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Matilde Ucelay. La primera mujer española arquitecta de Ja historia Vegaviana. Una lección de arquitectura Las 'calles en el aire'. Paralelismos entre la vida y la arquitectura El ADN de la Mezquita de Córdoba. Genotipo, fenotipo y clonación Maison de Verre / Zonestraal. Relato de dos edificios Kahn / Kubrick. Simetrías compositivas PUBLICACION SOBRE TEMAS DE TEORIA E HISTORIA DE LA ARQUITECTURA (") .-- o N _J O::: ce <(

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Matilde Ucelay. La primera mujer española arquitecta de Ja historia Vegaviana. Una lección de arquitectura Las 'calles en el aire'. Paralelismos entre la vida y la arquitectura El ADN de la Mezquita de Córdoba. Genotipo, fenotipo y clonación Maison de Verre / Zonestraal. Relato de dos edificios Kahn / Kubrick. Simetrías compositivas

PUBLICACION SOBRE TEMAS DE TEORIA E HISTORIA DE LA ARQUITECTURA

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CUADERNO DE NOTAS 14

CUADERNO DE NOTAS Núm. 14 Abril 2013

Departamento de Composición ArquitectónicaEscuela Técnica Superior de ArquitecturaUniversidad Politécnica de Madrid

Cuaderno de notas es una publicación realizada por iniciativa de profesores del Departamento deComposición de la Escuela de Arquitectura de Madrid. Los criterios y opiniones expuestos sonresponsabilidad exclusiva de los autores. Los derechos de autor y la propiedad intelectual delmaterial publicado pertenecen, así mismo, a sus autores. Esta publicación tiene como objetivo elser vehículo de expresión y difusión de la actividad académica e investigadora tanto de los profe-sores participantes como del resto de colaboradores.

DIRECTOR DE REDACCIÓN Y EDITORRafael García García

AUXILIAR DE EDICIÓNRosario Domenech Gómez

COMITÉ DE REDACCIÓN Rafael García GarcíaJosé Manuel García RoigRoberto Osuna RedondoManuel de Prada Pérez de AzpeitiaMaría Teresa Valcarce Labrador

PORTADA, DISEÑO Y MAQUETACIÓNRafael García GarcíaRosario Domenech Gómez

ISBN: 1138-1590Depósito Legal:

PÁGINA WEBhttp://www.aq.upm.es/Departamentos/Composicion/webcompo/webcnotas/index.html

CUADERNO DE NOTAS 14

SUMARIO

Ángela RodríguezFernández

Las ‘calles en el aire’. Paralelismos entre la vida y la arquitectura................................ 53

En 1952 Alison y Peter Smithson entregaron su propuesta para el concurso deviviendas Golden Lane, caracterizado por su diseño de calles peatonales elevadasconcebidas como elementos que propiciaran la identificación y sentido de comu-nidad de sus habitantes. Este proyecto representó una inflexión respecto a susproyectos anteriores y coincidió con el comienzo de su visión crítica respecto a lospostulados funcionalistas de los CIAM precedentes. Con las “calles en el aire” losSmithson concretaron el primer ejemplo de su propuesta de reorientación del pen-samiento urbano mediante una re-identificación que expresaba la actualización delas relaciones entre vida y arquitectura.

En este trabajo se intenta estudiar si el nacimiento de la restauración como con-cepto modifica o no la manera de intervenir en edificios del pasado. Como ejem-plo ilustrativo se trata el caso de la Mezquita de Córdoba. Se propone clasificar lasintervenciones realizadas en ella en función de cómo han alterado su identidad.Para ello se plantea un paralelismo entre la identidad del edificio y la de los seresvivos, pues ambas constan de rasgos latentes y rasgos patentes. La identidad delos organismos está presente de manera latente en lo que los científicos llaman elgenotipo y de manera patente en lo que llaman fenotipo. El concepto de ADN seliga al genotipo y su repetición sin alteraciones conduce a la clonación.

Leyre MauleónPérez

El ADN de la Mezquita de Córdoba. Genotipo, fenotipo y clonación................................................... 67

Matilde Ucelay. La primera mujer española arquitecta de la historia................... 1

La figura de Matilde Ucelay como primera arquitecta titulada española es reseña-da en este artículo a través de una amplia serie de materiales entre los que seincluyen grabaciones de audio pertenecientes a entrevistas y programas radiofóni-cos. El trabajo describe el discurrir de su vida familiar y profesional desde sus eta-pas de formación, las vicisitudes de su carrera en relación a la guerra y posgue-rra españolas y su desarrollo posterior. Su desconocida pero sin embargo extensay solvente obra arquitectónica abarcó cerca de 65 proyectos construidos “de granriqueza y profusión en los detalles, con un diseño intimista ligado al usuario y alentorno”.

María JoséDurán González,

Ana MaríaEscudero

Domínguez,Juan Núñez

Valdés y ElenaRegodón

Domínguez

Vegaviana. Una lección de arquitectura...................................... 18

El proyecto del pequeño nuevo pueblo de Vegaviana en la provincia de Cáceres seinscribió dentro de la amplia labor desarrollada por el Instituto Nacional deColonización (INC) como materialización de la utopía agraria del franquismo. Noobstante, planteado dentro de una nueva sensibilidad arquitectónica y urbanísti-ca por su principal autor, José Luis Fernández del Amo, supuso un importantepunto de ruptura con la concepción tradicionalista entonces imperante. Ello hizoque recibiera un pronto reconocimiento nada más terminarse a finales de los años50 en diversos certámenes nacionales e internacionales. En 1967 recibiría ademásel Premio Nacional de Arquitectura, habiendo siendo recientemente reconocidocomo Bien de Interés Cultural.

Jose AntonioFlores Soto

Maison de verre / Zonestraal. Relato de dos edificios................. 98

Desde los años sesenta del siglo XX el sanatorio Zonnestraal de Hilversum y laMaison de Verre en París han sido descritos extensamente en la literatura de laarquitectura moderna. Sin embargo, no se ha hecho ningún esfuerzo por colocar-los juntos en un mismo relato. Este ensayo es un esfuerzo para enmendar esevacío. Ambos están relacionados íntimamente por sus autores: Bernard Bijvoet,como codiseñador de los planos de la Maison, y Johannes Duiker, quien trabajócon el anterior en los preliminares de Zonnestraal, aunque lo finalizó en solitario,al mismo tiempo que se terminó el diseño de la casa. En el trabajo se cuestiona

Jan Molema

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VEGAVIANA

Al hablar de la arquitectura delInstituto Nacional de Colonización(INC) es indispensable referirse aJosé Luis Fernández del Amo. Supersonalidad como arquitecto y elcarácter de su obra lo hacen destaca-do dentro de la vasta operación decolonización en la España de posgue-rra. Singular fue su trabajo en esteorganismo cuya tarea fue, duranteunos treinta años (1939-1972), cons-truir la utopía agraria del franquis-mo; materializando la redenciónnacional asumida por el nuevo régi-men al término de la guerra. Fruto deesta labor existen en la geografíaespañola trescientos nuevos pueblossoporte de la transformación del agroespañol durante el franquismo.

Se puede decir que José LuisFernández del Amo es figura clave enla arquitectura del INC. La razón paraque así sea es su especial modo deenfrentarse a la tarea en la cual se vioinmerso prácticamente al iniciar sucarrera profesional; gran parte de lacual la desarrolló al servicio de laAdministración del Estado bajo elpeso ideológico del régimen impuestotras la guerra civil. Su postura se

puede ver como de cambio de rumbo,de ruptura tenaz con los plantea-mientos convencionales con los queparte el INC y la arquitectura fran-quista de la ruralidad de posguerra.Fernández de Amo supo proponeruna manera bien peculiar de hacerun pueblo en medio del campo paralas sencillas gentes del campo. De latraducción del ideario ruralista delrégimen supo pasar, junto a otrosjóvenes arquitectos contemporáneossuyos, a una experimentación con laarquitectura que querían hacer den-tro de los límites de aquel momentocomplejo.

La obra de Fernández del Amo en elINC supone volver a la “arquitectura”;el individuo como protagonista y lacontextualización como razón denecesidad. La suya es una arquitec-tura separada deliberadamente de laconstrucción de una imagen intencio-nada para la propaganda ideológicadel “nuevo orden rural” inducido porel franquismo incipiente. Es unaarquitectura que se vuelve hacia elindividuo como su principal benefi-ciario, centrándose en acercar a laescala humana el espacio urbano y

Jose AntonioFlores Soto Vegaviana

Una lección de arquitectura

Vegaviana.

privado en que éste ha de desarrollarsu vida. Es una arquitectura proposi-tiva, interesada por la calidad plásti-ca, estética y humana en un contextode extrema escasez de medios. Esuna arquitectura, pues, que trata desuavizar la rigidez de los plantea-mientos convencionales de origendialogando con el paisaje y pensandoen el individuo a quien va destinada.

Vegaviana, un pequeño pueblo al nor-oeste de Cáceres, proyectado porFernández del Amo en colaboracióncon Genaro Alas Rodríguez y JulioLópez Zuriaga en 1954 durante elperíodo más fecundo del INC, es refe-rencia indiscutible dentro del INC. Elprestigio alcanzado, nacional e inter-nacional, lo convierten en icono de lacolonización de posguerra. Sus valo-res urbanos y arquitectónicos hacende él el más reconocido y, quizás,mejor de los pueblos construidos enesta etapa de la historia reciente deEspaña.

Detrás de Fernández del Amo y deVegaviana hay una amplia labor dearquitectura de posguerra, quizás notanto de calidad como de cantidad.Hay una arquitectura de acompaña-miento de una estrategia económica,puesto que resulta de necesidadesadyacentes a la titánica empresa detransformación del agro español,tenida la agricultura como base eco-nómica del país en un período de ais-lamiento internacional. Sin embargo,en ella se lee un capítulo de la arqui-tectura española del siglo XX silen-ciado por su evidente carga ideológi-ca. Pese a lo cual es el capítulo de laarquitectura que podía hacerseentonces, con el país salido de unaguerra fratricida, en una alarmanteescasez de medios y con una fuerteimposición ideológica.

Merece la pena detenerse en esteejemplo de la obra del INC. Unamuestra del que tal vez fuera uno delos arquitectos más sobresalientes decuantos trabajaran para el INC enesta etapa compleja de la historiareciente de España. Un arquitectoque, como le sucedió a tantos otrosde su generación y de las inmediata-mente sucesivas como Alejandro dela Sota, José Antonio Corrales,Antonio Fernández Alba, GenaroAlas, Antonio Vázquez de Castro,etc., hubo de comenzar a trabajar enuna época compleja. Pese a lo cual

supo buscar razones poéticas parahacer una arquitectura honesta ydigna más que dedicarse a construirpara el franquismo un escenario parala propaganda.

Pasado un tiempo que permite tomardistancia y acercarse a la obra delINC libres de prejuicios ideológicos,es ocasión de analizar esta arquitec-tura y ese urbanismo de entonces,sencillos y sin grandes pretensiones.Es momento de reivindicar Vegavianay la obra de Fernández del Amo enColonización como lección de arqui-tectura.

El arquitecto y la obra de refe-rencia

José Luís Fernández del Amo Morenonació en Madrid en 1914. Inició susestudios en la Escuela de Arquitec-tura en 1933, interrumpiéndolos porla guerra civil. Se egresó en 1942,entrando inmediatamente en laDirección General de RegionesDevastadas (RD). Su primer destinocomo arquitecto de RD fue la OficinaComarcal de Belchite (Zaragoza). Deahí fue trasladado a Andújar (1943),desde donde pasó después a Granadaal equipo de Francisco Prieto Moreno. Fernández del Amo inició el desarro-llo de su labor profesional en la difíciltarea de la reconstrucción de laszonas devastadas por la guerra.Estos años, sin embargo, le sirvieronpara afrontar su labor como arquitec-to con una misión social que cumplir.Sin obviar por ello la profunda cargaideológica que suponía la reconstruc-ción de la España devastada en laguerra. Esto dejó profunda huella enél, como él mismo reconoce en susescritos publicados por la Fundacióndel COAM el año de su muerte.1

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VEGAVIANA

Jose Luis Fernándezdel Amo.

Durante su etapa en RD en Granadaentró en contacto con artistas comoJosé Guerrero, Manuel Rivera,Eduardo Carretero y Antonio Valdi-vieso. Y esta proximidad a los jóvenesartistas del momento dará pie al inte-rés constante por la integración delas artes en su obra, lo cual es paten-te en sus pueblos de colonización.

