Mis vivencias junto al arpa

29

description

Trabajo del Maestro Omar Moreno Gil, que nos cuenta un poco sobre su larga carrera junto a ese hermoso instrumento, El arpa. Además comenta de manera breve los orígenes de la misma.

Transcript of Mis vivencias junto al arpa

Page 1: Mis vivencias junto al arpa
Page 2: Mis vivencias junto al arpa
Page 3: Mis vivencias junto al arpa

Mis vivencias junto al arpa

Page 4: Mis vivencias junto al arpa

©Mis vivencias junto al Arpa©Omar Moreno GilColección Triandáfila, Serie Gris - EnsayoEdición: Sistema Nacional de Imprentas - Capítulo Apure

Centro Simón Bolívar, Torre Norte, piso 21, El Silencio, Caracas - Venezuela, 1010 Teléfonos: (0212) 768.8300 / 768.8399

Correos electrónicos [email protected] [email protected] [email protected]

Páginas web www.elperroylarana.gob.ve www.mincultura.gob.ve/mppc/

Imágen de portadaMiguel García Moya, Fotografía digital, 2013

Ilustración y diagramaciónJuan Carlos Villota OperarioEdgar Hernández

CorrecciónEric S. Blanco

Hecho el Depósito de Ley ISBN: 978-980-14-2922-7Depósito Legal: lf-40220148003790

IMPRESO EN LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

Ministerio del Poder popularpara la Cultura

GobiernoBolivarianode Venezuela

Page 5: Mis vivencias junto al arpa

Omar Moreno Gil

Mis vivencias junto al arpa

Fundación Editorial El perro y la ranaRed Nacional de Escritoras y Escritores

Socialistas de Venezuela Imprenta de Apure 2014

Colección Triandáfila / Serie Gris - Ensayo

Page 6: Mis vivencias junto al arpa

El Sistema Nacional de Imprentas es un proyecto impulsado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura a través de la Fundación Editorial El perro y la rana, con el apoyo y la participación de la Red de Escritoras y Escritores Socialistas de Venezuela. Tiene como objeto fundamental brindar una herramienta esencial en la construcción de las ideas: el libro. Este sistema se ramifica por todos los estados del país, donde funciona una pequeña imprenta que le da paso a la publica-ción de autores, principalmente inéditos.

Page 7: Mis vivencias junto al arpa
Page 8: Mis vivencias junto al arpa
Page 9: Mis vivencias junto al arpa

INTRODUCCIÓN

El Autor

Omar Moreno Gil, nativo de Guachara, pueblito enclavado en el cajón araucano, es uno de esos virtuosos instrumentistas del arpa, tiene una vida artística de más de medio siglo dedi-cado exclusivamente a este oficio, estimulando a otros artistas a realizarse en estas lides, produciendo y ejecutando el arpa con responsabilidades artísticas para la producción fonográfica, fundador de sellos discográficos en el ámbito artístico como ejemplo los sellos: Cachilapo, Lolimar y Arpa, su trayectoria tan amplia como la sabana lo ha llevado a representar a nuestro país en eventos culturales como el 1er Torneo Internacional del Joropo y IV de la Canción Colombiana en Villavicen-cio, Colombia (1965), Reconocimiento del Sello Disquero Cachilapo por sus méritos como Arpista y Director Musical Fundador del sello Cachilapo, San Fernando de Apure (1977), como concertista actúo en el Museo de la Música en Esto-colmo, Suecia (1986), en Panamá, ciudad de Panamá “Festival Encuentro Internacional de la Décima” (1987); en Colombia de nuevo es aclamado país donde es ampliamente reconocido como uno de los mejores arpista, siendo condecorado en Vi-llavicencio en Reconocimiento como uno de los Arpistas más Destacado de Colombia y Venezuela (1999); Orador de orden y condecorado en las Fiestas en Elorza donde designaron una calle con su nombre (2008); Homenajeado y condecorado en el marco del Festival Internacional “Voz del Alma Llanera” en San Fernando de Apure (2009); Homenaje y Reconocimien-to de la Universidad Nacional Experimental de los Llanos “Ezequiel Zamora” UNELLEZ, Zona Educativa del estado Barinas, Museo de los Llanos-Barinas (2012); Ha sido decla-rado Patrimonio Cultural Viviente por la Municipalidad de Achaguas, estado Apure, e igualmente por la municipalidad del municipio Barinas del estado Barinas, a Omar le sobran méritos artísticos, hablar de Omar Moreno Gil, es hablar del arpa, es quizás el arpista que más ha grabado acompañando a

