LUIS MÁRQUEZ

Adiferencia con lo quesucede con la patata,la remolacha azucare-ra es un cultivo ‘indus-

trial’, por lo que en él se ha alcan-zado un nivel de tecnología muysuperior al de otros cultivos queocupan en el mundo una superfi-cie mayor.

Además, la remolacha azuca-rera, cuyo cultivo ocupa el 0.6%de la superficie agrícola mundial,lo que la coloca en el vigésimolugar en una lista que encabezanel trigo, el arroz, el maíz y la ce-bada, con el 40% de la superfi-cie en conjunto, tiene un fuertecompetidor: la caña de azúcar,bien adaptada a las zonas tropi-cales y subtropicales con abun-dantes lluvias, que ocupa una su-perficie del doble a la dedicada ala remolacha.

A pesar de esto, y de los in-tereses económicos que desdehace siglos se enfrentan alrede-dor del azúcar, la remolacha azu-carera ha mantenido su interés

de cultivo, ha dado lugar a unaprogresiva reducción de la super-ficie cultivada para no superar las‘cuotas’ establecidas. Esto sepone especialmente de mani-fiesto en el caso de países comoEspaña, en los que se ha dupli-cado la producción superficial enmenos de 30 años. Así, tomandocomo referencia los últimosaños, de las 148.000 hectáreascultivadas de remolacha en lacampaña 1997/96, se ha pasadoa 102.000 ha en la campaña2005/06, de las cuales 37.500 milha son de siembra otoñal (ZonaSur, de estas 14.000 ha se culti-van en secano), manteniendo laproducción por encima de los 7millones de toneladas de remo-lacha, que aproximadamenteequivalen a un millón de tonela-das de azúcar, de los algo másde 20 millones de toneladas de

como cultivo comercial, en granmedida por el esfuerzo investiga-dor desarrollado en su cultivo yen el proceso industrial que de élse deriva, al ser considerado co-mo estratégico para las zonasagrícolas templadas, que por suscondiciones climáticas no pue-den acceder al cultivo de la caña.

Ha sido principalmente elsector del remolachero-azucare-ro europeo el que ha impulsadoel desarrollo de esta tecnología,manteniendo un equilibrio entrela producción de remolacha y elconsumo de azúcar, de maneraque sólo se ha venido cultivandouna superficie próxima a la nece-saria para cubrir la demanda, so-bre la base de un precio de ga-rantía interesante.

El incremento de la produc-ción superficial, conseguido conla optimización de las técnicas

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MAQUINARIA PARA LARECOLECCIÓN DE LA REMOLACHA

Parte 1.- Bases agronómicas y fases en el proceso de recolección

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tad son imputables a la recolec-ción.

Al tratarse de un cultivo ‘in-dustrial’ las empresas azucare-ras han actuado como aglutinan-te de unas interprofesionalesmuy activas, con sus propioscentros de investigación aplicadaque se han encargado de ponera punto una tecnología capaz dereducir los costes de produc-ción, dedicándole a la mecaniza-ción del cultivo una buena partede su actividad.

Esto explica que se haya lle-gado a un grado de mecaniza-ción muy elevado, con la consi-derable reducción de la mano deobra ocupada. Una muestra deello es el cambio producido enlos últimos 50 años en los paíseseuropeos, que queda reflejadoen la Figura 1.

Esto no quiere decir que lamecanización del cultivo sea uni-forme en todas las regiones. Así,

de azúcar aumenta. En conse-cuencia, si se consiguen bajarlos costes de producción, la re-molacha azucarera puede mante-nerse y competir, aunque no seatan buen negocio como hastaahora. Uno de los puntos críticosserá el de la mecanización racio-nal del cultivo, y especialmenteel de la recolección.

LA IMPORTANCIA DE LAMECANIZACIÓN DE LA RECOLECCIÓN

Al analizar los costes de pro-ducción en el cultivo de la remo-lacha que utiliza un nivel de tec-nología alto, en una zona en laque resulta necesario el riego(entre el 15 y el 20% de los cos-tes), se observa que entre el 30y el 35% de los costes de pro-ducción corresponden a la meca-nización, de los cuales casi la mi-

azúcar que se producen al añoen el UE-25. La producción me-dia de remolacha ha pasado, eneste periodo, de las 56 t/ha a las70 t/ha, alcanzándose en la ZonaNorte, con toda la remolacha ba-jo riego, la producción media de80.8 t/ha, que equivalen a 90.3t/ha de remolacha tipo con el 16°de polarización.

