Marcadores Del Discurso

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1 José Portolés Marcadores del discurso Ariel Practicu 2a. edición ampliada y actualizada

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José Portolés

Marcadores del discurso Ariel Practicu

2a. edición ampliada y actualizada

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Marcadores del

discurso

Ariel

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INTRODUCCIÒN

A cualquier lector informado de los avatares de la lingüística

más reciente, le asombrará la proliferación de investigaciones

sobre las unidades que aquí se denominan "marcadores del

discurso".

Unidades como por tanto, en suma, en fin, hombre o bueno, que

en las gramáticas tradicionales, e incluso en las más actuales

de orientación estructural o generativa, se hallan tan sólo en alguna

enumeración, se han convertido en objeto de numerosas

publicaciones en las más diversas lenguas.1 Ciertamente, en

enteca descripción podría justificar por sí sola este interés; sin

embargo, los motivos profundos son otros.

En la década de 1970 se formaron nuevas disciplinas en la

lingüística que encontraron en los marcadores discursivos

confirmación de sus hipótesis de partida: por un lado, se consolidó

la Lingüística del Texto y, por otro, comenzó a afianzar se la

pragmática. La Lingüística del Texto aspira a romper las fronteras

de la oración como límite último en los estudios del lenguaje y

amplía su estudios a una unidad mayor que denomina "texto". En

cambio de la oración al texto, algunos marcadores discursivos - o

1 Para una orientación bibliográfica general, Portolés (1993), Cortés (1995a, 1995b), Foolen (1996).

Pons (1998, 2001) y Shourrup (1999); un estado de la cuestión de los estudios en español se puede

encontrar en Martín Zorraquino (1992, 1994a), casado (1996) y6 Matín Zarroquino y Portolés Lázaro

(1999).

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marcadores textuales, según su terminología- constituyen

unidades de inapreciable valor probatorio. En:

(1) Tras la vicisitudes que todos conocemos -

pérdidas, robos y apariciones parciales y más o

menos furtivas-, la publicación este mes de

diciembre de los Diarios de Manuel Azaña ha

supuesto un acontecimiento de primer orden. Los

Cuadernos arrojan luz sobre lo privado y lo público

de dos años de la vida de un hombre esencial en la

historia reciente de España. detalles cotidianos,

íntimos y sorprendentes de un hombre inteligente y

triste conviven en las páginas de estos Diarios con

acontecimientos y decisiones políticas de inmenso

valor histórico. Un tesoro, en fin, para

historiadores y para todos los lectores [en ABC

Cultural, 19-XII- 1997, 20].

el marcador en fin presenta el miembro del discurso en el que se

encuentra como una recapitulación de lo enunciado en una

secuencia anterior constituida no por una sola oración, sino por

varias; así pues, de acuerdo con la lingüística del Texto, sólo si se

considera que los hablantes utilizan unidades lingüísticas mayores

que la oración se puede dar cuenta del funcionamiento de este

marcado. Para esta corriente, la propia existencia de los

marcadores textuales confirmaría que existen los textos.

El motivo de la preocupación de la pragmática lingüística por

los marcadores requiere una explicación un poco más compleja.

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En la década de 1960, el refuerzo por sistematizar la gramática

de las lenguas con cierto rigor científico trajo problemas difíciles

de resolver. Pensemos ñeque alguien nos invita a ver una

exposición y le respondemos: "Tengo mucho trabajo". Esta oración

se comprende como un rechazo de la propuesta que se nos ha

hecho y sin embargo, no existe ninguna negación expresa. Otro

ejemplo: partamos del enunciado tráeme un vado de agua. Si lo

dice un sargento a un soldado, constituirá una orden; pero si lo

dice una hija a su padre, se convertirá en una petición; e incluso, si

lo balbucea un secuestrados a su secuestrador, podrá ser una

súplica. Tampoco aquí hay ningún verbo introductorio que indique

estas diferencias, es decir, no se enuncia Te pido que me traigas

un vaso de agua o Te suplico que me traigas un vaso de agua,

pero sin embargo, esto es aproximadamente lo que se

comprende. Una gramática que pretenda ser rigurosa, esto es,

que aspire a ser predictiva, encuentra serias dificultades en dar

cuenta de estos hechos2 - ¿cuál es el verbo que se ha de

suponer en el segundo ejemplo: pedir, mandar, solicitar, requerir,

etc.?, ?en qué forma se conjugan?, ¿por qué no influye en el modo

de la oración que supuestamente depende de él?3

La solución que se fue perfilando en la década de 1970

consistió en deslindar una parte puramente gramatical de otra

parte interpretativa, la que nos ha hecho comprender: "No puedo

ir contigo a esa exposición" o "Te ordeno que me traigas un vaso 2 Éste fue de los motivos del rechazo de Noam Chomsky en la década de 1970 de la llamada

"semántica generativa", que constituía un intento de proponer una explicación dentro de la gramática

a estos fenómenos. Para una historia de las polémicas de la época, Newmeyer (1980). 3 Se dice el imperativo trae y no el subjuntivo traigas, como sería de esperar si la oración dependiera

de un verbo del tipo de pedir.

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6

de agua". De estas interpretaciones se ocupa ría una disciplina

todavía sin desarrollar en aquel momento: la pragmática.

En la primera mitad del siglo, el semiótico Charles Morris

[1901 - 1979] había concebido el estudio de la Teoría de los

signos a partir de tres disciplinas: la sintaxis, la semántica y la

pragmática (Morris: 1938) . La primera atendería la relación formal

entre un signo y los objetos a los que se refieren; y , por último,

se ocuparía de la relación entre los signos y sus intérpretes, la

pragmática. Esta primera concepción de la pragmática abarcaba

todos los fenómenos psicológicos, biológicos y sociológicos que

tienen lugar en el funcionamiento que comienza su camino en la

década de 1970 tiene una aspiraciones más limitadas.4

El interés por los marcadores del discurso dentro de la

pragmática nace como contestación a una pregunta posterior. Ya

hemos advertido que la pragmática se concibe para dar cuenta

de la diferencia entre lo dicho y lo interpretado - se dice tengo

mucho trabajo y se comprende "No puedo ir contigo a esa

exposición"-; ante este hecho algunos estudiosos del lenguaje

se cuestionaron si la forma lingüística. Para una respuesta,

analicemos un nuevo ejemplo. Pensemos en un muchacho que

desea declarare a una chica. Sabemos que este joven es feo y

simpático, por lo que podremos decir:

(2) a) Es feo pero es simpático.

4 De todo modos, la intención universalista de Morris se conserva en planteamientos como el del

Handbook of Pragmatics (verscheren y otros: 1995) de la Internacional Pragmatics Assosciation

(http://ipra-www.uia.ac.be/epra/).

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b) Es simpático pero es feo.

Nuestro conocido tiene las dos propiedades en las dos

intervenciones, tanto en (2a) como en (2b) es feo pero es

simpático; sin embargo, el uso de pero nos conduce a

conclusiones distintas: con (2a) sugerimos su éxito y con (2b)

esperamos su fracaso.

(3) a) Es feo pero es simpático. [Así que la chica le hará

caso.]5

b) Es simpático pero es feo. [Así que la chica no le hará

caso.]

Con ejemplos con éste, no sólo se concluye que unidades

como pero condicionan la interpretación de lo dicho, también se

confirma la hipótesis de que la forma lingüística concreta de cada

enunciado sirve de guía de su comprensión. Los marcadores

discursivos son la evidencia de un fenómeno fundamental para

la explicación del funcionamiento de la comunicación humana: la

forma lingüística no sólo determina qué se descodifica al

escuchar un discurso -que hay un muchacho nada agraciado,

aunque con salero -, sino también, en buena medida, qué se

comprende con posterioridad - que en (2a) la chica le hará caso

y que en (2b) le dará calabazas-. Los marcadores constituyen, por

ello, el primer paso en una dirección distinta de los estudios

lingüísticos, son como una nuevas islas de los Galápagos, un

espacio pequeño en el que se descubre una realidad diferente

5 Entre corchetes una posible conclusión inferida.

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de la habitual, pero, por eso mismo, extremadamente iluminadora.

No ha de extrañar, pues, el pujante interés por estas unidades

también desde la pragmática.

De los dos planteamientos, textual y pragmático, en el estudio

de los marcadores, seguiré el pragmático por considerarlo más

abarcador, Así la propuesta de la Lingüística del Texto de los

marcadores como creadores de unidades lingüísticas mayores

que la oración recibirá en estas páginas una explicación

pragmática.

En cuanto al instrumento teórico que utilizo, un nuevo

objeto de investigación requiere uno también renovado. Mi

intención principal con el presente libro consiste en concretar, en

explicar y en demostrar el valor de aquellos conceptos teóricos

que considero más valiosos para el estudio de los marcadores del

español. Creo que en las investigaciones del discurso se pueden

asentar criterios que nos permitan, por un lado, huir de las

simples intuiciones y, por otro, construir explicaciones que puedan

ser falsables. En las últimas décadas han nacido varias teorías

que proporcionan útiles para el análisis, aunque, evidentemente,

nos encontremos todavía muy lejos del rigor de las descripciones

gramaticales. Recurriré, en mayor o menor debida, a algunas de

estas teorías, pero siempre para describir del mejor modo posible

los marcadores y no para ejemplificarlas meramente. Este estudio

va a corroborar muchos de sus planteamientos, pero también

evidenciará lo improcedente de algunas generalizaciones, pues,

en ocasiones, se ha simplificado la realidad de partida. Nuestras

conclusiones serán, en consecuencia, menos rotundas, pero

confío en que se aproximen más a los hechos.

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9

De lo expuesto hasta este momento se habrá concluido

que existe un empeño teórico en el libro; no obstante, hay

también en él una preocupación práctica. Los marcadores del

discurso han sido unidades pobremente descritas en las

gramáticas y los diccionarios del español. En muchas ocasiones

quien se dedica a la enseñanza del español como primera

lengua o como lengua extranjera, corrige la propuesta equivocada

del alumno sin otro apoyo que su intuición lingüística.6 Esta

institución me ha animado a procurar que las explicaciones

teóricas se acompañen de las descripciones de los marcadores

más habituales, de tal forma que, una vez leído el libro y, si se

utiliza el índice que aparece al final, se pueda emplear como obra

elemental de consulta; asimismo, en esta segunda edición he

añadido un último capítulo de lingüística aplicada con el fin de

afianzar la vertiente práctica del libro.

Termino esta introducción agradeciendo a Luís Eguren y a

Silvia Murillo sus siempre valiosas indicaciones, a María Antonia

Martín Zorraquino los prudentes y sabios comentarios a un

trabajo del que son consecuencia estas páginas (Martín

Zorraquino y Portolés: 1999), y a mis compañeros y colegas el

interés que han mostrado por mis investigaciones en este campo;

por último, agradezco también a la DGICYT la financiación de los

proyectos PS94-0038 "restricciones lingüísticas a las inferencias en

la comunicación" y BFF 2000-1438 "Diccionario de partículas

discursivas del español" en los que se describen este estudio.

6 Recientemente publicaciones como Fuentes (1996a, 1996b), Martínez (1997), Martín Zorraquino y

Portolés (1999) y Montolío (2000, 2001) ayudan a llenar este vacío.

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CAPÍTUO I

LA PRAGMÁTICA Y LOS MARCADORES

1.1 La comunicación inferencial Comencemos por fijar las bases teóricas de la corriente de

la pragmática que va a proporcionar los primeros fundamentos de

nuestro estudio.7

Hasta hace pocos años la comunicación se explicaba como un

proceso de codificación y descodificación de enunciados. Era lo

que habíamos aprendido del Tours de linguistique générale

(1916) de Ferdinand de Saussure [1857 - 1913] y de su versión

perfeccionada en 1960 por Ronan Jakobson [1896 - 1982] en

"Linguistics and poetics". Así, cuando un hablante quería

comunicar algo, lo codificaba recurriendo al código que era un

lengua determinada; el oyente, que conocía ese código,

descodificaba el enunciado recibido y comprendía lo que se

quería comunicar. Sin embargo, ya en 1967 el filósofo del lenguaje

Herbert Paul Grice [1913 - 1988] había mantenido que lo dicho no

es todo lo comunicado (Grice: 1975). Veamos el siguiente

intercambio: 7 Buenas introducciones son levinson (1983), Reyes (1990). Moeschler y Reboul (1994), Calvo

(1994) y Escandell (1996). En calatán, Bassols (2001)

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(1) Ana: ¿Te ha gustado ese tal Manolo

Beatriz: No me gustan los que se escuchan al hablar.

Después de oír la intervención de Beatriz, Ana concluye que

Manolo se escucha al hablar y que, por este motivo, a su amiga no

le ha gustado este muchacho. En rigor, ninguna de estas dos

conclusiones, que Grice denomina "implicaturas",8 ha sido dicha

pero, ciertamente, forman parte de la comunicación tanto como

el enunciado expreso que las ha desencadenado (No me gustan

los que se escuchan al hablar).

Toda comunicación verbal consta de una parte codificada y

de otra parte producto de inferencias, esto es, de ciertos procesos

mentales que llevan a conclusiones como las anteriores. Los

hablantes nos comunicamos presentando lo dicho como un

estímulo para desencadenar estas inferencias. La simple

descodificación nunca es suficiente, pues la comunicación humana

es esencialmente una comunicación inferencial.

Para que se produzca este proceso inferencial, además de

lo dicho, es preciso un "contexto". El contexto de los participantes

en una conversación es siempre mental y está formado por las

creencias que residen en su memoria, pero también por aquellas

que se derivan de su percepción inmediata de la situación o,

simplemente, de lo que se ha dicho antes (Sperber y Wilson: 1986).

Para comprender la importancia del contexto, consideremos que

nuestras dos amigas, Ana y Beatriz, se despide diciéndose: A las 8 El término implicaturas es un neologismo propuesto por Grice para evitar implicación, que en

filosofía del lenguaje ya poseía otro significado.

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diez, e la perta del cine. Aunque descodifiquemos sin problema

este enunciado, no seremos capaces de acudir nosotros

también a la cita: No sabemos si la cita es a las diez de la mañana

o de la noche, si es al otro día o dentro de un mes, y no tenemos la

menos idea de cuál es el cine. En fin, carecemos del contexto

necesario para lograr las inferencias oportunas. Sin embargo, las

dos muchachas, que alcanzan este contexto, logran, gracias al

aporte pragmático que les proporciona, una parafrasear con:

"Hemos acordado una cita mañana, en la puerta del cine Coliseo".

Un grave problema teórico consiste en determinar cómo

de un contexto mental enorme, como es el que cualquier persona

posee, se selecciona aquella parte que le permite lograr las

inferencias deseadas en cada momento. H. P. Grice (1975)

propone que se puede prever porque los hablantes respetan un

"Principio de Cooperación", que se desglosa en cuatro categorías

que resumidas serían:

a) Cantidad. Proporcione toda información que se precisa, pero

no más.

b) Calidad. No mienta.

c) Relación. Lo que diga debe ser pertinente.

d) Modo. Debe ser claro en la exposición.

Alguien no dice Tengo frío. Suponemos que sigue el

Principio de Cooperación: por ejemplo, que no nos miente -

categoría de calidad- y que nos ha dicho lo que considera

pertinente - categoría de relación-. Buscamos en el contexto - en

este caso, en la habitación - algo que nos permita inferir alguna

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implicación. Vemos una ventana abierta. Todos sabemos -

tenemos en nuestra memoria- que cerrar las ventanas alivia el frío

y concluimos que nuestro interlocutor nos ha comunicado su

sensación con este fin. Una de las implicaciones de Tengo frío

será "Cierra la ventana".

1.2 Implicaduras conversacionales e implicaturas convencionales Una vez establecido este hecho, el siguiente paso

consistirá en comprobar qué papel desempeñan unidades como

pero,, sin embargo, bueno, claro, etc., en esta concepción de la

comunicación. Grice (1975) distinguió dos tipos de conclusiones

inferenciales: las implicaduras "conversacionales" y las

implicaduras "convencionales". Las primeras se obtendrías

exclusivamente por el Principio de Cooperación. Así por ejemplo.

"Cerrar la ventana" es el ejemplo anterior será una implicatura

conversacional. Si variamos el contexto, la conclusión puede ser

distinta. Supongamos ahora que la ventana está cerrada y que el

frío lo produce interlocutor desea que se abra la ventana.

Por el contrario, las implicaduras convencionales son

fijadas por palabras como pero. Recordemos el ejemplo que

vimos en la introducción:

(2) a) Es feo pero es simpático. [Así que la chica le hará caso.] b) Es simpático pero feo. [Así que la chica no le hará caso.]

La distinta conclusión que inferimos de estos enunciados

sobre el éxito amoroso o el fracaso de nuestro conocido se debe

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a la posición de los dos miembros del discurso (Es feo /es

simpático) en relación con pero. Este marcador, sea cual sea el

contexto, nos dice que la conclusión a la que se ha de llegar seá

una que se obtenga del miembro del discurso que lo sigue y no

del que lo precede. En (2a) la conclusión será a partir de es

simpático y en (2b) de es feo. De este modo, las inferencias que

se logren en cada caso están "convencionalmente condicionadas

por pero.

Se ha de advertir, no obstante, que la conclusión concreta que

se propone en estos ejemplos -"La chica el hará caso" para (2a) y

"La chica no le hará caso" para (2b) - se obtiene

conversacionalmente, ya que en otro contexto las conclusiones

pueden ser distinta, así, en una selección de personal para

vendedores a domicilio la conclusión de lo dicho en (2a) pudiera

ser "Lo contratamos" y en (2b) "No lo contratamos". Lo

convencional se limita a que sea el miembro discursivo que sigue

a pero, y no el anterior, aquel que orienta hacia la conclusión que

se ha de obtener.

1.3 El principio de Pertinencia Más recientemente, el antropólogo francés Dan Sperber y la

lingüística inglesa Deirdre Wilson parten de la concepción de

Grice, pero la modifican sustancialmente. Reducen las categorías

a una de ellas, la de relación, con una diferencia esencial; el

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"Principio de Pertinencia", como lo denominan Sperber y Wilson9

no es una regla cultural como la máxima de Grice, sino un

principio natural10. Se trata de un principio cognitivo que guía e

comportamiento comunicativo humano y para el que no existe

excepción. La comunicación precisa que las inferencias que

forman parte esencial de ella sean inmediatamente previsibles

tanto para el hablante como para el oyente. Esto sucede porque

ambos comparten inexcusablemente este mismo principio. En

todos los hablantes de tosas las culturas, por pertinencia guía el

proceso de obtención de las inferencias.

El Principio de pertinencia se resume en: "todo enunciado

comunica a su destinatario la presunción de su pertinencia

óptima". Las personas buscamos en la relación entre lo dicho y

el contexto a pertinencia mayor; es decir, el efecto cognitivo

mayor -la mayor información- en relación con el esfuerzo de

tratamiento más pequeño. Supongamos que en la calle una

persona le dice a otra: ¡Cuidado!, haciendo una indicación en una

dirección determinada. El oyente observa. Ve a una madre con sus

hijos, a un vendedor de cupones, una tienda de ropa y a un

motorista que está a punto de atropellarlo. Inmediatamente

comprende que su interlocutor le llamaba la atención sobre el

motorista y no sobre las demás personas o cosas. Ha aplicado el

principio de pertinencia a partir de un enunciado y en relación

9 La versión española de su libro fundamental Relevante (1986, 19952 ) ha preferido el anglicismo

relevancia a pertinencia , aunque la traducción al francés del propio Sperber es la pertinencie y en

italiano se habla de pertinenza. En cualquier caso, si se prefiere utilizar relevancia, se ha de tener

cuidado de no interpretarlo como "importancia"

10 En Wilson y Sperber (1981 - 1998) y en Sperber y Wilson (1986, 46 - 53) estos autores comentan sus

diferencias con Grice. un estudio comparativo de los dos principales es el de Yus (1997).

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con un contexto determinado. Es más pertinente "cuidarse" de un

vehículo que nos puede arrollar que de una madre que mantiene el

orden. En:

(3) Ana: ¿Estás mareada?

Beatriz: Me he tenido que sentar.

Para obtener la implicaduras "Beatriz está mareada", Ana

ha aplicado el enunciado Me he tenido que sentar el principio de

pertinencia, el cual la ha obligado a buscar en el contexto los

conocimientos que le permitan obtener algún beneficio en el

proceso comunicativo que se ha iniciado. Pensemos que de Me

he tenido que sentar podría haber inferido; "Hay asientos en la

casa" o "Beatriz estaba antes de pie", pero ninguna de estas

inferencias son pertinentes para responder a la pregunta de Ana.

De todos modos, como sucede con la Gramática

Generativa, se deben distinguir dos posiciones frente a la Teoría de

la Pertinencia. en el cado de la teoría chomskyana, se puede

asumir que existe una competencia lingüística innata en el ser

humano, pero se puede desentir del desarrollo concreto de los

diversos modelos de la sintaxis generativista. Asimismo, la

inmediatez con que se realizan las inferencias en la comunicación,

parece confirmar la idea de un principio psicológico necesario e

inexcusable en el proceso inferencial, tal y como mantienen los

pertinentistas, sin embargo, se puede ser escéptico en los

planteamientos concretos de la teoría sobre cómo funciona

exactamente la mente en los procesos inferenciales. En cualquier

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caso, más que los lingüistas, serán los psicólogos quienes poseen

instrumentos para juzgar esta parte de la teoría.11

1. 4 Significado conceptual y significado de procesamiento Los discípulos de Sperber y Wilson se han ocupado más

directamente que ellos mismos de los marcadores discursivos.

Diane Blakemore (1987, 1989, 1996, 2000), discípula de Deirdre

Wilson, retoma la diferencia de Grice entre implicaduras

conversacionales e implicaduras convencionales y mantiene que

las implicaturas convencionales y mantienen que as implicaturas

convencionales se deben al peculiar significado de las unidades

lingüísticas que las ocasionan. para ella, unidades como además,

por tanto, o sin embargo poseen un significado de

"procesamiento" de los enunciados en relación con el contexto,

mientras que el resto - v. gr. tienda, comprar o rápido - tienen un

significado "conceptual" y, por consiguiente, contribuyen a las

condiciones de verdad de la proposición semántica que se

encierra en el anunciado.12 Tomemos dos intervenciones:

11 Además de Sperber y Wilson (1986 - 19952 ), una exposición más sencilla de esta teoría es la de

Blakemore 1992). Para un comentario crítico sobre la Teoría de la Pertinencia, Portolés (1994a y

1994b)Muy interesante son las consideraciones desde la psicología de Sánchez de Zavala (1997) y

desde la pragmática de Levinson (200). una abundante bibliografía de las publicaciones pertientistas se

puede consultar en Yus (1998) y en lapágina web (http;//www,ua.es/dfing/rt2.htm).

12 En rigor, en Wilson y Sperber (1993) se distinguen cuatro posibilidades:

(i) Palabra con significado de representación -tienda- comprar o rápido_, donde se incluye los

adverbios Francamente y En serio como adverbios de modo (v gr. Lo dice francamente),

tienen un significado y vericondicional.

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(4) a) Ana es de Turuel y, por tanto, es habladora.

b) Ana es de Turuel y, sin embrago, es habladora.

Las condiciones de verdad de sus proposiciones son idénticas.

Ambas serán verdaderas si Ana cumple el ser locuaz y el haber

nacido en Turuel, y serán falsas en caso contrario, Sin embargo,

las inferencias que obtenemos de estas intervenciones son

distintas. De la primera concluimos que "Ana es habladora, por

que los turolenses los son" y de la segunda, que "Ana es

habladora, a pesar de no serlo los turolenses". De este modo, por

tanto, y sin embargo no contribuyen al significado conceptual de

las intervenciones, ni a sus condiciones de verdad, pero sí a su

procesamiento, esto es, a la realización de unas inferencias

determinadas a partir de la relación de lo dicho y el contexto. 13

Por mi parte, después de un análisis minucioso de los marcadores

del español, he constatado que la diferencias que propone

Blakemore entre unas unidades con significado conceptual y otras

(ii) Varios tipos de adverbios oracionales, que incluyen los adverbios francamente y En serio

como adverbios elocutivos (v. gr. Francamente y no me lo creo) ; tienen significado

conceptual y no vericondicional: codifican conceptos que no son constituyentes de la

proposición expresada sino de explicaduras de más alto nivel. Para comentarios en español

sobre el concepto de explicaturas se pueden consultar Leonetti (1993) y Portolés (1994c)

(iii) Conectivos discursivos como por lo tanto y después de todo tienen significado de

procesamiento y no vericondicional: codifican restricciones de procesamiento a las

implicaturas.

(iv) Palabras como los pronombres personales yo y tú, que tienen significado de procesamiento

y vericondicional.

De estas cuatro posibilidades, es esta exposición nos limitamos a la (i) y a la (iii). 13 Para una exposición del estudio de los marcadores discursivos dentro de la Teoría de la Pertinencia,

Montolío (1998).

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con significado de procedimiento, a pesar de ser orientadora,

simplifica en cierta medida los hechos lingüísticos. Por un lado,

las palabras que "representan" también pueden condicionar el

procesamiento y, por otro, algunos marcadores conservan, al

menos en parte, un significado conceptual. Para el primer caso,

partamos de un ejemplo:

(5) a) Beatriz tenía muchos recuerdos de su infancia.

De este enunciado se puede inferir según los contextos tanto

que los recuerdos de Beatriz eran felices como que eran infelices.

no sucede lo mismo con otros enunciados:

(5) b) Beatriz acarreaba muchos recuerdos de su infancia.

c) Beatriz atesoraba muchos recuerdos de su infancia.

Con verbos como acarrear inferimos que los recuerdos de la

infancia eran desgraciados; con verbos como atesorar, que eran

placenteros. Estos dos verbos restringen las posibles inferencias

que se puedan obtener de su objeto directo esto es, representan

pero también orientan el procesamiento.

En cuanto a la existencia en algunos marcadores de

significados conceptuales se debe tener en cuanta que, como

veremos más adelante (3.5. D), la mayor parte de los marcadores

son una evolución histórica de unidades con este tipo de

significado. El marcador en cambio por ejemplo, conserva en

buena parte del siglo XIX un significado conceptual de "cambio"

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semejante al actual de a cambio.14 Como este adverbio, podía

tener complementos con de:

(5) Ahora, en cambio de sus concesiones, yo voy a hacer otras.

(B. Pérez Galdós, Gloria, 326.)

O conservaba el significado de "cambio" aun sin complemento:

(7) (…) tú podrías ser consuelo inefable de este anciano

moribundo, recibido, en cambio, de mi lo que jamás has

tenido, ni esperas tener. (B. Pérez Galdós, El equipaje del

rey José, 172.)

En la actualidad, con su especialización como marcador, su

significado de procesamiento se limita a guiar un contraste entre

dos miembros del discurso sin el significado de "cambio"

originario.

(8) Las persona son relativamente buenas, los pueblos en

cambio, son violentos y sanguinarios; todos sin excepción.

(E. Mendoza, Una comedia ligera, 280)

En contraste con las personas, que son Relativamente buenas,

los pueblos son Violentos y sanguinarios.

Ahora bien, en algunos casos, el significado conceptual

originario de en cambio se conserva y coincide con el de

procesamiento:

14 (i) Piensas que no te puede pasar nada bueno, sin que, a cambio, te suceda algo malo. (J. J. Millás,

El desorden de tu nombre, 158).

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(9) a) Busqué ese supuesto epistolario, que no encontré pero

encontré en cambio apuntes para una psicología de los

sentimiento. (J. A. Marina, El laberinto sentimental, 23.)

b) Su compañera de escena (…) no entra bien en el

escenario: tiene que deshacerse un poco más el rostro y,

en cambio, crearle la voz para poder salir del cine y

proyectarse hacia el público (E. Haro Tecglen, en El Paris,

10 - XI - 1996, 28.)

Sin duda, existe y es principal la idea de contraste entre los dos

miembros que vinculan este marcador, pero también pervive la de

"cambio": se cambia un epistolario por unos apuntes y un

deshacer el rostro, por un crearse la voz.