Page 10: Mis vivencias junto al arpa

diversos cantantes criollos, ha participado con éxitos en dife-rentes festivales y torneos de folclore en renglón Arpa, es Ins-tructor en la cátedra de Arpa en la Escuela José Ángel Lamas en la ciudad de Barinas, Venezuela, actualmente dicta talleres, charlas, discursos sobre la importancia de la ejecución del arpa en la instrumentación del joropo.

Page 11: Mis vivencias junto al arpa

11

Omar Moreno Gil

El Arpa y yo

Arpa (del fr. Harpe y éste del lat. tardío harpa) instrumento conocido desde la antigüedad en Asiria, Egipto, Israel, de don-de pasó a Grecia, alcanzando su mayor popularidad en Francia, pero dar el concepto es redundar sobre lo conocido, es difícil que alguien desconozca que es un arpa, instrumento utilizado como solista en Venezuela y Colombia, en Paraguay, en Méxi-co, Chile, Argentina, y en otros países centroamericanos, es conocida ampliamente su versatilidad.

La primera vez que tuve la oportunidad de oír un arpa, apenas tenía 8 años de edad, aquel sonido me cautivó, los acor-des, la esbeltez, su forma y diversidad me maravillaron, disfru-taba por primera vez, que recuerde, de la magistral interpre-tación que hacía un músico arpista nativo del cajón araucano, me refiero al inolvidable Manuel Tovar, quien jugaba con los triples, tenoretes y bordones con una conjunción de arpegios armoniosos de aquel espectacular instrumento de 32 cuerdas, yo no alcanzaba a comprender muy bien todo aquel entra-mado, sin embargo me enamoré en la flor de mi juventud de lo que sería luego mi compañera de recorrido por el mundo, para nunca más separarme de ella, me refiero a mi Arpa, pero allá en mi tierra donde florece el lirio de la sabana, donde el espinito florea dándole aroma al que pasa, Guachara, tierra del indio aguerrido, laborioso y audaz, allí conocí también a otro virtuoso del arpa, que tuvo la desdicha de perder el sentido de la visión a muy corta edad, aquel hombre era un relancino con el arpa, interpretaba una Quirpa, un gabán igual que un Seis, aquel hombre era un bendecido, pues veía con los ojos del alma, que hacía que sus manos sacrosantas bordonearan el arpa haciendo vibrar la llanura infinita, sus sentimientos los expre-saba en notas musicales, era Don Tomasito Izquierdo, y como no recordar a Pancho Bracho, su atención y rigidez simpática cuando tocaba el arpa y yo allí, mirándole el movimiento de las manos cuando acariciaban las cuerdas, dejando gemir el arpa de placer, música que tocaba lo más profundo de la au-

Page 12: Mis vivencias junto al arpa

12

Mis vivencias junto al arpa

diencia, los bailadores no se detenían, solo se secaban el sudor, el zapateo y el escobilleo no cesaban, ellos marcaron mi espíri-tu de arpista que llevaba conmigo en las venas, en mi corazón desde que mi madre me parió. En el llano se acostumbra a celebrar el nacimiento al compás de los sonidos del arpa y la improvisación de un cantador, entonando joropos con versos que saludan el nacimiento, por eso el joropo y el arpa son mis acompañantes.