En 1947 sacó plaza el ServicioCentral de Arquitectura del INC, enMadrid. Cambió de organismo, perocontinuó trabajando en ámbitos anó-nimos entregado a una importante

labor social. Faceta de la que se sin-tió satisfecho a lo largo de su vidaprofesional, como muestra constan-temente en sus escritos. De lareconstrucción pasó a la coloniza-ción; del desastre de la guerra a laesperanza de construir un mundonuevo y mejor. Se enfrentó a sunueva tarea consciente del valorsocial de su cometido, así como con-vencido de sus posibilidades artísti-cas. Así que entendió que su trabajoen Colonización era mejorar la vidade los hombres con su arquitectura,persiguiendo una sencilla pero poten-te belleza en su obra, conscientecomo fue de que “a través del espacioel arte ennoblece la vida”.2

Tras su paso por la reconstrucción,como tarea de atención perentoriatras la guerra, participó en la coloni-zación con un talante imbuido de res-ponsabilidad social: “La tarea de lacolonización era hermosa para quientenía el alma ya tocada por dardos deimpresiones recibidas en un trasiegode tumbos y avatares por las regionesdeprimidas de nuestro territorio. Seme pedía dar cobijo a los hombres denuevo asiento en las zonas transfor-madas. El servicio de arquitecturacumplía este alto ministerio con lacreación de nuevos pueblos”.3

Su labor en el INC se extendió duran-te la mayor actividad del organismo,desde 1947 hasta su excedencia en1968. Por lo cual participó en laetapa en que Colonización construyóla mayoría de sus nuevos pueblos.Unos pueblos entre los cuales lossuyos, con Vegaviana a la cabeza, sontal vez los más conocidos y reconoci-dos.

Vegaviana se publica por primera vezen 1958 en el nº202 de la RevistaNacional de Arquitectura.4 Lo ilustraun reportaje fotográfico de Joaquíndel Palacio KINDEL, compañero deFernández del Amo y fotógrafo tam-bién de otros arquitectos que porentonces trabajaban en el INC. A lasimágenes de Kindel el propioFernández del Amo atribuyó el éxitode la difusión de su sencilla arquitec-tura de colonización. Alabó en ellassu calidad plástica, así como sucapacidad de expresar aspectosarquitectónicos que a él como crea-dor le interesaba resaltar de su obra.“La fotografía con su fogonazo instan-táneo pone en evidencia el fenómeno

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VEGAVIANA

Vista aérea deVegaviana.

Fotografías de Vega-viana de Joaquín delPalacio, KINDEL.

plástico de la materia inerte queespera como mendicante quien laobserve con sensibilidad. Luego esalucidez permanece en el papel. […]Tras de su valor objetual, la fotogra-fía tiene una singular significacióncomo documento. Ya hemos dichoque nos hace ver con su énfasis loque no vimos. Y así es testimonio.”5

En 1958 Vegaviana se presentó en elV Congreso de la Unión Internacionalde Arquitectos en Moscú, junto conEsquivel de Alejandro de la Sota,donde recibió una mención. Con oca-sión de ello se expuso en 1959 en elAteneo de Madrid, recibiendo laMedalla de Oro Eugenio D’Ors paralas Artes Plásticas por su “valoresarquitectónicos eminentes, estéticosy humanísticos” así como por “cum-plir de manera admirable uno de lospostulados del arte actual, cual es elde la integración de las distintasartes plásticas y coordinadas a unsolo fin superior”.6 En 1961 se llevó ala VI Bienal de Arquitectura de SaoPaulo, donde recibió el Premio“Planeamiento de ConcentracionesUrbanas”. En 1967 recibió el PremioNacional de Arquitectura. Y finalmen-te, en 2010 fue incoado expediente dedeclaración de BIC en la categoría deConjunto Histórico, siendo el primerpueblo del INC al que se reconoce suvalor arquitectónico mediante estaprotección. Los éxitos de este sencillopueblo, sobre todo el reconocimientointernacional al final de la década de1950 tras la sonora decepción de la“arquitectura nacional” presentadaen el VI Congreso Panamericano deArquitectos de 1947 en Lima, sonindicio de la valoración del esfuerzode los jóvenes arquitectos españolesde entonces, y de su empeño porhacer una arquitectura alejada de laideología del franquismo y de su afántradicionalista.

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VEGAVIANA

Portada del artí-culo de presenta-ción de Vegavia-na en el nº202(1958) de la Re-vista Nacional deArquitectura.

Vegaviana.

En 1952, fruto de su interés por laintegración de las artes y su laborpara la presencia de las mismas en lasociedad contemporánea, Fernándezdel Amo fue nombrado primer direc-tor del Museo Nacional de ArteContemporáneo. Un museo entoncesintegrado en los sótanos del Palaciode la Biblioteca y los MuseosNacionales de Madrid. En este puestoestuvo hasta 1958, ayudando a ladifusión del arte contemporáneo

español y apoyando a los jóvenesartistas del momento. Fruto de estecontacto permanente con los artistasde la modernidad española fue lacolaboración de muchos de ellos enlas iglesias de sus pueblos de coloni-zación. Así que éstas son muestra delarte español más vanguardista de suépoca.

Entre 1968 y 1972 Fernández delAmo fue profesor de ProyectosArquitectónicos en la Escuela deArquitectura de Madrid. Junto a suscompañeros arquitectos en la cátedraformó el Taller de ArquitecturaEquipo 70, activo hasta 1978.

En 1983 el Ministerio de Culturaexpuso su obra arquitectónica en elMuseo de Arte Contemporáneo, delcual había sido primer Director.7

Con ocasión de la inauguración,Fernández del Amo hablaba a laprensa de su sencilla arquitectura,interesada en el hombre y su mundoy no en el prestigio personal, con unahumildad poco común.

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VEGAVIANA

Panel de Vegavianapresentado al V Con-greso de la Unión In-ternacional de Arqui-tectos celebrado enMoscú en 1958.

Exposición de Vega-viana en el Ateneo deMadrid, 1959.

“Mi arquitectura no es de grandesdescubrimientos ni fantasías, sinoque está ligada a esa arquitecturaanónima y espontánea de nuestrospueblos, donde he intentado apren-der su aspecto funcional y su sinceri-dad, que responde a la necesidad delhombre y de la vida actual”.8

En 1991 fue nombrado académico dela Real Academia de Bellas Artes deSan Fernando. Su discurso de ingre-so: Encuentro con la creación9, resu-me su vida profesional. En él expresósu visión de la creación artística en elcontexto de la contemporaneidad y dela integración de las artes. Algo que losignificó con claridad en su obra delINC, de la cual Vegaviana es buenexponente.

Hombre de profundas conviccionesreligiosas, comprometido con lamodernización del arte y de la arqui-tectura españoles contemporáneos yconvencido de su labor social ymoral, persiguió en su obra la inte-gración de las artes y la construcciónde un espacio humano digno y belloaunque sin estridencias. Se enfrentóa lo popular libre de prejuicios ideoló-

gicos; teniéndolo más como fuente devalores de una arquitectura “verdade-ra” que como repertorio de motivosformales para construir una imagenfalsamente popular. Supo comopocos emplear la referencia popularen la arquitectura del INC para haceruna arquitectura limpia y sencilla.Una arquitectura de evidentes valo-res plásticos, profundamente intere-sada en el individuo a quien va dirigi-da y libre de discursos retóricos sobreel significado de la apariencia. Élmismo lo declara en una elocuentemisiva a un vecino de Vegaviana quele escribe contándole el riesgo quecorre su pueblo de perder el carácteroriginal por intervenciones desafortu-nadas y arbitrarias.

“Nunca tuve otro objetivo, ni otroestímulo que tratar de mejorar en loposible ese espacio que es para unavida, dentro y fuera de la vivienda. No

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VEGAVIANA

Cartel de la exposi-ción retrospectiva dela obra de Fernándezdel Amo en el MuseoEspañol de Arte Con-temporáneo, 1983.

Catálogo de la expo-sición Vegaviana enel Ateneo de Madrid,marzo 1959, de Fer-nández del Amo.

Imágenes de Vega-viana incluidas porCarlos Flores en suArquitectura Españo-la Contemporánea.

me propuse otra cosa con miarquitectura que servir de modointegral al hombre al que está des-tinada. Una arquitectura aprendi-da en la valoración de sus propiasnecesidades materiales y de las desu espíritu.”10

El pueblo como modelo de a-sentamiento rural en el INC

La tarea del INC fue transformar elcampo español materializando en élla utopía agraria de Falange. Se hizocargo de construir el “nuevo ordenrural” para España después de laguerra civil. Así que su arquitecturarepresenta la arquitectura menorasociada a la familia rural, entendidaésta como institución social básica.Complementando, por tanto, a aque-lla otra arquitectura expresión de las

aspiraciones grandilocuentes delEstado de la cual habla el profesorCirici11 al estudiar la estética delfranquismo.

El franquismo incipiente recogió eltestigo de la regeneración del mundorural que la segunda República sepropuso acometer mediante una seriede leyes de reforma agraria y puestaen riego que no llegaron a prosperar.Sin embargo, por razones de distan-ciamiento ideológico, la labor se des-liga en esta etapa del precedenteinmediato, al menos formalmente. Setrató de dar un enfoque que expresa-se la voluntad antiurbana del régi-men. Hechos el campo y la agricultu-ra base de la nueva sociedad españo-la en el contexto de la autarquía. Esdecir, como reacción al aislamientointernacional de España, una vezderrotados en la segunda guerramundial los regímenes con que elfranquismo incipiente mostró unaclara simpatía ideológica luego mati-zada.

La colonización del franquismo fueun arma de propaganda del régimen.De su papel redentor de una rurali-dad históricamente desatendida.También, de la construcción del“nuevo orden rural” expresión delcarácter nacional frente al modeloindustrial burgués, influido por uninternacionalismo antiespañol cau-sante de los males de la patria.

Los nuevos pueblos del INC, en elcontexto de esta regeneración delcampo español, son piezas de acom-pañamiento. Están dentro de unaoperación general de índole económi-ca sin la cual carecen de sentido.Presentándose la regeneración agra-ria y la redención de los más desfavo-recidos como política social del nuevorégimen. Aunque esta operación estéclaramente influida por el carácterideológico del franquismo y que elinterés demostrado por el desfavore-cido sea una estrategia de propagan-da.

Transformar la tierra y ponerla enproducción requiere abundantemano de obra. Ésta se saca de lapoblación rural, históricamente olvi-dada. Así que el INC se plantea comoherramienta para redimir a la rurali-dad española que nadie antes habíaatendido satisfactoriamente. Paraeste nuevo “ejército de labradores”,

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VEGAVIANA

Mapa de las zonasregables del INC.Abajo: Mapa de laprovincia de Cácerescon el área regabledel pantano deBorbollón.

Reseña de la labordel INC en el nº2 delBoletín de Informa-ción de la DirecciónGeneral de Arquitec-tura, 1947.

de gente que va a recibir tierra conque sustentar dignamente a su fami-lia (entendida la familia como institu-ción social básica), es preciso resolverel problema de la habitación. Así escomo aparecen los pueblos del INCcomo acompañamiento de otraempresa principal de la cual seencarga un nutrido cuerpo de inge-nieros agrónomos.

En el INC, con los agrónomos encar-gados de aumentar la producción dela tierra transformándola en regadíoy repartirla entre la nueva raza delabradores, aparece un cuerpo dearquitectos bajo las órdenes de JoséTamés Alarcón. Será él quien contro-le las propuestas arquitectónicas lle-vadas a cabo por el Instituto. Almenos, quien lo intente porque llega-rá un momento en que la llegadamasiva de jóvenes arquitectos paraafrontar la gran actividad generadadesborda su capacidad censora. Asíque parece que lo que sucede en elINC es algo que no se puede achacarcompletamente a su dirección.

El Servicio de Arquitectura del INC seocupó de dar cobijo a las familiasencargadas del cultivo de las tierrastransformadas por las grandes obrashidráulicas. Pero además se preocu-pó de ofrecerles unos servicios comu-nes elementales destinados a fomen-tar la vida en sociedad. Desde el ori-gen fue una clara voluntad de la colo-nización crear una ruralidad nuevaejemplar protegida por los principiosideológicos del franquismo.

Desde finales del siglo XIX se veníadebatiendo en España sobre el asen-tamiento rural óptimo ligado a laexplotación agraria. Las cuestionespuestas sobre la mesa eran esencial-

mente económicas o morales. Por unlado, el modelo de habitación aislada,directamente vinculada al terrenocultivable, como opción de mayorrendimiento del trabajo. Por otro, eldel asentamiento concentrado, quereúne a los labradores para darles laposibilidad de disponer de servicioscomunes. Modelo éste que presentael beneficio añadido de la relaciónsocial de las familias rurales.

