Manual para el cumplimiento de la condicionalidad · uva de mesa (Prácticas de obligado...

Manual para el cumplimiento de la condicionalidad

Fondo Español de Garantía Agraria

Uva de mesa Con la colaboración y el asesoramiento técnico de: Juan Carreño Espín, Doctor en Biología e Ingeniero Técnico AgrícolaAlfonso Lucas Espadas, Ingeniero Técnico AgrícolaDomingo Salazar Hernández, Doctor Ingeniero Agrónomo

MINISTERIODE AGRICULTURA, ALIMENTACIÓNY MEDIO AMBIENTE

GOBIERNODE ESPAÑA

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2Manual para el cumplimiento

de la condicionalidad uva de mesa

1. Aspectos generales y comunes ............................... 4

2. Buenas prácticas generales del cultivo de la uva de mesa ................................................... 4

2.1. Ubicación de la explotación ...............................................5

2.2. Cuaderno de explotación ..................................................5

2.3. Elementos estructurales ..................................................6

3. Buenas prácticas agrarias para el establecimiento de la plantación de uva de mesa ............................. 8

3.1. Análisis previo a la plantación ...........................................8

3.2. Diseño de la plantación ...................................................9

3.3. Labores preparatorias ................................................... 10

3.4. Enmiendas previas a la plantación ................................... 12

3.4.1. Recomendaciones generales ........................................... 12

3.4.2. Momentos de aplicación ................................................. 12

3.4.3. Productos y dosis aplicadas ............................................ 12

3.5. Ejecución de la plantación ............................................... 14

3.6. Cuidados iniciales de la plantación ................................... 16

3.7. Cuidados previos a la entrada en producción ..................... 17

4. Buenas prácticas agrarias para las plantaciones de uva de mesa ya establecidas............................ 19

4.1. Medidas generales ......................................................... 19

4.2. Manejo del suelo y labores .............................................. 20

4.2.1. Labores de mantenimiento ............................................. 20

4.2.2. Mantenimiento de la cubierta vegetal .............................. 21

4.3. Abonado de mantenimiento ............................................ 22

4.3.1. Recomendaciones generales ........................................... 22

4.3.2. Productos y dosis de aplicación ....................................... 24

4.4. Riego ........................................................................... 27

4.4.1. Sistemas de riego ......................................................... 27

4.4.2. Dosis de riego .............................................................. 27

4.5. Control de malas hierbas, plagas y enfermedades .............. 29

4.5.1. Tratamientos fitosanitarios ............................................. 29

4.5.2. Consideraciones específicas de los tratamientos

contra plagas y enfermedades ........................................ 31

4.5.3. Consideraciones específicas de los tratamientos

contra malas hierbas .................................................... 32

4.6. Poda y gestión de restos de poda ..................................... 33

ANEXO I CUADRO DE RELACIÓN LABORES-MEDIDAS PARA EL CUMPLIMIENTO DE LA CONDICIONALIDAD .............. 35

Índice

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/PwfGcp/es/accesos_directos/condicionalidad/index.jsp

/PwfGcp/es/accesos_directos/condicionalidad/Manuales_para_el_cumplimiento_de_la_condicionalidad.jsp

http://www.fega.es/cucweb/cuc_admin.inicio



Ubicación de la explotación

Buenas prácticas generales del cultivo de la uva de mesa Cuaderno de explotación

Elementos estructurales

Análisis previo a la plantación

Labores preparatorias

Buenas prácticas agrarias para el establecimiento de la plantación de uva de mesa Enmiendas previas a la plantación

Ejecución de la plantación

Cuidados iniciales de la plantación

Cuidados previos a la entrada en producción

Medidas generales

Buenas prácticas agrarias para las plantaciones de uva de mesa ya establecidas Abonado de mantenimiento

Riego

Control de malas hierbas, plagas y enfermedades

Poda y gestión de restos de poda

Manejo del suelo y labores

Diseño de la plantación

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(Prácticas de obligado cumplimiento. Prácticas recomendadas.)

1. Aspectos generales y comunesEste manual detalla una serie de aspectos, relacionados con la ac-tividad productiva de la plantación y manejo de uva de mesa, en espaldera o en parrales, cubiertos o no, encaminados a lograr el cumplimiento de la condicionalidad.

El objetivo fundamental es orientar al productor sobre las operacio-nes que conducen al cumplimiento de los requisitos legales de ges-tión y las buenas condiciones agrarias y medioambientales (BCAM), establecidas por la condicionalidad para este cultivo.

Para la elaboración de dichas medidas, se han tenido en cuenta todos los componentes del sistema agrario así como las relaciones entre ellos, fundamentales para su mantenimiento y para la conser-vación del medio ambiente.

El presente manual recoge las obligaciones de condicionalidad pro-pias de las plantaciones de uva de mesa, así como recomendacio-nes generales y específicas. Las obligaciones están destacadas en color rojo y las recomendaciones en color azul. Asimismo, se inclu-ye al final de cada apartado un cuadro en color gris en el que se re-cogen los actos y cuestiones de condicionalidad cuyo cumplimiento se vería facilitado mediante el seguimiento de las recomendaciones y obligaciones propuestas.

Para consultar la legislación vigente sobre condicionalidad siga este vínculo.

2. Buenas prácticas generales del cultivo de la uva de mesa

En este apartado se detallan las medidas que se consideran buenas prácticas generales para el cumplimiento de la condicionalidad en una explotación.

En el anexo I del presente documento se muestra un cuadro en el que se expone la relación entre las buenas prácticas recomendadas dentro de las labores que generalmente se realizan en el cultivo de la uva de mesa y la cuestión o el acto de la condicionalidad a los que afectan, facilitando así su cumplimiento.

Parral conducido en Y

/PwfGcp/es/documentos_pwfgcp/Fega_LegislacCondic1.pdf

/PwfGcp/es/documentos_pwfgcp/Fega_LegislacCondic1.pdf

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2.1. Ubicación de la explotaciónEn los siguientes vínculos podrá comprobar si su explotación se en-cuentra dentro de alguna zona con especial protección:

• Zona Vulnerable a la contaminación por nitratos (ZV).

• Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA).

• Espacio Natural Protegido (ENP) u otra zona con alguna figura de protección ambiental.

• Lugar de Interés Comunitario (LIC) o Zona de Especial Conser-vación (ZEC).

• Zona de Elevado Riesgo de Erosión (ZERE).

Si su explotación está incluida en alguna de ellas, infórmese sobre los respectivos programas de actuación y planes de gestión, sobre los requisitos de los mismos y adopte las medidas necesarias para cumplirlos.

2.2. Cuaderno de explotaciónEl cuaderno de explotación es el registro donde se reflejan todas las operaciones: laboreo, plantación, riego, prácticas específicas en plantaciones para la producción de uva de mesa, tratamiento de restos de poda, aplicaciones de fitosanitarios y fertilizantes, modi-ficaciones, ampliaciones o adiciones al tipo de cubierta inicialmente establecido si éste es el caso…, realizadas en el cultivo, indicando la localización de las parcelas y las fechas en que se realizan, así como las autorizaciones, albaranes o facturas de las operaciones que lo requieran.

Es obligatorio llevar un registro en soporte informático o papel si se realizan tratamientos fitosanitarios.

Igualmente, es obligatorio conservar las facturas de los productos utilizados y los albaranes de entrega de los envases vacíos al gestor de residuos correspondiente. Esta documentación ha de conservar-se durante 5 años.

• Se recomienda actualizar mensualmente el cuaderno de explota-ción y tenerlo siempre disponible para su inspección.

En la dirección www.fega.es se muestra un modelo de cuaderno de explotación, que puede ser consultado y descargado para su uso.

El seguimiento de estas obligaciones y recomendaciones facilita el cumplimiento de:

• BCAM, cuestión 1 para evitar la erosión.

• BCAM, cuestión 4 para la conservación del hábitat.

• Medio ambiente, actos 1 y 5 de conservación del hábitat y aves.

• Medio ambiente, acto 4 para evitar la contaminación por nitratos.

http://servicios2.marm.es/sia/consultas/servlet/consultas.GlobalFilter?tipo=masiva&sid=generate

http://www.marm.es/es/biodiversidad/temas/red-natura-2000/red-natura-2000-en-espana/zec.aspx

http://www.magrama.es/es/biodiversidad/servicios/banco-datos-naturaleza/informacion-disponible/mapa_cartografia_espacios_nat.aspx

http://www.marm.es/es/biodiversidad/temas/red-natura-2000/red-natura-2000-en-espana/lic.aspx

/PwfGcp/es/documentos_pwfgcp/Fega_ZEC.pdf

http://www.marm.es/es/biodiversidad/temas/inventarios-nacionales/inventario-nacional-de-erosion-de-suelos/default.aspx

/PwfGcp/es/documentos_pwfgcp/Fega_CuadernoExplotLeno.pdf

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2.3. Elementos estructurales Se consideran elementos estructurales aquellas particularidades del terreno tales como:

• Márgenes de las parcelas con características singulares.

• Terrazas de retención, ribazos y caballones.

• Islas y enclaves de vegetación espontánea o roca dentro de la parcela.

• Árboles aislados y asociaciones de arbustos o árboles alineados o no.

• Pequeñas construcciones, como muros de piedra u otros elementos de arquitectura tradicional que puedan servir de cobijo a la fauna.

Es obligatorio mantener en buen estado los elementos estructurales y no alterarlos, excepto con autorización y, en el caso de las terra-zas de retención, deben evitarse los aterramientos, derrumbamien-tos y la aparición de cárcavas.

Para conservar los elementos estructurales en general, se reco-mienda:

• Mantener en buenas condiciones las manchas de vegetación:

- Controlar la maleza de los pies de los árboles y la capa arbus-tiva, siempre que no resulte importante como refugio y sitio de reproducción para especies de interés cinegético o de fauna silvestre catalogada.

- Realizar podas y limpiezas de ramas secas y enfermas.

- Eliminar los restos de poda de forma autorizada.

• Mantener árboles viejos y trasmochos, realizando podas, acla-reos, tratamientos…



• BCAM, cuestión 2 para conservar la materia orgánica del suelo.

• BCAM, cuestión 3 para evitar la compactación del suelo.


• BCAM, cuestión 5 para garantizar la protección y gestión del agua.


• Medio ambiente, acto 2 para evitar la contaminación de aguas subterráneas.

• Medio ambiente, acto 3 protección de suelos y uso de lodos de depuradora.


• Salud pública, zoosanidad y fitosanidad, acto 2 de comercializa-ción y uso de fitosanitarios.

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• Evitar la creación de caminos o accesos específicos para el labo-reo, que conlleven un aumento de la erosión hídrica del suelo en la plantación y su entorno.

• Mantener el entorno de cauces fluviales permanentes o estacio-nales que limiten la parcela:

- Respetar una banda equivalente a la mitad del marco de plan-tación de zona de servidumbre a lo largo de toda su longitud o perímetro y en ambas márgenes.

• Mantener y en su caso mejorar los bancales, terrazas, muros de piedra, cierres y construcciones tradicionales:

- Realizar al menos una vez al año un repaso de los muros, re-poniendo las piedras que se hayan desprendido, limpiando los drenajes, así como eliminando la vegetación que pueda inesta-bilizarlos.

