MENSAJE DE NUESTRO OBISPO

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MENSAJE DE NUESTRO OBISPO Desde el inicio de su Pontificado, el Papa Francisco nos ha llamado a abrazar con pasión la tarea de la Nueva Evangelización. También ha insistido en que para hacerlo, necesitamos salir de nosotros mismos y buscar a los demás, con nuevas formas, nuevos recursos y creatividad, esparciendo la verdad y la be- lleza del Evangelio a todo el mundo, tal y como el Señor nos lo ha mandado (cf. Marcos 16:15) Este nuevo boletín, que llamamos Oremus, se presenta ahora como una iniciativa de la Oficina de Litur- gia de la Diócesis de Oakland para la Nueva Evangelización, de una forma muy práctica: ofreciendo información, catequesis y directrices para los fieles de la Diócesis, tanto a los ministros ordenados como a los laicos. Tal y como el Papa ha enfatizado: la evangelización gozosa se vuelve belleza en la liturgia en medio de la exigencia diaria de extender el bien. La Iglesia evangeliza y se evangeliza a sí misma con la belleza de la liturgia, la cual también es celebración de la actividad evangelizadora y fuente de un renovado im- pulso donativo. (Evangelii Gaudium, n. 24). Yo espero que esta nueva herramienta nos ayude a todos a convertirnos en fieles discípulos misioneros de Cristo. Finalmente, quiero agradecer al Padre Alexander Castillo y Mark Hernbroth por su trabajo conjunto en este nuevo proyecto. Con mi oración y bendición para cada uno de ustedes, suscribo Sinceramente en Cristo, Monseñor Michael C. Barber, SJ Obispo de Oakland

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MENSAJE DE NUESTRO OBISPO

Desde el inicio de su Pontificado, el Papa Francisco nos ha llamado a abrazar con pasión la tarea de la Nueva Evangelización. También ha insistido en que para hacerlo, necesitamos salir de nosotros mismos y buscar a los demás, con nuevas formas, nuevos recursos y creatividad, esparciendo la verdad y la be-lleza del Evangelio a todo el mundo, tal y como el Señor nos lo ha mandado (cf. Marcos 16:15)

Este nuevo boletín, que llamamos Oremus, se presenta ahora como una iniciativa de la Oficina de Litur-gia de la Diócesis de Oakland para la Nueva Evangelización, de una forma muy práctica: ofreciendo información, catequesis y directrices para los fieles de la Diócesis, tanto a los ministros ordenados como a los laicos.

Tal y como el Papa ha enfatizado: “la evangelización gozosa se vuelve belleza en la liturgia en medio de la exigencia diaria de extender el bien. La Iglesia evangeliza y se evangeliza a sí misma con la belleza de la liturgia, la cual también es celebración de la actividad evangelizadora y fuente de un renovado im-pulso donativo. (Evangelii Gaudium, n. 24). Yo espero que esta nueva herramienta nos ayude a todos a convertirnos en fieles discípulos misioneros de Cristo.

Finalmente, quiero agradecer al Padre Alexander Castillo y Mark Hernbroth por su trabajo conjunto en este nuevo proyecto.

Con mi oración y bendición para cada uno de ustedes, suscribo

Sinceramente en Cristo,

Monseñor Michael C. Barber, SJ Obispo de Oakland

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Por Anthony Arteaga, MA

Al empezar de nuevo otro año litúrgico con el tiempo de Adviento, recordamos la expectativa gozosa de que todos esta-

mos llamados como miembros del Cuerpo de Cristo, la Iglesia. Este año, Adviento co-

mienza el 29 de noviembre.

Las Normas Universales sobre el Año Litúrgico y el Calendario general romano

contienen lo que es tal vez la descripción más clara y concisa de Adviento. El documen-

to explica que "el Adviento tiene un doble carácter, porque es un tiempo de preparación

para las solemnidades de Navidad, en los que es recordado la primera venida del Hijo

de Dios a la humanidad, y del mismo modo un momento cuando, por el recuerdo de este,

las mentes y los corazones son llevados a esperar la Segunda Venida de Cristo al final de

los tiempos. Por estas dos razones, el Adviento es un período de alegría devota y expec-

tante.” Durante el tiempo de Adviento, se nos recuerda la venida de Cristo, no sólo en

Navidad, sino también de su segunda venida al final de los tiempos. No debemos enten-

der principalmente Adviento como un tiempo de penitencia en preparación para el juicio

final sobre el regreso de Cristo. En cambio, debemos verlo como una conmemoración

festiva de la encarnación. Es por nuestra atención en la encarnación que llegamos a una

expectativa sincera y alegre de la Segunda Venida de Cristo.

