Mensajero Seráfico -Año 2013 -Octubre

El Mensajero Seráfico - Octubre 2013

Cb. Serafico oct-13:. 26/12/13 13:05 Página 5

PORTADATraemos a nuestra portada ese cuadro de la campaña vocacional de los Capuchinos.

Francisco de Asís oye la palabra de Jesús y se ofrece generoso: “¿qué quieres que haga?”.Imita a Cristo, sigue a Cristo y llega a ser “otro Cristo”. Imitésmole…

CONTRAPORTADAFrancisco de Asís dictó a sus fieles el cántico de las criaturas. Es una bella oración que

traemos a nuestra contraportada.

VENID CON FE Y AMOR ANTE LA IMAGEN DE JESÚS DE MEDINACELI. OS PIDO ALGO MÁS. TRAED UNA SUSCRIPCIÓN NUEVA A EL MENSAJERO SERÁFICO. JESÚS OS LO AGRADECERÁ Y PREMIARÁ.

EL MENSAJERO SERÁFICOREVISTA DE ORIENTACIÓN GENERAL – AÑO CXXV – NÚM. 1631 – OCTUBRE 2013

El Mensajero Seráfico - Octubre 2013

Director: P. ÁNGEL GARCÍA DE PESQUERA.Administración: fr. Miguel Ángel Fernández Reyero.Edita: Provincia Capuchina de España.Dirección: Plaza de Jesús, 2. 28014 Madrid. Teléfs. 91 429 93 75 y 91 429 68 93.

PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN ANUAL:España: 10 euros. Como bienhechor: 15 euros.

Extranjero: Vía superficie: 20 euros o su equivalente en dólares.Vía aérea: 45 euros o su equivalente en dólares.

Nuestra cuenta en Caja de España es el Nº-2096-0586-12-3036829502.

✓ Traed a Francisco de Asís✓ JMJ Río: Un abrazo

del Papa Francisco ✓ San Francisco de Asís:

Un Francisco de ayer y de hoy✓ Mártires Capuchinos

de España en el siglo XX✓ Carta abierta C✓ Desde la administración✓ Una aventura sorprendente✓ De aquí y de allá✓ Don y tarea de

la fe

✓ Instantáneas evangélicas✓ ¿Cuántas veces reza

el que baila?✓ Misiones capuchinas

de ayer y de hoy✓ Almas franciscanas✓ Sentir la presencia de Dios✓ P. Benjamín Pertejo,

un Capuchino✓ Llegaron a la Casa

del Padre✓ Libros✓ Gracias y favores…

SUMARIO


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Como modelo

– Señor, ¿qué quieres que yo haga?– Señor, que yo haga siempre lo que tú quieres…

Como maestro

– Señor, haced de mi un instrumento de paz.

– Que donde hay odio yo ponga amor.– Donde hay ofensa ponga perdón.– Donde hay discordia ponga unión.– Donde hay error ponga verdad.– Donde hay duda ponga fe.– Donde hay desesperanza

ponga esperanza.– Donde hay tinieblas, ponga luz.– Donde hay tristeza

ponga yo alegría.

– Que no me empeñe tanto en ser consolado como en consolar, en ser comprendido como en comprender, en ser amado como en amar…

Como compromiso

– Que yo realice mi parte.– Que la vuestra os la enseñe Cristo…

P. Director

Traed a San Francisco de Asís

Serafico oct-13:. 26/12/13 13:06 Página 289

Los franciscanos estamos muyfamiliarizados con la pinturade Murillo en la que se ve a

Francisco apoyándose en el globo te-rráqueo para alcanzar a abrazar aCristo Crucificado, quien facilita lascosas descolgando uno de sus bra-zos para enlazar a Francisco. El Pa-pa Francisco en Río no se ha limita-do a levantar hieráticamente su brazoderecho para bendecir a las multitu-des que abarrotaban las aceras a supaso para la residencia o para los ac-tos. Ha abrazado a cuantos ha podi-do empezando por los periodistas del

avión y, en algunos casos, detenida-mente como a un joven cuya foto harecorrido los medios.

Gesto y compromiso

Ya es un tópico hablar de los ges-tos del papa Francisco. Los hace ymuchos, pero no como brindis al sol,sino que van cargados de ternura yde eficacia. Desde la primera au-diencia le hemos visto abrazando aniños y desde su primer viaje a Lam-pedusa abrazando a los maltratadosde la vida. Este viaje no estaba pro-gramado, pero cuando el malheridoestá al borde del camino, hay queacudir a atenderle sin demora y sinprotocolos. Lo explicaba muy bienen su visita a la favela Varginha deRío. “Quería abrazar a todos, peroBrasil es tan grande que no puedoabrazar a todos; vosotros representáisa todo Brasil y a todo el mundo”.Como me recuerdan esas palabraslas de san Francisco en una de suscartas: “Siendo ya siervo de todos, es-toy obligado a servir y anunciar lasodoríferas palabras de mi Señor a to-dos. Como no puedo hacerlo perso-nalmente, os escribo esta carta”.

Y el Papa que viajaba para presi-dir los actos de la JMJ: se dirigió alos jóvenes que buscaban “refugioen el abrazo de Cristo” en encuentrosmemorables, pero no les quería se-

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JMJ Rio: Un abrazo del Papa Francisco


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parados del tejido social. Forman par-te de una sociedad que los necesitay de una Iglesia que los envía. LasJMJ no son una fiesta que terminacuando llega la hora de cierre. Es lle-narse de Cristo para salir a repartir-lo. Por eso multiplicó sus encuen-tros: habló a obispos, sacerdotes yreligiosos; visitó a Nuestra Señorade la Aparecida, y a los enfermos.Las autoridades quedaban para la fo-to del protocolo. Lo importante eranlos que vivían la fe y tenían el en-cargo de Cristo de trasmitirla. Muyen especial, al máximo organismolatinoamericano del Celam, cuyo dis-curso creo que es el de más peso pas-toral de toda la Jornada.

El Papa Francisco no citó el abra-zo de san Francisco a Cristo, pinta-do por Murillo, pero sí el abrazo deFrancisco al leproso, citándose a símismo en la Lumen Fidei, encíclicarecientemente publicada. Abrazo, co-munión, acercamiento, inclusión, in-

cardinación, inculturación: encuen-tro. Es la dirección correcta del mi-sionero. Y los jóvenes de Brasil or-ganizaron su encuentro en la ondadel mandato de Jesucristo: “Id almundo entero y proclamad el Evan-gelio. Como lo hizo Jesús con los deEmaús, escena que es todo un iconode la acción pastoral”, les dijo a losObispos.

Los tres millones de jóvenes de laJMJ, los miles de participantes en losdistintos actos de su agenda, se vie-ron acogidos por un Papa que pres-cindió del papamóvil para sus des-plazamientos y que incluso bajó lasventanillas de su automóvil para quela gente le tocara y le sintiera. El hue-le a Pastor, pastor que quiere cargarsobre sus hombros a descarriados ydébiles. Pastor que quiere tener cer-ca y abrazar a todos. El cristiano de-be sentirse llamado al abrazo, al en-cuentro, a la fraternidad.

Valentín Martín


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Francisco de Asís ha sido un san-to influyente y popular… No só-lo en su tiempo, cuando se ga-

nó el título de “el rey de la juventud”.Se hizo famoso como sostén de la Igle-

sia. El Cristo de San Damián le pidióque reparase la Iglesia. Físicamentese nos entregó intentando “reparar Igle-sias” y hasta se nos dió la imagen deFrancisco con la Iglesia apoyada ensu hombro y dando esperanza de sos-tener la Iglesia…

Han pasado los siglos. Francisco haseguido firme en actualidad. Revistas,libros, seguidores han sabido presen-

tar a Francisco como un santo llama-tivo… Su atracción siguió haciéndo-se eficaz.

La historia de los pueblos la vemosllena del espíritu franciscano. OscarWilde dijo que sólo había una verdaddespués de Cristo: Francisco de Asís.

Lenin confesaba a sus íntimos, enel lecho de muerte, que para realizarlo que había pretendido para Rusia hu-biera bastado con diez hombres comoFrancisco de Asís…

El Senador Kefauver entregó al Pre-sidente Eisenhower la oración de lapaz como el mejor programa para unPresidente de EE.UU…

Jorge Clemenceau, llamado por losfranceses “padre de la victoria”, con-siderando los problemas de Francia,confesó antes de morir: “Yo no creoen Cristo, ignoro si estoy bautizadopero estoy íntimamente convencidode que la única fuerza que puede sal-var a Francia es el ideal evangélico. Sitodos los cristianos tuviesen en susvenas una gota de la sangre de Fran-cisco de Asís, creería en la resurrec-ción de mi patria…”.

