Mimeógrafo N° 80

VALIDEZ DE LAS FORMULAS QUE RELACIONAN LA RESISTENCIA CON LA EDAD DEL HORMIGÓN

Evidentemente, el sistema de determinar la resistencia a la compresión de los testigos extraídos de un pavimento de hormigón a los 28 días de edad, sobre la base de valores obtenidos a otra edad, mediante el empleo de fórmulas, o curvas equivalentes, empírico - experimentales que relacionan existencias y edades y que no responden a las condiciones reales de obra, da lugar a resultados que en la mayoría de los casos deben considerarse erróneos.

Las variables que afectan la resistencia a la compresión del hormigón son:

1) Calidad y cantidad de los materiales componentes del hormigón (cemento, agregados y agua).

2) Método de elaboración, colocación y curado del hormigón en obra.

3) Acción del medio ambiente (temperatura, humedad y agentes químicos).

4) Edad del hormigón.

5) Método de ensayo (forma y dimensiones de la probeta, velocidad de carga, etc.)

Suponiendo que los métodos de ensayo sean perfectamente controlados, es evidente que las tres primeras variables son las que influyen en la ley de variación de la resistencia a la compresión del hormigón en función de su edad y que para condiciones bien determinadas dentro de las tres variables citadas, podrá encontrarse esa ley, y utilizarla para hallar, con bastante aproximación, resistencias y distintas edades, de hormigones elaborados y mantenidos en idénticas condiciones a las que sirvieron de base para su determinación.

Ha sido una práctica muy generalizada, usar la fórmula de Ros, establecida para los cementos suizos y para hormigones elaborados y curados en laboratorio, con el fin de retrotraerse a la edad de 28 días, las resistencias a la compresión determinadas a edades mayores. Esta fórmula, para hormigones densos, es la que se ha considerado en las especificaciones técnicas utilizadas en las pavimentaciones en general y se expresa en la forma siguiente:

3,69 + T 2/3 R28= R 1,40 T 2/3

siendo R la resistencia hallada a los T días de edad del hormigón.

De acuerdo con lo que se acaba de mencionar, debemos considerar a la fórmula de Ros como de un carácter muy especial, como una fórmula de laboratorio trasunto de los procedimientos cuidadosos de elaboración de las probetas y condiciones de curado húmedo y continuado a que han sido sometidas hasta el momento del ensayo, todo lo que implica un proceso óptimo que no se puede alcanzar en el caso de los pavimentos, sino en circunstancias extraordinarias.

Esta fórmula no puede considerarse como un instrumento regular que nos permite anticipar o corregir resistencias, y la magnitud de las diferencias entre los valores prácticos y los de fórmula depende de las circunstancias que afecten a los primeros. Por ejemplo, las variaciones, siempre posibles, con respecto a la dosificación (relación agua - cemento) y curado, previamente establecidas en el laboratorio, que lógicamente introducen en las modalidades de trabajo en obra y las condiciones en las que se mantienen los diferentes tramos de un pavimento (dependientes de las climáticas) con posterioridad al curado fijado en las especificaciones técnicas, pueden tener apreciable influencia sobre las resistencias determinadas sobre los testigos que se extraigan de esos tramos.

Para mayor ilustración con respecto al problema de la variación de la resistencia a la compresión del hormigón en función de la edad, se transcriben párrafos de los trabajadores y autores que se citan más adelante, publicados en las memorias de la “Primera Conferencia del Hormigón” y otras Aplicaciones del Cemento Portland (año 1947).

Resistencia de rotura a la compresión en función de la relación agua - cemento y de la edad – Ingeniero Alberto S.C. Fava: “Conclusión referente a la “reducción de resistencia por edad”. “Circunscribiéndose a comparar los valores suministrados por las curvas de Ros, con los resultados obtenidos en estas experiencias, por tratarse en ambos casos, de hormigones preparados y curados bajo condiciones de laboratorio, podemos decir que los hormigones preparados con nuestro cemento tienen curvas de endurecimiento distintas a las determinadas por Ros para los cementos suizos”. “Podemos agregar también que hemos obtenido distintas curvas de endurecimiento según las marcas de cemento y relaciones agua - cemento empleadas”. “Si éste es el resultado obtenido, operando

bajo las condiciones estrictas de curado de laboratorio, y pensamos en los hormigones de obras, especialmente los de pavimento, sujetos a condiciones de curado tan variables y distintas a las empleadas por el Profesor Ros y por nosotros en nuestras experiencias, y cuya importancia, en lo referente a la forma como afectan al endurecimiento, es bien conocida por todos, llegamos a la conclusión de que, desde el punto de vista técnico, no es justo pretender aplicar la curva de Ros para corregir la resistencia por edad, como se ha hecho hasta el presente, especialmente en el caso de pavimentos”. “Si se proveyeran los medios necesarios para realizar los ensayos a los 28 días, lo cual no es imposible, o en las especificaciones se estableciese un criterio práctico que permita juzgar la calidad del hormigón, aún en el caso de que los ensayos no se hubiesen realizado a aquella edad, la aplicación de una fórmula correctiva resultaría innecesaria”. “Con ello se conseguiría evitar que, mediante la aplicación de una fórmula, se pretendiese determinar resistencias que, se sabe perfectamente de antemano, sólo para rara coincidencia se aproximarán a las que tuvo el hormigón a los 28 días”.

Resistencia a edad de morteros y hormigones de cemento portland – Dr. Héctor “Amadeo Cattáneo”.

“Conclusiones”. “A raíz de nuestras experiencias estimamos que debe ser conceptuado como carente de posibilidades el intento de deducir fórmulas – para casos de obras – que permitan calcular la resistencia del hormigón a los 28 días, en base a datos experimentales obtenidos con probetas de mayor edad, salvo que se acepten tolerancias de considerable magnitud, que la volverían de dudoso valor práctico.

Concordante con estas conclusiones, el pliego de Especificaciones Técnicas de Vialidad de la Provincia de Buenos Aires, establece con buen criterio, que los ensayos deben realizarse entre los 28 días y 50 días, preferentemente a la primera edad, y que se considerará que entre las edades de 28 días y 50 días, la variación de resistencia es lineal, siendo la correspondiente a los 50 días, superior en un 80% a los del mismo testigo a los 28 días. Los ensayos a edades mayores están prescritos según estas especificaciones. Criterio similar premió en la “Primera Conferencia del Hormigón y otras aplicaciones del cemento portland” realizadas en el año 1947 que aprobó la siguiente ponencia: “ La comisión de Tecnología, Normas y procedimientos recomienda que cuando deban realizarse ensayos de las resistencias de los hormigones, como base de aceptación de la obra, ellos sean efectuados a la edad para la cual la resistencia admisible ha sido especificada”.