Matxinada 2014 Maiatzak 1

8
www.esk-sindikatua.org la invisibiliza y la saca de la esfera pública. En la última década de crecimiento, además, el capitalismo se ha desarrollado en base al incremento de las des- igualdades sociales y de la extensión de la precariedad laboral y vital. Si en tiempos de “bonanza” el crecimiento genera platos rotos, qué decir de las crisis “oficiales” del sistema. Cuando al sistema económico se le indigesta su propio crecimiento, las consecuencias las pagamos nosotras y nosotros. Las pagamos en forma de desempleo masivo, de pobreza, de desahucios y pérdida de derechos… Han decidido que la crisis ya ha terminado porque ya han conseguido lo que querían. Ya tienen un Estado del Bienestar destrozado para que las empresas privadas puedan hacer negocio, ya tienen unas pensiones públicas que con- denan a una vejez de pobreza para que los bancos nos vendan sus planes de pensiones privados a través de sus propias EPSV, ya tienen un ejército de paradas y parados para que ahora asumamos más precariedad y más salarios de miseria. Afortunadamente somos cada vez más quienes no nos creemos sus mentiras. Cada vez somos más quienes queremos construir un sistema distinto. Un sistema donde las personas seamos lo primero. Donde la economía resuelva los problemas y no los cree. Un sistema donde quienes gobiernen lo hagan obedeciendo al pueblo. Un sistema donde unos pocos no puedan decidir lo que se hace buscando sólo su beneficio particular. ¡Es hora de cambiar las cosas! Salgamos a la calle, organicémonos, reivindique- mos, peleemos, desobedezcamos… El futuro es nuestro ¡no nos lo dejemos quitar! 2014ko apirila Dirudienez, gure gaitzen konponbide bakarra hazkunde ekonomikoa da. Hala ere, kontutan izan behar dugu, eta gero eta jende gehiago ohartzen gara ho- netaz, gure planetak ez duela denbora luzez mugarik gabeko hazkunde eko- nomiko hau jasango. Gure baliabide naturalak mugatuak badira, zelan pentsa dezakegu baliabide ekonomikoak mugarik gabe hazi daitezkeela? Aurrerako ihesbideak baliabi- deak menperatzeko gatazkak ugarituko diren etorkizuna baino ez dakarkigu. Ez al dugu gogoratzen ba Afganistan, Libia, Afrikako gudak…? Beraz, ezin badugu hazkundearekin jarraitu, orduan, zer egin dezakegu? Bi- zitza erdigunean jarri behar dugu eta aldaketak behekaldetik garatzen hasi beharko dugu. Ditugun ondasunak eta lanak banatu behar ditugu. Guztion artean banatu behar ditugu lanak: ordaindutako lanak eta zaintza- lanak (ordaintzen ez dituztenak eta ikusezinak bilakatu dituztenak). Etxean gizonok lan gehiago egin behar dugu betebeharrak banatzeko. Baina etxetik kanpo; guztiok, emakumeak zein gizonezkoak, lan gutxiago egin behar dugu, lan egin nahi dutenek lana egin ahal izateko. Dagoen ondasuna, inoiz baino handiago dena, guztion artean banatu behar dugu. Horretarako modu onenetariko bat Oinarrizko Errentaren ezarpena da. Estatuak ordaindutako diru-sarrera, zeinekin pobrezia-mugaren azpitik bizi den inor ez den egongo. Tras seis años de calvario, de aguantar las reformas de Zapatero y los viernes negros de Rajoy, quienes nos han robado y nos siguen robando han decidido que la crisis ya ha terminado. Los can- tos de sirena llevan meses proclamando un mensaje de futuro y de esperanza. Incluso los sindicato afines al régimen, CC.OO. y UGT, han decidido que ya pasó la crisis económica y que vuelve a ser el tiempo del diálogo social. ¿De qué hablan? ¿Cuál es la crisis que ha terminado? Tal vez se haya terminado la crisis de los beneficios empresariales, la crisis de la prima de riesgo y de los bancos, pero la crisis social, la crisis de las personas no se ha acabado. No lo ha hecho y, además, va para largo. ¿Cuánto tiempo es necesario para terminar con el desempleo, la pobreza y la desigualdad social generada? ¿Cuánto tiempo pasará hasta que se arregle el destrozo que el capitalismo ha hecho en las vidas de millones de mujeres y hombres? No nos podemos dejar engañar, y no vamos a hacerlo. Desde sus inicios el capitalismo siempre ha sufrido crisis. ¿Cuántas hemos vivido en las cuatro últimas décadas? El capitalismo siempre ha estado y estará en crisis. Tanto si crece como si no. En los tiempos de “bonanza” el capitalismo ha crecido en base al expolio de los recursos naturales y de la explotación de las mujeres. Sobre ellas ha cargado, y sigue cargando, el trabajo de cuidados y de reproducción de la vida. Para el capitalismo el cuidado de la vida no es importante, sólo lo son los beneficios económicos, por eso banatu Lanak eta ondasunak k k apitalismoa . tu crisis permanente

description

Matxinada 2014 Maiatzak 1

Transcript of Matxinada 2014 Maiatzak 1

Page 1: Matxinada 2014 Maiatzak 1

www.esk-sindikatua.org

la invisibiliza y la saca de la esfera pública. En la última década de crecimiento, además, el capitalismo se ha desarrollado en base al incremento de las des-igualdades sociales y de la extensión de la precariedad laboral y vital.

Si en tiempos de “bonanza” el crecimiento genera platos rotos, qué decir de las crisis “oficiales” del sistema. Cuando al sistema económico se le indigesta su propio crecimiento, las consecuencias las pagamos nosotras y nosotros. Las pagamos en forma de desempleo masivo, de pobreza, de desahucios y pérdida de derechos…

Han decidido que la crisis ya ha terminado porque ya han conseguido lo que querían. Ya tienen un Estado del Bienestar destrozado para que las empresas privadas puedan hacer negocio, ya tienen unas pensiones públicas que con-denan a una vejez de pobreza para que los bancos nos vendan sus planes de pensiones privados a través de sus propias EPSV, ya tienen un ejército de paradas y parados para que ahora asumamos más precariedad y más salarios de miseria.

Afortunadamente somos cada vez más quienes no nos creemos sus mentiras. Cada vez somos más quienes queremos construir un sistema distinto. Un sistema donde las personas seamos lo primero. Donde la economía resuelva los problemas y no los cree. Un sistema donde quienes gobiernen lo hagan obedeciendo al pueblo. Un sistema donde unos pocos no puedan decidir lo que se hace buscando sólo su beneficio particular.

