Matrimonio

MATRIMONIO. ASPECTOS GENERALES EN EL DERECHOCIVIL Y EN EL CANNICO

Gregorio RODRGUEZ MEJA*

RESUMEN: Dada la importancia que paratodos los hombres normales tiene el matri-monio, ste debe estudiarse como una ins-titucin o como el acto jurdico que a lamisma da origen. El matrimonio, ya seacomo institucin o como acto jurdico,debe analizarse a la luz tanto del derechocivil como del derecho cannico, debido aque en nuestro medio social un alto por-centaje de la poblacin profesa la religincatlica. De este modo, tendr que verse elmatrimonio como un acto jurdico regula-do por el derecho civil o como un sacra-mento regulado por el derecho cannico.Al estudiar el matrimonio, es importantedeterminar el papel que en la celebracindel mismo tienen el juez u oficial del regis-tro civil y el clrigo. En atencin a la fre-cuencia con que se da el concubinato, stedebe estudiarse como relacin complemen-taria del matrimonio en la vida social.

ABSTRACT: Given the importance of ma-rriage to all normal men, it should bestudied as an institution or the legal actwhich creates it. Whether as an institutionor as a legal act, marriage should be ana-lyzed in the light of not only Civil Law, butalso Canonical Law, since in our social en-vironment, a high percentage of the popu-lation professes the Catholic faith. Thus,marriage should be seen as a legal act regu-lated by Civil Law or as a sacrament re-gulated by Canonical Law. In studyingmarriage, it is important to determine therole of the judge or civil registry officialand the cleric in contracting marriage.Given the frequency of concubinage, itshould be studied as a complementary re-lationship to marriage in social life.

* Investigador del Instituto de Investigaciones Jurdicas de la UNAM.

Revista de Derecho Privado, nueva poca, ao I,nm. 3, septiembre-diciembre de 2002, pp. 91-111

I. NOTA PREVIA

Dos razones principales me inducen a tratar el tema apuntado: primera,la indudable importancia que para nuestra sociedad representa la insti-tucin del matrimonio, y segunda, el que poco he visto estudiado condetalle, simultneamente, este asunto en el derecho civil y en el cannico.

II. CMO DEBE ESTUDIARSE EL MATRIMONIOEl matrimonio debe tratarse como acto jurdico y como institucin;

o si se prefiere, como sacramento y como institucin.Dada la importancia que tanto en lo individual como en lo social

tiene el matrimonio, el mismo como acto jurdico y como institucinamerita cuidadoso estudio.

Mas an, atendiendo a la cantidad de personas que en Mxico profesanel catolicismo, ha de estudiarse el matrimonio como sacramento reguladopor el derecho cannico.

III. CONCEPTO DE MATRIMONIO

De acuerdo con el artculo 146 del Cdigo Civil para el Distrito Fe-deral, la institucin del matrimonio es la unin de un hombre y unamujer con el propsito de realizar comunidad de vida, con respeto entreambos, igualdad y ayuda mutua, con la posibilidad de procrear hijos.

Como contrato, segn el derecho cannico, el matrimonio es el con-venio que para el logro de los fines antes mencionados (bien de loscnyuges y a generacin y educacin de la prole) celebran el hombrey la mujer (canon 1055 del Cdigo de Derecho Cannico).

IV. EL MATRIMONIO SACRAMENTO

Recordamos que, segn la teologa, el sacramento Es un signo sen-sible, instituido perennemente por Jesucristo para significar la gracia ypara conferirla .1

92 GREGORIO RODRGUEZ MEJA

1 Aquino, santo Toms de, Suma teolgica, Buenos Aires, Club de Lectores, 1950, t. XVII,p. 7. Vase tambin Neyraguet, D., Compendio de teologa moral de San Alfonso Mara de Ligorio,4a. ed., Madrid y Santiago, s. e., p. 415.

En confirmacin de la naturaleza de sacramento del matrimonio ecle-sistico, transcribo a continuacin el antes citado canon 1055 del Cdigode Derecho Cannico:

1. La alianza matrimonial por la que el varn y la mujer constituyen entre sun consorcio de toda la vida ordenada por su misma ndole natural al bien delos cnyuges y a la generacin y educacin de la prole, fue elevado por Cristonuestro Seor a la dignidad de sacramento entre bautizados.

2. Por tanto, entre bautizados no puede haber contrato matrimonial vlidoque no sea por eso mismo sacramento.

Aparece evidente, por la transcripcin hecha, que segn la iglesia ca-tlica, el matrimonio es para siempre. Esta caracterstica da validez ala institucin y constituye una garanta social, desgraciadamente manci-llada con frecuencia.

Por lo que hace al matrimonio sacramento, es de recomendarse lalectura de la cuestin XLII de la Suma teolgica de Toms de Aquinoque aparece en el tomo XIX.2

V. EL MATRIMONIO ACTO JURDICODiversos han sido los criterios expuestos para explicar en el derecho

laico la naturaleza jurdica del matrimonio, que no es el caso discutirdetalladamente; slo decimos que se le estudia como institucin, comoacto jurdico condicin, como acto jurdico mixto, como contrato ordi-nario, como contrato de adhesin, como negocio jurdico y como estadojurdico.3

Sin perjuicio de que el derecho cannico regule el matrimonio comocontrato y, desde luego, como sacramento, nos interesa observarlo como unacto jurdico especial.

