Martin Kerr - El Mito del Abuelo Judío de Hitler

9
http://editorial-streicher.blogspot.com Martin Kerr - El Mito del Abuelo Judío de Hitler Hemos encontrado este artículo (The Myth of Hitler's 'Jewish' Grandfather) que, aunque al parecer siendo más antiguo, aparece como editado el 30 de Junio de 2007. Está firmado por Martin Kerr, quien sería un activista de toda la vida, y un escritor y editor sobre temas nacionalsocialistas. Él escribió esta refutación standard en 1982 (dice en un sitio) la cual ha resistido la prueba del tiempo. Creemos que podría tratarse del editor señor David Martin Kerr, señalado por algunos como uno de los estadounidenses influyentes dentro del movimiento racialista blanco y conservador. Se suma este texto que hemos traducido a otros dos que hemos presentado (de Carolyn Yeager y Karl Radl) con respecto a la refutación de mentiras que varios pretenden desde hace tiempo hacer pasar por verdades, tocantes a los verdaderos ancestros de Adolf Hitler. Creemos que si con todos estos argumentos que estamos aportando aún habrá quienes sigan aferrándose a inverosímiles y desacreditadas patrañas, aquellos no tienen remedio intelectual y evidentemente tienen un interés forjado de antemano. Las informaciones que están entre paréntesis cuadrados son del editor del texto en inglés. Hemos enriquecido la información con una muy pertinente nota. El Mito del Abuelo "Judío" de Hitler por Martin Kerr Hitler estaba en lo correcto: Mientras más enorme y absurda es una mentira, más rápido captura la imaginación pública y es creída, y es más difícil de disipar. «...pues las grandes masas de personas en el fondo mismo de sus corazones tienden a estar corrompidas más bien que ser deliberadamente malas, y que, por lo tanto, en vista de la simplicidad primitiva de sus mentes, ellos caen más fácilmente víctimas de una mentira grande que de una pequeña, ya que ellos mismos mienten en pequeñas cosas, pero estarían avergonzados de mentiras que fueran demasiado grandes. «Tal falsedad nunca entrará en sus cabezas, y ellos no creerán que alguien fuese capaz de tal descaro monstruoso y falsedad infame; sí, aun cuando estén informados sobre el asunto, ellos dudarán mucho tiempo y vacilarán, y seguirán aceptando al menos una de las afirmaciones como verdadera. Por lo tanto, de incluso la mentira más insolente siempre algo permanecerá y se mantendrá...» (Mein Kampf, Libro I, cap. X). Es una de las crueles ironías de la Historia —aunque quizás no una inesperada― el que habiendo expuesto y denunciado la técnica de la Gran Mentira ante el mundo, Adolf Hitler mismo se convirtió en el sujeto de un montón entero de falsedades y calumnias. No es nuestro objetivo aquí investigar todas las Grandes Mentiras que han sido propagadas sobre Adolf Hitler, el nacionalsocialismo y el Tercer Reich, sino más bien concentrarnos en una de las más duraderas y perniciosas de estas mentiras: la de que Hitler era de ascendencia parcialmente judía.

Transcript of Martin Kerr - El Mito del Abuelo Judío de Hitler

Page 1: Martin Kerr - El Mito del Abuelo Judío de Hitler

http://editorial-streicher.blogspot.com

Martin Kerr - El Mito del Abuelo Judío de Hitler

Hemos encontrado este artículo (The Myth of Hitler's 'Jewish' Grandfather) que, aunque alparecer siendo más antiguo, aparece como editado el 30 de Junio de 2007. Está firmado porMartin Kerr, quien sería un activista de toda la vida, y un escritor y editor sobre temasnacionalsocialistas. Él escribió esta refutación standard en 1982 (dice en un sitio) la cual haresistido la prueba del tiempo. Creemos que podría tratarse del editor señor David Martin Kerr,señalado por algunos como uno de los estadounidenses influyentes dentro del movimientoracialista blanco y conservador. Se suma este texto que hemos traducido a otros dos que hemospresentado (de Carolyn Yeager y Karl Radl) con respecto a la refutación de mentiras que variospretenden desde hace tiempo hacer pasar por verdades, tocantes a los verdaderos ancestros deAdolf Hitler. Creemos que si con todos estos argumentos que estamos aportando aún habráquienes sigan aferrándose a inverosímiles y desacreditadas patrañas, aquellos no tienen remediointelectual y evidentemente tienen un interés forjado de antemano. Las informaciones que estánentre paréntesis cuadrados son del editor del texto en inglés. Hemos enriquecido la informacióncon una muy pertinente nota.

