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Foto Pexels N os toca empezar un nuevo curso en tiem- pos difíciles e inciertos. ¿Cuándo podre- mos volver a tener contacto físico, tan importante en las relaciones humanas? De momento aprovechemos las nuevas tecnolo- gías. Como personas de fe, debemos tener la fuerza para estar al lado de la gente que nos necesita, sin miedo, pero con la precaución y respeto que la situación requiere y siguiendo las recomendaciones sanitarias. Hermandades del Trabajo, es una organiza- ción de trabajadores desde sus inicios. En es- tos momentos la pandemia ataca a muchos de nuestros hermanos trabajadores privándo- les de su mayor patrimonio, su puesto de tra- bajo. A pesar de todas las dificultades debe- mos tener nuestros sentidos atentos para que no les falten unos oídos para escuchar y una mano tendida. Ellos deben ser nuestra mayor preocupa- ción y debemos exigirnos la mayor dedica- ción y en la medida de nuestras posibilidades exigir a los poderes públicos la búsqueda de soluciones para el grave problema socio eco- nómico que se está creando. Tenemos un espejo donde mirarnos, D. ABUNDIO, pongámonos bajo su manto y pidá- mosle el valor necesario, pidámosle también por los hermanos y hermanas que nos han dejado. Desde Presidencia, queremos animaros a seguir en la brecha. Hermandades del Trabajo C/ Juan de Austria, 6. Bajo B. 28010 Madrid www.hermandadestrabajo.org mas Editado por Hermandades del Trabajo Nº 762 Septiembre 2020 MENSAJE DE LOS PRESIDENTES NACIONALES ANTE EL NUEVO CURSO 2020-2021 HERMANDADES EDITORIAL RECAPITULEMOS (I) Cuando se cumplen seis meses desde el inicio de la pandemia, pensamos que es buen momento para recapitular, hacer balance y analizar la situación. PÁGINA 4 LEGADO DE D. ABUNDIO AMAR A DIOS EN LA PANDEMIA Miguel Parmetie nos presenta un texto de D. Abundio que nos habla del amor al Dios universal que nos acompaña siempre, incluso en esta pandemia. PÁGINA 2 ____________________________ ECOLOGÍA LA ALTERACIÓN DE LA NATURALEZA Y PANDEMIAS El tiempo y las circunstancias no dejan de mostrarnos como la alteración de la Naturaleza de la mano del hombre tienen cada vez más consecuencias catastróficas para toda la humanidad. PÁGINA 3 DESAFÍO DE “LAUDATO SI” AL MUNDO DEL TRABAJO Texto de Ignacio María Fernández de Torres sobre esta Encíclica y la DSI. PÁGINAS 11,12 Y 13 ____________________________ SERCOIN CRÓNICA-RESUMEN DEL ENCUENTRO VIRTUAL ESPAÑA-AMÉRICA El 18 de julio tuvo lugar un Encuentro Virtual de los Centros de España y América auspiciado por el SERCOIN. PÁGINAS 14 Y 15

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Page 1: mas · Hermandades del Trabajo C/ Juan de Austria, 6. Bajo B. 28010 Madrid mas Editado por Hermandades del Trabajo Septiembre 2020 Nº 762 MENSAJE DE LO SPR EID NT NACI ONALES A NT

MAS, Febrero 2019 |1SECCIÓN

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Nos toca empezar un nuevo curso en tiem-pos difíciles e inciertos. ¿Cuándo podre-mos volver a tener contacto físico, tan

importante en las relaciones humanas? Demomento aprovechemos las nuevas tecnolo-gías.

Como personas de fe, debemos tener lafuerza para estar al lado de la gente que nosnecesita, sin miedo, pero con la precaución yrespeto que la situación requiere y siguiendolas recomendaciones sanitarias.

Hermandades del Trabajo, es una organiza-ción de trabajadores desde sus inicios. En es-tos momentos la pandemia ataca a muchosde nuestros hermanos trabajadores privándo-les de su mayor patrimonio, su puesto de tra-bajo. A pesar de todas las dificultades debe-

mos tener nuestros sentidos atentos para queno les falten unos oídos para escuchar y unamano tendida.

Ellos deben ser nuestra mayor preocupa-ción y debemos exigirnos la mayor dedica-ción y en la medida de nuestras posibilidadesexigir a los poderes públicos la búsqueda desoluciones para el grave problema socio eco-nómico que se está creando.

Tenemos un espejo donde mirarnos, D.ABUNDIO, pongámonos bajo su manto y pidá-mosle el valor necesario, pidámosle tambiénpor los hermanos y hermanas que nos handejado.

Desde Presidencia, queremos animaros aseguir en la brecha.

Hermandades del TrabajoC/ Juan de Austria, 6. Bajo B. 28010 Madrid

www.hermandadestrabajo.org

masEditado por Hermandades del Trabajo

Nº 762Septiembre 2020

MENSAJE DE LOS PRESIDENTESNACIONALES ANTE EL NUEVO

CURSO 2020-2021

HERMANDADES

EDITORIAL

RECAPITULEMOS (I)Cuando se cumplen seis meses desde elinicio de la pandemia, pensamos que esbuen momento para recapitular, hacer

balance y analizar la situación. PÁGINA 4

LEGADO DE D. ABUNDIO

AMAR A DIOS EN LA PANDEMIA

Miguel Parmetie nos presenta un textode D. Abundio que nos habla del amor al

Dios universal que nos acompañasiempre, incluso en esta pandemia.

PÁGINA 2

____________________________

ECOLOGÍA

LA ALTERACIÓN DE LANATURALEZA Y PANDEMIAS

El tiempo y las circunstancias no dejande mostrarnos como la alteración de la

Naturaleza de la mano del hombretienen cada vez más consecuencias

catastróficas para toda la humanidad. PÁGINA 3

DESAFÍO DE “LAUDATO SI” AL MUNDO DEL TRABAJO

Texto de Ignacio María Fernández deTorres sobre esta Encíclica y la DSI.

PÁGINAS 11,12 Y 13

____________________________

SERCOIN

CRÓNICA-RESUMEN DELENCUENTRO VIRTUALESPAÑA-AMÉRICA

El 18 de julio tuvo lugar un EncuentroVirtual de los Centros de España y

América auspiciado por el SERCOIN.PÁGINAS 14 Y 15

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2 | MAS, Septiembre 2020 Legado de D. Abundio

El último LEGADO nos invitó a medi-tar el AMOR QUE DIOS NOS TIENEen estos momentos difíciles. Ahora,al preparar la incertidumbre delcurso que viene, ofrecemos otrotexto complementario quecontempla el amor al Dios. Es unamor universal hacia toda lahumanidad amenazada cada vezmás por el covid-19, y las enormesconsecuencias que nos vienenencima.

Como cristianos, amantes del Dios Trinita-rio, no podemos perder la esperanza eneste amor. En un retiro de 1953 Don Abun-

dio nos ofreció un examen del nivel de nues-tro amor, confianza y esperanza que hemosde tener hacia su Divina Majestad en todaslas circunstancias de la vida, sobre todo en es-tos meses que vienen.

“Vamos a hablar del amor a Dios, y comen-zaremos definiendo el amor: la paciencia en elbien. Esta puede ser una definición ya que enun bien nos complacemos y ese efecto de com-placencia es ya en nosotros una comunicaciónamorosa. El conocimiento de Dios será la com-placencia en la infinita bondad divina y esacomplacencia en la bondad de Dios estriba elamor de Dios…

La benevolencia prescinde de uno mismo;buscamos el bien de otros y entonces se esta-blece el amor de amistad, y éste es como laesencia del amor, es una forma valiente dedarse por entero. Si es un amor perfecto enton-ces nunca nos buscamos. Si es amor de concu-piscencia nos entregamos porque nos convieneentregarnos. La esencia, pues, es la amistaden esta entrega incondicional…

¿Cómo conseguiré yo amar a Dios?Primero, considerando sus perfecciones.

Conociendo a Jesús no tendrás más remedioque quererlo porque la belleza y el bien teatraen. Tú ves un hombre bueno y lo quieres,ves una cosa bella y te atrae, y te unes a ellos.Estudiar, amar, conocer, tratar a Dios recreán-doos en sus perfecciones, conocer mucho elEvangelio y así a la fuerza se despertará en ti elamor de Dios, y ese amor terminará siendo unamor extático, que quiere decir, amor que estásiempre contemplando a Dios. Considerando,meditando y ahondando en las divinas perfec-ciones de Dios.

Otro medio es considerar sus beneficios.¡Qué bueno ha sido Dios, cuántas gracias,cuántos beneficios te ha concedido! ¡De cuán-tos peligros te ha apartado, cuántas cosasbuenas te ha concedido, de cuántos peligroste ha apartado, cuántas cosas buenas te haconcedido! Y ese reconocimiento, esa gratituddespiertan en ti ese amor a Dios. Gratitud, re-conocimiento y amor todo es una misma cosacon distintos matices. ¡Qué bueno es Jesús!Repasa las gracias y favores que Dios te haconcedido, que sea éste el tema más frecuentede tus meditaciones, que tu vida sea una vidade acción de gracias.

Otro procedimiento es considerando los pe-cados que nos ha perdonado. La memoria denuestros pecados facilita el amor de Dios. Exa-minándonos diariamente y frecuentementedespierta en nosotros el amor de Dios. Piensaen tus pecados, que llorando aprenderás aamar. Llora el que ama. ¡Qué buena es la contri-ción, esa primera semana de ejercicios, miran-do lo que Cristo ha hecho por mí y lo que yo hehecho por Cristo!

¿Cómo sabemos que amamos a Dios?Nunca os fieis de la sensibilidad; el amor no

hace falta que sea sensible. Tú amas a tus pa-dres, o a tu novio, esos son amores sencillos, elamor a Dios a veces no es sensible y otras vecessí. La sensibilidad faculta y despierta el amoren lo humano, pero nunca es índice del amordivino. Tampoco es índice las distracciones enla oración, y el amor de Dios es una cosa muyinterior y los sentimientos y la imaginación,pueden ser obstáculos.

Índices infalibles que demuestran lafalta de ese amor:

Pecados veniales deliberados y frecuentes:esos demuestran que no es muy fuerte en ti eseamor de Dios. Poco le queremos cuando muchole ofrecemos...

Ausencia de sacrificio en tu vida: Poco loqueremos cuando poco te esfuerzas en cual-quier sentido por Él. El sacrificio se impone co-mo prueba evidente de un amor, sin sacrificiono hay amor. “Me cuesta y deseo como pruebaevidente de un amor, sin sacrificio no hay amor.“Me cuesta y deseo que me cueste”. Si tu vidaes poco sacrificada, poco amas a Dios.

Otra prueba es la ausencia de amor al pró-jimo: “No ama a Dios aquél que se desentiende delos prójimos”, dice San Juan. No hay amor a Diossin amor al prójimo. Si no te sacrificas por tusprójimos, no amas a Dios.

Y finalmente, el último índice, amar a laIglesia, alegrarse, alegrarse de los triunfos dela Iglesia, lamentar sus persecuciones. La Igle-sia es la obra predilecta de Dios, salida de sucorazón. San Agustín dice que del corazónabierto de Jesús salió la Iglesia. ¿Amas a la Igle-sia? Y, por último, ¿cómo amas a las Tres divi-nas Personas? ¿Amas al Padre, al Hijo y al Es-píritu Santo?...

Creo que así podemos adivinar cuál y cómoes nuestro amor a Jesús…

FINAL¡Cuánto me quiere Dios y cuánto me quiso

siempre! Me entrega lo que tiene, su vida, suMadre, su cuerpo en la Eucaristía para quefuera alimento vivo. Más fusión de vida es im-posible, comemos su carne y nos embriaga-mos con su sangre. Después la cruz que es suvictoria y su escándalo, nos la regala como se-ñal del cristianismo. Dios nos la regala comoprueba evidentísima de su amor. Jesús muerey moriría cien veces por nosotros.”

