Mensajes De ReflexióN

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A LOS PADRES DE NUESTRO TIEMPO

En el momento menos lógico y de moral mas baja les ha dado la vida una tarea difícil. Ha colocado sobre sus hombros una obra irrenunciable y de enorme responsabilidad: la de formar y conducir a los hijos.Indica el camino, pero no marques el del hijo con derecho propio. Que tu autoridad sea flexible, tus mandatos justos y tus argumentos comprensibles. Que tu prohibición se ejerza con cariño... Trata de razonar, antes de imponer y opinar sin sentirte infalible. No te pases la vida aleccionando, como si tu solo fueras el dueño de la verdad. Exígeles a los hijos de acuerdo con la sensibilidad y el temperamento de cada uno. Si algo tienes que imponer, que sea sin herir. Y si algo tienes que decir, que sea sin lastimas. Enséñales a caminar para cuando no puedan ir llevados de tu mano. Los hijos llevan retratada la imagen de su hogar, y generalmente obras de acuerdo con ella.Dedícales tiempo, pues el hijo se siente importante y dichoso de que lo tomes en cuenta. Hazlos fuertes, no insensibles.Siémbrales la fe, de raíz, y enséñales a usarla, porque con ella la tormenta puede convertirse en calma. El fracaso en victoria. Los defectos en virtudes. Y el próximo día puede llegar el milagro de amanecer.Dale a tu hijo amor todos los días.De niño, sé su protector. De adolescente, sé su maestro, y de adulto, el sabio.Cuando el hijo fracasa, no tomes el camino de los reproches, sino el de la solución y el aliento.Si tu hijo triunfa, no tomes el camino de la vanagloria y la superioridad, sino el de lo que tuvo que exigirse y luchar, y lo generoso que fue Dios al premiar su esfuerzo. Usa el sentido del humor, que desvanece muchas tormentas. Y déjales un campo de acción suficientemente amplios como para que se muevan solos. Y una libertad con el espacio necesario para que crean que están manejando su vida. Pero en el fondo, sígueles los pasos, entiéndeles las miradas, ajústales el dinero y ábreles el corazón.

Zenaida Bacardí de Argamasilla

***SENCILLO vs. VERDADERO***

Un amigo SENCILLO nunca te ha visto llorar.Un amigo VERDADERO tiene los hombros húmedos por causa de tus lágrimas.Un amigo SENCILLO no conoce los nombres de tus padres.Un amigo VERDADERO tiene sus números de teléfonos en su libreta de direcciones.Un amigo SENCILLO trae una botella de vino a tu fiesta.Un amigo VERDADERO llega temprano para ayudarte a cocinar y se queda hasta tarde para ayudarte a limpiar.Un amigo SENCILLO odia cuando le llamas después de haberse acostado.Un amigo VERDADERO pregunta porque te tardaste tanto en llamar.Un amigo SENCILLO procura hablar contigo acerca de tus problemasUn amigo VERDADERO procura ayudarte con tus problemas.Una amigo SENCILLO se imagina tu vida romántica.Un amigo VERDADERO podría chantajearte con ella.Un amigo SENCILLO, al visitarte, actúa como un invitado.Un amigo VERDADERO abre el refrigerador y toma lo que necesita.Un amigo SENCILLO piensa que ha terminado la amistad después de un argumento.Un amigo VERDADERO sabe que no tienen una amistad sino hasta después de haber tenido una pelea.Un amigo SENCILLO espera que siempre estés ahí para el o para ellaUn amigo VERDADERO siempre estará ahí para ti.Un amigo SENCILLO leerá esto y lo lanzará a la basura.Un amigo VERDADERO te lo enviará hasta que esté seguro de que lo haz recibido.Envíale esto a cualquier persona por la cual sientas cariño...Si lo recibes de vuelta, habrás encontrado tus verdaderos amigos.UN AMIGO:“Mi amigo no ha regresado del Campo de Batalla, señor. Solicito permiso para ir a buscarlo” dijo un soldado a su teniente. “Permiso denegado”, replicó el oficial, “no quiero que arriesgue usted su vida por un hombre que probablemente ha muerto”. El soldado no haciendo caso a

