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DANIELAVENDAO-EL REBELDEde la Burguesa

LA HISTORIA DE MIGUEL ENRQUEZEDICIONESCESOC

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EL REBELD Ede la burguesaLA HISTORIA DE MIGUELNRQUEZ

DANIEL AVENDAOMAURICIO PALMA

E d i c i o n e sC E S O C

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EL REBELDEDE LA BURGVESAO Daniel Avendao /Mauricio PalmaO Ediciones ChileAmrica - CESOCEsmeralda 636, SantiagoInscripcin No 122.941 (noviembre 2001)ISBN: 956-2 11-095-8Coordinadora de edicin: Maider EtcheversDiseo de portada: Mauricio PalmaComposicin: Salg Ltda.Impreso en: Ventrosa S.A.Impreso en Chile / Printed in Chile

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* PINDICE GENERAL

Captulo IALERTA ROJA N LA DINA ............................................................... 7Captulo I1HEREDEROEL Bfo-Bfo, INTELECTUALES Y... RADICALES .................... 15Captulo I11ELGERMEN DE TJN LfDER ................................................................. 30Captulo~- .~.. IVNACEL MIR ................................................................................ 53Captulo VELCARISMATIC0 E INCORREGIBLE LUCIAN0 ....................................... 70CaptuloVIELMIR COMIENZA su BATALLA ..................................................... 89

1CaptuloVI1ELMIR DURANTE LA UNIDADOP......................................... 119/

Laptulo VI11LAUP EN CRISIS ........................................................................... 144CaptuloMDfAs DE GOLPE........................................................................... 161CaptuloXAHORAE TOCA A MIGUEL......................................................... 182

Captulo XIiSE ACERCA LA REPRE! ................................................................... 207

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ALERTAOJA N LA DINADemos la ltima vuelta, deca un ansioso Osvaldo Komo

Mena a los hombres de la Brigada Halcn, quienes merodeabanpor las cercanas de la calle Santa Fe 725, en la comuna de SanMiguel, refugio del principal lder del Movimiento de IzquierdaRevolucionaria (MIR): Miguel Enrquez Espinosa._ . - - Seora, jconoce a alguna joven embarazada que viva poreste sector?, -pregunt el Guatn Romo a una de las vecinas, enalusin a Carmen Castillo Echeverra -Gatita-, compaera deEnrquez y quien esperaba un hijo suyo, antecedente obtenidodurante sesiones de tortura a miristas.-Ah, s,vive por ah -respondi la annima mujer, y en eseinstante Romo supo que se encontraba a metros de su presa ma-yor, casi olfateando su sangre.Era cerca de la una de la tarde del sbado 5 de octubre de. 1974 y los hombres de la Direccin de Inteligenqia Nacional(DINA), principal aparato represivo del rgimen militar, se po-nan en alerta roja. Todo indicaba que ese da podran encontraral jefe mirista.En el centro de detencin de Jos Domingo Caas, los agen-tes de seguridad se movilizaban rpidamente, las camionetas seaprestaban a salir, los telfonos no paraban de sonar y por lasradios se vociferaban rdenes presurosas.En el hogar de calle Santa Fe, se haban levantado tempra-no aquella maana. Todos tenan tareas que realizar y la horapara reencontrarse estaba fijada a las 17 horas. La Catita partien busca de una nueva casa donde refugiarse; Humberto

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Sotomayor,Tito,segundo hombre del MIR y encargado de la segu-ridad de su lder, deba acudir a un contacto con Andrs PascalAllende, Pituto. Miguel Enrquez y Jos Bordaz Paz -El CooMolina-, encargado de la Fuerza Central (rama armada del mo-vimiento) y quien haba pasado slo la noche anterior en la casade Santa Fe, se quedaran trabajando en la misma.Carmen Castillo regres a la una de la tarde. Entr por unapuerta lateral y se sorprendi al ver a Miguel y Bordaz guardan-do documentos y preparando la defensa del hogar que les servade escondite.Al llegar Tito del encuentro con su enlace, quien se movili-zaba en bicicleta debidoa que la DINA ya tena quemadoel Fiat125de color celeste en que se desplazaban, not el nerviosismo deEnrquez.-La DINA anda dando vueltas! -alert Miguel, aprestn-dose a uq enfrentamiento que quizs, podra ser el ltimo.somarse Sotomayor a la calle, observ que por amboslados se acercaban dos hombres, ajenos al barrio y cuyas fisono-mas, le parecan demasiado conocidas. Las temidas camionetasblancas y sin patentes de la DINA comenzaban a pasar una y otravez, un movimiento poco usual en una calle en la que no transita-ban muchos vehculos, y menos an en un da sbado. Era inevi-table: la repren os haba detectado.

Segn he ntes ligadas a esta investigacin, el Servicio deInteligencia de la Fuerza Area (SIFA), organismo que tena acargo la persecucin de los disidentes al rgimen militar, desdehaca semanas conocan el paradero de Miguel Enrquez en callegilando sus pasos desde una casa cercana al refugio del lder delMIR, un dato que nunca ha podido ser confirmado, pero que porlas caractersticas de la informacin, y por la pugna interna entrelos organismos de seguridad por apresar lo antes posible al jefemirista, no hace sostenible su verosimilitud.

Santa Fe 725, incluso, habran estado durante largo tiempo vi-

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Entre tanto, aquella tarde, el final pareca acercarse cadavez ms. Miguel Enrquez le entreg a Tito las llaves de la piezadonde guardaban el armamento, ordenando enseguida:-Los fierros, saquen los fierros!A escasas cuadras del lugar, todos los miembros de l a m -pacin Caupolicn (de la cual, Brigada Halcn formaba parte),rajaban sbanas para hacer improvisados brazaletes, que,coloca-dos en uno de los brazos, les serviran de distintivo.La Agrupacin Caupolicn estaba compuesta por cuatroBrigadas; Aguila, Tucn, Vampiro y Halcn. Al mando de laCaupolicn, se encontraba el oficial de Ejrcito Marcelo MornBrito, quien en septiembre de 1973 se desempeaba como mayordel RegimientoArica de La Serena. Luego particip en la llama-da Caravana de la Muerte, y estuvo a cargo del centro de deten-6ihVilla Grimaldi. En 1976 ue adscrito al servicio exterior y en1977 es nombrado agregado militar en Brasil. Regres a la Co-mandancia en Jefe y permaneci en la Guarnicin de Santiagohasta 1984, uando fue destinado a Arica. En junio de 1985pas aretiro con el grado de coronel, y en la actualidad, ha debido en-frentar varios procesos de violaciones a los derechos humanos enlos tribunales chilenos.Por su parte, la Brigada Halcn, grupo operativo de la DINAencargado de la captura del jefe mirista, estaba comandado por elcapitn de Ejrcito Miguel Krassnoff Marchenko, un militar queal momento de ser destinado a los servicios de seguridad, impar-ta clases de tica en la Escuela Militar. Siendo un joven oficial,Krassnoff particip el 11 de septiembre de 1973 en el asalto a lacasa presidencial de Toms Moro, lugar de residencia de SalvadorAllende. Entre enero y febrero de 1974 realiza un curso deContrainsurgencia Urbana en la Escuela de las Amricas, Pana-m, para luego ser destinadoa la represin del MIR, siendo sindi-cado como partcipe en numerosas sesiones de tortura y muerte.En 1988 asumi como comandante del regimiento Tucapel enTemuco, desempendose como jefe del Estado Mayor de la IV

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Divisin del Ejrcito con asiento en Valdivia, pasando a retiro conel grado de brigadier.En este grupo tambin trabajaba El Guatn Romo, quien,nasta el golpe de Estado, era un activo y conocido dirigente iz-quierdista en la poblacin Lo Hermida de Santiago.Identificado como uno de los ms crueles torturadores de laDINA, Osvaldo Enrique Romo Mena naci en Santiago el 20 deabril de 1938. ngres a principios de los 70 a la Unin SocialistaPopular, Usopo. Por este partido, en las elecciones de marzo de1973,postul como candidato a diputado por Llanquihue. Luegode ser apresado por organismos de seguridad, despus del golpemilitar, decide colaborar, denunciar y torturar a sus ex compae-ros. En octubre de 1975 se traslada a Brasil, donde viva tran-quilamente en la localidad de Magi Guaz, cerca de Sao Paulo,hasta que en 1992, a hoy exonerada magistrada Gloria Olivares,ministra en visita en el proceso por el secuestro y desaparicindel militante mirista Alfonso Chanfieau2,solicita su deportacina Chile, siendo encarcelado hasta octubre de 2000, para ser nue-vamente apresado, esta vez, por el juez Juan Guzmn Tapia. Conrespecto a Miguel Enrquez, Romo ha entregado diversas y con-tradictorias versiones sobre su implicancia en la muerte de este,incluso ha sealado: als muri como macho, de frente, no seescondi bajo las faldas de nadie, era muy inteligente ese cabro ...3Adems de Romo, esa tarde de octubre de 1974 legaban allugar el cabo de Ejrcito oriundo de Chilln Basclay Zapata Re-yes,El Troglo;el cara de santo Fuentes,soldado de los Hsares deAngol; el teniente de Ejrcito Fernando Laureani Maturana, elPantera rosa; el cabo de carabineros Mano negra Max; Concha,motorista de Krassnoff, venido desde una base de la FACH;Gordillo, motorista de la comandancia de la DINA, el Gringo; TulioMarambio; el Mueca;el Rony,y muchos otros. Todos en busca deE n r q ~ e z . ~Eran cerca de 50 hombres que se aprestaban a atacar allder del MIR, mientras en el interior de la casa, Humberto

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Sotomayor,Jos Bordaz, Carmen Castilloy Miguel Enrquez pla-neaban el escape. Este ltimo propuso salir en el Fiat 125 dispa-rando, como tantas veces les haba resultado, pero ya era muytarde. En el exterior, los refuerzos seguan llegando y comenza-ban a parapetarse en las casas vecinas.El jefe miristay sus compaeros observaban cuidadosamentedesde las ventanas, como los agentes de seguridad tomaban ubi-cacin. El silencio camuflado reinaba en el lugar y los corazonesparecan arrancarse de sus pechos. Sintindose desesperado, abrifuego, siendo inmediatamente replicado por las fuerzas militares,desatndose el infierno. Enrquez, armado de su fusil AK, dispa-raba sin pausa.Carmen Castillo fue alcanzada por un balazo en su hombroderecho, desplomndose. Mientras esquirlas y astillas volaban ylos.$iros rozaban sus cuerpos, Miguel trat de asistir a su compa-era.-iCatita, despierta, Catita! grit, en medio de la ensorde-a balacera, desesperado por el estado de la joven embaraza-da. El tableteo de las metralletas no cesaba. Agentes de la DINAarrojaron una granada al interior del hogar. Enrquez fbe herido,cay, al tiempo que un hilo de sangre brotaba de su boca.

