Piña ZambranoPiña ZambranoPiña Zambrano

"La edad no protege del amor... pero el amor protege de la edad."

Jeanne Moreau

Gracias por haber venido a celebrar con nosotros el 50° Aniversario de nuestra unión

Juan Piña y Juana Zambrano de Piña 26 de Diciembre de 2009

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Hoy brota de nuestras almas un canto de felicidad.

La melodía de ese canto la compone nuestro Amor.

Porque celebramos nuestras bodas de oro,

porque hemos unido nuestras vidas ante Dios,

único testigo del profundo sentimiento que nació de los dos.

Este es el sueño que compartimos…

El que hemos cuidado a través de los años…

El que ha hablado por nosotros, más que toda palabra…

El que nos reencontrará a través de cualquier distancia…

Este es el sueño que compartimos, y se llama Amor...

B o d a s d e O r oB o d a s d e O r oB o d a s d e O r o

Piña ZambranoPiña ZambranoPiña Zambrano

C e l e b r a c i ó n E u c a r í s t i c a

Monición:

Hermanos, la Palabra nos dice que seremos perseguidos por causa de nuestro Señor Jesucristo, de esta manera fue cuando Jesús vivía y así será siempre, pero debemos tener presente la Palabra de Jesús: “no teman, perseveren hasta el final”

Nos ponemos de pie…

Canto de Entrada: Como hermanos

Apretemos nuestras manos en torno al altar Es Jesús centro de vida fuente de verdad

Somos como granos de una espiga llena de Sol Somos como un nuevo amanecer

Seguimos la senda de Jesús de Nazaret A todos nos une la fe

La alegría nos desborda queremos cantar El sentirse como hermanos se debe gritar

En la vida hay mil motivos para celebrar Un amigo, una mañana o el poder cantar

Acto Penitencial: Tú que siempre…

Tú que siempre nos perdonas, porque nos quieres mucho, Tú que siempre nos perdonas, Señor ten piedad.

Tú que siempre nos escuchas, porque nos quieres mucho, Tú que siempre nos escuchas, Cristo ten piedad.

Tú que siempre nos ayudas, porque nos quieres mucho, Tú que siempre nos ayudas, Señor ten piedad.

Oración Colecta:

Dios nuestro, que concediste a San Esteban, protomártir, fortaleza para orar por sus verdugos, haz que, a imitación suya, sepamos perdonar de corazón a cuantos nos hayan ofendido o causado algún mal. Por nuestro Señor Jesucristo…

y nosotros creemos más en ti. También los otros, Señor,

comenzando por nuestros hijos, pueden creer mejor en ti,

cuando ven que tu amor está con nosotros. Desde el día de nuestro matrimonio

nuestro amor es algo más que el amor nuestro, porque es también el tuyo,

y por eso somos un signo, un sacramento del amor que te une con el Padre

y el amor con que Dios ama a los hombres. Gracias, Señor, por estar con nosotros;

gracias también por la presencia de María, tu madre y madre nuestra,

que nos ayuda a descubrirte y a escucharte para que hagamos lo que esperas de nosotros,

y no nos falte nunca el vino de tu amor.

Señor de las Bodas de Caná Un día nos unimos en el matrimonio

y tú fuiste el invitado de honor. Tú no podías faltar

porque donde está el amor ahí estas tú, y donde faltas el amor se hace imposible.

Cuando la fiesta de nuestro amor ya terminaba para todos,

para nosotros apenas comenzaba. Los otros invitados se fueron, Señor,

y nos quedamos los tres. Tú te quedaste para que la fiesta continuara.

Tú sabías que a nosotros, como a todos, podía sucedernos algo triste:

que el vino generoso de la fiesta se convirtiera poco a poco

en el agua insípida de lo cotidiano. Por eso te quedaste con nosotros,

para que el agua de cada día se convirtiera en un vino mejor que el primero.

Y cada vez que esto sucede, cada vez que nuestro amor se hace más fuerte,

más sereno y más maduro, sabemos que se repite tu milagro

C e l e b r a c i ó n E u c a r í s t i c a

1ª Lectura (He 6, 8-10, 54-59) Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles:

En aquellos días, Esteban, lleno de gracia y de poder, realizaba grandes prodigios y señales entre la gente. Algunos judíos de la sinagoga llamada “de los Libertos”, procedentes de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban, pero no podían refutar la sabiduría inspirada con la que hablaba. Al oír estas cosas, los miembros del sanedrín se enfurecieron y rechinaban los dientes de rabia contra él.

Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, miró al cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús, que estaba de pie a la derecha de Dios, y dijo: “Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del Hombre a la derecha de Dios”

Entonces los miembros del sanedrín gritaron con fuerza, se taparon los oídos y todos a una se precipitaron sobre él. Lo sacaron fuera de la ciudad y comenzaron a apedrearlo. Los falsos testigos depositaron sus mantos a los pies de un joven, llamado Saulo.

