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    meapolticaAo 19 No. 91. Octubre-Diciembre 2015

    www.revistametapolitica.com

    RECTOR

    M.A. J. Alfonso Esparza Ortiz

    SECRETARIO GENERAL

    Dr. Ren Valdiviezo Sandoval

    JEFE DE PUBLICACIONES DCI- BUAP

    Jorge Isaac Hernndez Vzquez

    DIRECTOR DE COMUNICACIN INSTITUCIONAL

    Mtro. Jos Carlos Bernal Surez

    SUB DIRECTORA DE COMUNICACIN INSTITUCIONAL

    Mtra. Ana Elsa Uras Hernndez

    DIRECTOR EDITORIAL

    Dr. Israel Covarrubias [email protected]

    CONSEJO EDITORIAL

    Jos Antonio Aguilar Rivera, Roderic Ai Camp, Alejandro Anaya, Antonio Annino, lvaro Aragn Rivera, IsraelArroyo, Mara Luisa Barcalett Prez, Miguel Carbonell, Jorge David Corts Moreno, Jos Antonio Crespo, Jaime

    del Arenal Fenochio, Rafael Estrada Michel, Nstor Garca Canclini, Pablo Gaytn Santiago, Francisco Gil Villegas,Armando Gonzlez Torres, Paola Martnez Hernndez, Mara de los ngeles Mascott Snchez, Alfio Mastropaolo,

    Jean Meyer, Edgar Morales Flores, Leonardo Morlino, Jos Luis Orozco, Juan Pablo Pampillo Balio, MarioPerniola, Ugo Pipitone, Juan Manuel Ramrez Saz, Vctor Reynoso, Xavier Rodrguez Ledesma, Roberto Snchez,

    Antoln Snchez Cuervo, ngel Sermeo, Federico Vzquez Calero, Silvestre Villegas Revueltas, Danilo Zolo.

    COORDINADOR DE DEBATES DEL PRESENTE NMERO

    Mnica Elivier Snchez Gonzlez

    DISEO, COMPOSICIN Y DIAGRAMACIN

    Direccin de Comunicacin Institucional de laBenemrita Universidad Autnoma de Puebla

    DISEO GRFICO Y EDITORIAL

    Jessica Barrn Lira

    JEFATURA DE PUBLICIDAD, DISEO Y ARTE

    Mtro. Manuel Ahuactzin Martnez

    METAPOLTICA, ao 19, No. 91, Octubre - Diciembre de 2015, es una publicacin trimestral editada por laBenemrita Universidad Autnoma de Puebla, con domicilio en 4 Sur 104, Col. Centro, C.P. 72000, Puebla,Pue., y distribuida a travs de la Direccin de Comunicacin Institucional, con domicilio en 4 sur 303, CentroHistrico, Puebla, Puebla, Mxico, C.P. 72000, Tel. (52) (222) 2295500 ext. 5271 y 5281, www.revistameta-politica.com, Editor Responsable: Dra. Claudia Rivera Hernndez, [email protected]. Reserva de Derechosal uso exclusivo 04-2013-013011513700-102. ISSN: 1405-4558, ambos otorgados por el Instituto Nacionaldel Derecho de Autor. Con Nmero de Certificado de Licitud de Ttulo y Contenido: 15617, otorgado por

    la Comisin Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustr adas de la Secretara de Gobernacin. Impresa porMAGDALENA GARCA REYES, Circuito San Bartolo Oriente A, Edificio C 709 Int. 8, Infonavit San Bartolo,

    Puebla, Puebla, C.P. 72490, Tel. (222) 1411337, DISTRIBUCIN.Comercializadora GBN S.A. de C.V. Calzadade Tlalpan # 572, Desp. C-302, Col. Moderna, Del. Benito Jurez C.P. 03510, Mxico D.F. TELS / FAX: (0155)5618-8551 Contacto: [email protected] [email protected], ste nmerose termin de imprimir en Septiembre de 2015 con un tiraje de 3000 ejemplares. Costo del ejemplar $50.00

    en Mxico. Administracin y suscripciones Ricardo Cartas Fi gueroa e Isaac Hernndez Tel. (01) (222) 2295534,ext. 5127, correo: [email protected] e [email protected]

    Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicacin.Todos los artculos son dictaminados.

    Queda estrictamente prohibida la reproduccin total o parcial de los contenidos e imgenes de lapublicacin sin previa autorizacin de la Benemrita Universidad Autnoma de Puebla.

    METAPOLTICAaparece en los siguientes ndices: CLASE, CITAS LATINOAMERICANAS EN CIENCIAS SOCIALES(Centro de Informacin Cientfica y Humanstica, UNAM); INIST (Insti tute de LInformation Scientifique et Tec-nique); Sociological Abstract, Inc.; PAIS (Public Affairs Information Service); IBSS (Internacional Pol itical Science

    Abstract); URLICHS (Internacional Periodicals Directory) y EBSCO Information Services.

    METAPOLTICAno se hace responsable por materiales no solicitados. Ttulos y subttulos de la redaccin.

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    El gran Luhmann

    Esquema analtico para el estudio de las organizaciones

    Problemas y perspectivas . El concepto Persona en

    Contradiccin y conflicto en la definicin de la sociedad moderna

    La funcin socio-psquica del dolor. Aproximaciones

    Micropoder, contrapoder y violencia.

    SOCIEDAD ABIERTA

    DEBATES

    Hugo Csar Moreno Hernndez

    Mnica Elivier Snchez Gonzlez

    Demetrio Arturo Feria Arroyo

    Javier Torres Nafarrate

    Mnica Elivier Snchez Gonzlez y Luis Fernando Macas Garca

    Del 15-M a Podemos: el nuevo panorama poltico

    David Fuente

    antelaseleccionesgenerales

    Aproximaciones desde la teora de sistemas

    religiosas desde la teora de Niklas Luhmann

    desde la sociologa de Niklas Luhmann

    la teora de la sociedad de Niklas Luhmann.

    Leonardo Flores Vivanco y Luis Fernando Macas Garca

    Franco Gamboa Rocabado

    Loslmitesdelointolerable.

    Autoritarismo y Estado anmico en Mxico

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    Sobre Dialctica de la imaginacin: Pablo Gonzlez Casanova,

    una biografa intelectual de Jaime Torres Guilln

    Sobre Figuras, historias y territorios. Cartgrafos contemporaneos de la

    indagacin poltica en Amrica Latina de Israel Covarrubias (coord.)

    SobreLos dilemas de la ciudadana moderna y la dignidad de los derechos

    SobreAntologas para el estudio y la enseanza de la Ciencia Poltica. Vol. 1:

    humanos de Arendt a Benhabib de Concepcin Delgado Parra

    Fundamentos, teora e ideas polticasde Herminio Snchez de la Barquera y Arroyo

    (in) actualidades

    PORTAFOLIO

    SOCIEDAD ABIERTA

    IMPRENTA PBLICA

    Hannah Arendt, la poltica como posibilidad de cambio

    Mara de los ngeles Palma Lpez y Nancy Hernndez Martnez

    Ricardo Cartas

    Horacio Vives Segl

    Arturo Santillana An draca

    Del desacuerdo a la calle

    Karina Bustos

    Jos Luis Reyna

    Horacio Cerutti-Guldberg

    El estudio de los enfoques tericos para el anlisis de las

    Francisco Jos Rodrguez Escobedo y Miriam Fonseca Lpez

    polticas pblicas.EntrevistaaGuillaumeFontaine

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    sociedad

    abier

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    por FRANCO GAMBOA ROCABADO*

    Loslmitesdelointolerable.Autoritarismoy EstadoenMxico

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    colectivos. Las brigadas de autodefensa provenientes de lasociedad civil tambin rompen con la estabilidad estatal, llevandohacia otros extremos la descomposicin del orden poltico.

    Los huecos de la estatalidad

    Las preguntas ms relevantes para comprender el Estado anmicopodran ser las siguientes: cmo puede estimarse la penetracinde intereses corporativos y del crimen organizado como elnarcotrfico, en las estructuras estatales de Mxico, en mediode la globalizacin?, cules son las caractersticas de la crisisde institucionalidad que afecta a la polica, las fuerzas armadasy el poder judicial, caractersticas que destruyen la fortalezaestatal?, cmo contribuyen los factores y actores internacionalesa fortalecer (o debilitar) las capacidades estatales mexicanas?

    Si concebimos a la estatalidad como un pndulo

    que se mueve entre estados anmicos y estados fuertes,es importante agregar otra orientacin en la que el Estadosea entendido como un sistema social complejo que cambiaconstantemente y de forma no necesariamente lineal. Cambiaen relacin con el contexto internacional y en su conexin conla sociedad.

    Existe un aspecto descuidado en las ciencias socialeslatinoamericanas: la incapacidad del Estado para reformarse comoburocracia (eficiencia) y referente de orden poltico (principio deautoridad y soberana). Hasta el momento, algunas institucionesestatales mexicanas no logran tener una identidad democrticapara enfrentar los retos econmicos de la globalizacin, y laproteccin interna de los derechos humanos en condicionesde seguridad.

    La nocin de falla, fragilidad o anomia estatal,generalmente est asociada con la incapacidad del Estado paradesarrollar una o varias funciones que se consideran primordiales.El concepto se vincula con definiciones de tipo funcionalista.Un Estado con alta capacidad sera aquel que cuenta con elpoderinfraestructuralpara mantener el monopolio de la coercin y,adicionalmente, para proveer a la poblacin de bienes pblicosfundamentales. Esta nocin, originalmente planteada por MichaelMann (1984: 185-213; tambin vase ODonnell, 1993: 1355-1369), fue recientemente recuperada en el influyente artculo deSoifer y Vom Hau. Segn estos autores: los Estados con altascapacidades se encuentran en mejores condiciones de establecerel monopolio de la fuerza, hacer cumplir los contratos, controlarsu poblacin, regular las instituciones, extraer recursos y proveer

    bienes pblicos (Soifer y Vom Hau, 2008: 220).En Mxico, la aparicin del Estado anmico impide

    la entrega de servicios pblicos, agrandando los r iesgosde la desigualdad. El crecimiento econmico podra contribuira la reduccin de la pobreza extrema; sin embargo, un Estadodbil y poco respetado por la sociedad, es arrastrado hacia la

    * Socilogo. Doctor en Gestin Pblica y Relaciones Internacionales. Investigador del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso) y profesor de la Universidad Mayor de SanAndrs (UMSA), La Paz, Bolivia. Correo electrnico: [email protected].