Ernesto Renán, en el ocaso de su vi-da, se dirigió con acento nostálgico asu discípulo Sabatier en estos térmi-nos: “Tu serás el historiador de SanFrancisco. Te envidio. San Franciscosalvó a la Iglesia del siglo XIII y su

Francisco de AsísUn Francisco de ayer y de hoy


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espíritu ha permanecido extraordina-riamente vivo desde entonces. A Fran-cisco de Asís le necesitamos, y si sa-bemos buscarle, volverá”…

Francisco en aquellos tiempos difí-ciles se siente un revolucionario. ElCristo de San Damián le había dicho:“Ve y repara mi iglesia”. Eran tiem-pos duros. Fue implantando nuevosideales y nuevo espíritu.

Tenemos en él un líder alegre y ge-neroso ante el mal. Se suscitó multi-tud de seguidores. A través de los si-glos surgieron multitud de entusiastasseguidores. Me estoy recordando denombres concretos: Jorgensen, Ches-teton, Papini, José Mojica. Adquiríanla sencillez de su espíritu y el entu-siasmo de su seguimiento.

Jacinto Verdaguer nos dejó la afir-mación: “O por fraile o por hermanotodo el mundo es franciscano”.

Sus ideales y espíritu se han difun-dido. Los últimos Papas de la Iglesiase nos presentan en inquieta búsque-da del espíritu de San Francisco.

Recuerdo al papa Pío XII y sus fra-ses claras:

– “Tengo la finísima convicción deque por la difusión del espíritu de SanFrancisco lograremos hoy salvar almundo…

– El mundo actual necesita con to-da urgencia la visión franciscana dela vida…”.

Juan XXIII soñó con la esperanza deun gran concilio a la sombra de Fran-


cisco de Asís… El 4 de Octubre del año1962 Juan XXIII se alejaba de Roma enun viejo ferrocarril. Iba en peregrina-ción a Asís. El motivo de aquel sensa-cional viaje era postrarse ante la tum-ba de San Francisco e implorar suespíritu para el Concilio Vaticano II.Buscaba un espíritu de fraternidad, deacogida, de paz y de amor… Luego elPapa lo explicaría:

– “Me he acordado de la figura deFrancisco en la búsqueda de la fuer-za de ánimo necesaria para empren-der grandes cosas. Es que quiero re-formar a la Iglesia conforme al espíritude humildad, pobreza, y amor que nosenseñó el que hasta a los lobos lla-maba hermanos”…

Pablo VI el 4 de octubre de 1966 sefue a la Sede de Naciones Unidas adar al mundo el gran mensaje fran-ciscano de la paz.

Juan Pablo II en su encíclica “Re-demptoris Missio” nos llevaba a estaconsideración: “El hombre contem-poráneo cree más a los testigos que alos maestros, cree más la experiencia

que la doctrina, en la vida y los hechosque en la técnica”.

El Arzobispo de Buenos Aires, Car-denal Jorge Mario Bergoglio era ele-gido en la tarde del día 13 de marzo,en la tarde del segundo día de Cón-clave, en el 5° escrutinio. A las 22:22horas salió al balcón y saludó al mun-do. Presentó su nuevo nombre = Fran-cisco. No era solo un nombre. Se tra-taba de un espíritu. Luego aclararía queel nombre de Francisco lo tomaba deFrancisco de Asís. Quería recoger elespíritu de San Francisco y darle nue-va vida en la Iglesia. Quiere vivir ba-jo el signo de la sencillez.

Se ha quitado la muceta roja de lavestidura blanca papal y los mocasi-nes rojos que caracterizan la imagendel Papa… Sigue utilizando los zapa-tos negros con los que llegó a Romadesde Buenos Aires. Desde un primermomento mostró un estilo nuevo y uncamino de sencillez:

– Tomar un autobús con el resto delos cardenales o un automóvil cuandohan de trasladarse dentro o fuera delVaticano y en el autobús del Papa.

– Pronunciar las homilías desde elcorazón, sin leer ningún texto origi-nario.

– Arreglar con sus manos el ramoque él mismo colocaría sobre el altarde la Virgen cuando acudió a dar gra-cias por todo el segundo día de supontificado.

– El mismo acomodó y colocó elmicrófono para hablar en público.

– Al volver hacia el Vaticano pasapor donde se había hospedado antes

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del Cónclave para retirar sus maletasy pagar la cuenta.

– El segundo día tuvo una misa enla Capilla Sextina y les dirigió una ho-milía en italiano y no en latín como eracostumbre…

– El domingo, diecisiete, celebró laMisa en la Iglesia de Santa Ana, quees la iglesia Parroquial del Vaticano yal final se fue afuera de la puerta pa-ra saludar y despedir a todos los par-ticipantes…

– El día 19 invita a todos a celebrarla creación, “preocupándose por todosy cada uno, con amor, especialmentepor los niños, los ancianos, quienes sonmás frágiles y que con frecuencia sequedan en la periferia de nuestro co-razón… y concretó: “No tenemos quetener miedo a la bondad ni tampoco ala ternura”.

– El verdadero poder es el servicioa los más necesitados y concretó: “De-be abrir los brazos para custodiar to-do el pueblo de Dios y acoger conafecto y ternura a toda la humanidad,especialmente a los más débiles, a losmás pequeños que Mateo describe enel juicio final sobre la caridad: Al ham-briento, al sediento, al forastero, aldesnudo, al enfermo, al encarcelado”.

– El Jueves Santo, 28 de marzo, sefue a celebrar “La misa de la Cena delSeñor” en la cárcel de menores de laMarmi y lavó, y besó los pies de do-ce encarcelados.

A nuestro Papa Francisco se le vie-nen ya dando nombres:

– El primer Papa de la historia mo-derna.

– El primer Papa hispanoamericano.– El primer Papa Jesuíta.– El primer Papa que ha escogido

el nombre de Francisco.No sólo ha escogido el nombre de

Francisco. Quiere vivir y que la Igle-sia viva el espíritu franciscano, conpasión, ternura, bondad, serenidad,sencillez, respeto. El mundo moder-no necesita más testigos que maestros.Que cada uno de nosotros con nues-tra vida levante el cometario que ha-cia de él una mujer argentina: “Cuan-do le veo hacer lo que hace y cómo lohace, crece mi fe”.

Fray Ángel García de Pesquera


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El camino de los Mártires, en elrelato del vidente de Patmos,culmina en un himno de ala-

banza a Dios y al Cordero inmolado.A esta serie de elegidos pertenecentambién los Siervos de Dios Andrés

de Palazuelo (en el siglo: MiguelFrancisco González González) y susXXXI Compañeros, que serán bea-tificados el 13 de octubre en Tarra-gona, los cuales resplandecen en elhorizonte de la Iglesia y de la so-ciedad con la corona del martirio.Ellos, en realidad, dentro del con-texto de vicisitudes de la persecu-ción antirreligiosa que se desató enEspaña en la primera mitad del si-glo XX, fueron llamados a dar a Cris-to el testimonio extremo de la fide-lidad y del amor, no cedieron ante lacrueldad y la injusticia y unieron susangre a la del Cordero Divino.

En aquel contexto político, clara-mente discriminatorio y persecuto-rio, los Siervos de Dios eran plena-mente conscientes de que su fe y sucondición de religiosos eran motivosmás que suficientes para conducir-los a la muerte.

El amor a Cristo y la fidelidad asu profesión religiosa, sin embargo,no desfallecieron jamás. Constreñi-dos a enfrentarse con la dureza deuna ideología inhumana y conscien-tes de querer seguir al Cordero en el

MÁRTIRES CAPUCHINOS DE ESPAÑA EN EL SIGLO XX32 Testigos de la Fe

Esos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son, y de don-de han venido?

Yo le dije: –Tú lo sabes.Y me respondió: –Estos son los que salieron de la Gran Tribulación, y

lavaron sus vestidos y los han blanqueado en la Sangre del Cordero (Apo-calipsis 7.13-14).


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camino de la cruz, ante los verdugosmanifestaron una gran fortaleza deánimo y no se advirtió en ellos de-caimiento alguno: fue inquebranta-ble en su corazón el abandono con-fiado en la voluntad de Dios.

El propio Jesús había advertido asus discípulos que “llegará un tiem-po en el que quien os mate creeráque rinde culto a Dios” (Jn 16, 2).Se refería a la que habría sido la re-acción de muchos piadosos judíos.Las palabras de Jesús: “Seréis odia-dos de todos por causa de mi nom-bre”, suenan como la advertencia delSeñor en una perspectiva mucho másamplia que se extiende y abarca lossufrimientos y persecuciones cris-tianas a lo largo de veinte siglos decristianismo.

Las primeras persecuciones y elprimer gran grupo de mártires tu-vieron lugar durante el imperio ro-mano. La Iglesia primitiva se habíamostrado inflexible para no conta-minarse con los cultos paganos. Muypronto los cristianos fueron vícti-mas de las penas más crueles pre-vistas en el mundo romano, confir-mando las palabras de Cristo: “Osmando como ovejas en medio de lo-bos” (Mt. 10, 16). Como aun suce-de hoy, los suplicios fueron total-mente desproporcionados. Y lomismo que en Roma sucedía en to-do el imperio (Egipto, Las Galias,Grecia, Asia Menor): la novedad re-presentada por el cristianismo en-furecía tanto al pueblo como a losgobernantes.