Contaba con 13 años de edad, aún vivíamos en Guachara, el arpa se me había metido entre ceja y ceja, y me propuse adquirir una, por lo que pido permiso a mi madre María Gil para irme a trabajar como becerrero y ayudante de sabana, callejoneando linderos, a un fundo cercano, como el dinero que me gané, no era suficiente tenía la duda si iba poder com-prarla, había un arpista llamado Víctor Guedes, que tenía una que no usaba, le propuse comprársela a lo que él aceptó, me compré pues un arpa usada a la cual le faltaban las cuerdas y las clavijas, realmente estaba en malas condiciones, pero eso no fue motivo, era una oportunidad que no despreciaría, invertí todo el dinero ganado en el acondicionamiento del arpa, y hasta me alcanzó para comprarme un sombrero “pelo e gua-mo”, ya con el arpa dispuesta comencé mi aprendizaje, con la ayuda del arpista Serapio Rodríguez, quien fue un formidable instructor, en los ratos libres se los dedicaba al aprendizaje, mi madre junto con mi primo Simón Archila Calzadilla, colabo-raban cantando algunos pasajes y joropos de su inspiración y silbando otros que se aprendían de cualquier instrumentación que oían en los bailes de mi pueblo.

Transcurrido unos tres años, tenía 16 años, me invitaron a tocar un baile en un fundo de las sabanas de Elorza, era mi primer baile, salí victorioso, los comentarios fueron favorables, me sentí más que satisfecho, aquella tarde entre el arpa y yo se había hecho un juramento de no separarnos jamás. Vuelvo ahora al pueblo de Elorza y acompaño con mi arpa a Valeria-no Mendoza nativo de aquellas tierras, quien había grabado con el Indio Figueredo, estaba cubierto de gloria, pues era el

Page 13: Mis vivencias junto al arpa

13

Omar Moreno Gil

primer apureño que grababa, también estaba allí un recio im-provisador que era famoso y relancino con el verso, era Delfín Coruco natural de San Rafael de Atamaica.

A los 18 años viajo a Barinas y me dan la oportunidad de presentarme en Radio Barinas, me contratan como conjunto de planta acompañando a José Romero Medina el intérprete del pasaje “Los Borrachos de Barinas”, en esa misma época conozco al Carrao de Palmarito Juan de los Santos Contrera y a Marta Aurora Avendaño, con quienes efectúo mis primeras grabaciones de pruebas en San Cristóbal, estado Táchira; mi dominio del instrumento se acrecentaba, buscaba un tocado limpio, combinaba los tiples y los tenoretes, tocando los bor-dones de una manera más pausada, evitando el tintineo, o el tun-tun, buscaba un estilo propio, que me identificara, que cuando alguien oyera el rum-rum del arpa, supiera que era Omar Moreno Gil, quien rasgaba las cuerdas del arpa.

Visito a Guasdualito en 1961, estando allí el ya famoso Ángel Custodio Loyola con el conjunto del arpista Rigoberto Valera, los cuatristas eran Antonino Ramos y Francisco Rivero, en la ejecución de las maracas estaba Cipriano Lozada, quie-nes hacían una presentación organizada por el poeta barines Eduardo Hernández Guevara, asisto a la velada y fue una grata sorpresa oír a Loyola interpretar los joropos: la Catira, Sentimiento llanero y el Cajón de Arauca Apureño; debo aclarar que en esa ocasión no tuve trato personal con Ángel Custodio Loyola.

Luego me marcho al Hato Las Delicias propiedad del te-rrateniente Heriberto Fuentes a quien le gustaba la música llanera, y siempre los fines de semanas se hacían veladas en el hato, a las cuales me tocaba interpretar el arpa, estando allí, Heriberto Fuentes quien siempre viajaba a Caracas, contrata a Ángel Custodio Loyola para que fuera al hato a cantar, Loyola viaja al hato con su conjunto Los Guariqueños, efectúa la vela-da y ese otro día marchaba a Elorza donde tenía compromisos,