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    l actual gobierno de Enrique Pea Nieto estenfrentando un terrible escndalo con ladesaparicin de 43 estudiantes normalistas enoctubre de 2014. A un ao de su desaparicin

    (octubre de 2015), los pormenores del siniestrohecho van esclarecindose pero todava impera la impunidadpuesto que no hay nada concluyente sobre dnde se hallan loscuerpos, ni tampoco existe una certeza que permita decir quela calma ha regresado a la sociedad mexicana, donde parecepredominar la anomia estatal y democrtica. El hecho ha sidoespeluznante porque se cree que estos estudiantes fueronquemados vivos. Las decapitaciones, descuartizamientos ycientos de asesinatos horrorosos superan con creces las accionesviolentas del Estado Islmico. Lo que sucede en Mxico esuna crisis estatal que est golpeando duro en toda AmricaLatina. El Estado mexicano se enmarca dentro de un verdaderoproceso anmico, lo cual significa que presenta un conjunto dedesequilibrios dentro del orden poltico, porque las estructuras

    estatales estn dejando de representar el imperio de la leyy la integracin social. El Estado anmico viola las garantasfundamentales de libertad y proteccin de derechos que poseenlos ciudadanos.

    Se trata de una degeneracin institucional y polticadonde es difcil recuperar la capacidad para controlar tresmbitos de suma importancia en el siglo XXI: a) la polica; b)las fuerzas armadas; y c) el poder judicial. En estas tres esferas,la violencia contra los derechos humanos y la penetracin delcrimen organizado hicieron que el Estado tropiece con unacrisis de legitimidad, sin poder revertir una serie de incentivosa la impunidad y la corrupcin. As, se socavan constantementelas dbiles estructuras institucionales que la democracia tratde desarrollar los ltimos treinta aos.

    Mxico arrastra una ola de violencia donde sorprendela existencia de 60 mil muertos, solamente en el gobierno delex presidente Felipe Caldern (2006-2012), junto a otros 26 mildesaparecidos en los mismos seis aos. Todo esto a consecuenciade la guerra contra las drogas y la imposibilidad de brindarseguridad interna a la sociedad civil. La cantidad de asesinatosy desapariciones en diferentes gobiernos democrticos de Mxicova ms all de la cifra de muertos durante las dictaduras mssangrientas en Chile (1973-1988) y Argentina (1976-1982).

    Una vez ms, las desapariciones en Mxico ponen aldescubierto la relacin peligrosa entre el poder poltico y diversasbandas de sicarios en la ciudad de Iguala, relacin avalada inclusopor el gobierno del estado de Guerrero. La sociedad mexicanaest fuertemente indignada por estos crmenes y se organiz

    para afrontar los abusos del crimen organizado; sin embargo, elremedio parece ser peor que la enfermedad, debido a la irrupcinincontrolable de anomia estatal. Cuando la sociedad desconocela autoridad del Estado, aparecen mltiples distorsiones dondealgunas personas tratan de hacer justicia por mano propia, locual agiganta la violencia por medio de mltiples linchamientos

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    reproduccin de la desigualdad social, econmica y poltica,sobre todo porque las lites corporativas que tienen conexionescon el poder bloquean las capacidades del Estado para

    actuar con autonoma. Esto es lo que desata demasiados conflictosy pugnas de lites corporativas dentro de la dinmica del sistemapoltico. Adems, la nocin del Estado como eficacia de la leyse encuentra en decadencia. El Estado supone la capacidad dehacer cumplir la ley en el territorio. Esto no implica necesariamentela presencia de un rgimen legal democrtico u occidental, sinosimplemente la vigencia e implementacin de un sistema legalestablecido con anterioridad y que requiere ser obedecido perono ocurre esto.

    De cara hacia el sistema internacional, se trata de mostrar unEstado fuerte, con vocacin de autoridad. Es decir, mostrarun Estado como Leviatn seguro de s mismo porque lasredes de interdependencia de la globalizacin exigen un tipode actor estatal con plena potestad. Empero, hacia adentro de

    Mxico, la realidad presenta otro tipo de identidad ms frgil ydesestructurada, de manera que hay una constante contradiccinentre lo que es capaz de ofrecer el Estado hacia el orden interno yotros desafos por fuera: hacia la globalizacin que se transformaen una influencia sumamente riesgosa.

    El Estado en Mxico es enormemente inseguro debido ala escalada de violencia e impunidad que predomina en el pas. Lapolica, las Fuerzas Armadas y el Poder Judicial construyeron unacultura institucional paralelaque es vulnerable a la incursin delcrimen organizado en las ms altas esferas polticas. Asimismo,existe una peligrosa tendencia en la sociedad civil donde seest naturalizando todo tipo de anomia estatal, lo cual tambinse complementa con el hecho de que la anomia estatal vienedesenvolvindose en medio de la realizacin de elecciones

    peridicas. La sociedad elige gobiernos en las urnas pero nopuede encontrar una salida para la violencia y la decadencia delas instituciones estatales.

    Son pocas las investigaciones que analizan cmofuncionan los Estados latinoamericanos. Los especialistas enpolticas pblicas tampoco intentaron comprender cmo el Estadode Mxico se relaciona con otros actores, especficamente lasrelaciones con grupos empresariales, carteles de narcotraficantes,con la polica, con las redes que sta tiene en sectores informalesde la economa y la poltica, con las fuerzas armadas y con elpoder judicial que obstaculiza el acceso igualitario a la justicia ylos debidos procesos.

    El Estado anmico de Mxico vende una imagen externa,asumiendo la identidad de Leviatn autoritario con el fin de

    mostrar que es apto para racionalizar la actividad econmicabasada en el libre mercado y exponerse as a la globalizacin. starequiere de seguridad jurdica y previsibilidad estatal que debeser brindada a todos los agentes econmicos. Sin embargo, estaidentidad es ficticia porque se producen varios conflictos, los cualesmuchas veces no pueden ser resueltos por las instancias judiciales

    donde est ausente la imparcialidad, debido a que el Estado tiendeconstantemente a estar corporativizado.

    En el orden interno, el Estado mexicano ha desarrollado los

    llamados cdigos paralelos (o informales) que rigen la conductacotidiana de numerosos jueces, empleados del poder judicial yfiscales. Estas pautas normativas de comportamiento conformanuna compacta cultura institucionalque no est codificada porescrito pero regula una parte importante de la vida diaria delpoder judicial, de las fuerzas armadas y la polica, donde seviolan abiertamente los derechos, deteriorndose la eficaciadel Estado como ley.

    La ley tiende a ser cumplida, nicamente para quien tienems dinero, mayor poder o mayor capacidad para amenazaral Estado que va perdiendo el monopolio de la coerciny el uso legtimo de la violencia. El horizonte prospectivo escatastrfico porque demuestra que las reformas del Estado, ytodo tipo de esfuerzo para mejorar la calidad institucional de

    la democracia, habran fracasado, precisamente debido a losefectos profundamente negativos que desarrolla aquella culturade cdigos ocultos.

    La comprensin del carcter, extensin y profundidadde esta cultura institucional paralela tambin confirma laexistencia de una anomia social, lo cual exige la formulacinde propuestas de reingeniera gradual para la reforma estatal,

    junto con la necesidad de disear un programa educativo con elpropsito de combatir la retardacin de justicia y las influenciasperversas que reproducen ciertos cdigos paralelos en losaparatos policiales y militares.

    Los actores corporativos como sindicatos, asociacionesde empresarios, lites policiales, facciones privilegiadas de lospartidos (PRI, PRD y PAN), lites militares y burocracias judiciales,

    estn involucrados en una serie de hechos anmicos comocohecho, extorsin, lavado de dinero, secuestros, tor turas yasesinatos selectivos. As se tiran por la ventana las preocupacionese indicadores de una mayor calidad democrtica. Esto tieneconsecuencias desestabilizadoras que promueven ciert asacciones y decisiones que refuerzan el carcter antidemocrtico,debilitndose la institucionalidad vigente, prcticamente en todaAmrica Latina. El mal ejemplo de Mxico contamina, comoreguero de plvora, a toda la regin.

    Conclusiones. Desinstitucionalizaciny diversos tipos de anomia

    La literatura politolgica ha trabajado el concepto dedesinstitucionalizacin para referirse a una acelerada degradacino prdida de respeto por el derecho y las normas bsicas querigen un sistema democrtico. Asimismo, el trmino estdirectamente ligado con la institucionalizacin que expresa lo

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    contrario. Mientras la desinstitucionalizacin implica, de hecho,una descomposicin de las reglas con que funciona cualquierinstitucin, el proceso de institucionalizacin muestra un criterio

    de orden racional, previsibilidad de las conductas y legitimidaddel derecho para resolver cualquier conflicto de intereses.Los horrendos hechos del municipio de Iguala donde tuvo

    lugar la desaparicin forzada de los estudiantes de Ayotzinapa,confirman que en Mxico se ha destruido todo respeto porlas normas. Entonces, la violacin y transgresin constante destas se transforma en un indicador de deterioro que terminainstaurando la arbitrariedad y todo tipo de abusos en la vidacotidiana y el sistema democrtico (Covarrubias, 2012: 165-181). En Mxico del siglo XXI, nadie puede prever conductasobedientes hacia la ley porque la desinstitucionalizacin estimulaa que los transgresores se aprovechen del desorden y alteren lasreglas de convivencia, atacando a los ciudadanos ms dbiles yresolviendo cualquier conflicto o agresiones de manera unilateral

    y sesgada. La desinstitucionalizacin es la prueba ms clara dela anomia mexicana y expresin de injusticia donde cualquierpersona podra cometer un delito en contra de otra, o tambinser afectada por las arbitrariedades de aquellos que son mspoderosos o influyentes. La desinstitucionalizacin en Mxicorepresenta lo socialmente ilegtimo, marcando las pautas parasacar ventaja del incumplimiento de las normas y para manipularlas instituciones estatales, con el fin de conseguir interesesestrictamente particulares.

    Por lo tanto, el terreno est abonado para observar cmoimpera el Estado anmico en Mxico, cuyos objetivos tienden amostrar un conjunto de desequilibrios dentro del orden poltico,as como caracterizar la crisis del Estado en Amrica Latina delsiglo XXI porque, al parecer, el Estado est dejando de ser la

    expresin del imperio de la ley y la integracin social. El Estadoanmico en Mxico viola las garantas fundamentales de libertady proteccin de derechos que poseen los ciudadanos. As, surgeuna completa debilidad institucional, o lo que equivale a notener prcticamente instituciones. En consecuencia, aparecencontradicciones profundas porque se supone que en un sistemademocrtico debera primar el respeto por las instituciones y laley, administrada imparcialmente por el Estado, antes que porla voluntad de quienes poseen el poder.

