Mitología

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Cosmogonía y divinidades Cosmogonía La tradición cosmogónica grecolatina se ha transmitido fundamentalmente a través de la Teogonía de Hesíodo. En el principio existía el Caos, que engendra a Gea (la Tierra). De él surgen también el Tártaro, el Érebo, la Noche y Eros, como principio vital. Descendencia de la Noche y el Érebo son el Éter y Hémera (el Día). La Noche por sí sola engendra a Tánatos (la Muerte), Hipnos (el Sueño) y Eris (la Discordia). La descendencia de Gea es muy abundante. Por sí sola engendra las Montañas, el Ponto (el Mar) y a Urano (el Cielo). Gea y el Tártaro engendran a Tifón, que será padre de Cerbero, perro de tres cabezas, guardián del Mundo de los Muertos. Gea y el Ponto son los padres de Nereo (padre de las Nereidas), quien engendrará a Anfítrite (esposa de Posidón) y Tetis II (madre de Aquiles). Con Urano engendrará a los Hecatonquires (Centímanos) -monstruos de cincuenta cabezas y cien brazos-, a los Cíclopes y a los doce Titanes: seis masculinos -Océano, Ceo, Crío, Hiperión, Jápeto y Crono- y seis femeninos o Titánides -Tea, Rea, Temis, Mnemósine, Febe y Tetis. Gea no lograba dar a luz a ninguno de sus hijos, pues Urano no los dejaba salir, temeroso de que alguno pudiera arrebatarle el poder. Entonces Gea prepara una hoz dentada con la que el más joven de sus hijos, Crono, corta los genitales a Urano y los arroja al mar. De la espuma surge Afrodita, y de las gotas de sangre nacerán las Erinias (Furias) y los Gigantes. Hiperión y Tea engendran a Eos (la Aurora), Selene (la Luna) y Helios (el Sol); Jápeto será el padre de Prometeo; Ceo y Febe procrean a Leto; Océano y Tetis engendrarán los ríos, las lagunas y las fuentes, personificadas en las Oceánidas. Entre ellas destaca la laguna Estigia, que separa el mundo de los vivos del mundo de los muertos. Otras Oceánidas se unirán a Zeus: Metis, Eurínome y Dione. Crono y Rea tendrán la descendencia más importante: la primera generación olímpica, formada por Hestia, Posidón, Hades (Orco), Deméter, Hera y Zeus. Crono iba devorando a sus hijos cuando nacían para impedir que le sucediera lo que a su padre Urano. Rea engaña a Crono y le ofrece una piedra envuelta en pañales, ocultando al último de sus hijos (Zeus) en Creta, donde es alimentado por la cabra Amaltea y protegido por los Coribantes, que ocultaban el llanto del niño con sus bailes y cantos. Titanomaquia Cuando Zeus llega a la juventud, obliga a Crono a devolver los hijos que se había tragado y entre todos declaran la guerra a Crono, que sólo contaba con la ayuda de los Titanes. Zeus recibe el apoyo de los Cíclopes y, junto con sus hermanos y el titán Océano y toda su estirpe, arroja a los Titanes al Tártaro, donde puso de guardianes a los Centímanos. Reparto del poder Acabada la guerra, los vencedores se distribuyeron el poder. Zeus se quedó con la tierra y el cielo; Posidón, con las aguas, y Hades, con el mundo subterráneo. La Gigantomaquia y Tifón Gea continuaba irritada por tener encerrados en su seno a los Titanes. Envió contra los dioses en primer lugar a los Gigantes, que fueron derrotados por Zeus vestido con la égida (la coraza hecha con la piel de la cabra Amaltea). Vencidos los Gigantes, Gea envió a su hijo Tifón, que igualmente fue derrotado por Zeus, quien lo enterró bajo el volcán Etna. Finalmente Zeus liberó a su padre Crono y éste se fue a Ausonia (Italia), donde reinaba Jano. Los dioses olímpicos El Olimpo es un monte de unos 3.000 metros de altitud, situado en Tesalia, siempre nevado y cubierto de nubes. Allí se creía que residían los dioses. Primera generación olímpica (Se da el nombre griego, entre paréntesis el latino.) Hestia (Vesta) Es la diosa del hogar. Permanece en el Olimpo y no tiene actividad fuera de él. Permaneció siempre virgen. El fuego es su símbolo sagrado. En Roma se la conoce con el nombre de Vesta y tuvo un importante culto. Su templo estaba al cuidado de las vestales, sacerdotisas que debían mantener el fuego sagrado permanentemente encendido. Las vestales debían ser vírgenes y hacían voto de castidad durante los treinta años que duraba su ministerio (diez años de aprendizaje, otros 1

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Cosmogonía y divinidades

Cosmogonía

La tradición cosmogónica grecolatina se ha transmitido fundamentalmente a través de la Teogonía de Hesíodo.En el principio existía el Caos, que engendra a Gea (la Tierra). De él surgen también el Tártaro, el Érebo, la

Noche y Eros, como principio vital. Descendencia de la Noche y el Érebo son el Éter y Hémera (el Día). La Noche por sí sola engendra a Tánatos (la Muerte), Hipnos (el Sueño) y Eris (la Discordia).

La descendencia de Gea es muy abundante. Por sí sola engendra las Montañas, el Ponto (el Mar) y a Urano (el Cielo). Gea y el Tártaro engendran a Tifón, que será padre de Cerbero, perro de tres cabezas, guardián del Mundo de los Muertos. Gea y el Ponto son los padres de Nereo (padre de las Nereidas), quien engendrará a Anfítrite (esposa de Posidón) y Tetis II (madre de Aquiles). Con Urano engendrará a los Hecatonquires (Centímanos) -monstruos de cincuenta cabezas y cien brazos-, a los Cíclopes y a los doce Titanes: seis masculinos -Océano, Ceo, Crío, Hiperión, Jápeto y Crono- y seis femeninos o Titánides -Tea, Rea, Temis, Mnemósine, Febe y Tetis.

Gea no lograba dar a luz a ninguno de sus hijos, pues Urano no los dejaba salir, temeroso de que alguno pudiera arrebatarle el poder. Entonces Gea prepara una hoz dentada con la que el más joven de sus hijos, Crono, corta los genitales a Urano y los arroja al mar. De la espuma surge Afrodita, y de las gotas de sangre nacerán las Erinias (Furias) y los Gigantes.

Hiperión y Tea engendran a Eos (la Aurora), Selene (la Luna) y Helios (el Sol); Jápeto será el padre de Prometeo; Ceo y Febe procrean a Leto; Océano y Tetis engendrarán los ríos, las lagunas y las fuentes, personificadas en las Oceánidas. Entre ellas destaca la laguna Estigia, que separa el mundo de los vivos del mundo de los muertos. Otras Oceánidas se unirán a Zeus: Metis, Eurínome y Dione. Crono y Rea tendrán la descendencia más importante: la primera generación olímpica, formada por Hestia, Posidón, Hades (Orco), Deméter, Hera y Zeus.

Crono iba devorando a sus hijos cuando nacían para impedir que le sucediera lo que a su padre Urano. Rea engaña a Crono y le ofrece una piedra envuelta en pañales, ocultando al último de sus hijos (Zeus) en Creta, donde es alimentado por la cabra Amaltea y protegido por los Coribantes, que ocultaban el llanto del niño con sus bailes y cantos.

Titanomaquia

Cuando Zeus llega a la juventud, obliga a Crono a devolver los hijos que se había tragado y entre todos declaran la guerra a Crono, que sólo contaba con la ayuda de los Titanes.Zeus recibe el apoyo de los Cíclopes y, junto con sus hermanos y el titán Océano y toda su estirpe, arroja a los Titanes al Tártaro, donde puso de guardianes a los Centímanos.

Reparto del poder

Acabada la guerra, los vencedores se distribuyeron el poder. Zeus se quedó con la tierra y el cielo; Posidón, con las aguas, y Hades, con el mundo subterráneo.

La Gigantomaquia y Tifón

Gea continuaba irritada por tener encerrados en su seno a los Titanes. Envió contra los dioses en primer lugar a los Gigantes, que fueron derrotados por Zeus vestido con la égida (la coraza hecha con la piel de la cabra Amaltea). Vencidos los Gigantes, Gea envió a su hijo Tifón, que igualmente fue derrotado por Zeus, quien lo enterró bajo el volcán Etna. Finalmente Zeus liberó a su padre Crono y éste se fue a Ausonia (Italia), donde reinaba Jano.

Los dioses olímpicos

El Olimpo es un monte de unos 3.000 metros de altitud, situado en Tesalia, siempre nevado y cubierto de nubes. Allí se creía que residían los dioses.

Primera generación olímpica (Se da el nombre griego, entre paréntesis el latino.)

Hestia (Vesta)Es la diosa del hogar. Permanece en el Olimpo y no tiene actividad fuera de él. Permaneció siempre virgen. El

fuego es su símbolo sagrado.En Roma se la conoce con el nombre de Vesta y tuvo un importante culto. Su templo estaba al cuidado de las

vestales, sacerdotisas que debían mantener el fuego sagrado permanentemente encendido. Las vestales debían ser vírgenes y hacían voto de castidad durante los treinta años que duraba su ministerio (diez años de aprendizaje, otros

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diez de ejercicio y la última década dedicada a enseñar a las novicias). Su prestigio y consideración social era muy alto y tenían lugares reservados en los espectáculos públicos. Los testamentos se depositaban en el templo de Vesta y las vestales estaban encargadas de custodiarlos.

Deméter (Ceres)Representa la tierra cultivada, la agricultura, los cereales. Su único esposo fue Zeus, con quien engendró a

Perséfone (Proserpina). Se la representa como una gran dama coronada de espigas o con el cuerno de la abundancia (cornucopia), y a veces con la hoz en la mano o una antorcha con la que busca a su hija.

En el Himno a Deméter de Homero se cuenta el rapto de su hija por Hades y la consiguiente búsqueda que provocó la desolación completa y el hambre sobre la tierra al dejar Deméter de atender sus tareas. Zeus obliga a Hades a devolver a Perséfone y éste pone una condición: que la muchacha no haya comido nada en el mundo subterráneo. Pero había comido unos granos de granada y por ello no puede abandonar totalmente los Infiernos; así pasará seis meses en el Olimpo y otros seis en los Infiernos. Este mito refleja el ciclo agrícola.

Entre sus cultos y fiestas destacan los Misterios de Eleusis y las Tesmoforias en Atenas.

Hades (Plutón)Es el dios de los Infiernos o Mundo de los Muertos. Por habitar en el mundo subterráneo no se le considera

olímpico y tiene muy pocos cultos y mitos: prácticamente sólo interviene en el rapto de Proserpina. Los Cíclopes le regalaron el casco que hace invisible a su portador en la Titanomaquia. También recibe el nombre de Plutón, eufemismo que significa «el Rico».

Posidón (Neptuno)Es el dios de las aguas. Los Cíclopes le regalaron el tridente, que es uno de sus más claros atributos. Su esposa

es Anfítrite, una Nereida, de la que no tuvo hijos. Sin embargo, tuvo muchos amores y numerosos hijos, casi todos monstruos (por ejemplo, Polifemo). Tiene consagrado el caballo y, en ocasiones, el toro.

Hera (Juno)Es la esposa de Zeus, con quien tuvo varios hijos: Ares, Hefesto, Hebe e Ilitía. Es la diosa de las mujeres

casadas. Aparece como una esposa celosa, violenta y vengativa; persigue sin piedad a las amantes de Zeus y a la descendencia que tiene con éstas. Interviene en el Juicio de Paris frente a Atenea y Afrodita (véase más adelante). Se la representa como una gran dama con el cetro real. Le están consagrados el pavo real y la granada.

Zeus (Júpiter)Es el dios supremo, el rey de los dioses y de los hombres, el dios de la luz. Los Cíclopes le regalaron, en la

lucha con los Titanes, el relámpago, el trueno y el rayo, que pasan a ser sus atributos. Le está consagrado el roble y el águila. Se representa a Zeus sentado en su trono, portando el haz de rayos en la mano derecha, a modo de cetro, y con un águila a sus pies. Zeus vela por el mantenimiento del orden y de la justicia en el mundo, es el dispensador de bienes y males.

