Memoria de laPasión, Crucifixión y Muerte deNuestro … ver el centurión, que estaba frente a...

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Teodor Suau i Puig Memoria de la Pasión, Crucifixión y Muerte de Nuestro Salvador

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Teodor Suau i Puig

Memoria dela Pasión,

Crucifixióny Muerte

de NuestroSalvador

1. Jesús Crucificado.Vitral de la Capilla

del Descendimiento

V IERNES SANTOMEMORIA DE LA PASIÓN, CRUCIFIXIÓN YMUERTE DE NUESTRO SALVADOR

Crucifixión y muerte de Nuestro Señor: Evangelio de Marcos 15, 21-40

Le conducen al lugar del Gólgota, que quiere decir: Calvario. Le daban vino con mirra,pero él no lo tomó. Le crucifican y se reparten sus vestidos, echando a suertes a ver qué sellevaba cada uno. Era la hora tercia cuando le crucificaron. Y estaba puesta la inscripciónde la causa de su condena: «El Re de los judíos.»

Con él crucificaron a dos salteadores, uno a su derecha y otro a su izquierda.

Y los que pasaban por allí le insultaban, meneando la cabeza y diciendo: «¡Eh, tú!, quedestruyes el Santuario y lo levantas en tres días, ¡sálvate a ti mismo bajando de la cruz!»

Igualmente los sumos sacerdotes se burlaban entre ellos junto con los escribas diciendo:«A otros salvó y a sí mismo no puede salvarse. ¡El Cristo, el Rey de Israel!, que baje ahorade la cruz, para que lo veamos y creamos.» También le injuriaban los que con él estabancrucificados.

Llegada la hora sexta, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona.

A la hora nona gritó Jesús con fuerte voz: «Eloí, Eloí, ¿lema sabactaní?», –que quiere de-cir– «¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?»

Al oír esto algunos de los presentes decían: «Mira, llama a Elías.»

Entonces uno fue corriendo a empapar una esponja en vinagre y, sujetándola a unacaña, le ofrecía de beber, diciendo: «Dejad, vamos a ver si viene Elías a descolgarle.»

Pero Jesús lanzando un fuerte grito, expiró.

Y el velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo.

Al ver el centurión, que estaba frente a él, que había expirado de esa manera, dijo:«Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.»

De las celebraciones deltriduo pascual, la más sobriaes la que se celebra al atarde-cer del Viernes Santo: la Igle-sia, admirada ante el dolorpor la muerte de su Señor, re-nuncia a celebrar la Eucaris-tía en este día, único del año,junto al Sábado Santo, quedesembocará en la magnafiesta de la Luz y de la Vida,en el corazón de la noche.Celebración al servicio de lacontemplación del misterio:también amar puede ser su-frir; también amar puede en-gendrar una extraña violen-cia que mata y destruye alque ama.

2. Exvoto (s. XV), en memoria de los difuntosde la inundación de Palma de 1406

Un hecho sin explicación posible, a pesar las razones que lo explican, donde converge el gritode todos los maltratados por la vida y por la historia, desde Abel el Justo hasta el último de entrenosotros que ha recibido la visita de la muerte. También Jesús conoció este tormento. Y lo hizo demanera absoluta: “Padre! Por qué me has abandonado?”. “Realmente, dirá sorprendido el Centurión,viendo como moría Jesús, este hombre era el Hijo de Dios”. Que quiere decir: verdaderamente, estepobre condenado a un tan cruel suplicio estaba muy convencido de que Dios era su Padre! De otramanera, no habría sido posible una muerte así, de alguien que es capaz de poner su vida entera enlas manos de Alguien confesado y reconocido como al Dios más fuerte que el Mal y que el Absurdo.A los pies de la cruz de Jesús, no es preciso entender tantas cosas que no podremos nunca entender.Hay que abandonarse y confiar. “No tengas miedo; solo confía”. Es la palabra que el mismo Jesús ofre-ció al padre de la muchacha, ante el hecho irrecuperable de su muerte, que se convirtió en la puertade la resurrección.

3. Sillería del Coro

También nosotros a menudo pasamos por momentos oscuros. No siempre entendemos el por qué.Cuando vemos sufrir al inocente. O cuando las cosas se muestran excesivamente duras para nuestraspobres posibilidades humanas. Entonces, con los ojos puestos en el Señor Crucificado, podemos decircon Él: Padre! Y empezar a resucitar.