Nuestra postura no menosprecia las diversas exposiciones que acercade la naturaleza del matrimonio han formulado juristas de prestigio alestudiarlo.

Al estudiar el matrimonio, no eludimos referirnos a la calificacindel mismo como acto jurdico mixto, dada la intervencin de que en el

MATRIMONIO. ASPECTOS GENERALES 93

2 Aquino, santo Toms de, op. cit., nota anterior.3 Rojina Villegas, Rafael, Derecho civil mexicano, t. II: Derecho de familia, Mxico, Porra,

1980, pp. 209 y ss.

mismo tiene el Estado o la iglesia catlica, segn el caso, para darlevida; mas aclaramos que no es la voluntad del funcionario lo queconstituye el acto jurdico aludido, sino la de los contrayentes.

Por lo que respecta al matrimonio eclesistico, con la transcripcindel canon 1055, antes copiado, la duda de si es o no un acto jurdicocontrato, desaparece.

Si nos referimos al matrimonio civil, atento el rgimen legal a queest sometida esta institucin por los derechos y obligaciones de la mis-ma derivados, es evidente: se trata de un acto jurdico con apariencia yconsecuencias de convenio contrato.

El profesor Alberto Trabucchi en su libro Instituciones de derechocivil, captulo IV, seccin II, relativa al matrimonio, lo estudia como unnegocio jurdico, es decir, como acto jurdico con la intencin de producirciertos efectos jurdicos (derechos y obligaciones) que los contrayentespretenden.4

VI. PAPEL DEL JUEZ Y DEL CLRIGO QUE INTERVIENENEN LA CELEBRACIN DEL MATRIMONIO

Por las razones que en los siguientes prrafos se expresan, se deter-mina la importancia del papel que el oficial del Registro Civil o juez ydel representante eclesistico tienen en la celebracin del matrimonio.

Cabe aclarar que siendo el matrimonio un convenio o contrato, quieneslo celebran son quienes al mismo dan vida, y el juez y el eclesisticoslo comprueban su factibilidad; o sea, que no existen impedimentoslegales para su celebracin; pero ellos slo harn constar tal circunstanciay con ello lo autorizan y declaran casados a los contratantes ; esto es,declaran que no habiendo tales impedimentos, el matrimonio es vlido.Si existiese alguna duda en cuanto a lo anterior, por lo que hace almatrimonio eclesistico, ha de recordarse que segn la teologa moral,los ministros de este sacramento son los mismos contrayentes.

Vale la pena agregar que de acuerdo con la aludida teologa, la materiade este sacramento la constituye el cuerpo de los contrayentes, la forma,las palabras o signos con que lo realizan y el ministro son ellos mismos.5


4 Trabucchi, Alberto, Instituciones de derecho civil, Madrid, Editorial Derecho Privado, 1967,vol. I, p. 274. En relacin con la naturaleza del negocio jurdico, es til leer a Ortiz Urquidi, Ral,Derecho civil, Mxico, Porra, 1977, p. 239.

5 Neyraguet, D., op. cit., nota 1, p. 67.

En relacin con lo expresado me parece interesante la transcripcinde la siguiente nota que se agrega a la aludida cuestin XLII de la Sumateolgica de Santo Toms de Aquino:

La bendicin del sacerdote es puramente de precepto eclesistico, pero no denecesidad del sacramento. Esto es ya doctrina, no slo general, sino que debe sercreda desde que consta que el ministro del matrimonio son los contrayentes.

Antes del Concilio Tridentino ni siquiera se requera para la validez lapresencia del sacerdote, sino que bastaba el mutuo consentimiento de loscontrayentes, sin alguna forma determinada. Pero el Tridentino en el clebrecaptulo Tametsi (sess. 24, cap. I) exigi la presencia del sacerdote para lavalidez. Segn la disciplina vigente en virtud del decreto Ne temere dela Congregacin del Concilio (2 de agosto de 1907), conservada substancial-mente por el Cdigo de Derecho Cannico, la presencia del sacerdote serequiere en forma activa, es decir, que l libremente pida a los contrayentesla manifestacin de su consentimiento. El Cdigo exige para la validez queel sacerdote en cuestin sea el prroco, el ordinario, u otro que tenga delega-cin de alguno de ellos, segn el canon I.094, que est ms precisado todavaen los cnones I.095-I.099 (I. Q.).

Segn lo anterior, se renen materia, forma y ministro del sacramento,elementos esenciales del mismo.

Mas hay que tener presente que tanto el matrimonio civil como el ca-nnico son actos formales y la formalidad a los mismos se la proporcionala intervencin, en el primero, del oficial y del Registro Civil, y en el segundo,del eclesistico autorizado, sin cuya presencia del uno y del otro el ma-trimonio es invlido (artculos 146 y 147 del Cdigo Civil y canon 1108).

No obstante que se ocupe espacio en esta nota que para los conoce-dores pareciera superfluo, ante el inters del asunto, a continuacin setranscriben los artculos 146 y 147 del Cdigo Civil para el DistritoFederal, y el Canon 1108 del Cdigo de Derecho Cannico que expresan:

Art. 146. Matrimonio es la unin libre de un hombre y una mujer para realizarla comunidad de vida, en donde ambos se procuran respeto, igualdad y ayudamutua con la posibilidad de procrear hijos de manera libre, responsable einformada. Debe celebrarse ante el juez del Registro Civil y con las formali-dades que esta ley exige.

