Centro de Espiritualidad y Pastoral

CEP - INFORMA

Enero - Febrero 2013 - Nº 17

Sean buenos en sus manos: Manos que dan, que ayudan, que enjugan las lágrimas,

que estrechan la mano del pobre y del enfermo para infundir valor, que abrazan al adversario y le inducen al acuerdo,

que escriben una hermosa carta a quien sufre, sobre todo si sufre por nuestra culpa...

NO TE LO PIERDAS!

En la nueva web del CEP: www.cepvenezuela.com, podrás encontrar diversas ayudas sobre Espiritualidad y Pastoral.

Ya están disponibles los recursos del P. José Martínez sj., para los Ejercicios en la Vida Corriente. Se pueden encontrar en la web del CEP o haciendo click aquí: EVC

Envía a tus amigos y conocidos la Oración Semanal del CEP: disponible en www.cepvenezuela.com

Mes Arrupe

2013

San Javier del Valle

Mérida, Venezuela

Página 2 Mes Arrupe Venezuela 2013 - San Javier del Valle - Mérida

Del día jueves 3 al domingo 27 de enero de 2013 se desarrolla en la Casa de Ejercicios San Javier del Valle, ubi-

cada en Mérida, el Mes Arrupe, con jesuitas que comienzan el tercer año de teología en los Teologados Interpro-

vinciales (CIF: Centro de Formación Interprovincial), ubicados en Santiago de Chile, Belo Horizonte (Brasil) y Bo-

gotá (Colombia).

El Mes Arrupe es una experiencia formativa que tiene el propósito de brindar a nuestros estudiantes que cul-

minan la formación teológica una vivencia cercana y profunda de aspectos centrales del Sacerdocio en la Compa-

ñía de Jesús. La experiencia incluye 11 días de Ejercicios Espirituales con acompañamiento personalizado, 4 días

de Taller de Afectividad-Sexualidad, y 4 días de Taller sobre Sacerdocio en la Compañía de Jesús. Complementa-

riamente se tendrá una tarde de encuentro con el Provincial, P. Arturo Peraza para conversar sobre la realidad del

País y de la Compañía de Jesús en Venezuela; visita al Internado Fe y Alegría San Javier del Valle, y un día de pa-

seo por los Pueblos del páramo merideño.

Participan en el Mes Arrupe: Belo Horizonte, Brasil: Alfonso ALONSO-LASHERAS (CAS - España), Aní-

bal Atalibal LORCA (VEM), Antonio Ronilson BRAGA De SOUSA (BAM), Daniel TERÁN ROMERO (BOL),

Edwin René MOSCOSO CAJAS (ECU), Hilter Martin SILVA PEÑA (PER), Jose Antonio RUBIO AGUILAR (CAM)

Juan Carlos GUTIERREZ MERINO (PER), Marcos V. SACRAMENTO De SOUZA (BNE). Bogotá, Colombia: Adri-

ano Luis HAHN (BRM), Carlos René SOP XIVIR (CAM), Edilberto Do NASCIMENTO BRANDÃO (BNE), Everal-

do VARGAS Dos SANTOS (BRM), Gustavo Valentin De PAULA (BNE), Johnathan CASTELBLANCO (COL), Jo-

sé William ANDRADE (COL), Neftalí EUGENIA CASTILLO (ANT), Silas Moesio MACIEL Da SILVA (BAM).

Santiago de Chile: Cristhian ESPINAL (ANT), Cristian CONTRERAS (CHL), Cristian PERALTA (ANT), Héctor

GUARDA (CHL), Juan Cristóbal GARCÍA-HUIDOBRO (CHL), Nemo CASTELLI (CHL). Centro América: H. Mel-

vin OTERO (CAM). Equipo Acompañantes: Gonzalo Contreras, Coordinador (CHL), Javier Osuna (COL), Jorge Cro-

vara (ARU), Leo Amaro (ARU), Pedro Evangelista (BNE), Rufino Meana (CAS - España), Gustavo Albarrán, Minis-

tro (VEN)

Hemos comenzado un Mes Arrupe lleno de ilusión y de apuesta en lo que el Señor va realizando en la vida de

cada jesuita que participa en la experiencia. Agradecemos a la Provincia la esmerada atención que se nos ofreció

durante nuestra estadía en Caracas, especialmente agradecemos a la Comunidad del San Ignacio, a CERPE, a la