Amar a Dios en la pandemia

Por Miguel Parmantie

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““No ama a Diosaquél que se

desentiende de losprójimos”,

dice San Juan”

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Cambio climático y pandemias MAS, Septiembre 2020 | 3

EN PERSPECTIVA

Alteración de lanaturaleza y pandemias

Por Guadalupe Mejorado

Cuando allá por febrero empezarona llegar las noticias de un virus quehabía surgido y se habíadistribuido por la provincia deWuhan en China y que lasautoridades estaban tomandomedidas más que drásticas -yestaban muriendo algunaspersonas-, muchos nos quedamosatónitos: aquí nos parecíanmedidas muy extremas para elnúmero de personas a los que esta-ba afectando.

No es lugar para analizar las cifras y la di-mensión de la epidemia en China. Baste re-cordar que seguíamos las noticias con cu-

riosidad, especialmente aquellas entrevistas enradios y televisiones a un entrenador españolde un equipo local. ¡Qué cosas pasaban en Chi-na!. Tampoco vamos a repasar la tremenda ex-pansión de la pandemia por todo el mundo ysus consecuencias en pérdidas de vidas huma-nas, ciudadanos afectados con consecuenciaspara su salud permanentes o la tremenda heca-tombe en la economía mundial. Ni vamos a re-pasar las diferentes fechas en que pudo surgir yexpandirse.

Lo que sí está claro es que su origen es ani-mal y ha pasado a los humanos desde un mer-cado ilegal de animales en Wuhan. Animalespara consumo humano. Mezclar especies salva-jes, comerciar con ellas y consumirlas como ali-mento u otros usos se salta la “frontera invisi-ble” que impide adquirir patógenos que paralos que los seres humanos, como se ha demos-trado con otras epidemias anteriores, son mor-tales y además fácilmente “exportables” con laglobalización de la economía internacional.

Interactuar con la Naturaleza de forma que laalteremos, invadamos o destruyamos tiene con-secuencias. Seguramente todos somos conscien-tes de esto. No está de más recordar como elcambio climático, consecuencia de esa altera-ción, ha terminado volviéndose contra nosotros.

En España, junto con las cifras de fallecidospor el coronavirus, este verano nos han infor-mado de las de infectados por el virus o fiebredel Nilo provocada por la picadura de un mos-quito Culex que ya vive en toda España.

¿Qué hace un virus procedente de Ugandapor España? Simplemente ha encontrado un

hábitat parecido y en el que se encuentra có-modo. El virus puede haber llegado vía aves mi-gratorias o por la globalización de los transpor-tes. Para transmitirse, necesita picar a un aveinfectada y luego a un mamífero. La buena noti-cia es que los mamíferos, animales o humanos,no son transmisores, pero sí pueden verse muyafectados.

Ejemplos de cómo se relacionan elcambio climático y las pandemias

El cambio climático, que ya nadie puede ne-gar, está detrás de esta problemática, un fenó-meno que parece imparable, aunque práctica-mente todo el mundo está de acuerdo en la teo-ría de lo que hay que hacer. Tomar medidas se-rias y contundentes en la práctica es otro can-tar. Expertos de todo el mundo, y de todas lastendencias políticas, que van desde investiga-dores de varias ramas, algunos políticos, cadavez más empresas y hasta el propio Papa Fran-cisco nos han alertado de que el tiempo ya co-rre en nuestra contra.

Numerosas organizaciones, tanto públicascomo privadas, nos han ido avisando, como laWWF (World Wildlife Fund for Nature). En suinforma “Pérdida de la Naturaleza y pande-mias’, nos hablan de varios factores que hancontribuido a la expansión de un virus como laCOVID-19.

Alteración de la Naturaleza

El equilibrio de la Naturaleza permite que vi-rus y bacterias hayan convivido desde siemprecon el ser humano, cada uno en su propio eco-sistema. La destrucción de estos los debilita yhace que aumente el contacto del ser humanocon especies animales con las que no se ha rela-cionado anteriormente. Igualmente, contribuyea la extinción de especies creando otro puntodébil en el equilibrio de estas y facilita queotras agresivas e invasivas invadan ecosistemaslocales y acaben con especies autóctonas. EnEspaña tenemos como ejemplo el cangrejoamericano, las tortugas de oreja roja o algunasalgas, entre otras.

Sin duda, la desforestación ha tenido gran pro-tagonismo en esa destrucción de los lugares ori-ginarios de especies, con el fomento de la agricul-tura y la ganadería y los grandes incendios.

Comercio de animales silvestres

La “convivencia” entre especies puede darsede varias maneras: como consecuencia de la

pérdida de la frontera entre ellas, debido a ladestrucción de su hábitat; el comercio de espe-cies exóticas ya sea para su exhibición, comomascotas o porque, culturalmente, estén cotiza-das. Esa convivencia de especies distintas tam-bién favorece el intercambio de patógenos, cre-ando nuevos “huéspedes”.

Igualmente, es imperativo acabar con su dis-tribución ilegal en mercados para ser consumi-dos por los seres humanos. Tanto para el co-mercio de animales como para su venta en mer-cados de comida, hay una normativa interna-cional que debe aplicarse de forma rigurosa.

Zoonosis

Consecuencia de lo anterior, nos encontra-mos con el fenómeno de la zoonosis, “enferme-dades humanas que tienen su origen en micro-organismos patógenos de especies animales”.La mayor convivencia entre especies salvajes ylas personas favorece el intercambio de estospatógenos por diferentes vías, directas o indi-rectas.

Fomentar el equilibrio entre naturaleza, ani-males y humanos es la única manera de conser-var la salud de los tres ámbitos. “Es imprescin-dible reducir nuestra huella ecológica y garan-tizar que no consumimos más recursos de losque el planeta es capaz de generar. Ese cambioque necesitamos pasa por adoptar muchas me-didas, pero una de las más importantes es cam-biar el modo en que producimos y consumimosnuestros alimentos, una de las principales cau-sas de pérdida de biodiversidad y de destruc-ción de los ecosistemas a escala global”, nos di-cen desde WWF.

Grandes poblaciones urbanas

Las grandes urbes donde se agrupan impor-tantes núcleos de población, favorecen la trans-misión vírica. Además, en sus periferias es fácilencontrar asentamientos donde el hacinamien-to, las rentas bajas y, a veces, la carencia decondiciones higiénicas suficientes son focos enlos que se ceba la transmisión de enfermeda-des. Son pistas para replantearnos como todoen nuestro planeta está relacionado y la impor-tancia de contribuir en lo que podamos, desdelos gestos más pequeños de los ciudadanos alas grandes decisiones políticas y económicas,para mantener un equilibrio que a su vez nosmantenga a salvo de las consecuencias de otraspandemias, que, como ya nos avisan virólogosy epidemiólogos, llegarán sí o sí.

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Editado por las Hermandades del TrabajoDirector: Carlos Salcedo Peñalver. Consejo de Redacción: María Luisa San Juan, María José Plaza, Fernando García Adrianzén, Maru-

ja Jiménez, Antonio Molina Schmid, Miguel Parmantie, Juan Rico, Guadalupe Mejorado, Agustín Rodríguez de Lara.

Redacción y Administración: C/ JUAN DE AUSTRIA, 6, BAJO B. 8010 MADRID. TELÉFONO. 91 445 03 93. Depósito Legal M- 13.409-58. Imprime: ROTOMADRID. Los trabajos firmados que se publiquen en MAS no reflejan necesariamente la opinión del CONSEJO NACIONAL DE LAS HERMANDADES DEL

TRABAJO, sino, exclusivamente, las de los respectivos autores.

4 | MAS, Septiembre 2020 Opinión

Editorial RECAPITULEMOS (I)

mas

En estos días se cumplen seis meses desdeque el gobierno español tomó concienciade la gravedad del Covid 19. Creemos quepuede ser un buen momento para hacer loque los franceses llaman faire le point,recapitular, hacer balance, analizar lasituación.

MAS Abril 2020 EDITORIAL. UN RETRASOINJUSTIFICABLE

No podemos juzgar las intenciones pero sí los hechos ylas palabras. Por eso nos pareció un retraso injustifica-ble, culposo y que ha tenido graves consecuencias pa-

ra la salud y el bienestar de muchas personas, el retraso enla adopción de medidas para hacer frente al Covid 19. Efec-tivamente, se pasó de un virus que no tendría repercusio-nes en España; “Nosotros creemos que España no va a te-ner como mucho, más allá de algún caso diagnosticado”;“No hay ninguna razón de salud pública que aconseje to-mar ninguna medida o que impida la celebración de even-tos de este tipo.” (Mobile World Congress). El Ministerio deIgualdad hizo campaña en defensa de su ideología feminis-ta extrema, al grito de “sola y borracha quiero llegar a ca-sa”, de cara a la manifestación del 8-M, porque como dijola vicepresidenta Carmen Calvo cuando la preguntaron larazón por la que las mujeres debían asistir a esta manifes-tación, dijo: “Que les va la vida, que le va su vida”.

Sin embargo, hay una declaración del Ministro de Cien-cia e Innovación, Pedro Duque, que demuestra que el go-bierno era consciente de la gravedad de la amenaza: “Losinvestigadores españoles empezaron a trabajar de formaintensa en cuanto se conoció esta enfermedad, durante elmes de enero, ya el 2 de febrero tuvimos una reunión conlos profesores Enjuanes y García Sastre, este último trabajaen Nueva York, para asegurar que tengan las máximas faci-lidades y todos los medios necesarios. Ese día ya liberamosmedios e iniciamos cambios legales para reducir plazos,culminados en el Real Decreto Ley de Estado de Alarma,donde hemos puesto todas las medidas en funcionamien-to”. Cosa distinta es que a posteriori hayamos podido eva-luar en qué ha consistido esos “medios” y “medidas defuncionamiento” en términos de aprovisionamiento sanita-rio y la realización de pruebas para detectar y aislar a loscontagiados.

MAS Mayo 2020 MANIFIESTO DE HHT ANTEEL PRIMERO DE MAYO

Rendímos un homenaje y elevamos una oración por to-dos los fallecidos a consecuencia del covid-19 y acompañá-

bamos por el dolor sufrido por sus familiares. La gran ma-yoría de esos muertos pertenecían a una generación que lodio todo por la sociedad y a la que falló, en el momentomás necesario de sus vidas, el Estado al que habían pagadosus impuestos durante años, por no haber tomado medi-das a tiempo y por no haberles proporcionado respiradoresque podían haberlos salvado la vida.

Advertíamos que España era uno de los países que másse iba a ver afectado en la pérdida de riqueza y empleos,debido a la estructura productiva de nuestro país. Por eso,apoyábamos el instrumento de los ERTES y una política fis-cal que paliara las desigualdades sociales. Eso requeríaatender a los ciudadanos que se quedaron sin ingresos yayudarles para que recuperaran su situación.

Denunciábamos las ineficiencias del sistema político yapostábamos por potenciar el sector privado de la econo-mía, sin el cual no sería posible recuperar el empleo. Urgía-mos, por tanto, a que las administraciones públicas pusie-ran los medios para mantener el tejido productivo y em-presarial de nuestro país. Si no se salvan las empresas (via-bles) no se mantendrán los puestos de trabajo.

Por la misma razón, pedíamos ayudar a las empresasproporcionándoles liquidez, una moratoria y reducción deimpuestos, pero al mismo tiempo, considerábamos impres-cindible un reparto equitativo de la crisis económica, paralo que sería muy útil potenciar o crear espacios de la lla-mada economía del bien común para complementar la eco-nomía de mercado. Es necesario sostener a todos los quehan perdido o van a perder sus trabajos o han visto reduci-dos sus ingresos por debajo del mínimo vital.

