Marx y Vattimo Viendo Walking Dead

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Marx y Vattimo viendo Walking Dead. Primera parte Roberto Herrera ¿Por qué a la izquierda le gusta el apocalipsis zombie? Un día cualquiera. A finales de diciembre de 2013, nos encontramos mi compañera, mi hija y yo con José María Villalta, su compañera Laura Chinchilla y su primer hijo Emiliano en la casa de los amigos comunes Catalina Montenegro y Mario Zúñiga. Pese a que arreciaba la campaña electoral, no hablamos casi nada de política. Supongo que todos queríamos un respiro y la velada fue excelente, especialmente porque Marito y Cata son extraordinarios anfitriones. La conversación se basó en dos tópicos que no fallan si se quiere tener una conversación interesante sin que las pasiones políticas se desaten: Cine y Series de TV y las políticas de crianza/maternidad/paternidad. (1) En el momento que hablamos de series de TV, “Chema” defendió que Walking Dead era una buena serie. Yo sabía que Héctor Monestel también es fan de la serie, me pareció raro que dos figuras tan conocidas de la izquierda política pudieran sacar rato para ver una serie de zombies. “Chema” dijo más o menos: -Los zombies realmente dan miedo, pero dan más miedo los seres humanos-. En ese momento no veía la serie, pero recientemente me he puesto a estudiarla y creo entender por qué a la izquierda política le podría gustar tanto esta serie. Intentaré explicarlo en un par de artículos. Crisis civilizatoria y crisis política. Pablo Iglesias, comentando otra gran serie de TV, en la que también aparecen caminantes-que-se-alimentan-de-hombres señala que su gusto esta en: “el escenario de destrucción del orden civil y político que nos presenta la serie, (…) con un colapso civilizatorio a las puertas, conecta directamente con cierto pesimismo generalizado y cierta conciencia oscura del fin de nuestra civilización occidental tal y como la conocemos” (2014, 3).

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Marx y Vattimo Viendo Walking Dead

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Marx y Vattimo viendo Walking Dead. Primera parte

Roberto Herrera

Por qu a la izquierda le gusta el apocalipsis zombie?Un da cualquiera. A finales de diciembre de 2013, nos encontramos mi compaera, mi hija y yo con Jos Mara Villalta, su compaera Laura Chinchilla y su primer hijo Emiliano en la casa de los amigos comunes Catalina Montenegro y Mario Ziga.

Pese a que arreciaba la campaa electoral, no hablamos casi nada de poltica. Supongo que todos queramos un respiro y la velada fue excelente, especialmente porque Marito y Cata son extraordinarios anfitriones.

La conversacin se bas en dos tpicos que no fallan si se quiere tener una conversacin interesante sin que las pasiones polticas se desaten: Cine y Series de TV y las polticas de crianza/maternidad/paternidad. (1)

En el momento que hablamos de series de TV, Chema defendi que Walking Dead era una buena serie. Yo saba que Hctor Monestel tambin es fan de la serie, me pareci raro que dos figuras tan conocidas de la izquierda poltica pudieran sacar rato para ver una serie de zombies. Chema dijo ms o menos: -Los zombies realmente dan miedo, pero dan ms miedo los seres humanos-. En ese momento no vea la serie, pero recientemente me he puesto a estudiarla y creo entender por qu a la izquierda poltica le podra gustar tanto esta serie. Intentar explicarlo en un par de artculos.

Crisis civilizatoria y crisis poltica. Pablo Iglesias, comentando otra gran serie de TV, en la que tambin aparecen caminantes-que-se-alimentan-de-hombres seala que su gusto esta en: el escenario de destruccin del orden civil y poltico que nos presenta la serie, () con un colapso civilizatorio a las puertas, conecta directamente con cierto pesimismo generalizado y cierta conciencia oscura del fin de nuestra civilizacin occidental tal y como la conocemos (2014, 3).

