Martel Tejidos Perf

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LOS TEJIDOS DE LO PERFORMÁTICO “Fueron los idiotas de éste mundo quienes fundaron la religión, las ceremonias, la ley, la fe y las reglas de la vida”. Giordano BRUNO Una triada es dinámica porque pide insistentemente desplazamiento, oscilando sin necesariamente optar por una dirección unificadora, desechando incluso el estricto punto de vista de la localización estática. El artista, y en particular el artista del performance, o el ser viviente de la acción, coloca a la tríada en una situación de interdependencia e interactividad. Una interpenetrac ión de sustancias agita el discurso y declaraciones a través de diversas categorizaciones y niveles de desarrollo. De esta forma, la huella artística se convierte en un arreglo que está más o menos determinado por criterios, legitimación y orientaciones. Es en este sentido que la tríada es dinámica. Ello implica una combinación y aboga por la hibridación, una síntesis de opues tos en una relación de influencia recíproca dentro de una simbiosis que rompe los niveles d e comprensión y aceptación. A menudo, las manifestaciones que son liberadas por el art ista del performance son incursiones en el tejido de lenguajes y hábitos. Esta tríada, con ac ción y contenido afirmativo o negativo, presenta posibilidades que van desde reprograma r el rumbo hasta descargar, y también aboga por un mensaje. Ella activa relaciones que usualm ente son conflictivas, al menos en relación con tendencias para estandarizar actitudes, man ifestaciones y condicionamientos, bien reales o imaginadas. Lo íntimo, lo privado y lo público: éstas son las tres caras de esta tríada que hace a l as manifestaciones oscilar en diversos contextos y situaciones. Esta situación de osc ilación se torna aún más problemática cuando es una cuestión de estar allí, en acción, frente a un cierto nú o de testigos, de presencias. La tríada es dinámica porque propone grados de interpret ación que también toman en consideración diferentes criterios, incluyendo aquellos de la propi a legitimidad de manifestaciones en el proceso de socialización. La intimidad es solicitada insistentemente porque el cuerpo que está presente util iza los elementos básicos, dados, del cuerpo mismo: aquellos hallados en secreciones, deli rio o en la actitud nihilista, por ejemplo. Lo íntimo es aquella zona de tabúes en la que el públi co halla su oposición potencial. La inclusión de manifestaciones de acciones íntimas en un contexto público es un fenómeno que rompe con hábitos y normas. Por lo tanto es cuestionada la naturaleza d el valor y el condicionamiento. Además, sabemos que actualmente las relaciones íntimas también es tán sujetas a criterios de juicio e invocan estratos de limitación cultural. La intimidad del acto a menudo es un rechazo o una repulsión. La misma también analiza criterios y por lo tanto la objetividad. El fenómeno de presentar, durante un evento

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�LOS TEJIDOS DE LO PERFORMÁTICO“Fueron los idiotas de éste mundo quienesfundaron la religión, las ceremonias, la ley, la fe y lasreglas de la vida”. Giordano BRUNOUna triada es dinámica porque pide insistentemente desplazamiento, oscilando sinnecesariamente optar por una dirección unificadora, desechando incluso el estricto punto devista de la localización estática.El artista, y en particular el artista del performance, o el ser viviente de la acción, colocaa la tríada en una situación de interdependencia e interactividad. Una interpenetración desustancias agita el discurso y declaraciones a través de diversas categorizaciones y niveles dedesarrollo. De esta forma, la huella artística se convierte en un arreglo que está más o menosdeterminado por criterios, legitimación y orientaciones. Es en este sentido que la tríada esdinámica. Ello implica una combinación y aboga por la hibridación, una síntesis de opuestos enuna relación de influencia recíproca dentro de una simbiosis que rompe los niveles decomprensión y aceptación. A menudo, las manifestaciones que son liberadas por el artista delperformance son incursiones en el tejido de lenguajes y hábitos. Esta tríada, con acción ycontenido afirmativo o negativo, presenta posibilidades que van desde reprogramar el rumbohasta descargar, y también aboga por un mensaje. Ella activa relaciones que usualmente sonconflictivas, al menos en relación con tendencias para estandarizar actitudes, manifestaciones ycondicionamientos, bien reales o imaginadas.Lo íntimo, lo privado y lo público: éstas son las tres caras de esta tríada que hace a lasmanifestaciones oscilar en diversos contextos y situaciones. Esta situación de oscilación se tornaaún más problemática cuando es una cuestión de estar allí, en acción, frente a un cierto númode testigos, de presencias. La tríada es dinámica porque propone grados de interpretación quetambién toman en consideración diferentes criterios, incluyendo aquellos de la propia legitimidadde manifestaciones en el proceso de socialización.La intimidad es solicitada insistentemente porque el cuerpo que está presente utiliza loselementos básicos, dados, del cuerpo mismo: aquellos hallados en secreciones, delirio o en laactitud nihilista, por ejemplo. Lo íntimo es aquella zona de tabúes en la que el público halla suoposición potencial.La inclusión de manifestaciones de acciones íntimas en un contexto público es unfenómeno que rompe con hábitos y normas. Por lo tanto es cuestionada la naturaleza del valor yel condicionamiento. Además, sabemos que actualmente las relaciones íntimas también estánsujetas a criterios de juicio e invocan estratos de limitación cultural.La intimidad del acto a menudo es un rechazo o una repulsión. La misma tambiénanaliza criterios y por lo tanto la objetividad. El fenómeno de presentar, durante un evento