Esto que sucede con en cambio se repite en otras

ocasiones con el significante de "consecuencia" con en

consecuencia, de "obstar" con no obstante, de "consiguiente"

con por consiguiente , de "contrario" con por el contrario, etc. En

suma, la clara diferencia entre unidades con un tipo de significado

conceptual y otro de procesamiento que propone Blakemore debe

ser tomada con algunas precauciones. Los marcadores tienen un

significado de procesamiento, pero este significado frecuentemente

posee una evidente relación con el significado conceptual de las

unidades que los han originado (Murillo: 2000)

1.5 Definición de marcador del discurso La hipótesis teórica que se ha expuesto hasta el momento se

resume en: primero. la comunicación humana es esencialmente

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inferencial; segundo, existen unidades lingüísticas cuyo significado

convencionalmente fijado en la lengua condiciona el procesamiento

fijado en la lengua condiciona el procesamiento del discurso en

relación con el contexto. A estas unidades las denominaremos

marcadores del discurso. Con esta base, ya se puede proponer

una definición de marcador:

Los marcadores del discurso son unidades lingüísticas

invariables, no ejercen una función sintáctica en el marco

de la predicación oracional y poseen u cometido coincidente

en el discurso: el guiar, de acuerdo con sus distintas

propiedades morfosintácticas, semánticas y pragmáticas, las

inferencias que se realizan en la comunicación.

A lo largo del libro se irá explicando y concretando esta

definición.15

15 En Pons (1998, 41 - 60) se recogen otras definiciones que se han propuesto en las últimas décadas

para las unidades que nos ocupan.

Page 23: Marcadores Del Discurso

23

CAPÍTULO 2

EL DISCURSO Y LOS MARCADORES

2.1 El discurso Por "discurso" entiendo la acción y el resultado de utilizar las

distintas unidades que facilita la gramática de una lengua en un

acto concreto de comunicación, por ello, todo discurso se compone

de una parte puramente gramatical y de otra pragmática, esto es,

obtenida gracias al contexto.16 En un ejemplo de la introducción,

alguien rechazaba una propuesta para ver una exposición

diciendo Tengo mucho trabajo. Supongamos ahora que e

mismos individuo se dirige en otras circunstancias a un

colaborador con las mimas palabras ( Tengo mucho trabajo) a lo 16 Obras sobre análisis del discurso son Lozano y otros (1982), Casado (1993, 2000), Bernárdez (1995),

Nuñez y Teso (1996), fuentes (1996c, 2000), Garrido (1997, 1998), Martín Rojo y Whittaker (1998),

Calsamiglia y Tusón(1999) y Busto y otros (2000); en catalán, Castella (1992)

Page 24: Marcadores Del Discurso

24

que una respuesta posible sería: Ya voy a ayudarte. Tanto en el

primer caso como en el segundo, Tengo mucho trabajo

constituye una misma oración, pero desde el punto de vista del

discurso la situación es distinta, el primer uso de Tengo mucho

trabajo, se puede comprender como un rechazo a una invitación;

el otro como una solicitud de ayuda. Ello se debe a que los

contextos en los que se profiere esta oración son distintos y a que,

en consecuencia, la aplicación del principio de pertinencia en cada

caso nos conduce a distintas inferencias. Como unidad

gramatical Tengo mucho trabajo es idéntica en las dos

ocasiones, pero como unidad discursiva cada uso es distinto,

esto es, constituyen "enunciados" diferentes.

2.2 Pertinencia y coherencia Si para determinar en qué consiste un único enunciado es

preciso considerara el contexto, lo mismo sucederá con un

discurso formado por varios enunciados. En la constitución de

estos discursos el hablante también desea que su interlocutor

obtenga las inferencias oportunas de acuerdo con el principio de

pertinencia. Para ello tiene en cuenta las suposiciones

contextuales de los intervinientes en la conversación y, muy

especialmente , aquello que se acaba de decir, pues se trata del

contexto más fácilmente accesible. Un primer enunciado

constituye una parte fundamental del contexto que se tiene

presente para la enunciación de un segundo enunciado;

asimismo, las suposiciones que se hacen accesibles para la

interpretación de un primer enunciado permanec3en presentes

en la mente para establecer la pertinencia del próximo. De este

Page 25: Marcadores Del Discurso

25

modo, la coherencia que se percibe entre los enunciados de un

discurso es fruto de la aplicación del principio de pertinencia. Los

enunciados ya dichos han de ser pertinencia. Los enunciados ya

dichos han de ser pertinentes para la comprensión del que se

está diciendo.

(1) a) El precio del petróleo ha bajado

b) El invierno ha sido benigno. el precio del petróleo ha

bajado.

Las posibles inferencias que se obtengan de (1a) serán

distintas de las que se obtengan de (1b). Qui9en escucha esta

última intervención considera que su interlocutor ha seguido el

principio de pertinencia al proferir en primer lugar el enunciado El

invierno ha sido benigno y que, por lo tanto, para la comprensión

del siguiente enunciado ha de considerarlo. Ello le permite inferir

aproximadamente "como este invierno ha hecho menos frío, se ha

consumido menos petróleo y la menor demanda ha ocasionado

que su recio baje". Estas inferencias hubieran sido difíciles de

conseguir de un único enunciado: El precio del petróleo ha bajado.

Algunas escuelas de Lingüística del Texto y de análisis del

discurso explican la construcción del discurso por el mantenimiento

de dos propiedades: coherencia y cohesión. De la cohesión

trataremos en el parágrafo siguiente; la coherencia, por su parte,

consistiría en la congruencia entre las diversas partes de un

discurso y su compatibilidad con el conocimiento del mundo de los

hablantes.

Page 26: Marcadores Del Discurso

26

La teoría de la Pertinencia presenta una postura distinta. El

efecto de coherencia o incoherencias de un discurso depende del

logro de un contexto oportuno que facilite las inferencias

deseadas.

(2) El Teide es la montaña más alta de España y Juan está

cansado.

Se trata de un discurso que pudiera parecer incoherente, pero

esto sucede porque no se alcanza con facilidad un contexto

adecuado. Busquemos uno: en las vacaciones en Tenerife de

un grupo de amigos montañeros (Maria, Juan, Luisa y Fermín),

María propone subir a pie el Teide, a lo que Fermín contesta: El

Teide es la montaña más alta de España y Juan está

cansado. En este contexto, se logran inferencias pertinentes

(una podría ser, por ejemplo, “no podemos subir el Teide”) y el

discurso, en consecuencia, se interpreta como coherente

(Blakemore: 1998; Blass: 1990, Unger: 1996; Reboul y Moeschler:

1998; Wilson y Matsui: 200). Los hablantes no pretenden construir

discursos coherente, sino realizar discursos pertinentes, esto es,

discursos que permitan al interlocutor obtener as inferencias que

se desean comunicar.

2.3 Los marcadores y el concepto de cohesión

Es frecuente que los marcadores discursivos posean una

capacidad que les permite relacionar el discurso anterior:

Page 27: Marcadores Del Discurso

27

Levinson (1983: 2.2.4) denomina esta propiedad lingüística

“deixis discursiva” (Portolés: 2000ª). Volvamos al ejemplo:

(3) a) Ana es Teruel y, por tanto, es habladora.

b) Ana es de Teruel y, sin embargo, es habladora

Los dos marcadores (por tanto y sin embargo) nos fuerzan por

su significado a buscar un miembro del discurso anterior (en

este caso, Ana es de Teruel), un miembro que, con por tanto,

constituya el antecedente del consecuente que introduce el

marcador y, con sin embargo, sea un argumento a favor de

una conclusión contraria a la que presenta e marcador.

Gracias a la deixis discursiva, los miembros relacionados

por estos marcadores disfrutarán de una cierta cohesión. Como ya

hemos dicho en el parágrafo anterior, el concepto de cohesión

es un concepto central de algunas teorías de Lingüística del

Texto y de análisis del discurso (en particular, Halliday y Hasan:

1976).17 La cohesión cosiste en el conjunto de todas aquella

funciones lingüísticas que indican relaciones entre los elementos

e un texto, Desde esta perspectiva, los marcadores son unidades

lingüísticas que permiten cohesionar - dar unidad - a un texto.

Sin embargo, desde el punto de vista que adoptamos, y que se

aproxima a algunos de los nuevos planteamientos de la

lingüística textual más influidos por la pragmática, la cohesión

discursiva no es un fin en la utilización de los marcadores, sino

un resultado. Percibir estas unidades únicamente como marcas

17 Una excelente aplicación al español de esta propuesta es Mederos (1988).

Page 28: Marcadores Del Discurso

28

de cohesión no explicaría, por ejemplo, cuál es el motivo de su

acumulación en algunos discursos.

(4) Hay temporal y, en consecuencia, la flota no saldrá a faenar.

¿Por qué utilizamos en consecuencia si ya tenemos la

conjugación y para cohesionar? La respuesta se encuentra en

que, cuando hablamos, intentamos comunicar algo que

consideramos pertinente; para ell en ocasiones se precisa que

haya varios marcadores del discurso a fin de que las inferencias

obtenidas sean las oportunas. En:

5) a) Es rico y ahorra mucho.

Estos dos miembros del discurso vinculados por la conjugación

y se pueden comprender de diversas formas. Para especificar la

oportuna, si no es contextualmente accesible, se pueden añadir

otros marcadores:

(5) b) Es rico y, por tanto, ahora mucho.

c) Es rico y, sin embargo, ahorra mucho.

Por tanto, presenta el segundo miembro como una

consecuencia del primero, por su parte, sin embargo indica que

este miembro se opone al primero.

Esta búsqueda de las inferencias oportunas explica también

que encontremos marcadores del discurso que, por ejemplo,

relacionan una oración subordinada con su oración principal, a

Page 29: Marcadores Del Discurso

29

pesar de contar ya con unidades subordinantes que muestran

cohesión entre las dos. Los marcadores pueden hallarse tanto

en el interior de la subordinación18.

(6) Es todo un modesto reconocimiento material que

concentra, sin embargo,, un sentimiento hondo, intenso,

de la Corporación académica. (F. Lázaro Carreter, en

ABC, 29 – IV- 1994, 56.)

Como en el interior de la principal:

(7) Aunque por su edad debiera incluirse en el

grupo novecentista, Noel es, sin embargo, un epígono

del 98 (…). (F. Ayala, recuerdo y olvidos, 564)

Por otra pare, un marcador puede “cohesionar” dos

miembros del discurso y ser su resulta pragmáticamente extraño

por no ser pertinente. Comparemos:

(8) a) Es un señor armario y, además, de nogal.

b) #Es un señor armario y, además con una gran

capacidad.

(9) a) Es un verdadero caballero y, además, muy inteligente.

b) #Es un verdadero caballero y, además, muy educado.

(10) a) Es todo un soldado y, además, bien parecido.

b) #Es todo un soldado y, además, valiente

18 Las subordinadas van en cursiva.

Page 30: Marcadores Del Discurso

30

Nuestra extrañeza en los ejemplo (b) se debe a que la propiedad

que culturalmente se infiere del primer miembro del discurso

coincide con lo expresado ene. Segundo; los señores armarios

tienen gran capacidad. Los verdaderos caballeros son educados

y los auténticos soldados son valientes. Es estos casos, existe

una cohesión igual a la de los ejemplos (a), pero en (b) se añade

un segundo miembro que no es pertinente, de ahí nuestra

perplejidad.

Es suma, cuando hablamos o escribimos, intentamos

comunicar algo que consideramos pertinente, esto es,

pretendemos que nuestro interlocutor no sólo descodifique lo que

decimos sino que lo enriquezca contextualmente de un modo

determinado.

Para lograr este fin se recurre, entre otros medios, a los

marcadores, ya que guían el procesamiento de los comunicado

por los distintos miembros del discurso y permiten obtener las

inferencias queridas. La relación que algunos marcadores

establecen entre miembros del discurso se puede interpretar como

una muestra de cohesión entre ellos, pero, en el fondo, se trata de

un medio de lograr unas inferencias que, de otro modo, serían

difíciles o imposibles.

No se habla para crear discursos cohesionados, sino para

comunicar del mejor modo posible lo que deseamos que nuestro

interlocutor conozca. Por este motivo, se las inferencias obtenidas

sin marcadores son las pretendidas por el hablante, no se utilizan

estas unidades, y si, por el contrario, con un solo marcador no se

alcanzan las inferencias deseadas se acumulan varios. Las

Page 31: Marcadores Del Discurso

31

relaciones de cohesión en un discurso no son un fin, sino un camino

posible para alcanzar la pertinencia óptima.

2.4. Los marcadores y el concepto de conexión

Numerosos lingüistas denominan “conectores” o “conectivos”

al conjunto de nuestros marcadores. La razón está es la capacidad

de deixis discursiva que acabamos de comprobar en unidades

como en consecuencia, sin embargo o por lo tanto; desde el

miembro del discurso que los acoge se indica hacia otro miembro

anterior ---en (5), desde. Ahora mucho se indica con sin embargo y

por tanto hacia Es rico--- y, de este modo, se puede decir que los

dos miembros se “conectan”.

Vamos a dejar para el siguiente apartado la dilucidación de

cuál es la unidad lingüística en la que se localizan los marcadores,

esto es, qué pueden conectar, para examinar aquí con qué se

conectan cuando se hacen. Si partimos de Es rico y, sin embargo,

ahorra mucho podemos pensar que un marcador como sin

embargo vincula dos miembros explícitos del discurso (v. gr.,

Ahorra mucho con Es rico) pero esto no siempre sucede. En

ocasiones del miembro anterior se encuentra sólo accesible en un

contexto no discursivo. Así, un niño le puede mostrar a otro su

coche teledirigido y fastidiarle con Además, tiene sirena, donde

además no se refiere a un contexto verbal, sino extraverbal; del

mismo modo, dos amigos que se cruzan por la calle con un

pequeño jugador de fútbol pueden comentar Sin embargo, mete

goles de cabeza; o, por último, alguien a quien le acaban de

derramar una bebida puede disculparlo con De todas formas, no

me apetecía.

Page 32: Marcadores Del Discurso

32

Debemos, pues, rectificar nuestra primera impresión: los

marcadores con capacidad deíctica relacionan el miembro del

discurso en el que se encuentran con el contexto. Habitualmente,

este contexto se limita a lo inmediatamente dicho – el contexto

más fácilmente accesible- , pero en otras ocasiones puede

tratarse de un contexto distinto.

Pero demos un paso más allá. Existen marcadores del

discurso que no conectan o que lo hacen sólo en ocasiones. Por

el momento detengámonos en un par de este último grupo. Los

marcadores en realidad y en el fondo pueden oponer el

miembro del discurso en el que se encuentran y que presentan

como “real” a otro “aparente” o “formal”. En estos casos, se

podría pensar en una conexión entre dos miembros del discurso.

(11)

a) El sueño de Lucila, que en realidad fue como una

embriaguez de cansancio, duró apenas un cuarto de

hora. (B. Pérez Galdós, Los duendes de la camarilla,

223.)

b) Compraba juguetes mecánicos para sus nietos –

decía- , pero en el fondo porque le gustaba a él

manejarlos (…) (F. Ayala, Recuerdos y olvidos, 406.)

Existen dos miembros primeros que indican una apariencia: El

sueño de Lucila y Compraba juguetes mecánicos para sus

nietos, y en el fondo que presentan lo real: Fue como una

embriaguez de cansancio y Le gustaba a él manejarlos. Sin

embrago, esto no siembre sucede:

Page 33: Marcadores Del Discurso

33

(12) Alicia no vendrá con nosotros, porque, en realidad en

el fondo, no lo interesa.

Aquí No le interesa no se opone a otro miembros expreso

y, por consiguiente, no hay conexión ninguna. Lo mismo sucede

en los siguientes ejemplos:

(13)

a) Y en ésta (estancia) cada día se sentía mejor a

punto que siguió postergando su retorno a Lima.

Donde, en realidad, no tenía nada que hacer: (J. R.

Ribeyro Cuentos, 15.)

b) Ya estoy harto de ir dando tumbos de uno a otro

lado y de meterme en líos que, en el fondo, poco

me atraen. (A Mutis, Empresas y tribulaciones de

Maqroll en Gaviero, II, 193.)

Esta dificultad para hallar un significado de conexión en ciertos

marcadores me ha obligado a renunciar al término conector

para referirme a toda esta clase de unidades.19 He preferido e

más neutro de marcadores.20 Limito, pues, el uso de conectores

19 Pons (1998) propone un concepto de conexión más amplio que intenta salvar objeciones como

las anteriores. 20 Esta denominación es habitual en la bibliografía (Schiffr 1987; Fraser: 1990, 1999; Wilson: 1994;

Jucker y Ziv: 1998; Schounhan recibido otros nombres en español: enlace extraoracionales (Gilly

Gaya: 1961, 325 – 331; Fuentes: 1987; Perona; 2000), Conectores (Martínez: 1997; Pons: 1998; Ferrer

y Pons: 2001, Conectores extraoracionales (Cortés: 1991), conectores argumentativos (Portolés: 1989);

conectores discursivos (Montolío: 1992), conetores pragmáticos ( Br. 1993a, 1993b y 1994),

conectores enunciativos (Lamíquiz: 1994, 1991), conectivos (Mederos: 1988), partículas discursivas

(Martín Marraquino: 1992), enlaces textuales (López García: 1994, 107 – 116), relacionantes

Page 34: Marcadores Del Discurso

34

para un tipo concreto de marcadores que realmente conectan de

un modo semántico-pragmático un miembro del discurso con otro

expreso en la mayoría de sus usos o si no, con una suposición

contextual fácilmente accesible; se trata de unidades como

demás, por tanto o sin embargo(ç 9.2.2). Más adelante ( ç 6.4)

explicaré cómo en los casos (12 – 13 ) los marcadores en

realidad y en el fondo actúan como “operadores de refuerzo

argumentativo”.

2.5 Los marcadores y los enunciados

Precursores de la hipótesis de que existen elementos que

conectan de “enlaces extraoracionales” expuesto por Samuel Gili

Gaya:

Hay casos (…), en que las conjunciones no son

ya signo de enlace dentro de un período, sino que

expresan transiciones o conexiones mentales que van

más allá de la oración (…) Tales conjunciones sone l

signo más visible de enlace extraoracional. Abundan en

la lengua literaria, y algunas sin embargo, no

obstante, por consiguiente, luego) son exclusivas del

habla culta; pero otras (pues, así que, con que, y) se

usan comúnmente con esta función en la

conversación popular. (Gilli Gaya: 1961, 251.)

supraoracionales (fuentess: 1996a), elementos de cohesión (Martín Zorraquino: 1991), operadores

discurivos (Casado: 1991 – 1993) u ordenadores dell discurso (Alcina y Blecua: 1974 , 7.3).

Page 35: Marcadores Del Discurso

35

Esta pionera propuesta encierra una afirmación que, de una u

otra manera, pervive en buena parte de los estudios españoles

sobre marcadores: los marcadores permiten vincular una

oración con otra unidades externas a ella. De este modo, la

oración se convierte en el ámbito en el que se localizan los

marcadores; de ahí la denominación de enlace “extraoracional”,

esto es, enlace de la oración con lo externo a ella.

Sin embargo, los hechos no siempre lo confirman. El

miembro del discurso en el que se sitúa un marcador

frecuentemente no es una oración, sino otro tipo de categoría

léxica a sintagmática. Los encontramos, por ejemplo, con

nombre:

(14)

a) Elisión, imaginación y en definitiva arte, son los

componentes de este circo.

Con adjetivos:

b) La comida estaba buena y, encima, caliente.

Con adverbios:

c) Lo hizo rápidamente y, además, bien.

Con verbos:

d) ¿Qué datos digno de crédito tenía él para pensar

que tú eres, es decir, eras, realmente el príncipe

Page 36: Marcadores Del Discurso

36

Sorfos, hijo de Nébride¿ (R. Sánchez Ferlosio, El

testimonio de Yarfoz, 307.)

Con sintagmas preposicionales:

e) Viajaba de noche y, sin embargo, sin luces.

En vista de ejemplos como estos, sólo se podría conservar

el término “enlace extraoracional” para denominar una de las

posibles funciones discursivas de los marcadores.

Más recientemente, en estudios sobre marcadores se ha

recurrido a otra unidad que evita, en parte, los problemas que

presenta la oración: el enunciado. Como hemos visto en ç 3.1,

cada vez que se decía Tengo mucho trabajo, se producía un

enunciado diferente. En este caso, al enunciado le corresponde

como forma gramatical una oración pero no siempre sucede así.

Decir Dos helados de chocolate en una heladería constituye un

enunciado, pero gramaticalmente no es una oración, sino un

sintagma nominal. Hay enunciados que son preferencias de

oraciones, pero también hay otros que son realizaciones de otras

categorías léxicas y sintagmáticas, por lo que, si se sustituye la

oración por el enunciado como la unidad en que se localiza un

marcado, se puede resolver algunas de las dificultades que

acabamos de ver.

Sin embargo, al definir entunicado de un modo más preciso

–lo que generalmente se evita- vuelven a surgir los proclames.

Consideremos con Oswald Ducrot (1980a) que el enunciado es el

segmento más pequeño del discurso que posee independencia

Page 37: Marcadores Del Discurso

37

intencional, por lo que es relativamente autónomo con respecto al

resto del discurso. Una barra de pan es, Por ejemplo, un

enunciado si sirve de respuesta a la pregunta ¿Qué desea?,

pero no lo sería en He comprado una barra de pan en la tahona.

En el primer caso, goza de una independencia de la carece en

el segundo.

Ahora bien, aunque no sea frecuente, no tienen nada de

extraordinario que diversos marcadores con capacidad de deixis

discursiva relacionen un predicado con un sujeto de una misma

oración -nada menos extraoracional, por cierto.

(15)

a) Un saludable distanciamiento del nacionalismo

español no puede significar, sin embargo, dejar de

cuestionar los demás nacionalismos peninsulares

(…) (I. Sorelo, En País, 15- IX- 1996, 14.)

b) Todos los 25 de noviembre, representantes de uno

y otro sector coincidirán, no obstante, ante la

tumba de Sabino, su tótem común. (J. Juarista, El

bucle melancólico, 181.)

c) La idea de que los inmigrantes son, además,

analfabetos también pueden ser rebatida (…)(en

El País Domingo, 24.III-1996, 2.)

En (15a) Cuestionarse los demás nacionalismo, esto es, parte del

predicado, se opone al sujeto. Un saludable distanciamiento…,

en (15b) el predicado. Coincidir ante la tumba de Sabino se

Page 38: Marcadores Del Discurso

38

opone a ser. Representantes de uno y otro sector, y, por último

en (15c) además vincula el predicado Analfabeto con el sujeto

Los inmigrantes.

En otro casos, mucho más habituales que estos últimos, los

marcadores vinculan el miembro del discurso en el que se

encuentran con un elemento tematizado, un inciso o una cláusula

absoluta antepuestos, en todo caso, con otros elementos también

miembros de la mismas oración:

(16)

a) De esas fugasfrustadas resultó sin embargo

un contrapeso a lo que fue mi vida en la

avenida Salaverry. (M. Vargas Llosa, El pez

en agua, 64.)

b) Felices seguidores de la vieja teoría del

optimismo, estos maestros concluirían, en consecuencia, que todo pasado fue peor.

(E. Lledó, Días y libros, 150.)

c) Propuesto por el PSOE, fue además votado

tanto por UCD como por AP desde 1981(J. M.

Maravall, en El País, 18-LL-1996, 15)

Evidentemente, los distintos miembros que vinculan estos

marcadores carecen de independencia dentro del discurso, es

decir, no constituyen enunciados distintos. Así pues, la unidad

lingüística mínima en la que se puede localizar un marcador

Page 39: Marcadores Del Discurso

39

puede ser menos que un enunciado y, por tanto denominaré

simplemente “miembro del discurso y no enunciado al segmento

de discurso en el que se localizan los marcadores.

Otro problema relacionado con la situación de los

marcadores se manifiesta en discursos como el siguiente:

(17)

He aquí otra mínima y significante muestra: era

normal hasta hace poco aludir al “tiempo

reglamentario”. Alguien discurrió que sería novedoso

decir “tiempo reglamentario”. Parecía más personal,

e igualmente correcto (aunque esto último tal vez no

le importara tanto). Pues bien, desde hace poco

tiempo reglamentario ha sido evacuado del léxico de

los deportes, y sólo como excepción puede oírse. El

tiempo es ahora, casi todo él, reglamento. Lo cual no

constituye infracción, sino prueba de una desoladora

vocación orfeonista. (F. Lázaro, Carreter, El dardo en

la palabra, 390 – 380.)

Aquí el marcador pues bien parece vincular toda la secuencia

discursiva posterior a él con lo anteriormente dicho; esa

secuencia estará compuesta por más de un enunciado y, en tal

caso, se podría pensar en que los marcadores o segmentos de

enunciados, sino también secuencias compuestas por varios

enunciados. Sin embargo, pues bien se sitúa, en realidad,

únicamente en el enunciado Desde hace poco tiempo

reglamentario ha sido evacuado del léxico de los deportes y sólo

Page 40: Marcadores Del Discurso

40

como excepción puede oírse. Los enunciados del segmento

discursivo que lo siguen se relacionan con este primer enunciado

por ser su contexto más accesible para transmitir las inferencias

oportunas (ç 3.1). Sólo de este modo se puede decir que pues

bien relaciona toda una secuencia discursiva con lo anterior

(Ronchota: 1996; Unger: 1996).

En conclusión, en cuanto a los marcadores discursivos

y a los enunciados, se puede afirmar que, a bien el enunciado no

es la unidad lingüística mínima en la que se puede localizar un

marcador, sí es la máxima.

Page 41: Marcadores Del Discurso

41

CAPITULO 3

LA GRAMÁTICA Y LOS MARCADORES

3. 1) La gramática y el discurso La concepción pragmática del discurso que acabo de

presentar se distingue de otras que contemplan el discurso como

una unidad del mismo tipo que la oración, pero con un nivel

superior. La oración es una categoría de la sintaxis, igual que

el morfema lo es de la morfología, el fonema de la fonología y el

enunciado de la pragmática. Se puede preguntar, pues, si el

discurso es también una unidad de la sintaxis. No lo creo

(Portolés: 1995b). En :

(1) a) El perro huele la liebre.

El perro es un sintagma nominal que tiene una relación con el

resto de las palabras que dependen de su posición, de su

categoría sintagmática, de los argumentos semánticos del verbo

oler, etc. Si la oración fuera:

(1) b) La liebre huele el perro.

Page 42: Marcadores Del Discurso

42

Las relaciones sintácticas serían diferentes, aunque las palabras

fueran las mismas. Por ejemplo, en (1a) la liebre se podría

reemplazar por el pronombre átono la mientras que en el

segundo no sería posible, o, también en (1a), la liebre se

convertiría en sujeto de la oración si la volviéramos a pasiva:

(1) c) La liebre es olida por el perro.

Ninguna prueba de este tipo se puede efectuar con un discurso.

El discurso no es una unidad de la gramática, si se entiende ésta

en un sentido estricto: el sistema de reglas que determinan cómo

se combinan las palabras para formar las diversas categorías

sintagmáticas, incluidas entre ellas las oraciones . esto n significa

que no se pueda hablar de una “gramática del discurso” siempre

que se sepa que aquí el significado de gramátic es distinto,

puesto que las reglas que se desean especificar también son

diferentes (véase, Bustos: 2000, 418): Con un símil se podría

decir que mientras a geología –la gramática- se ocupa de la

formación de las piedras de granito; la arquitectura –el estudio

del discurso- se preocupa de su combinación para levantar

edificaciones. En fin, para evitar confusiones, sólo utilizaré el

término gramática en su sentido más estricto.

3.2) La gramática desde el discurso

Page 43: Marcadores Del Discurso

43

Esta diferencia entre estudios gramaticales discursivos no

significa que la atención que e ha prestado al discurso en las

últimas décadas no deba tener consecuencias en las

investigaciones gramaticales (Martín Zorraquino: 1998). Las

descripciones de la lengua que proporcionan habitualmente las

gramáticas se basan en oraciones, seleccionadas a partir de

textos escritos o creadas por medio de la introspección. El

análisis del discurso, especialmente el de la conversación, ha

invertido el orden de estudio. Se parte de preferencias

efectivamente realizadas que después se pretenden analizar.

Este nuevo planteamiento ha evidenciado. Por ejemplo, que en

muchas ocasiones las categorías léxicas y sintagmáticas que se

emplean en las conversaciones no son oraciones.21

(2)

CAMARERO: Buenos días. Un café con leche.

CLIENTE: La leche ¿caliente o del tiempo?

CAMARERO: Del tiempo.

CLIENTE: ¿En taza grande o pequeña?

CAMARERO. Grande

CLIENTE: ¿De desayuno?

CAMARERO: Si de desayuno.

(El camarero sirve la consumición y el cliente se la toma.)

21 En las estadísticas que presenta Luís Cortés (1986) sobre un corpus de 3.508 enunciados, el

24.25% no son enunciados oracionales típicos. Aunque su delimitación de los enunciados no coincida

exactamente con la que se mantienen en estas páginas, el dato n deja de ser ilustrativo.

Page 44: Marcadores Del Discurso

44

CLIENTE: Ciento veinticinco, ¿verdad?

CAMARERO: Sí, señor.

(El cliente abona la consumición.)