Litúrgicamente, la Iglesia ha promovido continuamente la experiencia de mantener vigilia, ya sea a través de la Misa de la

Vigilia anticipando el domingo en la noche del sábado, la Vigilia por los fallecidos en los ritos funerarios, o la vigilia más impor-

tante, la Vigilia de Pascua. Una manera de pensar de Adviento es como una vigilia larga en preparación para la Navidad. Esto hace

que sea similar a la Cuaresma, que probablemente no es una coincidencia. Aunque los orígenes de cuando se inició el primer tiem-

po litúrgico de Adviento no son completamente claras, se desprende a lo largo del primer milenio del cristianismo, el Adviento era

como una Cuaresma tardía porque no era aún el comienzo del año de la Iglesia (esto no ocurrió hasta el siglo IX; en la Alta Edad

Media, 24 de diciembre fue el comienzo del año litúrgico). Los dos contenían cinco domingos, como se ha visto en varios docu-

mentos litúrgicos históricos como el Sacramentario Gelasiano, los dos fueron marcados por el ayuno y la penitencia, y los dos con-

tenían un "día libre" especial a medio camino. Sin embargo, en el siglo X, el Adviento en la iglesia universal fue acortado oficial-

mente cuatro domingos por el Papa San Gregorio VII (1073-1085) y, a medida que pasaba el tiempo, ya no se enfocó tanto en el

ayuno y los aspectos penitenciales de la temporada. El entendimiento se convirtió en la preparación para la Navidad no en el peca-

do, sino a ser llenado con una sensación creciente de alegría anticipada. Es por esta razón por la que tenemos el domingo de Gau-

dete durante el Adviento, en cual, literalmente, "regocijamos" estamos a mitad del camino para esperar el nacimiento de Cristo.

Esta celebración refleja el Domingo de Laetare, que es visto como un día de relajación del ayuno, la penitencia y la simplicidad

litúrgica de la Cuaresma.

(continuo p. 4)

Adviento: Una temporada

de Alegría Expectante

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NOTAS SOBRE LITURGIA: Desde el Misal Presentamos aquí información útil sobre las rúbricas y otros elementos prác-ticos para las celebraciones litúrgicas.

Primera Parte: El Acto Penitencial

El Acto penitencial es parte de los Ritos Introductorios al inicio de la misa, que incluye la Entrada, el saludo, el Acto Penitencial, el Kyrie (Señor ten Piedad), el himno del Gloria y la Oración Colecta.

Hay cierta confusion sobre las diferentes formas del Acto Penitencial, que debe distinguirse del Kyrie (Señor ten Piedad). Hay básicamente CUATRO optiones para celebrar propiamente el Acto Penitencial durante la Misa:

1. La fórmula de Confesión General, conocida como el “Yo Confieso”. El Sacerdote y la Asamblea rezan juntos la oración, y al final el sacerdote reza la absolución general (“Dios todopoderoso y eterno tenga piedad de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.”) Inmediatamente después se canta o reza el Señor ten piedad.

2. La segunda forma es un breve diálogo”

Sacerdote: Señor, ten misericordia de nosotros. Pueblo :Porque hemos pecado contra ti.

Sacerdote: Muéstranos, Señor tu Misericordia. Pueblo: Y danos tu Salvación.

El sacerdote reza la absolución general (igual que en la forma 1), y después se canta o se reza el Señor ten Piedad.

3. La tercera forma combina el Acto Penitencial con el Kyrie. Se trata de unas invocaciones intercaladas con el Señor ten piedad, seguidas por la absolución general. Estas son invocaciones, no peticiones, y los textos autorizados, con muchas opciones, apare-cen en el Missal. Como ya se incluyó el Señor ten piedad, naturalmente que no se repite, sino que después de la absolución general se pasa al himno del Gloria.

4. En ciertas ocasiones, sobre todo en los Domingos y especialmente durante el Tiempo de Pascua, el Acto Penitencial se puede reemplazar por la bendición y aspersion del agua, como memorial de nuestro Bautismo (Apéndice II del Misal Romano). Esta sería la “cuarta forma” del Acto Penitencial.

Como hemos visto, al terminar las dos primeras formas del Acto Penitencial , siempre sigue el Kyrie ( Señor ten piedad), pero sin añadirle estrofas (que se usan solamente en la tercera forma).

Terminado el Acto Penitencial, se continúa con el Himno del Gloria, si corresponde en la Misa que se está celebrando, y luego la Oración Colecta.

Es importante recordar entonces:

No se debe cantar solamente el “Señor ten Piedad”. En las formas 1 y 2 hay unas oraciones que van antes; y en la forma 3 hay que incluir las estrofas.

