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MEMORIAS FORO: RETOS Y ENCRUCIJADAS DEL POSCONFLICTO EN COLOMBIA El foro académico se efectuó el 18 de marzo del 2015 en las instalaciones de la Universidad del Rosario. CONFERENCIA INAUGURAL La conferencia inaugural del foro “Retos y encrucijadas del posconflicto en Colombia” estuvo a cargo del profesor Pedro Valenzuela de la Universidad Javeriana. Durante su exposición el Profesor Valenzuela presentó los principales retos que tiene Colombia para el posconflicto, haciendo énfasis en la necesidad de generar una cultura para la paz. Así mismo, resaltó la importancia de cambiar los valores y perspectivas de la sociedad en aras de alcanzar la paz. Para Valenzuela el primer reto del posconflicto se enmarca en el ámbito militar y de seguridad, ya que existen muchas dificultades en el proceso de dejación de armas y reinserción. En esta materia se plantean distintos escenarios que dificultarían el proceso, existe la posibilidad de que no se entregue la totalidad del armamento, dada la incertidumbre del cumplimiento o no de los acuerdos de paz. De igual manera, algunas facciones de la guerrilla quedarán en las montañas, se conformarán grupos criminales y no todos los miembros de las

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MEMORIAS

FORO: RETOS Y ENCRUCIJADAS DEL POSCONFLICTO EN COLOMBIA

El foro académico se efectuó el 18 de marzo del 2015 en las instalaciones de la Universidad del Rosario.

CONFERENCIA INAUGURAL

La conferencia inaugural del foro “Retos y encrucijadas del posconflicto en Colombia” estuvo a cargo del profesor Pedro Valenzuela de la Universidad Javeriana.

Durante su exposición el Profesor Valenzuela presentó los principales retos que tiene Colombia para el posconflicto, haciendo énfasis en la necesidad de generar una cultura para la paz. Así mismo, resaltó la importancia de cambiar los valores y perspectivas de la sociedad en aras de alcanzar la paz.

Para Valenzuela el primer reto del posconflicto se enmarca en el ámbito militar y de seguridad, ya que existen muchas dificultades en el proceso de dejación de armas y reinserción. En esta materia se plantean distintos escenarios que dificultarían el proceso, existe la posibilidad de que no se entregue la totalidad del armamento, dada la incertidumbre del cumplimiento o no de los acuerdos de paz. De igual manera, algunas facciones de la guerrilla quedarán en las montañas, se conformarán grupos criminales y no todos los miembros de las

FARC se desmovilizarán. Por tal razón, Valenzuela planteó que estos retos deben confrontarse con procesos internos en la guerrilla, los cuales garanticen que los líderes del secretariado tengan la capacidad de motivar e incidir en la desmovilización del gran grueso de las FARC.

En este orden de ideas, se resaltó la importancia de la calidad de los programas de reinserción, los cuales deben asumir los costos de la desmovilización, tales como, la asistencia psicológica y el apoyo en la inserción económica, laboral y social.

En complemento, Valenzuela hizo hincapié en la necesidad de reformar las Fuerzas Armadas, ya que en el posconflicto no habría necesidad de contar con unas Fuerzas Armadas tan grandes por la inexistencia del “enemigo interno”. El reto se determina entonces por la desmilitarización de la política colombiana. En este orden de ideas, la educación para la paz es fundamental para Valenzuela, y en particular la educación para la paz en las élites colombianas.

El segundo reto del posconflicto, enmarcado por Valenzuela, es el ámbito político. Dicho ámbito debe generar un verdadero sistema democrático, garantizar el Estado de derecho y la reconciliación. A su vez, las elecciones deben constituirse como un signo de esperanza en la sociedad colombiana.

Según Valenzuela, Colombia a largo de su historia ha tenido una tradición de acomodamiento, teniendo como último referente el Frente Nacional. Sin embargo, el profesor planteó la necesidad de construir un espacio compartido, que incluya distintas propuestas, entre las que se encuentra la que plantea las FARC de una nueva Constitución, una Constitución que refleje los acuerdos en la mesa de negociación de la paz.

En este orden de ideas y con base en la profunda conflictividad social en Colombia, Valenzuela presentó el tercer reto del posconflicto, el ámbito económico y social. Se refirió a la importancia de la atención integral a las víctimas, la asistencia humanitaria, la reconstrucción de la infraestructura y el desarrollo comunitario.