Comunidad Manuel Aguirre, al CEP y de modo particular agradecemos a Marcos Castañeda sj por su especial tra-

to y compañía. Estar en San Javier del Valle va resultando un signo de la gracia de Dios. Sus instalaciones, la natu-

raleza, la acogida y atención tan dedicada y cercana de las Hermanas Reparadoras del Sagrado Corazón de Jesús,

encargadas de la Casa, nos ha facilitado tener unos Ejercicios Espirituales muy sentidos. Que Dios y la Santísima

Virgen nos animen siempre “para en todo amar y servir”.

Gonzalo Contreras SJ

Mes Arrupe: Experiencia de comunión, fraternidad y formación para la Misión

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Luego de haber tenido un largo viaje desde Santiago de Chile a Caracas, Venezuela; fuimos recibidos por

la comunidad del colegio San Ignacio. Al día siguiente (3 de enero) muy temprano por la mañana empeza-

mos nuestro viaje (de casi 16 hrs.) para poder llegar al destino final, que seria el lugar que nos albergaría por

casi un mes; la casa de Ejercicios San Javier del Valle, en Mérida. El grupo lo constituimos 25 teólogos y 6 sa-

cerdotes que acompañan la experiencia (cuyo coordinador es el P. Gonzalo Contreras SJ y ministro el P. Gus-

tavo Albarrán SJ)

A un par de días de terminar la experiencia, quisiera compartir tres tópicos que han sido relevantes para

mí en este tiempo:

1.- La experiencia de los casi 12 días de Ejercicios Espirituales, fueron para mi lugar de mucha Gracia y

liberación. En este sentido, llegué a ellos con muchos anhelos, preguntas y expectativas, sobre todo por lo que

implica el estar al término del primer ciclo de teología y la proximidad con el ministerio sacerdotal. Pero, una

vez más Dios se las arregló para hacer conmigo lo que quiere. En este sentido, fueron unos Ejercicios muy

sencillos y simples, en donde el Señor iba confirmando la historia de Salvación que ha hecho conmigo en es-

tos casi 9 años como jesuita. Fue una experiencia de liberación y reconciliación conmigo mismo y para así re-

conocerme sanado y enviado.

En ese contexto, entrar en el “taller de afectividad y sexualidad” fue como entrar en un tubo, pues ya re-

conciliado, entrar en estos temas fue más fácil y tuve menos resistencias. Resonaban en mi las palabras del

Concilio en GS “nada de lo humano le es ajeno”. La metodología usada por parte de P. Rufino Meana SJ fue

muy apropiada: compartimos en grupos sobre nuestras experiencias (luces y sombras) y luego con las lectu-

ras dadas y los cierres que él daba a las temáticas tratadas, nos ayudó a irnos constituyendo como verdaderos

compañeros en el Señor, que comparten sus vidas frágiles y llamadas al servicio del Reino. En la tercera parte

del Mes Arrupe, hemos mirado desde ahí tanto el sacerdocio ministerial en la Iglesia, como en la Compañía

de Jesús.

2.-La riqueza de poder compartir con compañeros de Latinoamérica y el Caribe de otros CIF´s (también

con un español que anda por estas tierras) me ha hecho mirar los grandes desafíos que se nos presenta como

jesuitas en el contexto actual. Ha sido una muy buena experiencia de Compañeros unidos en la misión de Je-

sús. El ambiente fraterno, sincero, honesto y transparente, me ha hecho mirar con confianza los tiempos que

se avecinan, en donde necesitaremos confianza y cariño al Cuerpo de la Compañía para hacernos cargo de los

problemas de nuestros pueblos latinoamericanos y caribeños, para “bajar las armas” ante el compañero de

otra cultura con quien nos toca vivir y colaborar en la Misión.

