María en su soledad desde la fe - Passiochristi.org€¦ · reencuentro de la libertad, del...

Comunidad Pasionista | Santuario de Santa Gema | 28002 Madrid | Abril 2020 | Nº 1.056 | Año CIII

Maríaen su soledaddesde la fe

Tronaba el cielo rugiente,la tierra se estremecíabramaba el agua, María“estaba” sencillamenteJ.M. PEMÁN

CUBIERTA ABRIL 2020.qxp_Cubierta 20/03/20 14:33 Página 3

Portada: Murillo, DolorosaMuseo de Bellas Artes, Sevilla

Edita:PASIONISTAS - Madrid

Director:MIGUEL GONZÁLEZ, C. P.

Promotor:VICENTE FERNÁNDEZ, C. P.

Dirección, Redacción y Administración:Leizarán, 24 y Bidasoa, 11 - 28002 Madrid

Teléfs.: 915 635 407 - 915 635 068Correo electrónico:

[email protected]ágina Web: www.santagematienda.es

Horario de oficina: De 10 a 13 y de 17 a 20 horas.

Colaboran:ALBERTO BUSTO, J. L. QUINTERO, PABLO GARCÍA, ANTONIO SAN JUAN, JULIA MERODIO, JUAN CARLOSPRIETO, JOSÉ LUIS LARRABE, JAVIER GARRALDA, GREGORIO SANTOS, PEPE F. DEL CACHO, JUAN IGNACIO VILLAR (VILY), RODRIGO SEVILLANO, RAFAELSÁNCHEZ A.

Fotógrafo Artístico: CLISOS

SUSCRIPCIONESORDINARIA .............................. 14 €EUROPA .................................... 20 €DE APOYO ................................ 20 €BIENHECHOR ........................ 25 €EXTRANJERO .......................... 40 $

MODO DE PAGO ADELANTADO:

– Por Giro Postal a Revista Pasionario.– Por Domiciliación Bancaria.

– Por Transferencia Bancaria a Revista Pasionario:

BANCO SANTANDER

IBAN ENTIDAD OFICINA D.C. Nº DE CUENTAES20 0075 0005 63 0608104074

– Por Talón o cheque nominal a Revista Pasionario.Agradecemos su colaboración.

Depósito Legal: SA Nº 1 - 1978Imprime: GRÁFICAS DEHON

PP. Reparadores - Tel. 916 751 536Preimpresión: Francisco Antón

SUMARIO

❚ Desde mi ventana MIGUEL GONZÁLEZ, C.P.

❚ Mirada contemplativa al Señor Crucificado JOSÉ LUIS QUINTERO SÁNCHEZ, C.P.

❚ Desde España, en Semana Santa M.G.

❚ Desde la otra orilla GREGORIO SANTOS ZAYAS

❚ La escala santa por la que subió Jesús MIGUEL GONZÁLEZ, C.P.

❚ Él último beso de una madre PABLO GARCÍA MACHO, C.P.

❚ Familia y vida JULIA MERODIO A.

❚ Profesión & vocación JUAN IGNACIO VILLAR –VILY– C.P.

❚ Escuela de S. Pablo de la Cruz SOR CATI DE LA SS. TRINIDAD, C.P.

❚ La Palabra del Papa Francisco❚ Santa Gema CARDENAL ÁNGEL SUQUÍA

❚ Rincón familiar “Santa Gema”❚ Encuentros al caminar PEPE FERNÁNDEZ DEL CACHO

❚ Fe y razón JAVIER GARRALDA ALONSO

❚ Alegrémonos juntos RAFAEL SÁNCHEZ A., C.P.

❚ ODS: Objetivos de Desarrollo Sostenible (IV) JUAN CARLOS PRIETO TORRES

❚ Cada misa, una sorpresa ALBERTO BUSTO

❚ Jubileo Pasionista


Revista Pasionario | 111

Desde mi ventana

¡Redención!–Y eso, ¿qué es? interrogaba un

cristiano.

–Mire Vd: la base del Cristia-nismo.

–Entonces, yo, cristiano, ¿ignorohasta lo esencial..?

–Lo siento, amigo, pero así es.

– Y…

Verá: Redención equivale a: libe-ración, rescate, adquisición, pa-gando un precio. Esto, en suaspecto negativo. En el positivo:reencuentro de la libertad, del ca-mino recto perdido; promociónhacia lo mejor.

Cristo redimió al hombre de supecado. Del pecado original. Paraello, murió en la cruz. Y le hizo hijosuyo. Algo más que simple hijoadoptivo, que ya está bien, ¿no? Unafiliación que comienza aquí y seconsumará después. En la patriaeterna. Cuando el hombre disfruteya la herencia divina. La gracia –ple-nitud de amor– y la gloria, la felici-dad misma de Dios. Pablo, elApóstol, condensa así la Redenciónpor Cristo: “Me amó, y se entregó ala muerte por mÍ.”

La Redención,obra perfecta de Dios

La Redención, es un misterio.Bien. Además, enigma, para la ma-yoría. Y eso del “pecado original”, lomismo. Porque, ¿qué le importaba aDios? ¿Y cómo pudo darse porofendido? ¿Para qué morir, precisa-mente, en una cruz? ¿Por qué la Re-dención por el dolor?

PROYECCIÓN ACTUAL DE LAREDENCIÓN POR CRISTO

1 PASIONARIO 111 a 125 Paco.qxp 20/03/20 15:16 Página 111

112 | Nº 1.056 | Abril 2020

Desde mi ventanaAhora, después delConcilio

Nuestro mundo cris-tiano, se resiente por va-rios de sus costados. Noes que temamos un res-quebrajamiento de lasestructuras. Por gracia y culpa del Concilio –dicen muchos–. ¡Deningún modo! La Reden-ción por Cristo es fuerzaviva, dinamismo ac-tuante, en pro de la Igle-sia. Ayer, hoy, mañana.

Pero sí asistimos, hoy, afenómenos que hacenpensar algo… La concien-cia de la solidaridad cris-tiana, fruto primario de laRedención, está en crisis.La sacralidad de la institu-ción familiar, también. Elconcepto de sacrificio, deascesis, como base detodo cristianismo autén-tico, igualmente.

Luego, ¿crisis del cris-tianismo? ¡En modo al-

guno! Crisis en los hombres. Crisisde la conciencia de su dignidad deredimida por Cristo. Ignorancia dealgo fundamental.

¿Solución? Preguntarse uno, adiario: ¿De dónde vengo y a dóndevoy? ¿Cuál es mi final destino?

❚ MIGUEL GONZÁLEZ RODRÍGUEZ,DIRECTOR

Las respuestas se pro-longarían demasiado. Noslimitamos hoy a afirmarque la Redención porCristo ha sido la obra másperfecta jamás realizada.Porque efectuó la libera-ción, la elevación a alturaexcepcional, de todos loshombres.

De todas las cosas.¿De la realidad materialtambién? Sí, porqueDios, Cristo, vivió enmedio de la realidadcreada, obra de susmanos. Cristo-Hombrese constituyó en centrode las cosas. Y las pusotodas a disposición delhombre, haciendo quetodas ellas sirvan paraelevarle a Dios, a su des-tino eterno, si el hom-bre usa rectamente deellas.

Y con las cosas, elevó,dignificó, las estructuras. Las existen-tes, y las posibles. ¿Algunas? La insti-tución familiar. La institución política.La institución cultural. La institu-ción deportiva… Todas provienen, en último término, de Dios. Y todas conducen, deben condu-cir, a Él. Porque todo –a todas ellas– se extiende y abarca la Reden-ción.



San Anselmo, nació en Aosta(Italia) en el año 1033, ingresóen la orden Benedictina enel año 1060. Vivió en el Mo-nasterio de Bec, en Nor-mandia, desempeñado di-versos servicios hasta quefue nombrado arzobispode Canterbury en 1093,donde muere en 1109.

Su vida y su creer estánmarcados por el deseo depresentar un modo de ac-ceder y acoger el misteriode Dios desde la “razóncontemplativa” caminan-do entre la fe terrena y eldeseo de la visión eterna.Y su peregrinación le llevaa una “razón orante” quemás que acumular argu-mentos lleva al dialogocon la Verdad eterna quees Amor Personal sublime “mayor del cualno puede pensarse, ni encontrarse, ni con-cebirse otro”. Buscando la verdad que iluminala inteligencia se reconoce abismado por elamor y la libertad eterna del Dios RazónCordial que en Jesucristo recrea y rehace alser humano en gracia, libertad y nueva hu-manidad.

COMPREHENDER POR QUÉ DIOSSE HA HECHO HOMBRE…

Una de sus obras –¿Por qué Diosse ha hecho hombre? (Cur Deushomo?)– ha marcado la reflexióny la meditación sobre la muerte yresurrección de Jesucristo a partirdel siglo XI. La circularidad delcreer y entender le impelen, entoda su obra y en su vida, a buscarla ‘razones de conveniencia y nece-sidad’ para armonizar y ‘explicar’ elinsondable misterio de amor y genero-sidad divina que se manifiesta en la en-

JALONES PARA UNA HISTORIA DE LA “MEDITACIÓNY CONTEMPLACIÓN ORANTE” DE JESÚS EN SU PASIÓN (IV)

El amor del Padre por la humanidad expresado en el Hijo Crucificado...“mayor del cual no puede pensarse ni concebirse otro”

LA “RAZÓN CONTEMPLATIVA” de SAN ANSELMO DE CANTERBURY (1033-1109)

trega pascual de Jesucristo. La divulgación,simplificada de su obra y de su argumen-

tación, especialmente a partir del sigloXVI, ha influido en erróneas interpreta-ciones y en prácticas piadosas no muyadecuadas; sobre todo las que se re-fieren a los conceptos-símbolos desatisfacción vicaria y sacrificio expia-

torio para situarse ante el misteriode la redención.