    La impunidad proveniente de Iguala y otros miles deabusos que suceden en Mxico, expresan de qu manerael Estado anmico no es una estructura de regulacioneslegitimadas y tampoco garantiza la integracin de la sociedad.El Estado mexicano, precisamente est caracterizado por

    mltiples arbitrariedades donde los partidos y las personas queadministran el poder hacen un uso clientelar de las instituciones,apropindose de sus recursos pblicos mediante ilegalesconductas patrimoniales que deforman los criterios modernosdel derecho; el resultado inmediato es la desaparicin de todotipo de orden equilibrado con racionalidad, emergiendo distintos

    alicientes para la preponderancia de la injusticia. sta desembocaen una sociedad prcticamente anmica puesto que tambinsurgen diversas conductas violentas y criminales, llegndose

    a convertir en una manifestacin patolgica pero aceptada,finalmente, como una realidad inevitable.La sociedad mexicana anmica aparece como el escenario

    del fraude, la insolidaridad y el peligroso nacimiento de fuerzasparapoliciales, paramilitares y delincuenciales organizadas queliquidan los derechos humanos. En la sociedad anmica irrumpe lapermanente inseguridad ciudadana, razn por la cual, los delitosdel crimen organizado en Mxico fomentan constantemente elsecuestro bajo una lgica violenta, paramilitar y parapolicial. Asnace el imperio de la tristeza donde todos en Mxico convivencon el peligro. Esta terrible convivencia desata un fenmenoque no slo acontece en Mxico, sino en toda Amrica Latina:la violencia estructuralque desarrolla un conjunto de factoresculturales, sociales, polticos y simblicos donde se desbarata

    todo tipo de vivencias pacficas.Los estudiante de Ayotzinapa son el emblema de sereshumanos abiertamente humillados que no pudieron subsistircuando emergieron hechos de violencia permanentes: agresionesque lesionaron la integridad fsica; secuestros que pusieronen vilo el libre ejercicio de una serie de derechos humanos;discriminacin social y racial que aplast a los ciudadanos; difusinde mensajes, imgenes y prejuicios por medio de los medios decomunicacin que difundieron noticias de crnica roja, etctera.Las caractersticas estructurales de la violencia en Mxico seconvierten en un espejo donde, probablemente, tambin serefleja gran parte de Amrica Latina pues est presente unaideologa de la transgresinque practica una violencia sin lmites.El Mxico de hoy es un lamentable ejemplo en cuyo interior ms

    profundo, el conjunto del sistema social acepta como vlidosaquellos comportamientos destructivos de todo orden jurdicoo moral.m

    REFERENCIASCovarrubias, I. (2012), Apuntes sobre un Estado sin ley, en I.

    Covarrubias, El drama de Mxico. Sujeto, ley y democracia,Mxico, BUAP.

    Mann, M. (1984), The Autonomous Power of the State: Its Origins,Mechanisms, and Results, European Journal of Sociology, vol.25, nm. 2.

    ODonnell, Guillermo (1993), On the State, Democratization and SomeConceptual Problems: A Latin American View with Glances atsome Postcommunist Countries, World Development, vol.21, nm. 8.

    Soifer, H., y M. Vom Hau (2008), Unpacking the Strength of the State:The Utility of State Infrastructure Power, Studies in ComparativeInternational Development, vol. 43, nms. 3-4.

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    S

    e acercan las elecciones generales en Espaa en un contexto polticoque ha cambiado sustancialmente desde 2011. Podemos, el partidoencabezado por Pablo Iglesias, fue presentado el 17 de enero del 2014ante la prensa, y desde entonces el abanico de la poltica electoral

    se ha ido reconfigurando.Para comprender lo que este partido ha supuesto de cara a las inminentes

    elecciones generales es necesario hacer un breve repaso a las causas sociopolticasde su surgimiento, y tambin reflexionar sobre el modo en que su presencia seha ido definiendo.1

    Del15-MaPodemos:

    El nuevo panorama

    poltico ante las

    elecciones generalesporDAVIDFUENTE

    *

    * Instituto de Investigaciones Dr. Jos Mara Luis Mora.1. En este anlisis, por limitaciones de espacio, no hay una lectura del marco internacional. A los interesadosme permito recomendarles el texto escrito por Pablo Iglesias titulado Understanding Podemos, en el cualencontrarn un buen complemento de lo que aqu se expone.

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    2. Haba estadsticas que reflejaban que el 66 por ciento de la poblacin simpatizaba con el movimiento -incluso el 70 por ciento- y que un 81 por ciento opinaba que los indignadostienen razn. Vase Garea (2011), y Martn (2011).3. Es necesario sealar que el PP obtuvo el 30 por ciento de los votos, as como la abstencin se tradujo en el 44,6 por ciento de los votos vlidos y la ley electoral los elev hastael 53 por ciento de los escaos.

    Los indignados: origen social de Podemos

    El 15-Mesa ola de indignacin que recorri Espaa en mayo

    de 2011 es de inters acadmico, pero tambin de relevanciapoltica; este fue precisamente el punto de inflexin a partir delcual, dos aos y medio ms tarde, se fund Podemos.

    Sera difcil concebir las protestas de 2011 sin la crisiseconmica iniciada en 2007-2008. El rgimen haba mantenidosu hegemona sin que las mltiples movilizaciones de la primeradcada de siglo pudieran ponerlo en cuestin. Sin embargo,para 2011 el retroceso social fruto de la crisis y profundizadopor los recortes, era ya evidente, de modo que la nocin de yaera hora inund las plazas. Y es que, en ese espacio que va de2008 a 2011, cambian muchas cosas en el apoyo social haciael rgimen poltico espaol, y ms concretamente, en el plazoque transcurre entre que Zapatero anunciara los recortes el 12de mayo de 2010, y el estallido del 15-M. Tan es as que para

    abril de 2012, el mito de la monarqua campechana, cercana ydemocrtica, ya no poda sostenerse, y vemos aparecer en videoa un rey que, sin precedentes, pide perdn por irse a cazar aBotsuana en mitad de una dura crisis.

    El recibimiento del 15-Mpor parte de la sociedad espaolafue muy positivo.2Esta irrupcin visibiliz el descontento latentede un importante volumen de la poblacin, desde las clasestrabajadoras hasta las clases medias. La crisis de 2008 hizoevidente que los dos partidos dominantes se encontrabandistantes de la mayora de la poblacin, que respondan aotros intereses y que, por tanto, la disyuntiva que planteaba elbipartidismo haba perdido su sentido. El lema del 15-Mparalas elecciones de 2011 fue vota a otros.

    Causas estructurales del 15-M:la crisis del rgimen del 78

    En la Espaa democrtica, al igual que en otros pases delmundo a finales del siglo XX e inicios del XXI, el porcentaje delas rentas del trabajo respecto a las del capital han ido sufriendouna disminucin. La llegada del Partido Socialista ObreroEspaol (PSOE) al poder en 1982 supuso una ola de optimismoy ciertos progresos sociales. Sin embargo, el economista VicenNavarro (2009) sita en 1993 el ao en que Espaa comenzsu des-convergencia social de Europa, revirtiendo el proceso deexpansin del Estado de bienestar enormemente debilitadode partida por el franquismo, pues su gasto pblico social como

    porcentaje del PIB era, y es, de los ms bajos de Europa ylimitando la eleccin democrtica a dos partidos que dejaban aEspaa en la cola social del continente.

    La legislacin electoral aprobada durante la transicinperjudicaba a las izquierdas, y el Partido Comunista de Espaa

    (PCE) se vio seriamente debilitado. Desde mediados de los aos

    noventa hasta la crisis de 2008, el PCE, integrado en IzquierdaUnida (IU), fue perdiendo protagonismo en la vida polticaespaola. Llegadas las elecciones de 2008, el CoordinadorGeneral de IU, Gaspar Llamazares, se refiri numerosas vecesal tsunami bipartidista que haba arrasado con la presenciade su coalicin en el congreso y el senado.

    El PSOE de Zapatero, que comenz su legislatura de 2004con una serie de reformas progresistas, dio un giro importante arazn de la crisis. Tras comenzar por negarla a travs del empleodel eufemismo desaceleracin econmica, llev a cabo elPlan Espaol para el Estmulo de la Economa y el Empleo (PlanE) desde una perspectiva tibiamente keynesiana improvisada eindiscriminada (Torres Lpez y Garzn Espinosa, 2009). Pero,a partir del 12 de mayo de 2010 despus de la reunin del

    Eurogrupo el 7 de mayo para aprobar el rescate de Grecia,pero en la que se debi tratar, sin duda, la situacin de EspaaZapatero comenz a aplicar recortes en el gasto pblico. Conello se evidenci que el PSOE no estaba desarrollando unapoltica socialdemcrata clsica y que profundizaba las medidasneoliberales.

    Este es el contexto poltico en el que surge el 15-M, quese traduce en mayor precariedad, desempleo especialmente

    juvenil, reformas educativas regresivas y recortes sociales.En este punto, y aproximndose las elecciones, el PP

    volva an ms encarnizada y cnica su crtica, responsabilizandoa Zapatero de todos los problemas econmicos. Para la granparte de la sociedad, el PP careca de credibilidad, pero susvotantes tienden a mantenerse ms constantes y la campaa

    electoral lleg a convencer a ciertos sectores de que este partidosabra gestionar la crisis. En las elecciones generales del 20 denoviembre de 2011, se produjo la debacle del PSOE perdicasi un 40 por ciento de los votos respecto a 2008, lo quepermiti al PP lograr la mayora absoluta gracias a una injustaley electoral, con un aumento de los votos que no llegaba al 6por ciento de los obtenidos en 2008.3Estocombinado con unaizquierda ideolgicamente derrotada, una amplia abstencin yuna indignacin sin hoja de ruta institucional, permiti la victoriadel PP, la anttesis de lo que acababa de gestarse en las plazas.

    Cambio poltico-cultural del 15-M

    El 15-M, como apunt Alberto Garzn, cerr las puertas a unasolucin de la crisis que estuviera basada en polticas populistasde derechas, como las de algunos par tidos que crecan porEuropa. En los 16 puntos acordados en la asamblea de la Puerta

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    del Sol el 20 de mayo de 2011, se solicitaba mayor participacindemocrtica, eliminacin de los privilegios de los polticos, mayor

    transparencia en los partidos, instauracin de una fiscalidad msprogresiva y recuperacin de empresas pblicas privatizadas.Se identificaba la situacin crtica espaola con las carenciasdemocrticas y la injusta ley electoral, con el comportamientode la banca privada y la especulacin, con la corrupcin y elalejamiento privilegiado de los polticos con relacin a la mayorasocial, y con el vaciamiento de los recursos estatales a travs delas privatizaciones y la fiscalidad regresiva.