3.-Para finalizar, agradezco la posibilidad de poder tener esta experiencia en Venezuela. He conocido al-

gunos puntos de vista tanto personales como por los que ofrecen algunos medios de comunicación social, que

me han ayudado a adentrarme a una cultura ajena a la mía (que no es ni mejor ni peor) con una mirada res-

petuosa y contemplativa, lo que ha sido ocasión para “sacarme las sandalias” ante tanta alegría, religiosidad

y coraje, en medio de la tensión política-social que viven nuestros hermanos en este país. No puedo dejar de

mencionar, la hermosa celebración en que hemos participado sobre “La Paradura del Niño Jesús”, celebra-

ción cargada de religiosidad popular, de catequesis, entre aguinaldos y jaculatorias que nos remontan a la

presentación del Niño, en donde el viejo Simeón y Ana se maravillan dando Gloria a Dios por el Salvador.

Me llamó la atención como los laicos (as) van dirigiendo el rito y que los niños, participan con gran protago-

nismo en esta celebración, mientras los sacerdotes y consagrados nos mezclamos entre la gente que ha venido

a adorar y a celebrar al Niño Jesús.

Página 4 … comunión, fraternidad y formación para la Misión

Ruego a Dios que esta experiencia, me anime (y nos anime) a mirar nuestro continente con los ojos de la

Trinidad que quiere seguir actuando con nosotros y a pesar de nosotros, como compañeros en la Misión del

Hijo. A.M.D.G

Héctor Guarda Díaz, SJ. (Jesuita Chileno. CIF Santiago de Chile)

Mes Arrupe: Avivar grandes deseos

El deseo de ser sacerdote acompaña mi vida desde los primeros años de discernimiento voca-

cional y siento que lo he ido abrazando en el contacto con los diferentes apostolados de mi vida co-

mo jesuita. Ya en la teología, uno se siente cronológicamente más cerca a ser ordenado sacerdote,

por eso el Mes Arrupe se me presenta como un tiempo especial para hacer un alto en este camino y

tomar el pulso a este deseo en mi vida, en el contexto social, eclesial y apostólico de mi provincia y

los nuevos desafíos planteados por la Cpal como prioridades de la Compañía latinoamericana. Vivo

el Mes Arrupe como tiempo para orar y agradecer un deseo que ha sido avivado por experiencias,

personas y desafíos concretos que me ofrecen la posibilidad de seguir creciendo y pidiendo a Jesús

que sea Él quien me ayude a formar un corazón sacerdotal.

Tiempo para orar mi deseo. Desde los Ejercicios Espirituales tuve la oportunidad de rezar mi

contexto vital de cara a la posibilidad de iniciar mi ministerio sacerdotal. Me siento confirmado para

responder a esta vocación en la Compañía, contando con la Gracia de ser consciente de la alegría

que me produce el trabajar por el Reino de Dios, los desafíos que debo asumir y el compromiso de

continuar creciendo personalmente. Se aviva en mí el deseo de confiar en un Dios que se afecta por

el sufrimiento humano y que trabaja junto a nosotros. Contemplar a Jesús me regala la certeza que

mi ministerio sacerdotal sólo tiene sentido si pasa por el deseo de imitar su proceder y su opción

preferencial por los pobres. En palabras del P. Arrupe: “Enséñanos tu modo de proceder, para que

sea nuestro modo de proceder y así podamos realizar el ideal de ser seguidores tuyos”.

Tiempo para agradecer mi vocación. El tomar el

pulso de este deseo me mueve a reconocer con gra-

titud que la vocación es Don y Tarea, pues Dios va

fraguándola a través de muchas personas que me

muestran el estilo de sacerdocio que esperan de mí.

Siento que en todo este tiempo de formación la

Compañía me ha ofrecido muchos medios para cre-

cer, y entre ellos veo que el apostolado es un medio

privilegiado, pues me coloca siempre en contacto

directo con las personas, quienes de modo especial

han ido formando mi sensibilidad social, capacidad

de escucha, vida espiritual y ternura que ellos espe-

ran recibir. Ha sido consolador reconocer varios

nombres dentro y fuera de la Compañía, mucho

más si reparo que es en mi familia donde comienza

este constante aprender a amar, expresar afecto,

compartir desánimo o dudas, comprometerme.

También agradezco el compartir cercano de los

compañeros jesuitas que nos acompañaron, su testi-

monio me permite asumir con paz, alegría y entrega

esta vocación.