¡Es hora de cambiar las cosas! Salgamos a la calle, organicémonos, reivindique-mos, peleemos, desobedezcamos… El futuro es nuestro ¡no nos lo dejemos quitar!

2014

ko a

piri

la

Dirudienez, gure gaitzen konponbide bakarra hazkunde ekonomikoa da. Hala ere, kontutan izan behar dugu, eta gero eta jende gehiago ohartzen gara ho-netaz, gure planetak ez duela denbora luzez mugarik gabeko hazkunde eko-nomiko hau jasango.

Gure baliabide naturalak mugatuak badira, zelan pentsa dezakegu baliabide ekonomikoak mugarik gabe hazi daitezkeela? Aurrerako ihesbideak baliabi-deak menperatzeko gatazkak ugarituko diren etorkizuna baino ez dakarkigu. Ez al dugu gogoratzen ba Afganistan, Libia, Afrikako gudak…?

Beraz, ezin badugu hazkundearekin jarraitu, orduan, zer egin dezakegu? Bi-zitza erdigunean jarri behar dugu eta aldaketak behekaldetik garatzen hasi beharko dugu. Ditugun ondasunak eta lanak banatu behar ditugu.

Guztion artean banatu behar ditugu lanak: ordaindutako lanak eta zaintza-lanak (ordaintzen ez dituztenak eta ikusezinak bilakatu dituztenak). Etxean gizonok lan gehiago egin behar dugu betebeharrak banatzeko. Baina etxetik kanpo; guztiok, emakumeak zein gizonezkoak, lan gutxiago egin behar dugu, lan egin nahi dutenek lana egin ahal izateko.

Dagoen ondasuna, inoiz baino handiago dena, guztion artean banatu behar dugu. Horretarako modu onenetariko bat Oinarrizko Errentaren ezarpena da. Estatuak ordaindutako diru-sarrera, zeinekin pobrezia-mugaren azpitik bizi den inor ez den egongo.

Tras seis años de calvario, de aguantar las reformas de Zapatero y los viernes negros de Rajoy, quienes nos han robado y nos siguen

robando han decidido que la crisis ya ha terminado. Los can-tos de sirena llevan meses proclamando un mensaje de futuro y de esperanza. Incluso los sindicato afines al régimen, CC.OO. y UGT, han decidido que ya pasó la crisis económica y que vuelve

a ser el tiempo del diálogo social.

¿De qué hablan? ¿Cuál es la crisis que ha terminado? Tal vez se haya terminado la crisis de los beneficios empresariales, la

crisis de la prima de riesgo y de los bancos, pero la crisis social, la crisis de las personas no se ha acabado. No lo ha hecho y, además, va para largo. ¿Cuánto tiempo es necesario para terminar con el desempleo, la pobreza y la desigualdad social generada? ¿Cuánto tiempo pasará hasta que se arregle el destrozo que el capitalismo ha hecho en las vidas de millones de mujeres y hombres?

No nos podemos dejar engañar, y no vamos a hacerlo. Desde sus inicios el capitalismo siempre ha sufrido crisis. ¿Cuántas hemos vivido en las cuatro últimas décadas? El capitalismo siempre ha estado y estará en crisis. Tanto si crece como si no.

En los tiempos de “bonanza” el capitalismo ha crecido en base al expolio de los recursos naturales y de la explotación de las mujeres. Sobre ellas ha cargado, y sigue cargando, el trabajo de cuidados y de reproducción de la vida. Para el

capitalismo el cuidado de la vida no es importante, sólo lo son los beneficios económicos, por eso

banatuLanak eta ondasunak

kkapitalismoa.tu crisis permanente

Page 2: Matxinada 2014 Maiatzak 1

2

Si alguien está sufriendo la crisis de forma más viru-lenta sin duda son las mujeres. Relegadas a trabajos precarios desde antes de la crisis, sus condiciones laborales han ido empeorando con el avance de ésta. Y de entre todos, si hay un sector en el que la situa-ción es especialmente grave, éste es el de las tra-bajadoras de hogar. Las personas vinculadas a este sector son mayoritariamente mujeres y muchas de ellas inmigrantes.

Un ejemplo de las condiciones en las que se realiza este trabajo lo encontramos al observar los datos que refleja el último estudio realizado por la Aso-ciación de Trabajadoras de Hogar de Bizkaia (datos referidos a 2013). Datos, que sin tener un carácter general y a pesar de limitarse a las consultas realiza-das en su asesoría, son totalmente extrapolables, tal y como nos demuestra la experiencia en este ámbito.

De las 384 trabajadoras consultadas, el 71% son in-migrantes y de éstas el 13,44% están en una situación irregular. El estudio segrega las trabajadoras en régi-men interno de las que lo hacen como externas ya que las diferencias entre ellas son notables.

De las trabajadoras internas el 95,71% eran inmigran-tes y entre éstas el 13,57% no tenía papeles. El resto de las trabajadoras internas (4,29%) eran autóctonas. El 83,23% de las trabajadoras estaban dadas de alta en la Seguridad Social teniendo las autóctonas un porcentaje ligeramente superior en la Seguridad So-cial. De estas trabajadoras, el 71,55% aun teniendo

En cuanto a las vacaciones el 76,27% disfruta de va-caciones. De aquellas que no las disfrutan o que las disfrutan parcialmente el 52,17% ni tan siquiera las cobra, siendo esto una práctica muy habitual en el sector.

A pesar de las durísimas condiciones laborales de estas trabajadoras la situación de las compañeras que trabajan de forma externa, aun siendo algo me-jor, no deja de ser también muy alarmante.

Como trabajadoras externas la asesoría atendió a 227 mujeres, siendo el 75,33% inmigrantes, de las cuales el 12,86% estaban sin papeles.

En el caso de las trabajadoras externas tan solo el 69,43% estaban dadas de alta en la Seguridad Social. En general, a mayor jornada mejor salario. El 29,20% no alcanzó el salario mínimo interprofesional en proporción a la jornada laboral que realizaban y solamente el 38,03% de las trabajadoras recibió el pago de su salario con algún tipo de documentación acreditativa.

La mayoría de las trabajadoras, el 83,24%, disfru-tó de vacaciones, pero las que no lo hicieron, un 40,90% ni las cobró ni las disfrutó.

Respecto a las tareas que desempeñan, el 34,27% se encargaba exclusivamente de labores domésticas y limpieza, el resto, de cuidados de menores (un por-centaje mínimo) y del cuidado de personas mayores ya vivan solas o acompañadas.