CAMARERO: Muchas gracias.

CLIENTE: De nada. Adiós.

CAMARERO: Adiós.

En esta imaginaria conversación n existe ninguna oración, sin

que por ello se resienta la gramática. Ciertamente, se puede decir

que se interpretan predicaciones, así cuando se oye Del tiempo

se comprende que se desea leche del tiempo, pero, en rigor, no

hay oración, ¿Cuál será si no: la prefiero del tiempo, la quiero del

tiempo, me apetece del tiempo o mejor será del tiempo? El

estudio del discurso oral también obliga a revisar las relaciones

entre oraciones.

En él, se refleja que relaciones entre sintagmas que se creían

basadas en la existencia de vínculos sintácticos se mantienen

sin los nexos habituales de los textos escritos.22 Asimismo, los

mismos nexos no se comportan en las conversaciones del

modo previsto por la descripción gramatical tradicional.

(3)

G. ¿que también os metían la Biblia?

E: pero todo los días al empezar la clase (…)

22 Antonio Carbona los muestra en numerosas publicaciones. Entre otras se pueden citar Carbona (1989, 147 – 203: 1994; 1996; 2000).

Page 45: Marcadores Del Discurso

45

(A. Briz, ed., la conversación coloquial, 100.)

¿Què coordina aquí la conjunción “coordinante” adversativa

pero? En algunos estudios sobre el discurso se presenta una

solución a estos problemas que considero equivocada. Consiste

en distinguir entre una gramàtica que se ocupa de la oración yy

de las relaciones que se establecen en un interior, y una nuea

gramàtica del discurso que se olvidaría de las clases de palabras

y las categorías sintagmáticas para centrarse en unidades de

distinto tipo como, por ejemplo, intercambios, secuencias

laterales, etc. Sin duda, las trascripciones de conversaciones nos

deben hacer reconsiderar algunos presupuestos tradicionales de

la gramática . nos enseñan, en particular, que l oración es una

más de las categorías sintagmáticas que se utilizan al hablar; o,

en otras palabras, las distintas categorías sintagmáticas tienen

un valor gramatical en sí y no sólo como posibles formantes de

una oración y, por consiguiente, no se ha de identificar “gramática

oracional”23 Asimismo, es estudio de las conversaciones nos

obliga a atender a unidades lingüísticas tan abandonadas

como la interjección, los vocativos, las construcciones

exclamativas, o a revisar profundamente muestras concepciones

sobre la oración compleja.

23 Dentro de la Gramática Generativa, E. L. Barton (1990) justifica esta postura: “In his work in Standard Theory, following work in mathematical and computational linguistics which defined S as Stars symbol, Chomsky designates S as the initial node or a grammar (…). Research with a Chonskyan framework has operated under this assumption of a single sentential initial node operated under this assumption of a single sentential initial node ever since. What is proposed here, in contract, is that the initial node of X bar theory is Xmax. Generalizing the initial node to Xmax

describes all of the structures geneted by a grammar” (Barton: 1990, 53). En realidad, la misma teoría de la X con barra, que pretende buscar una estructura de constituyentes semejantes a todos los sintagmas, incluida la oración, se distanciaba hace ya más de veinte años de la sintaxis comprendida únicamente como estudio de las relaciones intraoracionales.

Page 46: Marcadores Del Discurso

46

Nada de esto es extraordinario, En toda disciplina científica

la aportación de nuevos datos obliga a modificar sus

planteamientos para que den cuenta de estos hechos y de los

antiguos.24 Eintein procuró que su teoría predijera los mismos

fenómenos físicos que la de Newton, además de otros que en el

siglo XVII quedaban inexplicados o eran desconocidos. Tiene que

haber una única gramática del español que dé cuenta tanto de

los tradicionales discursos escritos como de los nuevos orales,

tanto de los nombres o los verbos como de los adverbios, las

interjecciones o las nuevas categorías que se puedan delimitar

en las conversaciones.

Resumamos los dos últimos apartados. Las reglas que se

descubren en unidades lingüísticas como la oración no son iguales

a las reglas del discurso. No consideraremos, pues, el discurso

como una unidad de la gramática , tal y como se definió más

arriba. Lo que en ocasiones se denomina “gramática del discurso”

tiene que ver más con la pragmática que con la sintaxis. Por

otra parte, y en sentido opuesto, no se debe identificar la

gramática únicamente con el estudio de la oración, pues en

cualquier conversación se comprueba que es frecuentemente el

uso de clases de palabras y categorías sintagmáticas que no

constituyen oraciones. Y, por último, la gramática del español

debe elucidar las propiedades gramaticales de las unidades

lingüísticas que aparezcan tanto en el discurso escrito como en

el oral en la confianza de que un mayor conocimiento de sus

características propiamente gramaticales nos permitirá predecir

mejor sus usos discursivos.

24 Recordemos que hasta muy recientemente las conversaciones eran un objeto inasible: las palabras se las llevaba el viento.

Page 47: Marcadores Del Discurso

47

3.3 Los marcadores y sus categorías gramaticales

Para centrarnos en la gramática de los marcadores, bueno

será que recordemos la definición de marcador que se propuso al

final del capítulo primero.

Los marcadores del discurso son unidades lingüísticas

invariables, no ejercen una función sintáctica en el marco de

la predicación oracional y poseen un cometido coincidente en

el discurso: el de guiar, de acuerdo con sus distintas

propiedades morfosintácticas, semánticas y pragmáticas, las

inferencias que se realizan en la comunicación.

El criterio fundamental de esta definición no se enclava en la

gramática, sino en la pragmática: los marcadores guían el

procesamiento inferencial. Las dos restricciones gramaticales: una

morfológica –son unidades invariables- y otra sintáctica –son

elementos periféricos en la predicación- son secundarias y nos

sirven para limitar la clase de unidades estudiadas y crear, como

veremos, un grupo relativamente homogéneo. Por tanto, algunos

investigadores pueden no haberse acogido a nuestras mismas

fronteras metodológicas: unos habrán ampliado sus estudios de

marcadores a unidades que no aparecen en este libro, y otros

habrán corrido la muga en dirección contraria y habrán restringido

todavía más esta clase de unidades.25 25 Esta diferencia en los límites se pueden comprobar, por ejemplo, en estudios de Porroche (1998), Cortés (2000), Fernández (2000), Loureda (2000), Montolío (2000, 2001), Montolío y Unamuno (2000). De hecho, yo mismo amplío aquí los marcadores a unidades como las formas apelativas (§ 3.7) que han perdido sólo parte de sus posibilidades de flexión y combinación, y lo mismo sucede con otras unidades en Martín Zorraquino y Portolés (1999).

Page 48: Marcadores Del Discurso

48

Con todo, la separación entre lo gramatical y lo discursivo es

necesaria. Cuando Cervantes escribe:

(4) […] y os la pusiera en vuestras manos, para que hiciérades

della a toda vuestra voluntad y talante, guardando, pero, las

leyes de la caballería. [M. de Cervantes, Don Quijote, Parte

I, cap. LIII]

La aparición de pero en una posición no inicial se explica por

causas gramaticales y no discursivas. Pero en el siglo XVI podía

ser una conjunción y, más raramente, un adverbio. Aquí la

posición de pero se justifica por ser adverbio.26

Antes he comparado las reglas del discurso con la

arquitectura y las de las gramáticas con la geología. Pues bien, todo

arquitecto debe conocer los materiales que maneja y, para estudiar

el discurso, hemos de conocer la resistencia de nuestros materiales,

esto es, su gramática. Como se podrá comprobar, la distinta

gramática de las unidades que consideramos marcadores del

discurso nos permitirá predecir parte de su comportamiento.

Las categorías gramaticales a las que pertenecen estas

unidades son: la conjunción, el adverbio, y la interjección –a saber,

aquellas que la gramática tradicional considera como invariables

menos las preposiciones-; a ellas añado formas apelativas con base

nominal (hombre / mujer) o verbal (mira / oye). El motivo de la

exclusión de las preposiciones se encuentra en un significado. En el

§ 1.4. hemos distinguido entre su significado conceptual y otro de

procesamiento. El significado de los marcadores discursivos es de 26 Este es uso adverbial de pero se puede encontrar en catalana hablantes por influencia de su lengua materna, donde pero conserva esta categoría. (i) Esta vez se lo presto: dile, pero, que es la última. (ejemplo de T. Español: 1996, 302.)

Page 49: Marcadores Del Discurso

49

procesamiento y, por consiguiente, no contribuye a las condiciones

de verdad de una proposición. Esto no sucede con los usos

preposicionales.

(5) a) Viene de Madrid

b) Viene a Madrid

(6) a) Un helado de chocolate.

b) Un helado con chocolate.

Las condiciones de verdad de estos enunciados son distintas. Si es

cierto que Viene de Madrid, será falso que Viene a Madrid. No

sucede lo mismo con los marcadores:

(7) a) Es rico pero ahorra mucho.

b) Es rico y, por tanto, ahorra mucho.

c) Por un lado, es rico, por otro, ahorra mucho.

d) Es rico y, además, ahorra mucho.

e) Es rico y, claro, ahorra mucho.

Las condiciones de verdad de estos enunciados serán idénticas. Si

un interlocutor replicara a estas intervenciones con No es cierto,

comprenderíamos que niega que Es rico, que Ahorra mucho o las

dos proposiciones, nunca que lo indicado por pero o por claro sea

falso. La diferencia entre los diversos enunciados de (7) se

encuentra sólo en las inferencias que se obtengan de cada uno de

ellos.

3.4 Diferencias gramaticales: conjunciones y adverbios

Page 50: Marcadores Del Discurso

50

Las conjunciones denominadas coordinantes son,

posiblemente, los marcadores más evidentes.27 Y,28 pero, sino

pueden vincular dos miembros del discurso en una relación que

varía las inferencias que se obtendrían sin ellos. Se comprende de

distinto modo:

(8) a) Juan no ha ido al fútbol. Está enfermo.

b) Juan no ha ido al fútbol y está enfermo.

En cuanto a las conjunciones denominadas subordinantes, es

habitual que se incluya como marcador la conjunción aunque, de un

significado tan próximo a pero.29 En el resto, el grado de integración

de la oración que encabezan con respecto a la oración principal

condiciona la distinción entre aquellos casos que se consideran

como propios de marcadores y los que no.

(9) a) ¿Ya has terminado el libro que te presté? Por que lo que

quiere leer mi hermana.

b) Ana ha vuelto a ayudarnos. Para que luego hables mal

de ella.

La poca integración gramatical de las oraciones en estos dos

ejemplos fuerza a una contribución contextual excepcional para su

interpretación. En estos casos, es posible que se hable de usos

27 Pons (1998), de acuerdo con su propuesta teórica, encuentra en las conjunciones coordinantes los conectores prototípicos. 28 Son de interesantes los comentarios sobre y de Porroche (1993) y de Garrido (1997, 158-162). 29 Sobre las similitudes y diferencias semánticas y sintácticas de pero y aunque, Moya (1996), Hernández (1997) y Flamenco (1999), y las bibliografías que allí se citan.

Page 51: Marcadores Del Discurso

51

pragmáticos de las conjunciones subordinantes.30 Sin embargo no

parece que el significado de porque y para que en ejemplos como

difiera del de los usos no <<pragmáticos>> (v. gr., Me voy a la cama

porque estoy cansado, Trabajan para que tengamos un futuro

mejor), esto es, no hay un cambio de un significado conceptual a un

significado de procesamiento en estas conjunciones (Wilson: 1994).

En consecuencia, aquí nos limitaremos a las conjunciones llamadas

coordinantes y, en especial, a pero.

Comencemos por distinguir una conjunción que es el

marcador del discurso de un adverbio también marcador, ya que, a

pesar de lo que nos enseñaba la gramática tradicional, pero es una

conjunción mientras que otros marcadores con un significado

próximo como sin embargo, no obstante o con todo son adverbios.31

Algunas diferencias entre las dos categorías son:

A) Dos conjunciones no vinculan sintácticamente las mismas

unidades, por lo que no documentaremos las combinaciones y pero

o aunque pero.32 Sin embargo, es habitual la coincidencia de pero y

de un adverbio marcador en un mismo miembro discursivo.

(10) En la casa había dos criados y dos criadas, viejos todos;

pero además vivía allí un tullido, hijo de una lavandería.

[P. Baroja, El Mayorazgo de Labraz, 53.] 30 Ad Foolen (1997: 6) cita diversos autores que distinguen entre usos semánticos y pragmáticos de las conjunciones subordinantes. 31 Esta postura es la generalmente asumida en la actualidad véase, por ejemplo, E. Alarcos (1994, § 292). 32 Es posible hallar pero aunque. Se trataría de estructuras del tipo: (i) Juan ha dicho que va a venir pero [aunque lo haya dicho] no te lo creas. Donde las dos

conjunciones no relacionan los mismos sintagmas. Pero coordina Aunque lo haya dicho no te lo creas con la oración anterior. Aunque subordina Lo haya dicho a No te lo creas. Un caso especial sería pero y cuando se sitúa en la primera posición de una oración interrogativa:

(ii) Se aquilatan las influencias de Francia y de Inglaterra y de Alemania; pero ¿y la propia corriente española? ¡Y el ambiente que se iba formando poco a poco desde antes del siglo XIX? [Azorín, Rivas y Larra, 11.]

Page 52: Marcadores Del Discurso

52

B) Las conjunciones se encuentran en la posición inicial de su

miembro discursivo sin estar delimitadas por la entonación.

(11) Juan estaba cansado, pero continuó su camino.

Por el contrario, los adverbios marcadores acostumbran a tener una

mayor movilidad y se percibe, sobre todo en una pronunciación

esmerada, un contorno entonativo propio.33 A este diferente

comportamiento contribuye que, contrariadamente a las

conjunciones, los adverbios marcadores sean palabras tónicas.

(12) a) Juan estaba cansado. No obstante, continuó su camino.

b) Juan estaba cansado. Continuó, no obstante, su camino.

c) Juan estaba cansado. Continuó su camino, no obstante.

De todos modos, es difícil documentar algunos marcadores

del discurso en una posición que no sea la inicial de su miembro

discursivo, sólo precedidos, en su caso, por una conjunción. Esto

sucede con a propósito, a saber, ahora bien, así las cosas, de ahí,

es decir, es más, esto es y pues bien. Otros marcadores tienen

también una clara preferencia por esta posición inicial, muy

especialmente a todo esto, antes bien, así pues y o sea, aunque se

pueden documentar en posiciones mediales o finales.34

33 En la escritura, la entonación peculiar de los marcadores del discurso se refleja habitualmente situando el marcador entre comas u otros signos de puntuación, aunque no sea extraño que en ocasiones no se escriba ninguno. (i) Pero es grande e inesperada la impresión que he recibido al descubrir al potente narrador que además era. [F. Lazaro Carreter, en ABC Cultural, 7-X-1994, 7.] 34 Presento ejemplos en Martín Zorraquino y Portoles (1999, 4063-4064).

Page 53: Marcadores Del Discurso

53

C) En estilo indirecto, la conjunción que no puede preceder a los

marcadores que son conjunciones coordinantes, pero sí a los que

son adverbios.

(13) a) Es rico pero ahorra mucho.

b) *Dijo que era rico y añadió que pero ahorraba mucho.

(14) a) Es rico. Sin embargo, ahorra mucho.

b) Dijo que era rico y añadió que, sin embargo, ahorraba

mucho

Dentro de la distinción categorial de los marcadores, un caso

especial es el de pues. Los usos de esta unidad se pueden

distribuir en tres grupos distintos. En el primero, es una conjunción

que introduce una oración que justifica una oración anterior. Se trata

del pues denominado causal.

(15) Implorémosles, pues son todopoderosos. [F. Lázaro Carreter,

El dardo en la palabra, 443.]

En otras ocasiones, es un adverbio marcador discursivo con

significado consecutivo. Este pues es tónico, evita la posición inicial

del miembro del discurso en el que se incluye y va delimitando por

la entonación.

(16) Lo que discuten tal vez nos interesa, pero no lo entendemos.

Que se diviertan, pues, con su juguete. [F. Lazaro Carreter, El

dardo en la palabra, 297]

Page 54: Marcadores Del Discurso

54

Por último, el más complejo desde el punto de vista categorial

es el pues comentador. Se trata del uso más frecuente en el

discurso oral, sin que sea extraño en el escrito. Se sitúa en la

posición inicial del miembro sin estar seguido por pausa y, como

volveremos a ver más adelante, presenta su miembro como un

comentario nuevo con respecto del discurso que lo precede (§

9.2.1).

(17) ¿No se ha enterado de que el lenguaje nos habla? Pues yo sí.

[J. A. Marina, Ética para náufragos, 33]

La posición inicial, el ser átono y la ausencia de pausa posterior

podría hacer pensar en que este pues sea una conjunción. Ahora

bien, si se incluyera entre las conjunciones, nos sería difícil explicar

que aparezca en la oración principal con una subordinada

antepuesta:

(18) a) […] quedaos con las tierras y pagad cuando podáis, si

podéis y si no, pues ya nos arreglaremos. [J. Jiménez Lazano,

El santo de mayo, 155.]35

b) Como el P[artido] P[opular] anunció tan pronto la

candidatura de Luisa Fernanda Rudi, pues nosotros hemos

tenido que agilizar la elección del candidato [en El país

Domingo, 5-II-1995, 9.]

C) Y luego ya cuando fue mayor, pues resultó que tenía

unas manos que sabían hacer todo. [J. Jiménez Lozano, El

cogedor de acianos, 85.]

35 Pensemos que es agramatical, por ejemplo, con una conjunción casual porque: “Si no podéis, porque ya nos arreglaremos.

Page 55: Marcadores Del Discurso

55

En suma, el pues comentador no se acomoda perfectamente dentro

de la categoría de las conjunciones, pero tampoco en la de los

adverbios.

3.5. Diferencias gramaticales: adverbios

Como se ha podido observar, he continuado con la ya

tradicional inclusión de marcadores como sin embargo, por tanto o

ahora bien dentro de la categoría gramatical de los adverbios. Se

trata, sin duda, de unos adverbios muy peculiares y este hecho

podría justificar la creación con ellos de una nueva clase de

palabras. ¿Cuál es el motivo de que no lo haga? Simplemente, la

prudencia. Todavía sabemos poco de sus propiedades y muy

posiblemente dentro de no muchos años muestra categoría habrá

de subdividirse en otras. Digamos, pues, que son adverbios y

añadamos después propiedades que los distingan del resto de los

miembros de esta clase de palabras.

D) Los marcadores que se han gramaticalizado como

adverbios son palabras invariables. Esta propiedad distingue estos

marcadores se los sintagmas que conservan las capacidades de

flexión y combinación de sus miembros.

(19) a) Llueve y, por tanto, la gente lleva paraguas.

b) Llueve y, por este motivo, la gente lleva paraguas.

Mientras que por tanto es un marcador del discurso no lo es por

este motivo. El primero es un adverbio y en consecuencia, se halla

Page 56: Marcadores Del Discurso

56

fijado (*por tantos), mientras que por este motivo conserva su

capacidad de flexión y de recibir especificadores y complementos

(hasta por estos pequeños motivos). De acuerdo con esta

propiedad de los marcadores, tampoco se estudiaran dentro del

presente libro otros sintagmas que poseen un comportamiento

gramatical semejante al de por este motivo: por ello, por eso, por

esto, por esta razón, por esta causa, a causa de esto, etc. Por otra

parte, estos sintagmas preposicionales con un elemento anafórico

permiten usos vedados a los adverbios marcadores (Rossari: 1996).

Admiten, por ejemplo, ser autónomos en un turno de palabra (§ 3.6.

G).

(20) A: ¿Por qué lo harás?

B: Por ese motivo / *Por tanto

Y es esta misma autonomía de la que carecen los adverbios

marcadores la que les permite construcciones del tipo:

(21) A: ¿Por qué lo harás?

B: Por ese motivo / *Por tanto

Y es esta misma autonomía de la que carecen los adverbios

marcadores la que les permite construcciones del tipo:

(21) a) Por tanto, la gente lleva paraguas.

b) Por este motivo, la gente lleva paraguas.

(22) a) *La gente lleva paraguas y esto sucede por tanto.

b) La gente lleva paraguas y esto sucede por este motivo.

Page 57: Marcadores Del Discurso

57

Se ha de advertir, no obstante, que la mayor de las formas

que se utilizan como adverbios marcadores pueden aparecer con

distintas funciones lingüísticas, esto es, sin ser marcadores.

(23) a) Lo haré en cualquier caso.

b) En cualquier caso, lo haré.

(24) a) No tiene por qué responder así.

b) Así, no tiene por qué responder.

(25) a) Quiero una hamburguesa con todo.

b) Con todo (y con eso), quiero una hamburguesa.

(26) a) Lo dijo en una palabra.

b) En una palabra, lo dijo.

(27) a) En ese momento él se iba por un lado y su mujer por

otro.

b) Por un lado, él se iba y, por otro, también su mujer se

tenía que marchar.

Sólo en los ejemplos (b) en cualquier caso, así, con todo, en una

palabra, por un lado y por otro tienen la función discursiva de

marcadores. Como tales, carecen de las posibilidades de flexión y

combinación que se dan en los ejemplos (a)36.

36 (i) Lo haré en cualquiera de los casos que hemos examinado. (ii) No tiene por qué responder así de enfadado. (iii) Quiero una hamburguesa con todo lo que tengan. (iv) Lo dijo en una palabra malsonante. (v) En ese momento él se iba por uno de los lados y su mujer por el otro.

Page 58: Marcadores Del Discurso

58

Un problema en la aplicación del criterio de invariabilidad de

los adverbios marcadores se presenta por su distinto grado de

gramaticalización. Los adverbios marcadores proceden de la

evolución de una serie de sintagmas que, de una parte, van

perdiendo sus posibilidades de flexión y combinación y, de otra, van

abandonando su significado conceptual y se especializan en otro

procesamiento (Garachana: 1998; Iglesias: 2000).

Tomemos, por ejemplo, tres marcadores que agruparemos

dentro de los conectores contraargumentativos (§ 9.2.2. C): sin

embargo, no obstante y eso así. En la primera mitad del siglo XIX,

sin embargo todavía podía recibir complementos y conservaba una

relación de significado con el nombre embargo (<<obstáculo>>,

<<impedimento>>).

(28) Pero sucede también muchas veces que, sin embargo de

referirse directamente a un sustantivo, no se le juntan […].

[A. Bello, Gramática, § 45.]

Esta posibilidad se ha perdido en el español actual y sólo en casos

de arcaísmos manifiesto lo utilizan algunos escritores. Sin embargo

se ha especializado como marcador discursivo y, de modo, su

distanciamiento del significado conceptual original es casi completo.

Menor es la gramaticalización de no obstante. En español

actual es marcador del discurso en :

(29) Confieso que, preocupado por ello, he barajado varias

hipótesis, pronto desechadas, no obstante, como

insatisfactorias. [F. Ayala, El Hechizado, 24]

Page 59: Marcadores Del Discurso

59

Pero también conserva sus originarias cualidades verbales como

participio presente del verbo obstar en cláusulas absolutas con

sujeto.

(30) Por esta causa, se decía, y no obstante el impresionante

despliegue de energía y actividad, bajo su jurisdicción todo

iba manga por hombro. [E. Mendoza, Una comedia ligera,

139.]

Si bien en estas cláusulas ha perdido no obstante su capacidad de

concordancia con el sujeto en plural, lo que es consecuencia de su

proceso de gramaticalización como adverbio:

(31) Encariñado al fin, creo yo, con el proyecto, no obstante sus

iniciales reticencias y aun resistencias. Rodríguez hallaba

tiempo […]. [F. Ayala, El fondo del vaso, 23]

La pervivencia de usos verbales en no obstante explica que su

significado de procesamiento tenga estrecha relación con el

significado conceptual del verbo obstar. De ese modo, no obstante

se utiliza, principalmente, en los casos en los que el primer miembro

discursivo se pudiera comprender como un auténtico <<obstáculo>>

para el segundo (Portolés: 1995a).

Con eso sí conviven en el español actual usos como el

marcador, con aquellos en los que es simplemente un demostrativo

y un adverbio asertivo.

Como marcador:

Page 60: Marcadores Del Discurso

60

(32) Lo que demuestra que la verdad objetiva es una pamema y

que todos tenemos prejuicios. Eso sí, unos más que otros.

[R. Montero, en El País Semanal, 5-XI-1995, 6.]

Y sin gramaticalización:

(33) No era guapa en el sentido que se entiende por beldad.

Pero, bueno, tenía ciertas cosas. Cierta seducción, eso sí

[en El País Semanal, 8-I-1995, 30].

Por añadidura, su significado como marcador es transparente a

partir del de los elementos que lo componen. Algo que no sucede

con sin embargo y que presenta sus dificultades con no obstante.

En otras unidades se advierte todavía un menor grado de

gramaticalización. Así, los agrupamientos de los adverbios más y

aún, que se pudieran pensar como marcadores, muestran

posibilidades de combinación que son un reflejo de esta falta de

fijación gramatical.

(34) a) Cada máscara tenía una identidad diferente, un modo de

ser propio, una voz irrenunciable. Y más aún: tenía corazón.

[G. García Márquez, Noticia de un secuestro, 78.]

b) Yo ya estaba enamorada de él, aún más, ya habíamos

empezado con nuestros escarceos. [G. Martín Garzo, La vida

nueva, 78.]

Nótese por otra parte, que éstas son las mismas unidades que

encontramos en Trabaja más/menos aún y Estudia aún más/menos

Page 61: Marcadores Del Discurso

61

con la diferencia de desempeñar aquí una función claramente

intraoracional.

En suma, dentro de los adverbios marcadores estudiados

existen distintos niveles de gramaticalización. Los hay que de otra

función lingüística (sin embargo);37 en otros casos, el significado del

marcador es todavía cercano al del sintagma en combinación libre,

aunque también con diversos grados (menos con no obstante que

con eso sí); y, por último, hay sintagmas que más que ser

marcadores, simplemente actúan de un modo semejante (aún más),

pues todavía poseen una amplia posibilidad de combinación y

mantienen el mismo significado que en sus funciones oracionales.

E) Los adverbios marcadores discursivos, a diferencia de la

mayor parte de los adverbios, carecen de la posibilidad de recibir

especificadotes y complementos. Compárese el adverbio cerca con

el marcador discursivo de todas formas:

(35) a) Está cerca.

b) Está cerca de aquí.

c) Está muy cerca.

(36) a) De todas formas, está cerca.

b) *De formas de aquellas, está cerca

c) *Muy de todas formas, está cerca.

Con todo, hay excepciones. Así, los marcadores además,

encima, aparte y a propósito pueden recibir complementos con de y, 37 En Una casa sin embargo, por una parte, el significado de embargo no es <<preocupar>> o <<impedir>> y, por otra, el adverbio sin embargo no es una fijación del uso actual de este sintagma preposicional.

Page 62: Marcadores Del Discurso

62

al tiempo, permanecer con el mismo significado y en la misma

posición de inciso. Ahora bien, una diferencia esencial consiste en

que pierden en estos casos la capacidad de deixis discursivas que

gozan en otras ocasiones pues el elemento al que se hacían

referencia anafóricamente con el marcador es el que aparece ahora

en el complemento.

(37) a) Es muy inteligente y, además, muy simpática.

b) Además de ser muy inteligente, es muy simpática.

En (37a) el significado del marcador además nos obliga a buscar un

miembro discursivo anterior (v. gr., Es muy inteligente); sin

embargo, en (37b) este miembro discursivo está expreso como su

complemento.

Por lo demás, existen otras variantes de marcadores que consisten

en el marcador originario más un especificador o algún tipo de

complemento: con todo / aun con todo/ con todo y con eso; es más /

aún es más; por el contrario / antes por el contrario. No obstante, en

estos casos se trata cada uno de un marcador distinto, ya que estos

especificadores o complementos no se pueden sustituir por otros

semejantes, lo que es prueba de que se ha transformado y fijado un

nuevo adverbio (adviértase la agramaticalidad de *incluso con todo,

*con todo y con aquello, *todavía es más, * después por el

contrario).

F) En el caso de situarse el marcador en una oración, se

puede comprobar de distintos modos que se trata de un elemento

periférico. Los sintagmas que están integrados en una oración

pueden construir el resto de una elisión; así, a partir de Luisa

Page 63: Marcadores Del Discurso

63

organiza una cena el martes se pueden construir diversas

construcciones elípticas:

(38) a) Luisa organiza una cena el martes y Juan también.

b) Luisa organiza una cena el martes y también un baile.

c) Luisa organiza una cena el martes y el miércoles

también

Con esta misma prueba, comparemos por este motivo, sintagma

preposicional integrado en la oración, con por consiguiente,

marcador discursivo con una posición periférica en relación con el

resto de los complementos verbales.

