros. Ap. 3:2. S vigilante, y afirma las otras cosas que estn por morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante del Seor.

Aqu dejamos de citar porciones bblicas, pero no porque no haya ms, pues hay muchas ms, sino para dejar las anteriores como ejemplos de lo que al inicio aseveramos. Pocos temas son tan mencionados en las Sagradas Escrituras como el tema de la perfeccin cristiana, cmo podramos ignorarlo, eliminarlo o menospreciarlo? Bien haramos en perderle temor, y dejar que estas luces de la palabra bendita de un Dios que se nos revela de este modo, alumbren nuestro entendimiento y levanten nuestra vista hacia un horizonte ms grande que el que a veces vemos.

3. La meta de Dios para nosotros es que vivamos sin pecar voluntariamente.

Hay lugares en la Biblia donde no se emplea la palabra perfeccin, pero nos muestran que el plan de Dios para sus hijos no es que vivan bajo el gobierno del pecado, ni bajo el seoro de la carne. Somos instruidos por las Escrituras a anhelar una vida que represente el dominio poderoso del Espritu de Dios en nuestra vida. Algunos creyentes disertaran elocuentemente acerca del poder de Dios actuando en nuestra vida, pero, sorprendentemente, ellos mismos negarn que ese poder llegue hasta producir en nosotros un completo dominio propio. Disertaran sobre la templanza, pero negarn que sta sea posible sobre esta tierra. Nos son incomprensibles las razones que mucha gente cristiana esgrime para defender las debilidades humanas en lugar de confiar en el poder del Espritu de Dios. Pues bien, la Biblia insiste en que la meta de Dios para nosotros es santificarnos al grado de doblegar la potestad de la carne y del diablo. Veamos:

Ro. 6:2, 6, 12, 14. Porque los que hemos muerto al pecado, cmo viviremos an en l?6:6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con l, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos ms al pecado.6:12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcis en sus concupiscencias;6:14 Porque el pecado no se enseorear de vosotros. Ro. 8:9. Mas vosotros no vivs segn la carne, sino segn el Espritu, si es que el Espritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espritu de Cristo, no es de l. Ga. 5:24, 25. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.Si vivimos por el Espritu, andemos tambin por el Espritu. 1 Ts. 2:10. Vosotros sois testigos, y Dios tambin, de cun santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros los creyentes. 1 Jn. 2:1. Hijitos mos, estas cosas os escribo para que no pequis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 1 Jn.3:9. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en l; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. 1 Jn. 5:18. Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.

Cuando estamos hablando de una vida sin pecado consentido voluntariamente en nuestra vida, el nfasis no recae en la palabra perfeccin, sino en la frase entera santificacin. De todas maneras, son dos formas de ver lo mismo, y por eso aclaramos al principio que son dos modos de llamar a la misma realidad prometida por nuestro Dios tres veces santo.

4. Referencias bblicas entendidas mejor desde su significado en el griego original.

Podemos ahondar todava un poco ms, y vamos a hacerlo de una manera que no es posible mediante una lectura de nuestra Biblia en espaol. Tendremos que examinarla ayudados por el idioma griego, que es en el que fue escrito todo el Nuevo Testamento.

a) Textos interpretados de acuerdo a algunas palabras griegas.Sern citas que demostrarn que es la voluntad de Dios quitar de nosotros todo poder del pecado en nuestra experiencia actual, o sea, antes de la muerte.

Hch. 15:9. Purificando (katharidzo) por la feEsta palabra significa remover totalmente, limpiar completamente, por dentro y por fuera, quitar y liberar del pecado. 2 Co. 7:1. Limpimonos (katharidzo) de toda contaminacin deDe nuevo, se refiere a una limpieza completa. Ti. 2:4. Y purificar (katharidzo) para s un pueblo propio Otra vez, de trata de una purificacin completa, es decir, de una entera santificacin. 1 Jn. 1:7. La sangre de Jesucristo su hijo nos limpia (katharidzo)De nuevo, se habla de una limpieza total. Ro. 6:6. Para que el cuerpo del pecado sea destruido (katargeo)Esta palabra significa ponerle in a una cosa, abolirla, cesarla. Ro. 8:13. Si por el Espritu hacis morir (thanatoo) las obras de la carneLa palabra significa destruir o extinguir. Ga. 5:24. Los que son de Cristo han crucificado (stauroo) la carne.Se refiere a destruir el poder de la carne. 1 Jn. 3:8. Apareci el Hijo de Dios para deshacer (akrizoo) las obras del diablo.Este otro trmino significa arrancar de raz.

b) Textos entendidos segn el uso del tiempo gramatical del griego que se llama aoristo. Para los griegos el tiempo presente es siempre presente. Un ejemplo sera si yo digo respiro. Respirar est en presente pero de manera continua, que siempre es presente. Por eso es que utilizan el tiempo aoristo que se refiere a un presente ya terminado. Si yo digo arrojo una piedra, ser algo presente en ese momento, pero al siguiente momento ya dejar de ser, ser una accin terminada y se convertir en pasado. Varios verbos del Nuevo Testamento estn conjugados en tiempo aoristo, declarando que algo ya est terminado. Veamos alguno ejemplos:

Jn. 17:17. Santifcalos (aoristo) en tu verdad Hch. 15:9. Y ninguna diferencia hizo purificando (aoristo) Ro. 12:1. que presentis (aoristo) vuestros cuerpos en sacrificio vivo Ga. 5:24. Los que son de Cristo han crucificado (aoristo) la carne con sus deseos 1 Ts. 5:23. Y el Dios de paz os santifique (aoristo) por completo He. 13:12. Jess para santificar (aoristo) el pueblo mediante su sangre, padeci (aoristo) fuera de la puerta 1 Jn. 1:9. l es fiel y justo para perdonar (aoristo) nuestros pecados y limpiarnos (aoristo) de toda maldad.