La Iglesia de los orígenes no parecehaber tenido grandes dudas sobre es-tas cuestiones. Sus miembros sabíanque su Salvador había sido un signode contradicción que los ponía enconflicto abierto con el mundo: “Selevantarán los reyes de la tierra y losgobernantes se aliarán contra el Se-ñor y contra su Ungido” (Hech 4,26). Todos los apóstoles, con excep-ción quizás del evangelista San Juan,murieron de muerte violenta.

Si existe algo que se pueda probaren el siglo XX, es que las palabras


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de Jesús: “Seréis odiados de todospor causa de mi nombre”, lejos deser una piadosa y genérica amones-tación, son aplicables literalmentehoy como ayer, aunque tal vez hoy,en la mayoría de los casos, estemosmenos convencidos de la recompen-sa prometida por Jesús: “Dichososlos perseguidos por la justicia, por-que suyo es el reino de los cielos”(Mt 5, 10).

Las historias de los mártires, sinembargo, confirman verdadera-mente que también la persecucióny la muerte pueden ir acompañadas

de una gran bienaven-turanza.

El siglo XX pasará ala historia como el siglode los grandes avancesde la ciencia y de la téc-nica, del desarrollo y delprogreso, de los grandesdescubrimientos; la hu-manidad ha atravesadonuevas fronteras y ha al-canzado cimas insospe-chadas. Sin embargo, elsiglo XX ha sido tam-bién el siglo de las gran-des guerras, destructivasy aniquiladoras del serhumano (baste recordarlas cámaras de gas delexterminio nazi…) comojamás habían existidohasta entonces; matan-zas, genocidios, torturas,asesinatos y muertes ma-sivas han jalonado todos

los decenios de este maltratado si-glo, sembrando de oscuridad y desombras el azul celeste del cielo delsiglo apenas concluido. Las perse-cuciones del siglo XX recorren losmás alejados rincones del planeta:Méjico, España, Europa sacudida porel nazismo y los países satélites delrégimen comunista de la Unión deRepúblicas Soviéticas.

Estos 32 Mártires Capuchinos des-criben historias que saben a sangrey llevan fragante perfume de santi-dad. Desde el Hermano que ocultoen la sacristía de la “iglesona” del


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Sagrado Corazón de Je-sús en Gijón, acostadoporque estaba enfermo ysólo podía alimentarsecon leche que piadosasbienhechoras le llevaban,hasta el que salta las ta-pias de la huerta de ElPardo y consigue llegara Madrid siendo envia-do más tarde por aque-lla bienhechora familiaque lo acogió a cuidardel mantenimiento de unas piscinasdel Escorial, que sabía tocar el pia-no y que los milicianos lo usaron pa-ra que amenizara sus fiestas noctur-nas; desde el que se deja descolgarcon unas sábanas por una ventanapara huir, lastimándose un pie y sien-do llevado en camilla por todo elpueblo, sufriendo martirio en lasafueras y bajo la hornacina de la Vir-gen del Carmen; desde el que estan-do cenando, en El Pardo, y por noquerer blasfemar es sacado violen-tamente y cae muerto a las mismaspuertas del Colegio; desde el que ha-bía usado una vieja máquina de es-cribir para escribir cartas de reco-mendación y buscar trabajo a los máspobres y desheredados; desde el quematan con un gran cuchillo, de losgrandes usados en las matanzas, de-jándole todas las entrañas fuera has-ta que muere desangrado; desde elque distribuye a los presos por gru-pos, en las bodegas de un viejo bar-co anclado en la bahía de Santander,para organizar el rezo del rosario por“parroquias” y asistir luego a la lec-

tura y explicación de la Santa Misa;desde el que escribe a sus padres unacarta el 6 de agosto, por la mañana,para despedirse de ellos, constatan-do que ese día sería el último de suvida y es asesinado ese día por la tar-de a los pies del monumento a la In-maculada en la explanada del Con-vento de Antequera; desde el quesiendo anciano y estando enfermo esllevado a empellones e insultos porlas calles de Gijón, conducido sinpiedad y silencioso como oveja queenmudece ante el que la trasquila, oel que es asesinado no siendo reli-gioso y sus enemigos consideran es-ta declaración como una groseramentira, y por esta razón, lo matan.

Son todas flamantes historias llenasde vida; de un gran y apasionado amora Cristo, al que siguen sin titubeos,como los apóstoles en los primerosaños del cristianismo, sabiendo que elque “ofrece su vida por amor / la sal-va para siempre, dice el Señor”.

Alfonso Ramírez Peralbo VICEPOSTULADOR


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Alo largo de varios meses, han venidoocupando estas páginas distintos as-pectos esenciales relacionados con el

ser y estar de los Franciscanos seglares: no-tas del carisma, -“núcleos espirituales”-, ymodo de vivir, -“presentes en el mundo-”, es-ta espiritualidad. Es el momento ahora de darcabida a una protagonista de primerísima ca-tegoría, que desde el origen mismo de la epo-peya franciscana, alentó y alimentó con su

presencia y su audacia -firmeza y ternura- un nuevo carisma en la Igle-sia... Y es que Clara de Asís. compañera inseparable de Francisco, y sushermanas, las primeras de aquella época, así como sus sucesoras hastahoy, son pilares que sostienen el entramado de toda la Orden, de “su Or-den”, como ella gustaba llamarla… Pues así la sentía.

En efecto, los Franciscanos seglares estamos, carismáticamente, fuer-temente unidos a ellas; bebemos de la misma fuente; compartimos el mis-mo carisma… Por nuestras venas espirituales fluye la misma “sangre”.Por lo tanto, tenemos el gran compromiso de conocerlas más, de amar-las más, de estar con ellas más tiempos y en más tareas.

1. Clara, desde los orígenes, en el alma del carisma franciscano

De todos nosotros es sobradamente sabido que en el ánimo y la inten-ción de Francisco de Asís no estaba la fundación de una Orden. Él só-lo quiso vivir el ideal de vida evangélica que le inspiraba el Señor Dios…Por su parte, Clara nunca se consideró fundadora de la Orden de las cla-risas; siempre tuvo a Francisco como “fundador y plantador nuestro”.No obstante, ambos, al unísono, con un solo corazón, una sola alma, unasola persona, fueron invadidos del Espíritu, para instaurar en la Iglesia

Carta abierta (C)

Hermanas Clarisas: Abiertas, como Clara de Asís


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un nuevo carisma, un nuevo estilo de vida, “enmaneras y formas diversas” (Regla OFS,1). Te-niendo siempre por centro a Cristo y su Evan-gelio, en radicalidad de seguimiento.

De esta manera, y sin pretenderlo ellos, vi-nieron a ser fundadores de tres Órdenes evan-gélicas: Franciscanos, Clarisas y Francisca-nos seglares. Y tal fue la adhesión que ambosmostraron al encargo del Señor, que el Espírituenseguida los hizo tremendamente fecundos.

Clara, junto con sus primeras compañeras, des-de el primer momento, se consideró hermana desus hermanos frailes y de sus hermanos penitentes laicos. Clara amaba “suOrden” y se sentía, junto a Francisco, responsable de ella. En las fuentesfranciscanas abundan los testimonios según los cuales Clara, en el “breve es-pacio” de San Damián, vivía entregada a la oración y contemplación del di-vino Esposo… Y esa unión teologal con Cristo la impulsaba a sostener a loshermanos y hermanas “de fuera”, a estar abierta. Clara vivió encerrada, pe-ro no aislada del mundo, de sus problemas, de sus dolores. Clara acogía, con-solaba, curaba, daba vida con su presencia y su oración. Amaba a Cristo enla Eucaristía; pero también en sus hermanos: hombres y mujeres, niños, an-cianos, que se acercaban a ella en sus necesidades.

Las fuentes franciscanas nos cuentan cómo, incluso, salvó en dos oca-siones la ciudad de Asís de graves peligros. Clara, pues, y sus hermanas,vivían en permanente apertura; abiertas a la Palabra de Dios, que aco-gían en sus corazones para hacerla vida en fraternidad… Pero también pa-ra irradiarla en la acogida a los hijos e hijas del Padre celestial. Es pre-cioso cómo lo expresa la bula de su canonización: “Permanecía esta luzencerrada en el secreto de la clausura, pero emitía hacia el exterior susrayos resplandecientes; se escondía en un estrecho monasterio, pero di-fundía su luz sobre el amplio mundo; se mantenía dentro, pero alumbra-ba fuera…; callaba Clara, pero su fama clamaba; se ocultaba en su cel-da, pero era conocida en las ciudades”.