* d V 6 3~~~~ Humberto Sotomayor, mdico de profesin, lo crey muerto,logrando escapar por los patios de las casas aledaas en direccinacalle San Francisco. Lo mismo hizo el Coo Bordaz, hacia VarasMena, paralela al sur de Santa Fe. En esos precisos instantes, unagente de la DINA se comunicaba por el telfono de una de lasvecinas del lugar solicitando refuerzos, cuando al escuchar los ex-traos ruidos sobre el tejado, le orden:

-Silencio y agchese, -mientras ambos oan cmo uno de losqjfistas corra sobre el techo del hogar de la aterrorizada mujer.En la calle, los apoyos militares no paraban de llegar. Segnel Informe Rettig: lacasa donde se ocultaba Miguel Enrquez, enla comuna de San Miguel, fue rodeada por un nutrido contingente1 1

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de agentes de seguridad, el que inclua una tanqueta y un heli-cptero, quienes comenzaron a disparar. Sin embargo, las versio-nes entregadas por los vecinos del sector a los autores de estainvestigacin, desmienten tajantemente la presencia de ambosvehculos militares aquel da, pero la cifra de uniformados y civi-les que participaron en el enfrentamiento, habra superado los200efectivos, quienes trataban por todos los medios de vencer aljefe mirista.Mientras en medio de los disparos, los altavoces de Carabi-neros ordenaban al atemorizado vecindario permanecer en suscasas, Miguel Enrquez volva en s,continuando el tiroteo en for-ma tenaz y casi suicida, quizs resignado a que esta sera su lti-ma pelea contra los militares.Decidi replegarse hacia el patio. Intentando romper el ter-co, salt un muro y grit:-i Paren ...p aren, yo ya estoy cagado! No disparen ms! Hayuna mujer emb ar a~ ad a! ~,alcanz a decir cuando una bala per-for su cabeza, cayendo sobre el lavarropa de la casa vecina, don-de varios efectivos militares ya tenan rodeado el lugar. Diez im-pactos de bala terminaran finalmente en el cuerpo de MiguelEnrquez.Agentes de la DINA ingresaron a la casa, golpeando el vien-re embarazado de Carmen Castillo, para luego llevarla al Hospi-al Militar a interrogarla. Debido a los golpes recibidos aquel dala gran cantidad de sangre que perdi, el pequeo hijo de Car-men y Miguel, fallecera a las semanas de nacer, en Francia, cuandoella ya se encontraba en el exilio.Entre los objetos encontrados aquella tarde en la casa dellder mirista, los agentes hallaron la falsa identificacin que loacreditaba como Arturo Enrique Ortzar Gaete, ingeniero indus-trial y supervisor de la empresa minera El Teniente. Como botnde guerra, sus captores le robaron el reloj Rolex de oro que, enuna de sus visitas a Cuba, le haba obsequiado Fidel Castro.El 6 de octubre, el cuerpo de Enrquez era identificado endependencias del Instituto Mdico Legal por su cuado Francisco12

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- i r fRamrez. A las 7:30horas de la maana del da siguiente, sloocho de sus familiares eran autorizados para sepultarlo en el Ce-menterio General, en medio de fuertes medidas de seguridad queincluan unos 100 carabineros amados con sub ametralladoras.As mora, a la edad de 30 aos, Miguel Ennquez Espinosa,mdico de profesin, descendiente de una distinguida familiapenquista y lder del grupo que haba declarado&la uerra totalal rgimen militar, cuya muerte, lejos de cerrar un capitulo en lahistoria del MIR, la organizacin lo alz casi al carcter de leyen-da y que a su vez, nunca perdon el abandono de sus compaerosde armas, el dia del enfrentamiento final.La historia de Jos Bordaz Paz, el Cono, quien Ea prensa de

do por agentes del SIFA, muriendo dos das despus en el Hospi-tal de la Fuerza Area de Chile.Por su parte, al da siguiente del enfrentamiento de calle

don el combate desde los primeros momentos, en una increahactitud de cobarda y traici6d. Po

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te de su amigo y compaeroMiguel Enriquez, el lder de unageneracin de jvenes que pretendan cambiar el mundo a su ma-nera. Una historia que se comenzara a escribir desde las lluvio-sas tierras del sur de Chile.

Notas Capitulo I1.Carmen Castillo, entrevista con los autores, Santiago,23 de julio de 1999.2.Alfonso Chanfieau Oyarce, estudiante de filosoa y militante del MIR, fuesacado de su casa el 30.de julio de 1974 y llevado al centro de torturas de laDINA, ubicado en calle Londres 38, donde se pierde su pista.3. Guzmn, Nancy: Romo, confesiones de un torturadol: Editorial Planeta, San-tiago de Chile,2000.4.Datos obtenidos en Revista APSI, 10 de septiembre de 1984 y Salazar, Ma-nuel: Contreras. Historia de un intocable. Editorial Grijalbo, Santiago de Chile,1995.El 9 de julio de 2001,el ministro de fuero Juan Guzmn Tapia proces,acusados de secuestro calificado de 12 opositores al rgimen militar y por eldelito de asociacin ilcita, a los principales ex integrantes de la DIN4 el gene-ral (r)Manuel Contreras Seplveda,albrigadier(r)Miguel Krassnoff Marchenko,alcoronel(r)Marcelo Morn Brito, al suboficial(r)Basclay Zapata Reyes y al exagente civil Osvaldo Romo Mena.5 . Antecedentes obtenidos de los vecinos de Santa Fe 725 a los autores de estainvestigacin.Ver tambin versin entregada por Isabel Fuentealba, arrendata-ria de la casa vecina y quien vio por ltima vez con vida a Miguel Enrquez.Diario Las ltimas Noticias, 8 de octubre de 1974.6 .Ortega, Javier:L a historia indita de los aos verde oliva (Captulo 11), DiarioLa Tercera,29 de abril de 2001.

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Era el da 27 cuando en la casa signada con el nmero 120del Apostadero Naval, y justo cuando el reloj marcaba el medio-da, Raquel Espinosa Townsend comenzaba a sentir los primerosdolores de parto.Su esposo era el joven mdico Edgardo Enrquez Frodden,quien en esos momentos trabajaba en el Hospital Naval, ubicadoa slo unos metros del hogar. En el recinto hospitalario ya no que-daban camas en el pensionado, por lo que inmediatamente debillamar a una matrona. Era domingo y nadie lleg.Con su esposa recibiendo los primeros masajes en el hogar,el doctor Enrquez corra, cruzando la calle una y otra vez, paraatender el alumbramiento de otra paciente en el hospital. Nueva-mente tendra que asistir l mismo y en su propia casa, otro partode Raquel, el tercero y hasta ese momento, el ms complicado.2Por suerte, Edgardo se haba destacado a tal nivel en la c-tedra de obstetricia durante sus aos universitarios, que se habahecho acreedor del Premio Monckeberg, como el mejor alumno dela clase, a pesar de que su especialidad era la neuroanatoma.Ahora, los nervios se hacan presa del novel galeno, situa-cin agravada por las complicaciones que haba experimentadosu mujer durante el embarazo de este tercer hijo. Meses antes,Raquel Espinosa haba contrado una severa tos convulsiva, queposteriormente le produjo contracciones uterinas que amenaza-ron con precipitar un abort^.^La intranquilidad dej paso a una viva emocin y alegracuando, con sus propias manos, Edgardo pudo mostrarle a su es-posa al nuevo hijo, sin saber por cierto, las pruebas que el destinole deparara.En un recinto de la Armada de Chile haba llegado al mun-do Miguel Humberto Enrquez Espinosa. El 2 de abril, en la sec-cin Ecos Sociales, del diario penquista El Sur, pudo leerse: Seanuncia el nacimiento del hijo del doctor Enrquez y la seoraRaquel Espinosa.Un nuevo varn pasaba as a formar parte de la familiaEnrquez Espinosa.16

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- e i ;Con su llegada, Miguel Humberto se incorpora a una di-nasta de profesionales e intelectuales penquistas. Su abuelopaterno, Marco Enrquez, era un prestigioso abogadoy un comba-tivo liberal balmacedista. Varias veces fue presidente del PartidoM ~ n t i n o , ~unque cuando Pedro Montt es elegido Presidente dela Repblica (I906-19IO),rechaz su ofrecimiento para ocupar uncargo ministerial, dedicndose exclusivamente al ejercicio de suprofesin. Estaba casado con Rosalba Frodden Lorenzen, hema-na de Carlos Frodden Lorenzen, un capitn de fragata de la Ar-mada de Chile que se desempefi como ministro de Defensa e In-durante el primer gobierno de Carlos Ebez del Campa

Sus abuelos maternos eran los temuquensesh a n EspinosaVsquez y Matilde Townsend Freislevew, padres de MiguelAn-er, el mismo

(1927-1931).2 Juan Guillermo; Matilde, esposa de Jorge Scoronel Roberto S

nio de 1973 acin en el noeida corno eltanquetazo; Eliana, quien estuvo casada con el oficialto Ral Gana Lagos; Emilia, fallecida tempranamente, y find-liberal d e Mareo

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En las elecciones4de 951es elegida diputada, constituyndose enla primera mujer de la historia polltica chilena en llegar al Parla-mento, Una sala del Congreso Nacional en Valparaso lleva hoysu nombre.Asimismo, Hugo Enrquez Frodden fue un destacado profe-sional ,de a medicina, llegando a ser director de los hospitales deOvalle, Concepcin, y en Santiago, del Barros LUCO Jos Joa-qun Aguirre. En 1948 obtiene una beca para estudiar en la Uni-versidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, y en 1954 es invita-do por el gobierno de Colombia para organizar los servicios hospi-talarios de ese pas.El cuarto de los hermanos, Ren Enrquez Frodden era in-geniero agrnomo, obtuvo el Premio Lemus como el mejor alum-no de su promocin. Luego sera profesor auxiliar de qumica enla Universidad de Chile y delegado de facultad en el mismo plan-tel. En 1946, e desempe como subsecretario de Agricultura,durante el gobierno del tambin radical Gabriel Gonzlez Videla.Por su parte, Edgardo Enrquez Frodden fue un distinguidohombre pblico. Radical moderado, tras titularse de mdico en elao 1931,en enero de 1938 ingresa a trabajar a la Armada deChile, llegando a ser, en 1954, irector titular del Hospital Navalde Talcahuano. En esta misma institucin militar alcanz el gra-do de capitn de navo. Adems, se desempe como presidentedel Colegio Mdico penquistay del Club Areo Universitario. Comomiembro de la masonera, ocup el cargo de Delegado del GranMaestro de la Gran Logia de Chile. En el mbito universitario,Edgardo Enrquez fue profesor de neuroanatoma en varias uni-versidades, tanto en Chile como en el extranjero, y public varioslibros sobre su especialidad, el sistema nervioso central. Fue pre-sidente de la Asociacin de Profesores y Empleados de la Univer-sidad de Concepcin, y en 1968, s elegido rector de la misma casade estudios. En 1973, l Presidente Salvador Allende lo designaministro de Educacin, cargo que ocupara hasta el 11 de sep-tiembre, habiendo sido uno de los ltimos altos funcionarios enabandonar La Moneda aquel dia. Luego sera detenido y llevado

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,comerirzanclo enseguida un lar-co. Regresa a Chile el 7de,eneraoviembre de 1996.

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Raque1 Espinosa y Edgardo Enrquez se conocen en agostode 1932, on ocasin del baile anual de los estudiantes de medici-na. Ella cursaba entonces la carrera de derecho en la universidadpenquista, donde era compaiiera de Ins, hermana de Edgardo.Tras un largo romance, deciden casarse el 21 de enero de 1939.En noviembre del mismo ao nace el primer hijo del jovenmatrimonio, Marco Antonio, quien desde pequeo demostrara unespecial inters por la lectura. Luego de un fugaz paso por la Es-cuela de Derecho, decide estudiar historia en la U de la familia,titulndose en diciembre de 1965.En septiembre de 1967viaja aW o a s , Francia, a seguir su doctorado, donde conoce a ClaireBourdil Bonnet, con quien se casa a fines de 1969.Vuelve a Chileen octubre de 1970, sumiendo una ctedra en el Instituto de So-ciologa de la Universidad de Concepcin. El 13 de septiembre de1973 es detenido por fuerzas militares y llevado al campo de pri-sioneros de Chacabuco, Quiriquina y otros centros. Un ao des-pus, viaja nuevamente al pas galo, establecindose definitiva-mente en las tierras de Napolen y Robespierre. En la actualidad,Marco Antonio Enrquez es un prominente profesor en la presti-giosa Universidad de La Sorbonne, donde imparte su ctedra:Historia de Francia.