- Conservar los taludes de tierra en buenas condiciones, reparando las posibles cárcavas y manteniendo la vegetación espontánea.




• BCAM, cuestión 3 para evitar la compactación.





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3. Buenas prácticas agrarias para el establecimiento de la plantación de uva de mesa

3.1. Análisis previo a la plantaciónA continuación se recogen las recomendaciones que se consideran relevantes para tener en cuenta en el momento previo a la plantación:

• Antes de establecer una nueva plantación y en terrenos que han albergado vides previamente, respetar un periodo de reposo mí-nimo de 3 a 5 años sin cultivar vides, pudiendo darse otras alter-nativas para acortar este periodo como la plantación de cereales y leguminosas, la solarización o biofumigación.

• Realizar, de manera previa a la implantación del cultivo, un aná-lisis de todos los factores edáficos, especialmente contenido en caliza, salinidad y nivel de nutrientes, pero también bióticos in-cluidos los nematológicos y microbiológicos, climáticos, presen-cia de plagas o enfermedades así como de aquéllos que puedan condicionar los objetivos de producción. La estimación de estos valores determinará la viabilidad del proyecto, y ayudará a fijar las labores preparatorias que necesita el suelo, la estrategia de las enmiendas previas a la plantación o los tratamientos desin-fectantes en su caso, la implantación de cortavientos, la elección del patrón de plantación, el sistema de conducción, los sistemas de riego, el establecimiento y tipo de cubiertas (aéreas y de sue-lo) y, en definitiva, la adopción de cualquier medida correctora o complementaria que asegure el éxito del cultivo y la producción de uvas de mesa de calidad.

• Realizar un diagnóstico sobre la posible existencia de hongos en el suelo que puedan provocar enfermedades de raíces y de ma-dera en la futura plantación, sobre todo si se va a plantar uva de mesa en una parcela tras una plantación de especies leñosas, o en el caso de replantaciones, para descartar la posible incidencia de este tipo de enfermedades.

• Utilizar material vegetal seleccionado para la plantación con ca-tegoría certificada y que proceda de viveros legalmente estable-cidos, para garantizar la identidad varietal y su adecuado estado sanitario, especialmente respecto a afecciones transmisibles por injerto, y plagas y enfermedades de cuarentena definidas como tal en el Reglamento Técnico de Plantas de Vivero. Así mismo, las variedades elegidas además de responder a las demandas del mercado, deberán ser resistentes a alteraciones bióticas y abióticas, y estar lo mejor adaptadas posible a las condiciones bioclimáticas de la zona específica de plantación.

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Vivero de vid

3.2. Diseño de la plantación En el momento de diseñar la plantación y establecer el marco, se deberán disponer las filas de las plantas de forma que se minimice la erosión del terreno. Una forma de llevarlo a cabo es diseñarlas de manera que las labores puedan realizarse siguiendo las curvas de nivel. Siempre que sea posible organizar bancales bien orientados y estables, creados para el diseño de parrales o espalderas.

Estructura de parral

El seguimiento de estas recomendaciones facilita el cumplimiento de:



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Asimismo, se recomienda:

• Planificar las construcciones auxiliares (toma de electricidad, ca-seta de bombeo…) de manera que se reduzca el acceso de vehí-culos a la explotación.

• Considerar la arquitectura de las plantas y las estructuras que se consideren adecuadas incluidas las cubiertas, en caso de ser em-pleadas estas, buscando la calidad de la uva.

• Tener siempre en cuenta las pendientes y los vientos dominantes, en el montaje de las estructuras, que deben condicionar la orien-tación de las espalderas o en el caso del parral cubierto con malla u otros componentes, la orientación de éstas.

• Establecer cortavientos, setos, y cordones de vegetación autóc-tona si es posible, como forma de proteger las plantaciones y las infraestructuras de parrales y cubiertas que puedan ser afectadas por vientos intensos.

3.3. Labores preparatorias En el caso de que el terreno se encuentre encharcado, no deben llevarse a cabo labores preparatorias.

En zonas catalogadas como de elevado riesgo de erosión (ZERE), se deberán respetar las restricciones que establezca la administración competente para evitar la degradación y la pérdida de suelo.

No se permite realizar labores con volteo en la dirección de la máxi-ma pendiente en parcelas con pendientes superiores al 15% salvo que se disponga de autorización.

Para realizar las labores de preparación del terreno, se recomienda:

• Someter la tierra a biofumigación o a un periodo de solarización antes de plantar si es posible con humedad y en verano.

Solarización, preparación del terreno para la plantación





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• Eliminar los restos de vegetación existente que impliquen un ries-go para la nueva plantación, como es el caso de los restos de leñosas que supongan un soporte de hongos causantes de las podredumbres de raíz, especialmente si el cultivo anterior ha sido vid. Eliminar particularmente las raíces, al menos con dos pases cruzados con el apero adecuado tras el arranque.

• Realizar un subsolado, en terrenos poco permeables y de perfil heterogéneo, con el objeto de facilitar la instalación del sistema radical y de mejorar la infiltración del agua, evitando la erosión y aumentando la capacidad de retención hídrica del suelo.

• Tener en cuenta las condiciones particulares del entorno a la hora de realizar el acondicionamiento del terreno previo a la planta-ción, valorando la necesidad de realizar nivelaciones o llevar a cabo movimiento de tierras u obras de drenaje, y procurando limitar toda acción que se considere innecesaria y agresiva.

• Evitar la utilización de aperos de vertedera, fresadoras y gradas de disco que volteen el suelo, ya que lo disgregan en exceso fa-voreciendo la erosión y la excesiva mineralización de la materia orgánica (MO). Dar preferencia a los aperos de dientes o de ac-ción vertical sobre los de discos.

• Evitar el uso de maquinaria pesada que pueda compactar excesi-vamente el terreno.








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3.4. Enmiendas previas a la plantaciónSi la parcela se encuentra en una zona vulnerable a la contami-nación por nitratos, han de respetarse las medidas establecidas por las autoridades competentes. Por ello, se deberá recabar la información necesaria para el cumplimiento de lo establecido en los programas de actuación y códigos de buenas prácticas agrarias (dosis máximas de fertilizantes, periodos de fertilización…) que es-tablezca la autoridad en cuestión.

Asimismo, para beneficiarios de ayudas agroambientales, es obli-gatorio cumplir los requisitos mínimos relativos a la utilización de abonos establecidos por las comunidades autónomas (CC.AA.)

3.4.1. Recomendaciones generalesA continuación se incluye una relación de las recomendaciones ge-nerales para una correcta aplicación de enmiendas:

• Realizar un estudio previo que englobe el análisis exhaustivo de todas las variables que rodean al cultivo: periodo de aplicación, variedad cultivada, dosis de aplicación, reservas del suelo…, para evitar la aplicación de dosis excesivas.

• Realizar un análisis completo del perfil del suelo previamente a la aplicación de enmiendas, ya que permitirá valorar el volumen potencial de exploración del suelo por parte del sistema radical, detectar posibles factores limitantes, decidir qué tipo de labor profunda conviene realizar, elección adecuada del patrón…

• Seguir meticulosamente las instrucciones del laboratorio de aná-lisis referentes a la realización del muestreo (número, profundi-dad, mezcla de muestras…).

• Realizar las enmiendas en función del resultado del estudio pre-vio y del análisis, y con base en cartas nutricionales de las zonas concretas de cultivo.

3.4.2. Momentos de aplicaciónNo fertilizar si el terreno está encharcado o con nieve ni sobre aguas corrientes o estancadas.

Además se recomienda:

• Aplicar los productos en ausencia de viento y lluvia.

3.4.3. Productos y dosis aplicadasEnmiendas orgánicasEn caso de utilizar lodos, éstos han de ser obligatoriamente lodos tratados procedentes de depuradoras de aguas residuales de origen urbano y se debe disponer de la correspondiente documentación expedida por la depuradora y el correspondiente análisis donde se verifique la concentración inicial de metales pesados en el suelo.

Siga este vínculo para consultar la legislación vigente en materia de lodos.

Además, se recomienda:

• Aportar MO bien compostada.

• Cuando el sistema de riego es por goteo, se recomienda aplicar el estiércol lo más próximo posible a la línea de riego, preferen-temente enterrado.

/PwfGcp/es/documentos_pwfgcp/Fega_ZVmapa.pdf

http://www.marm.es/es/agricultura/temas/condicionalidad/8.aspx

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• Cuando exista disponibilidad de nitrógeno (N) es aconsejable re-ducir la cantidad de estiércol a 10 t/ha, utilizando una MO con una relación carbono/nitrógeno (C/N) elevada.

Enmiendas minerales• Para la corrección del pH en los suelos ácidos (pH<6), se reco-

mienda realizar aportes de:

- 2000 kg CaO/ha en suelos arenosos.

- 6000 kg CaO/ha en suelos muy arcillosos.

• En el caso de los suelos “sódicos”, aportes de MO, azufre (S) y yeso pueden ser aconsejables.

• Para la aplicación de los abonos minerales:

- Si se realiza subsolado como labor preparatoria del terreno, dis-tribuirlos en superficie y enterrarlos con una labor superficial.

- Si se practica una labor de desfonde, los abonos se reparten en superficie y se incorporan en profundidad.








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3.5. Ejecución de la plantaciónUna vez abiertos los hoyos o las zanjas, la implantación de las plan-tas se hará en el menor tiempo posible para evitar posibles daños en el suelo por erosión o pérdida de humedad.


• Previamente a la plantación y en función de las condiciones agro-climáticas y de la disponibilidad hídrica, se puede dar un riego para mejorar el tempero si bien, lo más usual es dar un riego tras la plantación.

• Realizar la plantación tras los fríos invernales y antes de los me-ses de más calor y sequía.

Se debe tener en cuenta que las nuevas técnicas de plantación mediante máquinas plantadoras guiadas por láser permiten realizar esta labor de una manera rápida y precisa al realizar todas las ope-raciones necesarias en el mismo momento: una reja abre un surco estrecho en el que inmediatamente se introduce la planta para a continuación ser tapado y compactada la tierra en el entorno de las plantas, evitando que puedan quedar cámaras de aire en la zona de la raíz.

El sistema de láser permite además la alineación a la distancia fi-jada entre calles que suele ser de 3 a 4 m en parrales (según la variedad) y normalmente 2,6 m en espaldera y un sistema de guía que deja las plantas alineadas en sentido trasversal y a la distancia fijada dentro de la interlinea que varía entre 2,5 y 4 m en parrales y 1,5 y 1,8 en espalderas (según variedad). Estos equipos también permiten la posibilidad de aportar un riego en el momento de la plantación.

En pequeñas plantaciones o para la reposición de marras también se utiliza el sistema de plantación mediante lanzas de agua a pre-sión sobre el terreno previamente marcado, que permiten introdu-cir la planta al mismo tiempo que el chorro de agua va agujereando el terreno, quedando la planta enterrada y regada al sacar la lanza de presión.

Detalle de injerto en campo

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Ejecución de la plantación. Cubierta de malla anti-granizo

• Colocar los postes, el entramado, los tensores, las mallas y otras cubiertas antes de realizar la plantación propiamente dicha, o si-multáneamente con ella.