2. Clara, espejo y ejemplo hoy también de franciscanos seglares

“El mismo Señor nos ha puesto como modelo, ejemplo y espejo no so-lamente para los demás, sino también para nuestras hermanas, llama-das por el Señor a la misma vocación, a fín de que ellas, a su vez, sir-van de espejo y ejemplo a los que viven en el mundo”. (C1T 19-20)

Como vemos, a tenor de estas palabras de su Testamento, ya desde losorígenes Clara intuyó este carácter “ejemplificador” de su vocación evan-


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gélica… Una de las notas en las que Cla-ra nos sirve de punto de referencia a losFranciscanos seglares es el carácter de launidad en la vida de fraternidad. Ya To-más de Celano lo apuntaba cuando deellas decía: “Brilla en ellas, ante todaslas cosas, la virtud de la mutua y ardientecaridad (…), moran cuarenta o cincuen-ta juntas, y hay un solo querer y un solono querer, que las funde en un solo espí-ritu.” (1 Cel 19). Unidad que debemos

siempre tratar de plasmar en nuestras Fraternidades seglares. Clara, paranosotros, es ejemplo en la corresponsabilidad.

Otro ámbito importantísimo, referente ellas en nuestra espiritualidad, es -cómo no- la relación con Dios. Sí. Pues, aunque los Franciscanos seglaresvivamos en el mundo, en las calles, en las fábricas, en las oficinas, en los mer-cados, en las escuelas, y no en los claustros de manera permanente comoellas, la oración y la contemplación forman parte importantísima de nuestraespiritualidad, expresado así en el cap. 8 de nuestra Regla: “Los Francisca-nos seglares hagan de la oración y la contemplación el alma del propio sery del propio obrar”. Queridos hermanos, en esta tarea, ellas, nuestras her-manas clarisas, son ejemplares para nosotros. Desde hace… ¡ochocientos años!

Tantas son las notas que nos unen y nos relacionan, que los propios do-cumentos por los que nos regimos, así lo recogen con gran vehemencia yafecto… Otorgando un lugar privilegiado a esta relación. Así es como nues-tras Constituciones Generales OFS dedican un punto de su art. 98 precisa-mente a la comunión vital recíproca. También con las hermanas claustra-les, estableciendo que los Franciscanos seglares debemos “cultivar unparticular afecto, que se traduzca en iniciativas concretas de comuniónfraterna, hacia las hermanas de vida contemplativa que, como Santa Cla-ra de Asís, dan testimonio en la Iglesia y en el mundo”. A su vez, ellas re-cogen en sus Constituciones el precepto siguiente: “mantener mutuas y fra-ternas relaciones con la Orden Franciscana Seglar (…) viviendo con ellosel espíritu de familia, habida cuenta de nuestra vida claustral”. Vida claus-tral que es vida escondida con Cristo en Dios. Pero abiertas a la acogida ya la comunión vital recíproca.

Gracias, hermanas clarisas por vuestra disponibilidad. Gracias por sermodelo y ejemplo. Gracias por vuestra acogida siempre alegre y fraternaen vuestros conventos. Gracias por sostenernos en nuestras debilidades anosotros, vuestros hermanos Franciscanos seglares.

Hna. Esther M. Rebollo, ofs.


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Tras las vacaciones de verano y el inicio del curso escolar, llegamos al últimotrimestre del año.

Es el momento de repasar las cosas que hemos ido dejando pendientes. Entreotras puede que esté pendiente el pago de la revista.

Si es así, abone la cuota lo antes posible:

A nuestros corresponsales les rogamos que envíen la liquidación antes de fi-nalizar el año. Si a fecha actual alguien no hubiese recibido los recibos del pre-sente año, les rogamos se pongan en contacto con nosotros. Tenemos constanciade que hay envíos que hemos hecho y que no han llegado a su destino.

Si es su caso, llámenos al teléfono 91 429 93 75.

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Una aventura sorprendente

La aventura incomparable

del Dios altísimo que se hace Hombre:

CRISTO-Jesús

X LA PREDESTINADA

Después de terminar su educación y formaciónespiritual en el Templo de Jerusalén, la ado-lescente hija de Joaquín y Ana vuelve a su ca-

sa de Nazaret. No olvidemos los orígenes de estaaventura, y comprenderemos que se trata de la Pre-destinada por la Divina Sabiduría para el comienzode su Obra más trascendental: la Redención del gé-nero humano por el Hijo de Dios Altísimo, que se ha-ce hombre naciendo de mujer.

Desde los albores de la humanidad, esta joven Ma-ría, fue unida en la mente de Dios a la obra de su Hi-jo. Concebida en plenitud de gracia, no se contaminócon el pecado de la descendencia del hombre infiel,sino que fue preservada por su Hijo Santísimo, de talmanera que la plenitud de gracia y de los dones del Es-píritu de amor, la llenó totalmente para que pudiera serdigna morada del Redentor: ¡Inmaculada!

Esta es la mujer soñada por Dios cuando creó a Eva:bellísima de cuerpo y de alma: ¡María! Iris de espe-ranza, sonrisa de Dios para el mundo, alborada de re-dención, Imagen de la bondad de Dios embellecida porsu divina mirada. ¡María! la más hermosa de las mu-jeres, jardín de virtudes: azucena sin mancha, lirio delos valles, flor sin espinas, rosa místicas, alegría de to-da la tierra. ¡María! nombre entrañable… la gracia y es-plendor de los cielos. ¡Reina del Universo!


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Esta joven excepcional y única nació y crecióen el Pueblo de Dios, en su religión y en su cul-tura, siempre buena, amable, cordial, acogedora…Había llegado a la edad en que las jóvenes hebre-as debían desposarse. Y José, un joven muy esti-mado por su bondad y honradez, que pertenecía ala estirpe regia de David, se había fijado en ella.Dialogaron… Ella le expuso su compromiso conDios a quien había consagrado su virginidad…

José contestó así:– María, eso no es ningún inconveniente para

mí. Puedo y me agrada también mucho hacer yoante el Señor ese mismo compromiso, y viviendoal igual que con una hermana, siempre a tu lado,siendo mi esposa, me sentiré él más feliz de loshombres. ¿Aceptas? Dime que sí, por favor.

María acepto con la condición expresada. Y si-guió viviendo delicada y atentísima con todossus semejantes, sobre todo con los pobres y hu-mildes en aquella aldea de Nazaret, donde erauna joven más para todos.

¡Los planes de Dios son desconcertantes! Ytambién sus grandes portentos, que fueron anun-ciados por los Profetas con muchos siglos de an-ticipación:

“Mirad que llegan días, oráculo del Señor,en que suscitaré a David un vástago legítimo;será Rey prudente y hará justicia y derechoen la Tierra” (Jeremías).

“Mirad: la virgen concebirá y dará a luz unhijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, quesignifica Dios-con-nosotros” (Isaías, 7).

“Y tu, Belén, tierra de Judá, de ningún mo-do eres la menor entre las ciudades de Judá;porque de ti saldrá un jefe, que apacentaráa mi pueblo, Israel” (Miqueas, 5).

Sor Mª Teresa ReyeroCLARISA DE LEÓN


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PRESENCIA DE DIOS EN EL MUNDOQuienes tienen fe ven claramente la presencia de Dios Creador en todo

lo que les rodea. Los que carecen de ella caminan en la penumbra, opaci-dad u oscuridad sin un atisbo de luz.

Los cristianos decimos y proclamamos que todo, absolutamente todo loque vemos –material– y no vemos –espíritu– es obra del poder, amor y sa-biduría infinita de Dios. Un ateo materialista dirá, también convencido, quetodo es obra del azar, de la suerte, de casualidad o de la evolución. ¿Quiéntiene razón? Sin ánimo de polémica, paso a enumerar presencias de Diosmás claras, mavavillosas y diáfanas. Se ve a Dios en la inocencia y sonri-sas de los niños, en la belleza, amor y entrega de las mujeres, en la her-mosura de las flores, en la variedad de rostros humanos, en el firmamentotachonado de millones de estrellas.

Dios no habla, pero todo nos habla de Dios, de su presencia.

JESUCRISTOSi hay una figura humana universalmente

honrada, amada y respetada desde su apari-ción en la tierra hace más de 20 siglos en lapintura, la literatura, la escultura, la música,el arte, el cine, la arquitectura y demás mani-festaciones artísticas de la humanidad, ésta hasido, es y será la figura de Jesucristo. En lavida como en la muerte de millones de seres

humanos su icono, su imagen, su palabra, su recuerdo ha sido y es el refe-rente más sublime, atractivo y esperanzador que jamás ha pisado la tierra.

A unos –creyentes y cristianos– por la fe ciega en su vida (hechos y pa-labras) les lleva a confesar y proclamar su divinidad. “Tú eres el Hijo deDios, Tú tienes palabras de vida eterna”. Tu sólo eres capaz de dar sentidoa la vida de todos de creer en ti, de conocer, amar y servirte.

