Medios de Comunicación y Sistema Penal en El Capitalismo Tardio

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MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y SISTEMA PENAL EN EL CAPITALISMO TARDIO El autor sostiene que existe una relación estrecha entre medios de comunicación y el sistema penal. Esta conexión caracteriza al Capitalismo Tardío. Sus rasgos principales son la sustitución de editoriales y opiniones inexpertas con presunción de espacialismo en la materia penal. Este proceso es correlativo a una progresiva ejecutivización de las agencias de comunicación social del sistema penal. La legitimación del sistema penal por la prensa no es exclusivo de la coyuntura económica y política actual. Durante el siglo XVIII, la prensa se enrola en la revolución burguesa, que participa en lograr la deslegitimizacion de las viejas criminalizaciones de linaje inquisorial y la abolición de las penas corporales y desproporcionadas. La prensa legitimo intensamente el poder punitivo ejercido por el orden burgues, asumiendo un discurso de defensa social que, pretendiendo fundarse en las fuentes liberales ilustradas, no lograba disfrazar su fascinación por los productos teoricos del positivismo criminológico. La especificidad de la vinculación de los medios de comunicación con el sistema penal en el capitalismo tardio debe ser buscada, en las condiciones sociales de esta transición económica. El proyecto neoliberal precisa un poder punitivo omnipresente y permeable, para el control penal de los contingentes que margina (restringir jubilaciones, destruir parques industriales nacionales, etc.). La acumulación de capital de las empresas de información a un lugar económico central: la NBC es propiedad de la General Electric (no sucedería que le realicen una entrevista a vecino de una usina nuclear). El compromiso de la prensa con el proyecto neoliberal es la clave para comprender esa especial vinculación medios de comunicación – sistema penal, incondicionalmente legitimante. Tal legitimación implica la promoción constante de algunas creencias, y un silencio, complaciente respecto de informaciones que desmientan. El nuevo credo ciminologico de los medios de comunicación, cree en la pena como rito sagrado de solución de conflictos. La ecuación penal: “si hubo delito, tiene que haber pena”, lente ideológica que se interpone entre la mirada de los medios de comunicación y la vida privada o pública. Las consecuencias de esta mistificación o fe en la ecuación penal (Delito->pena) son de acuerdo a Batista: El énfasis otorgado a la inversión de la violación del tabú, es decir a la infracción cometida.