La solicitud de todas estas acciones y peticiones de polí-tica económica a las administraciones públicas, las hace-mos invocando principios y fundamentos de la antropolo-gía cristiana y de la Doctrina Social de la Iglesia que son in-herentes a la persona humana y a nuestro movimientoapostólico-social, en defensa de las personas, en tanto quetrabajadores. Son principios que se pueden invocar en unasociedad democrática, al margen de las creencias de susciudadanos y nosotros entendemos que no contradicen losprincipios rectores del marco constitucional.

En un próximo editorial haremos la “recapitulación” delos aspectos económicos expuestos en el MAS de los mesesde junio y julio, además de ir evaluando cómo evolucionanlas principales magnitudes económicas y la actuación de lasautoridades políticas en cada momento. Por último, ¿cuan-tas personas han fallecido en nuestro país por el covid-19?

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MAS, Septiembre 2020 | 5Opinión

Indignación sí, pero...Por Rosario Paniagua Fernández

“Existir es pensar, y pensar escomprometerse” (José Bergamín)

Leyendo al profesor Garcia Inda, y en lostiempos que estamos viviendo a consecuen-cia de la devastadora pandemia en todos los

órdenes, humano, sanitario, social, político, de-mográfico… es del todo razonable que nos in-dignemos: por cómo se podían haber hecho lascosas, la falta de recursos a disposición de lasociedad, el aumento de las desigualdades etc.Si ante todo esto no nos indignamos algo vamal en nosotros y en la sociedad. Pero en estasletras quiero hacer una llamada a educar la in-dignación; porque no se trata de expresarse conodio, desde la herida, que lo que se consigue esencolerizar más a los otros, que ya lo están.

En la actualidad, la indignación ha pasado aser el único tema de conversación, los gruposde wasap son monotemáticos, buscando undesahogo y una forma habitual de comunica-ción, a veces la única. Con ello se llega a la sin-razón de la indignación, no porque no existanmotivos para ello, sino porque no es sano ha-cerlo desde el resentimiento, desde la herida,utilizando agresividad que a nada conduce yprovocan violencia.

Sentimientos

Una sociedad sana ha de desarrollar senti-mientos como la compasión ante las pérdidas,indignación ante la injusticia. Es importantedistinguir qué tipo de emociones deben alimen-tarse, cómo hacerlo y cuál es la gestión adecua-da de las mismas. Una de estas emociones bási-cas es la indignación, como respuesta a una fal-ta de respeto, o un menoscabo de la dignidaden uno mismo o en los otros. Así pues, la indig-nación es una reacción más o menos airada an-te una injusticia, ante la vulneración de dere-chos propios o ajenos. Algo que provoca granindignación es la falta de consideración, la faltade respeto hacia nosotros y los demás, la invisi-bilidad el “no ser visto”, según señala la filóso-fa Victoria Camps.

Es fundamental educar la indignación. Puesesa pulsión interior, si no se canaliza puede de-rivar en una emoción vengativa, además en unmundo dominado por las fake news. Puede su-ceder que la indignación mal vivida, se convier-ta en un “estado permanente,” en el que laspersonas se sientan incluso bien; esta cronifica-ción es peligrosa, pues va a dar igual cual seael motivo por el que indignarse, además es con-tagiosa y se pasa con facilidad de estar a ser in-dignado.

Nada hay más noble que el deseo de justiciay la implicación frente a la injusticia. Nos puede

causar indignación tanto la desnutrición enciertas partes del mundo, como la voracidad yla glotonería en otras latitudes del primer mun-do; la falta de vivienda para muchos y ostento-sas mansiones en otros.

Hemos seleccionado algunas propuestas, ta-les como: Es muy peligroso hacer la división debuenos y malos, siempre tendrán razón losunos, y la culpa los otros. Esto nos lleva a criti-car sin juzgar, a “ los otros” y admitir actuacio-nes sin reflexión solo porque viene de los“míos”. Con ello se cae en la costumbre de des-calificar a los de una parte y dar la razón a losotros. Existe el bien y el mal no hay discusiónen ello, pero en la realidad no existe solo el ne-gro y el blanco, hay una escala de grises que seaproximan más a la verdad de las cosas, y ade-más existen otros muchos colores. El reduccio-nismo nos impide pensar y actuar equilibrada-mente.

No perder la perspectiva

De otro lado tengamos cuidado con el infan-tilismo moral, que se caracteriza por la imposibi-lidad de percibir tonalidades, al habernos insta-lado en un simplismo de bien y mal, perdiendoperspectiva. La madurez y la vida adulta pasanpor distinguir los matices de la realidad, de unasociedad plural, en la que tenemos que vivir to-dos, lo que se viene en llamar al arte de distin-guir. En nuestra vida cotidiana expresamos: ¿Ytú con quién vas, con quién estás, ¿cómo te de-fines? Buscamos la simplicidad en aras de vivir“más tranquilos” sin grandes planteamientos,me he posicionado aquí y punto.

Se observa en los debates y tertulias políti-cas, que están más encaminadas a complacer alos adeptos, que a dar una información plural ycompleta a todos; en ellos deberían de estarmás ausentes los sesgos, para poder encontrar

elementos de juicio que permitan construir unaopinión propia y crecer en ello, para no estan-carse en un pensamiento simplista. Por supues-to que cada uno tiene su idea, y su ideología,pero tenemos que aprender a vivir en demo-cracia y escuchar, para que no aflore compulsi-vamente la indignación, que es el tema de estetrabajo.

Señala el autor mencionado al principio, queen la sociedad actual la solidaridad ha crecido,pero normalmente se ejercita entre los “míos”;dicho de otro modo, el sentido de la solidaridades, más intenso, pero menos extenso (es el casode los nacionalismos en auge). Se trata de la ex-clusión del adversario, del distinto; haciendocaer sobre su cabeza toda suerte de males so-ciales. En muchas ocasiones, las personas reac-cionan más desde el miedo a lo que va a venir,que desde el deseo y la convicción a lo que quieroque venga. Por ello en las elecciones democráti-cas, el voto puede ir mas encaminado a ir “encontra de” que a “favor de”.

Y para concluir, ojalá que estas reflexionesnos hayan ayudado a indignarnos un poco me-jor, pues lo no indignación no es sana, ya quenos coloca de perfil, ante la realidad que habi-tamos y en la que caben muchas narrativas yproyectos. Todos tenemos el deseo de ir apren-diendo poco a poco. Cualquier cambio es lento,comienza por cosas sencillas, cotidianas, imper-ceptibles, pero a la larga dan su fruto. El mun-do no cambia si no cambiamos nosotros, y estose plasma en el hacer de cada día, con tesón. Laesperanza es la que sigue ahí, cuando las cosasse tuercen, cuando se apaga la llama de la in-dignación; pero la esperanza no surge milagro-samente, ha de cultivarse y hay que favorecerlas condiciones para su aprendizaje.

“Si quieres cambiar el mundo cámbiate a timismo” (Mahatma Gandhi)

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Las circunstancias han cambiado afectando a las sociedades de todo el mundo

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6 |MAS, Septiembre 2020 Laicos

Las preocupaciones antes de lapandemia poco tenían que ver conuna crisis mundial. Quizás laposibilidad teórica se conociesepor las advertencias de loscientíficos su carácter negativonos han hecho reaccionar concierta lentitud.

Ca prepotencia de Occidente puede haberhecho pensar “Esto no nos puede suceder anosotros; las grades infecciones y parasito-

sis (malaria, Chagas, Ébola..) ocurren en los paí-ses subdesarrollados”. El mundo que se sentíapoderoso y dominador ha sido vencido por unminúsculo virus invisible.

La muerte ha sido un acontecimiento cerca-no; de tal manera que mucha gente se ha pre-guntado: “¿Y si caigo enfermo? ¿Cómo reaccio-nará mi cuerpo?”. El virus nos ha replegado ha-cia el interior. Nos permite estar más con no-sotros mismos y hacia lo esencial. Nos hemoscentrado en sobrevivir y cuidar los elementosesenciales de nuestra vida: lasalud, las relaciones, el amor, lacomida diaria… Hemos descu-bierto que los profesionales dela salud han encontrado el apo-yo de toda nuestra confianzahacia ellos. Se ha conseguidoponer en el centro de nuestras preocupacionesa las personas mayores y más vulnerables. Elprimer ministro británico, Boris Johnson, eracapaz de considerar fríamente la muerte de400.000 británicos como algo preferible a pararla economía; cosa que ninguna sociedad razo-nable podría admitir después de vivir el traumade dejar morir a tanta gente.

El sufrimiento ha sidoterrible: el de los médicospor ver morir de cerca atanta gente; el de las cui-dadoras de ancianos, ma-yormente mujeres, quehan tenido que afrontar elproblema en condicionesde precariedad; el de losenfermos que han muertoen la soledad de los hospi-tales. El de los familiaresque vivían la angustia adistancia. Finalmente, elgran sufrimiento de tantosmillones de personas quehan perdido sus medios desubsistencia.

Va a ser difícil superarestos sufrimientos ya que no habrá un momen-to cercano en el que se diga que lo hemos supe-rado. No habrá un final hasta que no se consigauna vacuna, según dicen los expertos. Debería-

mos encontrar algo para que enlos meses próximos la solidari-dad se asomará y enfrentarnosjuntos a un problema comúncomo es la crisis económica,tanto nacional como mundial,que no va afectarnos a todos

por igual. Nuestra sociedad demostrará ser de-mócrata y justa si asume los enormes costes ensalud generados durante estos meses. Y sin ol-vidar rescatar a aquellas personas que han per-dido todos sus ingresos.

Obviamente, es preciso que los partidos polí-ticos estén a la altura: que busquen el bien co-

mún y no la ostentación ambiciosa y, a su vez,el mal ejemplo de la corrupción en busca deun patrimonio personal elevado. Esto genera-ría el descontento general que produciría lapérdida de poder adquisitivo. Puede que seaya hora de que Europa se tome en serio la lu-cha contra esos paraísos fiscales existentes enla propia Unión Europea. Es necesario que lospartidos políticos pacten una estrategia delarga duración para superar la crisis. De locontrario, serán responsables de su propiodescrédito ante la opinión pública, con lo cualla democracia puede sentirse herida. No es se-guro que se vayan a sacar todas las conclusio-nes que debiera de esta pandemia. De hechosabemos que el ser humano es muy olvidadi-zo y que los propósitos difíciles que se tomanen las crisis a menudo se dejan de lado cuan-do vuelve la bonanza.

Hizo falta una cuarentena para queante mis ojos se abrieran los librosde San Bernardo y San Juan de laCruz…

¡Madre mía qué Santos más enrevesados! Noquito sus grandes méritos como escritores yDoctores de la Iglesia, pero que Dios me perdo-ne, no hay quien les entienda con tanta “flori-tura” sublime y todo seguido sin respirar.

De verdad que pongo cara seria y me digo:“Yo que hablo castellano ¿cómo es posible que no

sepa qué me dicen?” Pues no, ni leyendo tres ve-ces la misma frase…

Por cierto, la Introducción de “La noche oscu-ra” de San Juan de la Cruz... 40 hojas en “clavealienígena” ¡Imposible!, y después me puse conla lujuria espiritual… Y me llené de lujuria porquerer entender. ¡Vaya inútil me digo!, hojatras hoja y cómo que escriben para sus aden-tros y, eruditos… Así no hay manera.

Bueno, y empecé Santa Teresa con toda miilusión… De cinco palabras descifro tres; y no

es el castellano “troglodita” que emplea, es queme lía con tanto misticismo que se me va el en-tendimiento ¡Qué pena por favor!

Pero yo fiel sigo en el intento, que esta pan-demia va para largo y leer a estos Santos es unprivilegio y un reto. Intentadlo también vos-otros. Entre Evangelio y Evangelio, una de Mís-ticos ¿No tenéis curiosidad?