- Si se planta el portainjerto para ser injertado al año siguiente, la espaldera o el parral se montarán preferentemente justo an-tes de injertar.

- Los postes deben ser de materiales lo más respetuosos posible con el medio y a ser posible inalterables por la humedad del suelo o estar separados de éste adecuadamente.

- El entramado debe ser de acero inoxidable o de los nuevos ma-teriales hoy existentes.

- El atado de cubiertas y sus fijaciones deben ser adecuados para evitar roturas y deterioro de estas cubiertas.

- Las cubiertas deben estar bien fijadas y estudiadas para la zona concreta de establecimiento de la plantación. Normalmente de-berán estar perforadas en las cumbreras.

- En cubiertas se deberá priorizar el empleo de materiales resis-tentes, reciclables y si fuera posible biodegradables.




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3.6. Cuidados iniciales de la plantación

Conducción para poda en lira

En una nueva plantación intervendrán, además del material ve-getal, los elementos auxiliares necesarios para el desarrollo de la nueva planta hasta que alcance el estado adulto. Estos elementos son los tutores para la conducción de las plantas, los protectores anti-roedores, los postes y anclajes, los alambres de apoyo de la vegetación y en su caso las mallas o cubiertas plásticas.

Se recomienda:

• Los tutores, los elementos de sujeción y los apoyos de las cubier-tas, deberán ser suficientemente robustos para evitar reposicio-nes y pérdidas de planta por rotura de los mismos, y en el caso de plantaciones en espaldera o lira, de la altura adecuada.

• El atado a los tutores deberá tener siempre en cuenta la dirección habitual del viento en la zona. Para evitar anillados y heridas se realizará con materiales adecuados, que si es posible serán bio-degradables y de colores y materiales que puedan integrarse en el entorno. En caso de que el material no sea biodegradable, se deberán retirar una vez que las plantas estén sujetas por sí mis-mas a la estructura de espaldera o parral.

• Instalar protectores con el fin de evitar ataques por conejos, lie-bres y otros roedores. El protector deberá tener una altura mí-nima de 45 cm, estar compuesto por materiales biodegradables, ser permeable y deberá facilitar las labores cotidianas que se realizan en las plantaciones jóvenes, tales como tratamientos y podas. Un protector adecuado puede facilitar muchísimo la apli-cación de herbicidas en los primeros estadíos de la plantación.

• Instalar postes y alambres de material resistente a la corrosión, de acero inoxidable o galvanizado, o madera (en el caso de los postes) y asegurar su correcta alineación y el clavado, en su caso, de los mismos a la profundidad adecuada.

• Elegir, en las espalderas, los postes con la altura suficiente para establecer adecuadas pantallas foliares, con cabeceros robustos y anclarlos adecuadamente.

• Distanciar los postes en función de la carga del futuro cultivo y del diseño y tipo de cubiertas. Normalmente los postes intermedios están distanciados entre 3 y 6 m, y no más de 7 m en el caso de parrales.

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• Elegir los alambres de sujeción del cordón o de los parrales, de diámetro suficiente para soportar la carga de la cosecha y que permitan, en su caso, una adecuada sujeción de las mallas anti-granizo y las cubiertas.

3.7. Cuidados previos a la entrada en producción

Cuando los protectores o tutores dejen de ser necesarios en la plan-tación, habrán de ser gestionados oportunamente. Para consultar más información acerca de cómo gestionar estos residuos, siga este vínculo.

Las podas de formación, en periodo de parada vegetativa, la con-ducción de la vegetación y las podas en verde son imprescindibles para asegurar una adecuada formación de la planta y para que ésta adquiera el vigor suficiente que asegure unas buenas producciones. Por la misma razón, un adecuado laboreo, los tratamientos fitosa-nitarios y la eliminación de las hierbas competidoras serán de vital importancia. Por tanto, se recomienda:

• Limitar la aparición de malas hierbas, mediante la utilización de labores en la línea y en la calle, o aplicación de herbicidas autori-zados para esta fase de vida de la plantación.

• Se prestará especial atención al almacenamiento y mantenimien-to de la humedad en el suelo mediante la realización de las labo-res adecuadas.

• Aplicar tratamientos contra mildiu y oidio principalmente, utili-zando cobre (Cu) y S respectivamente, o cualquier producto au-torizado para planta adulta. Vigilar la presencia de ácaros, gusa-nos grises, caracoles…

• Reemplazar marras y eliminar posibles raíces desarrolladas en la zona de injerto (franqueamiento).

El seguimiento de estas recomendaciones facilita el cumplimiento de:



/PwfGcp/es/documentos_pwfgcp/Fega_Manual_Almac.pdf


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• Realizar operaciones en verde que conduzcan a un equilibrio entre vegetación y producción de las plantas jóvenes, así como favore-cer la formación de la planta según el sistema de poda y conduc-ción elegido. Previamente, se irán retirando los protectores si se hubieran colocado en su momento, manteniendo los postes que forman parte de las instalaciones de los parrales y que actúan de tutores intermedios.

• Si no se ha realizado abonado de fondo, establecer un plan de fer-tilización secuencial y ascendente a lo largo de los tres primeros años de plantación.

• En su caso, terminar la colocación de los elementos básicos de los parrales, las espalderas o las estructuras de sostén de vegetación elegidas, así como de la instalación de riego.




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4. Buenas prácticas agrarias para las plantaciones de uva de mesa ya establecidas

4.1. Medidas generalesNo está permitido el arranque de pies en recintos con pendiente igual o superior al 15%, salvo en caso de reposición autorizada por la autoridad competente.

Con carácter general, es obligatorio respetar la flora y actuar de forma que no se perjudique a la fauna, especialmente durante la época de reproducción y cría, con el fin de no destruir o deteriorar sus nidos o áreas de reproducción, invernada o reposo.

Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, pero considerando la problemática que las aves pueden representar para estas planta-ciones, se recomienda el embolsado como técnica de manejo de los racimos. Se deben tener en cuenta las siguientes consideraciones:

• Emplear preferentemente bolsas que permitan su reciclado, res-petuosas con el entorno y del tamaño necesario para evitar que el crecimiento del racimo provoque un rajado longitudinal.

• Realizar el atado con material biodegradable.

• Alejar del tronco y ramas principales la parte abierta de la bolsa para no facilitar la actuación de los pájaros sobre los racimos.

• No se aplicarán tratamientos dirigidos al racimo desde la boca de la bolsa.

• En recolección no abandonar racimos embolsados, o no embol-sados dañados, o no adecuados para su comercialización ni en el interior ni en el entorno de las plantaciones. Siempre deben ser retirados mediante contenedores o tomar medidas similares o equivalentes

• Retirar las bolsas y medios de atado de las plantaciones y de su entorno.

En el caso de tratamientos fitosanitarios, no se realizarán aplica-ciones siguiendo ningún calendario preestablecido para evitar los aportes innecesarios de estos productos, únicamente se realizarán cuando sea estrictamente necesario véase apartado 4.5. Control de malas hierbas, plagas y enfermedades.

Para consultar información acerca del mantenimiento de la maqui-naria (revisiones, inscripción en registros oficiales…) siga este vín-culo.

La realización de las labores que se contemplan en los distintos apartados de este manual en la época adecuada, favorece la con-servación de la MO y la reducción de la compactación, contamina-ción y erosión de los suelos.

/PwfGcp/es/documentos_pwfgcp/Fega_Manual_Maquin.pdf

/PwfGcp/es/documentos_pwfgcp/Fega_Manual_Maquin.pdf

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4.2. Manejo del suelo y labores

4.2.1. Labores de mantenimientoEn el caso de que el terreno se encuentre encharcado, no deben llevarse a cabo labores.

En zonas catalogadas como de elevado riesgo de erosión (ZERE), se deberán respetar las restricciones que establezca la administración competente para evitar la degradación y la pérdida de suelo.

No se permite realizar labores con volteo en la dirección de la máxi-ma pendiente en parcelas con pendientes superiores al 15% salvo que se disponga de autorización.


• Realizar las labores superficiales con el suelo en tempero, para no alterar sus propiedades físicas, en especial su estructura.

• Practicar labores poco profundas y limitar el número de pasadas. La disminución en el número de pases de labor no sólo contribu-ye a disminuir la erosión, sino que conlleva una serie de ventajas como ahorro de costes y disminución del gasto de energía, com-pactación menos intensa de las capas internas del suelo, redu-ciendo así el impacto ambiental.

• Para minimizar los problemas de erosión, y en caso de que se realicen pases cruzados, hacer el último pase perpendicular a la línea de máxima pendiente.

• En parcelas con pendientes superiores al 8% y poca superficie, abancalar el terreno.






• Medio ambiente, acto 1 y 5 de conservación del hábitat y aves.





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4.2.2. Mantenimiento de la cubierta vegetal

Mantenimiento de una cubierta vegetal

Para un apropiado mantenimiento de la cubierta vegetal, se recomienda:

• En aquellas zonas donde sea viable, mantener una cubierta vege-tal natural, durante los meses de otoño-invierno, época del año más susceptible de erosión, o en periodos de alta probabilidad de precipitación, procediendo a su eliminación una vez comience a competir por la humedad con las parras.

• Si no existe competencia manifiesta con el cultivo, mantener la cubierta vegetal en el suelo el mayor tiempo posible mediante siega. También sería recomendable complementarla o sustituirla por cubiertas inertes, orgánicas o biodegradables que se consi-

deren adecuadas. La eliminación de la cubierta verde se llevará a cabo mediante procedimientos mecánicos o químicos autori-zados, siguiendo las instrucciones de la etiqueta del producto y siempre antes de la floración de las adventicias y nunca durante la cierna y primeros estadíos de desarrollo de las bayas. En zonas con precipitaciones superiores a 600 mm esta medida es muy fa-vorable, tanto para disminuir el vigor de la plantación como para mejorar la calidad de la producción, mediante el sistema compe-tencial establecido. Asimismo, se evita la erosión, la lixiviación de nutrientes y se incrementan los niveles de MO.

• Establecer una cubierta vegetal en las bandas perimetrales de la parcela, con leguminosas, cereales, mezclas de cereales con leguminosas, crucíferas o las especies convenientes según zonas.

Aunque se pueden utilizar cubiertas de crucíferas, gramíneas, legu-minosas, o su mezcla, lo más económico, adecuado y lo que más diversidad aporta son las cubiertas naturales.









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4.3. Abonado de mantenimientoNo está permitido aplicar fertilizantes en una franja cuya anchura será, al menos, la establecida por cada C.A. en el Código de Buenas Prácticas Agrarias. Dichas franjas estarán ocupadas por vegetación espontánea.

No fertilizar si el terreno está encharcado o con nieve ni sobre aguas corrientes o estancadas.

Si la parcela se encuentra en una zona vulnerable a la contami-nación por nitratos, han de respetarse las medidas establecidas por las autoridades competentes. Por ello, se deberá recabar la información necesaria para el cumplimiento de lo establecido en los programas de actuación y códigos de buenas prácticas agrarias (dosis máximas de fertilizantes, periodos de fertilización…) que es-tablezca la autoridad en cuestión.