En estos momentos, la situa-ción del cultivo de la remolachaazucarera en Europa es incierta,ya que han cambiado de golpelas reglas del juego, incentivandoeconómicamente el abandonodel cultivo, y bajando drástica-mente los precios que serán pa-gados a los agricultores.

En esta situación, la remola-cha, que era el cultivo de refe-rencia en muchas zonas agríco-las españolas, ha perdido partede su interés, y slo será un culti-vo rentable si, como se ha veni-do haciendo hasta ahora, se si-gue mejorando su rendimientoaplicando los criterios de la ‘pro-ducción integrada’, a la vez quese reducen los costes de pro-ducción con una mecanizaciónracional, especialmente en lospaíses en el que el nivel de desa-rrollo es mayor, en los que estoscostes inciden en gran medida.

Por otra parte, el porcentajede azúcar mundial procedentede la remolacha se ha reducidoprogresivamente en la última dé-cada, pasando del 30.2% en lacampaña 1997/98 al 24.8% en la2005/06, a la vez que en estemismo periodo el consumomundial de azúcar ha pasado delos 114 millones de toneladas amás de 135 Mt. Conviene desta-car que, a principios del siglo XX,el porcentaje de azúcar de remo-lacha era del 53%, que a media-dos de siglo ya era del 35.7%, yque este porcentaje se mantuvohasta la campaña 1975/76.

Ahora, con el incremento dela demanda de biocombustibles,el alcohol procedente de la cañava a incidir sobre la oferta y losprecios en el mercado del azú-car, más aún cuando la demanda

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Figura 1.- EVOLUCIÓN DE LOS TIEMPOS DE TRABAJO EN HORAS-HOMBRE POR ha CULTIVADA DE REMOLACHA EN SUECIA

Fuente: Hilleshög.

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en países en desarrollo en losque se cultiva la remolacha, co-mo son algunos del norte deÁfrica, en los que más del 75%de las unidades que producenremolacha disponen de menosde una hectárea, la recolecciónes en su mayor parte manual. Enconsecuencia, las herramientaspara el arranque manual coexis-ten con la maquinaria de mayornivel tecnológico, como son lascosechadoras autopropulsadaspara 6 líneas, que realizan la re-colección integral en un tiempode una hora/ha.

La diversidad de situacioneshace que la oferta de máquinasno proceda de las grandes multi-nacionales del sector, sino deempresas especializadas que uti-lizan componentes normalizadospara poner en el mercado el pro-ducto más apropiado para cadasituación socioeconómica.

La necesidad de tener cercauna unidad de transformación haestablecido que los cultivadorestrabajen bajo contrato, y quetambién tengan que seguir unanormativa en la entrega que per-mita optimizar el proceso indus-trial. Esto va unido a los ‘des-cuentos’ por la presencia de im-purezas, como la tierra queacompaña las raíces, así comolos restos de hojas que interfie-ren en el proceso de obtencióndel azúcar, y sobre todo al conte-

parte, el cultivo de la remolach aen España ofrece una situ a c i ó nque lo hace diferente al de Euro-pa Central; la posibilidad de cul-t i var remolacha de invierno, osea de siembra otoñal, en la Zo-na Sur de la Península Ibérica,permite realizar la recolecciónen verano, con suelos muy se-cos, lo que, si bien reduce lacantidad de tierra adherida a lasraíces, hace que a la cosecha seincorporen terrones con caracte-rísticas físicas similares a las delas raíces, que son muy difícil-mente separables por mediosmecánicos. Frente a este pro-blema, la mejor opción es ev i ta rque aparezcan estos terrones enel arranque, manteniendo unsuelo estru c turado, ya que nor-malmente no se puede recurrir aun riego tardío por la escasez deagua en el momento de la reco-l e c c i ó n .

La presencia de piedras esun problema adicional para elque se ofrecen algunas solucio-nes mecánicas, aunque en lamayoría de los casos se prefierebuscar campos sin piedras parael cultivo de la remolacha, espe-cialmente como consecuenciade que las superficies de cultivoestán limitadas por las cuotas deentrega disponibles.

Al igual que sucede en otroscultivos en los que la cosecha seencuentra enterrada, mantenerun suelo bien estructurado y sinsuelas de labor que impidan eldesarrollo radicular de las plan-tas, resulta esencial para alcan-zar un elevado nivel de produc-ción.