Subraya San Anselmo, queDios no condena a su Hijo ni

quiere esta muerte en cuan-to tal. Señala que la acciónde los hombres al matar alSeñor es el mayor pecadoque se puede imaginar; sinembargo, el Hijo va a lamuerte libremente reali-zando así su Misión y ofre-ciendo su vida con amorespontáneo, total y perfec-

to. La muerte de Cristo noestá sometida a ninguna necesidad vindi-cativa que se impusiera a la voluntad divina,sino que es un signo de una decisión amo-rosa de la Trinidad divina en su deseo desalvar y recrear al ser humano. Su horizonteestá marcado por la misericordia amorosa

de Dios que desea la restauracióndel orden creatural capacitando

al hombre en su libertad, reali-zando en él y con él –con su

indispensable colaboración–su proyecto de plenitud

para el que ha sido creadoen Cristo.

Así lo afirma: “Encuanto a la misericor-dia de Dios, que a ti teparecía que iba a pere-cer cuando considerá-bamos la justicia de

Dios y el pecado delhombre, la encontramos

tan grande y tan conformea la justicia, que no se puede

Mirada contemplativa al Señor Crucificado


114 | Nº 1.056 | Abril 2020

Mirada contemplativa al Señor Crucificadomedida ha deshonrado a Dios con su culpa’.A Dios se le ha sustraído, pues, lo que ‘justa-mente le era debido’ en razón de la felicidadpara el hombre que Él había proyectado enamorosa alianza.

Esto induce a conjeturar, o mejor, a verque la doctrina de la reden-ción de San Anselmo, la lla-mada doctrina de la satisfac-ción, no tiene nada de‘jurídico’. Al contrario, tratade rechazar toda idea de unDios justiciero “que se com-place en la sangre de un ino-cente o necesita de ella y noquiere perdonar al culpablesin que primero haya sidosacrificado”. Semejante ideasería inevitable si Dios se de-jase aplacar sólo por el sa-crificio del Hijo mediante“una imputación” a los cul-pables de los méritos de sumuerte, dejando impunes alos culpables. No se trata deimputación, sino de íntimaconjunción óntica: “nadiequerrá meter en su tesorouna perla empañada”.

En su interpretación cristiana, el momentode la ‘justicia’ no está abstractamente en lanecesidad de expiar la culpa y cumplir unapenitencia de valor infinito por una culpa in-finita, sino más bien en que cada cosa ocupasu puesto o está ‘ajustada’, respondiendo asu ser y a su verdad. Esto sucede sólo cuandoel hombre, que tiene a su lado la culpa, escapaz de saldarla. Dicho más profundamente,la justicia está en que el hombre se levantepor sí y se reajuste. Si el acento recayera sólosobre la divinidad del Hijo, la cuestión seríaasunto puramente trinitario con exclusión del

pensar ni mayor ni mas justa. Pero ¿quépuede pensarse d, más misericordioso que aun pecador condenado a los tormentos eter-nos, y sin tener nada con qué redimirse, DiosPadre le diga: ‘Recibe a mi Unigénito y ofré-cele por ti’ y el Hijo a su vez: ‘Tómame y re-dímete?” (II,20).

Dios es absolutamente li-bre, nada debe a nadie. Laredención del pecador en ymediante Cristo no es unrescate o pago. El diablo nopuede airear ningún derechosobre el hombre ante Dios.La libertad divina no está res-tringida ni coaccionada porninguna necesidad cuandose decide libremente a salvaral hombre perdido. Y toda laobediencia del Hijo encar-nado depende por entero dela espontaneidad de suamor; despliega simple-mente las necesidades in-trínsecas de este amor librey las despliega hasta el mis-terio del Huerto de los Oli-vos, hasta asumir la culpa delmundo, hasta la muerte. Elhecho de que el Hijo obedezca realmente yhasta el fin y de que el Padre no le coaccionenada, sino que permita emprender al Hijo sucamino de donación, es, como quiera que seconsidere, un misterio de amor espontáneo ynada forzado. Y esta espontaneidad, absolutapor divina, en el sacrificio del Hijo, constituyesu valor supremo, infinitamente compensato-rio y supletorio de todas las culpas del mundo.Pero el sacrificio –generosidad de amor ab-soluto– consiste en que Dios se inserta por li-bre decisión de amor en el destino fatal delmundo, plegándose realmente a compartir lacomún estirpe de Adán, naciendo de María. Y,sin embargo, pues todo depende de la libertad,no por eso queda sometido a la esclavitud deAdán, como lo están todos los que, miembrosde la cadena genética, estaban encerrados ensu semen.

El sentido de la ofensa a Dios está en ladenigración que el hombre ha hecho de símismo: El hombre ha mancillado el honor deDios porque ‘ha sustraído a Dios lo que Dioshabía proyectado en la naturaleza humana’,‘porque la sabiduría del artífice se loa y celebrasegún el éxito de la obra’. ‘En la medida enque la naturaleza humana ha degradado yafeado en sí la obra preciosa de Dios, de laque Dios pensaba reportar gloria, en la misma



LA RAZÓNCONTEMPLATIVAQUE COMPREHENDESE HACE ORANTEY AGRADECIDA

San Anselmo al com-prehender con la razónque cree, es situado anteCristo con su sufrimiento,a donde desciende la gra-cia para redimir al hombre.“Dios no tenía necesidadde sufrir semejante pena,pero el hombre necesitabaser reconciliado así. Diosno tenia necesidad de hu-millarse hasta tal punto,pero el hombre necesitabaser sacado así del abismoinfernal’. ¡Oh poder miste-rioso por el que un hom-bre pendiente en la cruzelimina la muerte eterna,un hombre clavado en elleño suelta al mundo cal-vado en la muerte eterna,

un hombre condenado con los ladronessalva a los hombres condenados con el de-monio! ‘¡Oh cruz del Señor! Los malvadosno podían hacer nada que el Señor no con-sistiera. Actuaban para condenar al Salvador,mientras el Salvador actuaba para salvar alos condenados”.

En una de sus Meditaciones ora: “Tu, Se-ñor, tomaste la muerte sobre ti, para queyo viva. ¿Cómo gozar de mi libertad que

se levanta sobre tus prisio-nes? ¿Cómo darme los para-bienes por la felicidad de misalvación que se levanta so-bre tus dolores? ¿Cómo serdichoso por mi vida que sub-siste gracias a tu muerte? ¿Odeberé gozarme de lo quehas sufrido, de las atrocida-des que te afligieron, pues sino lo hubieras hecho…, notendría esta bienaventu-ranza? Pero si debo afligirmepor aquello ¿cómo gozaréde esto a la vista de lo ocu-rrido y cuando sin aquellojamás se habría dadoesto?”

❚ JOSÉ LUIS QUINTEROSÁNCHEZ, C.P.

hombre, que es precisa-mente el nudo de la cues-tión. El acento, más bien,recae en el pacto entreDios y el hombre y en elempeño de Dios en ratifi-carlo, de suerte que elhombre siga siendo un“partner” válido, un interlo-cutor sanado, rehabilitado,capaz de libertad y dona-ción personal.

Tal es la empresa de lagracia ‘que Dios dispusopor nuestro amor, no poramor de sí, que de nada te-nía necesidad. Porque Diossabía bien lo que el hom-bre iba a disponer encuanto lo crease y, sin em-bargo, creándolo se em-peñó igualmente con subondad de una manera es-pontánea en llevar cabo elbien que había dispuesto.Por eso no había mediomás justo para salir ade-lante que la intervención de Dios-Hombrecomo redentor. El hombre debía hacerse librepara el pacto con Dios, libre para la libertadabsoluta, y no hubiera bastado para ello unhombre sin pecado, ‘porque el hombre hu-biera quedado justamente obligado por todala eternidad al que le hubiese salvado de lamuerte eterna, y entonces se vería reimplan-tado en la dignidad que le estaba reservada,caso de no haber pecado, y consistía en estarobligado únicamente a Dios yser en todo semejante a losángeles buenos. Cristo no esuna instancia medianera a loarriano, sino la eficacia delpacto mismo, por lo que todoel genero humano, fundadoen Adán, puede converger enél como centro’.

Se trata de una libertad, lade Jesús el Señor, creadaamante, que se entrega porcompleto a la libertad eternay tiene a su vez el modelo enla libertad trinitaria del Hijo,cuya espontánea obedienciade amor al Padre es la menosnecesitada que existe, y la másgrata a Dios en el esplendorde su libertad absoluta y, porende, la más necesaria…


116 | Nº 1.056 | Abril 2020

Desde España, en Semana Santa

La Saeta



Mi querido José Luis.Te escribo, casi, de rodillas aún. En esta Paz serena de España, en una

noche clara. Con paz de estrellas y claridad de luna. Esta noche de viernessanto.

Acabo de llegar a casa, después de asistir a los desfiles procesionales. ¡EstaSevilla desconcertante, se me ha clavado en el alma! No he podido dormirdespués. Las “saetas” al Cristo y a la Dolorosa, me siguen punzando. Siguendesfilando ante mis ojos, mi fantasía no puede pasar sin ellos, losencapuchados y los penitentes, con sus cruces y sus cadenas arrastrando, ylos “pasos”, maravilla de arte y sentimiento, que seguirán asombrando a lasgeneraciones. ¡Y estos Salcillos de Murcia, José Luis, tan humanos y tan divinosa un tiempo!... Más, para qué entrar en detalles de obras y artistas, y… Esnecesario que te des tú una vuelta por aquí. Para la próxima Semana Santa, teespero. Entonces, me dirás.