Todos estos datos ponen de manifiesto la precarie-dad en la que se ejerce este trabajo, fundamental para el sostenimiento de la vida, y el poco recono-cimiento que tienen estas personas, en su inmensa mayoría mujeres, así como las condiciones de semi-esclavitud en las se ven obligadas a trabajar. Desa-rrollando funciones más especializadas que en cual-quier otro sector implicaría una mayor formación y valoración. Desde ESK queremos denunciar una vez más esta sociedad capitalista que pone todo el valor en el capital a costa de la vida de las personas en ge-neral y de las mujeres en particular, reivindicando el reparto de la riqueza y de todos los trabajos entre todas las personas.

un contrato escrito, éste no reflejaba las condicio-nes de trabajo reales.

En lo que a los salarios se refiere, más de la mitad de las trabajadoras internas (56,10%) recibieron el sueldo en metálico y aunque a pesar de que el resto lo hace de manera documentada, mediante ingreso bancario, sólo en algunas ocasiones se certifica los pagos me-diante nómina.

Otro dato a tener en cuenta es que mientras a aque-llas personas que permanecen fuera de sus hogares para desarrollar su actividad laboral se les incremen-ta el sueldo con dietas, a las trabajadoras internas se les recorta su sueldo hasta en un 30% tal y como establece una ley, absurda donde las haya, en con-cepto de alojamiento y/o manutención. Tan solo a un 14,50% de las trabajadoras no se les aplicó ningún descuento.

La ley de trabajo doméstico establece como obli-gatorio el descanso semanal de, por lo menos, 36 horas seguidas. Esto es algo que tan solo se cumple en el 23,70% de los casos. La razón de ser jornadas diarias prolongadas, la falta de descanso semanal de 36 horas y la falta de descanso nocturno de al me-nos 12 horas es la dedicación al cuidado de perso-nas en su gran mayoría de avanzada edad y con alto grado de dependencia. El 95,68% de las trabajadoras internas tienen como principal tarea la de cuidados dedicándose tan solo el 4,32% al trabajo doméstico.

La crisis y las políticas económicas puestas en ac-ción por el gobierno del Reino de España para combatirla (sic) han comportado, entre otras muchas consecuencias, un incremento impre-sionante de las desigualdades sociales. Más con-cretamente, desde 2008 hasta 2012, el índice de Gini1 ha pasado de 0,319 a 0,35, lo que representa un aumento de casi el 12 por ciento. Este índi-ce, como es conocido, va de 0 (distribución de la renta perfectamente equitativa) a 1 (una sola per-sona se lo lleva todo y las demás nada), por lo que cuanto más se acerca a 0 menos desigualmente está repartida la renta y cuanto más cerca de 1, mayor desigualdad. Un incremento de este índice del 12 por ciento en solamente 4 años, es mucho. Para hacernos una rápida idea comparativa, nin-gún otro Estado de la UE ha experimentado en el mismo período un aumento tan grande de este indicador. Para poner algunas referencias: Grecia lo ha aumentado un 3,3 por ciento, Francia un 2,3. Y otros Estados aún lo han disminuido: ¡Portugal! En un 3,6 por ciento, Alemania en un 5,9. La me-dia de la zona euro de los 18, lo ha aumentado en un pequeño 0,8 por ciento.

Si las grandes desigualdades económicas son un impedimento a la libertad de la gran ma-yoría, como cualquier persona que se conside-re partidaria de la libertad republicana defiende, una conclusión se impone: la crisis económica y las medidas de política económica que se han puesto en acción para supuestamente hacerle frente, han aumentado las desigualdades. La gran mayoría, no estrictamente rica, ha visto aún más amenazada su libertad de lo que podía ya tener-la menguada a principios de la mencionada crisis.

Otros datos que corroboran el au-mento de las desigualdades

De 2008 a 2011, últimos años de datos dis-ponibles publicados por el Banco de España, los datos sobre la renta media disponible de los hogares del Reino son muy significativos. En el 2011 la renta media disminuyó respecto al 2008 en un 8,5%. Pero, como se corresponde con el aumento del índice de Gini antes comentado, esta disminución media no ha sido igual para los distintos grupos de renta: todos han perdi-

do excepto el grupo más rico, el 10% de la po-blación con la mayor renta. Este grupo incluso ha mejorado su renta media en este período de crisis. Todos los demás grupos han perdido en mayor o menor proporción.

La libertad de muchas mujeres y hombres está amenazada por la riqueza de unas pocas per-sonas. Y la crisis ha acentuado esta tendencia.

Daniel Raventós

No todas las clases sociales pierden con la crisis

¿Trabajadoraso esclavas?

1 El índice de Gini mide hasta qué punto la distribución del in-greso (o, en algunos casos, el gasto de consumo) entre personas u hogares dentro de una economía se aleja de una distribución perfectamente equitativa.

Page 3: Matxinada 2014 Maiatzak 1

La Renta Básica Universal (RBU) o Ciudadana (cual-quiera de ambos nombres son aceptables para ESK) es un objetivo o reivindicación que fue adoptada por nuestro sindicato hace veinticinco años. En todo este tiempo, no sólo no hemos conseguido acercarnos a la implantación de algo parecido a la RBU, sino que la propia idea de la RBU se ha difuminado o ha des-aparecido del programa de organizaciones sindicales que, en los años noventa del pasado siglo, la asumie-ron. Ello no ha llevado a ESK a poner en cuestión esta reivindicación. Por el contrario, a medida que hemos ido profundizando en las reflexiones sobre los beneficios personales y sociales que tendría su implantación, así como en su viabilidad económica, hemos reforzado nuestro convencimiento y com-promiso para seguir impulsando la lucha por la RBU.

¿Qué es la RBU? Su definición más conocida es ésta: La RBU es un ingreso pagado por el Estado (o por cualquier otro tipo de administración pública) a cada miembro de pleno derecho de la sociedad o residente, incluso si no quiere trabajar de forma remunerada, sin tomar en consideración si es rico o pobre, o dicho de otra forma, independientemente de cuáles puedan ser las otras posibles fuentes de renta, y sin importar con quién conviva.

¿Cuáles son los principales rasgos que se desprenden de la anterior definición?

1. Se trata de una prestación pública en dinero.

2. El importe lo recibiría cada ciudadano o ciudada-na individual y universalmente.

3. En la definición se dice: incluso si no quiere trabajar de forma remunerada. Muy a menudo se interpre-ta “trabajo” como sinónimo de “trabajo remune-rado” o “empleo”. Es una tipología más adecuada plantear la existencia de tres tipos de trabajo: a) trabajo con remuneración en el mercado, b) tra-bajo doméstico, y c) trabajo voluntario.