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ES MEJOREs mejor dar mucho, que no tener nada que dar..Es mejor apretar la mano del amigo, que vivir la soledad.Es mejor intentar muchas veces, ¡qué desistir de todo!.Es mejor el dolor de “querer mucho”, que la sensación de no querer a nadie.Es mejor fatigarse con la obra, que no dejar rastro de tu paso.Es mejor apasionarse por un ideal que ser un descreído.Es mejor la lágrima que la sequía.Es mejor enfocar la vida, que andar a ciegas.Es mejor la rienda que el libertinaje, el perdón que la revancha, cooperar que estorbar.Es mejor abrir camino, que cerrar el paso. Sentirte instrumento que protestar de la suerte. Dominarte, que arrepentirte.Es mejor desvelarte por un hijo que quitártelo de encima.Es mejor afrontar los problemas, que ignorar su existencia.Es mejor amistad sin ganancias, que ganancias sin amistad.Es mejor soñar con imposibles, que no saber soñar.Es mejor tomar poco de lo bueno, que mucho de la mediocridad.Es mejor que se rían se uno, a tener uno que reír groserías de los demás.Es mejor ocupar nuestro lugar con dignidad, que andar trepando en el que no nos corresponde..Es mejor quedarse en tierra, que salir a volar sin saber la anchura de las alas.Es mejor dejar de navegar, que emprender el viaje sin saber el calado del barco.Es mejor dejarse sembrar, que revolver la tierra sin saber clasificar las semillas.Es mejor la rama de cualquier árbol, que la llave de cualquier jaula.Es mejor ser un combatiente, que un insensible. Sujetarse a la fe, que tambalearse ante todo. Acatar los mandatos de Dios, que andar a la deriva... ¡y perderse!

Zenaida Bacardí de Argamasilla.

LOS HIJOS SE PIERDEN

No coloques la vigilancia de tu hijo entre los muchos afanes del día. Él es el único aparte primordial, básico. Lo que no hagas ahora no lo podrás recuperar después.

Te necesita porque está desprotegido. Al entrar a la escuela lo espera el traficante de droga, y al entrar a la casa solitaria, la nefasta pantalla de televisión. Todo lo atractivo con su corriente de veneno, todo ante sus ojos, y tú, fuera del hogar sin darte cuenta, laborando en otras cosas.¿Hay alguna que se le iguale? ¿Qué te compensaría perder a tu hijo?

La libertad tiene su rienda, no hay que dejarle desbocar. El vicio tiene sus síntomas, no hay que albergarlos en la casa sin darnos tiempo para percibirlo.

Tu hijo está empezando a espigar, pero es tallo débil todavía, no conoce los vericuetos el camino, los embates del viento, la habilidad que le falta para manejarse en este mar que lo sacude. Pocas veces piensa en maldad y en consecuencia.

¿En qué lugar entras tú para ayudarlo? Todas responden igual: “Confío en él, para eso le hemos dado buen ejemplo?

Madres cristianas, ¡por favor! Eso no basta.

Andan solos por ahí, a la deriva, sin amarres, sin sujeción y sin velas. No son malos, pero les falta la “brújula” para saber por donde ir, y el puerto acogedor y tibio de las madres para saber por donde anclar.

Dios te hizo faro, amor, luz, salvadora. Tu radio de acción está puerta adentro, tu ciencia, corazón adentro, y tu deber, entre cuatro paredes.

No me extraña que el hombre de hoy, ante Dios, se sienta un desconocido. Que se deboquen los instintos, se pierdan las almas, se confundan las mentes. No me extraña. Pero que la madre se descuide, se disculpe, su justifique y se desentienda, da que pensar.

Te ponen ropajes de modernidad y progreso que te ciegan. Te atacan con un contraluz de razones mal fundadas que te confunden y, con cualquier reflejo de verdad, te sacan de tu casa y desvía.

O las madres reaccionan y se proponen, ¡O los hijos se pierden!

Zenaida Bacardí de Argamasilla.