La celebración del Viernes Santo, rememorando las palabras antiguas que hablan del Dios entrañade la vida, del Dios que saca de la nada al ser y llama a la vida aquello que está muerto, nos lleva-rán desde el silencio y la plegaria a la contemplación de la muerte del Salvador. Después, porqueno puede ser de otra manera, tomaremos el pan consagrado en la liturgia del Jueves, comida de los

peregrinos y de quienes buscan, para continuar el camino hacia la Tumba Vacía, que veneraremos enla noche pascual.

En Mallorca, en nuestra Catedral, como final de esta reunión de os fieles cristianos, tiene lugar elDescendimiento de la Cruz: una tradición del siglo XIV, que haciendo uso de las palabras del BeatoRamon Llull, invitan a la meditación mientras acompañamos a Jesús muerto hasta el lugar de susepultura. Mientras resuenan las palabras que cantan: “Descansa y repone en paz; descansa de tus tra-bajos”. Para nosotros es el momento de permanecer en la oración para dejarnos poseer por Cristo. Yponer toda nuestra confianza, como Él, en la bondad sin límites del Padre.

4. Predela del retablo de J. Blanquer. Capilla del Corpus Christi (s. XVII)

Toda iglesia cristiana se halla presidi-da por la cruz, que ha a de ser por exce-lencia el signo del cristiano. Antoni Gaudícolocó en la cima del baldaquín que cu-bre el alatar mayor de nuestra Catedral,en 1912, la cruz con el crucificado y a sulado, María y el discípulo amado. La cruzes figurada con vivos colores: no es signode la muerte y del desastre; es imagen dela gloria que alcanza la eternidad.

Distribuidos en todo su interior, en lasacristía y en el museo, las representa-ciones de la cruz, muy numerosas, ma-nifiestan la centralidad del misterio delCrucificado. Un exvoto del siglo XV, porejemplo, que conmemora la inundaciónde la Ciudad en 1406, reproduce la cru-cifixión de Jesús que con su sufrimientocomparte el dolor de sus hermanos. Enla cima del ventanal sobre la capilla del

5. Descendimiento.Ricard Ankermann

(1886)

6. Representacionesde la Cruz y de la Crucifixión

descendimiento, se ve el Crucificado que da suEspíritu a la humanidad; Maria está a su lado.También puede contemplarse la figura del cru-cifijo sobre las sillas del coro.

Hemos querido añadir la escena del Des-cendimiento de Ricardo Ankermann (1886) y lanarración del juicio de Jesús, pórtico de la pa-sión, que se encuentra a la predela del retablode Jaume Blanquer, una verdadera obra de arteque introduce en el misterio de una humanidad,figurada en los representantes del poder civil yreligioso, que se juntan para condenar al Justo.Sin embargo, la figura más bella del conjunto ésel condenado, que introduce un punto de calmay de paz en el caos de las acusaciones y en eldeseo de muerte a que se ve sometido injusta-mente. También vale la pena contemplar la be-llísima imagen de la Piedad que se encuentraen la Capilla del mismo nombre (la Madre deJesús,que sostiene su cuerpo en sus brazos), sig-no elocuente de la ternura de María, que man-tiene la esperanza en la victoria de la vida sobrela muerte. Con los ojos y el corazón puestos enella, seguimos caminando en compañía de lasmujeres hacia la Tumba Vacía del Señor Jesús.

7. Baldaquín de Antonio Gaudí. Altar Major

9. Imagen de la Piedad.Capilla de la Piedad (s. XV)

8. Representaciones del Via Crucisen la Sillería del Coro

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ITINERARIO

1) Jesús Crucificado.Vitral de la Capilla del Descendimiento

2) Exvoto (s XV), en memoria de losdifuntos de la inundación de Palmade 1406

3) Sillería del Coro

4) Predela del retablo de J. Blanquer.Capilla del Corpus Christi (s. XVII)

5) Descendimiento.Ricard Ankermann (1886)

6) Representaciones de la Cruzy de la Crucifixión.

7) Baldaquín de Antonio Gaudí.Altar Mayor

8) Representaciones del Via Crucisen la Sillería del Coro

9) Imagen de la Piedad.Capilla de la Piedad (s. XV)

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