He encontrado arte, fervor y espíritu penitencial auténticamentecristianos, hasta el derroche. Es que yo, como tú, habíamos oído hablar tantode la Semana Santa española como folklore, como prolongación del turismoveraniego… Y sí; algo de esto tiene que haber. Porque en estos cortejosprocesionales, y en las aceras, y en los balcones -¡estos balcones andaluces!-hay multitud. Es la masa, “todo Sevilla” etc., quien participa. Y es imposible quedonde hay masa todo sea selección. Pero, te lo reitero con franqueza, a mí,eso del folklore, me ha pasado desapercibido. Claro que, en esto, como entantas otras cosas, depende todo de la lente. De la disposición animicocristianade quien contempla.

Sevilla, es un dato nada más. Te lo digo porque he vivido esta SemanaSanta contra reloj. Pasé el martes y el miércoles santos en Zamora, el juevesen Valladolid, y…, siempre el mismo contenido de religiosidad honda, decristianismo popular intenso y vivo. Si acaso, estropeado algo por “los defuera”. Y por los de dentro que son masa, y no saben vivir ni pensar. Ni encristiano ni en nada.

Esto, chico, desconcierta a cualquiera. Yo, no me imaginaba nada así. Porello, no he podido esperar ni un minuto más para contarte mis impresiones.Eso que, según me dicen, aún no ha terminado lo bueno. Te contaré más.

Te abraza,

M. G.

Carta a un amigo lejano


118 | Nº 1.056 | Abril 2020

Desde la otra orilla... Comentarios bíblicos

EXÉGESIS DEL NT:

RELATOS DE LA PASIÓN¿Qué nos quieren remarcar los evangelistas sobre la Pasión de Jesús

De una manera esquemática se po-dría decir que, absolutamente todolo que nos presentan los Evangelios,tiene un mensaje de Amor y de Espe-ranza, y que la muerte de Jesús no fuemás que el trámite físico, terrible y ne-cesario, para su posterior Resurrección.Pero lo que a los evangelistas les preo-cupa era la vida de fe de las comunida-des. Escriben y nos presenta a Jesús,impresionados por lo que vieron y oye-ron del hecho de la Pascua (Muerte yResurrección de Jesús). Lo que preten-den con sus “catequesis” de estilo na-rrativo, poco preocupados por laprecisión histórica, no es otra cosa quecaptar el misterio de Jesús, el Señor.Son escritos, para que creamos y cuyatrama conduce a la pasión y muerte deJesús, pero cada Evangelio tiene suorientación y aporta un mensaje:

Marcos proclama el “aconteci-miento”: nos haceun relato “kerigmá-tico”, al mismotiempo que ex-pone los hechosen su realidad ob-jetiva, y a vecesdesconcertantedel designio di-

vino. Es el relato de un testigo que ponede relieve los contrastes y subraya loparadójico: aunque la cruz es escanda-losa, no obstante revela al Hijo de Dios.

Su relato es dramático y denso, perono parece destinado a conmover, sinoque quiere hacer reflexionar y permitiral lector que encuentre el sentido de lo

que está ocurriendo; y esto hace Mar-cos recurriendo a abundantes referen-cia a las Escrituras.

Hay algo que importa al evangelistay es que sus destinatarios comprendancómo el escándalo de un Mesías cru-cificado podía entrar en los planes deDios. Encontramos también otro prin-cipio de inteligencia del drama: la con-ciencia que tiene Jesús de lo que estáa punto de cumplirse, pero con domi-nio de los acontecimientos y sabedorde lo que hay al final de todos ellos.Para Marcos, si Jesús debe morir, no essolo para edificar a sus lectores cristia-nos y llevarlos al camino de la renunciay de la humildad, sino que hay otropropósito muy arraigado en la con-ciencia cristiana primitiva: Jesús en elplan de Dios, debe morir para “salvar” ala humanidad y reconciliarla con Diosmediante el supremo sacrificio.

Mateo nos ofrece un relato máseclesial y doctrinal;el relato de unaasamblea de cre-yente. Esta orienta-ción se manifiestaen el estilo mismo,que tiende a la cla-ridad, evita la im-provisación y se

vuelve esquemático, según conviene ala liturgia. Esto se manifiesta en la pre-sentación de los hechos o relatos: ilu-minado por la fe de la iglesia, lossucesos se tornan inteligibles; es decir,muestran a Cristo bajo la luz de la fe ydefinenn la posición de la Iglesia.



Mateo se interesa menos que Mar-cos en los detalles concretos, pero nopierde nunca ocasión para insistir en elcumplimento de las Escrituras, en lapresciencia de Jesús y en su autoridad.Una de las principales preocupación deMateo es mostrar la unidad de los dosTestamentos y cómo en Jesús se cum-plen las profecías.

Por otra parte, se remarca con ciertainsistencia, el extravío del pueblo de Is-rael tras sus dirigentes.

Lucas, revive la historia del Maes-tro posicionándoseen la repetida afir-mación de la ino-cencia de Jesús, yen la omisión de losdetalles ofensivos ycrueles.

La Pasión enLucas, es una invitación hecha al “dis-cípulo” en el seguimiento a Jesús en elcamino de la Cruz. Para este evange-lista es importante la relación personalde con Jesús. La narración es personaly parenética; y suscita y refuerza, elempeño de cada uno en el segui-miento de Jesús.

El relato lucano de la Pasión, pre-senta a Jesús como guía. El Cristo do-liente es presentado como modelopara los suyos, que tiene que marcharpor el camino del sufrimiento: …”Es ne-cesario que pasemos por muchas tribu-laciones para entra en el Reino deDios”. (Hch 14,22). Jesús mismo es unaanticipación del camino a seguir y elque ha abierto el camino para los dis-cípulos.

Jesús es el justo, el inocente(23,47), que va sin culpa a la muerte(23,41). Este aspecto es esencial parala confesión creyente y tiene, además,la finalidad de provocar el arrepenti-miento y la conversión. Jesús es el

modelo para todo aquel que sufresiendo inocente.

Juan, insiste sobre el aspecto glo-rioso de la mismaPasión. A través delos sufrimientos ylas humillaciones,Juan ve continua-mente manifestarsela gloria de Jesús ymuestra cómo entodo momento, los

esfuerzos mismos de los enemigos deJesús contribuyen a su pesar, a revelarcada vez más nítidamente su gloria.

Su pasión es una pasión glorifi-cadora. Jesús lo declara desde el co-mienzo cuando Judas sale del cená-culo: “Ahora ha sido glorificado el Hijodel hombre y Dios ha sido glorificadocon él” (Jn 13,31) Y poco después en laoración sacerdotal anticipa la interpre-tación de la Pasión, situándola bajo lacruz: ”Padre, ha llegado la hora; glori-fica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifi-que a ti”.

Juan subraya que el suplicio deJesús fue una elevación sobre la cruz,y en ella descubre una intención divina,un signo revelador. Jesús es Rey, perono de este mundo.

En Juan, la cruz de Jesús no es con-templada como el lugar donde se es-trellan todas las esperanzas, como unescándalo insuperable para la fe, sinomás bien como el escenario donde sedemuestra el amor ilimitado de Jesúspor cada uno de nosotros (Jn 15,13). Unamor que, en definitiva, revela el amordel Padre que es capaz de entregar a lamuerte a su propio Hijo con tal de quenosotros lleguemos a disfrutar de lavida que no se acaba (Jn 3,16).

❚ GREGORIO SANTOS ZAYASBARCELONA


120 | Nº 1.056 | Abril 2020

El Santuario de “EscalaSanta”, en el corazónde Roma, es visita obligadapara el peregrino que llegaa la Ciudad Eterna. Los díasde Semana Santa aumen-tan las colas para visitar elSantuario y subir la esca-lera por la que subió Jesúspara ser condenado amuerte. A muchos les haayudado esta “escalera dela muerte” para subir sindesfallecer hasta la cumbrede los momentos más di-fíciles de la via.

Pilato, el político quedecidió la muerte de Jesús

Poncio Pilato, perso-naje familiar para los cris-

tianos, el que sentenció lamuerte de Jesús, era eldelegado del Gobierno deRoma en Palestina, entiempo del Señor. Ac-tuaba en nombre y bajo ladependencia del Empera-dor romano. Con elmayor cuidado para nohacer nada que pudieradesagradar a su omnipo-tente superior. Este temory su personalidad débil lehicieron pronunciar unasentencia tremenda-mente injusta contraJesús. Pilato conocía solode oídas al Nazareno.Como todo el mundo enPalestina Hasta que un díael pueblo y las Autorida-des decidieron, luego de

secuestrar en el huerto delos olivos y de calumniary maltratar a Jesús, entre-garlo a la Autoridad supe-rior, Poncio Pilato, paraque mandara ejecutarlo,cosa que ellos no podíanhacer.