El Mito del Abuelo "Judío" de Hitlerpor Martin Kerr

Hitler estaba en lo correcto: Mientras más enorme y absurda es una mentira, más rápidocaptura la imaginación pública y es creída, y es más difícil de disipar.

«...pues las grandes masas de personas en el fondo mismo de sus corazones tiendena estar corrompidas más bien que ser deliberadamente malas, y que, por lo tanto, envista de la simplicidad primitiva de sus mentes, ellos caen más fácilmente víctimas deuna mentira grande que de una pequeña, ya que ellos mismos mienten en pequeñascosas, pero estarían avergonzados de mentiras que fueran demasiado grandes.

«Tal falsedad nunca entrará en sus cabezas, y ellos no creerán que alguien fuesecapaz de tal descaro monstruoso y falsedad infame; sí, aun cuando estén informadossobre el asunto, ellos dudarán mucho tiempo y vacilarán, y seguirán aceptando al menosuna de las afirmaciones como verdadera. Por lo tanto, de incluso la mentira másinsolente siempre algo permanecerá y se mantendrá...» (Mein Kampf, Libro I, cap. X).

Es una de las crueles ironías de la Historia —aunque quizás no una inesperada― el quehabiendo expuesto y denunciado la técnica de la Gran Mentira ante el mundo, Adolf Hitlermismo se convirtió en el sujeto de un montón entero de falsedades y calumnias.

No es nuestro objetivo aquí investigar todas las Grandes Mentiras que han sido propagadassobre Adolf Hitler, el nacionalsocialismo y el Tercer Reich, sino más bien concentrarnos en unade las más duraderas y perniciosas de estas mentiras: la de que Hitler era de ascendenciaparcialmente judía.

Page 2: Martin Kerr - El Mito del Abuelo Judío de Hitler

Hay una serie de variaciones del mito "Hitler era en parte judío", que generalmente tienendos cosas en común: 1) la mayoría de ellas se basa en la acusación de que el abuelo paternode Hitler era un judío, y 2) todas han sido completamente desacreditadas por las pruebasdocumentales disponibles. Que esa acusación sea todavía hoy repetida es una evidencia delodio duradero y apasionado que los enemigos de Adolf Hitler todavía conservan hacia él,incluso ahora, décadas después de su muerte. Al mismo tiempo, es un ejemplo clásico deldesprecio por la verdad que muchos historiadores anti-Hitler del Sistema muestran cuandohablan de la época nacionalsocialista en Europa.

De hecho, la familia Hitler, incluso el abuelo paterno de Adolf Hitler, es de un linaje ariointachable. Por medio de los archivos de nacimientos, muertes y matrimonios conservados porla Iglesia católica, es posible remontar a los antepasados de Hitler a cientos de años.

La familia, que vivió desde tiempo inmemorial en Austria Superior, era de un sólido origencampesino alemán, y los antepasados inmediatos de Hitler eran todos pequeños granjeros oartesanos. (La excepción notable a esto, por supuesto, fue el padre de Hitler, Alois Hitler, queera un funcionario comisionado en el servicio austriaco de aduanas). La ortografía y lapronunciación del apellido como "Hitler" es un desarrollo bastante reciente. Las versiones másantiguas incluyen "Huettler" y "Hiedler", siendo la primera el apellido original del cual sederivaron las otras formas [El nombre puede derivarse de "Huette", la palabra alemana para"choza"] (1).

(1). Para una buena discusión de la familia de Hitler, y especialmente de losantecedentes inmediatos de Adolf Hitler, vea Bradley F. Smith, "Adolf Hitler: HisFamily, Childhood and Youth", capítulos 1 y 2, passim, Hoover InstitutionPublications, Stanford, California, 1967.

