Mitología Griega y Romana: entre dos mundos

Mitología

Gr iega y

Romana entre

dos mundos

Escuela 22 D.E. 13

Editor ial Santa María

Prólogo

En este camino de crear una antología,

primero leímos mucho para entender de qué

se trataban los mitos y sacar ideas, luego

pusimos mucho esfuerzo y ganas para

inventar nuevos relatos. Tuvimos que hacer

borradores, corregirlos y reescribirlos una y

otra vez. No fue fácil.

Para llegar a esto queremos agradecer a

nuestra seño Carola y a Flavia.

Esperamos que los lean y disfruten.

Los Autores.

Página 3 Mitología Griega y Romana ent re dos mundos

Había una vez un chico que se llamaba Prometeo

quien quería ayudar a la gente llevando felicidad.

Después vino Zeus que no quería semejante

generosidad. Entonces Prometeo, se trenzó en un duelo

con Zeus.

Zeus dijo que si perdía, sería su prisionero.

Prometeo dijo que si él ganaba, Zeus le tenía que dar

la felicidad al pueblo.

Pero vino Hércules y lo ayudó a Prometeo en el duelo.

Ni con todas sus fuerzas pudieron derrotarlo.

Entonces, Hércules se entregó a Zeus.

Prometeo, volvió al pueblo con la felicidad,

escapando de Zeus.

Y desde ese entonces la gente puede recuperar la

felicidad después de cualquier dificultad o problema

gracias a Prometeo.

Maximiliano Guerra

Ezequiel Sotelo

Prometeo y el pueblo de la felicidad


Orfeo de regreso al mundo de los

muertos

Como Orfeo había muerto, llegó al mundo de los

muertos.

Al estar ahí, vio a su querida esposa Eurídice. Corrió

para abrazarla y decirle que sufrió por su ausencia.

Le contó que lloraba días y noches.

Eurídice le dijo:-No estemos tristes, olvidemos lo

pasado y continuemos siendo felices.

Orfeo tocó por cuarta vez su lira a Eurídice.

Y todo volvió a la normalidad y ambos estaban en el

mundo de los muertos. Allí el lugar era oscuro, pero

tranquilo y los ruidos eran extraños.

Un caballo recorría el lugar todas las mañanas y

Orfeo lo montaba.

Eurídice mientras tanto conseguía la comida en el

bosque. Juntaba duraznitos, manzanas y frutillas.

Cuando llegaba la noche, más oscura, nadie dormía.

Y cuando amanecía volvían a realizar todo otra vez.

FIN


Mitología Griega y Romana ent re dos mundos

La diosa

Había una vez una diosa llamada Afrodita que era la

hija de Zeus.

Afrodita era una diosa del amor y la belleza. El

animal favorito de ella era la paloma.

Zeus era el más grande de lo dioses en esa época.

Cronos era el dios del tiempo, Hades el malvado y

Hércules era el héroe más célebre y popular de toda la

época .

Prometeo era el que le ayudaba a los hombres .

Prometo dijo:- Voy a robar la música de los dioses

para regalárselas a los hombres y así se alegraran.

Afrodita:-No te dejarán robarles la música. Te

dejarán encerrado .

Zeus:-Es verdad .

Prometeo:-Lo haré, pero cuando estén dormidos,

será por la noche .

Hércules:- ¡Noo! no vayas. Mejor, voy yo .Si se

despiertan y se dan cuenta...

Yo le cortaré con mi propia espada y entraré, traeré

la música.

Afrodita:-¡ Tengo una idea! ¿Si los distraigo con mi

belleza? Así ustedes entrarán por la puerta de atrás y

ellos no se darán cuenta .


Hades:- Estoy de acuerdo, pero no sé si funcionará.

Afrodita:- Vamos. Hagan silencio.

Zeus:- Se levantarán. Afrodita hazlo ya .

Dioses:- ¿Qué haces aquí? ¿Quién eres?

Afrodita:- Yo soy la diosa del amor y la belleza.

Dioses:- Si que eres bella .

Hércules:- Ya sacamos la música .

Dioses :- ¿Qué hacen? Los encerraré.

Zeus:- ¡No puede ser! Nos encerraron.

Hércules:- Dioses. Les diré una cosa, nosotros

queremos la música para los hombres. Por favor ¿nos la

pueden prestar cada día y se los devolvemos cada noche?

Perdónenos por querer robar la música.

Dioses:- Bueno, seremos amigos desde ahora en

adelante. Les voy a sacar de la jaula grande.

Hércules :- Sí, está bien. Les llevaremos la música a los

hombres.

Hombres:- Les agradecemos por prestárnosla, ahora

nos podemos divertir todos.

Zeus :-Esperen un momento. Prometeo se quedó y no

ayudó. Prometeo te daré un castigo: Te quedarás

convertido en una silla para siempre.


También dicen que los cantos de esos pájaros suenan

más dulces allí que en cualquier otro lugar.

Después los reyes del mundo de los muertos estuvieron

enojados por lo que hico Orfeo para estar con su adorada

mujer aunque él estaba feliz, le esperaban los reyes

furiosos.

Cuando llegó, los reyes lo esperaban para castigarlo. Lo

convirtieron en un gato negro que vive solo y triste por toda

la eternidad.

Orfeo, el regreso al mundo de los

muertos

Los hermanos Baucis y Filemón

Baucis y Filemón eran pobres y generosos. Estos

ancianos atendieron a dos viajantes, sin saber que eran los

dioses.

Los dioses, en agradecimiento los convirtieron en

árboles para que vivieran felices, juntos para siempre.

Manuel y Celeste

Había una vez, un señor que se llamaba Manuel. Le

encantaba ir al museo. De pronto vio a una muchacha

hermosa que se llamaba Celeste. Ella tenía unos

hermosos ojos, su pelo rubio como el sol, brillante como la

diosa de las más hermosas mujeres.

