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Modelos huertos ecológicos urbanos Proyecto fin de carrera

Jose María Flores Sánchez Página 1 de 208

UNIVERSIDAD DE HUELVA

Escuela técnica superior de ingeniería

MODELOS DE HUERTOS

ECOLÓGICOS URBANOS

Alumno: Jose Maria Flores Sanchez.

Profesor: César Antonio Rodríguez González.



Índice general

Introducción………………………………………………………..3

Objeto del estudio…………………………………………………11

Bases del proyecto………………………………………………..13

Finalidad……………………………………………………………15

Condicionantes…………………………………………………….17

Técnicas de cultivo………………………………………………...22

Laboreo………………………………………………………24

Riego…………………………………………………………25

Calidad del agua……………………………………………33

Abonado……………………………………………………..34

Reproducción vegetal………………………………………49

Recolección…………………………………………………………66

Sistemas de protección……………………………………………71

Plagas y enfermedades……………………………………………73

Asociaciones y rotaciones……………………………………….103

Principales cultivos………………………………………………..111

Herramientas………………………………………………………155

Modelos…………………………………………………………….163

Normativa de la agricultura ecológica…………………………..188

Bibliografía…………………………………………………………206



INTRODUCCIÓN



Introducción

Este proyecto fin de carrera, nace con unas motivaciones personales, sociales y

económicas.

En primer lugar, me gustaría recalcar la motivación personal, que viene ya desde

bastante adolescente, cuando realizaba mis estudios en el Instituto, indicado por

un marcado interés por los productos ecológicos y la agricultura en general,

alimentos que fueran lo más sano posible.

Me atraía la idea de realizar una carrera relacionada con la naturaleza y la

agricultura, tras varios va y benes, me decidí por esta carrera y gran profesión,

que es la de Ingeniero Técnico Agrícola, para así poder usar los conocimientos

que adquiriría para mi verdadera pasión, que no es otra que la de producir

productos de calidad, saludables para el ser humano y que respeten los máximo

posible a la tierra.

En segundo lugar, motivación social, creo que a través del tercer modelo que

vamos a proponer y explicar a continuación, puede ser una forma de relacionarse

socialmente con nuestra comunidad, una forma de interrelacionarse con los

demás a través de la agricultura y la naturaleza.

En tercer lugar y por último, una motivación económica, ya que a través de una

gestión optima, coherente y usando los conocimientos adquiridos tanto en la

Universidad como por la propia experiencia laboral, podemos llegar a conseguir

un óptimo beneficio de la tierra y la naturaleza, sin poner en peligro su

“supervivencia”, por medio de la agricultura ecológica, con el posible beneficio

tanto a nivel económico, como bienestar personal.

A continuación, vamos a diferenciar y explicar las tres tendencias agrícolas

existentes, ya que no debemos dar por sentado que toda la población debe

conocer con rigor la “literatura agrícola”, la agricultura convencional, la agricultura

integrada y la agricultura ecológica.



La agricultura convencional

Basan sus prácticas en maximizar la producción usando el menor espacio

posible, es decir conseguir la mayor producción por unidad de superficie (Kg/Ha).

Para ello se utiliza diversos sistemas de explotación de los recursos del suelo y de

las plantas, recurriendo a un arsenal de abonos químicos de rápida asimilación

por parte de las plantas, así como forzar su absorción de agua, cultivando sobre

todo variedades híbridas, existe incluso un sistema que prescinde del suelo, los

llamados “Cultivos hidropónicos”, los cuales surgen como una alternativa a la

Agricultura convencional, cuyo principal objetivo es eliminar o disminuir los

factores limitantes del crecimiento vegetal asociados a las características del

suelo, sustituyéndolo por otros soportes de cultivo y aplicando técnicas de

fertilización alternativas.

Dentro de los cultivos sin suelos, podemos encontrar ciertas ventajas como el

control riguroso de los aspectos relacionados con el suministro de agua y

nutrientes, especialmente cuando se trabaja en sistemas cerrados, la capacidad

de acogida de residuos y subproductos para ser utilizados como sustratos de

cultivo

No obstante la industria de los cultivos sin suelo genera una serie de

contaminantes procedentes de: a) la lixiviación de los nutrientes, especialmente

en sistemas abiertos, a solución perdida, b) el vertido de materiales de desecho,

c) la emisión de productos fitosanitarios y gases y d) el consumo extra de energía,

consecuencia de los sistemas de calefacción y mantenimiento del nivel

higroscópico adecuado, la desinfección del medio de cultivo, etc.

Volviendo a la agricultura convencional de la que partimos, debemos recalcar el

aceleramiento aplicado a los periodos productivos y los ciclos vegetativos.

También hemos de mencionar los “cultivos Transgénicos”, los cuales en los

últimos tiempos han tenido una gran relevancia tanto económica como social, que

ni decir tiene que la importancia económica que posee la mejora genética en el

campo de la agricultura moderna, como de la propia mejora vegetal hecha a pie

de campo, con solo la observación del agricultor o de un profesional.

Sin entrar en la discusión, ni defensa o apoyo a estos tipos de cultivos, podemos

definir que los alimentos transgénicos son aquellos que son producidos a partir de

un organismo modificado genéticamente mediante ingeniería genética. Dicho de

otra forma, es aquel alimento obtenido de un organismo al cual le han incorporado

genes de otro para producir las características deseadas. En la actualidad tienen

mayor presencia alimentos procedentes de plantas transgénicas como el maíz, la

cebada o la soja.

http://es.wikipedia.org/wiki/Organismo_modificado_gen%C3%A9ticamente

http://es.wikipedia.org/wiki/Ingenier%C3%ADa_gen%C3%A9tica

http://es.wikipedia.org/wiki/Planta

http://es.wikipedia.org/wiki/Ma%C3%ADz

http://es.wikipedia.org/wiki/Soja



De todos es sabidos que habrá detractores y gente que los apoye, habrá decenas

de razones a favor y en contra, pero este es una tema demasiado amplio y que no

nos compete en este proyecto.

Algunas de las consecuencias negativas del forzado de cultivos son:

Fuerte deterioro de la vida de la tierra

Las plantas ven alteradas su composición, crecen mucho más rápido, pero

se desarrollan desequilibradas y débiles

Frecuentes ataques de plagas y enfermedades, debido a su falta de

resistencia y rusticidad, lo que aumenta la aplicación de productos

fitosanitarios.

Contaminación por exceso de productos fitosanitarios y por la no gestión

adecuada de los residuos causados por estos, sin evidenciar la posibilidad

de manipulación por gente no cualificada.

Progresivo deterioro de la microbiología del suelo y la alteración de los

ciclos biológicos.

Pérdida de biodiversidad, al utilizar solo variedades industriales de grandes

rendimientos, las variedades autóctonas se van abandonando y terminan

por desaparecer, se pierde la rusticidad de estas.



La agricultura integrada

Es una agricultura que toma como base la agricultura convencional, pero que

sigue unas directrices diferentes, ya que garantiza no superar la mitad de la

cantidad máxima permitida de residuos tóxicos presentes en los productos

obtenidos.

Una definición más técnica, de la producción integrada, sería los sistemas

agrícolas de obtención de vegetales que utilizan y aseguran a largo plazo una

agricultura sostenible, introduciendo en ella métodos biológicos y químicos de

control, y otras técnicas que compatibilicen las exigencias de la sociedad, la

protección del medio ambiente y la productividad agrícola, así como las

operaciones realizadas para la manipulación, envasado, transformación y

etiquetado de productos vegetales acogidos al sistema.

Esta es una agricultura que sigue las indicaciones de un profesional cualificado, el

cual estudia las fases del desarrollo de cada cultivo y se ciñe a aplicar las

aplicaciones de abonos que son necesarios en cada momento.

En cuanto al control de plagas y enfermedades, es donde el personal cualificado

debe poner toda su profesionalidad y llevar un control exhaustivo de los ciclos

biológicos y la época mas propicia para tratar con tratamientos fitosanitarios.

Podemos decir que esta tendencia agrícola, es más racional y respetuosa con el

entorno.

Muchos agricultores y cooperativas de producción hortofrutícola, se han visto

obligados a adherirse a la agricultura integrada para su aceptación en términos de

controles de calidad de otros países.



La agricultura ecológica

¿Qué es la agricultura ecológica?, es una cosa que debemos definir con mucha

claridad, ya que antes de utilizar la etiqueta de producción ecológica en nuestros

productos, debemos tener claro de lo que hablamos, tener claras sus normativas

y directrices, tanto a nivel regional, nacional y europeo.

La agricultura ecológica se define como un grupo de sistemas de producción

empeñados en producir alimentos libres de contaminantes químicos de síntesis,

de alto valor nutricional y organoléptico, estos sistemas contribuyen a la

protección del medio ambiente, la reducción de los costos de producción y

permiten obtener una renta digna a los agricultores

La definición que la norma básica de agricultura ecológica, Reglamento (CEE) n°

2092/91 del Consejo de 24 de junio de 1991 sobre la producción agrícola

ecológica y su indicación en los productos agrarios y alimenticios, se refiere

exclusivamente a la no utilización de productos químicos de síntesis y el

Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (2005) la define como un

compendio de técnicas agrarias que excluye normalmente el uso, en la agricultura

y ganadería, de productos químicos de síntesis como fertilizantes, plaguicidas,

antibióticos, etc., ni utilizar organismos genéticamente modificados, con el objetivo

de preservar el medio ambiente, mantener o aumentar la fertilidad del suelo y

proporcionar alimentos con todas sus propiedades naturales.

A medida que vayamos avanzando en este proyecto, iremos aplicando las normas

y directrices que son de obligado cumplimiento para seguir una correcta gestión

agrícola ecológica respecto a nuestros tres modelos de huertos ecológicos.

Podemos observar en la siguiente gráfica, la importancia que ha adquirido la

producción ecológica en Andalucía en los últimos años



Los objetivos de la agricultura ecológica son los siguientes:

Crear y mantener la fertilidad del suelo

Frenar la degradación de su estructura

Utilizar técnicas de cultivo adecuadas

No usar productos tóxicos ni contaminantes

Controlar las plagas y enfermedades biológicamente

Producir alimentos de gran calidad nutricional

Optimizar los recursos y los potenciales locales



Los modelos de huertos ecológicos que vamos a proponer en este proyecto están

basados en un impulso por acercar la naturaleza y la agricultura al ámbito familiar

y de comunidad.

En el primer modelo vamos a utilizar una pequeña terraza, que puede haber en un

bastante número de hogares, en el que tendremos una pequeña instalación de

riego por goteo, muy sencilla y fácilmente comprensible.

Todos los utensilios para hacer nuestras labores serán sencillos y no acarearan

casi gasto alguno de nuestra economía, así como la tierra, semillas, estiércoles y

demás productos que posteriormente explicaremos en profundidad.

El segundo modelo, en un espacio de un jardín trasero de una casa estilo

unifamiliar, espacio que realmente no todos tenemos la suerte de disfrutar, pero

en el que con una gestión optima del espacio y rendimiento podemos tener una

producción sorprendente, digno de la explotación agrícola mas optimizada y

tecnificada.

Utilizaremos herramientas manuales básicas, sistema de riego localizado, labores

agrícolas, corrección de pequeñas deficiencias de la tierra, siempre respetando la

normativa vigente en la agricultura ecológica.

En el tercer modelo, propondremos la posibilidad de un terreno de mayores

dimensiones que los anteriores, en una comunidad vecinal o en terrenos que

ceden algunos ayuntamientos con el fin de ser explotados por un grupo de

vecinos de algún barrio, ocupándose de su gestión y mantenimiento.



OBJETO DEL ESTUDIO



Objeto del estudio

El presente proyecto tiene por objeto proponer la implantación de tres modelos de

huertos ecológicos urbanos, los cuales se pueden adaptar a diferentes

necesidades. Para ello, acotaremos los modelos a tres posibles casos:

1. Pequeño, adaptable a terrazas, el cual tendrá unas dimensiones de

10m2(5x2m) aproximadamente.

2. Mediano, en espacio de pequeños jardines, con unas dimensión de 75 m2

(15x5m) aproximadamente.

3. Grande, con diferentes espacios para varios usos, adaptable a

comunidades vecinales o a pequeñas parcelas de uso doméstico, de unas

dimensiones de 1125 m2 (45x25m).



BASES DEL PROYECTO



Bases del proyecto

Situación actual:

Tenemos la versatilidad de no tener que depender de la localización concreta de

ninguna finca o ubicación que nos condicione en ningún sentido, aunque si vamos

a dirigir nuestros modelos en un clima tipo mediterráneo con veranos muy secos y

calurosos, otoños e inviernos templados y húmedos, en el que tanto las

variedades, rotaciones y demás, decisiones a tomar, la haremos conforme a unos

parámetros de clima cálido, como es el de Andalucía, aunque debemos tener en

cuenta y tener presente que es este un proyecto que intenta ser lo más adaptable

posible y que no podemos tener en cuenta todas la peculiaridades que diferencian

y que enriquecen geográficamente a toda nuestra región.



FINALIDAD



Finalidad:

La finalidad de este proyecto es, poder dar una opción de menor dependencia

para las familias andaluzas y españolas, de los productos provenientes de la

agricultura convencional, de sus dañinas prácticas agrarias al medio ambiente,

de la baja calidad organoléptica de su producción, y sobre todo acercar mediante

la agricultura y la naturaleza, a las familias en su ambiente comunal y social.



CONDICIONANTES



Condicionantes: climatología

El clima

Para el estudio del clima hemos utilizado los datos pertenecientes a la estación

meteorológica de Jerez de la Frontera – Aeropuerto (Cádiz), que se encuentra a

una Altitud (m): 27- Latitud: 36° 45' 2'' N - Longitud: 6° 3' 21'', con un periodo de

1977 – 2000 ambos inclusive, lo que supone un estudio de 30 años, se han

obtenido los siguientes datos:

Temperaturas

Temperatura media mensual: 17.7 ºC

Temperatura media de las máximas: 23,9 ºC

Temperatura media de las mínimas: 11,6 ºC

Temperatura media de las máximas absolutas: 28,7 ºC

Temperatura media de las mínimas absolutas: 8,0 ºC

Temperatura máxima absoluta: 45,1 ºC

Temperatura mínima absoluta: - 5,4 ºC

Régimen de heladas

o Periodo medio libre de heladas: 12 meses

o Periodo disponible libre de heladas: 11 meses, desde 19 enero – 19 de diciembre

o Periodo mínimo libre de heladas: 7 meses, desde 2 abril – 12 de noviembre

Pluviometría: La media anual es de 598 mm



Periodo seco

o Meses secos: Junio, Julio, Agosto y Septiembre

o Meses subsecos: Marzo y Mayo

o Meses húmedos: Enero, Febrero, Abril, Octubre, Noviembre y Diciembre

Diagrama ombrotérmico



Vientos

Como se puede observar en la rosa de los vientos, aquella dirección

predominante es el de componente Sur- Suroeste.

También es a destacar los vientos de influencia terrestre, los correspondientes a

los vientos del segundo cuadrante (SE), asociados a temporales de levante. Los

vientos de NO y SE están asociados a temporales de invierno, procedentes del

Norte.

En cuanto a la velocidad de estos, se deduce que la velocidad de los vientos en

muy pocos casos superan los 90 Km/h.

La media de las máximas velocidades para vientos de dirección SO es de 80.25

Km/h, y para vientos de dirección SE es de 70.4 Km/h.

En momentos muy puntuales se han registrados vientos huracanados, con

velocidades de hasta 180 Km/h

ROSA DE LOS VIENTOS



Insolación

Jerez de la Frontera se caracteriza por ser un área muy soleada, superando las

3.200 horas de sol al año. Por estaciones destacan por su número de horas, el

verano, próximo a las 1.150 horas, le sigue la primavera con cerca de 850 horas,

después el otoño con cerca de 712 horas y en menor medida el invierno con

cerca de 540 horas de sol.

Se da como media diaria unas 8,9 horas de sol, por lo que aumenta la posibilidad

de que se de una alta evaporación. Por su posición geográfica, en latitud y por la

nubosidad, cuenta Jerez con un gran número de días soleados, asimismo con

gran número de días despejados, en mayor proporción en verano que en invierno.

Resumen

Hemos dado una clasificación climática especifica, pero no podemos someter

nuestro proyecto al rigor del microclima de una zona concreta, ni de una estación

meteorológica, como es esta de Jerez de la Frontera - Aeropuerto, debemos dar

una generalidad y una versatilidad, nos referimos a que debemos movernos

dentro del intervalo de clima mediterráneo, y la flexibilidad de este a la hora de la

elección de los cultivos y variedades.

Los demás condicionantes como el suelo y el agua no se ven reflejados

con exactitud en nuestro proyecto, ya que al ser a nivel teórico y no una

finca concreta, no vamos a entender estos como condicionantes

propiamente dichos.



TECNICAS DE CULTIVO



Técnicas de cultivo

Como no vamos a tener un emplazamiento concreto, es decir que la adaptación

de nuestros tres modelos a la vida real va a ser de carácter general, teniendo en

cuenta el clima antes descrito, vamos a describir a continuación técnicas de

cultivo, variedades que vamos a implantar, es decir toda la planificación de

nuestros modelos.

“Preparación de la tierra”

El deseo o sueño de todo agricultor sería poder cultivar sin tener que realizar

labores pesadas en la tierra, cavar, labrar, desherbar ni aporcar, es decir, sin

realizar acciones mecánicas destinadas a conseguir las condiciones ideales del

suelo para el desarrollo óptimo de cada cultivo.



Laboreo

Entendemos por laboreo las acciones mecánicas destinadas a conseguir las

condiciones ideales del suelo para el desarrollo óptimo de las plantas que en él

crecen.

En la agricultura convencional resuelven el “no laboreo” por medio del empleo

masivo de herbicidas y goteo localizado, que incorpora el abono disuelto en el

agua de riego. Pero, aparte de las ventajas que acarrea como abaratar costes en

mano de obra e inicialmente aumentar rendimientos por hectárea, lo cierto es que

se trata de sistemas muy contaminantes y agresivos con el ambiente. La casi

inexistencia de materia orgánica en la tierra acelera el lavado de nutrientes y

fertilizantes, con la que se incrementa la contaminación de los acuíferos; el no

laboreo, unido a la inexistencia de hierbas, cultivadas o adventicias, aceleran los

procesos erosivos, como son la acción del viento, la lluvia torrencial, con la

consiguiente pérdida de fertilidad en el suelo.

Para saber cuándo y cómo debemos realizar el laboreo, debemos tener unas

ideas básicas y generales del estado óptimo de la tierra, es decir conocer el mejor

estado de humedad de la tierra, sazón o tempero.

Trabajar un suelo seco, es difícil, pesado, requiere un mayor gasto energético y

suele dejar la tierra desmenuzada, con agregados muy finos que provocan la

obturación de los poros y la falta de oxigenación al suelo.

Aunque trabajar con el polo opuesto, es decir, con exceso de humedad, suele ser

peor, ya que amasa y cementa la tierra que, al secarse, queda dura y

compactada.

De todas formas depende del objetivo que tengamos, de la época, por ejemplo

cuando se labra un suelo en otoño-invierno con la intención de que la acción de

las heladas meteorice y disgregue la tierra se suele hacer con suelos algo

húmedos para obtener terrones y prismas grandes.

Si se quiere dejar una capa fina de tierra superficial que permita una buena

germinación de las semillas sembradas, procuramos que la tierra este más seca

de lo normal, a fin de que se desmenuce mejor.



Los condicionantes del laboreo, que hacen elegir la época mas propicia para su

realización son:

El cultivo

Las peculiaridades de cada tierra

Las condiciones climáticas

La acción sobre la materia orgánica

Las hierbas adventicias

La fertilización

El control de parásitos del suelo

El tiempo disponible y las herramientas

A continuación daremos unos consejos generales para un laboreo correcto

Profundizar en labores sucesivas, ya que el laboreo no debe producir

alteraciones bruscas en las condiciones del suelo.

No labrar por rutina, solo trabajar si es necesario, lo que ahorra en energía

y trabajo.

Evitar volteo y la mezcla de horizontes

Trabajar la tierra en el momento adecuado, dependiendo que cual es

nuestro objetivo.

Estimular el laboreo natural que efectúan las raíces y los organismos vivos

del suelo. Esto se consigue con abonos verdes, con aportes de materia

orgánica y con rotaciones de plantas con sistemas radiculares de distintas

profundidades.

Como hemos comentado con anterioridad, no trabajar con la tierra

demasiado húmeda o seca, buscar siempre con el riego el punto de

tempero deseado.

Evitar la compactación del suelo con maquinaria pesada o por labores

sucesivas, si no recurrir al subsolado si se llega a una excesiva

compactación.



El riego

Las técnica de riego que vamos a utilizar en nuestros modelos es el de riego

localizado, es decir lo que se conoce comúnmente por “riego por goteo”, con el

sistema interlinea o por exudación, se consiguen con este sistema los mejores

rendimientos con el mínimo uso de agua, al permitir que cada planta tenga el

grado óptimo de humedad en todo momento, pudiendo regularse en cada periodo

de su ciclo vegetativo.

Otros tipos de técnicas, que en nuestro proyecto no vamos a utilizar, pero que

debemos explicar brevemente son el riego por inundación y por aspersión.

El riego por inundación, en surcos, bancales y acequias, ofrece el balance más

desfavorable en el consumo de agua por hectárea: aporta grandes cantidades de

agua en un día determinado, pero las plantas pueden permanecer sedientas

durante largos periodos.

El acolchado (Mulching) con materias vegetales como paja, restos de cosechas, o

con plásticos, evitará la excesiva y rápida evaporación implicara un gran ahorro

de agua.

Podemos realizar labores para ahorrar agua en el cultivo de hortalizas, como una

labor de bina o escarda en las primeras etapas de crecimiento. Esta operación se

aprovecha simultáneamente para retener la humedad del suelo y para destruir

todas las hierbas adventicias en su primera fase de desarrollo, que es cuando sus

raíces tiene menos oportunidades de adherirse de nuevo a la tierra: ello nos

permite no tener que regar en un par de semanas aproximadamente. Esta

operación es muy importante en la época de floración de algunos cultivos, como

judías y tomates, en los que un riego abundante en el momento de la primera

floración dificulta el cuajado de las flores, provocando la caída masiva de flores si

cuajar, produciendo una gran merma en el rendimiento de la cosecha.

Como vamos a regar: Dispondremos en nuestros tres modelos de un sistema de

goteo interlinea con un programador de riego ajustable, con los cuales

conseguiremos el mejor rendimiento. Las características y el diseño se darán más

adelante



Dosificación y periodicidad: este es un tema importante y complejo, dada la

variedad de plantas que vamos a cultivar en nuestros tres modelos, las

características específicas de cada planta en cada ciclo de su desarrollo

respectos a sus necesidades hídricas, e incluso las diferentes exigencias de agua

de una variedad a otra dentro de la misma familia. Ello hace casi imposible dar

unas pautas generales de los volúmenes de agua a emplear y del espacio de

tiempo entre riegos. Además, la periodicidad o el espacio de tiempo que dejamos

pasar entre riegos, no dependen solamente de las necesidades de cada planta,

sino que están ligado a la climatología local, haciendo en nuestro caso un poco

más complicado el concretar este aspecto de nuestro proyecto.

Otro factor que entra en juego es la estructura y la textura del suelo. Un suelo

arcilloso retiene con facilidad el agua e incluso tiende al encharcamiento con el

peligro de asfixia de las raíces; mientras que un suelo arenoso o pedregoso se

drena con suma facilidad y requerirá aportes de agua con más regularidad. La

adición de la tierra de materia orgánica, facilita la retención del agua en el suelo

haciendo un efecto esponja, siendo favorable tanto para suelos arcillosos como

para los arenosos.

La densidad del cultivo también influye. Cuando las plantas crecen muy juntas, en

principio necesitan más agua por metro cuadrado de suelo, pero al haber sombra

sobre la tierra, evitan la evaporación por la acción de los rayos solares y el calor,

con lo que se reduce la periodicidad de los riegos. Un suelo desnudo evapora el

agua con gran facilidad.

Un exceso de riego no solo perjudica en cuanto que drena nutrientes del suelo,

sino que favorece la aparición de enfermedades criptogámicas (hongos) y fuerza

a las plantas a absorber más agua de la realmente necesaria para su correcto

desarrollo, lo que las hace crecer más deprisa, pero también las hace más frágiles

a las inclemencias, más vulnerables a las enfermedades y parásitos, y llegan a

perder parte de su calidad nutritiva general.

Las plantas suelen indicarnos su falta de riego con el marchitamiento general de

sus hojas, lo cual se observa en los brotes más tiernos. Las tardes son el mejor

momento para observar el marchitamiento de las plantas, porque por la mañana

puede confundirnos, ya que se han recuperado gracias a la humedad e la noche.

La mayoría de las plantas son muy sensibles al exceso de de agua en sus

primeras fases de floración, por ello controlaremos bien el riego en esos

momentos, para facilitar el cuajado en aquellas plantas cultivadas por sus frutos.



Cuándo regar: el momento idóneo para el riego depende del sistema empleado,

de la climatología y de la estación. El agua suele tener en la mayoría de lugares

una temperatura que ronda los 14-15 ºC, por lo que podemos usarla para modular

o atemperar las temperaturas ambientales.

En verano no es conveniente regar al mediodía o con calor intenso, pues puede

producir un choque térmico desfavorable para las plantas. Será preferible hacerlo

al amanecer y sobre todo al atardecer, lo que reducirá el exceso de calor

acumulado en el suelo y por la noche se evaporará menos agua.

En invierno podemos regar a cualquier hora, aunque quizá sea preferible hacerlo

alrededor del mediodía, evitando el atardecer en las zonas muy frías, pues podría

helarse el agua que no haya sido absorbida por la tierra y causar daños a las

plantas.

Durante los períodos de vientos intensos habrá que evitar los sistemas de riego

por aspersión, pues la fuerte evaporación que se produce en esas circunstancias

enfriaría demasiado las plantas o la tierra.

En las horas de pleno sol tampoco conviene regar por aspersión o con regadera o

manguera que mojen las hojas, porque pueden producir quemaduras en ellas por

el efecto lupa de las gotas o por la drástica evaporación provocada por el calor.

Con los sistemas de riego por goteo o exudación no tenemos que preocuparnos

mucho de la hora de riego, pues la temperatura del agua suele estar pareja a la

del suelo y es raro que se produzcan choques térmicos.

Cuando algún cultivo ha padecido una deshidratación excesiva, cosa que se

observaremos por lo marchito de sus hojas, la inclinación de los tallos y la caída

de las flores y frutos, hay que intervenir con rapidez. En casos de emergencia

sobrearemos las plantas o esperaremos a la puesta del sol para regarlas con

aspersión a intervalos regulares y esperando que entre una aplicación y otra las

hojas absorban el agua.

Después las regaremos en abundancia. Este tipo de suceso debemos de evitarlo

con el continuo control y visita a la parcela, y si no se pudiera con la instalación de

un programador de riego.



Nosotros utilizaremos como referencia, las necesidades diarias de los cultivos en

la zona de Jerez de la Frontera, en los diferentes meses del año, así como dos

tablas de pérdidas de carga en tuberías de “PE” de baja y alta densidad,

expresada en m.c.a. por cada 100m de tubería, sabiendo que a baja escala como

en la que nos situamos los diámetros serán de 1”(32mm) en tuberías principales

y de 1/2”(20mm) - 3/4”(25mm) en tuberías secundarias, que son las que se

situarán los goteros autocompensantes, situando una llave en las inserciones de

las tuberías principal – secundarias que nos permita modificar la cantidad de

agua dependiendo del cultivo en rotación, para que así no tener que cambiar el

sistema de riego cada vez que cambiemos de cultivo.



Nt (mm/dia) E F Mz A My Jn Jl A2 S O N D

Maíz - - - - 5.42 3.43 8.99 9.89 7.48 - - -

Brócoli

1.56 4.79 4.58 2.26 0.63 - - - -

Repollo - - - 1.86 4.82 6.86 1.43 - - - - -

Zanahoria 0.27 1.00 3.75 1.27 - - - - - - - -

Coliflor - - 1.08 5.04 3.79 1.34 - - - - - -

Lechuga 0.59 0.56 - - - - - - - - 0.36 0.73

Cebolla - - 0.59 1.46 2.58 1.40 - - - - - -

Espinaca 0.25 - - - - - - - - 0.48 0.49 0.43

Berenjena - - 0.83 3.65 3.59 2.39 - - - - - -

Pimiento - - 0.49 2.23 4.39 2.69 - - - - - -

Tomate - - 0.96 3.36 4.11 2.24 - - - - - -

Melón - - - 0.89 3.42 3.35 1.78 - - - - -

Patata - - 0.63 1.67 4.59 2.54 - - - - - -

Guisantes - - 0.44 1.59 3.36 2.21 - - - - - -



Nt (mm/mes) E F Mz A My Jn Jl A2 S O N D

Maíz - - - - 162.60 102.82 269.86 296.88 224.50 - - -

Brócoli

46.73 143.58 137.38 67.80 18.92 - - - -

Repollo - - - 55.89 144.79 205.65 42.93 - - - - -

Zanahoria 8.08 30.10 112.51 38.07 - - - - - - - -

Coliflor - - 32.36 151.32 113.74 40.09 - - - - - -

Lechuga 17.83 16.68 - - - - - - - - 10.70 22.03

Cebolla - - 17.72 43.85 77.41 42.08 - - - - - -

Espinaca 7.52 - - - - - - - - 14.65 14.88 13.04

Berenjena - - 25.04 109.39 107.68 71.86 - - - - - -

Pimiento - - 14.64 66.98 131.90 80.58 - - - - - -

Tomate - - 28.90 100.71 123.25 67.08 - - - - - -

Melón - - - 26.98 102.49 100.44 53.50 - - - - -

Patata - - 18.88 50.12 137.96 76.22 - - - - - -

Guisantes - - 13.09 47.71 100.77 66.30 - - - - - -



La calidad del agua

Difícilmente podemos hablar de cultivo ecológico si el agua con la que regamos

nuestras frutas y hortalizas contiene altas dosis de contaminantes.

Las plantas ejercen hasta cierto punto una acción de filtro y algunos

contaminantes del suelo o del agua pueden penetrar en su sabia. Esas sustancias

tóxicas pueden producir desequilibrios graves en la vida del suelo y en el

desarrollo de las plantas. En ocasiones es posible observar a simple vista sus

efectos; por ejemplo, el exceso de boro en el agua de riego produce el

amarillamiento general de las hojas de los naranjos.