La única irregularidad en la ascendencia de Hitler fue la ilegitimidad de su padre. Porcuanto él nació fuera del matrimonio, Alois Hitler llevó el apellido de soltera de su madre,María Anna Schicklgruber, durante una buena parte de su vida. Incluso después de que sumadre finalmente se casó con [el padre de Alois] Johann Georg Hiedler, Alois conservó elapellido Schicklgruber. No antes de que él tuviera 39 años él reclamó su apellido apropiado,que él deletreó y pronunció en la manera que el mundo ha venido a conocer: ¡Hitler!.

Pero esta ilegitimidad en sí misma no es significativa o aún inusual. Como el historiadoranti-NS Bradley F. Smith nota en su libro bien investigado y generalmente imparcial, "AdolfHitler: Su Familia, Infancia y Juventud":

«A pesar de que la ilegitimidad era mal vista por las autoridades, sobre todo por laIglesia Católica, era común en los campos austriacos. En algunos distritos, el 40 porciento de los nacimientos era ilegítimo. La cifra para Austria Inferior en 1903 era todavíadel 24 por ciento. Un hijo natural en una casa campesina, por lo tanto, no era unfenómeno extraño...» (p. 20).

Inusual o no, la ilegitimidad de Alois ha servido como una base fáctica de extremaimportancia para aquellos que procuran difundir la falsedad de que Hitler tenía un abuelo judío.

Las Primeras Calumnias

Como cualquiera que tenga una experiencia de primera mano en el movimiento racialistasabe, es una práctica común de los judíos mismos intentar de vez en cuando desacreditar aprometedoras personalidades anti-judías esparciendo rumores falsos de que este o aquel líderes realmente un judío, o un homosexual, o un comunista o un agente del gobierno. En efecto,con difamaciones de esta clase incluso algunos individuos dentro del movimiento racialistaintentarán menoscabar a sus rivales políticos.

Adolf Hitler fue el objetivo de tal secreta y despreciable oposición desde dentro delMovimiento, al menos tan temprano como en Julio de 1921. Una camarilla de miembros del

Page 3: Martin Kerr - El Mito del Abuelo Judío de Hitler

NSDAP que evidentemente sintieron que Hitler no estaba capacitado para conducir el Partidocomenzó una campaña de rumores de que él era de ascendencia judía.

Como es siempre el caso en las historias acerca de los antepasados supuestamente judíosde Hitler, estos conspiradores no tenían absolutamente ninguna evidencia documental para susafirmaciones, y confiaron en cambio en insinuaciones falsas, sospechas infundadas y rencores.Sus esfuerzos culminaron en la circulación de un panfleto del miembro del NSDAP ErnstEhrensperger, que dice en parte:

«Hitler cree que ha llegado el tiempo para introducir la desunión y la disensión ennuestras filas a instancias de sus sostenedores en la sombra, y así promover losintereses de la Judería y sus secuaces... ¿Y cómo está conduciendo él esta lucha? Comoun verdadero judío» (Werner Maser, "Hitler: Legend, Myth and Reality", pp. 9-10, Harper& Row, Nueva York, 1971).

Aunque éste pueda haber sido el primer esfuerzo para difamar al Führer en esta manera,ciertamente no fue el último. A lo largo de los años '20 y '30 aquellos que eran hostiles a Hitlerpropagaron diversas variaciones de este cuento, incluso versiones que eran a menudomutuamente contradictorias. El Daily Mirror de Londres vanamente trató de añadir un poco desustancia a esta mentira en Octubre de 1933 publicando una fotografía de una lápida sepulcralde un judío polaco que había llevado el mismo apellido que el Führer. Dos periódicos judíos,Forward en Estados Unidos y Haynt en Polonia, rápidamente se hicieron cargo de esto parapropagar esta particular historia posteriormente, siendo la implicación de esto que el judíodifunto ¡era el abuelo de Hitler!.

Sin embargo, ya que este judío específico había nacido en 1832, él era sólo cinco años másviejo que el padre de Hitler, lo que significaba que él no podía haber sido el hombre queengendró al ilegítimo Alois [es decir, a menos que el judío en Polonia engendrara al padre delFührer en Austria a la edad de cinco años].

Así, la primera historia del "abuelo judío" fue puesta a descansar (Werner Maser, "Hitler:Legend, Myth and Reality", p. 10).