(39) a) Juan renunciaría al premio por esa razón y por ese

motivo, también.

b) *Juan renunciaría al premio por esa razón y por

consiguiente, también.

Los adverbios marcadores, al no estar integrados en la oración, no

pueden constituir el resto de una elipsis.

Esta falta de integración también impide que el adverbio

marcador se destaque por medio de una perífrasis de relativo,

también denominada construcción ecuacional. De Este problema

tenía, sin embargo, una sencilla solución se pueden destacar

diversos sintagmas, pero no sin embargo por no encontrarse

integrado en la oración:

(40) a) Era este problema el que tenía una sencilla solución.

b) Era una sencilla solución la que tenía este problema.

Page 64: Marcadores Del Discurso

64

c) *Era sin embargo como este problema tenía una sencilla

solución.

Por último, los adverbios marcadores no pueden ser negados, al

contrario de lo que sucede con otros sintagmas de una oración.38

(41) a) No llegó, pues Juan en tren, sino Alicia.

b) No llegó, pues, Juan en tren, sino que vino en coche.

c) No llegó, pues, Juan en tren, sino en autobús.

d) *No llegó, pues, Juan en tren, sino al fin y al cabo.

G) Estas tres últimas pruebas acercan los adverbios oracionales,

y, en particular, a los adverbios oracionales de la enunciación o

adverbios elocutivos (v. gr., sinceramente, francamente o en serio).

Como ellos, pueden también aparecer con una oración

interrogativa:

(42) a) Y francamente, ¿quién sabe la respuesta?

b) Y por tanto, ¿quién sabe la respuesta?

c) *Y posiblemente, ¿quién sabe la respuesta?

Pero existen algunas diferencias que los distinguen. En primer

lugar, la imposibilidad de integrarse en una oración con el mismo

significado.

(43) a) Lo dijo francamente.

b) *Lo dijo por tanto.

38 En letra negrita lo negado en cada caso

Page 65: Marcadores Del Discurso

65

Y, en segundo lugar, estos adverbios de la enunciación posen un

significado conceptual, lo que permite que sean interrogados,

negados o parafraseados.

(44) a) A: Francamente, te sienta muy bien esa chaqueta.

B: ¿Francamente? ¿De verdad?

b) A: Y por tanto, no iré a la fiesta.

B: # ¿Por tanto? ¿De verdad?

(45) a) A: Francamente, te sienta muy bien esa chaqueta

B: No es cierto, no lo dices, francamente.

b) A: Me siento mal y, por tanto, no iré a la fiesta.

B: *No es cierto, no lo dices, por tanto.

(46) a) Francamente, te sienta muy bien esa chaqueta.

b) Te sienta muy bien esa chaqueta y esto te lo digo

francamente.

(47) a) Me siento mal y, por tanto, no iré a la fiesta.

b) *No iré a la fiesta y eso lo digo por tanto.

3.6. Diferencias gramaticales interjecciones y adverbios

No sólo existen marcadores conjunciones (v. gr., pero) y

marcadores adverbios (v. gr., por tanto) algunas de las unidades

que estudiamos como marcadores discursivos son consideradas

por diversos autores como interjecciones. La categoría gramatical

Page 66: Marcadores Del Discurso

66

de interjección es una de las más discutidas y peor estudiadas.39

Partamos de la tradicional definición del Diccionario de la Real

Academia (1992, s. v.): <<Voz que formando por si sola una oración

elíptica o abreviada, expresa alguna impresión súbita, como

asombro, sorpresa, dolor, molestia, amor, etc. >> Desde la

Antigüedad, como sucede en esta definición, se combinan tres

criterios para delimitar esta categoría: su carácter invariable, su

capacidad de construir unidades independientes y su entonación

exclamativa.

No obstante, Emilio Alarcos persona Gramática bueno como

interjección en Bueno, pues Rosita cantó muy requetebién (1994,

248) y Fernando Lázaro Carreter efectúa idéntica clasificación en

Bueno, dejemos las cosas como están (1997, 78) y Manuel Seco,

Olimpia Andrés y Gabino Ramos (1999, s. v.) presentan ejemplos

de bueno interjección del tipo de Son veinticinco…Bueno, lo bajaré

una peseta para que se lo lleve. Esto parece evidente si lo

comparamos con otros casos en los que sí se percibe esta

entonación:

(48) a) -¿Y cree que hay mucha corrupción?

-¡Bueno! (en El País Domingo, 11 –II – 1996, 3).

b) P. ¿Ha visto las cacareadas fotos del Rey?

R. Pero, bueno, ¿no es el Rey un ser humano para

respetarlo, y más siendo rey? (en El País, 21 – V –

1995, 60).

39 Al menos dos publicaciones recientes contribuyeron a llenar esta laguna, Alonso-Cortés (1991) y Torres Sánchez (2000). Para una revisión de su historia en la lingüística española, Lope Blanch (1979, 61-70).

Page 67: Marcadores Del Discurso

67

Considero, en consecuencia, que las características primordiales

de los elementos que en estás páginas se estudian como

marcadores son su invariabilidad y su independencia, y que el

carácter exclamativo sólo se presenta con claridad en algunas

ocasiones. En cualquier caso, lo esencial para este estudio no es

si se acomodan a una categoría tradicional de la gramática, sino

que, aun siendo invariables como los adverbios marcadores que

acabamos de ver, poseen unas propiedades gramaticales

distintas. Con esta intención, denomino algunos de los usos de

bueno, claro, o bien como interjecciones, para distinguirlos de

unidades como sin embargo, además y por tanto, que se

clasifican habitualmente como adverbios.

H) La autonomía de estas interjecciones les permite ocupar

ellas solas un turno de palabra. Así, sucede, por ejemplo, en:

(49) A: vale/ me alegro

S: bueno

A: hala / hasta otro rato

S: adiós

A: adiós. (B. Gallardo, Análisis conversacional y

pragmática del receptor, 91.)

Con los marcadores que son conjunciones o adverbios la

situación es distinta. Las conjunciones que participan de la función

discursiva de marcador no son autónomas en español. Sólo la

conjunción y en raras ocasiones se emplea para pedir al

interlocutor que llegue a alguna conclusión a partir de sus propias

palabras.

Page 68: Marcadores Del Discurso

68

(50) - El poder judicial está investigado la filtración de los

papeles del “CESID”

- ¿Y?

- Aún no se ha filtrado la investigación. (Ramón en

Heraldo de Aragón, 2 – I – 1997, 16.)

Dentro de los adverbios marcadores, la mayor parte no

puede ocupar ellos solos un turno de palabra:

(51) A: No te gustan las acelgas.

B: *Por el contrario.

Sólo unos pocos pueden hacerlo. Dentro de estos últimos se han

de distinguir dos tipos principales.

En primer lugar, como sucedía con y, pueden aparecer

autónomos adverbios marcadores que solicitan al interlocutor una

conclusión o una explicación de lo que se acaba de decir.

(52) - La vida sería imposible sin la mentira. Si

dijéramos siempre la verdad no sería posible la

convivencia…

- ¿Entonces…?

- Yo huyo de estos tipos que saludan diciendo

“Como somos muy amigos, te voy a decir la

verdad…” (en ABC, 5 – VI – 1996, 62).

Page 69: Marcadores Del Discurso

69

Distinto es el caso de los marcadores como además y encima.

Estos marcadores con entonación exclamativa pueden ser

autónomos en casos como:

(53) A: Es rica y le ha tocado la lotería.

B: ¡Además!

Se comprende aquí como si se añadiera al último miembro

del discurso anterior, esto es, “además, le ha tocado la lotería”.

I) El carácter de unidad independiente de las interjecciones

que son marcadores del discurso también se muestra en que, en

estilo indirecto, si su posición en el discurso lo permite, pueden

separarse del miembro del discurso que las sigue por medio de la

conjunción que, algo imposible para los adverbios.

(54) a) Juan dijo que bueno que iría él a buscar el

paquete.

b) Juan dijo que sin embargo, iría él a buscar el

paquete.

c) *Juan dijo que sin embargo que iría él a buscar

el paquete.

Como se puede apreciar por estos ejemplos, la conjunción que no

puede separar el adverbio sin embargo del resto del miembro

discursivo en el que se sitúa (54c). Esto no sucede con bueno

Page 70: Marcadores Del Discurso

70

(54a) o con las otras interjecciones, pues gozan de una mayor

independencia.40 Más ejemplos:

(54)

a) (…) y ella respondió a la reina que bueno, que n bien,

que ella haría cualquier cosa para entrar en calorcillo. (J.

Jiménez Lozano, Un dedo en los labios, 66.)

b) Doña Cuca me rogó que fuese a servir el té como la

otra vez y yo, por no hacerle un desaire, que bueno, que lo que hiciera falta. (M. Delibes, Diario de un

jubilado, 183.)

c) Aseguró que claro que esa podía ser una solución.

d) Dijo que vamos que podía ser una solución.

J) Los adverbios marcadores discursivos no pueden preceder

a una conjunción como pero; se pueden encontrar casos de pero,

sin embargo, y no de *sin embargo, pero, ello se debe a que, para

preceder a pero, deberían independizarse del miembro discursivo

en el que se encuentran, lo que les es imposible. Por el contrario,

la mayor independencia de los marcadores que son interjecciones

se lo permiten.

(56)

a) (…) No iba a aprobar, de ninguna manera iba a

aprobar yo mi…, a primera mi pase, Pero bueno, me

suspendieron el de… el específico, y estaba contenta

40 Esta prueba, por otra parte, distingue estas interjecciones de las llamadas interjecciones propias del tipo ¡ay! Que como se sabe desde antiguo no aparecen en discurso indirecto.

Page 71: Marcadores Del Discurso

71

y todo… (M. Esgueva y M. Cantarero, El habla de la

cuidad de Madrid, 325.)

b) Dice: “Bueno, pero ¿tú quieres… o sea, quieres tú la

que vas… la, la que quieres saber el resultado?” (M.

Esgueva y M. Cantarero, El habla de la ciudad de

Madrid, 326.)

k) Los adverbios marcadores del discurso no se coordinan

entre sí, pero se puede coordinar con sintagmas que se sitúan en

incisos.41 Este tipo de construcción no es posible con las

interjecciones que son marcadores.

(57)

a) Creo, además y a pesar de todo, que siempre estará

mas dispuesta a la apertura la izquierda socialista que

la derecha popular. (V. Camps, en El país, 14 - III –

1995, 13.)

b) Pero quizás, al fin y al cabo y sobre todo, pintó de

esa manera, porque a él mismo le fascinaron las llamas

y las sombras en el entrono de su vida. (J. Jiménez

Lozano, en ABC, 17 – X – 1997, 3.)

Esta diferencia entre adverbios marcadores e interjecciones

se puede comprobar con la forma en fin. Esta unidad puede ser

interjección o adverbio.42 Ejemplo del primer tipo es:

41 No obstante, no es infrecuente que al escribir se dejen sin marcar con comas los límites del inciso. 42 Como interjección lo clasificaré dentro de los reformuladores (9. 2. 3 D). como adverbio como estructurado de la información (9. 2. 1).

Page 72: Marcadores Del Discurso

72

(58)

En cada lado del departamento (del tren) hay dos

personas; no es una delicia, pero ¡en fin! (J. Camba, El

destierro, 87.)

Del segundo:

(59)

La palabra griega skholé, que significó primero ocio,

después la ocupación del hombre ocioso, es decir, el

estudio y, en fin, “escuela” filosófica. (J. A. Marina, El

laberinto sentimental, 151.)

Solo en este último caso se podría haber añadido a en fin un inciso

del tipo y no menos importante. Algo importante de realizar cuando

es interjección.

3.7. Diferencia gramaticales: interjección y formas apelativa.

Debemos distinguir las interjecciones de las formas

apelativas.

L) Las formas apelativas conservan alguna posibilidad de

flexión y combinación; así, hombre y anda pueden ser formas

apelativas o interjecciones. Como interjecciones son invariables; sin

embargo, como formas apelativas permiten las variaciones hombre /

mujer, anda /ande, aunque, por su evolución hacia una categoría

distinta de la original, no pueden formar plurales *hombres /

Page 73: Marcadores Del Discurso

73

mujeres, *andad / anden.43 Así, no se puede sustituir anda por el

tratamiento de respeto ande en:

(60) a) ¡Anda! ¿Y qué le decían a Santa Teresa?

b) *¡Ande! ¿y qué le decían a Santa Teresa?

Puesto que se trata de una interjección, pero sí, en:

(61)

a) Bueno, anda, llama al médico ahora mismo y

métete en la cama a sudar. (J. J. Millás, El

desorden de tu nombre, 16.)

b) Bueno, ande, llame al médico ahora mismo y

métase en la cama a sudar

Pues aquí es una forma verbal apelativa. La misma diferencia se

da entre la interjección hombre de:

(62)

a) ¡Hombre, Carlos Prullas, dichosos los ojos!(E.

Mendoza, Una comedia ligera, 77.)

b) *¡Mujer, María Prullas, dichosos los ojos!

Donde es no posible la variación, y la forma apelativa hombre de

(63ª), que sí posee variación de género.

(63)

43 En la conversación, la forma más habitual de hombre es la interjectiva; véase Fuentes y Alcaide (1996, 197-203).

Page 74: Marcadores Del Discurso

74

a) Calla, hombre, si no es más que un momento. (A.

Muñoz Molina, Plenilunio, 63.)

b) Calla, mujer, si no es más que un momento.

Esta falta de variación de la interjección se percibe

especialmente en casos en que el hablante se dirige a una mujer,

así, Alberti responde a María Asunción Mateo.

(64)

- A ti Lope te entusiasma.

- Hombre, Lope de Vega puede ser el más grande entre

los grandes (en ABC Cultura, 26 – III – 1996, 20.)

Por consiguiente, en un caso como Hombre, mujer, no seas así, el

hombre será una interjección y el mujer una forma nominal

apelativa.

Otras formas apelativas como mira y oye admiten variación

de persona para el tratamiento respeto (mire y oiga) y también de

número (mirad / miren y oíd / oigan) e incluso pueden aparecer

con sujeto (mira tú, oiga usted); sin embargo, carecen de flexión de

tiempo y modo.

(65) a) Mira, no sé qué decirte.

b) *Dijo que mirara, que no sabía qué decirle.

3.8 Conclusión

Page 75: Marcadores Del Discurso

75

El concepto de marcador del discurso no es un concepto de

fundamento gramatical, sino semántico-pragmático. Se base en el

tipo de significación de ciertas unidades lingüísticas. Este

significado es un significado de procesamiento, no un significado

conceptual, aunque, de hecho, muchas unidades lingüísticas -tal

vez, todas- con significado conceptual poseen algo de significado

de procesamiento y buena parte de las unidades con significado

de procesamiento conservan restos de su significado conceptual.

Una vez establecido este criterio semántico, se comprueba

que las unidades que se acomodan a él pertenecen a tres clases

gramaticales: las llamadas conjunciones coordinantes, (v. gr.,

pero), cierto tipo de unidades bien definido que se acostumbra a

clasificar como adverbios (V. gr., por tanto) y un grupo de

unidades invariables que algunos gramáticos han situado sin

demasiada explicitud dentro de las interjecciones (v. gr., bueno).

Un grupo diferente sería el de las formas apelativas. Tienen un

uso discursivo evidente, carecen de las todas las posibilidades

flexivas de las unidades originales –nominales o verbales- y no

conservan idéntico significado; así, se le podría decir a un

invidente Mira tú, lo que me importa a mí eso, sin que se

comprenda que ha de mirar nada, y a una niña pequeña no te

metas en los charcos, mujer. No obstante, no se puede decir que

formen una clase gramatical específica.

Page 76: Marcadores Del Discurso

76

CAPÍTULO 4

PRIMEROS INSTRUMENTOS

PARA EL ANÁLISIS SEMÁNTICO

4.1 Las instrucciones del significado Hemos distinguido dos tipos de significado: uno conceptual y otro

de procesamiento; el significado de los marcadores es

esencialmente un significado de procesamiento, es decir, un

significado que guía las inferencias que se han de efectuar de los

distintos miembros del discurso. Pues bien, ahora debemos

especificar este significado de procesamiento de modo que se

puedan describir de la manera más precisa posible los distintos

marcadores discursivos del español. En esta tarea partiremos de

la Teoría de la Argumentación de la Lengua de Oswald Ducrot y

Jean-Claude Anscombre (anscombre y Ducrot: 1994; Raccah: 1995:

García Nagroni: 1998a; Portolés: 1998). En la formación de esta

teoría, sus estudios sobre unidades de francés como mais

(“pero”), Pourtant (“no obstante”) o donc (“por tanto”) han tenido un

papel esencial, Ya en Les mots du discours de 1980, Ducrot

mantenía que estas unidades no son meros nexos que coordinan o

conectan unas oraciones o unas prenociones con otras, sino que

son elementos cuyo significado está formado por una serie de

instrucciones que hace comprender de un modo determinado la

relación semántica entre los miembros que conectan.

Page 77: Marcadores Del Discurso

77

Este paso en nuestra exposición de la Teoría de la

Pertinencia a la Teoría de la Argumentación no es incongruente.

En la década de 1970, mientras Grice desarrolla su Principio de

Cooperación, Oswald Ducrot propone unas “leyes del discurso”

con intención muy cercana (Ducrot: 1984, capítulo 5).

El camino entre las dos corrientes de estudio se separa en mayor

medida con posterioridad. Ducrot: y sus discípulos se han ocupado

en descubrir los condicionamientos lingüísticos en la comprensión

de discurso, esto es, intentan integrar parte de la pragmática en

la lingüística. Por el otro lado, los seguidores de Grice, y en

especial la Teoría de la Pertinencia, se ocupan de sacar de los

estudios lingüísticos fenómeno que poseen una explicación

inferencial y que se creían codificados en la lengua. Las dos

escuelas observan el mismo objeto, pero de un modo opuesto: la

primera buscando las señales de la pragmática en la forma

lingüística, la pertinentista extrayendo lo pragmático de lo que se

creía exclusivamente lingüístico.

Una vez que hemos establecido con la Teoría de la

Pertinencia la importancia de lo inferencial en la comunicación en

los capítulos primero y segundo, bueno será ahora acudir a la

Teoría de la Argumentación para poder analizar lo puramente

lingüístico. Con esta intención, la propuesta de Ducrot de que el

significado de cada marcador consta de una serie de instrucciones

va a ser fundamental para avanzar en nuestro estudio, pues

permite la descomposición del significado de procesamiento que

hemos admitido para los marcadores. Adviértase que, si no se

produce este paso, el significado de cada marcador constituiría una

unidad irreductible y, en consecuencia, aunque se distinguiría con

facilidad, por ejemplo, el muy diverso significado de por tanto, sin

Page 78: Marcadores Del Discurso

78

embargo, o además, nos enfrentaríamos con un verdadero

problema al intentar iluminar las semejanzas i diferencias de por

tanto, y en consecuencias, sin embargo y con todo, o además y

encima.44 El planteamiento de Ducrot nos permite pensar que la

relación entre estos pares de marcadores se debe a que comparten

alguna instrucción semántica, aunque se diferencien en otras.

4.2 Discursos pragmáticos costosos De comprender

También nos facilitará la descripción semántica de los

marcadores del concepto de “discurso pragmáticamente costoso de

comprender”. Recordemos que, por la inexcusable aplicación del

Principio de Pertinencia, los hablantes buscamos a partir de lo

dicho en efecto cognitivo mayor en relación con el esfuerzo de

tratamiento más pequeño (1.3). Así pues, un discurso

perfectamente gramatical puede ser pragmáticamente extraño-

Para el estudio de unidades como los marcadores, este hecho

será fundamental. El buen uso de una marcador, además de por

motivos propiamente gramaticales, dependerá de nuestro esfuerzo

en encontrar un contexto en el que se pueda comprender.

Tomemos, por ejemplo, el marcador encima. Nada extraño

hallamos al escuchar:

(1)

44 Esta limitación se percibe en las investigaciones d Blakemore (1987, 1989, 1996) y se atenúa en Blakemore (2000)

Page 79: Marcadores Del Discurso

79

a) Debo hacerme un análisis de sangre y, encima, unas

radiografías.

b) Necesito rellenar un impreso y, encima, entregar dos

fotografías.

c) Para aprobar esa asignatura hay que hacer un

examen y, encima, redactar un trabajo.

Una paciente puede decir (1a); una ciudadana, (1b); y una

estudiante, (1c). Por el contrario, nos asombraría:

(2)

a) (Dice una médica) #Deberá hacerse un análisis de sangre y, encima, unas radiografías. b) (Dice una funcionaria) #Necesita rellenar el impreso, y, encima,

entregar dos fotografías. c) (Dice una profesora) #Para aprobar mi asignatura, hay que hacer el examen y, encima, redactar un trabajo.

Nada agramatical hay aquí; sin embargo, es costoso encontrar un contexto en el que se puedan comprender estas intervenciones. Este hecho lo indico con el sostenido #, y reservo el asterisco * para los casos de agramaticalidad y? para los de gramaticalidad dudosa. Adviértase que este coste pragmático se produce por el significado del marcador encima y las inferencias contextuales que nos fuerza a obtener. Si sustituimos encima por además, vuelve la normalidad:

(3) a) [Dice una médica] Deberá hacerse un análisis de sangre

y, además, unas radiografías.

b) [Dice una funcionaria] Necesita rellenar el impreso y,

además, entregar dos fotografías.

Page 80: Marcadores Del Discurso

80

c) [Dice una profesora] Para aprobar mi asignatura, hay

que hacer el examen y, además, redactar un trabajo.

Los ejemplos (2) eran pragmáticamente costosos de comprender

porque el significado de encima nos fuerza a buscar un contexto

distinto al normalmente accesible y, en consecuencia, nos hace

como pragmáticamente extrañas estas intervenciones. De nuevo,

he de insistir en que no se trata de discursos agramaticales, sino de

discursos costosos de entender por la relación entre lo dicho y el

contexto. nSi buscamos un contexto oportuno, los costoso deja de

serlo. Pensemos, por ejemplo, que nuestra profesora, ya harta de

sus indisciplinados alumnos, los castiga diciéndoles Desde hoy,

para aprobar mi asignatura hay que hacer el examen y, encima redactar un trabajo. El nuevo contexto elimina nuestra extrañeza.

Más adelante volveré sobre el marcador encima para intentar

concretar su significado (§ 5.6).

4.3 El método de la comunicación El método de estudio del significado de los marcadores que

generalmente se ha utilizado es la conmutación. Se han agrupado

aquellos marcadores que en un contexto determinado pueden

sustituirse unos a otros. No obstante, con la premisa de la

existencia de enunciados costosos de comprender, aunque

gramaticales, también será útil para saber el significado de un

marcador la condición contraria: hallar el contexto en el que un

marcador supuestamente sinónimo de otro no puede reemplazarlo

porque la intervención resultante sería si no agramatical, al menos

pragmáticamente extraña.

Page 81: Marcadores Del Discurso

81

En buena parte de las ocasiones, por ejemplo, los

adverbios marcadores discursivos por tanto y en consecuencia se

pueden conmutar sin que casi se perciba diferencia alguna.

(4) a) Se ha ido la luz. Por tanto, la televisión no marcha.

b) Se ha ido la luz. En consecuencia, la televisión no

marcha.

Los dos marcadores después de estos ejemplos se podrían

presentar como sinónimos con diferencias estilísticas. No es así.

Por tanto introduce el miembro del discurso en el que se halla como

un consecuente después de un razonamiento a partir de otro

miembro que actúa como antecedente. Deduzco que no funciona la

televisión, pues sé que cuando no hay corriente eléctrica, no

funcionan los electrodomésticos. Por otra parte, la relación de

razonamiento entre el argumento y la conclusión que establece por

tanto permite generalmente la inversión de los miembros que

vincula.

(5) No marcha la televisión y, por tanto, se ha ido la luz.

No marcha la televisión y de eso deduzco que Se ha ido la luz.

Sin embargo, la inversión con en consecuencia es más

costosa.

(6) #No marcha la televisión y, en consecuencia, se ha ido la luz.

En consecuencia muestra el miembro del discurso en el que se

encuentra como un resultado que se sigue necesariamente de un

Page 82: Marcadores Del Discurso

82

estado de cosas en otro miembro anterior. Se diferencia, pues, de

por tanto en que no se presenta el segundo miembro como fruto de

un razonamiento. De este modo, mientras por un razonamiento se

puede inferir de la causa el efecto y del efecto la causa, con en

consecuencia sólo se permite el paso de causa a efecto y no a la

inversa. Un ejemplo de este tipo, pragmáticamente extraño,

evidencia una diferencia semántica entre los dos marcadores;

posteriormente será tarea del investigador dar cuenta de en qué

consiste esta diferencia.

Volvamos a además y encima para otro ejemplo. Tomemos el

siguiente par de intervenciones.

(7) a) Le ha comprado un helado y, además, un juguete.

b) Le ha comprado un helado y, encima, un juguete.

El significado de los dos marcadores parece próximo. Pero la

situación cambia en los siguientes pares:

(8) a) #Le ha comprado un helado y, además, llora.

b) Le ha comprado un helado y, encima, llora.

c) #Le echo una mano y, además, me toma el pelo.

d) Le echo una mano y, encima, me toma el pelo.

De nuevo, la conmutación nos muestra que dos marcadores que

pudieran parecer cuasi sinónimos evidencian diferencias

semánticas. Una vez descubierto este hecho, nuestra tarea

consistiría en describir el significado de encima de modo que

prediga tanto los usos cercanos a además como los divergentes (§

5.6).

Page 83: Marcadores Del Discurso

83

Otros ejemplos: algunos diccionarios del español, dan como

sinónimos al contrario, por el contrario y en cambio,45 lo que,

evidentemente, no se corresponde con la realidad. Esto se puede

comprobar si se realiza el siguiente ejercicio:

EJERCICIO. Rellene los huecos del siguiente diálogo con: al

contrario, por el contrario y en cambio.

ALICIA: Me han dicho que no te gustan las alcachofas.

JUAN: ¡___________!

ALICIA: Entonces, te gustan al alcachofas y, __________, no te

hacen gracia las judías verdes. He dicho, __________,

que todas las verduras me parecen deliciosas.

Si usted ha preferido situar un marcador determinado en cada uno

de los huecos, significa que no son sinónimos.

Supongamos que ha respondido:

ALICIA: Me han dicho que no te gustan las alcachofas.

JUAN: Al contrario

ALICIA: Entonces, te gustan las alcachofas y, en cambio, no te

hacen gracia las judías verdes. ¡Qué extraño!

JUAN: Tampoco he dicho que no me gustan las judías verdes.

He dicho, por el contrario, que todas las verduras me

parecen deliciosas.

45 Para la diferencia entre al contrario y por el contrario (Portolés: 1994c) y para la diferencia entre por el contrario y en cambio (Portolés: 1998b).

Page 84: Marcadores Del Discurso

84

De las tres unidades únicamente al contrario puede ser autónoma

en un turno de palabra y, en consecuencia, sólo ella puede

aparecer en el primer hueco. Este marcador, no obstante, puede

complementarse con un enunciado que lo explica:

ALICIA: Me han dicho que no te gustan las alcachofas.

JUAN: ¡Al contrario! [Me encantan.]

Esto justifica que haya situado el tercer hueco en una posición

media de su miembro discursivo: Tampoco he dicho que no me

gusten las judías verdes. He dicho, por el contrario, que todas las

verduras me parecen deliciosas. Si hubiera colocado el hueco

delante de He dicho la respuesta hubiera podido ser también al

contrario, además de por el contrario: Tampoco he dicho que todas

las verduras me parecen deliciosas. En este último ejemplo el

miembro que sigue al contrario especifica cómo se ha de interpretar

esta unidad. En cuanto a la imposibilidad de en cambio en ese

hueco, se ha de saber que, a pesar de que en numerosas

ocasiones son intercambiables en cambio y por el contrario, los

distinguen profundas diferencias semánticas que veremos en § 7.3,

y que una construcción como la de este ejemplo constituye uno de

los casos en los que el significado de estos dos marcadores diverge

más.

Por último, el segundo hueco del ejercicio se puede rellenar

con en cambio, por el contrario, aunque el uso más apropiado será

el de en cambio, ya que no hay una verdadera contrariedad entre

los dos miembros, sino un simple contraste.

En conclusión, el método de la conmutación no sólo debe servirnos

para agrupar a aquellas unidades con un significado próximo en

Page 85: Marcadores Del Discurso

85

algún contexto determinado, sino también para hallar contextos en

los que la conmutación de un marcador por otro sea difícil y, de este

modo, delimitar mejor su significado.