público, acciones que normalmente tienen lugar en la mayor intimidad, conlleva un grado deinterrogación del sistema cultural y ciertamente social. Al propio tiempo, el mismo tambiénestablece un grado de tolerancia de ambas partes, bien sea que es una cuestión del lugar y suorganización o del protagonista y sus gesticulaciones. Por ejemplo, en el Accionismo Vienes hayuna incursión a las manifestaciones más íntimas conjuntamente con lo profano en el contexto depresentaciones públicas.De la misma forma, lo íntimo es una zona perturbada de principios en la cual cualquiercosa es posible, porque el cuerpo es a la vez un material extensible y el sitio del grado deaceptación estática del individuo.Aquí, una vez más, encontramos un tipo de relación entre grados dinámicos y estáticos,porque el cuerpo es un todo divisible, hecho de membranas y una simbiosisespecializaciones.La oscilación entre lo íntimo, lo privado y lo publico es parte del discurso y entrega dedeclaración, y esto es lo que quiero decir con "los tejidos de lo performático". La misma engendraotros sistemas y establece estratos y jerarquías. Lo íntimo penetra en el terreno público portanto, al interferir con él, y agitando el condicionamiento en distinta medida. Al propio tiempo,manifestaciones públicas y las preocupaciones con el público toleran e implican diversos nivelesde práctica a través de los cuales el cuerpo efectivamente localiza su presencia activa.político puede o no interactuar con el cuerpo mediante secreción, ya que la acción humanasegrega sus substancias de diversas formas y según diversas orientaciones.Por consiguiente, el cuerpo público a menudo hace incursiones al cuerpo íntimo. Cuandose trata de hacer una acción política o ecológica, son las preocupaciones del cuerpo públicoque interfieren en el cuerpo íntimo. Muchas acciones de protesta se justifican a sí mismasesta forma. Cuando un problema social es denunciado de esta forma por la proposición decuerpo, entonces hay un modelado de las relaciones oscilatorias entre el público y lo intimo porla vía, a veces, de lo privado.delalolasLolasdeunLa responsabilidad del protagonista -si es que existe alguna- es situada a este nivel, unespado-tiempo de arte y presencia en el cual las actitudes pueden tornarse reversibles y dondeel tejido performático es también una interrogación del aspecto posesivo del enjuiciamiento.Cuando se trata de exponer un hecho social, político o ecológico, u otro, por ejemplo, esel cuerpo en su intimidad el que atomiza los elementos que van a constituir la dirección,tramando diferentes arreglos para revelar la oscilación que existe en el balance de estructuras ypor lo tanto del poder en sí mismo.En Action Art o en el performance, el gesto interroga en la medida en que incurr