Art. 147. Sern nulos los pactos que hagan los contrayentes, en contraven-cin a lo sealado en el artculo anterior.


Can. 1108. 1. Solamente son vlidos aquellos matrimonios que se contraenante el Ordinario del lugar o el prroco, o un sacerdote o dicono delegado poruno de ellos para que asistan, y ante dos testigos de acuerdo con las reglasestablecidas en los cnones que siguen, y quedando a salvo las excepciones deque se trata en los cann. 144, 1112-1, 1116 y 1127-2 y 3.

2. Se entiende que asiste al matrimonio slo aquel que, estando presente,pide la manifestacin del consentimiento de los contrayentes y la recibe ennombre de la Iglesia.

Aqu conviene hacer aclaracin, por lo que al matrimonio cannicose refiere, que el Canon 1116 prev la posibilidad de que el mismo secelebre con la sola presencia de testigos en caso de peligro de muertede quienes pretenden contraerlo, o en caso que se prevea prudente-mente que la falta del eclesistico competente para asistir se prolonguedurante un mes.

VII. NDOLE NATURAL DEL MATRIMONIOHemos estudiado el matrimonio como sacramento y como contrato,

pero no nos hemos ocupado de su origen y de sus antecedentes.El matrimonio, primero que de otra ndole, es natural. En este punto

de nuevo aludimos a Toms de Aquino quien sostiene que tal institucines de autntico derecho natural.6

Los humanos por inclinacin natural y por necesidad de la mismanaturaleza se unen entre sexos diferentes; as negamos en lo absoluto,la lgica de uniones matrimoniales (segn las definiciones que hemosproporcionado) entre personas del mismo sexo.

Pensamos que esas uniones pueden realizarse con otros propsitos,pero jams matrimoniales. El acto sexual, la convivencia que el mismoprovoca y el amor de ello derivado dan razn a la permanencia de launin entre los cnyuges que ambos deben sostener; en el entendido,como dice Radbruch, que el derecho es incapaz de formarla de modoabsoluto, (pues) ms bien ha de acomodarse a la misma.7

Al acomodarse el derecho a la situacin del matrimonio, puesto quecomo derecho es tica y es lgica, le da validez a la voluntad de los


6 Aquino, santo Toms de, op. cit., nota 1, t. XIX, p. 87.7 Radbruch, Gustav, Filosofa del derecho, trad. de Wenceslao Roces, Mxico, Fondo de Cul-

tura Econmica, 1951, p. 155.

esposos; es decir, ha venido a consagrar aquella natural unin y a es-tablecer un rgimen que trae aparejados derechos y obligaciones.

VIII. EL MATRIMONIO APOYADO EN EL DERECHO NATURAL

Por lo expresado, se sostiene que el matrimonio como el mismo Rad-bruch seala, citando a Eugen Huber, es un ejemplo de producto delderecho natural; de lo que por ser de acuerdo con la naturaleza de lascosas es ineludible para el legislador .

IX. CONCURRENCIA DEL DERECHO CANNICO Y DEL CIVILPARA REGULAR EL MATRIMONIO

Como queda expresado, el derecho cannico y el civil han concurridoa consagrar el matrimonio, o sea, la unin del hombre y la mujer y aregular las diversas situaciones a la misma aparejadas.

Esas situaciones las contemplan ambos derechos, y en caso de queno se cumplan las obligaciones derivadas, tambin ambos derechos pre-vn penas, cada cual de la naturaleza que le corresponde.

Lo anterior es la mejor manifestacin de la importancia que al ma-trimonio dan o deben dar, tanto el gobierno estatal, como el de la au-toridad catlica.

X. DERECHOS Y OBLIGACIONES DERIVADOS DEL MATRIMONIO

Las situaciones a que se alude en el prrafo anterior, traen aparejadasobligaciones de los cnyuges, como las que reporta cualquier contrato;esas obligaciones son de diversa ndole, as, estos contratantes se debenfidelidad recproca, ambos deben colaborar para la adecuada educacinde los hijos, ambos deben colaborar econmicamente para los gastosque implica la familia, ambos han de evitar que el matrimonio se di-suelva, debe haber entre ellos mutuo respeto y ayuda, etctera (artculos162-177 del Cdigo Civil para el Distrito Federal y cnones 1135 y1136 del Cdigo de Derecho Cannico).


8 Idem.

El no cumplimiento de las obligaciones aludidas tiene como conse-cuencia para el responsable de la infraccin, penas que son diversas encada derecho.

Por supuesto, asisten a los esposos los derechos recprocos relativosa las mencionadas obligaciones.

XI. REQUISITOS PARA LA CELEBRACIN DEL MATRIMONIOTanto en la legislacin civil como en la cannica se establecen re-

quisitos para la celebracin del matrimonio.Los aludidos requisitos pueden ser de esencia o de validez; a los pri-

meros se les suele llamar elementos de existencia y a los segundos sim-ples requisitos de validez .

Son elementos de existencia en el derecho civil: a) la diferencia desexo entre los contrayentes, b) el consentimiento de los mismos, c) lacelebracin ante la autoridad competente (artculo 146 del CCDF).

En el derecho cannico, si bien los elementos para la celebracin delmatrimonio son los mismos que en el civil, por razones especiales (que nohaya sacerdote ni dicono que asistan) se puede llevar a cabo ante laicosdebidamente delegados por el obispo diocesano, previo voto favorablede la Conferencia Episcopal y obtenida la licencia de la Santa Sede.

