Marco Teórico

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Marco teórico http://www.psicologo-valencia.com/fumstop/historia_tabaco_6.htm © 2004 | Adrián León De acuerdo con los investigadores, hace unos cinco mil años los indios de Sudamérica conocían los efectos de la hoja del tabaco, sobre todo sus efectos "medicinales". Por ejemplo, los jíbaros del Amazonas, los aruacos de la cuenca del Orinoco y más al norte, los aztecas, quienes lo usaron como antídoto contra el implacable veneno de las serpientes. Se estima que esta planta es originaria de la zona andina, cerca del lago Titicaca, donde se le conocía quizás desde el año 3.000 A.C. De la mano de los aruacos llegó a la isla de Cuba. Se dice que los aborígenes preparaban la planta de cinco maneras fundamentales: en zumo, polvo, pasta, humo y en tisana. Muchas veces la “fumaban” por la nariz, auxiliándose de un artefacto parecido a una cerbatana (ver imagen). Aparte de fumarlo, el humo del tabaco fue adquiriendo para la cosmogonía aborigen una importancia significativa y su presencia en los ceremoniales y rituales religiosos fue aumentando. Los jeroglíficos (escritura representada por pinturas) mayas también cuentan del tabaco. Al igual que los mayas, los aztecas fumaron tabaco en sus rituales y lo usaron para intentar ahuyentar a los malos espíritus. Los aztecas hacían también sacrificios a sus dioses con tabaco. Con la llegada de los españoles a América se inició un proceso de transculturación que acabo con el aislamiento de las culturas indígenas y produjo enormes cambios en todos los órdenes. La historia del tabaco se internacionalizó. La visión ritualista y mágica sobre el tabaco fue absorbida de un modo natural por los esclavos africanos, que eran traídos a Cuba a medida que los conquistadores españoles diezmaban y llevaban al exterminio a la población nativa.

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Marco teórico

http://www.psicologo-valencia.com/fumstop/historia_tabaco_6.htm

© 2004 | Adrián León

De acuerdo con los investigadores, hace unos cinco mil años los indios de Sudamérica conocían los efectos de la hoja del tabaco, sobre todo sus efectos "medicinales". Por ejemplo, los jíbaros del Amazonas, los aruacos de la cuenca del Orinoco y más al norte, los aztecas, quienes lo usaron como antídoto contra el implacable veneno de las serpientes. Se estima que esta planta es originaria de la zona andina, cerca del lago Titicaca, donde se le conocía quizás desde el año 3.000 A.C. De la mano de los aruacos llegó a la isla de Cuba.

Se dice que los aborígenes preparaban la planta de cinco maneras fundamentales: en zumo, polvo, pasta, humo y en tisana. Muchas veces la “fumaban” por la nariz, auxiliándose de un artefacto parecido a una cerbatana (ver imagen). Aparte de fumarlo, el humo del tabaco fue adquiriendo para la cosmogonía aborigen una importancia significativa y su presencia en los ceremoniales y rituales religiosos fue aumentando.

Los jeroglíficos (escritura representada por pinturas) mayas también cuentan del tabaco. Al igual que los mayas, los aztecas fumaron tabaco en sus rituales y lo usaron para intentar ahuyentar a los malos espíritus. Los aztecas hacían también sacrificios a sus dioses con tabaco.

Con la llegada de los españoles a América se inició un proceso de transculturación que acabo con el aislamiento de las culturas indígenas y produjo enormes cambios en todos los órdenes. La historia del tabaco se internacionalizó. La visión ritualista y mágica sobre el tabaco fue absorbida de un modo natural por los esclavos africanos, que eran traídos a Cuba a medida que los conquistadores españoles diezmaban y llevaban al exterminio a la población nativa.

Hoy, todos estos ritos y religiones afroamericanas no sólo cubanos, sino caribeños en general), están de moda en Europa y Occidente, moda influenciada por la idea de la vuelta a la naturaleza y de que siempre lo primitivo es mejor que nuestra artificiosa y decadente cultura. Sin embargo, no es la primera vez que llegan a Occidente. A través de los españoles, esta visión del tabaco llegó a Europa, influenciando los cultos esotéricos y de la magia negra europea.