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NILO BATISTA

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MEDIOS DE COMUNICACIN Y SISTEMA PENAL EN EL CAPITALISMO TARDIOEl autor sostiene que existe una relacin estrecha entre medios de comunicacin y el sistema penal. Esta conexin caracteriza al Capitalismo Tardo. Sus rasgos principales son la sustitucin de editoriales y opiniones inexpertas con presuncin de espacialismo en la materia penal. Este proceso es correlativo a una progresiva ejecutivizacin de las agencias de comunicacin social del sistema penal.La legitimacin del sistema penal por la prensa no es exclusivo de la coyuntura econmica y poltica actual. Durante el siglo XVIII, la prensa se enrola en la revolucin burguesa, que participa en lograr la deslegitimizacion de las viejas criminalizaciones de linaje inquisorial y la abolicin de las penas corporales y desproporcionadas. La prensa legitimo intensamente el poder punitivo ejercido por el orden burgues, asumiendo un discurso de defensa social que, pretendiendofundarse en las fuentes liberales ilustradas, no lograba disfrazar su fascinacin por los productos teoricos del positivismo criminolgico.La especificidad de la vinculacin de los medios de comunicacin con el sistema penal en el capitalismo tardio debe ser buscada, en las condiciones sociales de esta transicin econmica. El proyecto neoliberal precisa un poder punitivo omnipresente y permeable, para el control penal de los contingentes que margina (restringir jubilaciones, destruir parques industriales nacionales, etc.). La acumulacin de capital de las empresas de informacin a un lugar econmico central: la NBC es propiedad de la General Electric (no sucedera que le realicen una entrevista a vecino de una usina nuclear). El compromiso de la prensa con el proyecto neoliberal es la clave para comprender esa especial vinculacin medios de comunicacin sistema penal, incondicionalmente legitimante. Tal legitimacin implica la promocin constante de algunas creencias, y un silencio, complaciente respecto de informaciones que desmientan. El nuevo credo ciminologico de los medios de comunicacin, cree en la pena como rito sagrado de solucin de conflictos. La ecuacin penal: si hubo delito, tiene que haber pena, lente ideolgica que se interpone entre la mirada de los medios de comunicacin y la vida privada o pblica. Las consecuencias de esta mistificacin o fe en la ecuacin penal (Delito->pena) son de acuerdo a Batista:El nfasis otorgado a la inversin de la violacin del tab, es decir a la infraccin cometida.La incomodidad generada por los procedimientos legales que intervienen en la acreditacin judicial de que el delito, efectivamente, existi y que el infractor debe ser sancionado por el ilcito. Las garantas de Debido Proceso y Presuncin de Inocencia se alteran. Tensiones graves se instauran entre el delito-noticia, que reclama imperativamente la pena-noticia y el debido proceso legal, la plenitud de defensa y otras garantas constitucionales. Muchas veces estas tensiones son resueltas mediante la flexibilizacin y el recorte de las garantas que distancia al delito-noticia de la pena-noticia. En este proceso, el neoliberalismo se vale de instrumentos anlogos a los empelados en su obra econmico - social. Muy prximo al dogma de la pena encontramos al dogma de la criminalizacin proveedora. En tal sentido se la entiende como el nico acto de gobierno del cual el Estado dispone para administrar los propios conflictos que l cre.Cuando el periodismo deja de ser una narrativa con pretensin de informar en forma fidedigna sobre la investigacin de un crimen o sobre un proceso en curso y asume directamente la funcin investigativa o promueve una reconstruccin dramtica del caso, pasa a actuar polticamente.

LAS CARCELES DE LA MISERIAComo llega a los europeos la Sensatez penalSurgen en el debate pblico, algunos temas como: jvenes, violencias urbanas, barrios sensibles, entre otros, a los cuales, los polticos, socilogos y medios de comunicacin, analizan e intentan dar soluciones al respecto.Este nuevo sentimiento penal que apunta a criminalizar la miseria concebida en los Estados Unidos, se internacionaliza en Europa: sus instituciones, soportes, discursos, agentes e incluso a veces por los mismos que la propagan; a partir de una ideologa econmica y social, basada en el individualismo y la mercantilizacin en, producto de las relaciones entre Estados Unidos y Europa.El impacto de un soloinstituto asesor en los estados Unidos e Inglaterra, habra que reconstruir en su totalidad la trama de relaciones multiples que, enlazan entre si a esos organismos y, a una variada gama de agentes e instituciones que ocupan posiciones de poder en los campos poltico, econmico, periodstico y universitario. Manhattan, forja de la nueva razn penalLa red de difusin de la razn penal, parte de Washington y Nueva York, atraviesa el atlntico para desembocar en Londres y extenderse a lo largo del continente. Los generadores de ideas e institutos de asesoramiento (Ronald Reagan, Margaret Tatcher), lograron alimentar las elites polticas y mediticas con conceptos, principios y medidas que fueron capaces de justificar y acelerar la instauracin de un aparato penal tan prolijo, que enmascar las consecuencias sociales en las regiones inferiores del espacio social, de la desregulacin del trabajo asala riado y del deterioro de la proteccin social.Por su parte Bratton y guiuliani utilizan diferentes teoras (ejemplo: la de la ventana rota), no probadas empricamente, con el nico bjetivo de calmar el temor que producan las clases medias y bajas, para las cuales por lo general utiliza tres medios: la multiplicacin de los efectivos y equipamiento de las brigadas, la reasignacin de las responsabilidades operativas a los comisarios de barrio, con la obligacin de obtener resultados en trminos cuantitativos y relevamiento informatizado (con un archivo central sealetico y cartogrfico que puede consultarse en las microcomputadoras instaladas en los patrulleros). La poltica de la tolerancia cero, apunta principalmente al subproletariado ya que representan una amenaza (son el enemigo) y dicha teora apunta a restablecer la calidad de vida de los neoyorquinos que saben comportarse.