El INC opta decididamente por elmodelo de asentamiento concentradoen defensa de la relación social de loslabradores, frente a la productividadmayor del sistema diseminado.También porque concentrar lasviviendas formando núcleos dotadosde servicios básicos abarata los cos-tes de los mismos. Y, cómo no, por elplanteamiento ideológico de que esmejor tener a la población concentra-da para poder educarla y adoctrinar-la en los valores de la Nueva Españadefendidos por el régimen.

Sea como fuere, el INC se decantó porel asentamiento concentrado depequeño tamaño. De manera que suestrategia básica para la ocupacióndel territorio rural fue construir unamalla polinuclear homogénea y nojerarquizada en las tierras interveni-das para su transformación. Con-fiando ingenuamente en que sólo contransformar las áreas regables de losgrandes ríos sería suficiente pararegenerar el campo español. Esta

estrategia difiere sensiblemente deprecedentes inmediatos. Difiere delmodelo de colonización pensado pre-vio a la guerra civil para las cuencasregables del Guadalquivir y delGuadalmellato (1933), a base de pue-blos grandes análogos distribuidoshomogéneamente por el territorio.También del esquema de la “bonificaintegrale” del fascismo con que se

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VEGAVIANA

Área de regadío aso-ciada al pueblo deVegaviana.

Esquema teórico deocupación del territo-rio por el INC.

regenera el agro italiano, que es esen-cialmente jerárquico, con ciudades,pequeños núcleos de dotacionescomunitarias y viviendas dispersas.

El INC distribuye la población ruralen pequeños pueblos, todos en unmismo rango jerárquico dentro delterritorio. Diseminados éstos en lastierras transformadas de manera queun colono en su desplazamiento dia-rio a la parcela de labor, haciendo usode la tracción animal, no empleasemás de una hora. Uno de los princi-pales problemas de la agricultura tra-dicional, aparte de la cuestión del

reparto de la tierra, era el tiempoexcesivo del traslado del labrador a lapieza de labor. Con la dispersión deterrenos y lo rudimentario de losmedios de transporte con que podíacontar una familia, un labrador pasa-ba más tiempo yendo al campo quecultivándolo. Ese problema es el quepretende atajar el INC colocando susnuevos pueblos en una red a modo denodos separados a una distancia deunos 2,5-3km: el “módulo carro”.

El territorio transformado quedaorganizado con una malla donde lospueblos se separan entre sí unamedia de 5-6 km. Mas como estamalla no cubre completamente lasuperficie de intervención, los bordesse colmatan con asentamientos semi-dispersos. Así se completa el aprove-chamiento de las tierras puestas enproducción por el INC mediante sutransformación en regadío. Esta ope-ración complementaria fue secunda-ria y tardía. Intentando siempre queel aislamiento fuese lo menor posible,para lo que se concentraron lasviviendas favoreciendo la relación devecindad entre colonos. Dotándolasademás de pequeñas células de insti-tuciones básicas: la capilla y laescuela.

Decantado el INC por el asentamien-to concentrado como estrategia gene-ral, la labor de los arquitectos de susServicios Técnicos fue definir el pue-blo. Mediante sus propuestas produ-jeron un rico debate sobre qué sepuede entender por un asentamiento

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VEGAVIANA

Esquema de organi-zación territorial de lazona regable de lospantanos de Orellanay Zújar, Badajoz.

Esquema de ocupa-ción jerárquica delterritorio en el AgroPontino.

Imagen del trabajo enel campo en la Es-paña rural del INC enla década de 1950.

urbano rural concentrado y cómodebe éste quedar organizado para serlegible tanto en su relación con el pai-saje como en su organización interna.De lo cual es Vegaviana buena mues-tra.

Puntos de partida para la for-mación del pueblo a partir de latradición popular

El problema de la vivienda rural esobjeto de interés de parte de losarquitectos españoles desde princi-pios del siglo XX. Esto vino a plas-marse en las propuestas para el con-curso de poblados en las cuencas delGuadalquivir y Guadalmellato (1933)así como en el estudio del problemade la vivienda rural a propuesta delMinisterio de Trabajo (1935). Tam-bién en los Seminarios de Urbano-logía dirigidos por José Fonseca en laEscuela de Arquitectura de Madriden los años de preguerra.

El debate de la regeneración de laarquitectura nacional que acompañaa la crisis generacional del 98 viene adar con el acercamiento a lo rural enuna doble vertiente: la regeneraciónde la arquitectura por la vía de la rei-vindicación de la tradición española yel ruralismo agrario como problemasocial a afrontar.

La aparición de lo popular en laarquitectura española durante ladécada de 1910 supone la reivindica-ción de un lenguaje arquitectónicobasado en una apariencia tradicio-nal. Esta visión surgida delRomanticismo plantea lo popularcomo un repertorio de imágenes cuyovalor trasciende el de la propia arqui-tectura para expresar el carácternacional. Como si lo popular fuesesólo el resultado de un proceso detransformación material de las condi-ciones geográficas y climáticas deuna región natural y, por tanto, delcarácter de sus gentes. Gestándosecon ello el mito que liga la arquitec-tura popular con la expresión delcarácter regional, representado porLeonardo Rucabado y Aníbal Gon-zález Álvarez. Un mito que defiendeque las apariencias formales soncapaces de conmover al alma indivi-dual, trasladándola a un sentimientoespiritual de pertenencia a una colec-tividad cuyos rasgos son expresadosa través de esas apariencias.

El tradicionalismo arquitectónicoespañol llega a la década de 1920 conun evidente agotamiento formal,tanto en su versión historicista comoen la regionalista. Siendo personascomo Gustavo Fernández Balbuena,Leopoldo Torres Balbás y Teodoro deAnasagasti quienes abren la crítica ala arquitectura que se hacía en sumomento. Y son los dos últimos quie-nes plantean una nueva manera deconsiderar lo popular como referen-

cia para la arquitectura españolacontemporánea. Hacen que el interésdel arquitecto gire hacia la tradiciónpopular con el objetivo de reconoceren ella sus valores esenciales, atem-porales, en lugar de detenerse en lasapariencias en busca de un reperto-rio de imágenes que copiar. La revi-sión que proponen de la arquitecturapopular, desde un punto de vistaarqueológico, es la de considerar susvalores de funcionalidad, racionali-dad de uso, sinceridad constructiva ydespojo de lo superfluo que éstatiene. Planteándolo desde el conven-cimiento de que son valores atempo-rales de los que la arquitectura cultadebe aprender. Es más, de que sonvalores vinculados a la modernidad y

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VEGAVIANA

Dibujo de casa popu-lar en Riaza, delálbum de dibujos deGarcía Mercadal yRivas Eulate presen-tado a la ExposiciónNacional de BellasArtes de 1922.

Dibujo de arquitectu-ra popular en Sego-via, por José Borobio.

a los problemas que verdaderamenteinteresan a la gente. Así que comien-zan a gestar el mito de lo popularcomo expresión de una “arquitecturaverdadera”.

El estudio directo de las realidadespopulares durante la década de 1920se traduce al inicio de la década de1930 en el interés por desmontar laidea de arcadia feliz que del mundorural se ha construido. El documen-tal de Luis Buñuel sobre Las Hurdes,Una tierra sin pan, y el sonoro escán-dalo en su proyección en Madrid en1932, es elocuente a este respecto.Así que al interés por lo popular en elintento de definir una arquitectura“española” se une el darse cuenta delabandono secular del mundo ruralespañol.

Al iniciarse la década de 1930 elgobierno crea una Comisión para elmejoramiento de la vivienda rural enEspaña. El arquitecto Adolfo Blanco,que pertenece a ella, dedica susesfuerzos a generar propuestas parala mejora de las viviendas de labrado-res. Del contacto arqueológico con lopopular se pasa en pocos años alreconocimiento del problema delmundo rural y de la necesidad deabordarlo. El intento oficial de ofrecervivienda digna a las gentes del campohace que parte de la arquitecturaespañola, y de los arquitectos conella, se centre en la labor social dedignificar la vida humana en susmanifestaciones más desfavorecidas.Los proyectos de Blanco en este sen-tido son publicados en la revistaArquitectura en los años previos a la

guerra civil.12

En 1932, coincidiendo con el docu-mental de Buñuel, comienzan en laEscuela de Arquitectura de Madridlos Seminarios de Urbanología dirigi-dos por José Fonseca. En ellos setrata el tema de la vivienda rural enEspaña desde la perspectiva agraria yeconómica. Ya en el X CongresoNacional de Arquitectos (Santander,1924) se había tratado sobre la “con-veniencia de la intervención delarquitecto en las construcciones ru-rales”13. La labor analítica y proposi-tiva desarrollada en estos Semi-narios llega hasta el mismo año de laguerra civil, suponiendo un laborato-rio experimental de intervenciones enel mundo rural cuya experiencia nose pierde en el olvido.

Alejandro Herrero, cuyas propuestasde barrios de viviendas unifamiliaresen ámbitos rurales tienen influenciaen el INC, es alumno de los Semi-narios de Urbanología14. Su propues-ta de separación de circulaciones,peatonal y rodada, en la organizaciónde los asentamientos rurales así

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Proyecto de AdolfoBlanco de viviendapara labradores.

“15 normas para lacomposición de con-junto en barriadas devivienda unifamiliar”.

como el concepto de calle como espa-cio urbano de relación se ven poste-riormente en los pueblos de José LuisFernández del Amo.

José Fonseca, que tras la guerra pasaal Instituto Nacional de la Vivienda,gana en 1935 el concurso de lavivienda rural convocado por elMinisterio de Trabajo de la Repúblicaa través del Patronato de PolíticaSocial e Inmobiliaria del Estado15. Suestudio analiza la ruralidad españolacon una seriedad ajena a plantea-mientos ideológicos. De hecho sepuede decir que está en la base de laconcepción del mundo rural que tieneel INC en la posguerra. Su división dela población rural en colonos, brace-ros y población no agrícola es básicapara la estructura social de los pue-blos de Colonización. Y lo mismo suentendimiento de la vivienda ruralcomo soporte de la economía familiaragraria, indispensable para compren-der la idea que tiene el INC de lo queha de ser y para lo que debe servir unpueblo de colonización.

En el estudio de Fonseca sobre laruralidad española está la estructurageneral del pueblo de Colonización.Esto es, una masa de viviendas paralas tres categorías de habitantesantes descrita, apoyada con servicioscomunes soporte de la relación socialde los individuos que van a vivir jun-tos y formar una “communitas” ejem-plar. Una estructura muy básica con-figurada por un núcleo para la vidacívica que acompaña a un caserío.Con la casa como herramienta indis-pensable para la actividad agrícola ypara el estar dignamente en el mundoy prosperar de las familias rurales.

Las directrices que José Tamés esta-blece para la creación de los nuevospueblos del INC reflejan la visión deFonseca del mundo rural. Optandopor una estructura que es también ladel análisis de Vicente Lampérez yRomea de las villas castellanas en sudiscurso de ingreso en la RealAcademia de Bellas Artes de SanFernando16. Lampérez destaca en sudiscurso lo básico de la organizaciónde un núcleo rural convencional: uncaserío que es el fundamento del pue-blo y una serie de elementos arqui-tectónicos invariantes en el espaciourbano representativo. Intrínseco ensu análisis, se encuentra la definicióndel centro cívico y las instituciones

básicas empleadas por el INC en susnuevos pueblos: ayuntamiento, igle-sia y comercio. De modo que lo quehace Colonización es partir del mode-lo de ruralidad convencional paraproponer una ruralidad mejorada yejemplar.

Estructura básica del pueblo decolonización del INC

El modelo de organización urbana delos nuevos pueblos del INC lo da JoséTamés a través de unas directricesexpresadas en circulares internas delServicio de Arquitectura. Éstas sondistribuidas entre los arquitectosencargados de proyectarlos, funcio-narios o colaboradores externos,como guía en sus proyectos. La refe-rencia es la organización de un cen-tro de actividad para la vida cívica,volumétricamente compuesto y defi-nido en su totalidad, con un caseríocomo trama de base. Esta idea que éltiene de lo que debe ser un pueblo, laexpresa también para su públicadivulgación en un estudio publicadoen el nº 83 de la Revista Nacional deArquitectura. En él aborda la cuestiónde la idea del pueblo desde su rela-ción con el paisaje, su estructuraciónurbana y su aspecto formal comoentidad autónoma. Lo cual es unmanifiesto de lo que el INC quiereconstruir.

“El núcleo rural o aldea debe iniciar-se con 25 a 35 viviendas de colonoscon sus dependencias agrícolas, ycomo edificios oficiales, una escuelamixta transformable en capilla avoluntad, la vivienda del maestro yun pequeño edificio administrativo.Tiene, pues, una población inicial de150 a 200 habitantes, y pueden en élsatisfacerse las más elementalesnecesidades de índole espiritual y deenseñanza.