El infame propagandista anti-nacionalsocialista Konrad Heiden [Munich 1901 - Nueva York1966], él mismo en parte judío, también sugirió en sus venenosas biografías de Hitler,publicadas en 1932 y 1936, que el Führer era de ascendencia judía.

Heiden afirmó de manera infame que Hitler era un Teppichfresser, un "mascador dealfombras" (*). Todos los historiadores descartan hoy sus libros como estupideces, entre ellos"Der Führer. El Ascenso de Hitler al Poder" (Boston, 1944), "Hitler: Una Biografía" (en dosvolúmenes, 1936-1937, Zürich), "Nacimiento del Tercer Reich" (Zürich, 1934) e "Historia delNacionalsocialismo" (Berlín, 1932).

(*) NdelT: La misma tontería sostiene el despreciable periodista estadounidenseWilliam Shrirer en su libro "The Rise and Fall of the Third Reich", en forma de diario,donde el 22 de Septiembre anota: «Pienso que Hitler está al borde de un colapsonervioso. Y ahora comprendo el significado de una expresión que miembros delPartido usaban cuando nos sentamos a beber en el Dressen anoche. Ellos hablabandel "Teppichfresser", el "come-alfombras". Al principio no lo entendí, pero luegoalguien lo explicó en un susurro. Ellos decían que Hitler había estado teniendo unade sus crisis nerviosas últimamente y que en días recientes éstas habían tomado unaforma extraña. Cada vez que él violentamente alude a [Edvard] Benes o a los checos,se arroja al suelo y masca el borde de la alfombra, y de aquí la alusión. Después deverlo esta mañana, puedo creer eso». Pero este pobre idiota mitómano y créduloignoraba que el chisme de Hitler como comedor de alfombras era simplemente unamala interpretación, puesto que algunos periodistas franceses habían apodado aHitler como "Teppichfresser" porque éste solía caminar hacia adelante y hacia atrásdurante sus discursos. Los periodistas pensaron que por desplazarse tanto éldestruiría muchas alfombras. Así es como surgió el apodo.

Page 4: Martin Kerr - El Mito del Abuelo Judío de Hitler

Aunque estos libros fueran altamente considerados en círculos hostiles al Movimiento, estaparticular mentira fue correctamente juzgada como demasiado improbable para ser tomada enserio y fue generalmente desestimada (Werner Maser, op. cit., p. 12).

La Gran Mentira de Hans Frank Refutada

Por extraño que parezca, la versión más persistente del mito no fue ampliamentepublicitada sino hasta 1956, mucho después de la muerte del Führer, con la publicación de"Hitlers Jugend: Phantasien, Luegen und die Wahrheit" (La Juventud Hitleriana: Fantasías,Mentiras y la Verdad) de Franz Jetzinger. Mientras que las tentativas anteriores deestigmatizar a Hitler acusándolo de ser en parte judío simplemente tomaron la forma derumores infundados que eran tan carentes de documentación según estaban alejados de larealidad, Jetzinger al menos hizo algún esfuerzo para respaldar su caso.

Bradley Smith resume las acusaciones de Jetzinger:

En la edición alemana de su libro Hitlers Jugend (págs. 28-35), y sobre todo en el posteriorresumen inglés, Hitler's Youth (págs. 19-30), Jetzinger sostiene, con entusiasmo creciente,que el padre de Alois Hitler era realmente un judío de Graz de apellido Frankenberger...

La única fuente de Jetzinger para estos sorprendentes argumentos es el libro "Im Angesichtdes Galgens" (Ante la Horca), escrito por Hans Frank, antiguo abogado nacionalsocialista yGobernador General de Polonia, mientras esperaba la ejecución en Nuremberg.

En un relato plagado de errores demostrables (que fueron expuestos en parte por la propiainvestigación de Jetzinger) Frank declara que hacia el final de 1930 él fue a Austria porórdenes de Hitler para investigar una amenaza de revelación de un presunto antepasado judíodel Führer.

Hans Frank afirma que en Graz él se enteró de que la madre de Alois había sido empleadapor la familia judía Frankenberger, que ella había quedado embarazada mientras estaba en suempleo, y que la familia le pagó un dinero de apoyo en años posteriores sobre la presunción deque el padre del niño era el joven Frankenberger... La narrativa de Frank es vaga y carece deevidencia que la confirme. Él sostiene que existían ciertas cartas para apoyar su historia, peroni él ni nadie más ha sido capaz alguna vez de producirlas (Bradley F. Smith, "Adolf Hitler: HisFamily, Childhood and Youth", p. 157).