Yo he visto donde confesaba San Juan y dón-de tuvieron lugar algunos milagros de Santa Te-resa. No lo he olvidado.

Coronavirus sorprende a la HumanidadPor Juan Rico

“Es preciso que los parti-dos políticos estén a laaltura: que busquen elbien común”.

La cuarentena y yoPor Emma Díez Lobo

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MAS, Julio-agosto 2019 | 7MAS, Septiembre 2020|7Opinión

No soy neofascista, como dicenalgunos, soy liberal mal que lespese a otros, y tengo unaexperiencia de la democracia a mis77 años y tras una vida intensa, va-riada y extensa, como para afirmarque no es el sistema político idealpara todos los países en todas suscircunstancias, pero sí el menosnocivo.

Como jurista y economista de formación clá-sica y en mi condición de multipremiadoen teatro y periodismo, antes de perder la

cabeza puedo constatar que el reinado de donJuan Carlos de Borbón fue ejemplar durante dé-cadas y consiguió prolongar el bienestar, la es-tabilidad y la armonía entrelos españoles, tarea harto di-fícil al tratarse de un país in-dividualista, multirracial ypasional: esto es, difícilmen-te gobernable.

Juan Carlos de Borbón fueun don de Dios para Españay para quien no crea en Dios he de añadir “quesi Dios no existiera habría que inventarlo”. Esalgo parecido a la democracia.

La tarea de don Juan Carlos de Borbón paraEspaña es incuestionable y verdaderamenteejemplar por no decir heroica. Esta labor pro-

longación de la de Franco, pero con un estilo ju-rídico muy distinto, tenemos el deber de agra-decérsela todos los españoles.

El Presidente actual y el Vicepresidente, hanpremiado este esfuerzo y este sacrificio desdeel Centro Nacional de Inteligencia y los mediosinformativos comprados, denostándole, atacán-dole y humillándole hasta conseguir que salgade España. Es algo tan bochornoso, tan innobley repugnante que un servidor – que no soy mo-nárquico pero si partidario del orden y de lapaz- tuve meterme en cama durante toda latarde.

Un Ejecutivo que ataca a la Corona puede es-tar en su derecho pero está manejando la bom-ba de hidrogeno, una bomba de hidrogeno que

desconoce y que po-dría acabar con Españay con ellos mismos encuestión de segundos.Dan la sensación o deno están preparados oque caso de estarloquieren inventar un

planeta parecido a Marte.

A quienes se les llena la boca tildándose dedemócratas he de recordarles que gracias a donJuan Carlos de Borbón seguimos en democra-cia, pues tanto Milans del Bosch como el coro-nel Tejero venían con otra idea. Y ha tenido que

ser el Vicepresidente actual, con la aquies-cencia del Presidente quienes le han obli-gado a salir del territorio nacional, esto esde su reino, que no es precisamente el deellos, amén de los otros 24 ministros yministras.

Si a esto le unimos la pandemia delCoronavirus y la crisis económica quese avecina, nuestro incierto futuro –pues el futuro es siempre incierto– ynuestro porvenir no son nada halagüe-ños, y nuestra supervivencia la de unsuicida que juega con el revolver conuna sola bala girando en el cargador yel tambor y disparándose en la sien devez en cuando a ver qué pasa.

Felipe VI está solo, sin padre, sin madre,sin hermanas, ciertas huestes afilan suscuchillos, he de advertir primero que la re-pública no es más barata que la monar-quía, ni lo sueñen, quizá más cara, y ensegundo lugar que es muy probable que -caso de ejecutar a Felipe VI y antes de pro-clamarse la república- se proclamaría otraentidad jurídica y social: la Anarquía.

En ese caos general con hambruna, in-fectados de virus y de desesperación, la luchacallejera sería feroz, se romperían los escapara-tes de las tiendas de alimentación y otras, serobarían sus pertenencias, la vida humana notendría valo , se evaporarían las institucionescomo un recuerdo, y en un planeta inhabitable,ígneo en su devenir, pereceríamos la mayorparte de nosotros y los supervivientes, de ha-berlos, se encontrarían de pronto en un escena-rio semejante a la edad de piedra o la edad delos metales.

La vida privada de don Juan Carlos no tienenada que ver con sus funciones como Jefe delEstado que a mi modo de ver cumplió de formaejemplar e inestimable para España.

Le han humillado, le han despachado perso-nas que dan la sensación de no saber ni lo quees el Estado ni lo que es España.

Sí él no dice dónde está, que no lo sé, yopondría en su boca en relación con el Gobiernoactual la frase: “Padre o Historia, perdónalosporque no saben lo que hacen”.

Repito soy liberal (¿queda alguien en Espa-ña?) no soy monárquico, pero repito, respete-mos la Corona, no juguemos más con la bombade hidrógeno, si lo seguimos haciendo, veremosde pronto a los ángeles del cielo….y esto sí quees políticamente incorrecto.

La CoronaPor Germán Ubillos Orsolich

“La tarea de don Juan Car-los de Borbón para Españaes incuestionable y verda-deramente ejemplar por nodecir heroica.”

Rajoy refrenda la ley orgánica de abdicación (Foto Ministerio de la Presidencia-Wikipedia)

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8 | MAS, Septiembre 2020 Opinión

En este curso escolar 2020-21hemos pasado de los alegresanuncios de la “vuelta al cole” y lapreocupación de los padres por elpresupuesto familiar que seránecesario invertir en el comienzodel curso, a la inseguridad de enqué condiciones se iniciará.

El comienzo de curso está sometido, además,a las medidas y propuestas que correspon-den a cada una de las 17 comunidades autó-

nomas, bajo la supuesta supervisión de dos mi-nisterios que, durante meses, han estado desaparecidos: si el de Educación era poco visible, elde Universidades ha brillado por su ausencia.

Y es que muchas veces cuando hablamos delcurso escolar pensamos en niños correteandopor patios de colegio o en las entradas y salidasde los recintos. Pero el curso incluye a los estu-diantes de Bachiller, Formación Profesional,Universidades y tantos otros centros que im-parten distintas disciplinas o planes de estu-dios complementarios para alumnos de todaslas edades.

El pasado 4 de agosto, el Secretario Generalde las Naciones Unidas, Antonio Guterres, afir-maba que “nos enfrentamos a una catástrofegeneracional que podría desperdiciar un poten-cial humano incalculable, minar décadas deprogreso y exacerbará las desigualdades arrai-gadas”, refiriéndose a los más de 1500 millonesde estudiantes en el mundo a los que se calculaque ha afectado la pandemia del coronavirus.Afirmó que la pandemia, ha causado “la mayordisrupción que ha sufrido nunca la educación”.

En España, tras la reunión de última hora conla ministra Celaá se han establecido, a propuestade las CCAA y las recomendaciones del Gobierno,varias medidas comunes que adaptarán cada unode los territorios. Medidas como nuevos ratio dealumnos por clase, clases preferencialmente pre-senciales, siempre que se pueda, mascarillas obli-gatorias desde los seis años, lavado de manoscinco veces al día, ventilazción de las aulas yotras ya conocidas vía medios de comunicación.

Objetivamente, todo esto depende de la evo-lución de los contagios y de las condiciones quese den en los centros de enseñanza con el pasode los días. Pero lo más importante es que paralos niños asistir a clase no solo implica el de-sarrollo curricular. Significa aprender a compar-tir espacios y conocimientos, la convivencia, elintercambio y aprendizaje de habilidades socia-

les. Y, todo hay que decirlo, para algunos la po-sibilidad de hacer una comida completa y sanaal día.

Los más mayores, a falta de reunión con elministro de Universidades, Manuel Castells, se-guramente alternarán enseñanza presencial yonline y mascarillas obligatorias y tendrán suspropias preocupaciones. Todo irá bien siemprey cuando se disponga de una buena línea deADSL, ordenador y otros dispositivos electróni-cos y puedan adaptarse con facilidad, pero enel caso que estos medios falten las dificultadesaumentarán proporcionalmente.

Lo cierto es que se han quedado muchas cosasen el tintero. Tras meses de conocer las circuns-tancias en las que se tendrá que desarrollar laeducación en este curso la dejación y retraso enla toma de medidas dejan la sensación de apresu-ramiento y muchas lagunas que preocupan a lospadres, a los alumnos y a los profesores.

Responsabilidad de los educadores

No debemos olvidarnos del papel de los edu-cadores, que también se ven lanzados a situa-ciones desconocidas, sin tener el respaldo deformación, medios y recursos que necesitan, ypara las que no se encuentran preparados. Sutrabajo, durante los últimos meses de curso semultiplicó por dos y por tres para adaptar elcontenido curricular a la situación de cadaalumno. Muchos dedicaron horas y esfuerzospara que el curso acabara lo mejor posible, a laespera de que septiembre fuera más o menosnormal.

Recordemos a los padres, que todavía no sa-ben cómo adaptar sus circunstancias laboralesa las que se impongan en la educación desdecada comunidad, si surgen cuarentenas en loscentros escolares o se contagian sus propios hi-jos. Queda en manos del Ministerio de Trabajo.

Formación de Mayores

Otra parte del alumnado que se va a verafectado es el que forman aquellos que no si-guen planes de estudio formales y que por susituación laboral o personal acuden a clases deuniversidades de mayores, cursos monográfi-cos de temas interesantes, los que pospusieronaños atrás o los que estudian porque conside-ran contribuye a su crecimiento personal.

Perder esas clases, por cierto, les alejaríatambién de círculos en los que encuentran cole-gas y amistades y que enriquecen igualmentesu vida social.

La educación, primordial para niños y mayo-res, nos hace mejores, más conscientes de loscambios y más eficientes en nuestros desempe-ños laborales. Nos hace más valiosos en nues-tros aportes a la sociedad en su conjunto. En elcaso de los más jóvenes privarles de una buenaformación como personas y ciudadanos les de-jaría más vulnerables ante los cambios de la so-ciedad y en su futuro horizonte laboral, perotambién de las muy necesarias herramientas deconvivencia y conciencia de las necesidades delos demás.

La escuela, junto a la familia, es fuente decrecimiento en valores y de la apertura de men-te y corazón. La educación es la gran “nivelado-ra” de clases sociales y de desigualdades. LaHerramienta, con mayúscula, que permite acce-der a mejores trabajos, a mejores entornos y aun mercado laboral formal, lo que revierte,también, en las propias familias y sus ámbitossociales.

A día de hoy las incógnitas de cómo se de-sarrollará todo siguen siendo muchas y el dañoque está haciendo la pandemia en este aspectoeducativo en todo el mundo, inmenso… Denuevo la elección entre salud-educación nos po-ne contra las cuerdas.

Curso 2020-2021: un reto para nuestra sociedad

Por Miriam Castilla

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MAS, Septiembre 2020 | 9Espiritualidad

La luz y la sombra en el seguimiento de Cristo

Por Gloria Merino

En la vida y en la muerte somos deSeñor.Nada nos puede separar del amor deDios…

Cuando Dios creo al mundo, vio que todo erabueno. El mal apareció con el pecado y conel dolor, el sufrimiento; la muerte de Dios

permitió el pecado y el dolor porque respetanuestra libertad.

Se hizo hombre para redimirnos del pecado.Jesús vino al mundo, no para suprimir el dolor,sino para compartirlo y enseñar a sufrir comoél, con amor,

El dolor en sí no purifica; lo que purifica es elamor, y el dolor es santificación en cuanto que esmanifestación del amor a Dios y al prójimo. poreso dice San Pablo que los mayores sufrimientosno son nada, si no son expresión del amor.

Mientras exista el pecado, existirá el dolor,es su consecuencia; pero Dios en su infinita mi-sericordia, hace que de los males puedan salirbienes; como dice el refrán: Dios escribe derechocon renglones torcidos, ¡Cuántas veces hemosvisto o vivido, que algo por lo que hemos sufri-do, al cabo del tiempo hemos comprobado quede aquello surgió un bien!