Segunda generación olímpica

Es el resultado de la unión de Zeus con divinidades o con mortales.

a) Uniones de Zeus con divinidades

Su primera esposa es la oceánida Metis (Prudencia). La Tierra predijo que engendraría una hija quien, a su vez, engendraría un hijo que destronaría a Zeus. Éste se tragó a la diosa y cuando llegó el momento del parto pidió ayuda a Hefesto, quien con un hacha de bronce partió la cabeza de Zeus, de donde salió completamente armada y ya adulta la diosa Atenea.

Atenea (Minerva)Es la diosa de la sabiduría y de la guerra que resulta necesaria para preservar la paz. Protege la ciudad de

Atenas, por haberle regalado el olivo en la disputa que tuvo con Posidón por su patronazgo. Es una de las tres diosas vírgenes, con Hestia y Ártemis. Se representa armada con casco, lanza, escudo y égida. Su animal sagrado es la lechuza. Sus fiestas principales en Atenas eran las Panateneas. Con frecuencia es denominada Palas o Palas Atenea.

La segunda esposa de Zeus es la titánide Temis (la Equidad). De esta unión nacieron las Horas (Disciplina, Justicia y Paz) y las tres Moiras (Parcas), portadoras del Destino.

La tercera y definitiva esposa será Hera, con quien tuvo a Hebe (la Juventud), a Ilitía (protectora de los partos), a Ares y -quizá- a Hefesto.

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Ares (Marte)Es el dios de la guerra, el espíritu de la batalla, que goza con la lucha cruel. No tiene esposa estable, aunque

mantuvo numerosas aventuras amorosas, entre las que destacan las clandestinas con Afrodita. Entre su descendencia se encuentran -ya en la mitología romana- Rómulo y Remo, habidos con Rea Silvia. Se representa como un guerrero con casco, lanza y escudo. Su animal sagrado es el lobo.

Hefesto (Vulcano)Se dice que lo engrendró Hera sola, en contrapartida al nacimiento de Atenea. Es el dios del fuego, que forja

con la ayuda de los Cíclopes las armas de los dioses y de algunos héroes como Aquiles o Eneas. En unas versiones es arrojado desde el Olimpo a la tierra por Hera al ver su fealdad; en otras, es Zeus quien lo tira por intentar defender a su madre. Se le representa feo, con aspecto descuidado y cojo -como resultado de la caída desde el Olimpo-; aparece provisto de martillo, tenazas y yunque. Su esposa es Afrodita.

Con la oceánida Eurínome, Zeus engendró las tres Gracias. De la unión de Zeus con Deméter nació Perséfone (véase Deméter). La titánide Mnemósine (la Memoria), tras yacer nueve noches con Zeus, engendró las nueve Musas: Calíope (poesía épica), Clío (historia), Polimnia (pantomima), Euterpe (flauta), Terpsícore (danza), Érato (lírica coral), Melpómene (tragedia), Talía (comedia) y Urania (astronomía). Habitan en el monte Helicón o en el Parnaso; forman parte, junto con las Gracias, del séquito de Apolo. Hijo de una de las Musas es Orfeo.

De la unión de Zeus con Dione aseguran algunos autores que nació Afrodita.

Afrodita (Venus)Es la diosa del amor y representa la fecundidad. Se casó con Hefesto, pero amó a otros dioses y a mortales,

entre ellos Anquises, con quien engendrará a Eneas. Le estaba dedicada la rosa; sus animales sagrados son la paloma y el delfín. Tiene consagrada la venera (vieira o «concha de los peregrinos») como recuerdo de su nacimiento de la espuma del mar.

Finalmente Zeus se unió a Leto, con quien engendró a los gemelos Ártemis y Apolo. El parto fue especialmente difícil, ya que la celosa Hera prohibió que se diera asilo a Leto; al fin, la isla de Delos, que por entonces era flotante y estéril, la acogió. En recompensa la isla quedó fijada en el fondo del mar.

Apolo (Apolo)Al nacer recibió de Zeus una mitra de oro, una lira y un carro tirado por cisnes, que le condujo a Delfos donde

mató a la serpiente Pitón e hizo suyo el oráculo que allí tenía Metis. A partir de este momento pronunciará sus oráculos la Pitonisa o Pitia en nombre de Apolo sentada en un trípode. Apolo preside el coro de las Musas y las Gracias en el Parnaso. Tuvo muchos amores, pero el más famoso fue el de la ninfa Dafne, que -para evitar al dios- pidió convertirse en laurel. Amó también a Jacinto y Cipariso, metamorfoseados en jacinto y ciprés, respectivamente. Es el dios de la adivinación, la música, la poesía, la elocuencia, la medicina, las artes, la vegetación, la belleza y el sol. Entre sus múltiples atributos: el trípode, la lira y la corona de laurel. Le está dedicado el laurel y los animales consagrados son el milano, el buitre, el cuervo, el lobo, el ciervo y el cisne. Apolo se representa muy hermoso, alto, con gran porte, coronado de laurel y con la lira. Su emblema es el trípode. También recibe el nombre de Febo Apolo.

Ártemis (Diana)Ayudó a su madre a dar a luz a su hermano. Prototipo de la doncella arisca, se complace sólo con la caza y

permanece eternamente virgen y joven. Va armada con el arco, acompañada por las ninfas en la cacería del ciervo. Se la invoca como diosa de la luna, aunque no se identifica con ella. Es la diosa de la naturaleza agreste y de la caza. Se la representa con diadema adornada con una media luna, con el vestido por encima de la rodilla, recogido en la cintura como una cazadora, con arco y carcaj. Su animal consagrado es la cierva; su carro va tirado por cuatro de ellas.

b) Uniones de Zeus con mortales

ÍoDescendiente de un hijo de Océano y de Tetis, era una princesa argiva, sacerdotisa de Hera. Tras sus amores

con Zeus, éste la transformó en una vaca blanca para evitar los celos de su esposa. Pero Hera la pidió como regalo a Zeus y la puso bajo la custodia de Argos, monstruo de cien ojos que nunca dormía, del que se libró gracias a las argucias de Hermes. Hera, en agradecimiento a Argos, pondrá sus ojos en la cola del pavo real. La diosa envió contra la vaca un tábano que la perseguía incesantemente. Ío huyó por el mar Jónico y dio nombre al estrecho que separa Europa y Asia: el Bósforo («paso de la vaca»). Recuperó su forma humana después de dar a luz a Épafo.

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DánaeFue aislada por su padre para que no pudiera tener hijos, ya que un oráculo había predicho que un hijo de la

princesa mataría al rey. Fue visitada por Zeus, transformado en lluvia de oro, y engendró a Perseo. El rey ordenó arrojar al mar en un cofre a la madre y al niño que, salvado, realizó importantes hazañas, entre ellas matar a la Gorgona Medusa (cuya cabeza entregó a Atenea) y salvar a Andrómeda, que sería su esposa.

AlcmenaEs descendiente de Perseo. Estaba casada con Anfitrión, cuya figura tomó Zeus para seducirla. De estos amores

nació Heracles (Hércules).

EuropaFue raptada por Zeus en forma de toro, que la llevó a Creta y engendró tres hijos: Minos, Sarpedón y

Radamantis. Hija de Minos es Ariadna, que será esposa de Dionisos.

SémeleEstando ya embarazada, pidió a Zeus, por instigación de Hera, que se mostrase en todo su poder si realmente

era un dios. Zeus intentó persuadirla, pero ella insistió y al acceder Zeus a su petición murió carbonizada. Zeus extrajo el feto del vientre de Sémele y se lo insertó en el muslo, de donde nació a los tres meses Dionisos.

Dionisos (Liber)Mantiene una posición singular frente a los demás dioses olímpicos; aparece como extranjero y es el único dios

que nació de una mortal. Lleva un atuendo característico: ciñe sus sienes con una corona de yedra o de pámpanos de vid, lleva sobre los hombros una piel moteada de corzo y en sus manos blande el tirso, el bastón adornado con hiedra. Es el dios de la naturaleza salvaje, del vino y de la inspiración. Se le representa como un joven imberbe; en ocasiones aparece acompañado por el cortejo de las ménades o bacantes, los sátiros, los silenos, las ninfas y Príapo. También recibe el nombre de Baco.

LedaConvertida en oca, fue amada por Zeus bajo la forma de cisne. Puso dos huevos, de los que nacieron los

Dioscuros (Cástor y Pólux) por un lado, y Helena y Clitemnestra por otro.

MayaEngendró a Hermes con Zeus.

Hermes (Mercurio)Nada más nacer, escapó de la cuna y robó el ganado de Apolo. Sacrificó dos animales a los dioses y con los

intestinos y el caparazón de una tortuga fabricó la lira, que regaló a Apolo. Después inventó la flauta, que cambió a Apolo por el caduceo de oro. Fue nombrado mensajero de los dioses. Es el dios del robo y del comercio, protege a los pastores y viajeros. Acompaña a los Infiernos las almas de los muertos. Se le representa con sandalias o sombrero alado, con el caduceo y una bolsa con dinero; a veces se le representa como pastor. Sus estatuas se solían colocar en los cruces de caminos.

El mundo de ultratumba

El reino de Hades es el mundo subterráneo o inferior (Infierno) donde residen los muertos, y recibe múltiples denominaciones; el propio nombre Hades designaba tanto a la divinidad como a la región sobre la que reinaba. Otros nombres habituales son Érebo, Tártaro y Orco. El mundo de los muertos está separado del mundo de los vivos por la laguna Estigia y el río Aqueronte. En el interior del Hades hay tres corrientes de agua: el Piriflegetonte, el Cócito y el Leteo.

Según las creencias de la Antigüedad, el ser humano se convierte en una sombra al morir y para poder acceder al Hades tiene que haber recibido las honras fúnebres debidas. Hermes es el encargado de llevar al difunto hasta la corriente que separa ambos mundos y allí encontramos al barquero Caronte, quien -previo pago del correspondiente pasaje- se encarga de trasladar al difunto hasta las puertas del Hades, que están guardadas por Cerbero, el perro de tres cabezas que impide la entrada de los vivos al mundo de los muertos y, sobre todo, que los que están allí puedan salir. En la Eneida de Virgilio, el punto de entrada al Hades es el lago Averno.

Una vez franqueadas las puertas, el difunto es juzgado por Minos -que preside el tribunal-, Radamantis -hermano de Minos, que juzga a los difuntos de Asia-, y Éaco -que juzga a los de Europa.

El Tártaro constituye los cimientos del mundo y está por debajo del propio Hades. Es el lugar en que los dioses encerrarán a sus enemigos y a aquellos que hubieran ofendido a alguna divinidad. En este lugar encontramos a Tántalo, Ixión, las Danaides, Sísifo, etc.

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En Virgilio, el Tártaro se convierte en un lugar donde se paga una conducta inadecuada durante la vida, concepto inexistente en Homero.

Junto con Hades y Perséfone hay una divinidad subterránea, Hécate, que no aparece en Homero y sí en Hesíodo, quien nos indica que es hija de Asteria y Perses. Inicialmente es una diosa muy poderosa sin relación con el mundo infernal; se representa con triple cuerpo y en ocasiones ha sido asociada a Deméter y a Ártemis. Poco a poco Hécate se fue especializando en magia y hechicería.

Una región especial del mundo de ultratumba son los Campos Elíseos o Islas de los Bienaventurados. Ambos lugares eran diferentes en un primer momento, si bien en las distintas tradiciones se van identificando hasta convertirse en un único espacio. En esta región habitan aquellos héroes que han sido elegidos por los dioses. Se trata, al parecer, de un privilegio que se concede de manera arbitraria.