Qu nos han dicho estas citas bblicas? Ni ms ni menos que la labor de quitar el pecado y santificar la vida de los cristianos completos es algo que ya qued terminada. En otra palabras, que ya han quedado totalmente santificados, perfectos en Cristo. Y si eso dice la Biblia, lo entendamos o no, cmo pueden algunos contradecirla asegurando que esto es imposible?

La conclusin estupenda a la que podemos llegar es que Dios nos coloca una meta muy alta delante de nosotros. Slo las personas con mentalidad mediocre tienen metas cortas. Dios nos llama a grandes cosas, no nos gua hacia una vida de santidad a medias. Si no logramos llegar a esa purificacin permanente y completa, no se debe a que Dios no tenga la manera para proveernos esa bendicin, sino porque nosotros nos hemos acostumbrado a justificar nuestras debilidades, y hemos desterrado de nuestras doctrinas la de la perfeccin cristiana. Dios obtiene poco de su pueblo por la misma razn que en la antigedad: Mi pueblo fue destruido porque le falt conocimiento (Os. 4:6). Que el Espritu nos anime a romper nuestros moldes de pensamiento aprendidos fuera de las Escrituras, y nos lleve a llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo (2 Co. 10:5).

(El apoyo bibliogrfico aparece al final de la Segunda Parte).

Leccin 3 LA DOCTRINA DE LA PERFECCIN CRISTIANA (Segunda Parte)

OBJETIVO: Se conserva el mismo de la Primera Parte.

INTRODUCCIN: En la Primera Parte de esta Leccin hicimos una presentacin de varios pasajes bblicos que nos dejan muy claro que la idea de una santidad de vida que se denomina perfeccin cristiana est en la mente de Dios y de los escritores de la Biblia. No hay razn para no ver esta repetida verdad. Este es uno de esos grandes temas que evidencian la honestidad de nuestras creencias. Si decimos con voz fuerte que la Biblia es un libro inspirado por Dios, pero luego negamos aquellas enseanzas que en ellas hay porque no se amoldan a nuestro criterio personal, deja mal parado nuestro pretendido celo doctrinal. Ahora, en la presente leccin, nos toca examinar lo que no es y lo que s es la perfeccin de los creyentes. Es muy seguro que luego de la leccin pasada se levantaron preguntas en nuestra mente, mismas que pretendemos responder en los siguientes prrafos, con la ayuda de Dios.

1.- La importancia de esta doctrina.

Esta es la reina entre las doctrinas metodistas, y para tomar conciencia de sus alcances, citemos un prrafo escrito del Rev. Juan Wesley, redactado en 1789 (dos aos antes de morir): Esta doctrina es el gran depsito que Dios has encargado a los llamados metodistas; y parece que para la propagacin de esta doctrina nos ha dejado existir. Esto es extraordinario y revelador. Nuestro precursor no vea razn alguna para que existiese sobre la faz de la tierra el movimiento metodista, a menos que fuera para cumplir con un propsito especial y nico de parte de Dios, y segn l, ese propsito era entender y dar a conocer la doctrina de la perfeccin cristiana.

Para Wesley era muy claro lo que anotamos en el prrafo anterior. l no era un hombre interesado en las masas de gente, los nmeros no le eran importantes en ningn grado. l no tena apuro alguno en aumentar la cantidad de personas perteneciendo a sus antiguas sociedades metodistas (no eran iglesias, pues l nunca quiso formar una iglesia nueva). Y por eso lo vemos seguido tratando con dureza a los militantes del movimiento metodista. Les exiga una clara y comprometida pureza de vida. Su estrategia de organizarlos a todos en pequeos grupos de unas doce personas, bajo la vigilancia de un lder laico, era para asegurar que todos anduvieran en novedad de vida. Y, por supuesto, cuando alguno no daba evidencias de tener como prioridad en su vida el deseo de huir de la ira que vendr, de no amar nada ms que a Dios, y no odiar nada ms que al pecado, le dejaba fuera de aquellas sociedades sin miramientos. No le importaba excluir a tantos como fueran sorprendidos en una vida indigna. La meta del movimiento metodista original era alcanzar los ideales de Dios acerca de una santidad que pudiera llamarse perfeccin cristiana.

Los metodistas, a travs de los tiempos, nos hemos vuelto permisivos. Esa es la razn principal del por qu muchos comulgan de modo subrepticio de los planteamientos calvinistas, pues es para nuestra comodidad que preferimos el tipo de vida que el calvinismo nos ofrece: Que el cristiano no puede ser perfecto, que la vida cristiana es una lucha que no siempre se gana, que a veces se cae y a veces se est en pie, que lo que queremos hacer no lo hacemos y lo que no queremos hacer es lo que s hacemos, pero que no hay mayor problema puesto que la salvacin es imposible que se pierda, y tenemos la bendicin de que la sangre de Cristo nos cubre sin lmite; de tal grado que la vida cristiana normal es caer, suplicar perdn, recibir el perdn y gozar del amor de Dios, para caer de nuevo y volver a pedir perdn, y as sucesivamente en un crculo vicioso. Los metodistas de hoy ya no tenemos la perfeccin cristiana como nuestra prioridad y no reconocemos en esta doctrina nuestro uniforme que nos pueda distinguir de todas las dems iglesias. Nuestras prioridades son otras y nuestros distintivos son otros.