    Lo que el15-Mhizo a nivel poltico-cultural fue poner enduda la veracidad de las lites polticas y de los grandes mediosde comunicacin, promoviendo el acercamiento a fuentes deinformacin alternativas. A partir de aquellas protestas de mayo,varias cosas se elevaron al rango de sentido comn: los desahucioseran un problema social y una vergenza solventable legalmente de

    la cual eran culpables los bancos en connivencia con los gobiernosdel PP y del PSOE; la polica agreda a menudo injustamente ycontaba con elementos infiltrados en las manifestaciones; losmedios de comunicacin no eran confiables; los injustificablesprivilegios polticos en mitad de la crisis deban terminarse y losgrandes escndalos de corrupcin haban alcanzado unos nivelesque invalidaban moralmente a los dirigentes; los bancos eranculpables de la crisis... En resumen, las lites y los presupuestosque conformaban el rgimen perdieron credibilidad ante la nuevacoyuntura. Y lo hicieron ante un gran nmero de poblacin, muchano politizada hasta entonces, entre la cual se encontraban ampliascapas de la clase media. Estas, en palabras de igo Errejn, haban

    servido hasta entonces de colchn para los sectores oligrquicospero, ante el panorama que se abra, vean bloqueada su posibilidad

    de ascenso social individual.Lo que el 15-Mhizo es algo en cuya importancia coincidenvarios autores vinculados a la ciencia poltica: hizo manifiesto loque estaba oculto (Dagnino, Olvera y Panfichi, 2006), objetivlo implcito (Bourdieu, 2001), evidenci una nueva voluntadpopular. Todo ello a travs de la protesta social y de la toma delespacio pblico, legitimando estas estrategias.

    Otro asunto es vital para entender el futuro surgimientode Podemos.Las protestas del 15-M no se auto-identificaroncomo de derechas o izquierdas, y rehuyeron de estos calificativos.A pesar de su contenido social, el 15-Mse revindic como unaglutinado apartidista de lo ms variado en el que confluanpersonas que hasta entonces haban votado a diferentes partidos,o ni siquiera haban votado.

    De la indignacin fuera de las institucionesal "proyecto ilusionante"

    El 15-Mhizo profunda presencia en el espacio pblico a travsde las acampadas. Sin embargo, respecto a la accin polticainstitucional, tan solo trat de ser escuchado y de influir a travs deprotestas pacficas en la agenda poltica. Por tanto, capitalizar estedescontento era una tarea a la que algunos partidos se volcaron.

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    Izquierda Unida, que era el partido, al mismo tiempo,ms afn ideolgicamente al movimiento y con ms relevancia

    poltica, ascenda lentamente en las encuestas. IU partido al queJuan Carlos Monedero haba asesorado tiempo atrs, y tambinIglesias y Errejn brevemente para las elecciones de 2011 tenaserias dificultades para capitalizar el descontento general. Comosectores afines han reflexionado, si la refundacin que IU llevauna dcada tratando de realizar se hubiese efectuado, quizPodemosnunca hubiera existido. Pero no siendo as, como AlbertoGarzn ha reconocido, a IU se le ha considerado errneamenteun partido del rgimen.

    Por su parte, el PSOE no supo reaccionar y respaldar,aunque fuera tibiamente, algunas de las medidas defendidas porel 15-M; todo lo contrario, ya que en agosto de 2011 reformla constitucin con el apoyo del PP para priorizar el pago de ladeuda. Esta medida, desacertada poltica y econmicamente,

    lanz nuevas protestas contra el PSOE, que segua debilitando elrgimen al reformar deprisa y corriendo un texto que siempre sehaba declarado como intocable. Precisamente esta reforma dela constitucin permiti a la indignacin desatada pensar msseriamente en un nuevo proceso constituyente.

    Surgieron tambin nuevos partidos, pero limitados desdesu inicio, como el Partido X, que tuvo una tctica excesivamentelimitada a Internet, novedosa pero arriesgada, que le impedallegar a grandes sectores. Tampoco Equo, que acababa de nacer,logr trascender.

    Durante 2012 y 2013 hubo multitud de manifestaciones.Segn las estadsticas del Ministerio de Interior, en ambos aossuperaron las 44 000. Sin embargo, a partir de 2014, tras la granparticipacin en las Marchas por la Dignidad, las manifestaciones

    comenzaron a descender y sumaron 36 679. Hay quien hasugerido que esta desactivacin de la protesta tiene relacincon las expectativas levantadas porPodemos, que desincentivanla movilizacin social a la espera del triunfo en las elecciones,sobre todo tomando en cuenta el crecimiento que le otorgabanlas encuestas desde las elecciones europeas y hasta inicios de2015. Sin embargo, hay que resaltar que casi la totalidad de lasmedidas impopulares subida regresiva de impuestos, recortespresupuestarios, copago farmacutico, reforma laboral seaprobaron entre finales de 2011 y finales de 2013 teniendobien en cuenta el ciclo electoral, las cuales desataron granrechazo social. A partir de 2014 y durante 2015, el discursodel gobierno ha girado en torno una supuesta recuperacineconmica, celebrando un crecimiento escaso y coyuntural.

    En la etapa que va desde el 15 de mayo de 2011 hasta lafundacin dePodemos en enero de 2014, la lgica de las protestasdel 15-M y las reivindicaciones de sectores clsicos y ms ligadosal mundo del trabajo, coincidieron y dialogaron. Las Marchasde la Dignidad, convocadas en 2013 y realizadas en marzo de2014, fueron expresin de esto. En ellas se funde la ideologa del

    15-Mcon las protestas como las que protagonizaron los minerosen 2012. Por un lado, las convocaba el Sindicato Andaluz de

    Trabajadores (SAT), un sindicato combativo que ha logrado en losltimos aos dar visibilidad meditica a varios problemas de las

    clases trabajadoras andaluzas, como la cuestin del hambre; porotro, los Campamentos Dignidad de Extremadura, un movimientode parados que ha recogido las formas y el tono del 15-M; porltimo, el Frente Cvico Somos Mayora, fundado en 2012 por JulioAnguita coordinador general de IU en sus mejores momentoselectorales al tiempo que secretario general del PCE con laintencin de aglutinar el descontento transversal que el 15-M

    haba encendido pero que, algo ms de un ao ms tarde, notena ya presencia en las plazas.

    De modo que amplias capas de la poblacin protestabanformando un sentido comn que poda plantear la construccinde una nueva hegemona, pero no surga la herramienta clara yevidente que recogiera esta inconformidad.

    El origen inmediato de Podemosyel liderazgo de Pablo Iglesias

    Desde 2010, Pablo Iglesias haba dirigido el programaLa Tuerka,que se emita va internet. En l se discutan temas polticos deactualidad en un tono que no era posible hallar en la televisinconvencional, ya que una parte importante de los invitados eranprofesores de universidad con formacin marxista, lderes demovimientos sociales, periodistas de izquierdas y militante. Unclaro ejemplo era el tratamiento hacia los gobiernos del ALBAde Amrica Latina, que los grandes medios estigmatizaban

    mientras Iglesias, Monedero, Errejn y compaa subrayabansu implicacin en el avance democrtico. La construccin deestos liderazgos latinoamericanos y sus mayoras polticas queconocan bien, como lo demuestra la tesis doctoral de Errejnsobre el MAS en Bolivia, las asesoras de Iglesias y Monedero,y las publicaciones al respecto fue un referente desde el quepensar el panorama espaol.

    Al programaLa Tuerkale sigui Fort Apache, emitindoseambos semanalmente, con un cuidado tcnico mucho mayor.Ms adelante, aument el nmero de programas semanales. Lacuestin es que desde 2010 a 2014, en este espacio confluyuna serie de personas de izquierdas preocupadas por latransformacin social e invitados por un grupo,formado entorno a la Universidad Complutense de Madrid, que pona el

    acento sobre la comunicacin en la construccin de hegemona.A este programa tambin invitaban a polticos y periodistas

    de derecha, de modo que no conformaban un dilogo cerrado,sino un autntico ensayo de la disputa por el sentido comn.La bsqueda de informacin alternativa a travs de internetque el15-Mimpuls, comenz a dar visibilidad al programa ya su director. Curiosamente, fue una cadena tremendamenteconservadora, Intereconoma, la que invit a Pablo Iglesias por

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    primera vez como tertuliano en abril de 2013. Despus de esto,su aparicin en diversos programas de debate poltico, tan de

    moda a raz del ciclo de protestas iniciadas por el 15-M, creci,siendo representante de las voces crticas. Sus intervencionesseran la puesta en prctica de todo el conocimiento poltico ymeditico de Iglesias y su crculo, que revisaban cada aparicin, leasesoraban y buscaban continuamente la forma de comunicar acapas ms amplias de la poblacin. Eran muy conscientes de quese encontraban haciendo poltica ya antes de fundar Podemos.

    La audiencia que generaba su presencia pareca asegurarsu continua aparicin. De tanto en tanto, un acorralado PabloIglesias, rodeado de discursos afines al rgimen, lograba apuntarcrticas, ya fuera hacia la limitada transicin espaola o hacia lanecesidad de la nacionalizacin de las industrias energticas ola creacin de una banca pblica como formas de construccinde soberana y expansin de la democracia sobre el capital. En

    cualquier caso, aun derrotado en el debate, la posibilidad deotra forma de pensar la poltica, bajo una apariencia honesta ysocialmente preocupada en mitad de una crisis de legit imidadse iba filtrando. Quiz no era necesario queganasela discusinpara que sus argumentos tuvieran importancia poltica, paraque sectores de la poblacin se viesen representados en sudiscurso y aprendiesen a leer la actualidad en torno a susconceptualizaciones, pensadas entre grupos de doctoresen ciencias polticas y militantes de izquierdas para entrar enresonancia con los argumentos emanado del 15-M.

    A la par que creca su presencia televisiva, exista unentramado de activistas y militantes de grupos como IzquierdaAnticapitalista, TeleK, algunos miembros de Izquierda Unidaque se encontraban reflexionando sobre la gran movilizacin

    social y los medios necesarios para que sta alcanzase latransformacin de las instituciones. Y es en este mbito deactivistas dondePodemosse concibe. Izquierda Unida no estabacapitalizando el descontento, y algunos sectores, entre los quese encontraba Iigo Errejn, empezaban a pensar que exista laoportunidad de un desarrollo del populismo en Espaa.4

    El discurso de Podemos

    El Centro de Investigaciones Sociolgicas (CIS) realiza, en susencuestas peridicas, una pregunta donde el entrevistado seubica ideolgicamente del cero al diez siendo el cero la izquierda

    y el diez la derecha. En esta pregunta, en torno al 60 por cientode la poblacin espaola suele situarse del cinco hacia abajo.Como Beln Barreiro coment en una entrevista a El Diarioen juliode 2014, Podemos estaba llegando a captar el voto de sectoresque se sitan en el nmero cinco, algo a lo que Izquierda Unida

    nunca haba llegado. Pablo Iglesias estaba tratando de conquistara una mayora social, de hacer lo que en otros contextos se ha

    definido como una alianza interclasista, cuya viabilidad habaevidenciado el15-M.Qu tiene de novedoso el discurso dePodemospara

    reunir a esta mayora? Bsicamente, la forma en que ha otorgadoherramientas para leer la realidad. No es que haya explicado ala poblacin cmo debe pensar la crisis, sino que ha permitidoa los afectados a entenderla como un problema social conenemigos definidos la casta y un horizonte ilusionante detransformacin.