A pesar de que con toda seguridad no era su objetivo levantar otra vez el argumento del"abuelo judío", Jetzinger realizó de esta manera un servicio valioso a nuestro Movimiento, yaque su acusación incitó a otros investigadores a determinar de una vez para siempre la verdado la falsedad del mito.

Lo que estos investigadores encontraron, por supuesto, era que Hans Frank estabamintiendo.

El historiador y biógrafo alemán de Adolf Hitler, Werner Maser, quien es algo menoshistérico en su oposición al nacionalsocialismo y a su fundador que otros escritores anti-NS,descubrió que:

«...Ninguno de los Frankenberger conocidos por haber vivido en Graz [la capital de laAustria Superior] podría haber sido el padre de Alois Schicklgruber, ni tampoco parecehaber ningún rastro de algún judío alemán llevando ese apellido o cualquier variante deaquél en el siglo XIX.

«En efecto, a partir del final del siglo XV hasta una década después de la muerte deMaría Anna Schicklgruber, ningún judío era residente en Graz. Bajo los términos deltratado concluído el 19 de Marzo de 1496 entre el Emperador Maximiliano I y lasciudades de la región de Estiria, todos los judíos debían ser expulsados de la provinciahacia el 6 de Enero de 1497.

Page 5: Martin Kerr - El Mito del Abuelo Judío de Hitler

«...No antes de 1781, en el reinado de Joseph II, a ellos se les permitió entrar denuevo en el Ducado de Estiria y entonces sólo durante unas pocas semanas a la vez...cuando eran admitidos en las ferias comerciales en Graz, Klagenfurt, Laibach y Linzcontra el pago de una suma fija.

«Pero tan pronto como el 9 de Septiembre de 1783 los derechos de los judíos fueronnuevamente recortados, una medida que fue reforzada por regulaciones discriminatoriasadicionales en 1797, 1823 y 1828. Esta situación permaneció inalterada hasta comienzosde la década de 1860...» (Maser, p. 13. Vea también p. 351, f. 46).

En otras palabras, es simplemente imposible que en 1836 la abuela paterna de Adolf Hitler,María Anna Schicklgruber, pudiera haber quedado embarazada de un judío de Graz apellidadoFrankenberger, antes de dar a luz a Alois Schicklgruber/Hitler, el padre de Adolf, en 1837.

Por supuesto, la verdad rara vez ha actuado como una restricción en los más rabiososescritores anti-Hitler, como Jetzinger. Cuando en 1956 la revista alemana Der Spiegel publicólos resultados de una investigación que eran los mismos que las conclusiones de Maser,Jetzinger permaneció aparentemente impertérrito. Smith comenta:

"En el resumen inglés de su trabajo, Jetzinger descartó la historia de Der Spiegel, nopor presentar nuevas pruebas sino repitiendo con un aumentado énfasis que él creía queel abuelo paterno de Adolf Hitler era judío" (Smith, op. cit., p. 159).

Es imposible averiguar hoy por qué Hans Frank dijo esta falsedad infundada e indignante.Está claro, a partir del estado confuso de su biografía (Smith, op. cit., p. 158), que él sufrió uncolapso mental por la tensión que le provocaron su encarcelamiento y los procedimientosjudiciales del farsesco tribunal de Nuremberg. Uno sólo puede suponer que la historia del"abuelo judío" que él relató fue producto de esta debilidad psicológica.

Está menos claro por qué Jetzinger aceptó la historia de Frank de manera tan poco crítica,sobre todo después de que fue objetivamente refutada por otros historiadores anti-nacionalsocialistas. Y es absolutamente asombroso que todavía otros historiadores continúenhasta este día repitiendo como loros tales tonterías frente a tal riqueza de pruebas sólidas quela refutan.

¿Realmente parece este hombre como que su padre fuera unRothschild o un Frankenberger? (Alois Hitler alrededor de los65 años).