Pilato, ante Jesús, sesintió incómodo. Co-menzó a interrogarlo conmás miedo que audacia.Presionado por la multi-tud, soltó a Barrabás,mandó azotar a Jesús. Finalmente, desde un lu-gar elevado, espacioso,donde se asentaba sutrono, formuló la senten-cia: “¡qué muera en lacruz!” Inmediatamente elpopulacho se apoderó de

LA ESCALA SANTAPOR LA QUE SUBIÓ JESÚS



tal. Lo que sabemosacerca de la Escala Santano obedece a datos his-tóricamente irrefutables;más bien a una tradiciónantiquísima y constante y por eso, respetable.Según ella, fue la Empe-ratriz Santa Elena, madredel Emperador Constan-tino, muerta el año 335,quien hizo trasladar estaEscalera desde el Preto-rio de Pilatos en Jerusa-lén hasta Roma. Unpasaje del “Liber Pontifi-calis”, del tiempo delPapa Gregorio II (844-847) y una Bula del PapaPascual II (1099-1119)son los primeros docu-mentos a favor de la Es-

cala Santa. Ocupóun lugar diferentedentro de los Pa-lacios Lateranen-ses, hasta que elPapa Sixto V en1589 la mandócolocar delantede la CapillaPapal, en el edifi-cio que actual-mente ocupa.

El Papa Pío IX larestauró, le pro-fesó gran vene-ración y, para di-fundir su culto,construyó un con-vento contiguoque donó a los Pa-sionistas el 24 defebrero de 1853.Este gran Papasubió muchas ve-ces de rodillas la

Jesús. Es entoncescuando Él bajó todas ycada una de las gradas deesta ESCALA para em-prender el camino delCalvario. Antes le habíasubido también para serjuzgado por Pilato, se-cundando la exigenciairracional del pueblo.

La “Escala Santa”,reliquia insigne en el

corazón de Roma

La Escala Santa, o Es-calera de Pilatos, estáconstituida por 28 esca-lones, recubiertos de ma-dera. De cada uno deellos se puede ver untrozo a través de un cris-

Escala Santa. La últimavez, el 17 de septiembrede 1870, la víspera de latoma de Roma y de suvoluntaria reclusión en elVaticano… La Escala estáflanqueada por dos gru-pos escultóricos de már-mol. Uno, a la izquierda,Pilato muestra a Jesús a lamultitud diciéndole “Eccehomo; he aquí al hom-bre”. En el otro, apareceJudas, el traidor, dándolea Jesús el beso de la trai-ción.

El Santuario “másvenerado de Roma”

En torno a la EscalaSanta, y en el decurso delos siglos, por obra de di-versos Papas, se fueronacumulando reliquias dediversos Santos, relicariosy obras artísticas de grancalidad. Aquí se conserva-ron y veneraron por algúntiempo las cabezas de losApóstoles Pedro y Pablo,hoy en la basílica de SanJuan de Letrán, y la ca-beza de Santa Inés.

Este “Sancta Sanctorum”, en la parte supe-rior y a un costado de laEscala Santa, fue, segúnhistoriadores medievales,“el santuario más vene-rado de Roma”. Hasta laépoca del Renacimientofue el oratorio privado delos Papas, dedicado, a loscomienzos, al mártir SanLorenzo. A partir del sigloVIII son frecuentes las re-


ferencias históricas a estelugar sagrado, sobre todocon ocasión de la tomade posesión de los Papas,en Letrán. El relicario queestá bajo el altar papaljamás había sido abierto,desde 1520. Lo fue, y ana-lizadas las reliquias porexpertos, en 1902 y 1905.

Una imagen del Salvadorúnica en el mundo

Jesús Salvador, es tí-tulo e imagen frecuenteen las más antiguas Basí-licas romanas. Se trata dela imagen del Señor, en-tela o en mosaico, en ac-titud adulta, serena ydulcemente majestuosaEl Salvador del santuariode Escala Santa es su te-soro más grande y el másantiguo de todos. Es unaimagen verdaderamente“divina”. Una tradición pordemás antigua sostieneque esta imagen no esobra de ningún mortal.Tradición-leyenda, cierta-mente, pero expresiva.Como otra que la atribuyea la mando de San Lucasel evangelista.

Según investigacionesrecientes, la imagen datadel siglo V o VI y ha su-frido diversas restauracio-nes. Los Papas y el puebloromano han veneradosiempre con gran afectoesta imagen única. Fre-cuentemente fue sacadaen procesión, en tiemposremotos y en situaciones

difíciles… Roma y la Cris-tiandad guardan la ima-gen del Salvador de laEscala Santa como testi-monio vivo del amor alSeñor de nuestros padresen la fe y como signocristiano y reliquia privile-giada entre las innumera-bles que atesora la Ciu-dad Eterna.

Caminos diferenteshacia el Misterio central

de la Redención.

La gente sube de rodi-llas, con inmenso respeto,los 28 escalones de la Es-cala Santa en Roma.Cualquier día, a cualquierhora. En cada escalón, unbeso y una oración. Nipodría ser de otra ma-nera.

La Escala Santa, losgrupos escultóricos, las

122 | Nº 1.056 | Abril 2020

reliquias de los mártires,la imagen severa y serenadel Salvador. Todo elloson hitos luminosos enun mismo caminar: elcamino difícil de Jesús-Salvador desde Belénhasta la Cruz, hasta laResurrección. Y el ca-mino, nada fácil, delhombre en pos de Cristosiempre, hasta su meta…La Escala es empinada.La vida lo es también.Pero, un beso en el suelo,una mirada al cielo y unaoración al Señor tan in-justamente tratado hastael final, convertirán en lu-minosos los caminos difíciles de muchos, de casi todos, a través delmundo y de la vida, hastaDios.

❚ MIGUEL GONZÁLEZRODRÍGUEZ



El último beso de una madreJesús había nacido pobre, como losmás pobres. Y al morir, no tuvo en-tierro de coronas, carrozas y acompa-ñamientos, sino que se le metió deprisa en una sepultura ajena. Pero allísucedió algo verdaderamente tierno ymaravilloso.

Jacqueline Bisset confiesa que supapel de María en la serie televisiva“Jesús” había sido el más importante detoda su carrera profesional de actriz.

Con motivo de la audiencia privadaque le concedió el papa san Juan PabloII, el 16 de diciembre de 1999, aparecíaen una revista de gran tirada una her-mosa y sumamente tierna fotografía deJacqueline Bisset besando a Jesús,muerto, y dentro ya del sepulcro. Era suúltimo beso.

Al ver esa fotografía, como lo hu-biera hecho de haber tenido la suertede verla en la pantalla de la televisión,comencé a reconstruir lo más al vivoque puede la realidad de esa escena. Ya preguntarme: ¿Qué le diría entoncesMaría? ¿Cuáles serían sus sentimien-tos? ¿Cómo quedaría su corazón demadre al correrse la piedra que cerraba

el sepulcro y, luego, bajar del Calvariomientras se apagaba el sol en el lejanohorizonte?

Jacqueline Bisset lo representa todomuy bien, con la mayor ternura senti-miento y devoción. ¿Pero sería real-mente así como lo haría María?

Recuerda el encuentro de la madrecon Jesús en el camino del Calvario, alpie de la cruz, con su hijo muerto, ensu regazo. Todo esto te ayudará a en-tender “un poco” lo que tuvo que serpara María su último beso a Jesús yamuerto, en el sepulcro.

Le había besado infinidad de vecesdesde su nacimiento en Belén y a lolargo de toda su vida. En este su últimobeso, sin embargo, como hacen todaslas madres, María pondría todos los re-cuerdos y todo el cariño de todos losdemás besos a Jesús.

¿Quién podrá describir lo tierno, do-loroso y sentido de ese último beso deMaría a sus hijo muerto, allá en el se-pulcro?

❚ PABLO GARCÍA MACHO, C.P.ZARAGOZA

“Jesús yacente” en iglesiade Sta. Mará de Rodas (Grecia)

¡El último besode María a suhijo Jesús,ya muerto, dentrodel del sepulcro!


EAl pensar qué tema podría ofreceroseste mes sobre la familia, me parecíaoportuno invitaros a revisar de donde ve-nía tanto problema familiar; no ya entreesposos –cosa evidente que vemos acada paso– sino también la unión conlos padres, los hijos, el resto de la fami-lia… porque realmente se detecta muchodolor al ponernos frente a esta realidad.

Esta mañana, llevaba la Comunión ados hermanas que están muy solas, sonmuy mayores, una de ellas está enfermay se sienten abandonadas. Cuando voyse ponen muy contentas, necesitan ver aalguien a su lado, me compartían los mo-mentos vividos en familia con sus seishermanos y, cómo la vida los ha llevadoal individualismo y a la separación. Ellas,solteras las dos, tenían su confianzapuesta en sus hermanos y sobrinos, perocada uno tiene su vida y no pueden ocu-parse de ellas, aunque ellas los siguen re-cordando con mucho cariño.

Entonces me daba cuenta, que seríamuy importante tomar conciencia deque, la familia al constituir la primera“célula vital de la sociedad” debería en-señar al mundo lo importante que es elvínculo de unión, entre todos los miem-bros, para luego poderlo hacer extensivoa los demás.

En la familia, deberíamos damoscuenta del papel tan importante que tienela fuerza de los afectos –tema tratado elmes pasado– Necesitamos sentirnosqueridos por los nuestros, sentirnos va-lorados, admirados… porque hoy se nosenseña a valorarnos y admirarnos a no-

La familiavínculo de unión

Familia y Vida

124 | Nº 1.056 | Abril 2020

sotros mismos, olvidando a los demás.Sin embargo, todos sabéis que si los afec-tos no se viven dentro del pequeño grupofamiliar, raramente se llevarán a los demásy, tristemente, hay mucha gente que de-rrocha gentileza con los de fuera siendohostil con los “de dentro”; sin darsecuenta de que, eso que muestran es unespejismo, esas personas no aman a losdemás, se aman a sí mismas y tienen esecomportamiento para quedar bien anteellos, pero carecen de toda clase deafecto.