Page 14: Mis vivencias junto al arpa

14

Mis vivencias junto al arpa

pero tuvo que viajar solo por cuanto sus músicos regresaron a Caracas, por lo que me manda a buscar para que le acompaña-ra, es allí cuando establezco amistad con Loyola, a quien tuve el honor de acompañar al arpa y grabar más tarde el LP “El Guariqueño si sabe”, vuelvo a Barinas donde establezco amis-tad con el grupo de destacados artistas barineses, y acompañé como ejecutante del arpa haciendo grabaciones acompañando a artistas como Luis Lozada “El Cubiro” “Llanero de pura cepa” y con Eladio Tarife “Llanera tenías que ser” y “Linda Barinas”, considerado el segundo himno del estado. Con mi arpa y mi conjunto he acompañado a los grandes artistas del canto crio-llo: El Carrao de Palmarito, José Romero Bello, Ángel Cus-todio Loyola, Eneas Perdomo, José Francisco Montoya, Ángel Ávila, José “Catire” Carpio, Nelson Morales, Reinaldo Armas, Jesús Moreno, José Jiménez “El Pollo de Orichuna”, Cristóbal Jiménez, Ramón Castillo, entre otros; he alternado con otros excelentes arpistas, como Ignacio Ventura Figueredo “El Indio Figueredo”, Juan Vicente Torrealba, Joseíto Romero, Rigo-berto Valera, Eudes Alvares, José Ramón Valera entre muchos buenos arpistas de mi tierra, a ellos mi reconocimiento, igual reconocimiento para los arpistas colombianos, que son tam-bién excelentes, y a esa nueva generación de arpistas venezo-lanos, que tienen mucha calidad y destreza en la ejecución, a quienes muestro mi admiración.

El arpa es uno de los instrumentos musicales más completos, por la utilización y armonización de los arpegios, pudiéndo-se interpretar con ella, cual género musical latinoamericano o mundial, en mi caso me he dedicado a la interpretación de la música folclórica llanera, he realizado más de tres mil grabacio-nes musicales, he viajado por el mundo llevando muestras de nuestro folclore musical, he representado a mi país con éxito en otras latitudes.

Page 15: Mis vivencias junto al arpa

15

Omar Moreno Gil

“Arpa de hombro”, Egipto del Reino Medio (Tumba de Senuatef)

Procedencia del Arpa Llanera

El 15 de Agosto de 1537, Juan de Salazar fundó en las ribe-ras del río Paraguay un fuerte que denominó Nuestra Señora de la Asunción. Este fue el núcleo que sirviera por muchos años como capital de la Colonia de Río de la Plata. El Rey nombró Gobernador a Alvar Núñez Cabeza de Baca, quien llegó el 11 de marzo de 1542, durante los primeros años Asun-ción fue el centro donde irradiaron importantes expediciones, entre otras la que coadyuvó a la nueva fundación de Buenos Aires en 1580.

Por iniciativa del entonces Gobernador Hernándo Arias de Saavedra, se dividieron las administraciones de Paraguay y Bue-nos Aires y pidió al Rey que enviara un buen número de sa-cerdotes para convertir y civilizar a los indios guaraníes. Por real orden el 1609 recayó tal responsabilidad en la Orden de Jesús.

Page 16: Mis vivencias junto al arpa

16

Mis vivencias junto al arpa

Los Jesuitas en ese territorio realizaron una obra notoria, concentraron a los indios en “reducciones”, donde les ense-ñaban además de religión, música y canto, la construcción de instrumentos musicales y la ejecución de los mismos, espe-cialmente la digitación del arpa. Los indios al regresar de sus tareas, descendían de las balsas cantando al son del arpa instru-mento de música popular en ese país.

En los llanos del Casanare (Colombia) los jesuitas también fundaron escuelas de música, para enseñar a los indios la cons-trucción y ejecución de instrumentos musicales, en las reduc-ciones de Pauto y San Regís, salían excelentes ejecutantes de arpas. En 1656, llegaron las primeras misiones de Recoletos a Venezuela… Los primeros en asentarse en los llanos del sur (gran parte de Apure) fueron los jesuitas, quienes lograron es-tablecer reducciones con los Otomacos. Fundaron escuelas donde les enseñaban la construcción y ejecución de instru-mentos musicales. Las principales fueron: La Urbana en 1732, San José de Leonisa de los Otomacos (Cunaviche) en 1733, Santa Bárbara de Sinaruco en 1768, San Francisco de Capana-paro en 1788, en las riberas de río del mismo nombre.

Estos misioneros recoletos de la Orden Jesuitas, hicieron importante labor en la educación musical, primero utilizaban el arpa junto a otros instrumentos musicales para realizar los oficios religiosos, posteriormente la usó el pueblo en general para amenizar todo tipo de reunión social, el arpa ha jugado un papel importante en la vida del llanero, desde lo religioso y militar hasta los bailes populares en los Joropos. Por ende le dimos carta de nacionalidad.