Asimismo, para beneficiarios de ayudas agroambientales, es obli-gatorio cumplir los requisitos mínimos relativos a la utilización de abonos establecidos por las CC.AA.

4.3.1. Recomendaciones generalesA continuación se incluye una relación de las recomendaciones ge-nerales para una correcta aplicación de fertilizantes:

• Realizar análisis de suelo para cada unidad homogénea de cultivo o dentro de las plantaciones de uva de mesa cada 2 ó 3 años.

Muestreo de suelo

• Establecer un plan de abonado, para el periodo de producción (a partir del 3er año), considerando los resultados de los análisis de suelo, la composición del agua de riego, la variedad y el calibre y la calidad buscada en la uva, de manera que se eviten los aportes excesivos de nutrientes que no vayan a ser utilizados por la plan-ta y puedan provocar contaminaciones de acuíferos, en particular de N y fósforo (P).

• Llevar a cabo un examen visual del comportamiento de la planta-ción teniendo en cuenta especialmente la existencia de posibles carencias nutricionales, el sistema de manejo, el tipo de suelo y el estado fenológico de las plantaciones de uva de mesa.

/PwfGcp/es/documentos_pwfgcp/Fega_ZVmapa.pdf

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• Realizar un análisis foliar (limbo o peciolo) en los momentos de floración y envero, con objeto de comprobar el nivel de nutrición de la planta y corroborar la bondad de la estrategia de abonado.

En la siguiente tabla se reflejan los valores medios de referencia para el contenido en los principales elementos minerales en limbo y peciolo durante el envero:

Elemento N (%)

P (%)

K (%)

Ca (%)

Mg (%)

Mn (p.p.m.)

B (p.p.m.)

Limbo 2,10-2,35 0,13-0,17 0,65-0,97 3,11-3,69 0,36-0,51 69-119 29-42

Peciolo 0,42-0,51 0,07-0,12 0,94-2,16 2,02-2,55 0,73-1,10 21-74 33-41

Tabla 4.1. Valores medios de elementos minerales de limbo y peciolo durante envero

• Suministrar los fertilizantes directamente al suelo y, en planta-ciones con riego y siempre que sea posible, aplicar la fertilización mediante el sistema de riego localizado. Cuando se emplee este sistema, respetar los límites de solubilidad del producto, y evitar la formación de precipitados en las instalaciones.

• En aplicaciones en superficie, evitar la utilización de aspersión para la distribución de fertilizantes, así como los productos de granulometría fina.

• Para minimizar los efectos negativos de la aplicación poco homo-génea del abonado (aparición de rodales de malas hierbas, con-taminación del medio...) se recomienda:

- Evitar los solapamientos y aplicaciones duplicadas.

- Mantener los equipos de aplicación en perfecto estado de lim-pieza y funcionamiento.

• En riego por goteo la aplicación de abonos de liberación rápida se realizará distribuyéndolos en cada riego en bajas cantidades para disminuir las contaminaciones y las pérdidas.

• Realizar preferentemente abonado foliar y aportes específicos de calcio (Ca) para corregir carencias y como una complementación del abonado convencional.

• En riego por goteo, la aportación de N, P, potasio (K), se realizará a lo largo del ciclo vegetativo de la planta, distribuyéndola según la demanda del cultivo en cada fase, evitándose así pérdidas por lixiviación.

Depósitos para nutrientes en riego por goteo

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• En cultivo de riego por goteo, aplicar los abonos sólidos orgánicos localizados en la línea de riego o muy próximos a ella. También se pueden realizar fertilizaciones orgánicas con MO líquida, ácidos húmicos o fúlvicos, aminoácidos, extractos vegetales… con el agua de riego de acuerdo a la fenología y necesidades de las plantas.

4.3.2. Productos y dosis de aplicaciónDesde un punto de vista nutricional, la uva se caracteriza por unas necesidades relativamente moderadas de nutrientes, aunque en uva de mesa son más elevadas dados los altos niveles de produc-ción y la búsqueda de bayas de adecuados calibres.

Para estimar las necesidades de la uva de mesa, es fundamental conocer las exportaciones de los macroelementos por las partes aéreas de la viña. La tabla 4.2. refleja estas exportaciones medias de los principales macroelementos (kg/ha), expresadas como com-posición mineral de los órganos renovables de la planta, es decir, de hojas, racimos y sarmientos.

Referencia (kg/ha)

N P2O5 K2O CaO MgO

Media74

(60-100)

19

(15-30)

125

(150-200)

30

(40-80)

20

(15-30)

Tabla 4.2. Exportaciones de macroelementos (kg/ha): hojas, racimos y sarmientos

Las exportaciones consideradas en la tabla anterior pueden verse incrementadas en un 10-15% en concepto del material vegetal ex-portado no presente en el momento de vendimia (despunte, des-niete, deshojado…) y de los elementos que participan de las reser-vas de troncos y raíces.

Abonado orgánicoEn caso de utilizar lodos en el abonado, éstos han de ser obligato-riamente lodos tratados procedentes de depuradoras de aguas re-siduales de origen urbano y se debe disponer de la correspondiente documentación expedida por la depuradora y el correspondiente análisis donde se verifique la concentración inicial de metales pesa-dos en el suelo.

Siga este vínculo para consultar la legislación vigente en materia de lodos.

En términos generales, la aportación de estiércoles de calidad ade-cuada y características medias en su composición en cantidades entre 30 y 45 t/ha satisface, al menos durante los primeros años del cultivo, las necesidades y la pérdidas de MO anuales, que se estiman entre 400 y 1.600 kg/ha, según las condiciones naturales de cultivo y tipo de arquitectura e instalaciones de la plantación. A partir de la entrada en plena producción, es conveniente realizar aportes orgánicos de entre 10 y 30 t/ha cada 2 ó 3 años.

La incorporación de sarmientos puede llegar a compensar cerca del 40% de la pérdida anual de MO, aportando en nuestras condiciones de cultivo un valor fertilizante medio por hectárea de: 7 kg de N, 2 kg de P2O5, 8 kg de K2O, 9 kg de CaO y 2 kg de MgO.


• Realizar los aportes de MO, utilizando enmiendas de estabilidad media-alta, aplicándolas con suficiente antelación y enterrándo-las mediante labores superficiales. En casos de riego por goteo, realizar una aplicación localizada de MO, en la línea de goteo.

• Utilizar estiércoles maduros.

http://www.marm.es/es/agricultura/temas/condicionalidad/8.aspx

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Abonado mineralNitrógeno (N)

Se recomienda:

• La estimación de la cantidad de N a aportar ha de basarse princi-palmente en la variedad cultivada, así como en la consideración del vigor actual del cultivo y del deseado (evitando aportaciones que provoquen un vigor excesivo). Para ello ha de tenerse en cuenta el rendimiento perseguido, la pluviometría y el tipo de suelo, y de formación de las plantas circunstancias estas últimas que condicionan la cantidad de N en forma NO3

- que se va a apor-tar una vez hecho el balance de N.

• En condiciones medias, y teniendo en cuenta los condicionantes agroambientales y niveles de producción, las aportaciones de N recomendables varían entre 40 y 150 kg/ha. Esta cantidad pue-de modificarse en determinadas variedades y en cultivos de alto rendimiento.

• Aportar el N en solitario, de manera fraccionada (al menos en 3 aportes) en la forma más adecuada, durante el período de prima-vera-verano (entre desborre y postcuajado) y nunca durante la parada vegetativa.

Nitrógeno

Rendimiento (kg/ha) Aporte máximo recomendado (kg/ha)

6.000-12.000 40-50

≥12.000 50-80

40.000-45.000 130-150

Tabla 4.3. Cantidad máxima de nitrógeno recomendada en función del rendimiento persegui-do en las espalderas y parrales

Fósforo (P)

La uva de mesa tiene unas necesidades de P moderadas, por lo que su aporte ha de centrarse fundamentalmente en las exportaciones. Se recomienda:

• Los aportes recomendables de P oscilan en torno a 20-70 kg P2O5/ha, si bien ha de tenerse en cuenta que esta cantidad podría incrementarse hasta un 25% debido a condicionantes como:

- Las frecuentes inmovilizaciones de este elemento en el suelo.

- Los bajos coeficientes de utilización de abonos que aportan el P.

• En riego por goteo lo más frecuente es distribuir el abonado fos-fórico a lo largo del ciclo en función de la demanda de la planta.

Fósforo (P2O5)

Cantidad presente en el suelo (p.p.m.)*

Rendimiento (kg/ha)

Aporte recomendado (U.F./ha)

Más de 22 6.000 -12.000 20-30

Entre 15 y 22 6.000-12.000 30-40

Menos de 15 ≥ 12.000 máximo 70

Tabla 4.4. Cantidad de fósforo recomendada en función del rendimiento perseguido y de la cantidad de este elemento presente en el suelo.*Las cantidades de fósforo presente en el suelo están estimadas empleando el método de valoración Olsen

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Potasio, magnesio y calcio (K, Mg y Ca)

Se recomienda:

• El diagnóstico peciolar a través de la relación K/Mg (2-8) y la con-sideración en el suelo de las relaciones K/CIC (2-4) y K/Mg (3-4), son buenos indicadores para estimar las cantidades necesarias de estos elementos.

• Realizar un aporte de K equivalente a 80-120 ó 150-200 kg K2O/ha según casos, aunque ha de tenerse en cuenta el volumen de cosecha, el riesgo de provocar deficiencias de Mg y el tipo de suelo (y, por tanto, las posibles pérdidas por lavado y retrogra-dación).

• La dosis de Mg recomendada, que se aplicará a lo largo de todo el ciclo vegetativo, se sitúa entre los 20-35 kg MgO/ha, guardando aproximadamente una relación K:Mg de 3:1 para evitar desequi-librios entre ambos elementos. Cuando el contenido en Mg del agua de riego sea suficiente para las necesidades del cultivo no será necesario abonar con Mg.

• Se recomienda realizar simultáneamente el abonado con K y Mg (dado su antagonismo), de forma temprana, en la proporción adecuada y de forma accesible para las raíces.

• Los aportes de Ca son necesarios incluso en zonas con alto conte-nido en caliza activa en el suelo. En general se requieren entre 25 y 40 kg CaO/ha aportados en 2 ó 6 aplicaciones foliares distribui-das entre la brotación y el envero. En el caso de aguas de riego con elevado contenido en sodio (Na), la cantidad requerida de Ca puede llegar hasta unos 150 kg de CaO/ha.

Potasio (K2O)

Cantidad presente en el suelo (p.p.m.)*

Rendimiento (kg/ha)


Más de 250 6.000-12.000 60-70

Entre 167 y 250 6.000-12.000 70-90-100

Menos de 167 ≥ 12.000 90-150-200

Tabla 4.5. Cantidad de potasio recomendada en función del rendimiento perseguido y de la cantidad de este elemento presente en el suelo. *Las cantidades de potasio presente en el suelo están estimadas empleando los métodos de valoración del acetato amónico o Mehlich

Magnesio (MgO)

Tipo de suelo Rendimiento (kg/ha)


Ricos 6.000-12.000 20-25

Medios 6.000-12.000 25-30

Pobres ≥ 12.000 30-35

Tabla 4.6. Cantidad de magnesio recomendada en función del rendimiento perseguido y de la cantidad de este elemento presente en el suelo









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4.4. Riego

4.4.1. Sistemas de riego

Plantación en riego por goteo

Para un correcto sistema de riego, se recomienda:

• El riego será preferentemente localizado, pudiendo estar sobre el suelo, enterrado en él, o colgado de los entramados de los parrales o hilos de las espalderas lineales o en lira. Dicho riego presenta las siguientes ventajas:

- Permite ajustar la dosis de riego necesaria.