El redescubrimiento del plan de Dios de hacernos perfectos no sucedi en el vaco, ni fue la deduccin del estudio bblico hecho por una mente ociosa. Fue una doctrina hermosa que era indispensable en el contexto de un avivamiento demasiado poderoso, sin la cual dicho avivamiento no hubiera podido sostenerse. Esta doctrina y el avivamiento iban juntos, y no poda existir una cosa sin la otra. En la actualidad intentamos demostrar nuestros avivamientos con experiencias momentneas de euforia, con msica, con ruido, con cultos improvisados y espontneos, y con cosas semejantes; y por eso la idea de buscar con intensa sed la pureza de vida ya no nos parece un asunto tan prioritario.

2. Lo que es y lo que no es.

La propuesta bblica de la perfeccin, vista sin explicaciones, puede parecer irreal, algo imposible de suceder en la tierra. Esto se debe a que se supone que una persona perfecta es aquella en quien no hay pecado de ninguna clase, alguien que es como Dios, perfecto de manera absoluta. Por supuesto que las Escrituras no pueden ensear semejante cosa. Esta es la razn por la que no empleamos la palabra perfeccin sola, sino que la describimos como perfeccin cristiana. Esta aclaracin es muy importante para poder entender este tema escriturario.

No creemos que la perfeccin absoluta sea posible para ningn ser humano ni en esta vida ni en la otra, sencillamente porque ese grado de perfeccin le pertenece nicamente a Dios. Nos referimos a la perfeccin que es posible para un cristiano en las condiciones prevalecientes en el mundo actual, y que cumple con las exigencias y promesas que deben reinar en la experiencia cristiana de acuerdo a los ms altos principios bblicos. Wesley recurri a un precioso versculo para decirnos cmo entenda la perfeccin, y es G. 5:6: En Cristo Jess ni la circuncisin vale algo, ni la incircuncisin, sino la le fe que obra por el amor. La perfeccin cristiana es el fruto de la fe en Cristo, y se muestra a travs de las obras que emanan del amor. La perfeccin cristiana es, pues, amor puro, es el amor ms all de las palabras, es amor a Dios y al prjimo; es amor que obedece a su Seor y amor que busca el bien para los semejantes.

En 1766 Wesley public un pequeo libro intitulado Una Clara Explicacin de la Perfeccin Cristiana, mismo que revis en la cuarta edicin en 1777. Casi al final, l hace un resumen en 11 puntos de lo que es y lo que no es la perfeccin cristiana. Estos son esos 11 puntos:I) Existe la perfeccin cristiana porque la Biblia la menciona muchas veces.II) No se recibe en la justificacin ya que los justificados deben buscar ser perfeccionados. Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfeccin (He. 6:1).III) Se puede recibir antes de la muerte. As que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos (Fil. 3:15).IV) No es absoluta ya que sta le pertenece solamente a Dios.V) No significa infalibilidad (ausencia de errores) pues en este mundo nadie es infalible.VI) Es salvacin del pecado, no salvacin en el pecado.VII) Es amor perfecto, En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor (1 Jn. 4:18), pues el amor es su esencia.VIII) No es que se llegue a un estado en que ya no haya ms desarrollo, pues la perfeccin cristiana sigue desarrollndose, y se puede crecer en la gracia ms rpidamente que antes.IX) Esta perfeccin se puede perder, y de esto conocemos ltimamente algunos casos.X) Siempre hay una obra gradual antes de ella, y viene una obra gradual despus de ella.XI) Se obtiene de un modo instantneo o no? Respondemos que s, pues hay un ltimo momento en que el pecado gobierna, y otro momento en que somos libres de l.

Esta lista debe ser un poco ms especificada con las siguientes aclaraciones: La perfeccin cristiana es relativa porque depende de Dios, quien la da bajo sus promesas, y porque la perfeccin absoluta pertenece slo a Dios, quien no la recibe de nadie y en quien existe en un grado infinito. No es una perfeccin angelical, y es as porque los ngeles de Dios nunca han cado en pecado ni lo han cometido, mientras que el cristiano perfecto si sufri en un tiempo el seoro del pecado en su vida. Tampoco es una perfeccin admica, ya que Adn era totalmente inocente en su moral antes de su cada, y por eso el cristiano perfecto jams conocer ese estado de vida debido a que lo antecede una vida de pecado. No es perfeccin en conocimiento, ya que el cristiano perfecto puede cometer errores en sus opiniones, declarar juicios errneos, tener algunas opiniones defectuosas sobre varios asuntos. No es perfeccin sin tentaciones, puesto que an los perfeccionados puedes ser susceptibles a ser tentados para que puedan seguir siendo probados por su Seor.