El Arpa y la música llanera en la Época de Independencia

El General José Antonio Páez aunque no era músico aca-démico, merece un puesto en nuestra historia musical por mu-chas razones, El catire Páez nació el 13 de Junio de 1790 en una humilde casita del llano en las riberas del riachuelo Curpa en las cercanías de Acarigua, hoy estado Portuguesa

Page 17: Mis vivencias junto al arpa

17

Omar Moreno Gil

En este trabajo citamos a este llanero porque si bien no es el primero, pero si es uno de los que mejores conocieron la inmensa llanura venezolana a principio del siglo XIX... Como buen llanero era aficionado a la música y al canto; ocasión ten-dría de haber admirado a los famosos cantadores de la época independentista: Antonio Lamas de Apure y Juan Falcón de Guárico.

“Para el tiempo después de su parca cena, se ponían a entonar esos cantares melancólicos que son proverbiales, las voces plañideras del desierto, algunas veces acompañados con una bandurria traída del pueblo inmediato, en un domingo que logró ir a oír misa...”

El capitán Vowell quien llegó a tierras venezolanas en 1817, con el grado de Teniente del “Regimiento 1 de lanceros vene-zolanos”, al mando del Coronel Mc. Donald. Después de 1830 publica en Londres unos tres libros cuyos temas se relacionan con Venezuela. A continuación cito algunos fragmentos de di-chas publicaciones...

Omar Moreno Gil con el arpa construida por Eladio Tarife. Barinas 1963

Page 18: Mis vivencias junto al arpa

18

Mis vivencias junto al arpa

Festín Llanero

El francés pudo hacerle una visita a Páez, a quien encontró en compañía de Pedro Zaraza, Carvajal y otro oficiales llane-ros, celebrando un jolgorio en un lugar remoto del bosque y rodeado de toda su guardia, formada en un semi-círculo ante un árbol a cuya sombra estaba sentado el jefe patriota. Bon-jean, que iba con su compatriota Pierre Robinet patrón de su gran bote mercante, fue a dar un cumplimiento con un asiento cerca de los Generales y las totumas pasaron luego de mano en mano con la acostumbrada ceremonia de un brindis.

La fiesta - cantos nacionales

“A poco se recibió el recado de Doña Rosaura, quien in-vitaba a Páez y a sus oficiales a un fandango que sus emigradas preparaban cerca de los ranchos con el objeto de despedir a sus protectores. Limpiase una buena extensión de terreno, apaisa-da, bajo los conjuros, cuyas ramas inferiores fueron podadas como en veinte pies del suelo, rodeando aquel espacio con una cerca de varas de guadua, tendidas de tronco a tronco; y una compacta palizada, hecha con la brillante caña amarilla que llaman culegüi. A lo largo de la palizada y a los pocos in-tervalos, colocaron unas lámparas que consistían en concha de caracol rosado que se encuentra en las sabanas, las cuales, atadas en torno de aro de bejuco, hacían también las veces de araña, colgando de las ramas que se dilataban a través del salón. Músi-ca no escaseaba, porque guitarras y vihuelas eran tan comunes entre las emigradas como el ejército; además de tales instru-mentos, dos arpas, traídas por músicos que al parecer tuvieron más desahogo que sus vecinos al huir de sus casas, brindaban así mismo sus alegres arpegios”.

Páez nunca olvidó su legado cultural llanero y en sus casas de Valencia y Caracas “La viñeta”, hacia tocar en las noches a la banda de Apure, compuesta por soldados Batallón Bravos de Apure, “refinado por el gusto de su dama y resonar Romanzas y Arias. No dejó por eso de hacerse acompañar de Natividad

Page 19: Mis vivencias junto al arpa

19

Omar Moreno Gil

al arpa, cuando había que cantar la Caramba y el Zumba, Na-tividad era un arpista de Cunaviche a quien Páez admiraba mucho y lo hizo compadre.

Cabe destacar que si el arpista Natividad era de Cunaviche, es vestigio de la enseñanza de los “Recoleto” jesuitas en las escuelas de música que fundaron en nuestro llano, antes de ser expulsados de las colonias hispanoamericanas en el año 1767.

