Mitología del oro

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Boletín Geológico y Minero. Vol. 109-5 y 6 Año 1998 (629-640) MINERIA HISTORICA MITOLOGIA DEL ORO: EL ORO Y EL SOL. Por L. F. MAZADIEGO MARTINEZ (*) y O. PUCHE RIART (*) RESUMEN El oro es un metal que ha sido esencial en la historia de la humanidad. Su color y su brillo fueron los principales motivos del interés por extraerlo. Quizá esta sea también la razón de su asociación con el sol, considerado como un elemento sagrado en numerosas culturas. El oro por tanto, ha sido un metal con intensas vinculaciones con el folclore y el misticismo, como se pre- tende demostrar en este estudio. Palabras clave: Oro, Sol, Folclore. ABSTRACT Gold is a metal which has been essential to mankind throughout history. Its colour and shine were the main reasons to extract it. Perhaps, this is also the reasons of its assotiation to the sun, considered sacred in noumerous cultures. This, gold is strongh linked to folklore and mysticism as this study will proveo Key words: Gold, Sun, Folklore. INTRODUCCION Hablar del Oro es referirse a riquezas y fortunas, palacios del País de las Mil y Una Noches, amu- letos mágicos y puentes tendidos al encuentro de los dioses, pero también es sumergirse en histo- rias turbias, rencores irreconciliables, codicia y muerte. El Oro ha sido símbolo de lo sagrado, casi a modo de representación del universo de los seres sobrenaturales. Desde el principio de los tiempos, el hombre se ha sentido atraído por el oro. Los incas y los aztecas le daban un signifi- cado sagrado, cuyo simbolismo ha sobrevivido en las Iglesias cristianas. Los servicios de oro contribuían a ensalzar los banquetes de la nobleza. Los mismos Reyes Magos agasajan al recién nacido Jesús con oro, incienso y mirra. Incluso es de oro el becerro que idolatraron los compañeros de Moisés durante su peregrinaje en busca de la Tierra Prometida. El objetivo de esta serie de artículos es encontrar ese vínculo Sol-Oro a través de tradiciones y leyendas de un buen número de culturas. De esta manera, tras abordar esta relación entre el (*) E. T. S. 1. Minas de Madrid 209 cuerpo celeste y el metal, analizaremos, en una segunda entrega, los mitos griegos, nórdicos, celtas y americanos que incluyan al Oro en sus argumentos. Finalmente, en la tercera parte, se expondrán "los lugares de esos mitos": Eldorado, Punt, Tombuctú, Saba y otros muchos que nos legaron los autores clásicos. ¿Qué propiedades hicieron de este metal un objeto tan querido? ¿Qué razones impulsaron a un buen número de hombres a adentrarse en sel- Figura 1. Oro nativo. (Foto cortesía Museo ETSIM, Madrid).

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  • Boletn Geolgico y Minero. Vol. 109-5 y 6 Ao 1998 (629-640)

    MINERIA HISTORICA

    MITOLOGIA DEL ORO: EL ORO Y EL SOL.

    Por L. F. MAZADIEGO MARTINEZ (*) y O. PUCHE RIART (*)

    RESUMEN

    El oro es un metal que ha sido esencial en la historia de la humanidad. Su color y su brillo fueron los principales motivos delinters por extraerlo. Quiz esta sea tambin la razn de su asociacin con el sol, considerado como un elemento sagrado ennumerosas culturas. El oro por tanto, ha sido un metal con intensas vinculaciones con el folclore y el misticismo, como se pre-tende demostrar en este estudio.

    Palabras clave: Oro, Sol, Folclore.

    ABSTRACT

    Gold is a metal which has been essential to mankind throughout history. Its colour and shine were the main reasons to extractit. Perhaps, this is also the reasons of its assotiation to the sun, considered sacred in noumerous cultures. This, gold is stronghlinked to folklore and mysticism as this study will proveo

    Key words: Gold, Sun, Folklore.

    INTRODUCCION

    Hablar del Oro es referirse a riquezas y fortunas,palacios del Pas de las Mil y Una Noches, amu-letos mgicos y puentes tendidos al encuentro delos dioses, pero tambin es sumergirse en histo-rias turbias, rencores irreconciliables, codicia ymuerte. El Oro ha sido smbolo de lo sagrado,casi a modo de representacin del universo delos seres sobrenaturales. Desde el principio delos tiempos, el hombre se ha sentido atrado porel oro. Los incas y los aztecas le daban un signifi-cado sagrado, cuyo simbolismo ha sobrevividoen las Iglesias cristianas. Los servicios de orocontribuan a ensalzar los banquetes de lanobleza. Los mismos Reyes Magos agasajan alrecin nacido Jess con oro, incienso y mirra.Incluso es de oro el becerro que idolatraron loscompaeros de Moiss durante su peregrinaje enbusca de la Tierra Prometida.

    El objetivo de esta serie de artculos es encontrarese vnculo Sol-Oro a travs de tradiciones yleyendas de un buen nmero de culturas. De estamanera, tras abordar esta relacin entre el

    (*) E. T. S. 1. Minas de Madrid

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    cuerpo celeste y el metal, analizaremos, en unasegunda entrega, los mitos griegos, nrdicos,celtas y americanos que incluyan al Oro en susargumentos. Finalmente, en la tercera parte, seexpondrn "los lugares de esos mitos": Eldorado,Punt, Tombuct, Saba y otros muchos que noslegaron los autores clsicos.

    Qu propiedades hicieron de este metal unobjeto tan querido? Qu razones impulsaron aun buen nmero de hombres a adentrarse en sel-

    Figura 1. Oro nativo. (Foto cortesa Museo ETSIM, Madrid).