En el pueblo se parte de 80 a 150casas de colonos, construyéndosecomo servicios la iglesia, con lavivienda del cura; Ayuntamiento,escuelas unitarias, edificio sindical,local de recreo, cine, posada, café,casas para profesionales, médico,maestros, secretario de Ayuntamien-to y, aproximadamente, un 10 por100 de artesanos y comerciantes:herrero, carpintero, electricista, ul-tramarinos, tahona, estanco, carnice-ría, pescadería, peluquería y zapate-ría.

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Su estructuración debe obedecersiempre al principio de máxima adap-tación al terreno, situando los edifi-cios oficiales y comercios, agrupadosen la plaza, relacionados con el restode las construcciones con un sentidoorgánico, para que cumplan fielmen-te su cometido, con acceso fácil a loslugares de trabajo, procurando en sutrazado una lógica disposición desolares y calles, teniendo en cuentaque las superficies de aquéllos debenser, como mínimo, de 350 m2, dondepuedan desahogadamente situarse lavivienda, dependencias agrícolas y elcorral […] Conviene que los solaressean estrechos y alargados para aho-rrar fachadas y urbanización, perocon un mínimo de 11 m de frente,pudiendo disponerse las dependen-cias agrícolas en línea o a lo largo delcorral. Es interesante el estudio,tanto en viviendas como en depen-dencias agrícolas, de tipos crecede-ros, para que puedan ampliarse amedida que aumentan las necesida-des y las posibilidades del colono lopermitan […]

Las calles habrán de diferenciarsesegún su cometido; es muy útil la

disposición de calles de carros, quepermite el acceso al corral con inde-pendencia de la zona de viviendas,debiendo adoptarse en algunos casoslas exclusivamente destinadas a pea-tones, que tan típicas y prácticas sonen muchas de nuestras ciudades.

En todo proyecto estimamos quedeben estudiarse múltiples tipos deviviendas adaptadas a las necesida-des de colonos con las variacionesprecisas, así como los perfiles longi-tudinales de todas las calles dondepuedan apreciarse la composición enalzado de los conjuntos.”17

Ésta es la organización básica con laque parten los arquitectos que traba-jan en el INC. Con mayor o menorgrado de libertad, saldrán de ella lostrescientos pueblos que Colonizaciónrealiza en sus casi tres décadas deexistencia. Pueblos en los que seencuentra un verdadero laboratorioexperimental de propuestas urbanasen una etapa de la historia de laarquitectura española en que prácti-camente no podía hacerse muchamás arquitectura que aquella vincu-lada al aparato del régimen.

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Esquema de trazadodel pueblo de Gua-diana del Caudillo,Badajoz, 1947;arquitecto: FranciscoGi-ménez de la Cruz.

El centro cívico como espaciopúblico representativo

El centro cívico resuelve la materiali-zación de las instituciones reunidas,así como la creación de una imagenrepresentativa del pueblo. Los pue-blos del INC no se ciñen sólo al pro-blema de la habitación de los colonos,aunque éste sea su principal carác-ter. También tratan la cuestión degenerar imágenes reconocibles a tra-vés de las cuales los habitantes sesienten miembros de una colectivi-dad. La operación consiste en crearlugares donde la vida de los colonostenga lugar. Y eso implica la cons-

trucción de referencias visuales paraesos habitantes de procedencia diver-sa que pasan a ser miembros de unanueva comunidad ideal.

“Proporcionar al hombre una nuevavivienda implica algo más que laconstrucción de casas modernas. Elhombre no sólo ‘vive’ o habita en supropio hogar, también vive junto consus compañeros en las institucionespúblicas y en los espacios urbanos.Por ello hace falta una completa iden-tificación para experimentar la perte-nencia y la participación. El objeto deesa identificación es la cualidad dellugar, que viene determinada porestructuras tanto naturales comoartificiales. El último fin de la arqui-tectura es, por tanto, la creación delugares […] la arquitectura no es sólocuestión de ‘cómo’ y ‘qué’, sino tam-bién de ‘dónde’.”18

Si en un asentamiento tradicionalesta identificación con el lugar vienede un proceso histórico, en los nue-vos pueblos del INC es un problemaque se plantea en un tiempo concre-to. Así pues, el centro de la actividad

cívica es un elemento característicoen la expresión de la personalidad deestos nuevos pueblos.

En los pueblos de la primera etapa(1945-55) este lugar de desarrollo dela vida cívica queda normalmentecolocado al centro de la trama, comocorazón de la misma. Se organiza enforma de plaza principal porticadadonde se reúnen las institucionescolectivas expresión de la estructuradel poder y del orden social. Se tratade una escena urbana de carácterrepresentativo donde invariablemen-te están ayuntamiento, iglesia ycomercio. Otras dotaciones colectivas

se suman a su entorno en su condi-ción de soporte de la vida social.Entre ellas aparece con especial rele-vancia la escuela, que es expresión dela misión social de del INC, llevandoeducación donde no la hubo, ensoporte a la transformación radicalde la sociedad rural.

Por los resultados construidos, sepuede asegurar que la organizaciónde este espacio urbano representativoen el INC parte de la idea de plazaprincipal manejada en las operacio-nes de reconstrucción de RegionesDevastadas. La configuración delcentro cívico a modo de plaza portica-da con perímetro con un alto gradode cerramiento es análoga en ambasoperaciones en lo que respecta a losprimeros pueblos construidos por elINC. Las imágenes de las plazas deestos primeros pueblos de coloniza-ción tienen el aire retórico de lasactuaciones de RD. En muchoscasos, las soluciones compositivasestán muy próximas tanto en planta,como en alzado y volumen. Teniendopreferencia el vacío de figura rectan-gular y el perímetro que intenta cons-

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Esquemas de traza-dos de pueblos delINC con relación delcentro cívico respectoa los elementos prin-cipales de la trazaurbana.

A. La Moheda, Cá-ceres, 1953, CésarCasado de Pablos; B.Valdelacalzada, Ba-dajoz, 1947, ManuelRosado Gonzalo; C.Guadiana del Cau-dillo, Badajoz, 1947,Francisco Giménezde la Cruz; D. PuebloNuevo del Guadiana,Badajoz, 1952, JoséBorobio Ojeda.

A B C D

truir las máximas esquinas posiblespara cerrar visualmente la escenaurbana.

Así pues, la organización del espaciourbano representativo viene determi-nada al INC por el ideario tradiciona-lista de RD. Arrastra la carga de larecuperación de una tradición espa-ñola interrumpida, tomando comoreferencia modelos convencionales deplaza mayor de pueblos y ciudadesespañolas, con perímetro cerrado yporticado. Las transformacionesintroducidas por los jóvenes arquitec-tos a partir de mitad de los años cin-cuenta en la organización del centrocívico son la revisión de esta escenaurbana singular. Entre ellas están lasde Fernández del Amo.

La plaza principal en Colonizacióncomo en Regiones se configura comoescenario de la representación la“communitas”. Invariablemente y deforma deliberadamente retórica, apa-recen en ella el ayuntamiento y laiglesia en posiciones predominantes.

Establecen entre ellos un diálogo quedeviene en evidente pugna por larepresentación de la escala monu-mental en el pueblo. Como piezassingulares, recurren al cambio deescala para separarse de la edilicia debase y ser reconocibles. Lo mismo

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VEGAVIANA

Plano de ordenaciónde Vegaviana, ver-sión modificada delproyecto original,1954.

Plano de ordenacióndel pueblo reconstrui-do de Brunete por laDG de Regiones De-vastadas, 1940.

sucede con la presencia invariable delpórtico como expresión de la singula-ridad de la escena urbana.

La novedad en la configuración res-pecto al modelo convencional de par-tida, que queda ejemplificado con elcaso de Brunete (completamentecerrado), es dejar la plaza abierta enun extremo. Esta apertura acentúaaún más el papel escenográfico de laplaza los nuevos pueblos del INC. Laplaza queda normalmente vinculadaal acceso del pueblo mediante elrecurso perspectivo de la calle princi-pal en forma de eje, con lo cual esmás evidente su carácter de esceno-grafía pensada para su papel simbó-lico.

Lo que se aprecia en las propuestasde organización del centro cívico apartir de la mitad de la década de1950 es un intento de alejamiento delmodelo retórico de partida. La experi-mentación entre los arquitectos jóve-nes busca la redefinición de esteespacio urbano en su organizacióninterna y en su relación con la tramaurbana y con el paisaje. Alejandro de

la Sota, José Antonio Corrales,Antonio Fernández Alba, etc., el pro-pio Fernández del Amo, hacen intere-santes indagaciones sobre el valor delespacio público representativo comoimagen de referencia del pueblo.

El centro cívico que propone JoséLuis Fernández del Amo enVegaviana parte del modelo conven-cional, pero busca una materializa-ción menos retórica. Pone en crisis laidea del espacio rectangular portica-do cerrado en sus esquinas y abiertoen uno de sus frentes como esceno-grafía de la representación del poder.Su propuesta mantiene la figura rec-tangular para el vacío, pero abre ensus esquinas el perímetro haciendoque los edificios presentes en él nolleguen a la macla volumétrica.Confía el cierre visual al pórtico comopieza de conexión entre edificios quepueden ser leídos como piezas autó-nomas, pero vinculadas entre sí paracrear un efecto de conjunto. Su pro-puesta de plaza como escena repre-sentativa es reunión de los edificiosque materializan las institucionesrepresentativas de la colectividad sinque éstas lleguen a formar un bloquecompacto. Usa los mismos elementosde cualquier pueblo, pero con unamanera de relacionarse que evitadeliberadamente la rigidez geométri-ca del modelo importado de RD y laformación de imágenes directamenteevocadoras de otras conocidas.

En Vegaviana las instituciones comu-nitarias se materializan en piezasreconocibles en su singularidad;separadas de la edilicia de basemediante la escala como recurso dife-renciador. Entre todas configuranuna plaza, pero no con un esquemacerrado y rígido. La suya es una reu-nión por aproximación desde susposiciones en las diferentes parcelasarboladas que delimitan el vacío cen-tral rectangular. La escena urbana eslegible en su escala representativa.Sin embargo, carece de la retóricatradicionalista compositiva del mode-

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VEGAVIANA

Propuesta de centrocívico para el pueblode Las Rozas, Ma-drid, por la DG deRegionesDevastadas, 1940.

Vegaviana, plaza delcentro cívico, imagende conjunto.

Imagen arquetípicade una plaza tal ycomo entiende queha de ser la DG deRegiones Devasta-das, Brunete, 1940.

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lo de partida. Se construye medianterelaciones de proximidad de piezas,de escala y de manejo sabio de volú-menes y masas, sin recurrir por ello aimágenes literales evocadoras de unatradición nacional.

Los efectos de perspectiva están pre-sentes, pero sin una impostada tea-tralidad. Los edificios que represen-

A la izquierda: Es-quemas de trazadosalternativos a los mo-delos convencionalesde plazas en pueblosdel INC: A. Guadianadel Caudillo, Bada-joz, 1947, FranciscoGiménez de la Cruz;B. Rincón de Balles-teros, Cáceres, 1953,Carlos Sobrini Marín;C. Balboa, Badajoz,1955, José ManuelGonzález Valcárcel.D. Esquema de orde-nación de la plazaprincipal de Vegavia-na.

A la derecha: Esque-mas de trazados al-ternativos a los mo-delos convencionalesde plazas en pueblosdel INC: A. Gévoradel Caudillo, Bada-joz, 1954, Carlos Ar-niches Moltó; B. En-trerríos, Badajoz,1955, Alejandro dela Sota Martínez; C.Ca-sar de Miajadas,Cá-ceres, 1962,Jesús AyusoTejerizo; D. HernánCortés, Ba-doz,1962, ManuelRosado Gonzalo yMiguel Herrero Urgel.

A

B

C

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B

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VEGAVIANA

Pórtico de la plaza deVegaviana vinculan-do el Ayuntamiento yla Iglesia.

A la derecha, Iglesiade Vegaviana.

tan a las instituciones son hitosvisuales, sin embargo, carecen decarga retórica para dar protagonismoa la composición volumétrica y plás-tica. Lo cual es un modo bien parti-cular de hacer, que en parte es lointeresante y diferenciador de lospueblos de Fernández del Amo.

La organización de la tramaedilicia de base

La trama edilicia de base se organizaen los primeros pueblos según elmodelo que existe en el ideariocomún del INC. El sistema convencio-nal es muy primario en reglas decomposición. Se parte del entendi-miento de la plaza como lugar repre-sentativo y de orden y de la callecomo trayecto que ordena la masaedilicia. Deliberadamente Coloniza-ción opta por trazados que no evo-quen aquellos empleados en la ciu-dad industrial burguesa. Así que sedecanta por los recursos de morfogé-nesis urbana que no hacen uso de lamanzana cerrada ni del bloque deviviendas.