CICLOS MÍTICOS

Teseo y el Minotauro. Dédalo e Ícaro

Dédalo era un inventor que trabajaba en su ciudad natal, Atenas, construyendo todo lo que se le pedía. Tenía por discípulo a su sobrino Talo, un muchacho muy hábil del que Dédalo sentía celos. Cuando Talo inventó la sierra inspirándose en la mandíbula de una serpiente, Dédalo lo asesinó. El crimen se descubrió y Dédalo fue desterrado a Creta, donde se refugió en la corte del rey Minos.

Años atrás Minos, para reclamar el trono de Creta, pidió a Posidón que realizara un prodigio para que se pusiera de manifiesto su derecho al trono; le pidió que saliera del mar un toro y prometió sacrificárselo. Posidón se lo concedió, pero Minos no cumplió su promesa, maravillado por la hermosura del toro. Posidón, enfurecido, despertó en Pasífae –esposa de Minos– un amor irresistible hacia el animal.

Cuando Dédalo llega a Creta, Pasífae le pide ayuda y Dédalo construye una vaca de madera en la que se metió la reina y así pudo unirse con el toro. De esta unión nacerá el Minotauro, ser monstruoso con cuerpo humano y cabeza de toro, que se alimentaba de carne humana. Minos ordena a Dédalo que construya un laberinto para encerrar al Minotauro.

Un hijo de Minos y Pasífae –Androgeo– va a Atenas para tomar parte en los juegos organizados por el rey Egeo. Androgeo muere al ser alcanzado accidentalmente por un disco. Su muerte provoca que Minos declare la guerra a Atenas. Esta guerra finaliza con la victoria del rey cretense y la imposición de un tributo como castigo a los atenienses: deberán entregar todos los años a siete muchachos y siete muchachas para que sean encerrados en el laberinto y puedan ser devorados por el Minotauro. El tributo cesaría, y podrían regresar a Atenas, si alguno de ellos lograba dar muerte al monstruo.

Uno de los años Teseo, hijo de Egeo, se ofreció voluntariamente a formar parte de la comitiva del tributo. El barco llevaba velas negras en señal de luto, pero Egeo entregó a su hijo unas velas blancas, para que las cambiase si conseguían volver sanos y salvos.

Al llegar a Creta, Ariadna –hija de Minos– se enamora de Teseo y le proporciona un ovillo de lana, con el que podría encontrar la salida del laberinto, y una espada, para que pudiera enfrentarse al Minotauro, haciendo prometer a Teseo que se casará con ella y se la llevará con él.

Teseo logra su propósito y se lleva a Ariadna, pero en una escala en Naxos durante el viaje de regreso a Atenas, Ariadna se queda dormida y Teseo la abandona. Como castigo por incumplir su promesa, Teseo se olvida de cambiar las velas y Egeo, que estaba en un acantilado esperando el regreso de su hijo, al ver las velas negras, cree que Teseo ha muerto y se suicida arrojándose al mar, que a partir de entonces –y en recuerdo de este hecho– se llamará mar Egeo.

Minos encierra a Dédalo y a su hijo Ícaro en el laberinto. Dédalo fabrica unas alas con plumas y cera para él y para su hijo con las que espera poder escapar volando. Dédalo advierte a su hijo que no se acerque demasiado al sol, pues se derritiría la cera y caería. Ícaro no le hace caso y se precipita al mar. Dédalo llega a Cumas, pero es perseguido por Minos y tiene que ocultarse en Sicilia, bajo la protección del rey Cócalo.

Minos inició la persecución de Dédalo. Para descubrir su escondite, Minos se valió de una estratagema: mostraba una concha de caracol y un hilo, prometiendo una recompensa a quien lograra pasar el hilo por la espiral de la concha. Cócalo le contó el asunto a Dédalo y éste ató el hilo a una hormiga, metiéndola después en la concha. Minos hizo confesar a Cócalo dónde se escondía Dédalo, pero el rey ordenó a sus hijas que abrasaran a Minos con agua (en otras versiones, con pez hirviendo).

La guerra de Troya

El origen de la guerra de Troya se remonta al anuncio (en unas versiones, de la titánide Temis; en otras, del titán Prometeo) que advierte a Zeus que si se casa con la nereida Tetis, ésta tendrá un hijo que será más poderoso que su

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padre. Para evitarlo obliga a Tetis a casarse con el mortal Peleo (otras fuentes apuntan que es la nereida quien rechaza a Zeus por respeto a Hera).

A la celebración de los esponsales no se invitó a la diosa Eris, la Discordia, quien se presenta en el banquete y arroja sobre la mesa una manzana de oro con la inscripción: «A la más bella» (sobre el texto que lleva la manzana hay muy diferentes versiones). Pronto surge la disputa entre tres diosas que se consideran acreedoras a recibir el regalo: Hera, Atenea y Afrodita. Zeus se declara incapaz de dictar un veredicto –por no indisponerse con ninguna de ellas– y decide que Hermes las lleve al monte Ida ante el pastor Paris, quien habrá de eligir a cuál de las tres divinidades se entregará la manzana de la Discordia; éste es el denominado Juicio de Paris. Cada una de las diosas le ofrece su protección y un espléndido regalo: Hera, el dominio sobre toda Asia Menor; Atenea, la sabiduría y el triunfo en todas las batallas; Afrodita, el amor de la mujer más hermosa del mundo: Helena, la hija de Zeus y Leda. Paris sucumbió a los encantos de Afrodita y le entregó la manzana.

Paris era hijo del rey de Troya, Príamo, y había sido abandonado en el monte porque antes de nacer un adivino había interpretado un sueño de su madre, Hécuba, pronosticando que el hijo que iba a nacer sería la causa de la destrucción de la ciudad. Posteriormente será reconocido por su hermana Casandra como el hijo abandonado y se le recibirá de nuevo en el palacio.

Paris viaja a Esparta, donde vive Helena que está casada con Menelao, rey de la ciudad. Menelao se ve obligado a viajar a Creta para asistir a los funerales de su abuelo. Afrodita propicia que Paris y Helena se enamoren. Ambos huyen con destino a Troya.

Las versiones sobre el rapto de Helena son muy variadas: unas aseguran que Helena acompañó voluntariamente a Paris; otras afirman que fue raptada por la fuerza; e incluso algunas señalan que Paris no se llevó consigo a Helena, sino sólo una sombra o imagen.

Cuando Menelao regresa y descubre la desaparición de su esposa, acude a su hermano Agamenón, rey de Micenas, quien le aconseja que haga cumplir el pacto acordado por los pretendientes de Helena: que ayudarían al elegido a mantener su honor si fuera ofendido. De este modo se formó el ejército que los griegos (llamados aqueos o dánaos en los poemas homéricos) enviaron contra Troya (Ilión en Homero). Al frente del ejército irá Agamenón, como primus inter pares.

La expedición contra Troya inicia su camino, que se ve interrumpido en Áulide por la falta de viento para impulsar las naves. Se consulta al adivino Calcante sobre la causa y éste revela que Ártemis está ofendida porque Agamenón ha dado muerte a una cierva y la diosa exige en compensación el sacrificio de la hija del jefe aqueo, Ifigenia. Agamenón acepta y hace venir a la muchacha con la creencia de que se va a casar con Aquiles. En el último momento, Ártemis sustituye a Ifigenia por un cervatillo y la traslada a Táuride, donde se convierte en sacerdotisa de una terrible diosa que exige el sacrificio de todos los extranjeros que llegan hasta su territorio.

Los aqueos llegan a Troya y se inicia el asedio que se prolongará durante diez años. La Ilíada narra el último año de la guerra, en concreto, el enfrentamiento de Agamenón y Aquiles por una esclava, Briseida. Finalmente los griegos toman la ciudad enemiga mediante la estratagema del caballo de Troya. La versión más conocida y elaborada se encuentra en la Eneida de Virgilio. Según la tradición, Ulises –inspirado por Atenea– sugiere la construcción de un gigantesco caballo de madera en cuyo interior hueco se esconderían los más valerosos guerreros. Fingirían la retirada y dejarían el caballo ante las murallas de Troya, como una ofrenda a los dioses para propiciar el regreso. Los troyanos derriban los muros para poder introducir el caballo en el interior de la ciudad y celebran una fiesta por lo que consideran es el final de la guerra. Esa noche salen los aqueos del caballo, franquean la entrada al grueso del ejército y arrasan Troya.

La vuelta de los héroes griegos a sus puntos de partida dio lugar a una amplia serie de relatos (los Nostoi); el más conocido de todos ellos es el regreso de Ulises a su patria, la isla de Ítaca, narrado por Homero en la Odisea.

Jasón y los Argonautas: el vellocino de oro

Esón, hijo de Creteo –fundador de Yolco (Tesalia)– fue el rey de la ciudad hasta que le derrocó su hermanastro Pelias. Jasón, hijo de Esón, era aún un niño cuando su padre perdió el trono. Educado por el centauro Quirón, regresó a Yolco y reclamó a su tío el trono de su padre. Pelias, a quien un oráculo había advertido que tuviera cuidado con «el hombre que calzara un solo pie», se sorprendió al ver ante sí a un joven que sólo tenía una sandalia: la diosa Hera –enemistada con Pelias porque no le ofrecía el culto debido– se había aparecido a Jasón bajo la forma de una anciana que le pidió ayuda para cruzar un río; la corriente era demasiado fuerte y Jasón perdió una de las sandalias. Pelias impone una dura prueba a Jasón si quiere recuperar el trono: deberá traer el vellocino de oro que se encuentra en la lejana Cólquide.

Este vellocino era la piel de oro de un carnero alado que había sido entregado –bien por Zeus, bien por su madre Néfele– a Frixo y Hele. Cuando su madrastra Ino intentó matarlos, ambos escaparon volando a lomos del carnero. Al cruzar los Dardanelos, Hele perdió el equilibrio y cayó al mar, que en su recuerdo se llamó Helesponto («el mar de Hele»). Frixo llegó sano y salvo a la Cólquide, en el Cáucaso a orillas del mar Negro, donde reinaba Eetes, hijo de Helios (el Sol). En agradecimiento a su hospitalidad, Frixo sacrificó el carnero y entregó el vellocino de oro al rey,

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quien lo colgó en una encina del bosque sagrado de Ares, custodiado por un dragón que nunca dormía. Jasón solicitó la ayuda de Argos, hijo de Frixo, para emprender la búsqueda y, por consejo de Atenea, se construyó el barco Argos, cuyo mascarón de proa –construido por la propia diosa con madera de un roble del santuario de Zeus en Dodona– tenía la facultad de hablar y profetizar. Hera animó a todos los héroes griegos a unirse a Jasón en la expedición.

La lista de los Argonautas («marineros del Argos») varía en las diferentes versiones que han llegado de la leyenda. Algunos nombres de los héroes que intervienen serían Jasón (que está al frente de la expedición), Argos (constructor de la nave), Tifis (el piloto), Ergino, Orfeo (músico tracio), Idmón, Anfiarao, Mopso (estos tres últimos, adivinos), Zetes, Calais, los Dioscuros (Cástor y Pólux), Idas y Linceo.

Tras un viaje lleno de aventuras llegan a Ea, la capital de la Cólquide. Hera pide a Afrodita que Medea, hija del rey Eetes, se enamore de Jasón, a fin de que le ayude en la realización de las pruebas que el rey va a proponer a Jasón. Eetes promete a Jasón que le entregará el vellocino si consigue uncir al yugo a dos toros, regalo de Hefesto al rey, que tenían pezuñas de bronce y arrojaban fuego por la boca. Con estos toros, que nunca habían sido puestos al arado, debería trabajar un campo y sembrar en él los dientes de un dragón, que Eetes había recibido de Atenea.

Medea, enamorada del héroe, acudió en su ayuda, aunque primero le hizo jurar que se la llevaría a Grecia y se casaría con ella si conseguía superar las pruebas. Jasón accede a las peticiones de Medea y ésta –que era una maga experta también en hechicería, e incluso en algunas fuentes aparece como hija de Hécate– le dio un bálsamo mágico que le haría invulnerable a las pezuñas y al fuego de los toros. Además le reveló que de los dientes del dragón nacerían soldados armados que tratarían de matarlo; él sólo tendría que arrojar una piedra en el centro del grupo y los guerreros se matarían entre sí acusándose unos a otros de haber tirado la piedra.