Él y ella se enamoraron, pero un día, Celeste estaba

en peligro porque le habían robado toda la comida que le

estaba llevando a Manuel, para el almuerzo.

Justo la diosa Venus pasó por ahí y la ayuda a

Celeste.

Celeste le dijo:- Gracias.

No, de nada- le dijo la diosa Venus. Y fue así que la

convirtió en una mujer más linda que antes para

impresionar a Manuel.

Celeste y Manuel se casaron e invitaron a la diosa

Venus a la fiesta.

Y vivieron felices para siempre.


Hace mucho tiempo en el castillo del Olimpo vivía

Dafne y Zeus, de repente sintieron que les faltaba la

llave de la felicidad, se fueron a fijar y vieron a Prometeo

robarla, entonces ordenó que los guardias le atraparan.

Zeus:-Yo y mi esposa Dafne te pondremos un

castigo por robar la llave de la felicidad.

Prometeo:-No me importa, porque me escaparé con

mi amiga Atenea.

Zeus:-Veremos si te escapas con tu “amiguita”

Atenea.

Prometeo:-Bueno pero no le hagas nada a mi amiga.

Zeus:-Bueno, te castigaré sólo a ti, pero tu amiga no

se irá tan fácilmente.

Prometeo:-Castígame a mí, pero a ella no le hagas

nada.

Zeus:-Te condeno a cadena perpetua.

La llave de la felicidad


La venganza de Prometeo

Dos años después de que Efesto les quitara el

fuego a los humanos, en el Monte Olimpo, Prometeo

estaba muy enojado.

Escuchó un ruido agradable, eran los dioses

bailando, cantando y gritando: ¡Me encanta la música!

Entonces Prometeo pensó que si le quitaron el

fuego a los humanos ( que era lo que ellos más

querían), yo les quitaré la música.

Pero como está claro que son más poderosos que

yo, aprovecharé que van a descansar y les quitaré la

música.

Ahí viene Efesto, me vengaré de él también.

Cuando Efesto se acercó, Prometeo le pegó tan fuerte

en la espalda que se desmayó.

Entonces, les robé la música y se la di a los

humanos.

Fin


Había una vez un joven llamado Axel que fue a visita un

museo que se llamaba Planetario.

Llegó una chica con muchos niños .

Axel se había enamorado de la chica.

Se acercó con la chica, le preguntó como era su nombre

y que hacía en el museo con tantos niños.

La chica le dijo que se llamaba Zoe, que era maestra y

que trajo a los niños para saber más de los planetas.

Al día siguiente, Zoe no paraba de pensar en Axel, sintió

que se había enamorado de Axel. Estaba alegre y en la

noche soñó con él.

Otro día, Zoe fue al museo para ver si estaba ahí.

Axel estaba en el museo, se acercó para contarle lo que

le pasó en la noche,.

Axel le contó que estaba enamorado de ella.

Al día siguiente, se casaron y se quedaron en una casa

muy hermosa que habían comprado.

Unos años después, Zoe tuvo un hijo.

Axel, estuvo muy contento.

Zoe y Axel le pusieron de nombre a su hijo Federico.

El niño iba jugando en un lago, cuando apareció una

serpiente venenosa que estaba en el pasto.

Federico que estaba sentado fue mordido en la pierna

por la alimaña.

Historia de un enamoramiento



Luego vino un señor que se llamaba Jorge, agarró al

niño y vio que su pierna estaba lastimada.

El señor lo llevó al hospital y llamaron a la familia.

Sus padres estaban tristes por ver el sufrimiento de

su niño.

Axel pidió ayuda a la diosa Venus y le había contado

lo que le pasó a su hijo.

Axel se fue triste.

La diosa Venus compadecida, hizo que el hijo viviera.

Cuando llegó Axel a su casa, vio a su esposa muy

contenta y le preguntó porqué estaba así.

Zoe le dijo que el hijo estaba vivo, Axel se puso

contento al ver que su hijo estaba vivo.


Atenea y su viaje

Había una vez en un bosque lejano un tesoro

enterrado. Yo, Atenea, decidí entonces ir a buscarlo.

Mi abuelo Merlín me dio un mapa y me pidió que

encontrara el tesoro para que no caiga en las manos de

Efesto, quien estaba enfadado porque Prometeo había

ayudado a los hombres y pretendía vengarse.

Este tesoro tenía un imán capaz de atraer todos los

males de la caja de Pandora. Entonces emprendí el viaje y

en el camino me encontré con Efesto. Él me dijo:-Dame el

mapa.

Yo le dije:-No te lo daré.

Él me dijo:-Está bien. Entonces los hombres sufrirán

las consecuencias.

Y yo tuve que planear algo para encontrar el tesoro y

salvar a los hombres. Así que fui y encontré el tesoro,

pero ahora estaba lo más difícil: salvar a los hombres.

Cuando llegué, me escabullí y lo que alcancé a ver,

es que Efesto no había llegado, entonces les advertí pero

no me hicieron caso.

Así que yo, pensando que se irían, me quedé

tranquila y al final, ellos se quedaron ahí.

Efesto llegó y yo fui su salvación.

Ahora ellos, están muy agradecidos conmigo.


Había una vez un hombre llamado Miguel que se iba al

museo y se enamoró de las esculturas tan coloridas y

brillantes.

Hasta que cayó del cielo una hermosa mujer que se

llamaba Afrodita.

Afrodita mirando a Miguel le dijo:- Me llamo Afrodita y

estoy buscando un brazalete antiguo.

Miguel ayudó a Afrodita a recuperar el brazalete que

estaba entre los láser.

Miguel se movió hacia arriba, abajo, a la izquierda y a

la derecha para esquivar los láser y así alcanzar el

brazalete.

El joven llegó al brazalete y se lo dio a la bella joven .

Afrodita le dijo:- Gracias por el brazalete y te quería

decir que soy una diosa que vivo en un templo arriba en

las nubes. Este lugar se llama el Olimpo.