e enestas trayectorias e interpretaciones. El mismo cuestiona, en la medida en que aporta una ideaque engendra problemas de recepción, precisamente por el aspecto arbitrario de juicio, el cualen sí mismo está también sometido al con¬dicionamiento de la tríada dinámica. Por lo tanto,cuando un cuerpo se hace público, hay una oscilación incesante entre rechazo y aceptación deacciones íntimas que segrega sustancias materiales y corporales. Hay a la vez cuestionamientoy ambivalencia; éste es obviamente a menudo el caso durante la presentación de accionesartísticas en público. En ambas actitudes se confirma una dificultad con respecto a la tolerancia,y es en estos términos que la acción artística toca un aspecto del conocimiento y anula laalienación, o des-aliena, iun "des-alie-nante" pudiéramos decir!Cuando la gesticulación se hace oscilar mediante el uso de tabúes utilizados de diversasformas y por medio de diversas profanidades, entonces se subvierte el poder y la razón deacciones socialmente normalizadas. En esto yace otro acto de cuestionamiento.Cuando llevamos a cabo una actividad íntima en un contexto público tambiénarticulamos diversas actitudes, atractivas o no, que informan en el sentido de que dan contenidoa una forma. Aquí estamos en el corazón de la estética, ya que estamos hablando de lacomposición corporal de un numero mínimo de proposiciones lingüísticas, en presencia dedeterminados criterios de tolerancia, los cuales están sujetos aquí al condicionamiento cultural.Hoy en día evidentemente se está tornando cada vez más difícil elaborar una gramáticauniversal de manifestaciones y acciones; se han establecido diferencias culturalesconjuntamente con diferencias en el tejido social organizado.La tríada es dinámica porque invita a la interrogación; ya no se trata estrictamente deagitar lo espectacular, sino más bien de usar de los elementos de lo espectacular a fin deinterferir con tolerancias o intolerancias. Action Art y performance constituyen un gigantescoinstrumento de análisis, y en ello también estriba la responsabilidad del protagonista -aquí la delartista- de someterse a y de actuar en el espacio y tiempo performáticos. El hecho de que hayuna presencia pública indudablemente añade a la sustancia segregada de contenidos y formas.El acto performático actualmente consiste en examinar las posibilidades de darexpresión concreta a la materia corpórea y sus sustancias. Esto se hace a fin de producir unasecreción arbitraria tanto en el emisor como en el receptor. El arte performático o Actionsigue siendo una incursión al universo de valores y enjuiciamientos, como una articulaciónoscilante de niveles y condicionamiento arbitrarios.La cuestión de la responsabilidad también se refiere al establecimiento de ejescomunicación, medios, instancias y situaciones que se producen de acuerdo a diferentescontextos, a través de la compresión e impresión, y la creación de manifestaciones queconstituyen huellas. Esto se hace a fin de que esas huellas puedan, a su vez, convertirsemanifestaciones, al igual que el rio de Heráclito, al cual fluía incesantemente agua fresca,renovaba el nivel estatico de la situación. Es aquí donde se sitúa un comentario, así como una

incursión en el condicionamiento y límites de nuestra transgresión de lo cognoscible.responsabilidad del cuerpo individual es un tiempo compartido, es decir, la manifestaciónperformática es también una solicitud para realizar esta manifestarción en otro estrato. Esto esque quiero decir con los tejidos de lo performático, y además lo digo en el sentido de unaresponsabilidad acumulada y dinámica en términos del tejido social como un todo. El contextoel de una situación de cuestionamiento, y aquí el esfuerzo de responsabilidad es también unaparte compulsiva de la actividad performática.No es por accidente que la mayoría de las acciones, eventos e instancias performáticassean hechas por artistas o grupos artísticos. A partir de los futuristas (me refiero al futurismoporque es el primer ejemplo coherente de la afirmación del tejido performático), el eventoperformático ha venido siendo realizado por artistas y no por instituciones artísticas.Si fuéramos a compilar una lista exhaustiva de acciones, manifestaciones y presenciasperformáticas, nos daríamos cuenta de que estas actividades son generadas por artistasdiversas situaciones o contextos, quienes integran, de diversas maneras, un número relativoparticipantes. Está claro que una gran mayoría de acciones, encuentros, festivales, etc.,hacen posibles porque son los propios artistas los que los han producido. Aquí producirconvierte en hacer, en tanto que las instituciones se interesan en que hacer se convierta enproducto.ArtdeenLaloesendeseseunLa responsabilidad del cuerpo humano del artista -el cual ensaya, transforma, profana-se amplía cuando se trata de permitir la realización de este tipo de acción. Por lo tanto, no habríaAction Art si no hubiera artistas y, a la inversa, como se expresaría en una buena dialécticasituacionista, no habría artistas si no hubiera acción artística.Además, lo que se entiende bajo el nombre de tejido performático es también parte deltrabajo artístico. Es un hecho establecido en nuestros días que las manifestaciones artísticas sonsolicitadas por los propios artistas, encargados de la responsabilidad de realizar y producirinstancias de arte contextual en una diversidad de situaciones. En cualquier caso, es muy raroque sean instituciones las que propongan y produzcan eventos en los cuales el arte estéinvolucrado en una situación de cuestionamiento. Ellos probablemente estén intranquilos con laidea de considerar su realidad estática en un universo de proposiciones dinámicas. Por lo tanto,la mayor parte del tiempo, las manifestaciones y acciones performáticas están constituidas por lapresencia de los propios artistas. Esta auto-administración artística es evidente a