Omar Moreno Gil, Guasdualito 1961

En cuanto a la adición del bajo al arpa llanera, tengo co-nocimiento y cito a Abreu Catalá quien dice: “... a partir de los primeros años de la década del cincuenta, según nuestra investigación, se mixtificó ante la presencia de lo que entonces se llamó, el nuevo ideal nacional. En la esencia de esta situación se encuentra una serie de factores sociopolíticos y económicos que condujeron a la sociedad venezolana hacia nuevos gustos, nuevas monedas y nuevas concepciones acerca de los “verda-deros” valores populares.

El arpa (a quien ya reconocimos como uno de esos valores) no escapó de tal situación y, tanto en su concepción como en su técnica de ejecución, fue objeto de una serie de modifica-

Page 20: Mis vivencias junto al arpa

20

Mis vivencias junto al arpa

ciones. Una de éstas fue la aparición del contrabajo para susti-tuir el bajo natural del arpa, es decir, para sustituir los bordones. Posteriormente, con el advenimiento de la electrónica, el con-trabajo fue remplazado, casi totalmente, por el bajo eléctrico.

Además del bajo, se introdujeron otros instrumentos como la batería, la tumbadora y la clave, produciéndose así un distan-ciamiento, entre la música criolla auténticamente vernácula y las nuevas expresiones musicales que identificaron una nueva época y, desde luego, una nueva forma de ejecución. El joropo cedió ante el vals pasaje y el bolero se hizo presente en estos conjuntos. En fin, la música recia del llano, el joropo vertigi-noso, despectivamente se vio como algo rural antes que como algo auténticamente nacional.

La incorporación del contrabajo o del bajo eléctrico a los conjuntos criollos, es decir, a aquellos en donde el arpa es el instrumento solista, provocó lo que no dudamos en califi-car como una desviación en la trayectoria tradicional y si se quiere de la historia de éste instrumento, pues como si un río se hubiera desviado de su cauce, el arpa alteró su propia identidad.

Otros arpistas, tal vez lo hacen porque no poseen la habilidad natural para alcanzar los bajos propios del arpa, es decir, usan el bajo porque sencillamente no saben o no pueden bordonear.

Arpa de principios de siglo XIX

Page 21: Mis vivencias junto al arpa

21

Omar Moreno Gil

Natalio Flores, Juan Vicente Torrealba, Omar Moreno Gil.

Maracay, La Mulera, 1987.

El termino Folklore:

Isabel Arentz en su libro “Manual del Folklore”, pág. 17, dice lo siguiente con respecto al origen de la denominación dice lo si-guiente: “… el 22 de agosto de 1846, la revista The Atheneum de Londres, publica una carta firmada por Ambrosio Merton seudó-nimo del arqueólogo e investigador de tradiciones William Jhon Thoms, fechada el 16 del mismo mes, en la que aparece por primera vez impresa la palabra Folk-lore, aplicada a lo que hasta entonces se llamó en Inglaterra antigüedades populares o literatura popular W.J. Thoms pide en esa carta que sean recogidos, con destino a las nue-vas generaciones, los usos, modismos, raigambres del tiempo viejo, de lo que considera ya mucho se ha perdido, pero de lo que aún hay mucho más que podría ser rescatado con un esfuerzo a tiempo”

No es el Folklore en sí lo que se descubre en ese momento, ya que siempre existió, aunque con otros nombres, sino la palabra Folklore.

Significado: Esta palabra compuesta, Folk-lore, es pues, de origen inglés. Más exactamente, son palabras antiguas sajonas. Folk quiere decir pueblo, y Lore, saber; saber del pueblo. El

Page 22: Mis vivencias junto al arpa

22

Mis vivencias junto al arpa

término saber adoptado en todo el mundo, no sin recibir críti-cas y numerosas proposiciones de cambio, que no prosperaron porque lo que interesa verdaderamente es el contenido de la palabra y no la palabra en sí misma.

Definición del hecho folklórico.

Llamamos Folklore a la cultura oral tradicional que el pueblo recibe generacionalmente y que recrea de acuerdo con la dinámica social (o actividad del grupo), y con la men-talidad individual (o aporte personal). Folklore son las cosas menudas, como dijimos, que produce el pueblo, engarzadas en la tradición, es decir, lo que nos legan los mayores: una adivinanza, una copla, un corrido, que surgen espontáneas, pero que traen una carga de siglos, como la historia patria, porque con igual o diferente circunstancias, sirvieron de re-creación a una cadena de generaciones.