Sustancias que suelen abundar en muchas aguas son nitritos. En principio

podemos pensar que los nitratos en el agua de riego no son malos, pues

ayudarán al rápido desarrollo de las plantas regadas, reduciendo su aporte por

nuestra parte. Pero la experiencia muestra que este exceso de nitrógeno casi

siempre provoca alteraciones en la calidad de las plantas y propicia los ataques

parasitarios, sobre todo pulgones. La calidad general y el sabor de las cosechas

también quedan mermados, pues un exceso de nitrógeno implica un desequilibrio

entre otros elementos y un aumento de la cantidad de agua retenido por la planta,

además de una mala conservación del producto.

La fuente de mineralización natural del agua también es problemática. En las

aguas duras o calcáreas, con un PH superior a 8, se bloquea la capacidad de

absorción de nutrientes y sobrevienen serias clorosis vegetales. Cuando el

contenido en sales minerales en el agua es superior al 0,1%, tenemos un agua

salobre y hay muy pocas plantas que se desarrollen bien con un agua de estas

características: melones, remolachas, o tomates. Otras plantas son

extremadamente sensibles y requieren aguas poco mineralizadas: zanahorias,

fresas, judías, lechugas o cebollas. Este problema se reduce con el riego por

goteo, que concentra las sales en el fondo de la tierra, en los bordes hasta donde

llega el agua. La presencia de altas concentraciones de cloro cuando se riega con

el agua de suministro urbano también puede perjudicar el desarrollo normal de las

plantas cultivadas. En este caso podemos embalsar el agua en una alberca

durante el tiempo suficiente para que se evapore el cloro.

La calidad sutil o energética del agua va más allá de su composición físico-

química. El agua, además de ser un disolvente universal de los elementos con los

que entra en contacto, también puede llevar información en su estructura

molecular según el principio de “la memoria del agua”, que explicaría la

homeopatía y que puede usarse para conferir cualidades especiales al agua de

riego y, por ende, a las plantas por ella regadas.



El abonado

En la naturaleza, allí donde no interviene la acción directa de los seres humanos,

el desarrollo, vegetal se produce de forma continuada según un efecto de

retroalimentación permanente: las hojas, las hierbas y los arbustos muertos se

descomponen sobre la superficie del suelo generando una capa de compuestos

orgánicos que van infiltrando nutrientes al suelo y que resultan ser alimento de las

plantas que allí crecen.

Las plantas, tanto la insignificante hierba como los grandes árboles, absorben del

aire muchos de los nutrientes que emplean para su desarrollo, y lo hacen merced

al proceso de fotosíntesis del laboratorio foliar que alimenta energéticamente la

radiación solar. Carbono, nitrógeno, hidrógeno y oxígeno, elementos clave del

desarrollo vegetal, están presentes en grandes proporciones en el aire ambiental.

Por ello es fácil comprender que no sean necesarios aportes exteriores para que

la vegetación se desarrolle sin demasiados problemas en bosques y selvas.

Principios de un correcto abonado:

Restituir al suelo los nutrientes y la materia orgánica que le hayan sido

arrancado. Esto es posible con la aportación de estiércol, compost o

cualquier materia orgánica disponible.

Evitar la erosión del suelo con técnicas de laboreo adecuadas y procurando

de mantener una constante cubierta vegetal, sea verde o seca (mulching).

Evitar en medida de lo posible la pérdida de nutrientes o elementos

químicos del suelo por lixiviación o lavado de la tierra por efecto de lluvias

o de riego.

La fijación del nitrógeno atmosférico y del carbono puede realizarse con los

abonos verdes que combinan leguminosas y gramíneas solos o asociados

El uso de rocas y minerales pulverizados puede complementar los abonos

orgánicos y corregir las deficiencias minerales o los problemas de acidez

que pueden existir en demasiados suelos.

No haremos uso, en la agricultura ecológica, de abonos químicos de

síntesis, es decir, abonos que han sido obtenidos industrialmente del

nitrógeno del aire o de minerales naturales que se han solubilizado

mediante tratamientos con ácidos.



Abonos químicos: son los que suelen encontrarse en las cooperativas agrícolas o

en los centros de jardinería y de suministros agrícolas, en formas de sulfatos

amónicos, nitratos, superfosfatos o de abonos compuestos en los que se han

mezclado los macronutrientes considerados básicos: nitrógeno, fósforo y potasio

(N-P-K). A parte de la energía que requieren para su obtención, contienen

sustancias tóxicas contaminantes. Suelen interferir en el equilibrio normal de la

absorción de nutrientes por parte de las plantas.

El hecho de que en la agricultura convencional se use y abuse de los abonos

nitrogenados se debe en gran medida a que el exceso de nitrógeno obliga a las

plantas a absorber agua con gran avidez, aumentando el volumen de su masa

vegetal rápidamente, pero no ocurre lo mismo con el resto de nutrientes.

Por un lado estos abonos la estimulan a crecer de forma rápida y aparentemente

lozanas, por otro las debilitan y las hacen vulnerables a ataques de parásitos o a

las enfermedades.

Abonos y enmiendas orgánicas: en la práctica de la agricultura ecológica están

terminantemente excluidos todos los aportes de abonos químicos-sintéticos,

también llamados abonos minerales, pero en caso de carencias especificas si que

podemos recurrir a las rocas y minerales que se hayan presentes en la naturaleza

y que no hayan sufrido mayor procesado que el ser molidas hasta conseguir un

finísimo polvo.

Es extraño que en nuestros tres modelos o en general en un huerto familiar en

donde se emplea abundante compost y se recurre con frecuencia a los

acolchados vegetales y a los abonos verdes, que presenten carencias graves que

justifiquen el empleo de minerales.



Compost

Es la base de la correcta fertilización en agricultura ecológica, es materia

orgánica en descomposición más o menos avanzada que, habitualmente, se

elabora componiendo unos montones que pueden tener formas y dimensiones

diversas. Se cataloga en tres categorías:

- Compost poco descompuesto o fresco (pocas semanas de fermentación)

- Compost descompuesto (dos y cuatro meses)

- Compost muy descompuesto o maduro, que también recibe la

denominación de mantillo, y que es el resultado de una descomposición

prolongada (uno o dos años)

Humus: es un material vivificador resultante de la descomposición de la materia

orgánica bajo la acción combinada del aire, el calor, el agua y los

microorganismos. Se obtiene a partir de abonos verdes, estiércoles, pajas, hojas,

hierba segada, restos de poda y de cosechas bien triturados, algas, plumas, etc.

Principales cualidades:

- Contiene prácticamente todos los elementos minerales que existían

en los seres orgánicos de los que proviene y se hallan en un estado

directamente asimilable por las plantas.

- Mejora la estructura del suelo

- Regula los intercambios de aire, el agua y el calor entre el suelo, el

aire y las plantas.

- Retiene el agua en los suelos ligeros

- Evita la lixiviación de minerales y nutrientes del suelo

- Es una de las claves importantes de la fertilidad de la tierra

- Regula el pH del suelo

- Constituye un medio excelente y favorable para la vida en el suelo,

es frecuente que existan un gran número de lombrices en los suelos

ricos en humus

- Permite solubilizar y, a la vez, fijar y retener los nutrientes

fertilizantes del suelo



Compostaje en montón y en superficie

La fermentación en montón permite controlar todas las fases del proceso y

disponer de una materia orgánica con características específicas para usos

concretos: el abonado de fondo se realiza con compost fresco o poco

descompuesto; el compost descompuesto, de rápida absorción, sirve para aplicar

en la fase productiva del cultivo, y el mantillo se usa para cubrir sembrados, para

la preparación de los semilleros y para abonar parcelas donde se va a sembrar

plantas sensibles a la materia orgánica fresca.

La fermentación en superficie, o sea, esparciéndola en el mismo lugar en donde

crecen las plantas, tiene las ventajas de que cubrimos el suelo y lo protegemos de

la radiación solar, y supone mucha menos mano de obra.

En nuestros tres modelos, ya que lo realizaremos con hortalizas variadas, es

interesante y práctico el uso de compost en diferentes fases de descomposición.

La fermentación en superficie puede usarse incluso en cultivo de cereales.

Este sistema crea una cobertura en permanente descomposición que, a lo largo

de los años, crea una elevada capa de fertilidad, mullida y bien airada, que retiene

eficientemente la humedad y en la que no suelen crecer malas hierbas.

Algo muy parecido vamos a realizar en nuestros modelos, que lo dispondremos

en bancales de hortalizas, realizando una cobertura permanente con paja, hojas,

restos orgánicos, estiércol y cualquier materia orgánica.

Para realizar un montón de compost, que suavice los insumos de nuestros tres

modelos, lo pondremos en práctica en los dos modelos de mayores dimensiones,

ya que a mayor superficie será más rentable la fabricación del compost por cuenta

propia.

El montón de compost

Debe integrar un adecuado equilibrio entre los distintos materiales que lo

componen.

Existe una proporción optima para las cantidades de materia orgánica ricas en

nitrógeno y las de materia orgánica ricas en celulosa (Carbono).

Materiales con mucha humedad, así como un compost excesivamente húmedo o

que retenga agua, tenderán a pudrirse y a producir fermentaciones anaerobias

que serán negativas para las raíces de las plantas donde empleemos ese

compost.



Un exceso de materiales secos, así como la falta de humedad en el compost,

impedirá el trabajo de las bacterias y demás microorganismos vitales en el

proceso de fermentación y descomposición del mismo.

Podemos añadir polvo de rocas como enmendante de las posibles carencias de la

tierra de nuestros tres huertos: fosfatos naturales, rocas calcáreas (dolomita),

sulfato de hierro, cenizas (ricas en potasio)

La incorporación de estiércol fresco al montón de compost le aporta el nitrógeno

necesario para activar la vida bacteriana y, sobre todo, lo enriquece con bacterias

que aceleran el arranque de la fermentación. Interesa que el estiércol este

equilibrado en cuanto a celulosa/nitrógeno.

Elaboración del montón de compost

Los dos primeros modelos, al ser relativamente de dimensiones reducidas, el

compost va a basarse principalmente en los restos orgánicos domésticos, algo de

estiércol de gallinaza y malas hierbas, podemos recurrir a un compostero.

Si no queremos usar estiércol, podemos usar una capita de compost viejo o un

inoculo bacteriano para compost, para asegurarnos una correcta fermentación.

Se aconseja, según algunos investigadores, regar con orines dada su gran

riqueza en amoniaco en la proporción de una parte de orín por tres de agua y

regar con ello el montón.

Para nuestro tercer modelo, el de mayor dimensión, dispondremos de un tractor

con pala cargadora y un remolque esparcidor.

Se van cargando en el remolque, por capas, los diferentes materiales a compostar

y luego se esparcen avanzando lentamente el remolque, la velocidad de marcha

determina la altura del montón. En caso de que el remolque sea más ancho que la

anchura deseada para el montón, podemos incorporarle unas tablas o planchas a

la salida en forma que regulamos la anchura de caída entre 70 y 120 cm.



Cantidad y usos del compost

Las cantidades varían dependiendo de su grado de madurez y el tipo de cultivo al

que va dirigido. Normalmente oscilan entre 0.5 y 4 Kg/m2 (5 y 40 t/ha). Puede

aplicarse durante todo el año, teniendo en cuenta que actuará más rápidamente

cuanto más descompuesto esté.

En horticultura intensiva, usamos un compost bien descompuesto, para

suministrar a las plantas nutrientes rápidamente asimilables.

Sobre los pastos, en primavera o verano, especialmente en regiones donde el

clima frena la actividad de los seres vivos, como en los climas fríos de montaña o

en las regiones con fuerte sequia estival.

En el periodo de conversión de una parcela a la agricultura ecológica para

aumentar la cantidad de humus en el suelo y mejorar su actividad vital.

Para mejorar rápidamente un suelo frío, húmedo y arcilloso, disponiendo para ello

de grandes cantidades de compost bien descompuesto o maduro.



El abono verde

Se trata de abonar la tierra con ayuda de plantas cultivadas para tal fin y que una

vez desarrollada su masa vegetal al máximo, son trituradas e incorporadas al

suelo. Lo cierto es que esta técnica nos va a servir tanto en el segundo como en

tercer modelo.

Podemos recurrir a gran variedad de plantas: leguminosas, forrajeras, gramíneas,

cricíferas o de otras familias como la facelia.

En el levante español y en suelos predominantemente arcillo-calcáreos y

pedregosos, donde el nitrógeno y la materia orgánica se consumen con rapidez,

da excelente resultados la combinación de vezas con habas forrajeras. El gran

porte de las habas forrajeras con sus altos tallos sirven de tutores a las vezas

que, de lo contrario, tienden a quedarse sobre el suelo y padecer problemas de

hongos con facilidad. Los tallos de las habas forrajeras aportan bastante celulosa,

que se convertirá en materia orgánica de descomposición lenta y, por tanto,

fertilizara a largo plazo.

Las hojas, tallos y raíces de las vezas, así como la hojas y las raíces de las habas

forrajeras, son ricas en nitrógeno, siempre escaso en los suelos calcáreos y en las

zonas cálidas y templadas, es decir que el uso de esta asociación de dos cultivos

de abono verde es ideal para aplicarlo en nuestros modelos, ya que van dirigidos

hacia estos tipos zonas, es decir en un clima mediterráneo.

El momento ideal para la siega, roturación e incorporación al suelo de la masa

vegetal del abono verde tiene un momento ideal, que es cuando aparecen los

primeros brotes florales o las primeras flores.

Esto se debe a que las plantas en general, en sus primeras fases de desarrollo

apenas extraen nutrientes del suelo, ya que obtienen estos de del aire, el agua y

el sol, gracias a la fotosíntesis, por lo que cuando sembramos abono verde

estamos proporcionando fábricas de abono que, sin mas, trabajarán para

sintetizar el nitrógeno atmosférico.



Se recomienda segar o triturar las plantas y dejarlas marchitar sobre el suelo

durante un par de semanas, antes de incorporarlas progresivamente al suelo.

Como nuestros tres modelos van dirigidos a zonas cálidas y bien soleadas,

podíamos tener algún problema con la pérdida de nutrientes debido al exceso de

la radiación solar, y en la falta de suficiente humedad en el suelo para permitir

trabajar bien a las bacterias descomponedoras. Por ello, en tales suelos solo

habrá que dejar pasar un día desde la siega o trituración.

Virtudes del abono verde

- Incrementa la fertilidad del suelo mejorando su estructura

- Protege el suelo de la erosión y de la erosión solar

- Recupera los elementos libres y evita su lixiviación por el riego o las lluvias

- Favorece la humificación y descomposición de toda la materia orgánica

leñosa presente en el suelo

- Mejora la estructura del suelo drenándolo con sus profundas raíces o

reteniendo la humedad en suelo secos y sueltos

- Incrementa y protege la fauna útil y los microorganismos descomponedores

del suelo

- Las raíces (con sus micorrizas y bacterias) atacan la roca madre liberando

nuevos nutrientes y movilizando nutrientes de difícil asimilación por parte

de las plantas.

- La actividad bioquímica que se produce en torno a las raíces, las cuales

suponen un 40% del total de la masa vegetal, inhibe el desarrollo de

bacterias y hongos patógenos, nematodos, virus, etc.

- Con el uso de leguminosas conseguimos un notable aporte de nitrógeno,

ya que lo sintetizan del aire.



Como en nuestros modelos vamos a utilizar rotación de cultivos, vamos a

introducir el abono verde en este.

La rotación es la práctica más habitual. Se elige el momento en que el suelo esta

desocupado y se siembra las leguminosas, forrajeras, gramíneas, o una

asociación de varías de ellas. En muchos casos esto se realiza en otoño, para

aprovechar las lluvias y por ser una época en que suele ser más normal el

disponer de parcelas desocupadas. También puede hacerse en enero para rotarlo

en la primavera y plantar luego un cultivo exigente.

Para el caso de abonos verdes, lo ideal es el riego por aspersión, se puede

realizar siembras de abono verde en rotación de cultivos en cualquier época del

año que la climatología lo permita.

El estiércol

Al hablar de la fertilidad de la tierra no hay que olvidar la importancia que tiene

las aportaciones que hacen los excrementos de los animales domésticos.

El estiércol que vamos acumulando, tras un anterior compostaje en la mayoría de

los casos, según lo fresco que lo deseemos incorporar al campo, es repartido por

toda la parcela y en los casos precisos se rotula el terreno.

Tipos de estiércol:

- Estiércol de oveja: Es uno de los más ricos y equilibrados cuando procede

de corrales de ovejas que han pastado por el monte, pues combinan la

gran diversidad de plantas silvestres existente en la sierra, considerándolo

casi medicinal para el huerto. No hay que olvidar que en nuestro huerto en

los límites sembraremos alguna variedad de plantas medicinales. Es un

estiércol fuerte, que requiere una adecuada fermentación en montón, pues

suele contener semillas de hierbas y gérmenes nocivos. Además su

elevada temperatura de fermentación puede dañar la tierra y los cultivos

cuando se aplica en fresco. Aparte del que conseguimos por medios

propios, vamos a adquirid de otras explotaciones ganaderas, aunque este

no es puro ya que van con paja y forrajes que sirven de cama para las

ovejas.



- Estiércol de cabra: Es similar al de oveja pero aún más fuerte, algo más

rico en minerales y oligoelementos cuando las cabras pastan en zonas

agrestes o menos cuando las cabras son de huerta. Suele llevar grandes

cantidades de pelo de cabra, enriqueciéndolo en nitrógeno. En ocasiones,

cuando es fresco, también lleva grandes cantidades de pulgas, lo que lo

hace menos recomendable. Es recomendable para la cama caliente en los

semilleros mezclados con el de caballo o mulo.

- Estiércol de vaca: No es tan rico e intenso como el de oveja o cabra, pero

quizás es el ideal para los suelos húmedos y tierras frías. Para las tierras

secas y calcáreas es muy pobre en nitrógeno y se necesitan grandes

cantidades si deseamos emplearlo como enmienda orgánica. Junto a la

paja y los restos de cosechas es fundamental para confeccionar el compost

biodinámica. Dado que es un estiércol rico en agua, para su correcta

fermentación en montones, suele aconsejarse el uso de sistemas de

ventilación y aireación que eviten el exceso de humedad que provocaría la

desaconsejable fermentación anaerobia. Dada a la gran cantidad que hay

que aportar para que sea realmente eficiente en nuestro huerto, lo que

vamos a hacer es que cada cuatro años, coincidiendo con el cambio de la

zona del huerto y de cultivo lo aplicaremos, ya que no disponemos de gran

cantidad de animales de éste género, y el coste que supone adquirid dicho

estiércol.

- Estiércol de cerdo: Suele estar muy desacreditado, pues en muchas zonas

es una de las principales causas de la nitrificación de los acuíferos. Se

mezclan con los estiércoles de ovejas, vacas, caballos y gallinas dando

buen resultado, siempre y cuando el estiércol no provengan de las

explotaciones porcinas industriales, ya que están húmedos de los orines y

el agua usada para la limpieza de las porquerizas y además llevan los

restos de comida caídos. Por éste motivo sólo usaremos el estiércol que

saquemos de nuestra porqueriza y la de algún vecino que no los use como

abono y quiera desprenderse de ellos.



- Gallinaza: Es un estiércol muy rico en nitrógeno, pero también muy fuerte,

como ya comentamos. En nuestra parcela no podemos abusar de éste tipo

de estiércol debido que es calcárea, dado su alto contenido en calcio. Lo

mezclaremos con otros estiércoles y restos de cosechas. Este tipo de

estiércol lo sacamos de nuestro gallinero. Se desaconseja el uso de

gallinaza procedente de granjas de cría masiva de pollos de engorde o de

gallinas ponedoras.

- Estiércol de conejo: Este estiércol también suele considerarse fuerte para

su empleo en fresco como abono orgánico. Daba mezclarse con otros

materiales orgánicos para su correcta descomposición y con algo de cal en

polvo para compensar su excesiva acidez. Es un alimento muy bueno para

las lombrices de cría y con él se obtiene un excelente lombricompost. No

disponemos de alguna granja cerca de nuestro huerto y el coste de

adquisición es elevado, por lo que vamos a prescindir de él

- Estiércol de equino: Es bueno, aunque se lo considera algo flojo dado la

alimentación de estos animales y que suele incorporar abundantes

cantidades de la paja seca que les sirve de cama en el establo. Tiene una

fermentación muy rápida y fogosa que lo hace ideal para realizar los

semilleros de cama caliente, solo o mezclado con otros estiércoles. Dada

su abundante aportación de celulosa, va bien mezclarlo en los montones

de compost junto con hierba fresca, restos de cosechas verdes, restos

orgánicos de la cocina, etc. La gran cantidad de microorganismos y urea

que contiene, aceleran la fermentación y la hace más completa. La

desaparición de su olor fuerte y penetrante, es un indicador de que ha

pasado su adecuado proceso de fermentación. Como en todos los

estiércoles, al cabo de unos meses, al final de la fermentación, los hongos

actinomicetos le dan el aroma característico de la tierra fértil o de bosque,

ideal para el cultivo en macetas, plantas de interior delicadas, semilleros,

etc. Este estiércol lo podemos incorporar de nuestro establo, al poseer

animales equinos, y también lo conseguiremos limpiando los establos de

otros amigos que hacen uso de él.



- Estiércol de palomas y pájaros: Es muy similar al de las gallinas, pero

mucho más concentrado. Contiene muchos nitratos, deberá emplearse con

moderación o mezclarlo con otros materiales orgánicos para su correcta

fermentación en el montón de compost. No disponemos de éste tipo de

estiércol cerca y desestimamos para su uso por lo complicado de su

obtención.

Riqueza media de algunos estiércoles:

Producto

Materia seca %

Contenido de elementos

nutritivos en kg.t-1

de producto tal cual

N P2O5

K2O

MgO

S

De vacuno 32 7 6 8 4

De oveja 35 14 5 12 3 0.9

De cerdo 25 5 3 5 1.3 1.4

De caballo 100 17 18 18

Purines 8 2 0.5 3 0.4

Gallinaza 28 15 16 9 4.5

Guano de Perú 100 130 125 25 10 4

Fuente: Cánovas Fernández (1993).



Enmiendas orgánicas

Algunos materiales que podemos emplear en la fertilización del suelo o

mezclarlos en la elaboración del compost, tienen características tan peculiares

que quizá sea interesante tenerlas presentes, aunque, como en el caso del polvo

de hueso o de sangre, haya que utilizarlas con reservas.

Tipos de enmiendas orgánicas:

- Algas marinas: podemos tenerlas a disposición si vivimos en zonas

costeras, toneladas que el mar arroja a las playas. No son excesivamente

ricas en nitrógeno ni fósforo, pero en cambio contienen grandes cantidades

de potasio y oligoelementos interesantes para la salud del huerto. De todos

modos, dado su bajo coste podemos usarlas con profusión para mejorar la

estructura de los suelos. Es decir, que los suelos que han recibido

abundante materia orgánica de un generoso aporte de algas marinas

suelen ser esponjosos, aireados, retienen la humedad en el suelo y fijan

bien los nutrientes evitando en parte su lixiviación por los sucesivos riegos

y lluvias. Añadir algo de estiércol sirve para que sus bacterias aceleren y

mejoren su descomposición e integración de sal que suele recubrir las

algas no justifica que tengamos que lavarlas, aunque habrá que ir con

cuidado en los suelos que ya presenten problemas de salinización. Pueden

usarse a razón de entre 25 y 50 toneladas por hectárea.

- Algas comercializadas: En el comercio podemos hallar varios productos

para usos agrícola basados en las algas, líquidos o en polvo. Pero a pesar

de su gran riqueza en oligoelementos, sus precios son disparatados y

pocas veces salen rentables.

- Cenizas: Son ricas en potasio, elemento que favorece la floración de las

plantas. Van bien para flores, ajos, nísperos y algunas otras plantas

concretas. Hay que vigilar su uso pues son fuertes y algo cáusticas,

pudiendo quemar hojas e incluso raíces de plantas delicadas. Se pueden

añadir en el compost.

- Harina o polvo de sangre: Es muy rica en nitrógeno y útil para plantas de

rápido crecimiento: espinacas, lechugas…Tienen en contra su levado

precio y las dudas sobre lo que puede llevar la sangre de unos animales

criados artificialmente.



- Harina o polvo de huesos: Es rica en fósforo y puede ayudar mucho a la

fructificación de ciertas plantas como tomates, pimientos o berenjenas.

También contienen altas dosis de calcio, por lo que vigilaremos su uso en

nuestra parcela, al ser calcárea. Es preferible echarlo al compostero que al

aire libre y directamente al suelo.

Residuos de industrias agroalimentarias utilizados como abonos ricos en

nitrógeno:

Tipo de

abono

N (%)

P2O5 (%)

K2O (%)

Dosis de

uso (Kg.ha-

1)

Torta de

oleaginosa

4-7 - - 400-1500

Sangre en

polvo

10-14 - - 200-500

Cuernos y

pezuñas

12-15 - - 200-600

Carne en

polvo

9-11 - - 200-500

Cueros en

polvo

7-9 - - 300-1200

Residuos de

lana

3-9 - - 400-1500

Harina de

pescado

4-10 3-6 1-2 300-1000

Huesos en

polvo

2-3 16-20 - 300-500

Tortas de

algodón

3-7 2-3 1-2 400-1500

Fuente: Mariano Bueno, El huerto familiar ecológico (2006).



Reproducción vegetal

En nuestro proyecto, vamos a realizar un semillero que estará situado en un

pequeño invernadero que en siguientes puntos los describiremos con más detalle,

a continuación describiremos los métodos más utilizados y que adoptaremos para

una reproducción vegetal adecuada

Las semillas

Es el método más generalizado de reproducción y el que realizaremos en

nuestros tres modelos. Con este sistema de reproducción conseguimos que las

plantas que nazcan sean más resistentes y estén mejor adaptadas a nuestro

huerto, así si conservamos semillas para su posterior siembra ya tendremos

ganado un gran paso a la hora de la adaptación. Con la selección y mejora

tradicional se consiguen plantas más vigorosas, más productivas, más precoces o

más resistentes a determinadas enfermedades o parásitos, por eso descartamos

siempre que sea posible el uso de plantas híbridas, ya que si guardamos sus

semillas los descendientes de éstos no serán iguales ni similares a sus

progenitores, dando resultados negativos para nuestros intereses si deseamos

vender algún que otro producto.

La radiación solar y terrestre parece alterar la dotación genética a la hora de la

fecundación. Pero la modificación genética mas aparente ocurre en el cruce entre

distintas variedades, ya sea que el cruce se produzca de forma natural o

espontanea, o de forma intencionada, mediante la acción humana.

Obtención y elección de las semillas

Existen algunos aspectos concretos a la hora de elegir las semillas para la

siembra que debemos tener presentes.

- Adaptación: la planta elegida se adapte adecuadamente a las condiciones

climáticas, de suelo, de técnicas de cultivo, de aceptación por el

consumidor y de comercialización.

- Vitalidad: este importante factor está condicionado por el vigor y la salud de

la planta generadora de las semillas, por lo que seleccionaremos muy bien

las plantas madres destinadas a la reproducción, eligiendo las más sanas y

vigorosas entre las que presenten las peculiaridades deseadas para la

variedad concreta. Conviene que estén guardadas en lugares secos y

ventilados. Hay que tener presentes que toda planta que se destine para

semillas, cuanto más madura esté mejor semillas dará.



- La edad o validez germinativa: Hay semillas que con más de un año ya son

viejas y han perdido casi todo su potencial germinativo, mientras otras

pueden guardarse de ocho a diez años sin que se vea muy mermado su

poder germinativo. Por regla general usaremos semillas obtenidas del año

anterior, o del año en producción, aunque existen plantas como las

cucurbitáceas, las lechugas o las berenjenas, que dan mejores resultados

con semillas de dos años de antigüedad, ya que al parecer necesitan un

tiempo de reposo antes de germinar.




- El porcentaje de germinación: es algo muy tenido en cuenta en las semillas

comerciales y consiste en conocer el tanto por ciento de semillas capaces

de germinar en un lote determinado. Legalmente, el porcentaje deberá

superar el 85%. Naturalmente cuanto mas se acerque al 100%, más sanas

se las supone y más a cuenta sale su compra y obtención.

Al calcular las semillas necesarias por metro cuadrado cultivado, hemos de

tener presentes los fallos germinativos para asegurarnos un buen reparto

del suelo o una buena provisión de plantillas dispuestas para el trasplante.

- Problemas con los cruzamientos: es uno de los problemas más frecuentes

en los huertos familiares, debido a sus reducidas dimensiones, es probable

el cruce entre variedades de la misma especie causada por una

polinización anemófila o entomófila. Puede darnos sorpresas

desagradables de un año para otro e incluso perder variedades que

teníamos muy bien adaptadas. Por ello haremos lo posible por no instalar

juntas especies o variedades de las mismas plantas, sobre todo tomates,

pimientos, berenjenas, pepinos, melones, sandías, girasoles, maíz, etc.

Factores germinativos

- Tiempo de germinación: existen semillas de germinación rápida, que en

condiciones óptimas germinan en apenas 24 horas; otras semillas, en

cambio, tardan una semana, e incluso algunas semillas de germinación

lenta que pueden tardar de dos a tres semanas en germinar. Todo éste

tiempo de germinación, se verá afectado por factores como el clima, la

humedad del suelo o el calor que reciba, pudiendo dar lugar a que se

adelanten o retrasen.

- Hidratación: podemos encontrarnos con semillas de cutículas muy duras

que deberán hidratarse poniéndolas en remojo en agua tibia de 12 a 48

horas, según semillas, antes de ser sembradas. Cuando la semilla se haya

hinchado, sabemos que está lista para su siembra. El hidratado también

permite adelantar el periodo de germinación en la mayoría de las semillas.

- Temperatura: Cada semilla tiene una temperatura óptima de germinación,

variando entre plantas e incluso con variedades de una misma especie,

que por algún motivo estén mejor adaptadas. Cada planta requiere una

temperatura estando la temperatura óptima entorno a los 20ºC, sin

embargo ello no implica que haya otras que necesiten hasta 35ºC o más. Si

sembramos ciertas semillas con temperaturas no óptimas para su

germinación, es posible que la mayoría germinen pero sufrirán un cierto

retraso que comprometerá su vitalidad general.