Por otro lado, Slavoj Zizek ha sealado que nuestra actual condicin social e ideolgica hace que nos sea ms fcil imaginar el fin del mundo que una sociedad igualitaria y sin capitalismo. De este sustrato se nutre todo el gnero post-apocalptico.

A estas tesis agregara que la representacin cinematogrfica de sociedades igualitarias es siempre o boba (como Los Pitufos) o bien una puesta en escena del aserto popperiano de que intentar realizar el cielo en la tierra, nos seduce para convertir nuestra buena tierra en un infierno. (Citado en Hinkelammert, 2004, 3).

Pelculas como La Aldea de M.Night Shyamalan o La playade Danny Boylemuestran cmo la realizacin de un proyecto de sociedad igualitaria no llevar ms que a desgracias. Este tipo de pelculas son sin duda terriblemente conservadoras y adems aburridsimas.

Las sociedades despiadadas como las que se retratan en Game of Thrones o Walking Dead, parecen ser productos culturales particularmente encantadores tanto para el gran pblico como para la izquierda poltica.

La imaginacin de la derrota y la victoria. Teresa Rodrguez, eurodiputada de Podemos, ha dicho que nos hace falta ganar, nos hacen falta victorias duraderas. Creo que es verdad, no en el sentido nostlgico estalinista que ve en la implosin de la URSS el fin de toda posibilidad revolucionaria (2), sino en el sentido de que todas las victorias son demasiado costosas y por la debilidad de la alternativa socialista, las victorias importantes luego se transforman en lo contrario.

Me explico. Toda la izquierda poltica del mundo celebr el fin de la ofensiva sionista en Gaza como una victoria, pero esta es una victoria que dej a Gaza devastada y con miles de muertos, con Hamas como la fuerza poltica ms influyente. Es decir, a la izquierda poltica nos hace falta tener victorias ms contundentes, ms impactantes, ms esperanzadoras y menos contradictorias.

Sin duda, esta situacin de crisis civilizatoria de distintos alcances y profundidades ms la crisis de las alternativas polticas radicales y socialistas es uno de los factores que permite que la imaginacin utpica cinematogrfica sea tendencialmente post-apocalptica. Probablemente algn triunfo ms contundente de las fuerzas que bregan por la emancipacin humana incida en que la imaginacin cinematogrfica y televisiva se plantee otras formas utpicas.Vattimo y Marx frente a la pantalla chica. Los aos noventas fueron los aos de la mierda para la izquierda poltica (3), no solo por la derrota y las traiciones, sino porque nadie saba muy bien qu hacer, inclusive las corrientes tradicionalmente anti estalinistas recuerdan esa poca como un momento de euforia y confusin, de falta de puntos de referencia (4).

De esos aos es justamente el texto Utopa, contrautopa, irona de Gianni Vattimo, donde el filosofo italiano adelanta una tesis sugerente: el filn post-apocalptico del cine es a su manera una utopa cinematogrfica, es decir, que los mundos sociales que aparecen en Mad Max o Blade Runner describen de manera paradjica una condicin feliz, en la medida en que la catstrofe atmica, que se cierne sobre nosotros de manera constante, ya ha ocurrido, y para quienes sobrevivieron ese futuro es una forma de liberacin (1991, 105).

Para Vattimo, la utopa post apocalptica tiene algunas caractersticas: 1) La liberacin ya ocurri, pues ya la catstrofe ocurri, 2) el mundo progresado y optimizado yace en ruinas, vemos con irona y distancia sus mandatos (5). 3) Hay un rechazo de los ritmos y los valores de la civilizacin. 4) La contrafinalidad de la razn instrumental es sustituida por una actitud inventarial, irnico-nostlgica, que a su manera es una liberacin (1991, 106).

El inicio de los noventas era una poca tan mala para la esperanza que pudo producir un clima cultural que permite pensar una situacin post-apocalptica como una utopa y por lo tanto como una crtica progresiva al tiempo-en-que-se-vive, por lo tanto creo que Vattimo llevaba razn en su anlisis.