A pesar de que Jasón había realizado las pruebas que le había impuesto Eetes, el rey se negó a cumplir su promesa e intentó incendiar la nave Argos y asesinar a los tripulantes. Jasón, nuevamente con la ayuda de Medea, consigue adormecer al dragón que guarda el vellocino, se apodera de la piel y huye. Eetes inicia la persecución, pero Medea –que lo había previsto– mata a su hermano Apsirto, que les acompañaba, despedaza el cadáver y esparce los trozos por el mar, a fin de que Eetes se retrase al recoger los pedazos para poder dar las honras fúnebres debidas a su hijo.

Después del asesinato Zeus deja oír su voz a través del mascarón de proa y les ordena que sean purificados de su crimen por la maga Circe, pariente de Medea. Tras la purificación continuaron el viaje, que nuevamente fue azaroso y lleno de peligros, hasta que llegaron de vuelta a Yolco.

Jasón ejecutará su venganza sobre Pelias a través de Medea, quien convence a las hijas del usurpador de que puede rejuvenecer a Pelias. Para ello descuartiza un viejo carnero, echa los trozos en un caldero que había puesto al fuego y al poco tiempo sale un corderillo. Las hijas de Pelias descuartizan a su padre y depositan los trozos en el caldero que les ha proporcionado Medea, pero esta vez no se produce el prodigio.

A causa de este nuevo asesinato, Jasón y Medea huyen de la ciudad y se refugian en Corinto, donde son recibidos por el rey Creonte, y allí viven tranquilamente hasta que Jasón decide repudiar a Medea y casarse con la hija del rey, Creúsa (o Glauce). Medea pone por testigos a los dioses del juramento que le hiciera Jasón en la Cólquide y en venganza envía a la futura esposa una diadema y un velo envenenados, que la envolverán en un fuego abrasador nada más ponérselos. Junto con ella arde también su padre Creonte al intentar salvarla. Mientras tanto Medea completa su venganza dando muerte a los hijos que había tenido con Jasón. Finalmente huye a Atenas –cuyo rey Egeo le había prometido protección– en un carro tirado por caballos alados, regalo del Sol.

La casa de Atreo

La leyenda relativa a los Atridas (Agamenón y Menelao) tiene su origen en Tántalo, hijo de Zeus y Pluto. Tántalo está casado con Dione y tiene con ella varios hijos, entre ellos Níobe1 y Pélope. Por el hecho de ser hijo de Zeus Tántalo fue admitido en los banquetes de los dioses y allí no sólo robó néctar y ambrosía, sino que también reveló los secretos de las divinidades. Pero no se conformó con estas acciones, sino que pretendió probar la sabiduría de los dioses y en una ocasión les invitó a un banquete en el que les ofreció como plato a su hijo Pélope. Todas las divinidades se horrorizaron y rechazaron la comida, excepto Deméter, que preocupada por su hija Perséfone (raptada por Plutón), estaba distraída y se comió un hombro. Pélope fue reconstruido por los dioses y se le implantó un hombro de marfil para sustituir el que se había comido Deméter.

Tántalo permanece en el Tártaro, condenado a sufrir hambre y sed eterna aunque está sumergido en agua hasta la cintura y sobre su cabeza pende una rama cargada de frutos. Cuando intenta alcanzar una u otra, ésta se aleja.

Pélope, tras diversos avatares, llega a Pisa donde reina Enómao. El rey tenía una hija, Hipodamía, de gran belleza y como muchos la pretendían estableció una carrera de carros como prueba; si el pretendiente no vencía, moriría. Pélope se presentó a la prueba y sobornó al cochero de Enómao, Mírtilo, para que soltase las riendas del carro o

1 Níobe, casada con Anfión, rey de Tebas, tuvo siete hijos y siete hijas. Presumía de haber superado a Leto, que sólo había tenido dos hijos: Apolo y Ártemis. Leto se queja a sus hijos de la ofensa y éstos matan a los descendientes de Níobe, que fue convirtida en una piedra que derrama lágrimas.

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cambiase los ejes del carro por otros de cera (según las diferentes versiones), a cambio de la mitad del reino y de pasar una noche con Hipodamia. Posteriormente Pélope no quiso cumplir su promesa y mató a Mutilo, que fue catasterizado en la constatación del Auriga por su padre Hermes. Antes de morir Mírtilo maldice a Pélope y a toda su descendencia. Esta maldición será el origen de la tragedia.

Se atribuyen varios hijos a Pélope e Hipodamía, entre los que destacan Atreo y Tiestes. También se atribuye a Pélope la paternidad de Crisipo, aunque la madre varía. Según la versión que hace de Crisipo un hijo de Pélope anterior a su boda con Hipodamia, Crisipo es asesinado por Atreo y Tiestes, a instigación de Hipodamia. Al enterarse, Pélope maldice a sus hijos y los destierra.

Atreo y Tiestes encuentran refugio en la corte del rey de Micenas. Al morir éste, el oráculo revela que el trono ha de entregarse a un descendiente de Pélope y los dos hermanos rivalizan por hacerse con el trono. Tiestes propone que sea rey quien pueda presentar un vellocino de oro, Atreo acepta, pues él lo posee, aunque no sabe que su esposa Aérope, amante de Tiestes, se lo ha robado para entregárselo a su amante. Hermes se aparece en sueños a Atreo y le indica que proponga una última prueba: aquel que consiga que el sol cambie su rumbo será el ganador. Tiestes acepta la propuesta, convencido de que es imposible realizarla. Sin embargo, el Sol, por mandato de Zeus, se pondrá por el este. Nada más alcanzar el poder, lo primero que hace Atreo es desterrar a su hermano Tiestes. Al cabo de un tiempo, conocida la traición de su esposa Aérope, Atreo arroja al mar a Aérope, con la que ha tenido dos hijos: Agamenón y Menelao, e invita a su hermano Tiestes a regresar simulando reconciliarse con él. Para celebrar el regreso Atreo da una fiesta en la que servirá como comida a su hermano Tiestes los cuerpos de los hijos de éste. Al finalizar la comida, Atreo presenta a su hermano las cabezas, las manos y los pies de sus hijos y le revela la terrible verdad. Tiestes huye horrorizado.

Gracias a un oráculo Tiestes averigua que sólo será vengado si tiene un hijo con su propia hija Pelopia. Durante la noche y cubierto con una máscara, Tiestes consuma el incesto, aunque su hija logra arrebatarle la espada. El hijo que nacerá de esta unión se llama Egisto. Cuando Pelopia se casó con Atreo, buscó al niño que había abandonado al nacer y lo crió en el palacio, ya que con Atreo no tuvo descendencia. Tiempo después, Atreo ordena a Egisto matar a Tiestes, pero éste reconoce la espada que lleva Egisto y le revela quién es en realidad. Pelopia, al conocer que ha cometido incesto con su padre, se suicida y posteriormente Egisto mata a Atreo y pone en el trono de Micenas a su padre-abuelo Tiestes. Agamenón y Menelao huyen de la ciudad y se refugian en la corte del rey de Esparta, Tindáreo. Agamenón será nombrado rey de Argos y Menelao sucederá a Tindáreo en el trono.

Tindáreo estaba casado con Leda, de la que había tenido varios hijos, entre ellos Helena y Clitemnestra. La primera se casará con Menelao y la última estaba casada con Tántalo II, hijo de Tiestes. Agamenón mata a Tántalo II y todos sus descendientes y, obligado por los Dióscuros (Cástor y Pólux), hermanos de Clitemnestra, se casa con ella; de este matrimonio nacerán Orestes, Electra (Laódice), Crisótemis e lfigenia (lfianasa).

El rapto de Helena, la esposa de Menelao, provocará la guerra de Troya, como se ha visto anteriormente. Al finalizar la guerra, Agamenón, que ha recibido como botín a Casandra (hija de Príamo -rey de Troya- y de Hécuba), regresa a su reino, donde le esperan su esposa Clitemnestra y el amante de ésta, Egisto, que han planeado su muerte. Al llegar es asesinado, bien en un banquete, bien en el baño (en unas versiones sólo por Egisto y en otras por Egisto y Clitemnestra). Junto con él también matan a Casandra.

Orestes, hijo de Agamenón y Clitemnestra, y aún niño, escapa de una muerte segura gracias a su hermana Electra, que lo lleva a la Fócide. Pasado el tiempo, Orestes recibe la orden de Apolo de vengar la muerte de Agamenón. Orestes regresa a Argos y es reconocido por su hermana Electra (por un mechón de pelo, por un anillo o por un anciano). Orestes finge ser un emisario de la Fócide enviado para averiguar qué se ha de hacer con las cenizas de Orestes. Clitemnestra, al creerse ya libre, manda llamar a Egisto. Cuando éste llega, muere a manos de Orestes que también matará a su madre Clitemnestra. Esta muerte significará la locura de Orestes y la persecución por parte de las Erinias, divinidades vengadoras de los delitos cometidos dentro de la familia. Orestes será purificado por Apolo en su templo de Delfos y, finalmente, será absuelto por el tribunal del Areópago con la ayuda de Atenea.

Una vez absuelto y con el fin de curarse por completo de la locura, Apolo le ordena ir a Táuride a buscar la estatua de Ártemis. Al llegar a la región son apresados para ser sacrificados ante la diosa, según la costumbre; sin embargo, son reconocidos inmediatamente por lfigenia, que les ayudará a conseguir su propósito y volverá con Orestes a su patria.

El ciclo tebano

El origen remoto de la ciudad de Tebas hay que buscarlo en la unión de Ío y Zeus, de la que nace Épafo, quien a su vez será el padre de Libia. Posidón se une a la ninfa Libia con la que tendrá dos hijos gemelos: Belo (padre de Dánao y Egipto) y Agenor. Éste emigró a Fenicia y se convirtió en rey de Tiro o Sidón. Tiene varios hijos, entre ellos Cadmo y Europa. Tras el rapto de Europa por Zeus, Agenor ordena a sus hijos salir a buscarla y les prohibe regresar sin haberla encontrado.

Cadmo llega a Delfos y le oráculo le indica que abandone la búsqueda y que al salir se encontrará con una vaca a la que debe seguir y fundar una ciudad en el lugar donde la vaca se acueste. El oráculo se cumple en Beocia y Cadmo decide sacrificar el animal a Atenea. Para celebrar el ritual se necesita agua, que acuden a recoger a una fuente cercana;

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sin embargo, allí vive una serpiente que mata a los compañeros de Cadmo. Éste consigue matarla con una piedra y por consejo de Atenea siembra los dientes de la serpiente. Nacen hombres armados y ante su actitud amenazante, Cadmo lanza piedras entre ellos y se matan unos a otros acusándose mutuamente de haberlas tirado; sólo sobreviven cinco: Udeo, Ctonio, Equión, Hiperenor y Pelor, que ayudarán a Cadmo a fundar la ciudad.

Cadmo se casa con Harmonía (hija de Ares y Afrodita) y tienen cuatro hijas: Ino, Autónoe, Sémele y Agave; y dos hijos: Ilirio y Polidoro. A su muerte fueron convertidos en serpientes y trasladados a los Campos Elíseos. Cadmo dejó el trono de Tebas a su hijo Polidoro, que será derrocado por Penteo, hijo de Equión y Agave. Sémele, seducida por Zeus, engendrará a Dionisos, pero su familia se niega a aceptar el origen divino del hijo de Sémele y ésta será la causa de la muerte de Penteo. Llega Dionisos a Tebas con la intención de extender su culto entre las mujeres de la ciudad. Es detenido por orden de Penteo, pero Dionisos vuelve loco al rey y le convence para que le acompañe al montea observar el ritual de las ménades o bacantes. Allí es descubierto por las mujeres tebanas que le descuartizan y es su propia madre Agave quien se presenta en la ciudad con la cabeza de Penteo creyendo que es la cabeza de un león.