La mundializacin de la tolerancia ceroDesde Nueva York la doctrina de la tolerancia cero(decisin del Estado, de actuar con severidad frente a los desordenes y as liberarse el Estado mismo de sus responsabilidades sociales y econmicas de la inseguridad para apelar a las responsabilidades individuales de los habitantes de las zonas inciviles), se propago como instrumento de legitimacin de la gestin policial y judicial de la pobreza que molesta, por todo el continente a una velocidad fulminante y sin distincin de contextos.|Lo paradjico de esta tctica, es que mientras se difunda por todo el planeta, en Nueva York se pona seriamente en duda, debido a errores de asesinatos y prcticas agresivas por parte del poder policial, lo cual llev a que las brigadas que aplicaban dicha disciplina, setransformaban en objetivo de varias investigaciones administrativas y de dos instrucciones judiciales por parte de fiscales federales, que los consideraron sospechosos de realizar arrestos por portacin de cara y transgredir sistemticamente los derechos de aquellos que son su objetivo. Adems se registro, una cantidad considerablemente creciente de arrestos y detenciones sin motivo judicial: as de 345.130 arrestos en 1998, 18.000 fueron anulados antes que los detenidos se presentaran ante el juez y la corte declaro sin objeto otras 140.000. De esta forma otra de las consecuencias de la tolerancia cero, es haber ahondado un abismo de desconfianza entre la comunidad afroamericana y las fuerzas del orden.

Londres sucursal y cmara de aclimatacinLuego de que Charles Murray diera a conocer su pensamiento a los britnicos para limitar su Estado-providencia y refrenar en Inglaterra el surgimiento de una clase baja de pobres peligrosos, se llego a la conformacin de un libro colectivo, que apunta a lo dicho por Murray acerca de la necesidad de hacer pensar la fuerza civilizadora del matrimonio sobre los jvenes que son esencialmente barbaros y sus compaeras dispuestas a quedar embarazadas porque, tener relaciones sexuales es divertido y bebes beneficioso. Adems se encuentra un captulo de Frank Field (ministro de accin social de Tony Blair), propiciando medidas punitivas orientadas a impedir que madres solteras tengan ms hijos y obligar a los padres ausentes a asumir la carga econmica de suprogenitura; por lo que se cree que el Estado debe tomar en sus manos a los malos pobres y corregirlos.Das despus de la charla de Murray, el ministro de presupuestos de la administracin, afirma en un gran discurso que la reduccin de los gastos sociales apunta a impedir el surgimiento de una underclass, excluida de la posibilidad de trabajar y dependiente de la ayuda social, que el Estado mantena.

La misin del Estado Paternalista:Imponer el trabajo asalariado de miseriaLawrence Mead es autor del libro Beyond, en el que tiene el merito de ver y hacer ver que la generalizacin del trabajo precario, que algunos presentan como necesidad econmica, se apoya en realidad en el uso directo de la coaccin poltica y participa de un proyecto de clase donde, se reemplaza el Estado providencia; maternalista por el punitivo; paternalista, capaz de imponer el trabajo asalariado, desocializado como norma societal y base del nuevo orden de clases polarizado.Para Mead es necesario un Estado fuerte, tutor moral inflexible, nico capaz de vencer la pasividad de los pobres mediante la disciplina del trabajo y el remodelamiento autoritario de su estilo de vida, disfuncional y disoluto; ya que considera que el paternalismo es en verdad una poltica social posracial

La mejor respuesta a la pobreza es dirigir la vida de los pobresLawrence Mead titula un fragmento de su libro El debate sobre la pobreza y la naturaleza humana, en el que presenta las nuevas evidencias que guan la poltica social norteamericana ybritanica, como una regresin hacia una visin atmista, una simple coleccin serial de sujetos guiados alternativamente por su inters y por una cultura de la que manan estrategias y posibilidades de vida: explicaciones de los hechos sociales en contra de los preceptos metodolgicos, borramiento en la divisin de clases sociales; reemplazado por la exposicin entre los competentes e incompetentes y los responsables e irresponsables, en que las distintas sociedades son un reflejo de las desigualdades de las personas y sobre la cual no tienen influencia ninguna poltica pblica. Segn Mead las acciones paternalistas que sostienen a los pobres a la vez que les exige funcionar, brinda ms esperanzas de mejorar la pobreza, que el mero hecho de hacer ms en favor de los pobres.