Viendo y estudiando Walking Dead, he notado que la descripcin que se hace del inicio del apocalipsis zombie, de la enfermedad, es en su estructura un relato muy similar al que hacen los viejos militantes estalinistas y los cubanos (militantes o no) con respecto al derrumbe de la URSS y del Bloque del Este (6).

Shane Walsh explicando a Rick Grimes cmo inici la plaga seala: todo pas muy rpido, todo empez con unas noticias raras, luego se extendi, cuando nos dimos cuenta ya era tarde.

Los estalinistas, sobre todo los ms honestos, describen igual las revoluciones de 1989, -todo empez con extraas noticias, unos mineros en Azerbayn se rebelaban por las condiciones en las minas, luego fueron las repblicas musulmanas, en unos meses toda la URSS estaba contagiada de protestas, ninguna institucin pudo evitar la plaga, ni el ejrcito, ni la polica, ni nadie, finalmente el Estado implot, nadie volvi a ser el mismo, la gente sobrevivi como pudo, el mundo de ayer desapareca-.

Toda mi descripcin sonara bastante anticomunista, si no fuera porque el capitalismo tuvo su propio apocalipsis zombie en 2008, la descripcin de cmo fue vivida individualmente la crisis econmica mundial fue exactamente igual: -todo empez con unas noticias raras, negros que no podan pagar sus hipotecas, y luego todo ocurri muy rpido, nadie lo previ, cada esfuerzo institucional y gubernamental era un nuevo fracaso, nadie puede asegurar que lo peor ya pas o si hay nuevas catstrofes por venir-. Agudamente Chris Harmann llama a nuestro actual capitalismo, capitalismo zombie.

Por tanto, creo que una de las claves de lectura de por qu nos gusta a los izquierdistas el apocalipsis zombie es porque representa de manera cinematogrfica un clima de poca y un diagnstico social increblemente parecido al de un viejo texto conocido: se desata una epidemia social, que en cualquiera de las pocas pasadas hubiera parecido absurda e inconcebible (). La sociedad se ve retrotrada repentinamente a un estado de barbarie momentnea; se dira que una plaga de hambre o una gran guerra aniquiladora, la han dejado esquilmada, sin recursos para subsistir. La industria y el comercio parece que hubiesen sido destruidos. Y todo por qu? Porque la sociedad posee demasiada civilizacin. (Marx, 1998, 83).

Notas(1) Es interesante que una de las parejas de intelectuales de izquierda ms agudas del Estado Espaol justamente han sacado dos libros muy interesantes al respecto: Cesar Rendeules, autor del libro Sociofobia, que aunque no es un libro sobre TV, sino sobre tecnologas de la informacin usa recurrentemente imgenes de la Cine y la TV, para apoyar sus interpretaciones. Y Carolina del Olmo, autora de Donde esta mi tribu, texto que sera el primer libro experto sobre la crianza de nios escrito por una marxista, una especie de alternativa socialista a Laura Gutmann y Carlos Gonzlez y un desafo desde la izquierda feminista a Amaia Perez Orozco y su teora de los cuidados.

(2) En un texto finisecular de Marta Harnecker se lee: Dada la nueva correlacin mundial de fuerzas a fines de siglo, aparece la tesis del cierre del ciclo de las revoluciones antiimperialistas, entendindolas como enfrentamiento total, militar y econmico con el imperialismo () Esta tesis que nos desconcert a muchos cuando fue planteada por primera vez en 1990 por el comandante Vctor Tirado en el contexto de la derrota electoral sandinista y antes de la debacle sovitica, hoy es compartida por crecientes sectores de la izquierda (1999, 65).