Luego le pidió a Afrodita que lo subiera a la nube y se

fue.

Afrodita fue al templo. A escondidas, puso el brazalete

que resultó ser que era malvado, por eso creyó que lo

mejor era ponerlo en la caja de Pandora .

El brazalete de Afrodita


El origen de la silla

Había una vez, una diosa llamada Afrodita que era la

hija de Zeus.

Afrodita era una diosa del amor y la belleza.

El animal favorito de ella eran las palomas.

Zeus era el más grande de lo dioses .

Hades era el dios del tiempo y Hércules era el héroe

más célebre y popular de toda la época.


Prometo dijo:- Voy a robar la música de los dioses

para regalárselas a los hombres y así se alegrarán.

Afrodita:-No te dejarán robarles la música. Te dejarán

encerrado.

Zeus:-Es verdad.

Prometeo:- Lo haré, pero cuando estén dormidos. Será

por la noche.

Hércules:-Noo, no vayas. Mejor voy yo .Si se

despiertan y se dan cuenta... Yo le cortaré con mi propia

espada y entraré, traeré la música.

Afrodita:-¡ Tengo una idea !¿ Si los distraigo con mi

belleza? Así ustedes entrarán por la puerta de atrás y no

se darán cuenta.

Hades:-Estoy de acuerdo, pero no sé si funcionará.

Afrodita:-Vamos. Hagan silencio.

Zeus:- ¡Se levantarán! ¡Afrodita, hazlo ya!

Dioses:-¿Qué haces aquí?¿Quién eres?



Dioses:- ¡Sí, que eres bella!

Hércules:- Ya sacamos la música.

Dioses:- ¿Qué hacen? Los encerraré.

Zeus:- ¡No puede ser, nos encerraron!

Hércules:- Dioses. les diré una cosa: nosotros

queremos la música para los hombres. Por favor, ¿Nos la

pueden prestar cada día y se la devolvemos? Perdónenos

por querer robar la música.

Dioses:- Bueno, seremos amigos. Desde ahora en

adelante, les voy a sacar de la jaula grande.

Hércules:- Sí, está bien. Les llevaremos la música a

los hombres.

Hombres:-Les agradecemos por prestárnosla, ahora

nos podremos divertir todos.

Zeus:-Esperen un momento. Prometeo se quedó y no

ayudó.

Y dirigiéndose a él, le dijo:-Prometeo, te daré un

castigo: te quedarás convertido en una silla para siempre.


El joven piloto en Grecia

Hace mucho tiempo, en la antigua Grecia había un

joven llamado Martín que quería ser piloto. Después de

cinco años, cuando él tenía diecinueve años.

El padre le dijo:-Hoy irás a aprender a pilotear un

avión.

Después de dos semanas, él aún le costaba.

Una noche con lluvia, él intentó volar el avión.

Cuando pasaron dos horas, el avión ya le estaba fallando

y él se estrelló contra una montaña. Cayó a un bosque

oscuro.

Cuando vio que una luz se prendía y apagaba, el

joven piloto, siguió la luz.

Cada vez se acercaba más y más .

Cuando llegó a la luz, vio una chica con un casco y ropa

de piloto. Luego se enteró que se llamaba Afrodita.

Martín:-¿Quién eres tú?

Afrodita:-Soy la Diosa de los pilotos, me llamo

Afrodita.

Martín:- ¡Ajajaj! La Diosa de los pilotos… ¡Cómo me

río! Te reto a un duelo, después de todo, eres una chica.

Afrodita:- Bueno, aceptaré tu reto, pero estoy segura de

que te ganaré.

Martín:-Ni lo pienses.

Ya estaba todo listo para la competencia de vuelo.

Comenzó el duelo, iban cabeza a cabeza.

Al término de la competencia, ganó Afrodita.

Había una vez, un joven estudiante que recorría

muchos caminos. Un día se fue a pasear, se cansó y

descansó debajo de dos árboles, se durmió. Soñó con

Júpiter y Mercurio que se fueron a un pueblo.

Golpearon las puertas, pero nadie les abría. Aunque en

la última puerta, se abrió. Allí vivían Baucis y Filemón, dos

ancianos.

Ellos dejaron entrar a los invitados, le dieron de comer

y una cama para dormir.

Los dioses le dijeron que el pueblo se iba a hundir,

pero la de ellos no, porque fueron amables con ellos.

Dijeron además, que le iban a convertir la choza en un

templo. También, que le iban a conceder un deseo.

Baucis y Filemón pidieron estar siempre juntos. Y así

fue.

El joven soñador


Martín estaba enojado, casi le pega a Afrodita.

Ella se enojó con tal actitud y por eso, lo convirtió en ave.

Por querer ser siempre el mejor, Martín fue castigado.

En la antigua Buenos Aires, había un joven piloto de

avión llamado Manu.

Un día decide hacer un viaje sin su familia, entonces

se larga una lluvia tormentosa. Es sabido que la humedad

y las lluvias abundan en el otoño en Buenos Aires.

Le cae un rayo al avión e iba directo en caída al mar.

El joven piloto logra controlar el avión y lo eleva más

alto que las nubes.

Se le acaba la nafta, se le apagan los motores del

avión y cae en el monte Olimpo.

Se encuentra con la ciudad de Zeus, lo encuentra

Zeus y lo atrapa enojado por la intrusión. Lo lleva

hablando a Manu a la celda de prisioneros.

Lo encierra con este argumento: por no llevar a la

familia con Manu en su viaje.

Zeus:- Por ser soberbio con tu familia, te condeno a

ser una bestia fea.

Manu:-¡Zeus, espera!–dijo el joven desesperado.

Zeus:-¿Qué quieres?-dijo tan enojado.

-Sé que fui soberbio con mi familia.-dijo tan triste el

joven.

Zeus:-¿Esto le dijiste a tu familia?

Manu:- Les dije que no, porque era viaje de trabajo.