Para otros –agnósticos, ateos y materialistas–, aún sin tener el don de lafe, aceptan su alto ejemplo de humanidad y le colocan respetuosamentemuy por encima de cualquier otro hombre.

Y es que, históricamente nadie sin estudios previos, sin más medios quelos de su palabra y rodeado de 12 hombres egoistas, cobardes y casi anal-fabetos realizó en sólo 3 años de su vida pública, la revolución más gran-de de todos los siglos, que aún hoy perdura pujante a pesar de todos susfallos…

De aquí y


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CRISTIANOS SIN REPAROSEl mundo se ha vuelto loco y desquiciado. Camina en la opacidad, sin nor-

te y sin futuro. La religión, la política, la moral, la familia, la honradez, losvalores tradicionales se han ido difuminando y desapareciendo. En su lu-gar el vacío, la mentira, la inseguridad, el materialismo, el relativismo.

Los eslogans y en la boca de muchos son Dios no existe, todo vale, losculpables son los otros, todo acaba con la muerte, lo único que cuenta es eldinero, el sexo, la diversión, la evasión. ¡A vivir que son dos días!

Claro que también surgen gritos de minorías fieles a unas creencias, aunos principios, a una moral, a unoscomportamientos, y sobre todo fieles auna persona histórica, de carne y hueso,única e irrepetible, que vivió en Pales-tina hace XXI siglos, pasó haciendo bien,no escribió ni un libro, fue crucificado,muerto y sepultado, y que sus amigostestimoniaron por doquier que vive re-sucitado. Se trata de Jesucristo que dijode sí mismo que era el Camino, la Ver-dad y la Vida…

RACIONALES E IRRACIONALESEn un medio radiofónico, Cope, se ha divulgado la noticia de la muerte

de Canelo, un perro que estuvo esperando indefinidamente a su amo, ingresadoen un hospital de Cádiz. Su dueño nunca salió y el fiel Canelo no se mo-vió de la puerta, esperando su salida. Fue cuidado por una buena personaque lo alimentó durante años hasta su muerte. Muy grato recuerdo dejó enla gente gaditana, sabedora de este proceder de un irracional.

A pocas personas dejará indiferente este comportamiento de un perro co-mo Canelo y más aún si se compara con actitudes racionales. Es para lle-varse ambas manos a la cabeza conocer tanto proceder violento, egoista, in-grato, injusto y criminal en muchas personas.

Al saber el desamor, infidelidad, trato vejatorio y violencia de genero –deunos hombres para con otros– sin excluir abortos de familiares, de idénti-ca étnia, lengua, patria y religión, dan ganas de gritar con el viejo cantan-te aquello de “yo quiero ser como los animales” a quienes llamamos irra-cionales.

Miguel Rivilla San Martín

y de allá


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Don y tarea de la fe7. CONVERSIÓN Y CONFESIÓN DE LA FE

La Iglesia no puede vivir sólo del recuerdo del pasado. Se le ha confiadouna espléndida tarea para el presente. Una vez evangelizada, la Iglesiaestá llamada a ser evangelizadora. La fe es dinámica.

Con una frase lapidaria, afirma Benedicto XVI que “la fe só-lo crece y se fortalece creyendo”. El ejercicio de la fe implicasu confesión y su anuncio. Pero esta entrega de la fe fortaleceal mismo creyente. Para que pueda mantenerse viva y pueda flo-recer y dar frutos abundantes, estamos llamados a confesar nues-tra fe y a dar testimonio de ella en la vida de cada día.

1. Conversión y testimonio

El evangelio asocia la conversión al ejercicio de la fe. Todala predicación de Jesús, su experiencia y sus exigencias pare-cen resumirse en el anuncio que nos ha transmitido el evan-gelio de Marcos: “El tiempo se ha cumplido y el Reino estácerca; convertios y creed en la Buena Noticia” (Mc 1,15).

– La primera parte anuncia la obra de Dios y la llegada de su Reino. Llega elmomento de ponerse a buenas con el adversario (Mt 5,25-26), el momento de des-prenderse de todo para adquirir la perla y el tesoro (Mt 13,45-46), el momento delas decisiones arriesgadas, como la del administrador astuto que prepara su futu-ro (Lc 16,1). Llega el tiempo en que Dios ofrece a los hombres su cercanía y suseñorío, liberador de todos los otros señoríos y tiranías.

– Pero la oferta del Reino por parte de Dios comporta la exigencia de uncambio de mentalidad y de valores para aceptar su señorío. De ahí las exigen-cias de renuncia (Mc 9,43-48; Lc 14-26s; Mt 19,12) y de fe. Creer en la Bue-na Noticia es aceptar la vida nueva que Dios ofrece en Jesucristo. La fe impli-ca la decisión de orientar la vida hacia Dios y la prontitud para seguir suvoluntad.

Benedicto XVI recuerda una conocida afirmación conciliar: «Mientras queCristo, “santo, inocente, sin mancha” (Hb 7, 26), no conoció el pecado (cf. 2Co 5,21), sino que vino solamente a expiar los pecados del pueblo (cf. Hb 2,17), la Iglesia, abrazando en su seno a los pecadores, es a la vez santa y siem-pre necesitada de purificación, y busca sin cesar la conversión y la renovación»(LG 8). Esta frase del Concilio supuso en su momento una notable aportación


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a la eclesiología, que recobraba así la conciencia de itinerancia y peregrinaciónque ha de caracterizar a la Iglesia.

La Iglesia santa es también la Iglesia de los pecadores. La comunidad ya re-dimida por el Señor, ha de mantenerse en vela, puesto que todavía no ha al-canzado la plenitud de la santidad a la que ha sido llamada. Cada uno de loscreyentes está llamado a una continua conversión. Y cada una de las estructu-ras eclesiales está siempre necesitada de reforma y de renovación.

Según Benedicto XVI, “la renovación de la Iglesia pasa también a través deltestimonio ofrecido por la vida de los creyentes: con su misma existencia en elmundo, los cristianos están llamados efectivamente a hacer resplandecer la Pala-bra de verdad que el Señor Jesús nos dejó” (PF 6). Este testimonio no será cohe-rente ni creíble, si no va avalado por una auténtica y sincera conversión al Señor.Una conversión que, motivada por el misterio pascual de Jesucristo, nos abre aldon de la remisión de los pecados (cf. Hch 5, 31).

2. Confesión de la fe

Por otra parte, la fe no puede quedar relegada al ámbito privado. Quien cree enDios lo manifiesta con sus obras y palabras. El creyente no practicante es una con-tradicción viviente. Se contradice quiense proclama sincero, pero vive en lamentira. O quien se dice generoso y vi-ve como un avaro. En consecuencia, elcreyente no puede menos de confesarespontáneamente su fe, con la alegreosadía de la esperanza, como señala lacarta a los Hebreos (Heb 3.6).

Benedicto XVI desea “que este Añosuscite en todo creyente la aspiracióna confesar la fe con plenitud y renova-da convicción, con confianza y espe-ranza. Será también una ocasión propicia para intensificar la celebración de la feen la liturgia, y de modo particular en la Eucaristía (...) Al mismo tiempo, espe-ramos que el testimonio de vida de los creyentes sea cada vez más creíble. Re-descubrir los contenidos de la fe profesada, celebrada, vivida y rezada, y refle-xionar sobre el mismo acto con el que se cree, es un compromiso que todo creyentedebe de hacer propio, sobre todo en este Año” (PF 9).

Ahora bien, la fe requiere inteligencia, es decir conocimiento de la misma. Pa-ra confesar la fe es preciso conocer su esencia y su contenido. El creyente ha desaber qué es lo que cree y por qué lo cree para poder anunciarlo y dar razón desu propia fe. Conocer y aprender el Credo ha sido siempre uno de los puntos cla-ve del catecumenado cristiano.

José-Román Flecha Andrés


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Instantáneas evangélicas

SIN PEDIRLO

Caminaba Jesús con sus discípulos, segui-dos de mucha gente, hacia una ciudad denombre Naín. Al llegar a la puerta de la

ciudad, vieron que llevaban a enterrar un difun-to, que era hijo único de una viuda.

Acompañaba a la viuda un gran número de per-sonas. Dijo Jesús a la mujer: “No llores”. Y seacercó a tocar el féretro. Los que lo llevaban sedetuvieron. Y Jesús dijo al difunto: “Muchacho,

a ti te digo: levántate”. Y el difunto lo hizo, y empezó a hablar. Y Jesús selo entregó a su madre. Esta mujer de Naín, que marchaba llorando de do-lor y angustia tras el féretro de su único hijo, camino del camposanto, estamadre angustiada y desolada, no pidió a Jesús que le resucitara a su hijo.

Y no se lo pidió, de seguro, porque no podía imaginar que estuviera ensu mano el volver a la vida a su hijo.