La dinastía tebana se continúa, por un lado, con Meneceo, nieto de Penteo y padre de Yocasta y Creonte, y por otro, con Lábdaco, hijo de Polidoro y padre de Layo.

Layo ocupa el trono de Tebas y se casa con Yocasta. El oráculo de Delfos predice que un hijo del matrimonio matará a su padre. Por esta razón, al nacer Edipo lo entregan a un pastor para que lo abandone en el monte con los tobillos taladrados2. El pastor no pudo cumplir con la orden y se lo entregó a otro pastor, que finalmente lo confió al rey de Corinto Pólipo, quien lo adoptó al no tener hijos.

Cuando creció Edipo visitó el oráculo de Delfos para conocer su destino y allí conoce que está destinado a matar a su padre y casarse con su madre. Horrorizado, decidió alejarse Para siempre de Corinto, ya que creía que Pólibo y su esposa eran sus verdaderos padres. Durante su viaje, en un cruce de caminos, se encuentra con una caravana en la que viaja Layo y se produce un altercado al no querer ceder el paso. Edipo mata a todos los miembros de la expedición excepto a uno de los esclavos.

Edipo llega a la ciudad de Tebas que estaba asolada por la Esfinge (un monstruo con rostro de mujer, cuerpo de león y alas de águila) que proponía un enigma y devoraba a quienes no lograban resolverlo: "¿Qué ser tiene cuatro pies por la mañana, dos al mediodía y tres por la noche y que cuantos más pies utiliza más lento es Edipo resuelve el enigma y la Esfinge se suicida. En agradecimiento, la ciudad de Tebas, ya que el rey Layo ha muerto, ofrece a Edipo el trono de la ciudad y el matrimonio con Yocasta. Se cumple así el oráculo.

Edipo y Yocasta tienen dos hijos, Eteocles y Polinices, y dos hijas, Antígona e Ismene. Durante el reinado de Edipo se produce una peste sobre Tebas y el rey envía a su cuñado Creonte a Delfos, quien regresa con la respuesta de que la plaga no cesará hasta que se haya desterrado de la ciudad al asesino de Layo. Edipo maldice al asesino y llama a Tiresias, el adivino ciego, para consultarle sobre la identidad del culpable. Tiresias se resiste a revelar la verdad y, ante las presiones de Edipo, que le acusa de pretender destronarlo con la ayuda de Creonte, Tiresias confiesa que el rey es el asesino de Layo. Edipo comienza a preguntar por las circunstancias de la muerte de Layo y poco a poco va descubriendo que él es el culpable. Decide llamar al esclavo que salvó la vida y mientras esperan llega un mensajero de Corinto para anunciar la muerte de Pólibo y ofrecer el trono de esta ciudad a Edipo. El mensajero además confirma que Edipo no era hijo de los reyes de Corinto, sino que fue recogido a un pastor de Layo. Edipo pide que venga el pastor que entregó al niño y resulta ser el único superviviente de la caravana en que murió Layo. Yocasta, que ha comprendido toda la verdad se retira al palacio y se suicida.

Finalmente Edipo se da cuenta de todo lo ocurrido y sigue a Yocasta al interior del palacio. Al verla ahorcada, toma los alfileres que sujetan el vestido y se los clava en los ojos hasta quedar ciego. Edipo maldice a sus hijos y parte al destierro a la ciudad de Colono, en el Ática, acompañado por su hija Antígona.

Los hijos de Edipo acuerda gobernar alternativamente un año cada uno, pero al finalizar el primer año Eteocles se niega a abandonar el trono y Polinices se refugia en Argos donde reúne un ejército para atacar la ciudad. Se enfrentan los dos hermanos y se matan el uno al otro. Creonte ocupa el trono de Tebas y prohibe que Polinices reciba las honras fúnebres, puesto que ha sido un traidor a su patria. Sin embargo Antígona incumple la ley y trata de realizar un enterramiento simbólico de su hermano. Es detenida y llevada a presencia de Creonte que la condena a morir enterrada viva. El hijo de Creonte, y también prometido de Antígona, Hemón, intenta convencer a su padre, pero éste se mantiene inflexible. Hemón intenta salvar a su prometida, pero Antígona se ha ahorcado y Hemón se suicida con su espada. Por último, Creonte es informado de que su esposa también se ha suicidado al conocer la muerte de Antígona y de su hijo.

2 El nombre Edipo (Oidipouj) significa "pies hinchados"

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Catasterismos

Se llama catasterismo a la conversión en constelación de un personaje o ser mitológico. Se suponía que conservaba, aun convertido en astro, su antigua personalidad. El término catasterismo procede del sustantivo griego katasterismós, que significa «estudio de los astros». Existe también el verbo katasterízo, «situar entre los astros», que –evidentemente– está formado sobre la misma raíz * kataster- del sustantivo. Este lexema consta de dos partes: la preposición katá, que indica movimiento, y el sustantivo astér, astro. Los mitos o leyendas sobre los catasterismos nos han llegado a través de obras literarias o pretendidamente científicas, y generalmente presentan más de una versión; triunfa, o está más difundida, la que aparece en las obras que mejor fortuna han tenido en su transmisión hasta nosotros y en las de los autores que mejor se nos han conservado.

Aries o el carnero La versión más aceptada es que se trata del vellocino de oro, o más bien del carnero áureo que llevó a Frixo

volando a la Cólquide. Posteriormente hay una doble vertiente de esta leyenda. En una se cuenta que Frixo degolló al carnero como sacrificio a Zeus y luego lo despellejó; esta piel sería el vellocino de oro, entregado a Eetes y recuperado posteriormente por Jasón y los Argonautas. En otras versiones sería el propio carnero el que se quita la piel o vellocino de oro y se lo regala a Frixo, emigrando después al cielo donde se convierte en constelación. Es importante señalar que esta constelación tiene poco brillo, pues el vellocino de oro se quedó en la Cólquide y éste daría luz al carnero.

Tauro o el toroSobre esta constelación hay varias versiones. Se exponen las más famosas:a) Puede ser la forma de toro que Zeus asumió para raptar a Europa.b) Una segunda versión lo identifica con Ío, a quien Zeus transformó en vaca o ternera blanca para poderla

poseer. Su esposa, Hera, celosa de la ternera, envió contra ella un tábano, que picaba insistentemente a Ío, por lo que ésta huyó saltando el estrecho del Bósforo, llegó a Egipto y allí fue adorada como Apis.

c) La tercera versión es la del Minotauro, monstruo-dios adorado en Creta. Según la leyenda, la cretense Pasífae, hermana de la maga Circe, pidió a Dédalo que le construyese una armadura de ternera tan perfecta que pudiera engañar al toro sagrado (¿acaso Zeus?). El engaño surtió efecto, el toro la poseyó y de esta unión nace el terrible Minotauro, que vive en el laberinto y será muerto posteriormente por Teseo con la ayuda de Ariadna.

En la testuz del toro aparece otra constelación, las Híades o lluviosas. Se cree que pueden ser ninfas hijas de Dodona y nodrizas de Baco, que huyendo de Licurgo entregaron a Baco a Ino. También pueden ser las siete hijas de Océano y Tetis, hermanas de Hiante, que murió devorado por el León de Nemea, y que murieron de pena por la muerte de su hermano.

Géminis o los gemelosSe trata de los gemelos Cástor y Pólux, también llamados Dioscuros, que habían nacido de un huevo cósmico.

Este huevo pertenecía a Leda, amante de Zeus, pero sobre su origen existen varias leyendas. En la primera, Leda, hija del rey de Etolia, estaba casada con Tíndaro, hermano de Icario. De la unión con ambos hermanos, Leda da a luz a los Dioscuros y a tres hijos más: de Icario tiene a Penélope, esposa de Ulises; y de Tíndaro, a Clitemnestra, esposa de Agamenón y a Helena, esposa de Menelao, que huye con Paris y da origen a la guerra de Troya.

En la segunda versión, Leda siempre descansaba junto a un estanque del río Eurotas, donde no se podía acercar ningún hombre. Tíndaro, su marido, se olvidó del sacrificio a Afrodita, quien en venganza inflamó a Zeus de amor por Leda. Zeus ideó una estratagema para acercarse a Leda: se metamorfoseó en cisne blanco y pidió a Apolo que, convertido en águila negra, le persiguiera. Leda le tendió los brazos para protegerle, el cisne se refugió en ellos y se formó una nube que envolvió a ambos. De esta unión quedó un huevo, de donde nacieron los Dioscuros, Cástor y Pólux.

Cáncer o el cangrejoSe trata del cangrejo que Hera hizo aparecer para atacar a Hércules (hay que recordar que Hércules era hijo

ilegítimo de Zeus y por tanto perseguido por Hera). Este cangrejo atacó a Hércules en su lucha contra la Hidra de Lerna; le mordió en un pie y Hércules lo aplastó. Hera lo catasterizó en esta constelación.

En la cabeza del cangrejo hay otro catasterismo: el pesebre o los asnos. Corresponde a unos asnos que ayudaron a Dionisos a cruzar una laguna cuando estaba loco por obra de Hera y buscaba el oráculo de Dodona. Dionisos, en agradecimiento, concede la voz a uno de ellos, que competirá en un concurso con Príapo para ver quién poseía el miembro viril más largo, resultando vencedor el asno. Príapo lo mata y Dionisos los convierte en constelación.

Leo o el leónEs el león de Nemea. Tenía una piel que no podía ser atravesada por ningún arma y fue estrangulado por

Hércules en su primer trabajo, quien después irá vestido con la piel del león. Zeus lo catasterizó en esta constelación.

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Virgo o la virgenLa identificación más corriente es con Dike (la Justicia), una de las tres Horas, hijas de Zeus y Némesis.Otra versión la identifica con Erígone, hija del ateniense Icario, quien aprendió de Dionisos el cultivo de la vid

y la obtención del vino. Un día que Icario iba a arar llevaba varios pellejos de vino y se lo dio a probar a unos pastores que se emborracharon. Los demás pastores al verlo, creyendo que se trataba de un veneno, lo matan y arrojan su cuerpo a un pozo o lo entierran junto a un árbol.

Erígone busca a su padre y encuentra el cadáver gracias a su perra Mera; Erígone se suicida colgándose de un árbol y la perra se arrojó a un pozo. Dionisos, en castigo, hizo que las atenienses enloquecieran y se ahorcasen. Para aplacar al dios se instituyó una fiesta en la que se colgaban figurillas de los árboles; este rito perdura en Roma en las fiestas Liberalia (Liber = Dionisos).

Zeus catasteriza a Erígone en Virgo, a Icario en el Boyero y a la perra Mera en el Can Mayor.

Libra o la balanzaSon los brazos o pinzas de Escorpión. Según otras versiones podría representar la balanza donde los tres jueces

colocan el alma de los muertos antes de entrar en el Tártaro. También podría hacer referencia a la balanza del Libro de los muertos del Antiguo Egipto donde se pesaban las almas de los difuntos.

Escorpio o el escorpiónSegún una versión sería un escorpión gigantesco que Ártemis hizo brotar de una colina de la isla de Quíos para

matar a Orión (véase esta constelación), extraordinario cazador, como castigo por haber intentado violar a la diosa.En otra versión Orión se había vanagloriado de poder cazar y matar a cualquier animal que encontrase;

entonces Gea hizo surgir este inmenso escorpión que mató a Orión.Zeus catasterizó a Orión y al escorpión. Ártemis pidió a Zeus que cuando el escorpión apareciese por oriente, Orión se pusiera por occidente. El tamaño gigantesco de este escorpión se manifiesta en el hecho de que ocupa dos casillas zodiacales: el cuerpo y el aguijón ocupan la primera (Escorpio) y las pinzas, el segundo (Libra).

Sagitario o el arqueroTiene figura de centauro, tanto en su representación con cuatro patas de caballo, como cuando se le representa

con dos patas. Siempre aparece disparando un arco.Se piensa que no representa a un centauro, sino a Croto, inventor del arte de disparar flechas y del aplauso con

las manos (croto en griego significa aplauso). Croto era hijo de Eufeme, nodriza de las Musas, quienes pidieron a Zeus que lo convirtiera en constelación en agradecimiento a los aplausos que tributaba a sus cantos.