Mas, hay que llevar cuidado de que losafectos no se queden reducidos sola-mente al pequeño núcleo familiar, puesen lugar de ensancharla y engrandecerla,la van consumiendo y acaban por sofo-carla. Por eso la familia ha de ser una fa-milia abierta. Una familia capaz de ampliarsus vínculos y ampliar sus afectos, ya quede lo contrario se quedará encerrada ensí misma y se empobrecerá.

Es aquí donde, de nuevo, tendremosque valorar los beneficios que propor-ciona vivir la vida en comunidad, con per-sonas que comparten nuestra fe, que nosacogen desde dentro, que nos brindanuna amistad sincera, un estilo de vida co-mún y nos arropan en el camino paraavanzar con más confianza y seguridad.

EL REGALO DE LA INTIMIDAD

Sin embargo, esto no puede hacernosperder la grandeza de la intimidad fami-liar. No sé si somos capaces de valorar yagradecer debidamente lo que esto su-



pone, pero es el regalo más grande quenos podemos hacer –el compartir entrenosotros las cosas más íntimas–.

Hoy día, en que la intimidad de las per-sonas, se pasea por los platós de televi-sión y las revistas del corazón –bajo unasuculenta suma de dinero– el que alguiencustodie esas interioridades que le hemosmostrado y que no revelaríamos a nadiemás, es un regalo que hay que agradecercon fuerza.

Y digo que es un gran regalo porquenosotros no podemos ver por dentro; siel otro no nos comparte su intimidadnunca llegaremos a ella.

En cambio, Dios, si puede vernos pordentro. Y de nuevo nos llegan, del evan-gelio de Mateo, estas sorprendentes pa-labras: “Tu Padre… que ve en lo secreto…te lo recompensará” (Mateo 6,-4).

Por eso, es curioso que, esa intimidadque debemos cuidar como algo real-mente preciado, esa custodia de los vín-culos y de los afectos familiares que tantoapreciamos, esté más garantizada cuandomás generosos y serviciales seamos conlas demás familias. Cuando estamosatentos a sus heridas, cercanos a sus pro-blemas y a los de sus hijos, aunque seandistintos de los nuestros. Cuando el amorenvuelve a padres e hijos, a marido y mu-jer… porque el bien aumenta en la me-dida en que se da, en la medida en quela familia se abre a la sociedad, prestandoatención y ayuda a las necesidades de losotros.

Pero, hay algo muy importante. Jesúsnos invita a no buscar el reconocimientode los demás, usando a los que nos ne-cesitan para ganar prestigio, sino a actuaren lo secreto. Porque es, en lo secretodel corazón, donde se realiza el encuen-tro con Dios, es donde se nos confirmala propia identidad de hijos; hijos seme-jantes al Padre; una meta alta, aparente-mente inalcanzable, que sin embargo,

gracias a la vida en familia y a la vida encomunidad, se hace posible.

Que importante sería que, nuestra so-ciedad se diese cuenta de que todo estoes mucho más que una función social;pues serviría de apoyo y soporte a losmás desfavorecidos, además de enseñara todos que la capacidad de amar superaa menudo todas nuestras expectativas decómo llegar a hacer un mundo más her-moso y más habitable.

❚ JULIA MERODIO [email protected] / Madrid

¡Qué María te proteja,te cuide y te colme de su Hijo,para que vivas siempreen la paz y la alegría!


126 | Nº 1.056 | Abril 2020

Profesión & vocación


128 | Nº 1.056 | Abril 2020

Escuela de San Pablo de la Cruz

“Haga un manojito con las penas de Jesús y llévelo en su corazón”

(S. Pablo de la Cruz)

S. Pablo de la Cruz en sus cartas

Las penas de Jesús

Haciéndose eco del verso delCantar de los Cantares (1,12), co-mentando abundantemente en latradición patrística y espiritual de laIglesia, Pablo usa con frecuencia el“Hacer un manojito con las penasde Jesús y llevarlas en el corazón”.Aconseja meditar en la Pasión deCristo. Rescatar la Pasión de su ol-vido haciéndole un recuerdo perpe-tuo en la mente, en el corazón, enla vida. Es un proceso de interioriza-ción del Misterio de Jesucristo en elalma de oración. Hasta poder escri-bir en su diario, el día 8 de diciembrede 1721, cómo al considerar laspenas de su Esposo siente que se leinfunden en el alma.

Dice S. Bernardo No llama a suAmado manojo de mirra, sino sólomanojito; para significar que,en comparación del amor que leprofesa, considera como de pocomomento todos los trabajos, do-lores, penas y sufrimiento quehaya de soportar por Él.

Para S. Pablo de la Cruz el Amorde la Pasión al mismo tiempo queendiosa humaniza con Cristo, esdecir, se eleva e introduce el Misteriotrinitario, hace también partícipe alalma de los sufrimientos del Amado.

Sean como sean las penas, vengande donde vengan son vividas comolas penas santísimas del Amado. Deahí que se vivan desde el amor y conel amor Es un “apropiar-en-sí” laspenas del Esposo. Y esta apropiaciónsucede en pura fe y desnudez de es-píritu, despojada de imágenes.

✱ EN PURA FE

Cuando el corazón ha entradoen la esfera del Amor trinitario, lossufrimientos se desprenden de suscontornos. Quién nos hace daño,dónde, por qué, cuándo, paraqué… Lo concreto del sufrimientose transciende y se contempla enel Señor. Así es cómo el sufri-miento queda despojado, vivién-dose en pura fe: “La fe, la vistaamorosa de Dios en pura fe, este



es el camino seguro” (S. Pablo de laCRUZ. Carta 163 a Inés Grazi). “Unaoración de pura y viva fe, bus-cando puramente a Dios, vivir enél, deshacerse de amor por él,reposando en su Divina Majestad”(Carta 164).

✱ DESNUDEZ DE ESPÍRITUY DESPOJADA DE IMÁGENES

S. Pablo de la Cruz sabe que nose puede ignorar lo concreto denuestro dolor y sufrimiento peroaconseja e invita a menudo a no de-tenerse en ello y mucho más: a nodar vueltas sobre ello sino a arrojarloen la Pasión d nuestro Señor. Así, elespíritu se desnuda de todo lo suyo,se lo entrega a Cristo en la Cruz y

puede hacer suyas las penas delAmado.

“En las cosas materiales y sen-sibles, que impresionan tanto laimaginación hay siempre algúnpeligro; más aún, el demonio seesconde a menudo en ellas. Lo másseguro es desecharlas y despo-jarse de todo lo que no es Dios ha-ciendo oración en pura fe” (S.Pablo de la Cruz. Carta 165).

Cuanto más se abandona el almaen Cristo crucificado más vive en la fedel Hijo de Dios que me amó y se en-tregó a sí mismo por mí (Cf. Gal. 2,2).De este modo se encamina al “puropadecer”, en el cual no se está condi-cionado por las intenciones persona-les, tales como purificarse, crecer,superarse, sino sólo por el puro amorde Dios y su gloria. La atención recaeen Dios y su voluntad: Él quiere queyo padezca esto por su amor.

De este modo sólo se buscacomplacer al Señor, identificándosecon Él y su voluntad, renunciando alo que os aparte de ella.

Y así del manojo de nuestraspenas sólo queda, en el corazón, elmanojito de las penas de Jesús.

❚ SOR CATI DE LA SS. TRINIDAD, C.P.OVIEDO


130 | Nº 1.056 | Abril 2020

Nosotros cristianos volvemos lamirada a Cristo crucificado(cf. Jn 19,37) que es débil, despre-ciado y despojado de toda posi-ción. Pero en Él se revela el rostrode Dios verdadero, la gloria delamor y no la del engaño resplan-deciente. Isaías dice: “Con sus he-ridas hemos sido curados” (53,5).

Hemos sido curados precisa-mente por la debilidad de un hom-bre que era Dios, por sus heridas. Ydesde nuestras debilidades pode-mos abrirnos a la salvación deDios.

Nuestra sanación viene deAquel que se hizo pobre, que aco-gió el fracaso, que tomó hasta elfondo nuestra precariedad para lle-narla de amor y de fuerza. Él vienea revelarnos la paternidad de Dios;

en Cristo nuestra familia ya no es una maldición, sino un lugar en encuentrocon el Padre y fuente de una nueva fuerza desde lo alto.

La Cruz de Cristoen todas las cruces del mundo

Oración final del Papa Francisco tras el Vía Crucisen el coliseo de Roma, Viernes Santo (19-4-2019)

Vía Crucis en Callapa (Bolivia)

Señor Jesús, ayúdanos a ver en tu Cruz todas las cruces del mundo: lacruz de la gente que tien hambre de pan y de amor; la cruz de los solitarios y abandonados, incluso por sus propios hijos y parientes, la cruzde personas sedientas de justicia y paz, la cruz de la gente que no tiene elconsuelo de la fe.