4. A diferencia de las prestaciones para gente pobre (como la Renta de Garantía de Ingresos y la Presta-ción Complementaria de Vivienda en la CAPV o la Renta Básica en Nafarroa), que están condicionadas a un nivel de pobreza y otros requisitos familiares, la RBU la recibe igual una persona rica que una per-sona pobre. Como el derecho ciudadano al sufragio universal, la propuesta de RBU no impone condicio-nes adicionales a las de ciudadanía.

5. Sin importar con quien conviva, significa que la RBU no favorece una forma de convivencia determi-nada. Da lo mismo que bajo el mismo techo viva una pareja heterosexual, o personas de varias ge-

3

neraciones, o un grupo de amigos y amigas o una pareja homosexual.

¿Qué ventajas presenta la RBU con res-pecto a los subsidios condicionados pro-pios del Estado de Bienestar?

1. Los subsidios no universales tienen altísimos cos-tes administrativos, en proporción al presupuesto general del programa condicionado.

2. La RBU se garantiza ex-ante, los subsidios condi-cionados, en caso de tener acceso a ellos, ex-post. Esto convierte a la RBU en una medida esencial-mente preventiva de la exclusión.

3. La RBU permite eludir las llamadas trampas de la pobreza y el desempleo. En el caso de la RGI de la CAPV se ha combatido esta lacra aceptando que exista un nivel superior de dotación de la pres-tación para quienes tienen empleos de bajos sa-larios frente a quienes no tienen trabajos remu-nerados. Estas trampas aparecen por el hecho de que tanto si tienes ingresos de un empleo como si no, el importe total del subsidio no se modifica, luego ¿Para qué vas a preocuparte de conseguir un empleo precario y mal pagado si lo que ganes por tu trabajo se te va a descontar, en cualquier caso, del subsidio social que te corresponda?

4. La RBU permite evitar los daños psicológicos y morales vinculados a la estigmatización social de la persona perceptora de un subsidio condicionado.

La RBU y el empleo

Una de las críticas fundamentales contra la RBU tie-ne que ver con el empleo desde dos puntos de vista:

1. Si la gente estaría dispuesta a trabajar contando con una RBU.

2. Si no sería mejor garantizar el derecho al empleo que a una RBU.

En cuanto al punto 1 hay que empezar diciendo que la RBU y el empleo no son contradictorios. Lo que la mayoría de la gente busca en el trabajo, además de ciertos ingresos, es un reconocimiento social, sentirse útil, incluso cierta autorrealización. Se tra-ta de objetivos que pueden lograrse en trabajos no asalariados, como el voluntariado, pero también en determinados trabajos asalariados. En segundo lugar, aún en el caso de que la gente solo persiguiera la remuneración, el deseo de obtener mayores ingresos tiene que ver con muchos factores de índole social y cultural, y si tal deseo no desaparece con salarios medios y altos, nada hace suponer que desaparecería con una RBU que solo garantizaría la subsistencia.

En cuanto al punto 2, garantizar el derecho al em-pleo sería inviable, si entendemos que tal derecho, para ser deseable debería: En primer lugar ser un derecho a una remuneración suficiente (no el de-recho a trabajar gratis, que ya existe de hecho) y a unas condiciones laborales dignas. En segundo lugar ser socialmente útil o “ético” (no vale conseguir el pleno empleo fabricando armas o contaminando) y por último tener algún sentido para la persona trabajadora.

Iñaki Uribarri

Renta Básica Universal ¿Qué es?

bideragarritasunaOinarrizko Errenta UnibertsalarenbideragarritasunaOEU-Oinarrizko Errenta Unibertsalaren bide-ragarritasuna elkarrekin loturik dauden hiru esparrutan ematen da. Lehen esparrua etikoa da. Jendartearen gehiengoak etikoki onartu be-har du Oinarrizko Errenta Unibertsala. Ideia be-rri hau ez bada ontzat ematen gure jendartea hobetzeko, ez dauka ezer egiterik.

Bigarren esparrua bideragarritasun ekonomikoare-na da. OEU bihurgarria izan behar du egun diren aurrekontu-ereduak lehertuko ez dituzten zerga-erreformekin. Esparru honen inguruko azterketan urrats handiak eman dira. Mikrosi-mulazioak egin dira Katalunia eta Gipuzkoako PFEZ-Pertsona Fisikoen Errentaren gaineko Zergen datuekin, eta hauen arabera garbi eta argi geratzen da pobreziari aurre egiteko na-hikoa izango den OEU baten indarjartzea ber-matzen dela eta PFEZen bakarrik eragin dezake-la erreforma batekin.

Hirugarren esparrua eraginkortasun politikoare-na da. OEU bat ezartzeko egungo legeak al-datu egin behar dira, hau da, eragile politikoen oniritzia behar da. Egun ez dago OEUren alde dagoen partidu politiko maioritario bat bera ez. Eta minoritarioen artean aldarrikapen honen alde badaude ere, berau ez dago helburu nagu-sien artean.

Ondorioz esan dezakegu proposamen politiko eta soziala den Oinarriko Errenta Unibertsa-laren ideiak azken bi hamarkada luze hauetan aurrerapen biziak izan dituela bere definizio eta bideragarritasunari dagokienean; hala ere, sozialki, proposamen minoritario bat da, eta honek, bere alde gaudenoi, eskatzen digu po-sible den guztietan aldarrikapena proposatzea.

Iñaki Uribarri

Page 4: Matxinada 2014 Maiatzak 1

4

A medida que la crisis ha ido avanzando, los valores primordiales de los derechos laborales han ido per-diéndose en función de los intereses capitalistas y em-presariales. A esta situación hay que sumar la práctica agresiva con los derechos en salud laboral así como contra el derecho a la salud universal.

Desde el inicio de esta crisis, y fundamentalmente desde 2008, hemos venido sufriendo continuos ata-ques a nuestros derechos vía reformas laborales y de las pensiones. Los recortes en la sanidad pública y en educación son una constante. Debido a estas agre-siones nuestro derecho a la salud laboral ha quedado también en segundo plano. Desde 1997 que entró en vigor la Ley de Prevención de Riesgos Laborales podemos asegurar que no se han dado con ella los avances que se prometían, ni muchísimo menos se ha cumplido con las expectativas creadas. Tras unos primeros años de puesta en marcha de los diferen-tes apartados de la ley, tomados con ilusión por los sindicatos, nos hemos topado con la cruda realidad; las organizaciones empresariales han dominado de nuevo los tiempos y lo que era algo positivo, se ha quedado, en muchas ocasiones, en archivo de papel. Los diferentes gobiernos e instituciones se han de-cantado más en defensa de los intereses empresaria-les que de las personas trabajadoras.

Accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

Con la bajada de la actividad industrial han disminui-do las muertes por accidentes de trabajo y de algu-na forma también los de carácter leve y grave. Estos datos que a todas luces deberían ser una buena no-ticia no lo son, ya que es imposible conocer la multi-tud de casos donde debido al miedo a la pérdida del empleo no se declaran y se quedan, en el mejor de los casos, como enfermedad común. Los sectores

28 de abril: Día internacional de la seguridad y salud en el trabajo

más precarios, aquellos que soportan mayor flexi-bilidad y paradójicamente menor defensa sindical son los que más accidentes de trabajo aportan a las estadísticas. La casi nula actividad en construcción y obra pública ha bajado las cifras totales. La inver-sión en nueva maquinaria, en seguridad y salud que deben ser un cambio en los esfuerzos físicos y la mejora ergonómica, se ha detenido.

La lucha por sacar a la luz las enfermedades profe-sionales se ha visto frenada con la excusa de la crisis

Espainiako erresuman badira lan istripu eta lan gaixotasunetaz arduratzen diren 20 Mutua. Hone-taz gain, gaixotasun arruntak ere kudeatzen dituz-te, enpresak horrela erabakitzen duenean.

Mutuen irabaziak 10.189.467.670 €-takoak izan ziren 2013an eta 20.730 pertsonek osatzen dute haien lantaldea.

Lan istripu eta lan gaixotasuneei dagokionez, 1.365.230 enpresa dituzte afiliaturik, hots, 12.389.680 pertsonez arduratu zirelarik.

Gaixotasun arruntei dagokienez 11.254.697 pert-sonen osasunaz arduratzen dira, 1.113.727 enpre-setan kudeatzen baitituzte gaixotasun hauek.

Gobernuak iragarritako aldaketak :

n Enpresekin adostutako akordioak urte batekoak izatetik 3 urtetakoak izatera pasako dira.

y la actitud de las Mutuas, y las ya declaradas oscilan en función de los intereses empresariales. Estudios respecto de las enfermedades profesionales asegu-ran que por cada accidente de trabajo se producen hasta diez enfermedades profesionales, cuando ya vemos la realidad totalmente alejada de esas cifras. Nuevos sistemas organizativos en las empresas en las que se exige más responsabilidad individual, más flexibilidad horaria y empleos precarios, más carga de trabajo mental… van a suponer nuevas formas de enfermar que no se estudian o que se quedan en círculos muy cerrados sin poder aplicarlos a las personas trabajadoras que los sufren.

Ataque de las Mutuas.

Si la situación en los centros de trabajo contiene estos elementos, debemos sumar en negativo la ac-titud del Gobierno del PP, otorgando cada vez más capacidad de control a las Mutuas de accidentes de trabajo hasta el hostigamiento a los trabajadores y trabajadoras cuando enferman por motivos no la-borales.

Se culpabiliza a las personas enfermas y con ello se busca la privatización. Al control del médico o mé-dica de cabecera se pretende imponer el inquisidor control de las Mutuas por encima de los sistemas públicos, en nuestro caso Osakidetza u Osasunbi-dea, y que si no lo evitamos puede dejar sin efecto la labor de la medicina pública, pasando cada vez más a defender intereses empresariales. Según el pro-yecto del Gobierno del PP las Mutuas pasarían a ser de Mutuas de accidentes de trabajo y enfermedad profesional a ser Mutuas de la Seguridad Social. Las atribuciones de las mismas serían casi totales y sólo una respuesta sindical y social fuerte con la cola-boración del personal de Osakidetza y Osasunbiea puede frenar esta ofensiva.

Es necesario cambiar esta situación.

Ante este panorama podemos seguir denunciando y luchando en cada centro de trabajo en la forma habitual o podemos y debemos dar un salto cualita-tivo. Es necesario un sistema público de salud unido que haga frente de forma global tanto a los pro-blemas dentro de los centros de trabajo como a la ciudadanía en su vida diaria.

Pero también es necesario luchar por unos empleos que no nos hagan enfermar, donde el derecho al descanso y a la baja cuando se enferma sea una rea-lidad. Las reducciones de jornadas de trabajo y su reparto entre más personas serían un factor deci-sivo para disminuir los efectos de los riesgos del trabajo. Pero no lo sería menos la eliminación de turnos de noche y la más amplia atención a la con-ciliación de la vida personal y laboral.

En ESK creemos y proponemos otro modelo de sociedad, también en lo referente a la salud labo-ral, defendiendo alternativas distintas a las actuales capitalistas.

n Lehenengo egunetik ahal izango dute bajan dau-den pertsonak deitu (lehen 15 egun ziren).

n Eskuduntza izango dute Osakidetza eta Osa-sunbidearekin adostu bai txostenak bai mediku azterketak egitea.

n Senda-agiriaren proposamena luzatzeko aukera izango dute eta bost egunetan medikuntza ikus-kapenak ez badu erantzuten onartutzat emango du Mutuak. Ondorioz, bajan dagoen pertsona hurrengo egunean lanera bueltatu beharko da. Lehen ez zegoen eperik eta neurria justifikatu behar zuen Mutuak.

n Langilea ez bada aurkezten Mutuak deitzen due-nean, justifikaziorik gabe, senda-agiria luza die-zaiokete ondorio ekonomikoei dagokionez; hau da, bajan jarraituko zuen baina kobratu gabe.

Nuestro derecho a la saluden el punto de mira del PP

Lan osasuna datuetan

Page 5: Matxinada 2014 Maiatzak 1

22Mun tsunami de dignidad

inundó MadridDurante el pasado mes de marzo las Marchas de la Dignidad recorrieron el Estado español de norte a sur y de este a oeste. El sábado 22 de marzo confluyeron en Madrid con una moviliza-ción que reunió a dos millones de personas. Desde Euskal Herria, ESK participó junto a otras organizaciones sindicales y sociales de esta lucha que, sin duda, pasará a la historia.

Esta movilización fue impulsada por un amplio frente sindical y de movimientos sociales entre los que nos encontrábamos ESK (Euskal Herria), SAT (Andalucía), CUT (Galizia), IAC (Catalunya), CSI (Asturies), Confederación Intersindical (Estado español), PAH, Frente Cívico, Campamento Dignidad… El objetivo que nos marcamos fue el de ofrecer a la ciudadanía y a los pueblos del Estado español un cauce de movilización social que superase el bloqueo y el desánimo al que nos han condenado las organizaciones sociales mayoritarias (CC.OO. y UGT entre otras).