El joven piloto en la antigua

Buenos Aires


El castigo de un dios

Había una vez un hombre llamado Juan. Su trabajo era

viajar, era piloto que se la pasaba todos los días viajando.

Un día se fue a una isla donde había una fiesta de

disfraces. Allí llegó disfrazado de un pájaro.

Juan se la pasaba alardeando de sus viajes a todos

invitados del baile, cuando de repente se le acercó un

hombre viejito y canoso, sus barbas eran blancas como la

nieve y decía ser un dios.

Juan le preguntó quien era para que lo interrumpiera

cuando estaba contando de sus viajes. Él era muy soberbio

y pensaba que lo sabía todo.

Ese día estaba escuchándolo Júpiter y lo convirtió en lo

que estaba disfrazado. Así aparecieron los pájaros en el

planeta.

Juan había aprendido la lección.

FIN


Zeus:-¿Eso has dicho a tu familia? Bien, tu error ha sido

grave por eso, sólo si recuperas la confianza de los tuyos, te

permitiré una segunda y última oportunidad. No la

desperdicies.


Cuando los males del mundo

desaparecieron

Había una vez, en un bosque lejano un tesoro

enterrado.

Yo, Atenea, decidí ir a buscarlo. Mi abuelo Merlín me

dio un mapa y me pidió que encontrara el tesoro para que

no cayera en manos de Efesto, quien estaba enojado porque

Prometeo había ayudado a los hombres quitándole su fuego

y Efesto pretendía vengarse.

Este tesoro contenía, un imán capáz de atraer a todos

los males que había liberado la caja de Pandora...

Yo puse manos a la obra y fui a buscar el tesoro, wauu, hay

un tronco salido del lugar, ¿cómo lo paso?...

Tengo miedo de caer al vacío.

Aaaahhhh... pero yo puedo usar mi mente para

moverlo, esto no será tan fácil, listo a cruzar.

Ese tronco , me asustó un poco, estaba muy flojo.

Casi me caigo. "Noo" ahí viene Efesto, mejor me escondo.

Parece que Efesto está muy enojado.

Nooo... encontró el tesoro, mejor lo detengo.

Atenea:- "Efesto" pará, dame ese tesoro.

Efesto:- Noo... me voy a vengar de los humanos.

Cuando me dijo eso, usé mis poderes mentales e hice que él

me empuje a un vacío con el imán en mis manos.

En ese momento, creí que no iba a poder contar esta

historia, pero con mi poder mental pude volar.

Igual quedé escondida.

Hace mucho tiempo, una chica llamada violeta que era

muy linda y le que gustaba mucho concurrir a los museos,

más a los que se trataban sobre los dinosaurios .

Ella un día decidió ir al nuevo museo de dinosaurios

que quedaba a 1km de su casa , al ir llegó muy contenta.

Cuando quiso cruzar la calle, con todas las personas

apuradas, se chocó con un chico muy lindo y en ese

instante se enamoró profundamente , del chico llamado

Tomás.

Y así supo que es el amor verdadero y se casaron.

Pero ella no supo que él era muy malo ...

Un día fue engañado por otra chica, se sintió muy mal.

La diosa Venus le dijo que no se sintiera así porque a

ella también le había pasado lo mismo y había confiado en

ella.

Un día al fin encontró un amor verdadero y fueron

felices.

Tuvieron hijos y a uno de ellos le pusieron Prometeo.

FIN

La diosa venus


Cuando él pensó que me caí y morí, se hartó y se fue.

SalÍ, usé el imán y salió todo el mal del mundo.

Fin de mi historia.


Prometeo

En Grecia, un hombre llamado Prometeo, amaba a los

hombres.

Los hombres no tenían ropa, no sabían lo que era la

música, ni la felicidad, también no sabían sonreir.

Un día, Prometeo fue a preguntarle a Zeus si podía

enseñarle a los hombres.

Zeus le dijo que no, porque los hombres podían ser

más inteligentes que ellos.

Prometeo, tan enfadado no le hizo caso y se fue a

enseñarles a los hombres todo lo que él sabía.

Le funcionó todo, menos hacerle reír.

Prometeo pensó que si traía el cuerno del minotauro y

lo tocaba en el pueblo, podría hacerle reír a los hombres.

Lo fue a buscar al minotauro.

Entonces comenzó a buscar a alguien que supiera

donde se encontraba el minotauro. Fue a buscar a Aquiles.

Lo encontró y le preguntó si él podría acompañarlo.

Aquiles le dijo que lo acompañaría con mucho gusto,

pero con una condición: Si él lo mataba. Fueron en

marcha cargados con arma para matarlo.

Llegaron y Aquiles lo dejó ahí.

Prometeo asustado entró al laberinto, se encontró con

un Centauro. Lo atacó por atrás, le clavó la espada en la

espalda y lo dejó muerto. Prometeo todo sangriento, siguió

su camino.

Había una vez un joven piloto de avión que era

soberbio.

Un día, el joven fue a averiguar en el avión quien era

el que hacía mucho ruido.

Se encontró con el dios Júpiter y empezaron a

hablar.

De repente, el avión se movía de un lado a otro. El

dios júpiter y el joven se fueron a averiguar. Vieron a un

señor piloteando el avión.

El joven le dijo al señor que manejaba mal y que él,

manejaba mejor.

-¡Ja, ja ,ja- dijo con una risa malvada.

El dios Júpiter, al verlo al joven tan soberbio lo convirtió

en ave.

El joven tan asustado por verse que era un ave, salió

volando de la ventana del avión y no se supo más de él.

Él vive en la montaña más alta de la cordillera de los

Andes, el cerro Aconcagua.

Un hombre que se convirtió

en ave


Se encontró con el minotauro. Se le tiró encima, le

agarró de los cuernos y le cortó la cabeza.

Decidió sacarle un cuerno y se fue al pueblo, sopló el

cuerno y los hombres pudieron sonreír.

Había una vez una mujer, llamada Minerva. Ella

hermosa, simpática y amable con las personas, le

encantaba los museos.