Los mencionados laicos han de ser idneos, capaces de instruir a loscontrayentes y aptos para celebrar debidamente la liturgia matrimonial(canon 1112). En casos de peligro de muerte o de que no haya autoridado persona competente y que se prevea que esta situacin se prolongardurante un mes, se puede celebrar el matrimonio (cannico) con la presenciade slo los testigos (canon 1116), como antes ha quedado apuntado.

Para el derecho civil no existe la posibilidad de que haya la mencio-nada delegacin; lo que significa que o se cuenta con la presencia deljuez del Registro Civil o el pretendido matrimonio no se realiza. El juezda solemnidad (diversa de la formalidad) al matrimonio. La solemnidades elemento de existencia o esencia de este matrimonio.

Dice Rojina Villegas:

Podemos definir los elementos esenciales indicando que son aquellos sin loscuales el acto jurdico (matrimonio) no puede existir, pues faltara al mismo


9 Vase Rojina Villegas, Rafael, op. cit., nota 3, ttulo II, captulo VII.

un elemento de definicin; en cambio, son elementos de validez aquellosque no son necesarios para la existencia del acto jurdico, pero cuya inob-servancia trae consigo la nulidad absoluta o relativa, segn lo dispongala ley.10

Es de aclararse, como indica el mismo autor, que Los actos inexis-tentes no son susceptibles de confirmacin ni de ratificacin .11

Lo indicado por este autor se sostiene unnimemente, luego, el ma-trimonio carente de un elemento no ser susceptible de validacin.

XII. IMPEDIMENTOS PARA CONTRAER MATRIMONIO

La circunstancia que anula o impide el matrimonio recibe el nombrede impedimento.

Como es sabido, los impedimentos hacen incapaz de desempear car-gos de variada ndole, o de ejercer funciones; en la materia que estamosestudiando, colocan a los interesados en contraer matrimonio civil en laimposibilidad definitiva o transitoria de lograrlo.

Los impedimentos, especialmente en el derecho cannico, se dividenen impedientes y dirimentes ; los primeros son aquellos que puedendispensarse por la autoridad competente, en tanto que los segundos sonlos que producen la inexistencia del sacramento.

Dice el canon 1073: El impedimento derimente inhabilita a la per-sona para contraer matrimonio vlidamente .

El captulo III del ttulo VII del libro IV del Cdigo de Derecho Ca-nnico se refiere, en los cnones del 1083 al 1094 a los impedimentosderimentes aludidos.

Ha de tenerse presente que de acuerdo con artculo 110 del CdigoCivil para el Distrito Federal El Juez del Registro Civil que autoriceun matrimonio teniendo conocimiento de que hay impedimento legal, oque ste se ha denunciado, ser castigado como lo disponga el CdigoPenal .

El artculo 156 del mismo cdigo enumera los impedimentos men-cionados, indicando cuales de ellos son dispensables.


10 Ibidem, p. 232.11 Idem.

Para concluir este aspecto, el canon 1080 en la parte relativa seala:

Siempre que el impedimento se descubra cuando ya est todo preparado paralas nupcias, y el matrimonio no pueda retrasarse sin peligro de dao gravehasta que se obtenga la dispensa de la autoridad competente, goza(n) de lapotestad de dispensar de todos los impedimentos, exceptuados los que seenumeran en el canon 1078-2, No. 1, el ordinario del lugar y, siempre queel caso sea oculto, todos los que se mencionan en el canon 1079,2 y 3,observando las condiciones que all se prescriben.

El apartado 2 del canon 1078 alude a impedimentos cuya dispensase reserva a la sede apostlica.

Los aludidos impedimentos son los que provienen de que quien pre-tenda casarse haya recibido las sagradas rdenes o del voto pblicoperpetuo de castidad en un instituto religioso de derecho pontificio , ode que uno de los pretendientes o ambos en complicidad, den muerte aun casado o casada, para con su viudo o viuda contraer matrimonio(cnones 1078 y 1090).

En relacin con este asunto y para efectos del matrimonio eclesisticohay que tener presente lo que establece el canon 1080, el que en laparte relativa indica:

Siempre que el impedimento se descubra cuando ya est todo preparado paralas nupcias, y el matrimonio no pueda retrasarse sin peligro de dao gravehasta que se obtenga la dispensa de la autoridad competente, gozan de lapotestad de dispensar de todos lo impedimentos, exceptuados los que se enu-meran en el canon 1078.2 nm. 1 (impedimento que proviene de que quienpretenda casarse haya recibido las sagradas rdenes o del voto pblico per-petuo de castidad en un instituto religioso o de derecho pontificio ), el Or-dinario del lugar y, siempre que el caso sea oculto, todos los que se men-cionan en el canon 1079, 2 y 3, observando las condiciones que ah seprescriben.

Es indispensable que quien no tenga los conocimientos relativos, antesde tomar decisin de contraer matrimonio, recurra a la autoridad corres-pondiente, o a persona que s posea tales conocimientos, para que seevite, as como a su posible consorte, problemas que a veces resultanverdaderamente preocupantes.