Duración media de germinación de las semillas

De 1 a 3 días De 4 a 6 días De 7 a 10 días Más de 10 días

Berros de agua

Rabanitos

Rábanos

Calabacines

Calabazas

Cebollas

Dientes de león

Endibias

Escarolas

Espinacas

Guisantes

Habas

Judías

Lechugas

Maíz

Nabos

Pepinos

Puerros

Acelgas

Alcachofas

Berenjenas

Borrajas

Canónigos

Cardos

Coles

Mejorana

Melones

Orégano

Pimientos

Remolachas rojas

Romero

Sandías

Tomates

Zanahorias

Ajedrea

Albahaca

Anís

Espárragos

Hinojo

Perejil

Salvia

Tetragona




Obtención de las primeras semillas

Antes de la propia autogestión de semillas, al inicio de todo proyecto, siempre

haremos uso de insumos, esto ocurre con las semillas, así que tendremos que

buscar una empresa que nos suministre semillas no tratadas.

En varios países europeos existen pequeñas empresas de producción de semillas

de cultivo ecológico certificado.

Nosotros las encargaremos a una empresa ubicada en Córdoba, la cual ha

recibido el primer certificado oficial de producción ecológica, “Semillas Silvestres,

S.L.”.

Otra opción que se podía barajar es la de pedir plantas y semillas a los

agricultores que practican agricultura ecológica.

Otras formas de reproducción

No solo nuestra reproducción se puede basar en semillas, ya que hay especies en

la que perderíamos características de la planta madre, se alargaría el periodo

hasta la cosecha.

- Bulbos: Son yemas rodeadas de capas foliares (hojas) que almacenan

sustancias nutritivas de reserva, capaces de mantenerse en estado latente

durante largo tiempo fuera de la tierra y de alimentar los nuevos ejemplares

que germinarán a partir de la yema o yemas presentes en cada bulbo. Se

entierran casi por completo en el suelo, dando origen tras su germinación a

una o a múltiples plantas, como es el caso de las cebollas que una vez

desarrolladas pueden dividirse y trasplantarse dando nuevas cebollas.

- Esquejes o estacas: Parte del tallo, raíz y hoja se separa de la planta

madre, se coloca bajo condiciones de humedad y temperatura favorables y

se induce la formación de raíces o tallos produciendo así una planta nueva.

Siempre que se coloque la estaca se debe respetar la polaridad (enterrar la

parte más basal y dejar al aire la parte más distal). Hay unos factores

ambientales que favorecen el enraizamiento. La temperatura óptima es de

20-25ºC, aplicaremos reguladores de crecimiento favorecederos de la

rizogénesis. Consta de tres fases: enraizamiento, endurecimiento y crianza

de plantones.



La formación de raíces es la parte más importante. Las raíces adventicias, las que

se forman en los tallos de una planta, se producen en tres etapas:

a) Formación de iniciales de raíz a partir de células ya

diferenciadas y con otras funciones, pero que recuperan

actividad meristemática.

b) División de dichas células y formación de primordios radicales

c) Desarrollo de tales primordios y establecimiento de

conexiones entre los tejidos vasculares de las nuevas raíces

y los del tallo, así como la aparición extrema de éstas.

La primera fase depende fundamentalmente de factores genéticos, sobre los que

influyen auxinas y cofactores de enraizamiento. Las otras dos están ligadas a la

disponibilidad de nutrientes, principalmente de asimilados, ya sean de reserva o

proporcionados por las hojas. Ello hace que el éxito o fracaso del enraizamiento

sea resultado del equilibrio hormonal – nutricional necesario para que las fases

descritas puedan tener lugar.

- Estolón: es un tallo que se desplaza por el suelo y de cuyos nudos nacen

raíces y hojas que darán origen a nuevas plantas. Cuando las plantitas han

alcanzado el suficiente desarrollo en el suelo, se arrancan cortando los

restos de tallos que aun las unen con las madres y se trasplantan para su

buen enraizado y posterior trasplante definitivo. Este método permite

cosechas más tempranas.

- Acodos: se trata de una especie de esqueje aéreo o terrestre que se realiza

sin cortar la rama de la planta portadora.

- Tubérculos: Tallos subterráneos hinchados, de almacenamiento. Son para

nosotros las partes comestibles de tales plantas, y para ellas el órgano de

reserva que almacena nutrientes en sus épocas del óptimo desarrollo y que

permitirá su nuevo desarrollo cuando las circunstancias ambientales lo

permitan. Muchas de esas plantas emiten flores y frutos, con sus

consiguientes semillas, aunque si sembramos estas semillas nacerán

plantas con características propias y a menudo alejadas de la uniformidad

que suele conseguirse mediante la reproducción del tubérculo entero o

cortado en tantas partes como yemas o brotes incipientes presente.



- Rizomas: Tallos subterráneos de crecimiento diagiotrópico. Aparentan ser

raíces, pero en los que hayamos yemas capaces de dar brotes y, por

consiguiente, de producir nuevos ejemplares. Se arranca el rizoma y lo

cortamos en pedazos que tengan una o varias yemas, luego las

enterramos y procuramos que tengan un nivel de humedad regular que

evite su deshidratación.

- Injerto: Es un método de propagación vegetativa artificial de

los vegetales en el que una porción de tejido procedente de una planta —

la variedad o injerto propiamente dicho— se une sobre otra ya asentada —

el patrón, portainjerto o pie—, de tal modo que el conjunto de ambos

crezca como un solo organismo. El injerto se emplea sobre todo para

propagar vegetales leñosos de uso comercial, sean frutales u

ornamentales.

El injerto se emplea para permitir el crecimiento de variedades de valor

comercial en terrenos o circunstancias que les son desfavorables,

aprovechando la mayor resistencia del pie usado, o para asegurarse que

las características productivas de un ejemplar se mantienen inalteradas,

frente a la dispersión genética que introduce la reproducción sexual. En el

caso de híbridos de número cromosómico impar, que son estériles por

naturaleza, la propagación vegetativa es la única manera de reproducción

posible. Más raramente, el injerto se utiliza para unir más de una variedad

en un mismo patrón, obteniendo así un único ejemplar que produce frutos

o flores de varias características diferentes.

En la mayoría de los casos, una de las variedades se selecciona como raíz

por su resistencia, y el tallo de la especie elegida como variedad se injerta

sobre esta base. En otros casos, una yema de la variedad se injerta

lateralmente en el tronco del patrón, y sólo después de asegurarse la fusión

exitosa se corta este último.

En nuestro proyecto utilizaremos reproducción por semillas, o directamente

compraremos en los viveros para trasplantarlas, ya que no realizaremos un

semillero propiamente dicho.



La siembra

Una vez que disponemos de las semillas adecuadas y nos planteamos su

siembra, tendremos en cuenta las características específicas de cada planta en

cuanto a las necesidades de temperatura, humedad, suelo, ocupación del

espacio, ciclo vegetativo, etc.

En función de todo ello podemos elegir una siembra directa o preferir la siembra

en semillero, que reúna unas condiciones más adecuadas para la germinación y

el buen desarrollo de las plantas en sus primeras fases de desarrollo, que

implicara un posterior trasplante a su lugar definitivo.

Cuando se desea acelerar el proceso germinativo se puede recurrir a la

pregerminación, dejando las semillas a remojo en agua de 24 a 48 horas antes de

la siembra. Según algunos, si añadimos un 10-20% de agua oxigenada al agua en

remojo, aumenta el porcentaje de éxitos germinativos y da a la planta mayor

vitalidad y robustez en todo su ciclo vegetativo. Someter las semillas a una fuente

de calor de 35-40 ºC durante unas horas antes de su siembra, les indicara que

algo ha cambiado en su prolongada letargia y aceleran el proceso germinativo.

La siembra directa

Siempre y cuando las condiciones nos lo permitan realizaremos una siembra

directa. Se realiza una vez preparado y acondicionado el suelo, que deberá estar

bien desmenuzado, mullido, aireado y con una humedad óptima para permitir la

adecuada germinación, evitando el riego que produzca un arrastre de las semillas

y la creación de una costra que dificultaría la emergencia de los tiernos brotes, si

no hay más remedio que recurrir al riego no hay que olvidar de romper esa costra

con una escarda.

Profundidad de siembra: Es importante conocer y respetar la

profundidad de siembra ideal para cada semilla. Una siembra

demasiado superficial puede hacer que una vez germinadas las

semillas se seque el suelo y las propias semillas, sin embargo, una

siembra muy profunda nos obligará a realizar la planta un gran

esfuerzo por salir debilitando los brotes que no reciben el suficiente

calor para activar la germinación. Por ello pediremos consejo,

aunque siempre se dice que una semilla debe ser enterrada tres

veces su tamaño.



Profundidades de siembra ideales

1-3 mm 0.4-1cm 1-2 cm 2.5-4 cm 4-5 cm

Albahaca

Apio

Berros

Perejil

Zanahorias

Achicoria

Ajedrea

Alquequenje

Anís

Berenjenas

Borrajas

Canónigos

Cebollas

Coles

Endibias

Eneldo

Escarolas

Estragón

Lechugas

Mostaza

Nabos

Pimientos

Puerros

Rabanitos

Rábanos

Tomates

Acelgas

Alcachofas

Cardos

Dientes de león

Espinacas

Hinojos

Melisa

Orégano

Remolacha

roja

Romero

Tanaceto

Tomillo

Cacahuetes

Calabacines

Calabazas

Cilantro

Espárragos

Guisantes

Judías

verdes

Lentejas

Maíz

Melones

Pepinos

Sandias

Alubias

Garbanzos

Habas




Formas de siembra directa

- Siembra a voleo: es el método por excelencia para sembrar bancales o

grandes superficies con cultivos en que entran un gran número de plantas

por unidad de superficie y sobre todo que se cosechan mediante siega,

como el perejil o la alfalfa. También es frecuente la siembra a voleo de las

zanahorias y de la mayoría de semilleros que proveerán plantas para el

trasplante. Este método requiere su experiencia, ya que hay que procurar

un reparto regular y uniforme. La mezcla homogénea de las semillas con

arena fina, perlita o compost muy descompuesto, esparcida en una fina

capa, permite un reparto regular. Una vez esparcidas las semillas, las

recubrimos con tierra fina o compost muy fermentado y dar una pasada de

cultivador o con el rastrillo o las puntas de la horca a fin de mezclar y

enterrar convenientemente las semillas.

- Siembra en líneas: Cuando se desea racionalizar un espacio cultivado. La

siembra en líneas, sea sobre una parcela plana o en surcos, es la forma

más habitual de conseguirlo. La distancia de separación entre líneas o

surco se calcula en función de las dimensiones de las plantas en pleno

desarrollo, debiendo quedar un mínimo espacio para desherbar, aporcar o

andar entre las líneas en el caso del cultivo en surcos. Es el método que

más vamos a usar para sembrar en nuestro huerto. Al sembrar

depositamos las semillas de forma continua en unos surcos o en unas

hendiduras, luego se recubrirán con tierra o compost y presionamos la

tierra para que quede un poco compactada y la semilla se adhiera a la

tierra.

- Siembra en hoyos: Lo usaremos cuando sembremos plantas con gran

porte o desarrollo como melones, sandias o calabazas, entre otras.

Cavaremos el hoyo y le añadiremos una o dos palas de compost mezclado

con tierra fina se añaden de tres a cincos semillas y se recubre con una

capa de compost fermentado o de tierra. De todas las semillas que

emergen dejamos las de mejor aspecto y vigorosidad. La distancia entre

los hoyos va en función del desarrollo final de cada planta.



Como sembrar

- Siembra a mano: para realizarla adecuadamente, debemos tener una gran

habilidad y mucha experiencia, pues implica prever la cantidad de semillas

que deberá caer al suelo, distribuirlas uniformemente, sin concentrarlas en

unas zonas o dejando otras despobladas.

- Las sembradoras mecánicas: existen una variada gama de máquinas que

facilitan las tareas de siembra, permitiendo un reparto regular de las

semillas. Hay algunas sencillas, con ruedas que se empujan con las manos

y se regulan según el tamaño de las semillas a sembrar y la distancia de

separación.

La finalidad en todos los casos es establecer una densidad superficial de plantas

óptima, y el esparcimiento adecuado, desde los puntos de vista agronómicos y

económicos. La densidad de plantas y el espacimiento vienen definidos

principalmente por:

- Clase de cultivo

- Tipo de suelo

- Fertilidad del suelo

- Humedad disponible

- Efecto del espaciamiento en la línea y entre líneas sobre la facilidad y el

coste de las operaciones: aclareo, control de malas hierbas, cultivo y

recolección

La superficie del terreno después de la siembra puede quedar conformada en

diferentes perfiles:

a) En surcos

b) En terreno labrado en llano

c) En cerros

d) En caballones

e) En terreno sin labrar: siembra directa



Nuestro clima se adecua bastante bien a lo que son regiones semiáridas,

utilizaremos en algunos casos la siembra en surcos, pues la semilla aprovecha

mejor la humedad de la capa inferior del terreno. La siembra en caballones o en

cerros, al contrario, deja libre la zona profunda para que corra el agua libremente:

adecuada en zonas húmedas o en riego. En condiciones favorables de humedad

es frecuente la siembra en llano.

Existe una combinación, la cual usaremos en nuestro proyecto, de la siembra en

caballones y en llano, que consiste en colocar una o dos líneas (“líneas

pareadas”) en caballones anchos o mesetas. Lo que nosotros denominaremos

bancales y que usaremos.

Las máquinas sembradoras tienen la misión de colocar en el terreno las más

diversas clases de semillas sin dañarlas; en general, la siembra la realizan en

líneas, a una profundidad uniforme, pero diferente para cada semilla y

condiciones distintas (1-8 cm). Debe ser posible la regulación de las diferentes

dosis de siembra (1 a 250 Kg/ha) con la mínima variabilidad. Para determinados

cultivos, con una densidad de plantas definitiva entre 70000 y 15000 por hectárea

(remolacha, maíz, hortícolas), tendremos una distancia entre 2 y 15 cm.

La dosis de siembra, D, se determina en función del peso, G en g por 100

semillas, el número de plantas Zp que se desee establecer por hectárea y el factor

germinación F(%), anteriormente descrito.

Nosotros al no disponer de grandes superficies lo adecuaremos a lo que tenemos,

mediante la siguiente fórmula:

D (Kg/ha) = (G * Zp / f) * 10-8



Siembra en semilleros

Los semilleros tienen sentido cuando por ejemplo las condiciones climáticas no

permiten la siembra directa en el lugar de desarrollo definitivo de las plantas

cultivadas; es decir, que mientras estemos con temperaturas desfavorables y

mejora el clima podemos tener un buen número de plantas es sus primeros

estadios fenológicos, desarrollándose en varios semilleros, pudiéndose adaptar

este tipo de reproducción vegetal a cualquier tipo de los tres modelos.

- Semilleros al aire libre: se acondiciona un bancal, con la tierra suelta y libre

de humus, con la superficie rastrillada y allanada. Para las semillas más

pequeñas, regaremos previamente la tierra, esparciremos las semillas y

cubriremos la tierra con una fina capa de compost muy fermentado y tierra

tamizada a partes iguales.

Para evitar que se reseque el semillero lo cubriremos con una tela de

arpillera o con una malla de sombreado, hasta que germinen las semillas.

Las semillas de mayor tamaño, podemos esparcirlas y rastrillar la tierra

para que se mezclen, aunque es preferible cubrirlas con tierra tamizada.

En los semilleros al aire libre vigilaremos las hierbas que puedan competir

directamente con nuestras especies, pudiendo crear grandes problemas a

estas.

- Semillero protegido: permiten crear condiciones más favorables para el

desarrollo de las plantas y protegerlas de las condiciones desfavorables del

invierno como son las bajas temperaturas

También tienen inconvenientes, como el trabajo que requiere construirlos y

mantenerlos y sobre todo visitarlos con frecuencia, pues si no hacemos que

estén destapados los días soleados, correremos el riesgo de que crezcan

largas y finas como hilitos y sin la suficiente robustez para mantenerse en

pie cuando queramos trasplantarlas al aire libre. El exceso de riego o

humedad interna del semillero también son problemáticos, provocando

podredumbre y otras enfermedades.

Aunque existen semilleros que se puedan calentar mediante tuberías de

agua caliente o resistencias eléctricas, no vamos a plantearnos esta

opción.



Ventajas de tener semilleros

Aprovechar el espacio, ya que en estos las plantas tienen una densidad de

plantación alta

Facilitan las labores de riego y de vigilancia de hierbas competidoras

Mayor protección de las plantas en sus primeras fases de desarrollo, tanto

del excesivo frio, como de las heladas nocturnas, el viento, las lluvias, el

exceso de humedad, la radiación solar demasiado intensa o los parásitos

Permiten seleccionar las plantas más vigorosas y las que no presentan

deficiencias genéticas visibles en las primeras fases de desarrollo

Permiten adelantar las cosechas, ya que cuando en el exterior el clima es

propicio, las plantas ya han realizado una parte de su desarrollo en el

semillero

El trasplante

El trasplante es la acción de trasladar definitivamente al campo las plantas

obtenidas en los semilleros cuando han alcanzado las condiciones y el

clima lo permite. Algunas hortalizas, como las lechugas, las acelgas o los

puerros, suelen trasplantarse con bastante facilidad y no requieren

cuidados especiales, en cambio otras como los pimientos y los tomates son

muy delicadas. Hay especies en las cuales el trasplante es innecesario

porque no lo necesitan o porque les perjudican, y sin embargo, a otras les

beneficia.



Ventajas del trasplante

Permiten germinar las semillas en condiciones vigiladas y proteger

las plantas en sus primeras fases de desarrollo

Se evitan fallos germinativos y también permiten seleccionar las

mejores plantas para el trasplante, ya que el tiempo que pasan las

plantas en el semillero nos permite distinguir las más vigorosas y

sanas

El periodo en que las plantas están en el semillero nos otorgan un

mayor margen para trabajar la tierra, abonarla y prepararla para la

acogida de las plantas

Permiten adelantar la producción

Acorta el tiempo de ocupación de la parcela cultivada

Permiten plantar directamente en los bancales y parcelas

acolchadas con paja, materia orgánica, cartones o plástico, donde

es casi imposible la siembra directa de semillas.

El tiempo en que las plantas permanecen en el semillero nos

evitamos las labores de riego, escarda y desherbado

Se facilita la distribución regular de cada planta, a distancias

convenientes en función de su desarrollo

Puede ofrecer mayor resistencia o protegerse de ciertos parásitos

del suelo, de hongos o nematodos, que serían muy dañinos en las

primeras fases del desarrollo

Permiten trasplantar a intervalos sucesivos para dar cierta

uniformidad a cada parcela

Inconvenientes del trasplante

Se debe tener cuidado en el manejo, ya que podríamos dañar las

plantas, sobre todo precaución con las raices

Requiere algunos trabajos adicionales con respecto a la siembra

directa

Las plantas pasan un periodo de freno en su desarrollo, debido a la

conmoción sufrida.

Suelen darse algunos fallos que obligan a replantar. Conviene tener

plantas de reserva en el semillero



Una de las soluciones para el no dañar a las raíces o reducir un impacto negativo

es trasplantar en cepellones.

Densidad de cultivo

Cada planta tiene unas necesidades específicas de suelo, nutrientes, luz y aire

que determinan su densidad de cultivo.

El sistema de bancal profundo y los cultivos asociados soportan densidades de

siembra muy superiores al cultivo tradicional en surcos o líneas paralelas, ya que

plantamos juntas plantas altas.

- Distancia apropiada y aclareo: colocamos las plantas a distancias

apropiadas, pero cuando realizamos siembras directas las plantas pueden

nacer mucho más espesas de lo que sería deseable para su buen

desarrollo. Ello nos obligará a efectuar uno o varios aclareos hasta

conseguir la distancia entre plantas más convenientes. Unas veces se

puede buscar la máxima productividad por metro cuadrado y sembrar o

plantar más junto, y en otras se puede dar prioridad al mayor volumen de

desarrollo posible de la planta.

- Podas y despuntes: las plantas con yemas laterales desarrollan una gran

masa vegetal que, de no intervenir, ocuparía un excesivo espacio, se

asfixiarían por la falta de ventilación y desarrollarían muchos frutos de

tamaño muy reducido. Algunas plantas también se benefician en su

desarrollo con el aclareo de las hojas más viejas, como las tomateras, o de

las excesivamente voluminosas, como las coliflores.



RECOLECCIÓN



Recolección

Cada planta tiene sus propios ciclos de desarrollo, variando mucho de un rabanito

que podemos arrancar de la tierra antes de cumplido el mes desde su siembra y

una zanahoria que nos hará esperar de dos a cuatro meses, según variedades y

época de siembra, hay que mantener una guardia constante en el momento en el

que empiezan a florecer y a fructificar para poder recoger todos los frutos, sin

tener la desagradable experiencia de que se nos pudran en la mata o sean

picados por algún que otro insecto porque no fuimos capaces de recogerlos a su

debido tiempo. No hay que olvidar que cada planta tiene un momento adecuado

para su maduración o para su recolección en función de si vamos a destinarlos

para conservar o consumir directamente, también no todos los frutos hay que

recolectarlos maduros, ya que hay variedades que si las dejamos madurar luego

es imposible comerse el fruto porque ha desarrollado todas sus semillas y son

incomibles al volverse amargas, o endurecerse, como los pepinos, las judías

verdes, los calabacines o las berenjenas.

Los gustos de los consumidores finales entran en juego, es decir lo que demanda

el mercado es a lo que muchos agricultores se tienen que atener, por ello es

incluso conveniente, recolectar todo el producto que va a la venta, poco madurado

para que el gusto culinario del consumidor no se vea afectado. No hay que olvidar

que esta medida sólo la mantendremos mientras que conocemos a nuestros

clientes, ya que una vez conocidos podemos averiguar como desean el producto.

Una pronta recolección afecta a las propiedades nutritivas y organolépticas.

Recolección escalonada y de temporada

En la recolección escalonada es muy importante conocer la frecuencia o los

intervalos adecuados entre cosechas, para poder así optimizar la producción, ya

que cuando nos olvidemos cosechar los frutos empiezan a “granar” y aminoran o

detienen la producción de flores o se produce un fallo es su cuajado, dando

prioridad a la formación de los frutos ya existentes y bloqueando los nuevos,

parándose el proceso de cosecha escalonada.



Estos intervalos de recolección varían de una planta a otra.

Recolecciones de temporada

Ajos

Boniatos

Cacahuetes

Calabazas

Cebollas

Garbanzos

Judías secas

Lentejas

Patatas

Recolecciones escalonadas

Cada día Cada tres o cuatro días De siete a diez días

Calabacín

Espárragos

Fresas

Acelgas

Albahaca

berenjenas

Berros

Borrajas

Brócolis

Espinacas

Guisantes

Habas

Judías verdes

Lechugas

Mejorana

Melisa

Melones

Menta

Orégano

Pepinos

Pimientos

Rabanitos

Salvia

Sandía

Tomates

Achicoria

Ajedrea

Ajos tiernos

Alcachofas

Alubias

Apio

Apionabo

Canónigos

Cardos

Cebollas tiernas

Chayotes

Coles de Bruselas

Coles chinas

Coliflores

colirrábanos

Dientes de león

Endibias

Escarolas

Estragón

Hinojo

Maíz

Nabos

Perejil

Puerros

Rábanos

Remolacha roja

Repollo

Romero

Tupinambos

zanahorias



De la siembra a la recolección (periodo mínimo)

Días Cultivo

20 Berros, rabanitos

40 Albahaca, calabacines, cebolla tierna,

espinacas, lechuga de corte, nabos

50 Acelgas, brócolis, coles, coliflores,

colirrábanos, lechugas, pepinos,

zanahorias

60 Berenjenas, berzas, canónigos,

endibias, guisantes, remolachas rojas

70 Col china, escarola, habas, maíz,

perejil, pimientos, tomates

90 Apio, calabazas, cebollas, coles de

Bruselas, diente de león, melones,

patatas

100 Ajos, puerros

120 Ajedrea, apionabo, boniatos, cardos,

lentejas

150 Alcachofas, anís



Cosechas de consumo inmediato y de guardar

Hay que tener en cuenta, que para la recolección el consumo final es

imprescindible, pues distintas variedades de una misma especie dan resultados

de consumo en fresco o conservación muy diferentes. Por ello debemos tener

claro a la hora de sembrar, que destinamos al consumo de inmediato y que

vamos a dejar en conserva, ya que se puede sembrar especies de larga

conservación y otras de poca conservación.

Con las leguminosas sucede un fenómeno a tener muy en cuenta. Cuando las

habas o los guisantes son muy tiernos, contienen una abundante proporción de

agua y muchos nitratos. A medida que se van desarrollando disminuye la

proporción de nitratos y se incrementan los azúcares, volviéndose más dulces. Y

en plena maduración, apenas hallamos agua o nitratos y sí un gran incremento de

las proteínas.

Para algunas hortalizas, como las patatas, conviene conocer bien el momento de

cosecha, pues de recogerlas antes de tiempo no tendrán la calidad necesaria o si

deseamos guardarlas se pudrirán con facilidad. En cambio, si las dejamos

demasiado tiempo en la tierra una vez desarrolladas, corremos el riesgo de que

les ataquen ciertos parásitos y mermen la cosecha.

Todo lo expuesto hace que el tiempo que transcurre desde la cosecha al consumo

varíe mucho de unas plantas a otras, y mientras la mayoría de las verduras y

hortalizas frescas –lechugas, acelgas, espinacas, calabacines, etc.- una vez

cosechadas conviene consumirlas lo antes posible, pues se estropean o pierden

propiedades con suma rapidez, con patatas, cebollas, boniatos o chayotes no

resultará negativo alargarlo, e incluso tenemos el caso de las calabazas de

guardar, con las que conviene esperar unos meses desde su recolección para

que ganen en dulzor y sabor.



SISTEMAS DE PROTECCIÓN



Sistemas de protección

Proteger los cultivos es una opción a nuestro alcance, aunque algunos círculos de

agricultores ecológicos no lo ven con buenos ojos. El debate gira en torno a que

las plantas cultivadas en ambientes protegidos no suelen conseguir los mismos

nutrientes que los cultivos similares que se desarrollan al aire libre. Sobre todo se

detecta una mayor concentración de nitratos en las plantas que crecen en túneles

o invernaderos, lo que hace a estas plantas más vulnerables a enfermedades y

parásitos, y más propensas a estropearse con rapidez una vez cosechadas,

además de ser menos nutritivas y un poco tóxicas.

Pero existen muchas zonas poco privilegiadas climáticamente, cuyos cortos

veranos y largos inviernos limitan mucho la obtención de hortalizas para consumo

fresco durante buena parte del año.

Este no va a ser nuestro caso, en nuestro proyecto no vamos a tener problemas,

ya que se supone que al estar situado dentro de la ciudad estará bastante

protegido de la climatología adversa.



PLAGAS Y ENFERMEDADES



Plagas y enfermedades

De sobra es conocido el excesivo uso de productos fitosanitarios, los cuales, a

veces no son aplicados de una forma muy ortodoxa, ya que no hacemos uso de

los técnicos expertos en la materia, perdiendo rentabilidad y eficiencia.

El monocultivo es una de las causas de la proliferación de una plaga, a parte de

varios factores como el mal estado de las plantas, excesivo uso de plaguicidas

que hace que en el futuro una misma plaga sea más resistente, etc.

En nuestro proyecto haremos uso de una asociación de cultivos, con la que no

perjudicaremos la salud de nuestras plantas con el anterior problema descrito.

Mediante una buena asociación de cultivos, técnicas preventivas para la

prevención de plagas y enfermedades, uso de técnicas que respeten las

normativas vigente de la agricultura ecológica en Europa y el buen hacer de los

técnicos y personas a cargo, haremos no solo un huerto que satisfaga el trabajo

realizado, sino que pueda llegar a lo más rentable y eficiente.

Se ha comprobado que algunas plantas sanas contienen sustancias repelentes de

los parásitos o tóxicas para ellos y que las plantas enfermas emiten sustancias

que resultan atrayentes para sus “enemigos” naturales (plagas y enfermedades).

En ocasiones se trata de sustancias químicas volátiles que exhala la planta

enferma; en otros casos son sus propios azúcares, proteínas, hormonas, etc., los

que están alterados. Por ello debemos tener claro que nuestras labores y

prácticas agrícolas podemos potenciar la salud y por consiguiente la autodefensa,

o desencadenar el estrés vegetal o los desequilibrios suficientes para que la

planta se debilite y sea pasto de plagas y enfermedades. En la agricultura que

vamos a llevar a cabo no es que estemos exentos de que aparezcan plagas

devastadoras, sobre todo los primeros años, simplemente es que no es frecuente

y si sucede hay que preguntarse que hemos hecho mal.



Causas de los problemas

Salvando las condiciones climáticas, las cuales no podemos controlar, la mayoría

de problemas graves que aparecen en la agricultura comercial son el resultado

de:

Errores humanos y labores incorrectas

Elección de variedades no adaptadas al terreno o al clima del lugar

Desequilibrio de nutrientes del suelo

Excesiva mineralización y falta de humus por el abuso de fertilizantes

químicos

Destrucción de la vida microbiana del suelo, por el abuso de plaguicidas

con efectos residuales

Merma o inhibición de la actividad de las micorrizas simbióticas de las

raíces de las plantas causada por el uso de fungicidas

Desaparición de flora espontanea que sirve de refugio a las especies

controladoras o depredadoras

Eliminación progresiva de la fauna útil aliada del agricultor

Monocultivo repetido durante varios años sucesivos en la misma parcela

Efectos tóxicos de los plaguicidas para la salud

Bioacumulación en la sangre y la grasa humanas, en la leche materna.

Estos venenos pueden actuar en concentraciones de 1 ppm o 0.001 ppm

como estrógenos débiles

Afección de glándulas suprarrenales y tiroides

Trastornos reproductivos: esterilidad en hombres y desarrollos anómalos

femeninos

Trastornos hormonales

Cánceres derivados de las sustancias directamente, de impurezas o de sus

metabolitos de degradación.



Descripción breve de “enemigos”

Dentro de los invertebrados y en los del tipo Artrópodo tenemos cuatro clases:

insectos, miriápodos, arácnidos y crustáceos.

Los insectos se caracterizan por tener un cuerpo dividido en tres regiones:

cabeza, tórax y abdomen: en la cabeza se insertan un par de antenas, y en el

torax, tres pares de patas y, en general, dos pares de alas, (espeladas y

denominadas élitros en Coleópteros y Ortópteros; si solo se endurece la parte

basilar del ala, constituyendo un hemélitro, tenemos a los Hemípteros; si el

segundo es rudimentario, Dípteros, y si este segundo par esta desarrollado,

Lepidópteros).

Los miriapodos se caracterizan por tener antenas, mandíbulas y elevado número

de segmentos.