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    vas desconocidas, luchar contra tribus salvajes oarriesgarse a contraer enfermedades incurables?Por qu se le ha reconocido un simbolismo deperfeccin como el descrito en el libro bblico delos Proverbios: "Como el crisol de refinacin espara la plata y el horno es para el oro, as es unhombre a su alabanza'? O en Malaquas: "Y Else sentir como un purificador y un refinador dela plata, y purificar a los hijos de Lev, y los pur-gar como al oro y a la plata" ? Fue su coloramarillo, tan semejante al del astro rey? Su bri-llo?

    EL CULTO AL SOL

    M. UYLDERT (1991) afirma que "el oro est empa-rentado culturalmente con el Sol; es, en el mundode los metales, la figura central, y, por eso, lacorona de los reyes ha de ser de oro porque assimboliza la energa que desciende del Sol hastael soberano. Segn las tradiciones ms antiguas,el rey se sienta sobre un trono de oro y sostieneen sus manos el cetro de oro -smbolo mascu-lino- y el orbe de oro -smbolo femenino-, y sernestas creencias en las que asienten todas las tra-diciones del ciclo artrico".

    Tambin ahonda en esta tesis JUAN DE CARDE-NAS, quien, tras viajar desde su Sevilla natal aNueva Espaa, escribi en el 1501 su "Problemasy Secretos Maravillosos de las Indias" y en dondese puede leer en el captulo que lleva el largottulo de "En que se declara la causa por que,crindose el oro en las profundas minas y occul-tas entraas de las muy altas sierras de Indias, seviene a hallar despus en los ros y costas delmar", que "ningn planeta meresci con mejorttulo influir sobre el oro como es el Sol, puesentre todas las species que ay de metales, nin-guno con muchos quilates puede igualar al oro; yass es realmente que del sol rescibi el oro suresplandor, hermosura, excellencia y seorosobre todos los metales (...J. Entre las admirablespropiedades que el sol comunic al oro, su tanfamiliar y amigo, le dio una que no es propia ynatural de todas aquellas cosas que tienen entres gran conveniencia y amistad, y sta fue unapropensa y no muy natural inclinacin de noapartarse el oro de su presencia, sino seguir deordinario la hermosura y resplandor de sus rayos(...). Es verdad cierta y averiguada que el oro,

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    como otro cualquier metal, se cra en las entraasde la tierra, aunque no en lo muy profundo, porno apartarse mucho del sol".

    MIRCEA ELlADE en su "Cosmologa y AlquimiasBabilnicas" expone que en no pocos folcloresmineralgicos y metalrgicos, se entiende a latierra como matriz; en este sentido recuerda queel trmino egipcio "bi" significa al mismo tiempo"vagina" y "galera de una mina". Citando al libro"Bergbchlein", editado en Ausburgo en 1505, yque, segn escribiera AGRICOLA en el prlogode su "De Re Metallica", fue obra de CALBUS FRI-BERGIUS, un mdico de mineros, afirma que"segn dicho autor, un mineral crece mejor en lamedida en que participa del movimiento delastro al que corresponde. El mineral de oro nacebajo la accin del cielo, y ms en concreto del sol,de manera que este mineral no contiene ya nirastro de humor que pueda ser destruido o que-mado por el fuego, ni humedad lquida quepueda evaporarse con el fuego".

    En otro libro del mismo ELlADE, "AlquimiaAsitica", reproduce un prrafo de uno de los tex-tos de alquimia ms famosos de Asia, el "T'sanT'ung-ch'i" ("Unin de las correspondenciasseparadas"), en el que se ensalza al oro comometal sagrado: "Puesto que hasta la hierba chii-seng puede prolongar la vida, por qu no tratast de poner elixir en tu boca? Por su propia natu-raleza, el oro no se corrompe; precisamente poreso es la ms preciosa de todas las cosas.Cuando el artista (el alquimistaJ lo incluye en sudieta, la duracin de la vida se hace eterna...Cuando el polvo dorado penetra en las cincoentraas, la bruma se dispersa como las nubesde lluvia por el viento... Los cabellos blancosrecuperan su color negro; los dientes cados vuel-ven a crecer en su lugar. El viejo debilitado seconvierte en un joven lbrico; la mujer ancianaderrumbada recupera su juventud. Aquel cuyaforma ha cambiado y ha sabido sortear los peli-gros de la vida, ese tal es acreedor al ttulo glo-rioso de Hombre Verdadero".

    Los taostas en cierto modo se vinculaban con laesencia misma de esa alquimia que buscaba eloro, no para enriquecerse sino para alcanzar lainmortalidad, la inmortalidad patrimonio de losdioses, y del Sol, como fuente de vida. El taosmodefiende que todo se reduce a un equilibrio entre

    el "yin" (femenino) y el "yang" (masculino)Cualquier cosa, animada o no, participa de esadialctica csmica que sustenta el Universoentero. Adems, en algunos cuerpos participams uno u otro, lo masculino y lo femenino, sibien en determinados crculos taostas, se creaque el "yang" era otra forma de llamar al "tao",palabra intraducible que engloba un sinfn deposibilidades (va, principio universal, verdad,etc.). Entonces, una sustancia, cuanto ms "yang"tuviera, y, por tanto, ms "tao", ms noble, inco-rruptible, pura y absoluta era. Y entre estas mate-rias especiales, casi representacin de las verda-des insondables, de aquello que existe pero no sepuede catalogar, estaba el Oro. Este metal, comorepresentativo de la esencia del "yang" estabavinculado a la daridad, la fuerza, la inmortalidad,etc. No slo ayudaban al hombre que lo poseyeraa estar mejor a nivel fsico o emocional, sino quetambin le transmitan un sentido trascendenteque le"confera la armona con el cosmos.