- La aplicación localizada aumenta la eficiencia del riego.

- Se reducen las pérdidas de agua, además de evitar problemas de deriva de fertilizantes.

- Posibilita la realización de otras tareas mientras se lleva a cabo el riego.

• Enterrar adecuadamente los elementos de riego en el centro de las calles. Se optará por goteros autocompensantes o integrados. Pueden emplearse goteros clásicos de entre 6 y 8 l/h o de bajo y continuo caudal según las nuevas tendencias.

• En parcelas con pendientes elevadas, usar goteros antidrenantes y colocar válvulas de retención en las tuberías secundarias para evitar la descarga de agua de la instalación en las partes bajas de la parcela, evitando así encharcamientos.

4.4.2. Dosis de riegoEn el caso de que el cultivo de la uva de mesa se realice en rega-dío, es obligatorio disponer de sistemas de control de agua de riego que garanticen una información precisa sobre los caudales de agua efectivamente utilizados.

También se debe acreditar el derecho de uso del agua de riego con-cedido por la administración competente.

Para ajustar las dosis de riego a aplicar, se recomienda:

• Valorar todos los condicionantes legales, socioeconómicos, natu-rales, varietales y de manejo de las plantaciones, que permitirán establecer la frecuencia y dosis que deben aplicarse, fijar estra-tegias razonables y realizar un manejo adecuado del riego, te-niendo en cuenta el momento de aplicación y la cantidad de agua apropiada. De este modo se permite aumentar adecuadamente el

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calibre de las bayas pero sin inducir al rajado, ni al agrietado de bayas, ni al deterioro de la calidad gustativa de la uva.

• Determinar el periodo más adecuado para el riego, ajustándolo a las necesidades del cultivo de la uva de mesa, según la variedad sea precoz o tardía, según el tipo de instalaciones y la productividad.

• Realizar periódicamente controles del agua de riego.

• Calcular la dosis de riego necesaria, partiendo de unas necesida-des medias de las plantaciones de uva de mesa que deben es-tablecerse en 500-600 mm para variedades precoces, 700-1000 mm para variedades tardías y 300-600 mm tanto en espaldera como en parrales. Las cubiertas adecuadas pueden permitir man-tener la humedad en el suelo y reducir estas dosis. Para el cálculo del riego se plantean dos alternativas:

- Establecer programas de riego basados en los datos de evapo-transpiración de referencia para una determinada zona (ET0) de estaciones meteorológicas próximas o similares a la climatología de la parcela, basándose en el coeficiente de cultivo (kc), para de-terminados momentos del ciclo de la uva de mesa (especialmente trascendentes en la maduración por su incidencia en la calidad de las cosechas) y de acuerdo con los datos climatológicos y las características del suelo en cada fase del cultivo, intentando con-jugar el nivel de estrés hídrico que debe ser moderado en uva de mesa, y el objetivo de lograr la calidad adecuada de la uva.

- Establecer programas de riego basados en la información sumi-nistrada por sensores de humedad del suelo, en la estimación del potencial hídrico de la hoja, la utilización de dendrómetros y de medidores de flujo de savia, atendiendo a las necesidades y estado fenológico de las plantas.

• Se sugiere seguir las recomendaciones de las unidades de la ad-ministración responsables del asesoramiento de riego para cada zona. Para consultar los servicios oficiales de asesoramientos de riegos en España siga este vínculo.

• Consultar la información referente a caudales y sistemas de con-trol de agua de riego contenida en los planes hidrológicos de su Confederación Hidrográfica.

Si desea consultar más información acerca de las recomendaciones para un riego eficaz, siga este vínculo.








/PwfGcp/es/documentos_pwfgcp/Fega_Asesor_Riegos.pdf

/PwfGcp/es/documentos_pwfgcp/Fega_Conf_Hidrog.pdf

/PwfGcp/es/documentos_pwfgcp/Fega_DecalRiego.pdf

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4.5. Control de malas hierbas, plagas y enfermedades

4.5.1. Tratamientos fitosanitariosSi se emplean productos fitosanitarios, es obligatorio utilizar pro-ductos autorizados.

Para consultar estos productos siga este vínculo.

Está prohibido verter productos fitosanitarios a las aguas subterrá-neas o llevar a cabo tratamientos fitosanitarios sobre suelos enchar-cados o con nieve o sobre aguas corrientes o estancadas, así como aplicar estos productos en una franja cuya anchura será, al menos, la establecida por cada C.A. en el Código de Buenas Prácticas Agrarias. Dichas franjas estarán ocupadas por vegetación espontánea.

Quienes apliquen productos fitosanitarios en la explotación deberán cumplir los requisitos de capacitación establecidos por la normativa vigente en función de las categorías o clases de peligrosidad de los productos. Los niveles de capacitación establecidos son los siguientes:

• Nivel básico: para el personal auxiliar y los agricultores que tra-bajen en su propia explotación.

• Nivel cualificado: para los responsables de equipos de aplicación terrestre.

• Piloto aplicador agroforestal: para los pilotos comerciales que realicen tratamientos aéreos.

Asimismo, para beneficiarios de ayudas agroambientales, la con-dicionalidad obliga a cumplir los requisitos mínimos relativos a la utilización de productos fitosanitarios establecidos por las CC.AA.

Mantener los equipos de aplicación en perfecto estado de limpieza y funcionamiento. Siga este vínculo para obtener más información al respecto.

Armario para almacenamiento de productos fitosanitarios

Para una apropiada utilización de productos fitosanitarios, se reco-mienda:

• Diagnosticar la causa del problema presente en la plantación: plaga (insectos, ácaros, nemátodos) o enfermedad (bacterias, hongos, virus).

• Utilizar las técnicas disponibles para:

http://www.marm.es/es/agricultura/temas/medios-de-produccion/productos-fitosanitarios/fitos.asp

http://www.fepex.es/archivos/publico/Fitosanitarios/Fitosantarios- Texto.pdf

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- Prevenir, en primera instancia (supresión de hierbas, podas en verde, quema de plantas afectadas y restos de poda con auto-rización…).

- Controlar las poblaciones de insectos mediante trampas de dis-tintos tipos que permitan hacer un seguimiento de los adultos y en su caso establecer la curva de vuelo.

- Tratar, en última instancia, con productos fitosanitarios adecua-dos a la plaga o enfermedad presente y en el momento más oportuno según el ciclo biológico de la plaga en cuestión y del estado fenológico del cultivo, y de la estructura y cubiertas em-pleadas, si ha lugar a ello.

• Elegir el producto adecuado, teniendo en cuenta que se debe:

- Aplicar las dosis indicadas en las etiquetas.

- Evitar aplicaciones sistematizadas que respondan a calendarios previamente establecidos para no realizar aportes innecesarios de productos.

- No aplicar tratamientos de manera preventiva ni con el riego, excepto en el caso de mildiu, oidio, botritis y excoriosis.

- El tratamiento químico deberá responder a una situación de es-timación poblacional de la plaga o enfermedad justificada (um-bral o nivel de riesgo), como única alternativa para el control del problema fitosanitario detectado.

- Fomentar la alternancia de materias activas si fuera posible.

- Evitar la utilización de productos de amplio espectro.

- Evitar la aplicación durante las horas más calurosas del día y bajo condiciones adversas: viento, lluvia, suelo seco, tempera-turas extremas…

- Actuar de manera que se respeten los insectos beneficiosos que pueden mantener un nivel tolerable de ciertas plagas y siguien-do las indicaciones de las etiquetas.

- Ajustar la pulverización (volumen de caldo, tamaño de gotas, aire de apoyo…), a las condiciones ambientales y del cultivo.

• Adoptar las medidas precisas para evitar que la deriva de las apli-caciones alcance a parcelas distintas de las que se pretende tratar, sean o no del mismo propietario. Entre estas medidas se incluye la utilización de boquillas de abanico orientadas convenientemente, ya que las boquillas de cono favorecen una mayor deriva.

Equipo de aplicación de fitosanitarios por atomización

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• Respetar el plazo de seguridad de la etiqueta de los productos y, en cualquier caso, no aplicar tratamientos químicos al menos 15 días antes de la recolección.

• No superar los límites máximos de residuos permitidos. Para ello, realizar análisis de residuos sobre la producción final. Para con-sultar las obligaciones y recomendaciones referentes a los límites máximos de residuos en alimentos siga este vínculo.

4.5.2. Consideraciones específicas de los tratamientos contra plagas y enfermedades

Se deberá comunicar a los Servicios de Sanidad Vegetal de las CC.AA. la aparición de nuevas enfermedades o plagas en las plantaciones.

Para los tratamientos contra las plagas y enfermedades se recomienda:

• Realizar el seguimiento y control de plagas, mediante tratamien-tos dirigidos y localizados, para preservar la fauna útil y dismi-nuir el impacto ambiental, estableciendo puntos de muestreo por unidad de superficie, un método adecuado de muestreo y aplicando unos umbrales de tratamiento. En ocasiones será re-comendable la toma de muestras adicionales en zonas especial-mente afectadas o un control técnico que realice un seguimiento del cultivo.

• Utilizar variedades, cultivares y patrones exentos de virosis le-gisladas (entrenudo corto GFLV, enrollamiento virótico GLR-AV y arabic mosaic AMV). En el caso del virus del jaspeado, sólo se exige que esté libre el patrón.

• Retirar o quemar con autorización las raíces y restos de plantaciones precedentes, en caso de detectar ataques de hongos o poblaciones significativas de nemátodos que son agentes causantes de numero-sas enfermedades por transmisión de virosis o por daños directos.

• Aplicar métodos de lucha biológica:

- Respetar al máximo los insectos beneficiosos autóctonos, recu-rriendo, cuando no sea viable a otras técnicas de control, como el uso de plaguicidas selectivos.

- Emplear la técnica de confusión sexual para el control de poli-lla del racimo (Lobesia botrana), siempre que se cumplan las condiciones establecidas en la etiqueta del material, en cuanto a superficie, homogeneidad de ésta…, respetando todas las in-dicaciones que se hacen en la misma respecto de otras actua-ciones complementarias.

- Emplear técnicas de trampeo masivo, mediante técnicas ali-menticias o atrayentes sexuales, para el control de la mosca de la fruta (Ceratitis capitata) y si es necesario para la mosca del vinagre (Drosophila sp.).

- Utilizar la atracción alimenticia o lumínica y tomar muestras de hojas y racimos para muestrear a la población de insectos au-xiliares y tomar decisiones posteriores que ayuden a controlar la proliferación de plagas.

- Las trampas deberán ser reciclables, especialmente las alimen-tarias y retirarse por las vías adecuadas para ello, en ningún caso deberán quedar abandonadas en las plantaciones o en su entorno.