Los arácnidos presentan un cuerpo dividido en dos segmentos (cefalotórax y

abdomen) con un par de quelíceros prebucales y cuatro pares de patas.

Los crustáceos son mandibulados y poseen dos pares de antenas.

En la clase gasterópodos del Tipo moluscos encontramos babosas y caracoles.

En tipo Gusanos, la clase Nematodos como las Heteroderas y las Anguilluvilas

son las más representativas.

Otros: mamíferos (ratas, ratones, topillos, conejo, etc.); aves (mirlos, gorriones,

etc.).

En cuanto a vegetales que viven a expensas de las plantas cultivadas, las

Criptógamas (carecen de flores y frutos) parasitas pertenecen al Tipo de las

Talofitas (sin raíz, tallo y hojas) donde tenemos hongos y bacterias. Las

Fanerógamas (con raíz, tallo, hojas, flores y frutos) serán todas aquellas, mal

denominadas “malas hierbas”.

Los hongos parásitos pueden ser: ectoparásitos, si se desarrollan en el exterior de

las plantas y endoparásitos, que viven en el interior de la planta parasitada.

En general, la bacteriosis son producidas por Bacterium o Bacillus; así, la

Bacterium savastoni Smith que produce la “Tuberculosis” del olivo; la enfermedad

de la “grasa” en las judías por Bacterium medicaginis var. Phaseolicola;

podredumbres en la patata, etc.



A los virus lo vamos a considerar como verdaderos parásitos, eminentemente

infecciosos, y, en general, específicos de una planta determinada. Los virus

causan rara vez una infección local, sus síntomas externos se manifiestan en toda

la planta, y bajo este aspecto puede formarse con ellos tres grupos: los mosaicos,

la necrosis y diversas deformaciones

.



Parásitos y enfermedades más comunes en cultivos Hortícolas

Alacrán cebollero o grillotopo (Gryllotalpa grillotalpa)

Es un ortóptero, con pinzas, 4 o 5 cm de longitud y cava galerías en el suelo,

atacando las raíces de las plantas jóvenes y cortando sus tallos por la base. Es de

hábitos nocturnos, por lo que es excepcional verlo de día. Es raro que se instale

en los huertos, pero cuando hace acto de presencia es devastador. Suele estar

más presente en suelos húmedos, ligeros y muy mullidos.

- Acciones preventivas: es importante potenciar la presencia en el huerto de

sus enemigos, como son los erizos, musarañas, topos y aves rapaces. Si

existe un ataque muy grave, podemos realizar a partir de otoño agujeros de

unos 10 cm de profundidad, los llenamos con estiércol de caballo y los

cubrimos con tejas. Durante los días fríos y hasta la primavera deberemos

visitar las trampas y eliminar los insectos y sus larvas.

- Lucha directa: un remedio eficaz consiste en esparcir al atardecer cebos

compuestos de salvado, azúcar o leche condensada, agua y un insecticida

vegetal. Los grillotopos saldrán atraídos por nuestro preparado. A partir de

primavera podemos enterrar a ras de suelo latas de conserva o tarros de

vidrio de boca ancha, en cuyo fondo depositamos unas gotas de esencia

de trementina y algo de estiércol fresco o llenos hasta la mitad con agua,

por la noche serán atraídos cayendo en las trampas y no pudiendo salir o

ahogándose.



Araña roja y araña amarilla (Tetranychus telarius y Tatranychus urticae)

Son unas minúsculas arañas (ácaros) de color rojizo o amarillento que apenas

miden 0.5 mm y viven en grandes colonias en el envés de las hojas. Forman una

especie de fieltro gris bajo las hojas de que se alimentan. Las hojas se cubren de

manchas, van amarilleando poco a poco y terminan por secarse. Suelen atacar a

varias hortalizas: judías, guisantes, calabazas y calabacines, tomates y pepinos.

Su actividad suele estar asociada a periodos secos o a falta de riego.

- Acciones preventivas: será suficiente mantener la tierra húmeda de forma

regular. Los acolchados favorecen la retención de humedad en el suelo.

Hay que controlar el exceso de nitrógeno aportado. Respetar las rotaciones

evita que se establezca colonias en una parcela determinada. Aquellas

plantas que soporten sin problemas el riego por aspersión la regaremos de

este modo para mantener a nivel foliar la humedad necesaria que impide

su proliferación.

- Lucha directa: empezaremos con fumigaciones de ajenjo, ortiga y cola de

caballo, tratamientos preventivos y paliativos. En caso de resistirse,

emplearemos un insecticida natural a base de pelitre, rotetona,

nim…procurando fumigar la parte inferior de las hojas, ya que se localizan

ahí.



Caracoles y babosas

Los primeros son residentes comunes en la mayoría de los campos de cultivo y

huertos pequeños y grandes. Las babosas son más propias de huertos y lugares

húmedos, necesitan ambientes habitualmente húmedos. En el huerto se les teme

bastante ya que devoran con facilidad los brotes jóvenes, las plantitas tiernas y

las hojas de muchas hortalizas. A menos que resulten plaga devastadora no

deberíamos preocuparnos demasiado por la presencia de algunos caracoles o

babosas en el huerto. Cuando se convierten en problema para las plantitas del

semillero o para la calidad de las cosechas, tendremos que pasar a la acción.

- Acciones preventivas: proteger y potenciar la presencia de sus

depredadores naturales: erizos, sapos, gansos, patos, algunas aves y los

seres humanos. Esparcir ceniza o serrín muy seco alrededor de los cultivos

sensibles a los ataques de babosas y caracoles. No se debe mojar el serrín

y la ceniza, ya que pierden su eficacia.

- Lucha directa: recogerlos manualmente aprovechando los días de lluvia,

que es cuando salen de día y dárselos a las gallinas, a los patos, etc.

Distribuir tejas y otros elementos que les sirvan de cobijo y faciliten su

recogida. Enterrar recipientes de boca ancha a ras de suelo y llenar la

mitad con cerveza. Las babosas acudirán a beber y se ahogaran. En caso

de plaga devastadora está permitido recurrir a los gránulos de metaldehído

(alcohol de ciertas maderas) que tras su consumo los deshidrata y mueren.

Estos cebos granulados no hay que esparcirlos por el huerto sino

colocarlos en recipientes repartidos regularmente y cubrirlos con una teja u

otro elemento que impida su ingestión por animales domésticos u otros.

Esa protección también servirá para que las lluvias no disuelvan y

desintegren el producto.



Gusanos de alambre (Agriotes lineatus, Agriotes obscurus o Agriotes sputator)

Son unos gusanos amarillos muy brillantes que se alimenta de la materia orgánica

en descomposición y atacan las raíces y los tallos subterráneos de numerosas

plantas, sobre todo las recién trasplantadas, creando numerosas ajas en los

trasplantes de tomateras o pimientos; también atacan a las patatas, al maíz, los

fresales, las zanahorias y otras hortalizas. Su presencia es abundante en terrenos

cálidos y en los que se ha incorporado materia orgánica fresca como abonos

verdes o estiércoles.

- Acciones preventivas: si tenemos un huerto propenso a los gusanos de

alambre procuraremos sembrar o trasplantar dejando pasar más de un mes

desde la incorporación de la materia orgánica fresca al suelo. Entre tanto

daremos varias pasadas de cultivador o removeremos la tierra del bancal

con la horca de doble mango, a fin de acelerar el proceso de

descomposición.

- Lucha directa: realizamos un control manual mediante el uso de trampas,

consistentes en enterrar cada varias plantas trasplantadas, rodajas de

zanahoria o de patata de unos 2 cm de grosor. Habrá que repasar

periódicamente las trampas, levantándolas y arrancando los gusanos para

darlos a las gallinas. No resultan fáciles de aplastar por lo que es mejor

partirlos en dos o quemarlos.



Gusanos grises (Agrotis vegetum)

Suelen vivir escondidos en la tierra y atacan especialmente los tallos, las hojas y

el cuello de las plantas más jóvenes y tiernas, sobretodo a las recién

trasplantadas. También atacan a las patatas. Son de hábitos nocturnos y durante

el dia se esconden bajo la tierra, entre 1 y 3 cm de profundidad, por lo que hay

que escavar al lado de las plantitas que aparezcan por la mañana cortada de

cuajo o extrañamente marchita.

- Acciones preventivas: como invernan en el suelo, lo buscaremos mientras

realizamos las cavas de otoño o invierno. Lo podemos simplemente

aplastar o darlos a las gallinas.

- Lucha directa: aplicar preparados de Bacillus thuringiensis al suelo y a las

plantas atacadas o atacables. Podemos elaborar un cebo a base de

salvado, azúcar (o leche condensada) y polvo de Bacillus thuringiensis

diluido en agua. Este preparado se esparce a los pies de las plantas al caer

la tarde. A menudo afloran a la superficie cuando realizamos binas o

escardas junto a los cultivos. Entonces, los recogemos para las gallinas o

los destruimos in situ.



Gusanos y orugas diversos

Mencionamos a continuación algunos gusanos y orugas más corrientes del

huerto. Para su control seguiremos las recomendaciones dadas para las orugas

de las coles.

Larvas de la mariposa blanca de la col (Pieris rapae): son de color verde,

suelen medir unos 4 cm de longitud y atacan especialmente a las coles y a

los nabos, aunque también podemos hallarlas en el resto de crucíferas.

Gusano de las lechugas (Triphaema pronuba): es de color marrón verdoso

con tres líneas longitudinales más claras, alcanza los 6 cm de longitud y

ataca principalmente las lechugas y otras plantas de hoja ancha.

Gusano de la col (Mamestra brassicae): es de colores diversos, que van

del gris al marrón claro y del amarillo al verde castaño, su cabeza es negra

y tiene líneas oscuras. Ataca principalmente a los ajos y las corazones de

las coles.



Mildiu

Es una enfermedad producida por hongos que atacan especialmente a las

patateras y tomateras, a la vid y a algunas otras plantas del huerto. Se puede

decir que casi existe una especie de hongo causante del mildiu para cada especie

hortícola cultivada. Es una enfermedad propiciada por humedad elevada, típica de

zonas húmedas y épocas lluviosas con temperaturas de entre 10 y 20 ºC. Suele

desarrollarse en las partes de la planta que permanecen mojadas, y es fácil

propagar el problema al tocar o manipular las plantas aún húmedas. Se manifiesta

en forma de manchas blanco-amarillentas que pasan a grises y que van

endureciendo y secando hojas, tallos y frutos.

- Acciones preventivas: en las regiones húmedas y donde se prevean largos

periodos lluviosos habrá que elegir plantas resistentes al mildiu. Sembrar y

trasplantar evitando la densificación de las plantas, dejando el espacio

suficiente para una ventilación correcta. Podas y aclareos que dejen

espacios para una aireación adecuada. No manipular las plantas mientras

permanezcan mojadas. Si colocamos unos finos hilos de cobre enrollados

en los tallos de las tomateras, los iones de cobre que por osmosis

circularan por la savia de las plantas dificultaran o impedirán el desarrollo

del mildiu y de otros problemas criptogámicos.

- Lucha directa: fumigación con decocciones a base de cola de caballo.

Fumigación con caldo bordelés, a ser posible al inicio de los periodos

húmedos y antes de que se manifieste la enfermedad. Conocer los ciclos y

las condiciones generales del desarrollo de las enfermedades o patógenos

sirve para actuar de forma preventiva.



Mosca blanca

Se distingue por su revoloteo cuando tocamos o movemos las plantas. Forman

colonias en el envés de las hojas, agrupando sus puestas y compartiendo el

espacio con las larvas sin alas, las pupas y los adultos.

La presencia de algunas moscas blancas no suele ser problemática, pero cuando

se trata de grandes colonias los daños son importantes, ya que se alimentan

succionando las hojas, las cuales se vuelven amarillenta y acaban secándose y

cayendo. Otro problema asociado es la aparición de hongos secundarios debido a

la presencia de melazas exudadas por la mosca blanca.

- Acciones preventivas: tener a las plantas sanas y un suelo equilibrado, lo

que impedirá la proliferación de moscas blancas. Colocar botellas de

plástico amarillas entre los cultivos susceptibles de ser atacados, mantiene

alejadas a las moscas blancas.

- Lucha directa: pulverización de diluciones de jabón potásico suele ser

efectiva, ya que disuelve la protección cerosa de la mosca. Hay que

pulverizar sobre todo en el envés de las hojas, ya que es allí donde se

alojan las moscas blancas (una disolución al 1% es suficiente). Debe

tenerse en cuenta que para la preparación del caldo no hay que emplear

aguas calcáreas o duras, sino agua de lluvia, destilada o de muy baja

mineralización.



Mosca de la fruta o mosca mediterránea (Ceratitis capitata)

No sería un problema en nuestros cultivos hortícolas, ya que afectan sobre todo a

los cultivos frutales.

Nematodos

Son unos gusanos microscópicos que viven en la tierra y suelen parasitar las

raíces de numerosas plantas, creándoles unas atrofias, verrugas y nudosidades

que las deforman e impiden que se puedan nutrir correctamente. No son

problemáticas en la práctica de la agricultura ecológica debido al control que

ejercen sobre ellos los hongos del suelo y las sustancias radiculares emitidas por

numerosas especies vegetales, limitando su proliferación masiva.

Las pérdidas de cosechas por culpa de nematodos

Están relacionadas con la agricultura industrial, que no respeta las rotaciones de

cultivo y se centra en monocultivos, repitiendo las mismas plantas en años

sucesivos sobre el mismo suelo, atrayendo nematodos especializados en esos

cultivos.

- Acciones preventivas: si se realiza unas buenas practicas agrícolas,

siguiendo las directrices de la agricultura ecológica, no debemos tener

problemas con los nematodos. Si partimos de unas tierras infestadas con

estos gusanos, haremos plantaciones sucesivas de abonos verdes,

controlan a través de la actividad bioquímica radicular a los nematodos

hasta el punto de volverlos totalmente inofensivos.

- Lucha directa: podemos intercalar claveles de indias (tagetes) entre

cultivos. Podemos recurrir a la solarización de la tierra con laminas de

plástico, ya que se ha comprobado que ésta reduce considerablemente las

poblaciones de nematodos patógenos, mientras que afecta muy poco a los

microorganismos auxiliares.



Oídio

Hongos que producen inicialmente unos puntos blancos sobre las hojas, las

cuales se recubren de una especie de polvillo blanquecino que se va ampliando y

que acaba por tapar toda la superficie de las hojas, secándolas a medida que

progresa el ataque. Es un problema que atañe principalmente a las cucurbitáceas:

pepinos, melones, calabazas y sobre todo calabacines.

Suele estar relacionado con épocas o zonas con exceso de humedad ambiental y

días calurosos. Aunque para producir esporas necesita una humedad relativa muy

baja, para que éstas germinen ha de ser alta pero sin presencia de agua; por ello

debemos tener cuidado en primavera en que se alternan lluvias con días

calurosos. El exceso de riego, sobre todo por aspersión, y los abonos ricos en

nitrógeno suelen ser grandes aliados del oídio.

- Acciones preventivas: sembrar y plantar separado, evitar la densificación

de la masa foliar, sobretodo de las cucurbitáceas, recurriendo a podas si

fuese preciso. No regar por aspersión ni mojando las hojas de las plantas

sensibles, como son las cucurbitáceas. En las primaveras en que se

alternan lluvias con días calurosos podemos recurrir al espolvoreo de

azufre sobre las plantas sensibles de forma preventiva, sin esperar al

desarrollo masivo del oídio.

- Lucha directa: espolvoreo de azufre aprovechando el rocío de la mañana.

Fumigación de azufre mojable al que podemos añadir polvo de algas

(lithothamne).



Orugas de las coles (Pieris brassicae)

Gusano verde grisáceo con tres líneas longitudinales de color amarillo y con

puntitos negros. Suelen medir unos 5 cm de largo y están recubiertos de pelos

blanquecinos. Devoran las hojas de las coles y de la mayoría de crucíferas.

- Acciones preventivas: es raro su ataque a plantas vigorosas de parcelas en

que se han respetado las rotaciones y el abonado y riego son correctos. El

rociado con una disolución de sal marina (1/2 Kg en 10 litros de agua)

refuerza las coles y aleja las orugas. Si disponemos de helechos en las

cercanías podemos colocar una hoja encima de cada col, porque las

mariposas no suelen acercarse a las hojas de helecho. Se pueden plantar

ramitas de retama entre las coles. Podemos colocar trampas y recipientes

especiales para capturar las mariposas de la col. Las pulverizaciones con

aceites esenciales sobre todo de menta, romero, salvia, tanaceto, ajenjo o

tomillo, alejan a las mariposas de la col.

- Lucha directa: buscar los huevos de las orugas en el envés de las hojas de

las coles y aplastarlos. El periodo de puesta suele oscilar de abril a junio.

En casos graves podemos recurrir a los insecticidas vegetales (nim, pelitre

o retenona o al Bacillus thuringiensis).

Podredumbres

La mayoría de estos problemas de las hojas, tallos, raíces o frutos son producidos

por hongos y son debidos a la humedad excesiva y a la falta de ventilación. El

exceso de riego y el aporte también excesivo de nitrógeno, favorece la absorción

y acumulación de agua por parte de las plantas; ello facilita o acelera el desarrollo

de podredumbres, tanto en las plantas cultivadas como en las hortalizas y frutos

cosechados que se desea guardar.



Pulgones

También llamados afidos, existen varias variedades, son los más temidos, ya que

si aparecen en masa son capaces de mermar las cosechas al chupar la savia de

las plantas y bloquear su desarrollo; a parte de infestarlas de virus, que en plantas

sensibles les llegan a provocar terrible virosis. Los pulgones aparecen en

determinadas condiciones climáticas; en los momentos de estrés vegetativo y

cuando se aporta mucho nitrógeno, pues cambia la composición de la savia y

sangran los brotes más tiernos, volviéndose muy apetecible para los pulgones.

Los más corrientes son los pulgones verdes (Brachycaudus cardui), visibles en

alcachofas; guisantes (Acyrthosiphon pisum); judías o fresales (Cerosipha

forbesi); pulgones grises de las coles (Brevicoryne brassicae); pulgón negro de las

habas (Aphis fabae) o el amarillento de los fresales (Chaetosiphon fragaefolii);

también existen unos pulgones que atacan las raíces (Phemphigus sp.).

- Acciones preventivas: las plantas sanas y vigorosas son raramente

atacadas, tener atención con las aisladas y en un mal estado. El purín de

las ortigas dinamiza la savia de las plantas haciéndolas menos atractivas

para los pulgones. Controlaremos los aportes nitrogenados realizándolos

de forma moderada y regular ya que un repentino exceso puede ser causa

de aparición de ataque de pulgones. Potenciaremos la presencia de

mariquitas, tijeretas y otros depredadores de los pulgones. Aportaremos

una correcta fertilización y un riego adecuado de los cultivos. Sembrar cada

cultivo en su momento óptimo, ya que si no serán más vulnerables.

Evitaremos las paradas vegetativas que a menudo se producen a causa de

una carencia de riegos. Vigilaremos la presencia de hormigas y

hormigueros, ya que suelen mantener colonias de pulgones en sus

hormigueros durante el invierno para llevarlos a pastar a los brotes tiernos

de las hortalizas y frutales a partir de primavera.

- Lucha directa: insecticidas vegetales como el pelitre, la rotenona o el nim.

Se efectuará el tratamiento a la caída de la tarde para que sea más

efectivo pues la radiación solar degrada con facilidad estas sustancias.

Decocciones de ajenjo, hojas de nogal, brotes de tomateras o ajos. El

pulgón es muy sensible a la deshidratación, por lo que se les puede

espolvorear con algas lithothamne en polvo (ricas en magnesio) o incluso

con polvo fino recogido en los caminos; al absorberles el agua y cerrarles

los poros, los pulgones se deshidratan y acaban asfixiados.



Pulguillas o altisas

Coleópteros, semejantes a pulguillas negras, en épocas secas atacan las hojas

de varias hortalizas, las más jóvenes y en los semilleros (coles, nabos,

remolachas, alcachofas), produciéndoles infinidad de agujeros que aunque no lo

destruyen por completo, las desvalorizan bastante y a menudo merman las

posibilidades de trasplante.

- Acciones preventivas: evitar que se reseque la tierra y las plantas

efectuando riegos regulares que mantengan una humedad estable en el

suelo o rociar agua ligeramente (aspersión), varias veces al dia sobre las

hojas de las plantas más jóvenes. Rociar agua jabonosa, una maceración

de brotes de tomatera o una decocción de ajenjo como repelentes, protege

a las plantas. El ajenjo, el romero, la menta, la ajedrea y las tomateras

alejan a las pulguillas. En caso de infestación se puede recurrir a trampas

hechas con montoncitos de paja seca repartidos por el huerto a finales de

septiembre y octubre y protegidos de las lluvias, las altisas se refugiarán en

la paja para evitar el invierno y solo hay que prenderle fuego a los

montones de paja a partir de enero.

- Lucha directa: en caso de ataque grave se puede recurrir a insecticidas

vegetales. Buscar los huevos en el envés de las hojas y aplastarlos con los

dedos.



Roya

Suele afectar sobre todo a las leguminosas y para su aparición es necesario la

presencia de alta humedad ambiental, cercana a la condensación (niebla).

- Acciones preventivas: reforzar la planta

- Lucha directa: los tratamientos a base de cobre la controlan bastante bien.

Virus

No tenemos armas químicas para luchar contra ellos. Hay que partir que es

normal que existan virus conviviendo con nosotros y las plantas de nuestro

huerto.

Los pulgones, acusado de introducir los virus en las plantas con sus picaduras,

son otros cuya presencia es proporcional a la mala gestión de los cultivos, la

causa es el deterioro ambiental, por lo que los esfuerzos deberían centrarse en

mejorar las condiciones ambientales.

Podemos buscar variedades resistentes o recurrir al uso de plantas medicinales

estimulantes o reforzantes de la vitalidad de las plantas cultivadas. Algunos

preparados biodinámicos, como el de boñiga de vaca, dan excelentes resultados

como revitalizantes del suelo y de las plantas. El extracto de propóleo tiene

efectos netamente antivíricos, al igual que las esencias de tomillo, espliego,

lavanda y romero.



Control biológico

TETRANUCHUS URTICAE

Sintomatología:

En muchas plantas los daños se caracterizan por la aparición en el haz de las

hojas de pequeñas manchas amarillas. Según aumenta el daño las hojas se

vuelven amarillas, hasta llegando a morir. Además, las ninfas y los adultos

producen telarañas, que puede llegar a cubrir completamente la planta.

VISION GENERAL DEL CONTROL BIOLOGICO DE TETRANUCHUS URTICAE

Nombre del

producto

Enemigo

natural

Estadio que

ejerce el control

cultivo observaciones

SPIDEX Phytoseiulus

persimilis

Ninfa y adulto Todos los

cultivos

Depredador eficaz en

muchos cultivos

SPIDEX-

CPR

Tetranuchus

urticae

-- Pimientos

sobre todo

Seguido de SPIDEX

para la rápida obtención

de un equilibrio entre la

plaga y el depredador

SPICAL Amblyseius

califormucus

Larva, ninfa y adulto Todos los

cultivos

Principalmente en

cultivos de porte alto

SPIDEND Feltiella

acarisuga

larva Todos los

cultivos

Con altas densidades de

presa

MIRICAL Macrolophus

caliginosus

Predominantemente

las ninfas

tomate Eficaz también en otros

cultivos



MOSCA BLANCA

Sintomatología:

El crecimiento de la planta se frena, las hojas pueden llegar a marchitarse y

posteriormente caer. El desarrollo del fruto es también frenado por lo tanto la

cosecha se verá reducida.

El fruto es impregnado de una sustancia pegajosa llamada melaza, que es

proporcionada por el insecto.

VISION GENERAL DEL CONTROL BIOLOGICO DE LA MOSCA BLANCA

Nombre del

producto

Enemigo natural Estadio que

ejerce el

control

Estadio de

mosca

blanca a

controlar

cultivos

EN-STRIP Encarsia Formosa Adulto Larvas Todo los cultivos

ERCAL Eretmoceus eremicus Adulto Larvas Todo los cultivos

ENERMIX Encarsia Formosa +

eretmocerus

eremicus

Adulto Larvas Todo los cultivos

MIRICAL Macrolophus

caliginosus

Ninfa y adulto Todo los

estados

Debe

considerarse la

posibilidad de

daños al cultivo

MYCOTAL Verticillium lecanii Espora Larvas, a veces

pupas y adultos

Todo los cultivos

BEMIPAR Eretmocerus mundos Adulto Larvas de B.

tabaci

Todo los cultivos

BEMIMIX Eretmoceus

eremicus+eretmoceus

mundos

Adulto Larvas Todo los cultivos

SWIRSKI

MITE (-

PLUS)

Amblyseius swirskii Ninfa y adulto Huevos y

primeros estadio

ninfa

Todo los cultivos

excepto tomate



LOS TRIPS

Sintomatología:

Manchas de color gris plateadas en las hojas y puntos negros al su alrededor, de

las secreciones de la plaga.

El vigor de la planta disminuye. Las hojas se rizan, puede aparentar un aspecto

ajado y de formado, lo mismo le sucede en la flor.

VISION GENERAL DEL CONTROL BIOLOGICO DE TRIPS

Nombre del

producto

Enemigo

natural

Estadio

responsable

del control

Estadio de la

plaga que

controla

Cultivo

THRIPEX (-

PLUS)

Amblyseius

cucumeris

Ninfa y adulto Larvas

pequeñas de

trips

Todos los

cultivos

THRIPOR Orius spp. Ninfa y adulto Todos los

estados

Todos los

cultivos

THIPANS Amblyseius

degenerans


pequeñas de

trips

Cultivos con

polen

SWIRSKI-

MITE (PLUS)

Amblyseius

swirskii


pequeñas de

trips

Todos los

cultivos

MYCOTAL Verticillium

lecanii

Espora Larvas y, en

menor grado,

adultos

Todos los

cultivos

ENTOMITE Hypoaspis

aculeifer/miles

Ninfa y adulto Pupas de trips Cultivos en

suelo



LOS MINADOR DE HOJAS

Sintomatología:

Aparecen minas en las hojas, desecación de las hojas, caída prematura de las

hojas y daños estéticos.

Puede perder una gran cantidad de hojas antes de que afecte al fruto.

Puede llegar al quemado de frutos.

VISION GENERAL DEL CONTROL BIOLOGICO DE LOS MINADOR DE HOJAS

Nombre del

producto

Enemigo

natural

Estadio

que

controla

la plaga

Alimentación

del huésped

cultivos observación

MINEX Dacnusa sibirica

(90%)+diglyphus

isaea (10%)

Adulto Si Todos los

cultivos

Con

temperaturas y

niveles de

ataque bajos

DIMINEX Dacnusa sibirica

(50%)+diglyphus

isaea (50%)

Adulto Si Todo los

cultivos

Con ataque de

minador en

aumento

MIGLYPHUS Diglyphus isaea Adulto Si Todo los

cultivos

Con ataque de

minador en

aumento

MINUSA Dacnusa sibirica adulto Si Todo los

cultivos

Con bajas

temperaturas y

ataque bajo de

minador



LOS PULGONES

Sintomatología:

El crecimiento de la planta se retrasa, dando lugar a hojas deformes.

Muerte de la las plantas jóvenes.

También podemos encontrar en el fruto impregnado de una sustancia pegajosa

llamada melaza, que es proporcionada por el insecto.

VISION GENERAL DEL CONTROL BIOLOGICO DE LOS PULGONES

Nombre del

producto

Enemigos

naturales

Especie de

pulgón plaga

que controla

Estadio que

quiere ejerce

el control

observaciones

APHIPAR Aphidius

Coleman

Principalmente

pulgones del

algodón, pulgones

del tabaco y

pulgones verde del

melocotonero

Hembra adulta Recomendado al

principio del ataque

ERVIPAR Aphidius ervi Principalmente

pulgones de la patata

y pulgones estriado

de la patata

Hembra adulta Recomendado al

principio del ataque

CHYSOPA Chysoperla

camea

Muchas especies de

pulgones

Larva Con alta densidad de

presa en cultivos de

hojas sin pilosidad y

porte bajo

SYRHIDEND Episyrphus

balteatus

Muchas especies de

pulgones

Larva Con alta densidad de

presa, en hojas sin

pilosidad. Los adultos

necesitan miel y polen

APHIDEND Aphidoletes

aphidimyza

Muchas especies de

pulgones

Larva Usar si las colonias

están apunto de

aparecer, a veces

preventivamente



ADALIA Adalia

bipunctata

Muchas especies de

pulgones

Larva y adulto Con lata densidad de

presa, en hojas sin

pilosidad

APHILIN Aphelinus

abdominalis

Principalmente

pulgón verde del

tomate, pulgón de la

patata y Myzus spp.

Hembra adulta Lento. Efecto de larga

duración

APHIBANK Aphidius

colemani

Principalmente

pulgones del

algodón, pulgones

verde del

melocotonero

Hembra adulta Sistema planta

reservorio (R. padi)

usado preventivamente

ERVIBANK Aphidius ervi Principalmente

pulgones de la patata

Hembra adulta Sistema plata reservorio

(S.avenae) usado

preventivament



LAS MARIPOSAS Y POLILLAS

Sintomatología:

Las hojas frecuentemente se queda reducidas ha su esqueleto, que dando intacto

solo el nervio central.

También se verá devorada las flores, frutos y puntos de crecimientos.

En el fruto también se ve depreciado ya que queda manchado con las

secreciones de las mariposas.

VISION GENERAL DEL CONTROL BIOLOGICO DE LEPIDOPTEROS

Nombre

del

producto

Enemigo

natural

Estadio

que ejerce

el control

Estadio de

la plaga

que se

controla

Especie de

oruga que

se controla

cultivo

TRICHO-

STRIP

Trichogramma

brassicae

Adulto Huevo Particularmente

especie que

ponen los

huevos sin

cubierta en una

sola capa

Todos los

cultivos

excepto el

tomate

DIPEL Bacillus

thuringiensis

Espora y

proteína

cristalizada

Oruga Particularmente

aquella

especies que

viven

libremente en

el cultivo. Poca

eficacia sobre

S. exigua

Todo los

cultivos

MIRICAL Macrolophus

caliginosus

Ninfa y adulto huevo Especies que

ponen los

huevos sin

cubierta

Todo los

cultivos



LAS COCHINILLAS

Sintomatología:

Interviene en el crecimiento de la planta, podremos apreciar como la planta no

crece adecuadamente o se queda como parada en vigor.

