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  • 8/18/2019 Migue Ilustracion

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    ¿Qué es la Ilustración? Michelita Fucó, transexuado por Gustavo “El Gusti”

    Bruzzone

    ¿De que se trata este acontecimiento llamado la u!"l#tun$ %&lustración'( ¿De qu)acontecimiento se trata que ha*a determinado, al menos en parte, lo que somos,pensamos * hacemos ho* en d+a(

    El texto de ant plantea un nuevo pro-lema. /o 0ue la primera vez que elpensamiento 1losó1co re2exiono so-re el presente, pero en ant la re2exión tomotres 0ormas principales3

    • El presente puede ser representado como perteneciente a una cierta era delmundo, distinta de otras, con caracter+sticas que le son inherentes, sedistin$ue a partir de aquello que no le pertenece, separado por al$unosacontecimientos dram#ticos.

    • 4uede ser interro$ado intentando de desci0rar en )l los si$nos precursores deun acontecimiento venidero. 5omo contextualizar un momento prerevolocucionario. 6ermen)utica histórica.

    • 7 -ien analizado como un punto de transición, hac+a el nacimiento de unmundo nuevo.

    8a 0orma en que ant se pre$unta so-re la &lustración es totalmente di0erente aest#s *a expuestas, no -usca explicar un todo para entender el presente, no lo hacecomo en otros textos en que se pre$unta so-re el ori$en o el proceso histórico. Est#-uscando una di0erencia, la que introduce el presente respecto al pasado.

    ant encuentra en la &lustración la salida a la “inmadurez”, es un proceso que nosli-era de esta. 8a “inmadurez” que nos lleva a aceptar la autoridad de otro para$uiarnos en aspectos llamado al uso de la razón. ant encuentra a la lemania desu )poca sumida en est# situación. El hom-re es responsa-le de est# “inmadurez” *es, por lo tanto, capaz de hacerlo, de-e salir de ella, es una o-li$ación. 8os hom-resson elementos de un proceso.

    Es necesario para ant de1nir las condiciones -a!o las cuales la “humanidad” puessalir de la inmadurez, * para esto de-emos distin$uir el #m-ito de la o-ediencia%“/o piense, solo si$a ordenes”' * el #m-ito del uso de la razón.

    Existe otra distinción dentro de )ste 9ltimo, uso de la razón privado * p9-lico. Elhom-re hace un uso privado de la razón cuando es “una pieza de la maquina”,cuando tiene un papel * un tra-a!o que realizar dentro de la sociedad, llevando aca-o sus actos -a!o re$las particulares * persi$uiendo 1nes particulares. En cam-io,es un uso p9-lico, cuando se razona de manera razona-le, como miem-ro de unahumanidad razona-le. Mediante la &lustración se $arantiza la li-ertad depensamiento, pero tam-i)n de existir est# el uso de la razón ser# universal, li-re *p9-lico.

    ¿5ómo se ase$ura el uso p9-lico de la razón( ant propone a Federico && undespotismo racional con li-re razonar, especi1cando que el li-re uso de la razón esla me!or $arant+a de o-ediencia, sin em-ar$o expresa que el principio pol+tico ao-edecer de-e coincidir con la razón universal. El uso ile$+timo de la razón es lo quedetermina el sur$imiento del do$matismo * la heteronom+a.

     De!amos aqu+ el texto de ant, pero sin antes decir que, es la primera vez que un1loso0o ha conectado mu* de cerca * desde el interior, la si$ni1cación de su tra-a!ocon respecto al conocimiento, una re2exión so-re la historia * un an#lisis particulardel momento espec+1co en que escri-e * con motivo del cual escri-e. %“la actitud dela modernidad”'

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    8a modernidad se la de1ne como discontinuidad del tiempo, un corte con latradición, un sentimiento de novedad. : esto es lo que Baudelaire parece estardiciendo cuando de1ne la modernidad como, “lo e0+mero, lo 0u$az, lo contin$ente”,pero para el e trata de adoptar una cierta actitud con respecto a ese movimiento,consiste en resaltar al$o eterno, que no est# ni por de -a!o ni atr#s, sino en elmomento presente. 8a modernidad es la actitud que hace posi-le comprender el

    aspecto “heroico” del momento presente.