XIII. PROCLAMAS MATRIMONIALES

Puesto que es indispensable que no existan impedimentos para la ce-lebracin del matrimonio, y pudiera suceder que los interesados no losreportasen, en el derecho cannico se ha establecido, con fundamentoen el canon 1067, la obligacin de hacer del conocimiento pblico quese pretende tal celebracin entre identificadas personas, a efecto de que sialguien tiene conocimiento de algn impedimento, lo reporte a la auto-ridad eclesistica. A estas proclamas se les ha llamado amonestaciones,pues con ellas se amonesta a los fieles que tienen obligacin de reportarlos aludidos impedimentos.

En la parte relativa dice el mencionado precepto: La ConferenciaEpiscopal establecer normas sobre el examen de los contrayentes, ascomo sobre las proclamas matrimoniales u otros medios oportunos pararealizar investigaciones que deben necesariamente preceder al matrimo-nio... .

Luego, segn el canon 1069, todos los fieles tienen obligacin demanifestar al prroco o al ordinario del lugar, antes de la celebracindel matrimonio, los impedimentos de que tengan noticia.

Como pudiera acontecer que alguno de los contrayentes tenga o hayatenido su domicilio o residencia fuera de la jurisdiccin del prroco queha de asistir a su matrimonio, ste ser auxiliado por quien tenga co-nocimiento de posibles impedimentos.

El canon 1070 no dice si quien ha de prestar el auxilio aludido seao no otro prroco.

XIV. SOLEMNIDAD Y FORMALIDAD DEL MATRIMONIO

No se quiere continuar esta nota sin hacer una aclaracin que se con-sidera pertinente.

Ya antes queda expresado que el juez u oficial del Registro Civilasistente al matrimonio da solemnidad al mismo, y en el eclesistico talcaracterstica del sacramento la aporta el sacerdote o persona autorizada(canon 1112).

No se olvide lo dicho con anterioridad: el matrimonio eclesisticopuede celebrarse en presencia de slo testigos (canon 1116).

El sentido de la solemnidad no aparece preciso en nuestro CdigoCivil, pues se confunde con la formalidad.


La solemnidad en los actos jurdicos es la intervencin de una personainvestida de autoridad especial que da vida a los mismos.

Los actos jurdicos que por disposicin legal son solemnes, si no sa-tisfacen este requisito no existen.

El artculo 103 del Cdigo Civil para el Distrito Federal que aludeal acta de matrimonio se refiere a la formalidad de este contrato; peroel artculo siguiente (103 bis) indica: La celebracin conjunta de ma-trimonios no exime al Juez del cumplimiento estricto de las solemnidadesa que se refieren los artculos anteriores .

Evidentemente, en el mencionado precepto se confunde formalidadescon solemnidades, pues el artculo 103 slo alude al contenido del actamencionada y esto es formalidad.

Para redondear la materia de los captulos que preceden, ha de leerseen libro de Jorge Mario Magalln Ibarra, quien en tres captulos estudiaeste tema; dichos captulos son: 1. El sacramento en el matrimonio, 2.El contrato en el matrimonio y 3. La institucin en el matrimonio.12Tambin, como complemento de lo dicho en prrafos anteriores y de labibliografa que se cita, ha de leerse La historia del matrimonio de Ed-ward Westernarck.13

XV. DIVORCIO

A pesar del concepto de matrimonio expresado por el canon 1055como consorcio para toda la vida entre el varn y la mujer, la realidades que esa expresin es slo de una buena intencin y deseo de la iglesiacatlica de que ello suceda, porque as sera ms eficaz el sacramento,no slo por razones espirituales, sino tambin sociales y de felicidadpara los cnyuges y, especialmente, para sus hijos.

Pero la naturaleza humana es falible esencialmente, y a veces los erro-res de convivencia de los consortes frustran aquella buena intencin;por lo que siendo preferible una separacin entre ellos, el derecho laicoha puesto el remedio por medio del divorcio o la anulacin del vnculoconyugal.


12 Magalln Ibarra, Jorge Mario, El matrimonio (sacramento-contrato-institucin), Mxico, Ti-pogrfica Editora Mexicana, 1965.

13 Westernarck, Edward, Historia del matrimonio, s. l., Laerte S. A. de Ediciones, 1984.

Es cierto, el divorcio es un mal, pero, como se expresa frecuentemente,es mal necesario. Por supuesto, lo ideal sera que el matrimonio efecti-vamente fuese para toda la vida, pero, a veces, esto es imposible.

XVI. EL DIVORCIO EN EL DERECHO ROMANO

Dice Guillermo Floris Margadant que Los escritos de Sneca, Ter-tuliano y otros demuestran que los romanos del principado se casabany divorciaban muy frecuentemente , y agrega el autor: La tan alabadadefinicin de Modestino del matrimonio, como una coniunctio maris etfeminae, et consortium omnis vitae, divini et humani iuris comuni catio,no era, en tiempos de este jurisconsulto, sino nostlgico recuerdo desiglos pasados .

Hemos de recordar al respecto que los romanos de aquellos tiemposvivieron una etapa de moral devaluada, lo que se manifiesta no slo enla vida conyugal, sino en general, en las costumbres, cuya recuperacinse inicia con el cristianismo de Constantino.