La calle es tratada como recorridodefinido por una directriz cuyas ban-das laterales de pertenencia se colo-nizan con parcelas rectangularesagregadas entre medianeras. Por esola parcela tipo empleada es la rectan-gular, mayoritariamente con la pro-porción 1:2. Por iteraciones sucesivasde este sistema matriz, dos o tres(cuatro a lo sumo), se genera la tramaurbana, muy sencilla y de carácterlineal. La génesis urbana se basageneralmente, pues, en la ley deduplicaciones sucesivas. Así que lacomposición usual de los pueblos delINC, sobre todo de los primeros, sebasa crear un esquema jerarquizadode ejes, evitando fugas visuales quepongan de manifiesto el reducidotamaño del asentamiento.

Los criterios de trazado manejadosson muy elementales, siempre con laidea de ordenar el asentamiento conun espacio principal representativo yuna trama jerárquica de calles. Sehuye de la organización en manzanacerrada, acudiendo en su lugar aotras muy primarias de origen linealdonde se introducen leves variacio-nes para evitar monotonía y rigidezgeométrica: quiebros en el trazado delos ejes, falta de coincidencia en tra-mos de recorridos, giros, etc. Así queel pueblo queda definido por unaplaza principal, unos ejes elementa-les para la traza urbana y un elemen-to de borde a modo de límite de latrama urbana que la delimita respec-to al campo de labor.

José Tamés recomienda en sus circu-lares internas establecer la necesidadde enraizar los nuevos pueblos en sucontexto para que no resulten extra-ños a sus habitantes, evitando en loposible la idea de artificio. Así que enlos primeros pueblos del INC no secuestiona los conceptos convenciona-les de plaza, calle, jerarquía, bordes.Se intenta hacer que el pueblo noparezca artificial. De ahí los esque-mas de trazas en cruce aparente,apoyo en elementos lineales de laestructura de caminos del territorio,etc.

Existe cierta rigidez en la relación delpueblo con el entorno. Los primerospueblos del INC se imponen sobre elterritorio con una estructura propia,generada por una geometría indepen-diente de los condicionantes externosaunque aparenten lo contrario. Enocasiones, esta geometría reguladorapresenta tan sólo una relación ficticiacon la estructura territorial a pesarde que deliberadamente se ofrececomo una relación que parte delentendimiento del lugar. Esto se evi-dencia en los ejes de composición dela trama en relación con los accesos

al pueblo proyectados con ciertaintención escenográfica, pero que noresponden a los condicionantes geo-gráficos a pesar de que lo aparentan.Las más de las veces las tramas sesuperponen a la estructura del terri-torio como elementos extraños, inten-tando aparecer como una generaciónespontánea que no resulta tal si seprofundiza en ellas.

El riesgo de la operación de plantearasentamientos “ex novo” en medio delterritorio es el de mostrar finalmentesu carácter artificioso. Es decir, deque sea patente su condición de arte-factos. Al fin y al cabo, la arquitectu-ra es siempre artificio, aunque se pre-tenda lo contrario. Y esto es precisa-mente lo que comienzan a compren-der arquitectos como Fernández delAmo. De manera que dejan de preo-cuparse por aparentar en sus traza-dos espontaneidad y se interesanmás por aprender de las condicionesdel medio para incorporarlas en loposible al pueblo, entendido éstecomo un artificio. De ahí que resultentan desenvueltos y se relacionenmejor sus pueblos con el medio queaquellos otros preocupados en excesopor no resultar artificiosos.

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VEGAVIANA

A la izquierda: Es-quema de génesisurbana según la leyde duplicaciones su-cesivas de unos tra-yectos matriz en es-quema de cruce; Gua-diana del Caudillo,Badajoz, 1947, Fran-cisco Giménez de laCruz.

A la derecha: Esque-mas de génesis urba-na aplicado por Fer-nández del Amo enVegaviana a partir dela manzana cerrada.A. construcción el ele-mento modular: la‘supermanzana’, B.aplicación de la leyde repetición al ele-mento modular paragenerar la trama ur-bana. Esquema finalde la ordenación deVegaviana.

A

B

Es más, lo que propone Fernándezdel Amo en Vegaviana para la conci-liación con el lugar es un trazadourbano que no aparenta ser lineal yrelacionarse directamente con laestructura de trayectos territoriales.El suyo es un trazado que directa-mente proviene de las tramas urba-nas de repetición de manzanas. Demodo que con él se asume de mejormanera la incorporación del arboladoexistente en la trama a modo de vege-tación vinculada con el carácter delpueblo. Lo cual no hubiese podidohacerse en una concepción conven-cional de trazado urbano. Es más,introduciendo arriesgadamente un

modelo desechado de antemano porTamés para los pueblos del INC porsu vinculación con el concepto urba-nita de ciudad: el de la trama repeti-tiva de manzanas.

El entendimiento del lugar pro-puesto por Fernández del Amoen Vegaviana

La arquitectura es en esencia artificioen cuanto transformación del medio,natural o modificado, para introduciren él una serie de cualidades de lasque antes carecía. Así que es imposi-ble su integración en el paisaje sinque resulte extraña, pues supone enél algo que antes no existía. El arqui-tecto, sin embargo, puede reducir elimpacto que su arquitectura supone

en el medio. Ayudarse de las caracte-rísticas del entorno y contextualizar-la estableciendo un diálogo con él enlugar de una rotunda imposición.Pero sobre todo, no debe ignorar quela arquitectura es artificio y no fingirque no lo es.

Fernández del Amo propone enVegaviana la contextualización y nola imposición. Su entendimiento dellugar parte del reconocimiento de losvalores en él presentes para incorpo-rarlos en el proyecto y que no se pier-dan con su intervención. Respetandola idea básica de la estructura decomposición de un pueblo del INC, supropuesta en este pequeño pueblo esla integración en el trazado de lascaracterísticas esenciales del lugar.Al hacerlo así supera los esquemasconvencionales de trazado urbanocon que se manejaba Colonizaciónhasta entonces. Su propuesta es unexperimento acertado. Persigue conella que el pueblo, en lugar de impo-nerse sobre el paisaje con un rígidotrazado ajeno a las características dellugar, se integre en él consciente deser un artificio. Así que incorpora ensu pueblo el magnífico encinar cente-nario que es preciso destruir paraponer en regadío las tierras interveni-das.

La decisión de Fernández del Amo demantener el arbolado centenario esun criterio de principio. Así aparece

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CUADERNO DE NOTAS 14

VEGAVIANA

Integración del enci-nar centenario en latrama urbana deVegaviana.

reflejado en la memoria del proyecto;toda una declaración de intencionesal respecto que sirve como punto departida al planteamiento del pueblo yque es algo completamente novedosoen los pueblos del INC: “Este lugarelegido para la situación del pobladoque se proyecta, se encuentra en laactualidad enteramente cubierto demonte, con un espléndido arbolado,en su mayoría de encinas, algunosviejos alcornoques y vegetación bajade jaras, cantueso, tomillo, jaramagoy retama. Es propósito de este pro-yecto conservar todo lo posible elaspecto general que hoy ofrece esteemplazamiento y sus alrededores, yel sistema urbanístico de su trazado,permite respetar zonas arboladas enel interior del poblado.”19

A pesar de lo cual, como no puede serde otro modo, el pueblo siempre esun elemento extraño en el medio ycomo tal se manifiesta en su artificio-sidad, de la cual es perfectamenteconsciente Fernández del Amo. Lasilueta del pueblo se recorta contra elpaisaje aportando elementos de refe-rencia que lo identifican como objetoextraño en él. En ese sentido, es claveel papel de referencia visual de cam-panarios en el perfil urbano. Sonsímbolos de la identidad de los pue-blos en el paisaje. En el caso deVegaviana las casas quedan integra-das en el encinar, pero sobre él sobre-sale la mole de la iglesia, como unbuque navegando sobre las verdes yfrondosas copas de los árboles, consus dos torres gemelas indicando laposición del pueblo.

En palabras de Sáenz de Oíza en lapresentación de este pequeño puebloen el Ateneo de Madrid en 1959:“Vegaviana es una forma poética dedecir. Y si la transformación en rega-dío –hacha para la encina– barre elárbol, ahí está el nuevo pueblo dán-dole cobijo en sus calles, en un

mutuo intercambio árbol-hombre deamor y subsistencia.20”, lo cual es elreconocimiento del acierto del enten-dimiento del lugar por Fernández delAmo.

La calle como de espacio urba-no de estancia y relación

En 1948 Alejandro Herrero publicaen la Revista Nacional de Arquitecturaun texto interesante para los plante-amientos urbanos del INC: “Inde-pendencia de circulaciones y traza-dos de poblados”. En él se apreciauna crítica a los modelos rígidos delos pueblos de colonización, propo-niendo un nuevo modo de entendi-miento del espacio urbano.

“En donde quizás deba meditarsemás sea en el criterio de composición

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VEGAVIANA

Integración del enci-nar centenario en latrama urbana deVegaviana.

Propuestas de Ale-jandro Herrero de ca-lle como espacio ur-bano de relación.

Propuesta de Alejan-dro Herrero para ba-rriada de viviendasunifamiliares en LaPalma del Condado,Huelva.

Calle peatonal comoespacio de relación,Vegaviana.

general de los poblados, a vecesanquilosados por la idea de agrupar-los en torno a una plaza, lo que, comoregla fija, no tiene fundamento fun-cional ni estético. Un pueblo es elejemplo más elemental de ciudad yen él debemos tender a conseguir unaplanta clara, obediente a criterios deordenación lógicos conscientementecumplidos. La ‘ordenación funcionalvital’ tiene que basarse en la clasifi-cación del tráfico y la estética enobtener límites para los espacios,incluso en las vías principales.”21

Esta idea de organización se encuen-tra en la propuesta de Fernández delAmo para Vegaviana. Es la que hacesignificativo su trabajo dentro delINC. Su ordenación se basa en larelación con el entorno y en la crisisdel entendimiento convencional de lacalle como recorrido lineal. Vegavianase organiza con un centro de vidacívica que es reunión de las institu-ciones comunitarias y además, conuna trama de grandes unidades desuperficie a modo de manzanas parala edilicia de base.

La trama de “supermanzanas” esposible gracias a la separación de cir-culaciones de la que habla AlejandroHerrero. La calle trayecto convencio-nal se reserva para el tráfico rodadode carros. Pierde el carácter de esce-na urbana de primer orden y se con-vierte en un elemento de tránsitosecundario. Sirve a las dependenciasagrícolas familiares, colocadas en laparte posterior de las parcelas, orien-tadas éstas hacia el interior de las“supermanzanas”. La calle trayectose vincula al tránsito peatonal. No esuna calle con alzados simétricos a lolargo del recorrido de acceso a lasviviendas. Éste tiene lugar en unespacio urbano completamente nove-doso que ya no está vinculado altránsito, sino a la estancia. Esteespacio urbano surge gracias a ladecisión de partida de un esquemaurbano basado en la trama repetitivade la ciudad burguesa. Lo cual esuna novedad arriesgada introducidapor Fernández del Amo y Alejandrode la Sota en el INC.

La calle peatonal en Vegaviana no esun espacio urbano lineal y direccio-nal. Gracias al modelo de trazadoempleado ésta se convierte en unespacio urbano de transición entre laescala representativa de la plaza y la

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VEGAVIANA

Esquema de Vegavia-na con trama de su-permanzanas y callepeatonal como espa-cio urbano de rela-ción.

Esquema urbano deValdehornillo, Bada-joz, 1960, Manuel Ji-ménez Varea.

Esquema urbano deValuengo, Badajoz,1956, Alejandro de laSota Martínez.

Esquema urbano deLa Bazana, Badajoz,1954, Alejandro de laSota Martínez.

doméstica de la vivienda. Se convier-te en un espacio de relación entre losvecinos y de contacto con el arboladoconservado por Fernández del Amocomo respeto a las condiciones delmedio.

La trama de Vegaviana parte de unesquema de organización en manza-na cerrada donde los bloques de edi-ficación perimetral se explotan rom-piendo las esquinas. Las viviendasforman grupos volcados hacia elespacio central surgido del originariopatio de manzana. Ese espacio cen-tral de límites abiertos en las esqui-nas materializa un nuevo concepto decalle peatonal, espacio urbano estan-cial para la relación vecinal. Se con-vierte en una escena urbana conescala próxima a la doméstica; unespacio urbano donde la naturalezapreexistente se hace presente y sua-viza la dureza de las organizacioneslineales convencionales. Así quecuando Alejandro Herrero publica enla RNA sus “15 normas para la com-posición de un conjunto en barriadasde vivienda unifamiliar”22, es imposi-ble sustraerse a lo planteado porFernández del Amo en Vegaviana o alo hecho en paralelo por Alejandro dela Sota en La Bazana (1954).