    ;i$uiendo lo dicho por Baudelaire, el ser moderno es aquel que se opone al faneur ,

    el hol$az#n, el espectador que pasa, est# satis0echo con tener sus o!os a-iertos,

    para prestar atención * construir un almac)n de recuerdos. El hom-re de la

    modernidad se$9n Baudelaire3 “ll+ va, apurado, investi$ando. Est) mu* se$uro que

    este hom-re < este solitario, dotado de una activa ima$inación, que via!a sin cesar

    por el $ran desierto humano < tener un propósito m#s alto que un mero faneur , un

    propósito m#s $eneral, al$o di0erente que el 0u$itivo placer de las circunstancias.

    Esta -uscando la cualidad que nos permitir# ha-lar de modernidad= 5onstru*e su

    empresa extra*endo de la moda todo el elemento que puede ha-er de po)tico en la

    historia”. 8a modernidad para Baudelaire es relacionarse con el presente, * tam-i)n

    con uno mismo. El hom-re moderno de-e tomarse como o-!eto de una comple!a *

    di0+cil ela-oración, * no es un hom-re que va a descu-rirse, es el hom-re que trata

    de inventarse.

    8o que nos puede conectar con la &lustración es la permanente reactivación de un

    ethos 1losó1co que puede ser descripto como una cr+tica permanente de nuestro

    tiempo histórico.

    >no de-e rechazar todo aquello que pueda presentarse en 0orma de una alternativa

    simplista * autoritaria. De-emos tratar de insistir en el an#lisis de nosotros mismos

    como seres históricamente determinados, en cierta medida, por la &lustración. 4ero

    esta permanente cr+tica de nosotros mismos de-e evitar la con0usión entrehumanismo e ilustración.

    /unca de-emos olvidar que la &lustración es un acontecimiento, o con!unto de

    acontecimientos * un proceso histórico comple!o, que se sit9a en un cierto punto

    del desenvolvimiento de las de sociedades europeas. El humanismo es al$o

    enteramente distinto. Es un con!unto de cuestiones que han reaparecido en varias

    ocasiones, a lo lar$o del tiempo en las sociedades europeas.

    El marxismo 0ue un humanismo, tam-i)n el existencialismo * el personalismo, hu-o

    un tiempo en que las personas apo*a-an los valores humanistas del /acional

    ;ocialismo. El humanismo sirve para colorear * para !usti1car las concepciones del

    hom-re que despu)s est#n o-li$ados a se$uir. 4or lo tanto, la tem#tica humanistaes demasiado 2exi-le, demasiado diversa, para servir de e!e a la re2exión.

    Esto* inclinado a ver a la &lustración * al humanismo en un estado de tensión m#s

    que de indentidad.

    El ethos 1losó1co consiste en una cr+tica de lo que decimos, pensamos * hacemos,

    a trav)s de nuestra historia ontoló$ica.

    Esta cr+tica ser# $enealó$ica *a que no intentar# deducir de la manera que somos

    que es imposi-le para nosotros sa-er, sino que intentar# deslindar, de la

    contin$encia que ha 0ormado lo que somos, la posi-ilidad de de!ar de ser, hacer o

    pensar lo que somos, hacemos o pensamos. /o est# -uscando hacer posi-le una

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    meta0+sica que 1nalmente se convierta en ciencia, est# -uscando dar nuevo +mpetu,

    lo m#s le!os * amplio posi-le, al inde1nido tra-a!o de la li-ertad.

    5aracterizar+a al ethos 1losó1co apropiado a la cr+tica ontoló$ica de nosotros como

    un an#lisis pr#ctico?histórico de los l+mites a so-repasar, * en consecuencia, como

    una tarea que de-emos realizar nosotros mismos so-re nosotros como seres li-res.