4.4 El significado y los sentidos

Partamos de un ejemplo:

(9) Sorprende la coexistencia de dos gustos opuestos en los

debeladores del castellano; por otro, un prurito o picor que les

empuja irresistiblemente a la pedantería. [F. Lázaro Carreter,

El dardo en la palabra, 342.]

Al leerlo se comprende una oposición entre cada uno de los dos

miembros del discurso introducidos por el par de marcadores por un

lado y por otro lado: la vulgaridad se opone a la pedantería. Se

podría pensar que los marcadores por un lado y por otro lado tienen

este significado, pero no sucede así en:

(10) Francisco Tomás y Valiente estaba intelectualmente muy bien

pertrechado para comprender el nuevo Estado de las

Autonomías que instaura la constitución de 1978. Por un lado

era historiador del Derecho, con una dedicación muy especial

al Derecho Público del Estado moderno. Por otro lado, era

hombre de formación racionalista. [F. de Carreras, en El País,

16-II-1996, 16]

Aquí no se percibe oposición alguna entre ser historiador del

derecho y tener formación racionalista. Así las cosas, para describir

el significado de por un lado y por otro lado, puede haber dos

Page 86: Marcadores Del Discurso

86

propuestas: la primera, que considero desacertada, consiste en

diferenciar dos partes de por un lado / por otro lado distintos, uno

con un significado de oposición para (9) y otro que carece de este

significado (10). La segunda propuesta, en cambio, aprecia que

existe un único significado pero que, según los contextos, se

pueden comprender sentidos distintos.

En nuestro estudio distinguimos, pues, entre un

<<significado>> de los marcadores en la <<lengua>> -esto es, en el

sentido lingüístico antes de su uso en el discurso- y un

<<sentido>>46 en cada discurso concreto. Es frecuente que los

estructuradotes de la información (§§ 7 y 9.2.1) de los que forman

parte por un lado y por otro lado adquieran sentido de oposición,

pero no poseen un significado de oposición. Del mismo modo, de:

(11) a) Hemos comentado los últimos días que Induráin no se

había recuperado después de las duras etapas de los

Pirineos. Pues bien, esta misma mañana ha anunciado que se

retiraban del Tour.

Se podrían pensar que pues bien introduce una consecuencia: la

retirada de Induráin fue causada por no haberse recuperado. Pero

este sentido consecutivo desaparece cuando se varían los

miembros vinculados. No se trata, pues, de su significado sino de

un sentido posible. Pues bien no es un conector consecutivo (§ 7.2). (11) b) Hemos comentado los últimos días que Induráin no se

había recuperado después de las duras etapas de los

46 Para esta diferencia entre significado y sentido véase Ducrot (1980ª). No obstante, Ducrot prefiere el término significación a significado.

Page 87: Marcadores Del Discurso

87

pirineos. Pues bien, hoy ha mostrado que se encuentra de

nuevo magnífica forma física.

c) Hemos comentado los últimos días que Induráin no se

había recuperado después de las duras etapas de los

Pirineos. Pues bien, la suspensión de la carrera por el mal

tiempo le ha beneficiado.

4.5 Tipos de instrucciones semánticas

Después de presentar estos primeros instrumentos para el

estudio del significado de los marcadores, en los tres capítulos

siguientes me detendré en tres tipos principales de instrucciones

semánticas: las argumentativas, las de formulación y las de

estructura informativa. Ello no significa que sean las únicas que se

pueden proponer para los marcadores, aunque, eso sí, considero

que son las principales desde nuestro planteamiento teórico.

Por otra parte, en el desarrollo de estos capítulos se

comprobará que en su significa instrucciones de distintos tipos.

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CAPITULO 5

LAS INSTRUCCIONES

ARGUMENTATIVAS

5.1 La Teoría de la Argumentación en la Lengua Como anuncié en el capítulo anterior, Oswald Ducrot y Jean Claude

Anscombre han desarrollado en diversas publicaciones, unas veces

realizadas en común y otras por separado, una teoría que han

denominado Teoría de la Argumentación en la Lengua.47Es una

teoría semántica. En ella estudian la forma en la que los enunciados

condicionan por su significado la continuación del discurso.

Tradicionalmente, cuando de atendían a estos problemas, se tenían

en cuenta los hechos representados por la lengua y no la lengua en

sí. En:

(1) Manolo ha bebido. No debe conducir.

Se pensaba que era exclusivamente el hecho de que Manolo

hubiera bebido el que forzaba a la conclusión de que no debería 47 Desde 1995 los dos autores han continuado su obra por separado. Oswald Ducrot, junto con Marion Carel, desarrolla la teoría de los Bloques Sonánticos (Ducrot y Carel: 1999; Ducrot: 2001), Jean-Claude Ancombre la Teoría de los Estereotipos en la Lengua (Anscombre: 1995, 1998, 2001). Las dos orientaciones pretenden dar cuenta de distinto modo de problemas que, en su opinión, no resolvían sus planteamientos anteriores.

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conducir: Ducrot y Anscombre muestran que no es así.

Supongamos que alguien se beba dos copas de vino. Con la misma

cantidad un hablante puede decir que Manolo ha bebido un poco y

otro que Manolo ha bebido poco. El hecho es idéntico para los dos

enunciados, pero el uso de una unidad u otra (v. gr., un poco o

poco) va a condicionar la continuación del discurso. <<Beber un

poco>> nos conduce a, por ejemplo, <<no deber conducir>>;

mientras que <<beber poco>>, a <<poder conducir>>:

(2) a) Manolo ha bebido un poco. No debe conducir.

b) Manolo ha bebido poco. Puede conducir.

La cantidad de vino puede ser idéntica (el hecho), pero la

continuación del discurso la fijan los dos adverbios (la lengua).

Son los propios elementos lingüísticos, y no los hechos que

pudieran representar, los que encaminan la argumentación. No se

argumenta CON la lengua –con lo que la lengua representa-, sino

En la lengua –con lo que la lengua dice.

La argumentación de Ducrot y Anscombre no se corresponde, pues,

exactamente con el significado habitual de la palabra. En su teoría

cualquier argumenta –favorece una serie de continuaciones del

discurso y dificulta otras- porque ello es inherente a todo significado

lingüístico.

En la introducción vimos un ejemplo típico de argumentación en la

lengua con marcadores discursivos: de Es feo pero es simpático, se

llega a distintas conclusiones que de Es simpático pero es feo;

recordemos que, en el primer caso, nuestro joven enamorado tenía

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alguna oportunidad y, en el segundo, más bien pocas. Estas

conclusiones no se pueden explicar por la representación de la

realidad, puesto que en las dos intervenciones alguien <<es feo>> y

<<es simpático>>, sino por razones estrictamente lingüísticas: el

significado de pero y la posición de los miembros del discurso que

conecta.

5.2 La orientación argumentativo

Los enunciados pueden favorecer unas continuaciones del

discurso e impedir atrás, así que se puede decir que están

<<orientados>> argumentativamente en una dirección determinada.

Para comprenderlo mejor partamos de los siguientes ejemplos.

(3) a) Le están saliendo los colmillos. Nos va a dar una mala

noche.

b) Este coche se nos ha quedado pequeño. Tenemos que

comprar otro mayor.

c) Hace una buena tarde. Voy a llevar a la niña al parque.

(4) a) #Le están saliendo los colmillos. No se despertará en

toda la noche.

b) #Este coche se nos ha quedado pequeño. No tenemos

que comprar otro mayor.

c) #Hace una buena tarde. No saldremos de casa.

Nuestra extrañeza ante los ejemplos (4) se debe a que la

<<orientación argumentativa>> de los enunciados que se sitúan en

primer lugar se corresponde con un tipo de conclusiones como las

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que aparecen en (3) y no a sus contrarias, como en (4). Por lo

general, los niños que echan los dientes no pasan buenas noches,

cuando un coche se queda pequeño se intenta comprar otro mayor

y se va al parque cuando hace buen tiempo. En (3) se puede decir

que los segundos enunciados mantienen la orientación

argumentativa de los primeros, son conclusiones esperadas de los

argumentos que constituyen el primer enunciado. Ahora bien,

supóngase que contra lo esperado, el bebé del que hablamos

duerme como un bendito aunque le salgan los colmillos. Se podría

decir: Le están saliendo los colmillos, pero no se va a despertar

toda la noche. El marcador del discurso pero vincula el primer

enunciado con el segundo e indica por su significado que,

contrariamente a lo que se debería esperar de la orientación

argumentativa de Le están saliendo los colmillos, este bebé va a

dejar dormir a sus padres. Por consiguiente, No se despertará en

toda la noche es una conclusión <<antiorientada>> con respecto a

la orientación argumentativa del enunciado Le están saliendo los

colmillos.

Evidentemente, se puede argüir que no todos los enunciados

orientan necesariamente hacia una conclusión determinada.

Compárense:

(5) a) #Alicia es inteligente. Le suspenden los exámenes.

b) Alicia es inteligente. Sin embargo, le suspenden los

exámenes.

(6) a) Alicia es inteligente. Invierte en deuda pública.

b) Alicia es inteligente. Sin embargo, invierte en deuda

pública.

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Sabemos que los inteligentes aprueban los exámenes, pero no está

culturalmente establecido que compren o no deuda pública, por ello

no son especialmente costosas cualquiera de las dos

continuaciones de (6). Con todo, una vez empleado por un

determinado hablante del marcador sin embargo, por ejemplo en

(6b), se infiere que para él lo inteligente es no comprar deuda

pública, esto es, que en su opinión <<ser inteligente>> orienta en

unas circunstancias determinadas hacia <<no invertir en deuda

pública>> y que por eso relaciona Alicia es inteligente e invierte en

deuda pública con un marcador del tipo sin embargo. Asimismo,

nuestra jocosa extrañeza ante el dicho Era de noche y, sin

embargo, llovía se debe a que el marcador sin embargo nos obliga

a encontrar un contexto en el que <<ser de noche>> oriente hacia

<<no llover>>, lo que indudablemente no es sencillo.

Por otra parte, de igual forma que existen enunciados

<<antiorientados>> con respecto a unos argumentos determinados,

también hay enuciados <<coorientados>> con otros argumentos.

(7) a) Juan es inteligente. Encontrará trabajo.

b) Juan es trabajador. Encontrará trabajo.

c) Juan es inteligente y, además, trabajador. Encontrará

trabajo.

Tanto <<ser inteligente>> como <<ser trabajador>> son dos

argumentos orientados hacia la conclusión Encontrará trabajo. Son,

pues, dos argumentos coorientados.

5.3 La fuerza argumentativa

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Los argumentos, además de una orientación determinada, también

poseen mayor o menor <<fuerza argumentativa>>. Así, por ejemplo,

el miembro del discurso en el que se encuentra el marcador con

todo es una conclusión antiorientada a un primer miembro.

(8) Nunca había sido tan grande la confusión que debió de reinar

en los pensamientos de Sorfos como la que se apoderó de

ellos en aquellos días; con todo, al día siguiente, no habiendo

casi dormido en toda la noche, no vaciló en coger el caballo

bien de mañana y se encaminó a la villa de Virrinio […]. [R.

Sánchez Ferlosio, El testimonio de Yarfoz, 260.]

De tener la mayor confusión de su vida, no se inferiría que Sorfos

no vacilará al día siguiente, por ellos se introduce este miembro

discursivo con el marcador con todo. El miembro con este marcador

está antiorientado en relación con el discurso anterior.

Esta misma instrucción semántica nos permitirá agrupar con todo

con otros marcadores en la clase de los conectores

contraargumentativos (§ 9.9.2. C). Ahora bien, le diferencia de otros

marcadores de significado próximo, como sin embargo y no

obstante, el hecho de que con todo presente el miembro como un

fuerte argumento para conducir a una conclusión contraria a la

expresada.

(9) a) Luisa es extremadamente trabajadora. Con todo, no

conseguirá presentar el informe a tiempo.

b) #Luisa es algo trabajadora. Con todo, no conseguirá

presentar el informe a tiempo.

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El que Luisa sea <<extremadamente>> trabajadora explica que se

pueda emplear sin dificultad con todo. Esto no sucede si es sólo

<<algo>> trabajadora, ya que <<ser extremadamente trabajador>>

constituirá un argumento fuerte, que >>ser algo trabajador.

En caso como este último será más sencillo utilizar sin

embargo o, simplemente, pero.

c) Luisa es algo trabajadora, pero no conseguirá presentar

el informe a tiempo.

El significado de con todo no sólo muestra su miembro discursivo

como antiorientado con el anterior; sino también presenta aquel

primer miembro como argumento fuerte. Este hecho explica que

con todo se documente en casos en los que el primer miembro

discursivo no se limita a un solo argumento sino que agrupa una

serie de ellos.

(10) a) La tragedia de Sevilla se ha divulgado <<por toda

España>> (palabras de Leonor). La han comentado las

gentes; ha sido un tema de viva curiosidad para la opinión.

Con todo, en una ciudad de vida tan sencilla y clara como

Córdoba, Leonor ha podido vivir, durante un año, sin que

nadie se percate de ello. [Azorín, Rivas y Larra, 29.]

b) Nos americanizmos, nos europeizamos, loado sea Dios;

salimos por fin de la pana y de la bota de tinto. El progreso,

con todo, no es general: quedan como muñones del antaño

entrañable, las corridas de toros. [F. Lázaro Carreter, El dardo

en la palabra, 291.]

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En el texto de Azorín la tragedia <<se ha divulgado por toda

España>>, <<la han comentado las gentes>> y <<ha sido un tema

de viva curiosidad>>, tres argumentos, a los que se opone la

conclusión que introduce con todo; en el Lázaro, <<los españoles

nos americanizamos>> y <<nos europeizamos>>, además,

<<salimos de la tralla>>, <<de la pana>> y de la <<bota de tinto>>.

5.4. Los modificadores realizantes y los desrealizantes. Oswald Ducrot (1995) explica las cualidades argumentativas de

algunos modificadores de núcleos sintácticos, especialmente

modificadores de nombres y verbos, a partir de su influencia en la

orientación y en la fuerza argumentativa de estos núcleos. Distingue

aquellos modificadores que acrecientan su fuerza (<<modificadores

realizantes>>) manteniendo la misma orientación argumentativa, de

aquellos que la rebajan o la invierten (<<modificadores

desrealizantes>>). Por ejemplo, el adjetivo caudaloso es un

modificador realizante con respecto a río y medio seco es un

modificador desrealizante.

(11) a) Por esa ciudad pasa un río. No falta el agua.

b) Por esa ciudad pasa un río caudaloso. No falta agua.

<<Que pase un río>> orienta hacia la conclusión No falta el agua.

Esta misma conclusión se mantiene si se añada un adjetivo

realizante como caudaloso. Con un río caudaloso tampoco habrá

problemas con el agua.

(12) Por esa ciudad pasa un río medio seco. Siempre falta el agua.

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El sintagma adjetivo medio seco es un modificador desrealizante y

puede invertir la orientación argumentativa de río. Si pasa un río por

una ciudad, se espera que no falte el agua, pero si el río está medio

seco sí puede faltar.

Existen marcadores que pueden vincular un modificador

realizante con su núcleo; así, los marcadores además y encima.

(13) a) Zaragoza tiene un río y, además/encima, caudaloso.

b) Son parientes y, además/encima, cercanos.

c) Habla alemán y, además/encima, con fluidez.

Por el contrario, los marcadores pero y eso sí pueden relacionar un

modificador desrealizante con su núcleo.

(14) a) Madrid tiene un río, pero/eso sí, medio seco.

b) Son parientes, pero/eso sí, lejanos.

c) Habla alemán, pero/eso sí, con acento.

Si bien los adverbios además y encima y la conjunción pero tienen

otros usos junto al de marcar ese tipo de modificadores, el adverbio

eso sí se encuentra prácticamente especializado en situarse en

modificadores desrealizantes que en unas ocasiones invierten la

orientación argumentativa del miembro anterior y en otras

simplemente atenúan su fuerza. Este modificador puede ser una

simple palabra o sintagma:

(15) a) […] no se adivina a lo largo y a lo ancho del continente

europeo la potencia que pueda poner freno a la marcha

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arrolladora, pacífica, eso sí, de la nueva Alemania [en El País

Domingo, 11-IX-199, 5].

Y también toda una oración independiente o subordinada.

b) Tres ancianas genovesas, una de 83 años y dos

sexagenarias, dirigían una red de prostitución que, eso sí,

tenía el detalle de hacer descuento a los jubilados [en El País,

7-II-1996, 45].

5.4 Las escalas argumentativas Hemos observado que existen diversos argumentos que, teniendo

la misma orientación, poseen distinta fuerza. Este hecho nos

permitirá proponer escalas argumentativas que los ordenen según

su fuerza (Ducrot: 1980b)48 Así, para concluir <<Aprobará el

examen>>, se puede partir de diversos argumentos ordenados en

una escala.

+ FUERZA

-Ha estudiado mucho

-Ha estudiado bastante

-Ha estudiado un poco

Conforme vayamos ascendiendo en la escala, la fuerza

argumentativa será mayor. Las escalas nacen, pues, de un

ordenamiento, según su fuerza argumentativa, de argumentos 48 Estudios sobre elementos escalares del español son Ruiz Gurillo y Pons (1996), Acín (1998), García Negroni (1998b), Schwenter (1999, 2000) y Porroche (2000).

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coorientados para la procesión del discurso en una dirección

determinada. Así, <<ha estudiado bastante>> está en la misma

escala que <<ha estudiado mucho>>; mientras que <<ha estudiado

poco>> estaría en la escala de <<no ha estudiado nada>>,

argumentos estos últimos que conducirían a concluir <<Suspenderá

el examen>>.

Este fenómeno de ordenación de escalas también se produce

con marcadores del discurso. Este es el caso de es más.

(16) Es inteligente. Es más, tiene un talento fuera de lo común.

Este marcador crea una escala argumentativa en la que los

argumentos se ordenan según su fuerza argumentativa para

proseguir el discurso en un sentido determinado. Así, el argumento

con es más tiene más fuerza argumentativa que el anterior: <<tener

un talento fuera de lo común>> tiene más fuerza como argumento

que simplemente <<ser inteligente>>. Este hecho se confirma por

nuestra extrañeza ante los siguientes ejemplos, pues en ellos se

sitúa el miembro argumentativamente más fuerte en primer lugar.

(17) a) #Estudia muchísimo, es más, estudia mucho.

b) #Es multimillonario, es más, tiene mucho dinero.

c) #Confía ciegamente en sus amigos, es más, confía en

sus amigos.

d) #No pega ojo, es más, duerme mal.

La dificultad se resuelve si se ordenan los miembros de tal forma

que, conforme a las instrucciones semánticas de es más, el

marcador se sitúe en el miembro con mayor fuerza argumentativa.

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(18) a) Estudia mucho, es más, estudia muchísimo.

b) Tiene mucho dinero, es más, es multimillonaria.

c) Confía en sus amigos, es más, confía ciegamente en

sus amigos.

d) Duerme mal, es más, no pega ojo.

5.5 La suficiencia argumentativa A los conceptos propuestos por Ducrot y Anscombre, voy a añadir

uno que, en parte, se deduce de su propia teoría: el de

<<suficiencia argumentativa>> (Portolés: 1998c). Tanto Manolo ha

bebido un poco, como Manolo ha bebido mucho están orientados

hacia No debe conducir, por eso sería extraño escuchar #Manolo ha

bebido mucho, pero no debe conducir y también lo sería #Manolo

ha bebido mucho. No debe conducir puede que no considere

Manolo ha bebido un poco un argumento con una fuerza suficiente

como para concluir No debe conducir. Tomando un ejemplo

exagerado, se puede decir Juan tiene un buen sueldo. Puede llevar

una vida desahogada y, en cambio, nos extrañaría Juan tiene un

buen sueldo. Va a comprarse una compañía aérea. Esto no significa

que <<tener un buen sueldo>> sea un argumento antiorientado con

>>comprar una compañía aérea>>, sino que es un argumento

insuficiente. Si analizamos de nuevo el ejemplo Es feo pero

simpático y tenemos en cuenta este concepto de suficiencia

argumentativa, el marcador pero no sólo muestra que es el miembro

del discurso que los sigue aquel que guía las conclusiones que se

han de obtener, sino también que el miembro del discurso anterior

es un argumento insuficiente para conducir a la conclusión hacia la

que orienta. No se incluye <<La chica no le hará caso>> porque,

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antepuesto a pero, se presenta <<ser feo>> como un argumento

insuficiente.

Habitualmente se considera el marcador pero como un

marcador que introduce un segundo miembro del discurso

antiorientado con respecto al primero, es decir, si el primer miembro

encamina hacia una conclusión determinada, el segundo miembro

presenta: o bien directamente una conclusión contraria –

contraargumentación directa-, o bien argumento que orienta hacia

esta conclusión contraria –contraargumentación indirecta-. Ejemplos

de los dos tipos de contraargumentación son:

(19) a) Es feo pero tiene novia. (Contraargumentación directa.)

b) Es feo pero es simpático. [Así que tiene novia.]

(Contraargumentación indirecta.)

En (19ª) <<tener novia>> es una conclusión que se opone

<<directamente>> a <<ser feo>> -lo esperable de los feos es que

no tengan novia-; en (19b) <<ser simpático>> no es contrario a

<<ser feo>> -los feos no tienen por qué ser antipáticos-, sino que es

simplemente un argumento que conduce a una conclusión contraria

a la que guía <<ser feo>>; si los feos no tienen novia, los simpáticos

si la tienen. Por tanto, se llega <<indirectamente>> a la conclusión

contraria: <<tiene novia>>.49

Con todo, no son extrañas las ocasiones en las que los dos

miembros vinculados por pero no se encuentran antiorientados. Los

casos más evidentes son aquellos en los que se repite en el

segundo miembro el primero con mayor énfasis:

49 Adverbios marcadores como sin embargo, no obstante o con todo sólo aparecen en contraargumentaciones directas (Portolés: 1995b).

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(20) a) ¿Qué es esto?, pero ¿qué es esto? […] [F. Ayala, El

Hechizado, 173.]

b) En la sacristía ha dejado bizcochos, una botella de

anisete y tres de vino muy rico, pero, muy rico. [B. Pérez

Galdós, Gloria, 280]

Esto también sucede con los modificadores que M. M. García

Negroni (1995) denomina <<superrealizantes>> y que aumentan en

grado sumo la fuerza del núcleo que complementan. E. Acín (1993,

131-132) presenta los siguientes ejemplos:

(21) a) Ha metido la pata, pero bien.

b) Que se persone aquí, pero inmediatamente.

c) Me voy, pero pitando.

Tampoco vincularía pero dos miembros antiorientados en casos

como:

(22) a) Era como una segunda madre de todos, tanto por su

autoridad como por sus desvelos, pero además se ocupaba

de cualquier extraño que le tocara el corazón. [G. García

Márquez, Noticia de un secuestro, 117.]

En nada se opone que alguien se desvele por nosotros a que,

además, se ocupe de un extraño. En estos casos, el segundo

miembro incluye habitualmente los adverbios además o sobre todo.

(22) b) En Puerto Rico me agradó, como decía, el país y me

agradaron sus gentes; pero sobre todo me intereso muy

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vivamente la experiencia por la que ese pueblo estaba

atravesando. [F. Ayala, Recuerdos y olvidos, 382.]

Después de comprobar la existencia de estos usos del marcador

pero con miembros coorientados, quedan dos posibilidades de

descripción: defender la existencia de un PERO 1 (con miembros

antiorientados) y un PERO 1(en miembros coorientados), o, por el

contrario, hallar un significado que englobe los dos. En mi opinión,

el concepto de suficiencia argumentativa permite esta última

solución. En realidad, lo que indica el significado de pero no es que

el segundo miembro esté antiorientado con el primero sino que es el

segundo miembro, y no el primero, el que condiciona la prosecución

del discurso por poseer mayor fuerza. La necesidad de marcar

lingüísticamente este hecho se produce generalmente por dos

causas: la más habitual es porque la orientación del primer miembro

sea opuesta, como en (19), pero también porque, aunque bien

orientada, sea un argumento <<insuficiente>> para llegar a las

conclusiones deseadas, como en (20-22). En los dos casos se

emplea el mismo pero y posee, por consiguiente, un significado

idéntico.

También para dar cuenta del significado de encima –del que

ya hemos hablado en §§ 4.2 y 4.3- es útil el concepto de suficiencia

argumentativa. Encima vincula por su significado dos miembros del

discurso y presenta el miembro que lo precede como un argumento

con fuerza suficiente para llegar a una conclusión determinada.

(23) Es una trabajadora insaciable. Se marcha a las once de

la noche y encima se lleva papeles a casa [en El País

Domingo, 26-I-1997, 14].

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Para concluir que Es una trabajadora insaciable es un argumento

suficiente Se marcha a las once de la noche, que se lleve los

papeles a casa presenta con encima como un argumento que en

este caso refuerza la argumentación. Otro ejemplo:

(24) Rato tiene el aspecto de un gestor fiable. Con eso basta.

Si encima es un buen contable, mucho mejor. [M. Vicent, en

El País Domingo, 2-III-1997, 2.]

Cuando antes (§ 4.2) utilizábamos encima para vincular las palabras de

una médica Deberá hacerse un análisis de sangre y, encima, unas

radiografías, presentamos a una especialista que prescribe unas

radiografías cuando considera suficiente un análisis de sangre y

esto no se corresponde con lo que sabemos de los médicos. En

cambio, la paciente sí se puede quejar diciendo Debo hacerme un

análisis de sangre y, encima, unas radiografías, para ella sí debería

ser suficiente el análisis. El mismo motivo de extrañeza nos causa

en labios de una funcionaria Necesita rellenar el impreso y, encima,

entregar dos fotografías y de una profesora Para aprobar mi

asignatura, hay que hacer el examen y encima, redactar un trabajo.

También tanto en Le he comprado un helado y, encima, un juguete

y como en Le he comprado un helado y, encima llora (§ 4.3) el primer

miembro se presenta como suficiente para llevar a una conclusión

del tipo <<esta niña tiene que estar contenta>>. Esto le diferencia

de además y le permite que, contrariamente a este otro marcador,

pueda introducir una conclusión contraria a la esperada, esto es,

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<<aunque comprar un helado es un argumento suficiente para estar

contenta, la niña llora>>.50

50 En García Negroni (2000) se aventura otra explicación para los hechos que aquí se describen.

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CAPITULO 6

LAS INSTRUCCIÓNES

DE FORMULACIÓN

6.1 La formulación51

Las instrucciones argumentativas de los marcadores que

acabamos de ver se fundamentan en la propia capacidad

argumentativa de los distintos miembros del discurso. Éstos, por su

propio significado, favorecen o dificultan una serie de

continuaciones discursivas o de inferencias, Los marcadores

muestran o encauzan las relaciones argumentativas entre los

diversos miembros del discurso. Un marcador como además en Es

inteligente y, además, muy trabajadora presenta el miembro

discursivo en el que se encuentra como un argumento con la misma

orientación que un miembro discursivo, anterior; uno como sin

embargo en Es inteligente y, sin embargo, suspende sus exámenes

muestra el miembro en el que se localiza como una conclusión no

esperada a partir de la orientación de un miembro discursivo

anterior; y otro como por tanto en Es inteligente y, por tanto,

aprueba los exámenes presenta su miembro discursivo como un

consecuente de un miembro anterior que actúa como antecedente.

51 El concepto de formulación que se sigue en estas páginas se desarrolla y ejemplifica en Briz (1998, 201-230) y en Pons (1998, 213 y passin).

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Estos tres marcadores y aquellos que se comportan de un modo

semejante los agruparé en los <<conectores>> (§ 9.2.2).

Un tipo de relaciones semejante se podría pensar de un

marcador como a sea en:

(1) Es evidente que el Bien tenga que ser práctico, o sea,

humano. [E. Lledó, Días y libros, 30]

El miembro del discurso con o sea se presenta aquí como una

paráfrasis de un miembro anterior: cuando he dicho práctico he

querido decir humano. Desde el punto de vista argumentativo los

dos miembros parafraseados han de tener idéntica argumentación,

han de conducir a una misma conclusión. Ahora bien, la realidad es

más compleja. Veamos otros ejemplos:

(2) El texto no va muy allá. Escrito como una típica construcción

verbal americana, con los trucos y las escenas que se

enseñan en las escuelas de escritores. O sea, bien hecho. [E.

Haro Tecglen, en El País, 21- III-1998, 32.]

La orientación argumentativa del miembro con o sea es en este

caso distinta a la del miembro discursivo anterior, lo esperable de

que se presente un texto teatral como un ejercicio de escuela es

que se concluya con una crítica, pero éste no es el caso: el texto

está bien hecho. Con o sea se puede llegar incluso a la

rectificación:

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(3) Parece ser que Justo Redondo, el panadero de Castrillo, o

sea, su hijo, se les baja con la furgoneta antes de que

amanezca. [M, Delibes, Diario de un jubilado, 63.]