lo largo delsiglo pasado. Sólo hay que buscar algunas referencias a partir del futurismo hasta elconstructivismo, del surrealismo al situacionismo, del Fluxus al arte auto-administrado parademostrar que la mayor parte del tiempo los artistas no necesitan museos; ellos más biennecesitan lugares y espacios donde puedan darle una expresión concreta a una dinámica deactividades cargadas de una responsabilidad ética y estética que se mueve hacia y contra sumedio institucional en el estilo de campo de concentración. De la misma manera, la mayor partedel tiempo son los artistas quienes reincorporan a otros artistas menos conocidos e inclusoolvidados. Esto es prueba de que la auto-administración artística es un principio organizativodinámico.Por lo general, el trabajo artístico trae aparejada una especie de necesidad de explorar,transgredir y, al igual que la filosofía de Adorno, consistía en "un pensamiento que era imposiblede frenar", de manera que la actividad artística continúa siendo algo que también es difícilfrenar. Es más, ésta es la razón del por qué hay una voluntad de transgredir, positivanegativamente. Esta incursión en una masa enredada de lenguajes y condicionamiento es partedel medio exploratorio y transformativo de la actividad artística.La cuestión es crear una especie de laboratorio para diferentes prácticas, de acuerdocon diversas metodologías y formas. Aquí, una vez más, la responsabilidad referida a lo anteriorcubre el tejido performático como un todo. Posteriormente, las instituciones recuperanproducto segregado del artista. La naturaleza expansiva del tejido performático implica unaactiva participación que tiene muchas direcciones.El fenómeno del Action Art en el tejido performático continúa siendo una extensión devoluntad artística para intervenir que aspira a ser global. Es en este sentido que el trabajosituacionista encuentra su legitimidad histórica, estética y ética. Ya no se trata más de crearuniverso de producción simbólica, sino más bien de dar expresión concreta a un proyecto -ensentido filosófico- que puede presentar un riesgo al orden concupiscente de posicionamientoinstitucional.Estas situaciones se convierten en secreción expansiva que ya no está más limitadaproducto material o sustancia del cuerpo; la misma consiste más bien en una sustancia cognitivaque se desarrolla, en la agonía de la acción, desde diversos contextos y situaciones ydiversos grados, en la cual la amplitud es relativa a la percepción de cada persona. Es comouniverso nada claro de gesticulaciones en medio de los diversos estratos de condicionamiento.El universo performático es una dinámica de lo cognoscible, como una responsabilidadcompartida, es activada por una intervención en el tejido performático general. La oscilaciónentre lo íntimo, privado y público es relativa a los grados variables de lo "segregable". Elloimplica la responsabilidad de los artistas de situar las diversas gesticulaciones y proposicionesde lenguaje en un universo más o menos formalizado, con la voluntad de arriesgar la aventuraartística que es emancipadora y delirante, y que nos libera de, o se diluye en el

condicionamientode diversas naturalezas. Action Art es performático, y debe situarse a sí mismo a travésmecanismo de los sistemas artísticos y sociales, ya que el arte institucional también tiene susarterias, sus medios de hacer historia y sus métodos de censura.Veremos ahora si hay huellas de lo que es "susceptible de ser secreto" en los dominiosíntimos y públicos que constituyen gesticulaciones en el tejido performático general.

Richard MARTELTexto publicado en el catálogo de la 8va Bienal de La Habana “El Arte con la Vida”, Centro deArte Contemporáneo Wilfredo Lam, La Habana, Cuba, 2003. Transcrito digitalmente por Igna