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A veces nos invade una sensación de tristeza que no logramos controlar. Percibimos que el instante mágico de aquel día pasó, y que nada hicimos. Entonces la vida esconde su magia y su arte.

Tenemos que escuchar al niño que fuimos un día, y que todavía existe dentro de nosotros. Ese niño entiende de momentos mágicos. Podemos reprimir su llanto, pero no podemos acallar su voz.

Ese niño que fuimos un día continúa presente. Bienaventurados los pequeños, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

Si no nacemos de nuevo, si no volvemos a mirar la vida con la inocencia y el entusiasmo de la infancia, no tiene sentido seguir viviendo.

Existen muchas maneras de suicidarse. Los que tratan de matar el cuerpo, ofenden la Ley de Dios. Aunque su crimen sea menos visible a los ojos del hombre.

Prestemos atención a los que nos dice el niño que tenemos guardado en el pecho. No nos avergoncemos por causa de él. No dejemos que sufra miedo, porque está sólo y casi nunca se le escucha.

Permitamos que tome un poco las riendas de nuestra existencia. Ese niño sabe que un día es diferente de otro.

Hagamos que se vuelva a sentir amado. Hagamos que se sienta bien, aunque eso signifique obrar de una manera a la que no estamos acostumbrados, aunque parezca estupidez a los ojos de los demás.

Recuerden que la sabiduría de los hombres es locura ante Dios. Si escuchamos al niño que tenemos en el alma, nuestros ojos volverán a brillar. Si no perdemos el contacto con ese niño, no perdemos el contacto con la vida.

Paulo Coelho.A orillas del Río Piedra me senté y

lloré.

PAPÁ NO ME PEGUES.

Papá:¡Tus golpes no solo hieren mi cuerpo.. Golpean mi corazón!

Me hacen duro y rebelde, terco, torpe y agresivo.

Tus golpes me hacen sentir miserable, pequeño e indigno de ti... mi héroe.

Tus golpes me llenan de amargura, bloquean mi capacidad de amar, acrecientas mis temores y nace y crece en mí el odio.

Papi, tus golpes me alejan de ti, me enseñan a mentir, cortan mi iniciativa y mi creatividad, mi alegría y mi espontaneidad.

No me golpees más... soy débil e indefenso ante tu fuerza; tus golpes enlutan mi camino, y sobre todo, endurecen mi alma. La fuerza de tu razón es superior a la fuerza de tus golpes; si no te entiendo hoy, ¡pronto lo haré!

Si eres justo e insistes en explicarme...

Más efectivos y grandiosos con tu afecto, tus caricias, tus palabras.

Papi tu grandeza nos está en el poder de tu fuerza física, Tú, mi héroe, eres mucho más cuando no necesitas de ella para guiarme...

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Es necesario correr riesgos. Solo entendemos del todo el milagro de la vida cuando dejamos que suceda lo inesperado.

Todos los días Dios nos da, junto con el sol, un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. Todos los días tratamos de fingir que no percibimos ese momento, que ese momento no existe, que hoy es igual que ayer y será igual que mañana. Pero quien presta atención a su día, descubre el instante mágico. Puede estar escondido en la hora en que metemos la llave en la puerta por la mañana, en el instante de silencia después del almuerzo, en las mil y una cosas que nos parecen iguales. Ese momento existe: un momento en que toda la fuerza de las estrellas pasa a través de nosotros y nos permite hacer milagros.

La felicidad es a veces una bendición, pero por lo general es una conquista. El instante mágico del día nos ayuda a cambiar, nos hace ir en busca de nuestros sueños. Vamos a sufrir, vamos a tener momentos difíciles, vamos a afrontar muchas desilusiones... pero todo es pasajero, y no deja marcas. Y en el futuro podemos mirar hacia atrás con orgullo y fe.