En la madrugada del 5 de diciembre de 1941,nace el se-gundo hijo de la pareja, a quien llaman Edgardo, como su padre.Compaero de juegos y aventuras de Miguel durante toda suvida, el Pollo, como cariosamente lo llamaba, tambin mues-tra aficin por la lectura. Resuelve estudiar ingeniera, por loque a temprana edad arm sus maletas y parti a la capital de-cidido a obtener su ttulo en la Universidad de Chile, objetivoque consigue sin mayores contratiempos. Compatibiliza estudios

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y politic% un&&sazl idealpus de izqui a, con~%~yMIRY n agosb de 1965. l acivil en los Astilleros de la Marina (Asmarses despus, contrae matrimonio con Grete Weinmann.De carcter sereno y dotado de una gran fberza sica, eraasimismo impulsivo y temerario. Edgardo siempre ti.estac en po-ltica por ser muy metadico y organizado.Vivi intensamente losmomentos decisivos de la historia del MIR: la clandestinidad, losasaltosbancarios, laUnidad Popular, el golpe de Estado y la sub-secuente represin.A principios de 1974, iendo miembro de la Comisin Polti-ca, Edgardo Enrquez Espinosa, Simn, su nombre poltico alinterior del movimiento, es elegido para ser enviado al extranje-ro. Su misin fundamental sera reunir fondos para la causa, con-vencer a todos de que el MIR estaba entero, y lo ms importante,que se estaba luchando contra la dictadura gorila, apelativo conque Miguel Emquez se refera al rgimen militar de AugustoPinochet. 1El 10de abril de 1976, s detenido en Buenos Aires por efec-tivos militares argentinos y hasta hoy, Edgardo es un detenidodesaparecido, siendo su caso el primero en presentarse en el autode procesamiento contra Augusto Pinochet Ugarte, el 16 de octu-bre de 1998por los delitos de genocidio, terrorismo y tortura, den-t ro del sumario 19/97Pieza I11 relativa al denominado Plan Cn-dora cargo del juez espaol Baltazar Garzn.

Ins Enrquez era la menor de los hermanos, la nica mujer,y, por cierto, la protegidapor losvarones de la casa. Naci el 3 dejulio de 1945y estudi en el Liceo Experimental de Nias de Con-cepcin, a slo metros de su casa. Luego ingresa a pedagoga eningls, egresando como la mejor alumna de su generacin, obvia-mente en la Universidad de Concepcin. Posteriormente obten-dra en Oxford, Inglaterra, un post grado en Educacin.Alta. buenamoza,y an adolescente, su corazn fue conquis-20

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Su padre se preocupaba nternente de llevar al hogara profesores, artistas, eientficos y sacerdotes ilustres para Quesus hijos cr&ran desde pequeos en contacto con la cultura y elsaber, como tratando de proyectar el debate masnico en su casa.De all se podra explicar el profundo respeto de los hermanosEnrquez Espinosa hacia la figura paterna, constantemente ape-lado como don Edgardo, fruto de las jerarquas yelconocimien-to, elementos tan tpicos de los miembros de la Gran Logia deChile. Cuando haban visitas, los nios eran sentados en la mesapara que escucharan las conversaciones. Con el tiempo, partici-paban activamente, haciendo preguntas o expresando opiniones.De esta manera se lograba crear en el hogar una especie de mun-do utpico, que muchas veces contrastaba con la realidad socialde la zona y que poco a poco, los pequeos comenzaron a captar.Ello debe haber influido en la formacin del carcter de MiguelEnrquez, quien tempranamente se dio a conocer como un niodespierto, agrandadoy rabioso con sus hermanos varones.Edgardo,tres aos mayor que Miguel, celebraba sus rabietasde nio. Cuando vea al pequeo otra vez enojado, preguntaba asu padre: Es l mismo enojo de antes, o ste es uno nuevo??Celfia Romero fue la nanade la familia durante ms de 20aos. Mujer severa, pero justa, saba mantener a todos siempreen la raya. Ms de algn coscacho propin a sus niitos, aunquea Miguel siempre le tuvo un especial cario, e incluso, dorman enla misma habitacin. Era SU chiquillo.En una ocasin,ella prepar un tpico plato de mote, comidaque el pequeo odiaba.-Yo no quiero mote -exclam Miguel.-Mire, hijo, pruebe un poquito -dijo la madre.Un movimiento.de cabeza fue la seal inequvoca de que l-Por lo menos prubelo, pues, hijo -insisti Raquel.-iY as dicen que este pas es libre. Ni siquiera a m medejan comer lo que yo quiero!, -fueron las palabras del furiosoMiguel.

se negaba a comer.

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mmriiy atentos a la edumeinde sas, 7 s, el SaintJohns aplicaba un particularel fin depropiciar una sana competen-cia entre el alumnado. Los cursosse dividan en dos e q ~ p o s :osNelson y los,W e l l h g t n honor a los hroes brithicos, Duran-do el aosereal entre ellos una competencia, tanto detipo intelectual, corn O. El objetivo era, por ejemplo, vercaciones, cu,gmabams competencias deportivas, cuntos mejoresa lumnos tena cadabando, etc. eparatoria Miguel era parte de losNelson. El capitn del o Wellington era un pequefio que ha-ba llegado haca pocos meses al pas, proveniente desde EstadosUnidos: Eduardo Trucco Burrows, quien se convertira en el me-jor amigo de Miguel Enrquez durante su infancia y parte de suolescencia.El director del colegio, conocido como mister Knight, lla-maba smiling---- - al pequeo Miguel, es decir, el sonriente, caracte-

rstica que mantendria entre sus ms ntimos durante toda suvida. Por esos aos, Miguel, Eduardo, Mma Olivia Hemera (ca-pitana de los Nelson), Rogelio Garrido, el gringo Richard, entreotros, se convirtieron en los lderes del curso, identificados todosmmo los ms evoltosos e indisciplinados. Una especie de pandi-lla que transgreda la estricta disciplina del colegio.Como parte de esas travesuras, el grupo escapo una vez afumar al Country Club, aunque eon el inconveniente de que, alllegar a clases, fueron descubiertos. Ante todo el colegio, losinffiactores debieron formarse para recibir la correspondiente san-cin por su falta de disciplina. Las mujeres fueron castigadas

I equipo acreditaba mejores GEn cuarto ao d

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con un fuerte tirn de pelo, mient.ras que los hombres debieronaceptarde mala gana, una sonora y dolorosa bofetada de misterKnight.Sibien nunca fue el tpico nio que gustaba de las pichangasae ftbol -deporte al que uno de sus tos llamaba el opio delpueblon-, la infancia de Miguel Enrquez estuvo marcada porlas excursiones a lo s cerros, los paseos familiares, las salidas alBarrio Universitario junto a su hermano Edgardo y su insepa-rable perro Gurka y los juegos de ajedrez en la pieza del patio,cuyas paredes an deben guardan miles de recuerdos, juegos yrisas de su niez. De esa poca data la vez en que Miguely Eduar-do Trucco observaron cmo unas gallinas se tambaleaban, bo-rrachas, tras ser alimentadas por ellos mismos con migas de panmojadas con vino. Una infancia alegre y tranquila disfrut elpequeo.Al interior de la familia, la principal entretencin girabaen torno a la conversacin, el buen cine y la literatura. Precisa-mente para estimular el hbito por la lectura, su \padre es man-tena a los pequeos una cuenta abierta en la Librera Universi-taria de Concepcin, ubicada en el Foro de la universidad. A losdoce aos, Miguel conoca buena parte de la obra de WilliamShakespeare.Sus notas en el Colegio Saint Johns progresaron ao trasao.As, l kindergarden lo aprob con promedio 49;primero depreparatoria, con 50;segundo, con 51;tercero, con 52;cuarto, con53. En diciembre de 1954,Miguel termin el quinto ao de prepa-ratoria con un promedio 54.Todos los aos figuraba entre los cin-co mejores alumnos del curso y con un dominio avanzado del idio-ma ingls.En 1955hubo hechos significativos en nuestro continente.En los primeros das de enero; fracasaba una invasin nicara-gense a Costa Rica, dirigida por Caldern Guardia. En Argen-tina, era derrocado por un golpe militar el general Juan Domin-go Pern. Una amnista general promulgada por el Congresocubano liberaba al joven abogado Fidel Castro, encarcelado dos

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d Cuai~%elMmcadai, enSaertiag*deasesinado el Presidente paniameo, Jog&a crisis econmica existente en Chile, e1Presidente Carlos Ib6ez contrata los semic iosdelaNsih H&-

a de asesoda y consulta norteamericanaquehabiaoamericanos.El gobiernodel generalez buscaba asf frenar una persietente inflacin que se tradu-Ya ejerciendo c om o director del Hospital Naval de

r iquez fitidden de-almente 8 suM.jo Miguel en el prestigiosooneepcih, cuna de destacadas personaxi-s, adems de ser la casa de estudiosente era un anto diferente al de su colegio. Nuevosos en una realidad social no menos exclusiva,entalmente loshijos de la burguesa ilustradapenqusta,provenientes de la clase media y alta profesional, En adelante,las paredes del antiguo eoleg;io ubicada ea av

o en otrospases 1ca en constantes protestas labmdeq, .Talc no, en marzo de ese ao, Edgadodades de la regin y delpor excelencia de los Enriquez.

w del cerro Cmaed, senpesa al primer aod s t a d e s con un selecb

o Uloa Crdenas,C1audio

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_ __ _-des pentpiatas,s e comenzabapa-depor vida a las jveninteresaba en absoluta la ppata, generalmente se le pei4donaba todo.. Sue intereses #estabanms bien centrados en disfrutar la juventud. o a su grupocomienzan a frecuentarse cada sbado, organi do malones encualquiera de sus.casas. Conocen a dura6 penas sus p ~ m e r a samigas de carreten, pues junto a Eduardo Trucco las%eban un poco superficiales yEximido en los ramos de religin y educacin musical, conbuenas calificaciones terminaba Miguel Ermiquez su er aoen el liceo, destacndose en historia e ingls. En la escala de uno asiete, su comportamiento en conducta, actitud soeial, carcter yurbanidad eracalificado con nota seis.

Una importante dosis de preocupacin por la poltica llegaalhogar de los Enrquez al ao siguientea travs del to Humberko,en ese tiempo diputado por la zona en representacin del PartidoRadical. El primero en captar inters en cuestiones poltico-socia-les h e elhermano mayor Marco Antonio, que ya tena 17 aos. Esl quien comienza, poco a poco, a interesar y educar a MiguelEnrquez en la poltica.