    Segn expresa ELlADE esta concepcin activa delos minerales es la verdadera fuente de inspira-cin de los alquimistas, que, simplemente, inten-tan acelerar en sus laboratorios el proceso natu-ral de transformacin de los metales. El"embrin" que crece, madura y alcanza la perfec-cin en el horno de fundicin hasta alcanzar laperfeccin del oro. En la Alquimia Asitica,apunta ELlADE que "Ios metales ordinarios seequiparan al alma ignorante, mientras que el orose identifica con el alma perfectamente libre".

    GOMEZ MORENO (1949), apoyando la tesis suge-rida por GLYNN DANIEL acerca que el Oro fue elprimer metal en que el hombre repar, junto conel cobre nativo y el hierro de los meteoritos,sugiere que "el Oro es nico, entre todos losmetales en presentarse naturalmente con suaspecto propio de color, brillo, ductilidad; es tandiferente a una piedra cualquiera, que abri alhombre la nocin de su valor. El sentido del color,tan despierto en el hombre primitivo, le hara veren el Oro algo del esplendor solar; descubra per-durable en l toda aquella viveza de tonos que losseres orgnicos le presentaban de manera ef-mera. Adems, si el cobre y la plata fueron mate-ria til, que ayudaba al hombre para sus laboresmanuales, en cambio, el oro, tan resistente, no levala, y esta inutilidad pudo afianzarle la idea delo simplemente bello, como las flores, codiciable

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    para recreo de la vista y del tacto, codiciable tam-bin por su rareza".

    El alquimista, mago y filsofo ENRIQUE CORNE-L10 AGRIPPA (1485 - 1535) escribi a este res-pecto en su "Filosofa Oculta y Magia Natural"que "entre los metales, el oro, por su resplandor,recibe del Sol su virtud reconfortante (...J Sialguien escondiera oro estando la Luna en con-juncin con el extremo del Cielo, y fumigara ellugar con coriandro, azafrn, beleo, apio yador-midera negra, todo en igual cantidad y mezcln-dolo con jugo de cicuta, jams podra ser encon-trado ni robado este tesoro, porque los esprituslo protegen para siempre". El oro, por tanto, esde los dioses y stos lo dan a los hombres paraque alcancen los ms elevados ideales, siendoslo la ambicin humana la que degenera estaprimera intencin.

    Pero, dnde se desarroll ese culto al Sol queluego, por similitudes cromticas, pudo pasar alOro? En todo el globo o en slo algunas zonasdel planeta? Un etnlogo tan reputado como A.BASTIAN ya defenda en el lejano ao de 1870que "el culto solar se encuentra en relativamentepocas partes: Egipto, Asia, Europa antigua y, yaen Amrica, slo entre los pueblos 'civilizados'de Per y Mxico, los nicos de ese continenteque alcanzaron una autntica organizacin pol-tica".

    Las antiguas civilizaciones disponan de diosesque estaban entroncados con el propio devenirde la vida, o, si se prefiere, con los ciclos natura-les representados por las cosechas. No esextrao que les atribuyeran propiedades mgicasque les permitan favorecer, o, en el poloopuesto, dificultar, las labores de las que obte-nan el sustento. Se pasa de dioses creadores adioses fecundadores, que acaban siendo identifi-cados en algunas reas con el Sol. De estamanera, el Sol acaba situndose en el escalafnms elevado del conjunto de dioses que vigilan alser humano.

    El Sol, por ejemplo, es el "ojo del dios supremo"entre los pigmeos semang. Entre los aborgenesaustralianos de la etnia wiradjuri-kamilaroi, "elSol es Grogoragally, hijo del creador y figuradivina favorable al hombre". Los samoyedas venen el Sol "Ios ojos de Num, el cielo. El Sol es el

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    ojo bueno y la Luna el ojo malo". Los yuraks de latundra de Obdorks celebran "una fiesta cuando elSol aparece por primera vez", de manera anlogaa lo celebrado por los esquimales de Groenlan-dia. Entre los yuraks, "el Sol, la Luna y el pjarodel rayo son los smbolos del dios mayor".

    Si esto sucede entre estas tribus, en otras de lasregiones de Africa e Indonesia, acontece algosimilar: conceden al dios supremo el nombre de"So/". Los ba-rotse "hacen del Sol el domicilio deldios del cielo, Niambe, y de la Luna su primeramujer". Entre los luyi, "Niambe es en s mismo elSol". Los kakka llaman "Abo a su dios principal,que significa tanto 'padre' como 'Sol'''. Entre losbantes del Africa Oriental, "el ser supremo esRuwa, trmino que se traduce como So/".

    Viajando hasta Indonesia encontramos ejemplosparecidos. Los khond adoran "como diossupremo y creador a Bura Pennu ('dios de la luz')o a Bela Pennu ('dios del 501')". Los birhors ado-ran a Chota Naghur, "e inmolan al Sol sacrificios.Cuando nace un nio, el padre ofrece una liba-cin de agua con el rostro vuelto hacia Oriente".En Timar, "el Sol es el seor esposo de la seoraTierra, y de su unin naci el mundo. Rezan ora-ciones al seor abuelo-Sol para que les concedamucho marfil y oro".

    Si el Sol es identificado con el dios supremo, enotros pueblos sern los reyes los que heredenesa condicin. Los soberanos hititas eran califica-dos como "Sol del pueblo" y los reyes indios reci-ban los ttulos de "soles, hijos del sol, nietos delsol, o bien, se les consideraba la encarnacin delSo/". Por tanto, el Sol ya no es slo la identifica-cin de la fuerza mayor de los dioses, sino que latransmite a los dignatarios de cada tribu.