    Desde *a de-emos descartar la esperanza de arri-ar a un punto de vista que nos

    permita acceder a un conocimiento completo * de1nitivo, *a que existen

    estructuras $enerales de las que no somos mu* consientes. 8a tarea en cuestión

    tiene su sistem#tica, su homo$eneidad, * sus ries$os.

    ;us @ies$os

    Est#n indicados por lo que podemos llamar “la parado!a de las relaciones entre

    capacidad * poder”. 6o* en d+a las relaciones entre el crecimiento de las

    capacidades * el crecimiento de la autonom+a so son tan simples como de-+an

    ha-erlo supuesto en el si$lo A&&&. ¿5ómo puede el crecimiento de las capacidades

    estar desconectado del crecimiento de la intensi1cación del poder de relaciones(

    6omo$eneidad

    Esto nos conduce al estudio de lo que podeos llamar “sistemas pr#cticos”, 0ormas

    racionales que or$anizan la manera de hacer las cosas %aspecto tecnoló$ico' * la

    li-ertad con la que act9an en estos sistemas pr#cticos, reaccionando a lo que hacen

    otros * cam-iando las re$las de !ue$o hasta un cierto punto %lado estrat)$ico de las

    pr#cticas. Esta homo$eneidad del an#lisis histórico cr+tico est# as+ ase$urado por

    este campo de pr#cticas con su lado tecnoló$ico * su lado estrat)$ico.

    ;istem#tica

    Estos sistemas pr#cticos provienen de tres $randes dominios3 el de las relaciones de

    control so-re las cosas, el de las relaciones de acción so-re los otros * el de las

    relaciones consi$o mismo. Esto no quiere decir que ellos sean tres dominios

    completamente extraCos entre s+. ;a-emos -ien que el control so-re las cosas est#

    mediado por las relaciones con los otros, lo que implica, a su vez, relaciones consi$o

    mismo * viceversa. 4ero se trata de tres e!es cu*a especi1cidad e interconexiones

    ha* que analizar3 el e!e del sa-er, el e!e del poder * el e!e de la )tica. En otras

    pala-ras, la ontolo$+a histórica de nosotros mismos tiene que responder una serie

    a-ierta de pre$untas, pero todas ser#n pre$untas sistem#ticas tratadas de la

    si$uiente manera3 ¿cómo nos hemos constituido como su!etos de nuestro sa-er(,

    ¿cómo nos hemos constituido como su!etos que e!ercemos o soportamos lasrelaciones de poder(

    Generalidad

    Finalmente, estas inda$aciones histórico?cr+ticas son mu* particulares, en el sentido

    de que ellas versan siempre so-re un material, una )poca, un cuerpo de pr#cticas *

    discursos determinados. 4ero, al menos en la escala de las sociedades occidentales

    de las que provenimos, esas inda$aciones poseen su $eneralidad, en el sentido de

    que han sido recurrentes hasta nuestros d+as.

    6a* que considerar a la ontolo$+a cr+tica de nosotros mismos, nociertamente como una teor+a, como una doctrina, ni siquiera como un cuerpopermanente de un sa-er que se acumula ha* que conce-irla como una actitud,

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    como un ethos, como una vida 1losó1ca en la que la cr+tica de lo que somos es,simult#neamente, un an#lisis histórico de los l+mites que nos son impuestos * unexperimento de la posi-ilidad de re-asar esos mismos l+mites.

    Esta actitud 1losó1ca de-e traducirse en un tra-a!o realizado eninda$aciones diversas. Ellas tienen su coherencia metodoló$ica en el estudio, tanto

    arqueoló$ico como $enealó$ico, de las pr#cticas en0ocadas, simult#neamente,como un tipo tecnoló$ico de racionalidad * como un !ue$o estrat)$ico de lasli-ertades. Ellas tienen su coherencia teórica en la de1nición de las 0ormashistóricamente sin$ulares en las que han sido pro-lematizadas las $eneralidades denuestras relaciones con las cosas, con los otros * con nosotros mismos.