Produce deformaciones y/o amarilleo de las hojas, puede llegar a la defoliación de

la planta.

Puede producir también la caída de flores y frutos, pero esto sucede en casos

más extremos.

El fruto es impregnado de una sustancia pegajosa llamada melaza.

VISION GENERAL DEL CONTROL BIOLOGICO DE LAS COCHINILLAS

Nombre del

producto

Enemigo

natural

Estadio

que

ejerce el

control

Estadio

de la

plaga que

controlan

cultivos Observaciones

CRYPTOBUG Cryptolaemus

montrouzieri

Adulto y

larva

Todos los

estadio

Todos los

cultivos

excepto el

tomate

--

LEPTOPAR Leptomastix

dactylopii

Adulto Ninfa

3+adulto

Todos los

cultivos

Solo contra

planococcus citri



LOS ESCARABAJOS

Sintomatología:

La planta es devorada muy rápidamente, dejando solo los tallos desnudos y los

nervios principales de las hojas.

Devoran las raíces de plántulas y plantas jóvenes, se puede ver como una

plántula y plantas jóvenes sana se empieza a marchitar sin causa aparente,

llegando a la muerte.

VISION GENERAL DE CONTROL BIOLOGICO DE LOS ESCARABAJOS

Nombre del

producto

Enemigo

natural

Estadio que

ejerce el

control

Estadio del

escarazo

que se

ejerce el

controla

Cultivo

LARVANEM Heterohabditis

bacteriophora

L3 infecciosa del

nematodo

larva Todos los

cultivos



LAS MOSCAS

Sintomatología:

La planta tiene dificultad para adsorber agua y minerales pudiendo llegar a morir

la planta.

La muerte de la planta es principal mente local, afectando fundamentalmente a

esquejes jóvenes y plántulas.

VISION GENERAL DEL CONTROL BIOLOGICO DE LAS MOSCAS

Nombre del

producto

Enemigo

natural

Estadio que

ejerce el

control

cultivo observaciones

ENTONEM Steinernema

feltiae

Juvenil infectiva Todos los

cultivos

Contra larvas de

las mosca

esciaridas

El contenido de

agua en el suelo

debe ser alto

ENTOMITE

ACULEIFER

ENTOMITE

MILES

Hypoaspis

aculeifer

Hypoaspis miles

Todas las fases

móviles

Todos los

cultivos

Contra larvas de

las moscas

esciaridas, pupas

de trips y otros

organismo del

suelo



LOS CICADÉLIDOS (CHINCHES, MOSQUITO, CIGARRILLA)

Sintomatología:

Aparición de manchas blanca grisáceas, de aproximadamente 1mm de diámetro,

en las hojas. Pueden estar distribuidas estas manchas al azar o en líneas.

También pueden aparecer puntos marrones, (en vez de las manchas blancas

grisáceas) las hojas con los puntos marrones suelen deformarse.

Cuando es fuertemente a tacada en tallos la planta comienza a exudar

secreciones gomosas.

Otro síntoma distinto a los anteriores es que las hojas se vuelven de color marrón

comenzando por el borde de dicha hoja.

En el fruto puede aparecer pequeños orificios, (microscópicos, cuesta apreciarlo a

simple vista pero se aprecia por el cambio de coloración del fruto al rededor de

dicho orificio).

VISION GENERAL DEL CONTROL BIOLOGICO DE LOS CICADÉLIDOS

Nombre del

producto

Enemigo

natural

Estadio que

ejerce el

control

cultivos observaciones

Tiene que ser

solicitado por

encargo

Trichopoda

pennipes

Adulto y ninfa Todo los cultivos Parasita a los

adultos y a las

ninfa

Tiene que ser

solicitado por

encargo

Anagrus atomus huevos Todo los cultivos Este enemigo

natural aparece

por si solo

Tiene que ser

solicitado por

encargo

Chrysoperla

carnea

Adulto y ninfa Todo los cultivos Controla la cigarra

(pero es también

una plaga para el

cultivo, utilizar

bajo control

exactito)



ASOCIACIONES Y ROTACIONES



Asociaciones y rotaciones

Es interesante mezclar plantas con distintas necesidades de nutrientes que

pertenezcan a distintas familias y con sistemas radiculares distintos. Incrementar

así la diversidad permite aprovechar al máximo el espacio y los nutrientes del

suelo. Las rotaciones obstaculizan la presencia o especialización de determinadas

plagas y la implantación de colonias o cepas específicas difíciles de erradicar

En el siguiente cuadro, podemos observar las asociaciones favorables y

desfavorables, aparte de unas pequeñas indicaciones a seguir para poder

optimizar nuestro huerto.

Cultivo Cultivo(s)

favorable(s)

Cultivo(s)

desfavorable(s)

observaciones

Ajo Fresa, lechuga,

remolacha,

tomate

Guisante, judia

Alcachofa Lechuga

Apio Col, judía enana,

pepino puerro,

tomate

Umbelíferas 1 planta judía/6

de apio.

Alternándose:2

hileras de puerros

con 2 hileras de

apio

Berenjena Judía

calabaza Judía, lechuga,

maíz, eneldo

Maíz se planta en

los márgenes

Cebolla Col, fresa,

lechuga, pepino,

remolacha roja,

tomate,

zanahoria,

ajedrea, eneldo,

manzanilla

Guisante, judía

enana

La zanahoria

aleja la mosca de

la cebolla. La

ajedrea se planta

en márgenes. 1

planta

manzanilla/4 m. l.

de cebollas



Col Apio, cebolla,

colirrabano, judía

enana, lechuga,

patata temprana,

pepino,

remolacha,

tomate,

manzanilla,

menta, romero,

salvia. Tomillo,

esparceta,

cáñamo

El apio, tomate,

esparceta y

cáñamo alejan la

mariposa blanca

de la col. La

lechuga y la

espinaca le

protegen de las

pulguillas de las

crucíferas. La

menta aumenta la

producción y la

calidad de las

coles. La salvia

hace que sean

más tiernas y

digeribles. El

tomillo aleja la

mosca de la col

Col de Bruselas Valeriana

Coliflor Apio El apio mantiene

alejado a la

mariposa de la

col

Colirrabano Cebolla, guisante,

rabano,

remolacha roja

Judía enrame,

tomate, hinojo

Esparrago Judía, tomate,

perejil

Espinaca Fresa, judía

enrame, lechuga

Fresa Achicoria, ajo,

espinaca, judía

enana, lechuga,

acículas de pino,

borraja, menta

Col El ajo protege las

enfermedades

criptogámicas y

de ácaros. El

acolchado con

hojas de pino

mejora el sabor

de las fresas



Guisante Maíz dulce, nabo,

patata temprana,

pepino, rábano,

zanahoria

Ajo, cebolla,

puerro, gladiolo

Haba Espinaca, maíz,

patata

Col Las espinacas le

protegen de la

desecación y del

pulgón negro

Judía de enrame Apio, calabaza,

col, coliflor,

espinaca, fresa,

pepino, puerro,

remolacha roja,

ajedrea

Ajo, cebolla,

rábano, gladiolo,

hinojo

La ajedrea se

planta en el

margen

Judía enana Apio-nabo,

calabaza, coliflor,

berenjena,

esparrago, fresa,

maíz, patata,

pepino,

remolacha,

zanahoria,

ejedrea

Ajo, cebolla,

tomate, gladiolo

La ajedrea se

planta en el

margen

Lechuga Ajo, alcachofa,

calabaza, cebolla,

col, coliflor,

espinaca, fresa,

pepino, puerro,

rábano,

zanahoria, eneldo

Girasol

Maíz Calabaza,

guisante, haba,

judía enrame,

melón, patata

temprana, pepino,

sandia, eneldo

Girasol, meliloto Normalmente el

maíz se siembra

en los linderos del

huerto. Las

cucurbitáceas se

ven favorecidas

por la sombra que

proporciona el

maíz



Melón Campanillas Las campanillas

estimulan la

germinación de

sus semillas

Nabo Guisante, pepino Rábano, cebada,

jaramagos

El rábano le

proporciona un

sabor

Patata Col, guisante,

haba, judía, maíz

dulce, cáñamo,

capuchina,

esparceta,

facelia, lamo

blanco, lino,

perejil,

rabano rusticano

Calabaza, pepino,

tomate, abedul,

cerezo,

frambueso,

girasol, manzano,

nogal

El maíz dulce se

planta el los

márgenes del

bancal. Alternan

dos hileras de

judíos o

guisantes.

El cáñamo, la

facelia y el lino

alejan al

escarabajo de la

patata. El abedul

hace que se

pudran con mayor

facilidad. El nogal

inhibe su

crecimiento.

Hacen a la patata

más sensible al

mildiu: calabaza,

pepino, tomate,

frambueso,

cerezo, girasol,

manzano.

Pepino Apio, apio-nabo,

cebolla, col

temprana,

colirrabano,

guisante, judía

enana, lechuga,

maíz dulce, nabo,

borraja, eneldo,

girasol

Patata, tomate El maíz y girasol

se siembra en los

márgenes para

dar sombra y

protección



Pimiento Albahaca

Puerro Apio, judía enana,

lechuga,

remolacha roja,

tomate, zanahoria

Guisante, rábano

rusticano

El apio y la

zanahoria le

protegen de la

mosca del puerro.

Alternándose: dos

hileras de apios y

puerros

Rábano Berro,

colirrabano,

guisante,

lechuga, pepino,

zanahoria

Judía enana,

hisopo, nabo,

perifollo

La asociación con

el berro da nabos

excelentes; con la

lechuga, tiernos;

y con el perifollo e

hinojo muy

picantes

Remolacha roja Ajo, cebolla, col,

colirrabano, judía

enana, puerro

Espinaca, acelga

Tomate Ajo, apio, cebolla,

col, esparrago,

puerro,

zanahoria,

capuchinas,

ortiga, perejil,

tagetes

Colirrabano, judía

enana, patata,

pepino, hinojo,

nogal

Las capuchinas y

taguetes

controlan la

mosca blanca de

los invernaderos.

La ortiga favorece

la conservación

de los tomates. El

perejil estimula su

crecimiento

Zanahoria Cebolla, guisante,

lechuga, patata,

puerro, rábano,

tomate, ajenjo,

eneldo,

escorzonera,

romero, salvia

Umbelíferas Repelen la mosca

de la zanahoria:

cebolla, cebollino,

ajenjo,

escorzonera,

romero, salvia. El

eneldo debe

arrancarse antes

de su floración o

hará disminuir la

cosecha de la



zanahoria.



Las asociaciones de cultivo son sistemas en los cuales dos o más especies de

vegetales se plantan con suficiente proximidad espacial para dar como resultado

una competencia inter- específica o y/o complementación. Estas interacciones

pueden tener efectos inhibidores o estimuladores en los rendimientos, y en

consecuencia los policultivos se pueden clasificar como sigue:

a) Policultivo comensalístico: la interacción entre las especies de cultivo tiene

un efecto positivo neto sobre una especie y ninguna sobre la otra

b) Policultivo amensalístico: la interacción entre las especies de cultivo tiene

un efecto negativo en una especie y ningún efecto observable sobre la otra.

Por ejemplo: plantas anuales intercaladas con perennes.

c) Policultivo monopolístico: la interacción entre las especies de cultivo tiene

un efecto positivo neto en una especie y un efecto negativo neto en la otra.

Por ejemplo el uso de cultivos de cobertera en huertos

d) Policultivos inhibitorios: la interacción entre cultivos tiene un efecto negativo

neto sobre todas las especies. Por ejemplo, cultivo intercalado que

involucra la caña de azúcar



PRINCIPALES CULTIVOS



Principales cultivos

Acelgas

Beta vulgaris (quenopodiáceas)

Siembra: todo el año (excepto en zonas frías)

Marco de plantación: 30x40 cm

Cosecha: a los 30 días del trasplante

Variedades: muchas variedades (de penca ancha, blanca, roja, finas y estrechas;

de hojas verde oscuro, verde claro, rizada). Es una planta autóctona de la cuenca

mediterránea

Clima: es resistente y se adapta a cualquier clima, no soporta bien las sequias

prolongadas, le gusta la humedad regular y es sensible a las heladas. Aunque

puede vivir a la sombra, se beneficia de una buena exposición solar.

Suelo: prefiere los suelos arcillo-silíceos a los calcáreos, aunque se adapta bien a

cualquier suelo, siempre que sea fresco, mullido en profundidad y rico en humus.

Abonado: no es una planta muy exigente, pero conviene cultivarla en un suelo

bien abonado, estiércol y compost bien descompuestos. Cuanto más abonadas

estén las plantas, más grandes serán las hojas de acelgas.

Riego: gustan de una adecuada y constante humedad en todas las fases de

cultivo, por lo que los sistemas de riego por goteo y los acolchados son muy aptos

para su desarrollo.

Siembra: en los climas templados, podemos sembrar en cualquier época del año;

en las zonas frías evitaremos su siembra en invierno. Podemos sembrarla en un

semillero protegido en febrero, y al aire libre en marzo-abril, y trasplantarlas

cuando las hojas alcancen los 10-15 cm o cuando las plantas tengan de seis a

siete hojas. Las semillas tardan unos 10 días en germinar. En épocas cálidas se

pueden sembrar directamente en el suelo en golpes de dos o tres semillas, luego

se clarean dejando una.

Cultivo: efectuar binas y escardas regulares o un acolchado de paja.



Recolección: se pueden empezar a cortar las hojas más grandes y periféricas a

partir de los 30 días del trasplante, o cuando su tamaño sea idóneo para el

consumo a que se desee destinar. Como la acelga suele florecer al segundo año

de cultivo, podemos prolongar la cosecha escalonada de cien a doscientos días.

Problemas: las babosas (mordiscos en hojas periféricas), podredumbres (exceso

de humedad), roya y otras enfermedades criptogámicas, pulgones. La

enfermedad más común es la viruela, provocada por un hongo, su síntoma son

unas pústulas amarillentas con el borde rojizo. Es necesario eliminar las hojas

enfermas, pulverizamos con un preparado que respete la normativa de la

agricultura ecológica, esperando el tiempo correspondiente para retomar la

cosecha.

Rotaciones: interesan rotaciones medias, dejando de cultivarla en una misma

parcela de 2 a 4 años.

Asociaciones: judías de mata baja, zanahorias, nabos y rabanos.

Tareas específicas: en la primavera hay que evitar que florezca cortando

permanentemente las hojas.



Albahaca

Ocinum basilicum

Planta anual, procedente de la India o Persia, 30 cm de altura e inflorescencias

blancas.

Existen numerosas variedades: O.b Dark opal (sin O.b. purpureum), de hojas

moradas; O.b. var. Citriodorum, con aroma a limón; O.b. var. Minimun, de hoja

más pequeña, arbustiva.

Cultivo: fácil y poco problemático, tierra rica en humus y con una humedad

regular, pero sin encharcamientos. Necesita sol y luz, sensible a las heladas.

Siembra: en semillero en febrero-marzo (zonas cálidas) y en abril (zonas

templadas y frías).

Trasplante: suele efectuarse en los meses de abril-mayo y hacemos uso de ella al

mes de haberlo trasplantado.

Marco de plantación: según variedades, normal es de 20-30 cm en todas las

direcciones.

Cosecha y conservación: cosechamos cuando las hojas estén tiernas. Se corta la

punta de la planta para que ramifique y frene su floración. La mejor forma de

conservación es congelarlas, la técnica consiste en rellenar cubiteras con hojas

frescas bien prensadas y guardarlas inmediatamente en el congelador,

permitiendo una buena dosificación a la hora de usarla.

Usos: culinarios (ensaladas, salsa pesto, aromatizar vinagres y sopas),

aromáticos (perfumería, aromaterapia), medicinales (infusión para espasmos,

ayuda a la digestión, baja la fiebre, infecciones bacterianas y parásitos

intestinales, tónico).



Apio-rábano

Apium graveolens var. Rapareum (umbelíferas)

Siembra: de febrero a marzo y de agosto a septiembre.

Marco de plantación: 10-15x 10-15

Cosecha: a los tres meses

Clima: prefiere climas frescos y de ambiente húmedo; no le convienen las

regiones muy calurosas, aunque tampoco soporta los fríos intensos.

Suelo: necesita tierra fértil, fresca y rica en humus.

Abonado: requiere un 1 a 3 Kg/m2 de compost, muy bien descompuesto

(mantillo).

Debe ser abundante, sobre todo en épocas secas y calurosas.

Siembra: semillero protegido (febrero a abril) y semilleros con buena exposición

solar (mediados de abril hasta finales de mayo).

Trasplante: requiere varios trasplantes, si queremos conseguir una raíz grande y

carnosa. Realizamos un primer repicado a macetas o cepellones cuando las

plantas tengan unos 5 cm y, una vez enraizadas, las trasladaremos al huerto.

Cortándole la raíz pivotante y dejarle solo las laterales, mejora los resultados.

Recolección: planta de ciclo largo. A partir de otoño cuando se encuentran en

estado óptimo. En Europa cosechan con la llegada de fríos de invierno y antes de

las primeras heladas.

Problemas: planta resistente a las plagas, principales problemas derivados de un

exceso de calor o de la sequedad de la tierra. Podredumbre de las hojas de un

exceso de humedad ambiental.

Rotaciones: de tres a cuatro años

Asociaciones: coles, guisantes, judías de mata baja, puerros, pepinos, tomate,

lechugas y rabanitos.

Tareas específicas: cuando el tallo comienza a engrosarse se aporca tierra a su

alrededor o se le envuelve con un cartón para blanquearlo y que sea más tierno.

Se procurará no asfixiar el tallo, ya que podría pudrirse.



Berenjenas

Solanum melongena (solanáceas)

Siembra: en semillero protegido de enero a marzo

Marco de plantación: 40 x 50 cm o 60 x 70 cm

Cosecha: entre sesenta y noventa días después del trasplante.

Variedades: infinidad de variedades: redondas, alargadas, ovoides, de color negro

intenso, blancas, lilas, rayadas. Aparte de existir variedades precoces o tardías,

de hecho, sus ciclos vegetativos y necesidades son muy similares, por lo que

elegiremos un tipo u otro en función de las apariencias personales o familiares.

Clima: necesita luz y calor, al aire libre se cultiva en climas templados y cálidos,

es posible en invernaderos o túneles en zonas frías, pero habrá que estar atentos

a la humedad, que impediría el cuajado de las flores y la haría vulnerable a gran

cantidad de hongos.

Suelo: ricos en humus, profundos, bien mullidos y frescos, con niveles constantes

de humedad.

Abonado: muy exigentes, buena dosis de estiércol o compost (hasta 10 Kg/m2);

no es necesario que este muy descompuesto, ya que toleran bien la matería

orgánica fresca.

Riego: requieren riego abundante y regular. Si escasea el riego y la tierra se

reseca demasiado suele paralizarse el desarrollo de los frutos que quedan

pequeños y endurecidos.

Siembra: en semillero protegido de enero a marzo. Profundidad de siembra de

las semillas es de 0.5 cm y se precisan de 2 a 3 g/m2 de semilla. La semilla

germina aproximadamente a los 10 días.

Trasplante: se realiza un repicado en las plantas en semilleros, cepellones o

macetitas. Suele hacerse a partir de mayo o cuando ya no hay peligro de heladas.

Recolección: en clima benigno desde junio hasta la llegada de fríos intensos. A

partir de los sesenta o noventa días del trasplante ya podemos empezar a

cosechar. Importante cosecharlas en su momento justo, una recogida precoz,

consecuencias en el sabor y mermaremos su cosecha.



Problemas: escarabajo de la patata, predilección por sus hojas. Caracoles, araña

roja. Mosca blanca en épocas calurosas. Pulgón con los brotes tiernos. El mildiu y

los oídios y algunas podredumbres por hongos.

Rotaciones: son muy exigentes, esquilman el suelo, no inferiores a tres o cuatro

años.

Asociaciones: sola o con judías de mata baja y las patatas.



Brócolis

Brassica subvar. Cymosa

Planta de hojas abundantes, dentadas y rugosas. Crecen espigados,

inflorescencias verde oscuro o violáceas mucho más alargadas.

Siembra: de abril a junio

Cosecha: a los dos meses

Marco de plantación: 50-60 x 60-70

Desarrollo lento, puede trascurrir de ocho a diez meses desde la siembra hasta su

cosecha.

La planta alcanza de entre 30 y 60 cm.

Clima: son plantas de épocas frias, aunque la mayoría no soportan las heladas,

un clima cálido y seco provoca inflorescencias precoces, poco compactas

(espigadas) y de desagradable sabor. Algunas variedades sobreviven a -5ºC.

Suelo: bastante exigentes, necesitan suelo fértil, prefieren suelos neutros y no

toleran bien los calizos, buena humedad durante todo su ciclo de cultivo.

Abonado: muy exigentes en nutrientes /nitrógeno y potasio), aportar compost (2,5-

4Kg/m2).

Riego: requiere aportes hídricos abundantes y regulares, sin llegar al

encharcamiento. No soportan la sequia, una vez con inflorescencias sono riego

por goteo.

Siembra: en semillero al aire libre o bandejas alveoladas desde abril hasta junio.

Trasplante: cuando las plantas alcanzan de 10 y 15 cm se trasplantan dentro del

marco de plantación.

Recolección: podemos ir cosechando las inflorescencias cuando estas alcancen

una buena dimensión e ir cortándolas a medida que las necesitemos, pues tardan

bastante en subirse en flor.

Problemas: pulguillas, orugas de la col y mosca de la col. Recurrir a insecticida

natural en caso de ataque generalizado. La hernia de la col en suelos muy

húmedos.



Rotaciones: requieren rotaciones espaciadas de tres a cinco años sobre una

misma parcela.

Asociaciones: patatas y cebollas. Algunas plantas medicinales, como el romero o

la menta ayudan a repeler parásitos del brócoli. Podemos plantar lechugas o

sembrar espinacas entre los brócolis, se cosechan antes que los brócolis.

Tareas específicas: mantener la base de las plantas limpia, eliminando hojas

enfermas o amarillentas.



Cebollas

Allium cepa (liliáceas)

Siembra: de febrero a marzo y de agosto a septiembre



Proceden de Asia occidental y crece espontáneamente en Irán. Muy usada en lo

culinario, tiene propiedades terapéuticas, ya que es antiséptico y antiinflamatorio,

base de caldos depurativos y desintoxicantes.

Variedades: existen muchas variedades de cebollas, con características muy

diferentes entre si y a menudo de usos diferenciados.

Clima: se adapta a todos los climas, bastante resistente tanto al frio como al calor

intenso, necesitan días con fotoperiodos largo (muchas horas de luz), por lo que

resulta más fácil su cultivo en climas meridionales y cálidos.

Suelos: bien trabajado y preferentemente arenoso. No le convienen suelos

pesados y húmedos. Para las tierras duras podemos elegir variedades de

cebollas aplanadas, chatas.

Abonado: estiércol o compost muy hechos y muy bien descompuestos. El aporte

de las cenizas al preparar la tierra les resulta muy beneficiosa.

Siembra: variedades de verano (agosto-septiembre), se trasplantan de noviembre

a enero y se recogen de mayo a julio. Variedades de invierno (febrero-marzo), se

trasplantan de mayo a junio y se cosechan de septiembre a octubre. Siembra en

semillero al aire libre, en bancales o en líneas espaciadas cada 25 o 30cm.

Cuando alcanzan una altura de unos 15 a 20 cm y el grosor de un lápiz se van

arrancando en sucesivos aclareos, dejando una cebolla cada 10 o 15 cm.

Trasplante: los plantines se trasplantan cuando alcancen el grosor de un lápiz y

se sitúan a una distancia de entre 20 y 25 cm.

Cultivo: requiere una humedad del suelo regular, lo que facilita la germinación de

competidoras, así que habrá que realizar frecuentes escardas. Si sembramos en

época fría o si sembramos o trasplantamos en dias de flor o fruto, posiblemente

nos hallaremos ante un prematuro espigado. El aplastado de los tallos y hojas

cuando los bulbos estén ya bien formados facilita su engorde y reduce las

probabilidades de espigado.



Problemas: con unas buenas prácticas agrícolas no es frecuente problemas en

este cultivo. Evitar el exceso de humedad, ya que es el principal problema al

proliferar las enfermedades a la que la cebolla es sensible. En cuanto a los

insectos la mosca de la cebolla es el más frecuente, para evitarla se puede

recurrir a la asociación con la zanahoria. Existen unos trips de las cebollas, las

larvas de los cuales atacan y terminan matándolas; estos trips atacan en épocas

de sequía y de mucho calor; podemos combatirlos con insecticidas vegetales al

inicio de los ataques.

Rotaciones: entre dos y cuatro años para una misma parcela.

Asociaciones: zanahorias, pepinos, chirivías, lechugas, fresales o remolachas. No

se llevan bien con las leguminosas.

Tareas específicas: si se desea guardarlas, habría que cosecharlas cuando las

hojas empiezan a amarillear. Se clava una pala bajo los bulbos y descálcelos para

frenar su crecimiento. Luego de una semana se levantan y se colocan a secar al

sol sobre mallas. Se pueden almacenar colgados en un lugar fresco y seco. Las

cebollas necesitan aproximadamente un año de cultivo para formar su cabeza.

Puede levantarlas antes si se desean más pequeñas.



Coles de repollo

Brassica oleracea subvar. Capitata

Siembra: todo el año eligiendo las variedades adecuadas, desde febrero hasta

mayo más adecuado.

Densidad de plantación: variedades de primavera (40x40); variedades de

verano- otoño (50x60) (30-40 cm entre plantas por lo general).

Cosecha: según variedades a partir de los 50 días.

Se clasifican habitualmente en coles de primavera, de verano, de otoño y de

invierno, suelen cultivarse durante todo el año, aunque en invierno se desarrollan

muy lentamente y en verano tienden a montar en flor con facilidad.

Clima: pueden cultivarse en casi todos los climas, aunque suelen preferir los

ambientes húmedos. La resistencia a las heladas dependen de la variedad,

algunas resisten hasta -10ºC. pueden cultivarse cerca del mar pues la brisa

marina cargada de sal no les perjudica.

Suelo: prefieren terrenos poco ácidos o ligeramente alcalinos, profundos, frescos

y ricos en humus.

Abonado: requieren un buen abonado de fondo con estiércol o compost ya

descompuestos (2-4 Kg/m2).

Riego: humedad regular, resisten bien escasez de riego, sensible a los

encharcamientos.

Siembra: la semilla a una profundidad (0,5-1 cm), compost muy fermentado. Los

repollos de primavera son de gran rusticidad, que se siembran en otoño y pasan

el invierno en pleno campo para cosecharse en primavera. Siembra en semillero

se realiza al aire libre desde mediados de agosto hasta fines de septiembre.

Trasplante definitivo en pleno campo desde mitad de octubre hasta mediados de

noviembre. Los repollos de verano-otoño se siembran desde enero hasta marzo

en semillero protegido o de cama caliente en climas fríos, o en semilleros en

pleno campo a partir de marzo abrir hasta finales de mayo. Las cosechas se

realizan desde julio hasta diciembre. Los repollos de invierno si pueden resistir las

heladas invernales, se siembran de mayo a junio, según variedad, la región y el

tipo de tierra.



Cultivo: cuando las plantas tienen cuatro hojas y una altura cercana a los 10 cm,

las cabezas se van clareando, se pueden repicar en cepellones o bandejas las

plantas arrancadas. Trasplante definitivo 40 o 50 días de la siembra. Debemos de

enterrar las plantas hasta la base de la hoja, cuando vayamos a trasplantar. No

cubrir de tierra el brote central.

Recolección: cuando alcanza el máximo de su volumen y no crece más, la

cortamos por la base de sus hojas.

Problemas: no son comunes, si son atacadas arrancar la planta afectada y

quemarla. Hernia de la col (hojas marchitadas y mueren), solución es hacer

rotaciones a 4 y 6 años. Evitaremos usos de estiércoles frescos. Podredumbre del

tallo (grandes manchas marrones). Mariposa de la col. Pulgones. Los caracoles y

babosas no suelen representar un serio problema.

Rotaciones: cada tres o cuatro años.

Asociaciones: remolachas, judías, lechugas, guisantes, patatas, apios, cebollas y

muchas otras hortalizas.



Coliflores

Brassica oleracea var. Botrytis

Siembra: de enero a marzo en semillero protegido; de mayo a junio en plena

tierra.


Cosecha: a partir de los cincuenta o sesenta días.

Variedades: existe infinidad de variedades de coliflor adaptadas a suelos, climas y

estaciones distintos.

Clima: son plantas de épocas frías, aunque no soportan las heladas. Un clima

cálido y seco provoca inflorescencias precoces, poco compactas (espigadas) y de

desagradable sabor. Podemos cultivarla en casi todo los climas, pero sin que le

falte humedad y que la época de floración no coincida con la época más calurosa.

Suelo: prefieren suelos neutros, detestan los muy calizos. Bien mullidos,

abonados, frescos y con una humedad regular durante todo el ciclo d cultivo.

Abonado: muy exigente en cuanto a nutrientes (nitrógeno, potasio), debemos

aplicar compost descompuesto en proporción de 2,5 a 4 Kg/m2.

Riego: requiere aportes hídricos abundantes y regulares, sin llegar a encharcar el

suelo, tiene que mantener una humedad de forma permanente. No toleran la

sequía o la falta de riego. Una vez formadas las inflorescencias, no conviene

regarlas por encima, ya que tendrían problemas con hongos, podredumbres o

mohos. Ideal para riego localizado con programador automático que facilite el

aporte regular de agua. El acolchado con plantas es más que aconsejable al

mantenerse la humedad en el suelo.

Siembra: en las variedades de verano-otoño suele realizarse su siembra de enero

a marzo, en semilleros protegidos o cama caliente. Las variedades de otoño-

invierno se siembran en semillero al aire libre, de mayo a junio, y las de invierno-

primavera también en semillero al aire libre pero de julio a septiembre.

Trasplante: se trasplantan cuando tienen de tres a cinco hojas, y se entierran las

raíces y tallos hasta la base de las primeras hojas, cuidando de que no caiga

tierra sobre el brote central. El marco de plantación de las variedades verano-

otoño suelen ser de 60-70 x 60-70 cm. Las variedades de otoño- invierno e

invierno-primavera requieren marcos de plantación más espaciados: 70x70 o

70x80 cm.



Cultivo: los bancales profundos son muy aconsejados. Los recalces serán

necesarios en las variedades de porte alto o de grandes dimensiones, para

impedir que se caigan. Si deseamos que las inflorescencias sean muy blancas,

las protegeremos de la radiación solar intensa rompiendo los nervios centrales de

algunas hojas y doblándolas sobre las cabezas o bien atándolas, si fuera

necesario.