No era Justo Redondo quien bajaba los panes, sino su hijo. Así

pues, la orientación de los miembros discursivos vinculados no

parece ser esencial para un marcador como o sea, es el miembro

discursivo que se ha de tener presente en la prosecución del

discurso.

Las instrucciones de formulación de algunos de los

marcadores condicionan la comprensión del miembro discursivo en

el que encuentran de un modo determinado y, a la vez, lo

presentan, frente al discurso anterior, como aquel que transmite

satisfactoriamente la intención comunicativa del hablante (Murillo:

2000). Este hecho permite su mayor en relación con el discurso

precedente, lo que facilita su uso para modificar o renovar la

planificación discursiva que se estaba realizando hasta ese

momento.

6.2. La formulación en la conversación Dentro de los marcadores discursivos que tienen instrucciones de

formulación se deben distinguir aquellos que generalmente

presentan una formulación de un miembro anterior –esto es, los

<<reformuladores>>-, son los casos de o sea que acabamos de ver:

el hablante considera que lo ya dicho no transmite

satisfactoriamente su intención comunicativa y utiliza un

reformulador para presentar el miembro del discurso que lo sigue

como una mejor expresión de lo que se pretendió decir con el

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precedente, lo anterior se ha de interpretar a partir de este nuevo

miembro discursivo. En Es evidente que el Bien tiene que ser

práctico, o sea, humano, Emilio Lledó aclara que cuando ha dicho

práctico ha querido decir humano y que desde humano, se ha de

reinterpretar práctico.

Sin embargo, un marcador frecuente en las conversaciones

como bueno, no presenta una nueva formulación de un miembro

precedente, indica tan sólo que el miembro del discurso que lo

sigue es aquel que se ha de tener en cuenta para la prosecución del

discurso, lo que tendrá consecuencias inmediatas en la

organización discursiva. Esta menor concreción que los

propiamente reformuladores es la que favorece que bueno se utilice

tanto en casos que se interpretan como una nueva formulación de

un miembro precedente como en otros que no lo son. Es ejemplo

del primer uso:

(4) Todo estaba anunciado. Bueno, casi todo. [E. Lamo de

Espinosa, en El País, 6-III-1996, 14]

Donde un miembro anterior del discurso se ve corregido por un

segundo miembro; aquí de comprendería una reformulación, pues

los dos miembros están expresos. No obstante, en realidad, bueno

no vincula por su significado los dos miembros discursivos sino que

se limita a indicar que es el miembro que lo sigue el que se debe

tener en cuenta, por ello también se utiliza, por ejemplo, para variar

la planificación de un discurso que se considera inadecuada, sin

que se perciba la relación de reformulación de un miembro anterior.

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(5) Imagínate lo que debe vivir en este infierno en una casa estilo

Tudor, como la que mis padres habitan en la capital. Bueno, si

no tiene objeción podemos hablar un poco de nuestro barco.

[A. Mutis, Empresas y tribulaciones de Margroll el Gaviero, II,

254.]

El hablante abandona su discurso sobre las edificaciones en el

trópico, en concreto sobre la casa estilo Tudor de sus padres, para

comenzar a hablar del asunto de la venta de un barco. Su

significado general de formulación también le permite encabezar el

comentario fundamental después de una primera secuencia

discursiva de preparación, lo que lo acerca aquí a usos propios de

los estructuradotes de la información (§§ 7 y 9.2.1). (6) Llevo más de treinta años en esta profesión, don Carlos, y

desde la concha [de apuntador] me he dado un hartón de ver

pantorras; bueno, pues le aseguro que éstas son de

rechupete; se lo dice un experto. [E. Mendoza, Una comedia

ligera, 63.]

El apuntador en primer lugar recuerda que por sus treinta años de

profesión ha visto muchas piernas, para, después de bueno, dejarse

de preámbulos e ir a lo esencial: las de aquella muchacha eran

magníficas.

Aunque es ciertamente difícil concretar más el significado de

marcadores como bueno, propios de la conversación, indagar su

origen nos proporcionará algunos datos interesantes. El bueno

marcador discursivo constituye una evolución del adverbio asertivo.

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(7) A: ¿Quieres un poco más de paella?

B: Bueno.

Quien utiliza este adverbio no sólo indica que quiere un poco más

de paella, sino que admite una sugerencia, petición, ofrecimiento,

etc., de su interlocutor.

(8) a) <<Que si quiere un pescado; le digo, don, que si quiere

pescado.>>

<<¿Un pescado? ¿Qué pescado?.>>

<<¡Un pescado! ¿Lo quiere o no lo quiere?>>

<<Bueno>>, dije yo. ¿Qué iba a decir? Dije que bueno.

Le ofrecen a uno un pescado…[F. Ayala El Hechizado,

172.]

b) P. ¿Me ama?

R. No

P. ¿La amo?

R. No

P. Insisto: ¿me ama?

R. No, no y no.

P. Y otra vez: ¿la amo?

R. Bueno, le diré que no lo sé [en El País, 2-IV-1995,

60.]

Sin embargo, sería extraño contestar con bueno a una consulta del

tipo: ¿La Nacional V es la carretera de Extremadura?, donde se

podría responder sin problemas con sí o claro. Por otra parte, la

posibilidad de admitir una propuesta trae consigo la capacidad de

rechazarla. No causaría asombro, por ejemplo, que un hijo

Page 111: Marcadores Del Discurso

111

contestara a su madre con un Bueno a Lleva este cubo a la cocina,

pero un soldado tendría graves problemas si respondiera

igualmente Bueno a su sargento: si se responde con bueno a una

orden, se la convierte en petición y, como todos sabemos, los

sargentos no piden, ordenan.

Este significado de consentimiento es el que explica, por

ejemplo, los frecuentes usos de corrección o autocorrección de

bueno (v. gr., Todo estaba anunciado. Bueno, casi todo), con él se

admite o se previene un posible desacuerdo del interlocutor.

También justifica su aparición encabezado respuestas a preguntas

o requerimientos de cualquier tipo.

6.3 Los reformuladores y la orientación argumentativa El término reformulación procede de E. Gulich y T. Kotschi (1983),

es decir de la gramática textual. Se basa en la teoría en la

reformulación de G. Antos (1982). Para este autor, formular un

enunciado es una actividad intencional que requiere un esfuerzo, ya

que es preciso resolver diversas dificultades. Así pues, existe una

distancia entre lo que se quiere contar y la expresión lingüística

formulada. Este hecho puede traer consigo que la formulación no

sea todo lo acertado que debiera para lograr una comunicación

óptima. Ello ocasiona una nueva formulación, una reformulación.

Como hemos visto, en esta tarea las lenguas han acuñado una

serie de unidades que facilitan por su significado este tipo de

operaciones.52 Los reformuladores presentan el miembro del

discurso que los sigue como la nueva perspectiva desde la que se

52 La escuela de Ginebra de análisis del discurso dirigida por Hedí Roulet ha estudiado con detenimiento este tipo de marcadores; véase especialmente Roulet (1987) y Rossari (1994).

Page 112: Marcadores Del Discurso

112

debe reinterpretar un primer miembro. Así permiten volver el

elemento anterior y asignarle una nueva interpretación, por

suponerse que, a partir de este primer miembro, no se han debido

conseguir las inferenciadas deseadas.

Ahora bien, los distintos reformuladores no se comportan del

mismo modo en relación con la orientación argumentativa del primer

miembro.

Tomemos algunos del grupo de los <<reformuladores

recapitulativos>> (§ 9.2.3 D). Estos marcadores presentan su

miembro del discurso como una conclusión o recapitulación a partir

de un miembro anterior o de una serie de ellos.

(9) Ahí produjo un colapso total del país, de su administración, del

Ejército, de todo proyecto nacional, en suma [en ABC Cultural,

28-XI-1997, 18].

Con el miembro de en suma (i.e. de todo proyecto nacional) se

reformula, al tiempo que se recapitula, la serie de miembros

discursivos anteriores (el país, su administración, el Ejército). En el

mismo grupo que en suma se pueden situar en conclusión, en

resumen, en síntesis, en resumidas cuentas, en definitiva o a fin de

cuentas. Todos ellos podrían sustituir a en suma en el ejemplo

anterior. No obstante, su relación con el miembro discursivo anterior

no es idéntica. Tanto en suma como en conclusión, en resumen y

en síntesis mantienen la orientación argumentativa de los miembros

anteriores, algo que no siempre sucede con en resumidas cuentas,

en definitiva puede introducir un miembro con la misma orientación

Page 113: Marcadores Del Discurso

113

que los recapitulados (10a), pero también un miembro con

orientación contraria (10b):

(10) a) Las cuerdas de los tendederos de los pisos inferiores

actuaron de improvisados y sincronizados paracaídas.

Amortiguaron la gran velocidad de caída y en definitiva

salvaron la vida del bebé [en El País, 27-XI-1997, 72].

En (10a) con Salvaron la vida del bebé se recapitula una serie de

miembros discursivos con igual orientación argumentativa:

<<actuaron de paracaídas>> y <<amortiguaron la velocidad de la

caída>>; en este caso se podría reemplazar en definitiva por en

suma. Por el contrario, en (10b) que <<le guste el desarraigo de

Madrid>> es una conclusión antiorientada –sigue a un pero- en

relación con el miembro discursivo anterior (<<envidia las

tradiciones de otros lugares>>) y es difícil que en este caso se

pueda sustituir por en suma. Esta imposibilidad se repetiría en:

(11) a) […] Galli, un desconocido, buena diferencia con Paco

que perdería la cabeza y todo lo que quieras, pero, en

resumidas cuentas, un caballero, Mario, […]. [M. Delibes,

Cinco horas con Mario, 281]

b) Durante algunas semanas me aferré con entusiasmo a

esta interpretación, por la que el protagonista podía incluso

ser un personaje imaginario; pero a fin de cuentas tuve que

resignarme a desecharla […]. [F. Ayala, El Hechizado, 25]

Así pues, algunos reformuladores combinan las instrucciones

propias de la reformulación con las argumentativas. Esto explicaría

Page 114: Marcadores Del Discurso

114

que, frente a en definitiva, en resumidas cuentas y a fin de cuentas,

los reformuladores en suma, en conclusión, en resumen y en

síntesis carezcan de la libertad de vincular miembros discursivos

con la misma o diferente orientación argumentativa, es decir, estos

últimos marcadores no son indiferentes a las instrucciones

argumentativas de los anteriores miembros del discurso.

6.4. De reformuladores a operadores de refuerzo argumentativo.

Recordemos que el significado de los conectores tiene en

cuenta tanto el primer miembro discursivo como el segundo y que

para los reformuladores, lo fundamental es el segundo miembro.

Pues bien, éste es el motivo por el que a menudo no se percibe si la

reformulación se dirige hacia un miembro expreso anterior o hacia

un miembro implícito, ya que el reformulador mantiene que es

únicamente el nuevo miembro –aquél donde se halla- el que se ha

de tener presente. Este hecho explica la facilidad con que los

reformuladores evolucionan hasta convertirse en <<operadores de

refuerzo argumentativo>> (Portolés 2000d). Denomino operadores

a aquellos marcadores que por su significado condicionan las

posibilidades discursivas del miembro del discurso en el que se

incluyen o al que afectan pero sin relacionarlo con otro miembro

anterior.53 Volvamos a en definitiva para comprobar esta posibilidad.

En el ejemplo siguiente, después de una serie de miembros, en

definitiva introduce uno con el que se recapitulan los anteriores:

53 Sigo, aunque con ciertas modificaciones, a Ducrot (1983)

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115

(12) La otra palabra, a que antes nos hemos referido, es éxito, o

más exactamente, <<acogida>>, <<resonancia>> y, en

definitiva, <<popularidad>>. [E. Lledó, Días y libros, 48.]

Su paso hacia el uso como operador consiste en la supresión

de los miembros recapitulados. El operador en definitiva se limita

ahora a presentar como argumento fuerte, por ser aquel que

comprendía una serie, el miembro del discurso en el que se localiza

y, de este modo, condiciona sus posibles relaciones dentro del

discurso, pero, eso sí, sin advertirse cuáles pueden ser los

miembros anteriores reformulados.

(13) a) Frente a la horizontalidad de relaciones, en definitiva

democrática, que se advierte en buena parte de nuestro

sistema léxico, se está imponiendo una ordenación vertical y

jerárquica, radicalmente ajena a nosotros. [F. Lázaro Carreter,

El dardo en la palabra, 203.]

b) La obra maestra del pintor no fue su vida, sino su

creación, que es, en definitiva, la que importa. [M. García-

Posada, en El País, 20-III-1997, 36.]

En estos casos nos es posible indicar los miembros de la serie

de los que sería recapitulación Democrática en (13a) y Es la que

importa en (13b). Con algunos marcadores como en realidad y en el

fondo, lo habitual es precisamente este uso como operador

argumentativo y no su utilización con un miembro anterior expreso

(§ 2.4).

Lo mismo sucedería con al fin y al cabo y después de todo

(Montolío: 1992). El significado de estos reformuladores indica que

Page 116: Marcadores Del Discurso

116

el miembro discursivo en el que se encuentran tiene más fuerza

argumentativa que otros miembros anteriores con una orientación

argumentativa contraria.

(14) a) Una puerta pequeña, apartada y un tanto exótica, es

verdad, pero un acceso al fin y al cabo. [R. Sánchez

Lizarralde, en El País Babelia, 30-IX-1997, 16.]

b) El oro y la plata de algunos indianos, aunque infamaba,

procuraba después de todo goce y comodidad individuales. [A.

Castro, en J. De Kock, ed., Gramática española, III:1, 66-67.]

En (14a), aunque existen los argumentos contrarios: la puerta <<es

pequeña>>, <<apartada>> y <<un tanto exótica>>, al final la

conclusión es que constituye Un acceso. En (14b) el argumento de

que <<el oro y la plata infamaban>> tiene menos fuerza que el

argumento antiorientado con después de todo: <<procuran el goce y

comodidad individuales>>. Pero, por lo general, los miembros

anteriores permanecen implícitos y los dos marcadores actúan

como operadores.

(15) a) Aunque el año que viene no la conmemore nadie, la

capitulación de Omar no es menos luctuosa que la de de

Boabdil, que al fin y al cabo era terrateniente y rentista. [A.

Muñoz Molina, La huerta del Edén, 126.]

b) Las palabras del viejo produjeron comentarios nerviosos,

y los hombres deseaban oír algo del alcalde. Después de

todo, la autoridad tenía que servor para algo práctico. [L.

Sepúlveda, Un viejo que leía palabras de amor, 79.]

Page 117: Marcadores Del Discurso

117

En estos dos ejemplos no se hallan expresos los miembros

discursivos que se reformulan con el miembro que incluye el

marcador. De este modo, en estos ejemplos, al fin y al cabo y

después de todo actúan como operadores de refuerzo

argumentativo. Por tanto, la diferencia entre:

(16) a) Juanito ha recibido muchos regalos. Es hijo único.

b) Juanito ha recibido muchos regalos. Al fin y al

cabo/después de todo, es hijo único

reside en que en (16b) los marcadores al fin y al cabo o después de

todo nos indican que existen argumentos implícitos que llevarían a

una conclusión contraria a la que conduce <<ser hijo único>>, por

ejemplo, <<Juanito es un maleducado>>, algo que no sucede con

(16a). Es decir, en (16b) se comprendería que <<Juanito ha recibido

muchos regalos porque es hijo único, si bien existen otros motivos,

aunque menos importantes, para no darle regalo alguno>>.

Page 118: Marcadores Del Discurso

118

CAPÍTULO 7

LAS INSTRUCCIONES INFOMATIVAS

7.1 La estructura informativa del discurso. En este capítulo nos detendremos en otro tipo de

instrucciones semánticas de los marcadores, aquellas que tienen

relación con la estructura informativa del discurso (Portolés;

1994ª, 2000b, 2001b). Para comprender en qué consiste dicha

estructura partamos de un artículo periodístico.

(1)

Una mujer agredió ayer jueves por la tarde a un

policía local de Granada al impedirle el agente

reiteradamente que pudiera hacer con su vehículo la

maniobra de un giro prohibido en el centro de la

capital.

El incidente se produjo alrededor de las cinco de

la tarde cuando la conductora insistía en efectuar un

giro en la calle Pavaneras ( en el centro de Granada),

que desde el pasado verano está únicamente

Page 119: Marcadores Del Discurso

119

permitido realizar a las personas que residen en esta

zona de la ciudad.

Ante la postura firme del agente en prohibirle su

intento de girar, la mujer trató primero de arrollarlo con

su automóvil y, luego, la emprendió a golpes y

arañazos, ocasionándole heridas leves de las que ha

sido atendido en un centro sanitario. Varias unidades

de la policía Local se trasladaron hasta el lugar de los

incidentes (…), donde redujeron a la agresora y la

condujeron hasta la comisaría de la Policía Nacional,

donde se encuentra detenida (en ABC, 20 – III – 1998,

52).

El primer enunciado (Una mujer agredió… en el centro de la

capital) introduce el asunto sobre el que se desarrollan los

distinto comentarios . Cada comentario se puede explicar como

la respuesta a una pregunta implícita. Supongamos que el primer

párrafo es respuesta a la pregunta: ¿cuándo y dónde sucedieron

los hechos? En tal caso, el primer párrafo es el “comentario” al

“tópico” Localización del incidente. Los “tópicos” son los objetos

sobre los que versan las preguntan, explícitas o implícitas, que

condicionan el desarrollo de un discurso. Los “comentarios” son

las respuestas a estas preguntas. El segundo párrafo es el

comentario que responde a la pregunta ¿cómo sucedieron los

hechos? y cuyo tópico sería Descripción del incidente. Y, por

Page 120: Marcadores Del Discurso

120

último, el tercer párrafo sería el comentario al tópico Actuación

de la policía.54

7. 2. Los estructuradotes de la información Hay marcadores cuyo significado proporciona

esencialemtne instrucciones referentes a la distribución de

comentarios. Estos marcadores los agrupa bajo la

denominación de “estructuradotes de la información” y

denomino sus instrucciones como “instrucciones

informativas”. Así, por ejemplo, vimos en un ejemplo

anterior en 4.4 que el marcador pues bien carecía de un

significado consecutivo; en realidad, carece de cualquier

significado argumentativo. Este marcador presenta el

miembro discursivo que lo precede como un estado de

cosas que, una vez asumido por el interlocutor, permitirá el

comentario en que consiste el segundo miembro, esto es, el

primer miembro constituirá un precomentario, una

preparación necesaria para comprender lo que se dice

después del marcador.

(2)

En la calle Arturo Soria, está la clínica La Fuensanta,

hace poco le hicieron allí a un familiar una operación

de cirugía plástica. El coste de las operaciones es

bastante elevado. Pues bien, en la clínica no hay

cafetería en la que poder tomarse un mail café o un

bocadillo (en El Mundo, 23 – V – 1994, 9).

54 Sigo en este planteamiento a Van Kyppevelt (1995ª, 1995b).

Page 121: Marcadores Del Discurso

121

La labor de estos marcadores también consiste en guiar

las inferencias; así, aquella información que sitúa delante de pues

bien se ha de comprender como una preparación por la aparición de

este marcador y aquello que le sigue como un comentario para el

que esta preparación es necesaria.

Otro tipo de “estructuradores de la información” son pares

correlativos como por una parte/ por otra parte o de un lado/de otro

lado. Estos marcadores presentan los miembros del discurso que

vinculan como distintas partes, generalmente equivalentes, de un

único comentario, esto es, de un único bloque informativo.

(3)

La prueba [el Granada – Dakar] inventada por el malogrado

Thierry Sabine cumple su 18ª edición. Será una carrera con

color español. Por una parte, la representaciópn de pilotos es

la segunda en número tras la de los organizadores franceses.

Por otra, Andalucía, y Granada en particular, vuelven a

volcarse en los actos previos a la salida, en las primeras

pruebas cronometradas y en el embarque hacia África [en El

País, 25 y 26-XII-1995, 36].

Precomentario. En la calle Arturo Soria, está la clínica La

Fuensanta, hace poco le hicieron allí a un familiar una operación

de cirugía plástica. El coste de las operaciones es bastante elevado.

Comentario. Pues bien, en la clínica no hay cafetería en la que

poder tomarse un mal café o un bocadillo.

Page 122: Marcadores Del Discurso

122

La prueba [el Granada-Dakar] inventada por el malogrado Thierry

Sabine cumple su 18ª edición. Será una carrera con color español.

¿Por qué?

Subcomentario. Por una parte, la representación de pilotos es la

segunda en número tras la de los organizadores franceses.

Subcomentario. Por otra, Andalucía, y Granada en particular

vuelven a volcarse en los actos previos a la salida, en las primeras

pruebas cronometras y en el embarque hacia África.

La afirmación de que Será una carrera de color español se justifica

–se responde a una pregunta implícita ¿por qué? –con un

comentario dividido en dos partes: por una parte, el número de

participantes españoles; por otra, su comienzo en España.55

7.3 Las instrucciones informativas, las argumentativas y las reformulativas.

Los marcadores cuyo significado esencialmente

argumentativo o reformulativo también poseen instrucciones

relacionadas con la estructuración informativa. Unos marcadores,

los menos, muestran el miembro discursivo en el que se incluyen

como un nuevo comentario al mismo tópico que ya comentaba el

miembro anterior; hay, pues, una repetición de tópico; otros, la

mayor parte, o bien presentan el miembro en el que se hallan como

un comentario a un tópico distinto, o bien parecen indiferentes a

esta propiedad informativa.

55 Como ya expuse en 4.4 en ocasiones estos estructurados de la información correlativos pueden adquirir sentidos argumentativos en contextos concretos, ahora bien, carecen de un significado argumentativo.

Page 123: Marcadores Del Discurso

123

Los miembros discursivos con los marcadores a saber y es

más repiten el mismo tópico del miembro que los precede.

(4) a) Nombró a los de siempre; a saber, a Alicia y a Juan.

b) Tiene mucho dinero; es más, es una de las mujeres más

ricas que conozco.

A una posible pregunta implícita “¿A quién nombró?” se podría

responder con Nombró a los de siempre y con [Nombró] a Alicia y

Juan; y en (4b), “¿Cuánto dinero tiene?” se contestaría tanto con

Tiene mucho dinero como con Es una de las mujeres más ricas que

conozco.

¿A quién nombró?

Nombró a los de siempre

[Nombró] a Alicia y a Juan.

¿Cuánto dinero tiene?

Tiene mucho dinero

Es una de las mujeres más ricas del mundo.

En otros casos, sin embargo, los dos miembros vinculados por

el marcador no se comprenden como comentando un mismo tópico.

Esto sucede con el siguiente ejemplo con así que: sólo el primer

miembro sería respuesta a una pregunta como “¿Qué tal hace?”.

(5) Hace mal día. Así que nos quedaremos en casa.

Nos quedaremos en casa es comentario a un tópico distinto.

Page 124: Marcadores Del Discurso

124

¿Qué tal hace?

Hace mal día Nos quedaremos en casa.

Aunque en (4) los marcadores a saber y es más relacionan

dos miembros discursivos con la misma orientación argumentativa,

también es posible vincular con un marcador dos miembros anti-

orientados que comenten el mismo tópico:

(6) a) No es muy inteligente. En todo caso, es despabilada.

b) No habla alemán perfectamente. Antes bien, lo habla

con muchísima dificultad.

En (6ª) un mismo tópico se comenta con No es muy inteligente y

con Es despabilada, los dos podrían ser respuesta a una misma

pregunta “¿Cómo es?”; y sucedería lo mismo en (6b) con No habla

alemán perfectamente y con Lo habla con muchísima dificultad, los

dos podrían ser respuesta a una pregunta del tipo “¿Cómo habla

Alemán?”

¿Cómo es?

No es muy inteligente

Es despabilada

¿Cómo habla alemán?

No habla alemán perfectamente

Lo habla con muchísima dificultad

Page 125: Marcadores Del Discurso

125

Adviértase también que los marcadores discursivos antiorientados

que indican repetición de tópico pueden coincidir con la conjunción

sino:

(7) a) No es inteligente, sino, en todo caso, despabilada.

b) No habla alemán perfectamente, sino, antes bien, con

muchísima dificultad.

Para comprobar la importancia en el estudio de los

marcadores de estas instrucciones de la estructura informativa,

analicemos otras unidades. Tomemos ahora los marcadores o sea y

esto es (Portolés: 1996). Los dos permiten los siguientes

encadenamientos:

(8) a) Es hipertenso. O sea, tiene la tensión alta.

b) Es hipertenso. Esto es, tiene la tensión alta.

¿Qué tiene?

Es hipertenso

Tiene la tensión alta

Pero sólo o sea admite:

(9) a) Es hipertenso. O sea, que no le pongas demasiada sal

en la comida.

b) #Es hipertenso. Esto es, que no le pongas demasiada

sal en la comida.

¿Qué tiene?

Page 126: Marcadores Del Discurso

126

Es hipertenso No le pongas demasiada sal en

la comida.

En los ejemplos (8ª – b) el segundo miembro repite el mismo tópico

que el primero: los dos podrían ser respuesta a “¿Qué tiene?”. En

cambio, en (9ª – b), el segundo miembro no constituiría un

comentario al mismo tópico que el primero (¿Qué tiene? #No le

pongas demasiada sal en la comida). De estos ejemplos se deduce

que hay marcadores especializados en tópicos repetidos (esto es) y

otros que permiten repetir el tópico o introducir otro distinto (o sea).

Comparemos otros dos marcadores: en cualquier caso y en

todo caso (Portolés: 1998b). El miembro discursivo con en todo

caso puede repetir el tópico del miembro anterior. Por ello, se podía

combinar con sino:

(10) a) No es muy inteligente, sino, en todo caso, despabilada.

Aquí con el segundo miembro (Es despabilada) se comenta el

mismo tópico que con el primer miembro (No es muy inteligente).

Podrían ser respuesta a la misma pregunta “ ¿Cómo es?”. Ahora

bien, los dos miembros vinculados por en cualquier caso no pueden

ser respuesta a una misma pregunta “ ¿Cómo es?”, esto es, no

pueden comentar el mismo tópico.

(10) b) *No es muy inteligente, sino en cualquier caso

despabilada.

c) No es muy inteligente, pero en cualquier caso aprobará

el examen.

Page 127: Marcadores Del Discurso

127

Aprobará el examen no constituye una respuesta a “ ¿Cómo es?”

¿Cómo es?

No es muy inteligente

Aprobará el examen

Por último, si comparamos los marcadores por el contrario y

en cambio (Portolés: 1998b). Los dos permiten tópicos distintos.

(11) a) Yo pienso que la solución está en la negociación. Ellos,

por el contrario, creen que está en el enfrentamiento.

b) Yo pienso que la solución está en la negociación. Ellos,

en cambio, creen que está en el enfrentamiento.

¿Qué piensa?

Yo pienso que la solución

está en la negociación

Ellos creen que está en el

enfrentamiento.

Yo pienso que la solución está en la negociación pudiera ser

respuesta a “¿Qué piensa?”, pero el segundo miembro Ellos creen

que está en el enfrentamiento no sería respuesta a la misma

pregunta. Ciertamente, los dos miembros del discurso vinculados

por estos conectores pueden ser en su conjunto comentario a un

único tópico –“¿Qué opiniones hay?”--, pero ello no niega la

diferencia de tópico en un nivel inferior. Por otra parte, sólo por el

contrario admite la repetición de tópico:

(12) a) Yo pienso que la solución no está en la negociación. Por

el contrario, está en el enfrentamiento.

Page 128: Marcadores Del Discurso

128

b) # Yo pienso que la solución no está en la negociación.

En cambio, está en el enfrentamiento.

¿Qué piensa?

Yo pienso que la solución no está en la negociación

Está en el enfrentamiento

Los dos miembros vinculados con por el contrario en (12ª) podrían

ser aquí respuesta a “¿Qué piensa?”.

En resumen, los marcadores con instrucciones

argumentativas y reformulativas las pueden combinar con

instrucciones relativas a la estructuración de la información. Hay

marcadores como a saber, es más, esto es o antes bien, que

introducen un miembro del discurso que comenta al mismo tópico

que el miembro del discursivo anterior. Existen otros marcadores

como en cualquier caso o en cambio cuyo miembro discursivo

nunca puede comentar un tópico idéntico. Y, por último, marcadores

como o sea, en todo caso y por el contrario admiten las dos

posibilidades: repetición de tópico o tópico distinto.

