Maricarmen Olázar

Félix Arenas

Giordano

Bruno...espíritu infinito y libre

«Libros con Estrella»

EDICIONES

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Titulo original: Giordano Bruno

Primera edición: marzo 2015

© Ediciones Isthar Luna-Sol 2012Calle Albahaca 17, 45340 Ontígola - TOLEDO (ESPAÑA)

Deposito legal: TO. 447-2015ISBN: 978-84-940658-8-0

Impreso en España

Diseño cubierta: oak.bonac@gmail.comMaquetación: Antonio García Toméagtomedesign@gmail.com

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A Fraulina Sabolino... Su MadreA Todas las madres...

Que con Amor impulsan y apoyan, a niños y jovenes respetando su Esencia...

A mi Madre Isabel...

Dedicado a…

Acerca de los autores

Maricarmen Olázar

Nacida en Bakio (Bizkaia), María del Carmen Olázar Benguría, casada, madre y apasionada de los viajes abiertos al aprendizaje y desarrollo interior, ha dedicado infinidad de horas de estudio a la religión en la búsqueda de sus raices humanas, y de una reevaluación de la fe que diera respuesta a las tremendas y múltiples contradicciones que ha ido encontrando en el cristianismo.

¿Cómo era posible –se pregunta– que una Iglesia cuyo cimiento fundamental se apoya en la predicación de la justicia, el amor, el perdón... o enseña que la fe es asentimiento libre y no puede imponerse a la fuerza, pudiera haber cometido las atrocidades que se le atribuyen a la infalible Inquisición eclesiástica?

¿Qué delitos pudieron haber cometido Giordano Bruno, los Campanella, Savonarola y otros muchos que fueron condenados a torturas, mazmorras y finalmente quemados en la hoguera, para que no fuesen acreedores de ninguna de las enseñanzas que predica la Iglesia, entre ellas el perdón?

Hallar respuesta a estas y a otras muchas interrogantes se ha convertido para esta autora-coautora también del libro "La verdad sobre las piedras de Ica" (Ed. Sirio, 2007) en una necesidad vital; sencillamente porque por razón de sus raíces sigue vinculada a la religión católica.

Felix Arenas

Nacido en España, padre, licenciado en Económicas, ha sido director de marketing, presidente de un grupo de empresas, investigador geológico, arqueológico y médico, y terapeuta clínico. Investigador metódico y riguroso es autor y coautor del libro "La verdad sobre las piedras de Ica" (Ed. Sirio, 2007).

Índice

Prólogo............................................................................................. 13

Aclaración previa ............................................................................. 15

Introducción .................................................................................... 17

Filippo Bruno: Un primer acercamiento ......................................... 21

Contexto histórico ........................................................................... 23Las Santas Cruzadas ............................................................................. 23Tránsito entre la Edad Media y la Edad Moderna ............................ 26

Capítulo 1. Tras las huellas de Bruno: Infancia .............................. 33

Capítulo 2. Bruno en Nápoles ......................................................... 43

Capítulo 3. Retorno al hogar familiar ............................................. 49

Capítulo 4. Un recorrido por Nápoles y Pompeya .......................... 53

Capítulo 5. Vacaciones de Bruno en Sarno y la Costa amalfitana .. 55

Capítulo 6. Última etapa de Bruno con su Maestro ........................ 61

Capítulo 7. Primeros pasos para entrar en el Monasterio .............. 65

Capítulo 8. Ingreso en el Convento Dominico San Domenico Maggiore .......................................................................................... 73

Capítulo 9. Noviciado y vida de convento ....................................... 79Fray Giordano “Maestro Novicio”… por unos días .......................... 88Primer viaje al Vaticano. Roma ......................................................... 95Encuentro de Bruno con el Papa ....................................................... 96Regreso al Convento .......................................................................... 111

Capítulo 10. Bruno y su filosofía ................................................... 115

Capítulo 11. Doctorado en Teología ............................................. 121

Índice10

Capítulo 12. Bruno huye de Nápoles. El principio del final… ..... 129Bruno en Roma. Refugio temporal .................................................. 131

Capítulo 13. Comienza su peregrinaje .......................................... 141La huida hacia Viterbo ...................................................................... 144Volviendo sobre sus pasos y despedida de sus seres queridos ...... 150Génova… ............................................................................................ 151Noli ...................................................................................................... 157Savona .................................................................................................. 160Turín .................................................................................................... 161Milán, Mantua, Padua y Venecia ...................................................... 162