Recolección: se cosechan cortando las inflorescencias junto a algunas hojas

tiernas, a partir de su plena formación y antes de que empiecen a abrirse o a

espigarse. Las ideales suelen ser blancas, compactas, tiernas, de granulidad fina

y poco olorosas.

Problemas: ataques de pulguillas, orugas de la col y mosca de la col. La hernia de

la col suele ser problemática en tierras pesadas y muy húmedas.

Rotaciones: requieren entre tres y cinco años sobre una misma parcela.

Asociaciones: preferentemente las patatas y las cebollas.



Calabacines

Cucúrbita pepo (cucurbitáceas)

Siembra: a partir de marzo

Marco de plantación: 1x1m

Cosecha: al mes y medio de la siembra

Variedades: existen numerosas, distinguiéndose por la forma y color de los frutos.

La elección de la variedad está en función de los gustos personales y el método

de cultivo son similares en todas.

Clima: es una planta de origen tropical y amante del calor. No soporta las bajas

temperaturas, las heladas ni los cambios bruscos de temperatura.

Suelo: suelos bien mullidos, abonados y mantenerse frescos, procurando una

humedad regular y evitando los encharcamientos.

Abonado: gran cantidad de materia orgánica, aportes de 20 Kg/m2.exigente con

nitrógeno y potasio en su ciclo vegetativo.

Riego: riego regularmente. Sistema por goteo es el ideal, a una distancia de

goteros de 25 o 30 cm para que se reparta bien la humedad y que no coincidan

con los tallos de las plantas.

Siembra: en semillero a finales de febrero o en marzo. A partir de abril y hasta

julio podemos realizar siembra directa en el terreno. Las semillas se entierran a

una profundidad de 3 o 4 cm. Cuando las plantas hayan germinado arrancamos

las más débiles, dejando una por hoyo.

Trasplante: cuando las plantas alcanzan 6 o 7 cm de altura.

Cultivo: si no realizamos acolchado, deberemos realizar sucesivas binas y

escardas para mantener mullida la tierra y controlar las hierbas. Las flores de

calabacín son unisexuales, si hay problemas con la polinización por insectos la

deberemos hacer manual, aunque estos problemas suelen surgir sobre todo en

invernaderos o lugares con poca presencia de insectos.



Recolección: se realiza a medida que van creciendo, no conviene cortarlos

cuando son muy pequeños, pues contienen muchos nitratos, tampoco conviene

dejarlos crecer mucho ya que inhibe la proliferación de nuevos calabacines y se

detiene la producción. Salvo que queramos cultivarlos para semillas seguiremos

este procedimiento.

Problemas: el exceso de nitrógeno y agua en la tierra los hace vulnerables al

ataque de pulgones, mientras que la humedad ambiental, unida al calor, induce al

desarrollo de oídios y otros hongos. Para evitar estas plagas será necesario

espolvorearlos al amanecer con azufre en polvo, al que podemos añadir polvo de

algas lithothamne. Los caracoles suelen causar destrozos en la fase de

germinación y en las primeras etapas de crecimiento; protegerlos con tarros de

vidrio o garrafas de plástico suele ser una medida preventiva muy eficaz. Si

algunas plantas aparecen con las hojas amarillentas y arrugadas, posiblemente

estén siendo atacadas por el mosaico u otro virus; en este caso, procederemos a

arrancarlas y quemarlas lo antes posible.

Rotaciones: conviene respetar rotaciones de dos a tres años.

Asociaciones: judías, maíz, calabazas, lechugas y coles. No le conviene la

cercanía de las patateras.



Escarolas

Cichorium endivia (compuestas)

Siembra: todo el año eligiendo las variedades adecuadas


Cosecha: a los dos o tres meses de la siembra

Es una verdura de hoja de sabor fuerte, picante y amargo. Que suele consumirse

en ensaladas o cocidas.

Cultivo: suelos ricos en humus y materia orgánica bien descompuesta, por lo que

suelen plantarse sucediendo a cultivos estercolados, prescindimos del abonado

de fondo. Suelo pobre: 3 Kg/m2 de compost antes de la siembra, mas 1Kg/m2 mas

durante su desarrollo.

Riego: es uno de los puntos más delicados, demandan gran cantidad de agua y

un suelo regularmente húmedo, aunque no soportan los encharcamientos. El

riego por goteo es el ideal, aunque en sus primeras fases de desarrollo toleran el

riego por aspersión. Los acolchados son aconsejables.

Siembra, aclareo y trasplante: puede realizarse siembra directa si disponemos de

recursos suficientes. En surcos o bancales. El aclareo y trasplante progresivo

permite escalonar las fechas de recolección, el aclareo termina cuando hay una

distancia de entre 25 y 30 cm por cada lado de la lechuga. La siembra en

bandejas de poliestireno para cepellones son otra opción de semillero, sobre todo

en las siembras invernales. Cuando las plantas tengan entre cuatro y seis hojas

podremos proceder a su trasplante al lugar definitivo. En el trasplante

procuraremos enterrar solo las raíces y no cubrir los tallos.



Cultivo: deben disponer de una buena tierra, rica en humus. Controlar bien el

riego, pues por efecto de la sequia tienen a espigarse y a amargar, este problema

de espigarse suele ser más probable en primavera-verano y menos grave con las

variedades de otoño-invierno. Son las hierbas competidoras las que nos darán

mayores problemas. El acolchado es ideal para que no germinen estas hierbas

adventicias, al tiempo que retiene la humedad. Cuando no acolchamos es

conveniente binar, escardar y mullir con regularidad el suelo en donde crecen

nuestras plantas. Para conseguir un semillero; cuando las flores estén bien

formadas, las cubriremos con una malla mosquitera o con un saco de malla fina,

para impedir que los pájaros se coman las semillas. Al amarillear y secarse,

podemos arrancar la planta y dejarlo colgada en un lugar resguardado para que

termine de secarse. Cuando lo creamos conveniente daremos algunos golpes a

las partes floridas secas en la malla y procederemos al cribado manual o por

acción del viento.

Problemas: botritis, podredumbres y demás enfermedades criptogámicas por

exceso de humedad ambiental o riego inadecuado. Pulgones (exceso de

nitrógeno), pájaros, caracoles y babosas.

Tareas específicas (Blanqueado): se realiza para reducir su sabor amargo; lo más

conveniente es atarlas a un cordel o una goma elástica, aunque su cultivo denso

les impide abrirse demasiado y de este modo se blanquean automáticamente las

hojas del interior. Según algunos horticultores es conveniente colocar una maceta

de arcilla cocida sobre la escarola 15 días antes de su cosecha, aunque es más

conveniente consumir las hojas verde oscuro por su alto valor nutritivo.

Pueden comenzarse los cortes cuando las plantas son jóvenes. Los rebrotes son

permanentes hasta que la planta envejece.



Espinacas

Spinacea oleracea (quenopodiáceas)

Siembra: de febrero a junio y de fines de agosto a fines de septiembre.

Marco de plantación: 10-12 x 20-25 cm.

Cosecha: a partir de los cuarenta días.

Clima: aman el frescor y detestan las temperaturas elevadas y las sequías;

profieren los climas y las zonas húmedas; no les molesta el frio y la mayoría de

las variedades soporta bien las heladas. La falta de humedad ambiental y y el

calor intenso hacen que las espinacas monten en flor con suma facilidad,

volviéndose muy amargas.

Suelo: prefieren las tierras pesadas y arcillosas, ricas en humus, que sean frescas

y que guarden bien la humedad, ricas en nitrógeno, que tengan buen drenaje.

Abonado: no tolera el estiércol o compost frescos y poco descompuestos. Si la

abonamos con materia orgánica bien descompuesta se hará un par de semanas

antes de la siembra.

Riego: suelo húmedo, pero sin excesos, lo que nos obliga a riegos regulares pero

en dosis reducidas.

Siembra: se siembra directamente en el suelo, a voleo, en eras o en líneas

separadas de 25 a 30 cm, recubriendo las semillas unos 2 cm. Suelen emplearse

de 2 a 3 g/m2. Es interesante realizar siembras escalonadas, de forma que

siembre dispondremos de espinacas cosechables.

Recolección: la recolección de las hojas se comienza a las cinco o seis semanas

de la siembra, eligiendo siempre las más grandes y dejando las del centro, que

seguirán creciendo y dando posibilidad a cortes regulares durante bastante

tiempo.

Problemas: babosas, algunos gusanos (verdes y grises) que roen las raíces y

tallos. Es frecuente el mildiu. No podemos usar el caldo bordelés, pues no soporta

el cobre, por lo que nos centraremos en las acciones preventivas.



Rotaciones: aunque es una planta esquilmante, su corta vida hacen que las

rotaciones no resulten tan problemáticas. Lo ideal es esperar de tres a cuatro

años antes de repetir el cultivo en una misma parcela.

Asociaciones: su rápido desarrollo permite sembrarla junto a otras plantas de ciclo

más largo. Se asocia bien con: habas, judías, guisantes, freseras, apios,

lechugas, coles o escarolas.



Guisantes

Pisum satirum (leguminosas)

Siembra: de octubre a diciembre y de febrero a mayo



Variedades: numerosas y su clasificación puede hacerse por diferentes

conceptos. Para consumir en grano (desgranados y desechando las vainas) y en

los guisantes “cometodo” o “tirabeques”, cuyas vainas se consumen enteras,

frescas, antes de la formación de los granos. Estas dos categorías engloban

múltiples variedades enanas (30 -45 cm de altura), de semienrame (de 50-80 cm

de altura) y de enrame, que pueden alcanzar los 2 m de altura. Estas variedades

de consumo en grano también se clasifican en función del tipo de grano, ya sea

este redondo y liso, o arrugado.

Otra clasificación importante está relacionada con los ciclos del cultivo, que dan

guisantes muy precoces, precoces y tardíos. Esta diversidad resulta interesante

de cara a siembras escalonadas que permitan cosechas ininterrumpidas y

garanticen un consumo regular, sin necesidad de conservarlos o congelarlo hasta

la llegada de los calores.

Clima: les encanta el frescor, el frío moderado y una humedad ambiental relativa

normal o alta. No soportan el calor en exceso ni el tiempo muy seco. Suelen

cultivarse más en primavera y menos en otoño, aunque en zonas templadas y

poco frías pueden cultivarse también en invierno. Difícilmente lo cultivaremos en

verano, por su poca resistencia al calor y a los problemas criptogámicos, que

suelen ir asociados al calor y a la humedad.

Suelo: todo tipo de suelos, no les convienen los muy calcáreos y secos, ni los

excesivamente ácidos y húmedos. Suelos frescos, mullidos en profundidad y bien

drenados.

Abonado: al igual que el resto de las leguminosas, sintetizan el nitrógeno

atmosférico y no precisan grandes aportes de fertilizantes.



Riego: es probable que no precisemos regar los guisantes, ya que se plantan en

estaciones en las que se les supone que hay lluvia regular, aunque pondremos

riego por goteo y recurriremos a él si fuera necesario.

Siembra: en las zonas cálidas podemos sembrar de octubre a diciembre para

recolecciones precoces o muy precoces. En el resto de la península, las siembras

de variedades de grano redondo se escalonaran desde mitad de febrero hasta

abril, y las variedades de grano rugoso entre marzo y mayo.

Sembraremos los guisantes directamente en la tierra, en líneas separadas unos

40 cm en el caso de variedades enanas, y unos 50 o 60 cm en el caso de las de

enrame.

Trasplante: no soportan los trasplantes a raíz desnuda. No obstante, últimamente

se está popularizando la siembra en bandejas alveoladas de poliestireno

expandido.

Recolección: los guisantes “cometido” se cosechan una vez formadas por

completo las vainas y antes de que se engrosen los granos, ya que a partir de ese

momento se apergaminan y se vuelven fibrosas. Esperaremos a que las vainas

de los guisantes de consumo en grano estén “redonditas” y bien formadas, y los

cosecharemos antes de que se endurezcan.

Problemas: pájaros, caracoles o babosas, merman a los guisantes en las

primeras fases de desarrollo, los más temidos son los gusanos del guisante,

podemos realizar tratamientos con algún insecticida vegetal o con Bacillus

thurigiensis. Pulgones, en épocas de desarrollo exuberante. Oídio y otras

enfermedades criptogámicas, son frecuentes en épocas húmedas y calurosas a la

vez. Deberemos regar de forma copiosa aunque espaciada. Tratamientos

preventivos con caldo bordelés y espolvoreos de azufre mezclado con polvo de

algas lithothamne.

Rotaciones: en una misma parcela a dos o tres años.

Asociaciones: no se lleva bien con los ajos y las cebollas, los cuales inhiben su

desarrollo, podemos sembrar rabanitos o nabos en líneas intercaladas o plantar

lechugas.



Habas

Vicia faba (leguminosa).

Siembra: a partir de marzo; en abril o mayo en zonas frías.

Marco de plantación: 15-30 x 40-60.

Cosecha: a partir de los dos meses y medio las variedades precoces.

Variedades: existen numerosas variedades de habas y en cada región podemos

hallar clases seleccionadas por los agricultores, bien adaptadas a condiciones

locales. Hay variedades de vaina larga y de vaina corta. Las variedades más

apreciadas son las de vaina intermedia (12-15 cm) como la muchamiel, por ser

más precoces y productivas, aunque en algunas regiones se prefiere las de vaina

larga (20-25 cm), como la aguadulce, que son más tardías y se consumen con

vaina incluida, a modo de judías verdes.

Clima: le gusta el frío moderado y llega a soportar temperaturas de -3 ºC, pero no

le conviene los exceso de calor ni los periodos de sequia.

Suelo: muestra una buena adaptación a casi todos los suelos, excepto los

excesivamente duros y secos. Tampoco le gustan los terrenos muy ácidos y

prefiere los arcilloso-calcáreos. La tierra de cultivo deberá estar trabajada en

profundidad y ser fresca, rica en humus.

Abonado: no necesita excesivo aporte orgánico y aprovecha bien los restos de

cultivos precedentes. Podemos realizar un aporte de compost bien descompuesto

de entre 1 y 2 Kg/m2. Como el resto de leguminosas, no necesita aportaciones

nitrogenadas, pues sintetiza el nitrógeno atmosférico gracias a la colaboración de

las bacterias nitrificantes de sus raíces. También es una excelente planta

abonadora usada como abono verde, aunque da mejores resultados la siembra

de habas forrajeras.

Riego: no es muy exigente en agua pero requiere un humedecimiento regular del

suelo, el cual obtendremos mediante riegos moderados pero frecuentes y

practicando un binado tras las lluvias o la irrigación, o con un buen acolchado

vegetal. Debemos evitar los riegos y el exceso de humedad en la época de

floración.

Siembra: generalmente en otoño en las zonas templadas. En las regiones o zonas

muy frías habrá que esperar al final de invierno. Se depositan dos semillas por

golpe cada 15-20 cm, o cuatro cada 20-30 cm, recubriéndolas con 5 o 6 cm de

tierra. Conviene dejarlas en remojo unas 24 horas antes de su siembra, para

facilitar su germinación



Cultivo: cuando las plantas alcancen 15 cm, será conveniente recalzarlas o

aporcarlas con tierra. Posteriormente, es aconsejable un acolchado con paja o

materia orgánica con paja o materia orgánica diversa. Cuidado con los riegos y la

humedad excesiva en la época de floración: la cosecha puede perderse.

Problemas: mildiu y roya

Rotaciones: dos o tres años

Asociaciones: alcachofas, lechugas, patatas, maíz y apio. No con las cebollas y

los ajos.



Judías

Phaseolus vulgaris (leguminosas)

Siembra: a partir de marzo; en abril o mayo en tierras frías.


Cosecha: a partir de los dos meses las judías tiernas, y de los cuatro las secas.

Variedades: existen dos distinciones muy definidas de cara al cultivo: las judías

tiernas de mata baja, con tallos erectos y que no precisas tutorado, y las de mata

alta o enrame, de tallos volubles, que requieren un entutorado con cañas u otros

soportes.

Clima: sensibles a las heladas y no se desarrollan a temperaturas por debajo de

los 10 ºC. tampoco florecen cuando los días son cortos y se reduce el fotoperiodo.

Requieren climas calidos y templados, y no adelantaremos demasiado las

siembras en primavera pues es fácil que las sembradas quince días más tarde

adelanten a las siembras si las hemos efectuado en tiempo frío o con días cortos.

También demandan un suelo templado por lo que la radiación solar y la

exposición de la parcela deberán ser apropiadas a sus requerimientos.

Protegerlas contra el viento.

Suelo: no les favorece el cultivo en tierras frías y muy húmedas, ni en terrenos

demasiado secos y muy calizos. Precisan de suelos mullidos y bien cavados,

frescos y ricos en humus, aunque exentos de restos de materia orgánica fresca.

Abonado: no precisan abonado y no soportan bien la presencia de materia

orgánica en descomposición.

Riego: soportan mal la carencia de riego o la humedad mínima del suelo,

conviene sembrarlas sin riego, con la tierra en sazón o atemperada con un riego

anterior a su preparación para la tierra. Es preferible no regar en la época de la

primera floración, ya que un riego abundante en ese momento frenaría el cuajado

y podría provocar la caída de las flores, mermando notablemente la producción.

Siembra: las judías de mata baja suelen sembrarse en líneas o surcos espaciados

unos 40 a 50 cm, depositando de cuatro a cinco semillas., a una profundidad de 2

o 3 cm en hoyos sucesivos separados de 30 a 40 cm. Las judías de enrame

requieren separaciones entre líneas o surcos de 60 a 75 cm para facilitar su

exuberante desarrollo y mantener una correcta y adecuada ventilación.



Trasplante: las leguminosas suelen cultivarse por siembra directa y no soportan el

trasplante a raíz desnuda. Podemos optar por sembrarlas en macetas, bandejas

alveoladas, que nos proporcionan plantas con cepellón, que trasplantaremos al

lugar definitivo sin dañar las raíces.

Recolección: las judías tiernas conviene cosecharlas cuando están formadas sin

dejarlas mucho tiempo en la mata, pues rápidamente forman granos y las vainas

se ponen fibrosas.

Problemas: pulgones verdes y negros. Las arañas rojas y otros ácaros suelen

atacar duramente las hojas de la judiera en tiempo seco, con las plantas y los

suelos resecos por falta de riego. Roya, oídio y podredumbres.

Rotaciones: no se trata de plantas exigentes, más bien fertilizan la tierra. Para

evitar problemas de parásitos y enfermedades daremos un lapso de dos o tres

años antes de cultivar en el mismo sitio.

Asociaciones: maíz, calabacines, zanahorias, coles, pepinos, fresales, perejil,

patateras y tomateras. No conviene cultivarla junto a ajos, cebollas, hinojos o

puerros.



Lechuga

lactuca sativa (compuestas).

Siembra: todo el año, eligiendo las variedades adecuadas.

Marco de plantación: 20-25 x 30 cm

Cosecha: a partir de los cincuenta días

Variedades: existen más de doscientas variedades, lo que permite elegir las más

adecuadas a nuestro huerto, clima y paladar. Hay tres clases de lechugas bien

definidas: las de repollo, las de cortar (poco conocida en España) y las alargadas

o romanas, que suelen atarse para el blanqueo del cogollo.

Clima: prefieren temperaturas suaves y, dadas sus anchas hojas, son propensas

a la deshidratación por calor excesivo, habrá que pensar en sombrearlas en las

primaveras o veranos tórridos.

Suelo: medran en suelos ricos en humus y materia organica bien descompuesta,

por lo que suelen plantarse sucediendo a cultivos estercolados, como tomates,

patatas o pimientos. Prefieren suelos neutros, que retengan bien la humedad en

verano y que drenen correctamente en invierno.

Abonado: podemos prescindir del abonado de fondo y limitarnos al aporte de

compost bien descompuesto en el momento de las escardas o el desherbado,

cuando la planta ha alcanzado aproximadamente una tercera parte de su

desarrollo.

En el caso de suelo pobre podemos esparcir unos 3 Kg/m2 de compost antes de

la siembra o plantación, y añadir 1 Kg/m2 más durante su desarrollo.

Riego: demandan gran cantidad de agua (sobre todo en la fase de formación del

cogollo) y gustan de un suelo regularmente húmedo, aunque no soportan los

encharcamientos, que suelen producir podredumbres y enfermedades.

Los sistemas de riego por goteo o exudación son los idóneos. Los acolchados con

hierbas, paja o cualquier material orgánico son aconsejables para el cultivo de

lechugas, pues mantienen durante largos periodos la humedad del suelo.



Siembra, aclareo y trasplante: siembra directa en surcos o en bancales; se

esparcirán las semillas en línea o a voleo, y se rastrillará superficialmente la tierra

para que se mezclen con ella las semillas y no las arrastre el agua de riego ni se

las lleven pájaros u hormigas. Si se produce una excesiva nascencia,

realizaremos el aclareo del semillero, dejando unos 2 cm de espacio entre plantas

para su correcta formación. El aclareo y trasplante progresivo permite escalonar

las fechas de recolección.

Problemas: Botritis, podredumbres y demás enfermedades criptogámicas por

exceso de humedad ambiental o por riego inadecuado. Pulgones por exceso de

nitrógeno. Pájaros, caracoles y babosas.

Rotaciones: soportan bien el cultivo continuado, aunque realizaremos una

rotación regular

Asociaciones: con casi todas las plantas cultivadas, no con girasol, aunque no

llega a ser problemático.



Maíz

Zea mays (Gramíneas)

Siembra: de abril a principio junio


Cosecha: a partir de los sesenta días el maíz dulce, y el resto cuando la planta

empieza a secarse.

Clima: es una planta amante del calor y del sol, muy extendido en zonas

tropicales. Aunque con el tiempo se han adaptado a climas templados y fríos.

Suelo: es una planta muy exigente, que prefiere suelos fértiles, airados y ricos en

humus. Le gustan las tierras ligeras, pero frescas y preferentemente algo ácidas.

Abonado: buen abonado de fondo con compost bien descompuesto, aborrece el

estiércol fresco.

Riego: requiere riegos frecuentes, sobre todo a partir de la formación de las

espigas. Requieren mucha agua debido a sus grandes superficies foliares y su

exposición al aire, requieren mucho agua, por lo que vigilaremos a menudo su

correcta hidratación. Una vez están la espiga bien formada y los granos

endurecidos, podemos suprimir el riego y dejar que las plantas se sequen.

Siembra: la siembra directa se realiza desde abril hasta principios de junio. Se

siembra “a golpes” de dos o tres semillas por cada hoyo y a una profundidad de 2

o 3 cm. Cuando las plantas alcanzan 5 o 7 cm de altura se las aclarea y se deja

una sola por hoyo, procurando elegir la más sana y vigorosa. Interesante las

siembras de maíz dulce para poder ir consumiéndolo gradualmente.

Recolección: diferencias entre el maíz dulce y las otras variedades. El maíz dulce

se cosecha justo en su máximo punto de desarrollo, cuando los granos alcanzan

su color amarillo intenso, y antes de que comiencen a ponerse duros.

Reconoceremos este punto cuando observemos el marchitamiento de las

cabelleras que asoman de las espigas o presionamos con los dedos algún grano

para comprobar su óptima sazón.



Problemas: es raro tener problemas cuando practicamos una agricultura ecológica

de rotaciones con este cultivo, aunque debemos tener cuidado con los pájaros en

las primeras fases de desarrollo del maíz. El pulgón es raro que le ataque, pero

puede aparecer en cambios climáticos bruscos o el excesivo aporte de nitrógeno.

Algunos gusanos atacan las raíces. El carbón del maíz es un hongo que destruye

los granos de maíz.

Rotaciones: se incluyen dentro de las hortalizas de rotación larga, dejamos pasar

de tres a cuatro años.

Asociaciones: todas las cucurbitáceas, leguminosas.



Melones

Cucumis melo (Cucurbitáceas)

Siembra: febrero en semillero protegido; de marzo a mayo al aire libre con

protección.

Marco de plantación: 1 x 1 m

Cosecha: a partir de los tres meses

Variedades: clasificamos las variedades en tres categorías: los melones de forma

oval (más parecidos a un balón de rugby), de piel fina, tipo pinyonet, piel de sapo,

amarillo oro, etc,; los melones tendral y de todo el año (tot l´any), de carne más

dura y generalmente más blanca y de piel más gruesa, que permiten su larga

conservación; y los melones redondos estilo cantaloup o francés, pequeños y

redondos y de carne anaranjada y perfumada, aunque no tan dulces como los

anteriores. Aunque también podemos clasificar las variedades en precoces y

tardías si deseamos escalonar las cosechas.

Clima: aman el calor y buen tiempo. No soportan el frio y las heladas, con

fotoperiodos cortos no se desarrollan ni cuajan sus frutos.

Suelo: suelos arcillo-calcáreos, sueltos, mullidos, rico en humus, bien abonados y

que no se encharquen.

Abonado: exigentes en materia orgánica, conviene sembrarlo tras un abono verde

e incorporar al suelo de 2 a 4 Kg/m2 de compost descompuesto que echaremos

en cada hoyo a la hora de sembrarlos.

Riego: si la tierra es fresca y cae alguna lluvia, no precisarán riego alguno. Los

mejores melones, los más dulces y los que se conservan por más tiempo, son los

de secano y los que no se riegan. Si no nos queda más remedio, realizaremos

riegos poco copiosos y muy espaciados. Se aconseja sembrar en surcos o

caballones para que la humedad no pudra los tallos.

Siembra y trasplante: en enero y febrero en macetas, que se colocan en

semilleros protegidos para su trasplante en el buen tiempo, de finales de abril a

mayo según climas. También podemos realizar una siembra directa,

protegiéndolos con campanas de plástico o trasparente entre marzo y mayo.

Cuatro o cinco semillas en cada hoyo. Cubriremos las semillas con 1 o 2 cm de

tierra fina o compost muy fermentado.



Recolección: podemos guiarnos por su coloración, por el aroma dulzón que

desprenden, por su mayor peso, por su tacto, etc.

Problemas: les perjudica el exceso de humedad en tiempo caluroso, oídio,

Fusarium y demás podredumbres y problemas criptogámicos. Caracoles o

babosas.

Rotaciones: como mínimo cuatro años

Asociaciones: excepto con pepinos y las calabazas, con casi cualquier planta

hortícola.



Patatas

Solanum tuberosum (solanáceas)

Siembra: de febrero a marzo, y junio-agosto en zonas cálidas.

Marco de plantación: 30-40 x 50-60 cm


Variedades: existen infinidad, numerosas variedades locales poco conocidas,

como las patatas de pulpa violeta oscuro e incluso negra. Suelen clasificarse por

la textura y por el color de su pulpa. Alhambra, Epicuse, Turia, Olalla, etc.

Clima: prefiere los frescos y algo húmedos, y se desarrolla con pocos problemas

en la zonas de montaña. Les afectan las heladas.

Suelo: mullidos, bien cavados y abonados, profundos, algo arenosos, ricos en

humus, con un pH de 6.5 a neutro, arcilloso-silíceos y sin excesos de humedad.

Abonado: buen abonado de fondo (de 3 a 5 Kg/m2) de compost o estiércol bien

descompuestos.

Riego: en los climas húmedos no será casi necesario el riego, sin embargo, en las

zonas secas, en suelos que retienen mal la humedad y en épocas de sequía, se

recomienda efectuar riegos poco copiosos y espaciados, ya que acusan el exceso

de humedad.

Siembra: en zonas cálidas, la siembra o plantación se realiza en plena tierra

desde el invierno y en las templadas desde febrero- marzo. En las zonas frías, se

siembran de abril a mayo. En caso de duda se sembraran cuando ya no haya

riesgo de heladas. Como simiente podemos utilizar las patatas enteras si estas

son de reducido tamaño, o partir en varios trozos cuando son de gran tamaño;

cada trozo dispondrá como mínimo de uno o dos “ojos” o brotes germinados.

Siembra con trasplante: en las zonas muy frías, algunos agricultores cortan los

brotes de patata con un pedacito de tubérculo y los plantan en macetas u otros

recipientes, colocándolos en semilleros protegidos de cama caliente para que

enraícen y se puedan plantar al aire libre una vez pasadas las heladas.

Siembra con semillas: se siembran en semillero protegido entre enero y febrero,

para trasplantarlos de la tierra entre marzo y mayo, cuando no exista riesgo de

heladas.



Recolección: se realiza en cuanto los tubérculos están bien desarrollados, lo cual

suele identificarse porque las plantas empiezan a marchitar y a secarse. Las

cosechas se escalonan desde el mes de marzo en las zonas cálidas, hasta

noviembre, en que recogen las variedades tardías. En las zonas frías, las

cosechas de patatas tempranas coinciden en mayo-junio con las de temporada

de las zonas templadas.

Problemas: el escarabajo de la patata, el más popular. El mildiu y otros problemas

criptogámicos que producen manchas y podredumbres suelen darse en climas

húmedos. Gusanos y orugas. Virosis causadas por la infestación de pulgones.

Rotaciones: planta bastante exigente, que se ve favorecida por un cultivo

precedente de abono verde. Un ciclo de tres o cuatro años.

Asociaciones: leguminosas, coles y espinacas. No les favorece remolacha,

girasoles o tomateras.



Pepinos

Cucumis sativus (cucurbitáceas)

Siembra: de febrero a mayo en semillero protegido y de mayo a junio al aire libre.

Marco de plantación: 60-70 cm x 1-1,2 m


Variedades: existen muchas variedades; pepinos pequeños (pepinillos) y otros

enormes (de hasta 1m de largo), gruesos y delgados, de color verde claro, verde

oscuro e incluso de piel blanca.

Clima: requieren climas cálidos para su buen desarrollo. No les gusta ni les

conviene el frio, ni el exceso de humedad. Extremadamente sensible a las

heladas. Ama enormemente el calor.

Suelo: suelos sueltos, mullidos, frescos y ricos en humus.

Abonado: exigente, necesita buen abonado de fondo, las cenizas ricas en potasio

los favorece.

Riego: riegos regulares y algo copiosos, no aspersión y si goteo.

Siembra: siembra en semillero en climas fríos, a partir de mediados de febrero

hasta abril o principios de mayo. Lo ideal es sembrar las semillas en macetas,

bandejas alveoladas o cepellones, para facilitar su trasplante posterior. Dos o tres

semillas por cepellón o maceta y posteriormente aclararemos dejando la planta

más vigorosa.

Trasplante: trasplantaremos al aire libre cuando desaparezca el riesgo de heladas

y con una temperatura del suelo mínima de 10 ºC, generalmente en abril-mayo.