Page 129: Marcadores Del Discurso

129

CAPITULO 8

EL USO DE LOS MARCADORES

8.1 Discurso oral y discurso escrito

Los marcadores no tienen la misma distribución en los textos

escritos y en las conversaciones. Unos pocos se prodigan más al

hablar que al escribir. Son unidades como bueno, claro, hombre, o

sea, vamos o el pues comentador. Pero en la mayoría de las

ocasiones sucede lo contrario: marcadores que se hallan en

cualquier texto escrito son poco habituales en el coloquio (v. gr.,

ahora bien, por lo demás, por el contrario, en consecuencia, en

suma, etc.). Se trata, en realidad, de la mayor parte de estos signos.

Page 130: Marcadores Del Discurso

130

Para explicar este hecho se ha recordar que la comunicación

consiste en una combinación entre lo dicho y lo inferido, y que las

inferencias se consiguen a partir de la relación entre lo proferido y el

contexto. En el coloquio, los hablantes gozan de la entonación

como parte de lo lingüísticamente codificado,56 pero, además, se

ven, se oyen y suelen compartir numerosas suposiciones comunes,

por lo que el contexto es infinitamente más rico que en la lectura.

Por consiguiente, en la balanza para obtener una comunicación

óptima, se podrá disminuir lo dicho, ya que el contexto suplirá esta

carencia.

Por otra parte, la comunicación escrita trae consigo la

ausencia de numerosas informaciones contextuales que se dan en

la conversación. Escribimos para alguien que no ve ni escucha lo

mismo que nosotros y, en muchas ocasiones, a quien ni siquiera

conocemos. Para compensar estas ausencias debemos aumentar

lo expresamente dicho. Así pues, muy posiblemente el mayor

número de los marcadores que se dan en los textos escritos tiene

relación con esta pobreza contextual. Se precisa guiar

explícitamente las inferencias.

Los marcadores que son propios de la conversación atienden

principalmente a otras necesidades (Llorente: 1996; Briz e Hidalgo:

1998; Martín Zorraquino y Portolés Lázaro: 1999, 63.6; Pons: 1998ª,

2000). Al conversar el discurso se va realizando con el intercambio

de las intervenciones de dos o más intervinientes. Estos hablantes

se ceden o se quitan la palabra, no pueden tachar lo antes dicho, ni

volver a leerlo si lo han olvidado.

56 Para la entonación en la conversación, Hidalgo (1997).

Page 131: Marcadores Del Discurso

131

En suma, los marcadores son un medio de la lengua para

facilitar la articulación entre lo dicho y el contexto. A un distinto

contexto le corresponderá un diferente uso de estas unidades.

8.2 La función metadiscursiva de los marcadores.

La riqueza contextual de las conversaciones obliga a que,

para el estudio de los marcadores que se utilizan en las

interacciones verbales, se deban considerar los patrones que las

estructuran y el cometido regulador o “metadiscursivo”, en término

de A. Briz, que adquieren estas unidades.57 Estos patrones son

parte del contexto que los hablantes poseen en la comunicación y

su conocimiento nos permitirá explicar el uso de los marcadores en

determinadas posiciones. La unidad mínima de la conversación es

el “intercambio”. Los intercambios están formados por dos

“intervenciones” realizadas por distintos hablantes. A la primera se

la denomina “iniciativa” y a la segunda “reactiva”. El comportamiento

habitual al conversar consiste en que las intervenciones iniciativas

tengan untito de intervención reactiva “preferida”; así, por ejemplo,

la reacción preferida a una pregunta (¿Cómo te llamas?) es una

contestación (Luisa), y a un juicio (Este cuadro es maravilloso) un

asentamiento (Sí); las reacciones “no preferidas” se encuentran

lingüísticamente marcadas de algún modo, por lo general con una

construcción más prolija (¿Cómo te llamas? / Mi mamá me ha dicho

que no le diga mi nombre a nadie; Este cuadro es maravilloso / No

creas, sólo es una copia de un cuadro de Monet).

57 Para el estudio de la estructura de las conversaciones se puede consultar en español, entre otros, Levinson (1983, capítulo 6), Gallardo (1993, 1996, 1998ª, 1998b,), Moeschler y Reboul (1994, capítulo 18). Cortés y Bañón (1997). Tusón (1997), Briz (1997). Briz y Val. Es. Co (2000).

Page 132: Marcadores Del Discurso

132

Teniendo en cuenta este patrón en los intercambios, se

pueden revisar algunos usos del pues comentador. Decíamos (3.4.

C) que este pues se sitúa en la posición inicial del miembro

discursivo que introduce –sin estar seguido por pausa—y lo

presenta como un comentario nuevo e informativamente valioso con

respecto del discurso que lo precede. Con este significado de un

nuevo comentario, la aparición de pues es habitual al comenzar

intervenciones reactivas a preguntas, mandatos o simples

aseveraciones reactivas a preguntas, mandatos o simples

aseveraciones.

(1)

C. P.: Siendo así le habrá sorprendido la controversia que

ha suscitado (el plan de humanidades).

J. P. F.: Pues sí (en ABC Cultural, 28 – XI – 1997, 18).

Pues bien, no es extraño que pues preceda una intervención

reactiva no preferida, esto es, que introduzca un miembro

discursivo que o se acomoda a al reacción buscad por el primer

hablante.

(2)

- No lo aseguro; pero confío en que lo hará.

- Pues yo no. (B. Pérez Galdós, Mendizábal, 35.)

El significado informativo de pues indica que3 este miembro es

un comentario que introduce una información importante en

relación con el resto del discurso. Aquí esta información se

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133

percibe contraria a la que proporciona el interlocutor (Confío en

que lo hará) pues adquiere un sentido de oposición (Sin embargo,

yo no confío”). Este sentido de oposición, que llevó a algunos

gramáticos a hablar de un “pues adversativo”, es, en realidad,

frutos de la interacción entre el significado habitual de pues

comentador y una respuesta “no preferida”.

Avancemos. Varios intercambios acostumbran a formar una

“secuencia”. Las secuencias poseen una cierta independencia

temática en relación con el resto de la conversación; así po

ejemplo, una conversación telefónica comenza generalmente

con una secuencia de apertura y termina con una secuencia de

cierre; en el cuerpo central de la conversación se pueden distinguir

también diversas secuencias.

Al comentar las instrucciones semánticas de formulación

nos hemos detenido en el marcador bueno. Hemos visto cómo su

significado de formulación como marcador mostraba el

miembro del discurso que lo sigue como aquel que se ha de tener

en cuanta para la prosecución del discurso. Pues bien, este

significado ha favorecido que se utilice bueno con la función

meta discursiva de indicar el comienzo de una secuencia y, por

tanto, el fin de la anterior. En el siguiente ejemplo se comienza

con bueno el asunto de una llamada a un programa de radio

después de una secuencia de apertura.

(3)

S. - ¡Hola, muy bunas tardes!

M. – Buenas tardes.

S. – Dígame usted, señora.

Page 134: Marcadores Del Discurso

134

M. – Bueno, vamos a ver si: por mediación de us

programa alguien me puede aclarar una duda que

tengo. (M. T. Llorente Arcocha, Organizadores de la

conversación, 132.)

Y en el siguiente, se inicia con el mismo marcador la

secuencia de cierre en dos ocasiones, en las líneas 2 y 3 y, de

nuevo, después de un abandono de cierre por parte del hablante

S, en la línea 7.

(4)

1. S: muy bien/ de acuerdo

2. A: Bueno/ pues nada/ Santiago

3. S: bueno/ pues nada/ muchas gracias

4. A: saludos a su señora/ y su hija ¿bien también?

5. S: sí/ todos bien por aquí

6. A: vale/ me alegro

7. S: bueno

8. A: hala/ hasta otro rato

9. S: adiós

10. A: adiós. (B. Gallardo Paúls, Análisis

conversacional y pragmática del receptor, 91.)

Así pues, la descripción del pues y de bueno, igual que la de

otros marcadores con usos conversacionales, para ser completa,

ha de dar cuenta de las relaciones de estas unidades con los

Page 135: Marcadores Del Discurso

135

patrones de la conversación y, en especial, sus funciones meta

discursivas.58

8.3. Los marcadores y las estrategias discursivas En el uso de los marcadores también se reflejan las

estrategias que los hablantes siguen en la búsqueda de sus fines

comunicativos, muy especialmente aquellas que tienen elación con

la cortesía.59 La forma apelativa hombre/mujer, por ejemplos,

permite constatar el uso de los marcadores en estrategias que

pretenden mantener buenas relaciones con nuestro interlocutor

(Portolés y Vazquez: 2000a, 2000b). En el siguiente par:

(5)

a) ¡Cállate!

b) ¡Cállate, mujer!

Cualquier hispanohablante percibe como menos cortés el

ejemplo (5a) que el (5b). Esto sucede por el significado que aporta

la forma la forma apelativa mujer. Con inconstante de ejmplo

podremos acercarnos a este significado.

(6)

a) Juan se ha vuelto a confundir

b) Juan, el hombre, se ha vuelto a confundir.

58 Esto no significa que se haya que se haya de obviar el conocimiento de la gramática y el significado de los marcadores conversacionales en favor únicamente del estudio de sus funciones conversacionales . Para una crítica de esta última postura (Portolés: 200c). 59 Para las relaciones de cortesía Brown y Levinson (1987) y en español Haverkate (1994), Escandell (1995, 1998), Vázquez (1995) y Carrasco (1990). Una amplia bibliografía se puede encodntrar en la página web Estudios del discurso de cortesía en esoalik (http://www.geocities. Com/edice-2000).

Page 136: Marcadores Del Discurso

136

(7)

a) Hitler comenzó la Segunda Guerra Mundial.

b) #Hitler, el hombre, comenzó la Segunda Guerra

Mundial.

Nada hay de extraño en (6b), pero no pasa lo mismo en (7b).

Esto sucede porque el inciso el hombre muestra al hablante

como favorable a quien se refiere y, si bien esto no tiene nada

extraordinario en el caso de Juan, sí lo tiene en el de Hitler.

Si volvemos al primer ejemplo, quien utiliza la forma

apelativa mujer con el mandato Cállate muestra que, a pesar de

efectuar una orden ciertamente ofensiva, aprecia a la persona a

la que se dirige. EL apelativo hombre/mujer se emplea en estos

casos como parte de una “estrategia compensatoria”. Se

compensa una ofensa, aquí una orden, con la muestra de afecto

que refleja el marcador. Esta compensación de un acto que

pudiera ofender al interlocutor se da también en los siguientes

ejemplos:

(8)

a) Qué difícil eres, mujer – dice él, por fin -

(C. Martín Gaite, Las ataduras, 25.)

b) Este lo aceptó (el cigarrillo) con gratitud y se lo

colocó detrás de la oreja, Fúmatelo, hombre, le dijo

Prullás. No me dejan fumar, dijo el tontito.

(E. Mendoza, Una comedia ligera, 383.)

Page 137: Marcadores Del Discurso

137

8.4. El problema de los supuestos usos expletivos.

Cualquier que se haya detenido en el estudio de una

conversación habrá comprobado la existencia de numerosos

marcadores que parecen carecer de un significado claro y que

sirven para demostrar una reacción:

(9)

Enc(testador).- ¿Qué opinas de las plazas españolas;

están adecuadas?

In(formante). –Sí, bueno… V(acilación)… podemos

decir que sí puesto que no existen otras plazas más

que las españolas (…). (M. Esgueva y M. Cantarero.

Eds., El habla de la ciudad de Madrid, 93)

Pueden retener la palabra ante una posible intervención del

interlocutor o arrebatarle la palabra con una intervención

competitiva.

(10)

A: (pero) no / no / el problema soy yo y ya está.

(es que no tiene explicación)

B: (bueno escuchame un momento) escúchame un

momento/ escúchame (A. Briz, ed., La conversación

coloquial, 82)

Page 138: Marcadores Del Discurso

138

o permiten una nueva planificación de una intervención que se

considera equivocada:

(11)

¡pero yo no lo hago! / o s(e) a → / yo estoy pensando

quién está delante ↓ porque para mí hay cosas más

importantes que pasar una noche guay// y enrollarme

con un tipo// o s(e)a → / yoo – yo no ↓ verás – yo es

que tengo muy claro con quién me voy a enrollar (…)

(A. Briz, ed., La conversación coloquial, 102.)

Se pudiera pensar que se trata de usos expletivos; sin embargo,

estos usos que acabo de enumerar y otros semejantes poseen un

valor para el buen funcionamiento de la conversación, no se

pueden considerara innecesarios, ya que no dejan de utilizarse con

un cierto cometido en el proceso de la interacción verbal (Portolés:

1993, Briz: 1998, Pons: 1998).

Con todo, esto no significa que no sea censurable su

aparición excesiva –eso es, como “muletillas”- por algunos

hablantes que se muestran poco peritos en su lengua.

(12)

Es que… o sea, es mi hermana más pequeña, se lo

han dado antes que a mí, o sea, yo ya pregunté que si

lo estaban haciendo a letra por día, o sea, por

curiosidad. (M. Esgueva y M. Cantarero eds., El habla

de la ciudad de Madrid, 321.)

Page 139: Marcadores Del Discurso

139

CAPITULO 9

CLASIFICACIÓN DE LOS MARCADORES DEL

DISCURSO

9.1. Dos propuestas en la clasificación de los marcadores

Para la clasificación de los marcadores del discurso existen

distintas posibilidades, aunque, por lo general, son clasificaciones

que se fundamentan en el significado, pues, como ya se ha

explicado (3.3), el vínculo que une a las unidades que se

agrupan como marcadores no es estrictamente gramatical sino

semántico – pragmático. Hay dos tipos de clasificaciones que son

más habituales. En primer lugar, hay autores que defienden la

existencia de una serie de actos verbales, entre los que se

encuentran los que establecen las formas particulares de

composición textual como “justificar”, “explicar”, “complementar”,

“refutar”, “parafrasear”, “resumir” o “acentuar”. Después, el

conjunto de los marcadores del discurso se distribuye entre los

posibles actos verbales. En este tipo de clasificaciones se

agrupan las unidades por su utilidad para efectuar unos procesos

textuales previamente fijados y es frecuente que una misma

unidad aparezca en dos o más grupos. Por el contrario, nuestra

posición es la de buscar, hasta donde sea posible, un significado

unitario para el marcador y dar cuanta de todos sus usos a partir

de él. Veamos la diferencia de planteamiento con un ejemplo.

Page 140: Marcadores Del Discurso

140

Tomemos el marcador es decir. Si se parte del acto verbal de

parafrasear, evidentemente, es decir, será uno de los marcadores

que lo efectúan (véase, por ejemplo, Gülich y Kotschi: 1993).

(1)

a) Juan tiene cuatro hermanos. Es decir, dos

hermanos y dos hermanas.

Ahora bien, es decir, también se puede encontrar en:

b) Juan tiene cuatro hermanos. Es decir, que nunca

está solo.

Donde nunca está solo no es una paráfrasis del miembro anterior.

Si queremos mantenernos dentro de las figuras de sustitución de

la retórica, sería una especie de metalepsis in praesntia donde su

sustituiría una cusa (Juan tiene cuatro hermanos) por su efecto

(nunca está solo). De este modo, es decir se clasificará con dos

tipos de actos verbales: en los actos parafrásticos y en los actos

conclusivos. Desde muestra perspectiva, sin embargo, se buscará

un único significado a es decir y se intentarán explicar los dos

usos desde este significado: el miembro que introduce es decir,

constituye una reformulación que aclara o explica lo que se ha

querido comunicar en otro miembro anterior que pudiera ser poco

comprensible; esto sucede de dos maneras: volviendo a expresar

mejor lo que se acaba de decir, esto es, con una paráfrasis (la) –

repitiendo el tópico-, o expresado directamente las conclusiones

Page 141: Marcadores Del Discurso

141

que debieran inferirse del primer miembro (1b) – comentando un

nuevo tópico.

He de advertir, no obstante, que la postura que adopto para

clasificar los marcadores no niega el interés que posee la

contraria.60 Ahora bien, si se quiere elaborara una gramática o

un diccionario de marcadores la aparición de una misma unidad

en distintos apartados puede llevar a confusión si no se trata de un

verdadero caso de polisemia, ya que, en realidad, y volviendo al

ejemplo anterior, no hay dos es decir, sólo hay uno, aunque con

un significado que permite usos diversos.

9.2 Clasificación61 9.2.1. LOS ESTRUCTURADORES DE LA INFORMACIÓN

Estos marcadores permiten regular la organización

informativa de los discursos, esto es, la creación de tópicos y

comentarios (7) (Portolés: 200b, 2001b). Se trata de unidades que

carecen de significado argumentativo. Se dividen en tres grupos:

A) Los “comentarios”: presentan el miembro discursivo que

introducen como un nuevo comentario, lo que lo

distinguen del discurso previo. Este discurso anterior se

comprende como un comentario distinto –esto es, que

responde a otro tópico – o como un preparación al nuevo

60 Véase como ejemplo Casado (1993) 61 En este apartado voy a proporcionar una breve información bibliográfica. Cuando una estudie varios marcadores, la citaré en el apartado más abarcador. Obras generales son: Fuentes (1987, 1996ª), Fuente y alcaide (1996), Mederos (1998), Cortés (1991), Martin Zorraquino (1991), Casado (1993), Portolés (1993), Llorente (1996), Martínez (1997), Briz (1998), Pons (1998, 200), Montolío (2000, 2001) y Perona (2000). En Martín Zorraquino y Portolés Lázaro (1999) se describen brevemente todos los marcadores que se citan en este libro.

Page 142: Marcadores Del Discurso

142

comentario introducido por el marcador. Los

comentadores más frecuentes son pues (Portolés: 1989,

Alarcos: 1992, Miche: 1994, Porroche: 1996, Iglesias:

2000) y bien (Fuentes: 1993ª, Garcés: 1996). Algunos de

sus usos se conservan en pues bien. Menos utilizados y

más limitados al discurso escrito son así las cosas y

dicho eso.

B) Los “ordenadores”: son estructuradotes de la información

con dos funciones primordiales; en primer lugar; indican el

lugar que ocupa un miembro del discurso en el conjunto de

una secuencia discursiva ordenada por partes: y, en

segundo lugar, presentan el conjunto de esta secuencia

como un único comentario y cada parte como un

subcomentario (Garcés: 1996, 1997. 2000; Portolés:

1999a). Existen tres tipos de ordenadores:

Marcadores de apertura. Sirven para abrir una serie en

el discurso: en primer lugar, primeramente, por una parte, por

un lado, de una parte, de un lado, etc.

Marcadores de continuidad. Indican que el miembro que

acompañan forman parte de una serie de la cual no es el

elemento inicial: en segundo/tercer/…/ lugar; por otra (parte),

por otro (lado), por su parte, de otra (parte), de otro (lado),

asimismo, igualmente, de igual forma/ modo/ manera, luego,

después, etc. Si los marcadores de continuidad están

precedidos por una conjunción y, suelen comprenderse como

cierre de una lista.

Marcadores de cierre. Señalan el fin de una serie

discursiva: por último, en último lugar, en último término, en

fin, por fin, finalmente, por lo demás (Acín: 2000a), etc.

Page 143: Marcadores Del Discurso

143

C) Los “digresores”: introducen un comentario lateral con

respecto a la planificación del discurso anterior (Acín:

2000b). El digresor más frecuente es por cierto (Mateo:

1996). Menos habituales son a propósito y a todo esto.

Dicho sea de paso, dicho sea y entre paréntesis no se

hallan totalmente gramaticalizados.

9.2.2. LOS CONECTORES

Son marcadores discursivos que vinculan semántica y

pragmáticamente un miembro del discurso con otro miembro

anterior, o con una suposición contextual fácilmente accesible. El

significado del conector proporciona una serie de instrucciones

argumentativas que guía la inferencias que se han de obtener del

conjunto de los miembros relacionados (5). De acuerdo con un

significado, se distinguen tres grupos de conectores:

A) Los “conectores aditivos”: unen a un miembro discursivo

anterior otro con la misma orientación argumentativa.62 Permiten, de

este modo, la inferencia de conclusiones que serían difíciles de

lograr si los dos miembros permanecieran independientes. De Luisa

es alta se puede concluir, por ejemplo, que alcanzará a cambiar una

bombilla, que se cargará de espaldas o que puede jugar el

baloncesto. De Luisa es alta y, además, bota bien el balón, las

posibles conclusiones se limitan.

62 Con la excepción de algunos usos de encima (5.6).

Page 144: Marcadores Del Discurso

144

Dentro de los conectores aditivos se distinguen dos grupos:

Aquellos que vinculan dos miembros discursivos que se ordenan en

una misma escala argumentativa: incluso (Schwenter: 2000, 2001),

inclusive y es más (Acín: 1998); y aquellos otros que no cumplen

esta condición: además (Cuartero: 1995, Schwenter: 2001), encima,

aparte y por añadidura.

B) Los “conectores consecutivos”: presentan el miembro del

discurso en el que se encuentran como una consecuencia de un

miembro anterior (Montolío: 1991, Álvarez: 1995, García Izquierdo:

1998). El pues consecutivo y así pues se limitan a mostrar el

miembro en el que se encuentran como un consecuente en un

razonamiento. Con en consecuencia y de resultas, el consecuente

es un estado de cosas que se produce a partir de otro estado de

cosas. Menos gramaticalizados como conectores consecutivos se

encuentran así y entonces (Oller 2000a).

C) Los “conectores contraargumentativos”: vinculan dos

miembros del discurso, de tal modo que el segundo se presenta

como supresor o atenuador de alguna conclusión que se pudiera

obtener del primero (Portolés: 1995a, 1998b; Anscombre: 1998;

Fuentes: 1998b).

Existen conectores contraargumentativos que presentan un

contraste o contradicción entre los miembros vinculados: en cambio,

por el contrario y por el contrario (Portolés: 2000d, 2001ª). Antes

bien se sitúa en un miembro del discurso que comentan el mismo

tópico que el miembro anterior. Sin embargo, no obstante

(Garachana: 1998), con todo, empero, ahora bien y ahora

introducen conclusiones contrarias a las esperadas de un primer

Page 145: Marcadores Del Discurso

145

miembro. Y, por último, eso sí muestra un miembro del discurso que

atenúa la fuerza argumentativa del miembro anterior.63

9.2.3. LOS REFORMULADORES

Los reformuladores son marcadores que presentan el

miembro del discurso en el que se encuentran como nueva

formulación de lo que se pretendió decir con un miembro anterior

(6) (Fuentes: 1993b, 1995-1996; Vásquez: 1994-1995, Ruíz y Pons:

1996, Portolés: 1996, 1998b; Bach: 2000). La reformulación va

desde la explicación de un primer miembro que pudiera ser mal

comprendido:

(3) Tiene muy buena voluntad, o sea, es muy trabajadora.

Hasta la rectificación:

(4) Sobreviví así, reconstruyéndome yo sola, es decir con mi9

hijo, los dos en esta ciudad que no era la nuestra. [A. Muñoz Molina,

Plenilunio, 235.]

Ahora bien, en todos los casos, se mantiene que, en lugar de

lo anteriormente dicho, la nueva formulación es el miembro que se

ha de tener presente en la prosecución del discurso. Si se

comparan los conectores con los reformuladores, se advierte que el

significado de los primeros tiene en cuenta tanto el primer miembro

63 Los usos del conector pero se pueden incluir en la inmensa mayoría de las ocasiones en este grupo aunque, como se vio en 5.6, su significado no es exactamente el de oposición de dos miembros.

Page 146: Marcadores Del Discurso

146

discursivo como el segundo; sin embargo, con los reformuladores,

lo fundamental es el segundo miembro. Ése es el motivo por el que

ha menudo en el coloquio no se percibe si la reformulación se dirige

hacia un miembro implícito, ya que el reformulador mantiene que es

únicamente el nuevo miembro –aquel donde se halla- el que se ha

de tener presente. Este hecho explica la facilidad con que los

reformuladores evolucionan hasta convertirse en operadores de

refuerzo argumentativo.

Se distinguen cuatro grupos:

A) Los <<reformuladores explicativos>>; presentan el miembro

del discurso que introducen como una reformulación que aclara o

explica lo que se ha querido decir con otro miembro anterior que

pudiera ser poco comprensible (Casado: 1991, Galán: 1998).

Pertenecen a este grupo: o sea (Schwenter: 1996, Briz: 2001), es

decir, esto y a saber. Existen otros reformuladores explicativos que

no son ni tan frecuentes ni se hallan tan gramaticalizados como los

anteriores. Se trata de signos como: en otras palabras, en otros

términos, dicho con/en otros términos, con otras palabras, dicho

con/en otras palabras, dicho de otra manera, dicho de otra forma,

dicho de otro modo, de otro modo, etc.

B) Los <<reformuladores rectificados>>: sustituyen un primer

miembro, que presentan como una formulación incorrecta, por otra

que la corrige o, al menos, la mejora. Reformuladores rectificativos

son los adverbios mejor dicho y más bien. No se hallan totalmente

gramaticalizados.

Page 147: Marcadores Del Discurso

147

C) Los <<reformuladores de distanciamiento>>: presentan

expresamente como no relevante para la prosecución del discurso

un miembro del discurso anterior a aquel que los acoge. Con ellos

no se pretende formular de nuevo lo antes dicho, sino mostrar la

nueva formulación como aquella que ha de condicionar la

prosecución del discurso, al tiempo que se priva de pertinencia el

miembro discursivo que lo precede. Son reformulaciones de

distanciamiento: en cualquier caso, en todo caso, de todos modos,

de todas formas, de todas maneras, de cualquier modo, de

cualquier forma y de cualquier manera.

D) Los <<reformuladores recapitulativos>>: presentan su

miembros del discurso como una conclusión o recapitulación a partir

de un miembro anterior o una serie de ellos. Este miembro

recapitulador puede mantener la misma orientación argumentativa

de los miembros anteriores como sucede con en suma, en

conclusión, en resumen y en síntesis; pero también, además la

misma orientación, pueden introducir miembros con orientación

opuesta los reformuladores en resumidas cuentas, en definitiva, a

fin de cuentas, en fin, total, vamos, al fin y al cabo (Montolío: 1992)

y después de todo. Por otra parte, estos últimos marcadores se

pueden documentar con el miembro anterior implícito, esto es,

actuando como operadores.

9.2.4. LOS OPERADORES DISCURSIVOS

Son aquellos marcadores que por su significado condicionan

las posibilidades discursivas del miembro del discurso en el que se

Page 148: Marcadores Del Discurso

148

incluyen, o al que afectan, pero sin relacionarlo por su significado

con otro miembro anterior. Se pueden distinguir, al menos, cuatro

grupos:

A) Los <<operadores de refuerzo argumentativo>>: su

significado refuerza como argumento el miembro del discurso en el

que se encuentran frente a otros posibles argumentos, sean éstos

explícitos o implícitos, y al tiempo que se refuerzan su argumento,

se limitan los otros como desencadenantes de posibles

conclusiones (Fuentes: 1994). Son operadores de refuerzo

argumentativo: en realidad, en el fondo, en rigor, de hecho, en

efecto, la verdad; muestran estas unidades su miembro discursivo

como una realidad o un hecho cierto frente a otros posibles

argumentos. También se pueden encuadrar en este grupo los

marcadores claro, desde luego y por supuesto (Ruíz Gurillo: 1999,

Martín Zorraquino: 2001) que presentan el miembro discursivo al

que afectan como evidente.

B) Los <<operadores de concreción>>: presentan el

miembro del discurso en el que se localizan como una concreción o

ejemplo de una generalización (Fernández: 1994 – 1995). Esta

generalización puede aparecer, o no, en un miembro anterior, de

ahí que los considere operadores. Son operadores de concreción:

por ejemplo, verbigracia, en especial, en particular y en concreto.

No se encuentran totalmente gramaticalizados como marcadores.

C) <<Operador de formulación>>: se trata de la interjección

bueno (Martín Zorraquino: 1994b, Bauhr: 1994, Garcés: 1996).

Presentan su miembro del discurso como una formulación que

Page 149: Marcadores Del Discurso

149

transmite satisfactoriamente la intención comunicativa del hablante.

Este hecho permite su mayor independencia en relación con el

discurso precedente, lo que facilita su uso para modificar o renovar

la planificación discursiva.

9.2.5 LOS MARCADORES DE CONTROL DE CONTACTO

Así denominaba Briz (1998, 224-230) a los marcadores que,

son sus palabras, <<manifiestan la relación entre los

participantes de la conversación, sujeto y objeto de la

enunciación, y de éstos con sus enunciados, […] refuerzan o

justifican los razonamientos de los hablantes ante su(s)

interlocutor(es), sean argumentos o conclusiones; bien como

retardos en la comunicación; como llamadas de atención para

mantener o comprobar el contacto; o comprobar el contacto; o

como formulas exhortativas y apelativas que implican

activamente al interlocutor>>.64 Son marcadores que admiten

alguna variación morfológica y capacidad combinatoria,

aunque carecen de una total libertad sintáctica y de flexión. Su

captación de la atención del interlocutor se produce por su

origen vocativo: hombre/mujer; o imperativo: anda/ande, mira /

mirad / mire / miren, oye / oíd / oiga / oigan (Pons: 1998).