Pobre del que no tiene miedo a correr riesgos. Porque ése quizá no se decepciones nunca, ni tenga desilusiones, ni sufra como los que persiguen un sueño. Pero al mirar hacia atrás –porque siempre miramos hacia atrás- oirá que el corazón le dice: “¿Qué hiciste con los milagros que Dios sembró en tus días?” ¿Qué hiciste con los talentos que tu Maestro te confió? Los enterraste en el fondo de una cueva, porque tenías miedo de perderlos, ésta es tu herencia: la certeza de que haz desperdiciado tu vida”

Paulo Coelho.A orillas del Río Piedra me senté y lloré.

DESDE MI BARCA

No pretendo ser perfecta, pero si quisiera ser una vieja que no saque de quicio a todo el mundo, que no exaspere a los demás.

No aspiro a ser una santa, pero si una anciana que no se crea infalible, ni viva de quejas y temores.

No pretendo cambiar a estas alturas mis patrones de vida, pero si convertir los años en espíritu y que fluya la dulzura; convertir las canas en acierto y que fluya el consejo; convertir las arrugas en sonrisas y reflejar lo que llevo dentro.

Abrir paso a la precipitación de los demás, para que me perciban los menos posible y no llegue a ser un estorbo.

No interferir en el camino de la juventud siempre con una censura y una repudio. Admitir los atenuantes que tienen para ser así y comprender que los buenos de ahora son quizá mejores que los de antes, porque transitan por mayores peligros y enfrentan peores tentaciones.

No es posible hacer juventud con vejez, pero si aminorar mi alteración, mi irritabilidad, mi depresión, mi desasosiego y mi inevitable deterioro.

No quisiera brillar en el mundo, pero si quisiera desde mi sillón de soledad, dar alguna caridad.

No quisiera estar martillando sobre mi experiencia, porque sería inútil. A cada una le gusta vivirla y descubrirla por sí mismo.

Ni pretendo llevar a nadie de la mano: cada cual quiere caminar solo su propio destino.

Pero si deseo ser un faro en silencia que no apague su luz.

Ser una barca en retirada llena de palomas, de historia, de relatos, de recuerdos que hablen, de miradas que descubran, de hechos que hagan pensar...

No desperdiciar la vejez. No mirar los años con miedo, dándoles a estos últimos un profundo sentido, porque son el espacio final para movernos y el momento irrepetible para la realización completa.

No hacer de la vejez un lastre y una insignificancia, sino una sombra que fue luz, un árbol que fue fruto y un camino que fue huella,

No vivir en la oscuridad como algo inservible, sino pararme delante de una

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CUANTO DINERO QUIERES GANAR

A que aspiramos cuando vamos a trabajar al exterior? Obviamente esta es una pregunta que tiene miles de respuestas, pero de acuerdo a lo que se ve en las calles y en nuestros hogares, somos muy pocos lo que más o menos acertamos a la respuesta correcta: Y es que nuestras actividades cotidianas aún dejan mucho que decir.La respuesta más acertada para muchos lectores sería:“A ganar dinero”, Y esta bien, ganar dinero.Pero que tanto dinero queremos ganar?

Esta bien sacrificar el tiempo que tenemos para con nuestros hijos y nuestra esposa?

Hace algunos días al saludar a una joven de 17 años que es miembro de nuestra iglesia le dije: Y que tal están tus padres? El muy serio me contestó: A cuales padres se está usted refiriendo? Yo soy huérfano.Sorprendido le dije: “Pero si tus padres no han muerto, como es eso de que dices que eres huérfano?Guardó silencio... Y cabizbajo, con lágrimas en los ojos me contestó con voz apagada: “No es necesario que mis padres estén muertos para sentirme huérfano: ellos están trabajando y yo casi no los miro; Están siempre bien ocupados haciendo alguna cosa, y jamás tienen tiempo para conversar conmigo ni con mi hermano menor.

Las lágrimas comenzaron a inundar sus mejillas, y mi único impulso fue abrazarlo y dejar que llorara en mi hombro. Fue muy, pero muy triste esa conversación con este jovencito, que por cierto se estará graduando este mes con muy altas calificaciones y algunas menciones honorables debido a su comportamiento y colaboración con los maestros de la escuela.