En 1957, el gobierno de Carlos Ibez del Campo no pasabapor un buen momento y ms bien, pareca cada vez ms aislado.Tanto la centro izquierda -representada por el Partido Radical-,como la centro derecha -por la Democracia Ciistiana-, y la dere-cha misma, atacan conseveridad al general, que en 1952 haballegadoa La Moneda enarbolando una escoba, como anticipo de lalimpieza que prometa para desterrar la corrupcin. -Haba casi

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uwni&dad naciolos Ibhez. oi4 das de marzo se decreta un alza de las tari-fas de la locomocin colectiva y junto a ello estallan en-rgicasmuestras de descontento popular. La reaccin de las masas no sedemr ni siquiera un da en hacerse presente, aunque ahora conun ndvo componente: los liceanos salan a protestar en las callesde Santiago p provincias.El estudiantado penquista-organiz un mitin comoparte dela campaa para boicotear a los nii&obuseros, instando a la gentea abstenerse de utilizar los vehculos de la locomocin colectiva.Al igual que la mayora de sus compaeros de liceo, Miguel decideunirse a la protesta, constituyendo sa en su pri-mera accin enpoltica, un hecho que la mayora de los entrevistados por estainvestigacin corroboraron, a excepcin de Luis EnrquezQuinteros, que para esa fecha era presidente del centro de alum-nos del liceo, al sostener que fue el mismo Edgardo EnrquezFrodden quien llev ese da a su hijo al recinto educacional obli-ggndolo a permanecer en su interior, ya que no gustaba que sushijos se involucraran en cuestiones polticas.ll

a la segunda Admi

Faltando minutos para el medioda del lunes 1de abril, enla surea Concepcin haca su aparicin por la cntrica calle Ba-r ro s &an%-un desfile de estudiantes de la Escuela de TcnicosIndustriales. Sin embargo, la verdadera manifestacin slo co-menzara media hora ms tarde, cuando por calle OHiggins, ha-cia la Plaza Independencia, irrumpan los universitarios y los se-cundarios, tras haberse congregado en la Plaza OHiggins.12La consigna NO al alza se multiplicaba. La columna deestudiantes descontentos dio una vuelta a la Plaza Independen-cia hasta detenerse frente a la Intendencia, donde una barrerapolicial impidi que la manifestacin se acercara al edificio gu-bernativo.En el instante en que los jvenes intentaban una segundavuelta por la plaza, dos microbuses aparecan por Barros Arana.

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---La manifestacin se convirti en accin, directa cuando los estu-diantes intentaron detener a IDISde los microbuses, el de patenteLJ 772, l que apedrwon hasta quebrarle unos cuantos vidrios.Un disparo al aire de un soldado que custodiaba el vehculo, dis-per& por momentos la revuelta.A una cuadra del lugar, en la esquina de Freire y Rengoi seproducira el mayor incidente de la jornada. El microbs LF 517,del recorrido Club Hpico, no poda avanzar. Miguel Enrquez, sushermanos Marco Antonio, Edgardo y otros muchachos se tendie-ron en la calzada para no dejar pasar al vehculo. Sin embargo, elchofer no hizo caso alguno. El mvil avanz pasando sobre la pier-na del estudiante de Economa Luis Fernndez Nilo, uno de losque resultaran atropellados.El vehculo slo fue detenido por un carretn que le obstru-y la pasada. Los manifestantes le dieron rpido alcance. Un em-pleado de comercio, Reinaldo Muoz Enrquez, se subi a la microy agredi al chofer. Entre combos y fierrazos, Muoz Enrquezresultara con contusiones graves y el chofer del micro, LeopoldoBustos Camino, con una cortadura en el mentn. Hasta ah llegla protesta. El saldo del da fue de cinco heridos y seis detenidos.Enterado de los incidentes en que se haban involucrado sushijos, Edgardo Enrquez Frodden los castig, prohibindoles salirdurante un buen tiempo.13El mpetu de los jvenes Enrquez se vio as contenido, peroel incidente marcara el punto de partida de Miguel en la polticaactiva. Su vida comenzaba a tomar un nuevo rumbo.Notas Captulo 111. Conglomerado poltico conformado por los partidos Radical, Comunista, So-cialista y Socialista de los Trabajadores.2. Raque1 Espinosa Townsend, entrevista con los autores, Santiago, 3 de sep-tiembre de 1998. i

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ELGERMEN DE UN LfDERDespus de los incidentes de abril de 1957,Miguel Enrquez

segua siendo un adolescente que disfrutaba cada minuto de suvida, pero que paralelamente, comenzaba una etapa de estudioprofundo sobre las principales doctrinas y filosofas de izquierda,siempre bajo las enseanzas de su hermano Marco Antonio.Combinaba las lecturas delAntiduring de Engels, El Esta-do y la revolucin, de Lenin, a quien Miguel amistosamente lla-maba el pelao, con las salidas a fiestas del colegio o a la casa dealguno de los miembros del grupo, que an se mantena desdelos primeros das en el Liceo, slo con el deseo de pasarlo bien, sindrogas, sin alcohol, sin pololeos. Enrquez, a esa edad, era msbien un tipo tmido, que no gustaba mucho del baile y que le re-sultaba dificil entrarcon las muchachas, por lo que prefera sos-tener eternas conversaciones con su gran amigo Eduardo Trucco.Con el tiempo Miguel se ira soltando.

Ese ao haban llegado al liceo dos jvenes que ms tarde seintegraran al crculo de amistades de Enrquez. Uno de ellos eraMarcelo Ferrada Noli, El Rata , hijo de un severo oficial de Cara-bineros recientemente radicado en la ciudad. El otro era un per-sonaje que llamaba la atencin por su estatura, personalidad, es-tampa y simpata: Lucian0 Cruz Aguayo, quien llegaba a C o m edespus de que su padre, oficial del Ejrcito de Chile, haba sidotrasladado a las tierras del r o Bo-Bo.En medio de la agitacin poltica existente en el pas duran-te esos aos, esta especie de juventud doradapenquista comien-za a interesarse en los temas de la contingencia nacional e i&er-30

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su cdula de identidad, llamando en forpa.urgente a su hogar,para que f i n a h e n b el carnet, lo fuera llevado POSSU propio pa-dre, ante las recriminaciones de ste.4En u11 m w m o de 35 puntos, Enrquez obtuvo una califica-cin de 24 puntos, que le habilit para materializar lo que desdepequeo haba deseado: estudiar medicina en la Universidad deConcepcin, como lo hicieran aos antes su to Hugo y su padre.En su papeleta de postulacin declaraba haber ledo las obrasEspartaco, La Hora 25,Narciso y Goldmundo de Hermann Hesse,Servidumbre Humana del britnico William Maugham y ElAporte

de Pavlov a la Medicina. Entre los profesores que segn el joven,recomiendan su postulacin, destacaba Marcos Ramrez, conoci-do como EL fisico Ramrez, militante comunista que durante supermanencia en el liceo haba distinguido a Miguel como uno desus alumnos preferidos.Tras la entrevista personal tomada por los catedrticos dela Facultad de Medicina Enrique Beckdorfj Eduardo Skewes y enMatamala, el informe del Departamento de Orientacin seala-ba, con fecha 27 de diciembre de 1960, que Miguel Enrquez po-sea una buena madurez, intelecto superior, racionamientorpido y preeiso, trabaja por su propia cuenta, es de carcterimpulsivo y extrovertido,ascendiente mediano sobre su grupo,aunque tambin advierte que es inestable emocionalmente.Si bien sus amigos retienen de esa poca el recuerdo de unMiguel alegre y de risa fcil, Eduardo Trucco, coincidiendo con elinforme anterior, hasta hoy cree que Enrquez posea una perso-nalidad bastante compleja, producto de un gran conflicto interior.La marcada distancia entre su ideologa y las posibilidades que lavida le brindaba a l, en un ambiente intelectual estimulante,rodeado de profesionales, los llamados burgueses, constituanpara el joven Enrquez una fuente de apremio constante, lejos dela realidad que por esos aos, viva la regin donde habitaba.Segn Hernn Vidal, en su libro Presencia del MIR:14Cla-ves Existenciales, una de las causas de este problema habra sidola actitud asumida por don Edgardo, en transformar su hogar

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una burbuja utpica, ejano a la realidad, provocandoun des-te entre el significado de los espacios internos y externos,eando en la mente de los hermanos Enrquez una sensaciniadora de la sociedad como mbito de la hipocresa, la que

Prueba de ello, es el resumen autobiog-rfico preparado pormismo Enrquez en su solicitud de ingreso a la Escuela de Me-cina, cuando apenas tena 16 aos, escriba:er en Miguel un estado de furia sorda?

,

No he recibido nin g n tipo de Tabbra, que as merecieranllamarse,y como aficiones, tengo, en especial la lectura, a la quebastante tiempo de mi vida le he dedicado; es a ella en g ran partea quien debo mis conocimientos y cultura. Tambin me agradapintar, pero nunca me he dedicado a ella can trerdadero interks,como tampoco creo tener grand es ap~i tudes n Eref ire; SOB p c o s dos que he pmcti~adqetacisin tampoco demostrar autdntka vucac~$r~*.aw paedo cantaqla vida hasta aguE m e has sido ieill, IZOh o reales problemas,todo me ha sida dadoaEspem con ell tiempo retribuir cm alganafo rmu a mis padres, a la ssciedad engeneral, lo que me &e entre-ga& y luchar par a que en un@turnpuedan decir tambin:Enrnijuuentud todo rn i e dado. Mi quez Espinosa

Finalmente, de entre 3H.Ipostulantes la Esmela deueda seleccionado ea el p&&o 26. unto a l, tambindm sus amigos Bautistavan S&mwenrClaudio Septilvedackenzie. En adelante, su nuevo quehacer fomativo transita-pior el AXTO e Medicinat, el eonociido zuxcso d Campus de

Cm0se W$es p c o Eo que a mis

e enero de 1961.7

;*;i&dde CQnCepCitiR,IUgW dOi.kde en eS0S a0S 8@ 63XWl-n Ias dependencias deZaFacdtad de Medicha. Corinen~aba,la etapa univer&,aria de Miguel, uien rhpidamentecobra-

3s

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Una nueva medida se implantaba aquel ao en la universi-dad. Ella consista en que para la rendicin de los exmenes fina-les, que eran cuatro, slo mediara un da entre uno y otro. Laspruebas se rendiran lunes, mircoles, viernes y domingo, inicia-tiva que provoc inmediatas protestas. Se llam a una reuninurgente de estudiantes, directores de institutos y el re-ctor DavidStitchkin Branover, para discutir la situacin.La mxima autoridad universitaria abri la sesin, expli-cando que el objetivo de la iniciativa era asegurar una seleccinrigurosa de los futuros profesionales del plantel, y as poder sepa-rar a los mediocres que, una vez titulados, viven amparndoseen sus respectivos colegios profesionales. Miguel Enrquez, con17 aos recin cumplidos, inici su alegato, en cuyo transcurso surost ro adquira paulatinamente el tpico color rosado que lo ca-racterizaba en momentos de fogosidad verbal.-Usted, seor rector, nos ha llamado mediocres porque es-tamos reclamando por una medida que se toma por primera vezen la universidad, y, precisamente contra los alumnos de primerao, que son los que pueden tener ms dificultades para afrontaresta nueva etapa de su vida, medida que no se ha tomado nunca,y tampoco este ao contra los de segundo ao y de cursos superio-res. Su medida es sorpresiva, nadie nos avis que se iba a proce-der as. Los de segundo ao de medicina, lo s muy bien, elloseligieron las fechas de sus exmenes dejndose varios das entreuno y otro para repasar. Y, en cambio, a nosotros se nos dan ape-nas unas horas. Esto es injusto y discriminatorio. Usted nos estllamando mediocres. No le acepto ese calificativo, seor rector, Yono soy un mediocre!-De modo que usted es superior?, -interrumpi, sonriendo,David Stitchkin, mientras en la sala algunos alumnos rean.