Capítulo 14. 1578: Hacia “países protestantes” ............................. 165Giordano Bruno en Ginebra, Suiza (Religión Calvinista) ............. 172

Capítulo 15. Francia: Lyon ............................................................ 187Toulouse .............................................................................................. 191París ..................................................................................................... 201

Capítulo 16. Inglaterra. País de religión Anglicana ...................... 229

Capítulo 17. Regreso a Francia ...................................................... 259

Capítulo 18. Marburgo, Alemania. Nuevamente en países protestantes .................................................................................... 273

Wittenberg .......................................................................................... 276

Capítulo 19. Praga. República Checa ............................................ 283

Capítulo 20. Helmstedt. Nuevamente en Alemania ...................... 293Frankfurt ............................................................................................ 300

Capítulo 21. Morgana. Sorprendente declaración ........................ 309

Capítulo 22. Regreso a Italia. Padua ............................................. 311Venecia ................................................................................................ 313Encuentro con Mocenigo .................................................................. 317Bruno en el Palacio de Mocenigo ..................................................... 318Denuncia de Mocenigo...................................................................... 326

Capítulo 23. Conducido al Palacio Ducal ..................................... 331Apresado.............................................................................................. 332Primeros interrogatorios e ingreso en la cárcel .............................. 334Compartiendo celda con sus enemigos ........................................... 342Una actitud “aparentemente” contradictoria .................................. 343

Capítulo 24. Entregado a los tribunales de Roma ......................... 347

Giordano Bruno 11

Capítulo 25. Últimos siete años de Giordano Bruno .................... 351

Capítulo 26. Interrogatorio recogido en el sumario ..................... 353

Capítulo 27. Finaliza el Proceso .................................................... 379En compañía de Tommaso ................................................................ 390Última comparecencia ....................................................................... 393Había que acabar con el Nolano ....................................................... 401Santa Inquisición. Sentencia ............................................................. 402Siete últimos días en la vida de Bruno ............................................. 407

Capítulo 28. Hacia la hoguera… ................................................... 415

Capítulo 29. Campo Dei Fiori ....................................................... 419

Capítulo 30. El legado de Bruno en el siglo XXI ........................... 429

Capítulo 31. Relación de sus Obras ............................................... 433

Capítulo 32. Reflexiones de los autores… ..................................... 445

Epílogo ........................................................................................... 463

Agradecimientos ............................................................................ 465

Bibliografía .................................................................................... 467

10

Bruno y su filosofía

<El estado más perfecto es aquel en el que cada ciudadano puede, merced a las leyes, practicar lo mejor posible la virtud y asegurar su felicidad.>

Aristóteles

S iguiendo cronológicamente las distintas etapas de la vida de Bruno, de su personalidad y sus ideas, hemos llegado a la que es, sin duda alguna, la más conocida de todas: su vida pública de

filósofo y hereje.

Decíamos casi al inicio de esta narración que estas dos importantes facetas ya habían sido convenientemente abordadas por muchos estudiosos de la obra de Giordano, sin ninguna duda mejores historiadores y mucho más versados que nosotros en los conocimientos filosóficos. Lo que nos anima a nosotros a seguir adelante es el hecho de disponer de una información que hace referencia —aunque de manera resumida— a esa edad adulta. Y como además tenemos en

Capítulo 10. Bruno y su filosofía116

nuestro poder un ejemplar de la mayoría de sus obras, consideramos oportuno aportar esos datos con el único deseo de, entre todos, engrandecer aún más si cabe la figura de este filósofo y conocerle mejor. Lo cual nos obliga necesariamente a hablar de filosofía… Intentaremos hacerlo de manera que no queden demasiado al descubierto nuestros escasos conocimientos en la materia y, sobre todo, que no resulte pesado. Pues todos, en alguna ocasión, hemos dicho, o al menos hemos pensado, que la filosofía era algo inútil y aburrido.

Pues bien, el pensador alemán Schopenhauer opinaba que la filosofía no solo no era aburrida, sino que prevenía el aburrimiento. Y en la misma línea, recientemente José Antonio Marina, uno de los filósofos españoles más conocidos, iba un poco más lejos al afirmar que la filosofía nos ayuda a vivir, y que debería entenderse como un servicio público. Vamos a pensar que es así. Y ¡quién sabe! a lo mejor acabamos creyendo que debería estar financiada por la Seguridad Social.

De momento, hemos descubierto que hay muchas formas de definir la palabra “filosofía” y nos hemos quedado con la que más nos ha gustado. (Procede del griego: filos significa amor y sofía significa sabiduría.)