La tercera forma, con las estrofas, es la única que puede ser dirigida por otra persona que no sea el sacerdote, o sea, por el diácono u otro ministro (cantor, coro). Pero la absolución al final siempre la hace el sacerdote.

El rito de la bendición y aspersion del agua es un rito en sí mismo, y no debe mezclarse con otros (por ejemplo, con la Proce-sión de Entrada o con el Himno del Gloria).

Esperamos que estas notas les ayuden en sus celebraciones!

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Adviento: Una temporada de Alegría Expectante (cont’d de p2) . Junto con las expectativas, el tema de la preparación es otro atributo de Adviento, que vamos a ver claramente en las lecturas dominicales del nuevo año litúrgico Ciclo C. El Evangelio de la primera semana, y las Segundas Lecturas del primer, segun-do, y tercer domingo de Adviento todas tratan de la última venida de Cristo al fin de los tiempos y la forma en que conscientemente debemos prepararnos y estar listos para recibir al Señor cuando él venga. Del mismo modo, las lecturas de la última semana de Ad-viento se centran en cómo Dios lleva a cabo su plan de salvación a través de la vida no sólo de María, sino también de otros. Ellos además nos recuerdan que debemos estar preparados y listos para recibir a Jesús cuando venga no sólo en Navidad, sino también en el fin de los tiempos.

Marcar el tiempo es esencial en nuestras vidas. Ritualizamos el comienzo del Año Nuevo, el cambio de estaciones, días de fiesta, cumpleaños, aniversarios, etc. El año litúrgico no es diferente. Saber en qué período del año estamos nos permite vivir más

plenamente nuestra vocación cristiana al patrón de nuestra vida en el misterio pascual de la vida, muerte y resurrección de Jesús. El Papa Francisco ha proclamado el próximo año litúrgico como el Año de la Misericordia. Recordemos que lo comenzamos en Ad-viento, mientras esperamos que se encuentre encarnada la misericordia de Dios en el Niño Jesús en Navidad continuará a lo largo de

todo el año litúrgico mientras escuchamos las Escrituras y aprendemos a entender la vida de Jesús y sus enseñanzas misericordiosas como ejemplo para modelar nuestras propias vidas.

Anthony Arteaga es el Director de Liturgia en la Parroquia de San Buenaventura en Concord. El tiene una Maestría en Estudios Litúrgicos de la Graduate Theological Union, afiliada a la Escuela Jesuita de Teología, y una Licenciatura en Ciencias de la Reli-gión del Colegio de Santa María de California. En la Diócesis de Oakland ha ocupado anteriormente posiciones como Coordinador de Liturgia en la parroquia San Carlos Borromeo en Livermore y como Director del Ministerio de Música y Director Interino de liturgia, oración, y Formación de la Fe en el Colegio de Santa María de California en Moraga.

Domingo 29 Noviembre Primer Domingo de Adviento

Sábado 5 Diciembre Peregr inación Diocesana en honor a Nuestra Señora de Guadalupe La peregrinación inicia a las 8:30 a.m. en la Iglesia de San Luis Beltrán y concluye con la celebración de la Eucaristía en la Catedral, presidida por el Obispo Barber

Martes 8 Diciembre La Inmaculada Concepción (Solemnidad) Patrona de los Estados Unidos de América Día de precepto (obligación de ir a Misa) En este día, el Papa Francisco inaugurará el Jubileo de la Misercordia en Roma

Sábado 12 Diciembre Nuestra Señora de Guadalupe (Fiesta)

Las instrucciones sobre la manera apropiada de celebrar la Fiesta de la Virgen de Guadalupe

este año están disponibles en http://www.oakdiocese.org/ministries-pastoral/worship

Domingo 13 Diciembre Apertura del Jubileo de la Miser icordia en la Catedral de Oakland. El Obispo Michael Barber celebrará la Misa de las 10 de la mañana y abrirá la Puerta Santa de la Misericordia

Viernes 25 Diciembre La Natividad de Nuestro Señor Jesucr isto (Solemnidad) Día de precepto (obligación de ir a Misa)

Domingo 27 Diciembre Fiesta de la Sagrada Familia

Viernes 1º Enero, 2016 Solemnidad de Santa María, Madre de Dios Día de precepto (obligación de ir a Misa)

Domingo 3 Enero La Epifanía del Señor (Solemnidad) Fiesta principal de la Catedral de Oakland

Domingo 10 Enero El Bautismo del Señor (Fiesta)

Miércoles 10 Febrero Miércoles de Ceniza – Inicio de la Santa Cuaresma Día de ayuno y abstinencia; NO es día de precepto.