-S, seor rector, no slo no soy un mediocre, sino tambinsuperior -afirm, mientras el auditorio rea abiertamente.Haciendo caso omiso de las burlas, Enrquez prosigui:-Le voy a demostrar que soy superior: soy bachiller de hu-s y, por lo tanto, represento al uno por mil de lo s alum- !

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saron a la educacinphmira~yan-d de la que usted es rector ha l lma-antes a primer ao de medicina.presentamos ms de 500 candidatosy as comisionesporus-ombradas me han seleccionado entre cientos de compaeros.d ha dicho que los colegios profesionales slo sirven pararar mediocres que andan escudndoseen ellos para que 10sen de sua problemas. Lo invito,:seor rector, a que vayamostos ante el presidente de su colegio, el de abogados, a que lee concepto que tiene de ilkbor de los ~01eg-i~rofesi.0-

erado del saldn. Molesto, el rectorcontest airadamente, hecho que el jawen Enriquez apraveehdEe voy a conter%-

-Le ordeno que me responda -dijo un furioso Davidar a los alumnos,

hace, senor, pero yo no sigo este dilago

lumno insolente. di je tolrpezas que& ebi deciresta lamentablereunib -reco-

El incidente amenaz6 con alcanzar mayores ~ ~noci el abogado Stitahkin Branaver.

a mods en queMiguel Emiquez se instal6sores de su facultad.37

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os a la playa de Ghibilingo,j Bauchi e I&, Ed 6Y$yia Miguel cantando a todo tin, cosa queho d&$&ba&a,ya que en as reunionessocialesera tnido.pelayoera su opera preferida.Mientras sus gustos en aquel perodo se centraban en elcigarrillo, la msica docta y la imperialistaCoca-Cola, Miguel junto a la familia San Martn una experiencia diferente en1965.Aparte de trabaju; como mdico, Hernn Sana tambin como antrqQlogo.Con motivo de un viajeal norte, invitaron a Enrquez, quien llev un gransamente lleno de ropa, sino de literatura poltica.desierto de Atacama, un desorientado Miguelo junto a los miembros de la familia San Martncavando, para por fin encontrar una pieza ar-a al jeep en que viajaban, la momia comenzcausa del intenso calor reinante; el urgente

rla y salvarla tuvo lugar bajo las rdenes pre-y los tpicos reclamos de Miguel.l0Ese ao 1965 sera decisivo en la vida de Enrquez.En los comicios parlamentarios del 7 de marzo, la Democra-daba su triunfo a nivel nacional con un 41%do a 82 diputados. En abril, grupos mapucheslos fundos Elvira y Antiquina, reivindican-s ancestrales territorios, mientras Claudiola provincia de Arauco realizaba denoda-ar de establecer el dilogo.La FEC era presidida por Pedro Galleti, estudiantedemcratacristiano de medicina, mientras la rectora de la Uni-versidad de Concepcin pasaba a ser dirigida por Ignacio GonzlezGinouvs, tambin abogado, radical y masn, como su antecesor.

Ese mismo ao, Marco Antonio Enrquez haba sido elegido vocalde la FEC como candidato de la Vanguardia Revolucionaria Mar-xista (VRM).A pesar de su activa participacin en poltica, MiguelEnrquez siempre encontraba algn momento para compartir con39

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sus amigos. En una oportunidad, recibe la llamada de su amigoEduardo Trucco, quien lo invita a un paseo a la nieve al refugioque la unkversidad tena en Antuco, en las cercanas de la lagunaLaja, provincia de Los Angeles.Despus de un par de das de solaz, preparaban sus cosaspara bajar, cuando imprevistamente se desata un fuerte tempo-ral. No exista camino por tierra, slo se poda tomar una lancha,cruzar un peligroso lago y despus enfilar a pie.En el refugio se encontraban numerosas personas, que portemor desisten de abandonar el lugar. Solamente intentan ba-jar dos personas de cierta edad que necesitaban estar con urgen-cia en Concepcin al da siguiente; las hermanas Hormazbal,dos conocidas y bellas penquistas que arrancaban intensos suspi-ros varoniles; adems de Eduardo y Miguel. En medio de una co-piosa lluvia, los seis individuos logran con bastante dificultad cru-z a r el lago. Llegan a otro refugio y a eso de las cuatro y media dela tarde deciden caminar en grupo, en medio de un intenso vientoy escasa visibilidad que no les permita ver ms all de un metro.La bajada se to rn cada vez ms peligrosa. En un momento,Eduardo no aguanta el miedo y resuelve volver al refugio, inicia-tiva a la que se pliegan los dems.La noche la pasan en la cabaa, de slo una sola pieza ydos camas. Los veteranosdeciden que las mujeres duerman enla cama izquierda, los jvenes en la derecha y ellos en el centro,para evitar evidentemente cualquier anomala nocturna. Mi-guel y Eduardo pasaron buena parte de la noche cuchicheando.iCmo mierda podemos pasar a dnde las Hormazbal!, comen-taban irritados. Ambos conciliaran el sueo notoriamente frus-trados.Al da siguiente, un sol esplendoroso iluminaba el lugar ylas huellas an marcadas de la peligrosa caminata de la vspera.Siguieron aquel recorrido y a poco andar descubrieron que si avan-zaban slo algunos metros ms de donde se detuvieron, el caminofinal no era muy acogedor. Se dirigan directo a un precipicio, delcual hubiese sido imposible salvar con vida?

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F ue as como un tranquilo paseo, pudo terminar con tr8gi-consecuencias, pero esta vez la fortuna correra por parte deguel, sin embargo, la muerte ya lo comenzaba a seguir, comona especie de sombra que lo acompaara de por vida.

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agzadeaco .BU icuanto a su cita cah losconcwq-vaa pasar una gran. molpesado para u&ed, hostil. No vaya,s e exponga -respondi*Miguel Enrquez.-Voy a pensarlo, muchacho -seal.el visiltante,cbncdo la conversacin. 4

Horas ms tarde, ya en su casa de AvenidaEnrquez recibi una llamada.-Qu? No uedo creerlo! Este es loco!,rarse que Robert Kennedy iba al encuentro conParti corriendo hacia la Casa del Deportej

pero no puedaaceptzada. J3ixi

Al llegar al local, se apreciaban numerosas pancaitas quedecan Wnitas-Vietnam-Santo Domingo. Perros, Yanky GoHome, en un ambiente beligerante y bastante hostil. A la dere-cha del gimnasio, se encontraban los jvenes DC, y, a la izquierda,los del MUI, principales agitadores de la manifest n.Migueltrat de hablar con l, pero result imposible, mientras cientos dehuevos eran esquivados eficientemente por la seguridad deKennedy. En un gesto para invitar a dialogar a los manifestantes,el senador se dirigi hacia la galera, siendo escupidoy escapandoapenas de un puntapi lanzado por un estudiante, que le roz lacara. Al da siguiente, la escena sera difundida por una fotogra-fa publicada en su portada por el diario El Sur?En febrero de 1966, Miguel Enrquez visita la RepblicaPopular China merced a una invitacin cursada a la Federacinde Estudiantes de Concepcin. La delegacin fue encabezada porel alumno demcratacristiano de derecho y presidente del orga-nismo estudiantil, Carlos Hormazbal Troncoso, junto al dirigen-te radical Jaime Jana Senz. Durante un mes, los estudiantespenquistas conocieron las bondades y debilidades del sistemaimperante en el pas ms poblado de la tierra, recorriendo la GranMuralla, la histrica Plaza Tiananmen, y varias ciudades chinas.

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sentimental. Sin embargo,pow a poco la poltica los fue alejando,terminando la rela&n a fines de 1966.Con el MIR ya en su sangre, Miguel Enrquez comienza asufrir una crisis vocacional que lo llev a pensar seriamente endejar sus estudios de medicina, justo cuando estaba a punto degraduarse. As se podra dedicar en forma exclusiva al mundo delos discursos y de la accin.17En 1967, Enrquez viaja por primera vez a Cuba, Argentina

y a Per. A este ltimo pas, se traslada con el propsito decontactarse con organizaciones de izquierda peruanas. En estaocasin logra entrevistar a Carmela, esposa de Luis de la PuenteUceda, lder del MIR local, agrupacin peruana formada en 1962tras una divisin delAPRA, que en 1965 ya desarrollaba actio-nes guerrilleras. De la Puente Uceda haba sido dado por muertotanto por su organizacin como por los militares. No obstante,Carmela se mostraba convencida de que su marido an podaencontrarse con vida. La revista Punto Final divulgara antece-dentes de todo ello en el mes de marzo de ese ao?

Alejandra Pizarro Romero era en ese entonces una atracti-va estudiante de sociologa en la Universidad de Concepcin. Enuna de las tantas tomas de aulas realizadas en el plantel, una franoche propia del sur penquista, la joven era la encargada de apor-tar calidez y dulzura con su canto. En eso estaba cuando apareceMiguel Enrquez, conocido personaje ya y pretendido por muchaspenquistas.Ambos se miraron y Alejandra dej de tocar.Enrquez le dice: -T estabas cantando, sigue hacindolo.Mientras Alejandra interpretaba sus temas, el juego de mi-

Al dejar la guitarra, Miguel se acerca:-Te invito un caf?, -dijo.-Bueno, pero mejor tommoslo en mi casa -propone la agra-ciada Alejandra. Ya de maana, Irene Romero, madre de la joven,

radas segua entre ellos.

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os das a Pars,porque tena

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-cretario nacional, a la edad de 23 aos?? Durante ese ao falleceFroiln Pizarro, padre de Alejandra.Una de las p-ra tareas que debe atender el nuevo secre-t a r io general del MIR ocurri en enero de 1968, cuando dos indi-viduos de nacionalidad boliviana, que decan pertenecer al Ejr-cito de Liberacin Nacional (ELN), visitan al director de la revis-ta h n t o Final, Manuel Cabieses. Ellos Consideraban al periodis-ta como el contacto ms lgico para recibir ayuda de alguna orga-nizacin de la izquierda chilena, con el fin de salir de Bolivia yllegar finalmente a Cuba. Miguel Enrquez habra respondido queuna operacin de ese tipo exceda de las posibilidades del MIR,cerrndose este misterioso captulo.23En aquellos -das, no haba solamente incgnitas polticas,sino tambin decisiones ntimas e importantes. Tras haber gana-do algo de dinero como internos de medicina, Miguel y Bautista,como los buenos amigos que fueron siempre, deciden casarse conAlejandra e Ins, respectivamente. El 29 de enero de 1968, Mi-guel Enrquez Espinosa contraa matrimonio con AlejandraPizar ro Romero, en una fiesta sencilla, estrictamente familiar. El2 de febrero haca lo mismo Bauchi e Ins.Meses ms tarde, ante una complicada comisin examina-dora, conocedora tambin de la filiacin poltica de Enrquez, enabril de 1968,Enrquez renda su examen de grado en la Facultadde Medicina de la Universidad de Chile, rgano entonces exami-nador del plantel penquista. Obtiene su acreditacin profesionalcon distincin.Buen alumno, cuyo promedio general era de 17 puntos, enun mximo de 21 puntos, destacado en Neorociruga, pero con unrendimiento dbil en Bioestadstica, Miguel Enrquez reciba enmayo su ttulo de mdico cirujano, en momentos en que el deca-nato de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepcinera ejercidopor el doctor Jorge Sanhueza Cruz. Sin embargo,pocose sabe sobre el doctor Miguel Enrquez Espinosa.Los antecedentes de su vida profesional vinculada al Cole-gio Mdico se reducen slo a tres datos: Registro del Colegio M-

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--El 23 de abril, Miguel Enrquez conceda su primera entre-

erda revolucionaria. Algunas ejemplos: el MIR,

sido capaz de dar una salida revolucionaria a las aspiracionesA h s de diciembre de 1968, u padre, EdgardoEnrique2dden, obtuvo la victoria en las eleccionesa rector de la Univer-ad de Concepcincon un 70por ciento de losvotos ponderados.Convertidos ya en lderes con un importante desarrollo, con1 Enrquez como secretario general del MIR, Lucian0 Cruzpresidente de la FEC en 1967, y en el mismo ao, Bautista

Schouwen elegido presidente del Centro de Alumnos de Me-ina, existe un antecedente que podra poner en duda tanto elEn marzo de 1968, Luis Vitale, quien en ese momento sedesempeaba como profesor de la Universidad de Concepcin y

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derazgo de Enrquez como la lealtad de sus ntimos amigos.