La palabra del Papa Francisco



La cruz de los ancianos quese arrastran bajo el peso delos años y la soledad; la cruzde los migrantes que encuen-tran sus puertas cerradas acausa del miedo y los corazo-nes blindados por cálculospolíticos, la cruz de los pe-queños, heridos en su ino-cencia y pureza, la cruz de lahumanidad que vaga en la os-curidad de la incertidumbre yen la oscuridad de la culturade los provisorio, la cruz delas familias rota por la traición,por las seducciones del ma-ligno o por la ligereza asesinay el egoísmo, la cruz de laspersonas consagradas quebuscan incansablemente lle-var tu luz al mundo y se sien-ten rechazadas, burladas yhumilladas. La cruz de las per-sonas consagradas que, en elcamino, han olvidado su primer amor; la cruz de tus hijos que, creyendoen ti y tratando de vivir según tu Palabra, se encuentran marginados ydescartados incluso por sus familias y por sus compañeros, la cruz denuestras debilidades, de nuestras hipocresías, de nuestras traiciones denuestros pecados y de nuestras muchas promesas rotas; la cruz de tuIglesia que, fiel a tu Evangelio, lucha por llevar tu amor también entre losbautizados.

La cruz de la Iglesia, tu esposa, que se siente continuamente atacada pordentro y por fuera; la cruz de nuestra casa común que se marchita seria-mente ante nuestros ojos egoístas y está cegada por la codicia y el poder.

Señor Jesús, reaviva en nosotros la esperanza de la resurrección y de Tuvictoria definitiva contra todo mal y toda muerte. ¡Amén! ❚

Las cruces del mundo. ¡Tantas cruces...!


132 | Nº 1.056 | Abril 2020

Santa Gema

~Testimonio~Santa Gema Galgani nació en Lucca-Italia el 12 de marzo de 1878 ymurió en Lucca el 11 de abril de 1903. Justamente a los 25 años deedad. En el misterio de la Pasión de Cristo tiene su raíz la inconfundiblefisonomía de Gema “víctima”, es-posa de un Rey crucificado”. Gemavivió cerca de tres años y medio fa-vorecida por Dios con los más altosdones místicos, terriblemente aco-sada por el demonio, y fue partí-cipe de todos los dolores de laPasión de Jesús hasta el abandonosupremo de la larga y dura agoníaque “culminó su holocausto”. Susnumerosas Cartas, el Diario, la Au-tobiografía y otros escritos meno-res reflejan, junto con una discreta cultura teológica, la singular psico-logía de una joven normal, pode-rosamente enriquecida por lagracia divina y de una notable dosisde intuición humana, de buenhumor, de sensibilidad exquisita, defortaleza y de afabilidad, de domi-nio de sí y equilibrio asombroso.

Gema fue a lo largo de su cortaexistencia una joven sencilla, sindoblez, y más bien cándida que in-genua. Nuca se sintió llamada a la especulación teológica y mística. Leíapoco fuera de los manuales de devoción, las Glorias de María de San Alfonso, M.ª de Ligorio, las vidas de los santos, los soliloquios y medita-ciones atribuidos entonces a san Agustín, los salmos y, sobre todo, elEvangelio y la Pasión. Ella no anhelaba otra cosa que vivir sumergida enla contemplación del Salvador a quien trataba de imitarle, en todo, conamor solícito. En él contemplaba, particularmente, “la víctima de los pecados del mundo”. Solo le importaba vivir escondida en Dios conCristo Crucificado, su Esposo, su Rey.

Santa Gema, en éxtasis doloroso.Asociada a la Pasión de Cristo.



Gema solía decir de su misteriosa e íntima conciencia del “pecadouniversal”, que era “la gracia más grande que le había concedido Jesús”.Sólo a partir de esta identidad” con el pecado del mundo”–distinta y ala vez solidaria–se explica la “unión participativa de Gema con la Pasiónde Cristo” y su “vocación expiatoria”. Con razón subraya el P. CornelioFabro, en su obra, la gran actualidad de personalidades místicas comola de Gema en el mundo de nuestro tiempo que se caracteriza por elolvido y la pérdida de conciencia del pecado.

CARDENAL ÁNGEL SUQUÍA (†) –FUE ARZOBISPO DE MADRID–

Rincón familiar “Santa Gema”

En tus manosPadre de Bondadencomendamosa nuestro hermano.

Cólmalo de la Viday de la Comunión Plena contigoque brota del Misterio Pascualde Tu Hijo Jesucristo,nuestro Señor y Hermano.

El día 10 de marzo de 2020 ha fallecido el

P. NORBERTO GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, CP

Miembro de la Comunidad Pasionista de Santa Gema de Madrid, a la edad de 88 años.

Nacido el 23 de Marzo de 1932 en Santa Colomba de Sanabria (Zamora, España).Profesó en la Congregación el 3 de Octubre de 1950 en la Comunidad de Peñarandade Duero (Burgos) y emitió la Profesión Perpetua en la Comunidad de Mieres en el año1953. Recibió su ordenación sacerdotal el 3 de Febrero de 1957.

Ha sido miembro de las Comunidades Pasionistas de España: Peñafiel, Mieres,Santander, Las Presas, Alcalá de Henares, Madrid; desempeñando diversos ministeriospastorales y comunitarios: Superior, Ecónomo-Vicario, Consultor y Secretario Provincial,Maestro de Novicios, Director del Seminario Menor y de Estudiantes Profesos y diversosservicios parroquiales y apostólicos.

Desde el año 2005 pertenecía a la Comunidad de Santander y había sido trasladadoa finales de Febrero a la Comunidad-Enfermería de Santa Gema de Madrid.

Con amor de hermanos agradecemos al Señor su Vida y Ministerio y rogamos le acojaen la Comunión Plena con Él en su Reino.

Descansan para siempre en el Señor


134 | Nº 1.056 | Abril 2020

Encuentros al caminar

Alexander es médicodentista, nacido en AdísAbeba, dos hijos de lo quese siente orgulloso por laresponsabilidad que hanasumiendo en sus vidas,buenos estudiantes y mejo-ras personas. Lo que más legusta a Alexander es dar aconocer Etiopía a los quellegan al corazón de África.Es guía oficial de las Iglesiasde Lalibela, Patrimonio de laHumanidad desde 1978.Alexander nos habla de supaís y de las iglesias mono-líticas de los siglos XII y XIII,lugares de peregrinaciónpara los cristianos ortodo-xos y coptos en la pequeñalocalidad de lalibela, en laregión de Amhara, a 856 ki-lómetros de la capitaletíope.

Etiopía

A excepción de cincoaños de ocupación por laItalia de Mussolini, Etiopía,el segundo país más po-blado de África (1.133.380km2 de superficie y 110 mi-llones de población), nuncaha estado bajo el dominiocolonial. El largo reinadodel emperador Haile Selas-sie tuvo su fin en 1974cuando una junta militar es-tableció un estado socia-lista. Con la independenciade Eritrea en 1993 perdió susalida al mar. En 1994adoptó una Constitución y

en 1995 celebró sus prime-ras elecciones multiparti-distas. Etiopía, que acoge laSede de la Unión Africana,se ha convertido en un ele-mento de estabilizaciónafricana y uno de los paísescon mayor crecimientoeconómico gracias al re-fuerzo de la agricultura, laelectrificación del país y laorientación hacia la expor-tación de café, oro y flores,y está viviendo una revolu-ción democrática desde laelección de Abiy Ahmed, en2018, como primer minis-tro. El 30 de julio de 2019,los etíopes plantaron 353millones de árboles en 12horas para combatir la de-forestación el cambio cli-

Con ALESANDER en Lalibela (Etiopía)

Alexander es guía oficial de Lalibela y posa junto a PepeFernández del Cacho y el responsable de la Iglesia

de San Jorge.

mático. La distribución de lapoblación es: Urbana 20,3%y Rural 79,7%. La poblaciónmenor de 15 años es el40%. La esperanza de vida64 años. Hay un millos decatólicos (1%), 65 millonesde cristianos ortodoxos(59%) y 38 millones de mu-sulmanes (35%) y un 5% deotras religiones.

Lalibela, un rey y unaciudad

La Petra de África se en-cuentra a 2.500 metros dealtitud. La ciudad monásticaal norte de Etiopía, antigua-mente llamada Roha fue lacapital de la dinastía Zagüe.Recibió su nombre actual



Exterior de la Iglesia de San Jorge, la más fotografiadade las iglesia de Lalibela .

del rey Gebra Maskal Lali-bela (1172-1212), canoni-zado por la iglesia etíope,que quiso construir en laciudad una nueva Jerusalénen respuesta a la conquistade Tierra Santa por los mu-sulmanes. Once iglesias es-culpidas en la roca, todasdiferentes y siempre conculto por ser meta de pere-grinaciones. Las once igle-sias son uno de los mo-numentos de los que la hu-manidad puede sentirse or-gullosa, así piensa el guíaAlexander y cita al PadreFrancisco Alvares, capellánde la embajada portuguesaen 1520, el primera europeoen visitarlas y escribir sobreellas. Su primera reacciónfue decir que algo seme-jante no se puede encontraren ningún lugar del mundo,y después de una detalladadescripción de cada una deellas, termina diciendo: “Noquiero escribir más acercade estas obras porque temoque si escribo más nadie meva a creer”.

Separadas por el ría Jordán

Las iglesias de Lalibelano son edificios construi-dos con piedras ni con ma-dera ni con ningún otrotipo de material al uso. Son,sí, de piedra, pero de unasola piedra, de un gran blo-que de roca compacta, aislado del resto de lamon-taña por una zanja dediez, doce, quince metrosde profundidad, excavadatambién en la roca. Unavez separado del bloque,comienza el trabajo de ho-radarlo, comerlo por den-tro hasta hacer emergernaves y arcos, columnas ycapiteles, puertas y venta-nas… todas diferentes ytodas de piedra, distribui-das en dos grupos separa-dos por un riachuelo, casisiempre seco, que llama-ron ría Jordán. Al primergrupo pertenecen las igle-sias de San Salvador, SantaMaría, San Miguel, SantaCruz, Santa Vírgenes y Gól-gota; al segundo, San Ma-

nuel, San Mercurio, Líbanoy San Gabriel. La undécimaiglesia es la de San Jorge,que es la más conocida yfotografiada y está un pocoseparada del resto. Lamayor es la de San Salva-dor con 33 metros delargo, 23 de ancho y 11 dealgo, rodeada de columnascomo una especie declaustro y la de San Jorgela más espectacular, tieneforma de cruz griega ymida 12 metros de largopor 12 de ancho y 12 de al-tura; sobre su techo planoestán grabadas dos crucesconcéntricas.