Pues bien: entre todos los objetos y costumbres que aparecen reseñados en los primeros diarios de Colón ya figuraba la planta del tabaco, describiendo a los indios como permanentes portadores de unas apreciadas hojas secas. Vio como en diferentes lugares los indios las usaban. Recibió sus explicaciones sobre ellas. Acabó llevando esas preciadas hojas en su primer viaje de regreso a España, Quedaron, pues, los españoles muy impresionados por el tabaco.

Esta primera impresión marcó definitivamente su expansión ulterior. Los españoles permanecieron largos años en contacto con la cultura india, impregnándose del hábito de usar tabaco, sino que también se hicieron permeables a la visión india sobre sus virtudes terapéuticas.

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Fue obra de los marinos el de llevarlo por todas partes del mundo. La hoja mascada o fumada en forma de cigarro o de pipa se extendería ampliamente por los ambientes marineros, haciendo buena la creencia popular de que el tabaco "calma el hambre y sirve de consuelo al pobre". En el siglo XVI el fumar era algo conocido por todas las clases sociales, distinguiéndose la pipa entre las más elevadas y el rollo de hojas como precursor del cigarro puro, entre las más populares, aunque otros describen lo contrario, que “era símbolo de poder y señorío cuando estaba en la forma de puros y de vida marinera, pastoral o intelectual cuando se le fumaba en pipas”.

Lo que está fuera de toda duda es que si en un primer momento el tabaco obtuvo arraigo en Europa, no fue sino por la fama que le precedía de sus numerosas virtudes terapéuticas.

Cuándo, tras el descubrimiento de un nuevo mundo, llegaron a Castilla las noticias del impactante suceso, todo lo que de allí venía fue recibido con una enorme expectación e interés. Las hojas y semillas de tabaco, acompañadas de la descripción de sus usos tanto rituales, como terapéuticos y cotidianos, no fueron precisamente una excepción, atrayendo fuertemente la atención de los círculos ilustrados de la época, entre los cuales se dio el primer consumo experimental en España. Fueron, pues, los cronistas del descubrimiento los verdaderos transmisores del tabaco en España.

Las descripciones más antiguas del tabaco se deben a un botánico madrileño, Gonzalo Fernández, en 1.535, y a un médico sevillano, Nicolás Monardes, en 1.574. Éste último definía el tabaco como una panacea con capacidad para curar 65 enfermedades distintas. Escritores posteriores reforzaron la misma idea y en pocos años esta idea del tabaco se difundio por toda Europa gracias a la pluma y el entusiasmo de distintos médicos con cierto prestigio en sus diferentes países.

Jean Nicot, embajador francés en Portugal hacia el año 1560, introdujo su consumo en Francia al enviarle a la reina Catalina de Médicis, polvo de hojas de tabaco para sus fuertes jaquecas. Se difundió que haciéndole aspirar polvo de tabaco consiguió curarla, lo cual dio mucho prestigio a la planta, que más tarde fue llamada nicotina en honor del embajador y, cuando en el siglo XIX fue aislado el alcoide del tabaco, éste recibió el nombre de nicotina.

Este hecho está en la base de la popularidad del rapé, o polvo de tabaco aspirado, que muchos médicos acostumbraron a recetar, no sólo contra el dolor de cabeza, sino también como antihemorrágico.

A caballo de su fama terapéutica, el tabaco fué penetrando en Europa y el mundo entero.

Los grandes viajes marítimos de los siglos XVI, XVII y XVIII alrededor del mundo contribuyeron a llevar el tabaco y el hábito de fumarlo hasta las costas de Asia, África y Oceanía. De Europa se propagó a Asia por tres rutas. Desde México, los españoles lo llevaron a Filipinas (básicamente en forma de puros), en el siglo XVI, de allí a Taiwan, interior de China, Corea, Birmania y el sur de India.

Conocido en todo el planeta, el tabaco esperó la próxima Revolución Industrial para dar su último vuelco.