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miembro del Comit Central del MIR, recuerda haber recibido unllamado telefnico de la militante brasilea Evelin PapeWeichselbaum.-Lucho. Lucian0 y el Bauchi me pidieron una reunin conti-go; yo me voy a quedar de loro en la esquina. Aqu estn lasllaves y ustedes se encierran todo el tiempo que quieran -dijo lamujer.La reunin se habra realizado en calle Chacabuco 1180, 1B departamento 47, inmueble que arrendaba Pape en Concep-cin. Bautista abrira la reunin diciendo:-Lucho, tenemos que conversar. De Taka hasta Puerto Monttnosotros controlamos (refirindose a su calidad de secretario re-gional de Concepcin) y queremos conversar con ustedes, lostrotskos, porque tienen la mitad de la fuerza en Santiago y todoValparaso. Hay que hacer un cambio aqu, concretamente en laSecretara General. Nosotros observamos tendencias verticalistasy en esta fase, el MIR tiene que abrirse.-Bueno, no s muy bien las bases de ustedes, pero el reem-plazo se gana -habra respondido Vitale.Lo que supuestamente controlaba el secretario general Mi-guel Enrquez eran las unidades milit roximadamente unas20. -Y el asunto de las bases militares, cmo controlarlas?-pregunt Vitale.-No hay problema, porque desde el Comit Central que ten-gamos, yo lo voy a proponer -seal Lucian0 Cruz, refirindose aque en esos momentos comenzaba un proceso de discusin convista al prximo congreso mirista.-Que las bases militares -prosigui Cruz-, sean supervisa-das por un compaero. Nosotros te proponemos a ti. Quin se vaa oponer a que t seas el encargado? Nadie. Adems todos vota-mos por ti.-Y Cuba?, qu pasa si hay un reemplazo de Miguel?-pregunt otra vez Vitale, pensando en la reaccin que podrahaber en la isla ante una decisin como la planteada.

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--Mi~ebtienequequedar en el Comit CedzaI y en l a O$hproblema;AdemBs, aqu ifim tWo mo-dice Lukiano,10s tres presenteslos cubanm.z6 'a" de Ib ocur r ido aquc?diu. Lo'&Confimarapolhictx versin,F ekptd'erdel joven revoluciona-,uez, en -ese'entonces, -convetrtido ya en el

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Radical;el Movimiento Resistencia Antiimperialista (MRA);-expulsado por des-n el colectivo de_lata Polmica, dirigida por Tito Stefoni, la Oposicin Socialistauierda (OSI)de Gonzalo Villaln y Oscar Waiss,y el Partidoro Revolucionario (POR), no de cuyos principales lderesumberto Valenzuela.3 do hasta quedar enidores del Partida So-an a Vanguardia Revo-an integradoPosC o d -s Regionales escindidos del Partido Socialista de Talea ymbo (liderado por Mario Lobos), venes en ruptura eon lasentudes Socialistas;un sector de pobladoresdir ig idosporVetory Herminia Concha, y una tendencia procedente del Movi-'ento Independiente de Izquierda (MIDI), en Ea que destacabaoctm Enrique Reyes. Por su parte, a PaW M e haban incor-embras de Ia Ju-

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re~siofismo,9 dueado por lqs dizectivas del PS y el Pc. h i pI]nism,hicieron pblico su espaldo a las orientaciones politicasveideolgicas de Pekn, sealando que urga reagrupar a todos aque-llos que quisiesen una vanguardia revolucionaria proletaria dis-puesta a dirigir la revolucin chilena.En las piiginas del peridico mimeografiado Revolucin,lose dejaba en evidencia a las semanas siguientes las crticas de losjvenes escindidos: Este MI Congreso ha liquidado poltica yorgnicamente, no solamente el ala izquierda, sino la posibilidadde una rectificacin del partido en su conjunto.... En relacin alas elecciones presidenciales de septiembre del mismo ao agre-gan que la va pacfica se ha mostrado como la pantallarevisionista para encubrir la colaboracin de clases, el socialismoa las instituciones democrtico-burguesas y la seguridad de ungobierno no socialista, sumiendo de este modo al movimiento po-pular en an cretinismo electoral.llTras dejar el tradicional Partido Socialista, Miguel Enrquezy los dems dirigentes tomaron contacto con otras colectividadescomo el grupo Lautaro, en el cual destacaban el ex radical JuanSaavedra y Lucian0 Cruz. Este ltimo haba sido expulsado d6las Juventudes Comunistas (JJ.CC.) a fines de 1963.Conformndose como un grupo mayor de jvenes, decidenunirse a la Vanguardia Revolucionaria Marxista (VRM-Rebel-de)12, fundada dos aos antes. Sin embargo, segn MartnHernndez -uno de los marginados- Miguel Enrquez habratenido una doble militancia (VRM-JS) desde 1962.

Meses ms tarde, el 21 y 22 de mayo de 1965,se realiza uncongreso convocando a los socialistas que ya no militan activa-mente. Un gran nmero de dirigentes juveniles de los regionalesNorte y Sur sehicieron presentes. Tambin llegaron miembros dela VRM y del Partido Socialista Popular en calidad de delegadosfraternales. La reunin buscaba, primordialmente, fortalecer elproceso unitario, constituyndose el*PartidoSocialista Revolucio-nario (PSR).1358

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sin Organizadora $epor Clotario Blest, invita-la creacin del P&ido1 rabajo poltico estabantado a formar comi ts de base pro-constituyente en Quintaal, Barrancas (actual comuna de Pudahuel), ufioa, Puentendes. El Comit Regional del PSP de Coquimbo im-lsaba igualmente en el norte, lastareas de Unidad revoluciona-.La zona sur quedaba en mano6 & la VRM de Concepcin.as deblan crear comits de base para d Congreso de Unidad,

muco, Osorno y Llanquihue.or la Comisin Constituyente delo de Unidad Revolucionaria, vio luz pblica en julio deella se estableda que no habrfa dependencia de Ea lineaca, lo que en Chile significarfa un distanciamiento de Eaerda tradiciond (PS PC). La reailizaci6i.E.del Congreso dedad Revolucionaria sefij para 10s dfas 14y 15 de agosta de

Llegada la feeha,se reunieron principalmente dos sectores.a tradici.2ana1,donde se encantraban trotskistas, comunistasnadw,etc.Del otro lada,el sectorno tradicional estaba com--to por ex militantes de las JJ.CC. influidos por el conflictoo-m~tico disidentes de la JS,en lcks que destacaban 10sas En&qu= y van SCESOIaIWen.E4el viaj,ede Concepcih a Santiago no estuvo exento deo evma Juan Saavedra,ademdsddej6venes mu

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hoc al encuentro: Bienvenidos al hogar libertario. En las callescntricas de la capital se daba vida as al Movimiento de Izquier-da Revolucionaria, cuyo secretario general era el pediatra Enri-que Seplveda, un veterano dirigente revolucionario de inspira-cin trotskista.En este primer Comit Central, compuesto por 21miembros, destacaban los nombres de Clotario Blest, Oscar Waiss,Luis Vitale, Humberto Valenzuela, Alejandro Cheln Rojas y losjvenes penquistas Edgardo Condeza, Luciano Cruz, Bautista vanSchouwen, adems de los hermanos Marco Antonio y MiguelEnrquez Espinosa.que planteaba los siguientes objetivos bsicos:

La expulsin del imperialismo:En su congreso fundacional, el MIR aprueba un prograsas y bancos extranjeros; ru ptu raperialismo y afectan nuestra soberanmiento de la deud a externa; relacionmticas con todos los pases del m u nL a revolucin agraria: expropiacintrega individual y 1 0 colectiva a losj a n la tierra .L a construccin socialista: socializacin de sectores v ita(bancos, transportes, salud, seguricin de fbricas y empresas de la bministrac in obrera; estatizacin del comercio exterionificacin y adm inistracin de la economa con p a rt icin directa de comits de obreros,

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Se sostena que este programa slo podr realizarse derr@cando a la burguesa e instaurndose un gobierno revolucionadirigido por rganos de poder de obreros y campesinos. Elloplicaba la liquidacin del aparato estatal y represivo burgusu reemplazo por la democracia directa proletaria y las miliarmadas de obreros y campesinds.Al mes siguiente, en septiebre de 1965, el MIR divulgaba pblicamente su Declaracin60

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le en una Repblica Socialista. Pero uno de los aspectos ms no-vedoso fue a aprobacin de la Tesis Poltico Militar denominadaLa conquista del poder por la va insurreccional presentada eideada por Miguel Enrquez, en colaboracin con su hermanoMarco Antonio y Marcelo Ferrada.l5Con una pequea base de militantes y una firme declara-cin, el MIR era un hecho, pero pocos saban que desde aquellaprimera reunin fundacional del movimiento, la Polica de Inves-tigaciones de Chile ya tena infiltrado al grupo. Un alto militante,oriundo de Concepcin, de extraccin social media que hasta es-to s das, ex policas an resguardan celosamente su identidad, seencargaba de informar de todas las actividades del MIR.Desde el momento que Eduardo Frei Montalva asume lapresidencia de la Repblica, su administracin se encarg de re-estructurar a la polica civil, y entre uno de sus objetivos se en-contraba el de investigar a los partidos polticos de lo s diversossectores del mbito nacional. Para ello, se trajo desde Francia aun experto en inteligencia que cre el Departamento de Informa-ciones. Estos hombres elaboraban sendos informes con las activi-dades de los conglomerados, los cuales llegaban a manos del mi-nistro del Interior y hasta el mismo Presidente de la Repblica.Segn ex miembros de la polica civil, en esos aos el infor-mante mirista entreg datos a la institucin, sobre una supuestadoble militancia PS-MIR de los dirigentes Oscar Waiss y ClodomiroAlmeyda. Con el tiempo, individuos pagados por las diversas ra-mas de las Fuerzas Armadas tambin intentaran infiltrar al MIR.En Concepcin, este trabajo de inteligencia en el Ejrcito era diri-gido por el entonces oficial Jernimo Pantoja. As tambin, exmiristas an dudan de la autntica militancia de PatricioMaturana, alias El Gnomoy de Anatolio Hernndez, quienes trasel golpe de Estado, continuaron asesorando a la inteligencia na-val que operaba en el puerto de Talcahuano.Por aquellos aos, Enrique Peebles era un joven estudiantede medicina de la Universidad de Concepcin que rpidamente secomenzaba a destacar en el trabajo poltico. Se afili al Partido