Mientras lo apedreaban, Esteban repetía esta oración: “Señor, Jesús, recibe mi espíritu”. Después se puso de rodillas y dijo con fuerte voz: “Señor, no les tomes en cuenta este pecado”. Diciendo esto, se durmió en el Señor. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial (Sal 30)

R: En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

L: Se tú, Señor, mi fortaleza y mi refugio, la muralla que me salve. Tú, que eres mi fortaleza y mi defensa, por tu nombre, dirígeme y guíame /R

L: En tus manos encomiendo mi espíritu y Tú, mi Dios leal, me librarás. Tu misericordia me llenará de alegría, porque has visto las angustias de mi alma /R

L: Líbrame de la mano de mis enemigos y de aquellos que me persiguen. Vuelve, Señor, tus ojos a tu siervo y sálvame por tu misericordia /R

Aclamación antes del Evangelio: Transfórmanos con tu Palabra

Queremos escuchar tu voz, oh Jesús Vivir tu amor en plenitud y cambiar

Nuestra vida, nuestro ser, Dando fruto de este amor

Siendo testimonio en nuestro caminar

C e l e b r a c i ó n E u c a r í s t i c a

Evangelio (Mt 10, 17-22) Lectura del Santo Evangelio según San Mateo

A: Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: “Cuídense de la gente, porque los llevarán a los tribunales, los azotarán en las sinagogas, los llevarán ante los gobernadores y reyes por mi causa; así darán testimonio de mí ante ellos y ante los paganos. Pero cuando los injurien, no se preocupen por lo que van a decir o por la forma de decirlo, porque en ese momento se les inspirará lo que han de decir. Pues no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu de su Padre el que hablará por ustedes.

El hermano entregará a su hermano a la muerte, y el padre, a su hijo; los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán; todos los odiarán a ustedes por mi causa, pero el que persevere hasta el fin se salvará”. Palabra del Señor

A: Gloria a ti, Señor Jesús.

Procesión de las Ofrendas:

Luz: Eres el nuevo sol, a ti te celebramos. Tú eres el verdadero sol que nace de lo alto, luz que ilumina a todos los hombres.

Camándula: Instrumento para recitar tu palabra y venerar nuestra Madre. Flores: Perfume de la naturaleza que te presentamos; para perfumar tu

presencia.

Pan y Vino: Te ofrecemos este pan y este vino, fruto del trabajo de los hombres para que lo conviertas en tu sangre y tu cuerpo, y seamos redimidos.

Ofertorio: Te ofrecemos nuestra vida

Te ofrecemos este nuevo día Y el deseo inmenso de vivir

Acéptalo Señor Nuestra vida está

Puesta en vuestras manos Esperándote

Esperando tu vuelta, Señor Acepta, Señor, nuestro trabajo

Y esta lucha diaria por vivir Y el fruto de la tierra Que brota con amor Y este pan que ahora Nos va a alimentar

Este pan que muchos no tendrán Te ofrecemos nuestras esperanzas Por lograr un mundo donde estar

Tus pobres se levantan Tu pueblo en lucha está

Nadie se acomode El señor vendrá

Acepta nuestro riesgo de vivir

C e l e b r a c i ó n E u c a r í s t i c a Hosanna: Santo es el Señor

En adoración y en alabanza, este canto es para ti, Señor Jesús Santo es el Señor, digno de adoración

Mi corazón te ofrezco a ti. Santo es el Señor

Canto de Paz: Paz en la Tierra

Paz en la tierra, paz en las alturas, Que el gozo eterno reine, en nuestro corazón.

Da la paz hermano, da la paz. Constrúyela en tu corazón Y con tu gesto afirmarás que quieres la paz

Que tu paz hermano, sea don. Es el mejor signo de amor Que tú nos puedes ofrecer, abrazo de paz

Paz, paz, paz Señor El mundo vive sediento de paz. Sediento de tu amor

Dame de esa paz, paz, paz Señor Paz, paz, paz Señor

El mundo vive sediento de paz. Sediento de tu amor

Comunión: Vivirás

Vivirás con la frente sudorosa y las manos ocupadas por hacer de nuestro mundo un hogar

Vivirás por lograr que nunca falte una mirada amorosa, unas manos cariñosas, ayudando en cualquier cosa, por amar

Te entregarás, y yo me entregaré contigo A trabajar por ese amigo que dio su vida por amar

Ya verás que vivirás por ser quien siempre ame más Por ser quien quiera darse más

Y sólo así vivirás Vivirás y seremos compañeros, misma vida, mismos sueños,

consiguiendo frutos juntos para dar Vivirás con el corazón repleto de felicidad y afecto,

que recibirás de cierto por amar.

Canto de Salida: No me olvidaré

Ya no me olvidaré de la alegría Ya no me olvidaré lo que es vivir Saltar al despertar de cada día Y saludar al Sol me hace feliz

En esta tierra hermosa descubrí

Que el hombre cuando sirve a los demás Es como si volviera a revivir

Es como si encontrara la verdad

El sol cada mañana con su brazo Al monte saludaba con su luz

La brisa me ayudaba a dar el paso Y aquella risa que me dabas tú