Y ponemos en prrafo aparte la importante aclaracin que Wesley reiter cuantas veces le fue posible: No es perfeccin sin pecado. Por qu dijo esto? Porque nunca llegar un cristiano en esta vida a un grado tal en que ya no necesite a Cristo como Salvador y mediador ante el Padre. Y porque hay una clase de pecados que no se pueden evitar mientras se viva en las condiciones actuales. Definitivamente el cristiano perfecto habr dejado de pecar voluntariamente, Porque si pecremos voluntariamente despus de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda ms sacrificio por los pecados (He. 10:26). De modo que los pecados en el cristiano perfecto tienen que ser involuntarios. A qu llamamos pecados involuntarios? Primero, a algunos pecados de omisin, ya que siempre existir la dolorosa realidad de que no oramos lo suficiente, no evangelizamos lo suficiente, no hacemos el bien lo suficiente. Segundo, a algunos pecados por ignorancia, ya que a veces por ignorar los detalles exactos de la voluntad de Dios, o por ignorar los modos como las personas perciben las ofensas, podramos pecar contra Dios o contra el prjimo. Tercero, a algunos pecados de sorpresa, ya que en ocasiones faltaremos a nuestro testimonio debido a que reaccionamos sin que intervenga nuestra voluntad, como por ejemplo cuando nos llena la ira, o la envidia, o alguna otra cosa indebida en algn momento no previsto, pero sin caer en actos voluntarios que ofendan a Dios o a nuestros semejantes. Y cuarto, a la susceptibilidad, o la inclinacin placentera, hacia el pecado, con la cual siempre viviremos en el mundo, realidad dolorosa presente en nuestra naturaleza que algunos llaman pecado original, o de algn otro modo, pero que est all recordndonos que debemos vivir con sumo cuidado, dependiendo siempre de la gracia y el poder de Dios mediante el uso frecuente de los medios de gracia. Todos estos pecados involuntarios humillan al creyente para que no se ensoberbezca y se mantenga de rodillas clamando por la misericordia de Dios a travs de la intercesin celestial que Cristo hace por nosotros.

3.- La perfeccin cristiana representa el justo medio.

a) Se encuentra en el centro de dos posiciones cristianas doctrinales extremistas.Por un lado tenemos el calvinismo que supone que la comisin de pecados voluntarios persiste en la vida cristiana hasta el final. Explican la vida del cristiano como una lucha perenne, donde el Espritu y la carne pelean entre s, sin triunfar de modo definitivo ni uno ni el otro. Hayan base para esta idea en Romanos 7:7-24 (leer todo el pasaje), sin ver dos cosas: Primero, que Pablo habla de un tiempo en que l vivi sin ley (v. 9); y luego habla de un segundo tiempo en el que vivi con el conocimiento de la ley (v. 10-24), la cual no lograba librarle del poder del pecado, viviendo sin poder hacer el bien que quera sino haciendo el mal que no quera, tragedia que ocurra con cualquier judo honesto. Este pasaje de Romanos 7 nos habla de esa etapa de Pablo como judo, y por eso no se menciona ni una vez a Cristo ni al Espritu Santo ni la salvacin. Segundo, no ven que Romanos 8 describe un tercer tiempo, ya como cristiano, donde incluye tambin al resto de los cristianos, los cuales han triunfado sobre el pecado por el poder del Espritu de Cristo. Lo que defina a Pablo como cristiano no era el Cap. 7 sino el Cap. 8, como por ejemplo el v. 2, Porque la ley del Espritu de vida en Cristo Jess me ha librado de la ley del pecado y de la muerte; y el v. 9, Mas vosotros no vivs segn la carne, sino segn el Espritu, si es que el Espritu de Dios mora en vosotros. Elegir Romanos 7 como descripcin de la vida cristiana, es como elegir un evangelio del cristiano pecador miserable.

En el otro extremo est la doctrina catlica de la salvacin. Asegura que si la salvacin se logra por la fe y las obras, habr cierto tipo de cristianos que reunirn ms obras de las ordenadas por Dios para la salvacin, seran obras de supererogacin u obras logradas por la superabundante gracia de Dios. Estas personas rebasaran el nivel de perfeccin cristiana. Una de las muchas fallas en esta elaboracin reside en conceder mrito para la salvacin a las obras y a la santidad, la cual no es meritoria sino un don de Dios.

En medio de estos extremos est la doctrina metodista: Creemos en la perfeccin cristiana, claramente expuesta en las Sagradas Escrituras, y por eso negamos que la vida cristiana que Dios nos promete sea tan pobre que debamos vivir haciendo lo que no queremos e imposibilitados para hacer lo que queremos, sino que declaramos que en Cristo y por el poder del Espritu es posible vivir de victoria en victoria y de triunfo en triunfo; pero negamos que esta perfeccin signifique por el otro lado alcanzar un estado en el que agrademos a Dios ms all de la cuenta.

b) Se encuentra en el centro de dos explicaciones no bblicas sobre la perfeccin.En un extremo est la idea antigua de tipo oriental, hoy revivida por el movimiento occidental de la Nueva Era, acerca de la transmigracin del alma o la reencarnacin. Segn esta doctrina, ya sea en su versin induista o en su versin budista, el espacio de tiempo de una vida humana no es suficiente para alcanzar la perfeccin, por lo que debe reencarnar en otras vidas. Hay una ley universal llamada el karma que se encarga de vigilar que cada reencarnacin sea justa. Quien vivi mal, reencarnar en una forma de vida inferior; pero quien vivi bien reencarnar en una condicin superior. Y as, a travs de miles y millones de reencarnaciones se va logrando la perfeccin, pues en cada vida reencarnada se eliminar lo indeseable hasta llegar a la absorcin en un estado csmico y eterno llamado el Nirvana. Esta misma idea, pero postulada de modo secular, cientfico y alcanzable en este mundo, estaba ms o menos en la teora evolucionista de Charles Darwin. En su obra El Origen de las Especies, la Preservacin de las Especies en su Lucha por la Vida, habla de la evolucin de la vida, progresando a travs de los aos y los siglos, buscando formas ms elevadas, ms perfeccionadas de existencia.