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A principios del s. XVII (1620) empieza a funcionar en Sevilla la primera fábrica de tabacos española bajo el nombre de La Real Fábrica de Tabacos de Sevilla, que se convertiría en la mayor construcción industrial del mundo. A Sevilla le sigue, por orden cronológico, la Fábrica de Cádiz. En ellas se comenzó elaborando polvo de tabaco, muy apreciado en toda Europa, y más tarde cigarros puros hechos con hojas provenientes de ultramar. La gran influencia de las fábricas españolas no disminuyó cuando, bastantes años después de su puesta en funcionamiento, lo hicieran otras francesas, alemanas o italianas. Más tarde, en el año 1717, un real Decreto de la Corona de España dio lugar a la fundación de la primera fábrica de tabaco en Cuba, la Real Factoría de La Habana, implantando así un régimen de monopolio para la naciente industria cubana.

Aquí y allá se fue iniciando la costumbre de recoger restos de tabaco para fumarlos liados en papel. Esa forma de usar el tabaco fue precisamente la más adecuada su expansión masiva, posible gracias a los nuevos métodos de fabricación que trajo la manufactura industrial. El descubrimiento en EEUU de dos variedades nuevas del tabaco hicieron más apetecibles los cigarrillos para los fumadores: el tabaco subido (bright) y el tabaco claro y de hojas delgadas (White burley), el primero de los cuales tenía un sabor más dulce y era más fácil de fumar.

Desde finales del siglo XIX y comienzos del XX, el cigarrillo ostenta ya una primerísima posición en el mercado, y sobre él las modernas compañías tabaqueras han fundamentado su reinado, siendo los períodos de guerras los escalones en el ascenso del consumo mundial.

Marco legal

Decreto - Ley 2811 de 1974 Parte XII

Respecto a los recursos del paisaje y su protección

Decreto 1594 de 1984 Normas de vertimientos de residuos líquidosArt. 1 a 21 Definiciones. Art. 22-23 Ordenamiento del recurso agua. Art. 29 Usos del agua. Art. 37 a 50 Criterios de calidad de agua Art. 60 a 71 Vertimiento de residuos líquidos. Art. 72 a 97 Normas de vertimientos. Art. 142 Tasas retributivas. Art. 155 procedimiento para toma y análisis de muestras

Decreto 79 de 1986 Conservación y protección del recurso agua

Ley 373 de 1997 Uso eficiente y ahorro del agua

Decreto 3102 de 1998 Instalación de equipos de bajo consumo de agua

Ley 09 de 1979 Medidas sanitarias sobre manejo de residuos sólidos

Documento CONPES 2750 de 1994

Políticas sobre manejo de residuos sólidos

Decreto 605 de 1996 Reglamenta la ley 142 de 1994. En cuanto al manejo, transporte y disposición final de residuos sólidos

80 Planificación del Establece como deber del Estado la planificación

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manejo y aprovechamiento de los recursos naturales

del manejo y aprovechamiento de los recursos naturales, para garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitución.

Decreto 2811 de 1974 parte VII

Del suelo agrícola y de los usos no agrícolas de la tierra.

Decreto 1753 de 1994 Define la licencia ambiental LA: naturaleza, modalidad y efectos; contenido, procedimientos, requisitos y competencias para el otorgamiento de LA.

Ley 2 de 1959 Reserva forestal y protección de suelos y agua

Decreto 2811 de 1974 Libro II, Parte VIII

De los bosques, de las áreas de reserva forestal, de los aprovechamientos forestales, de la reforestación.Art. 194 Ambito de aplicación; Art. 195-199 Definiciones; Art. 196, 197, 200 y 241 Medidas de protección y conservación; Art. 202 a 205 Áreas forestalesArt. 206 a 210 Áreas de reserva forestal; Art. 211 a 224 Aprovechamiento forestal

Decreto 2811 de 1974 Código de recursos naturales y del medio ambienteArt. 33, 192, 193 Control de ruido en obras de infraestructura

Ley 09 de 1979 Código sanitario nacional

Ley 99 de 1993 Creación del SINA y se dictan disposiciones en materia ambientalArt.5 Funciones de Minambiente para establecer normas de prevención y control del deterioro ambientalArt. 31 Funciones de las CAR,s relacionadas con calidad y normatividad ambiental

Marco conceptual

Tabaco

Vena tabaco

Nicotina

Virginia

Burley

Fumar

Europa

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Indígenas

Cigarrillo

Tabacos

Viaje

Industria

Semillas de tabaco