FASES EN EL PROCESODE RECOLECCIÓN

Se conoce como recolecciónal conjunto de operaciones quese realizan para extraer la raíz delcampo dejándola en condicionespara su entrega en la azucarera.En ella se pretende recoger todala cosecha sin producir daños enlas raíces, eliminando la tierra y

nido de azúcar en las raíces, parael que se toma como referencia16º de polarización.

La toma de muestras en laentrada de la azucarera, junto alpesado de la remolacha recibida,da paso al proceso industrial.Aquí debe de llegar el productorde remolacha con su cosecha,en lo posible, limpia de impure-zas.

CONDICIONANTES DELCULTIVO QUE AFECTANA LA RECOLECCIÓN

Como consecuencia de quela remolacha hay que arrancarladel suelo, la tierra queda adheri-da a la raíz en función del conte-nido de humedad, y resulta difícildesprenderla por medios mecá-nicos. Esto da lugar, en las zonasen las que la recolección se reali-za en situaciones muy húmedas,a que los porcentajes de tierraen la entrega lleguen a superarcon facilidad el 20%. Esto signifi-ca que de cada cinco camionesentregados uno sería de tierra, loque da idea de la magnitud delproblema para la azucarera.

En España la situación eneste aspecto es menos crítica,ya que los porcentajes mediosde descuento en la entrega, ensu mayoría tierra, se mantienenentre el 10 y el 12%. Por otra

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Figura 2.- OPERACIONES EN EL PROCESO DE RECOLECCIÓN DE LA REMOLACHA

a) Deshojado; b) Descoronado; c) Arranque; d) Limpieza y carga.

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piedras que pueden acompa-ñar a las raíces.

Cuando en una máquina seagrupan varias operaciones, lasdenominaciones de las máqui-nas que las realizan son las si-guientes:

• D e s c o ro n a d o ra - a rra n c a d o ra :Combina los procesos de des-coronado y arranque e incluyedispositivos que eliminan partede la tierra unida a las raíces.Las raíces del conjunto delíneas sobre las que se realizael descoronado-arranque que-dan hileradas en un solo cor-dón.

• Arrancadora-cargadora: Com-bina los procesos de arranquey carga e incluso los dispositi-vos necesarios para eliminar latierra unida a las raíces. Trabajasobre raíces que han sido pre-viamente descoronadas, aun-que puede disponer de algúnelemento que complete el des-hojado de la descoronadora uti-lizada con anterioridad.

• C o s e ch a d o ra inte g ra l : C o m b i-na las operaciones de descoro-nado, arranque, limpieza y car-ga. Puede disponer de tolva paraalmacenar las raíces cosech a-das, o precisa trabajar en parale-lo con un remolque sobre el querealiza la descarga de manerac o n t i n u a .

ñan para reducir los costes detransportes, evitando extraernutrientes del campo, que ha-brá que reponer con abono, ylimitar la difusión de plagas yenfermedades

Estas operaciones simplesse pueden realizar con máquinasindependientes, o bien agrupan-do varias de ellas en la mismamáquina, dando lugar a máqui-nas que toman las siguientes de-nominaciones:• Descoronadora (o peladora):

Realiza el descoronado elimi-nando todas las hojas y la partesuperior de la raíz donde se in-sertan, quedando las raícesdescoronadas en el suelo, dis-puestas para la siguiente ope-ración.

• Arrancadora: Se encarga desacar las raíces del suelo paradejarlas sobre la misma línea oagrupando las líneas contiguaspara la posterior recogida. Enella se pueden incorporar dis-positivos de limpieza que elimi-nan parte de la tierra que que-da adherida a las raíces.

• Recogedora-cargadora: Seencarga de la recogida de lasraíces, previamente arrancadasy alineadas, para colocarlas enuna tolva dispuesta en la mis-ma máquina, o sobre un remol-que que se desplaza junto aella. Dispone de elementos delimpieza para eliminar la tierra y

las piedras que la acompañan.En consecuencia, el equipo derecolección seleccionado debepermitir extraer las raíces ente-ras y sin heridas con un nivel depérdidas mínimas, eliminando latierra que se adhiere y las hojasque reducen el porcentaje deazúcar y la calidad tecnológica dela raíz.