Por otro lado, el dolor nos hace más huma-

nos; nos ayuda a crecer, a ser más fuertes, máscomprensivos, nos hace valorar lo verdadera-mente importante de la vida.

Si existiera una persona, que nunca hubierasufrido en su vida ninguna contrariedad, prue-ba, ni dolor, sería un ser muy superficial y pocomaduro.

Vivir el dolor con fe y esperanza, creyendoque Dios nos ayudará a sobrellevarlo, deposi-tando en Él nuestra confianza, nos acerca aDios. San Pablo decía: Todo lo puedo en aquel queme conforta.

Recuerdo una película que vi hace años, en laque, a un matrimonio joven con una niña, leocurría una serie de desastres y pruebas. Él erauna persona con gran sentido religioso que dia-riamente al final de la jornada de trabajo, dedi-caba un rato de oración de acción de gracias aDios por el día vivido. Ella por el contrario nocompartía ese espíritu y se quejaba de Dios,que les mandaba (según ella) esas pruebas. Enuna de esas conversaciones él le decía: Dios nonos manda esto, Él nos quiere. Es como si yo voycon la niña de paseo, ella se tropieza, se cae se ha-ce una herida, llora, se asusta, y le duele; yo no lahe tirado, no quero que sufra y la levanto en bra-zos, la consuelo, la curo… La niña me dice cuantome quiere y me abraza. Sabe que no he queridoque se cayera. Me gustó.

Algo así nos pasa con Dios; la vida tiene sulado bueno, y su lado malo. No achaquemosnunca a Dios los males; más bien pidámosle suayuda, su gracia no nos faltará.

Que se cumpla en nosotros lo que dice SanPablo: todo contribuye al bien de los que aman aDios.

Me iré sin hacer ruido cuando debapartir, como las aves cuando parten,cuando se anuncia el frío tras los montesy se acortan bucólicas las tardes.

Me iré cuando la noche soñolientaagote su candela, y se apague,y el alba luminosa y renacidacon su brocha de nieve el cielo encale.

Me iré cuando el blancor de la mañanade vida y esperanza todo invade,y el sol escarpa lento el horizontey asciende en majestad, como las aves.

Me iré sin mi maleta, compañera

de trenes, de aventuras y de viajes;dejaré en el armario bien planchados mis viejos pantalones y mi traje.

Me iré sin nada puesto, nada debollevar que sea preciso, que me falte;allí donde ahora voy he de encontraraquello que sin duda precisare.

Me iré cuando mi cuerpo está dolientey el peso de los años ya no aguante,y se pare el reloj de su existencia,y de latir el corazón se canse.

Me iré como se han ido mis abuelos,a quienes conocí, mis familiares,sin mirar hacia atrás. Recordarécon dulzura la cara de mis padres.

Y dejaré una foto, en la mesilla,de tres buenas mujeres. Fueron partede mi tranquila vida. Y en silenciolas besaré nostálgico al marcharme.

Narciso “Chicho” Foto Pexels

Me iré sin hacer ruidoPor Pablo Rodríguez-Osorio

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10 | MAS, Septiembre 2020 En tiempo de pandemia

MEMORIAS DE AFRICA (I): Las entrañas de un continente

Por Carol Manglano

Pero, ¿dónde está el guar-dián de la puerta? Estoyarrastrando el flujo deDe los africanos, personascuyas antiguas historias ymiembros se debilitanmientras salen del vientreperforado de África.(Viola Allo, Camerún)

Siempre ha sido este continente mifavorito, el rincón donde perder-me, sin que me encuentren, en losdías en que me reboto con el mun-do. Últimamente doy más en nega-tivo, en exagerar lo poco agradablede mi entorno.

El añorar lo que dejo y temerante lo incierto supongo que es un síntomamuy evidente de vejez, de que los años estánpasando para mí con más rapidez de la desea-da. Me pueden los míos, manejan mis senti-mientos. Y lo saben. Los mayores por supuesto,pero los niños... ellos... son otra sensación.

Afortunadamente tienen a sus padres, susaficiones y sus vidas tan distintas de la mía.Tienen todo lo que necesitan, pero la ternurade una abuela… es mi patrimonio, es mi res-ponsabilidad el repartirla entre ellos y nadie,nadie, va a impedir que lo haga.

Empecé mi viaje, como digo, sin entusiasmo.Cuarenta y seis años al lado de mi marido, muyfelices eso sí, fueron el empujón para no dejarlesolo en esta su aventura. Me despedí de todoscon una pena insólita, más que la que ellos pu-dieran sentir con toda seguridad.

El día siguiente al de mi llegada, sería el san-to de mi pequeñita Lis, y tenía la necesidad deestrujarla tan fuerte como suelo cuando ella lopermite. Me apetecía ver su cara con el vestidode hada princesa, color pink, que era su ilusión.Con unas alas y un “palo mágico.”

Tal vez, como bálsamo en mi despedida, eldestino quiso que las alas, imposibles de encon-trar por sus padres con el disfraz, pues por sino lo sabéis, las hadas tienen alas, aparecieranante mí en una tienda del aeropuerto. Y conellas en la mano y en mi ánimo, acompañadadel recuerdo de mis cinco ángeles, volé haciauna aventura que ahora se presenta fascinante.¿Será el poder de la varita mágica que compréal mismo tiempo?

Madrid-París-Johanesburgo. Al llegar a Polok-

wane, nuestro destino final, una lluvia intensanos recibía y cuando el cielo sereno de África seabre, llora y se lamenta, te lacera y te traspasa.Es una potente amenaza, un negro presagionocturno que impone. Aquí está mi personali-dad peluche otra vez.

Esperándonos estaba Bossie, nuestro anfi-trión y compañero en los próximos días. A sulado una inmensa sonrisa adornaba una carainfantil, redonda y rolliza que hacíadulce la imagen de Dijey, un niño de10 años, una pequeña bola, con bra-zos esponjosos y manos propias deamasar buñuelos. Un “niño viejo”que ha hecho suyo el papel de secre-tario de su padre en las labores dedueño y cazador de la reserva. Un ni-ño solo. Su madre ha muerto de uninfarto inesperado hace apenas unmes. Y él sonríe. Es más, sonríe con sinceridad.Te atiende y busca complacerte con la madurezpropia de un adulto.

Aun así, carece de lo más importante. Su ma-dre. Su beso de las noches, su amparo y su cari-ño.

Siento que me espera una bonita labor, laprotección y el amor de una madre no se pue-den suplir, pero intentar dar consuelo… Dijeytendrá mi beso de buenas noches todos mis dí-as en África.

Es curioso, a mí, que nunca me han fascina-do los perros, ni yo a ellos, valoro enormemen-te la compañía de tres. Cuando no salgo, comoen el caso de esta tarde, se sientan junto a lapuerta de mi lodge y me esperan hasta que sal-go para acompañarme. ¿Protegerme? !! ¡¡¡Ay,Dios!!! Al final me voy a encariñar con ellos.

Los sirvientes, cocinero y dosmujeres, también asoman de vezen cuando por si necesito algo.Aquí, junto al fuego, en el jardín,oigo cantar las ranas y silbar lostrenes. Los sonidos favoritos demi padre en el campo. Cacharro,a Dijey, hoy que me han llevadoal pueblo, le hemos comprado unjuguete que le hacía mucha ilu-sión.

Las horas pasan aquí con lamisma pereza con la que yo ama-nezco. No imaginé que madrugar,algo que nunca he podido sopor-tar, sería para mí un aliciente, uncomienzo de aventura incompa-rable y diferente a mi vivir diario.Es bonito aquí el amanecer. Lassombras se retiran suavemente

de las siluetas del jardín acariciándolas muydespacio y dejando al descubierto imágeneslimpias y definidas de insospechados tonos.

Todo en esta tierra es diferente. El olor frescode la madrugada, su calma, su silencio inquie-tante despierta en mí una sensación que haceque mis sentidos y mi voluntad se fundan conel entorno en extraña mezcla de bienestar y te-mor. La ausencia absoluta de ruido hace más

evidente el canto demil pájaros, el ladridode los perros y los bu-lliciosos saltos de losmonos sobre los teja-dos de las cabañas.

Un extraño circo en-tre ordenado y anárqui-co desorden. Cuando

salgo y miro el campo a mi alrededor, pienso enque este continente no cesa de pedir clemencia.Los árboles y plantas, que lucen sus cuerposdesnudos cual cadáveres emergiendo de tum-bas de tierra rojiza y piedras tan blancas comohuesos de un osario, parecen alargar sus ramashacia el cielo buscando el paraíso.

Como recompensa a su insistente y larga ple-garia de casi un año, Dios los cubre de flores co-loridas y aromáticas en noviembre y diciembre.Cuando esa alfombra divina invade el corazóndel paisaje, cuando la ilusión y el ánimo del en-torno se alzan, vuelve de nuevo el rigor, la as-pereza y las grietas en la piel provocando abis-mos en el alma.

África es así, árida y fértil, ruda y suave, cáli-da y distante, pero a su vez coronada por uncielo que envuelve a los suyos como una madreprotectora.

Foto Pexels

“África es así, árida y fértil,ruda y suave, cálida y dis-tante, pero a su vez coro-nada por un cielo que en-vuelve a los suyos comouna madre protectora.”

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MAS, Septiembre 2020 |11Doctrina Social de la Iglesia

En esta breve reflexión, presentaréprimeramente algunas ideas básicas dela DSI sobre el trabajo. Seguidamenteseñalaré algunas cuestiones nuclearesde Laudato si sobre la realidad económi-ca y, finalmente, señalaré algunasafirmaciones e interrogantes queplantea sobre el trabajo.

1. Ideas básicas de la DSI sobre el trabajo

El trabajo es una de las cuestiones clave yfundamentales de todo el corpus doctrinal queforma la Doctrina Social de la Iglesia. LE 3 diceque “Es, de alguna manera, un elemento fijotanto de la vida social como de las enseñanzasde la Iglesia… el trabajo humano es una clave,quizá la clave esencial, de toda la cuestión so-cial, si tratamos de verla verdaderamente desdeel punto de vista del bien del hombre. Y si la so-lución, o mejor, la solución gradual de la cues-tión social, que se presenta de nuevo constan-temente y se hace cada vez más compleja, debebuscarse en la dirección de “hacer la vida hu-mana más humana”, entonces la clave, que esel trabajo humano, adquiere una importanciafundamental y decisiva”.

En el CDSI 256 se afirma que el TRABAJO“pertenece a la condición originaria en conse-cuencia, en CDSI 264 encontramos una valora-ción muy positiva y noble del mismo: “es parteintegrante de la condición humana, sin ser laúnica razón de la vida”. Por eso, “el trabajo de-be ser honrado porque es fuente de riqueza o,al menos, de condiciones para una vida decoro-sa y, en general, instrumento eficaz contra lapobreza… Pero no debe ceder a la tentación deidolatrarlo, porque en él no se puede encontrar

el sentido último y definitivo de la vida. El tra-bajo es esencial, pero es Dios, no el trabajo, lafuente de la vida y el fin del hombre”.

El propio Jesús estimó el trabajo; Él es el hijodel carpintero y, él mismo, un trabajador más.El papa Francisco en EG 197 afirma que “crecióen un hogar de sencillos trabajadores y trabajócon sus manos para ganarse el pan”; y en LS 98podemos leer: “Llama la atención que la mayorparte de su vida fue consagrada a esa tarea, enuna exis tencia sencilla que no despertaba admi-ración algu na: «¿No es este el carpintero, el hijode María?» (Mc 6,3). Así santificó el trabajo y leotorgó un peculiar valor para nuestra madura-ción. San Juan Pablo II enseñaba que, «sopor-tando la fatiga del trabajo en unión con Cristocrucificado por no sotros, el hombre colabora encierto modo con el Hijo de Dios en la redenciónde la humanidad» LE 27”.