Page 6: Martin Kerr - El Mito del Abuelo Judío de Hitler

Escritores Anti-Hitler Ignoran la Evidencia

Por ejemplo, el historiador perteneciente al sistema Robert Waite, en un libro publicado en1977 (aproximadamente 21 años después de la investigación de Der Spiegel), refiere laaseveración de Hans Frank de que el abuelo paterno de Hitler era judío, diciendo:

«A pesar de la reputación de Frank como "el Carnicero de Polonia", parecería haber razónpara creer su historia. Él escribió sus memorias como un hombre condenado a muerte que sehabía convertido al catolicismo. Él escribió, en parte, para expiar sus pecados. Él no teníaninguna razón aparente para tergiversar a Hitler o para inventar la historia» (Robert G. L.Waite, pp. 126-127, New York, 1977).

El trabajo de Waite, a propósito, se titula "The Psychopathic God Adolf Hitler", título queindica el nivel de objetividad histórica que el autor mantiene a través de todo el libro.

Otros, mientras repiten las acusaciones de Frank refutadas hace mucho tiempo, han sidomenos entusiastas sobre una aceptación incondicional de ellas. Joachim Fest, en su biografíadel Führer, concede que la historia de Frank es "sumamente dudosa" y que "la investigaciónreciente ha sacudido aún más la credibilidad de su declaración, de modo que la noción enterapuede escasamente resistir la investigación" (Joachim C. Fest, Hitler, p. 15, Harcourt BraceJovanovich, New York, 1973).

Después de afirmar esto, sin embargo, Fest se pone a especular con que Hitler mismopuede haber creído el improbable cuento de Frank y que "los descubrimientos [sic] de Frankobligaron a Hitler a dudar de su propia ascendencia". No debería sorprender que Fest noaporte ninguna evidencia para sostener esta peculiar noción.

Quizás la más ampliamente leída biografía reciente del Führer sea "Adolf Hitler" (1976) deJohn Toland. No haciendo caso de las investigaciones sobre la historia de Frank realizadas porDer Spiegel, Bradley y Maser —todas las cuales estaban disponibles para él—, y despreciandocualquier investigación personal en la materia, Toland dice que el padre de Alois Hitler fueprobablemente un hombre de la vecindad. Hay una leve posibilidad de que el abuelo de Hitlerfuera un rico judío apellidado Frankenberger o Frankenreither, y de que María Anna haya sidouna empleada doméstica en dicha casa judía en Graz y que el hijo joven la hubieraembarazado (John Toland, Adolf Hitler, pp. 3-4, Doubleday & Company, New York, 1976).

Él continúa citando a Jetzinger como una fuente para esta historia, comentando que el librode Jetzinger es "generalmente exacto". Debería ser hecho notar que Toland [1912-2004]puede haber tenido un motivo psicológico personal para desear creer el desacreditado cuentodel "abuelo judío": Él mismo es un mezclador de la raza, casado con una esposa japonesa, yde ese modo él puede estar demasiado impaciente para proyectar su propia carencia deintegridad racial sobre otros.

Incluso con toda su deshonestidad académica, Waite, Fest y Toland (cada uno de los cualeses al menos nominalmente ario) no comienzan siquiera a acercarse a la absurda afirmaciónhecha por el psicólogo judío Walter Langer.

En The Mind of Adolf Hitler (1972), Langer presenta lo que es quizá la versión másdescarada e insultante de la mentira del "abuelo judío". En este análisis "psico-histórico" de lapersonalidad de Hitler, Langer relata una historia de la ascendencia de Hitler que sostiene quesu abuelo paterno era realmente un miembro de la familia Rothschild que vivía en Viena. Él noofrece un solo fragmento de evidencia o documentación para justificar esta notable afirmación,pero en cambio enumera "varios factores que parecen favorecer su posibilidad", entre los queincluye:

"...la inteligencia y la conducta de Alois [el padre de Hitler], así como la de sus doshijos [Adolf y Alois hijo], está completamente en desacuerdo con la usualmenteencontrada en las familias campesinas austriacas... Tal ambición y extraordinariaintuición política está más de acuerdo con la tradición Rothschild" (Walter C. Langer,

Page 7: Martin Kerr - El Mito del Abuelo Judío de Hitler

"The Mind of Adolf Hitler. The Secret Wartime Report", p. 113, Basic Books, New York,1972).