    Tambin el mundo andino protagoniza esta ado-racin al Sol, que, a modo de simple introduccintoda vez que ser abordado ms en detalle en unfuturo estudio, puede resumirse en dos muestrasde la tradicin quchua, recopiladas por J.ALCINA en su "Mitos y Literatura quchuas". Elprimero es un canto a Wiracocha: "iOh,Wiracocha, t eres quien ordena que se haga elda y la noche, que amanezca y brille la luz!. A tuhijo, el Sol, lentamente hazlo caminar en el lim-pio cielo para que benficamente alumbre alhombre que es tu criatura". El segundo sirve para

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    anticipar ese binomio Sol-Oro del que nos ocu-paremos ms adelante: "Vendr la cosecha y lle-nar la troje cuando el Sol llueva Oro y la Lunaplata".

    Sin duda, la religin egipcia es una de las quems imbricaciones mantiene con el culto al Sol. Apartir de la V Dinasta, numerosas divinidadesacaban fusionndose con el Sol, y as nacenKhnum-Ra, Min-Ra, Amn-Ra, entre otros, posi-blemente debido a las influencias e intrigas delos sacerdotes de Hierpolis: la preponderanciade Ra es consecuencia de la lgica extrapolacinde la identificacin del faran con el Sol.

    Entre los antiguos egipcios, la estrella Sirio, lla-mada Sothis en su lengua, y el Sol eran los doscuerpos celestes ms importantes, ya que ambosmarcaban el comienzo del ao y la crecida anualdel Nilo, que, curiosamente, es nombrado porPLUTARCO con la palabra Sirio en una suerte decoincidencia o identificacin global. Isis era laprincipal deidad asociada con Sirio, la "dama delas estrellas", que era vista en el cielo como inte-grante de la constelacin del "Can Mayor". Por suparte, el Sol acaba integrado en varias divinida-des, una de las cuales es Set, uno de los diosesms antiguos, que en su origen fue el dios delReino Bajo, siendo adorado en los primeros tiem-pos predinsticos en Nebet, al norte de Luxar, yen pleno centro de las rutas hacia las minas deoro del desierto. En realidad, Nebet significa "ciu-dad de oro" y, quiz por ello, uno de los nombresde Set es Nebty, "el de la ciudad del oro".

    Figura 2. El dios Ra

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    Sin embargo, el verdadero dios solar era Ra, eldios de Helipolis, "Ia ciudad del Sol". Ra tuvomuchas formas y otros tantos nombres. Segn lamitologa nacida en Helipolis, Ra era inicial-mente Atum, y yaca silencioso en el seno de Nunenvuelto por una flor de loto. Cansado del predo-minio del caos sobre el orden, se rebel y as setransform en Ra, apareciendo cada maana porel Este, por encima de Manu, "Ias montaas delamanecer", muriendo cuando la tarde se acer-caba a la noche.

    Las fiestas que celebraban al inicio del ao, laregeneracin de la vida, se desarrollaban ennumerosos templos de Egipto. Una de estas tra-diciones, comentada por D. MEEKS y C. FAVARD-MEEKS, se refiere al acto de adornar a Horus,"vistindole de oro para prepararle para elencuentro con el disco solar del primer da delao. Se esperaba a que los rayos del sollo ilumi-naran, y, de esta manera, Horus se saba estabatocando al Sol. Por medio de la estatua de oroinundada de luz se produca la unin mstica deldios y del Sol". Horus era representado con unosojos del color del lapislzuli (azul muy oscuro),que se vuelven del tono del electro cuando brillael Sol, y tambin era tomado como una divinidadsolar. La mayora de los egiptlogos defiendenque sus ojos representaban al Sol, el derecho, y ala Luna, el izquierdo.

    Todos estos ejemplos conducen finalmente a otracategora de dioses, o semidioses, si se prefiere:"Ios hroes solares", comunes entre pueblosnmadas como los masai, los hotentotes, losturco-mongoles y los judos. Son personajes querealizan grandes empresas, prohibidas al comnde los mortales, y que permiten el progreso de lasociedad. Estos hroes (Sansn, Gesser Khan)salvan al mundo, lo renuevan, e inauguran po-cas gloriosas, "Edades de Oro", que contribuyena ensalzar an ms las hierofanas solares, omejor, csmicas.En resumen, en Egipto, como en otras culturas, lasalida del Sol cada amanecer es un triunfo sobrelas tinieblas, la vuelta al orden de la luz, a aque-llo que se ve y, que, por tanto, se teme menosque lo que surge de la oscuridad de la noche. ElSol, que era llamado en el antiguo Egipto como"el becerro dorado" es hijo del Cielo, una repre-sentacin femenina, que se inclina cada maana

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    sobre la TIerra, identificada como del gneromasculino, para dar a luz al Sol. Y as, fiel al ciclovital, nace la esperanza en una buena siembra y,en consecuencia, en la consolidacin de la socie-dad.

    EL ORO COMO SIMBOLO DEL SOL.EL ORO COMO SINONIMO DE CORRUPCION

    El significado mgico, o, si se prefiere, especialdel oro aparece en numerosas tradiciones yleyendas. El oro como smbolo de los dioses, eloro como representacin de las mejores pocasde una nacin, el oro, apellidado negro, enreferencia al petrleo. Incluso, la palabra"talento" definida en el Diccionario de la RealAcademia Espaola de la Lengua como "conjuntode dones naturales o sobrenaturales que Diosconcede a los hombres. Dotes intelectuales"deriva de una voz griega, "talentum", que era unamoneda de la Grecia clsica equivalente a 60minas, y sta, a su vez, deriva de una medida,usada en Egipto, para el oro.