Esta movilización no estaba orientada sólo a denunciar los recortes, el desempleo o el em-pobrecimiento de las personas. El 22M ha tratado de ir un paso más allá, esto es, denunciar el sistema responsable de la miseria que cada vez alcanza a más personas. Desde el básico res-peto al “derecho de autodeterminación” de los distintos pueblos y naciones del Estado español, el “no al pago de la deuda”, “ni un recorte más”, “fuera los gobiernos de la Troika”, “pan, trabajo y techo para todas y todos” han sido los lemas que nos han acompañado a las miles de personas que hemos caminado durante días o semanas hacia Madrid. Pero además, constituyen el pro-grama de mínimos que compartimos las distintas organizaciones que hemos sacado adelante esta movilización histórica.

Necesitamos gobiernos e instituciones, aquí y en Madrid, que gobiernen al servicio de las per-sonas y que no se plieguen a los dictados de Troika y multinacionales. Tenemos que construir un sistema político y económico donde las personas y nuestras necesidades estemos en el centro de las decisiones, y donde el poder no se concentre en una pequeña clase dirigente, DEMOCRACIA de verdad, con mayúsculas y no esta estafa a la que nos condenó la Transición.

No debemos y no queremos pagar la deuda ilegítima que está en la base de esta crisis. Los miles de millones de euros, que gobiernos y empresas dilapidaron de manera irresponsable durantes los años de vacas gordas, dieron origen a los desequilibrios económicos que nos lle-varon al estallido de la burbuja inmobiliaria. Esa misma deuda ha sido utilizada después como chantaje por parte de las grandes corporaciones financieras para que en el Estado se aplicase la receta neoliberal: desmantelamiento del Estado de Bienestar, recortes… Estas políticas que se han aplicado sólo tienen un objetivo: permitir mayores beneficios y abrir nuevos mercados a las empresas y a la banca.

El 22 de marzo es ya un día para la historia y lo es por muchos motivos. En primer lugar y de manera contundente por la masividad con la que fue secundada, más de dos millones de personas movilizadas en Madrid la convierten en una de las movilizaciones más importantes de los últimos 40 años en el Estado. Por otra parte, tanto el sostenimiento de la lucha durante las semanas previas, su extensión territorial así como su repercusión internacional (en cuanto a la movilización de las personas emigradas en los últimos años) hacen del 22 de marzo algo distinto a todo lo visto hasta ahora. Por otra parte, y no menos importante, las Marchas de la Dignidad pasarán a la historia por haber sido organizadas por un conjunto de organizaciones pequeñas, de clase y combativas, que logramos trazar unos amplios acuerdos entre nosotras.

El éxito incontestable de las Marchas de la Dignidad no significa que ya hallamos ganado o que las cosas vayan a cambiar automáticamente, ni mucho menos. El pasado sábado 22 de marzo el miedo comenzó a cambiar de bando; pero ahora es el momento de seguir apretando en la misma dirección. Las organizaciones convocantes tenemos una responsabilidad histórica con la clase obrera y el conjunto de la ciudadanía: tejer acuerdos y alianzas que permitan dar nuevos pasos que nos lleven al cambio político, económico y social que tantas personas an-helamos. El sindicato ESK está comprometido en este camino y pondremos todo el esfuerzo y la ilusión en que este proceso pueda tener continuidad y tenga un mayor respaldo entre las organizaciones sociales y la ciudadanía de Euskal Herria.

5

Batasunaren garrantziaSei sindikatu txiki, izaeraz oso desberdinak, eta hainbat mu-gimendu sozial heterogeneo gauza izan gara gure artean di-tugun desbedintasunak leuntzeko eta egitate batasun esparru bat eraiki, mobilizazioarekiko milaka pertsonen atxikimendu masiboa eraginduz. Honek, batasunaren garrantzia garbi eta argi utzi egin du.

Desberdinen arteko egitate batasuna posible eta desideraga-rria da, beti ere borrokatzeko bada. Egungo statu quo-arekin bat egiten ez duten pertsonak erakartzeko ezintasunaren arrazoietako bat ezkerraren atomizazioa erakunde txiki-tan, eta batzuetan isolatuak, izan da. Hau dela eta, egoerak eskatzen duen mailan izatea eta asmo handiko prozesu mo-bilizatzaile baten alde egitea funtsezkoak izan dira Duintasun martxak eta M22-aren emaitzak ulertzeko.

Azken urteotan CCOO eta UGTek eraikitako mobiliza-zioaren aurkako euste-horma gainditu du txikien bata-sunak. Aipaturiko erakunde hauek hondamendira eraman gaituen krisiaren kudeaketaren bidea hartu dute sistema kapitalistaren funtsezko elementuak kolokan jarri gabe. Sei urte daramate gobernuekin bat egiten bidean eta mo-bilizazio sozialari hamaika oztopo jartzen. Langileriak eta Espainiako erresumako herriok sindikatu hauen estrategia gainditu egin dugu nahiz eta azken orduan hamaika ahalegin egin dituzten gu desmobilizatzeko, eta frogatu egin diegu ez gaituztela ordezkatzen.

Batasuna eta borroka langileriaren biderik onenak dira.

Page 6: Matxinada 2014 Maiatzak 1

6

El patriarcado es una ideología, un sistema cultural en el que los hombres, como cla-se social o grupo, son dominantes sobre las mujeres. Para desnudar y poder visibilizar el sistema patriarcal en el que continuamos inmersas es necesario identificar la estre-cha vinculación de éste con el actual siste-ma capitalista. Ambos forman un matrimo-nio ejemplar y muy bien avenido en el que uno depende del otro para su subsistencia.

El capitalismo no se sostendría sin la divi-sión sexual del trabajo. Esta división intere-sada condena a las mujeres a los trabajos relacionados con el cuidado y sostenimien-to de la vida. Este trabajo, históricamente, viene realizándose por las mujeres de for-ma gratuita dentro del ámbito del hogar y de las familias sin que a nadie le interese ponerlo en valor.

Podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que sin las miles de mujeres que realizan estos trabajos de forma desinteresada, el sistema se vería en la obligación de buscar los medios necesarios para satisfacer las necesidades derivadas del sostenimiento de la vida. Necesidades como la crianza de las criaturas o el cuidado de personas con diferentes grados de dependencia y, por supuesto, el cuidado en cuanto a vivienda, alimentación y vestido de las personas (en su mayoría hombres) que dedican la mayor parte de su jornada a producir, dirigir y ges-tionar otros aspectos de la vida.