Pedro Valenzuela enunció la importancia y problemática del desminado, el cual será un proceso con muchas dificultades y muy costoso. Así mismo, la relevancia del proceso de rehabilitación de las comunidades y de los desmovilizados para garantizar el éxito en la aplicación de una justicia distributiva, que debe ser el pilar rector del posconflicto.

Para concluir su intervención, el profesor Valenzuela habló sobre el último reto determinado por el aspecto psicológico-social. Evidenció la importancia del tratamiento de traumas de las víctimas, así como del de los victimarios y combatientes, ya que se deben superar las dinámicas guerreristas. En este

sentido, se requiere que se promuevan espacios de reparación y de superación de la desconfianza, que se traduce en la negación a la guerra.

Para Valenzuela, el último objetivo del posconflicto será el de garantizar la reconciliación, por lo cual debe cambiarse el pensamiento equívoco que se basa sobre todo en el nivel micro (donde yacen las víctimas y victimarios) y transcender a un nivel macro que involucre el aspecto estructural e institucional.

Como conclusión se abordó el asunto de las concesiones y penas alternativas para las FARC, Valenzuela habló del gran debate y los dilemas éticos entorno a este tema, y en particular al proceso de reparación enmarcado por la verdad y justicia.

PANEL 1

Reformas al sistema político ¿Qué garantías políticas y electorales debe haber en un posible escenario de posconflicto?

El panel 1 Reformas al sistema político ¿Qué garantías políticas y electorales debe haber en un posible escenario de posconflicto? Estuvo conformado por Iván Cepeda, Senador de la República, Polo Democrático Alternativo; Yann Basset, docente e investigador del Observatorio de Procesos Electorales (OPE) de la Facultad de Ciencia Política y Gobierno-Universidad del Rosario; Alejandra Barrios Cabrera, Directora de la Misión de Observación Electoral (MOE) y Paola Holguín, Senadora de la República, Centro

Democrático. Como moderador estuvo Oscar Palma, profesor de la Universidad del Rosario

El panel inició con la intervención de la Senadora Paola Holguín, la cual expresó su incredulidad frente al proceso de La Habana, y por ende, su dificultad para creer en un escenario de posconflicto. Igualmente, la senadora se refirió al tema de participación política ya que considera que este punto no debe ser negociado ni discutido en Cuba.

Holguín afirmó que el mayor problema en cuanto a la participación política es la ausencia de un estatuto de la oposición, lo que da pie a propuestas preocupantes, como la de las FARC en La Habana con respecto a la modificación del umbral electoral. En este orden de ideas, sostuvo categóricamente que los miembros de las FARC no tienen las facultades decisorias al respecto, y el tema no depende de ellos.

Paola Holguín continuó expresando sus preocupaciones por las negociaciones de paz en La Habana, se refirió al tema de la dejación de armas y al posible incumplimiento de la guerrilla. Insistió en la necesidad de llevar una negociación basada en la verdad y no en una paz armada.

Otra inquietud de la senadora es el rol de los medios de comunicación en el proceso de paz, particularmente en la difusión de la información, pues ella considera que el poder y alcance de estos actores es innegable. Seguidamente, se refirió al proceso de transición, a las regiones y al número de representantes para garantizar la participación de los lugares del país más afectados por la violencia. Lo anterior, según Holguín, implica una revisión institucional, y la aplicación de ajustes que demuestren que en La Habana no se está negociando “todo”.

La senadora se refirió al tema de los delitos políticos y la identificación de estos, hizo afirmaciones tales como: “no se puede hacer política de fusil”, “en aras de la paz no todo puede valerse”, “terminaríamos con un Congreso de bandidos” y “Colombia se ha resistido al modelo que ha propuesto las FARC durante 60 años”. Resaltó también, el papel relevante de la Corte Penal Internacional para juzgar el reclutamiento sistemático de jóvenes.

Para concluir, Paola Holguín recalcó que en Colombia existe una grave crisis del sistema político y de legitimidad, por lo cual los retos que enfrenta el país son: tener más territorio que Estado, asegurar un orden democrático, garantizar la participación de la sociedad y contar una acción gubernamental que esté determinada por la modernidad y la sostenibilidad.