Ella quedaba desvalida al perder a su hijo único, que era, seguramente,su único sostén en la vida. Sin él, quizá no le quedaban a la pobre madrerecursos para seguir subsistiendo.

Lo cierto es, como relata el Evangelista, que Jesús, sin pedírselo la viu-da, se acerca al féretro y se dirige al muerto diciendole que se levante. Y elmuerto vuelve a la vida y se pone a hablar como si nada hubiera pasado,dejando sobrecogidos a todos los presentes, como subraya el Evangelista.

Y en cuántas ocasiones, en nuestra vida, Dios actúa en favor nuestro, di-rectamente o a través de otras personas, sin que se lo hayamos pedido, co-mo lo hizo Cristo con la viuda de Naín.

En cuántas ocasiones apuradas, en cuántos aprietos de la vida, en cuán-tos momentos de agobio o de dolor, Dios nos protege, nos saca del apuro,del agobio, del dolor o el trance doloroso, y puede que muchos no caiga-mos en la cuenta del favor que recibimos tomándolo, acaso, por una ca-sualidad o suceso fortuito, o por algo de normal desarrollo, aunque se tra-te de un caso con visos de milagro.

A mí me gusta repetir, al respecto, aquello que decía siempre el insignedoctor Gregorio Marañón: “El mayor milagro es nuestra propia vida”.

José Rodríguez Chaves


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Un problema a los teólogos

¿Cuántas veces reza el que baila?

Había acabado el rezo delro sario, que el Padre

Santo dirigió, permanecien-do todo el tiempo de rodillas.Habían retirado el reclinato-rio. Acercado el sillón lo mascerca del borde del estrado.El Padre Santo ha seguidocon ese especial gusto que éltiene en ver la expresión detodo lo que sea el alma po-pular de los pueblos, la vibrante danzade la jota, la fuer za de la canción de es-ta tierra. Se le veía complacido. Le haservido de distracción al término de es-ta tremenda jornada en la que, efec tiva-mente, el cansancio de cuan tos le si-guen, séquito y prensa, ha alcanzadocotas especiales. Ha aplaudido cada ac-tuación de Los Mañicos, y al final, enpie, tomando el micrófono, es cuando hadirigido ese piropo que ha conquistadoAragón. Ha comentado que San Agus-tín decía que quien canta reza dos ve-ces. Entonces ha dicho lo de que “un

problema para los teólogos”,continuando así: “Yo me pre-gunto: ¿Cuántas veces rezael que baila?”.

Juan Pablo II admiró en Se-vi lla el precioso baile de LosSeis dedicado a la Virgen Ma-ría y aquí ha visto el brío dela jota bailada a la Pilarica. ElPapa ma riano ve en esta ca-racterística del alma españo-

la una especial devo ción a María. Estole gusta. Con estas tan profundas y bo-nitas palabras, Juan Pablo II ha cerradosu programa aquí. Des pués ha bajadolas escaleras del estrado, como renova-do parecía que el rezo del rosario y suen cuentro con el pueblo que canta y bai-la le habían servido de des canso. Lagente lo ha comentado admirada.

Más jotas y más cantos han ronda-do en la noche al Papa ante el palacioarzobispal, adonde tu nos y mañicosacudieron, para así darle las buenasnoches al estilo aragonés.

(Mercedes Gordón recoge en una columna periodística este comentario a lasalida de Juan Pablo II de la Basílica del Pilar. Me gustó, la recorté y se loofrezco hoy a nuestros lectores)

“Un problema para los teólogos”, ha dicho el Papa, llenando de expec-tación y sorpresa a la multitud que le escuchaba después de terminado elrezo del rosario y de que el grupo folklórico aragonés Los Mañicos actua-ran en su presencia, cantando y bailando jotas a la Pilarica y al Papa: “Entodo el mundo se reza y se canta, pero en España—ha seguido diciendo JuanPablo II— he visto que se reza, se canta y se baila”. La plaza del Pilar haestallado en un enfervorizado aplauso, entendiendo el delicado piropo delPadre Santo a toda España.


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Este mes de octubre nos trae una vez más el recuerdo del DOMUND.El punto de partida de las Misiones Cristianas aparece en aquellos le-janos tiempos. Cristo se ha hecho hombre para salvarnos. Funda la Igle-

sia y le entrega la Gran Misión: “Id por el mundo y predicad el Evangelioa todas las criaturas” y en esa empresa se vieron comprometidos.

Nos lo confiesa así San Pablo: “Predicar el Evangelio no es para mi nin-gún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe… y ¡ay de misi no llevo el Evangelio”…

La Iglesia consciente de su responsabilidad se repartió el mundo… y fuéllevando el Evangelio a todas las naciones y a todos los rincones del mun-do. Un día llegaban la Misiones a un ricón lejano de Venezuela. En 1918se realiza la primera exploración del territorio, en 1922 se firma el conve-nio con el Estado Venezolano. Desde ese momento los Religiosos Capu-chinos comienza el trabajo misionero. Los primeros momentos fueron es-pecialmente duros para las comunidades que tuvieron que sufrir la malaria,el paludismo, la dureza del clima, las distancias y dificultad en las comu-nicaciones…

Los Misioneros Capuchinosde ayer y de hoy


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Poco a poco se fue consolidando su presencia. La zona misional abarca-ba dos grandes realidades geográficas y éticamente muy distintas: La GranSabana, donde vivían los pemones, y el Delta del Río Amacuro, donde ha-bitan los Waraos. Cada uno de esos territorios forman un Vicariato Apos-tólico con unas preocupaciones y necesidades distintas, marcadas por elcontexto social, político y económico que los caracteriza.

El gran problema del pueblo pemón en la Gran Sabana está en la limita-ción de una tierra muy pobre para el cultivo, pero rica en oro y diamantespor lo que había enfrentamientos con el gobierno brasileño, trayendo divi-siones y conflictos. La belleza del paisaje hace que la afluencia de turistassea cada vez mayor y no hay que olvidar que el territorio de la Gran Saba-na es la frontera con Brasil, con las dificultades típicas de toda frontera, asícomo las comunicaciones por las distancias tan extremadamente grandes ylos grandes ríos.

A muchos centros misionales en principio solamente se podía llegar enavioneta. En ellos la función misionera ha ido dando sus frutos. Uno era elayer y otros el hoy. Estas dos fotografías nos presentan el hoy. La labor delos Misioneros Capuchinos va dando sus frutos. Los Misioneros animosa-mente, contra viento y marea siguen como testigos de fe y de humanidad atodos esos hermanos nuestros indígenas.

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Estos seminaristas franciscanosfueron mártires chinos, en lapersecución religiosa que tuvo

lugar en Ta-yuen-fu. Fueron ejecu-tados el día 9 de julio de 1900. Conlos obispos, misioneros y empleadosde la misión de Tai-yuen-fu murie-ron mártires. A las propuestas de re-negar de la fe, que les hacía el man-darín chino, respondieron con unfirme “no”. También los obispos ylos misioneros los exhortaron a po-nerse a salvo, pero ellos les suplica-ron que deseaban morir mártires jun-to con ellos.

Juan Tchang (1882-1900), de ca-rácter inquieto, fue un joven muy de-voto de la misa, comunión, rosario yvía crucis diarios. Había comenzadoa hacer la teología y se había hechoTerciario Franciscano.

Patricio Tong (1882-1900). Semi-narista que se hizo Terciario. Expre-

só pronto su gran deseo de hacersefraile franciscano. Estando a punto deentrar en el noviciado se desencade-nó la persecución religiosa en China.

Felipe Tchiang (1880-1900). Hijode fervorosos cristianos. Otros doshermanos suyos murieron mártirespor la fe. Le costaba estudiar perocon esfuerzo llevó adelante sus es-tudios. Era un joven manso, dócil,caritativo, generoso y devoto de sanFrancisco de Asís. Tuvo un gran es-píritu de oración y de meditación. Sehizo Terciario Franciscano, y esta es-piritualidad le ayudó mucho en laelevación de su alma a Dios.

Juan Tchang (1877-1900). Fue elprimogénito de cinco hermanos, hijode Simón y Ana, fervientes católicos.En 1897 recibió las órdenes menores,y por los mismos días recibió el há-bito de la Tercera Orden franciscana.Un compañero suyo lo describió conestas palabras: “Constante en el es-tudio, de espíritu piadoso, participa-ba activamente en la Misa y hacíalargas meditaciones”. Había logradomoderar su carácter vivaz con unaamable dulzura.

Juan Wang (1885-1900). Semina-rista franciscano hijo de José y Ce-cilia Liu, cristianos. Su padre era pre-sidente de la comunidad cristiana dellugar. Juan recibió una buena forma-

Almas franciscanasSantos Juan Tchang, Patricio Tong,

Felipe Tchiang, Juan Tchiang y Juan Wang


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Sentir la presencia de Dios

Llamada de urgenciaNo olvides la beca que nuestra revista ha proyectadocon el nombre de “Beca fray Bienvenido Obispo”.Se trata de ayudar a la formación de misioneros para Venezuela.Si puedes poco, envía poco. Si puedes más, envía más. Muchos pocos forman un mucho.