Y tenemos por el otro extremo la idea enteramente secular de que es imposible la perfeccin. Esta idea popular es aceptable entre la gente que desconoce a Dios, que vive sin Cristo y sin esperanza, en el ms lamentable desconocimiento de las verdades reveladas en la Santa Biblia, quienes nunca han experimentado el poder del Espritu Santo actuando en la vida humana. Si a alguno de ellos se le sorprende incurriendo en fallas de responsabilidad o mostrando las debilidades de su carcter, simplemente lo justificar con la conocida frase, Es que nadie es perfecto en este mundo. Y entendido as, se finalizar toda discusin.

En el justo medio de estas dos tendencias paganas est la santa esperanza de una perfeccin, no obtenida a travs de miles de reencarnaciones, ni a travs de siglos de evolucin, sino a travs de la gracia de Dios en Cristo, ministrada a nosotros por medio del poderoso Espritu de Dios ahora mismo debido a nuestra fe, alcanzable en el mundo actual y proyectndose hacia una perfeccin elevada a un grado multiplicado cuando finalmente seamos presentados ante Jesucristo con nuestra vestimenta sin mancha ni arruga. En condiciones total y nicamente seculares, por supuesto que le damos la razn a la gente sin Cristo, no es posible la perfeccin.

4. Antes y despus.

Expliquemos un asunto ms con brevedad, y est enunciado en la lista presentada en el punto 2. Nos referimos al No. X. La perfeccin cristiana viene precedida y es seguida de una obra gradual. Esto reconoce tres tiempos en el progreso de la santidad del corazn y la vida del cristiano. Luego de la justificacin y nuevo nacimiento, se inicia la experiencia de desarrollo de santificacin, en una progresin que Dios produce en nosotros. Esta progresin jams terminar en la vida presente. Incluso algunos opinan, sin hacer de esto una discusin en este momento, que dicha progresin continuar en los cielos sin terminar jams. Pero en un momento muy bendecido de esta progresin, mientras an se viva sobre la tierra, se podra dar la entera santificacin o perfeccin cristiana.

Es como si se tuviera una sed ardiente de santidad, y en un acto de fe se pusiera toda la confianza en que Dios calme esa sed por la gracia de Cristo. En ese momento la perfeccin cristiana se hara una realidad. Sera idntico a la justificacin. Somos justificados en un solo momento cuando ponemos nuestra confianza en que Cristo muri para que seamos totalmente perdonados. As, es posible poner la confianza entera en que Cristo muri por nuestra santificacin, y en ese momento recibiramos el don de la santidad completa. Lutero nos ense la verdad bblica de que podemos ser total y momentneamente justificados por medio de la fe en Cristo. Wesley trata de ensearnos que, del mismo modo, podemos ser total y momentneamente santificados por medio de la fe en Cristo. Todo depende de cunta sed y cunta fe tengamos.

Pero si hemos dicho que la progresin es para toda la vida, entonces quien obtuvo la perfeccin cristiana no puede decir que ya no tenga nada que mejorar. El cristiano perfecto sigue creciendo durante el resto de su vida. Y no tiene qu decirlo, todos vern cuando algo as est sucediendo. Por lo tanto, los tres tiempos que mencionamos sern: Primero, santidad inicial; segundo, santidad progresiva que podra convertirse en entera santificacin (perfeccin cristiana); y tercero, santidad progresiva despus de recibida la entera santificacin (perfeccin cristiana) y que seguir hasta el encuentro con Cristo en los cielos. Que Dios nos ayude a entender y a experimentar esta gloriosa verdad.

APOOYO BIBLIOGRFICO:

Wesley, Juan, La Perfeccin Cristiana, Casa Nazarena de Publicaciones, Kansas City, 1990, pg. 114-120.

Wiley, H. Orton y Culbertson, Paul T., Introduccin a la Teologa Cristiana, Beacon Hill Press, Kansas City, 1982, pg. 333-373.

Basset, Paul M. y Greathouse, William M., Explorando la Santidad Cristiana, Casa Nazarena de Publicaciones, Kansas City, 1994, pg. 209-241.

Purkiser, W. T., Explorando Nuestra Fe Cristiana, Casa Nazarena de Publicaciones, Kansas City, 1994, pg. 383-415.

Cox, Leo George, El Concepto de Wesley sobre la Perfeccin Cristiana, Casa Nazarena de Publicaciones, Kansas City, 1986, pg. 103-123.

Leccin 4LA DOCTRINA DE LA PERSEVERANCIA CONDICIONAL DE LOS SANTOS(Primera Parte)

OBJETIVO: Analizar las Sagradas Escrituras para entender la idea de los escritores inspirados de ella, acerca de si existe o no la posibilidad de caer de la gracia, o, como ms comnmente se dice, si se podra perder la salvacin despus de haberla recibido. La conclusin a la que llegaremos con esta leccin y las dos siguientes es que, efectivamente, dicha posibilidad est contemplada en la Biblia.