    Precisamente del antiguo Egipto proviene untexto, titulado "Biografa del capitn de marinosAhmosis", datado en la XVIII Dinasta (1540 - 1295a. C.) del Imperio Nuevo, que describe la vida deun oficial de la marina egipcia, que sirvi durantelos reinados de Ahmosis, Amenofis 1y Thutmosis1, y que se distingui en las incursiones a Nubia.En este texto se dice que Ahmosis fue distinguidopor el faran con el 'Oro del Valor'" , que era lacondecoracin en forma de collares y objetos deoro, que reciban los soldados que haban desta-cado en el combate.

    El Oro como recompensa, el Oro como legado.As se lee en la "Tabla Esmeraldina", una serie dedichos crpticos descubiertos en la tumba deHermes Trimegisto, y reclamada como fuente deinspiracin por los alquimistas: "Como todas lascosas estaban para la contemplacin de una, astodas las cosas surgieron de sta por un simpleacto de adaptacin. El Padre es, pues, el Sol; laMadre, la Luna. El viento la llevaba en su tero.La Tierra es, pues, su enfermera. Es el Padre detodos los trabajos maravillosos a travs de todoel mundo. El poder es, pues, perfecto", y, en con-secuencia, "esa nica cosa es el elixir buscado,cuyo Padre es el Oro y su Madre la Plata".

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    La manipulacin del oro, envidiado ya en smismo, a travs de la orfebrera es consideradopor numerosos historiadores como una impor-tante manifestacin de cambio cultural en tantoque puede significar un atributo simblico deprestigio utilizado por las primeras lites paraconsolidar su poder. Hasta entonces, todos losrestos arqueolgicos neolticos indican la exs-tencia de una sociedad aparentemente igualita-ria. Despus, surgen estructuras jerarquizadas enlos asentamientos. La orfebrera representarauna transformacin en el orden establecido. Si enlos siglos anteriores, el poder quedaba ejemplari-zado por una mayor fuerza fsica de determina-dos individuos, o por una fecundidad alta enalgunas mujeres, o, incluso, por el papel jugadopor los chamanes a modo y manera de vnculocon los dioses, desde el preciso momento en quese descubre cmo manipular los metales y, enconcreto, el oro, los hombres quieren mostrar suinfluencia con signos externos.

    RENFREW (1986) establece una teora por la queel oro contaba en aquellos lejanos tiempos de laEdad del Bronce con un valor primario, indepen-diente del valor de uso que deriva de su utilidad,pero tambin con un valor de trabajo (esfuerzoinvertido en su obtencin y manipulacin), unvalor de cambio y un valor histrico o sentimen-tal (asociaciones que motiva en el propietario oespectador). El valor primario podra definirsecomo valor intrnseco adscrito a un objeto omaterial por una determinada sociedad, aa-diendo RENFREW que "eloro, la plata, el cristal oel jade poseen ese valor primario en la mayorparte de las sociedades porque los materialescarecen de valor intrnseco universal. No es unacualidad como la dureza o la densidad por lo quese puede medir dentro de un contexto social. Lascausas de tal valoracin podran buscarse endeterminadas propiedades de esos materiales:son llamativos, atractivos y agradables a los sen-tidos: son escasos y muchos son perdurables".De esta manera, la posibilidad de obtener, poseery exhibir un objeto singular diferencia clara-mente a uno o pocos individuos del resto de lacomunidad.

    El escritor lucense ALVARO CUNQUEIRO (1911 -1981) escribi en su libro "Tesoros y otrasmagias" una curiosa historia que bien pudieraafianzar este misterio: "Preguntando yo a uno

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    que saba mucho de tesoros, y hasta se deca quehabia encontrado uno, cmo siendo los tesorosdel tiempo de los moros, o del tiempo de los cel-tas, habia en ellos onzas de Carlos 111, se rasc lacabeza y me dijo que quiz los que escondieronlos tesoros hacan moneda falsa, pensando enlos tiempos futuros. Bien, no poda lIamrselefalsa porque estaba hecha con oro de ley, pero laacuaban con las efigies de los reyes que falta-ban por reinar. Le pregunt: Cmo saban quereinara Carlos 111 y que tendra aquella cara? Yentonces las profecas?, me dijo, y tuve quecallarme". En resumidas cuentas: las monedaspodan ser falsas, como de hecho lo eran, pero alestar acuadas en oro, la duda de su autenticidadsobrevuela.

    Recogida por JUAN GARMENDIA en su libro"Mitos y Leyendas de los Vascos" (1995) puedecitarse en esta lnea de ensalzar al metal dorado,la historia, contada por una octogenaria deIchaso, de ttulo "Santa Engracia, Oro rojo": "Enforma de un puerco rojo recoga Santa Engraciala piedra precisa para levantar la ermita a elladedicada en Huici. En este menester se acerc aun hombre, quien al tiempo que le propinaba unpuntapi, le dijo: 'Qu andas aqu, cerdo rojo?'.A lo cual Santa Engracia respondi: 'Yo no soy unpuerco rojo, sino una Santa Seora, Oro Rojo".No es el Oro del que versan estas lneas, pero, almenos, sirve para apoyar la idea por la que el Oroes smbolo en s mismo de los ms altos valores;una autntica metfora de la perfeccin.