La actividad humana, (cf. CDSI 262), debe sermanifestación de la grandeza del hombre y dela creación. Podemos afirmar sin temor que “eltrabajo representa una dimensión fundamentalde la existencia humana no solo como partici-pación en la obra de la creación, sino tambiénde la redención… es expresión de la plena hu-manidad del hombre, en su condición históricay en su orientación escatológica: su acción li-bre y responsable muestra su íntima relacióncon el Creador y su potencial creativo, mien-tras combate día a día la deformación del peca-do, también al ganarse el pan con el sudor desu frente”.

Para la Iglesia, “el trabajo confirma la pro-funda identidad del hombre creado a imagen ysemejanza de Dios” (CDSI 275)

Esto, lógicamente, tiene una consecuenciatranscendental para el ser y hacer de la Iglesia,que en todo debe reflejar su Fe en la Encarna-ción del Hijo de Dios, y es que, como afirmaCDSI 264, a pesar de la naturaleza transitoriade los acontecimientos de este mundo, esto noexime a la Iglesia “de ninguna tarea histórica,mucho menos del trabajo”.

Para la DSI, CDSI 265, dos son los motivosfundamentales para trabajar: ganar el pan decada día, para su propia dignidad y no ser unacarga (cf. CDSI 264), y ayudar a los pobres. Másadelante veremos que la DSI subraya con singu-lar intensidad esto en relación al sostenimientode la familia y la prole. Y, abriéndose a unaperspectiva más amplia, CA 43 nos dice que “Elhombre trabaja para cubrir las necesidades desu familia, de la comunidad de la que formaparte, de la nación y, en definitiva, de toda lahumanidad”.

Por esto, no debe de extrañarnos que la DSIsubraye que el trabajar es un deber. Así lo afir-ma CDSI 274: El trabajo es también «una obliga-ción, es decir, un deber del hombre» (LE 16). Elhombre debe trabajar tanto porque el Creadorse lo ha mandado, como para responder a lasexigencias de su mantenimiento y desarrollo desu misma humanidad. El trabajo se ve comoobligación moral con relación al prójimo, que esen primer lugar su propia familia, pero tambiénla sociedad, a la que pertenece, la Nación de laque se es hijos o hijas, la entera familia huma-na, de la que se es miembro: somos herederosdel trabajo de generaciones y juntos artíficesdel futuro de todos los hombres que vivirándespués de nosotros.

Desafíos de “LAUDATO SI” al mundo del trabajo (JyP Madrid)

Por Ignacio María Fernández de Torres

Consiliario de la Comisión Justicia y Paz de Madrid

(Sigue en la pág. 12)

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12 |MAS, Septiembre 2020 Doctrina Social de la Iglesia

Dos temas son fundamentales en la reflexiónque hace la DSI sobre el trabajo: su dignidad, yla relación Trabajo-Capital.

a) La dignidad del trabajo

Esta idea se desarrolla en la DSI consideran-do la dimensión objetiva y subjetiva del traba-jo. Apoyándose en la explicitación y defensa deestas dos dimensiones, y la prioridad que esta-blece de la segunda sobre la primera, la Iglesiaconstruye actualmente toda su reflexión moralsobre el mismo.

El trabajo humano tiene una doble dimen-sión: objetiva y subjetiva.

- La dimensión objetiva: es la constituidapor el conjunto de actividades, recursos, ins-trumentos y técnicas de las que el hombre se sirve para producir (cf. LE 5).

- La dimensión subjetiva: es el actuar delhombre, expresión de su ser “imagen deDios”, persona capaz de actuar racionalmen-te (Cf. LE 6).

Si la dimensión objetiva responde a las pre-guntas, ¿qué?, ¿con qué? ¿cómo?, la dimensiónsubjetiva lo hace a ¿quién? Es evidente que lasprimeras preguntas representan realidades mu-dables y contingentes, mientras que la última,¿quién?, refleja el lado inmutable, porque esequién, es el hombre, y por tanto, manifestacióny expresión de su dignidad.

Esta diferenciación es la clave a la hora dejuzgar éticamente el mundo del trabajo y su or-ganización social, cultural, política y económi-ca. La cuestión que hemos de dejar clara es laprioridad de la dimensión sub-jetiva sobre la objetiva: “El tra-bajo en sentido objetivo debe es-tar subordinado,…, a la digni-dad del hombre, al sujeto del tra-bajo y no a las ventajas económi-cas” (LE 22d). La persona, sudignidad, es la medida de ladignidad del trabajo, y por tan-to, el punto de arranque de lareflexión ética de la Iglesia so-bre él. No olvidemos que la DSIes teología moral social. La economía es una re-alidad humana y, por tanto, sujeta a la ética.Debe estar al servicio del hombre y no al revés(cf. CDSI 283).

Como nos dice CDSI 271, la dimensión subje-tiva impide considerar al trabajo como unasimple mercancía o un elemento impersonal dela organización productiva, por eso, la DSI con-dena a cualquier forma de materialismo o eco-nomicismo que reduzca al trabajador a un me-ro instrumento, una pieza más, del engranajeproductivo, a simple fuerza-trabajo. No menosgrave es, respecto al trabajo, la cultura relati-vista que, como afirma Laudato Si 123 “es la

misma pa tología que empuja a una persona aaprovecharse de otra y a tratarla como meroobjeto, obligándole a trabajos forzados…”. Lapersona es el punto de origen del trabajo, y aella está ordenado y orientado en su fin último.

Pero no podemos quedarnos en la dimensiónpersonal, el trabajo es también expresión de sudimensión social. CDSI 273 nos recuerda que eltrabajo posee una intrínseca dimensión socialy, consecuentemente, como afirma QA 69: “nopuede ser valorado justamente ni remuneradoequitativamente si no se tiene en cuanta su carác-ter social e individual”.

En este contexto antropológico en el que laDSI valora y tiene en cuenta la dimensión per-sonal y social del hombre y del trabajo, LE 10nos dice que el trabajo es “el fundamento sobreel que se forma la vida familiar, la cual es underecho natural y una vocación del hombre” Eltrabajo garantiza la subsistencia y educaciónde la prole.

b) Las relaciones capital-trabajo

Quiero empezar este apartado con la que ca-lificó Pío XI en QA 100 como “frase feliz” de Le-ón XIII: “Ni el capital puede subsistir sin el tra-bajo, ni el trabajo sin el capital” (RN 15). Pero,se “viola el recto orden” cuando “el capital abu-sa de los obreros y de la clase proletaria con lafinalidad y de tal forma que los negocios e in-cluso toda la economía se plieguen a su exclusi-va voluntad y provecho, sin tener en cuenta pa-ra nada ni la dignidad humana de los trabaja-dores, ni el carácter social de la economía, niaun siquiera la misma justicia social y bien co-mún” (QA 101).

GS 67 afirmará que “El trabajo humano quese ejerce en la producción y en el comercio o enlos servicios es muy superior a los restantes

elementos de la vida eco-nómica, pues estos últi-mos no tienen otro papelque el de instrumentos”,quedando esta prioridaddel trabajo subrayada porLE 12a que afirma que“se debe ante todo recor-dar un principio enseña-do siempre por la Iglesia.Es el principio de la prio-ridad del “trabajo” frente

al “capital”. Este principio se refiere directa-mente al proceso mismo de producción, respec-to al cual el trabajo es siempre una causa efi-ciente primaria, mientras el “capital”, siendo elconjunto de los medios de producción, es sóloun instrumento o la causa instrumental. Esteprincipio es una verdad evidente, que se dedu-ce de toda la experiencia histórica del hombre”.

El trabajo es superior a cualquier factor deproducción, incluido el capital, por su caráctersubjetivo/personal. Esto, como señala QA 100,no supone minusvalorar el papel e importanciaque tiene el capital en la economía y en la mis-ma realidad del trabajo.

Señalada esta superioridad del trabajo sobreel capital, es necesario no olvidar, como ya haido quedando expresado, su necesaria y debidacomplementariedad. La DSI defiende que el re-curso principal y el factor decisivo de que dis-pone el hombre es el hombre mismo (cf. CA 32).El alcance cuantitativo y cualitativo actual de larobótica/IA, que plantea no la ayuda al hombre,sino la sustitución del mismo, en el trabajo ac-tual supone un desafío a esta afirmación y noslleva a abrirnos a un concepto de trabajo mu-cho más amplio que el trabajo asalariado y te-ner en cuenta el trabajo reproductivo y volun-tario.

Cuando es al revés, cuando el capital es prio-rizado frente al trabajo, este último queda “pordebajo de la materia” y es “alienante”, bajo lasformas clásicas: infantil, informal, mal remune-rado, y las modernas: super-trabajo, trabajo-ca-rrera, la excesiva flexibilidad, la segmentacióndel mismo. (cf. CDSI 280). Esto manifestación dela más grave de las perversiones, alterar la rela-ción fines-medios, invirtiéndola (cf. CA 41).

2. Cuestiones nucleares de Laudato sisobre la realidad económica

Enumeramos aquí una serie de cuestionesque plantea LS sobre la realidad económica yque interpelan al mundo del trabajo después delo anteriormente expuesto.

1. La justicia con los pobres (LS 10).2. La Cultura del descarte (LS 22).3. Crisis antropológica: cómo entender la viday la acción humana (LS 101).4. Paradigma tecnocrático. Búsqueda del be-neficio económico a cualquier precio que nogarantiza el Desarrollo Humano Integral y lainclusión social (LS 107-109).5. Fragmentación del saber. Ruptura de la vi-sión holística. Reduccionismo que lleva a unaeconomía humanicida: olvida a los pobres, almedio ambiente,...

* Poner en relación la dimensión científi-ca, económica, política, social, cultural,humana y espiritual de la ecología (LS111.137-138).* Valor central del principio del BIEN CO-MÚN (LS 156).

6. Relativismo moral (LS 122).7. Prioridad del trabajo sobre el capital (LS129)8. Papel del Estado y superación del mercado(LS 129).9. Cambiar el modelo de desarrollo global.Verdadera competitividad y opción por laeconomía a pequeña escala (LS 194. 190). Larentabilidad no puede ser el único criterio (LS187. 195).10. Desarrollo global (LS 193).11. Estilo de vida. Austeridad responsable (LS211. 214-222) Economía ecológica. Conver-sión ecológica.12. Papel de educador de la Iglesia (LS 214).

“La dimensión subjetiva impideconsiderar al trabajo como unasimple mercancía o un elementoimpersonal de la organización pro-ductiva, por eso, la DSI condena acualquier forma de materialismo oeconomicismo que reduzca al tra-bajador a un mero instrumento,una pieza más, del engranaje pro-ductivo, a simple fuerza-trabajo.”

(Viene de la pág. 11)

(Sigue en la pág. 13)

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Doctrina Social de la Iglesia MAS, Septiembre 2020| 13

3. Desafíos de Laudato si al mundo deltrabajo.

En este punto será nuestra referencia y guíaobligada Laudato si 124. “En cualquier planteosobre una ecología integral, que no excluya alser humano, es indis pensable incorporar el va-lor del trabajo,…”.

Junto a esto, es imprescindible tener presen-te la defensa que hace LS del hombre como serrelacional y su universo relacional: el mismo,los otros, Dios y el Medio Ambiente.