Recolección: en cuanto alcancen el tamaño adecuado, siendo preferible hacer

una cosecha precoz cuando los pepinos son aún pequeños, que cogerlos

excesivamente grandes o maduros, cuando su característico tono verde palidece

y empiezan a amarillear.

Problemas: arañas rojas, pulgones, oídio y caracoles en plantas jóvenes.

Rotaciones: tres o cuatro años.

Asociaciones: apios, cebollas, coles, guisantes, judías, lechugas y rabanitos.



Perejil

Petroselinum hortense

Variedades: existen numerosas, siendo los más populares el común en nuestras

latitudes, y el rizado en los países y zonas frías.

Siembra: directa y en bancales.

Riego. Por inundación, en bancales elevados por aspersión y goteo.

Suelo: frescos y mullidos. No le convienen suelos arcillosos o muy ácidos

Abonado: bien abonado y rico en humus, no le gusta el compost poco

descompuesto.

Siembra: en zonas cálidas podemos sembrarlo a partir de finales de febrero o

marzo; en climas más fríos, en abril. En verano le convienen las zonas

sombreadas y abundantes riegos. Si deseamos tener perejil en invierno, lo

sembraremos entre finales de agosto y septiembre.

Rotaciones: mínima de unos tres o cuatro años

Asociaciones: tomates, las cebollas y los espárragos. Desfavorable con las

lechugas.



Pimientos

Capsicum annuum (solanáceas)

Siembra: desde febrero en semillero protegido

Maro de plantación. 40 x 50 cm o 60 x 70 cm

Cosecha: dos meses y medios después de la siembra.

Variedades: existen numerosísimas variedades de pimientos, aunque las más

cultivadas son las grandes y carnosas, tipo morrón y tres cantos, que

generalmente se cosechan rojos, y los verdes y alargados, tipo italiano.

Clima: gusta de calor y climas suaves. Sensible al frio y no se desarrolla bien con

temperaturas inferiores a los 10 ºC. Buscaremos las zonas más cálidas y

soleadas del huerto.

Suelo: prefiere los terrenos fértiles, ricos en humus, cavados en profundidad y

frescos. Le van mejor los suelos ligeros y drenantes que los compactos.

Abonado: exigentes, requieren buen abonado de fondo: de 3 a 5 Kg/m2 d estiércol

o compost, que procuraremos que este bien descompuestos.

Riego: procuraremos mantener la humedad de la tierra, sin excesos ni carencias,

evitando los encharcamientos. Buenos resultados con el riego por goteo.

Siembra: desde febrero, siembra en semilleros protegidos o de cama caliente, con

un repicado posterior en cepellones o macetas, cuando las plantas tengan cuatro

hojas y unos 12 cm de altura.

Trasplante: es similar al de berenjena y tomate, suele hacerse a mediados de abril

o mayo.

Recolección: a medida que se necesitan y dependiendo de los gusto de madurez

y color, no dejar mucho tiempo, ya que pueden detener la floración y la

producción de nuevos frutos.

Problemas: similares a los que afectan a tomates y berenjenas. Pulgones, arañas

rojas, podredumbres del tallo, gusanos grises del suelo.

Rotaciones: tres o cuatro años

Asociaciones: tomates, berenjenas, albahaca.



Puerro

Allium porrum (liliáceas)

Siembra: enero – febrero en cama caliente y a partir de marzo al aire libre

Marco de plantación: 10-12 x 30

Cosecha: a partir de los tres meses de trasplante.

Variedades: numerosas variedades con tamaños de desarrollos muy diversos

(enanos, largos, gigantes, etc. Los hay estacionales y por zonas, mientras que

algunos son de cuatro estaciones.

Clima: es una planta rustica que se adapta bien a la mayoría de las condiciones

climáticas, siendo resistente al frío, por lo que puede pasar el invierno en pleno

campo. Prefiere zonas y climas templados y suaves, aunque con buena humedad

relativa ambiental.

Suelo: tierra bien cavada, rica en humus, fresca y muy suelta. Se adapta a suelos

ácidos como a calcáreos, pero hay que vigilar que no le falte humedad en los

meses secos y calurosos.

Abonado: no tolera el compost o estiércol frescos, por lo que realizaremos un

abonado de fondo con materia orgánica bien descompuesta. Les estimulan las

aportaciones de nitrógeno, durante su cultivo recurriremos a los purines de ortiga,

consuelda o estiércol.

Riego: en climas húmedos del norte no nos preocuparemos por el riego. En

climas cálidos procuraremos que no les falte humedad en la tierra, y quizá les

convenga un acolchado orgánico para mantener mejor esa humedad.

Siembra y trasplante: preveremos cinco meses desde la siembra hasta la

cosecha. Usaremos semillas de la cosecha anterior, ya que las semillas de puerro

son muy delicadas con el poder germinativo. Las siembras se escalonaran a lo

largo del año, a fin de poder cosechar todo el año. La primera siembra es

semillero de cama caliente en enero – febrero; se trasplantará a partir de marzo y

podremos cosechar desde finales de mayo hasta agosto. En marzo ya podremos

sembrar en semillero al aire libre, aunque protegido, trasplantando de mayo a

junio y cosechando de agosto a noviembre o diciembre. Siembra directa en

agosto o septiembre, aclarando los espacios entre 5 y 7 cm y cosechamos al final

de primavera.



Recolección: podremos cosecharlos antes de tiempo a fin de escalonar mejor su

consumo.

Problemas: ídem que las cebollas. Peor enemigo es el gusano del puerro, cuidado

en abril y mayo y en pleno verano.

Rotaciones: algo exigente, de ciclo largo, de 3 a 4 años.

Asociaciones: zanahorias, apios, freseras o tomates. Cebollas aunque las infectan

con los gusanos que las atacan. No con las judías, guisantes, coles, lechugas,

rábanos y remolachas.



Sandías

Citrullus vulgaris (cucurbitáceas)

Siembra: febrero en semillero protegido o cama caliente; en pleno campo, con

protección, en marzo-mayo.

Marco de plantación: 1 x 1 m

Cosecha: a los tres o cuatro meses.

Variedades: existen numerosas variedades de sandía, desde las pequeñas sugar

baby hasta las enormes melonas, que son alargadas y llegan a superar los 15 Kg

de peso. Se clasifican por el color de su carne, que puede ser blanca, rosada y de

un rojo intenso. Otras variedades se distinguen por el color de su piel, que puede

ser blanco, verde claro, verde oscuro o rayadas.

Clima, suelo, abonado, siembra, traspante, técnicas de cultivo, cuidados,

problemas, asociaciones y rotaciones, son muy similares a los descritos para los

melones.

Riego: requiere riegos copiosos y regulares, por goteo.

Recolección: normalmente su punto idóneo de sazón se distingue porque sus dos

hojuelas redonditas situadas en el pedúnculo, muy cerca de la sandía están

secas. El color amarillo intenso de la parte que descansa sobre la tierra suele ser

para muchos un buen indicador.



Tomate

Lycopersicon esculentum (solanáceas)

Siembra: desde enero en cama caliente; marzo-abril en semillero protegido

Marco de plantación: 40-50 x 60-70 cm

Cosecha: a los dos meses y medio

Variedades: tomates híbridos están acaparando el mercado, haciendo casi

desaparecer a variedades tradicionales. Lo más frecuente con los tomates, era y

es, guardar los primeros ramilletes de tomates, seleccionando aquellos que

cuelgan de las plantas más vigorosas y sanas, y cuyo tamaño, color o sabor son

los más apropiados.

Tomates para guardar en invierno: interesantes las variedades de “tomate de

colgar”. Estas se recogen justo antes de su plena maduración y se cuelgan de

hilos hasta que deseemos consumirlas o comercializarlas.

Clima: se adaptan bien a todos los climas, le molesta el frío intenso, el excesivo

calor o demasiada humedad en el ambiente. En zonas con climas benignos se

pueden cultivar durante todo el año, en climas fríos en el arco de mayo a

septiembre.

Suelo: prefieren los ligeros a los compactos, bien nutrido, esponjoso y aireado.

Suelen irle bien los suelos pedregosos, que retienen y acumulan la radiación solar

diurna y mantienen la tierra caliente durante más horas, acelerando el desarrollo

de la planta y la maduración de los tomates.

Abonado: muy exigentes en nutrientes, suelo con abundante compost

descompuesto, los mejores resultados se obtienen precediendo el cultivo con un

abono verde (vezas y habas forrajeras), al que se añadirá algo de compost en el

momento de roturarlo. Pueden superar los 10 Kg/m2, es interesante añadir algo

de compost a la tierra cuando se realizan tareas de desherbado o recalce.

Riego: bastante exigente en el riego, prefiriendo un aporte hídrico regular a

grandes cantidades de agua demasiado espaciadas en el tiempo. En la época de

primera floración vigilaremos la irrigación, ya que un aporte excesivo de agua o

humedad dificultara el cuajado o desencadenara una importante caída de flores,

mermando la producción.



No debemos regarlas con mangueras o aspersión, siempre por goteo o

inundación en suplencia del goteo que sería lo ideal.

Siembra: las variedades tempranas requieren una siembra precoz en semillero

protegido de los fríos y las heladas nocturnas. Podemos usar bandejas de

poliestireno expandido o macetas con una mezcla de fibra de coco y compost lo

bastante nutritiva para proveer la planta hasta el momento del trasplante.

Trasplante: cuando no haya riesgos de heladas nocturnas, podemos trasplantal

las tomateras al huerto.

Problemas: gusano gris o gusano de alambre, mildiu (muy temida). El pulgón y

otros parásitos no suele ser muy preocupante en el cultivo biológico de los

tomates.

Rotación: al menos de tres años

Asociaciones: ajos, cebollas, apios, zanahorias, puerros o el perejil.



Zanahoria

Daucus carota (umbelíferas)

Siembra: a partir de enero en zonas cálidas y de marzo a abril en zonas frías

Marco de aclareo: de 5 a 8 cm

Cosecha: a partir de los cincuenta días en variedades precoces.

Clima: casi todos los climas, prefieren los templados.

Suelo: mullidos, arenosos, que retengan bien la humedad pero que no se

encharquen (arcillo – arenosos).

Abonado: rico en humus, procuraremos usar mantillos y compost muy hechos.

Riego: preferible un riego regular, si el suelo se reseca mucho la piel de la

zanahoria se endurece y, con el siguiente riego, tenderán a agrietarse, con lo que

se perderá gran parte de la cosecha.

Siembra: entre hileras de 25 o 30 cm. Se enterraran las semillas de 1 a 2 cm. La

siembra en semillero y el posterior trasplante no suele ser habitual.

Problemas: mosca de la zanahoria, es casi el único. Nematodos.

Rotación: rotaciones largas, de tres a cinco años.

Asociaciones: cebollas, cebollinos, lechugas, guisantes, tomates, rábanos, salvia,

romero, artemisia. No con las de su familia, las umbelíferas.



HERRAMIENTAS



Herramientas

Vamos a detallar un número de herramientas que son aplicables y útiles en este

huerto, no obligando a que sean las únicas a utilizar, ya que como hemos

mencionado, cada herramienta será usada en función de su necesidad y de las

condiciones que imponga el huerto.

No hay que olvidar que las manos son las mejores herramientas de las que

podemos valernos para trabajar, y las herramientas son la continuidad de

nuestras manos.

En función de las limitaciones del huerto y del sistema de cultivo, vamos a

necesitar más o menos aperos, siempre en función a los fines a los que vamos a

destinar el huerto y el tiempo que estamos dispuestos a invertir para conseguir

que las hortalizas lleguen a nuestra mesa.

Herramientas manuales:

Aquí es donde vamos a encontrar, el tipo de herramientas que se siguen usando

desde tiempos antiguos combinados con las modernas de última tecnología.

Azada: Sirve tanto para cavar como para mover tierra, hacer surcos, desherbar,

realizar los hoyos para plantas, canalizar el agua, allanar un suelo o romper

terrones.

Las hay de varias dimensiones y con cabos (mango) de varios centímetros, en

función del trabajo que vamos a realizar.

Las de corte de hierbas suelen tener el filo cortante afilado, para seleccionar la

planta a eliminar, siendo el “amocafre” la que más vamos a usar para nuestros

bancales, al ser una herramienta ligera y que se puede usar con una mano. Para

el movimiento de tierras, necesitaremos una herramienta que sea más pesada y

con cabo resistente, el ancho de la hoja es mayor. Sin embargo para escardar los

pies de los árboles vamos a necesitar una azada con un ancho de hoja menor,

para no profundizar y dañar las raíces, su mango ha de ser también largo para no

forzar en demasía la espalda.



Guantes: Es quizás la prenda más útil para usar nuestras herramientas, aunque

no es considerada una herramienta como tal, la he incluido en este punto al

considerar que gracias a ellos podemos realizar tareas, que sin ellos nos

complicaría en demasía realizarlas ya que nos protege las manos de espinas,

golpes, cortes, durezas, manchas, etc..., manteniendo un aspecto apreciable de

nuestras manos. Los hay de varios tejidos y con características aplicables en

función del trabajo a realizar, por ello es necesario un buen par de guantes de

cuero que se amolden bien a nuestra mano y nos faciliten las labores.

Pala: Es una herramienta indispensable en nuestro huerto, ya que nos va a

ayudar a cavar tierra, sacar el estiércol de las cuadras, esparcir el compost, para

realizar el bancal profundo, remover la tierra, etc.



Horca: Sirven tanto para esparcir el estiércol como para remover la tierra a fin de

airearla sin voltear las capas superficiales y profundas, para desenterrar cultivos

como patatas o zanahorias, acarrear el compost y transportar la paja para

alimentar el ganado.

Rastrillo: Ayuda a recoger las hojas y las hierbas secas, permite remover

superficialmente el suelo para despedregarlo, alisarlo o romper su capilaridad y

evitar la evaporación del agua así como mezclar las semillas con la tierra en

siembras o voleo.

Carretilla: Ayuda a transportar con facilidad y menor esfuerzo el compost, el

estiércol, las alpacas, las semillas o las abundantes cosechas. Es importante que

disponga de rueda neumática ancha, pues las ruedas estrechas o de hierro se

clavan en el suelo húmedo y son incómodas.



Tijeras de podar: Sirven para controlar setos, podar rosales o cortar las cañas que

usaremos para el enrame de judías o el entutorado de tomateras, pimientos o

berenjenas. Para cortar ramas gruesas existen tijeras de mango largo e incluso

con efecto de doble palanca que reducen notoriamente la fuerza aplicada

Cultivador manual: Es una herramienta ligera de tres o cinco puntas idónea para

mullir la tierra entre líneas y desherbar en las fases de germinación y del primer

desarrollo de las hierbas adventicias.

Guadaña y hoz: Son dos herramientas manuales que se destinan para el corte de

verde o malas hierbas que no se destinen al abono en verde. La guadaña posee

un cabo largo y se usa con las dos manos, mientras que la hoz es una

herramienta pequeña y se usa con una mano, mientras que con la otra se

mantiene el verde que se va a cortar.



Sulfatadora de presión: Se trata de una herramienta cuyo uso servirá para aportar

salud al suelo o a las plantas con pulverizaciones de plantas medicinales, con el

revitalizante purín de ortigas, el sulfatado con agua jabonosa o arcilla contra

pulgones e incluso para el uso de insecticidas naturales o el caldo bordelés.

También existen unas herramientas manuales que no vamos a exponer debido a

la no utilización por parte de nosotros, pero dejamos constancia de ellos por si

algún hortelano está interesado: La azada de rueda, la horca de doble mango, el

hacha, el legón, la horquilla, etc.

Los mejores mangos para las herramientas son los de madera, más cálidos y

agradables que los de metal y además, al ser aislantes, no cortocircuitan la

energía eléctrica entre las dos manos.

Tampoco han de faltar en una caseta de herramientas, las propias necesarias

para el mantenimiento de nuestras herramientas manuales; como pueden ser la

lima para afilar, el martillo para asentar y golpear, el destornillador, la tenaza, la

llave inglesa y de grifa, el teflón, cincel, etc.

Cuidar adecuadamente las herramientas ahorra dinero y facilita los trabajos del

huerto.

Una azada o una pala oxidadas trabajan peor y la tierra húmeda se queda

adherida a su superficie obligándonos a rascarlas a menudo, lavar bien las

válvulas o circuitos de la sulfatadora, engrasar las partes de la maquinaria, etc.



Herramientas motorizadas

Son las que van con tracción mecánica y no suponen tanto esfuerzo para el

agricultor, aunque precisan de un cuidado mayor y una experiencia para evitar

accidentes mortales.

Desbrozadora de disco: espada o hilo de nailon: Son máquinas accionadas por un

motor de gasolina que facilita la siega y desherbado en superficies poco planas,

caminos y márgenes. El sistema de hilos de de nailon es idóneo para cortar la

hierba junto a los tronco de árboles o incluso al lado de piedras o paredes.

Motocultores: Existen gran variedad de formas y tamaños de motocultores. A

partir de ciertas superficies de cultivo podemos prever su uso. Se caracterizan por

tener cuchillas en vez de ruedas. Permiten remover la tierra para airearla,

desherbar con rapidez y facilidad, aporcar o recalzar y hacer surcos, aunque no

son de grandes dimensiones. La mayoría de estas máquinas dispone de múltiples

accesorios intercambiables para cada uso. Son preferibles las máquinas con

motores de cuatro tiempos, ya que por regla general son más ligeras, silenciosas

y consumen menos gasolina que las de dos tiempos, aunque las primeras

requieren una mayor vigilancia del estado y limpieza de los filtros, así como el

cambio periódico del aceite del cárter (cada hora de trabajo según el modelo).

Según las dimensiones de nuestro huerto nos vamos a decantar por uno de gran

potencia y versatilidad.



El tractor: El tractor a necesitar está entre uno con potencia de 30 a 40 caballos.

Al iniciarnos en la agricultura ecológica, muchos rechazamos el uso del tractor por

todo lo que implica su uso: Aumentar los ingresos para su compra y

mantenimiento, dependencia de los combustibles, deterioro del suelo por

aplastamiento, etc. Pero si deseamos comercializar la suficiente producción para

vivir de la tierra, hoy por hoy su uso se hace casi imprescindible. Los accesorios

de los tractores grandes son similares a los de los tractores articulados, sólo que

de mayores dimensiones, lo que reduce el tiempo que exige una determinada

labor.

La tracción animal

Es aquella en la que nos ayudamos de una animal (asno, mulo, caballo, buey)

para realizar las labores agrícolas. En nuestros huertos no vamos a disponer de

caballos, u otro tipo de animal para el desempeño, los cuales estarían a

disposición para realizar tareas en el huerto, pero previamente van a serían

sometidos a una doma para tal caso, consiguiendo así una disminución de la

contaminación.

En la actualidad ésta práctica no se utiliza por ser muy complicado adquirir los

aperos de labranza para los animales, llegando a ser más costosos que los de

tracción mecánica.

El hecho de seguir con ésta práctica es por dedicación, afición y porque he podido

poseer unos aparejos de mis familiares.



MODELOS



Modelos

Modelo 1: Terrazas

Vamos a disponer de unas dimensiones de aproximadamente 10m2.

En este modelo no utilizaremos técnicas de cultivo muy específicos, ya que con

esta pequeña parcela, podríamos hacer un control de hierbas infectantes del

mismo mecánico, por nuestra parte, antes que recurrir a técnicas más ortodoxas,

aunque no por ello más eficiente.

La preparación de la tierra, con todas sus técnicas anteriormente descritas, no

van a ser aplicadas en este modelo, solo recurriremos a la preparación de dos

composteros de (0.60 x 0.60x1.40m) cada uno, los demás recursos necesarios

tendremos que adquirirlos por las vías pertinentes. Es decir, necesitaremos

insumos agrícolas, que en el apartado de valoración económica detallaremos con

profundidad.

Como vamos a utilizar maceteros, no serán necesarias las labores preparatorias

del terreno, solo preparar la mezcla del sustrato que detallaremos más adelante.

En esta terraza dividida en ocho maceteros de (0.60x0.60x0.45 m), mas dos

maceteros adicionales usados como composteros, que en cualquier momento

podremos cambiar su finalidad y usarlo como maceta para plantas. Le pondremos

30 cm de fondo, para que el calor no perjudique las raíces de lo plantado, se

recomienda que sean de madera (y no metálicas).

A continuación indicaremos los pasos para construirlos nosotros mismos y no

tener que recurrir a ninguna casa comercial.

La madera que vamos a utilizar es de “pino Impregnado”.

Los materiales a utilizar son los siguientes:

- Tablas de pino impregnado de 6 x 1 m

o 8 de 1m de largo

o 7 de 1.02m de largo

o 12 de 0.60m de largo

o 1 varilla de 2x2” de 3m de largo

- Clavos zinzados, martillo, plástico grueso y tachuelas



A continuación describiremos los pasos a seguir para su montaje:

I. Separar las tablas de 1m y clavar las cuatro primeras formando un marco

de madera que todos los lados queden de 1m.

II. Cortar la varilla de 2x2” en cuatro pedazos de 29cm y clavarlos en las

equinas inferiores para fijar la estructura

III. Una vez armado el borde del macetero inferior, de dos tablas de altura, se

cierra clavando para fijar la estructura.

IV. Con el macetero base listo, se corta el plástico de manera que cubra bien

el fondo, clavado con las tachuelas, doblando o cortando antes el borde

para que no se vea. Debemos hacerle unos orificios con un clavo para el

drenaje.

V. Con las maderas de 0.60m, se procederá de la misma forma, aunque se

usarán maderas que le den una altura de 45 cm y no se le hará fondo

VI. Terminado el macetero interior, se coloca dentro de otro y se le agrega 5

cm de leca.

VII. Antes de llenarlo con el sustrato debemos colocarlo en su lugar definitivo.



Como en nuestro modelo, no haremos el macetero base, nos ahorraremos este

paso y los materiales, lo que si le haremos el fondo como antes hemos descrito

con el de base. Le daremos una altura de 45cm.

Seguidamente prepararemos el sustrato de las macetas:

Utilizaremos compost, con una mezcla de perlita, tierra negra, humus de lombriz,

estiércol seco, turba y resaca de rio, en diferentes proporciones, dependiendo de

las marcas.

Nosotros haremos nuestra propia mezcla, en una carretilla, para que después sea

más cómodo su trasporte. Utilizaremos: 4 partes de turba, 3 de resaca, 1 de

perlita y 1 de humus de lombriz.

Para el sembrado, ya que no disponemos de semillero y el primer año no sería

factible deberemos acudir a algún vivero o casa comercial en el que podamos

adquirir semillas o directamente las plantas para trasplantarlas, aunque algunas

especies sea difícil encontrársela en este estado.

Nos hemos guiado por el marco de plantación de cada especie así como la

densidad de plantación, vemos en la figura de abajo un breve esquema para la

fácil comprensión.



La distancias entre linios y plantas la marcaran el marco de plantación de cada

especie, nosotros lo haremos lo más exacto posible y viendo a medida del

crecimiento del cultivo si debemos arrancar algunas plantas por exceso o por el

contrario podemos incluir alguna más por macetero.

A continuación detallamos en una tabla la distribución de las especies en el

macetero, así como su rotación a tres años.

Siendo una recomendación nuestra, ya que la experiencia en campo es esencial a

la hora de la implantación de un cultivo.

Aquí damos algunas técnicas siguiendo bibliografía recomendada y se intentara

buscar recomendaciones de agricultores de la zona en donde implantemos

nuestro huerto urbano.

Para las tomatera utilizaremos tutores, ya que es una planta que necesita de ello,

utilizaremos cañas. Haremos una pequeña estructura piramidal, con cuatro cañas

apoyadas en las cuatro esquinas del macetero y unidas por el extremo superior

con un alambre o cordel. Una quinta caña se situará en el centro del macetero,

junto a la base de la planta y unido al punto superior como las anteriores, con la

idea de entrelazar la planta con la caña central y que esta no se encame en

ningún momento, deberemos usar las pequeñas ramas para ayudarnos a

entrelazar.



A continuación exponemos un cuadro en el que explicamos la distribución de las

especies, por macetero, por estación y por año.

Hay muchas asociaciones y rotaciones, aquí dejamos un ejemplo de cual sería

una favorable, utilizando cultivos no difíciles de llevar a cabo.

Dando más importancia a los productos que mas vayamos a consumir o los que

preferimos, depende del gusto personal de cada familia o individuo.

Maceta Año Primavera/verano Otoño/invierno

1 1 Cebolla Zanahoria

2 1 Lechuga Espinaca

3 1 Tomate Nabo

4 1 Pimiento Escarola

5 1 Cebolla Zanahoria


7 1 Tomate Nabo

8 1 Pimiento Escarola


2 2 Ajo Escarola

3 2 Patata Zanahoria

4 2 Tomate Lechuga


6 2 Ajo Escarola

7 2 Patata Zanahoria

8 2 Tomate Lechuga

1 3 Tomate Puerro



2 3 Cebolla Escarola

3 3 Ajo Espinaca

4 3 Patata Cebolla

5 3 Tomate Puerro

6 3 Cebolla Escarola

7 3 Ajo Espinaca

8 3 Patata Cebolla



Especie Marco de

plantación

(Dist.plantas

x

Dist.lineos)

Densidad

plantación

(plantas/m2)

Plantas/Maceta

(0,60x0,60m)

(0,36 m2)

Cebolla 10x10 33-44 36

Zanahoria 8x30 26-50 15

Tomate 40x60 2 1

Pimiento 40x50 2 1

Patata 30x50 7 2

Lechuga 20x30 11-16 6

Escarola 25x30 11 4

Espinaca 10x20 26-50 18

Puerro 10x30 12

Ajo 10x20 18

Nabo 10x15 24



Riego: instalaremos un sistema de riego por goteo, dividido en dos sectores, y en

el que cada macetero constara de una llave de paso, que deberemos modificar

dependiendo de las necesidades de nuestros cultivos, la distribución del sistema

de riego viene detallada en los planos que se adjuntan y el estudio de riego viene

dado como anejo, a continuación pondremos un calendario de riego para que sea

de fácil uso.



Para obtener resultados óptimos, seguiremos seis principios básicos:

I. Tierra sana y fértil: lo primero es conseguir una superficie que

propicie la vida, creamos una base de 5 centímetros de material de

drenaje (Arlita) y, sobre este, disponer 15 centímetros más de tierra.

Conseguida la superficie, hay que cubrirla con 5 centímetros

de compost, pero, sin mezclar con la tierra, lo cual es de bastante

importancia.

II. Vida microbiana: para que las lombrices se críen de forma natural y

puedan, junto con el resto de la fauna microbiana del subsuelo,

construir galerías por donde circule el aire y el agua, no hay que

alterar la tierra.

III. Abono orgánico: para este modelo tendremos que incorporarlo de

fuera, compost ecológico, que será ideal para nuestros cultivos.

IV. Siembra densa y mixta: Como las plantas sólo necesitan el espacio

justo para su desarrollo, la siembra se realiza de forma más densa

que en la horticultura tradicional. De este modo, cuando las plantas

crecen, las hojas se tocan y crean un microclima que evita que se

pierda la humedad de la tierra y que crezcan malas hierbas

V. Humedad constante: Con un sistema de riego exudante se liberan

cantidades muy pequeñas de agua, pero de una forma continuada,

lo que permite mantener una humedad constante y uniforme que

favorece la actividad de las lombrices y microorganismos necesarios

para una tierra fértil.

VI. Rotación cada cuatro años: En cada superficie de cultivo se tienen

que sembrar plantas de la misma familia porque tienen las mismas

necesidades (hay cuatro clases). Y cada año, rotar el cultivo a otra

superficie, y así durante cuatro años, para permitir que la tierra

recupere sus nutrientes, no desarrolle enfermedades ni plagas y

beneficie los cultivos sucesivos. Por eso, cada huerto consta de

cuatro zonas de cultivo (o múltiplos de cuatro). Las familias

botánicas son: liliáceas y umbelíferas (cebollas, zanahorias y apio),

solanáceas (pimientos, berenjenas, tomates…), compuestas,

quenopodiáceas y cucurbitáceas (lechugas, remolachas, acelgas,

pepinillos) y leguminosas y crucíferas (judías, coles, rabanitos).



Modelo 2. Jardín trasero

Tendremos una superficie de 75 m2 aproximadamente, en el que dispondremos

de seis bancales de 5 x 1 m2.

En este modelo utilizaremos técnicas de preparación de la tierra, ya que no es

una gran superficie haremos uso de los utensilios descritos en el apartado de

herramientas, más concretamente de las herramientas manuales, sin usar las

motorizadas.

Prepararemos los bancales, haciendo labores preparatorias, si hay algún tipo de

césped tendremos que quitarlo, si la tierra que hay bajo el césped esta

esquilmada, deberemos prepararlo en condiciones para la recepción de los

cultivos. Las labores son las siguientes:

- Laboreo de los bancales, no voltear, al principio.

- Mullir el terreno, dejándolo optimo para el sembrado o trasplante.

La preparación de la tierra vendrá determinada por el estado en que nos

encontremos la tierra del jardín, nosotros supondremos que habrá que partir de

una tierra pobre, en lo que tendremos que preparar una mezcla de tierra que a

continuación describimos.

Seguidamente prepararemos el sustrato de los bancales:



las marcas.









densidad de plantación.












Para las tomatera utilizaremos tutores, ya que es una planta que necesita de ello,

utilizaremos cañas. Haremos una pequeña estructura como se muestra en la

figura, con dos cañas horizontales que sirvan como base, otras dos verticales que

se unen con las dos bases respectivamente y que se encuentran entrelazadas

entre ellas por su parte superior y a otra situada horizontalmente que hace de

sujeción para las demás, usaremos material sintético y degradable como cordel, o

utilizaremos pequeñas ramas.



A continuación exponemos un cuadro en el que explicamos la distribución de las

especies, por bancal, por estación y por año.