• Desinfectar los instrumentos usados durante las operaciones de cultivo para evitar la propagación de plagas y enfermedades.

/PwfGcp/es/documentos_pwfgcp/Fega_LimitMax.pdf

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4.5.3. Consideraciones específicas de los tratamientos contra malas hierbas

Para cumplir las obligaciones establecidas por la condicionalidad, se deben controlar las especies de vegetación espontánea no desea-das (malas hierbas) definidas en cada comunidad autónoma (C.A.) salvo que haya sido imposible su eliminación por condiciones me-teorológicas adversas.

Además, se deberá comunicar a los servicios de sanidad vegetal de las CC.AA. la aparición de nuevas especies de malas hierbas en las plantaciones.


• Controlar las especies no deseadas sin pretender su erradica-ción, evitando los perjuicios que puedan generarle a la planta-ción, salvo que la autoridad competente determine lo contrario. Las especies espontáneas actúan como estabilizadoras del suelo, controlando la erosión y la pérdida del mismo, crean microclimas favorables para los microorganismos del suelo, suministran MO, almacenan y reciclan nutrientes y constituyen hábitats adecuados de insectos beneficiosos en el control de ciertas plagas de la uva de mesa.

• Llevar a cabo operaciones de cultivo adecuadas: numerosas prác-ticas culturales tienen incidencia sobre las malas hierbas, plagas y enfermedades que afectan a la viña:

- Calcular adecuadamente los niveles de fertilización nitrogenada para que no favorezcan la aparición de malas hierbas y plagas.

- Limpiar los aperos al terminar el trabajo de cada parcela con el fin de evitar la diseminación de especies no deseadas.

- Realizar labores poco profundas o superficiales para intentar destruir las malas hierbas mecánicamente, considerando como última opción la aplicación de herbicidas.

• Anteponer el control de las malas hierbas con medios mecánicos frente al uso de herbicidas. No obstante, en aquellos casos en que no pudieran ser controladas por maquinaria agrícola, se utilizarán herbicidas de forma localizada, evitando las derivas que pueden producir su aplicación en gota fina.

• Utilizar medios mecánicos (laboreo o siega), o la técnica del acol-chado (mulching), o herbicidas en las líneas de las plantas, cuan-do los métodos culturales no permitan un control adecuado de las malas hierbas.

• Evitar el uso de herbicidas con carácter residual en suelos arenosos.

• Aplicar herbicidas en el momento de máxima sensibilidad de las malas hierbas, lo que permitirá la aplicación de las materias acti-vas en sus dosis mínimas.








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4.6. Poda y gestión de restos de poda

Detalle de poda y distribución de sarmientos en emparrado

No quemar los restos de poda: eliminarlos mediante el sistema que tenga establecido la autoridad competente.

Es obligatorio realizar las podas con la frecuencia tradicional en cada zona para mantener las plantaciones en buen estado vegeta-tivo. Esta obligación se concreta en la realización de, al menos, una poda anual, según lo establecido en cada zona.

En cuanto a la realización de las podas se recomienda:

• Realizar, donde sea necesario, especialmente en parras conducidas en espaldera, donde los zarcillos están enredados en alambres, una labor de prepoda que facilite las labores posteriores de poda.

• Realizar la poda anual en reposo vegetativo, de manera que se minimicen las heridas, con el fin de mantener las plantaciones en buen estado vegetativo.

- Poda de invierno, en reposo vegetativo.

- Poda en verde incluyendo, aclareo de la vegetación y de la pro-ducción, si es adecuado para mejorar la calidad de le uva.

A los efectos de este manual, se considera una poda adecuada aquella en que:

- Se minimizan las heridas gruesas para evitar la proliferación de los hongos de madera.

- Se cortan y eliminan las partes muertas.

- Se protegen las heridas con un producto específico.

En cuanto a la gestión de los restos de poda, se recomienda tener en cuenta los siguientes aspectos:

• Restituir los restos de poda al terreno: los restos de poda deberán ser incorporados al terreno, tras una labor mecánica de trocea-do y triturado, que asegure la rotura de los sarmientos de for-ma suficiente para impedir o dificultar la proliferación de plagas como barrenillos, y de enfermedades de la madera. En el mismo momento del troceado o de forma inmediata, los restos deberán ser incorporados al suelo con una labor ligera que entierre éstos totalmente y asegure así una más rápida degradación e incorpo-ración de la MO y los nutrientes que pueda generar. Al restituir los residuos de poda al terreno, se mantienen los niveles de MO del suelo que, en parte, se han perdido por la mineralización de la misma, consiguiendo de esta forma un cultivo más sostenible. En el caso de sistemas de cultivo de no laboreo, los restos tro-ceados y triturados podrán quedar en superficie, actuando como

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mulching que disminuirá la erosión del terreno, los daños por compactación, la aparición de malas hierbas y la evaporación de agua del terreno entre otros.

• En los casos en que los restos de poda estén afectados de hon-gos de madera u otros patógenos y plagas peligrosas para el cultivo, debe solicitarse una autorización para llevar a cabo la quema, y se seguirán las instrucciones que figuren en tal autori-zación respecto a las medidas de seguridad. Los restos de poda serán sacados de la parcela por medios manuales o mecánicos y amontonados en las zonas destinadas a ser quemados. Entre el proceso de sacado y quemado no deberán transcurrir más de 7 días, de forma que no se permita la proliferación de patógenos, o en todo caso, sean destruidos por el fuego antes de que puedan constituirse en plaga.

• Los restos vegetales de linderos y márgenes, no serán quemados, sino que deberán ser incorporados al suelo mediante las labores que se hagan al mismo en las distintas épocas.





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ANEXO I

CUADRO DE RELACIÓN LABORES-MEDIDAS PARA EL CUMPLIMIENTO DE LA CONDICIONALIDADLabores Medida Condicionalidad

Ubicación de la

explotación

Infórmese sobre los respectivos programas de gestión o actuación, sobre los requisitos de los mismos y

adopte las medidas necesarias para cumplirlos si su explotación se encuentra ubicada en alguna zona con

especial protección.

BCAM:

Evitar la erosión

Conservación del hábitat

MEDIO AMBIENTE:

Conservación del hábitat y aves

Contaminación por nitratos

Cuaderno de

explotación

Llevar un registro en soporte informático o papel si se realizan tratamientos fitosanitarios.

Conservar las facturas de los productos utilizados y los albaranes de entrega de los envases vacíos al ges-

tor de residuos correspondiente. Esta documentación ha de conservarse durante 5 años.

Actualizar mensualmente el cuaderno de explotación y tenerlo siempre disponible para su inspección.

Afecta a todos los ámbitos y

cuestiones de condicionalidad

Elementos

estructurales

Mantener en buen estado los elementos estructurales y no alterarlos, excepto con autorización, y, en el

caso de las terrazas de retención, evitar los aterramientos, derrumbamientos y la aparición de cárcavas

Mantener en buenas condiciones las manchas de vegetación, controlando la maleza de los pies de los

árboles y la capa arbustiva y realizar podas y limpiezas de ramas secas y enfermas, y eliminar los restos

de poda.

Mantener árboles viejos y trasmochos.

Evitar la creación de caminos o accesos específicos para el laboreo, salvo autorización.

Mantener el entorno de cauces fluviales permanentes o estacionales que limiten la parcela: respetar una

banda equivalente a la mitad del marco de plantación de zona de servidumbre a lo largo de toda su longi-

tud o perímetro y en ambas márgenes.

Mantener los bancales, terrazas, muros de piedra, cierres y construcciones tradicionales, realizando el

repaso de los muros, limpiando los drenajes y conservando los taludes de tierra.

BCAM:

Evitar la erosión

Conservación de la materia orgánica

Evitar la compactación


MEDIO AMBIENTE:


Contaminación de aguas subterráneas


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Labores Medida CondicionalidadAnálisis previo

a la plantación

En terrenos que han albergado vides, respetar un periodo de reposo mínimo de 3 a 5 años.

Realizar un análisis de todos los factores edáficos, bióticos climáticos, presencia de plagas y enfermeda-

des así como de aquellos que puedan condicionar los objetivos de producción.

Realizar un diagnóstico sobre la posible presencia de hongos en el suelo.

Utilizar material vegetal seleccionado con categoría certificada procedente de viveros legalmente estable-

cidos.

BCAM:


MEDIO AMBIENTE:


Diseño de la

plantación

Disponer las filas de plantones de forma que se minimice la erosión del terreno, de manera que las labo-

res puedan realizarse siguiendo las curvas de nivel.

Siempre que sea posible organizar bancales bien orientados y estables, creados para el diseño de parra-

les o espalderas.

Planificar las construcciones auxiliares de manera que se reduzca el acceso de vehículos.

Considerar la arquitectura de las plantas y las estructuras que se consideren adecuadas incluidas las cu-

biertas en caso de ser empleadas estas, buscando la calidad de la uva.

Tener siempre en cuenta las pendientes y los vientos dominantes, en el montaje de las estructuras, que

deben condicionar la orientación.

Establecer cortavientos, setos, y cordones de vegetación autóctona si es posible, como forma de proteger

las infraestructuras de parrales y cubiertas que puedan ser afectadas por vientos intensos.

BCAM:

Evitar la erosión


MEDIO AMBIENTE:


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Labores Medida CondicionalidadLabores

preparatorias

En el caso de que el terreno se encuentre encharcado o con nieve, no deben llevarse a cabo labores pre-

paratorias.

En ZERE, respetar las restricciones que establezca la administración competente para evitar la degrada-

ción y la pérdida de suelo.

En recintos con pendientes superiores al 15% no se permite realizar labores con volteo en la dirección de

la máxima pendiente, salvo que se disponga de autorización.

Someter la tierra a biofumigación o a un periodo de solarización antes de plantar si es posible con hume-

dad y en verano.

Eliminar los restos de vegetación existente que impliquen un riesgo para la nueva plantación, especial-

mente si el cultivo anterior ha sido vid.

Realizar un subsolado en terrenos poco permeables de perfil heterogéneo.

Tener en cuenta las condiciones del entorno a la hora de realizar el acondicionamiento previo a la planta-

ción, procurando limitar acciones innecesarias y agresivas.

Evitar el uso de aperos de vertedera, fresadoras y gradas de disco que volteen el suelo.

Evitar el uso de maquinaria pesada que pueda compactar excesivamente el terreno.

BCAM:

Evitar la erosión




MEDIO AMBIENTE:



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Labores Medida CondicionalidadEnmiendas

previas a la

plantación

Si la parcela se encuentra en una zona vulnerable a la contaminación por nitratos, respetar las medidas

establecidas por las autoridades competentes.

Si se reciben ayudas agroambientales, cumplir los requisitos mínimos relativos a la utilización de abonos

establecidos por las CC.AA.


Si se aplican lodos tratados procedentes de depuradoras de aguas residuales de origen urbano, conservar

la correspondiente documentación expedida por la depuradora, y el correspondiente análisis donde se

verifique la concentración inicial de metales pesados en el suelo.

Realizar un estudio previo que englobe el análisis exhaustivo de todas las variables que rodean al cultivo

(especialmente un análisis completo del perfil del suelo), y seguir meticulosamente las instrucciones del

laboratorio de análisis.

