Minificciones 001

Cuenta la leyenda que una gacela le pidió al sol convertirse en ave. Elsol comprensivo y amable le quemó los pies.

Cuando le preguntas a un árbol tu destino, suele escribirlo en una ramaverde. Hay que dejarla madurar para poder leerla.

Una gran nube de monzón se perdió en su camino. Deambuló por años hastaque encontró una montaña en donde tomar una siesta. Ahora la montaña yano existe y la nube sigue dormida.

Me arranqué todas las uñas de los pies para poder caminar sobre elagua. Llegué hasta la mitad del mar cuando empezaron a crecer de nuevo.Tuve que nadar de vuelta.

Desde lo alto de una montaña una roca vive junto a un helecho, sueñacon caer y formar parte de las faldas de la montaña. El helecho con susaños de juventud. Es el lugar más triste del mundo.

Un día vi a un ave feliz que le preguntaba a la gente sus secretos. Eratan horrible que preferí sacarme los ojos.

El final del arcoíris existe, es un pequeño lugar lleno de promesas deamor eterno. Un hermoso duende de pelo amarillo y piel verde se lascome con corteza de árbol.

Tuve la mano enchilada, picante y ardiendo. Intente todo para quitarleel chile pero lo único que funciono fue masticar toda la carne.

Tuve una pierna atorada en un hoyo hondo y asqueroso. Siempre venía unarata a masticarme el pie. Extraño a esa pequeña glotona.

Mi ombligo suele hablarme de otro mundo. Un bello mundo lleno depequeñas personas, y todas soy yo. Suelo aterrorizarme con sus relatos.

Las piezas de un rompecabezas que nunca embonan están sobre miescritorio. Suelo ordenarlas y desordenarlas para sentirme productiva.Nunca he logrado saber cómo llegaron ahí.

Cuando me baño antes de que salga el sol mi piel se niega a secarse. Mipiel mojada suele incomodar al sol.

Una mujer sin dientes me sonríe en mis sueños. Persistente y acosadoraquiere que le meta la mano a la boca. A veces acepto y se me llena deleche la mano. Huele a humedad y cabello quemado.

Las pupilas de mis ojos no se pueden dilatar, no hacen más quecerrarse. Tanto que duelen, tanto que ya me es imposible ver. Caminogolpeándome contra extraños.

Tengo un dolor en el culo. Un dolor fuerte y persistente, acompañado deganas de orinar. Mi espalda no puede mantenerse erguida. Homo sapienshacia la des evolución

Tengo en la garganta un regalo de Dios, todas las mañanas me atragantocon él. Bendito regalo atorado.

Puedo sentir el fuego ardiendo adentro, llenándome la boca de cenizascon sabor a mierda. Quemando todo lo que encuentra, lo más bello y lomás terrible, convirtiéndose en humo que se agolpa en todos mis poros.Debo oler a infierno.

Decir que mis ojos están secos sería un cliché idiota. Mis ojos estántan acuosos que las lágrimas han dejado de existir, solo hay agua.Lamentable agua salada que nunca llegará al mar, que se desperdicia sinregar más que un cuerpo sólido y seco. Tierra yerma.

Me encontraba llena de algo pegajoso, llena y atiborrada. tuve tantasganas de vomitar que nada me salía de la boca. Arenas movedizas. Comosi el aire fuera de arena. Respirar resultaba imposible hasta quevomité. Todo lo que fui salio como lluvia de mi boca.

Gustosa saltaría de alguna montaña. Gustosa volvería a subirla ysaltaría casi en la cima. Gustosa me quedaría en la frontera viendo alnorte y escuchando los pasos. Gustosa escucho la vida colarse entre micabello.

El sol ha vuelto a salir, ha decidido mostrarse orgulloso de su luz.Miles de explosiones. La vida sobre el cielo. La majestuosidad de laespera ha creado carnes perecederas. Maldito.

De viles y crueles sueños esta creado el futuro. Dulce promesaincrustada.

Quién fuera alguien más, sueños construidos de una realidad vacía ydegradada. Tiempos muertos, todo el tiempo ha muerto. Inanimadorepugnante, eso es el pasado.

Este libro se terminó en Enero 2015Alejandra Samaniego-Teyssier

México, DF