La novedad está en combinar lavivienda unifamiliar entre medianeracon una interpretación de la manza-na cerrada. Creando así un espaciourbano completamente desconocidoen el INC hasta entonces: el espaciourbano de relación, no lineal ni orien-tado. Siendo esto un gesto de moder-nidad en la arquitectura de coloniza-ción de posguerra. Lo cual da pie aplantear a partir de entonces la exis-tencia de una “arquitectura de coloni-zación franquista” y otra bien distin-ta de “colonización durante el fran-quismo”. La ciudad moderna que seve fuera de España es la de los blo-ques colocados en un espacio urbanono definido, sin características pro-pias. Una ciudad construida poraproximación de elementos arquitec-tónicos, sin un espacio urbano rector,sino residual. Sólo que en España enese momento el bloque abierto y elespacio ajardinado no resulta apro-piado. Como dice Genaro Alas, quedirigió la obra de Vegaviana, era“como de país rico”. Por tanto, algoimposible de plantear. El logro deFernández del Amo en Vegaviana esen este aspecto saber conciliar este

modelo asociado a la modernidadinternacional con los condicionantesmanejados por el INC. Y abrir así unalínea nueva e impensable antes de lainvestigación en estos sencillos pue-blos.

La repetición como elementode composición

Uno de los principales problemas quese les plantea a los arquitectos delINC a la hora de proyectar los pue-blos de colonización es evitar lamonótona artificiosidad de la opera-ción. La trama edilicia de base inten-ta configurarse mediante el empleode variantes de vivienda en cantidadsuficiente como para evitar la mono-tonía. Como solución a esta artificio-sidad se proponen en los primerospueblos múltiples variantes volumé-tricas. Es llamativo el esfuerzo reali-zado (1945-1955) por conseguirvariedad y huir de la repetición. Talvez por esa idea de aportar ciertocarácter pintoresco al pueblo paraque no resulte demasiado artificioso.

Alejandro de la Sota, en la memoriade su pueblo de Esquivel, advierte delproblema de la búsqueda de uncarácter pintoresco en estos pueblos.“Es Esquivel un intento de tomarcomo maestros a quienes siemprehicieron los pueblos, y lo hicieron,por cierto, de maravilla: los albañilespueblerinos. Esta teoría es para laorientación arquitectónica, no para eltrazado urbanístico, pues pienso que

hacer un pequeño pueblo de 100 ó200 casas no es hacer 100 ó 200casas juntas para que resulte unpueblo; el problema es distinto. Unpueblo de nueva planta tiene unascaracterísticas definidas y bien dife-rentes de aquel que se formó ensiglos; el pintoresquismo, natural enestos pueblos que nacieron y crecie-ron a la ventura, ha de ser muy medi-

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Vegaviana, el recursorepetitivo como com-posición.

do, casi anulado en los que, de unavez, salgan de nuestro tablero. Locontrario ya sabemos a dónde noslleva: a formar un cursi escenariolleno de bambalinas.”23

En los primeros pueblos construidospor el INC para el Plan Badajoz, de untamaño medio-grande, 260-300viviendas, hay muchas variantes deviviendas con objeto de huir de lamonotonía. En Valdelacalzada, (M.Rosado Gonzalo, 1947) son once y enGuadiana del Caudillo (F. Giménez dela Cruz, 1947), diecisiete. Esta profu-sión se matiza con el paso del tiempo.Así que se llega al final de la opera-

ción a pueblos como Alvarado (M.Herrero Urgel, 1967) donde sólo seemplean dos variantes. Lo que clara-mente se teme en los primeros pue-blos del INC es la monotonía deaspecto y de volumen. Sólo así seentiende las múltiples variacionespara casos concretos: esquinas,encuentros de calles, embocadurasde calles particulares, formalizaciónde accesos, etc.

En Vegaviana la operación se reduceal empleo de unas cuantas variantescapaces de generar repeticionesseriadas de un tamaño razonable. Setrata de resolver con pocos elementosun pueblo, valorando el interés de larepetición seriada en la composición

volumétrica sin llegar al paroxismo,pero tampoco llegando al absurdo deplantear el pueblo como si fueseresultado de un proceso de formaciónque ha durado siglos. Para unapoblación de unas 160 viviendas decolonos se usan sólo seis variantes deviviendas. Y sólo tres para las 80viviendas de obreros agrícolas. Todoello para combinar con dos variantesde parcela de colono (18m x 41m y10m x 36m) y otras dos de obreroagrícola (8m x 13m y 8m x 20m). Lapauta de ordenación es la agrupacióny repetición de cada una de lasvariantes para formar bloques volu-métricos que visualmente aportencierta plasticidad al conjunto.

La de Vegaviana es una arquitecturamuy sencilla basada en las situacio-nes, que emplea la repetición paracrear una composición volumétricaque dialoga con los elementos natu-rales del paisaje incorporados a lacomposición. La repetición de lasvariantes es una operación que com-bina economía de recursos con com-posición volumétrica de conjunto. Elresultado obtenido es de una granpotencia volumétrica, con una cargade estética y plástica que no consi-guen otros pueblos preocupados porla variedad.

José Luis Fernández del Amo contro-la como pocos el manejo de de losvolúmenes y las texturas en su con-junto y en el detalle en Vegaviana. Eljuego de piezas muy sencillas, degran abstracción, repetidas para con-seguir efectos de ritmo y de ilumina-ción es un gran acierto que en pocoscasos del INC se ve. Así que su modode componer volúmenes recuerdaaquello que decía Le Corbusier deque “la arquitectura es el juego sabio,correcto y magnífico de los volúmenesbajo la luz.”24

La arquitectura popular comoreferencia

Una característica importante de laobra del INC es la de actuación en elambiente rural. Esta circunstanciagenera entre los arquitectos que seenfrentan a esta labor el debate decómo actuar, qué tipo de arquitectu-ra hacer en este contexto rural. Asíque al llegar a este punto es precisovolver sobre la componente ideológicade la operación del INC en el contex-to de la posguerra. Es una época en

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Vegaviana, el recursorepetitivo como com-posición.

que el Estado asume la carga mayori-taria de la actividad constructivapara hacer propaganda de su ideario.Así que la de Colonización es unaarquitectura al servicio de la expre-sión del régimen. Concretamentematerializa aquella arquitectura queel franquismo incipiente quiso vincu-lar con la familia rural católica, teni-da ésta como institución social bási-ca.

El debate producido en Españadurante las primeras décadas delsiglo XX sobre la necesidad de un“estilo nacional” reivindicativo delespíritu español, fracasado en susresultados antes de la guerra, es reto-mado con el franquismo. Los arqui-tectos próximos al régimen nada másterminar la guerra se reúnen enAsamblea en Madrid25. Se ponen adisposición del poder como “ejércitode la paz” dispuesto a construir unanueva España y una arquitectura“Nacional”26. Así que el talante con elque se retoma el asunto es claramen-te impositivo y desde las instanciasoficiales, para lo que se crea laDirección General de Arquitectura alfrente de la cual se coloca PedroMuguruza.

La tendencia tradicionalista de laarquitectura de posguerra ofrece uncasticismo sin posibilidad de discu-sión en una doble vertiente: la impe-rialista y la popular.

La arquitectura de la inmediata pos-guerra en ámbitos urbanos tiende arecuperar formas retóricas de aquellaarquitectura del que se considera glo-rioso pasado de la España imperial.El Real Monasterio de San Lorenzo deEl Escorial y Juan de Herrera seránfuente de inspiración para la creaciónde un lenguaje grandilocuente, “uto-pismo retrógrado” lo denomina elprofesor Cirici27, de formas capaces

de evocar un sentimiento espiritualrepresentativo del espíritu nacionaldefendido por el régimen. El Minis-terio del Aire en Madrid, de LuisGutiérrez Soto, ejemplifica cómo setraviste una airosa y moderna plantade oficinas con un ropaje tradiciona-lista de acuerdo con las expectativasdel régimen. Expresando así una sin-tonía ideológica con el poder y unapuesta de la arquitectura a su servi-cio de la que poco después el propioGutiérrez Soto intenta desdecirse trasel sonoro fracaso del “estilo Nacional”presentado triunfalmente en Lima(1947) en el VI Congreso Panameri-cano de Arquitectos.

Sin embargo, acompañando a laEspaña grandilocuente del ansiaimperialista, existe una España rurala la que normalmente no se le haprestado demasiada atención. Es esaEspaña de la familia rural católicacomo modelo de la sociedad del“nuevo orden”. Aquella que busca suesencia en la tradición artesanalpreindustrial. De modo que para ellase retoma la idea de una arquitectu-

ra popular capaz de expresar la raízdel carácter del pueblo español. Y esasí como surge de nuevo el regiona-lismo tipológico de los años diez, des-empolvado el mito de lo popular comoexpresión del carácter regional a tra-vés de las imágenes de su arquitectu-ra anónima.

Para esta arquitectura menor de lafamilia ejemplar el franquismo inci-piente rescata el interés por lasarquitecturas populares. Hacia ellasse vuelve con una mirada nada inge-nua para extraer referencias con lascuales construir una imagen popularde España. Entregándose a recuperarformas artesanales de la tradiciónpopular preindustrial, en un contextode escasez de medios y aislamientointernacional, para crear un lenguaje

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Imágenes de lafamilia rural conven-cional por RegionesDevastadas, puebloreconstruido deBrunete, Madrid1940.

Imagen de interioresde viviendas defamilias ruralessegún RegionesDevastadas, puebloreconstruido deBrunete, Madrid,1940.

arquitectónico evocador de valorestrascendentales asociados al ideariodel régimen. Una operación de cons-trucción de una “tradición sospecho-sa”, en términos de FernándezAlba28, que llega a la contradicción deestandarizar motivos del hacer popu-lar para generar con ellos un reperto-rio ornamental capaz de construiruna imagen popular de España acor-de con el ideario franquista de laEspaña rural.

Las primeras actuaciones en materiaarquitectónica de las que se hacecargo el nuevo régimen son la resolu-ción de la urgente necesidad dereconstruir el país y de dotarlo deuna economía basada en la agricultu-ra capaz de ser el motor nacional enlos años del aislamiento internacio-nal. Así que mediante la arquitecturade la reconstrucción y de la coloniza-ción el franquismo pretende afianzar-se en su condición de garante de laregeneración nacional. RD y el INCafrontan la mayor actividad cons-tructiva oficial durante la posguerra,previo a la fase de la industrializacióndel país en los años sesenta y a laimplicación del capital en el desarro-llo nacional.

Tal vez la labor de RD en la misión decrear una arquitectura representati-va del régimen en el mundo rural seala más llamativa. Su intento de gene-rar un repertorio formal arquitectóni-co a aplicar en las edificaciones,basado en la recuperación de motivosde la tradición regional, es un esfuer-zo de construcción de un aspectopopular para la España rural. Con elplanteamiento detrás de que lascosas, para ser percibidas comotales, han de parecerse a la imagenconvencional que de ellas se tiene enla memoria colectiva. Lo cual es unclaro intento de construir una ima-gen tradicional de España a través dela estandarización de motivos extraí-dos del acerbo cultural regional. Asílo refiere el profesor Manuel Blancocuando analiza con detenimiento laobra de la reconstrucción: “Regionesbuscará un sistema que le permitadesarrollar de una forma rápida sutrabajo, haciendo un repertorio de lascaracterísticas de los estilos regiona-les, pero no tanto como un estilo quedefina la tipología formal edificatoria,sino como elementos independientesque puedan ser adheridos a un sus-trato común; buscando la creación de

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Detalle debarandillas debalcón de arqui-tectura popularen las Palmasde GranCanaria, porGonzalo deCárdenas.

Detalles de aleros deviviendas tradiciona-les de Santander pu-blicados en la revistaReconstrucción, sec-ción “ArquitecturaPopular”.

Repertorio de fuen-tes para plaza depueblo.

un estilo, llamémosle así, construidoa la medida para un propósito deter-minado, estudiando cómo se puedeproducir un repertorio con sus múlti-ples combinaciones, adaptable a cadasituación y generado a partir de unamezcla heterogénea de elementos clá-sicos depurados con otros tomadosde las arquitecturas regionales espa-ñolas y apoyándose en trazadosracionales.”29

La revista Reconstrucción es en elperíodo de la autarquía el medio dedifusión de las tendencias oficiales enmateria de arquitectura para elmundo rural. No tanto porque en ellase dicten directrices sobre lo que sequiere sea la nueva arquitecturafranquista, cuanto porque muestraaquello que se considera aceptable.En ese sentido la revista, que sepublica entre los años 1940 y 1956,contiene de manera invariable comosección final un apartado dedicado amostrar detalles de arquitecturapopular. Un “a modo de” prontuariode soluciones constructivas y decora-tivas extraídas la tradición popularpreindustrial. Como si en los detallesestandarizados del modo de hacerartesanal español estuviese la esen-cia de la ruralidad española.