Bancal Año Primavera/verano Otoño/invierno

1 1 Cebolla/Zanahoria Abono verde

2 1 Albahaca/Pimiento Salvia/Tomate

3 1 Patata/Maíz Lechuga/Escarola

4 1 Col

(Repollo)/Lechuga

Guisante/Espinaca



1 2 Berenjena/Tomate Lechuga/Col

(Repollo)

2 2 Patata/Maíz Cebolla/Zanahoria


4 2 Patata/Melón Cebolla/Zanahoria


(Repollo)



2 3 Berenjena/Tomate Salvia/Tomate

3 3 Coliflor/Brócoli Cardo/Fresa

4 3 Berenjena/Pimiento Abono verde





Especie Marco de

plantación

(Dist.plantas

x

Dist.lineos)

Densidad

plantación

(plantas/m2)

Plantas/lineo

(5m/lineo-

largura)

Lineos/bancal

(1m/lineo -

anchura)

Cebolla 10x10 33-44 50 5 (0,5m) ½

lineo

Zanahoria 8x30 26-50 62 1 (0,5m) ½

lineo

Tomate 40x60 2 12 1 (0,5m) ½

lineo

Pimiento +

Albahaca

40x50 2 12 (6

pimiento + 6

albahaca)

2

Maíz 30x60 8 16 1 (0,5m) ½

lineo

Patata 30x50 7 16 1 (0,5m) ½

lineo

Col(repollo) 40x50 4 12 1 (0,5m) ½

lineo

Lechuga 20x30 11-16 105 1 (0,5m) ½

lineo

Escarola 25x30 11 20 1 (0,5m) ½

lineo

Berenjena 40x50 2-3 12 1 (0,5m) ½

lineo

Coliflor 60x60 2.4-3.3 8 1 (0,5m) ½

lineo



Brócoli 50x60 2.4-3.3 10 1 (0,5m) ½

lineo

Fresa 30x40 5-5.5 16 1 (0,5m) ½

lineo

Guisante 30x50 90-100 16 1 (0,5m) ½

lineo

Melón 100x100 1 5 1 (0,5m) ½

lineo

Cardo 80x80 1 6 1 (0,5m) ½

lineo

Espinaca 10x20 26-50 50 2 (0,5m) ½

lineo

Salvia +

Tomate

40x60 2 12 (6 T + 6 S) 1



Riego: instalaremos un sistema de riego por goteo, dividido en dos sectores,

podemos ponerlos a nivel de superficie o enterrados, nosotros la pondremos

enterrados, ya que no vamos a utilizar maquinaria pesada que compacte el suelo,

por lo que podremos hacer un mantenimiento de la instalación de riego sin

muchos esfuerzos, lo que supone un ahorro de agua, menos riego, eficiencia

energética y en consecuencia, más ecológicos. Utilizaremos goteros

autocompensantes, ya que la presión que tendremos no es muy alta. Los detalles

del sistema de riego vienen especificados en la sección de planos y anejos, en

sus respectivos apartados.

Como en el primer modelo, seguiremos los seis principios básicos de: tierra sana

y fértil, vida microbiana, abono orgánico, siembra densa y mixta, humedad

constante y rotación a cuatro años.



Modelo 3. Parcela vecinal

En este modelo vamos a disponer de mayor superficie que los anteriores (45 x 25

m) 1125 m2.

Con estas dimensiones disponibles, podríamos hacer uso de maquinaria más

pesada y específica para trabajar la tierra, pero como nuestra idea debe ir

encaminada al trabajo lo más ecológico y sostenible posible, solo hemos de

repartir y gestionar el trabajo entre los vecinos o personas que van cuidarlo.

En este modelo utilizaremos técnicas de preparación de la tierra, ya que tenemos

algo más de superficie que en el segundo modelo, haremos uso de casi todos los

utensilios descritos en el apartado de herramientas, sin abusar de los más

pesados y menos ecológicos.

Prepararemos los bancales, haciendo labores preparatorias, utilizaremos en

primer lugar el motocultor para labrar en profundidad, solo lo haremos al principio

de la plantación, y nunca al cambiar de plantación, ya que las propias raíces de

las plantas nos harán el trabajo. Si anteriormente ha habido algún tipo de césped

u otro material que pueda haber dejado residuos o escombros, tendremos que

sustraerlo.

Si la tierra que hay debajo de la capa superficial esta esquilmada, deberemos

prepararlo en condiciones para la recepción de los cultivos. Las labores son las

siguientes:

- Laboreo de los bancales, no voltear, al principio.

- Mullir el terreno, dejándolo optimo para el sembrado o trasplante.

Siguiendo lo que nos aconseja la agricultura ecológica y que en su respectivo

apartado se especifica.



La preparación de la tierra vendrá determinada por el estado en que nos

encontremos la tierra de la parcela, nosotros supondremos que habrá que partir

de una tierra pobre, en lo que tendremos que preparar una mezcla de tierra que a

continuación describimos.

En esta parcela necesitaremos la colaboración de todos, ya que al aumentar las

dimensiones necesitamos más insumos, es decir gastar más dinero en sustraro,

semillas, productos autorizados, etc.

Seguidamente prepararemos el sustrato de los bancales:



las marcas.









densidad de plantación.










Para el tutor de las tomateras actuaremos ídem del segundo modelo.



A continuación exponemos dos cuadros, uno en el que explicamos la distribución

de las especies, por bancal, por estación y por año y otro en el que exponemos el

número de filas por bancal y el número de plantas por fila.







Bancal Año Primavera/verano Otoño/invierno




4 1 Col (Repollo)

/Lechuga

Guisante/Espinaca




8 1 Col (Repollo)

/Lechuga

Guisante/Espinaca

1 2 Berenjena/Tomate Lechuga/col

(Repollo)





(Repollo)






3 3 Coliflor/Brócoli Cardo/Fresa






7 3 Coliflor/Brocoli Cardo/Fresa




Especie Marco de

plantación

(Dist.plantas

x

Dist.lineos)

Densidad

plantación

(plantas/m2)

Plantas/lineo

(21m/lineo-

largura)

Lineos/bancal

(5m/lineo -

anchura)

Cebolla 10x10 33-44 210 25 (2,5m) ½

lineo

Zanahoria 8x30 26-50 262 8 (2,5m) ½

lineo

Tomate 40x60 2 52 4 (2,5m) ½

lineo

Pimiento +

Albahaca

40x50 2 50 (25

pimiento + 25

albahaca)

10

Maíz 30x60 8 70 4 (2,5m) ½

lineo

Patata 30x50 7 70 5 (2,5m) ½

lineo

Col(repollo) 40x50 4 52 5 (2,5m) ½

lineo

Lechuga 20x30 11-16 105 8 (2,5m) ½

lineo

Escarola 25x30 11 84 8 (2,5m) ½

lineo

Berenjena 40x50 2-3 52 5 (2,5m) ½

lineo

Coliflor 60x60 2.4-3.3 35 4 (2,5m) ½

lineo

Brócoli 50x60 2.4-3.3 42 4 (2,5m) ½

lineo



Fresa 30x40 5-5.5 70 6 (2,5m) ½

lineo

Guisante 30x50 90-100 70 5 (2,5m) ½

lineo

Melón 100x100 1 21 2 (2,5m) ½

lineo

Cardo 80x80 1 26 3 (2,5m) ½

lineo

Espinaca 10x20 26-50 210 12 (2,5m) ½

lineo

Salvia +

Tomate

40x60 2 105 (52 T +

53 S)

8



Riego: instalaremos un sistema de riego por goteo, dividido en dos sectores,

podemos ponerlos a nivel de superficie o enterrados, nosotros la pondremos

enterrados, ya que no vamos a utilizar maquinaria pesada que compacte el suelo,

por lo que podremos hacer un mantenimiento de la instalación de riego sin

muchos esfuerzos, lo que supone un ahorro de agua, menos riego, eficiencia

energética y en consecuencia, más ecológicos. Utilizaremos goteros

autocompensantes, ya que la presión que tendremos no es muy alta. Los detalles

del sistema de riego vienen especificados en la sección de planos y anejos, en

sus respectivos apartados.

Como en el primer modelo, seguiremos los seis principios básicos de: tierra sana

y fértil, vida microbiana, abono orgánico, siembra densa y mixta, humedad

constante y rotación a cuatro años.



NORMATIVA DE LA

AGRICULTURA ECOLÓGICA



Normativa de la agricultura ecológica

El marco legal establecido por la Unión Europea para la producción ecológica

vegetal y animal se inscribe en el contexto de la Política de Calidad de los

productos agroalimentarios. Esta política, impulsada a comienzos de los años

noventa, pretende responder a la demanda cada vez más acuciante de las

consumidoras y consumidores europeos de productos que incorporan cualidades

específicas y diferenciales frente a la creciente estandarización de los productos

convencionales.

No obstante, la agricultura ecológica va más allá de ser un sistema más de

producción de alimentos de calidad, ya que incorpora unos valores ambientales y

sociales y sobre todo otra forma de producir y de relacionarse con los

consumidores/as, que la apartan de la concepción clásica de los sistemas

diferenciados de calidad.

La reglamentación de la producción ecológica es necesaria para establecer unas

normas comunes, de producción, control y etiquetado para todos los productos

ecológicos que se comercializan en la UE y así evitar la competencia desleal y los

fraudes en el mercado comunitario de productos ecológicos. El cumplimiento de la

normativa garantiza al consumidor que los alimentos ecológicos se producen

según las directrices pertinentes y sólo los productos obtenidos de acuerdo a la

normativa de producción agraria ecológica pueden utilizar en su etiquetado o

publicidad las menciones protegidas.



La normativa comunitaria

La producción ecológica se regula en la Unión Europea con el Reglamento (CEE)

n° 2092/1991 del Consejo, sobre producción agrícola ecológica y su indicación en

los productos agrarios y alimenticios. Este Reglamento constituye el

reconocimiento legal de esta agricultura en el ámbito comunitario y persigue

armonizar las normativas que ya existen en algunos estados miembros para

lograr una mayor transparencia en el mercado comunitario y aumentar la

confianza de los consumidores de productos ecológicos. Su objetivo es fijar

normas comunes para la producción europea de productos ecológicos de origen

Vegetal. Dicha norma es completada en 1995, por otra en la que se establece un

logotipo para los productos de la agricultura ecológica y se regula el etiquetado y

el régimen de importación.

Transcurridos ocho años, el Consejo aprueba el Reglamento (CE) n° 1804/1999,

en el que se fijan las normas comunitarias relativas a la producción de productos

ecológicos de origen animal y gracias al cual se completó el marco legal, ya que

desde entonces la normativa comunitaria abarca tanto la producción vegetal como

la producción animal. Por tanto, el ámbito de aplicación de la normativa

comunitaria abarca cualquiera de los siguientes productos:

- Productos agrícolas vegetales y animales no transformados.

- Productos transformados destinados a la alimentación humana.

- Piensos para animales.

El Reglamento (CEE) n° 2092/91 da a la Comisión la potestad de adoptar normas

de desarrollo y, en particular, de modificar sus anexos técnicos cuando sea

necesario. Esta posibilidad permite mantener actualizadas las disposiciones del

citado Reglamento en las cuales se establecen normas detalladas sobre métodos

de producción y sustancias permitidas. La Comisión ha venido adoptando

Reglamentos para actualizar, completar o derogar normas establecidas en los

anexos técnicos. Estos Reglamentos incluyen:

La normativa regula todo lo relativo al control, la certificación y etiquetado de los

productos ecológicos.

Por último, establece el logotipo comunitario para la agricultura ecológica, cuya

utilización es facultativa, para que contribuya tanto a la protección de los

productos ecológicos, como a su valorización y mejor identificación por el

consumidor/a.



El Reglamento se aplica sin perjuicio del cumplimiento de las regulaciones

generales referentes a producción, elaboración, comercialización, etiquetado y

control de productos agrícolas y alimentos convencionales.

Producción vegetal:

- Métodos permitidos para mantener la fertilidad y la actividad biológica del suelo.

- Fertilizantes autorizados.

- Métodos para la protección de las plantas contra los parásitos y las

enfermedades y para la eliminación de las malas hierbas (en casos

excepcionales, productos fitosanitarios permitidos).

- Período mínimo de conversión de parcelas de agricultura convencional en

ecológica (2-3 años dependiendo de los cultivos).

- Prohibición de Organismos Modificados Genéticamente (OMG) niproductos

obtenidos de éstos.

Producción animal y apicultura:

- Cumplir el principio de la producción animal vinculada a la tierra. Los animales

deben alimentarse de pastos, por lo que se excluye la producción en establos de

tipo cerrado.

- Disponer de espacio al aire libre para los animales (limitación de la densidad

animal por hectárea).

- Normas sobre el periodo de conversión y sobre el origen de los animales.

- Seleccionar las razas que mejor se adapten al entorno y las que sean más

resistentes a las enfermedades.

- Alimentar a los animales con productos ecológicos y que procedan,

preferentemente, de la propia explotación.



- Profilaxis y cuidados veterinarios: dar prioridad a la prevención, basada en la

selección de razas apropiadas, en la aplicación de prácticas zootécnicas que

refuercen la resistencia de los animales, en la utilización de alimentos de calidad y

en el mantenimiento de una densidad de animales adecuada.

- Dar preferencia a los tratamientos naturales para enfermedades

(Tratamientos fitoterapéuticos y homeopáticos).

- Cumplir normas sobre el bienestar animal (manejo, alojamientos y transporte del

ganado).

- En la apicultura ecológica, se establecen normas estrictas sobre la ubicación de

los colmenares y las fuentes de néctar y polen disponibles, que deben provenir

fundamentalmente de plantas silvestres, cultivos producidos ecológicamente o

cultivos de bajo impacto medioambiental. Asimismo, los colmenares deben estar

suficientemente alejados de cualquier fuente que pueda dar lugar a

contaminación.

Transformación de los productos agrícolas ecológicos en alimentos:

-Las listas de ingredientes y productos autorizados.

-Limitación de aditivos y productos de origen no agrario.

-Prohibición de organismos genéticamente modificados y tratamientos ionizantes.



Etiquetado y publicidad:

- La condición para hacer referencia al método de producción ecológico en el

etiquetado o publicidad es que al menos el 95% de los ingredientes han sido

obtenidos por ese método y el 5% restante de productos obtenidos de manera

convencional han de encontrarse en las listas de productos que no se encuentren

en cantidades suficientes en el mercado comunitario de productos ecológicos.

- Posibilidad de hacer referencia durante el período de conversión a métodos

ecológicos. En el caso de productos vegetales: “producto en conversión hacia la

agricultura ecológica” (mínimo conversión doce meses).

Importación de productos ecológicos:

- La comercialización en la UE está supeditada a un procedimiento de examen de

la equivalencia de las normas aplicadas en esos países a la agricultura ecológica.

- Cuando la comisión comprueba la equivalencia de normas, incluye al tercer país

en una lista de países autorizados, lo que significa que los productos de la

agricultura ecológica procedente de ese país pueden importarse y circular

libremente en la UE. En la actualidad, figuran en esa lista Argentina, Australia,

Israel y Suiza.

- Los productos importados deben ir acompañados por un certificado de control,

expedido por la autoridad o el organismo competente del tercer país.

- Existe un sistema paralelo que está en vigor hasta el 2006 y que permite a los

estados miembros autorizar importaciones de productos de terceros países que

no figuren en la lista comunitaria.



La normativa española

A raíz de la entrada en vigor el decreto comunitario se publica en España el Real

Decreto 1852/93 sobre producción agrícola ecológica, en el que se reconoce a las

Comunidades Autónomas su plena competencia para aplicar directamente el

reglamento europeo y dictar las normas necesarias para su correcto

cumplimiento. Cada Comunidad Autónoma desarrolla una normativa específica y

designa a una autoridad responsable que se encarga de la aplicación de la

normativa y de establecer un sistema de control de la producción ecológica.

Con este reglamento se crea la Comisión Reguladora de la Agricultura Ecológica

(CRAE), con funciones de órgano consultivo y de coordinación. Sin embargo, ha

sido inoperante desde el momento de su aparición.

Control y certificación de la AE. El control de de los productos ecológicos en la

Unión Europea está regulado por el Reglamento (CEE) nº 2092/1991. Este

Reglamento establece la obligación de que cada Estado miembro designe una o

varias autoridades de control o autorice a organismos de control independientes

para certificar la conformidad con la normativa comunitaria a productores,

transformadores y operadores de la agricultura ecológica, y autoriza el uso en el

etiquetado de sus productos de las menciones protegidas relativas al método de

producción ecológico. Estos organismos disponen de un código específico que los

identifica. En el caso de que existan organismos privados, los Estados miembros

tienen que designar una autoridad encargada de autorizarlos y supervisarlos. A

partir de 1998 los organismos de control autorizados tienen que cumplir los

requisitos de la Norma EN

45011, que garantiza que cumplen sus funciones con capacidad y objetividad.

En la Unión Europea existen cerca de un centenar de organismos de control

público y privados autorizados para certificar los productos ecológicos. Los

organismos de control privados son especialmente importantes en determinados

países y algunos tienen normas más estrictas que las comunitarias.

En determinados países y regiones, esta proliferación de normas dificulta el

mercado intracomunitario de productos procedentes de la agricultura ecológica,

tanto para los que vienen de la propia UE como para los importados de fuera.

Cumplir con el Reglamento comunitario no garantiza el acceso a los mercados de

ciertos países o regiones si el sistema de control utilizado no es de garantía para

los operadores del país de destino. Los productos para poder comercializarse en

el país de destino deben homologar su sistema de control y conseguir el

marchamo de conformidad con las normas del organismo privado, lo cual implica

una doble certificación y costes adicionales.



Autoridades y organismos de control en el estado español:

El control de la agricultura ecológica en España está descentralizado y es

responsabilidad de las CC .AA., por lo que la situación es heterogénea y el control

se organiza de distinta forma, dependiendo de cada Comunidad. En las CC .AA.,

la autoridad competente está en general adscrita a la propias Consejerías o

Departamentos de Agricultura.

En la mayoría de las CC .AA .el control se realiza bien por la propia autoridad

competente, ya sea directamente, como ocurre en La Rioja, Extremadura o en el

País Vasco (en algún caso las responsabilidades están compartidas con otras

Consejerías), o bien por los Consejos Reguladores o Comités de la Agricultura

Ecológica, que son organismos desconcentrados de naturaleza pública y con

régimen de derecho público o privado que actúan como autoridades de control.

En un número reducido de CC .AA. la autoridad competente autoriza la

realización de los controles en entidades privadas de certificación (como en

Andalucía o Castilla-La Mancha). En el caso de Aragón coexisten las entidades

privadas y el Comité de Agricultura Ecológica.

Operadores de AE sometidos al sistema de control:

Se denomina operadores a la suma de productores (agricultores/as y

ganaderos/as), importadores y elaboradores, entendiendo por elaboración las

operaciones de conservación y/o transformación de productos agrarios así como

su empaquetado

(Almazaras, bodegas, silos, centrales hortofrutícolas, mataderos, salas de

despiece...).

Todos ellos han de estar certificados por un organismo de control de la agricultura

ecológica.



Etiquetado de productos ecológicos

La regulación del etiquetado se aplica a los productos vegetales y animales no

transformados, a los productos agrícolas transformados destinados a la

alimentación humana y a los piensos para animales que lleven en la etiqueta, en

la publicidad o en los documentos comerciales indicaciones que sugieran al

comprador que el producto se ha obtenido mediante el método de producción

ecológica definido en el Reglamento.

Términos protegidos: En cada país de la Unión Europea existe una denominación

protegida para los productos ecológicos que coincide con el término que se

considera más característico en cada idioma para referirse al método de

producción ecológica y que goza de forma específica de la protección que

concede el Reglamento.



LISTA DE TÉRMINOS PROTEGIDOS

ES: ecológico

CS: ekologické

DA: økologisk

DE: ökologisch, biologisch

ET: mahe, ökoloogiline

EN: organic

FR: biologique

GA: orgánach

IT: biologico

LV: bioloģiskā

EL: βιολογικό

LT: ekologiškas

HU: ökológiai

MT: organiku

NL: biologisch

PL: ekologiczne

PT: biológico

SK: ekologické

SL: ekološki

FI: luonnonmukainen

SV: ekologisk



Por otra parte, mediante los Reglamentos (CE) n° 1804/99 y nº 392/94 se hizo

extensiva la citada protección a todos los términos comunes utilizados: ecológico,

biológico, orgánico, a los derivados de estos términos y a sus diminutivos (como

“bio’, “eco”, etc.), solos o combinados.

Los términos protegidos sólo están autorizados a utilizarse cuando se demuestren

que sus productos cumplen las siguientes condiciones:

- Al menos el 95% de los ingredientes se han producido de acuerdo con métodos

ecológicos.

- Se atiene a las disposiciones del sistema de control oficial.

- Procede directamente del productor o el transformador y se presenta en un

envase sellado.

- Llevan el nombre del productor, el elaborador o el vendedor, o el nombre y el

código del organismo de inspección.

Marcado de conformidad y logotipos: En el año 2000, la Comisión Europea

establece la indicación de conformidad, que indica que los productos han sido

sometidos al sistema de control comunitario. Esta indicación debe figurar en la

misma lengua que la utilizada en la etiqueta del producto.

En España es la siguiente: Agricultura Ecológica-Sistema de control CE

Se crea el logotipo europeo para la agricultura ecológica, concebido para ser

utilizado con carácter voluntario por los operadores. Este logotipo comunitario

contribuye tanto a la protección de los productos ecológicos, ya sean vegetales o

de origen animal, como a su valorización e identificación. Su uso todavía no ha

sustituido a los logotipos locales, nacionales o privados que, en algunos casos,

transmiten mucha tradición y confianza entre los consumidores. Es de destacar la

importancia de preferencias locales y nacionales por determinadas etiquetas o

logotipos.

En el Estado español, los organismos de control de las Comunidades Autónomas

son quienes garantizan el cumplimiento de la normativa y conceden el derecho a

usar la identificación de garantía a los productos ecológicos. Los productos

certificados reciben la autorización para poder utilizar, además de la marca de

conformidad comunitaria en sus etiquetas, el distintivo, marca de garantía o

logotipo del organismo de control.



La base del diseño de cada uno de los logotipos de las distintas Comunidades

Autónomas es el que se presenta bajo el epígrafe España, salvo en el caso de las

entidades privadas. El de cada Comunidad lleva el nombre específico de esa

región, como en el ejemplo de La Rioja que mostramos:

Por lo tanto, podemos encontrar en el mercado europeo productos que llevan el

sello europeo, o el correspondiente a un organismo de certificación local (público

o privado), o ambos. Los productos importados pueden llevar hasta logotipos de

entidades de certificación internacionales, lo cual dificulta al consumidor o

consumidora el identificar por el logotipo los productos ecológicos en el mercado.

Esto hace que pierda mucha de su eficacia como herramienta de información.



Hoy por hoy, los logotipos son la única garantía. El verde permite al consumidor/a

saber que su cesta de la compra cuenta con la garantía comunitaria. Existe

además un segundo logotipo (distinto para cada Comunidad Autónoma) con el

anagrama específico del organismo que ha dado el visto bueno y en el que se

puede leer: Agricultura Ecológica.

* AÑO 2006: revisión del Reglamento (CEE) nº 2092/91: El Plan de Acción

Europeo preveía varias medidas que implican modificar el Reglamento (CE) n°

2092/1991 del Consejo sobre la producción agrícola ecológica. La Comisión

manifestó urgencia en llevar a cabo la reforma y presentó en diciembre de 2005

su propuesta de Reglamento para regular la producción y el etiquetado de los

productos ecológicos. En el momento de la redacción de este documento dicho

Reglamento está siendo debatido en el seno del Consejo y está previsto que se

apruebe a lo largo del año 2006. La propuesta establece, por primera vez,

objetivos y principios de la producción ecológica, así como unas normas

generales, algunas bastante ambiguas y menos estrictas que las actuales, y no

establece normas detalladas (aunque tiene previsto desarrollarlas).

Las medida más controvertida es la de permitir la posibilidad de etiquetar

productos ecológicos contaminados por transgénicos (siempre que no se supere

el 0,9% de OMG).

Se establecen determinadas facilidades para la importación de los productos de

países terceros, que además podrían etiquetarse con el logo europeo sin

someterse a los mismos requisitos de control que los comunitarios.

El proyecto propone una ampliación del ámbito de actuación a los productos de la

piscicultura y a la elaboración de vino, aunque no prevé ampliarlo a la

restauración, los comedores colectivos o los productos textiles. También, proyecta

regular la flexibilidad en la aplicación de la normativa que hasta ahora podía

regularse por los organismos de control, de acuerdo con derogaciones de las

normas recogidas en los anexos del Reglamento.

Se intenta por otra parte vincular el sistema de control con los controles oficiales

de piensos y alimentos, y que las normas establecidas en el Reglamento sean el

referencial común para el producto ecológico europeo, con la intención de eliminar

las trabas actuales al comercio intracomunitario a causa de las certificaciones

privadas. También subyace en la propuesta, la intención de la Comisión de

adquirir mayor poder sobre los EE. MM. y el sector, en la regulación de la

agricultura ecológica, convirtiendo el actual Comité de Reglamentación en un

Comité de Gestión.



La certificación de insumos en la producción ecológica: Los insumos son

productos a los que se puede recurrir en el manejo agroecológico de cultivos, bien

para aumentar, mantener o corregir la fertilidad del suelo o bien para controlar

parásitos y enfermedades. Están incluidos en los Anexos I y II del Reglamento

2092/91. Los productos deben estar autorizados y registrados en los organismos

responsables de la agricultura del Estado miembro de que se trate.

Los insumos pueden ser sustancias de origen animal, vegetal, mineral o

microbiano.

Su transformación se realiza en el caso de los fertilizantes mediante procesos

físicos (mecánicos y térmicos), enzimáticos (preferiblemente hidrólisis) o

microbianos (compostaje y digestión). En el caso de los fitosanitarios, mediante

procesos físicos, enzimáticos, microbianos o químicos. No se pueden utilizar

organismos modificados genéticamente ni sus derivados.

El uso de insumos no deberá contribuir a que se contamine el medio ambiente, ni

al consumo excesivo de recursos ni al deterioro de la salud humana. En la misma

medida, su uso no debe contribuir a la pérdida de calidad del producto final.

La certificación de insumos en España es realizada por organismos de control,

públicos, semi-públicos y privados, que evalúan de acuerdo a las exigencias de la

Norma EN 45011 y bajo criterios propios, basados en general en los principios del

Codex Alimentarios y de IFOAM.

Los insumos que vayan a ser utilizados para la producción ecológica necesitan un

certificado extendido por un organismo de certificación que asegure que la

materia activa o el producto están permitidos por el Reglamento (CE) nº

2092/1991.

Es obligatorio el Registro en el MAPA para la comercialización y posterior uso de

los insumos que vayan a ser utilizados para la producción ecológica



La regulación del uso de semillas en agricultura ecológica: El Reglamento (CE)

nº 2092/1991 establece la obligación de utilizar semillas de producción ecológica

pero dadas las dificultades para poder abastecer el mercado con este tipo de

semillas prevé un periodo transitorio para que los productores puedan ser

autorizados para utilizar semillas y patatas de siembra que no se hayan obtenido

con arreglo al método de producción ecológica.

El Reglamento (CE) nº 1452/2003 mantiene dicha excepción de acuerdo con una

serie de supuestos y previa concesión de la autorización correspondiente por las

autoridades públicas u organismos privados de control de manera individual a los

agricultores siempre y cuando:

- No esté inscrita en la base de datos ninguna variedad de la especie en cuestión.

- Ningún proveedor pueda entregar las semillas o patatas de siembra antes de la

siembra o la plantación.

- El agricultor pueda demostrar que no tiene más alternativas de uso.

- Esté justificado por motivos de investigación, ensayos en pruebas de campo a

pequeña escala o para conservación de variedades.



Base de datos de semillas de producción ecológica

El Reglamento (CE) nº 1452/2003 regula el funcionamiento de la base de datos

de semillas y patatas de siembra de producción ecológica que deben establecer

los Estados Miembros para hacer pública la oferta de este material de

propagación en su ámbito geográfico. Esta base de datos se crea en 2004 y está

gestionada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. En ella

podemos encontrar información relativa a las variedades de semillas disponibles

así como los proveedores que las comercializan. Inscribirse en el sistema de

control y certificación.

El agricultores/as y el elaboradores/as que deseen incorporarse a la producción

ecológica deben darse de alta y someterse al sistema de control establecido en la

regulación europea y nacional para poder comercializar su producción con la

mención y los distintivos de la agricultura ecológica. El procedimiento se debe

iniciar en el momento en el que se considere adecuado y necesario de acuerdo a

la situación particular de cada uno. Lo más común es proceder antes del inicio de

la campaña de producción.

Se describen a continuación los pasos que se deben seguir para darse de alta.

Procedimiento para inscribirse en el sistema de control y certificación.

Solicitud de información Legislación, procedimientos formularios. Derechos y

obligaciones. Tasas y cuotas.

Solicitar la documentación necesaria en:

- Consejería de Agricultura o Dirección General de Agricultura correspondiente de

cada Comunidad Autónoma.

- Consejos o Comités de Agricultura Ecológica.

- Entidades privadas de certificación (autorizadas en su Comunidad

Autónoma) Inscripción en registro y notificación a la autoridad de control



Los datos que hay que aportar en la documentación consisten fundamentalmente

en:

- Datos del solicitante.

- Descripción de la explotación y de las instalaciones. Historial de productos

químicos utilizados.

- Descripción de programa de producción y de la alternativa de cultivos.

- Prácticas culturales. Manejo y tratamientos sanitarios del ganado.

- Libros de entradas y salidas. Libros de identificación y registro de animales.

- Compromiso formal de cumplir las normas

Control inicial de comprobación

El personal técnico de donde te has inscrito realiza este control y:

- Procede al levantamiento de un acta e inspección y toma de muestras.

- Elabora un informe técnico de evaluación.

- Propone medidas correctoras, si procede.

Presentación al comité de calificación. Propuesta al consejo

El Comité de calificación o de certificación del Comité o Consejo de

Agricultura Ecológica o de la entidad privada de control en su caso:

- Analizará el expediente (acta e informe técnico).

- Podrá solicitar documentación complementaria si es necesario.

- Elevará una propuesta de alta de actividad o de reformulación de solicitud.

Controles anuales de conformidad por el organismo de control.



Otra visita de inspección en la cual se procederá a:

- Realizar un control documental, físico, de identidad.

- Preceder a la comprobación de volantes y libros de registro.

- Levantar un acta y realizar una toma de muestras.

- Elaborar un informe técnico en el que se reflejen los incumplimientos.

Certificación de la producción

Último paso administrativo, en el cual se emite el documento que acredita al

productor para poder comercializar su producción como ecológica:

- Certificados de método de producción agricultura ecológica o en periodo de

conversión.

- Entrega de etiquetas.



BIBLIOGRAFIA



Bibliografía

- Bueno, Mariano. El huerto familiar ecológico. (Editorial) Integral, cuarta edición: julio 2006

- Robles Muñoz, José Mª. Implantación de jardines y zonas verdes. Familia

Agraria. 2ª Edición

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