Tal vez sus padres no tengan tiempo de asistir a su graduación, por estar ganando dinero, y me atrevo a decir que también desconocen las grandes cualidades que poseen en su propio hijo... Este jovencito me abrió los ojos al tratar de encontrar consuelo, me enseñó que el mucho dinero, y mucho trabajo hacen muy mal, hacen tanto mal que destruyen irrevocablemente la unidad y el calor que debe existir en todas las familias.

De nada me sirvió a mí mismo llenarme las bolsas de dinero, comprar casa propia y tener carro último modelo, si durante el proceso de llegar a tenerlo todo, perdí... a mi hija y a mi esposa. Tal vez mi hija también tuvo que llorar en algún hombro extraño.

Solo recomendarles a todos aquellos que lean este relato, que por favor atiendan a sus hijos, cualquiera que sea la cantidad de dinero, no alcanza para

comprar el amor de una hijo. ANÓNIMO

¿Por qué no fui yo?A un ser muy querido mío le toca lidiar con leucemia. Daría lo que soy, todo lo que tengo, para que su enfermedad pudiera traspasarse a mi cuerpo. Quisiera por amor, asumir este mal, agradeciendo la suerte que tuve de vivir tantas décadas, aceptando irme del plantea como el jugador abandona la cancha.Los niños gomeros inhalan sustancias tóxicas. Ojos vidriosos, almas en un hilo, paso incierto, se dejan devorar por dragones fabulosos, inventan luces refulgentes, paisajes fantásticos, luego se estrellan en aterrizajes forzosos. Quisiera saber por qué no me tocó esa casualidad y tuve la oportunidad de crecer en una familia donde no faltó comida ni tampoco amor.Los asesinos de medianoche afilan su cuchillo a la luz de la luna. A como dé lugar tienen que traer a casa los remedios para el último vástago, el pan para la familia numerosa, o al final, llegan a matar como quien se echa una cana al aire, sin conciencia ni remordimiento. Se evaden bebiendo, fumando, pasan temporadas en cárceles donde las cucarachas estremecen piadosamente sus antenas. Quisiera saber por qué no me toco el mismo lado.Los niños afectados por el síndrome de Down tienen una capacidad amatoria asombrosa, desarrollan con lentitud insólitos talentos. A los autistas les cuesta comunicarse; en sus ojos mueren sueños nebulosos apenas nacidos, así como revientan las burbujas de lodo en las aguas del estero. De repente envuelven dentro de un grito su latente rebeldía. ¿Quién decidió que yo no fuera un autista, que no llevara algún síndrome, que no rematara temprano mi vida en un ataúd minúsculo?¿Por qué tengo automóvil en vez de empujar una carretilla? ¿Por cuál capricho del destino soy heterosexual y no asexuado? ¿Por qué tengo ojos, brazos, piernas, mientras otros carecen de vista, oído, no tiene como dar abrazos ni correr hacia seres amados con la impaciencia del reencuentro? ¿Por qué soy francés y no esquimal, chino, norteamericano, ruso, pigmeo, miembro de una tribu de caníbales? ¿Por qué blanco? Todos deberíamos ser negros aunque sea en una de nuestras reencarnaciones. Deberíamos siempre mirar la vida desde los extremos, aún tratándose de color. ¿Por qué no estuve en una de la Torres Gemelas aquel 11 de septiembre, en cualquier avión que se estrello en u n vuelo rutinario? ¿Por qué le tocó a mi vecino morir asesinado cuando le robaron el auto? ¿Por qué envejece tan plácidamente Augusto Pinochet como su no hubiera pasado nada, cuando Mozart murió a los 35 años? ¿Por qué vanagloriarnos por un apellido que no escogimos? ¿Por qué llamamos a la gente paupérrima: “de escasos recursos”, a los negros “morenos”?Justamente porque no existen respuestas humanas a todas aquellas preguntas, se vuelve indispensable la existencia del Ser supremo que pueda rebajar la soberbia de los intocables, conmoverse por la más elemental ternura, tomar bajo su eterna protección a quienes fueron humillados, pisoteados, ignorados. Los que no tienen no son. Si no se