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ploras, seguan siendo los instrumentos ms usados por los segui-dores de Fidel y el Che Guevara, que hasta esos momentos, msparecan unos malos discpulos de Baden Powell que herederosde los barbudos cubanos.Al mismo tiempo, la actividad estudiantil en Concepcintomaba fuerza. Destaca por su capacidad de convocatoria el Mo-vimiento Universitario de Izquierda, MUI, que reuna a miristas,socialistas e independientes de izquierda, excluyendoal PC.Un estudiante de ingeniera, Pedro Holz, haba agrupado asus compaeros de carrera bajo una bandera de izquierda am-plia, con el fin de apoyar a Salvador Allende en las eleccionespresidenciales de 1964.De este trabajo, nacera una organizacinllamada GRAMA (Grupo de Avanzada Marxista),donde nombrescomo Pedro Lansberger, Arturo Villabela, Ricardo Frodden, JuanCarlos Perelman16 y Jos Bordaz comenzaron a destacarse. Unode sus postulados bsicos era lograr la unidad del movimientoobrero con el ~niversitari0.l~El MIR penquista se solidificaba cada vez ms y su popu-laridad al interior de la universidad aumentaba. Pero esta noto-riedad alcanzada por sus mximos dirigentes no se circunscribaa lo meramente poltico. Debido al liderazgo carismtico y atrac-tivo que logran entre el estudiantado, particularmente entre lasmujeres, el movimiento comenzaba a ser una especie de modaentre la juventud. Muchos queran llegar a ser como sus jefes;jvenes, fsicamente apuestos, de alta capacidad intelectual y au-daces. Una especie de aventureros romnticos. Y para quienessoaban en convertirse algn da en la reencarnacin del CheGuevara, el MIR poda ser el mejor camino.Dndose cuenta de esta gran ascendencia entre la juventudpenquista, Miguel Enrquez y los principales lderes miristas desa-rrollan una especie de estilodel nuevo revolucionario chileno. Susvidas deban ser ejemplo de consecuencia. Comienzan a vestirsecon chaquetones y vestimentas oscuras, que curiosamente perte-necan a la Armada de Chile, las que les eran regaladas por donEdgardo, an funcionario de la institucin naval. En adelante,

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muchos militantes agotaran 10s stock de abrigos azul marino, conel nico propsito de parecerse lo ms posible al ideal del jovenrebelde, al ideal mirista. Con 10s aos, la dirigencia del MIR sedaconocida como lavanguardia sexy de Amrica Latina.

En 1967,Miguel Enrquez viaja como dirigente mirista aCuba, donde recibe instruccin militar en Punto Cero, situado a30 kilmetros al este de La Habana. Adems, toma 10s primeroscontactos personales con las autoridades revolucionarias dela isla,en especial con Manuel B&m-ojaPieiro.Como director de la inteligencia cubana, Manuel Pieiro fueel pilar fundamental de lo que lleg a ser uno de los aparatos deseguridad ms eficientes en el mundo. En 30 aos que desempeel cargo, ni un solo hombre de la direccin cubana perdi la vida,a pesar de los continuos intentos, tanto de los exiliados cubanos,la CIA, y opositores internos al rgimen castrista. Con estudiosen administracin de empresa en la prestigiosa universidad nor-teamericana de Columbia, Pieiro se incorpor a la revolucin en1958. Mientras estuvo en Estados Unidos, conoci a su primeraesposa, la bailarina Lorna Burdsall. Desde la llegada al poder deFidel Castro, Barbarroja form el aparato de inteligencia y segu-ridad cubana conocido como G-2.En 1962,se hizo cargo de la Di-reccin General de Inteligencia en el ministerio del Interior, lue-gude-haber cedido parte de su control sobre las actividades decontrainteligencia. En la dcada del 70, se casa con su segundaesposa, la periodista y escritora chilena Marta Harnecker, quiendurante el gobierno de la Unidad Popular se desempeaba comodirectora de la revista ChileHoy.A fines de 1987, como relataJorge Castaeda en su libro La Utopa Desarmada,Pieiro vivaen una sencilla y modesta casa, similar a la de cualquier profesio-nal cubano de nivel medio. All, reciba a sus visitantes en shortsy guayabera.l8 En esas paradojas de la vida, el hOmbre encarga-do de la seguridad en Cuba, mora en un comn accidente de trn-s i to el 12de marzo de 1998, a la edad de 65 aos, siendo sepultadoen el cementerio capitalino de Coln en Cuba.

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waiss.Los jvenes, o el sector no tradicional, se haban apoderadode la Direccin Nacional. La era de Miguel comenzaba.Notas CaptuloIV1.Vitale, Luis:Elproyecto andino del Che, a transicin al socialismoy cronolo-ga comentada de su vida . Pineda Libros. Santiago de Chile, 1997.2.Guzmn, Nancy:Un rito desde el silencio. Ediciones Zom, Santiago de Chile,1998.3.Vitale, Luis y otros autores:Para la Recuperacin de la Memoria Histrica:Frei. Allende, Pinochet. Ediciones CESOC. Santiago de Chile, 1999.4.El Movimiento Espartaco estaba compuesto por militantes de un sector socialms acomodado, muchos de ellos provenientes de la izquierda tradicional. Se-gn el periodista Robinson Rojas, quien perteneci al Movimiento Espartaco,ste se origin en el seno del Partido Comunista chileno cuando la divisin ideo-lgica entre la U.R.S.S. y China Popular alcanz el nivel de ruptura en 1960.Luego este grupo pas a ser en 1963el Partido Comunista Revolucionario (PCR).5 . Segn el historiador Luis Vitale, Enrquez y Van Schouwen habran militadoen el denominado Ejrcito de los Trabajadores y Estudiantes (ERTE) tras suseparacin de las filas socialistas. Sin embargo, la mayora de los entrevistadospor esta investigacin descarta la existencia de este grupo. Ver Vitale, Luis:Elproyecto andino del Che, a transicin al socialismoy cronologa comentada desu vida. Pineda Libros. Santiago de Chile, 1997.6.Martn Hernndez, entrevista con los autores, Santiago,28 de mayo de 1999.

Edgardo Condeza Vaccaro, entrevista con los autores, Concepcin,27de julioMarco Antonio Enrquez Espinosa, entrevista con los autores, Paris, 2 de fe-obet, Julio:El Partido Socialista de Chile (Torno11).Ediciones Prensa Zati-americana, Santiago de Chile,1971..El primer nmero de Revolucin sali a la luz pblica en mayo de 1963, ajodireccin de Miguel Enrquez, y tena como redactores a Mareo Antonioquez, Bautista van Schouwen, Claudio Seplveda, Marcelo Ferrada, Jorgetirrez, Pedro Valds y Ral Jara.. obet, Julio:El Partido Socialista de Chile (Tomo 11).Ediciones Prensa Lati-americana. Santiago de Chile, 1971..La Vanguardia Revolucionaria Marxista, tras la intervencin de los chinos,

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dose todo el grupo hacia ei Hasional de la prensa es dejado en la puerta de la Casa del Deporte,semidesnudo y bajo la lluvia, justo cuando terminaba una fun-cin bufa de 10sJuegos Florales. Ante la risa de quienes c r e apresenciar otra broma mechona, el periodista es asistido por elmdico Ren Matamala, quien enseguida lo lleva al Hospital C1-nico Regional. Con este hecho, Lucian0 Cruz consumaba SU ven-ganza en contra de unode sus ms declarados enemigos.Hernn Osses Santa Mara era director del vespertino No-ticias de la Tarde, un diario fundado slo meses antes y que lleva-ba a cabo una intensa campaa contra los miristas de la zona, enespecial hacia Cruz. El 6 de mayo, un mes antes del ataque, elperidico anunciaba en su portada:iSENSACIONAL! Los sueldos del MIR en la Universidad.En sus pginas interiores, se lea en el artculo Rescatemosla Universidad:AZgunos ejemplos permitirn al lector observar las utilida-des que produce el hecho de ser mirista o proclive al MIR paraobtener un cargo docente o permanecer en l.Francisco Brevis, director del Instituto de Sociologa, ob-tiene una renta de 15 millones de pesos...El mismo caso se repite en la Escuela de Educacin, dondeJulio Csar Inostroza, logra 10 millones 380 mil pesos...El director de la Escuela de Periodismo (Mario Sez), queno tiene ttulo universitario, cobra 10millones380 mil pesos men-suales, ms 462 mil de sueldo vital para gastos de representa-cin. El mismo sueldo que recibe Fnix Ramrez, como director deunidad en Fsica.El artculo antes mencionado, tambin se refera al supues-to adoctrinamientoque estaba sufriendo la Escuela de Sociolo-ga, por parte de Jacques Zylberberg,2 un profesor titular sincumculum que lo justifique, expulsado de Santo Domingo (Rep-blica Dominicana) por mezclarse en asuntos POltiCOS, sealabael peridico.A Osses hay que sacarle la cresta, se Comentaba en el MIR

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penquista. El operativo se plane das antes en una secreta re-unin en el loeal de la FEC. Luis Vitale, miembro de la directivanacional del MIR y profesor de la Universidad de Concepcin,presente en aquel momento dijo:-Mira Luciano, lo que tens que hacer es agarrarlo y tirarloa la pileta de la Plaza de Armas de Concepcin. El tipo va a que-dar haciendo el ridculo. Con eso basta. Cualquier otra cosa quehagan va a ser considerado como un atentado a la libertad deprensa y ah estamos cagados.Sin embargo, Cruz tena en mente otro escarmiento para suenemigo. El plan de Luciano consista en negar cualquier impl2-cancia en el asunto y viajar inmediatamente a Chilln, dondesupuestamente participara en una reunin celebrada en los mis-mos momentos de ocurridos los hechos.Como consecuencia del atentado, al amanecer del 7 de juniode 1969,la polica invada el Barrio Universitario, deteniendo porsospecha a 29 estudiantes, inicindose la persecucin a los princi-pales dirigentes del MIR.3Dos das antes, la noche del 5 de junio, Luis Vitale viajabahacia Santiago, portando un documento del Regional Concepcin,presidido por Bautista van Schouwen, en las que sealaban lasobservaciones planteadas a la Tesis Insurreccional presentada porMiguel Enrquez durante las jornadas de fundacin del MIR. Alllegar a la capital, y enterado de las primeras noticias provenien-tes desde Concepcin, el Secretario General se rene con Vitale.-Ya tenemos todo redactado -anunci Enrquez.-Que tens redactado? -replic Vitale.-Ya est redactado -dijo de nuevo el lder mirista.-Y u dice?-Dice la verdad. Que fue un operativo hecho a espaldas delSecretariado Nacional, documento por lo cual se desautoriza alComit Regional penquista y se plantea su intervencin, si es queno se hace una autocrtica -concluy un molesto y airado MiguelEnrquez, al darse cuenta que otra vez, Luciano se arrancabacon los tarros.72