(3) Hablando del ao 1989 dice Alain Badiou: cranme, no eran tiempos felices! El entierro de los aos rojos que siguieron a Mayo del 68 con interminables aos Mitterrand, la petulancia de los nuevos filsofos y de sus paracaidistas humanitarios, los derechos del hombre combinados con derecho de injerencia como nico sustento, la fortaleza occidental saciada que le daba lecciones de moral a los hambrientos de la tierra entera, el hundimiento sin gloria de la URSS que acarreaba la vacancia de la hiptesis comunista, los chinos que volvan a su genio del comercio, la democracia identificada por todas partes con la dictadura morosa de una estrecha oligarqua de financieros, polticos profesionales y locutores de tele ( 2010, 11).

(4) Martn Hernndez en el libro El veredicto de la historia, uno de los libros ms agudos en su interpretacin sobre los sucesos de 1985-1991 en la URSS y el Este europeo, describe el clima intelectual que reinaba en el interior de la Liga Internacional de los Trabajadores como una euforia colectiva (2009, 22) y un ambiente desorientado (2009, 35).

(5) En The Walking Dead es frecuente este recuerdo irnico de los mandatos sociales del pasado, del viejo mundo. En un episodio, el gobernador de Woodbury recuerda cmo antes la vida consista en trabajar para tener un auto y una casa, ahora la vida consiste en tener vida. En otro captulo, Carol Peletier le dice a Daryl Dixon: No dejes que Merle te haga caer, mira hasta dnde has llegado-, todo esto en medio de su precario refugio carcelario, pero la frase buscaba reconocer el rol fundamental de Daryl en el grupo. En otro episodio Lori Grimes le dice a Rick Grimes en medio de la crcel, discutiendo sobre su matrimonio: -qu hacemos, conseguimos abogados y repartimos nuestros bienes-. El prestigio, la propiedad todo es visto con irona.

(6) A la altura de la pgina 250 del libro Memorias Rojas de lvaro Rojas Valverde, se puede leer el talante anmico con el que los cuadros del PVP tomaban los aos 90: se necesitaba ms valor para irse que para quedarse, muchos se quedaron por inercia, fue triste la partida y as continua. En Cuba est editada la recopilacin de relatos No hay que llorar de Arstides Vega Chap (el texto fue Premio Memoria 2009). En l se recogen las historias del periodo especial cubano, del periodo inmediatamente posterior a la implosin de la URSS, algunos de los ttulos de los relatos hablan por s mismos: Soy un afortunado, un sobreviviente, la percepcin del slvese quien pueda, la levedad de los endemoniados, cuando me sent un ser ruin. No creo por lo tanto que sea una casualidad que la primera pelcula sobre un apocalipsis zombie que se produce en Amrica Latina, sea justamente una produccin cubana: Juan de los Muertos.

Bibliografa.(1) Zizek, S. (2011)Slavoj Zizek en Occupy Wall Street.(2) Harnecker, M. (1999) Haciendo posible, lo imposible. La izquierda en el umbral del siglo XXI. Siglo XXI Editores. Mxico.

(3) Hinkelammert, F. (2004) Plenitud y escasez: quien no quiere el cielo en la tierra, produce el infierno. Revista Polis. Revista Latinoamericana N (8).

(4) Iglesias, P. et.al.-. (2014) Ganar o morir. Lecciones polticas en Juego de Tronos. Akal: Espaa.

(5) Marx, K. (1998) El Manifiesto Comunista. Editorial CITO: Bogot.

(6) Vattimo, G. (1991) tica de la interpretacin. Barcelona: Paids.

(7) Badiou, A. (2010) Segundo manifiesto por la filosofa. Editorial Manantial: Buenos Aires.

(8) Hernndez, M. (2009) El veredicto de la historia. Ediciones Marxismo Vivo. Sao Paulo.

(9) Rojas, A. (2012) Memorias Rojas. Zeta Servicios Grficos S.A. San Jos.

(10)Vega, A. (2011) No hay que llorar. Ediciones La Memoria. La Habana.