64 Martín Zorraquino los denomina <<enfocadores de la alteridad>> (Martín Zorraquino y Portolés: 1999, 6.3.6.4).

Page 150: Marcadores Del Discurso

150

ESTRUCTURADORES

DE LA

INFORMACION

Comentadores

Ordenadores

Digresores

Pues, bien, pues bien, así las

cosas, etc.

En primer lugar / en segundo /…/

por una parte / por otra parte, de

un lado / de otro lado, asimismo,

por lo demás, etc.

Por cierto, a todo esto, a propósito,

etc.

CONECTORES Conectores aditivos

Conectores consecutivos

Conectores

contraargumenta-tivos

Además, encima, aparte, incluso,

etc.

Por tanto, en consecuencia, de

ahí, entonces, pues, así pues, etc.

En cambio, por el contrario, antes

bien, sin embargo, no obstante,

con todo, ahora bien, etc.

REFORMULADORES Reformuladores

explicativos

Reformuladores de

rectificación

Reformuladores de

distanciamiento

Reformuladores de

distanciamiento

O sea, es decir, esto es, en otras

palabras, etc.

Mejor dicho, más bien, etc.

En cualquier caso, en todo caso,

de todos modos, de cualquier

manera, etc.

En suma, en conclusión, en

definitiva, en fin, al fin y al cabo,

etc.

OPERADORES

DISCURSIVOS

Operadores de refuerzo

argumentativo

Operadores de

concreción

Operador de formulación

En realidad, de hecho, claro,

desde luego, etc.

Por ejemplo, en concreto, etc.

Bueno

MARCADORES

DE CONTROL

DE CONTACTO

Hombre / mujer, mira, oye, etc.

Page 151: Marcadores Del Discurso

151

CAPITULO 10

DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA

10.1. Un poco de lingüística aplicada Cuando los estudios teóricos cuajan en unos conocimientos

fiables, es el momento de plantearse sus aplicaciones. Creo que

ésta es la situación actual de los estudios sobre marcadores del

discurso en español, por lo que en este capítulo voy a presentar

algunas propuestas en tres campos de la lingüística aplicada:65 la

traducción, la elaboración de diccionarios y la enseñanza de la

lengua.

10.2 La traducción de los marcadores discursivos Después de una clasificación como la del capítulo anterior, se

podría pensar algo equivocado, que, para la traducción de los

marcadores de una lengua, sólo es preciso lograr una clasificación

semejante en otra lengua distinta de tal modo que, por ejemplo, a

un conector aditivo del español le corresponda un conector aditivo

del inglés. Comprobemos lo desertado de esta conjetura con un

caso extremo. Existe un marcador del español europeo, por el

contrario, que se considera un préstamo reciente del frances par

contre (Portolés: 2000d, 2001a):

(1) La mirada de Carmen es por momentos, más roma y

desconcertadas. Por contra, a medida que habla se ensancha 65 Sobre los múltiples intereses de la lingüística aplicada, se puede consultar Payrató (1998).

Page 152: Marcadores Del Discurso

152

la ingenua petulancia de Mario. [M. Delibes, Cinco horas con

Mario, 250.]

Pues bien, ni siquiera en esta circunstancia –un préstamo

relativamente cercano en el tiempo de una lengua de la misma

familia romántica- el significado de ambas unidades es enteramente

equivalente. Se podría traducir par contre por por el contrario en:

(2) Les bruits, l univers, de l usine, l environement sont bien

reproduits dans le film. Par contre, les chefs d équipe sont un

peu trop agressifs [en Libération, 14-I-2000].

[Los ruidos, el mundo de la fábrica, el entorno están bien

reproducidos en la película. Par contre, los encargados son un

poco demasiado agresivos.]

Pero en:

(3) a) Rugosa, c est une honte, un incompétent, attaque- t-il.

Par contre, je ne veux pas le jugar pour son comportement

durant la guerre. Il a essayé de sauver sa peau [en Le Monde

Interactif, 24-VI-1999].

[Rugosa es una vergüenza, un incompetente, replica. Par

contre, no quiero juzgarlo por su comportamiento durante la

guerra. Intentó salvar el pellejo.]

b) Moi, je ne serai jamais un soldat. La vie militaire ne m

intéresse pas. Par contre, je suis pret a mourir pour salvar une

femme ou un enfant [en Le Monde Interactif, 23-V-1999]. [Yo

no seré nunca un soldado. La vida militar no me interesa. Par

Page 153: Marcadores Del Discurso

153

contre, estoy dispuesto a morir para salvar a una mujer o a un

niño.]

Para una traducción aproximada al español, serían necesarios otros

marcadores como sin embargo o ahora bien.

Las razones de que no haya equivalentes perfectos entre los

marcadores de las distintas lenguas son diversas, aunque, sin duda,

la principal se encuentra en su peculiar significado (Portolés: en

prensa). Existe un gran nivelador en el significado del léxico de las

lenguas: la realidad. Todos los seres humanos venimos al mundo

del mismo modo, en todas partes el mar tiene un sabor semejante y

se ha de entrar en los edificios por algún sitio. Buena parte del

léxico, como nacer, salado o puerta, permite reflejar esa realidad.

Recordemos que, en términos de la Teoría de la pertinencia,

poseen ujn significado conceptual (§ 1.4). Después de oír: la sopa

está salada, podemos ir a la realidad y comprobar si es así. Esto no

podemos hacerlo con pero, además o en cambio, su significado es,

en lo esencial, de procesamiento. No existe una misma realidad que

unifique los significados, nadie ha visto un pero o un pues.

Por lo general, los marcadores que los diccionarios bilingües

consideran equivalentes sólo coinciden en parte de su significado.

En una traducción de El difunto Matías Pascal de Luigi Pirandello se

lee:

(4) a) Yo le he llevado la corona de flores prometida, y, de

cuando en cuando, voy a verme muerto y enterrado allí. Algún

curioso me sigue de lejos, y luego, al regreso, me acompaña,

sonríe, y, considerando mi condición, me pregunta:

-Pero usted, en suma, ¿se puede saber quién es?

Page 154: Marcadores Del Discurso

154

Me encojo de hombros, entorno los ojos le contesto:

-¡Ah, amigo mío!... Yo soy el difunto Matías Pascual. [L.

Pirandello, El difunto Matías Pascal, 286-287.]

El texto en italiano dice:

(4) b) Io vi ho portato la corona di fiori promessa e ogni tanto

mi reco a vedermi morto e sepolto lá. Qualche curioso mi

segue da lontano; poi, al ritorno, s accompagna con me,

sorride, e –considerando la mia condizione- mi domanda:

-Ma voi, insomma, si puó sapere chi siete?

Mi stringo nelle spalle, socchiudo gli occhi e gli

respondo:

-Eh, caro mio… Io sono il fu Mattia Pascal. [L. Pirandello,

Il fu Mattia Pascal, http:// web.tiscalinet.it/sparvierivalentino.]

Nos interesa el en suma de la traducción española que pretende

verter el insomma italiano. Percibimos que es extraño. El motivo

principal se encuentra en que en suma pertenece a un grupo de los

reformuladores recapitulativos junto con en conclusión, en resumen

y en síntesis. Los reformuladores de este grupo, como hemos visto

(§§ 6.3 y 9.2.3 D), presentan el miembro del discurso en el que

aparecen como una recapitulación con la misma orientación que los

miembros anteriores:

(5) En España todo ocurre a la exaltación del hecho sobre el

pensamiento. Todo viene concertado desde los orígenes de la

Historia para el triunfo de la acción sobre la inteligencia. El

paisaje, la configuración de la tierra –tan diversa en tantas

Page 155: Marcadores Del Discurso

155

regiones-, el modo de vivir del español, las empresas guerreras,

la conquista de América, todo, en suma, impele a la acción.

[Azorín, Una hora de España, 106.]

Una serie de sumandos: <<el paisaje>>, <<la configuración de la

tierra>>, <<el modo de vivir del español>>, <<las empresas

guerreras>>, <<la conquista>>, tienen como resultado de la adición:

<<todo impele a la acción>>. Nuestra extrañeza con el en suma de

la traducción de Pirandello radica en que no aparecen el discurso

anterior los sumandos. Esto, como también vimos en § 6.4, sucede

en español con otros reformuladores como en definitiva, pero no

con en suma. Habrá, pues, tan sólo por esta peculariedad de su

significado muchos usos en los que no podrá traducir insomma.

Quien traduce un marcador discursivo debe pensar qué

instrucciones de procesamiento proporciona y qué enriquecimiento

pragmático se ha conseguido gracias a él. Debe después

comprobar cuáles son los medios necesarios en la otra lengua para

llegar a comunicar lo mismo. Tal vez en esta lengua sea necesario

un marcador, pero también es muy posible que no se precise guiar

las inferencias expresamente o que no se precise guiar las

inferencias expresamente o que este encauzamiento se consiga por

otros medios, por ejemplo, gracias a una construcción sintáctica

determinada. En el caso de que sí se deba utilizar un marcador, se

ha de buscar aquel que conduzca a las inferencias más próximas a

las obtenidas en el texto original (Unger: 2000). Dado que la

equivalencia perfecta es insólita, no se deben esperar

correspondencias directas de una lengua a otra

independientemente de los contextos. Si un marcador está bien

traducido en un determinado contexto por otro, unas líneas más

Page 156: Marcadores Del Discurso

156

abajo bien pudiera deber traducirse por un marcador diferente o

simplemente dejar de traducirse.

10.3 Marcadores y diccionario66

La lexicografía distingue entre definiciones y explicaciones.

Existen clases de palabras, como los nombres o los verbos, que

permiten que la definición que aparece en el diccionario sustituya en

un discurso determinado a la palabra definida. Serían, en opinión de

Seco (1987), las verdaderas definiciones. Supongamos que

desconocemos el significado de tizos sirven para colocar sobre ellos

la sartén. La definición que nos proporcionan Seco, Andrés y

Ramos (1999, s.v.) es la siguiente:

tizo m 1 Trozo de leña mal carbonizado que produce humo al

arder.

Esta definición podría sustituir a tizo en la oración anterior: Los

trozos de leña mal carbonizados que producen humo al arder sirven

para colocar sobre ellos la sartén. Sin embargo, no se podría hacer

lo mismo con definiciones de palabras como la preposición sin de

Ha venido sin corbata.

sin (con pronunciación átona) prep 1 Precede a un sust

denotando carencia de lo designado por él. [Seco, Andrés y

Ramos: 1999, s.v.]

66 Expongo aquí algunas de las propuestas del proyecto de investigación <<Diccionario de partículas discursivas del español>> (BFF 2000-1438) que une a investigadores de las universidades de Valencia, Barcelona, Zaragoza y Autónoma de Madrid.

Page 157: Marcadores Del Discurso

157

Sería incomprensible Ha venido precede a un sustantivo denotando

carencia de lo designado por él corbata. La se sin no se trataría,

pues, de una verdadera definición, sino de una explicación de cómo

se ha de usar esta palabra. Ésta es una situación en la que, en

buena medida, se encuentran nuestros marcadores y, por ello, los

lexicógrafos les han prestado poca atención al considerar que este

tipo de definición, la explicación, era más propia de la gramática que

de la lexicografía.67

Sin embargo, aunque se puedan diferenciar distintos grupos

de marcadores por su gramática (§§ 3.4-3.7), la mera clasificación

gramatical no da cuenta de las singularidades semánticas que se

producen dentro de cada uno de estos grupos. Son, pues,

necesarias definiciones de carácter semántico específicas para

cada unidad (Briz: en prensa).

Como sucede con el resto del léxico, las definiciones de los

marcadores deben entre el significado de cada unidad y los

sentidos que puedan adquirir en los diversos contextos. A diferencia

de las definiciones del léxico conceptual la de los marcadores han

de reflejar no lo que la palabra representa, sino lo que la fuerza en

la comprensión del miembro del discurso en el que aparece o al que

acompaña. Para lograr este cometido, es necesario que las

acepciones estén suficientemente ejemplificadas y que estos

ejemplos sean comentados en la misma entrada.

Una entrada de un marcador en un diccionario con soporte

electrónico pudiera ser como sigue. Después de teclear en un

campo el lema que se desea consultar, se podrían obtener diversas

opciones en un primer menú, por ejemplo, una consulta como

67 Es una execepción, como destaca Casado (1994), la rica información que de los elementos discursivos proporciona el diccionario de uso del español de María Moliner (1966-1967).

Page 158: Marcadores Del Discurso

158

diccionario pasivo, es decir, << ¿qué significa el marcador?>>, otra

como diccionario activo, << ¿cómo se utiliza el marcador?>>, y

también, por qué no, una tercera posibilidad que permita comparar

el marcador que nos interesa con otros de significado cercano. Esta

triple elección ayudaría a descomponer la amplia información que

se puede proporcionar al lector y, de este modo, facilitar la consulta.

En la opción de diccionario pasivo, como sucede con las

definiciones del léxico conceptual, las definiciones pueden tener una

primera parte que sirva de descriptor y una segunda parte que

actúa de diferenciador.

silla I f 1 Mueble <descriptor> consistente en un asiento con

respaldo y normalmente sin brazos, para una sola persona

<diferenciador>. [Seco, Andrés y Ramos: 1999, s.v.]

Dentro de los muebles, la silla es aquel que consiste en un asiento

con respaldo, etc. Así, se podría definir sin embargo del siguiente

modo:

sin embargo Presenta el miembro del discurso en el que

aparece como una conclusión <descriptor>. Esta conclusión

es contraria a otra que se pudiera inferir a partir de un

argumento anterior <diferenciador>.

Después se puede proporcionar un ejemplo comentado que ilustre

lo que se ha querido decir. Ciertamente, la definición sin el ejemplo

no sería demasiado útil, pero esto no tiene nada de extraordinario,

pruebe el lector, si no lo cree así, a encontrar una cachipolla o

Page 159: Marcadores Del Discurso

159

efímera a partir de la siguiente definición del Diccionario de la

Academia (1992, en cachipolla):

Insecto de unos dos centímetros de largo, de color

ceniciento, con manchas oscuras en las alas y tres cerdas en

la parte posterior del cuerpo. Habita en las orillas del agua y

apenas vive un día.

Busque después una ilustración y reconocerá este insecto

inmediatamente.

El diccionario activo -<<¿Cómo se utiliza el marcador?>>-, por

su parte, debe proporcionar la información sobre la pronunciación

del marcador, su posición sobre la pronunciación del marcador, su

posición o independencia dentro de un miembro del discurso y su

aparición en distintas estructuras gramaticales. Por último, la tercera

opción del menú principal permitiría conocer en la entrada de sin

embargo, por ejemplo, sus diferencias con no obstante o con todo,

como marcadores que poseen el significado más próximo.

10.4 La enseñanza de los marcadores Los nuevos conocimientos sobre marcadores discursivos

también facilitan su enseñanza tanto a estudiantes extranjeros

(Portolés: 1999a) como a hispanohablantes que pretendan mejorar

sus recursos para la redacción (Montolío: 2000ª, 2001). Veamos,

por ejemplo, el siguiente ejercicio:

EJERCICIO 1. Ordene, por medio del marcador es más, los

ejercicios pares de argumentos:

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160

a) Estudia mucho/ Estudia muchísimo.

b) Es multimillonario/ Tiene mucho dinero.

c) Se defiende en inglés/ Habla el inglés con mucha soltura.

d) No pega ojo/ Duerme mal.

e) Confía ciegamente en sus amigos/Confía en sus amigos.

Cualquier hispanohablante elegiría Estudia mucho, es más,

estudia muchísimo. La respuesta no plantea ninguna dificultad y el

ejercicio es útil para aprender a utilizar el marcador es más; lo difícil

hubiera sido concebir un ejercicio como éste antes de desarrollar el

concepto de escala argumentativa en una escala. El argumento con

mayor fuerza argumentativa debe ocupar la segunda posición, que

es lo que sucede aquí con estudia muchísimo.

Tomemos otro marcador: pues bien. Para dar cuenta de él es

preciso saber que existe una estructura informativa en los discursos

y que algunos marcadores son pertinentes para su configuración.

Un ejemplo con pues bien es:

(6) Señor director: Recientemente en ABC se publicó una

información sobre los resultados del referéndum celebrado

en la isla japonesa de Okinawa, en relación con las bases

norteamericanas de la misma. Ilustrando el texto aparece

una fotografía de los marines izando su bandera, célebre

imagen –terminaba el comentario- que inmortalizó la

conquista de Okinawa. Pues bien, el famosísimo

documento gráfico no pertenece a tal batalla y conquista,

sino a la inmediatamente anterior de Iwojima, por la que su

autor Joe Rosenthal obtuvo el Premio Pulitzer en 1945 [en

ABC, 17-ix-1996, 18].

Page 161: Marcadores Del Discurso

161

Precomentario. Señor director: Recientemente en ABC se

publicó una información sobre los resultados del referéndum

celebrado en la isla japonesa de Okinawa, en relación con las

bases norteamericanas de la misma. Ilustrando el texto aparece

una fotografía de los marines izando su bandera, celebre imagen

–terminaba el comentario- que inmortalizó la conquista de

Okinawa.

Una vez establecido esto, es pertinente saber que…

Comentario. Pues bien, el famosísimo documento gráfico no

pertenece a tal batalla y conquista, sino a la inmediatamente

anterior de Iwo Jima, por la que su autor Joe Rosenthal obtuvo el

Premio Pulitzer en 1945.

Si este significado queda claro, se puede realizar sin

demasiada dificultad un ejercicio como el siguiente.

EJERCICIO 2. Escriba una carta al director de un periódico en la

que, después de explicar la noticia que la motiva, se manifieste una

opinión introducida por pues bien.

Por otra parte, se ha de tener también presente que, si bien

en la enseñanza de idiomas estamos acostumbrados a corregir al

alumno diciendo que un construcción determinada <<no se puede

decir en español>>, no sucede lo mismo con muchos de los usos de

los marcadores. El dicho jocoso Era de noche y, sin embargo, llovía,

pongamos por caso, no va contra la gramática, simplemente, el

marcador sin embargo nos fuerza a buscar un contexto en el que

sólo llueva de día, algo que es costoso de conseguir. Por ello, si se

Page 162: Marcadores Del Discurso

162

elabora un ejercicio en el que el alumno deba situar un marcador en

un hueco en blanco, puede que su respuesta, aunque sea

pragmáticamente extraña, no sea agramatical y, en consecuencia,

sea difícil de corregir. Supongamos:

(7) María es inteligente, ________, su hermano no lo es.

Este hueco se podría rellenar con pero, en cambio, por el contrario,

sin embargo, no obstante, ahora bien y, aunque más difíciles, no

sería imposible que alguien pensara en una especie de cruel

compensación familiar que le permitiera escribir: por tanto o en

consecuencia. Esta posibilidad de múltiples respuestas hace

aconsejable que sea el propio profesor quien proponga los

marcadores y que sea el alumno quien, en un principio, deba

ordenar o elegir entre unos miembros del discurso ya expresos para

pasar después a proponerlos si no están presentes. En este

cometido, es conveniente recurrir a la disposición gráfica más

aclaradora.

EJERCICIO 3. Relacione una oración de la fila superior con otra de

la fila inferior con el marcador antes bien:

No es trabajador No canta bien No es rica

antes bien

Desafina bastante Es bastante pobre Es algo vago

Después de resolver este ejercicio, se puede explicar con más

detenimiento el significado del marcador. El miembro del discurso

que introduce antes bien, como vimos en § 7.3, comenta el mismo

Page 163: Marcadores Del Discurso

163

tópico que el miembro anterior –esto lo intentaría reflejar la

disposición en columnas-; además, muestra que los dos miembros

del discurso pertenecen a una misma escala argumentativa y el

segundo se sitúa en una posición superior al primero negado

(Martín Zorraquino y Portolés: 1999, 4114):

+FUERZA +FUERZA +FUERZA

-Es algo vago -Desafía bastante -Es bastante pobre

-No es trabajador -No canta bien -No es rica

Una vez efectuada esta explicación no sería demasiado difícil

responder a un ejercicio como el siguiente:

EJERCICIO 4. Rellene los huecos de la forma apropiada.

No es una persona

amable

No es una novela

fácil

Juan no presenta

soluciones

antes bien antes bien antes bien

Soluciones posibles serían:

a) No es una persona amable, antes bien, tiene un trato muy

desagradable.

b) No es una novela fácil, antes bien, es una novela con una

estructura muy compleja.

c) No presenta soluciones, antes bien, se limita a destacar los

problemas.

Page 164: Marcadores Del Discurso

164

Por último, otro tipo de ejercicio, pensando en este caso para

estudiantes extranjeros, podría obligar a situar un marcador

determinado en un texto ya construido:68

Posibilidades de que el alumno se confunda no se limitan a la

dificultad de la materia; en muchos casos son las explicaciones del

profesor el motivo de las equivocaciones. Es fácil comprobar, por

ejemplo, que una explicación simplificadora del pretérito imperfecto

español aboca al estudiante anglosajón a utilizarlo siempre que la

acción del verbo es durativa (correr > corría), y nunca cuando es

puntual (encontrar > encontró). Algo semejante sucede con el uso

de los marcadores. Una simplificación habitual consiste en

presentarlos únicamente como unidades necesarios para la

cohesión de un texto. No es extraño que el alumno que escuche

esto siembre sus escritos con marcadores que pueden ser

innecesarios o inadecuados (Montolío: 2001, 25-29).. Volvamos a

repetirlo, los marcadores son útiles para comunicar mejor lo que

deseamos, si son necesarios, se deben utilizar, si no lo son, sobran.

68 Agradezco a María Luisa Coronado el haberme ofrecido generosamente este ejercicio.

Page 165: Marcadores Del Discurso

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PIRANDELLO, L. (1995): El difunto Matías Pascal, Barcelona,

Ediciones B, trad. de José Miguel Velloso.

RIBEYRO, J. R. (1991): Cuentos, México, Periolibros.

SANCHEZ FERLOSIO, R. (1986): El testimonio de Yarfoz, Madrid,

Alianza.

SEPÚLVEDA, L. (1989): Un viejo que leía novelas de amor,

Barcelona, Tusquets, 1995.

VARGAS LLOSA, M. (1993): El pez en el agua, Barcelona, Seix

Barral.

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188

INDICE DE MARCADORES

ESTUDIADOS

En este índice se proporcionan los parágrafos en los que se citan

los marcadores como ejemplos de la exposición teórica. Se excluye,

no obstante, la clasificación del capítulo noveno, pues en este

capítulo se vuelven a citar todos ellos y su localización es sencilla

gracias al esquema final.

a fin de cuentas: 6.3. en resumidas cuentas: 6.3.

a propósito: 3.4.B, 3.5E. en síntesis: 6.3.

a saber: 3.4.B, 7.3. en suma: 6.3, 10.2

a todo esto: 3.4.B en todo caso: 7.3.

además: 3.5.E, 3.6.H, 4.2, encima: 3.5.E, 3.6.H, 4.2,

4.3, 5.4 4.3, 5.4, 5.6.

ahora bien: 3.4.B. entonces: 3.6.H.

al contrario: 4.3. es decir: 3.4.B.

al fin y al cabo: 6.4. es más: 3.4.B, 5.5, 7.3, 10.4

anda: 3.7. eso sí: 3.5.D, 5.4

antes bien: 3.4.B, 7.3, 10.4. hombre: 3.7, 8.1, 8.3.

aparte: 3.5.E. no obstante: 3.5.D.

así las cosas: 3.4.B. o sea: 3.4.B, 6.1, 7.3, 8.

así pues: 3.4.B mira: 3.7.

bueno: 3.6, 6.2, 8.1, 8.2. mujer: 3.4, 5.4, 5.6.

claro: 8.1. oye: 3.7.

con todo: 5.3. pero: 3.4, 5.4, 5.6.

de ahí: 3.4.B. por el contrario: 10.2.

después de todo: 1.4, 4.3, 7.3. por el contrario: 4.3, 7.3

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en cambio: 1.4, 4.3, 7.3. por tanto: 3.5.D., 3.5.G., 4.3

en conclusión: 6.3. por un lado… por otro

en consecuencia: 4.3. lado): 4.4, 7.2.

en cualquier caso: 7.3. pues: 3.4.C, 8.2.

en definitiva: 6.3, 6.4. pues bien: 3.4.B, 4.4, 7.2,

en el fondo: 2.4, 6.4. 10.4

en fin: 3.6.K sin embargo: 3.5.D, 5.2,

10.3

en realidad: 2.4, 6.4. vamos: 8.1.

en resumen: 6.3. y: 3.4, 3.6.H.

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ÍNDICE

Introducción…………………………………………… 7 CAPITULO 1. La pragmática y los marcadores. 14 1.1. La comunicación inferencial…………….. 14

1.2. Implicaturas conversacionales e implica-

turas convencionales…………………….. 17

1.3. El Principio de Pertinencia………………. 18

1.4. Significado conceptual y significado de

Procesamiento……………………………. 21

1.5. Definición de marcador del discurso…… 25

CAPITULO 2. El discurso y los marcadores…….. 27 2.1. El discurso………………………………… 27

2.2. Pertinencia y coherencia………………… 28

2.3. Los marcadores y el concepto de cohe-

sión………………………………………… 30

2.4. Los marcadores y el concepto de cone-

xión………………………………………… 34

2.5. Los marcadores y los enunciados……… 37

CAPITULO 3. La gramática y los marcadores…… 43 3.1. La gramática y el discurso………………. 43

3.2. La gramática desde el discurso………… 44

3.3. Los marcadores y sus categorías gra-

ticales…………………………………….. 48

3.4. Diferencias gramaticales conjunciones

y adverbios………………………………. 51

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3.5. Diferencias gramaticales: adverbios….. 56

3.6. Diferencias gramaticales interjecciones

y adverbios……………………………….. 66

3.7. Diferencias gramaticales interjecciones

y adverbios……………………………….. 72

3.8. Conclusión………………………………... 73

CAPITULO 4. Primeros instrumentos para el Análisis semántico…………………….. 75 4.1. Las instrucciones del significado………. 75

4.2. Discursos pragmáticamente costosos

de comprender…………………………… 77

4.3. El método de la conmutación…………... 79

4.4. El significado y los sentidos…………….. 84

4.5. Tipos de instrumentos semánticas…….. 86

CAPITULO 5. Las instrucciones argumentativas. 87 5.1. La Teoría de la Argumentación en la

lengua ……………………………………. 87

5.2. La orientación argumentativa………….. 89

5.3. La fuerza argumentativa……………….. 91

5.4. Los modificadores realizantes y los

desrealizantes…………………………… 94

5.5. Las escalas argumentativas…………… 96

5.6. La suficiencia argumentativa………….. 97

CAPITULO 6. Las instrucciones de formulación. 103 6.1. La formulación………………………….. 103

6.2. La formulación en la conversación…… 105

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6.3. Los reformuladores y la orientación ar-

gumentativa ……………………………. 109

6.4. De reformuladores a operadores de

refuerzo argumentativo………………... 112

CAPITULO 7. Las instrucciones informativas… 116 7.1. La estructura informativa del discurso.. 116

7.2. Los estructuradores de la información.. 117

7.3. Las instrucciones informativas, las ar-

gumentativas y las reformulativas…….. 120

CAPITULO 8. El uso de los marcadores………… 126 8.1. Discurso oral y discurso escrito……….. 126

8.2. La función metadiscursiva de los mar-

cadores…………………………………… 127 8.3. Los marcadores y las estrategias dis- cursivas…………………………………… 131

8.4. El problema de los supuestos usos ex – pletivos……………………………………. 132

CAPITULO 9. Clasificación de los marcadores del discurso……………………………… 135

9.1. Dos propuestas en la clasificación de los marcadores……………………………….. 135

9.2. Clasificación………………………………. 137 9.2.1. Los estructuradores de la Información………………….. 137 9.2.2. Los conectores……………… 139 9.2.3. Los reformuladores…………. 141 9.2.4. Los operadores discursivos... 143 9.2.5. Los marcadores de control de contacto………………………. 144 CAPITULO 10. De la teoría a la práctica…………... 147 10.1. Un poco de lingüística aplicada…………. 147 10.2. La traducción de los marcadores dis-

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cursivos…………………………………….. 147 10.3. Marcadores y diccionario…………………. 152 10.4. La enseñanza de los marcadores……….. 155 Bibliografía……………………………………………… 163 Índice de marcadores estudiados………………….. 179