En otras palabras, Hitler era demasiado inteligente y capaz para haber provenido de unhumilde origen campesino ario, y por lo tanto debe haber sido en parte judío...

...¡Qué increíble arrogancia!.

Langer, psiquiatra judío de Harvard, dice que un abuelo Rothschild dio a Hitler subrillantez; crear una Europa judenfreies, "sin judíos", FUE brillante.

Notamos antes que los primeros en difundir la patraña de que el Führer era judío fueron losopositores de Hitler dentro del Movimiento. Así, es triste pero no sorprendente que susactuales críticos racialistas hayan tratado de dar nueva vida a esta falsedad. "Direct Action",un boletín de noticias racialista canadiense con inclinaciones nacional-bolcheviques, repitió laacusación de Hans Frank tan recientemente como en Diciembre de 1980 ("What StrasserKnew", Direct Action, N°26, pp. 10-11, Toronto, Canadá, Dic. 1980). Posteriormente hizo laacusación de que el líder SS Reinhard Heydrich era también judío en una cuarta parte, ydeclaró que uno de los verdaderos motivos por los que el traidor Gregor Strasser fue ejecutadoen el momento del golpe contra Röhm era que él tenía "pruebas" de todo esto (Ibid., p. 11). Elboletín de noticias no explica por qué Hans Frank no fue ejecutado por la SS también, sitambién él estaba en posesión de esta escurridiza "evidencia".

Las Mentiras Son Duras para Morir...

Las mentiras son duras de matar, sobre todo cuando ellas son deliberadamente propagadaspor sinvergüenzas disfrazados como académicos o por aquellos que tienen un hacha políticaque afilar. Y sin embargo a veces los acontecimientos reales prestan un aura de credibilidad alo que es falso.

La desafortunada atracción que el nacionalsocialismo ejerce sobre ciertos judíos inestablesque se auto-odian y sobre semi-judíos, es bien conocida a través de todo el Movimiento.

Esto es particularmente verdadero de la grotesca y distorsionada parodia del verdaderonacionalsocialismo que ha sido etiquetada como "nazismo de Hollywood". Desde elrenacimiento del Movimiento a principios de los años '60 [por George Lincoln Rockwell, 1918-1967, Comandante Naval en la 2ªGM y en Corea, y asesinado a sus 49 años], ha habido variosjudíos que se han identificado tan fuertemente con el Movimiento que ellos han ocultado suascendencia racial y se han unido a nuestras filas. En al menos tres casos, estos individuosenfermos se han elevado a posiciones de prominencia en los medios antes de ser expuestossus antecedentes.

En el más notable de estos casos, Frank Collin/Cohn, fundador del grupo disidente que sellama a sí mismo el Partido Nacionalsocialista de Estados Unidos (NSPA), fue extensamentepresentado al público por los medios de comunicación como el clásico ejemplo de un líder"nazi" que era secretamente un judío ("Immigration Records Prove Frank Collin is Jewish",White Power, N°86, págs. 4-5, George Lincoln Rockwell Party, Arlington, Virginia, Julio-Agosto1978).

Este y otros casos similares sólo sirven para reforzar la creencia popular de que Hitlermismo era de ascendencia judía.

¿Insulto o Elogio?

Estos cuentos son propagados, por supuesto, con la esperanza de que ellos desacreditaránde alguna manera a Adolf Hitler, su Idea y su Movimiento. Los nacionalsocialistas toman talesacusaciones como un insulto, y con razón.

Page 8: Martin Kerr - El Mito del Abuelo Judío de Hitler

Aún así, en cierto modo, dichos infundios son un elogio involuntario. En el caso de grandeshombres, es completamente común entre judíos y otros desprestigiar su genealogía oreputación aria, o reclamar logros arios como propios. Ellos harían que nosotros creyéramosque Beethoven era un Negro.

Cuando los judíos y sus lacayos levantan tales absurdas acusaciones contra el Führerpodemos indignarnos en apariencia, pero interiormente deberíamos sonreír.