Para Alexader lo más im-portante de Lalibela no es elhecho turístico en símismo, de unas iglesias an-cladas en el pasado, sinoque es centro de peregrina-ción de más de la mitad dela población etíope queprofesa el cristianismo or-todoxo, sobre todo en lasprincipales solemnidadesde Navidad, Pascua y SantaCruz. Lalibela huele a cerareciente traída por los pere-grinos y donde los sacerdo-tes van de aquí para alládando a besar las crucesque llevan en sus manos ydando a beber el agua santaa quien se la pide. ConcluyeAlexander diciendo que enLalibela está no solo la rocadel pasado, sino la Iglesiaviva de hoy con su fe senci-lla y profunda.

❚ PEPE FERNÁNDEZ DEL CACHO


136 | Nº 1.056 | Abril 2020

Fe y razón

Son pocas las cosas que sabemospor evidencia personal, cuandonuestra razón y nuestros experimentosnos las señalan como ciertas.

Nuestra certeza no sólo se asienta enlo que nos es evidente en persona, sinoque muchas veces reposa en dar fe yconfianza a otros seres humanos quesuponemos que conocen las cosas.

Así, cuando por la mañana enciendola luz me fío implícitamente de loselectricistas que han diseñado la redeléctrica y las bombillas y, aunque nor-malmente no entienda el mundo de laelectricidad, doy por sentado que todo,al dar al interruptor, funcionará. Ycuando leo el periódico me fío del pe-riodista que comunica, por ejemploque se ha producido un terremoto enuna región del mundo, aunque yo no lohaya visto.

Estoy cierto de que la materia secompone de átomos y de que la ener-gía atómica se transforma en electrici-dad en las centrales eléctricas, aunqueno haya visto nunca un átomo o un ex-perimento que me confirme que existe.

Me fío del médico cuando me recetatal medicina como buena para misalud, aunque ignore pruebas que loconstaten.

Palabra autorizada

Así, las certezas con que vivo, y sinlas que no podría vivir, muchas soncreencias que nacen de la confianza enpersonas que estimo competentes.

Con razón nos comentaba el santoPapa Juan Pablo II en su encíclica

“Fides es Ratio”: “Que en la vida de unhombre las verdades simplemente creí-das son mucho más numerosas que lasadquiridas mediante la constataciónpersonal” (nº 31)

Y continúa: “El hombre, ser quebusca la verdad, es pues también aquélque vive de creencias” (ibídem) Y nosexplica la tensión entre evidencia ycreencia:

“Por una parte la creencia parece unaforma imperfecta de conocimiento, quedebe perfeccionarse (…) mediante la evi-

Evidencia personal y creencia o confianzaen el saber de otras personas

La vida hace pensar y ayudaa crecer.



mártires cristianos es fiarse de unaspersonas que muestran un amor lle-vado a una altura inefable.

Y si en el mundo material podemosfiarnos de un gran físico y aceptar loque dice sobre los átomos, en elmundo espiritual podemos fiarnos delos santos y mártires cristianos.

Y cuando comulgamos con ellosestamos sintonizando con un amor di-vinizado. Y en este sentido reencontra-mos, al darles fe, nuestro sentimientoembrionario de amor a Dios y a loshermanos, nos sentimos identificadoscon ellos y arrastrados a un bienaven-turado vórtice de amor.

Y así, fiarnos de los santos nos llevaa fiarnos de Dios (como el niño se fíade sus padres). Y esto no es sólo cono-cimiento de amor. Y podemos decirque la Fe añade al conocimiento inte-lectual una dimensión amorosa, y eneste sentido es superior, vitalmente, alconocimiento meramente mental oabstracto.

❚ JAVIER GARRALDA ALONSOBARCELONA

dencia lograda personalmente. (Pero)por otra, la creencia con frecuencia re-sulta más rica desde el punto de vistahumano que la simple evidencia, porqueincluye una relación interpersonal”:“Cada uno al creer confía en los cono-cimientos adquiridos por otras personas(…) entrando así en una relación más ín-tima y estable con ellas” (nº 32)

Y hablando de la verdad que da sen-tido a la vida nos señala que “la perfec-ción del hombre no está en la meraadquisición del conocimiento abstractode la verdad, sino que consiste tambiénen una relación viva de entrega y fide-lidad hacia el otro”. Y nos explaya eltestimonio de los mártires.

El martirio, palabra y testimonio

Comentemos que los mártires nosólo argumentan con su mente la ver-dad que profesan, sino, sobre todo, consu corazón, con su misma vida, queorecen por amor a Dios y les lleva a ni-veles sublimes, orando y perdonandoincluso a sus verdugos: Fiarse de los

Creer implica:conocer, amar, confiar

y también celebrar.


138 | Nº 1.056 | Abril 2020

Alegrémonos juntos

que tiene por objeto conducir a las diver-sas células del cuerpo el alimento queproducen el estómago y los intestinos; [2]los glóbulos rojos o hematíes, encarga-dos de oxigenar el organismo. Propor-cionan a las células el oxígenorefrigerante; [3] los glóbulos blancos oleucocitos, tienen la misión de defenderal organismo de los microbios. ¿Cómono admirar la función significativa y ‘vital’de este líquido que recorre nuestrocuerpo a través de las arterias y las venas?

En el lenguaje coloquial hay expresio-nes que hablan de la sangre: [A] En sen-tido fuerte: “mala sangre” (individuoagresivo y peligroso); “la sangre pide san-gre” (venganza) ; “a sangre fría” (con pre-meditación y alevosía); “correr la sangre”(haber muertos o heridos en un suceso);“subirse la sangre a la cabeza” (montar encólera); “a sangre y fuego” (con todorigor, sin piedad); “chupar la sangre” (elque se aprovecha de los beneficios deotro en beneficio propio). [B] En sentidosuave: “buena sangre” (persona bonda-dosa y noble); “dar uno la sangre de susvenas” (el que, por amor y generosidad,sacrifica cuanto le pertenece por al-

VALIOSO LÍQUIDO ROJO QUE CIRCULA POR NUESTRO CUERPO

uerido lector olectora, tal vezse preguntequé tiene quever la sangrecon la alegría.

A nadie le agrada perdersangre a borbotones sinton ni son. A su vez, unanoticia estupenda quemueve al contento es laexistencia de ‘donantes desangre’, voluntarios anóni-mos que, cada ciertotiempo, permiten que lesextraigan una porción del ‘tesoro rojo’que hay en su cuerpo en favor del pró-jimo enfermo. ¡Qué maravilla!

Por otra parte, del 9 al 12 de abril ce-lebramos el santo Triduo Pascual de lapasión y resurrección del Señor, centro yvértice del año litúrgico. Enseña el após-tol san Pedro: “Ya sabéis con qué os res-cataron de ese proceder inútil recibido devuestros padres: no con bienes efímeros,con oro y plata, sino a precio de la sangrede Cristo, el Cordero sin defecto ni man-cha, previsto antes de la creación delmundo y manifestado al final de los tiem-pos por vuestro bien.” (1 Pe 1, 18-20)ALGO que hay en nosotros señala a AL-GUIEN que entregó su vida por nosotros.

Algo que hay en nosotros

La sangre, como explica el P. JesúsSimón, jesuita, en su libro “A Dios por laciencia” es «una sustancia líquida, roja,con ligera viscosidad, medianamentedensa y de sabor algo alcalino». Está encontinuo movimiento. En ella, se distin-guen tres clases de elementos: [1] elplasma sanguíneo (líquido casi incoloro),

LA SANGRE



guien); “bullirle la sangre” (persona exal-tada por afecto o pasión); “no llegará lasangre al río” (el desenlace será sin con-secuencias graves); “no tener sangre enlas venas” (ser cobarde, demasiado tran-quilo, indiferente); “¡sangre!” / “¡sangremía!” (manifestación de cariño); “teneruno la sangre caliente” (arrojarse precipi-tadamente y sin consideración a los peli-gros y empresas difíciles); “sangre, ni delas muelas” (el que se indispone fácil-mente al ver sangre); “sangre ligera”,“sangre pesada” (persona simpática ypersona antipática, respectivamente). Lasabiduría popular recoge una extensa yvariada colección de frases, dichos y sen-tencias sobre la sangre.

Alguien que entregó su vidapor nosotros

El 23 de marzo de 1736, san Pablo dela Cruz, fundador de la Congregación pa-sionista, escribe al P. Francisco AntonioAppiani: “No se preocupe de la aridez quesiente en la oración ni de las distraccio-nes porque son involuntarias. Y por estemedio Dios le purifica su corazón,para que se disponga a unirsecon alta perfección alSumo Bien. En esasocasiones reavive dul-cemente la fe, ima-gine que está en elCalvario, y dirija todossus pensamientos y mi-radas amorosas a JesúsCrucificado, abrácese a la santaCruz, deje que su alma se empape de esaSangre Preciosa”. ¡Estupendo! La sangrede Jesús es una sangre que habla mejorque la de Abel (cf. Hb 12, 24), por mediode la cual, se establece el encuentro sal-vífico definitivo con Dios; Él es el media-dor de la nueva alianza: “Después tomóel cáliz, pronunció la acción de gracias ydijo: «Bebed todos; porque esta es misangre de la alianza, que es derramada

por muchos para el perdón de los peca-dos»” (Mt 26, 27-28).