“Amor a la sabiduría”. Para los primeros filósofos, la sabiduría era una virtud, una búsqueda de conocimiento y una superación de las opiniones falsas. Un libre pensamiento. De hecho, el ejercicio de la filosofía empezó adquiriendo trascendencia como una actividad intelectual y crítica orientada a reflexionar sobre las causas naturales que explican los distintos fenómenos que se producen en la realidad. Dicho de otro modo: sustituir los “mitos” por el “razonamiento” y las “explicaciones sobrenaturales” por “explicaciones racionales”.

Para ayudar a entender mejor esta última frase y, sobre todo, la importancia que tuvieron los filósofos en la transformación de todas las áreas de conocimiento, intentaremos dar con pocas palabras una pequeña visión de lo que era en la Antigüedad la concepción que se tenía del mundo. Apoyándonos en las sabias lecciones de nuestra particular filósofa y querida amiga Rosa Broncano, esta venía a decir que:

«El ser humano siempre ha necesitado interpretar el mundo en el que le ha tocado vivir. Antiguamente el mundo era un caos en el que todo funcionaba según el capricho de seres superiores y todopoderosos, llámense Zeus, Neptuno, Afrodita… etc. Pero este mundo era totalmente impredecible, nunca se sabía lo que iba a pasar, todo dependía de que los dioses estuvieran contentos o enfadados.

Giordano Bruno 117

Los primeros filósofos griegos del siglo IV a.C. se dieron cuenta de que en el mundo, en la naturaleza, no solo todo era tan caprichoso como parecía, sino que había una regularidad, un orden: ciclo lunar, solar… Y llegaron a la conclusión de que el mundo no era un caos, sino un cosmos, es decir, un mundo ordenado que podía llegar a conocerse mediante la razón.»

En esa constante búsqueda, Bruno volvía a reencontrarse con filósofos de la talla de Aristóteles, que a su vez había sido discípulo de Platón, maestro de Alejandro Magno y fundador del Liceo de Atenas. Aristóteles está considerado el fundador del sistema filosófico más poderoso del mundo antiguo. Se dice que transformó muchas de las áreas de conocimiento: lógica, metafísica, filosofía de la ciencia, filosofía política, astronomía...

Aristóteles (siglo IV a.C.) dio su propia explicación acerca del cosmos. Imaginó un círculo cerrado en cuyo centro estaba situada la Tierra inmóvil. Y alrededor de la Tierra giraban el Sol y los demás planetas en órbitas circulares. Según él, ese círculo cerrado (en cuyo centro —como ya hemos dicho— estaba la Tierra inmóvil), a su vez estaba dividido en dos regiones:

• Mundo Supralunar, o parte superior de la luna, que era el mundo donde situaba el cielo con su Dios y sus ángeles. Un lugar donde todo era perfecto y al que denominó “cielo”.

• Mundo Sublunar, o parte inferior de la luna, que era el mundo imperfecto, malo y corruptible al que denominó “infierno”. Y como no podía ser de otro modo, ahí habitaba el hombre.

Pues bien, este modelo y estas creencias fueron adoptados por la Iglesia como algo suyo. Y las entreveró de explicaciones teológicas.

Otra de las luminarias filosóficas de quien se empapaba Bruno fue Tomás de Aquino (1225-1274), de quien, como ya le hizo saber al Papa, estaba preparando una tesis para presentar en los exámenes.

Bruno se consideraba un ferviente estudioso de las enseñanzas de este “teólogo y filósofo católico de noble cuna”, como él definía a este santo aristócrata, hijo del conde Landolfo de Aquino. Al igual que él, había pertenecido a la Orden de los Predicadores e incluso había ejercido como maestro de Teología en San Domenico, amén de otras universidades europeas. Fundador de la escuela tomista (nombre que se le da al sistema de enseñanzas de Tomás de Aquino, tanto teológicas como filosóficas), se dice que muy pocos han logrado escribir como

Capítulo 10. Bruno y su filosofía118

él tal cantidad de trabajos, de tan alta calidad, en el plazo que lo hizo Aquino: en menos de tres décadas. Su obra escrita es inmensa, aunque quizás las consideradas más importantes son sus Summa Theologica escritas en latín. Nueve tratados en forma de disputas académicas en los cuales pretende exponer de modo ordenado la doctrina católica. Para entender y analizar el pensamiento de Tomás de Aquino tendríamos que referirnos a dos etapas diferentes:

En la primera de ellas (1245-1259) predominan las influencias de Platón. De esa etapa es el famoso libro primero de Suma contra gentiles, cuya función era servir de ayuda a los predicadores que tenían que discutir con judíos y musulmanes valiéndose de argumentos racionales y filosóficos, sin tener que basarse solo en la fe.