Realizar las enmiendas en función de los resultados obtenidos y con base en cartas nutricionales.

Aplicar los fertilizantes en ausencia de viento y lluvia.

Enmiendas orgánicas:

Aportar MO bien compostada.

Cuando el riego es por goteo se recomienda aplicar el estiércol lo más próximo posible a la línea de riego,

preferentemente enterrado.

En condiciones de elevada disponibilidad de N, reducir la cantidad de estiércol a 10 t/ha, utilizando una

MO con una relación C/N elevada.

Evitar aportes de N en el abonado de plantación para evitar posibles pérdidas y efectos negativos por el

exceso de vigor en plantaciones jóvenes (mal agostamiento y desequilibrios entre parte aérea y sistema

radical).

En el aporte de nutrientes, en el caso de riego localizado, pueden reducirse ligeramente las dosis que se

recomiendan a nivel general en preplantación.

Enmiendas minerales:

Para la corrección del pH en suelos ácidos, realizar aportes de entre 2.000 kg de CaO/ha en suelos areno-

sos y 6.000kg /ha en suelos muy arcillosos.

En suelos “sódicos”, los aportes de MO, S y yeso pueden ser aconsejables.

Tener en cuenta la labor preparatoria del terreno (subsolado o desfonde) para la posterior aplicación de

los abonos minerales.

BCAM:


Conservación del los hábitats

MEDIO AMBIENTE:




Protección de suelos y utilización de

lodos de depuradora

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Labores Medida CondicionalidadEjecución de la

plantación

Una vez abiertos los hoyos o las zanjas, la implantación se hará en el menor tiempo posible para evitar

posibles daños en el suelo por erosión o pérdida de humedad.

Previamente a la plantación y en función de las condiciones agroclimáticas y la disponibilidad hídrica, dar

un riego para mejorar el tempero, si bien lo más usual es dar un riego tras la plantación.

Realizar la plantación tras los fríos invernales y antes de los meses de más calor y sequía.

Colocar los postes, el entramado, los tensores, las mallas y otras cubiertas antes de realizar la plantación

propiamente dicha, o simultáneamente con ella, utilizando los materiales y métodos más adecuados.

BCAM:

Evitar la erosión


Cuidados

iniciales de la

plantación

Los tutores, los elementos de sujeción y los apoyos de las cubiertas, deberán ser suficientemente robus-

tos, y en el caso de plantaciones en espaldera o lira, de la altura adecuada.

El atado a los tutores, que deberá tener siempre en cuenta la dirección habitual del viento en la zona, se

realizará con materiales adecuados para evitar anillados y heridas y si serán biodegradables y se evitarán

colores y materiales que no puedan integrarse en el entorno.

Instalar protectores con el fin de evitar ataques por conejos, liebres y otros roedores.

Instalar postes de material resistente a la corrosión, alineados, y a la profundidad, altura y distancia adecuadas.

Elegir los postes con la altura suficiente para establecer adecuadas pantallas foliares, con cabeceros robus-

tos, anclarlos adecuadamente, y distanciarlos según la carga del cultivo y el diseño y tipo de cubiertas.

Elegir los alambres de diámetro suficiente para soportar la carga de la cosecha y que permitan una ade-

cuada sujeción de las cubiertas y las mallas anti-granizo.

BCAM:

Conservación de los hábitats

MEDIO AMBIENTE:


Cuidados

previos a la

entrada en

producción

Cuando los protectores o tutores dejen de ser necesarios en la plantación, habrán de ser gestionados opor-

tunamente. Para consultar más información acerca de cómo gestionar estos residuos, siga este vínculo.

Limitar la aparición de malas hierbas, mediante labores adecuadas o aplicación de herbicidas autorizados.

Realizar las labores adecuadas para almacenar y mantener la humedad en el suelo.

Aplicar tratamientos contra mildiu y oidio, usando Cu y S respectivamente.

Reemplazar marras y eliminar raíces de la zona de injerto.

Realizar operaciones en verde para lograr el equilibrio y la correcta formación de la planta.

Si no se ha realizado abonado de fondo, establecer un plan de abonado secuencial y ascendente a lo lar-

go de 3 años.

Terminar la colocación de los elementos básicos de los parrales, las espalderas o las estructuras de sos-

tén, así como la instalación de los elementos de riego, si procede.

BCAM:

Conservación de los hábitats

MEDIO AMBIENTE:



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Labores Medida CondicionalidadMedidas

generales

Evitar el arranque de pies de viñedo en recintos con pendiente igual o superior al 15%, salvo en caso de

reposición autorizada por la autoridad competente.

Respetar la flora y actuar de forma que no se perjudique a la fauna.

Se recomienda el embolsado como técnica de manejo de los racimos. Se deben tener en cuenta las si-

guientes consideraciones:

Emplear preferentemente bolsas de papel adecuadamente tratadas y del tamaño necesario

Realizar el atado con material biodegradable.

Alejar del tronco y ramas principales la parte abierta de la bolsa para no facilitar la actuación de los pája-

ros sobre los racimos.

No se aplicarán tratamientos dirigidos al racimo desde la boca de la bolsa.

Retirar las bolsas y medios de atado de las plantaciones y de su entorno.

No abandonar racimos embolsados o no, dañados o no adecuados para su comercialización, ni en el inte-

rior ni en el entorno de las plantaciones.

Afecta a todos los ámbitos y

cuestiones de condicionalidad

Labores de

mantenimiento

En el caso de que el terreno se encuentre encharcado, no deben llevarse a cabo labores preparatorias.

En zonas catalogadas como de elevado riesgo de erosión (ZERE), se deberán respetar las restricciones

que establezca la administración competente para evitar la degradación y la pérdida de suelo.

No se permite realizar labores con volteo en la dirección de la máxima pendiente en parcelas con pen-

dientes superiores al 15% salvo que se disponga de autorización.

Realizar las labores superficiales con el suelo en tempero, para no alterar sus propiedades físicas, en es-

pecial su estructura.

Practicar labores poco profundas y limitar el número de pasadas.

Hacer el último pase perpendicular a la línea de máxima pendiente.

Abancalar el terreno en parcelas con pendientes superiores al 8% y poca superficie.

BCAM:

Evitar la erosión




MEDIO AMBIENTE:




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Labores Medida CondicionalidadMantenimiento

de una cubierta

vegetal

Mantener una cubierta vegetal natural, durante los meses de otoño-invierno, o en periodos de alta proba-

bilidad de precipitación, procediendo a su eliminación una vez comience a competir por la humedad con

las parras.

Si no existe competencia manifiesta con el cultivo, mantener la cubierta vegetal en el suelo el mayor

tiempo posible mediante siega. También sería recomendable complementarla o sustituirla por cubiertas

inertes, orgánicas o biodegradables que se consideren adecuadas. La eliminación de la cubierta verde se

llevará a cabo mediante procedimientos mecánicos o químicos autorizados, siguiendo las instrucciones de

la etiqueta del producto.

Establecer una cubierta vegetal en las bandas perimetrales de la parcela, con leguminosas, cereales,

mezclas de cereales con leguminosas, crucíferas o las especies convenientes según zonas.

BCAM:

Evitar la erosión




MEDIO AMBIENTE:




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Labores Medida CondicionalidadAbonado de

mantenimiento


Si la parcela se encuentra en una zona vulnerable a la contaminación por nitratos, respetar las medidas

establecidas por las autoridades competentes.

Si se reciben ayudas agroambientales, cumplir los requisitos mínimos relativos a la utilización de abonos

establecidos por las CC.AA.

Si se aplican lodos tratados procedentes de depuradoras de aguas residuales de origen urbano, conservar

la correspondiente documentación expedida por la depuradora, y el correspondiente análisis donde se

verifique la concentración inicial de metales pesados en el suelo.

No está permitido aplicar fertilizantes en una franja cuya anchura será, al menos, la establecida por cada

C.A. en el Código de Buenas Prácticas Agrarias. Dichas franjas estarán ocupadas por vegetación espontá-

nea.

Realizar análisis de suelo para cada unidad homogénea de cultivo o dentro de las plantaciones cada 2 ó 3 años.

Establecer un plan de abonado, para el periodo de producción (a partir del 3er año), considerando los

resultados de los análisis de suelo, la composición del agua de riego, la variedad y el calibre y la calidad

buscada en la uva, de manera que se eviten los aportes excesivos de nutrientes.

Llevar a cabo un examen visual del comportamiento de la plantación teniendo en cuenta especialmente la

existencia de posibles carencias nutricionales, el sistema de manejo, el tipo de suelo y el estado fenológico.

Realizar un análisis foliar (limbo o peciolo) en los momentos de floración y envero, con objeto de compro-

bar el nivel de nutrición de la planta y corroborar la bondad de la estrategia de abonado.

Suministrar los fertilizantes directamente al suelo y, en plantaciones con riego y siempre que sea posible,

aplicar la fertilización mediante el sistema de riego localizado. Cuando se emplee este sistema, respetar

los límites de solubilidad del producto, y evitar la formación de precipitados en las instalaciones.

BCAM:



Protección y gestión del agua

MEDIO AMBIENTE:





lodos de depuradora

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mantenimiento

En aplicaciones en superficie, evitar la utilización de aspersión para la distribución de fertilizantes, así

como los productos de granulometría fina.

Evitar los solapamientos y aplicaciones duplicadas y mantener los equipos de aplicación en perfecto esta-

do de limpieza y funcionamiento.

Esta recomendación es igualmente aplicable en el caso de pozos, perforaciones y fuentes que suministren

agua para el consumo humano u otros casos que requieran características de potabilidad del agua.

En riego por goteo, los abonos de liberación rápida se aplicarán en bajas cantidades.

Realizar preferentemente abonado foliar y aportes específicos de Ca para corregir carencias y como una

complementación del abonado convencional.

En riego por goteo la aportación de N, P, K conjunta, se realizará a lo largo del ciclo vegetativo y según la

demanda.

En riego por goteo aplicar los abonos sólidos localizados en la línea de riego y los líquidos con el agua de riego.

Abonado orgánico:

Para realizar los aportes de MO, utilizando enmiendas de estabilidad media-alta, es recomendable aplicar-

las con suficiente antelación y enterrarlas mediante labores superficiales.

Utilizar estiércoles maduros.

Abonado mineral:

Estimar la cantidad de N a aportar considerando el vigor actual del cultivo y el deseado.

En condiciones medias, las aportaciones de N recomendables varían entre 40-150 kg/ha. Esta cantidad

puede modificarse en determinadas variedades y en cultivo de alto rendimiento (ver tabla 4.3.).

Aportar el N en solitario, de manera fraccionada, en la forma más adecuada y superficialmente, durante

el período de primavera-verano (entre desborre y postcuajado) y nunca durante la parada vegetativa.

Los aportes recomendables de P oscilan en torno a 20-70 kg P2O5/ha, (ver tabla 4.4.), si bien ha de te-

nerse en cuenta que esta cantidad podría incrementarse hasta un 25% debido a inmovilizaciones o bajos

coeficientes de utilización del mismo.

En goteo distribuir el P a lo largo del ciclo y en función de la demanda.