El segundo panelista fue el profesor Yann Basset, el cual centró su intervención en el sistema y las garantías electorales. El profesor comenzó afirmando que cada vez más los procesos electorales en Colombia son más reñidos, y que el

país ha estado aislado de la crisis electoral que ha vivido América Latina en los últimos años, caracterizada por constantes pugnas y reclamos por las elecciones.

Resaltó también que en Colombia cada vez con mayor recurrencia se presentan contestaciones electorales, un ejemplo de esto lo constituyen las críticas del partido Centro Democrático al proceso electoral de 2014. A su vez, se refirió a los problemas que se presentaron en las últimas elecciones locales de 2011, en las cuales se dieron asonadas y distintos fenómenos de violencia en diversos municipios del país (Sitio Nuevo- Magdalena y La Palma- Cundinamarca). Fenómeno que refleja los serios problemas de confianza electoral a nivel local.

Al dar esta explicación, Yann Basset indicó la importancia de dicho nivel local en el posconflicto, ya que las FARC en un futuro aspirarán a los puestos de elección popular en las zonas que han controlado a lo largo del conflicto armado.

Para el profesor existen diversos problemas en materia electoral. En el aspecto técnico hizo referencia a la Registraduría Nacional del Estado Civil, órgano que no ha avanzado en la implementación del voto electrónico, la identificación biométrica, la depuración del censo electoral y el seguimiento a los delitos electorales. Sin embargo, el profesor considera que el mayor problema se encuentra en el Consejo Nacional Electoral, debido al alto grado de politización y al riesgo inminente de parcialización por parte de los nueve magistrados que son elegidos políticamente.

Por tal motivo, se necesita un CNE que ofrezca garantías electorales y que mantenga un perfil bajo. Se requiere que se modifiquen las dinámicas de justicia determinadas por la apertura de procesos en el Consejo de Estado. Así mismo, para el profesor es fundamental crear un organismo Ad Hoc en esta materia, en la rama judicial.

El tercer panelista fue el Senador Iván Cepeda, el cual inició su intervención afirmando que el proceso que se lleva a cabo en La Habana es la búsqueda de un acuerdo político entre el gobierno de Colombia y un grupo insurgente.

Se refirió a la realidad compleja y ambigua que vive el país, sustentada en el problema del narcotráfico y la corrupción. Por tal motivo, para Cepeda la Comisión de la Verdad es fundamental para aceptar la realidad del conflicto colombiano. El Senador invitó al Partido Centro Democrático a contribuir con el proceso de paz.

Indicó que en Colombia hay una carencia de democracia, reflejada en el conflicto armado que ha desangrado al país por más de 60 años. Así, aunque para él, la Constitución Política de 1991 representó un cambio importante, cree

que hoy en día está caducada y en crisis. Por tal motivo, hizo referencia al punto cuarto de la mesa de negociación de La Habana, la apertura democrática para la construcción de la paz.

El Senador del Polo Democrático Alternativo habló sobre la necesidad de realizar reformas estructurales. Como primer punto se refirió a la importancia de un nuevo sistema electoral, que puede estar guiado por el modelo del Instituto Nacional Electoral de México. También, expresó la relevancia del estatuto de la oposición y de la creación de zonas de circunscripción especial para las regiones más azotadas por el conflicto, ya que allí las fuerzas locales son las que deben participar y gozar de las garantías electorales.

Por tal motivo, el Senador indicó que lo que se está pidiendo es una participación gradual. Así como la garantía de transparencia en los medios locales, al servicio de la sociedad y no de los gobernantes.

En cuanto al tema de las víctimas y sus derechos, el Senador insistió enérgicamente en su reconocimiento, así como en la necesidad de eliminar el crimen político (urgen penas más severas) y el paramilitarismo, así como dar pleno reconocimiento a la organización política.

Por último, Cepeda expresó que la refrendación de los acuerdos, la dejación de armas y la participación política son temas que no han sido pactados en la mesa de negociación de paz en La Habana. Para Cepeda, “lo ideal es la reconciliación pero es más ideal la democracia”.

La última panelista fue la Dra. Alejandra Barrios Cabrera, Directora de la Misión de Observación Electoral. En su intervención presentó las líneas de base en materia electoral. Así mismo, se refirió a la propuesta de las circunscripciones especiales en zonas de conflicto, afirmado las dificultades frente a este particular, dadas las condiciones de alto riesgo que se han identificado en estos territorios.