Muchas de las formas retóricas y delas organizaciones “tradicionales” deRD se ven paralelamente en los pri-meros pueblos del INC. No en vano,algunos arquitectos de RD se pasanluego a Colonización para continuarsu tarea; Fernández del Amo entreellos, aunque es su actitud de otranaturaleza bien distinta. A la postre,

ambos organismos son fruto de unamisma intención: construir la Españarural que el régimen, a través de losarquitectos más próximos ideológica-mente a él, quieren que sea. Lo quepasa es que el INC, gracias entreotros a Fernández del Amo, terminaderivando en otra cosa.

Son los jóvenes arquitectos que vanentrando en el INC a partir del arran-que de la década de 1950 quienes ledan la vuelta a las intenciones origi-nales respecto a la referencia a lopopular. Tal vez el interés por lamisión social de la arquitectura y elcompromiso con una limpieza de todolo superfluo en ella sean la clave paracomprender este cambio en el cualFernández del Amo tiene parte bienimportante. Así que aquel deseo deconstruir una imagen popular deEspaña con trozos reconocibles y ges-tos copiados de la arquitectura popu-lar es convertido por estos jóvenesarquitectos en un interés sincero porel lugar y por el individuo. De modoque terminan haciendo una arquitec-tura que nace de estos sanos princi-pios y se aleja de cualquier otra con-sideración que no sea la de ofrecerselimpia de discursos retóricos e inne-cesarios.

Estos jóvenes arquitectos han deenfrentarse al problema de hacerarquitectura con muy pocos medios yen condiciones bastante precarias.Les interesa más la honestidad quelos discursos retóricos asociados alsignificado de la apariencia formal.Así que recuperan la tendencia de lasinceridad constructiva y el interés

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Fotografía aérea delpueblo reconstruidode Brunete por la DGde Regiones Devas-tadas, 1940, comoimagen de lo que hade ser un pueblonetamente español.

por aprender de lo popular no tantolas apariencias cuanto sus valoresatemporales. Buscan en ella rigurosi-dad y racionalidad en el empleo de losmateriales, funcionalidad de uso,inmediatez en la respuesta a los pro-blemas planteados y limpieza formal.Y esto es lo que es capaz de hacer dela arquitectura del INC a partir demediada la década de 1950 algo dis-tinta de lo que pretendió ser: una“arquitectura de colonización duran-te el franquismo” en lugar de una“arquitectura de colonización fran-quista”.

La de Colonización será, a partir de lamitad de los años cincuenta, unalabor no tanto de copiar el aspecto dela arquitectura popular, cuanto de dehacer arquitectura digna y sencillacon los escasos medios disponiblespara el mundo rural. Esto lo enten-dieron muy bien esos jóvenes arqui-tectos que comenzaron a trabajar enesa época en el INC. Requirió de ellosde una elevada dosis de ingenio, peroconsiguieron que la referencia a lopopular no fuese la busca de apa-riencia, sino aprendizaje de valoresatemporales propios de una “arqui-tectura verdadera”. Y esto no es posi-ble entenderlo sin la labor desarrolla-da en la lejanía de los años veinte porLeopoldo Torres Balbás.

El camino de la búsqueda de una“arquitectura verdadera” es por elque transita José Luis Fernández delAmo en el INC. Lo suyo no es la bús-queda de imágenes populares quecopiar, sino la de razones poéticaspara hacer buena arquitectura, sen-cilla y digna, para las gentes delcampo. En ello radica el acierto de suobra y la potencia estética que supoimprimirle como pocos. No trató decopiar lo popular, sino de hacerlopropio y trabajar con ello para produ-cir una sencilla y honesta arquitectu-ra. Sin más pretensiones que la de

hacer agradable la vida del hombre.Lo cual se debe a su profunda impli-cación social y moral con el bienestardel individuo como principal receptorde su obra.

“Sólo hay una arquitectura: la quesirve al hombre. Pero tenemos eldeber, la responsabilidad de hacerque ese hombre quiera vivir mejor.Que la arquitectura le asista en unaauténtica superación: la casa, eltaller, la escuela, la iglesia, la ciudad.Desde fuera y por dentro; desde elurbanismo a la interioridad. Hacerlegrato el entrar en la casa y el salir deella. Quitar fronteras, chafar orgu-llos, reducir diferencias; que todo searecinto de convivencia y el ámbito desu paz. Que la objetiva virtualidad delarte le llegue al espacio vital y alutensilio. Que sienta bien y se hagamejor. Que le proteja de la intemperiey le alivie de las fuerzas oscuras queensombrecen el mundo.”30

La arquitectura de Fernández delAmo en sus cuestiones esencialesJosé Tamés recomendaba a susarquitectos el estudio de la arquitec-tura popular propia de las zonas deactuación. Su objetivo era el de pro-ducir algo que no resultase ajeno a lazona. Sin embargo, esta recomenda-

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Imágenes deVegaviana.

ción también esconde el mensaje dela atención a lo pintoresco y a laconstrucción de una arquitecturacomo la propia del lugar.

“Es necesario un examen minuciosode la arquitectura popular de laregión, asimilando e interpretando loque de bueno haya, tanto en ordenconstructivo como estético. Valori-zando los ensanchamientos y plazue-las con detalles arquitectónicos,como fuentes, abrevaderos, bancos,cruceros, etc.”31

Esta recomendación de partida larecoge Fernández del Amo enVegaviana con la voluntad de haceruna arquitectura contextualizadamás que buscar una cierta imagenque evoque un ambiente rural. Surelación con lo popular es la delencuentro con las cuestiones esen-ciales de la arquitectura. Supone eldeseo de hacer una arquitectura dellugar, que, en el estado de precarie-dad de medios en que ha de moverse,aproveche el saber de la tradiciónpopular para hacer arquitecturadigna y con interés. Una arquitecturacontextualizada, de escasos medios,sincera constructivamente y limpiade elementos superfluos, que huyedel efecto pintoresco para centrarseen ofrecer un espacio al hombre enque poder desarrollar su vida digna-mente y en relación social.

Esta voluntad de aprender de losvalores de la arquitectura popularcomo vía de contextualizar la arqui-tectura propia y como manera deafrontar con ingenio la difícil situa-ción de la escasez de medios se ve

tanto en la obra como en sus escritos.“Lo he declarado siempre: después deuna arquitectura conceptual aprendi-da en la Escuela, fue aprender en laarquitectura surgida de la necesidad,descubierta en el anonimato de lospueblos y barrios. Pero lo advierto, noes en lo accesorio y ornamental, si noen la esencia racional que manifiestaformalmente su función. No es cues-tión de imitación o mimetismo algu-no. Se trata de penetrar en la morfo-logía del uso. Es concebir la arquitec-tura a partir de la organización delespacio y de la proporción en susdimensiones y en el orden de susmacizos y huecos como lo haría elusuario a la medida de sus exigenciasy su funcionamiento.”32

Fernández del Amo viaja por laszonas de actuación, muchas vecesacompañado por Kindel. Se empapade la arquitectura de esos lugarespara aprender de ella, no para copiar-la. Y este modo de hacer lo inculca asus colaboradores, como recuerdaGenaro Alas cuando se conversa conél sobre su experiencia en el INC. Losuyo es un estudio profundo de lopopular, no una búsqueda de imáge-nes para un repertorio pintoresco.

Así es como en Vegaviana se empleantanto los materiales como las técni-cas de construcción tradicional conun evidente sentido de la sinceridadconstructiva y del dominio de suscondiciones plásticas y estéticas. Losvolúmenes abstractos de los bloquesque configuran Vegaviana se organi-zan con los elementos invariantes dela arquitectura local: el tejado incli-nado, las masas blancas de la arqui-tectura de la cal, la presencia de laspiezas de chimenea como elementosdestacados, el juego con los huecos

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Vegaviana.

recortados en los muros en composi-ciones meditadas. No hay copia lite-ral, sino mímesis. Entendida éstacomo debe serlo, como la asunción deun modo de hacer sin llegar a lacopia, sino habiendo comprendido elmecanismo y siendo capaz de aplicar-lo.

El acierto de elegir, por falta demedios, la fábrica de pizarra tradicio-nal otorga una personalidad específi-ca a Vegaviana. Los muros de pizarrahábilmente compuestos, con la pie-dra simplemente rota en sus frentes ytrabada artesanalmente, simplemen-te revocados de cal, ofrecen una tex-tura de gran potencia plástica al reci-bir la luz rasante. Fernández del Amo

se sirve de la construcción tradicionalpara conseguir un efecto intenciona-do de juego de la masa con la luz delsol, no para dar a su obra un aspec-to pintoresco. Entendiendo que la luznatural cualifica la arquitectura yproduce efectos estéticos implícitosen la construcción vernácula si sesabe mirar bien en ella.

Lo mismo sucede con los tejados,convertidos en planos inclinados decorte de los volúmenes de las piezascontra el cielo. Con aleros que sonlíneas vibrantes de sombra sobre losmuros y no un repertorio de detallestradicionales. Empleando un elemen-to convencional para construir losvolúmenes blancos, sencillos y geo-métricamente bien definidos de susbloques. Y lo mismo sucede con laschimeneas empleadas como piezasvolumétricas para marcar el ritmo dela composición y animar el volumendel conjunto. Todo ello aprendido desu inmersión en el mundo popular taly como en ese momento proponenarquitectos como José AntonioCoderch o Miguel Fisac.

“La arquitectura popular españolanos servirá no para plagiarla, sinopara aprender de ella honradez, ver-dadero funcionalismo y, sobre todo,amor al paisaje, que es el primerescalón para empezar a quererse loshombres, para que puedan convivir.”Así que lo que hace especial la arqui-tectura de Fernández del Amo en elINC es esa incursión profunda en elmodo de hacer popular que defiendeFisac como valores de los que puedeaprender el arquitecto contemporá-neo. De modo que su arquitectura noes de pastiche sino de haber com-prendido profundamente la tradiciónpopular. Poniendo de manifiesto quelo importante no es construir unaarquitectura como si fuese popular,sino una arquitectura que aprende delo popular sus valores esenciales. Ycon ello imprimir potencia plástica yestética a una arquitectura sencilla ysin pretensiones.

La integración de las artes y ladimensión artística de la arqui-tectura del INC

La obra de Fernández del Amo es sin-gular dentro de la obra general delINC. Tiene interés por abordar el pro-blema de la arquitectura en dimen-sión artística. Es capaz de traspasar

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Mural de Mompópara la iglesia delpueblo de coloniza-ción de Villalba deCalatrava, José LuisFernández del Amo,Ciudad Real, 1955.

Fachada de la igle-sia de Vegaviana,con mural de AntonioValdivieso.

Vía Crucis de PabloSerrano para la igle-sia del pueblo de col-onización de Villalbade Calatrava, JoséLuis Fernández delAmo, Ciudad Real,1955.

los postulados ideológicos que haydetrás de la retórica propagandísticade Colonización para hacer arquitec-tura de interés con los medios esca-sos en ese momento disponibles ycon mucho ingenio y buen hacer.Entendiendo además el hacer arqui-tectónico como un hecho artístico.

Fernández del Amo, implicado perso-nalmente en el desarrollo y la difu-sión del arte contemporáneo enEspaña, afronta la arquitecturadesde un punto de vista que incluyetambién la componente estética. Ensu obra colaboran artistas a los quetenía acceso en ese momento por sucondición de Director del MuseoNacional de Arte Contemporáneo.Con la profunda convicción de la uni-dad de la obra de arte, de que arqui-tectura, pintura y escultura no semueven por separado con la preva-lencia de una de ellas sobre lasdemás, sino que colaboran juntas enel ennoblecimiento del espacio vitaldel hombre.

Las iglesias de Colonización, en parti-cular las de los pueblos de Fernándezdel Amo, tienen hoy un rico patrimo-nio de arte contemporáneo represen-tativo del panorama artístico españolde ese momento. En ellas intervinouna pléyade de artistas francamentebuenos que pudieron expresar suarte en este contexto de ambientesrurales. Estas nuevas iglesias sonuna ocasión para la experimentaciónde la modernidad del arte español ensu versión litúrgica, con una ampliacolección de objetos y obras destina-das al culto y que acompañan a laarquitectura de manera inseparable.

Con José Luis Fernández del Amocolaboraron en Vegaviana jóvenes

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Mural de AntonioValdivieso parael retablo de laiglesia del pueblode colonizaciónde Belvis delJara-ma, JoséLuis Fernándezdel Amo, Madrid,1951-54.