    Para ello han empleado diferentes recursos. En primerlugar, como tcnica populista definida por Ernesto Laclau (2006),la identificacin de los significantes vacos y el uso de categorasflotantes.5El gran significante flotante portador de legitimidad es la"democracia". Esta va desde la democracia liberal sin pueblo, hasta

    la democracia econmica del socialismo (no el socialismo del PSOE,sino el de Marx, valga decirlo). En medio, amplios sectores hartosde los recortes y de las imposiciones desde Europa acatadascomplacientemente por el PP confluyen para reivindicarla. Delo que se encarga el populismo es de demarcar polticamente esteconcepto dndole la amplitud adecuada para incluir a la mayorasocial.Podemosy su discurso no es, por tanto, como recuerdaErrejn, una mera expresin social, sino una construccin desentido que abre posibilidades que no existan previamente. Entreestos significantes se incluye la idea de nacin que en Espaaha hegemonizado la derecha desde un nacionalismo conservadoropuesto al republicano, siendo este ltimo progresista, laico ysensible hacia la plurinacionalidad estatal a la que se liga la nocinde soberana y patriotismo. Estos conceptos los ponePodemos

    en disputa sealando la subordinacin poltica hacia Merkel y eldespojo social que las lites realizan sobre la poblacin, siendoesto ltimo, subrayan, lo que debera interesar a un patriota. Aesta disputa de lo nacional se suma la reivindicacin de los serviciospblicos, el derecho a la vivienda y todo el conjunto de garantasque ofrecen bienestar social.

    Pero los dirigentes de Podemostambin dejan algunossignificantes vacos sin definir, como son el asunto territorial oel debate sobre la repblica, no porque no puedan deducirsesus aspiraciones Estado plurinacional y republicano, sinoporque, sensibles al clima de opinin, encuentran necesarioaplazar el debate de temas que dificultaran la construccinde mayoras. Si todo no queda cerrado y definido no es enaras de desarrollar despus un programa oculto siempre

    escapan a la no definicin por la va de la democracia, es decir,dejando para votaciones futuras la posicin sobre aspectos anno consensuados, sino por una necesidad impuesta por ladinmica poltica. Explicado en otros trminos, el discurso dePodemosse basa en el reconocimiento de derrota simblica

    4. Un populismo no entendido como la descalificacin empleada por los sectores conservadores ante cualquier irrupcin de las masas, sino como reflexin terico-prctica desdeErnesto Laclau y Chantal Mouffe.5. Esto tiene que ver con el uso de conceptos cuya definicin social es lo suficientemente ambigua como para que, tras disputarlos polticamente, amplios sectores de la poblacinque le asocian significados diferentes pero positivos, puedan confluir en un proyecto poltico que no est definido a priori.

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    en una serie de puntos: los tradicionalmente defendidos porla izquierda.

    Otro pilar del discurso de Podemoses la construccin delantagonismo pueblo-oligarqua, que se concreta como puebloo gente frente a oligarquas, lites o casta. El PP ha expresadouna retrica de reparto uniforme de la responsabilidad de lacrisis sobre el conjunto de la poblacin, para que en la prcticase pueda recompensar a las lites y cargar los costos sobre lamayora. Frente a esta estrategia oligrquica, Podemoscontribuyea plantear un claro antagonismo con relacin a los sectores(pblicos y privados) que han tomado las decisiones que llevaron

    a la crisis. Si la versin del PP exige adelgazar el Estado paraintentar pagar una deuda que desde su llegada al gobierno noha hecho otra cosa que aumentar, la lectura de Podemosreclamala auditora de una deuda ilegtima y la expansin de un Estadode bienestar que ya antes de la crisis era reducido. Si la versindel PP reclama reducir salarios, Podemosplantea la renta bsica.Si el PP mantiene a Espaa a la cola de Europa en nmero decontribuyentes por cada inspector de hacienda y no persigue elfraude fiscal, Podemosplantea eliminar las puertas giratorias,luchar contra el fraude y realizar una reforma fiscal progresiva.

    El tercer pilar del discurso de Podemos es el carcteremotivo. Frente a la pedagoga desde la izquierda a la que tantoapela Alberto Garzn, desde Podemos, con la vista puesta en laselecciones, se intenta que la mayora social se identifique tambin

    emocionalmente con la construccin de Iglesias y compaa, ypasen a convertirse en mayora poltica. Este ha sido el recursoen este ao y medio plagado de elecciones. Una vez pasado elritmo acelerado, planean volver a lo que Errejn considera la otralnea de la poltica, la cultural, cotidiana y local. Esta funciona

    a ritmo ms lento, es ms slida y produce su propio sentido,contrario al conflicto electoral, que obliga a Podemosa discutiren los terrenos y trminos del adversario y de forma precipitada.

    Adems de los fenmenos discursivos, contribuyeronotros aspectos al crecimiento del apoyo hacia Podemos, comola confianza que la figura de Pablo Iglesias parece desper taro la novedad de la formacin, sin un pasado al que rendircuentas.6 Con esta estrategia han sabido capitalizar a sectoresdescontentos del PSOE, reacios a votar a IU, que encuentran enPodemos su lugar.

    Las consecuencias de la irrupcinde Podemos

    Las encuestas previas a las elecciones europeas situaban elresultado delPodemos por debajo de lo obtenido finalmente.A partir del xito de mayo de 2014, este partido irrumpe comoun contrincante a tomar en cuenta seriamente. Inmediatamentese da la sucesin monrquica adelantndose a un posibleCongreso de los diputados que, tomado por la izquierda en 2016,pudiera aprovechar esta coyuntura para someter la monarqua areferndum, y Alfredo Prez Rubalcaba, de supuesta tradicin

    republicana, abandona su cargo de secretario general del PSOEuna vez facilitada la sucesin. El sismo va desde la altsima polticahasta las bases, pues los crculos se ven de pronto saturados, condificultades para gestionar el aluvin de personas que acude a lasasambleas posteriores a las elecciones. Y una serie de medidas,

    6. Bastante trabajo le cost a Pablo Iglesias salir airoso de las crticas que se derivaban de algunos de sus comentarios en La Tuerka favorables a Chvez.

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    como las primarias abiertas, empiezan a plantearse en todoslos partidos.

    Con relacin a su efecto sobre el espectro poltico, lo msrelevante quiz sea el ascenso de Ciudadanosen las encuestas,motivado sin duda por la corrupcin del PP pero tambinvisibilizado como opcin renovadora opuesta a Podemos. IUlogr buenos resultados en las europeas, pero perdi apoyos enfavor dePodemos, y lo ha seguido haciendo despus. El PSOE, porsu parte, intenta con dificultad mostrarse lejano a la austeridad,pero polticamente responsable, en supuesto contraste con elpopulismo de Podemos.

    El aspecto ms relevante de la aparicin de Podemosha sido la posibilidad de romper con el bipartidismo, pilar delrgimen. En plena cada del PP y del PSOE, este nuevo partidoplanea convertirse en mayora en el parlamento, algo a lo que IUno podra aspirar. Y esto permite plantear, como opcin factible,

    un proceso constituyente que resuelva las insuficiencias de latransicin, poniendo a las instituciones al servicio de la ciudadana,limitando el capital financiero y sentando las bases de una Espaams social. Pero esta ruptura con el bipartidismo no implica una

    pasokizacindel PSOE, que ha sido una de las fuerzas con lasque Podemos ha pactado tras las autonmicas para constituirgobierno. A lo que Iglesias aspira es a una posicin de fuerzasobre el PSOE que obligue a este partido actuar de forma mscercana a sus bases.

    Podemos es un partido regenerador con criterios y basespopulares que no debe ser confundido con un partido liberal dediscurso centrado en la gobernanza y sin intencin de molestar enlo ms mnimo al capital. En Espaa se dan fuertes desigualdadesen comparacin con el resto de la Unin Europea, y hay un mundo

    del trabajo explotado en mayor medida que, para lograr cotassociales a la altura de los pases cercanos, necesita recuperarparte de la riqueza que acapara el mundo del capital.

    Los pactos para frenar a Podemos

    Ciudadanoses el Podemosde derechas que en junio de 2014 elpresidente del banco Sabadell, Josep Oliu, planteaba que Espaanecesitaba. Con l, al bipartidismo le ha salido una cuarta pataen la que apoyarse, pues la tercera eran los partidos nacionalistasde derechas, tan enfrentados con el PP en la cuestin nacionaly tan afines en los recortes sociales. Ciudadanos, junto con

    UpyD, sern las dos fuerzas que tratarn de evitar un gobiernode Podemos, IU y PSOE, sea pactando con el propio PSOE o conel PP. Si el pacto que se produce permite seguir gobernando alPP, las polticas de austeridad continuarn yPodemos seguircreciendo en disputa con el PSOE.Quiz el escenario que ms posibilidades tenga de frenar la

    transformacin poltica sea un gobierno del PSOE apoyado porCiudadanosque desarrolle ciertas reformas limitadas y logre

    apagar el descontento que empuja hacia Podemos. Para Errejn,sin embargo, el gran riesgo en este sentido est en los posiblespactos coyunturales entre PP y PSOE, aunque es difcil saber siesto es un apunte de politlogo o un comentario de precampaa,cuestiones que bien saben enPodemos que ahora mismo seencuentran relacionadas.

    Dificultades para Podemosen laselecciones generales: la ley electoral

    Conviene aprovechar la coyuntura del anlisis de Podemospara poner de relieve un asunto fundamental de la democracia

    espaola que ayudar a entender la lgica de pactos y negacinde pactos que este partido est realizando y realizar de cara alas elecciones generales. Adems, hablar sobre la ley electorales necesario para evidenciar al menos una de las estructurasescasamente democrticas que se erigieron en 1978 para elmantenimiento del rgimen y la consolidacin del bipartidismo.