    Sin embargo, aceptando el rango mgico del oro,su posesin por los hombres lo transmuta hastaenvilecerlo. Es la otra cara del oro. TITO LUCRE-CIO (s. I a. C.) reflexiona en su obra "De laNaturaleza de las cosas" acerca de estas mismascuestiones: "Para excavaciones quisieronemplear la plata y el oro en los mismos serviciosque hizo el cobre, pero fue en vano, porque notenan consistencia estos metales, ni la durafatiga resistan. Tuvo entonces el cobre mayorprecio, y se despreci el oro como intil. Sinembargo, ahora otra vez el oro sube a la mayorestima, y se codicia ms de da en da, y es elobjeto digno de alabanzas, y tiene sumo aprecioentre los hombres", afirmando en otro pasaje desu libro que "al principio los reyes levantaron ciu-dades donde dar seguro asilo, repartieron las tie-rras y ganados conforme a la belleza y al ingenio

    y la fuerza y valor de cada hombre, porque eranestas prendas naturales las que ms a los hom-bres distinguan. Por fin, se introdujeron lasriquezas, y descubrise el oro, que al momentoenvileci la fuerza y hermosura".

    De manera semejante se .manifiesta JOHN MIL-TON en su obra "EI Paraso perdido" cuandoexpresa que "incluso en el cielo sus ojos y suspensamientos se dirigan hacia abajo, admirandoms la riqueza del pavimento del Cielo, Orobatido, que otra cosa divina o santa, disfrutadaen su visin beatfica: por l tambin los prime-ros Hombres, enseados por su sugestin, escu-driaron el Centro, y con manos impas saquea-ron las entraas de su madre Tierra en busca deTesoros ms ocultos. Pronto la horda abri en lacolina una gran herida y excav en las vetas deoro". Este autor, es elegido por el bilogo R.SHELDRAKE (1991) en su libro "EI Renacimientode la/ Naturaleza" (1991) para "ejemplarizar quehubo un antes y un despus, un momento plenoy otro, en el que nos encontramos, caracterizadopor la ambicin y la prdida de la identidad", queentroncara con el comentario de JUAN PARE-LLADA DE CARDELLAC en su "EI Origen de losVascos" en el que, parafraseando a los clsicos,escribe que "en Iberia, antes que las minas deOro y Plata fueran descubiertas, existan pocasguerras y muchos hombres se dedicaban a la filo-sofa".

    Por tanto, el oro es seal de poder y riqueza, sm-bolo de lo divino, y, tambin, huella del deterioro.El oro est en el inicio y en el fin de las culturas.Es el impulso para desarrollarse y, acaso, laexcusa para desaparecer. En el Levtico puedeleerse que "Yhavh dijo a Moiss que es leyeterna perpetua para tus descendientes que sedisponga siempre de lmparas en el candelabrode oro puro para que ardan continuamentedelante de Yhavh". R. GRAVES, en su libro"Mitos hebreos", seala que algunas tradicionesdefienden que el candelabro Menorah, esculpidoen el arco triunfal de Tito de Roma para conme-morar su saqueo de Jerusaln en el ao 70 d. C.,era originalmente de oro. Atendiendo a ese can-delabro, ZACARIAS seala que "sus siete brazosde oro representan los ojos de Yahvh surcandoel universo", o sea, los siete planetas con el solrepresentado a travs del oro.

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    y yendo ms all, como relatan Los Vedas, esmateria constituyente del Universo primigenio:"EI que subsiste por s mismo, queriendo crear elUniverso de su propia sustancia, cre las aguas ydeposit en ellas una simiente que se transformen un huevo de oro, resplandeciente como el Sol,y Brahma naci de l por su propia energa".

    Sin necesidad de viajar al otro lado del mundo,algunas antiguas tradiciones rabnicas, herederasde mitos griegos, persas y babilonios, recrean elGnesis atendiendo a un significado mstico.Yahvh habra creado el mundo materializndoloen siete cielos por medio de la "hashmal", unasupuesta sustancia divina que, segn el primercaptulo de EZEQUIEL, proporciona el gneoesplendor del Trono y del Semblante de Dios.GRAVES seala que "hashmal" es una palabrahebrea moderna que significa "electricidad", queestara relacionada con "electron", que en griegose vincula con Elector, un nombre del Sol, y assignifica "brillando con una luz dorada", y de aqullegaramos a "electrum" de color de mbar, unaaleacin de oro y plata.

    Pero tambin en el envs mismo de su valora-cin, el libro de Job afirma que "tiene la plata susveneros y el oro lugar en que se acrisola (... J. Latierra que produce el pan est debajo trastornadapor el fuego, sus rocas son la morada del zafiro ysus terrones contienen oro (...J Pero la sabidura,dnde est? No se cambia por oro macizo ni sepesa plata para comprarla, no se pone en balanzacon el oro de Ofir". El oro como aproximacin alos dioses o traicin a stos; el oro como smbolotrascendente y sobrenatural o seal de paga-nismo y corrupcin.

    LOS DISTINTOS NOMBRES DEL ORO

    La mayor parte de las denomnaciones que sedieron al Oro derivan de sus propiedades fisicas:su color y brillo. De alguna manera, ensalzar tanhermosas caractersticas era un camino paracobijar su relacin con los ms altos conceptos,aquellos que trascienden de la naturaleza efmerade la vida.

    PUNIO EL VIEJO (23-75 d.C., aprox.) incluye en su"Historia Natural" una leyenda a la que atribuyeel origen de la devocin por el oro segn la cual

  • 5 Y 6-636 L. F. MAZADIEGO MARTIN y O. PUCHE RIART MITOLOGIA DEL ORO: EL ORO Y EL SOL. 5 Y 6-637

    Zeus, para castigar a Prometeo por robar delcielo el fuego para los hombres, lo encaden congrilletes de hierro a una roca del Cucaso dondeun guila enviada por l le devoraba el hgado,aunque ste se regeneraba continuamente. Zeusjur por la laguna Estigia, el juramento mssagrado de los dioses, que jams lo desatara,pero Hrcules, hijo de Zeus, dio muerte al guilacon sus flechas. Satisfecho por la hazaa de suhijo, Zeus accedi a liberar al prisionero, aunqueorden que Prometeo llevara siempre un anillofabricado con el hierro de sus cadenas y en el queestaba incrustado un fragmento de la roca a laque haba estado encadenado. Este anillo, segnPlinio, fue la primera joya y habra estado "engas-tada en un cuerno de oro guardada en el temploromano de la Concordia".