Importadores y colaboradoresA las tesis de inseguridad incubados en los Estados Unidos, se la debe incluir los dirigentes y funcionarios de los Estados europeos que se unan al restablecimiento del orden, luego de haberse convertido a los beneficios del mercado y a la necesidad de menos Estado. Asimismo los pases importadores de los instrumentos norteamericanos (adaptado a las misiones que incumben a las instituciones policiales y penitenciarias), a menudo los toman por propia iniciativa para adaptarlas a sus necesidades y tradiciones nacionales, tanto polticas como intelectuales, utilizando como pretexto el xito de los otros, adoptando una tcnica de vigilancia y hostigamiento que aunque fracase en todas partes, queda convalidadpor el hecho mismo de su difusin.Los intelectuales mercenarios de las polticas de los think tanks norteamericanos, de los cuales toman estas concepciones, los expertos en seguridad del Ministerio del Interior invierten aqu (tolerancia cero) las causas y consecuencias para suprimir cualquier vinculo entre delincuencia y desocupacin, inseguridad fsica e inseguridad social, aumentos de los desordenes pblicos e incremento de las desigualdades.

El pidgin cientfico de la penalidad neoliberalPor medio de los intercambios intervencionistas y publicaciones, los pensadores intelectuales reformulan las categoras de combate de la inseguridad social en una especie de pidgin politolgico, suficientemente concreto para atraer las decisores polticos y periodistas deseosos de pegarse a la realidad, pero suficientemente abstracto para liberarlo de las marcas que dichas categoras deben a las particularidades de su contexto nacional de origen. De manera que todos los lugares que adoptan las teoras (tolerancia cero), en lugares comunes, en los que se encuentran todos aquellos que ms all de las fronteras, piensan la sociedad neoliberal avanzada, como est desean ser.Abusvon de Caverlay considera que no debe hablarse de el surgimiento de una nueva forma de delincuencia de los menores, como tampoco autorizar a crear un nuevo reagrupamiento de transgresiones titulado violencias urbanas, en el cual los menores estaran bien representados. Sin embargo no hay duda de que esta explosin de las violencias urbanasde los jvenes cados en una delincuencia de exclusin que sirve de pretexto a el tratamiento penal de la miseria. No obstante los gobernantes se rinden a la evidencia y deciden desarrollar la gestin sobre terreno, en la proximidad de los problemas; reforzar las brigadas policiales para menores, intensificar la formacin de policas, responsabilizar penalmente a los pobres y sancionar de forma rpida y legible cualquier acto delictivo de un menor.

Violencias urbanas y violencia carcelariaComo resultado del debate parlamentario de marzo de1999, sobre el proyecto de ley que fortalece la presuncin de inocencia y los derechos de la victima, se concluyo que los residentes de las urbanizaciones en decadencia con el encarcelamiento por parte del Estado; quien no responder a la terrible miseria de los barrios desheredados mediante un fortalecimiento de su compromiso social, sino con un endurecimiento de su intervencin penal. Es decir que las polticas econmicas neoliberales, triunfadoras en todos los pases capitalistas avanzados durante las ltimas dos dcadas y cuyos rasgos principales son: austeridad presupuestaria y regresin fiscal, achicamiento de los gastos pblicos, privatizaciones y fortalecimiento de los derechos del capital, apertura sin lmites de los mercados financieros y los intercambios, flexibilizacin asalariada y reduccin de la cobertura social, a lo que ahora se le suma la extensin del tratamiento punitivo de inseguridad y marginalidad social; que son consecuencia lgica de estpoltica, pensadores, intelectuales, periodistas, polticos (tanto de derecha como de izquierda), avalaron que a la violencia de exclusin econmica, se le oponga la violencia carcelaria.