Fray Ángel García - Plaza de Jesús, 2 - 28014 Madrid

Ha caído la tarde y salgo a la terraza de casa para recoger el toldo. Elaire mece las hojas de los árboles como si quisiera jugar con ellasy todo se vuelve silencio y paz.

Entonces me acerco a la barandilla de la terraza, llena de flores, y siento unasuave brisa en mi cara. Es una brisa fresca con olor a campo. Me quedo quie-ta, escuchando y es entonces cuando siento la presencia de Dios a mi lado.

A mi memoria viene el pasaje de las Sagradas Escrituras, concretamentedel Libro I Reyes, que dice que no se encuentra a Dios en el huracán, ni enel terremoto, ni en el fuego, sino en el susurro de una brisa suave. En esemomento brota de mi corazón una oración de agradecimiento:

Gracias Dios mío porque en este día que ya toca a su fin vienes a visi-tarme y tu presencia me hace comprender que Tú siempre estás a mi lado,que eres mi Padre y que me quieres.

Ahora que llegan las vacaciones y que el ritmo de nuestras actividadesdesciende o hace una pausa, os invito a dejaros encontrar por Dios en labrisa, a disfrutar de su presencia y a sentiros queridos por Dios porque Diosnos ama. Feliz verano.

Guillermina de la Encina Cebrián

ción religiosa. De carácter jovial, in-quieto y resuelto. Era el benjamín delseminario. Ya había recibido la ton-sura y hecho la profesión en la Ter-cera Orden Franciscana. Durante sutiempo de prisión Juan jugaba e in-vitaba a los compañeros a jugar con

él. Los seminaristas no temían nada,oraban y seguían en sus juegos.

Juan Pablo II los canonizó el 1 deoctubre de 2000. Su fiesta es el 8 dejulio.

Fr. Jesús-Lucas Rodríguez García


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El pasado 3 de julio nos dejabael Hno. Benjamín Pertejo Gar-cía, nacido en Rueda del Al-

mirante (León) en 1927. Desde laatalaya natural en que se asienta supueblo, predio de los Almirantes deCastilla y cabeza de un par de doce-nas de pueblos que llevan ese ape-llido, Benjamín en su niñez no solooteaba toda la ribera del Esla, sinotambién las noticias que llegaban dela guerra civil que dejó hogares en-lutados en su vecindario. Eran añosen que las campanas tañían no solopara convocar a los vecinos a los re-zos y a las “hacenderas”, sino tam-bién para anunciar los avances delejército franquista.

Éste no tardó en adueñarse delPaís Vasco, por lo que la naciente

vocación de Benjamín Pertejo, lla-mado a seguir la estela de innume-rables capuchinos de la comarca, fuetrasplantada al seminario provisio-nal de Bilbao en 1938 y de allí a ElPardo dos años más tarde. En 1943,con dieciséis años, ya se sintió se-guro de su vocación y volvió a Bil-bao para hacer el noviciado con elnombre de Fr. Julián de Rueda. Laguerra había terminado y Fr. Juliánpudo seguir el proceso de su voca-ción capuchino-sacerdotal con todanormalidad hasta su ordenación enAstorga en 1951.

No terminaron ahí sus estudios,pues dotado de dotes intelectualesnada comunes, fue enviado a Romapara licenciarse en Derecho Canóni-co, publicando en 1956 en la revis-ta Naturaleza y Gracia su tesis: “Ten-dencias nuevas de la moral”. Vueltoa España es destinado a Gijón y lue-go a Salamanca como profesor deFilosofía. Montehano y Bilbao fue-ron etapas transitorias de su vida des-tinada a florecer en plenitud en tie-rras levantinas. En Murcia, a lo largode catorce años, realiza una fecundalabor docente y formativa en aquelColegio de Filosofía. En 1972 llegamás lejos en su servicio a la OrdenCapuchina, pues es destinado a Va-lencia como vicario provincial, ar-chivero, bibliotecario y secretarioprovincial. Fueron otros catorce años

Hno. Benjamín Pertejo. Un capuchino


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intensos que tuvieron su continua-ción en Masamagrell donde simul-taneó las tareas de superior, admi-nistrador, profesor y formador.

En 1989 empieza un periodo demenos responsabilidad, aunque suactividad sigue siendo fuerte. Ahorale toca desempeñarse en Castellóncomo superior y administrador a lavez que da clases en el Seminariodiocesano. La atención al culto deuna parroquia urbana, también con-sume horas del día. A lo largo de esosdiecinueve años volvió a ser Conse-jero provincial un trienio y su plumano descansó pues aparece su firmaen distintas revistas de Valencia enlos campos de su especialidad: de-recho y moral.

En el 2008 vuelve a Castilla, en con-creto a su tierra de León. La enfer-medad mental de su hermana que yano sigue el brillante razonamiento deBenjamín convierte su acompaña-miento en largas tardes tediosas en lasque el silencio de la mirada enlazamarchitos sentimientos. Al final, elmismo Benjamín se ve envuelto enesa inasible decadencia senil. A prin-cipios de 2012 pasa una primera eta-pa en la Enfermería de Madrid, don-de consigue rehacer parcialmente suvida, con lo que puede volver a León.Pero el deterioro mental sigue su cur-so y cuando vuelve a la Enfermería,todos están conscientes de que em-pieza un corto periodo final.

Fr. Valentín Martín


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Llegaron a la

Casa del Padre

En Madrid, descansó en la Paz del Señor Don Luis Rodríguez Araujo, padre de Fr. JesúsRodríguez Chilán, director de la Enfermería Provincial y de Fr. Luis Rodríguez Chilán, re-sidente en Cuba, en la fraternidad del Cristo de Limpias.En La Coruña, ha fallecido Don Benigno González Bartolomé, hermano del P. Juan Can-cio, de la fraternidad de La Coruña.En Zamora, Gloria Ballesteros, tía de las suscriptoras Amelia Ballesteros e InmaculadaBallesteros.En La Torre de Esteban Hambrán (Toledo), ha fallecido Visitación de León García, sus-criptora y madre del suscriptor José Guerra.En San Martín de Valdeiglesias (Madrid), la suscriptora Maximina Ballesteros Nombela.En Horcajo de Santiago (Cuenca), Gregorio Garrido Ortiz, hermano de la suscriptora Águe-da Garrido Ortiz.En Barcena de Cicero (Cantabria), María Abascal Diez, antigua suscriptora de nuestra re-vista.En Castellar (Jaén), Manuel Prieto García, padre de la suscriptora Dolores Prieto.En Corral de Almaguer (Toledo), Benita Pedroche Real, madre de la suscriptora María delCarmen Durán.En Marjaliza (Toledo), Victoriano Gamarra, primo de la suscriptora de Getafe, Emérita Mu-ñoz.En Yuncler de la Sagra (Toledo), Carmen Hernández, tía de la suscriptora Mª Nieves Oroz-co y hermana política de la suscriptora Rosa Orozco; y Ángel Rodríguez, primo de la sus-criptora Mª Nieves Orozco.En Herrera de Pisuerga (Palencia), Luis Alonso, esposo de la suscriptora Teresa Rozas.En Oviedo, Olga Velasco Suárez, suscriptora y hermana de la suscriptora Beatriz VeIascoSuárez.En Feas-Boborás (Orense), Leopoldo Salceda Bande, esposo de la suscriptora Carmen Al-vite Blanco.En Madrid, ha fallecido Francisca Cañamero García, antigua suscriptora de nuestra revis-ta y madre de la suscriptora Mª Carmen Monteiro Cañamero.** Julia García Benayas, esposa del suscriptor Isidro Fernández González.** Francisca Rodríguez López, suscriptora.** María Soledad Rubio Bedoya, suscriptora y muy devota de N.P. Jesús.

¡Piadosísimo Señor, dadles el descanso eterno!


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LIBROS �D. Tettamanzi, Esta es nuestra fe, Madrid,San Pablo 2013, 13,5 x 21, 159 pp.Con el recuerdo de fondo de una celebración típi-ca de la liturgia ambrosiana en la que se entrega-ba a los catecúmenos el “Credo o símbolo de lafe”, el autor nos regala un amplio y sencillo co-mentario del Credo, que quiere conseguir una felibre, cierta y recia, jubilosa, activa y contagiosaen su encuentro con Dios y los hermanos. La es-tructura del libro es muy sencilla, ya que sigue,palabra por palabra, la fórmula del Credo, desa-rrollada en 12 capítulos que recogen textualmen-te en el título las afirmaciones de la confesión defe que proclamamos en nuestras celebracioneseucarísticas (Creo en Dios Padre Todopoderoso,creador del cielo y la tierra, etc.). Cada una de es-tas afirmaciones es comentada recurriendo abun-dantemente a la Sagrada Escritura y al Catecismode la Iglesia Católica, junto con otros textos ytestimonios, menos numerosos, de Juan Pablo II,Pablo VI, de algunos santos padres (Agustín, Ire-neo) y de unos pocos teólogos antiguos y moder-nos. De los libros que se están publicando en este“Año de la Fe” nos parece que este es uno de losque mejor pueden ayudar a comprender y procla-mar las verdades descritas en el Credo.