En este mundo relacional, el trabajo es unarealidad protagonista, ya que nos pone en rela-ción con el mundo que nos rodea, y que el mis-mo trabajo, su concepción y comprensión, estáafectado por nuestra manera de entender y rea-lizar nuestras relaciones con el mundo: “Si in-tentamos pensar cuáles son las rela ciones ade-cuadas del ser humano con el mundo que lo ro-dea, emerge la necesidad de una correc ta con-cepción del trabajo porque, si hablamos sobrela relación del ser humano con las cosas, apare-ce la pregunta por el sentido y la finalidad de laacción humana sobre la realidad. No habla mossólo del trabajo manual o del trabajo con la tie-rra, sino de cualquier actividad que implique al-guna transformación de lo existente, desde laelaboración de un informe social hasta el dise-ño de un desarrollo tecnológico. Cualquier for-ma de trabajo tiene detrás una idea sobre la re-lación que el ser humano puede o debe estable-cer con lo otro de sí. La espiritualidad cristiana,junto con la admiración contemplativa de lascriaturas que encontramos en san Francisco deAsís, ha desa rrollado también una rica y sanacomprensión sobre el trabajo, como podemosencontrar, por ejemplo, en la vida del beatoCarlos de Foucauld y sus discípulos” LS 125.

De esta manera se nos hace más evidente laimportancia de relacionar adecuadamente tra-bajo y espiritualidad, acción transformadora yrecogimiento: “Esta introducción del trabajomanual impregnado de sentido espiritual fuerevolucionaria. Se aprendió a buscar la ma -duración y la santificación en la compenetra-ción entre el recogimiento y el trabajo. Esa ma-nera de vivir el trabajo nos vuelve más cuida-dosos y res petuosos del ambiente, impregna desana sobrie dad nuestra relación con el mundo”LS 126.

Esta relación no es baladí, e ignorarla o novivirla de manera correcta tiene consecuenciasmuy negativas para el mismo trabajo: “Deci-mos que «el hombre es el autor, el centro y elfin de toda la vida económico-so cial» (GS 63).No obstante, cuando en el ser humano se dañala capacidad de contemplar y de respetar, secrean las condiciones para que el sentido deltra bajo se desfigure (CA 37)... El trabajo deberíaser el ámbito de este múlti ple desarrollo perso-nal, donde se ponen en juego muchas dimen-siones de la vida: la creatividad, la proyección

del futuro, el desarrollo de capacida des, el ejer-cicio de los valores, la comunicación con los de-más, una actitud de adoración” LS 127.

La misma manera de organizar el trabajo yla actividad económica incide directamente enel Medio ambiente: “Un estudio del impactoambiental no de bería ser posterior a la elabora-ción de un proyec to productivo o de cualquierpolítica, plan o pro grama a desarrollarse. Tieneque insertarse desde el principio y elaborarsede modo interdiscipli nario, transparente e inde-

pendiente de toda pre sión económica o política.Debe conectarse con el análisis de las condicio-nes de trabajo y de los posibles efectos en la sa-lud física y mental de las personas, en la econo-mía local, en la seguridad” (LS 183). Esto tieneconsecuencias notablemente beneficiosas pues“La diversificación productiva da amplísimasposibilidades a la inteligencia humana paracrear e innovar, a la vez que protege el ambien-te y crea más fuentes de trabajo” (LS 192).

También establece LS 237 una vinculaciónentre trabajo, descanso y cuidado del Medioambiente, pues “La ley del descanso semanalimponía abstenerse del trabajo el séptimo día«para que reposen tu buey y tu asno y puedanrespirar el hijo de tu esclava y el emigrante» (Ex23,12). El descanso es una ampliación de la mi-rada que permite volver a reconocer los dere-chos de los demás. Así, el día de descanso, cuyocentro es la Eucaristía, derrama su luz sobre lasemana entera y nos motiva a incorporar el cui-dado de la natu raleza y de los pobres”.

Término planteando una cuestión que yaafecta directamente al mundo del trabajo y queLS nos invita a discernir: el paradigma tecno-crático. LS 16 nos invita a “la crítica al nuevo pa-radigma y a las formas de poder que derivan de latecnología”. Por eso, teniendo en cuenta lo quenos dice LS 185: “En toda discusión acerca deun emprendimiento, una serie de preguntas de-

berían plantearse en orden a discernir si apor-tará a un verdadero desarrollo integral: ¿Paraqué? ¿Por qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿De quémanera? ¿Para quién? ¿Cuáles son los riesgos?¿A qué costo? ¿Quién paga los costos y cómo lohará?”, tarea de la comunidad cristiana serábuscar respuestas humanas y humanizadoras aestas preguntas en la cuestión del impacto quela tecnología - robótica, inteligencia artificial -,en el mundo del trabajo, teniendo siempre encuenta lo que Francisco nos dice en LS 112: “Sinembargo, es posible volver a ampliar la mirada,

y la libertad humana es capaz de limitar la téc-nica, orientarla y colocarla al servicio de otro ti-po de progreso más sano, más humano, más so-cial, más integral. La liberación del paradigmatecnocrático reinante se produce de hecho enalgunas ocasiones. Por ejemplo, cuando comu-nidades de pequeños productores optan porsistemas de producción menos contaminantes,sosteniendo un modelo de vida, de gozo y deconvivencia no consumista. O cuando la técnicase orienta prioritariamente a resolver los pro-blemas concretos de los demás, con la pasiónde ayudar a otros a vivir con más dignidad ymenos sufrimiento. También cuando la inten-ción creadora de lo bello y su contemplación lo-gran superar el poder objetivante en una suer-te de salvación que acontece en lo bello y en lapersona que lo contempla. La auténtica huma-nidad, que invita a una nueva síntesis, parecehabitar en medio de la civilización tecnológica,casi imperceptiblemente, como la niebla que sefiltra bajo la puerta cerrada. ¿Será una promesapermanente, a pesar de todo, brotando comouna empecinada resistencia de lo auténtico?”.

Texto correspondiente a una conferencia pro-nunciada por Ignacio María Fernández de To-rres, Consiliario de la Comisión Justicia y Paz deMadrid. Publicado en su web: https://www.jus-pax-es.org/products/desafios-de-laudato-si-al-mundo-del-trabajo/

(Viene de la pág. 12)

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14 | MAS, Septiembre 2020 Hermandades

Encuentro Virtual de las Hermandades del Trabajo de España y América

organizado por el SERCOINPor Guadalupe Mejorado - Centro de Madrid

El pasado 18 de julio, con motivode la celebración del 73Aniversario de la fundación de lasHermandades del Trabajo, tuvolugar un Encuentro Virtual de lasHHT de España y América ainiciativa del SERCOIN (Servicio deCooperación Internacional) en elque estuvieron representadospresidentes, consiliarios y otrosdirigentes de las Hermandades,con el acompañamiento delpresidente de la FundaciónAbundio García Román y el ObispoAsesor de las HHT, Mons. AntonioAlgora, obispo emérito de CiudadReal.

En este Encuentro Virtual, realizado en unmomento en que la pandemia sigue golpe-ando al mundo, tanto a los países hermanos

de América en los que se encuentran los Cen-tros como a España, donde estamos afrontandola nueva normalidad después del estado dealarma, se destacó la alegría de poder volver areunirnos y participar, aunque sea telemática-mente, para saludarnos, conocer a los que sehan incorporado a la Obra y hacer una puestaen común de las situaciones, problemáticas,objetivos y acciones en los que están involucra-dos los Centros.

Fernando García Adrianzén, administradordel SERCOIN y del Centro de Madrid, que se en-cargó de la convocatoria y de la moderación delas intervenciones, presentó el evento, así co-mo los objetivos marcados. Además de conme-morar el 73º aniversario de fundación de lasHermandades del Trabajo, la convocatoria pre-tendía dar cumplimiento a los compromisosasumidos por el SERCOIN en octubre de 1989,entre ellos, promover la integración de los Cen-tros a través de la celebración de encuentrosperiódicos de ámbito nacional o internacional eImpulsar el intercambio de experiencias. El Co-mité Ejecutivo del SERCOIN aprobó la puesta enmarcha de encuentros virtuales entre los Cen-tros de España y América.

El objetivo general de estas convocatorias esestrechar los lazos entre los Centros de Españay América y como objetivos específicos:

- Lograr unas relaciones fluidas con el pro-pósito de conocer la situación personal delos militantes de los Centros.

- Seguir trabajando la identidad (carisma), es-piritualidad y compromiso (proyección) quenos define como movimiento entre todos.

- Intercambiar experiencias y proponer ini-ciativas para la renovación e innovaciónsocial de las HHT.

Siguió el saludo de bienvenida de MonseñorAlgora, de la presidenta del SERCOIN, María Jo-sé Plaza, presidenta del Centro de Madrid, y deIgnacio María Fernández de Torres, ConsiliarioNacional y del Centro de Madrid.

Entre otros mensajes relevantes, D. Antonionos indicó la importancia de que en cada unode los Centros haya un grupo de apóstoles quesepan transmitir la Fe y tener como eje centrala Jesucristo en los ambientes laborales, princi-pio fundamental de organización en la Iglesia.

María José Plaza comenzó agradeciendo esteEncuentro. Continuó afirmando que la covid-19nos ha golpeado (y sigue golpeando) duramen-te. “Aun así, vivamos con prudencia, pero sinmiedo. Aprovechemos las herramientas (comoesta) que la tecnología pone a nuestro alcance yque nos permite reunirnos de forma operativa.”

También añadió, que hay que abandonar elmiedo a convertirnos en Centros innovadores yvivir con la confianza en Dios. El Movimiento

de las Hermandades debe dar testimonio de es-peranza, alegría y justicia.

Ignacio María Fernández subrayó varios pila-res fundamentales a cuidar en las Hermanda-des para reconocernos como una gran familia:

- Comunión con la fe de la iglesia - Tradición de las Hermandades, herencia dedon Abundio, conocer nuestra Historia.- Fidelidad al mundo del trabajo, nos inter-pela la propia realidad y lo que Dios quierede nosotros.-- Desarrollo integral de la persona. - Cultivar el espíritu de conversión al evan-gelio y la doctrina social de la Iglesia.- Todos los Centros son igual de importantes.

A continuación, hablaron los presidentes na-cionales, María Luisa San Juan Serrano y JuanIgnacio Arbó Azcona (también presidente delCentro de Zaragoza), que hicieron un repasodel papel de la Comisión Nacional con respectoa los centros de España, según recogen los Es-tatutos nacionales.

Desde la Fundación Abundio García Román,Pedro Martín Nogal, su presidente, nos animó aextender la fama de D. Abundio, a pedir su in-tercesión y a reportar los favores recibidos. “Elproceso de canonización va más lento de lo quenos gustaría por ello la ayuda en la difusiónpor parte de los centros de España y Américaserá muy valiosa”, afirmó.

(Sigue en pág. 15)

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MAS, Septiembre 2020 | 15Hermandades

Presentación y propuestas de los Centros

Tras él, fue el turno de que cada uno de losCentros se presentara y contara un poco de susituación, prioridades y problemáticas. Partici-paron, por América, los Centros de Callao, Limay San Ignacio, de Perú y los presidentes de Bo-gotá, Barranquilla y Medellín, de Colombia.

De España, estuvieron presentes los presi-dentes de Ávila, Badajoz, Córdoba, Guadalaja-ra, Jerez de la Frontera, Madrid, Valencia y Za-ragoza.

Algunos de los presidentes de los Centros nopudieron unirse por diferentes motivos.

Por parte de los Centros, Jorge Enrique Sala-zar, de Barranquilla hizo hincapié en el valor dela comunicación, especialmente en estos tiem-pos que se puede aprovechar la tecnología, yen que debemos enfocarnos en que HHT seconvierta en un movimiento mundial.

Ismenia Galvis, del Centro de Bogotá, nos re-cordó que cumplen 57 años en agosto de 2020.El Centro trabaja en la identidad del carisma deHHT, enmarcado en los planes de pastoral de laarquidiócesis, enfocados a los trabajadores, susfamilias y compartiendo con otras pastoralesde la diócesis. Hizo un llamamiento para estre-char las relaciones entre los centros con el finde trabajar juntos.