    Si uno analiza los datos de cualquier eleccin general enEspaa podr ver que los partidos que menos votos necesitanpara obtener un escao son los nacionalistas, adems del PP y elPSOE, mientras que los que reciben menos escaos en proporcina su nmero de votos son los partidos minoritarios con presenciadistribuida por todo el Estado. A continuacin se presenta unatabla con los resultados de 2011 con los partidos ordenadosde izquierda a derecha en creciente costo de votos por escao

    (Esquema 1).Esta gran asimetra entre votos y escaos, ajena a un

    criterio proporcional, no se debe fundamentalmente, como amenudo se argumenta, al reparto efectuado segn el sistemaDHont. Aunque este sistema concentra levemente los escaosen los partidos ms votados, el problema reside en cmo laley electoral divide al electorado por circunscripciones las50 provincias ms Ceuta y Melilla, para asignar a cadacircunscripcin un nmero de escaos y dejar sin valor a losvotos que en cada circunscripcin no adquieran representacin.Por ejemplo, en el caso de Soria, la provincia menos poblada77 355 electores, sus votantes escogen dos escaosdel congreso, de los 350 que lo componen. Los partidosvotados que no obtienen representacin ven sus votos perdidos.

    Es ms, los sorianos saben que su voto solo otorga escaos alos dos partidos ms votados, y lo que est en juego es queel PP tenga dos escaos o so lo uno, y que solo votando alPSOE es posible que el PP no obtenga ambos, lo que desalientaan ms las votaciones por partidos distintos de estos dos. Estaes la lgica del el voto til, pilar del bipartidismo.

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    En el caso de Madrid, la provincia ms poblada 4653 779 electores, el nmero de escaos que sus votanteseligen son 36. De modo que la poblacin madrilea escogeproporcionalmente a menos diputados que Soria. Por ponerun ejemplo ms grfico, los electores de las nueve provinciasde Castilla y Len, que son algo menos de la mitad que los deMadrid, escogen a 32 diputados. En resumen, las zonas menospobladas de Espaa, precisamente las ms conservadoras, estnsobrerrepresentadas.

    Contra esa estructura que durante casi 40 aos harefrenado las aspiraciones centroizquierdistas de la sociedad

    espaola, se enfrentar Podemos.Y no es solo una cuestinestadstica coyuntural a las elecciones, sino que ha configuradotodo unhabitusdel votante que, como se ha ejemplificado entorno a la provincia de Soria, se va conformando a travs dedilucidar durante el transcurso de varias elecciones qu es loque est en juego y a quin es necesario hacer perder, y quiz

    no tanto hacer ganar. Por eso Podemos necesita esa ilusin y esaemocin del votante que tanto trata de avivar, porque ahora queel bipartidismo se ha debilitado, empricamente necesita que lasnociones de utilidad del voto y de participacin existentes hastael momento se derrumben, para salir lo menos perjudicado de lasestructuras del rgimen, que son reales y mantienen su funcinen mitad del ms absoluto descrdito.

    Escenarios de posibles, pactospor un cambio

    Ante este panorama, lo ms relevante ser la construccin depactos pre y postelectorales. IU busca la forma de confluir a laselecciones con Podemos para evitar la sangra de votos que ensolitario producira la ley electoral, sumar fuerzas y situarse conla mayor cantidad de diputados de cara a lograr la formacin

    Esquema 1.Los datos estn calculados a partir de los resultados emitidos por el Boletn Oficial del Estado sobre las elecciones generales de 2011. En el caso del PP y el PSOE, sehan incorporado los votos y escaos de sus formaciones locales que se presentan de forma independiente (como el PSC-PSOE) o que lo hacen en coalicin con otras fuerzas (en

    Navarra, Extremadura y Aragn en el caso del PP) para simplificar la tabla; adems, es ms coherente con la lgica de disputa y colaboracin partidista que se produce en el congreso.

    42 4151

    334 498 7 47 785

    10 866 566 186 58 422

    143 881 2 71 940

    1 143 225 5 228 645

    324 317 5 64 863

    1 015 691 16 63 480

    7 003 511 110 63 668

    244 854 3 81 618

    184 037 2 92 018

    99 473 1

    1

    99 473

    125 306125 306

    153 271111 685 991La Izquierda Plural

    Compromis-Q

    FAC

    BNG

    ERC/ Esquerra

    PSOE

    CiU

    EAJ-PNV

    UPyD

    CC-NC-PNC

    PP

    AMaiur

    Geroa Bai

    D A V I D F U E N T E

    42 415

    CocienteEsca

    osVotos

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    de un gobierno anti-austeridad. La llamada unidad popularaglutinara a las fuerzas que ya se unieron en la coalicin La

    Izquierda Plural en 2011, adems dePodemos, y todas aquellasorganizaciones que se oponen al programa de austeridad, comoEquo, cuyo portavoz ya se ha expresado a favor de confluirantes de las elecciones. Este proyecto, quePodemosrechazabaabiertamente hasta agosto e IU respalda, es la plataforma Ahoraen Comn.

    Iglesias reconoci el buen papel de IU en las europeasen su apuesta por ganar espacio a la izquierda del PSOE. Sinembargo, considera que el papel de Podemoses otro, y que lasuma de siglas no se traducir necesariamente en un aumentode votos. Pero esta posicin se ha relativizado durante finales deagosto y principios de septiembre. Segn las declaraciones ynegociaciones realizadas hasta la julio, lo ms probable eraque Podemosse presentara en solitario a nivel estatal, para

    buscar un pacto despus de las elecciones con todas las fuerzascontrarias a la austeridad. En el caso de las pasadas eleccionesmunicipales y autonmicas, la concurrencia con otros partidosfue una decisin tomada en asamblea desde los crculos a losque geogrficamente les competa. Esta vez, a mediados de

    julio, siguiendo lo establecido por los Principios Organizativosdel partido, se hizo una consulta a la Asamblea Ciudadana mayor rgano de decisin de Podemos, constituida por todoaquel que desee inscribirse en ella sobre los pactos de caraa las generales. Se preguntaba a las bases si permitiran que elConsejo Ciudadano constituido por el secretario general,los 17 secretarios autonmicos, 62 miembros escogidos por laAsamblea y uno por los residentes en el extranjero establecierapactos a escala no mayor de la autonmica recurdese que los

    350 diputados del congreso se disputan bajo circunscripcionesprovinciales, y que las izquierdas nacionalistas seran un buenaliado dePodemospara concentrar votos y no salir perjudicadosdel modelo electoral. En esta tarea es en la que Iglesias y elresto del Consejo se encuentra sumido desde agosto, habiendologrado ya un pacto en Catalua en el cual estn incluidos losreferentes de IU en la regin (ICV y EUiA) , a punto de cerrarotro en Valencia y conversando en Galicia. Segn las ltimasdeclaraciones de Iglesias, los pactos con eleccin de candidatosa travs de primarias abiertas incluido con IU sern posiblestambin en Madrid, Aragn y Andaluca. Por tanto, la posicinenfatizada porPodemosen julio se matiza territorialmente, conuna ajustada estrategia que equilibra la independencia estatalde Podemoscon los acuerdos locales ciudadanos al margen

    de la credencial de partido para tratar de sortear la falta derepresentatividad de la ley electoral. Por su parte, IU decidir

    cmo encarar este giro de Iglesias en la Presidencia federal quecelebrar el 13 de septiembre.

    Podemos e IU pactarn a nivel estatal despus de laselecciones, pues su diagnstico y gestin de salida de la crisis essimilar. Mientras tanto, el programa electoral de Podemosestsiendo realizado de forma abierta, con debates como el del Foropor el Cambio, con una llamada a la participacin tanto en laproduccin de propuestas como en su votacin, cuestin estaltima que se producir a finales de septiembre.

    La poltica espaola se encuentra en un momentode relevancia mxima. Podemosha cado ligeramente en lasencuestas desde inicios de 2015, y continua hacindolo, perosu dirigentes le restan importancia. La aceptacin de Tsipras delrescate y su posterior dimisin no han ayudado. Son das en losque es necesario hilar muy fino, pero la cuestin de los pactosest teniendo gran visibilidad. Este es el ring donde las lites

    se mueven cmodas y que los medios de comunicacin aireanhaciendo nfasis en las dificultades, en la disputa calculada conla que no conectan las mayoras y que puede desincentivar laparticipacin. Cuanto antes se resuelvan las incertidumbres,tanto mejor. Tambin la presentacin del programa electoralle permitir a Podemoscentrarse ms en lo que le interesa a lamayora, para que despus de las elecciones traten de conducira Espaa a reducir su dficit social respecto a Europa y ayudara plantear otra UE ajena al austericidio. Gane quien gane, loque est en juego en las prximas generales es la posibilidad dedesarrollar un proceso constituyente y realizar alianzas entre lospases del sur de Europa.m

    REFERENCIAS

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    democrtica en Amrica Latina, Mxico, FCE.Garea, F. (2011), Apoyo a la indignacin del 15-M, El Pas, 5 de junio.Martn, C. (2011), El 15-M agudiza la distancia entre los ciudadanos

    y los polticos, Pblico, 6 de julio.Torres Lpez, J., y A. Garzn Espinosa (2009), No es suficiente,

    agarzon.net, 9 de diciembre.

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    Introduccin

    Los hombres,1la pluralidad, la accin, la libertad, lo pblico y la poltica son los temaspredominantes en la obra de Hannah Arendt. Su pensamiento est atravesadopor un contexto perturbador: la aparicin del totalitarismo y las guerras del sigloXX. Al respecto dice: las guerras y las revoluciones, no el funcionamiento delos regmenes parlamentarios y

    los partidos democrticos, constituyen lasexperiencias polticas fundamentales denuestro siglo (Arendt, 1993: 131-132). Fueronesos hechos los que la llevaron a cuestionar lasformas tradicionales de pensar la poltica y porconsiguiente renovar dicho pensamiento.

    Aunque tradicionalmente se ha vinculadosu pensamiento a la filosofa poltica, es importante

    destacar que ella se ubic dentro de la teorapoltica, la cual consideraba su profesin. Por ello

    Mediante la accin y el discurso,

    los hombres demuestran qui nes

    son, revelan activamente su nica

    y p e r s on a l i de nt i d ad y hac e n su

    apari ci n en el mundo humano.

    Hannah Arendt

    porMARADELOSNGELESPALMALPEZ

    HannahArendt,

    lapolticacomo

    posibilidad

    de cambio

    Y NANCY HERNNDEZ MARTNEZ*

    * Instituto de Investigaciones Dr. Jos Ma. Luis Mora.1. Es importante aclarar que cuando Hannah Arendt habla de los hombres o el hombre, hace referencia a los seres humanos.2. Heriberto Cairo (2013: 781) seala que el espacio est polticamente definido y la poltica se encuentra situada, es decir, esinseparable del escenario en el que se desarrolla. De modo ms preciso indica: cuando se entiende que la actividad poltica estconstituida espacialmente, se considera que no se puede comprender y explicar lo poltico sin tener en cuenta los discursos espaciales,las presunciones sobre el espacio poltico de una sociedad. Los hechos polticos quedan as situados, ya no ocurren en escenariosms o menos neutrales.

