Era agosto 26, un domingo de 2015, la hora era aproximadamente las 6:00 de la tarde, un día caluroso, mi familia y yo acabábamos de mudarnos a una nueva casa en california, una casa de 2 pisos, color café con acabados de piedra en la fachada, amplias ventanas y puertas altísimas.

Mientras la mudanza y mi mama comenzaban a bajar los muebles decidí bajar mi caja de cosas que llevaba en el carro conmigo; camine por el largo pasillo frente a la puerta de la casa, que a sus dos costados tenia pequeños jardines. Por dentro la casa era demasiado amplia, color azul marino, con algunas paredes blancas, subí las escaleras ubicadas al laso derecho, frente a mí, había un pasillo largo en forma “L” donde se encontraban 2 puertas, una enfrente de la otra, camine hacía la puerta del lado izquierdo, era un cuarto no muy grande, que tenía una ventana hacia el patio trasero de la casa, la habitación no me agrado mucho, así que cerré la puerta y abrí la del lado contrario a la otra habitación. Un cuarto muy amplio, color crema, con una ventana hacia la avenida con su propio armario, y mucha iluminación, decidí que este sería mi habitación, entre y deje la caja que llevaba entre mis brazos en el suelo, me dirigí a el armario, el armario era muy extenso, color blanco con 2 secciones para colgar la ropa, y debajo de ellos pequeñas repisas para colocar los zapatos un mueble al final a el cual se le podían abrir las puertas hacia los lados; comencé a acomodar mi ropa, pasaron aproximadamente 2 horas, y termine agotada.

Salí de mi habitación y baje a el comedor, mi hermano, madre y padre se encontraban cenando rosquillas, así que decidí cenar con ellos, mientras cenábamos tuvimos una pequeña charla acerca de nuestro

nuevo vecindario y nuestra nueva casa, al final de la cena fui de vuelta a mi habitación, la cual ya contaba con cama, que habían instalado mientras yo acomodaba mi ropa. Acomode las sabanas, cobijas y dormí, pues estaba agotada.

Al día siguiente, lunes 28, era un día de escuela, la alarma sonó y me desperté, entre a mi armario por mi uniforme el cual se encontraba colgado, y mis zapatos que se encontraban en su correspondido lugar. Ubicado en el piso. Tome mis zapatos y pude notar un pequeño espacio en el piso, una grieta, de aquella pequeña grieta se podría notar una luz, me quede observando esa luz por unos cuantos segundos más, y ¡vaya sorpresa! ¡Al parecer había un “cuarto” escondido debajo de mi armario!, al notar eta grande sorpresa no pude evitar recordar las palabras de mi madre en la noche anterior “esta casa tiene muchas sorpresas”.

Me dio tanta curiosidad descubrir lo que se encontraba debajo de mi armario, que parecía un pequeño cuarto. Pero la voz de mi madre interrumpió mi gran entusiasmo -¿Estas lista para irnos?- y yo le respondí: -Un segundo mas mamá- Rápidamente salí de mi armario, apresurada por cambiarme para ir a la escuela(…)

(…)Después de 8 largas horas en la escuela, por fin pude recorrer ese largo camino de la secundaria a mi casa, lleno de grandes árboles y arbustos, pareciera que nunca tendría fin, curvas curvas, topes topes, y más curvas, pero bueno ¿Qué podría hacer yo para cambiar ese largo camino? Por fin, después de 15 largos minutos, que para mi fueron

eternos; pues tenía tanta curiosidad por regresar a mi armario a descubrir aquel cuarto secreto.

Ya dentro de casa, no pude esperar y subí corriendo las escaleras, la cuales estaban acompañadas por una pared llena de fotografías familiares.

Entre a mi cuarto y justo enfrente de mi estaba mi armario, grande y color blanco; rápidamente entre y fui directamente al lugar donde había visto aquella grieta. Intente abrirla, empujándola, brincando sobre ella, incluso intentando jalándola con mis pequeños y débiles dedos, sentada en cuclillas y mis pequeñas manos haciendo el gran esfuerzo de abrir ese “pasadizo”, caí al suelo. Me sentía derrotada y decepcionada, hasta que vi una pequeña palanca ubicada en la parte inferior del lado derecho de la pared del armario, debajo de la ropa colgada, y casi camuflajeada por un par de converse rojos. Decidí arrastrarme hasta aquella palanca, pues era mi última esperanza para abrir aquel pasadizo. Jale esa palanca y el pedazo de piso cubierto con alfombra azul, o mejor dicho a la puerta del pasadizo se recorrió hacia el lado izquierdo, y seguido de ese movimiento un par de escaleras comenzaron a descender a aquel “cuarto secreto”