Capricornio o la cabraEn una primera versión se le identifica con Egipión (el dios Pan transformado en cabra), que se crió junto a

Zeus y ayudó a éste en la Titanomaquia, proporcionándole una concha de caracol marino, por él inventada, que al sonar provocó la huida de los Titanes (el término «pánico» proviene de Pan). Se le representa con la parte superior de cabra y con cuernos y la inferior termina en cola de pez en recuerdo de la concha del caracol marino.

En otra versión es la forma híbrida que tomó el dios Pan para huir del monstruo Tifeo o Tifoeo, del que hablaremos más adelante.

La tercera versión lo identifica con la cabra Amaltea, que crió a Zeus en los bosques de Creta, protegiéndole de su padre Cronos o Saturno. Uno de sus cuernos, arrancado por Zeus niño, es la Cornucopia o cuerno de la abundancia. Cuando Amaltea muere, Zeus se hizo con su piel una coraza impenetrable, la égida, y honró a la cabra catasterizándola.

Acuario o el coperoSe le identifica con Ganimedes, el copero de los dioses, que escancia la ambrosía o néctar de los dioses. Sin

embargo, la constelación sólo hace referencia al agua como líquido y no a la figura representada, quizá identificada con la lluvia que abunda en el mes de este signo zodiacal.

Piscis o los pecesRepresenta dos peces que nadan en sentido contrario. Según una versión hacen referencia a Posidón. Este dios

de las aguas, de los terremotos y de las tempestades, estaba buscando esposa y se fija en Anfítrite, hija de Nereo y Dorisde. Ésta no estaba muy inclinada hacia Posidón, pues le había arrebatado el trono de las aguas a su padre Nereo. Posidón encargó a dos delfines que la convenciesen con sus discursos y éstos cumplieron a la perfección su cometido. Posidón, en agradecimiento, los convirtió en esta constelación. En otra versión se les identifica con dos nietos o descendientes del llamado Pez Grande o del Sur. Sobre esta versión existen variantes:

a) Dérceto, madre de la reina Semíramis, se arrojó con su hijo al lago Ascalón, transformándose en dos peces.b) Dérceto era hija de Afrodita y se arrojó al lago Ascalón, siendo salvada por el Pez Grande o del Sur, por lo

que Afrodita catasterizó al Pez Grande y a sus nietos. Esto explicaría que los peces, uno austral y otro boreal, naden en direcciones opuestas, unidos por una cinta que se prolonga hasta la parte delantera de Aries.

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c) Afrodita y Eros (Cupido), huyendo de Tifoeo, se precipitan al río Éufrates, metamorfoseándose en dos peces. Tifoeo o Tifón, hijo de Gea y el Tártaro, luchó contra Zeus y los olímpicos. Estaba representado como un monstruo de cuyos hombros emergían cien cabezas, de sus muslos incontables víboras y de sus ojos llamas. Finalmente Zeus lo aplastó arrojándole encima el monte Etna, cuyas llamas son el vómito del monstruo aplastado.

d) Un huevo cae del cielo al Éufrates y es llevado a la orilla por dos peces, donde es empujado por una paloma. De este huevo nace Afrodita, por cuya intercesión se catasterizan los dos peces, y la paloma se convierte en animal consagrado a la diosa.

Osa Mayor Es Calisto, hija de Licaón y doncella favorita de Ártemis. Su hermosura despertó el deseo de Zeus, quien

tomando la figura y el atavío de Ártemis, se le acerca y consigue su propósito. A los nueve meses, fatigada por la caza, Ártemis decide bañarse en un arroyo con todo su cortejo; es entonces cuando descubre el embarazo de Calisto y le ordena que se vaya lejos y no mancille el sagrado manantial.

Calisto dio a luz a Arcas, lo cual enfureció a Hera. Ésta sabía que lo que atraía a Júpiter de Calisto era su figura y decidió cambiársela, metamorfoseándola en osa. Para que no consiga ablandar el corazón de Zeus con sus plegarias, le priva de la facultad de hablar. Acosada por los cazadores, temerosa de los perros, huye de los animales salvajes, olvidando que ella también lo es.

A la edad de quince años, Arcas se encuentra con su madre, la cual creyendo reconocerle, intenta acercársele, pero éste que nada sabe de ella, se dispone a atravesarla con su lanza. Zeus no puede tolerar que el hijo mate a la madre y decide eliminar a ambos y convertirlos en dos constelaciones vecinas: la Osa Mayor y el Guardián de la Osa o Arcturus en la constelación Boyero (Bootes).

Hera se enfurece al ver brillar entre los astros a su rival y decide ir a contárselo a Tetis y a Océano; se siente despreciada y humillada y les ruega que excluyan de sus aguas a los Siete Tritones, recibidos en el cielo en recompensa por su adulterio. Ésta es la explicación mitológica de por qué las constelaciones polares no se ponen jamás, no descienden nunca hasta el horizonte ni se sumergen en el océano, sino que giran siempre tanto a lo largo de la noche como a lo largo del año alrededor del Polo, permaneciendo visibles, aunque en distintas posiciones, en todas las estaciones.

Para los egipcios, la Osa Mayor era un hipopótamo, su diosa comadrona Taoeris; para los romanos, la Hélice, por girar como un aspa sobre la Polar; los griegos en un principio la llamaron Arctos (Norte), palabra que etimológicamente persiste en castellano como Ártico, pero arctos también significa «osa» y éste fue el nombre que se adoptó.

Osa MenorEs Fenice, compañera de Ártemis, que es convertida en osa por ésta tras ser seducida por Zeus, aunque la diosa

ignoraba la identidad del seductor, y al saberlo la traslada al cielo como catasterismo.Según otra versión, es Cinosura, ninfa del monte Ida de Creta, que con la ninfa Hélice fue nodriza de Zeus.

Como Crono las perseguía, Zeus las transformó en dos constelaciones vecinas: la Osa Mayor y la Osa Menor, mientras él adoptaba la forma del Dragón.

DragónSe trata del dragón que custodiaba las manzanas de oro del huerto de las Hespérides. Estas manzanas habían

sido el regalo de boda que Juno había recibido de Gea. Le gustaron tanto que las mandó plantar en su jardín, en las inmediaciones del monte Atlas, confiando la custodia del árbol que las producía a un dragón inmortal de cien cabezas, hijo de Tifón (véase más adelante), y a las Hespérides, tres ninfas del atardecer.

Euristeo ordenó a Hércules que le llevase estas manzanas en uno de sus trabajos. El héroe, tras liberar a Prometeo de su terrible castigo, partió en su busca. Prometeo le había aconsejado que no las cogiera por su propia mano, sino que se las pidiera a Atlas. Éste aceptó de buen grado por verse libre de la pesada carga de soportar el mundo y el cielo sobre sus hombros durante el tiempo que tardara en cogerlas.

Según otras tradiciones, Hércules no necesitó la ayuda de Atlas; él solo mató o durmió al dragón y se apoderó de los frutos. Las Hespérides, desesperadas por la pérdida, se transformaron en árboles y el dragón fue convertido en constelación.

Variantes de la leyenda:a) Es una serpiente que durante la Gigantomaquia arrojaron los Gigantes contra Atenea y ésta, a su vez, la

arrojó violentamente al cielo, fijándola allí.b) Es la forma de serpiente que adopta Zeus cuando era perseguido por su padre Crono. Después de destronar a

su padre, la habría catasterizado junto con sus nodrizas, que habían sido transformadas en osas.

Perseo, Casiopea, Cefeo y AndrómedaPerseo, héroe de origen argivo, antepasado directo de Hércules, es hijo de Zeus y Dánae. Acrisio, rey de Argos

y padre de Dánae, asustado por el oráculo que había vaticinado su muerte, causada por su propio nieto, construye una

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cámara subterránea de bronce y recluye allí a Dánae; sin embargo, Zeus, transformado en lluvia de oro, penetra en el aposento por una grieta en el techo y consigue fecundar a la muchacha.

Cuando Acrisio descubre la existencia del niño Perseo, decide arrojarlo al mar junto con su madre, encerrados en un cofre de madera. El cofre llega flotando hasta la isla de Sérifos donde un pescador llamado Dictis los acoje en su casa.

Polidectes, el tirano de la isla, se enamora de Dánae y para alejar a Perseo de su madre y así poder conquistarla, le ordena que vaya en busca de la cabeza de la Gorgona Medusa, advirtiéndole que en caso de volver con las manos vacías, él se apoderará de su madre.Hermes y Atenea acuden en su ayuda aconsejándole que vaya al encuentro de las hijas de Forcis, las tres Greas, y se apodere del único ojo que tienen con el fin de obligarlas a que le revelen el camino que le conducirá a la mansión de las ninfas. Éstas tenían en su poder unas sandalias aladas, un zurrón especial y el casco de Hades, cuya virtud consistía en hacer invisible a quien se lo ponía.Con estas armas, junto con una hoz que le había dado Hermes, parte Perseo hacia la morada de las tres Gorgonas: Esteno, Euríale y Medusa.

Las Gorgonas eran monstruos con alas de oro, que les permitían volar, y manos de bronce. Su cuello estaba protegido por escamas de dragón y tenían colmillos como los jabalíes; su cabeza estaba rodeada de serpientes, sus ojos echaban chispas y su mirada era tan penetrante que convertía en piedra a todo aquél que osara mirarlas. Únicamente Medusa era mortal.

Cuando Perseo aparece, las tres están durmiendo, así que se eleva en el aire y, gracias a la ayuda de Atenea, que sostiene un escudo encima de Medusa, consigue decapitar a la Gorgona sin quedar petrificado. De la sangre que brotó del cuello de Medusa, nació Pegaso.

Perseo guarda la cabeza en el zurrón y emprende el regreso. Fatigado por el duro viaje, se detiene en los dominios de Atlas, en los confines de occidente y le pide hospitalidad tras aclararle quién es su padre. Atlas cree que éste es el hijo de Zeus (Hércules) que, según el oráculo, habría venido a despojarlo de su oro (las manzanas del Jardín de las Hespérides) y lo rechaza. Perseo se siente ofendido, saca la cabeza de Medusa y petrifica a Atlas, convirtiéndolo en el monte homónimo. Continúa Perseo su viaje y desde lo alto del cielo divisa a Andrómeda, encadenada a una roca junto al mar. Ante los ruegos de Perseo, ella le cuenta que es hija de Cefeo, rey de los etíopes, y de Casiopea, la cual se jactaba continuamente de ser más hermosa que todas las Nereidas. Éstas, ofendidas, pidieron a Posidón que las vengase y él, para complacerlas, envió a un monstruo (que está catasterizado en la constelación de la Ballena) a asolar las tierras etíopes. Cefeo consultó el oráculo de Amón y éste predijo que si exponía a su hija como víctima expiatoria, el país se vería libre del castigo. Cefeo tuvo que consentir ante la presión de su pueblo y de esta forma Andrómeda quedó a merced de un monstruo marino. Perseo decide salvarla a condición de recibirla por esposa. Cefeo y Casiopea consienten y tras una feroz lucha, Perseo vence al monstruo y se celebra la boda. Aparece entonces Fineo, prometido de Andrómeda y hermano de Cefeo, y reclama sus derechos. Empieza una larga pelea que terminará con Fineo y sus cómplices convertidos en piedra por obra de Medusa.

Acompañado por Andrómeda, Perseo regresa a Sérifos donde descubre que Polidectes había intentado tomar a Dánae por la fuerza y se venga de él convirtiéndolo en piedra, entregando a continuación el poder a Dictis. Devuelve a Hermes las sandalias, el zurrón y el casco de Hades para que se los restituya a las ninfas, sus legítimas propietarias, y Atenea coloca la cabeza de Medusa en el centro de su escudo. Finalmente, Perseo se dirige a Argos con su esposa para ver a su abuelo Acrisio. Éste, al enterarse, huye al país de los pelasgos, temiendo que se cumpla el oráculo y Perseo le dé muerte. Sin embargo, no sirvió de nada, ya que en unos juegos Perseo lo hirió accidentalmente con el disco y lo mató.