Luis Germán Pineda, presidente del Centrode Medellín, sugería aligerar las estructuras pa-ra permitirnos ajustarnos a los tiempos actua-les y guiarnos en los objetivos por la Agenda20-30 (desarrollo sostenible, empresas creati-vas…) enfocados al trabajo inclusivo y sosteni-do actual y futuro.

Desde Callao, contamos con la presencia FlorYactayo y el P. Víctor Torres que comentaronque, debido a una serie de circunstancias loca-les, en estos momentos el Centro no está fun-cionando.

Enrique Mario Suárez, presidente de Lima,nos habló de la situación de cuarentena y confi-namiento por la que está pasando el país, porlo que el Centro se encuentra cerrado. Ello lelleva a valorar la educación en las nuevas tec-nologías como muy necesaria y la incorpora-ción de jóvenes. Tienen un comedor que atien-de a unas 100 personas, pero el centro se en-cuentra en una situación económica crítica, dehecho, la sede ha sido arreglada por los propiosmiembros.

Clara García, desde San Ignacio, compartiósu preocupación por la falta de un sacerdotepara el asesoramiento espiritual, así como porla situación en que se encuentran debido a lapandemia. Como trabajadores sanitarios estándoblemente preocupados, por la situación labo-ral y por la de los ciudadanos. “Hay que mante-nerse fuertes”, nos decía, “para ayudar en lamedida que se pueda”.

Miguel Ángel Calvo, del centro de Ávila, noscontó que desde hace unos 10 años el objetivofue revitalizar el Centro, lo que van consiguien-do poco a poco, fundamentalmente con activi-dades recreativas y compartiendo con otrasasociaciones espacio y algunas actividades.

El Centro de Córdoba, cuyo presidente esAgustín Rodríguez de Lara, cuenta con una ac-tividad formativa muy importante, ya que im-parten enseñanza reglada de Formación Profe-sional, de forma presencial y online, ahora deforma telemática. Además, cuentan con un Co-working dentro del Centro.

Pablo Güil, presidente del Centro de Guadala-jara compartió que en estos momentos no tie-nen lugar en el que reunirse por estar cerradoel que comparten y que han tenido que dejarsu colaboración con Cáritas. Piensan que en unfuturo puedan retomar sus reuniones.

Desde Jerez de la Frontera (Cádiz), su presi-denta, Isabel Badallo, nos decía que el Centroestá muy envejecido y preocupado por la pan-demia. La falta de jóvenes es otra de sus preo-cupaciones.

Marcos Carrascal, presidente del Centro deMadrid, compartió los planes de futuro del Cen-tro, que se encuentra trabajando en un nuevosistema de gestión y proyección de actividadescon una renovación de contenidos enfocadosen las líneas de innovación, digitalización ydesarrollo sostenible que marcarán los próxi-mos años.

Juan Antonio Jiménez Lobato, Consiliario delCentro de Badajoz, hizo una breve intervenciónpara saludar a los asistentes.

El Centro de Valencia, representando por Jo-sé Miguel López, no pudo hacer su presenta-ción por problemas técnicos, aunque sí nosacompañó buena parte del Encuentro.

También estuvo presente José María Gutié-rrez, responsable de Comunicación del SER-COIN, que es el encargado de recibir y canalizarinquietudes e información de los que compo-nen este Servicio de Cooperación Internacional.

Así mismo, participó Carlos Salcedo, directordel periódico MAS, que animó a los presentes acompartir en esta publicación noticias, activi-dades y artículos de interés para todos los queformamos la gran familia de Hermandades.

Agradecimientos

Además del pequeño resumen de las aporta-ciones de cada Centro, de ellas pudieron inferir-se algunas preocupaciones comunes a todos.En términos generales los Centros participan-tes vieron este Encuentro como una excelenteoportunidad de reconectar y de evidenciar eldeseo de continuar con la obra de Don Abun-dio.

A la espera del próximo Encuentro, éste ter-minó con el agradecimiento a Dios por hacer-lo posible, a D. Abundio, fundador de las HHT,a los asistentes, a los que colaboraron en surealización.

También hubo un cariñoso recuerdo deagradecimiento a María Teresa Martín, quefue entusiasta promotora de los EncuentrosHispanoamericanos y que partió a la Casa delPadre el día 24 de mayo de 2020.

18 de juio de 2020

Destacamos algunas de las ideas que surgieron:

- Fortalecer la comunicación para estrechar las relaciones entre los Centros ya que la falta de ellaocasiona poco crecimiento del movimiento.

- Fortalecer la militancia en las Hermandades, se requiere de más compromiso y de más perso-nas comprometidas.

- Urge la renovación generacional y la presencia de afiliados y militantes en edad laboral.

- Otro problema común es la precariedad económica que impide que los Centros puedan em-prender más acciones y de mayor envergadura. Algunos centros echan en falta sacerdotes quelos acompañen.

- Compartir alegrías, trabajos, tristezas y caminar unidos por un mismo proyecto la renovaciónde las Hermandades, tenemos que ser uno sólo.

- Colaboración más asertiva.

- Innovar socialmente.

- Hacen falta acciones concretas, para mantener, promover y buscar nuevas formas para fortale-cer el carisma.

Algunas iniciativas para poner en marcha. Entre otras:

- Una agenda de Encuentros Virtuales en los que seguir compartiendo experiencias, preocupa-ciones y logros.

- Un futuro Encuentro presencial, que podría establecerse en 2022, en que se celebrará el 75 Ani-versario de la fundación de Hermandades del Trabajo.

- Una Plataforma de trabajo para todos los centros de España y América.

- Una publicación virtual común para todos los Centros.

(Viene de la pág. 14)

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PEDRO BARRADO / DIRECTOR DE LA ESCUELA SAN JUAN XXIII DE LAS HERMANDADES DEL TRABAJO

En el pasado mes de julio, los me-dios de comunicación ofrecieronabundantes informaciones a

propósito del rey emérito que elpresidente de Gobierno calificó co-mo inquietantes y perturbadoras.Sea como fuere, lo cierto es queesas informaciones fueron utiliza-das por algunos para atacar la insti-tución monárquica; otros, en cam-bio, trataron de separar las actua-ciones de Juan Carlos I y las de Feli-pe VI, precisamente para salvaguar-dar la institución.

Aunque estos tiempos no son losde la Biblia, también en la Escrituraencontramos un conflicto parecidoentre formas de gobierno o de es-tructura social. Según el relato bí-blico, allá por el siglo XI a. C., Israelera una confederación de tribus re-gida por los ancianos o cabezas defamilia de los clanes y con ayuda dealgunas figuras carismáticas –cono-cidas como jueces–, con un marca-do carácter militar, que surgían es-pecialmente en situaciones de con-flicto.

En medio de esa situación, allápor el siglo X emergió una tenden-cia que pretendía hacer de Israeluna sociedad «moderna» de sutiempo y, por tanto, estructurarseen torno a una monarquía (entreotras razones, para poder ser máseficaz de cara a sus disputas con losfilisteos), como los pueblos vecinos:«Se reunieron todos los ancianos deIsrael y fueron a Ramá, donde esta-ba Samuel. Le dijeron: “Tú eres yaun anciano y tus hijos no siguen

tus caminos. Nómbranos, por tanto,un rey, para que nos gobierne, co-mo se hace en todas las naciones”»(1 Sam 8,4-5).

La propuesta no gustó al profetaSamuel, que pensó que de ese mo-do se hacía de menos a Dios, queera el verdadero rey de Israel. Los v.11-18 son un verdadero alegato «re-publicano», con todas las desgra-cias que sobrevendrán con un rey alfrente de Israel: «Samuel explicó:“Este es el derecho del rey que rei-nará sobre vosotros: se llevará avuestros hijos para destinarlos a sucarroza y a su caballería, y correrándelante de su carroza. Los destinaráa ser jefes de mil o jefes de cincuen-ta, a arar su labrantío y segar sumies, a fabricar sus armas de gue-

rra y los pertrechos de suscarros. Tomará a vuestrashijas para perfumistas, coci-neras y panaderas. Se apo-derará de vuestros mejorescampos, viñas y olivares,para dárselos a sus servido-res. Cobrará el diezmo devuestros olivares y viñas,para dárselo a sus eunucosy servidores. Se llevará avuestros mejores servido-res, siervas y jóvenes, asícomo vuestros asnos, paraemplearlos en sus trabajos.Cobrará el diezmo de vues-tro ganado menor, y vos-otros os convertiréis en es-clavos suyos. Aquel día osquejaréis a causa del reyque os habéis escogido. Pe-

ro el Señor no os responderá”» (1Sam 8,11-18).

A pesar de esto, el pueblo siguióprefiriendo tener un rey: «No im-porta –le dijeron a Samuel–. Quere-mos que haya un rey sobre no-sotros. Así seremos como todos losotros pueblos. Nuestro rey nos go-bernará, irá al frente y conduciránuestras guerras» (1 Sam 8,19-20).

Obviamente, las situaciones sonincomparables, porque, en el casodel antiguo Israel, estamos hablan-do de una monarquía prácticamen-te absolutista. A pesar de ello, en Dt17,14-20 encontramos la llamada«ley del rey», con importantes res-tricciones al ejercicio regio (sobretodo si comparamos con las monar-

quías del Próximo Oriente antiguo,como Egipto o Mesopotamia):«Cuando entres en la tierra que elSeñor, tu Dios, te va a dar, la tomesen posesión y habites en ella, si di-ces: “Voy a poner sobre mí un rey,como todas las naciones que me ro-dean”, podrás poner sobre ti un reyque elija el Señor, tu Dios. De entretus hermanos, pondrás un rey sobreti; no pondrás sobre ti un extranje-ro, que no sea hermano tuyo. Peroél no poseerá muchos caballos nihará volver al pueblo a Egipto paraaumentar sus caballos, pues el Se-ñor os ha dicho: ‘No volveréis jamáspor ese camino’. No poseerá mu-chas mujeres, para que no se desca-rríe su corazón, ni atesorará dema-siada plata y oro. Cuando se sientesobre su trono real, se hará escribiren un libro una copia de esta Leyque conservan los sacerdotes levi-tas. La tendrá consigo y la leerá to-dos los días de su vida, para queaprenda a temer al Señor, su Dios,observando todas las palabras deesta Ley y todos estos mandatos pa-ra cumplirlos. Así no se engreirá sucorazón sobre sus hermanos ni seapartará de este precepto a derechani a izquierda, y él y su hijos pro-longarán los días de su reinado enmedio de Israel”».

No es el caso, evidentemente, deuna monarquía parlamentaria mo-derna en el seno de una democracialiberal, donde todos estamos some-tidos al imperio de una ley que esigual para todos, con todos los per-feccionamientos que quepa hacer.

Entre monarquía y república

FFUUNNDDAACCIIÓÓNN AABBUUNNDDIIOO GGAARRCCÍÍAA RROOMMÁÁNNSI QUIERES AYUDAR A LA FUNDACIÓN EN SUS OBJETIVOS Y EN EL PROCESO DE CANONIZACIÓN, INGRESA TUS APORTACIONES EN:

FUNDACIÓN, Banco BBVA: ES78 0182 1216 2300 1752 8869PROCESO, Banco Santander: ES11 0075 0123 5506 0157 4896

Titular: Fundación Abundio García Román

Centros de Hermandades del Trabajo. España: Alicante, Almería, Ávila, Badajoz, Burgos,Córdoba, Guadalajara, Jaén, Jerez de la Frontera, Madrid, Segovia, Sevilla, Valencia, Zaragoza,así como las Hermandades en toda España de las Federaciones de la Seguridad Social yFerroviarias. América: Chile (Concepción), Colombia (Barranquilla, Bogotá y Medellín), CostaRica (San José), Ecuador (Quito), Perú (Callao, Chimbote, Lima y San Ignacio).mas

Rey Salomón, por Pedro BerrugueteWikipedia CC