Me sentí algo decepcionada, pues el cuarto no tenía nada en especial, es decir ¿tanto para nada? Era pequeño, color piel que quizás en algún tiempo había sido un color amarillo, tenía un sofá personal, y justo enfrente un espejo; camine directamente hacia el espejo, pues tenía aspecto raro, parecía de los años 1700, mientras observaba mi reflejo, en el note una pintura, el cual parecía ser el mismo cuarto, pero quizás unos 100 o 200 años atrás, me pareció muy extraño, lo observe unos cuantos segundos más, cuando sentí que comencé a sentirme débil, me

senté en el sofá, cerré los ojos, y a los cuantos minutos, desperté en el sofá, pero con un panorama de una multitud caminando hacia un mismo lugar, a los pocos segundos de estar ahí, el sofá desapareció y caí al suelo, del cual se me obligo a levantarme rápidamente pues si no sería aplastada, así que decidí unirme a aquella multitud, ¿Qué más podía hacer? No tenía idea de que hacia allí, ni como llegue. Mientras caminaba unida a la multitud que llevaba puesto largos vestidos, camisas y pantalones con aspecto viejo, pareciendo del siglo XVI, parecía que era gente en “huelga” o simplemente molesta, al menos creo que iban a declarar o luchar por algo, después de unos minutos de caminar, todos se detuvieron, y me encontraba frente a lo que parecía “la plaza central”, o al menos un lugar concurrido, con un gran pedestal, donde en ese momento se encontraba una persona sobre él, expresándose sobre la idea de que Dios no era “el centro” de todo, si no los seres humanos, me tomo solo unos segundos para darme cuenta de que se trataba del movimiento del humanismo, y de nuevo llego esa pregunta a mi cabeza ¿Qué hago aquí y como llegue aquí?, luego de unos cuantos minutos comenzaron a escucharse gritos que provenían de la gente que se encontraba más adelante, y de pronto todos comenzaron a dispersarse, desesperadamente, por los conocimientos que tenia puedo imaginar que era la iglesia, o la burguesía que no estaba de acuerdo con la idea y querían atraparlos o “castigarlos”, así que comencé a correr junto con la multitud, desesperadamente es decir ¿Qué haría yo? No estoy muy segura ni que hago aquí.

Mientras corría pude notar una casa muy similar a donde me encontraba viviendo actualmente, así que decidí entrar ahí, a fin de cuentas era lo más “conocido” que tenia, al entrar todo era igual, los

colores, las fotografías familiares, así que subí a mi habitación deseando que si subía todo volviera a su normalidad, pero no fue así, los gritos seguían escuchándose, así que recordé que la última vez que estuve en “mi realidad” fue en el cuarto secreto que se encontraba en mi armario, me dirigí a él, jale la palanca, y las puertas se deslizaron, baje, y se encontraba exactamente igual, excepto la pintura la cual se podía observar “mas renovado”, ósea el cuarto mismo mucho mas “nuevo”, entonces al mirarlo recordando, el antiguo cuadro que había visto en mi tiempo “presente”.

Al mirarlo tuve la misma sensación de antes y simplemente pensé “oh no”, y caí al piso, dormida.

Desperté, y me encontraba vestida, armada y rodeada de personas, las cuales parecían –y parecía- pertenecer a un imperio europeo, quizás el de Inglaterra, parecía que se estaban preparando para atacar, cuando de repente todos comenzaron a marchar, por lo tanto me vi obligada a comenzar a hacerlo también, se marchó una gran distancia, hasta que pude ver que llegamos a otro “territorio”, y fue ahí cuando todos comenzaron a atacar, no mentiré, tenía bastante miedo, no tenía ni idea de lo que estaba sucediendo, solo podía ver lo que debería ser, o al menos pensaba que eran, 2 imperios atacándose entre sí. Finalmente decidí imitar los comportamientos de los demás, quizás así podría sobrevivir o algo así, al tanto de estar corriendo y atacando –o al menos mi intento de hacerlo-, me cubrí tras una gran roca, mi respiración era muy rápida y agitada, corriendo, y atacando, ¿una niña de 13 años haciendo eso?, nunca lo imagine para ser sincera, después hubo algo que llamo mi atención, detrás de muchos árboles pude observar lo que

podía ser mi actual casa. Voltee a ambos lados para ver si alguien podía verme o si corría el peligro de ser atacada, al momento de hacer eso, vi como parecía ser “invisible”, es decir, frente a mí se encontraban peleando al menos unas 10 personas, y ni una sola notaba mi presencia ahí. Deje de pensar en mis probabilidades de ser “invisible” –las cuales deseaba con todas mis fuerzas que fueran reales-, y comencé a correr en dirección a “mi casa”.