La madre Ariadna le consiguió una entrada al museo

más antiguo.

Minerva contenta se preparó y se fue.

Llegó al museo y empezó a mirar todas las esculturas;

vio la del dios Júpiter, la de la diosa del amor y muchas

más, pero se enamoró de la escultura de Prometeo, tanto

que quiso convertirlo en un hombre de verdad. Pero no

podía, porque ella no era diosa para conceder algo así.

Venus, si podía.

Entonces pensó que si le pedía a la diosa que

convirtiera a la escultura de Prometeo en un hombre de

verdad para que ella estuviera con él, serían pareja.

Comenzó a caminar, salió del museo. Siguió

caminando hasta que llegó a un castillo. Entonces entró

y se encontró con Venus, la diosa del amor.

Minerva le pidió si podía convertir a la escultura de

Prometeo en un hombre de verdad y también que se

enamorase de ella.

La diosa le dijo: -Bueno, con mucho gusto.

Entonces, Venus convirtió a la escultura de Prometeo

en un hombre de verdad.

Minerva y Prometeo vivieron felices y enamorados.

FIN

Minerva



Había una vez un grandioso delfín que estaba

conmigo nadando en el mar. Solíamos hacerlo todas las

mañanas, en el océano atlántico.

Entonces apareció un tiburón, escapé nadando,

mientras el delfín lo golpeó hasta que el tiburón

asustado. Había una vez un delfín que estaba nadando

con un chico en el mar. Entonces apareció un enorme

tiburón .

El chico escapó nadando, mientras que el delfín lo

golpeaba con la cola, hasta que el tiburón asustado huyó

entonces el chico volvió con el delfín y vivieron felices.

El delfin


Había una vez un joven que era estudiante, estaba

cansado, paró y descansó, luego se encontraron con dos

árboles. Se lo llevaron al joven y se quedó dormido

completamente.

Soñó con Júpiter y Mercurio.

Casi muertos de hambre Júpiter y Mercurio se

encontraron con unos ancianos llamado Bausis y

Filemón.

Fuera del sueño, el hombre y la mujer seguían

hablando. El joven tratando de despertar al hombre y a la

mujer, lo llevaron a una choza abandonada.

Los ancianos recibieron a los viajeros muy animados.

Reían y hablaban con Júpiter y Mercurio ofreciendo su

propia cama para los dos invitados.

El joven se enteró que Júpiter les había concedido

muchísimos años más para vivir y con alegría.

Entonces Júpiter le prometió que les iba a convertir

en un roble y un ficus.

Y así lo hizo.

El sueño del estudiante


Orfeo y Euridice se habían convertido en animalitos y

nadie sabía que eran ellos .

Orfeo se había convertido en un hermoso conejo y

Euridice era también, una linda coneja.

Tuvieron conejitos hermosos que corrían por el bosque

todo el día, hasta que caían agotados de jugar.

Entonces vivieron felices para siempre como

animalitos.

Un verdadero amor


El piloto viajero

Hace mucho tiempo vivía en un paraíso, muy lejos

que se llamaba Rosario, un joven piloto de avión que se

nvertía en ave.

Él trabajaba en un teatro de títeres ,hacía muchos

muñecos de lana para divertir a la gente. Lo admiraban

mucho en la ciudad porque trabajaba hermoso. Cuando

hacía títeres, todos iban a verlo.

Entonces conoció a Roberto que no le gustaba

perder, él se creía el mejor. Entonces le desafió al joven

a una competencia ¿Quién haría los mejores títeres de

teastro?

El joven le dijo:-Atrévete a competir conmigo, ya que

la gente me admira en todo.

Se subió a la colina y se convirtió en ave, salió a

recorrer la ciudad y Roberto quedó admirado por el

piloto del avión .

Le dijo a Roberto:-Ahora vas a aprender a respetar,

porque casi todo viene por el esfuerzo.

Entonces, lo comvirtió en ave para que difruten de la

naturaleza.

El ave viajó hasta que encontró al dios de las aves, le

hizo una pregunta:

-¿Puede conocer al ave más hermosa?

Sí, puedes.

-Vamos a conecerla- contestó.


Siguieron volando hasta encontrarla. Quedó muy

impresionado, boqui- abierta.

Él se enamoró de ella, pero ella no de él. Le decía que

ella era muy hermosa .

Ella decía que no le diga más hermosa porque no le

gustaba.

Entonces le dijo :-Si no cambias, te voy a dar un

castigo.

No la molestó más porque él no quería que la

convierta en esa cosa horrorosa de la que hablaba.

Después de todo, el ave más hermosa lo perdona y se

casaron años después.

Y el dios de las aves siguió cuidando a las otras aves

y vivieron felices por siempre.

FIN

Había una vez, un hombre lobo, le decían Lobisón.

Era muy grande y no quería ser así, porque en las noches

de luna llena, se transformaba,

Nadie sabía que él era hombre lobo y no le gustaba

que le dijeran Lobisón, Él era un científico que quería

encontrar la cura su mal,

Si encontraba la cura no sería un hombre lobo nunca

más, Porque no le gustaba ser muy grande y se

descontrolaba cuando se convertía el Lobisón ,

Un día encontró a una científica que se llamaba

Fabiana.

Fabiana después de nueve meses había encontrado

una cura para él.

Lobisón se empezó a achicar y se hizo un hombre

común. Su nuevo nombre era Elías y junto a Fabiana

vivieron felices.


El hombre lobo

El regreso de orfeo

Desde que Orfeo murió y apareció en el mundo de los

muertos, empezó a caminar y caminar para encontrar a su

querida amada Eurídice, para así al fin poder estar juntos

para toda la eternidad.

Entonces emprendió su viaje hacia el norte. Siguió

caminos que lo llevaban a ninguna parte y después de un

largo camino, encontró a su amada. En cuanto la vio, la

abrazó fuertemente y empezó a llorar. Se prometió a sí

mismo que iba a llegar con el rey de los muertos para así

por fin poder encontrarlo y conmoverlo para que le diera

otra oportunidad de llevarla al mundo de los vivos.