    Las denominaciones que se han dado a estemetal suelen coincidir en un comn significadoque atienda a su brillo (HABASHI, F, 1995). Enhebreo, "zahab" deriva de una raz que se refierea "relucir". En la lengua de los farsis, se nombra"zar". La palabra rabe es muy similar: "A1-zahab".

    La palabra "Oro" parece proceder del snscrito''ival'', que significa "brillar", o, acaso, de la vozgermnica "ghel" (o "gelb"), que se podra tradu-cir como "de color amarillo".

    Las denominaciones francesa, italiana, espaolay portuguesa ("ouro") proceden del latn "aurum",origen, a su vez, del smbolo qumico Au.

    Los antiguos egipcios lo denominaban "nub" enalusin a la regin de Nubia, norte del actualSudn, de donde lo extraan. Por su parte, losgriegos dieron en llamarle "chrysos". El ya citadoPUNIO habla de la "chrysocolla" (goma dorada)que procede de las voces griegas "crysos" (oro) y"klla" (goma), que sera la mena oxidada decobre, de la que cuenta que "procede de unaregin de la India donde las hormigas desentie-rran el oro. Aparece sobre el oro, es parecida a ly tiene forma cbica".

    Tomando tambin la raz "crysos" del oro, serefiere a la "chrysolampis" ("brillante como eloro") procede de Etiopa, y es "por lo generalplida pero de noche toma el color del fuego".Asimismo, la "chrysopis" ("de aspecto dorado")parece al oro".

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    LEYENDAS DE LAS MEDULAS

    La importancia que tuvieron las minas de oro deLas Mdulas es innegable a la luz de los testimo-nios de los historiadores clsicos FLORO, ORO-SIO o ESTRABON, que, junto con PLlNIO ELVIEJO, acudieron en distintos momentos de lahistoria a contemplar con sus propios ojos unespectculo que era comentado al otro lado delImperio. Veinte siglos despus, slo queda unpaisaje sobrecogedor, inaudito por su belleza,que hace testimonio de esa antigua ilusin de losIngenieros de Minas de que tambin se les reco-nozca su labor extractiva: si los arquitectos sonpaisajistas de adiccin (aaden elementos al pai-saje, edificios, formas geomtricas, que no esta-ban inicialmente en el lugar), los Ingenieros delas Ciencias de la Tierra son paisajistas de sus-traccin (quitan partes del terreno durante su tra-bajo, creando nuevas estructuras que, cuidadas yrehabilitadas, como sucede en no pocos paseseuropeos, constituyen un nuevo paisaje, suscep-tible de ser acondicionado para otros fines cultu-rales o recreativos).

    Citado por el escritor JULIO LLAMAZARES en sulibro "En Babia" (1991), el tambin novelista y via-jero ENRIQUE GIL Y CARRASCO deca que "estamontaa, horadada y minada por mil partes,ofrece un aspecto peregrino y fantstico por losprofundos desgarrones y barrancos de barroencarnado que se ha ido formando por el suce-sivo hundimiento de las galeras subterrneas yla accin de las aguas invernizas, que la cruzanen direcciones inciertas y tortuosas. Su extraordi-naria elevacin y los infinitos montes de cantosnegruzcos y musgosos, residuo de las excavacio-nes romanas, acaban de revestir aquel paisajecon un aire particular de grandeza y extraezaque causa en el nimo una emocin misteriosa".

    Las Mdulas se situaban en el pas de los astures,que se extenda desde el Cantbrico hasta elDuero, y desde el Este a Galicia, y estaba for-mado por nueve tribus de las que la de losSuperatios era la que dominaba la comarca delBierzo, lugar donde se hallan estas antiguasexplotaciones. Sobre la importancia de sus yaci-mientos, PLlNIO EL VIEJO escribi que "Asturias,Galicia y Lusitania daban cada ao 20.000 librasde oro, as como que Asturias produce la mayorparte". El gegrafo ESTRABON matiz que "hasta

    ahora ni el oro, ni la plata, ni el cobre, ni el hierrose han hallado tan abundantes en parte algunadel Orbe".

    En un enclave con una tan profunda huella hist-rica, forzosamente han surgido leyendas y tradi-ciones. DAVID G. LOPEZ en su obra "LasMdulas" relata dos de ellas. La primera empiezacomentando que "antiguamente, en la direccindel lago Carucedo y muy cerca de l, existi unaciudad, llamada Lucerna, que fue construida porlos romanos. Un da, una gran riada de agua quesurgi de entre Las Mdulas, inund la ciudad ysta desapareci sepultada. Los hechos ocurrie-ron cuando la gran guerra de espadas". Lasegunda dice que "en el lago Somido se encuen-tran sumergidos la espalda de Roldn, capitn de

    'Carromano~, y el valor de Oliveros. Actual-mente ya nadie puede verlos, pues el lodo y lamaleza los han ocultado, pero antiguamente erancontmplados por cuantos se acercaban al lago alas diez de la maana del da de San Juan".