Deberíamos sonreír porque sabemos que tales acusaciones son totalmente falsas, y puedenser así demostradas. Pero también deberíamos sonreír porque sabemos, comonacionalsocialistas, que la memoria de Adolf Hitler pertenece no sólo a sus pocos discípulosfieles hoy sino en último término a la raza aria entera. Esto en cuanto a la vida de Adolf comoun descendiente de los Rothschild.

Sólo Paula Hitler y Adolf sobrevivieron a su infancia en aquella época de alta mortalidadinfantil rural. Paula Hitler nunca vaciló en su amor y lealtad a su hermano mayor. Paulaescribió: "Adolf era el hijo mayor de nuestra patria austriaca" y "él siempre quiso lo mejor paraAlemania" (12 de Octubre y 28 de Diciembre de 1957). En su declaración más famosa, ellaescribió a los periódicos alemanes:

«¡Señores!

Nunca olviden esto: Vuestros nombres serán olvidados incluso antes de que suscuerpos se hayan podrido en la tierra, pero el nombre de Adolf Hitler todavía será unaluz en la oscuridad. Ustedes no pueden asesinarlo ahogando su memoria en vuestros tarros de basura, yustedes no pueden estrangularlo con vuestros sucios dedos manchados con tinta. Sunombre existe para siempre en cientos de miles de almas. Ustedes son lejos demasiadoinsignificantes para siquiera tocarlo. Él amaba a Alemania, él se preocupó por Alemania. Cuando él luchó por el honor y elrespeto era por el honor alemán, por el respeto para Alemania, y cuando no quedabanada más, él dio a Alemania su vida. ¿Qué han dado ustedes hasta ahora?; ¿cuál de ustedes daría su vida por Alemania?.Las únicas cosas por las que ustedes se preocupan son la riqueza, el poder y artículos delujo interminables. Cuando ustedes piensan en Alemania, piensan en complacer vuestrossentidos sin responsabilidad y sin preocupaciones. Confíen en mí en esto: La total ausencia de egoísmo del Führer en palabras y hechossólo garantiza su inmortalidad. El hecho de que la amarga lucha por la grandeza de

Page 9: Martin Kerr - El Mito del Abuelo Judío de Hitler

Alemania no fuera coronada por el éxito, como ocurrió con Cromwell en Gran Bretaña,tiene mucho que ver con la mentalidad de las personas involucradas. Por una parte, el carácter de los ingleses es esencialmente injusto, gobernado por loscelos, la auto-importancia y una falta de consideración. Pero ellos nunca olvidan que soningleses, leales a su gente y a su corona. Por otra parte, el alemán, con su necesidad dereconocimiento, nunca es, ante todo, un alemán. Por lo tanto, a ustedes no les importa, ustedes seres insignificantes, si ustedesdestruyen la nación entera. Vuestro único pensamiento guía siempre será: yo primero,yo segundo, yo tercero. En vuestra insignificancia, ustedes nunca pensarán en el bienestar de la nación; ycon aquella lamentable filosofía ¿ustedes desean impedir la inmortalidad de ungigante?».

Paula Hitler, Berchtesgaden, 1° de Mayo de 1957

(Estas citas contradicen directamente las declaraciones atribuídas a ella en el artículo deWikipedia en inglés).

* * * * *

Nota del editor en inglés:

Ya que este y otros artículos han puesto al "abuelo judío" de Hitler en el limbo, ladifamación más reciente de la incansable Máquina de la Mentira, que vi en la aduladora revistade Alemania Der Spiegel, es que porque el abuelo paterno de Hitler y la abuela materna (vealas esquinas superiores izquierda y derecha del mapa encima) tenían ambos el apellido"Hiedler", Hitler era por lo tanto "endogámico", y por ello no es extraño que él fuera "elmaniático delirante que prendió fuego al mundo". De hecho, la relación era la de primossegundos. Habiendo estando casado yo mismo (1977-1990) con una austríaca de los Alpes,puedo declarar categóricamente que en una época de grandes familias campesinas, era muycomún, en un viejo pueblo histórico, encontrar el mismo apellido en algún sitio a ambos ladosdel árbol genealógico. De hecho, prácticamente toda la gente desciende de aldeanos queestaban distantemente inter-relacionados. Y todos no hemos "prendido fuego al mundo". Sialguien ha prendido fuego al mundo, son más bien los psicópatas [verdaderamenteendogámicos].−