Mi decisión de Emigrar.Como les conté soy una merideña, en Venezuela nos dicen Gochos y, desde hace un par de años, somos los “arrechos” y fuertes del país, cosa que, obviamente, no aplica mucho para mi... Viendo la situación de mi país años atrás, siempre fui de las que dijo “no quiero irme, este es mi país y aquí quiero crecer y estudiar”, siempre soñaba con la ilustre Universidad de los Andes, desde pequeña era esa mi meta, mi norte y, a pesar de todo, ese era mi plan, hasta que...

El tema de la inseguridad en nuestro país se ha vuelto el mas recurrente, en todas las conversaciones sale siempre el mismo tema: “ayer escuche esta historia..., a un amigo lo robaron..., al primo del tio de mi esposa lo secuestraron..., al amigo de un amigo le dispararon...”. Toda persona en venezuela ha pasado por un momento de cara a la delincuencia y, si aun no ha sido así, al menos conoce a alguien muy cercano a quien si le ha sucedido, y este es el primer empujón para todos los que salimos a buscar “algo mejor”, una calidad de vida en la que salir a la calle no sea un desafío de aventura y en la que tener un pequeño “lujo” no sea un delito. La mayoría de los venezolanos que están afuera, si les preguntas, han salido luego de alguna terrible situación de este tipo: “entraron a nuestra casa y nos robaron..., secuestraron a alguien de la familia..., etc” y mi caso, entre otras cosas, no fue diferente.

El tema de la escasez es cada día peor, el cambio de la moneda, así como la crisis económica y de salud son temas diarios en venezuela, pero esos son temas muy amplios y, a decir verdad, no fueron el impulso principal para mi decisión de emigrar.

Entre el año 2013 y el 2014 se dieron varios acontecimientos a mi al rededor que me hicieron replantearme la idea de quedarme, uno de esos fueron las “Guarimbas”, un periodo muy difícil para las ciudades que las vivieron, hubo manifestaciones, trancas, delincuencia y mucha violencia; hubo muertos y heridos, era una batalla diaria por defenderse, eran noches enteras sin dormir y, ademas de todo, fue un periodo en el que se paralizó mucho comercio. Este fue el momento, por así llamarlo, que impulsó mi ida, fue el empujón principal (no el único, pero si el mas fuerte) de mi decisión, fue la explosión del miedo, el golpe de la realidad en mi cara, y desde ese momento, mi nuevo norte, mi nuevo plan, era irme, como fuera y adonde fuera, pero irme.

Mi idea no era irme sola, pero después de mucho conversar y discutir con mi familia, al final fue así como me fui, sola pero muy decidida a tener una mejor vida, un mejor futuro y mas aun, decidida a prepararme cuanto fuera necesario para en un futuro poder volver y aportar mi granito de arenas para sacar el país adelante.

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