INTRODUCCIN: Si seguimos el desarrollo doctrinal de Juan Calvino, comenzaramos diciendo que 1) Dios predestin de manera incondicional a las personas que l escogi antes de la fundacin del mundo, sin tomar en cuenta ninguna cosa buena o mala en ellas, sino nicamente porque l las eligi segn su soberana voluntad; eligiendo al resto de las personas para que se condenen sin tomar en cuenta nada en ellas, sino slo la voluntad divina. La idea anterior nos llevar lgicamente a la segunda: 2) Cuando Cristo muri en la cruz llev nicamente los pecados de los que estaban predestinados a salvarse, pero no muri por quienes se habran de perder. 3) Dios escogi a los que se habran de salvarse puesto que todo ser humano est tan corrompido espiritualmente que nadie podra escoger la salvacin. Y, como vimos en la leccin anterior, 4) Los que fueron escogidos para la salvacin no pueden decirle a Dios que no lo desean, pues si as fuere, entonces se frustrara la predestinacin de ellos; razn por la que sern salvos sin contar con su voluntad, mediante una gracia que no puede ser resistida por ellos. Y la conclusin de esta cadena tendr que ser que 5) Los que fueron predestinados para salvarse no podran perder la salvacin debido a que si as fuere, se frustrara su predestinacin. Si fueron predestinados por Dios para ser salvos, no pueden evitar ser salvos ni antes, ni ahora ni despus.

Por el contrario, nuestro desarrollo doctrinal, siguiendo la idea de Jacobo Arminio y de Juan Wesley, ser as: 1) Dios predestin a los que sern salvos, pero no incondicionalmente, sino tomando en cuenta si doblegaron su corazn ante Cristo y lo reconocieron como Salvador, dejando a los dems en su propia incredulidad y su justa condenacin. Para que esto sea posible, 2) Es necesario que Cristo haya muerto por todo el mundo, para que todos tengan la oportunidad de salvarse, siempre y cuando reconozcan que ese sacrificio fue ofrecido por sus pecados. 3) Todos debern tomar una decisin personal, ya que la gracia preveniente de Dios les concede el libre albedro para que puedan ejercitar su voluntad aceptndolo o rechazndolo. Como vimos en la leccin anterior, 4) Dios no acta mediante una gracia irresistible, sino con una gracia preveniente que les ha dado a todos los seres humanos para que crean al evangelio cuando se les predique, pero esa gracia ser frustrada si el individuo prefiere permanecer en su dureza personal. Por lo anterior, 5) Quien fue ya salvo deber cuidar su salvacin, y permanecer en la fe de una manera responsable, pues de lo contrario podra tomar la decisin voluntaria de alejarse del camino donde haba sido puesto.

I. Definicin de La doctrina.

1. Qu queremos decir con Perseverancia?Es la capacidad que todos los creyentes (santos) han recibido de Dios para seguir en la fe hasta a1 da de la muerte. Esta perseverancia es un plan de Dios y obedece a su deseo y a sus promesas. Doctrinalmente, todos los cristianos del mundo as lo creemos.

2. Qu queremos decir con Condicional?La diferencia entre los cristianos reside en definir si esa capacidad, recibida conforme al deseo da Dios, se puede interrumpir o no. Nadie duda de que Dios desea que no perdamos la salvacin, pero la pregunta en discusin es si el ser humano, con voluntad libre, podra llegar o no a menospreciar lo que Dios le haba dado. Esa diferencia se expresa con dos palabras: Incondicional y Condicional.

Repitamos que Juan Calvino, basndose en la idea muy antigua de San Agustn, concluy que dicha perseverancia no se puede interrumpir, ya que depende de Dios y no del creyente. El cristiano no tiene que llenar ninguna condicin, ni siquiera impuesta por Dios, para seguir siendo santo. Por eso se le llama a esta idea Perseverancia Incondicional. Otra parte de la iglesia, entre la cual estamos los metodistas, cree que Dios s ha manifestado en la Biblia condiciones que l espera cumplan los creyentes para seguirse manteniendo en la fe. Ellos llenarn esas condiciones asistidos por e1 Espritu Santo, no por esfuerzo propio. Pero, puesto que contamos con un libre albedro real, algunos podran resistir y contristar al Espritu Santo al grado de caer de la gracia. En este caso estaremos hablando de Perseverancia Condicional. Tengamos cuidado con el uso de los trminos: Nosotros no creemos que se pierde la salvacin, sino que se podra perder la salvacin si el creyente no la cultiva.

II. Planteamientos generales.

1. El medio calvinismo.Es un calvinismo incompleto que sostienen algunos cristianos y algunas iglesias, que les hace creer que el hombre si tiene voluntad propia para escoger o no a Cristo como Salvador, pero pierde esa voluntad una vez que es salvo. Antes si poda decidir si elega o no su salvacin, pero ahora ya no puede elegir si deja o no su salvacin. Les preguntaramos, y por qu se pierde el libre albedro? Ni ellos ni nadie podran contestar esa pregunta en forma clara y congruente, porque es un planteamiento caprichoso e ilgico. Con los calvinistas completos no estamos de acuerdo, pero al menos aceptamos que tienen sentido, lgica y congruencia sus cinco puntos doctrinales. Comienzan con la idea de la predestinacin incondicional, y lgicamente tienen que terminar con la perseverancia incondicional de los santos. Pero no tiene sentido ni congruencia el iniciar con la idea de la predestinacin condicional, aceptando el libre albedro humano, para terminar con la idea de la perseverancia incondicional. Y por ser una inconsistencia, es una postura doctrinal muy dbil, y no pueden contestar en base a qu cosa la salvacin le da fin al libre albedro. Sera como si Dios creara seres libres cuando no eran salvos, y al salvarlos les privara de esa libertad.