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    sealara que en el centro de su obra est la accin (Gnter,1964). Arendt no se refiere al deber serde la humanidad y

    de la poltica, sino de lo que es posible. Sus aportaciones sepueden considerar como parte de una teora poltica situada2en dos sentidos.

    En primer lugar, porque es el resultado de la reflexinen torno a los hechos devastadores del siglo XX, hechos que lahicieron replantearse su inters por la poltica. De esta manera,los Estados totalitarios y todo el entorno social y poltico fueronsu punto de partida para repensar la poltica. En segundo lugar,porque su propuesta hace alusin a algo concreto, se trata de loque los hombres pueden hacer en tanto su condicin de hombresrespecto a la realidad que viven y que los determina.Para Arendt, entender de una forma distinta la poltica esfundamental; por eso, dir que sta nace entre los hombresy trata del estar juntos en tanto seres diversos. En su obra se

    pueden observar dos grandes preocupaciones: la primera espensar a los hombres como seres homogneos, y no reconocersu pluralidad; la segunda es ver en la poltica una amenaza y algodestructor. Al preguntarse qu es la poltica?hace una serie dedisertaciones no slo vlidas para su tiempo, sino an vigentes.As, en el presente artculo nos concentraremos en la idea de lapoltica y el cambio como puntos de partida para adentrarnosun poco ms en su pensamiento.

    Una forma distinta de entender a la poltica

    El siglo XX se caracteriz por la destruccin de la dignidad

    y la vida humana. Fue invadido por la violencia, la exclusinsocial, el desempleo y la pobreza. Con la consolidacin deregmenes autoritarios, esto es una forma desptica dedominacin ampliada (Arendt, 1993: 50), se abri una brechaentre dominadores y dominados. Ante ello, Arendt considerque la poltica engendr una serie de sospechas (prejuicios) quecontribuyeron a su propia desacreditacin y desprecio, tales como:la poltica como una dimensin medios-fines; y como relacionesinevitables e indiscutibles de dominacin. Pero sobre todo, lapresuncin de que su contenido se fundamenta inevitablementeen la violencia y la catstrofe.

    Dichas sospechas no tuvieron or igen en la arroganciade la poblacin o de los intelectuales, sino que apelaron yreflejaron la experiencia concreta de su poca. No obstante,

    la autora seala que esta serie de sospechas han sido unimpedimento para entender el verdadero significado de lapoltica. Por consiguiente, se plante restaurar una preguntaelemental: qu es la poltica?Lo hizo desde la perspectiva delespectador que considera que el proceso histrico es una cuestinde hombres, un intento incesante por traducir el lenguaje de la

    experiencia, el peligro y a menudo choque del hombre modernocon los hechos (Arendt, 1993: 50).

    Para adentrarnos a su pensamiento sobre la poltica, esnecesario referirnos a la expresin vita activa, en la cual identificatres actividades fundamentales de la vida del hombre en la tierrao condiciones humanas, stas son: labor, trabajo y accin, lascuales estn de alguna forma relacionadas con la poltica. Labores la actividad del proceso biolgico, la vida misma, asegura lavida de la especie; es el espacio de la necesidad, lo que producelo necesario para mantener vivo al organismo humano (Arendt,1993: 16), ligado al ritmo y limitaciones de la naturaleza. Laproduccin est destinada para el consumo; por consiguiente,laborar y consumir son dos etapas del siempre repetitivo ciclode la vida biolgica zoe (Arendt, 1993: 16).

    Eltrabajoes la actividad fabril o el artificio humano (homofaber). Se refiere a la produccin de bienes duraderos y variables

    con la finalidad de hacer la vida ms confortable. El mbito comnpara la autora de dichas dimensiones, radica en que ambas sonactividades subordinadas a la limitacin, lo privativo, la capacidadadquisitiva y la necesidad. Por consiguiente pertenecen al mbitoprivado que sujeta la libertad del individuo. Por otra parte, laaccines la nica actividad que se da entre los hombres sinla mediacin de cosas o materia (Arendt, 2005: 35).

    La reflexin de Arendt sobre la poltica gira en tornoa la nocin de accinydiscurso, donde la accin es el medioconstitutivo de la libertad. sta es un tipo de conducta,espontnea, libre, incierta e indeterminada, que al no estarsometida al imperio de la necesidad o de la coercin, nospermite criticar, irrumpir y reconstruir la historia. Sin embargo,la accin slo es poltica si se acompaa del discurso, pues designa

    un alguien. Es a travs de laspalabrasdonde expresamos yreafirmamos nuestra perspec tiva del mundo; mediante las

    palabrasse da lugar al consenso, lo que lleva a los hombres avivir en un ambiente de paz, responsabilidad e igualdad deesta forma nos insertamos en un mundo de relaciones humanas.

    As pues, Arendt dir que el hombre no es poltico pornaturaleza, pues la poltica nace en el Entre-los-hombres,por lo tanto completamente fuera del hombre. La poltica surgeen el entrey se establece como relacin (Arendt, 1993: 46).Esto significa que es una construccin de los hombres e implicaun estar juntos, por lo que es necesario acordar un orden ygarantizar una igualdad jurdica. Seala tambin que el espaciopoltico requiere del establecimiento de leyes que posibiliten lainteraccin entre iguales en el espacio pblico, y que al mismo

    tiempo lo doten de cierta perdurabilidad porque sin un marcolegal o institucional el espacio pblico se encuentra en un estadoprecario y en constante peligro de desaparecer. Asimismo, enla poltica se reconoce el conflicto (mas no la violencia) comonecesario para construir consenso o disenso.

    Acciny discurso la poltica implica que los actores

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    posean un juicio. Es decir, que tengan la capacidad de ponderardecisiones, tomar cursos de accin y asumir responsabilidades

    (Galindo, 2014: 91) para definirse a s mismos y a su mundo. Dichacapacidad no es nica de un grupo, ya que como mencionaGalindo (2014), es independiente de los niveles de instruccino de inteligencia. Ms bien, depende de los sucesos histricos yla manera en que son percibidos, puesto que en determinadassituaciones habr quien no juzgue la norma, y otros quienes lacritiquen y la desobedezcan.

    Por ello, la autora coloca en el centro de su planteamientola capacidad de pensar y la idea de una mentalidad crtica.Los individuos se convierten en actores cuando ejercen unpensamiento autnomo y crtico que los lleva a interrogar elpoder, al tiempo de repensar la vida en comn, por lo que pensary criticar implica deliberar distintas narrativas. La deliberacintiene un sentido prctico: la accin, ya que promueve desde la

    pluralidad la bsqueda y la constitucin de un orden polticoidneo para la comunidad. Al respecto la autora seala:

    El poder del juicio descansa en un acuerdo potencial conlos dems, y el proceso de pensamiento que se activaal juzgar algo, no es como el meditado proceso de larazn pura, un dilogo entre el sujeto y su yo, sino quese encuentra siempre y en primer lugar, aun cuandoel sujeto est aislado mientras el sujeto organiza sus

    ideas, en una comunicacin anticipada con los otros,con los que sabe que, por fin llegar a un acuerdo

    (Arendt, 1995: 232).

    Por lo tanto, el juicio no es una actividad personal propiamentesino que sta trasciende al espacio pblico, por ello recurre a lasmximas kantianas pensar por s mismo, pensar desde el lugarde cualquier otro y pensar siempre de acuerdo consigo mismo.De igual forma, Arendt considera que el juicio no slo deberemitir al presente sino tambin al pasado (juicio retrospectivo),el cual debe recuperar a travs de la memoria la justicia de ciertosacontecimientos o rememorar hechos con un carcter preventivo,abre la posibilidad de traer el pasado al presente y construir unahistoriaex post (Galindo, 2014: 119).

    Realizar dicho juicio capta el significad o de suacontecimiento en su irrevocable novedad, resistiendo a todo

    sentido totalizador, justificador y tranquilizante (Quintana,2007: 4), es decir, traer hechos al presente no implica legitimarlo acontecido sino rescatar la factualidad y el shock de losacontecimientos del monopolio de toda historia procesual oprogresiva (Galindo, 2014: 104). En otras palabras, la polticaa travs del juicio es la capacidad de discernir de lo comn, lonico y lo absoluto, para reconocer lapluralidad.

    Siguiendo con su concepcin de la poltica, es necesariosealar que en Arendt se perciben dos momentos de coexistir

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    del poder que estn en constante tensin: uno que surge enel espacio pblico entre los hombres y otro ms acotado que

    se refiere al poder comunicativo (Retamozo, 2009: 74). Mstarde iek denominara esto como la doble inscripcin de lapoltica. El primero surge all donde los hombres, en un marcode estabilidad conformado a partir de promesas mutuas, abordanconjuntamente el tratamiento de los asuntos humanos a travs dela accin y el discurso (Di Pego, 2006: 103), por lo que restituyeel espacio de la poltica aniquilando la reproduccin de lo privadoy la violencia, culminando en la institucin de hombres libres.

    El segundo poder hace referencia a la capacidad deimponer la voluntad de pocos sobre muchos a travs de laviolencia. Desde esta perspec tiva, el poder es entendido,entonces, como la capacidad de dominacin del hombre sobreel hombre (Di Pego, 2006: 105). Esta forma de poder utiliza a laviolencia (institucionalizada) como el medio para imponerse, no

    obstante no es un medio a travs del cual se instituya poder, yaque slo el poder como potencialidad slo la accin conjuntade los hombres genera poder (Hilb, 2001: 18).

    Para nuestra autora la ltima forma de poder se hainstaurado en el mundo, bajo la forma de la primera. De tal maneraque poder y violencia estn relacionados, Arendt (1970: 49) sealaque la actual equivalencia de poder y violencia proviene de laidea de que el gobierno es el dominio del hombre sobre el hombrepor medio de la violencia. Ante ello la autora propone repensaral poder no como una relacin de mando y obediencia, sino comola construccin de espacios crticos donde los hombres puedanexpresarse activamente en los asuntos pblicos.

    La accin, un llamado al cambio

    La accin es central en la obra de Arendt y es entendida como laactividad poltica por excelencia. Apela a la necesidad del cambio,a la idea de trascender y se basa en la condicin humana de lapluralidad. De forma poco usual en el pensamiento poltico, laautora emplea la idea del milagrono en su acepcin religiosa,sino como un suceso extraordinario e imprevisible para referirsea la accin. Dice: es el hombre quien, de un modo maravillosoy misterioso, est dotado para hacer milagros. Este don es loque en el habla habitual llamamos accin (Arendt, 1993: 66).