Página 5

… avivar grandes deseos

Termino contento con este tiempo para orar y agradecer este deseo, pues me he sentido en

compañía al percibir la acogida de los jesuitas en Venezuela y disfrutar del encuentro con otros je-

suitas jóvenes, lo cual me recuerdan que este camino lo vamos haciendo juntos y que con toda nues-

tra historia y riqueza cultural optamos por servir como sacerdotes jesuitas, deseosos de dar respues-

tas creativas que trasmitan alegría y esperanza en nuestros espacios apostólicos.

Juan Carlos Gutiérrez Merino SJ. (Jesuíta Peruano – CIF de Belo Horizonte, Brasil)

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Mes Arrupe:

Un espacio de Dios, de encuentro con otros Jesuitas

y de formación para la Misión

El mes Arrupe, que en esta ocasión se realizó en Mérida (Venezuela), inició el 4 de enero y fina-

lizó el día 27 con una magnífica cena. El grupo de asistentes provenientes de los tres CIF de América

Latina, contó además con la presencia de los espirituales de estos centros y con el P. Gustavo Al-

barrán, S.J., quién fue el jesuita encargado por la provincia venezolana para ser ministro del Mes

Arrupe.

La distribución de esta experiencia tuvo tres partes bien definidas. La primera correspondiente

a los Ejercicios Espirituales personalizados, la segunda parte sobre afectividad y sexualidad y la ter-

cera, un trabajo intenso sobre el sacerdocio en la Iglesia y específicamente en la Compañía de Jesús.

Entre la experiencia de los Ejercicios Espirituales personalizados, que duraron once días, y el

taller de afectividad, tuvimos la visita del P. Arturo Peraza quién nos hizo una presentación de la

provincia venezolana y nos habló del contexto político del país. Vale la pena resaltar que esta visita

se hizo pocos días después del debate sobre la posesión del Presidente Chávez el 10 de enero y la

justificación de su ausencia. En este sentido fue enriquecedor para todos nosotros poder vivir y estar

pendientes de un hecho que claramente estaba teniendo resonancia en toda Latinoamérica. Y es pre-

cisamente, en este contexto político y cultural, en donde encontramos mayor riqueza, pues al estar

en la bella ciudad de Mérida, también pudimos compartir con la gente sencilla a través de una tradi-

ción andina denominada “la paradura del niño”. Para los escolares extranjeros era una celebración

desconocida, que resultó bastante rica y antigua, al hundir sus raíces en la primera evangelización

de esta zona hace unos 250 años.

La segunda y tercera parte del mes tuvo una impronta propia en el compartir de grupos. El

curso sobre afectividad fue orientado por el P. Rufino Meana Peón, S.J, jesuita español quien partici-

pa, desde hace algunos años en esta misma experiencia organizada por la Provincia de Gran Bretaña

y orientada a jesuitas de lengua inglesa principalmente.

El último taller se orientó al sacerdocio en la Iglesia y la Compañía. Pudimos conocer los testi-

monios de vida de nuestros acompañantes del Mes Arrupe. Conocimos sus experiencias de vida en

su ministerio sacerdotal, sus virtudes y su lectura del sacerdocio desde la fragilidad como hombres

pecadores pero llamados. Leímos y compartimos algunos textos del magisterio de la Iglesia, la Con-

gregación General XXXIV y textos propios del sacerdocio en la Compañía de Jesús.

En definitiva, valoramos esta experiencia como positiva por haber sido un espacio de Dios, de

encuentro con otros jesuitas de culturas y contextos diversos, pero enamorados del Señor y anima-

dos en su seguimiento. Agradecemos a la hermana República Bolivariana de Venezuela por su bue-

na y cálida acogida, por conocer hombres y mujeres que expresan su fe a través de sus tradiciones

religiosas y por nuestra estadía en la bella casa de ejercicios de San Javier del Valle.

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Por último, pero no por esto menos importante, agradecemos a la Provincia de Venezuela el

habernos recibido y disfrutado de su generosidad a través de un ministro que nos hizo sentir como

en casa.

José William Andrade sj (Jesuita Colombiano - CIF Bogotá, Colombia)

… espacio de Dios, de encuentro Jesuita y formación para la Misión

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Señor,

haznos expertos

en deshacer nudos

y en romper cadenas,

en abrir surcos

y en arrojar semillas,

en curar heridas

y en mantener viva

la esperanza.