Dice Floris Margadant que:

Cuando Justiniano sube al trono, se encuentra cuatro clases de divorcios, paraninguno de los cuales se necesitaba una sentencia judicial:

a) Por mutuo consentimiento.b) Por culpa del cnyuge demandado en los casos tipificados en la ley.c) Sin mutuo consentimiento, y sin causa legal, en cuyo caso el divorcio es

vlido, pero da lugar a un castigo del cnyuge que hubiera insistido en el divorcio(tipifica ilustracin de una disposicin legal minus quam perfecta).

d) Bona gratia, es decir, no basado en la culpa de uno de los cnyuges,pero s basado en circunstancias que haran intil la continuacin del matri-monio (impotencia, cautividad prolongada) o inmoral (voto de castidad).

Indica el mismo autor cmo Justiniano limit los casos de procedenciadel divorcio, y que ms tarde, en la Edad Media, el derecho cannicocontinu con xito la lucha contra el divorcio declarando que el ma-trimonio es indisoluble por naturaleza, pero permitiendo como remediopara situaciones inaguantables el divortium quoad torum et mensam, non


14 Floris Margadant, Guillermo, El derecho privado romano, Mxico, Editorial Esfinge, 1989,p. 212.

quoad vinculum (divorcio en cuanto a la cama y a la mesa, pero noen cuanto al vnculo).15

XVII. EL DIVORCIO EN MXICOPor lo que hace a nuestro derecho, el Cdigo Civil para el Distrito

Federal en el captulo X, del ttulo quinto, establece el rgimen a quese somete el divorcio.

El artculo 266 del cdigo indica: El divorcio disuelve el vnculodel matrimonio y deja a los cnyuges en aptitud de contraer otro... .

No poda ser ms precisa la ley: el divorcio produce la libertad ab-soluta de los esposos para volver a casarse.

El mismo artculo hace la clasificacin del divorcio en voluntario ynecesario; el primero de los cuales procede cuando de comn acuerdolo solicitan los cnyuges, y el segundo cuando cualquiera de ellos loreclama ante la autoridad judicial, fundado en una o ms de los causalesa que se refiere el artculo 267 de este Cdigo .

Existe adems de los apuntados, el divorcio administrativo, que segnel artculo 272 del cdigo procede cuando de comn acuerdo los cn-yuges, previa ratificacin de solicitud ante el juez de Registro Civil,obtienen de ste se les declare divorciados y haga la anotacin corres-pondiente en el acta de su matrimonio.

Para efectos del divorcio administrativo deben cumplirse los siguientesrequisitos: 1o. Que haya transcurrido un ao o ms desde la celebracindel matrimonio; 2o. Voluntad de ambos cnyuges; 3o. Que los solici-tantes sean mayores de edad; 4o. Que hayan liquidado la sociedad con-yugal de bienes, si bajo ese rgimen se casaron; 5o. Que la cnyuge noest embarazada; 6o. Que no tengan hijos en comn los solicitantes, otenindolos stos sean mayores de edad y no requieran alimentos; 7o.Qu ninguno de los cnyuges requiera alimentos.16


15 Idem.16 En ampliacin de lo expresado en este captulo, se sugiere leer: Galindo Garfias, Ignacio,

Derecho civil, Mxico, Porra, 2000, captulos XI y XII.

XVIII. NULIDAD DEL MATRIMONIO

Otra forma de hacer que desaparezca el lazo conyugal es la anulacindel matrimonio.

El artculo 235 del cdigo establece los casos en que procede la accinde nulidad matrimonial.

Los artculos siguientes sealan detalladamente las causas y el rgimendel proceso de nulidad.

Obtenida la sentencia ejecutoria de nulidad, se har la anotacin co-rrespondiente en el acta del Registro Civil del matrimonio, mediantetranscripcin al margen de la parte resolutiva de la sentencia, con fechade la misma, el tribunal que la dict y el nmero con que se marc lacopia, la cual se depositar en el archivo (artculo 252)

Rojina Villegas en el captulo VI del ttulo II de la citada obra relativaal derecho de familia, estudia las causas, los efectos y el rgimen de lanulidad del matrimonio.17

XIX. LA NULIDAD DEL MATRIMONIO EN EL DERECHO CANNICOSi bien en el derecho cannico no se habla de divorcio ni de nulidad

del matrimonio, s se regula debidamente la disolucin de este contra-to-sacramento (sabido es que existen muchos casos de disolucin o nu-lidad).

Esta disolucin, como el divorcio o la nulidad del derecho civil, dejaen aptitud a los ex esposos de contraer otro matrimonio.

Mas se aclara que el canon 1141 indica: El matrimonio rato y con-sumado no puede ser disuelto por ningn poder humano ni por ningunacausa fuera de la muerte .

Luego el canon siguiente seala: que el matrimonio no consumadoentre bautizados, o entre persona bautizada y persona no bautizada, puedeser disuelto con causa justa por el Romano Pontfice, a peticin de ambaspartes o de una de ellas, aunque la otra se oponga .

Es evidente: se trata de proteger la dignidad del matrimonio y la uninmatrimonial de quienes, como consecuencia del mismo, han aprovechadosus efectos en la relacin sexual.


17 Rojina Villegas, Rafael, op. cit., nota 3, t. II, pp. 287 y ss.

Ante la realidad de la vida moderna en las relaciones sexuales, pareceque la condicin de que no se haya consumado el matrimonio, para queproceda la nulidad, es excesiva, y que el legislador de este cdigo debieraadmitir otras circunstancias como presupuesto para que se admita estasolucin a los problemas que suelen darse entre esposos. Por supuesto,esas circunstancias deben ser graves, pues la institucin del matrimoniomerece respeto en cualquier derecho.