PegasoAl nacer voló al Olimpo donde se puso al servicio de Zeus llevándole el rayo. Atenea se encargó de

domesticarlo y se lo entregó a las Musas. La fuente Hipocrene, en el Helicón, el monte de las Musas, nació de una patada de su casco. Gracias a él, Belerofonte pudo matar a la Quimera y lograr la victoria sobre las amazonas.

La Quimera era un monstruo temible. Su aliento era de fuego, la parte anterior de su cuerpo era una mezcla de león y cabra, y la posterior de un dragón. Belerofonte fue el joven guerrero, hijo de Posidón y de Eurínome, encargado de acabar con ella y poner fin a todos los desastres que estaba causando. Con la ayuda de Minerva consiguió a Pegaso y obtuvo una fácil victoria sobre el monstruo, matándolo de un solo golpe.

Belerofonte fue sometido a muchas pruebas triunfando en todas ellas gracias a Pegaso; sin embargo, su orgullo lo llevó a subir a los cielos a lomos del caballo, y Zeus, indignado, envió una mosca tábano que picó a Pegaso, que al encabritarse arrojó a su jinete al abismo. Belerofonte quedó ciego y cojo a consecuencia del accidente, vagó solo por los campos y murió miserablemente.

Pegaso volvió a la morada de los dioses e hizo brotar más fuentes de sus coces. Finalmente fue catasterizado.

AurigaSegún la tradición, es el catasterismo de Erictonio, autóctono rey de Atenas, inventor de la cuadriga y

catasterizado por Zeus, que le admiraba por haber rivalizado con el Sol, el primer dios que usó la cuadriga.

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Sobre la genealogía de Erictonio hay dos versiones:a) Cécrope es el primer rey que tuvo Atenas. Se casa con Aglauro, hija de Acteo, de la que no se sabe nada

más. Tiene un hijo, Erisictón, que muere joven y sin descendencia, y tres hijas: Aglauro II, Herse y Pándroso. A la muerte de Cécrope sube al trono Cránao, que se casa con Padias. Tiene tres hijas: Cránae, Cranecme y Atis. Esta última dará nombre a la región de Atenas, el Ática. Cránao es expulsado por su yerno Anfictión, sin que la leyenda nos diga con qué hija se ha casado. Se hace a Erictonio hijo de Atis, sin mencionar quién es su padre. Sustituirá a Anfictión. Se atribuye a Erictonio la invención de la cuadriga, el uso del dinero en el Ática y la institución de las fiestas Panateneas, en honor de Atenea.

b) Hefesto, hijo de Hera, para vengarse de su madre por haberle arrojado del Olimpo, fabricó un trono en el que quedó encadenada Hera cuando se sentó, sin poder soltarse. Zeus envió a Dionisos a buscar a Hefesto para que la soltara y Dionisos emborrachó al dios herrero para lograrlo. Zeus prometió a Hefesto concederle lo que pidiera y Posidón, enfadado porque Cécrope había preferido la protección de Atenea para la ciudad de Atenas, le instó a solicitar como esposa a Atenea. La diosa defendió su virginidad y el semen de Hefesto, o bien cae en la tierra, o bien cae en el muslo de Atenea y ésta lo recoge con un trozo de lana y lo tira a la tierra; de todos modos, fecunda y nace Erictonio. El nombre Erictonio contiene dos elementos: el primero puede ser éris (disputa) o érion (lana); el segundo es jzón (tierra). Atenea lo recoge y lo cuida como si fuera su hijo. Lo entrega, metido en una cesta, a las hijas de Cécrope, en especial a Pándroso, para que lo cuiden. Abren la cesta y ven al niño guardado por serpientes o bien el cuerpo de Erictonio acaba en una cola de serpiente. Enloquecen y se precipitan desde la Acrópolis.

Hay o tras versiones sobre el Auriga:a) Mirtilo, cochero de Enómao. Enómao engendró a Hipodamía y, como muchos la pretendían, estableció una

carrera de carros como prueba; si no vencían, morirían. Pélope se presentó a la prueba y sobornó al cochero de Enómao para que soltase las riendas del carro, a cambio de la mitad del reino. Posteriormente Pélope no quiso cumplir su promesa y mató a Mirtilo, que fue catasterizado por su padre Hermes.

b) El propio Enómao.c) Cilas, auriga de Pélope, que muere en el viaje al Peloponeso para la carrera con Enómao.d) Tróquilo. Pasa por ser hijo de Ío. Se le atribuye el invento del carro.e) Belerofonte, muerto al caer de Pegaso.f) Hipólito, que muere al ser arrastrado por sus caballos.En el hombro izquierdo del Auriga hay otro catasterismo: la Cabra y las Cabritillas. La Cabra se identifica con

la cabra Amaltea (véase Capricornio).

OriónEs un gigante cazador, hijo de Euríale y Posidón. También se le creía nacido de la Tierra, como todos los

gigantes de la mitología griega. De Posidón habría recibido el andar sobre las aguas. Era muy hermoso y tenía gran fuerza.

Se casó con Side, que pretendió rivalizar en belleza con Hera y ésta la precipitó al Tártaro. Orión marcha a Quíos, tal vez llamado por Enopión (en griego, el bebedor de vino), hijo de Dionisos y Ariadna, para cazar las fieras de la isla. Orión se enamora de Mérope, hija de Enopión, pero éste se negó a entregársela en matrimonio y Orión pretendió violarla. Enopión le castiga cegándole.

Orión viaja a Lemnos donde Hefesto le proporciona un lazarillo, Cedalión, que había sido su maestro. Carga sobre sus hombros a Orión y le lleva siempre mirando hacia Levante: el Sol le devuelve la vista.

Regresa a Quíos para vengarse de Enopión, pero éste se escondió en un refugio subterráneo. Se va a Creta (o permanece en Quíos), donde se dedica a la caza con Ártemis y la madre de ésta, Leto. (Sobre la muerte de Orión véase Escorpio).

Según otra tradición, el padre de Orión es Hirieo, un viejo labrador que dio hospitalidad en su cabaña a Zeus, Posidón y Hermes. Los dioses, en recompensa, le ofrecen la realización de un deseo. Hirieo pide un hijo. Los dioses le concedieron uno, que engendraron orinándose en la piel del buey que el viejo había sacrificado en su honor, y con la orden de enterrar la piel. Se combinaría así la versión que le hace hijo de la Tierra.

LiebreEsta constelación se encuentra en una zona donde predomina la caza: Can Mayor, Can Menor, Orión... Fue

catasterizado por Hermes en atención a su velocidad en la carrera y a su fecundidad, a la que se atribuía la propiedad de parir unas crías y retener otras en el vientre. Según la tradición, huye del perro de Orión.

Can MayorA veces se llama a esta constelación «Canícula» (la perrita, en latín) y se identifica con la perra Mera (véase

Virgo). Según otra leyenda, se trata del perro Lélape, regalado por Zeus a Europa, junto con una jabalina que nunca erraba el tiro y el autómata Talo. El perro podía alcanzar cualquier presa.

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Europa lo cede a su hijo Minos y éste lo entrega a Procris al curarle de la maldición de su esposa Pasífae: al unirse a cualquier mujer salían de su cuerpo serpientes y escorpiones que mataban a la amante. Procris se lo regala a su esposo Céfalo.

Anfitrión, que quería casarse con Alcmena, tenía que cumplir antes la venganza sobre los telebeos y para ello pide ayuda a Creonte, quien accede si antes Anfitrión mata al zorro de Teumeso, que no podía ser capturado y asolaba la región. Anfitrión obtiene la participación de Céfalo y su perro Lélape. Como el destino de ambos animales es radicalmente contrario, Zeus petrifica a ambos y después catasteriza al perro. Otra variante lo identifica con el perro de Orión.

Can MenorTanto el perro de Orión como la perra Mera se identifican también con esta constelación. Muy frecuentemen-te

se la llama Procion, que es la latinización de la expresión griega pró kyon, que significa «por delante del perro» o «perro delantero».

Hidra, Cuervo y CopaSegún la leyenda, Apolo envió al cuervo con una copa (crátera) a buscar agua a una fuente; junto a la fuente, el

cuervo encontró unos higos todavía verdes y esperó varios días hasta que maduraron y se los comió. Llenó la crátera de agua, se apoderó de una hidra (serpiente de agua) y se presentó ante Apolo, diciéndole que la hidra no le dejaba coger agua. Apolo, que sabía la verdad, catasterizó a los tres.

La Corona BorealSe cuenta que los atenienses estaban condenados a entregarle a Minos, rey de Creta, siete muchachos y otras

tantas doncellas cada año. Éstos debían servir de alimento al Minotauro, hijo de Pasífae, esposa de Minos.Teseo (hijo del rey de Atenas), para redimir a su pueblo de tan vergonzoso tributo, se agregó al grupo de las víctimas y partió para Creta. Su belleza cautivó a Ariadna, hija de Minos. Teseo le prometió amores y aseguró tomarla por esposa si ésta le ayudaba a salir del famoso laberinto en el que vivía encerrado el Minotauro.

Según una versión, Ariadna le dio a Teseo una corona luminosa, regalo de boda de Dionisos, con quien había estado casada. Gracias a la luz de esta corona Teseo encontró el camino por el tortuoso y oscuro laberinto.

Según otra versión, Ariadna le dio un hilo con el que el héroe pudo salir del laberinto. Tras su victoria sobre el Minotauro y para cumplir la palabra que el joven le había dado, la embarcó con él rumbo al Ática. Al llegar a la isla de Naxos y aprovechando un momento en que la crédula Ariadna dormía apaciblemente en la ribera, Teseo se hizo a la vela abandonándola en la playa. Ciertos mitógrafos aseguran que Teseo amaba a otra mujer; otros cuentan que el barco se alejó de Naxos por causa de una fuerte tempestad. El caso es que, abandonada Ariadna, fue encontrada y consolada por Dionisos, que locamente enamorado le ofreció matrimonio, la hizo su esposa y como presente de bodas le regaló una soberbia corona de oro y piedras preciosas fabricada por Hefesto.

Esta corona fue más tarde lanzada al cielo por Dionisos en una de sus borracheras y allí se quedó prendida, resplandeciendo para siempre.

LiraEs la lira de las Musas, construida por Hermes y regalada a Apolo, quien se la dio a Orfeo. Al ser despedazado

Orfeo, las Musas pidieron a Zeus que la catasterizase.Para seguir un poco la pista a esta famosa lira, hemos de empezar por saber algo de sus orígenes.

Hermes, el mismo día de su nacimiento, dio muestras de una precocidad extraordinaria: se escapó de la cuna donde su madre lo había dejado envuelto con bandas como se acostumbraba a hacer en la época con los recién nacidos, y llegó a un prado en el que su hermano Apolo guardaba unos rebaños. Aprovechando su distracción, Hermes le robó parte del ganado y lo llevó a una cueva. Allí sacrificó dos de los animales y los dividió en doce partes, para ofrecer una a cada divinidad, incluyéndose él mismo entre ellas. Luego volvió a su gruta y apoderándose de una tortuga, la vació, tensó sobre la concha unas cuerdas hechas con los intestinos de las vacas sacrificadas y construyó así la primera lira.

Apolo, tras descubrir el robo y encontrar al ladrón, lo llevó ante Zeus para que fuera juzgado. Hermes tenía que restituirle el ganado, pero se lo cambió a Apolo por su lira, ya que éste se había enamorado de los maravillosos sonidos que de ella salían.

Hasta entonces las cuerdas de la lira eran tres o cuatro (no hay acuerdo al respecto); Apolo aumentó el número hasta siete, por las Pléyades. Esta lira pasó finalmente a tener nueve cuerdas: cuando Apolo se la regaló a Orfeo, éste se las añadió.