Siguieron su viaje hasta que al fin encontró al rey.

Orfeo entró y tocó su linda melodía.

El rey sorprendido por la fuerza de su amor, le dio otra

oportunidad, pero con otra condición: Debía dejar su lira

en ese mundo y tenía que esperar tres días y tres noches

para que apareciera en su casa. Esperó ese largo tiempo y

en una linda mañana, apareció Eurídice.

Vivieron juntos por toda la vida. Pero él había perdido

su mejor don. El don de tocar la lira con ternura.


Había una vez, un tesoro enterrado en lo más

profundo de la isla Equis, yo, Atenea decidí ir a buscarlo

porque mi abuelo Merlín me dijo que Efesto pensaba

agarrarlo para guardárselo y no usarlo más porque el

tesoro era un imán que podía atraer el mal que había

soltado la caja de Pandora.

Entonces puse manos a la obra y fui a buscar el

tesoro. Cuando llegué, me encontré con Efesto cavando.

Decía:- Me voy a vengar de Prometeo, haciéndo sufrir

a los humanos, porque era lo que más amaba Prometeo.

Yo me escondí para que no me vea.

Cuando Efesto sacó el tesoro, usé mi poder mental

para se fuera y una vez que se fue, agarré el tesoro,

saqué el imán y absorbí todo el mal del mundo.

el tesoro era un imán que podía atraer el mal que

había soltado la caja de Pandora.

Entonces puse manos a la obra y fui a buscar el

tesoro. Cuando llegué, me encontré con Efesto cavando.

Decía:- Me voy a vengar de Prometeo, haciéndo sufrir

a los humanos, porque era lo que más amaba Prometeo.

Yo me escondí para que no me vea.

Cuando Efesto sacó el tesoro, usé mi poder mental

para se fuera y una vez que se fue, agarré el tesoro,

saqué el imán y absorbí todo el mal del mundo.


El tesoro de la isla

Hace mucho tiempo vivía un gran escultor, él se

llamaba Federico y un día se decidió a hacer un viaje al

museo porque no se podía inspirar.

Cuando llegó, estaba tan inspirado que no sabía qué

esculpir. En un pasillo del museo se encontró con una

hermosa dama con cabello rubio como el sol, su cuerpo

con una silueta de las que ya no hay y muy pero muy

generosa.

Él, encantado con la belleza de la dama, la invitó a

cenar al restaurante más hermoso del pueblo.

Él planeaba proponerle matrimonio.

Cuando llegó el momento de decírselo, ella contestó:-

Estoy muy alagada, pero no solo te ve como un amigo.

Él se levantó de la mesa y se fue a su salón. Cuando

estaba ahí, esculpió a la dama que le rompió el corazón.

La esculpió tan bien que era igual a la dama real.

Él se tiró al piso y se puso a llorar. En ese momento

no vio un gran destello en su salón. Era la diosa Venus

que al ver la escultura, quedó maravillada y le hizo un

favor al hombre: le dio vida a la escultura y borró la

memoria del hombre de cuando la dama lo rechazó y lo

devolvió al restaurante. Ella esta vez aceptó, pero la diosa

le dio una condición: que la tenía que alagar todos los

días. Aunque él no le hizo caso, ella le dio otra

oportunidad.

Como tampoco hizo caso, ella lo convirtió en un ogro.


El origen del ogro

Hace mucho tiempo vivía un gran escultor, él se

llamaba Federico y un día se decidió a hacer un viaje al

museo porque no se podía inspirar.

Cuando llegó, estaba tan inspirado que no sabía qué

esculpir. En un pasillo del museo se encontró con una

hermosa dama con cabello rubio como el sol, su cuerpo

con una silueta de las que ya no hay y muy pero muy

generosa.

Él, encantado con la belleza de la dama, la invitó a

cenar al restaurante más hermoso del pueblo.

Él planeaba proponerle matrimonio.

Cuando llegó el momento de decírselo, ella contestó:-

Estoy muy alagada, pero no solo te ve como un amigo.

Él se levantó de la mesa y se fue a su salón. Cuando

estaba ahí, esculpió a la dama que le rompió el corazón. La

esculpió tan bien que era igual a la dama real.

Él se tiró al piso y se puso a llorar. En ese momento

no vio un gran destello en su salón. Era la diosa Venus que

al ver la escultura, quedó maravillada y le hizo un favor al

hombre: le dió vida a la escultura y borró la memoria del

hombre de cuando la dama lo rechazó y lo devolvió al

restaurante. Ella esta vez aceptó, pero la diosa le dio una

condición: que la tenía que alagar todos los días. Aunque él

no le hizo caso, ella le dio otra oportunidad.

Como tampoco hizo caso, ella lo convirtió en un ogro.


Federico el escultor

Había una vez una joven piloto llamada Laura que

andaba por los aires en el cielo. Bajó a la tierra para fijarse

qué ocurría con el motor y se encontró con Atenea, la

diosa.

Laura:-¿Cómo te llamas?

Atenea:-Me llamo Atenea.

Laura:-Me caí del cielo cuando intentaba escaparme de

mi padre Zeus, dios de los truenos y los rayos.

Laura:-Entonces vos también sos una diosa.

Atenea:-Soy Atenea, diosa de la sabiduría y mi padre es

Zeus, dios del trueno y de los rayos.

Laura:-Digo ¿Por qué no te escondes para que no te

encuentre?

Atenea:- Sí, lo haré. ¡Uy, ahí viene, no le digas nada!

Laura:- Está bien.

Y se acercó Zeus con los guardias…A los gritos llamaba

a Atenea.

Zeus:- ¿En dónde estás, Atenea? (Y pidió a sus

guardias que la encontraran).

Los guardias encontraron a Atenea y se la entregaron

a Zeus.