A lo largo de estas últimas décadas las mu-jeres, poco a poco, han ido incorporándose al mercado del trabajo remunerado. En la mayoría de estos casos el hecho de que estas mujeres se hayan incorporado al mercado laboral y hayan obtenido un empleo (que no un trabajo) no ha supuesto que las tareas que tradicionalmente venían realizando pasa-sen a ser compartidas por los hombres. Del mismo modo la carencia de mujeres disponibles dentro del ámbito familiar tampoco ha hecho que los hombres se hayan ido incorporando progresivamente a las ta-reas del hogar.

Cuando las mujeres no pueden o no quieren hacerse cargo de las tareas relacionadas con los cuidados y el sostenimiento de la vida en su ámbito privado, es

habitual que se recurra a la contratación de terceras personas. Terceras personas que, mayoritariamente, son mujeres y muchas de ellas inmigrantes. Las muje-res en general y en particular las mujeres inmigrantes realizan este trabajo en condiciones de precariedad, llegando en ocasiones a situaciones de semiesclavitud.

El trabajo que realizan estas personas, las trabaja-doras del hogar, depende de la división sexual del trabajo y al mismo tiempo tiene que ver con la ma-nera en que este trabajo se inserta en el capitalismo. Y como todos los trabajos feminizados, en mayor o menor medida, este también está desvalorizado so-cial y económicamente. Es una cuestión de género,

Geure buruei galdetzen badiegu giza bizitza ze-ren mendean dagoen, erantzunarekin jabetuko gara izaki oso interdependienteak garela. Gor-putz zaurgarriak gara, gaixotzen eta zahartzen diren gorputzak gara, eta bakarrik bizirik bizirik irautea ezinezkoa da.

Giza bizitza terminoetan gure gorputzak jar-tzen ditu mugak. Sistema kapitalistak errea-litate honi bizkarra ematen dio eta gorputza merkantziatzat hartzen du. Eta haragiaren zaur-garritasuna onartzen ez bada eta giza bizitzaren kontingentziarena, are gutxiago aitortzen dira

¿Quién limpia la casa de la limpiadora?El capitalismo se apoya en el patriarcado para su supervivencia

sí, pero también es una cuestión de clase. Las trabajadoras del hogar han favoreci-do el hecho de que muchísimas mujeres, fundamentalmente de clase media, puedan desarrollar sus carreras profesionales fue-ra del hogar sin tener que asumir la doble jornada laboral y escapando de algunos de los aspectos más pesados del patriarcado pero ¿a qué precio? Para que se dé esta circunstancia, son otras mujeres las que tienen que asumir estas tareas. Para que algunas mujeres puedan acceder en igual-dad de condiciones con respecto a los hombres al mercado laboral otras están condenadas a cargar con estos trabajos a cambio de salarios miserables y en condi-ciones laborales más que cuestionables. Y aún hay más, las mujeres tenemos tan in-teriorizadas cuáles son nuestras supuestas obligaciones como mujeres que no hemos caído en la cuenta de que el trabajo que desarrollan las trabajadoras del hogar en absoluto nos libera a nosotras de estos trabajos sino que a quienes libera real-mente es a los hombres de hacer la parte que les corresponde.

Esta situación unida al desprestigio social de estos trabajos, hacen que el Estado y la sociedad no asuman sus obligaciones con las criaturas y las personas dependientes, libera a los hombres de ese trabajo y de esa responsabilidad y apoya una ideología de género opresiva. Es sin duda una obvie-dad para un sindicato decir que es impres-cindible y urgente mejorar las condiciones laborales de las trabajadoras del hogar,

que es necesario poner en valor su trabajo dotán-dolas no sólo de una remuneración justa y digna sino, también, del merecido prestigio social. Pero también desde ESK nos vemos obligadas a hacer una reflexión más amplia de esta situación teniendo para ello una visión sindical, feminista y anticapita-lista que nos permita analizar la problemática en su conjunto. Es necesario, por lo tanto, ser conscien-tes que hay una parte del trabajo doméstico y de cuidados que cada quién debe hacer por sí mismo repartiéndolo de forma igualitaria entre hombres y mujeres. Es necesario poner en el centro la vida y el bienestar de las personas frente al valor del capital y sus intereses.

gorputz zaurgarrien arreta ematen dizkieten lanak, batez ere emakumezkoek egiten dituz-ten lan horiek; emakumeek lan horiek egiten dituzte ez lan horiek egiteko hornituak daude-lako, patriarkatuak lanaren banaketa sexualean ezartzen dien rolarengatik baizik.

Sistema kapitalista eta ideologia neoliberala emakumeen etxeko lan, zaintza eta errepro-duktiboaz bizi eta sostengatzen da, guztiak ikusiezinaraztuak eta ordaindu gabekoak. Siste-ma ekonomiko kapitalistaren existentziarako ezinbestekoa da familia. Aurrez aurre jarri behar

dugun elementuetako bat emakumeengan era-gin oso negatiboa duen denboraren erabilera kapitalista da. Eraldaketa sozialeko zeregin poli-tiko bat beharrezkoa egiten da “denboraren po-litika” bat lortzeko, denborak era justu batean banatzeko eta ez irizpide ekonomikopean.

ESKrentzat borroka bi ildoei lotu behar zaie: kapitalismo neoliberalaren aurka zein pa-triarkatuaren kontra. Kolokan jarri behar dugu bizitza sozialean inpostatu diguten zentralitate ekonomikoa, hala nola emakumeekiko gizonen nagusikeria.

Erreprodukzio sozial eta bizitza jasangarritasunaren krisia

Page 7: Matxinada 2014 Maiatzak 1

7

Por otra parte, a corto, medio y largo plazo habría que discriminar, en el sentido citado anteriormente, qué trabajos de los actualmente existentes merece la pena seguir realizando, cuáles eliminar y qué otros nuevos proponer. En este último apartado, parece claro que el apoyo decidido a la agricultura local, especialmente a la ecológica, además de un avance necesario hacia la soberanía alimentaria, generaría multitud de puestos de trabajo y una alimentación más saludable para la población. En el mismo sentido, potenciar los sectores productivos para un ahorro energético (aislamiento y captación de energía en edificios, normas bioclimáticas…), los de energías renovables, los modos de transporte más lentos (trenes clásicos, en detrimento de TAVs y autopistas, etc.)… ayudarían a un modo de vida más saludable y respetuoso con los límites naturales y, también, a la generación de muchos más puestos de trabajo.