A la izquierda: Reta-blo de Pablo Serranopara la iglesia delpueblo de coloniza-ción de Villalba deCalatrava, José LuisFernández del Amo,Ciudad Real, 1955.

A la derecha: Viacrucis de la iglesiade Vegaviana, porAntonio Suárez.

Retablo de la iglesiade Vegaviana, porJosé Luis Sánchez.

Vegaviana.

artistas como Jaqueline Canivet,José Luís Sánchez, Antonio R.Valdivieso y Antonio Suárez. La obrade estos artistas queda ligada indiso-lublemente al carácter de la obraarquitectónica. De modo que estaintegración de las artes y este ofrecerlas iglesias de Colonización comolaboratorio de expresión de las ten-dencias más avanzadas del arte espa-ñol de la época supone uno de losaciertos de Fernández del Amo. Unvalor añadido a su manera de enfren-tarse a la labor de hacer arquitecturaen el campo.

Colonización como laboratorio experi-mental para unos jóvenes arquitectosEn los años cincuenta el INC senutrió de jóvenes arquitectos reciénsalidos de la Escuela (fundamental-mente de la de Madrid) cuya presen-cia supuso un cambio sustancial enlos modos de hacer. Estos jóvenesarquitectos afrontaron mayoritaria-mente su tarea en Colonización desdeel entendimiento de la labor social dela arquitectura. Quizás más desliga-dos de los planteamientos ideológicosde partida y más vinculados al inte-rés por el individuo y por hacer arqui-tectura moderna contextualizada, dealgún modo funcional y arraigada enel lugar. Arquitectos que comienzan atrabajar en esta compleja etapa deposguerra y convierten el INC en unlaboratorio experimental en unmomento en que prácticamente nopodía hacerse arquitectura sino bajo

los auspicios de un Estado entregadoa la labor de reconstrucción y regene-ración del país en ausencia de lacolaboración del capital privado.

José Luis Fernández del Amo,Alejandro de la Sota, José AntonioCorrales, Víctor López Morales,Miguel Herrero, Carlos Sobrini,Antonio Fernández Alba, AntonioVázquez de Castro y otros muchosfueron los arquitectos que con suimplicación personal ofrecieron unanueva orientación a la arquitecturaque podría haber sido la representan-te de los valores del agrarismo utópi-co del franquismo. Ellos afrontaronsu labor con la vocación de hacerarquitectura que dignificase al hom-bre ofreciéndole un espacio adecuadopara el desarrollo de su vida. Unaarquitectura sencilla, lo más racionalposible. Con una estética alejada delos planteamientos ideológicos quepretendieron la construcción de unacierta imagen escenográfica de laEspaña popular. Acercándose por elcontrario a una estética de formasdepuradas por el camino de la since-ridad constructiva y de la abstracciónen un contexto de escasez de medios. La arquitectura que introdujeron enel INC, de manera excepcionalmenteacertada José Luis Fernández delAmo, quería ser una “arquitecturaverdadera”. No copia aparienciaspara crear un escenario popular. Asíque está justificada su negación dehaber hecho “arquitectura popular”

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Estampa de Vegavia-na.

porque no se plantearon construircon aspecto popular, sino hacer unaarquitectura sencilla con mediosescasos; una arquitectura simple-mente digna.

La manera de hacer de Fernández delAmo en el INC supone el entendi-miento del lugar y la experimentacióncon el espacio urbano, así como lacomprensión de la tradición popular.Es una postura ligada a la respuestaque se dará posteriormente, tras lacrisis de la modernidad internacio-nal, con el Regionalismo Crítico.Preconiza, pues, una manera deentender la arquitectura basada en elindividuo y el lugar. Teniendo, ade-más, una evidente vocación estéticadesde el convencimiento de que elarte dignifica la vida.

Notas

1. J.L. Fernández del Amo Moreno, Palabra yobra. Escritos reunidos, 19952.

2. A. Fernández Alba: “Arquitectura para unasonata de primavera”, en Fernández delAmo. Arquitectura. 1942-1982, 1983, p.5

3. J.L. Fernández del Amo, “Del hacer deunos pueblos de colonización”, 1974,pp.33-40

4. J.L. Fernández del Amo, “Un poblado decolonización. Vegaviana. Cáceres”, 1958;pp.1-12

5. J.L. Fernández del Amo, “El arte en la foto-grafía de Kindel”, texto para el catálogo dela exposición: Arquitectura Popular espa-ñola, organizada por el I.C.I. Casa deBenalcázar, Quito (Ecuador) sept. 1980;pp.191-192

6. Nota de prensa del jurado de la MedallaEugenio D’Ors, del 16 de junio de 1959; enJ.L. Fernández del Amo: Fernández delAmo. Arquitectura. 1942-1982, 1983, p.9

7. Fernández del Amo: arquitectura, 1942-1982, catálogo de la exposición; Ministeriode Cultura, 1983.

8. Fernando Samaniego: “La arquitectura‘espontánea y sincera’ de Fernández delAmo se expone en el Museo de ArteContemporáneo”. Diario El País, 18 deseptiembre de 1983. Sobre la exposicióncelebrada en el Museo de ArteContemporáneo de Madrid con la obra deJosé Luís Fernández del Amo.

9. J.L. Fernández del Amo Moreno,Encuentro con la Creación, 10 de noviem-bre de 1991.

10. Carta inédita y sin fechar de J.L.Fernández del Amo a J. Miguel Jiménez,vecino de Vegaviana; Legado Fernándezdel Amo, Fundación COAM

11. A. Cirici, La estética del Franquismo, 197712. A. Blanco Pérez del Camino, “La vivienda

rural. La casa del labrador español”, 193313. X Congreso Nacional de Arquitectos,

Santander, (10-18 de agosto de 1924). Enla tercera sesión del congreso se trata eltema Intervención del arquitecto en lasconstrucciones rurales, con los arquitectosModesto López Otero, Alfredo de la

Escalera, Juan Bessagoda, Testor,Cabrera y Teodoro de Anasagasti.

14. “Ideas para el trazado de poblados rura-les”, por Alejandro Herrero, en elSeminario de Urbanología de la Escuela deArquitectura de Madrid, 1939; en el queanaliza la influencia de la separación decirculaciones peatonal y rodada en laorganización de un barrio de viviendasrurales y en el que expresa por vez prime-ra el concepto de la calle peatonal comoespacio de relación social, dinamitando elsentido tradicional de trayecto de lamisma.

15. Concurso para un estudio del problema dela vivienda rural en España: La viviendarural en España: estudio técnico y jurídicopara una actuación del Estado en la mate-ria; convocado por el Ministerio de laGobernación de la Segunda República, delque resultan ganadores los trabajos pre-sentados por tres arquitectos (aunque noes un concurso exclusivo para arquitectos,sino que se plantea para todos los técnicosy estudiosos que tengan algo que decirsobre el problema de la vivienda rural enEspaña): José Fonseca y Llamedo, EmilioPereda y José Luis Lino Baamonde.

16. V. Lampérez y Romea, Las ciudades espa-ñolas y su arquitectura municipal al finali-zar la Edad Media, 1917

17. J. Tamés Alarcón, “Proceso urbanístico denuestra colonización interior”, 1948,p.423

18. C. Norberg-Schulz, Los principios de laarquitectura moderna, 2005, pp.41-42

19. J.L. Fernández del Amo Moreno, Memoriadescriptiva del proyecto para el nuevo pue-blo de Vegaviana; p.G-9

20. F.J. Sáenz de Oíza presentando Vegavianaen la Exposición del Ateneo en 1959, enJ.L. Fernández del Amo, Fernández delAmo. Arquitectura. 1942-1982, 1983, p.9

21. A. Herrero, “Independencia de circulacio-nes y trazados de poblados”, 1948;pp.354-355

22. A. Herrero, “15 normas para la composi-ción de conjunto en barriadas de viviendaunifamiliar”, 1955; pp.17-28

23. A. de la Sota Martínez, “El nuevo pueblode Esquivel, cerca de Sevilla”, 1953; pp.15-22

24. Le Corbusier, Hacia una arquitectura,1923.

25. Muguruza, P. et al, Actas de la primeraAsamblea Nacional de Arquitectos, Madrid,1939.

26. Nacional, así con mayúscula por la identi-ficación ideológica con los principios deFalange y las JONS.

27. A. Cirici, La estética del franquismo, 197728. El término de «tradición sospechosa» para

referirse al intento del régimen franquistadurante la inmediata posguerra de forma-ción de una arquitectura española, loencontramos en La crisis de la arquitectu-ra española (1939-1970), de AntonioFernández Alba. Madrid: Cuadernos parael diálogo, 1972; y es significativo paraexplicar el recurso tanto a lo popular comoa la arquitectura escurialense en la arqui-tectura española de los años cuarenta.

29. M. Blanco Lage, “La arquitectura deRegiones Devastadas”, 1985; p.39

30. J.L. Fernández del Amo, Fernández delAmo. Arquitectura. 1942-1982, 1983, p.38

31. J. Tamés Alarcón, Op.cit. p.423 32. J.L. Fernández del Amo Moreno, “Defensa

de la arquitectura anónima”; conferenciapronunciada en la Fundación de losNobles Oficios y de las Bellas Artes.Chinchón, 18 de noviembre de 1989; en

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VEGAVIANA

Vegaviana.

Palabra y obra. Escritos reunidos de JoséLuis Fernández del Amo. Madrid,Fundación COAM, 1995; pp.65-70, p.65

33. M. Fisac Serna, La arquitectura popularespañola y su valor ante la del futuro,1952; p.27

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Kindel: Kindel. Fotografía de Arquitectura.Madrid: Fundación COAM, 2007.

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Norberg-Schulz, Christian: Los principios de laarquitectura moderna. Sobre la nueva tra-dición del s. XX. (Principles of ModernArchitecture; Londres, Andreas PapadakisPublisher, 2000; traducción de JorgeSainz Avia); Barcelona: Reverté, 2005.

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ENGLISH SUMARY

Matilde Ucelay. The first Spanish woman architect in history.

The figure of Matilde Ucelay as first graduated woman architect in Spain is reviewed in this article by a wide range of materials that include audio recordings of interviews and radio programs. This work describes the course of her familiar and professional life from her formative stages, the vicissitudes of her career due to the Spanish war and postwar and its subsequent development. Her unknown yet broad and solvent architectonic work includes near 65 constructed projects of "great richness and profusion in their details , with an intimate design linked to the user and the environment".

María José Durán, Ana María Escudero, Juan Núñez y Elena Regodón

Vegaviana. An architectonic lesson.

The project of the new small village of Vegaviana in Caceres province was part of the extensive work developed by the National Institute of Colonization (INC) as a materialization of the agrarian utopia of the Francoism. However, conceived with­in a new architectonic and urban sensitivity by its main author, José Luis Fernández del Amo, it meant an important breaking point with the then prevailing traditionalist conception. This led to its early recognition immediately on comple­tion in the late 50s in various national and international events. In 1967 it was also awarded with the National Architecture Prize, having been recently recognized as a Cultural Interest Site.

Jase Antonio Flores Soto

The 'streets in the air'. Parallelisms between life and architecture.

In 1952 Alison and Peter Smithson finished their proposal for the Golden Lane housing competition, characterized by their design of pedestrian elevated streets devised as elements that encouraged the identification and community sense of its inhabitants . This project set an inflexion point with respect their previous work and coincided with the beginning of their critica! view of the functionalist tenets of the precedent CIAMs. With the "streets in the air" the Smithson materialized the first example of their proposal of reorientation of urban thought by a re-identifica­tion that showed the updated relationships between life and architecture.

The DNA of the Cordoba Mosque. Genotype, phenotype and cloning.

Ángela Rodríguez Femández

The aim of this work is to study if the birth of restoration as a concept modifies or not the way of intervening in historie buildings. As an illustrative example the Cordoba Mosque is analyzed. The proposal is to classify the interventions realized depending on how they have modified its identity. To do so the idea is to set a para­llel between the identity of the building and of the living beings, as both have patent and latent traits. The identity of organisms is present in a latent way in what scientists cal! genotype, and in patent way in what its named phenotype. The DNA concept binds with the genotype and its repetition without alteration leads to cloning.

Maison de Verre / Zonnestraal. A tale of two buildings.

Leyre Mauleón Pérez

Since the decade of the 1960s the Zonnestraal sanatorium in Hilversum and Maison de Verre in Paris have been described extensively in the literature of mo­dern architecture. However, there has been no effort to put them together in one story. This essay is an effort to amend this gap. Both works are intimately connec­ted through their authors: Bernard Bijvoet, as co-designer of the plans of the Maison, and Johannes Duiker, who worked with the former in the preliminaries of

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