Para la Directora del MOE no se debe hablar de posconflicto sino de “pos-acuerdos”, y en esa materia hay 203 municipios a nivel nacional que estarían dentro de ese proceso. Municipios que comparten características tales como: contar con la presencia de bandas criminales (BACRIM), tener altos índices de pobreza, estar alejados de los centros urbanos y de producción, y carecer de unos niveles mínimos de educación, salud y vivienda.

La Dra. Barrios presentó un claro panorama de la situación electoral en estos territorios vulnerables, de ahí que afirmara la importancia de las elecciones locales para el pos-acuerdo, y para la elección de alcaldes. Por tal motivo, Alejandra Barrios consideró que se deben buscar garantías electorales, y en particular mejorar “la arquitectura institucional electoral”. Esto puede garantizarse por medio del mejoramiento del registro de cedulación y censo, la

existencia del estatuto de la oposición, el respeto al pluralismo político e igualdad de condiciones (umbral y personería jurídica), y unas mejores condiciones para que existan los partidos minoritarios.

PANEL 2

Experiencias de paz: Historia de resistencia no violenta desde la sociedad civil

El Panel 2 Experiencias de paz: Historia de resistencia no violenta desde la sociedad civil estuvo conformado por Luis Emil Sanabria, Director de REDEPAZ, Esteban Reyes, Director de la Fundación Tiempo de Juego, Donaldo Quiroga, Presidente de la Asociación de Trabajadores campesinos de Carare (ATCC) y Juan Manuel Peña, Coordinador de la Fundación Chasquis. Como moderador estuvo Ángela Santamaría, profesora de la Universidad del Rosario. En este panel se expusieron distintos casos de resistencia no violenta en zonas de conflicto armado.

Luis Emil Sanabria, director de Redepaz, inició la intervención con algunas observaciones que la organización ha planteado a partir de estudios realizados, entre las que se encuentran, en primer lugar, la importancia de la transición de la sociedad colombiana hacia la construcción de una paz integral y

reconciliadora. En segundo lugar, la relevancia de rediseñar la democracia y de promulgar la convivencia.

En este sentido, Sanabria afirmó que la participación real de la sociedad colombiana se hace primordial, dado que la inclusión es la clave para lograr una paz que respeta la vida, la diversidad y los derechos humanos. Igualmente, estipuló que a partir del fortalecimiento del Estado se pueden generar múltiples ejercicios ciudadanos de participación. Por tanto, la institucionalidad estatal debe mejorar para generar caminos de salida política a la escasa capacidad local permeada por las debilidades organizativas.

Igualmente, se considera primordial la construcción de la paz territorial, desde los municipios, departamentos y las regiones. Así mismo, es prioritario el reconocimiento y evaluación del territorio en temas de seguridad, economía, identidad, tradición, e institucionalidad local para detectar las falencias del sistema actual y en consecuencia aplicar los correctivos desde un enfoque de derechos humanos. Por otra parte, para el director de Redepaz es necesaria la realización de campañas masivas de promoción y sensibilización para un adecuado proceso de reconciliación en un escenario de pos acuerdo.

Centrándose en casos concretos de resistencia no violenta desde la sociedad civil a las dinámicas de conflicto armado, el Director de la Fundación Tiempo de Juego, Esteban Reyes, planteó la metodología de los tres tiempos que la organización emplea para mejorar las condiciones de vida de poblaciones vulnerables en las periferias de centros urbanos de Bogotá (Altos de Cazucá), Santa Marta y Cartagena.

Para la organización, el fútbol es una herramienta de construcción social, que permite mejorar las relaciones de convivencia y facilita la paz. El fútbol se considera como un transmisor de un mensaje neutro que permite convocar a niños y jóvenes a replicar pautas de comportamiento positivas. El propósito radica en acabar con la reproducción de estereotipos negativos como la violencia, la pobreza, la exclusión, el tráfico de drogas, los delitos, los embarazos no deseados, entre otros.

Igualmente, a partir de la metodología de los tres tiempos, Reyes afirma que tanto jóvenes como niños empiezan a desarrollar liderazgos positivos gracias a un desarrollo inclusivo, retroalimentado y justo en actividades colectivas como el deporte, el teatro, la danza y la música.