En la segunda etapa (1259-1273), sin cambiar el pensamiento precedente, predominó la influencia de Aristóteles, logrando así una síntesis entre ambos (platonismo y aristotelismo).

Pero, sin duda, Aristóteles fue la principal influencia de Aquino. De él recogió la idea de que el alma y el cuerpo forman una única sustancia.

Tomás de Aquino realiza en esa etapa toda una síntesis de los problemas más discutidos (fe-razón, creación, política) de su época, destacando la obra Summa Theologiae, según la cual el hombre posee una aptitud natural para la virtud, pero para alcanzarla es necesario practicarla. Convirtió la materia en algo subordinado a la voluntad divina. Y, al igual que Aristóteles, Aquino sostenía que la vida contemplativa era preferible a la vida activa.

De un interesante relato sobre Tomás de Aquino, escrito por Fernando Cohnen en la revista Muy Historia núm. 35 de 2011, rescatamos algunos de sus párrafos para conocer un poco más cómo opinaba:

«Creía que la mejor forma de gobierno era la monarquía o el gobierno de uno, pero para que esa jefatura fuera adecuada, el gobernante debía actuar siempre de acuerdo con la ley divina y el derecho natural.

Aunque partía de la superioridad de las verdades de la fe, Aquino presentó la filosofía como un medio de conocimiento autónomo, capaz de concordar con la teología y dar forma a los aspectos más diversos de la realidad., etc.»

Giordano Bruno 119

La biografía de Tomás de Aquino es tan extensa como brillante. Únicamente hay que añadir que la repercusión posterior ejercida por él ha sido inmensa, ya que su doctrina fue prácticamente el pensamiento oficial de la Iglesia durante siglos, siendo canonizado en 1323 y declarado Doctor de la Iglesia en 1567.

Tampoco pasaron inadvertidos para Bruno los pensamiento de Cusa, Nicola de Cusa, filósofo y teólogo de principios del siglo XV, que desplegó una intensa actividad diplomática y conciliar buscando la reconciliación de la Iglesia con los husitas (un movimiento revolucionario) y los ortodoxos. Cusa fue nombrado cardenal y los últimos años de su vida ejerció como vicario general del Estado Pontificio.

Aunque a Cusa se le relacionó con Platón, el suyo fue un pensamiento original fruto de una elaboración de materiales tradicionales y nuevos. Su obra cumbre fue La docta ignorancia. Situada a medio camino entre el mundo medieval y el renacentista, Cusa afronta el problema del conocimiento y de la relación del hombre con Dios de un modo que ha sido calificado de premoderno.

Según él, hay cuatro grados del conocer: los sentidos, la razón, el intelecto y la contemplación intuitiva. Y añade que la ciencia es conocimiento de lo finito, por lo que es un saber que es ignorancia. Pero cuando esta toma conciencia de sí misma, cuando conoce la impotencia del saber racional, es ya sabiduría: es la docta ignorancia.

En cuanto a sus ideas sobre el Universo, Cusa difería, como se puede ver a continuación, de las planteadas por Aristóteles, el cual, como se ha dicho con anterioridad, imaginaba la Tierra inmóvil en el centro de un círculo cerrado.

Al respecto Cusa escribió:

«Aunque este mundo no es infinito, sin embargo no puede concebirse como finito por carecer de términos entre los que esté comprendido.

Así pues, la Tierra, la cual no puede ser el centro, no puede carecer de todo movimiento, pues es necesario que se mueva de tal manera que siempre sea infinitamente posible que se mueva aún menos. Y así como la Tierra no es el centro del mundo, tampoco lo es la esfera de las estrellas fijas u otras cosas de su circunferencia.

Capítulo 10. Bruno y su filosofía120

No es verdad que la Tierra sea vilísima e ínfima. La Tierra es, pues, una estrella noble que tiene una luz, un calor y una influencia distinta y diversa de todas las demás estrellas. En ninguna región deja de haber habitantes… y no parece ser solo esta Tierra la habitada por cosas menores.»

De docta ignorancia, II, XI y XII.

Pitágoras, Platón, Aristóteles, Aquino, Cusa, Ficino… Toda esta combinación de pensamientos y filosofías son las que va recogiendo Bruno en la segunda mitad del siglo XVI, y a partir de ellas irá elaborando su propia filosofía.

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