El diagnóstico peciolar a través de la relación K/Mg (2-8) y la consideración en el suelo de las relaciones K/

CIC (2-4) y K/Mg (3-4), son buenos indicadores para estimar las cantidades necesarias de estos elementos.

BCAM:




MEDIO AMBIENTE:





lodos de depuradora

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mantenimiento

Se recomienda un aporte de K equivalente a 80-120 ó 150-200 kg K2O/ha según casos, aunque ha de

tenerse en cuenta el volumen de cosecha, el riesgo de provocar deficiencias de Mg y el tipo de suelo (ver

tabla 4.5.).

La dosis de Mg recomendada se sitúa entre los 20-35 kg MgO/ha, (ver tabla 4.6.) guardando aproxima-

damente una relación K:Mg de 3:1 para evitar desequilibrios.

Realizar simultáneamente el abonado con K y Mg, de forma temprana, en la proporción adecuada y de

forma accesible para las raíces.

Los aportes de Ca son necesarios incluso en zonas con alto contenido en caliza activa en el suelo. En ge-

neral se requieren entre 25 y 40 kg CaO/ha que pueden aplicarse por vía foliar.

BCAM:Conservación de la materia orgánica Conservación del los hábitatsProtección y gestión del aguaMEDIO AMBIENTE: Conservación del hábitat y aves Contaminación de aguas subterráneasContaminación por nitratos Protección de suelos y utilización de lodos de depuradora

Riego Disponer de sistemas de control de agua de riego, de forma que garanticen una información precisa sobre

los caudales de agua efectivamente utilizados.

Acreditar el derecho de uso del agua de riego concedido por la administración competente.

El riego será preferentemente localizado, pudiendo estar sobre el suelo, enterrado en él, o colgado. Dicho

riego presenta las siguientes ventajas: permite ajustar la dosis, aumentar la eficacia, reducir las pérdidas

de agua y deriva de fertilizantes y posibilita la realización de otras tareas mientras se lleva a cabo el riego.

Enterrar adecuadamente los elementos de riego en el centro de las calles.

En parcelas con pendientes pronunciadas, tomar las medidas necesarias para evitar encharcamientos.

Valorar los condicionantes que permitan establecer la conveniencia del riego, fijar estrategias razonables

y realizar un manejo adecuado del riego determinando el periodo más adecuado en función de las necesi-

dades del cultivo en los momentos clave del ciclo.

Realizar periódicamente controles del agua de riego, y calcular la dosis de riego necesaria, partiendo de

unas necesidades medias de las plantaciones de uva de mesa que deben establecerse en 500-600 mm

para variedades precoces, 700-1000 para tardías, y de 300 a 600 mm tanto en espalderas como en pa-

rrales. Para el cálculo del riego se plantean dos alternativas:

Establecer programas de riego basados en los datos de evapotranspiración de referencia para una deter-

minada zona (ET0) basándose en el coeficiente de cultivo (kc), para determinados momentos del ciclo de

la vid y de acuerdo con los datos climatológicos y las características del suelo en cada fase del cultivo,

intentando conjugar el nivel de estrés hídrico y el objetivo de lograr la calidad adecuada de la uva. Tener

en cuenta también la información suministrada por sensores de humedad del suelo, en la estimación del

potencial hídrico de la hoja, la utilización de dendrómetros y de medidores de flujo de savia, atendiendo a

las necesidades y estado fenológico de las plantas.

BCAM:



MEDIO AMBIENTE:




SALUD PÚBLICA, ZOOSANIDAD

Y FITOSANIDAD:

Fitosanitarios

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Labores Medida CondicionalidadRiego Seguir las recomendaciones de las unidades de la administración responsables del asesoramiento de riego

para cada zona. Para consultar los servicios oficiales de asesoramientos de riegos en España siga este

vínculo.

Consultar la información referente a caudales y sistemas de control de agua de riego contenida en los

planes hidrológicos de su Confederación Hidrográfica.

Para más información acerca de las recomendaciones para un riego eficaz, siga este vínculo.

BCAM:



MEDIO AMBIENTE:





Y FITOSANIDAD:

Fitosanitarios



/PwfGcp/es/documentos_pwfgcp/Fega_Conf_Hidrog.pdf

/PwfGcp/es/documentos_pwfgcp/Fega_DecalRiego.pdf

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Labores Medida CondicionalidadControl de

malas hierbas,

plagas y

enfermedades:

tratamientos

fitosanitarios

Utilizar productos autorizados. Para consultar estos productos siga este vínculo.

No verter productos fitosanitarios a las aguas subterráneas o llevar a cabo tratamientos fitosanitarios

sobre suelos encharcados o con nieve o sobre aguas corrientes o estancadas, así como aplicar estos pro-

ductos en una franja cuya anchura será, al menos, la establecida por cada C.A. en el Código de Buenas

Prácticas Agrarias. Dichas franjas estarán ocupadas por vegetación espontánea.

Cumplir los requisitos de capacitación establecidos por la normativa vigente en función de las categorías

o clases de peligrosidad de los productos. Se debe igualmente mantener los equipos de aplicación en per-

fecto estado de limpieza y funcionamiento. Siga este vínculo para obtener más información al respecto.

Para beneficiarios de ayudas agroambientales, es obligatorio cumplir los requisitos mínimos relativos a la

utilización de productos fitosanitarios establecidos por las CC.AA.

Diagnosticar la causa del problema presente en la plantación.

Utilizar las técnicas disponibles para prevenir y controlar, utilizando en última instancia productos fitosanitarios.

Elegir el producto adecuado teniendo en cuenta que se debe: aplicar las dosis indicadas en las etiquetas

y fomentar la alternancia de materias activas, no aplicar tratamientos de manera preventiva ni con el rie-

go, (excepto en el caso de mildiu, oidio, botritis y excoriosis), ni durante las horas más calurosas y bajo

condiciones adversas, actuando de manera que se respeten los insectos beneficiosos dentro de un nivel

tolerable de ciertas plagas.

Ajustar la pulverización. Evitar tratamientos químicos sistematizados, utilizándolos sólo si suponen la única

alternativa de control, y evitar la utilización de productos de amplio espectro.

Adoptar las medidas precisas para evitar que la deriva de las aplicaciones realizadas alcance a parcelas

distintas de las que se pretende tratar, como es el uso de boquillas de abanico.

BCAM:

Evitar la erosión



MEDIO AMBIENTE:




Y FITOSANIDAD:

Fitosanitarios

http://www.magrama.gob.es/es/agricultura/temas/medios-de-produccion/productos-fitosanitarios/fitos.asp

http://www.fepex.es/archivos/publico/Fitosanitarios/Fitosantarios- Texto.pdf

http://www.fega.es








malas hierbas,

plagas y

enfermedades:

tratamientos

fitosanitarios

Evitar los tratamientos con productos químicos 15 días antes de la recolección y respetar el plazo de se-

guridad de la etiqueta de los productos.

Respetar los límites máximos de residuos permitidos. Para consultar las obligaciones y recomendaciones

referentes a los límites máximos de residuos en alimentos siga este vínculo.

BCAM:

Evitar la erosión



MEDIO AMBIENTE:




Y FITOSANIDAD:

Fitosanitarios

Control de

malas hierbas

plagas y

enfermedades:

consideraciones

específicas de

los tratamientos

contra plagas y

enfermedades

Comunicar a los servicios de sanidad vegetal de las CC.AA. la aparición de nuevas enfermedades o plagas

en las plantaciones.

Realizar el seguimiento y control de plagas mediante tratamientos dirigidos y localizados.

Utilizar variedades, cultivares y patrones exentos de virosis legisladas.

Retirar o quemar con autorización las raíces y restos de plantaciones que pudieran estar afectados por

hongos o nemátodos.

Aplicar métodos de lucha biológica que respeten los insectos beneficiosos, empleando técnicas de confu-

sión sexual para el control de la polilla del racimo, de trampeo masivo para el control de la mosca de la

fruta (Ceratitis capitata) y si es necesario de la mosca del vinagre (Drosophila sp.), así como técnicas de

atracción alimenticia o lumínica para el muestreo poblacional. Las trampas deberán ser reciclables, espe-

cialmente las alimentarias y retirarse por las vías adecuadas.

Desinfectar los instrumentos usados para evitar propagación de plagas y enfermedades.

BCAM:

Evitar la erosión


MEDIO AMBIENTE:

Conservación del hábitat y

aves

Contaminación de aguas

subterráneas


Y FITOSANIDAD:

Fitosanitarios

/PwfGcp/es/documentos_pwfgcp/Fega_LimitMax.pdf

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malas hierbas,

plagas y

enfermedades:

consideraciones

específicas de

los tratamientos

contra malas

hierbas

Debe controlar las especies de vegetación espontánea no deseada (malas hierbas), definidas por su C.A.

Quedará exento de esta obligación en el caso de que la autoridad competente determine que el control no

ha sido posible por condiciones meteorológicas adversas.

Comunicar a los servicios de sanidad vegetal de las CC.AA. la aparición de nuevas especies de malas hier-

bas en las plantaciones.

Controlar las especies no deseadas sin pretender su erradicación.

Llevar a cabo las operaciones de cultivo adecuadas.

Anteponer el control de las malas hierbas con medios mecánicos frente al uso de herbicidas.

Utilizar medios mecánicos, o la técnica del acolchado, o herbicidas en línea, cuando los métodos cultura-

les no permitan un control adecuado de las malas hierbas.

Evitar el uso de herbicidas con carácter residual en suelos arenosos.

Aplicar herbicidas en el momento de máxima sensibilidad de las malas hierbas.

BCAM:

Evitar la erosión


MEDIO AMBIENTE:

Conservación del hábitat y

aves

Contaminación de aguas

subterráneas


Y FITOSANIDAD:

Fitosanitarios

Poda y gestión

de restos de

poda

No quemar los restos de poda: eliminarlos mediante el sistema que tenga establecido la autoridad com-

petente.

Es obligatorio realizar las podas con la frecuencia tradicional en cada zona para mantener los viñedos

en buen estado vegetativo. Esta obligación se concreta en la realización de, al menos, una poda anual,

según lo establecido en cada zona.

Realizar, donde sea necesario, especialmente en parras conducidas en espaldera, donde los zarcillos están

enredados en alambres, una labor de prepoda que facilite las labores posteriores de poda.

Realizar la poda anual en reposo vegetativo, de manera que se minimicen las heridas, con el fin de man-

tener las plantaciones en buen estado vegetativo.

Restituir los restos de poda al terreno tras una labor mecánica de troceado y triturado.

En los casos en que los restos de poda estén afectados de hongos de madera u otros patógenos y plagas

peligrosas para el cultivo, debe solicitarse una autorización para llevar a cabo la quema, y se seguirán las

instrucciones que figuren en tal autorización respecto a las medidas de seguridad.

Incorporar los restos vegetales de linderos y márgenes al suelo mediante las labores que se hagan al

mismo en las distintas épocas.

BCAM:



MEDIO AMBIENTE:


NIP

O 2

80-1

2-0

50-9

http://www.fega.es




Manual para el cumplimiento de la condicionalidad · uva de mesa (Prácticas de obligado...

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