Para la Fundación Tiempo de Juego existen cinco retos del pos acuerdo: escuchar a los niños, promover convivencia entre enemigos históricos, establecer puentes entre grupos que tienen conexión, transformar imaginarios y vincular a la sociedad civil en los procesos de transformación.

Por su parte, el Presidente de la ATCC, Donaldo Quiroga, narró la situación vivida en la región de Carare debido a la presencia de actores armados irregulares (FARC, paramilitares, grupos insurgentes, abusos por parte de la Fuerza Pública). Las Amenazas, las arremetidas violentas y el apoderamiento de la comunidad y del territorio, se constituyeron como los principales rasgos distintivos de la presencia armada en el territorio. No obstante, a partir de un acuerdo de respeto por la vía del diálogo, la comunidad logró superar “la ley del silencio” y la promulgación de espacios de concertación no violenta donde la dignificación del otro, los mecanismos de recordación y la garantía de no repetición permitieron construir paz a través de la autonomía de las mismas.

En tercer lugar, Juan Manuel Peña de la Fundación Chasquis, describió el proyecto más relevante de la Fundación a la que representa, titulado “Les voy a cantar la historia, memoria de un conflicto cantada y contada por los campesinos de las Pavas, Bolívar”, a través de cual se logró visibilizar la situación de la comunidad del sur de Bolívar. La Fundación aprovechó los recursos de la comunicación para identificar el caso y apoyar a los campesinos que han tenido que vivir en escenarios de violencia, injusticia y abandono, donde empresas privadas los han explotado y despojado de sus tierras.

Peña afirmó, que la comunicación por el cambio social de la Fundación Chasquis nació como respuesta a la indiferencia y al olvido. La anterior es una propuesta dialógica, que se consolidó a partir de la suma de experiencias participativas y de la voluntad de incidir en todos los niveles de la sociedad. Es así que a través de la música la Fundación ha podido visibilizar el conflicto desde la dignificación, solidaridad, respeto y admiración hacia los campesinos. En el año 2013 a partir de la consolidación y difusión de una reproducción musical, cuatro campesinos de las Pavas obtuvieron el Premio Nacional de Paz y el reconocimiento como víctimas del conflicto armado por parte de la Unidad para la Atención y Reparación integral a Víctimas.

A partir de los casos expuestos anteriormente, se concluyó que la paz va más allá de los diálogos que adelanta el gobierno en La Habana, la paz está directamente ligada a la presencia de un Estado responsable de comunidades vulnerables y olvidadas por la sociedad. Cada uno de los panelistas enmarcó el hecho de que la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento.

PANEL 3

La convivencia en el posconflicto: Desarme, desmovilización, reinserción y reconciliación de excombatientes en sociedad

El Panel 3 La convivencia en el posconflicto: Desarme, desmovilización, reinserción y reconciliación de excombatientes en sociedad estuvo conformado por Sergio Guarín, Coordinador de Paz y Posconflicto de la Fundación Ideas para la Paz, Juan Esteban Ugarriza, docente e investigador de la Universidad del Rosario, Esneyder Cortés, Director de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) y Regís Ortiz, Desmovilizado de las FARC en proceso de reintegración con la ACR. Como moderador estuvo Oscar Palma, profesor de la Universidad del Rosario. En este panel se expusieron distintas opiniones frente a la reintegración de desmovilizados y a la reconciliación como aspectos fundamental ante un posible escenario de pos acuerdo.

En primer lugar, Sergio Guarín, estableció la importancia que tiene la distinción entre la reconciliación y la reintegración. La reintegración es una reconstrucción de un proyecto de vida, mientras que la reconciliación es una

reconstrucción de un tejido social. Para Guarín existen diversos desafíos que presenta la no distinción entre estos elementos, entre los cuales se encuentran la tensión entre los requerimientos y el proceso de desmovilización, la promulgación de la verdad, la actividad diaria de los desmovilizados, la movilización colectiva, los, el vínculo entre la sociedad civil, el gobierno y la fuerza, pública, y la capacidad de amparo estatal. Hizo alusión a la importancia de la verdad, pues para él, mientras más verdad haya, existen mayores posibilidades de reconstruir lazos sociales. Resulta primordial dignificar a los desmovilizados, sin olvidar que éstos deben involucrarse en los procesos de reparación a partir su participación en distintos tipos de actividades.