Llegue y entre desesperadamente a mi habitación, creo que comenzaba a hallarle sentido a esto, ya que era la segunda vez que veía mi casa en este “viaje”. Estaba pasando por sucesos históricos, de repente aparecía mi casa y me salvaba, pero la pregunta aquí era ¿Cuándo regresaría a mi tiempo presente? O quizás debería llamarlo “tiempo futuro”.

Ingrese a el cuarto secreto, y de nuevo había algo diferente, la pintura, es decir, era de nuevo el mismo cuarto secreto, pero más renovado, ¿acaso eran los cambios de este pequeño cuarto los que me hacían viajar?, por tercera vez sentí que comenzaba a darme sueño, así que lo tome con un poco más de normalidad.

Desperté, y me encontraba en lo que parecía ser la primera guerra mundial, estaba en una llamada “trinchera”, a mi alrededor se encontraban personas con rifles, granadas en mano, e incluso creo que a un costado se encontraba un “misil”, podía ver muchas balas pasar sobre de mí, se podía distinguir el sonido de cosas explotando, incluso de lo que parecía ser aeroplanos.

Creo que ahora me encontraba mucho más cercas del año 2015, solo esperaba que esto acabara pronto.

Como dije antes la gente de mi alrededor se encontraba con armas, algunas estaban siendo utilizadas otras no, después de poco tiempo de observar los movimientos pude ver que, estaban divididos en “líneas”, y después de ciertos minutos, una línea salía de la trinchera e iba atacar, la siguiente línea esperaba otros minutos y repetía el movimiento de la misma, al momento de observar eso entre en pánico, pues me encontraba a solo 3 líneas de tener que salir de lo que por ahora era “mi zona de confort”, pasaron aproximadamente 10 minutos, y me encontraba delante, junto con 3 personas a mi lado izquierdo, y otras 3 más a mi lado derecho, todas iban armadas, menos yo, fue ahí cuando mi pánico aumento, pero quizás fue demasiado tarde, pues se levantaron y salieron de la trinchera, volteaba a todos mis lados asustada, no podía observar mi casa para que llegara de algún modo a “salvarme”, decidí correr tras la única persona que pude reconocer, la cual se había encontrado a un lado mío hace unos cuantos segundos, corrió una larga distancia, pasando entre los altos pinos que nos rodeaban, creo que iba con intención de esconderse.

Mientras corría no podía evitar voltear a mis lado derecho e izquierdo, en busca de algún rastro de mi casa, la cual aún no aparecía y eso me preocupaba, hasta que de pronto tropecé con un tronco tirado, y comencé a rodar rumbo a bajo, plantas y tierra húmeda se adhería a mi cara, después de rodar unos cuantos metros abajo, finalmente llegue a superficie plana, con un gran esfuerzo me levante y estaba de nuevo rodeada de pinos, la única diferencia es que me encontraba sola, y llena de tierra húmeda y plantas desagradables por mi cara y ropa, comencé a caminar, en busca del mismo objetivo –mi casa-.

Después de aproximadamente unos 5 metros, sentía que no podía mas , y recargue mi espalda en un tronco, en el cual me deslice hasta

tocar el piso y quedar sentada, mis ojos comenzaban a cerrarse, creo que tenia sueño, mi cabeza descanso en mi hombro izquierdo, y fue ahí cuando, la esperanza y fuerzas llegaron a mí de nuevo, podía observar un “pequeño pueblo” no muy lejos de mi. Rápidamente me levante y camine hacia él. Minutos más tarde me encontraba rodeada de gente y casas, frente a mi estaba una gran iglesia.

Me sentí un poco aliviada, pues ya no estaba sola, así que comencé a caminar en el pequeño pueblo, por un momento olvide en la situación en la que me encontraba, y fue ahí cuando, justo frente a mí, se encontraba mi hogar.

Desesperadamente entre, como las antiguas veces, siempre se encontraba sola y exactamente igual a “mi presente”, corrí a mi habitación, después a mi armario y finalmente a aquel cuarto secreto, y de nuevo aquella pintura estaba diferente, ahora se veía el cuarto secreto como la primera vez que lo vi, y frente al espejo se veía una persona, observe con más atención, y pude notar que esa persona era yo. La sensación que tuve fue diferente, pues ahora realmente sentí muchísimo sueño, me recosté en el sofá, y caí completamente dormida.

Mi sueño pacifico fue interrumpido por la voz de mi madre gritando mi nombre para ir a comer, fue ahí cuando la tranquilidad regreso a mí, pues sabía que me encontraba de nuevo en mi hogar, en mi tiempo presente con mi familia, por fin, después de tantas angustias.