En casos de matrimonios entre bautizados y no bautizados, el vnculose disuelve en beneficio de quien si lo est, con el fin de que la partebautizada contraiga vlidamente nuevo matrimonio (cnones 1143, 1144y 1146).

La anterior disposicin parece proteccionista slo para bautizados, porlo que se considera que debiera expresar ms humanidad.

Resulta muy delicado tratar ante el derecho cannico lo relativo a lanulidad del matrimonio, por lo que se aconseja que quien se encuentreen el caso, precavidamente acte con asesora del profesional capacitado.

XX. SEPARACIN DE LOS CNYUGESTambin existe la posibilidad en el derecho cannico de que se

d la separacin de los cnyuges, sin que desaparezca el vnculo quelos une.

La situacin que se produce con este fenmeno es, como la que pro-duce la nulidad, muy delicada, sobre todo por lo que hace a la fidelidadque se deben las personas que en la misma se colocan, por lo que enel caso previsto debe actuarse con cautela.

Como con frecuencia la separacin de los cnyuges tiene origen enel adulterio, el canon 11152 recomienda encarecidamente que el cnyuge,movido por la caridad cristiana y teniendo presente el bien de la familia,no niegue el perdn a la parte adltera, ni interrumpa la vida matrimonial;pero no le priva del derecho de romper la convivencia conyugal a noser que hubiera consentido en el adulterio, o hubiera sido causa del mis-mo, o l tambin hubiera sido adltero .

Segn el mismo canon se presume el perdn, si en el lapso de seismeses el cnyuge inocente prosigue espontneamente en el trato marital, sin recurrir, a la autoridad eclesistica o civil .

Agrega el canon 1153 que si uno de los cnyuges pone en gravepeligro espiritual o corporal al otro o a la prole, o de otro modo hace


demasiado dura la vida en comn, proporciona al otro un motivo legtimopara separarse , con autorizacin del ordinario del lugar y, si la demoraimplica un peligro, tambin por autoridad propia.

Termina el canon diciendo Al cesar la causa de la separacin, seha de restablecer siempre la convivencia conyugal, a no ser que la au-toridad eclesistica determine otra cosa .

La separacin de los cnyuges en la forma expuesta, nos parece queconstituye una solucin a medias de los problemas entre casados, perodeja abierta la puerta para la reconciliacin entre los mismos. Proba-blemente las causas de esta separacin sean transitorias y mediante elarrepentimiento y correccin del culpable, la vida conyugal pueda re-anudarse con xito, lo que redundar en beneficio, especialmente de loshijos.

En este caso, como antes se expres, se recomienda prudencia a loscnyuges, porque el lapso de separacin representa libertad de ambos ytal vez lo que pudiera ser una medida transitoria y fcil de ponerle fin,se convierta en absoluta causa de nulidad del vnculo (en el derechocivil) o de divorcio, extremos que por inters, especialmente de los hijos,deben evitarse.

No se olvide que esta separacin autorizada de los cnyuges no im-plica legal ruptura del vnculo matrimonial, lo que coloca a los espososen circunstancia anmala, para su conducta social.

No dudamos de que haya consortes separados honestos, pero no po-demos dejar de pensar en las consecuencias que tal separacin trae apa-rejadas.

Ante la idea frecuente de la nulidad del matrimonio cannico, se re-comienda la lectura detenida de los cnones mencionados en este apar-tado y en los dos precedentes.

XXI. CONCUBINATO

El concubinato es la unin sexual de convivencia entre un hombre yuna mujer libres de otra u otras uniones de la misma naturaleza o ma-trimonial (artculos 291 bis al 291 quintus del Cdigo Civil para el Dis-trito Federal).

Ante la frecuencia de los concubinatos en nuestro tiempo, es de tras-cendencia que sea detenidamente estudiada esta unin, o institucin, puestrae aparejadas relaciones jurdicas de importancia, tanto para los que


intervienen en la misma, como para sus hijos y, a veces, para terceraspersonas, lo que induce a que el jurista se interese por la misma.

A travs del tiempo ha sido tratado el concubinato desde diversospuntos de vista y no siempre se le ha dado el mismo sentido a la ex-presin.

En la religin catlica, el concubinato se considera como conductapecaminosa, porque quienes as se unen no han contrado matrimonio;asimismo, segn la teologa moral catlica existen dos tipos de concu-binato; D. Neyraguet as se refiere a ambos: propiamente es el concubi-nato de hombre libre con mujer libre, e impropiamente con casada ocasado, con tal que se hayan mutuamente como casados ya sea en unamisma casa o en otra (sic).18

En el derecho romano fue considerado el concubinato como unaunin de orden inferior ms duradera, y que se distingua de las rela-ciones pasajeras consideradas como ilcitas .19

Por la transcripcin anterior, se observa que para los romanos el con-cubinato fue visto como unin un tanto despreciable, lo que no evitque recibiese una especie de sancin (reconocimiento) legal;20 as sele sola calificar como inaequale conjugium, para diferenciarlo de losjustae nuptiae (matrimonio ajustado a derecho.)

Nuestro derecho, atendiendo a razones humanas, en el captulo XIdel ttulo quinto, del Cdigo Civil para el Distrito Federal, regula elconcubinato.

Se reitera: para que exista concubinato es indispensable que los quepor esta relacin se unen se conserven libres de matrimonio o de otroconcubinato, como lo indica el concepto genrico de esta unin.