En Venezuela, la palabra Folk-lore la estampa por prime-ra vez Arístides Rojas en el año 1887, pero desde mucho antes estudiaban las manifestaciones folklóricas sin asignar-les este nombre, a través de los libros de viajeros, costum-bristas y memorialistas. Y en el año 1939 Eloy González dicta por primera vez un curso de folk-lore en el Instituto Pedagógico de la ciudad de Caracas. A partir del año 1955, el profesor Luis Felipe Ramón y Rivera y la doctora Isabel Aretz Folklorólogos y musicólogos de reconocidos méritos, empezaron a escribir sobre el folklore venezolano, material didáctico que ha servido de apoyo para los investigadores de las nuevas generaciones.

Música Folklórica. Tiene cierta importancia dentro de esta clasificación, por cuanto en ella se reflejan aspectos im-portantes como la expresión cultural y la tradición de todo un pueblo. Esta música se caracteriza por ser anónima y tra-dicional. Como ejemplo de la música folklórica venezolana tenemos, la revuelta, el pajarillo, el gavilán, la burriquita, etc.

Page 23: Mis vivencias junto al arpa

23

Omar Moreno Gil

Música Popular. La música popular la podemos seccionar en dos partes: a) La música compuesta por un autor y su origen proviene de la necesidad expresiva del pueblo, respondiendo a modalidades, usos, costumbres, sociedad, etc. Su técnica es ele-mental. b) Música popular comercial. Esta música correspon-de a un origen subalterno utilitario; siguen la moda o gusto del momento y si brillan un tiempo, es por propaganda que aprovecha la técnica moderna de difusión. No obstante, des-aparecen rápidamente, porque quienes las hacen carecen de verdadera inspiración, se basan totalmente en elementos rítmi-cos o recurren al plagio. Sus melodías son pobres y parecidas entre sí, los versos de baja calidad poética y contenido pueril, chabacano y morboso.

Omar Moreno GIl, el Yagual, Edo. Apure. 2013 (Fotografía Miguel García Moya)

Page 24: Mis vivencias junto al arpa

24

Mis vivencias junto al arpa

Algunos momentos en la vida de Omar Moreno Gil junto a grandes interpretes de la música criolla

Omar Moreno Gil, Pedro Gallardo, Ángel Custodio Loyola y José Romero Medina,

en el puerto mi cabaña del río Apure.1962

Chucho Villegas, Omar Moreno en el arpa, Esteban Torrealba (Cuatrista), Francisco Montoya.

Caracas, 1965

Page 25: Mis vivencias junto al arpa

25

Omar Moreno Gil

Francisco Montoya y Omar Moreno “pulseando”. Caracas 1966

Omar Moreno, Cristóbal Jiménez y Profesoras de la Universidad Hispania.

Estocolmo - Suecia 1986.

Omar Moreno a dos Arpas, 1990

Page 26: Mis vivencias junto al arpa

26

Mis vivencias junto al arpa

Omar Moreno Gil como instructor de baile de joropo. Maracay estado- Aragua 1970

Omar Moreno, el Yagual, Edo Apure. 2013 (Fotografía Miguel García Moya)

Page 27: Mis vivencias junto al arpa

Í N D I C E

Introducción 9 El Arpa y Yo 11Procedencia del Arpa llanera 15El Arpa y la música llanera en la... 16 Festín Llanero 18La fiesta - cantos nacionales 18El termino Folklore 21Definición del hecho folklórico 22Algunos momentos en la vida de... 24

Page 28: Mis vivencias junto al arpa

Edición del Ministerio del Poder Popular para la Cultura

Colaboradora:Julia Rosa Urdaneta

Diseño de portada: Juan C. Villota

Se imprimieron 300 ejemplares de este titulodurante el mes de Noviembre de 2014

en el Sistema Nacional de Imprentas RegionalesCapítulo - Apure

San Fernando de Apure/Venezuela

Page 29: Mis vivencias junto al arpa