    Es as que en la accin est depositada la esperanzade un presente y un futuro mejor, lo que es posible slo por

    los hombres y lo que cada uno representa. Es contundentecuando dice que El hecho de que el hombre sea capaz de accinsignifica que cabe esperarse de l lo inesperado, que es capaz derealizar lo que es infinitamente improbable. Y una vez ms estoes posible slo a que cada hombre es nico, de tal manera quecon cada nacimiento algo singularmente nuevo entra al mundo(Arendt, 2005: 207).

    La poltica no se puede entender si no es partiendo delreconocimiento de la pluralidad de los hombres. En su obra hay

    una clara oposicin a concebirlos como seres homogneos, puesesto anula su diversidad, es no admitir que cada ser es nico.Situacin que se observ en los totalitarismos, cuyo objetivo entreotros, fue eliminar la individualidad de los hombres y con ellonegar su capacidad de hacer poltica. Sobre esto, la autora dirque dicha eliminacin es un riesgo porque con la prdida de laindividualidad se pierde tambin toda posible espontaneidad ocapacidad de empezar algo nuevo (Arendt, 2005: 207), estosignifica, la posibilidad del cambio.

    De esta forma, es en el espacio de lo pblicodonde tienecabida la poltica. Para Arendt ninguna accin realizada en loprivado puede alcanzar la excelencia que se puede obtener enlo pblico, porque como se mencion con anterioridad, la accinrequiere la presencia de los otros. Para la autora todo espacio

    poltico es un espacio pblico, pero no todo espacio pblico esun espacio poltico. La idea de excelencia en lo pblico tiene suorigen en los griegos. No obstante, es importante aclarar quelos significados son distintos.

    Seala que para los griegos la esfera pblica, lapolis, erael lugar para la excelencia y se fundaba en un espritu agonal.Esto es, lapol isera ese espacio donde todo individuo tenaque distinguirse de los dems, sobresalir, demostrar que era elmejor. Sin embargo, era un espacio restringido al que slo losprivilegiados tenan acceso, es decir, aquellos que eran libres.Libertad significaba no estar sometido a la necesidad de la vidani bajo el mando de alguien y no mandar sobre nadie, es decir,ni gobernar ni ser gobernado (Arendt, 2005: 57). Por ello, lasmujeres y los esclavos no eran parte de lapolis.

    Arendt seala que esa idea de igualdad tiene muypoco en comn con nuestro concepto de igualdad. Para losgriegos no se relacionaba con la justicia. Ser libre era serlo de ladesigualdad y ah, apunta la autora, est la profunda diferenciaentre el moderno y antiguo entendimiento de la poltica. Comoindica Di Pego (2005:11), si Arendt vuelve a los griegos es porqueellos constituyeron los primeros espacios pblicos y polticos,cuyos contenidos y actividades son particulares, pero no debeconfundirse el pensamiento de la autora con esa concepcinde lo pblico.

    En cuanto al tema de la igualdad, Arendt (2005: 238) seala:la igualdad que lleva consigo la esfera pblica es forzosamenteuna igualdad de desiguales que necesitan ser igualados en ciertosaspectos y para fines especficos. Asimismo, manifiesta que un

    espacio pblico no se puede establecer para una generacin yplanearlo slo para los vivos, sino que debe superar el tiempovital de los hombres mortales. Sin esta trascendencia, ningunapoltica, ningn mundo comn ni esfera pblica resultan posibles(Arendt, 2005: 75). Lo cual denota la idea de la construccin delespacio pblico y por otro lado que la idea de la excelencia esten la trascendencia a la que hace alusin.

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    En su obra encontramos la distincin entre esferas privada,social y pblica. La esfera privada hace referencia a la familia,

    donde tienen lugar las acciones para cubrir las necesidadesbsicas individuales. La esfera social es producto de la pocamoderna y tiene dos significados, uno positivo y otro no tanto;el primero es una forma de asociacin para propsitos concretos,es la coexistencia de lo privado y lo pblico. Pero por otro lado,representa un punto de atencin, ya que esta esfera no garantizala actividad poltica. Asimismo, debido a que lo social se plasmaa travs de las convenciones y de las normas que procuran lahomogeneizacin de los individuos (Di Pego, 2005: 13), sepuede llegar a desconocer su pluralidad y capacidad de accin,es la idea de la masa manipulada.

    En cambio, sobre lo pblico expresa diversas ideas dentrode las cuales destacan tres. La primera es que todo lo queaparece en pblico puede verlo y orlo todo el mundo y tienen

    la ms amplia publicidad posible. La apariencia algo que veny oyen otros al igual que nosotros constituye la realidad(Arendt, 2005: 71); aunado a lo anterior, ser visto y odo porotros deriva su significado del hecho de que todos ven y oyendesde una posicin diferente. Este es el significado de la vidapblica (Arendt, 2005: 77). Finalmente: el trminopblicosignifica el propio mundo en cuanto es comn a todos nosotrosy diferenciado de nuestro lugar posedo privadamente en l(Arendt, 2005: 73).

    En este sentido, si bien los hombres nacen en ciertascircunstancias situaciones predefinidas y estn condicionadospor un entorno particular, son capaces de crear y de hacer algodistinto. En la esfera pblica se manifiesta la diferencia de loshombres y al mismo tiempo es un punto de confluencia para lo

    comn, es el lugar por excelencia donde los hombres sobresaleny se distinguen, a diferencia de la esfera social. Por eso es elespacio para ejercer la poltica accin y palabra.

    Finalmente, la autora dir que el mundo de las relacionesque surge de la accin, entendida como la autntica actividadpoltica del hombre, es ms difcil de destruir que el mundoproducido de las cosas, en que el productor y creador es el nicoseor y dueo (Arendt, 1993: 129). De esta manera, ante lasatrocidades del siglo XX y donde la poltica demostr destruccin,Arendt hace un llamado quiz un tanto esperanzador para ver enla poltica hecha entre los hombres la posibilidad lo que puedeser de esperar mejores cosas y darle un nuevo significado.Sin embargo, no deja de reconocer que la poltica comoamenaza, sigue presente, es decir, aquella que se instrumenta

    desde el Estado.As, la concepcin de Arendt ha sido tema de grandes

    crticas, a veces considerada como conservadora y otras comoradical. La dificultad de asimilar su pensamiento radica en queactualmente hemos reducido la poltica al mbito de lasinstituciones, las leyes-normas, la violencia, la burocracia, las litesy/o a la cuestin electoral. Por lo que mirar desde la perspectiva

    de la autora implica reconfigurar estas visiones y ms bien dereconocer que la posibilidad del cambio existe en los hombres,

    aquellos que se oponen, que deciden alzar la voz y que hacensuyo ese espacio llamado lo pblico. Ejercer ese poder de losindividuos, que es la poltica.

    Al mismo tiempo, nos invita a tener en todo momentouna mentalidad crtica. Ante el discurso oficial aquel queparece inamovible, perfecto y absoluto. La autora incita a loshombres a pensar por s mismos, para s mismos y al mismotiempo considerando a los dems, con la finalidad de cuestionar,replantear o en todo caso crear otro discurso posible. Por loque su pensamiento exige el esfuerzo de construir a travs dela imaginacin y del proceso histrico una utopa posible quesea capaz de representar al otro y no simplemente una merailusin particular.

    Si bien, para Arendt es importante concebir la poltica de

    un modo distinto, reconoce que la otra cara de la poltica estpresente y sigue siendo una amenaza constante incluso contrala poltica. En este sentido, la construida entre los hombres ypor las instituciones est en una lucha constante. La primera,recalca, es fundamental para cambiar el orden impuesto por lainstitucional puesto que abre canales alternos para repensarla poltica institucional. m

    REFERENCIASArendt, H. (1970),Sobre la violencia, Mxico, Joaqun Mortiz._____, (1993), Qu es la poltica?, Barcelona, Paids._____, (1995), Entre el pasado y futuro: ocho ejercicios sobre la reflexin

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    P A L M A M . Y H E R N N D E Z N .

    https://www.youtube.com/watch?v=WDovm3A1wI4https://www.youtube.com/watch?v=WDovm3A1wI4https://www.youtube.com/watch?v=WDovm3A1wI4https://www.youtube.com/watch?v=WDovm3A1wI4
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    Guillaume Fontaine es Doctor en Sociologa por la Universidad de Pars 3, SorbonneNouvelle y actualmente trabaja en el Programa de Estudios Socio Ambientales dela Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociale (Flacso) con sede en Ecuador.Naci en Francia y reside en Ecuador desde septiembre del 2001. Ha sido profesorde varias universidades ecuatorianas y ha participado en diversas investigaciones.

    En 1999 y el 2000 le fueron otorgadas becas del Ministerio de Relaciones Exteriores de

    Francia (Programa Lavoisier) y del Instituto Colombiano de Estudios Tcnicos en el Exterior.Cuenta con varias publicaciones, las ms recientes son: El Precio del Petrleo. Conflictos socio-ambientales y gobernabilidad en la regin amaznica(2007); yPtropolitique. Une thorie dela gouvernance energtique (2010). Es uno de los socilogos ms importantes en el estudiode las polticas pblicas en Amrica Latina.

    Elestudiodelosenfoqu

    es

    delaspolticaspblicas.

    EntrevistaaG

    uillaumeFontaine

    porFRANCISCOJOSRODRGUEZESCOBEDOYMIRIAMFONSECA

    LPEZ*

    tericosparaelanlisis

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  • 7/25/2019 Metapoltica 91

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    num. 91 octubre-diciembre 2015.meapoltica.27

    * Doctor en Ciencias Socioeconmicas y Doctora en Sociologa. Ambos son profesores investigadores en el Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratgico de la BenemritaUniversidad Autnoma de Puebla.

    Cmo se concibe una poltica pblicadesde su perspectiva?, cul sera unaaproximacin a esta temtica?

    La definicin clsica de poltica, tomada de Thomas Dye, es: Todolo que decide hacer o no hacer el gobierno. Es una definicinque no tiene concrecin pues no se puede involucrar al Estado entodo lo que no hace. El Estado hace en tanto el gobierno fomentapolticas pblicas, las implementa, pero no se puede consideraruna ausencia u omisin como una accin. Es distinto decir queciertas polticas son el resultado de la omisin de una accin yen particular es un problema de muchas decisiones postergadasdonde los gobiernos pueden producir ciertos instrumentos ocomisiones, pedir informes para postergar una decisin particularen los momentos preelectorales y no correr riesgos polticos dedescontentar a su electorado o su potencial electorado. Pero eso

    es otra cosa, no es lo que no hace el Estado es lo que hace, peropor la negativa, es decir, el hecho de suspender una decisin eshacer algo no es no hacer.

    Lo que tratamos de introducir, cuando enseamos aanalizar polticas pblicas, es la nocin de variable independiente.Es la idea de