Para ello hay un conjunto deoperaciones simples, que sepueden realizar de manera suce-siva en la misma máquina, o enmáquinas independientes quetrabajan desfasadas en el tiem-po, actuando sobre una o variaslíneas a la vez.

Estas operaciones son:• Descoronado y pelado: Para

eliminar las hojas y la parte aé-rea de la raíz donde se insertan(cabeza). La raíz de remolachadebe de entregarse sin hojas nirestos de ellas, ya que no con-tienen azúcar y su presenciafavorece las fermentaciones ydificulta el proceso tecnológicode extracción de azúcar.

• Arranque: Extrayendo las raí-ces enteras, de manera que laparte de cola que queda en elterreno sea mínima, y sin pro-ducir roturas o heridas que danlugar a pérdidas en el conteni-do de azúcar.

• Limpieza: Eliminado la tierraadherida a las raíces y los terro-nes y piedras que las acompa-

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DESCORONADORA-PELADORA ARRANCADORA LIMPIADORA-CARGADORA

DESCORONADORA-ARRANCADORA ARRANCADORA-CARGADORA COSECHADORA INTEGRAL

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Al encontrarse las raíces dis-p u e s tas en línea, la línea se con-vierte en la unidad de anchura detrabajo para todas las operacionesde recolección. La distancia entrelíneas para la remolacha en Euro-pa es normalmente 50 cm, aun-que hay zonas en las que se pre-fieren los 45 cm para aumentar laproductividad, lo que generalmen-te conlleva un incremento de lat i e rra que acompaña a las raícesen el arranque, y obliga a utilizaren los tractores ruedas gemelasm uy estrechas que permitan elpaso por la interlínea. En algunaszonas de Andalucía, con remola-cha de siembra otoñal en secano,se utiliza como distancia entrelíneas 55 y 60 cm para permitir elpaso entre las líneas de los tracto-res de cadenas metálicas.

Para utilizar equipos de másde una línea, la distancia entredos líneas consecutivas se tieneque mantener constante en todala parcela. Variaciones superioresen 5 cm en la separación entrelíneas afectan a la calidad del tra-bajo, especialmente en el arran-que. Esto obliga a que el númerode elementos de la sembradorasea múltiplo del número delíneas con las que trabaja el equi-po de recolección que se utilice.

LO QUE OFRECE ELMERCADO

La oferta que llega al merca-do ha ido evolucionando en el

nar los tractores disponibles enlas explotaciones, que en algu-nos casos hacen posible el des-coronado y el arranque en la mis-ma pasada, con estas máquinascolocadas simultáneamente enel enganche frontal y en el pos-terior del tractor.

La combinación de descoro-nadoras y arrancadoras de 6 fi-las, junto con remolques auto-cargadores arrastrados por untractor, se presentan como unasolución competitiva frente a lasgrandes cosechadoras de 6líneas, por la menor inversión ne-cesaria para adquirirlos, especial-mente cuando las superficiestrabajadas por año no son muyaltas.

En los equipos descom-puestos, aunque predominanlos de seis líneas, también sefabrican descoronadoras/pela-doras de 3 y de 4 líneas, paraser accionadas por tractores demenor potencia, y arr a n c a d o r a sde 2 y de 3 líneas, por la mismarazón. Son máquinas que se uti-lizan en zonas remolacheras enlas que el cultivo se realiza conmenor nivel de tecnología, ocuando las distancias entrelíneas no mantienen la normade los 50 cm.

En cualquier caso, los princi-pios mecánicos que se utilizanson bastante similares, por loque debe de hacerse una evalua-ción de la inversión para decidirel equipo que conviene frente acada situación particular.■

tiempo, de manera que en la ac-tualidad, y dirigidos a zonas enalto nivel de mecanización, pre-dominan los equipos de 6 líneas,con distancias entre líneas de 50cm, tanto en cosechadoras auto-propulsadas, como en equiposdescompuestos (descoronado-ras/peladoras y arrancadoras).

Se mantiene la oferta de co-sechadoras arrastradas de una fi-la para cultivadores con pequeñasuperficie, aunque tienden a de-saparecer a medida que las em-presas de servicio a terceros seimplantan en la zona geográficaconsiderada.

La oferta de cosechadorasautopropulsadas de una, dos, eincluso de tres filas, ha perdidointerés, ya que el coste de fabri-cación es muy elevado para laproductividad que pueden ofre-cer, y han dejado de ser competi-tivas frente a los equipos des-compuestos que pueden accio-

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