Orfeo fue el poeta y músico más famoso de todos los tiempos. Apolo le regaló su lira y las Musas le enseñaron a tocarla de tal modo que no sólo encantaba a las fieras, sino que además hacía que los árboles y las rocas se movieran para seguir su música.

El episodio que marcó su vida fue la muerte de su esposa Eurídice, que pisó una serpiente por huir de quien quería forzarla. Orfeo descendió audazmente al Hades para recuperarla. Encantó con su lira no sólo al barquero

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Caronte, sino al can Cerbero, a los tres jueces de los muertos y ablandó incluso el pétreo corazón del dios Hades que le permitió llevarse a su esposa con una condición: no mirar hacia atrás hasta que ella estuviese bajo la luz del sol. Guiada por el son de la lira, Eurídice siguió a su esposo, quien una vez fuera y temiendo haberla perdido por el camino se volvió antes de que ella saliera a la superficie. Así la perdió para siempre. Orfeo quiso vivir con ella en el Tártaro, pero Hades no se lo permitió.

A partir de este momento Orfeo se mantiene fiel a la memoria de Eurídice y no queriendo relacionarse con las mujeres, se rodeaba únicamente de muchachos y así se llega a afirmar que fue el inventor de la pederastia.

A su regreso de los infiernos instituyó unos misterios basados en sus experiencias por el mundo subterráneo, pero prohibió que las mujeres acudiesen a estos cultos. Los hombres se reunían con él en una casa cerrada y dejaban las armas a la puerta. Una noche las mujeres tracias, humilladas, se hicieron con las armas y acabaron con todos.

Así fue despedazado Orfeo. Sus pedazos, arrojados al río, llegaron al mar. Su cabeza, que seguía cantando, y su lira, que seguía tocando, fueron recogidas y veneradas en Lesbos. Luego su lira quedó convertida en constelación. El alma del poeta pasó a los Campos Elíseos, donde revestida de un largo ropaje sigue cantando para los bienaventurados.

Heracles (Hércules)Es el más famoso de los héroes helénicos. Son tantas las leyendas que se le atribuyen que llegó a pensarse que

el nombre de Heracles había correspondido a varios héroes confundidos más tarde en uno solo.Sus hazañas se dividen en tres grupos:1. Tareas realizadas por orden de Euristeo.2. Empresas ejecutadas por cuenta propia.3. Aventuras que le suceden mientras realiza los Doce Trabajos.Heracles era hijo de Alcmena y Zeus, quien enamorado de ella la poseyó bajo la forma de su marido Anfitrión.

Horas después regresa el verdadero Anfitrión y vuelve a tomar a Alcmena, quedando ésta embarazada de ambos y dará a luz gemelos: Heracles (engendrado por Zeus) e Ificles (engendrado por Anfitrión). Los niños nacieron en Tebas, aunque su verdadera patria era Argos.

Cuando Heracles estaba a punto de nacer, Zeus se jactó de haber engendrado un niño que sería rey de Argos. Hera, ofendida, le hizo pronunciar estas palabras: «El niño que va a nacer hoy en una familia que lleva mi sangre, será señor de todos los que habiten en torno a él». Hera adelanta el parto en el que nacerá Euristeo, primo de Heracles, y retrasa el nacimiento de éste; así quedaba reducido a vasallo de aquél.Más tarde Hera quiso matar a Heracles poniendo dos serpientes junto a su cuna, pero el poderoso bebé de ocho meses las ahogó con sus propias manos.

Desde niño fue instruido en el manejo del arco, el pugilato, el manejo del carro, etc. Su primer maestro de música murió a manos del alumno, que le golpeó con la lira, irritado por sus castigos.

Su primera hazaña fue a los 18 años: venció a un enorme león que asolaba los rebaños de su padre. La cacería duró 50 días, durante los cuales fue huésped del rey Tespio. Cada noche yacía con una de sus 50 hijas y así le aseguró una copiosa descendencia.

Poco más tarde ayudó a la ciudad de Tebas que debía pagar un alto tributo a otro rey. Heracles cortó las orejas y la nariz a los cobradores y las envió como tributo. Agradecido, el rey de Tebas le casó con su hija mayor Mégara. Hera le provocó un ataque de locura y Heracles mató a todos los hijos que había tenido con su esposa.

Después del grave asesinato busca consejo en Delfos para ser perdonado. Se le ordena ponerse al servicio de su primo Euristeo durante doce años, en los que realizará los famosos Doce Trabajos:

1. El león de NemeaEs una fiera que asolaba la región sin que pudieran darle muerte, ya que su piel no podía ser atravesada.

Heracles logra matar al león estrangulándolo. Le arrancó la piel y la utilizó a partir de entonces como vestido.2. La hidra de LernaLa hidra era una enorme serpiente de numerosas cabezas (en algunas versiones, siete) que se reproducían al ser

cortadas, y exhalaba un vaho venenoso. Heracles consiguió vencerla con la ayuda de su sobrino Yolao, quien impidió que se reprodujeran las cabezas cortadas por el héroe cauterizando con fuego las heridas.

3. El jabalí de ErimantoEuristeo pidió a Heracles que le trajera el gigantesco jabalí que vivía en los bosques de Erimanto. Heracles lo

persiguió hasta agotarlo, lo encadenó y se lo llevó a Euristeo, que se escondió en una tinaja por miedo al animal.4. La cierva de CeriniaConsagrada a Ártemis, tenía pezuñas de bronce y cuernos de oro; era la única que había conseguido escapar de

la diosa que pretendía uncirla a su carro. Euristeo ordenó al héroe que se la llevara viva, ya que al ser un animal sagrado no podía ser ni siquiera herida. Heracles logró atraparla después de inmovilizar sus patas delanteras con una flecha que pasó entre el tendón y el hueso sin producir derramamiento de sangre.

5. Las aves del lago EstínfaloEn el lago habitaban ciertas aves de pico, garras y plumas de bronce que asolaban la región. Heracles las

espantó con unos címbalos (=platillos) de bronce que le proporcionó Atenea. Muchas de las aves fueron muertas por Heracles con su arco, aunque algunas escaparon hasta el mar Negro donde fueron encontradas por los Argonautas.

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6. Los establos del rey AugíasEl rey de Élide, Augias, poseía un rebaño de vacas inmunes a cualquier enfermedad, pero jamás había limpiado

los establos y toda la región aparecía cubierta por una capa de estiércol que impedía el cultivo. Heracles se comprometió a limpiar los establos en un solo día a cambio de la décima parte del rebaño. Con la ayuda de su sobrino Yolao desvió los cursos de los ríos Alfeo y Peneo a través de los establos y el agua se llevó todo el estiércol. Augías se negó a pagar lo acordado y más tarde Heracles le declaró la guerra.

7. El toro de CretaEs el animal que Poseidón hizo surgir de las aguas a petición de Minos, rey de la isla. Como Minos no sacrificó

el toro al dios, éste hizo que Pasífae se enamorara del animal con el que engendró al Minotauro. Por su parte el toro recorría la isla arrojando fuego por la boca y destruyendo lo que encontraba a su paso. Heracles lo atrapó y se lo llevó vivo a Euristeo, que quiso consagrarlo a Hera, La diosa no aceptó y el toro fue puesto en libertad.

8. Las yeguas de DiomedesEuristeo ordenó a Heracles apoderarse de las cuatro yeguas de Diomedes, rey de Tracia, que se alimentaban de

carne humana. El héroe se las ingenió para que devoraran a su propio dueño y se volvieron mansas.9. El cinturón de la reina HipólitaEuristeo pidió a Heracles el cinturón de Hipólita, reina de las amazonas. El héroe acude a Escitia y logra el

cinturón. Hay varias versiones sobre cómo lo obtiene: es el rescate por la propia Hipólita (o por Melanipa, hermana de Hipólita ), atrapada por Heracles, o se lo arrebata a Hipólita después de matarla.

10. Los bueyes de GeriónEl monstruo Gerión tenía tres cabezas y poseía un inmenso rebaño de bueyes cuidados por el pastor Euritrón y

el perro Ortro. Habitaban en Eriteya, más allá del río Océano. Heracles llegó hasta el reino de Gerión en la copa de oro del Sol. Mató al pastor, al perro y al mismo Gerión. Al regresar, para dejar constancia de su hazaña, levantó las Columnas de Hércules en el estrecho de Gibraltar.

11. El can CerberoCerbero es el perro que guarda la entrada del Hades (=el mundo de los muertos). Euristeo le ordenó que se lo

llevara. Heracles desciende al Hades guiado por Hermes y allí se encuentra con diversos personajes: promete a Meleagro que se casará con Deyanira, su hermana; libera a Teseo que estaba retenido vivo por haber intentado llevarse a Perséfone; mató una vaca de Hades para dar de beber a los espíritus de los muertos. Finalmente Hades le permitió llevarse a Cerbero si conseguía dominarlo sin armas. Tras inmovilizar al perro, lo llevó ante Euristeo y después lo devolvió al Hades.

12. Las manzanas de oro del Jardín de las HespéridesGea había dado a Hera como regalo de bodas unas manzanas de oro que la diosa había plantado en los límites

del mundo y cuya custodia había confiado a las ninfas Hespérides y al dragón Ladón, monstruo de cien cabezas. Su viaje estuvo lleno de aventuras, entre las que cabe destacar la liberación de Prometeo, encadenado en el Cáucaso. Cuando llega al jardín le pide al titán Atlas, condenado a sostener la bóveda de los cielos, que vaya a por las manzanas y a cambio Heracles sujetará el cielo en sus hombros. Atlas aceptó encantado y cuando regresó con los frutos pretendió llevárselos a Euristeo. Heracles fingió aceptar y le pidió a Atlas que volviera a sujetar la bóveda mientras él buscaba una almohadilla. Atlas cargó con el cielo y Heracles aprovechó para huir. Una vez entregadas las manzanas a Euristeo, éste las devolvió a Hera,

Después de haber realizado estos doce trabajos y ya libre de la servidumbre a Euristeo, no volvió junto a su esposa, que se casó con otro. Cometió un nuevo crimen y para purificarse se vendió como esclavo a Onfale, reina de Lidia. Se cuenta que Heracles se vestía de mujer, llevaba collares y pulseras y cardaba lana para complacer a su señora que se había puesto su piel de león y llevaba su clava y su arco. Se habla de varios hijos engendrados con Onfale, que finalmente le dio la libertad y le devolvió a su patria.

La muerte de Heracles está relacionada con su matrimonio con Deyanira. Heracles y su esposa querían pasar el río Eveno; para ello se ofreció el centauro Neso, quien, mientras llevaba a Deyanira sobre su grupa, intentó violarla. Heracles lo hirió con su arco, pero antes de morir, el centauro dijo a Deyanira que si empapaba en la sangre que de él brotaba alguna prenda de Heracles, ésta le devolvería el amor de su esposo si algún día ya no la amara. Así lo hizo y el día que vio peligrar su amor, le ofreció a su esposo la capa que había empapado en la sangre del centauro. Pero esta sangre contenía el veneno de la hidra de Lerna que le había inoculado la flecha de Heracles. En cuanto se puso la prenda, sintió que su piel se abrasaba; arrancaba pedazos de su carne al intentar quitársela. Deyanira, al darse cuenta de lo que había hecho, se suicidó.

Heracles mandó construir una gran pira en el monte Etna y acostándose sobre la piel del león y reclinando su cabeza sobre la maza, se dejó quemar, para poner fin a los terribles dolores de los que era presa.

Una gran nube envolvió la pira y se oyó un gran trueno mientras ardía su cuerpo. No quedó ningún resto de él; había accedido al fin a la inmortalidad. Hera se reconcilió con él y lo casó con su hija, la diosa Hebe, copera de los dioses hasta la aparición de Ganimedes, y Heracles vivió ya eternamente entre los inmortales.

El Arrodillado (Heracles de rodillas, con la maza extendida para golpear al Dragón) es sólo una representación de la imagen de Heracles para inmortalizar esa hazaña. El catasterismo no es compatible aquí con la residencia ordinaria de Heracles en el Olimpo junto a su nueva esposa Hebe.

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