Nuestra iglesia es congruente y lgica en su doctrina respecto a este asunto, al aseverar que el hombre es tan libre como Dios, pues fue hecho a su imagen y semejanza. Por lo tanto, todos elegimos la salvacin o la condenacin y tambin elegimos si seguimos siendo salvos o no. Pero a la vez damos todo el reconocimiento a Dios. Si somos salvos, se debe a que lo elegimos, pero slo l obra la salvacin. Y si seguimos siendo salvos ser porque lo deseamos as, pero slo l nos da la gracia y el poder necesarios para permanecer en la fe.

2. Un aspecto prctico.La doctrina de la Perseverancia Incondicional, al asegurar a todos los creyentes que nunca dejarn de ser salvos, pase lo que pase, podra propiciar el descuido de los medios de gracia por parte de ellos. Podran dejar de crecer como cristianos por suponer que Dios no les demanda esfuerzo para conservarse en Cristo. En cambio, la doctrina de la Perseverancia Condicional desafa (no asusta ni amenaza) constantemente a los cristianos a permanecer en el Seor, cultivando su amor y comunin con l, como condicin para seguir siendo salvos. Esto ocasiona que los creyentes no duerman espiritualmente, sino que estn siempre activos, lo que propicia su crecimiento y madurez. Por lo mismo, es una doctrina benfica desde el punto de vista prctico.

3. Los riesgos.Si quienes creemos en la Perseverancia Condicional estuvisemos equivocados, al final qu perderamos? Nada. Al contrario, con tanto insistir en amar y buscar al Seor, en que se confe en l mediante la fe sin llegar a confiar en nuestras obras, qu habremos logrado al final? Habremos logrado con seguridad que nuestra fe sea coronada con mayores metas; nuestro cristianismo habr sido mas fructfero. Pero, usando nuestra imaginacin y manejando las posibilidades, pensemos: Si la Perseverancia Incondicional se equivocara, e hiciera creer a algunos que nunca perderan su salvacin, pero la perdieran por descuidarla, estando a la vez engaados creyendo tener algo que ya no tendran, entonces la prdida sera muy grande! Incluso, sera una prdida irreparable, porque despus de esta vida ya no habr una segunda oportunidad para enmendarse, ni en la doctrina ni en la prctica, ni para cambiar su condenacin por salvacin. Tengamos en cuenta que, de manera natural, tendemos a adecuar nuestra conducta a lo que suponemos como cierto. Si le asegurramos a un empleado que no se preocupe, que jams ser despedido, pase lo que pase en su desempeo; y si nos atreviramos a asegurarle eso sin contar con ningn comunicado expreso del dueo de la empresa, podemos imaginar lo que podra suceder? La salvacin es el bien ms grande que un ser humano pueda recibir, y es cosa muy seria, nos arriesgaramos a asegurarles a los dems algo que Dios no nos ha dicho expresamente, y que podra costarles una condenacin eterna por culpa nuestra? Estaramos en paz tomando ese riesgo?

4. La autoridad de la Biblia.Lo que finalmente nos importar es lo que la Biblia ensee al respecto. El calvinismo muestra algunos pasajes donde hay promesas de Dios de conservarnos en su salvacin, pero olvidan todos los dems pasajes donde se advierte que si alguno descuida su salvacin, la perder. Muestran slo la mitad de la verdad. Por ello, quienes prefieran la doctrina de 1a Perseverancia Incondicional tendrn solo un lado de la moneda. En este sentido, su error ser interpretar el todo por la parte. En cambio, lo exacto de la doctrina de la Perseverancia Condicional consiste en que no trata de ocultar u olvidar ningn aspecto bblico, sino que une toda la enseanza bblica; y as podr observar y aceptar los dos lados de la moneda. La interpretacin correcta de la Biblia siempre debe tomar la parte por el todo, y no el todo por la parte. Es decir, debe interpretar una parte a la luz del todo, pero no interpretar el todo a la luz de una parte. Las consideraciones bblicas sobre esto vendrn ms adelante.

5. Un mejor entendimiento de lo que es la salvacin.Otra falla muy grande de la Perseverancia Incondicional es que tiene un entendimiento equivocado de lo que es la salvacin. Su concepto de la salvacin es errneo teolgicamente hablando. Piensan que la salvacin es algo que Dios da y pertenece al cristiano como una cosa de su propiedad. En cambio, nosotros creemos que la salvacin es una relacin, algo ms que una cosa recibida. Somos salvos porque estamos relacionados con Cristo. No podramos ser salvos lejos de Cristo, no hay salvacin sin Cristo. Es ms, la salvacin no es algo separado de Cristo, sino que es Cristo mismo, por lo que no es estrictamente algo que Cristo da. l es la salvacin. Ahora bien, nuestra relacin con Cristo es como todas las dems relaciones. Podemos interrumpirla, descuidarla, perderla... o cultivarla. El Seor no quiere que perdamos esa relacin, pero si nosotros no estamos interesados en ella, l no podra obligarnos a tenerla. Si la salvacin es una relacin con l, es imposible que perdamos a Cristo y conservemos la salvacin. En pocas palabras, slo quienes conservan una relacin viva y verdadera por medio de 1a fe con Cristo, son salvos.