José Antonio Sayés, Comprender la Trinidad,Madrid, San Pablo 2013, 13,5 x 21, 158 pp.Esta obra ha nacido al calor de otra obra másprofunda y amplia del mismo autor titulada “LaTrinidad. Misterio de salvación”. Su meta es ha-cer una exposición más sencilla y accesible delmisterio de la Trinidad a los fieles en general.Los cuatro primeros capítulos exponen la revela-ción de la Santísima Trinidad en la Sagrada Es-critura y luego la explicación y comprensión quese ha dado del mismo misterio en la tradición(desde los padres apostólicos a los concilios deNicea y I de Constantinopla) y en la teología (re-duciéndose en este caso a San Agustín y Ricardode San Víctor). En otro capítulo se trata de la im-portante cuestión de la comprensión y aplicacióna Dios de los conceptos de persona y naturaleza.Un capítulo aparte trata del Padre como origenFontal de la Trinidad, lo que lleva a hablar de laprocesión del Hijo y del Espíritu Santo (la Trini-

dad en la Unidad) y posteriormente a exponerlos atributos divinos comunes en la Trinidad alposeer una naturaleza común (la unidad de laTrinidad). Finalmente, para no dejar en un am-biente tan altamente teológico la exposición, elautor nos habla de la gracia de Dios, que “esDios mismo que se nos da en su intimidad intra-trinitaria para hacernos hijos en Cristo y librar-nos del pecado y de la muerte” (p. 140). En estaparte de la obra es cuando la exposición parecetomar un aliento más vivencial al hablarnos delas relaciones diferenciadas de las personas divi-nas con los creyentes: el Padre nos ama, perdonay recrea; el Hijo es la clave de nuestra salvación;el Espíritu Santo es el agente de nuestra filiacióndivina, enriqueciendo a la Iglesia con sus dones.Se trata de un dinamismo sobrenatural que co-mienza en amistad en la tierra y termina en vi-sión en el cielo.

Padre Amorth, La mujer que venció al mal,Madrid, San Pablo 2013, 13,5 x 21, 167 pp.Este libro está destinado a honrar a María a travésde 31 días, correspondientes, evidentemente, a losdel mes de mayo. El núcleo central de las refle-xiones son las noticias que nos da el evangelio so-bre la Virgen María. De ahí el subtítulo de la obra“El evangelio de María”. Cada día tiene su corres-pondiente meditación y termina con unas cortasreflexiones “Sobre María” y “Sobre nosotros”.Únicamente al final de la obra se habla de otrostemas marianos independientes del evangelio, co-mo la consagración a María, el rosario, el corazóninmaculado de María, títulos marianos (Madre dela Iglesia y Mediadora de todas las gracias), Maríay el movimiento ecuménico, las apariciones ma-rianas. La obra está escrita en un estilo muy senci-llo, sin referencias a cuestiones teológicas de altonivel. Todas sus páginas están impregnadas deuna sana piedad y tradición popular mariana queincluso se usa para interpretar (por así decirlo) losdatos de la Sagrada Escritura, que son completa-dos con indicaciones evidentes, llenas de expre-sión fervorosa y amorosa a la Virgen que tienen,al mismo tiempo, evidentes repercusiones en lavida cristiana.

Manuel


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PUENTE CALDELAS: Varias suscriptoras envían los siguientes donativos: IsabelCorbacho, 10 €; Mª Teresa Vázquez, 10 €; Mª Carmen Sánchez, 5 € y Sindita To-mé, 2 €. Todas dan gracias a N.P. Jesús por los favores que reciben y esperan les si-ga ayudando en sus necesidades.MURÍAS DE PAREDES: En acción de gracias, envío un donativo de 3 € para el cul-to del Smo. Cristo de Medinaceli. Carmina Valcarce.ESQUIVIAS: Dando gracias a Jesús Nazareno por los favores recibidos, M.V. envíaun donativo de 20 € y varias devotas envían 50 € de donativos.TARANCÓN: Con mi agradecimiento al Smo. Cristo de Medinaceli por los favoresrecibidos de su bondad, envío un donativo de 10 €. Una devota.NOJA: Varios suscriptores envían los siguientes donativos para el culto de N.P. Je-sús, dándole gracias por los favores recibidos y esperando les ayude en sus necesi-dades: Jesús Díaz, 10 €; Ester Fernández, 13 €; Josefa Gómez, 10 €; Mª Luz Gó-mez, 20 €, Nieves Santín, 10 € y Mª Luz Torre, 5 €.VILLALBA DE LA LAMPREANA: En acción de gracias a Jesús de Medinaceli porfavores recibidos, Consuelo Gómez y Cristóbal Vicente envían un donativo de 5 €cada uno; y una familia devota, 10 €.CAÑIZAL: Para el culto del Smo. Cristo de Medinaceli, dándole gracias y pidiendootros favores, Maruja Sierra envía un donativo de 50 €; y una devota de Jesús, dán-dole gracias por su ayuda y protección, envía un donativo de 20 €.VILLACASTIN: Muy agradecidas a N.P. Jesús por los favores recibidos, VictorinaCanales envía un donativo de 5 €; y Ángela Jiménez envía un donativo de 7 €.VILLASUSO: Por favores recibidos y pidiendo a Jesús Nazareno su ayuda y protec-ción, envío un donativo de 10 €. José Vicente Osle.RIBAS DE LA VALDUERNA: Envío una limosna de 10 € para el culto de Jesús deMedinaceli agradeciéndole los favores recibidos. Celia Martínez.MOAÑA: Varios suscriptores envían los siguientes donativos en acción de graciaspor los favores recibidos del Smo. Cristo de Medinaceli: Máxima Pérez, 10 €; MaríaCosta, 5 €; Enrique Freiré, 5 €; Amelia Ferradas, 2 €; Luisa Piñeiro, 5 €; y José M.Costa, 5 €.FRESNO EL VIEJO: Por favores recibidos de N P Jesús, envío agradecida un dona-tivo de 10 €. Mª Rosario del Brio.SUECA: Mando una limosna de 20 € para el culto de Jesús de Medinaceli, dándoleinfinitas gracias por los favores recibidos de su bondad. Mª Ángeles Casado.MADRID: Dando gracias a Jesús de Medinaceli por los favores recibidos, envío undonativo de 10 €. Beatriz Mayo.** Para el culto de N.P. Jesús, agradeciéndole los favores que me concede y pidién-dole su ayuda y protección, envío un donativo de 10 €. Josefina Leal.


1. Novena a Jesús de Medinaceli.2. Novena a la Virgen Santísima

e Inmaculada.3. Novena a San Francisco de Asís.4. Novena a Santa Clara.5. Novena a San Antonio de Padua.6. Novena a San Pancracio.7. Novena a Santa Lucía.8. Novena a San Judas Tadeo.9. Novena a Santa Marta.

10. Novena a Santa Rita.11. Novena a María, Madre de la Divina

Providencia.

12. Novena al Sagrado Corazón de Jesús.13. Novena al glorioso San José.14. Novena a San Expedito.15. Novena a la Virgen del Carmen.16. Novena al glorioso San Roque.17. Novena a San Martín de Porres.18. Novena a la Divina Pastora.19. Novena a Santa Elena.20. Novena a las almas del purgatorio.21. Novena a Santa Mónica.22. Novena al Espíritu Santo.23. Novena a San Pío.24. Novena a San Isidro Labrador.

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PEDIDOS: Centro de PropagandaCervantes, 40 - 28014 Madrid. � 91 429 32 66.

Depósito legal: M. 11.750-1967 - Gráficas Don Bosco S.L. ☎ 918 702 136 Arganda del Rey (Madrid)

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Te ofrece a ti, católico, a tus queridos difuntos, a tus parientes y amigos, uninmenso tesoro de misas, oraciones y obras buenas.

Principales gracias espirituales:– De las Misas diarias de fraternidad que se celebran en nuestras casas.– De otras muchas Misas que cada año celebran los PP. Capuchinos exclusiva-

mente a intención de los bienhechores de sus Misiones.– De todas las oraciones y demás obras meritorias y de apostolado de los Reli-

giosos Capuchinos, especialmente de sus misioneros extendidos por todo elmundo.

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de Fr. Ángel García de Pesquerade Fr. Ángel García de Pesquera


Mensajero Seráfico -Año 2013 -Octubre

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