Zeus:- Atenea, ¿Te escapaste? Estarás castigada por

todo el año.

Zeus:-Te recompensaré y te daré un avión nuevo.

Laura se despidió de Atenea .


La piloto y su mentira

Orfeo enojado, intentó regresar al inframundo. Suplicando

por su mujer para que volviera, lo logró.

Contentos se fueron al templo que lo esperaba Júpiter.

Júpiter le dijo:-Te estaba esperando, has encontrado el

inframundo.

Orfeo:-Sí, lo he encontrado .

Júpiter:-Te castigaré a trabajar por años.

Orfeo estaba alegre porque había salvado a la hermosa

mujer.


Efesto les quitó la risa a los hombres. Esteban

Palavecino.

Orfeo y la cueva de terror


La espada de la libertad

Hace mucho tiempo, Prometeo, estaba prisionero por

Zeus. Ésta lo había encadenado. Sólo una espada podría

liberarlo, por eso enviaron a Hércules a salvarlo.

Hércules empezó a buscar a Prometeo.

Zeus no se quedó atrás, puso trampas para que no

pueda liberar nadie a Prometeo.

Hércules fue a la casa donde se encontraba la espada

que podía liberarlo. Para eso peleó con los humanos.

Encontró la espada en el sótano. Pero para su sorpresa,

despertó al minotauro.

Éste lo atacó y Hércules le clavó la espada en el

corazón.

Entonces fue a salvar a Prometeo.

Al llegar al monte Olimpo, encontró a Zeus. Éste se

enfada y le lanza rayos.

Hércules es herido por un rayo en su brazo izquierdo,

pero agarra un espejo y cuando Zeus le lanza otro rayo que

rebota y desmaya a Zeus.

Así logra liberar a Prometeo.

El sueño de julio


Había una vez un joven llamado Julio y tenía un

sueño, el de viajar a EE.UU. A él no le importaba lo que

pueda pasar con tal de realizar su sueño.

Un día le hicieron una propuesta, la de trabajar en

EE.UU., pero la condición era dejar a su familia y nunca

volver a verlos. El decidió irse, era piloto de aviones y

estaba muy orgulloso de su profesión.

Pero al llegar a EE.UU., le fue mal, no tenía nada para

dormir ni para comer. Entonces se acordó de todo lo que le

dijo en su país y por ser una persona ambiciosa, se quedó

sin nada.

Entonces fue a la iglesia para hablar con dios y le pidió

perdón.

Dios le dijo que como él era piloto y le gustaban

mucho los aviones, le iba a dar un privilegio: volver a ver a

su familia. Y lo convirtió en un ave. Así volvió a su país

pero nunca volvería a ser persona.

FIN


Carolina y Alex

Había una vez una chica llamada Carolina. Su

profesión era la arqueología. Tenía que investigar en la

diosa Venus.

Lo primero que hizo fue ir a visitar a un museo donde

encontraría la respuesta acerca de Venus.

En el museo había un joven llamado Alex y le ayudó a

la investigación de Venus .

Alex le dijo:-Yo conozco su historia, te contaré de

Venus.

Entre los dos hicieron el trabajo de Carolina.

Alex sabía que la diosa Venus era milagrosa.

Carolina tenía una hermana con un problema mental

y como Alex sabía que Venus podía ayudarla.

Entre los dos le pidieron ayuda a ella.

Venus sólo podía hacer que se convierta en ave y así

podría tener su libertad porque ella sufría mucho.

Alex y Carolina se enamoraron y vivieron felices por

siempre.

FIN


El joven enamorado

Había una vez un hombre llamado Manuel, su trabajo

era realizar esculturas para el emperador. El tenía que

hacerle setenta esculturas del tamaño de un edificio, en

sólo siete días.

Le dijo el emperador:- Si logras hacer esto, te daré uno

de mis museos de arte y podrás hacer todas las esculturas

que quieras y cuando lo desees, visitarás todos los museos.

Mañana a la mañana vendrás con uno de mis

asistentes y te enviaré un chofer. Esto será tu recompensa.

Al día siguiente, fue a visitar a cada uno de los museos

y uno le gustó especialmente. Ahí conoció a una hermosa

mujer y al instante se enamoró, fue amor a primera vista.

Se fueron conociendo y esperaron cinco meses para

casarse. Después fueron pasando los años... La joven

llamada Elida tuvo una hija llamada Luz.

Manuel quería lo mejor para su hija, así que un día

viajó hasta la casa de la diosa Venus para pedirle ayuda.

Le pidió convertirlo en un millonario.

Venus le dijo:-Tendrás que darme a tu primer hijo

cuando nazca.

Manuel aceptó.

Apenas Venus le convirtió en millonario, él huyó con su

familia.

Venus le lanzó un hechizo, pero para suerte de Manuel,

ya era tarde. Él escapó y vivió feliz con su familia en otro

país.


Roberto en el museo

Había una vez un hombre llamado Roberto que

vivía en un pueblo cerca de un museo. Él siempre iba a

ese museo.

Un día estaba mirando muy distraído las estatuas

y de pronto se chocó con una mujer muy bella. Al

verla, se enamoró.

Él le pidió ayuda a su vecina que era la diosa

Venus, que le convirtiera en un hombre más atractivo.

Al día siguiente, Roberto fue a ese museo y atrajo a

la mujer del otro día. Le preguntó su nombre.

Ella le dijo que se llamaba Anabel. Pronto se

hicieron novios y un año después se casaron. Tuvieron

dos hijos y vivieron felices por siempre .

Una Historia sin colores


Hace mucho tiempo había escuchado Prometeo la

charla entre Zeus y Odín. Parece que iba a quitarles a los

humanos, la cinta de los colores.

Prometeo le dijo que tengan cuidado con los colores

porque poseían extraños poderes ocultos.

Zeus con Odín robaron la cinta de los colores.

Prometeo fue a buscar a Zeus y Odín.