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@ayo, Luis Mario Lueiano cruz Aguayo era el menor de cuatrohermanos. Haba nacido el 14 de julio de 1944 y sus primerosestudios 10s realiz en el Liceo Alemn de Santiago hasta que en1957, u padre es trasladado hacia la surea ciudad de Concep-cin. All, ingresa al segundo ao de humanidades del Liceo No1de Hombres Enrique Molina Garmendia, donde rpidamente haceamistades con losque seran sus amigos de toda la vida: 10s her-manos Enrquez y-Bwtista van Schouwen.Pero la familia Cruz Aguayo era amiga de larga data de losEnrquez. El padre de Elba Aguayo era el dirigente radicalCeledonio Aguayo Ruiz, quien durante los veranos comparta va-caciones en su campo junto al abogado Marco Enrquez, abuelo deMiguel. Ahora el destino volva a juntar a sus descendencias enlas tierras del Bo-Bo, donde la familia Cruz viva en una tran-quila poblacin militar ubicada en el camino a Penco.Alto, apuesto, extrovertido y de una particular simpata,Lucian0 Cruz se hizo ampliamente conocido y popular apenas lle-gado a la ciudad, unindose aos ms tarde a la guZZ de las fies-tas, mazones y encuentros frecuentados por Miguel Enrquez ysus amigos, quienes lo adelantaban por un ao en el liceo.Si bien Cruz llegara a ser uno de los ms vehementes diri-gentes estudiantiles izquierdistas de la poca, en un primer mo-mento sus principios ideolgicos -identificados luego con la claseobrera- no siempre se habran abrazado a esta idea. Elena DazIslas era en aquellos tiempos una respetada profesora de Caste-llano del mencionado liceo penquista. Gustaba que sus alumnosse interiorizaran de la literatura que hablaba de los grandes pro-blemas sociales y la pobreza en nuestro pas.-Profesora, para qu nos hace leer este tipo de libros, detantos pobres, de tantos problemas, si total, ellos se lo buscaron?-fue uno de los comentarios que la profesora Daz an recuerdade Cruz en aquellos aos.4Este revelador juicio del joven estudiante provoca dudastambin en Eduardo Trucco, contemporneo de Cruz quien opina:

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alumnos. Cierto da lleg la noticia al liceo de que al Galo 10ha-bfan tomado preso en una dc las movilizaciones caIlejeras del ma-gisterio. Luciano no dud en exigir su liberacin y &rigi la pro-testa enfilando por calle Caupolicn hasta llegar a la Plaza hd e-pendencia, subi a una de las bancas desde donde areng a SUScompaeros con acaloradas palabras.An muchos recuerdan sus desafiantes discursos. En unode ellos, Mnica SansMartn, una hermosa estudiante del LiceoExperimental de .Nias de Concepcin, qued favorablementeimpactada frente al espigado dirigente, que, subido al monumen-to de Bernardo O'Higgins, ubicado frente a los Tribunales de Jus-ticia,hablaba persnasivamente. La joven qued enamorada.Militante de las Juventudes Comunistas, Mnica pololedurante un ao con Luciano Cruz. An lo recuerda como una per-sona tierna y romntica, que llegaba con violetas a su casa y es-criba poticas y tristes cartas a su amada. Tiempo despus, ellacomenzaba una relacin amorosa con Miguel Enrquez, lo quehabra provocado un enorme distanciamiento entre ambos ami-gos, al punto de no llegar a dirigirse la palabra el uno al otro, yque habra terminado con una pelea a golpe de puos.' -Buen alumno, que destacaba en Historia de Chile, Filosofay Educacin Cvica, pero con serios problemas con el Ingls,Luciano finaliz sus estudios de humanidades en diciembre de1961.En marzo del ao siguiente, Cruz ingresa a la Escuela deMedicina de la Universidad de Concepcin, la misma carrera se-guida por sus amigos Miguel Enrquez y Bautista van Schouwen,quienes se matriculaban sin ningn problema para su segundoao. Luciano ya militaba en las Juventudes Comunistas.Entre los aos 62y 64, a izquierda se ve abocada a un pro-ceso de profunda discusin interna. El impacto creciente de larevolucin cubana y de los movimientos revolucionarios que sur-gen en toda Latinoamrica, la disputa chino-sovitica y la nuevacampaa electoral del Frente de Accin Popular (FRAP), anzadacon vistas a las elecciones presidenciales del 64. nlanteaban con

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fuerza el debate en torno a la conquista del poder por el proleta-riado. Luciano participa activamente en el proceso, llegando a con-solidar posiciones ideolgicas que lo llevaran a distanciarse de lalnea poltica planteada en ese momento por el Partido Comunis-ta.A ines de 1963, l Comit Regional Concepcin determina suexpulsin de las JJ.CC.*Luego ingresa a lavanguardia Revolucionaria Marxista,don-de milita hasta agosto de 1965, echa en que nace el Movimientode Izquierda Revolucionaria, siendo parte de su primer ComitCentral.Durante su poca universitaria, adems de destacar cornoun activo y fogoso dirigente estudiantil, tambin emerge como lder de los trabajadores, especialmente entre los obreros textilesy del carbn. Entonces cabe preguntarse, cul fue el verdaderopeso poltico de Luciano Cruz en el MIR?Si bien para muchos miristas Miguel Enrquez fue siempreel lder indiscutido del movimiento, para otros, como Luis Vitale,

el ms importante lder del MIR, hasta su muerte, fue Luciano.Era el hombre de masas. Si al MIR se lo conoca y se encarnabaen una figura, era en Cruz Aguayo. Concordante con ese juicio,Alfred0 HofTmann, profesor ayudante en la Escuela de Medicinadurante la poca, recuerda que era Luciano quin diriga las pro-testas, arengaba a los estudiantes y a quien todos conocan y se-guan, adems de destacarlo como un respetuoso a l ~ m n o . ~Jorge Menchaca Pinochet encabezaba a la derecha en laUniversidad de Concepcin a principios de la dcada del 70. Eltambin opina que si bien Miguel Enrquez era intelectualmentemuy superior a Luciano Cruz, era ste el verdadero lder de ma-sas y excelente orador.1 Pero quizs, uno de los mejores juiciosrespecto al liderazgo al interior del MIR en aquello aos, es elentregado por el ex juez Jos Canovas Robles en sus memorias,

quien seal: Miguel era el cerebro y Luciano su hombre de ac-cin. * .Durante los primeros aos del movimiento, en la ComisinPoltica se habra planteado la idea de realizar una gira de con-

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tactos con trabajadores y estudiantes a lo largo del pas con lasdos figuras ms importantes de ambos sectores; Clotario Blest yLuciano Cruz, proyecto que fiqalmente fiacas.12Como candidato del MUI, en 1967Cruz resulta electo presi-dente de la FEC por slo 50 votos de diferencia, y con ello, porprimera vez el MIR alcanzaba una federacin de estudiantes enel pas, aunque cen anterioridad Luciano ya se haba desempea-do como secretario +a organizacin estudiantil. Pero ahora, sufigura empezaba a tener una proyeccin.a nivel nacionaly su nom-bre comienza a ser conocido en todas las esferas del pas. El MIRya no se circunscriba slo a Concepcin y muchos comenzaban ahacerse preguntas sobre este grupo de jvenes revolucionarios,que al mando de Luciano Cruz, obtena una de las federacionesestudiantiles ms importantes. En adelante, el movimiento bus-cara mediante todos los mtodos posibles, asegurarse de la presi-dencia de la FEC, incluyendo la falsificacin de votos y otros tiposde acciones fra~du1entas.l~n diciembre del mismo ao, en elTercer Congreso del MIR, Cruz pasaba a formar parte de la Comi-sin Poltica con un gran respaldo de las bases.

Durante el verano de 1969, viaja a Cuba a un congreso quedurara slo semanas, sin embargo, Luciano Cruz queda maravi-llado con la revolucin, quedndose meses en la isla, donde reali-za una instruccin militar en la base militar de Punto Cero.Al llegar de la isla, sostiene una larga conversacin con suantiguo amigo Juan Putula Saavedra, en donde le plantea unaextraa teora que para Luciano, se constitua en la base de cmose deba vivir al mximo en este mundo.-Patula, la vida es un pasillo que est lleno de puertas abier-tas. Uno para llegar al final de ste, y con ello alcanzar la revolu-cin y triunfar, tiene que ir cerrando cada una de las puertas quete mencion, porque en la medida que las mantenga abiertas, exis-tirn las tentaciones. Uno es un concho y debe cerrar todas laspuertas para tener una sola escapatoria -concluy seriamente

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do, pero con el compromiso de que la conversacin no sea publica-da sinohasta despus de ao nuevo. Sin dejarlo terminar, Tuttinoresponde:-Generale. Io he chido entrevistadore de mucha personaimportanti y chiempre he chabido guardare un checreto.Luciano y Carrasco se retiraron minutos despus, una vezcumplido su propsito.16

An durante la primera clandestinidad, Cruz era quienorganizaba los infaltables asados y tomateras, burlndose de loscuerpos policiales.Para investigar la serie de asaltos bancarios perpetradospor los miembros del MIR entre los aos 69 y 70, la justicia nom-br, en calidad de ministro en visita, al entonces miembro de laCorte de Apelaciones de Santiago Jos Cnovas Robles. Fue stequien conden en rebelda a los principales dirigentes del movi-miento.En sus memorias, Cnovas Robles cuenta, como ancdotareveladora de la deficiencia policial y el espritu aventurero deLuciano, un episodio registrado durante una tranquila tardesantiaguina, cuando caminaba junto a su esposa e hija por calleHurfanos. En el momento en que pasaban frente al cine Lido,sinti unos pasos largos y seguros, hasta que, la persona que ve-na detrs, baj la calzada por el lado derecho y con voz burlona l&-dijo: Con permiso, seor ministro. Grande fue la perplejidad delmagistrado al descubrir que el desconocido que le hablaba eraLuciano Cruz, uno de sus clandestinos condenados.17Asimismo, an siendo un hombre fuera de la ley, se comentaque Luciano Cruz se habra refugiado en algunas dependenciasdel Ejrcito de Chile, debido a sus contactos con el ex oficial MarioMelo y a su consabida relacin familiar con esta institucin ar-mada. Pero a esas alturas, la relacin con su padre, el coronelPedro Cruz ya estaba francamente deteriorada, pues las accionesde su hijo revolucionario, e habran costado su llamado a retirode la institucin.80

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mirista Martn Hernndez, presente en el lugar, contesta la lla-mada:- 4 6 , con quin.-Martn, soy yo, el Gato, dme con Miguel -responde, preo--Al6 Gato, qu pasa? -inquiere Enrquez.-T sabes dnde est J u a n Carlos? Nos quedamos de jun-tar a la una de la tarde, he golpeado varias veces su departamen-t o y nadie responde; su auto est estacionado afuera.-Debe estar adentro, pero psame a buscar ahora mismo

-pide Miguel, sin darle mayor importancia al asunto.20Al llegar ambos al edificio en el que habita Luciano,Valenzuela sube rpidamente hasta el tercer piso, donde viva elelectricista Jaime Bari Rojas, quien meses antes haba ocupado elmismo el departamento de Cruz.-Por casualidad, Lusted tiene llaves del departamento deJu an Carlos?,-pregunt el Gato.-Quin es J u a n Carlos? -dijo Bari.-El del departamento 10 -responde Valenzuela.-No, no tengo.-Pero, no existe alguna manera de entrar? Mire que nece-sito ubicar con urgencia a mi amigo, -exclam Valenzuela en for-

cupado, Ren Valenzuela Bejas.lg

-S, creo que lo puedo ayudar -anunci Bari.Mientras Miguel esperaba afuera, Bari Rojas intentaba en-trar al departamento por una ventana que daba a la calle. Lologra y un penetrante olor a gas lo sorprende. Abre la puerta einmediatamente ingresan Valenzuela y Enrquez, quienes que-dan sorprendidos al ver a su amigo tirado en la cama.-Despierta guatn, despierta! -gritaba un desesperadoMiguel Enrquez, mientras intenta reanimarlo practicndole res-

piracin artificial. Luciano no responda.-Vamos guatn, despierta! -insiste Miguel-. Llama aNeZsonpara que me ayude.

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piemas- ibias. Enseguida llega #&on -Humb&o Sotomayor-,pero al parecer, ya no haba nada que hacer.-&levmoslo a la Posta! -propone un deses