La recomendación de san Pablo de laCruz es espiritual y humanamente com-prensible y provechosa para los cristianosdel siglo XXI. ¡Se trata de la sangre deCristo! Su sangre y, por ende, Él mismo,que, en virtud de su entrega total poramor, en favor de la humanidad, se cons-tituye en manantial de vida, bálsamo, vi-tamina, alimento, fiesta y alegría. En estesentido, hemos de contemplar el misteriopascual con entrañable gratitud, fervorreligioso y simplicidad evangélica. Cadaaño, si bien conmemoramos el mismo‘acontecimiento histórico’ (Misterio pas-cual), actualizado, lo hacemos desdeunas circunstancias o situaciones perso-nales y familiares, eclesiales y sociales,cambiantes. No cabe duda de que, dichomisterio, ilumina nuestra historia e in-funde en nosotros, discípulos misionerosde Jesucristo, un renovado impulso deamor misericordioso, salvador y santifi-cador.

Jesús de Nazaret, el Mesías, que de-rramó su sangre para la salvación del

mundo, es causa de una inmensa y constante alegría: “En él, por

su sangre, tenemos la redención, el perdón de los pecados, con-forme a la riqueza dela gracia” (Ef 1, 7)

Jesús, Donante univer-sal que, por tu dolorosa

pasión y gloriosa resurrec-ción, crezcamos en la fe, la esperanza

y la caridad; secundemos las mocionesdel Espíritu Santo, seamos testigos de tufidelidad y sacrificio; y, con palabras desan Pablo VI, “conservemos la dulce yconfortadora alegría de evangelizar, in-cluso cuando hay que sembrar entre lá-grimas” (Pablo VI, Evangelii nuntiandi, n.80) Así sea.

❚ RAFAEL SÁNCHEZ A., C.P.


140 | Nº 1.056 | Abril 2020

ODS: Objetivos de Desarrollo Sostenible (IV)

Seguimos avanzando por la ruta de la soste-nibilidad, en el camino que nos lleva hacia eldesarrollo solidario mediante la implicación co-munitaria de todos. Los Objetivos de DesarrolloSostenible (ODS) son una herramienta más. Hoyles voy a hablar de energía y trabajo. A la primerano le damos tanta importancia y, sin embargo,¿se podrían imaginar el día a día sin poder dis-poner de ella? Del trabajo oímos hablar con fre-cuencia, por desgracia, cuando se menciona elnúmero de parados en nuestro país o en otroslugares.

Garantizar el acceso a una energía asequi-ble, segura, sostenible y moderna para todoses el 7º ODS. Sin ella no es posible el desarrollohumano ni económico. Aunque parezca increí-ble, una de cada cinco personas de la poblaciónmundial vive sin electricidad y 2.800 millonesde personas dependen aún de materiales comola leña, el carbón vegetal, estiércol y la hulla paracocinar y calentarse. Por otra parte, las energíascontaminantes son el contribuyente principalpara el cambio climático y representan alrededordel 60% de todas las emisiones mundiales degases de efecto invernadero.

Es fundamental apoyar las iniciativas econó-micas y laborales que permitan acceder a ser-vicios de energía modernos, aumentar el uso defuentes renovables y mejorar su rendimiento.

Aunque afortunadamente la situación ha me-jorado en la última década, pues ha crecido eluso de las renovables como la hidroeléctrica, lasolar o la eólica, aún no podemos hablar de ungran avance pues de toda la energía consumidamundialmente solo el 17,5% procedía de las re-novables.

¿Qué podemos hacer para reducir el con-sumo energético? Por concretar en un sectorcomo es el transporte, utilicemos la movilidadferroviaria más que el aéreo y por carretera yfomentemos las telecomunicaciones para ha-cernos presentes de otra manera.

El 8º ODS es promover el crecimiento eco-nómico sostenido, inclusivo y sostenible, elpleno empleo productivo y el trabajo decentepara todos. Ello implica que todas las personas,hombres y mujeres, tengamos igualdad de opor-tunidades para realizar una actividad productivaque nos aporte un ingreso justo, seguridad enel trabajo y protección social para nuestras fa-

ENERGÍA ASEQUIBLE Y NO CONTAMINANTETRABAJO DECENTE Y CRECIMIENTO ECONÓMICO

milias. Además se debe fomentar el desarrollode la persona y la integración social.

Uno de los grandes desafíos mundiales es lacreación de empleos de calidad donde se tratea la persona con dignidad y se le pague de ma-nera justa. Una ocupación que sea segura y sinriesgos. Si no hay labor ni otra fuente de ingre-sos, disminuye el nivel de vida y además no sepueden adquirir productos básicos de higieneo alimentación. Estas situaciones pueden de-sencadenar disturbios locales y nacionalescomo hemos podido comprobar a través de lasnoticias que nos llegan y otras que desconoce-mos porque no interesan a los gobiernos.

Aunque la tasa de desocupación laboral hadisminuido del 6,4% del año 2000 al 5,6 %, to-davía queda mucho por hacer pues es mínimolo conseguido. ¿Por qué ocurre esto? Sin dudaalguna porque que las políticas económicas ysociales necesitan un replanteamiento para aca-bar con este mal que genera tanta miseria y do-lor.

Como conclusión me viene a la mente aque-lla cita bíblica que dice “Si alguno no quiere tra-bajar que tampoco coma” El problema está enquien quiere trabajar y no puede, o quienes notienen ni trabajo ni comida, o lo que es peor, nifuentes de energía ni energía personal para vivircada día y están en un constante subdesarrolloinsostenible.

❚ JUAN CARLOS PRIETO [email protected]



No debiéramos acudir nunca a misa pensandoque Dios nos va decir siempre las mismas cosas.De ahí que a veces nos aburra la celebración. Y nocaemos en la cuenta de que los aburridos somosnosotros. Dios nunca se repite, Dios siempre nossorprende si venimos dispuestos a oír cosas nuevas.

Las que oíamos, por ejemplo un domingo en laprimera Lectura, en el libro de la Sabiduría: “Señor,tú te compadeces de todos. Cierras los ojos a lospecados de los hombres para que se arrepientan,como si no nos hubieras visto pecar. Amas a todoslos seres y no odias nada de lo que has hecho; sihubieras odiado alguna cosa no la habrías criado.

Cuando nos confesamos, creemos que Dios nosperdona por aburrimiento, porque no sabe ya quehacer con nosotros, miserables. Y el Libro de la

Sabiduría nos aclara maravillosamente las ideas: “Amas a todos los seres y no odiasnada de lo que has hecho; si hubieras odiado alguna cosa no la habrías creado”. Másclaro, el agua.

Otra cosa. otra pregunta. ¿Y por qué nos perdona Dios? ¿Y por qué lo hace tantasveces? ¿Y por qué no se cansa ya de nosotros?

Lo acabamos de escuchar: “A todos los perdonas porque son tuyos, Señor, amigode la vida. Por eso corriges poco a poco a los que caen, A éstos les recuerdas supecado para que se conviertan y crean en ti, Señor”.

Por si no le hemos entendido bien, hay un salmo responsorial que sigue a la primeraLectura de otra misa que dice así: “El Señor es clemente y misericordioso, lento a laira y rico en piedad. El Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas”.

¿Que a veces nos parece que no podemos más? Sigamos leyendo el mismo textode otra Lectura dominical: “El Señor sostiene a los que van a caer, endereza a los queya se doblan”. No se trata de ser buenos porque está mandado, sino porque Él nosamó primero. No es cuestión de leyes, Es cuestión de amor. Y Dios (no lo olvidemosnunca) esencialmente es eso: amor.

Zaqueo era un jefe de publicanos. Rico, pecador. Un día se subió a una higueraporque quería ver de cerca pasar a Jesús. En aquel pecador algo bueno leyó el Señorpara invitarle, como así lo hizo: “Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo quealojarme en tu casa”.

Algo parecido a lo que sucedió con aquel ladrón crucificado por malo junto aJesús: “Señor, acuérdate de mí cuando entres en tu reino”.

Y el Señor: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”No nos escondamos cuando vayamos a misa los domingos o demás días. Y

recordemos que él quiere vernos no para estar seguro de que cumplimos, sinosencillamente porque nos quiere. Y amor con amor se paga.

❚ ALBERTO [email protected]

Cada misa,una sorpresa


142 | Nº 1.056 | Abril 2020

*Crucifijo de San Pablo de la Cruz



San Pablo de la Cruz,fundador de la FamiliaPasionista. 1720-2020(Lett II, 719)


Luces claras, dos lumbrerasen la noche de la Pascua anunciada.Como dos cirios gigantescubiertos aún de nieve blanca,proclamando la gran noticia:CRISTO RESUCITÓ, VIVE Y HABLA.La naturaleza, la vida,son su palabra.Así es nuestro Dios,el que murió, resucitó y vive.La naturaleza, el amor, el calor, la vidalo proclaman.


María en su soledad desde la fe - Passiochristi.org€¦ · reencuentro de la libertad, del...

Documents

Transcript of María en su soledad desde la fe - Passiochristi.org€¦ · reencuentro de la libertad, del...