Prometeo Y Zeus, al encontrarse, pelearon. Prometeo

estaba a punto de ganarle a Zeus, pero Odín se

entrometió.

Prometeo cayó de rodillas y se desmayó.

Odín traicionó a Zeus y le quitó la cinta de los

colores.

Prometeo con todas sus fuerzas se levantó.

Odín estaba a punto de quitarle los colores. Prometeo

estaba esperando el momento oportuno para recuperar la

cinta de los colares. Fue así que lo consiguió.

Odín tuvo que pelear con Prometeo para decidir una

vez más quién se quedaría con los colores. Prometeo lo

lanzó a un par de rocas y Odín murió. Prometeo le dio la

cinta de los colores a los humanos y desde ese día

gozamos de la belleza que nos dan los colores en todo lo

que exist

Afrodita y el piloto

Había una vez, en un bosque hace mucho tiempo una

pilota llamada Afrodita que hacía un viaje.

Ella se encontró con dos dioses llamados Prometeo y

Epimeteo.

Cuando Afrodita llegó de ese viaje, vio que ellos al

Centauro, le estaban dando un castigo por ser soberbio.

Cuando estaba oscureciendo, vio a un gigante que se

llamaba Cíclope.

Al caminar por ese bosque, se encontró con Aquiles y

conversaron un rato.

Más adelante vio a un perro que se llamaba Cerbero,

se dio cuenta que era un malvado y pronto los dioses le

castigaron.

Le dijeron:-Te vamos a convertir en otro Centauro por

los desastres que hiciste.

Afrodita se enteró en ese lugar que Zeus, a quien

buscaba, vivía en Grecia con su esposa llamada Mariana

y su padre, Juan. Así que fue en viaje nuevamente para

encontrarlo.



La diosa

Había una vez una diosa llamada Afrodita que era la

hija de Zeus.

Afrodita era una diosa del amor y la belleza. El animal

favorito de ella era la paloma.

Zeus era el más grande de lo dioses en esa época.

Cronos era el dios del tiempo, Hades el malvado y

Hércules era el héroe más célebre y popular de toda la

época .


Prometo dijo:- Voy a robar la música de los dioses para

regalárselas a los hombres y así se alegraran.

Afrodita:-No te dejarán robarles la música. Te dejarán

encerrado .

Zeus:-Es verdad .

Prometeo:-Lo haré, pero cuando estén dormidos, será

por la noche .

Hércules:- ¡Noo! no vayas. Mejor, voy yo .Si se

despiertan y se dan cuenta...

Yo le cortaré con mi propia espada y entraré, traeré la

música.

Afrodita:-¡ Tengo una idea! ¿Si los distraigo con mi

belleza? Así ustedes entrarán por la puerta de atrás y ellos

no se darán cuenta .

Hades:- Estoy de acuerdo, pero no sé si funcionará.

Afrodita:- Vamos. Hagan silencio.


Zeus:- Se levantarán. Afrodita hazlo ya .

Dioses:- ¿Qué haces aquí? ¿Quién eres?


Dioses:- Si que eres bella .

Hécules:- Ya sacamos la música .

Dioses :- ¿Qué hacen? Los encerraré.

Zeus:- ¡No puede ser! Nos encerraron.

Hércules:- Dioses. Les diré una cosa, nosotros

queremos la música para los hombres. Por favor ¿nos la

pueden prestar cada día y se los devolvemos cada noche?

Perdónenos por querer robar la música.

Dioses:- Bueno, seremos amigos desde ahora en

adelante. Les voy a sacar de la jaula grande.

Hércules :- Si, está bien. Les llevaremos la música a

los hombres.

Hombres:- Les agradecemos por prestárnosla, ahora

nos podemos divertir todos.

Zeus :-Esperen un momento. Prometeo se quedó y no

ayudó. Prometeo te daré un castigo: Te quedarás

convertido en una silla para siempre.


Índice

Prólogo ··················································································· 3

Prometeo y el pueblo de la felicidad ······························ 4

Orfeo de regreso al mundo de los muertos ················· 5

La diosa ················································································· 6 Orfeo, el regreso al mundo de los muertos ················· 8

Los hermanos Baucis y Filemón ···································· 8

Manuel y Celeste ································································ 9 La llave de la felicidad ······················································· 10

La venganza de Prometeo ················································· 11

Historia de un enamoramiento ······································ 12 Atenea y su viaje ································································· 14

El brazalete de Afrodita ···················································· 15

El origen de la silla ···························································· 16 El joven piloto en Grecia ·················································· 18

El joven soñador ································································· 19

El joven piloto en la antigua Buenos Aires ················ 20 El castigo de un dios ························································· 21

Cuando los males del mundo desaparecieron ··········· 22 La diosa venus ···································································· 23

Prometeo ··············································································· 24

Un hombre que se convirtió en ave ······························· 25 Minerva ·················································································· 26

El delfín ················································································· 27

El sueño del estudiante ···················································· 28 Un verdadero amor ···························································· 29


El piloto viajero ··································································· 30

El hombre lobo ··································································· 32

El regreso de Orfeo ···························································· 33 El tesoro de la isla ····························································· 34

El origen del ogro ······························································· 35

Federico el escultor ··························································· 36 La piloto y su mentira ······················································· 37

Orfeo y la cueva de terror ················································ 38

La espada de la libertad ······································· 39 El sueño de julio ································································ 40

Carolina y Alex ···································································· 41 El joven enamorado ··························································· 42

Roberto en el museo ·························································· 43 Una Historia sin colores ··················································· 44

Afrodita y el piloto ······························································ 45

La diosa ················································································· 46

Editorial Santa María

Autores: los alumnos de 6to B y C del Turno

Tarde

Este libro se terminó de editar en los talleres de

la Escuela Sta. María de los Bs.As.

Hemos hecho el depósito de ganas y creatividad

que marca la ley.

Escuela 22 D.E 13

Mitología Griega y Romana: entre dos mundos

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