    Por qu precisamente ese da? Ser, comodeca el padre FEIJOO al referirse a la fbula deSan Brandn, que trataremos en otro momento,que "San Borondn se ve slo desde la isla deHierro en los das muy claros, esos das asocia-dos a las maravillas de la maana de San Juan,de extraa luminosidad y radiante So/'? Qu deespecial tiene ese da para que, como reza la can-cin popular "Ievntose el Conde Olinos/maa-nita de San Juan (...) Quien hubiera tal ventura /sobre las aguas del mar / como hubo el infanteArnaldo /Ia maana de San Juan"? El solsticiode verano, el anuncio del reinado del Sol, lamaana precursora del esplendor de la luz y de lodivino, como, segn la religin cristiana, lo esSan Juan, el Bautista, de Jess. La maana deSan Juan. El Sol, otra vez, como idealizacin delo sublime? El oro, como apunta SANCHEZDRAGO en su "Grgoris y Hbidis" como "mile-naria identificacin con los valores religiosos oespirituales'?.

    Dnde se encuentra, si es que existi algunavez, la ciudad de Lucerna? Es posible queDurandarte, la legendaria espada de Roldn, des-canse sumergida en las aguas de un lago cercanoa Las Mdulas? Ambos relatos estn entronca-dos con el "Cantar de Roldn", poema pico an-nimo que recrea las derrotas de las tropas caro-

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    lingias en Roncesvalles: Carlomagno regresa aFrancia tras vencer a las huestes espaolas y dejaa su lugarteniente el conde Roldn al frente de unejrcito. Sin embargo, son traicionados porGaneln, suegro de Roldn, que los vende a losmoros, siendo vencidos en la batalla deRoncesvalles.

    No hay constancia histrica que asegure queRoldn o Carlomagno estuvieran en Las Mdulasdurante sus campaas contra los sarracenos,aunque no es arriesgado afirmar que quiz fue-ran los peregrinos del Camino de Santiago losque propagaron una leyenda que arraig confuerza en los sentimientos de los lugareos.En cuanto a la misteriosa Lucerna, es citada pordistintos cantares de gesta, como las "Crnicasdel Pseudo Turpn", donde se narran los tresimposibles viajes de Carlomagno para recuperarla tumba del apstol Santiago, el "CodexCallistinus", tambin llamado "Liber SanctiJacobi" y que fuera atribuido al Papa Calixto 11,el "Gui de Bourgogne" o en el "Anseis deCartago", todos ellos originarios de la EdadMedia. Segn apunta el citado DAVID G. LOPEZ,Lucerna estara en el llamado "valle verde" delBierzo, cerca del lago Carucedo, aqul del queGIL Y CARRASCO en su obra "El seor deBembibre" escribiera que "iluminado por esa luztibia, tornasolada y fugaz, enclavado en medio deaquel paisaje tan vago y melanclico, ms queotra cosa pareca un camino anchuroso, encan-tado y mstico", En el "Codex Callistinus" sepuede leer que "Carlomagno ocup numerosasciudades, siendo la ltima Lucerna, situada en elverde valle de la campia, que qued deshabi-tada y de donde surgi una laguna de negruraabismal en medio de ella".

    Este lago estara relacionado con otra leyenda,evocada por JAVIER VILLALlBRE en su libro "LasMdulas y su entorno", que habla de "una ninfaque, amada y burlada por el conquistadorromano TIto Carisio, llor tanto su pena que suslgrimas inundaron la ciudad, sumergindola ydando origen al lago. En la noche, de San Juan,sale la ninfa en busca del amor que la desencantey, aunque no sucedi hasta hoy, sigue insistiendoen su propsito".

    Las Mdulas nos dejan en otra maana de SanJuan, la del Sol invencible, la de los destellos de

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    Figura 3. El lago Carucedo

    oro, que nos hace recordar una antigua tradicinpersa, procedente del texto zorostrico "Avesta",que relata la historia de Ardvi Sura Anahita, diosade las aguas, que viaja en un carro tirado por cua-tro caballos (el viento, las lluvias, las nubes y elaguanieve): "Ardvi Sura Anahita es de noble ori-gen, nacida de una raza llena de clemencia, yviste un manto totalmente bordado de oro, ylleva unos pendientes de oro cuadrados y uncollar de oro. Y le cie la cabeza una coronadorada con cien estrellas y ocho rayos (...), y,cuando Zoroastro se lo pregunt, respondioleque la veneraran desde que el sol nace hasta queel sol se pone".

    El Oro y el Sol. Terminaremos refirindonos a uncurioso texto, "Aesch Mezareph" ("FuegoPurificador"), que fuera traducido por vez primeraen Europa por KNORR ROSENROTH (1677) bajoel ttulo "Kabala Denudata. Las DoctrinasTrascendentales, Metafsicas y Teolgicas de losHebreos", y que constituye una interesante apro-ximacin a uno de los libros ms influyentes dela Cbala.

    En uno de los captulos de este texto, donde se

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    dice que "el Sol es el Oro de los sabios", se repro-duce un cuadrado mgico en el que la suma desus nmeros, en vertical, horizontal y diagonal,siempre es igual a 216, el "nmero de Arjeh"segn los cabalistas, esa cifra que se nombra conun vocablo, Arjeb, cuya raz es "arih" (o "arh''), "elque agarra la presa", y que deriva de "zhb", quees "oro", y que tiene relacin fontica con "zhr",que es "luz, resplandor, esplendor", y tambincon "aur" ("luz'1, todas ellas, siempre segn laantigua tradicin, "relacionadas con el Sol".

    11 63 5 67 69 1

    13 21 53 55 15 59

    37 27 31 29 45 47

    35 39 43 41 33 25

    49 57 19 17 51 23

    71 9 65 7 3 61

    Figura 4. Cuadrado mgico cabalstico cuya suma es siem-pre 216, el nmero del Oro y del sol.

  • MITOLOGIA DEL ORO: EL ORO Y EL SOL. 5 Y 6-639

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    Original recibido: Junio 1998.Original aceptado: Septiembre 1998.