Repartir la riqueza

Éste es un asunto clave en el camino hacia una so-ciedad justa; pero, además, en las actuales circuns-tancias de crisis ecológica y agotamiento de recur-sos es la única alternativa. Herramientas las hay a montones, desde la economía crítica: fiscalidad pro-gresiva, evitar el fraude fiscal, tasa Tobin a las tran-sacciones financieras, eliminación de los paraísos fiscales, establecer rentas máximas…

Y, entre tanto, hincarle el diente al debate sobre la propiedad privada. No tanto de las cosas de uso, pero sí, a fondo, sobre la propiedad ligada al cambio (los medios productivos…), a la acumulación y a la especulación.

La Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria

Ir avanzando en todo lo anterior exige incrementar la participación, la organización, la coordinación del con-junto del movimiento socio-sindical y la lucha. Estamos ahora en la última fase de la elaboración de la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria; por cómo se gestó y por el proceso que se está llevando adelante puede ser una herramienta importante para todo ello. Hay que darle, entre todas y todos, un último empujón, a la vez que debatimos una estrategia de largo alcance para llevarla a la práctica.

Una crisis (o el conjunto de las crisis económica, eco-lógica, de valores…) tan profunda como la que esta-mos viviendo tiene al menos la virtud de obligarnos a reflexionar (y actuar cuando es posible) más a fondo para intentar ver por dónde puede haber una salida.

El capitalismo está obligado, por su propia lógica, a aumentar constantemente su producción material. Hasta ahora, este crecimiento continuo ha contri-buido a aumentar, también, las desigualdades mate-riales, entre pueblos enriquecidos y empobrecidos y entre las poblaciones de cada uno de esos países.

La crisis actual no ha contribuido a paliar esas desigual-dades. Al contrario: cada vez hay más personas más ricas y, al mismo tiempo, más personas más pobres.

La solución al problema de la desigualdad, la pobreza, la exclusión, la precariedad… no vendrá por el camino de la recuperación económica en el marco del sistema (que hoy a pesar de lo que digan sigue en crisis). Como mucho, volverá a haber algún parche coyuntural que conllevará un recrudecimiento de la crisis poco des-pués y un agravamiento de la situación medioambiental.

Imaginar e ir edificando un sistema alter-nativo. Repartir los trabajos.

Este sistema capitalista (y esta opción neoliberal que adoptó hace unas decenas de años) está caduco. Hay que ir edificando otro. Mientras tanto, en opinión de ESK sólo el reparto de la riqueza y el reparto de los trabajos pueden ayudarnos a avanzar hacia una situa-ción más justa para todas las personas.

Pensar/edificar otro sistema nos lleva a colocar a las personas en el centro, sacando de él al beneficio, que es lo que ocurre actualmente. Así que habrá que decidir qué trabajos son socialmente necesa-rios, es decir, los que sirven para cubrir las necesi-dades de las personas y respetan razonablemente los ciclos naturales, e implementarlos, y cuáles no y en consecuencia ir eliminándolos paulatinamente.

Los trabajos dedicados a la reproducción de la es-pecie; cuidados entre personas, trabajos en el ho-gar… son imprescindibles; hay que hacer ver que existen y revalorizarlos socialmente. Hoy por hoy son realizados básicamente por mujeres; avanzar hacia una sociedad más sana y más justa exige re-

partirlos entre todas las personas, es decir que los hombres incrementen sustancialmente su aporta-ción en estas tareas.

Renta básica universal y reparto del em-pleo

Y, hoy en día, conseguir que todas las personas, en cualquier lugar del planeta, tengan las condiciones mínimas para una subsistencia digna no pasa por el pleno empleo. Por un lado, habría que avanzar ha-cia la consecución de una Renta Básica Universal que asegurara esos mínimos. En un simposio re-cientemente realizado en Donostia, compañeros y compañeras catalanas han mostrado que es posible; “basta” con que el 10% de las personas más ricas aporten más dinero a los impuestos.

Por otro lado, habrá que ver qué hacer con quien, además, quiera tener un trabajo asalariado. Por una parte, a corto, cortísimo plazo, hay que repartir el empleo existente. Para ello, las medidas a conquistar van en sentido contrario a las adoptadas estos años por los diversos gobiernos. La reducción de la jorna-da semanal a 30 horas (hay estudios que demuestran que con menos es suficiente), el adelanto de la edad de jubilación, la generalización del contrato de relevo, los periodos sabáticos…

Kapitalismoa jasaten ari den krisi sakon honek, terminala ez bada ere, garbi eta garbi adierazten ditu zeintzuk diren bere mugak sistema ekonomiko eta sozial bezala. Histo-riari so egiten badiogu ikus dezakegu porrot egin duten sistema sozialek euren jendarteei etorkizun iraunkorrik eskaintzeko gai izan ez direnak direla, gero eta suntsit-zaileagoak diren krisiak metatuz, autoarautzeko eta birgai-tzeko gaitasunik gabe, ingurumenean eta jendeartean gero eta hondamen handiagoak eraginaz existitzen jarraitze-ko. Hau da, hain zuzen, ESK-k sistema kapitalistaz duen ikuskera, eta honek garamatza esatera aurretik jakin ezin den kapitalismoaren etorkizun hori, oraingoz, ez dugula partekatu egin nahi, eta negozio tamalgarria litzatekeela erreformatu nahi duen edozein ikuskera edo alternati-

Reparto del empleo y de la riqueza

barekin bat egitea. Ikuskera honetan sostengatzen da gure antikapitalismoa.

Interbide sozialdemokrata batek, egoerarik hoberenean, pairatzen dugun krisietako bati bakarrik emango lioke soluziobidea, eko-nomikoari alegia; baina krisi sistemikoaren beste bi dimentsioak konpondu gabe geratuko lirateke, hau da, ekologikoa eta zaintzena.

ESK-k salaketa antikapitalista eta alternatibak eredu berrian pedagogikoki azaldu behar ditu. Salaketa zabala egin behar dugu; ezin gara termino ekonomizistetan geratu, krisi honi egi-ten zaion kritika geratu den antzera; krisiaren beste eszenate-gietara zabaldu behar dugu kritika; bizitzren zaintza, ingurume-na eta erreprodukzioaren krisietara alegia.

Kapitalismoarekin soluziobiderik ez

Page 8: Matxinada 2014 Maiatzak 1

8

etorkizunean pentsatuzborroka dezagunluchemos pensando en el futuro

afilia zaitez!

¡afíliate!