Medios y Estado

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Publicado en revista Noticias , Buenos Aires, Nº 1680, 7 de marzo 2009, p!" #$ Medios y estado Sergio Caletti La chance de que un nuevo marco jurídico sustituya la Ley de Radiodifusión mer abordarse con racionalidad. Pero si el proyecto avanza, más de uno blandirá lo fantasmas multiuso la sombra de !hávez, las instituciones da"adas, !eausescu, $l caso pone en cruda evidencia una paradoja. $l %obierno & ama%a con un re%al más puro liberalismo a la democracia local' dar acceso al sistema de medios a voces, %rupos e intereses particulares hetero%(neos. La oposición en %eneral, nie%a a que el estado de derecho toque al ne%ocio audiovisual hoy flota en un normativa#, a que limite el oli%opolio, preserve el patrimonio de la nación, e beneficios propios de la libertad a millones. $s curiosísimo cómo los *defens rep blica sostienen el coto menos republicano de todos. !uando parece que nos asemejaremos en al%o a $spa"a, -rancia, $stados nidos y otros países ídolos medios están re%ulados a favor de una mayor democracia relativa#, los cholulos siempre se espantan */i meten la ley de radiodifusión, !hávez va a ser un por senador 0orales di)it# y la mienten como otra cosa, para retener el coto. $s verdad elemental que no hay democracia sin democracia informativa. Pero se desatienden dos flancos asociados a ella, que la e)ceden. no' los medios son centro nervioso de la producción cultural toda, la que tenemos y la posible. medios son el principal espacio público donde los ar%entinos nos ponemos en co y nos reconocemos, para bien y para mal, los unos a los otros. $l oli%opolio e de eso, de la producción cultural, del espacio p blico y de la democracia polí opción es entre las salvajes consecuencias del vacío actual y un estado de der fortalezca la democracia.

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Publicado en revista Noticias, Buenos Aires, N 1680, 7 de marzo 2009, pg. 34Medios y estado Sergio Caletti

La chance de que un nuevo marco jurdico sustituya la Ley de Radiodifusin merecera abordarse con racionalidad. Pero si el proyecto avanza, ms de uno blandir los obvios fantasmas multiuso (la sombra de Chvez, las instituciones daadas, Ceausescu, etc.).

El caso pone en cruda evidencia una paradoja. El gobierno K amaga con un regalo del ms puro liberalismo a la democracia local: dar acceso al sistema de medios a nuevas voces, grupos e intereses particulares heterogneos. La oposicin (en general, liberal) se niega a que el estado de derecho toque al negocio audiovisual (hoy flota en una laguna normativa), a que limite el oligopolio, preserve el patrimonio de la nacin, extienda beneficios propios de la libertad a millones. Es curiossimo cmo los defensores de la repblica sostienen el coto menos republicano de todos. Cuando parece que nos asemejaremos en algo a Espaa, Francia, Estados Unidos y otros pases dolos (cuyos medios estn regulados a favor de una mayor democracia relativa), los cholulos de siempre se espantan (Si meten la ley de radiodifusin, Chvez va a ser un poroto, senador Morales dixit) y la mienten como otra cosa, para retener el coto.Es verdad elemental que no hay democracia sin democracia informativa. Pero se desatienden dos flancos asociados a ella, que la exceden. Uno: los medios son hoy el centro nervioso de la produccin cultural toda, la que tenemos y la posible. Dos: los medios son el principal espacio pblico donde los argentinos nos ponemos en contacto y nos reconocemos, para bien y para mal, los unos a los otros. El oligopolio es tambin de eso, de la produccin cultural, del espacio pblico y de la democracia poltica. La opcin es entre las salvajes consecuencias del vaco actual y un estado de derecho que fortalezca la democracia.