Por su parte, Juan Esteban Ugarriza hizo alusión a la importancia de una reconciliación política en donde se dé un cambio de las relaciones entre antiguos antagonistas de un conflicto a partir de la coexistencia y aceptación mutua de los mismos. Por lo tanto, es fundamental un acercamiento entre las partes a partir del respeto, la solidaridad, el entendimiento, y la justicia. Resulta compleja la reintegración política, la cual corresponde a la oportunidad de participar en las distintas actividades y decisiones de esta índole.

Igualmente, a partir de un trabajo de investigación que llevó a cabo en la Universidad del Rosario, Ugarriza estableció la importancia de que se promulgue la aceptación mutua entre sociedad y los desmovilizados para el buen desarrollo de la reconciliación y la reintegración. A partir de este estudio se estableció la importancia de generar espacios de diálogo, donde se desarrollen conversaciones entre diversos actores afectados por el conflicto armado colombiano.

En complemento Esneyder Cortes, reiteró la importancia de edificar escenarios de reconciliación entre ciudadanos y antiguos actores armados. Se debe pensar en los desmovilizados como individuos que desean construir un proyecto de vida, encontrar espacio en la sociedad, y ser reconocidos como ciudadanos. Igualmente, estipuló que la reintegración debe darse a partir del reconocimiento de la institucionalidad y la adaptación a una sociedad ya establecida. La adquisición de un rol y dimensión ciudadana es fundamental para el individuo desmovilizado, el cual debe reconocerse en escenarios sociales, políticos y económicos. Estableció también que es fundamental acabar con escenarios de polarización pues deben surgir espacios de reintegración donde primen los deberes y derechos.

Además, Cortés resaltó que la reconciliación debe darse a partir unos acercamientos organizados y ordenados, desde mecanismos institucionales, buscando acabar con el señalamiento, la estigmatización y el rechazo, e involucrando activamente a la sociedad. El perdón es un tema personal, que debe darse individualmente entre afectados.

Por último, Cortés aseguró que la ACR no es un espacio asistencialista, sino un escenario que permite determinar qué requiere y a qué está dispuesto un desmovilizado. Para Cortés, la reconciliación es el escenario ideal de la reintegración, así como el elemento que garantiza la no repetición de acciones violentas delictivas.

Para finalizar, Regis Ortiz, historiador, desmovilizado de las FARC, y en la actualidad, promotor de reintegración de la ACR, hizo un llamado a pensar en un nuevo país sin armas y sin violencia. En cuanto a su experiencia personal, su proceso de desmovilización fue angustiante y miedoso, el cual se ha dado paso a paso. En primera instancia trabajo en proyectos de construcción, posteriormente como voluntario de organizaciones de paz y en la actualidad trabaja en la ACR.

Ortiz relató que en su proceso de desmovilización tuvo que convivir con ex combatientes del ELN, donde se gestaron escenarios de convivencia, y en donde excombatientes de ambos grupos armados se reconocieron como pares y seres humanos que habían vivido el dolor y el miedo del conflicto armado. A partir de lo anterior, Ortiz afirmó que la paz debe darse desde el entendimiento, el respeto, y el reconocimiento de personas con distintos puntos de vista y percepciones de la vida.

Por ende, Ortiz recalcó la importancia de que las FARC se reconcilien con Las Autodefensas, así como con la sociedad civil, para superar el miedo al rechazo y al señalamiento que genera un proceso de reintegración sin las garantías para un buen escenario de reconciliación. Ortiz desea ayudar a construir un mejor país desde la legalidad y sin un fusil.

A manera de conclusión, los panelistas estuvieron de acuerdo en primer lugar, en que para que se geste un escenario de pos acuerdo más oportuno, los procesos de reintegración y de reconciliación son factores claves de reconstrucción. En segundo lugar, que la verdad debe estar presente en cada proceso de reintegración como de reconciliación. En tercer lugar, que la reconciliación debe hacernos crecer como país. En cuarto lugar, la importancia de establecer espacios en donde se puedan compartir experiencias, promoviendo el respeto y el entendimiento del otro. Por último, para los cinco panelistas es fundamental que la sociedad colombiana aprenda a resolver los conflictos a partir del diálogo.

Elaborado por: Alejandro Torres Pedraza – Silvia Forero Castañeda