6. Dos deducciones sencillas.Por ltimo, pensemos rpidamente en dos deducciones bblicas, por medio de dos preguntas: Primera, era salvo Adn antes de cometer el primer pecado? Entendemos que s, indudablemente. Entonces, dej de ser salvo luego de cometer el pecado original? Est claro que s, puesto que Dios advirti que si coma del fruto prohibido, morira (espiritualmente), y fue la causa por la que lo arroj del Edn. Este sencillo pasaje bblico del libro de Gnesis nos dice de entrada que el estado de salvacin se puede perder si se desobedece a Dios. Segunda, son salvos los nios durante la edad de su inocencia? Sabemos que s, puesto que de ellos es el reino de los cielos. Cuando algunos de esos nios crezcan y se dediquen al pecado, ya no sern salvos? Efectivamente, este sencillo razonamiento nos hace ver que hay personas que estuvieron relacionados con Dios Padre como hijos, y que luego dejaron de ser hijos de l.

III. Bases bblicas de la Perseverancia Condicional de los santos.

1. La perseverancia es condicional pues depende no solamente de Dios, sino tambin de la conducta de cada creyente.Que sigamos siendo salvos no depende slo de Dios, sino de nuestra participacin tambin; es nuestra responsabilidad, pero la obra es de l. Todos los pasajes bblicos que siguen deshacen la idea de que la salvacin no se puede perder debido a que depende de Dios nada ms.

a) (Fil. 2:12,13), Ocupaos en vuestra salvacin con temor y temblor,porque Dios es el que en vosotros produce as el querer como el hacer, por su buena voluntad. Dios es quien nos da tanto el querer como el hacer; o sea, l se encarga de nuestra salvacin, pero sin olvidar que nos toca a nosotros ocuparnos con temor y temblor de esa misma salvacin. La salacin no puede estar seguro si quitamos uno de los dos lados mencionados aqu.

b) (Col. 1: 22, 23), Para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de l;si en verdad permanecis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habis odo. Cristo se ocupar de presentarnos irreprensibles hasta el da en que estemos delante de l, pero si nosotros permanecemos firmes. Notemos el "si" condicional que slo significa una cosa: Si no llenamos nosotros la condicin de estar firmes, l no cumplir su promesa de preservarnos. Esto significa sin lugar a dudas que la permanencia en la salvacin no es cosa solamente de Dios, por lo tanto no hay perseverancia incondicional.

c) (Col. 2:6,7), Por tanto, de la manera que habis recibido al Seor Jesucristo, andad en l;arraigados y sobreedificados en l, y confirmados en la fe, as como habis sido enseados, abundando en acciones de gracias. Pablo insiste en que nosotros sigamos en la fe, porque esa fue la manera como recibimos a Cristo, por fe. En casi todo el Nuevo Testamento el verbo "creer" est en el tiempo griego que indica un presente continuo. No basta creer o tener fe una vez, sino seguir creyendo siempre. No basta un "salto de fe" o un momento de fe, sino que la Biblia pide una vida de fe. Desde luego, se refiere a la fe que produce obras vistas por todos y que nos identifican como cristianos. La salvacin no depende de una experiencia pasada, sino de una experiencia actual y continua. As que no es verdad aquella frase de que unas vez salvos, siempre salvos.

d) (2 Tm. 2:1), T, pues, hijo mo, esfurzate en la gracia que es en Cristo Jess. Hasta parece una contradiccin, pero no lo es. La gracia es gratuita, pero nos toca esforzarnos para permanecer en ella. Nada est asegurado si no nos esforzamos. La gracia no sustituye nuestro esfuerzo. As que la perseverancia en nuestra salvacin depende al mismo tiempo de la gracia de Dios y del esfuerzo nuestro.

e) (Judas 21,24), Conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Seor Jesucristo para vida eternaY a aquel que es poderoso para guardaros sin cada, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegra En el versculo 24 Dios nos hace la promesa de presentarnos sin manca delante de su trono, pero notemos as mismo que se nos pide a nosotros conservarnos en su amor. No dice que l nos conservar en su amor, sino que nosotros lo hagamos. As pues, depende de nosotros tambin, y no slo de Dios, seguir siendo salvos. No se nos presenta a Dios como activo y a nosotros como pasivos, sino a ambos como activos. De l y de nosotros depende que sigamos siendo salvos.

f) (He. 3:6,14), Pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanzaPorque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio. Nuevamente se nos presenta la obra de Dios a favor nuestro, pero si es que cumplimos nosotros las condiciones mencionadas con claridad en este pasaje. Claro, es as pues la perseverancia es condicional, es decir, seguiremos en la salvacin si nosotros llenamos las condiciones que Dios nos pide, de lo contrario caeremos de la gracia.

2. Qu sucede con los que no cuidan su salvacin? Tenemos que escuchar lo que nos dice la Biblia. Ella asegura con toda claridad que la perdern, pues, recordmoslo, la perseverancia es condicional. Si el hombre no persevera, Dios tampoco lo har.

a) (Jn. 15:2,6), Todo pmpano que en m no lleva fruto, lo quitar; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiar, para que lleve ms fruto El que en m no permanece, ser echado fuera como pmpano, y se secar; y los recogen, y los echan e