Por otra parte, con el fin de que se considere concubinato la unin,es indispensable que la misma tenga duracin mnima de dos aos, ano ser que en ese lapso procreen hijos los interesados.

Adems es indispensable para que haya concubinato, que se satisfaganlos requisitos requeridos para contraer matrimonio; es decir, que no haya losimpedimentos que prev el cdigo (artculo 156).


18 Neyraguet, D., op. cit., nota 1, p. 211.19 Petit, Eugene, Tratado elemental de derecho romano, Mxico, Editora Nacional, 1951,

p. 110.20 Idem.

El concubinato produce derechos y obligaciones similares a los delmatrimonio, tanto en relacin con los concubinos como en relacin conla familia; as se dan los relativos a alimentos, los sucesorios, y todoslos dems reconocidos en este cdigo y en otras leyes (artculo 291quater).

Segn el artculo 291 quintus, al concluir el concubinato, la concubinao el concubinario que carecen de ingresos o de bienes suficientes parasubsistir tienen derecho a pensin alimenticia por un tiempo igual a laduracin que hubiere tenido el concubinato, a no ser que hayan demos-trado ingratitud hacia la otra parte, o contraigan matrimonio.

El artculo termina diciendo: El derecho que otorga este artculo po-dr ejercitarse slo durante el ao siguiente a la cesacin del concubi-nato .

No podemos decir que el concubinato supla plenamente al matrimonio,pero s no debe menospreciarse, ni por el jurista ni por quien no lo sea,pues con las limitaciones que se observan, sustituye a la perfecta insti-tucin con que se enlazan los esposos.

Por otra parte, los hijos no son responsables de la un tanto irregularunin de sus padres, y corresponde a la ley y al Estado (dirase a lasociedad en general) su proteccin, con la misma eficacia que se defiendea los nacidos de matrimonio.

Lo anterior no implica que no se critique la falta de inters de losconcubinos por contraer matrimonio.

Pensamos que si existen instituciones de la defensa de los derechoshumanos, debiera haber preocupacin, porque esas uniones se legalicencomo matrimonio, no tanto en beneficio de los concubinos, sino de sushijos y de la sociedad en general.

El derecho cannico no autoriza el concubinato. Para una ampliacinde lo expresado acerca del concubinato es recomendable leer el pequeolibro de Mara del Pilar Herreras relativo al tema.21


21 Herreras Sordo, Ma. del Pilar, El concubinato (anlisis histrico jurdico y su problemticaen la prctica), Mxico, Porra, 2000.

XXII. XITO DEL MATRIMONIOSegn Justo Lpez Melo, para que la institucin del matrimonio logre

los propsitos que persigue, debe ser indisoluble y debe haber fidelidadde los esposos.22

La mayora de las personas en los diversos medios sociales estn acor-des con el autor citado, solamente que llegado el caso de los problemasentre los esposos, el criterio no suele ser atendido.

Lo expresado por el mencionado autor nos parece acertado, pero pen-samos que debe completarse mediante la indicacin de que el xito delmatrimonio, adems, requiere de que cada cnyuge supere sus defectosy perdone los lgicamente perdonables del otro.

Seguramente que todo el que se casa desea que su vida conyugal seaexitosa, y tambin, seguramente, estar, en principio, dispuesto a aportarlo necesario para el xito; pero frecuentemente no resulta sencillo ha-cerlo, por lo que se considera recomendable or el criterio de terceraspersonas con experiencia y buena fe.

XXIII. REFLEXIN FINAL

Me interesa terminar esta nota con una breve reflexin. El matrimonioes, sin lugar a duda, la institucin humana de ms inters para los hom-bres y para la sociedad; por ello amerita serio y detallado estudio, queno ha quedado exhaustivamente hecho en estos prrafos, como ameritael asunto tratado.

He tenido a la vista a varios civilistas que s detallan el tema; lo moes slo un artculo que, por su brevedad, espero que sea ledo por com-pleto. Ojal deje algn beneficio lo escrito.

Si el matrimonio es esa institucin en que todos estamos interesados,me pregunto, por qu no hemos creado un organismo especficamenteencargado de su cuidado total.

Existen instituciones de proteccin a la infancia, de defensa a la mujer,de defensa de la flora y la fauna, y, que yo sepa, no existe una institucinque sea tan conocida como las citadas para la defensa del matrimonio.Por supuesto, existen grupos de personas preocupadas por la familia;pero a su actuacin no se le da la publicidad que trascienda. Qu bueno


22 Lpez Melo, Justo, Hogar siglo XXI, s. l., Editorial Planeta de Agostini, p. 38.

sera que el Estado, con las posibilidades de que dispone, se preocupasepor esta necesidad!

La propuesta institucin cuidara de la integridad y de la conservacinde la vida conyugal, con todas sus consecuencias, y, por supuesto, dela familia.

La citada institucin es indispensable, pues nuestro matrimonio estviviendo el menosprecio que la vida econmica y conductual le han im-puesto. Urge acabar con este desprecio por la institucin matrimonial ybuscar que las uniones sin consagrar por el compromiso matrimonial,como el concubinato y las uniones transitorias, desaparezcan, en bene-ficio de quienes en ellas intervienen, y muy especialmente en beneficiode los hijos que de las mismas surgen. Si tal sucediera, nuestra sociedadcambiara, para bien de todos, incluyendo al Estado.


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