MODULO 1 PERIODISMO Y DEMOCRACIA - Consejo de...
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MODULO 1
PERIODISMO Y DEMOCRACIA
El programa Tras la pista de los dineros públicos es una iniciativa de Consejo de Redacción, La Silla Vacía y el Proyecto
Fortalecimiento Democrático, iniciativa conjunta de PNUD, IDEA Internacional y el Instituto Holandés para la
Democracia Multipartidaria (NIMD), realizada durante el segundo semestre de 2012 para periodistas colombianos,
principalmente de regiones.
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Hablando en serio: ¿estamos en crisis?
Hay quienes señalan, con elementos de juicio valederos, que el periodismo de
investigación está en crisis. Otros amplían el campo: es el periodismo, todo, el que está
en crisis. Unos más, en lo local señalan los muchos males en el entorno colombiano.
Vamos por partes respecto de lo que nos ocupa en este curso virtual: el periodismo
investigativo. Aunque hay muchos factores por analizar, comencemos por dos de ellos:
los efectos de internet en nuestro oficio y la situación del periodismo en nuestro país.
La irrupción de Internet provocó al menos dos cambios fundamentales en la labor de
informar. Por una parte remeció el modelo de negocio de la industria periodística y lo
ha llevado a un punto en el que hoy no está muy claro cuáles van a ser los mecanismos
económicos para hacer sostenible el periodismo clásico, el de las denuncias, la
preocupación por el ciudadano, el seguimiento a los gobernantes y candidatos a cargos
públicos, entre otras misiones. Un principio de administración en medios es que el
buen periodismo, a secas, cuesta dinero: reporteros pagados decentemente, viajes,
tiempos para redactar y editar, etc. Un buen periodismo de investigación, en
consecuencia, cuesta mucho más. Es cierto: esta confluencia de factores económicos ha
derivado, junto con otros elementos, en el cierre de unidades investigativas, algunas de
ellas de referencia en todo el mundo. ¿Significa esto el fin del periodismo investigativo?
La respuesta simple es: NO. Como sucede con tantas otras miradas catastrofistas, un
poco de análisis y de verificación de hechos nos muestra que el periodismo de
investigación no solo se está sosteniendo, sino que está creciendo y apropiándose de
nuevas técnicas y herramientas para hacer mejor su trabajo.
Estamos viviendo uno de esos extraordinarios tiempos en los que un oficio se redefine,
se reconfigura y quienes lo hacen (lo hacemos) ven nacer el futuro ante sus ojos,
cuando no son ellos mismos (nosotros, incluyendo a quienes hoy comienzan este curso
virtual) quienes van construyendo ese futuro cada día. Vislumbrar esas tendencias,
ese nuevo enfoque de hacer periodismo investigativo, será en buena medida el asunto
principal de este taller, pero por ahora, para efectos de este módulo que hoy comienza
mantengamos en nuestra mente una pregunta: ¿cómo hacer compatible el periodismo
investigativo -en un tiempo de crisis, incertidumbre y construcción- y los valores y
principios democráticos?
Repasemos ahora la segunda manera como Internet afectó de manera radical nuestro
oficio, y en particular, al periodismo de investigación y afines: la red mundial de
información no solo está cambiando el modelo de negocio sino que está cambiando la
relación de los medios periodísticos con sus audiencias. Antes los periodistas éramos
los intermediarios entre los hechos y la opinión pública; filtrábamos los hechos de la
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“realidad” para trasmitirle a la opinión pública aquello que a la sala de redacción le
parecía relevante para la discusión social. Pensemos un poco: antes de la existencia de
las redes sociales, ¿cuál hubiera sido el efecto público de temas como los “falsos
positivos” en operativos militares durante la última década? ¿O como el de la reforma
política hundida hace pocas semanas tras descubrirse las distorsiones y
favorecimientos a título casi personal a los que hubiera llevado? Sin el influjo de las
redes sociales muy probablemente, estos temas solo hubieran pasado a debate público
con el apoyo de un periodismo decidido a revelar, por encima de intereses particulares,
estas informaciones necesarias para el fortalecimiento de una democracia. Pero, y esa
es la pregunta que proponemos para llevar en la mente, es: si ahora la ciudadanía se
está expresando a través de las redes sociales, encauzando malestares sociales, desde
las revueltas de la “Primavera Árabe” hasta el inconformismo nacional porque un
secretario del Senado intente perpetuarse en su cargo con un salario superior a 30
millones de pesos, entonces ¿para qué periodistas y para qué periodismo? En
particular ¿cuál ha de ser nuestro papel en este nuevo escenario?
Respecto del caso colombiano podemos explayarnos en los defectos de nuestro
periodismo, comenzando por la trivialización creciente de los contenidos, consecuencia
de una industria de medios que se conciben más como proveedores de
“infoentretenimiento” que como actores vitales en el juego democrático, en el que su
papel ha de ser proporcionar información útil y amplia para que los ciudadanos tomen
decisiones informadas. Pero para efectos de este capítulo nos interesa señalar algo: así
como buena parte de lo mejor de nuestro periodismo se produce en las regiones, donde
reporteros comprometidos luchan por denunciar lo que se debe y señalar los problema
que otros no quieren tocar, también conocemos todos la contracara: periodistas que se
acomodan a los intereses políticos y se convierten en portavoces de intereses propios o
ajenos; actores armados que coaccionan y pretenden un cómodo silencio sobre ellos;
gobernantes que manipulan la pauta para ganar voceros en los medios de
comunicación locales; condiciones de trabajo paupérrimas, que obligan a muchos de
nuestros colegas a convertirse en microempresarios de la información, muchas veces
más preocupados por los anunciantes que por el oficio periodístico.
Con todo esto lo que se quiere decir es que a lo largo del curso no intentaremos
promover una visión idílica de nuestro oficio, sino que intentaremos construir
conocimiento de colegas a colegas, buscando una visión más realista de nuestro
quehacer. Esto, vale la pena resaltarlo, no quiere decir que queramos promover un
pesimismo anticipado. Por el contrario; un buen diagnóstico de base sirve para
encontrar mejores soluciones. Partamos entonces del hecho de que la mayoría de
quienes tomaremos este curso virtual conocemos la realidad de nuestras regiones y de
cómo se ejerce el periodismo en ella. No trataremos, y les pedimos a ustedes no
hacerlo, de quedarnos en descripciones de lo que es tan evidente, en discursos de
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justificación, sino que intentaremos mirar hacia adelante, construyendo alternativas.
Ahora, con eso claro, va la tercera pregunta que quisiéramos dejar flotando en el aire
para que cada quien vaya buscando elementos de respuesta a lo largo de este capítulo:
¿cómo hacer un periodismo de investigación en las condiciones de Colombia,
particularmente en las de región, que mantenga su compromiso con algunos valores y
principios democráticos que orientaron el comienzo de esta difícil pero al mismo
tiempo apasionante especialidad de nuestro oficio?
El programa Tras la pista de los dineros públicos es una apuesta que hacen
Consejo de Redacción, La Silla Vacía y el Proyecto Fortalecimiento Democrático,
iniciativa conjunta de PNUD, IDEA Internacional y el Instituto Holandés para la
Democracia Multipartidaria (NIMD), para que los periodistas colombianos, en especial
los de la regiones, profundicen en el conocimiento de los valores democráticos y
mejoren la calidad de sus herramientas para investigar temas relacionados con la
contratación pública en sus municipios y departamentos.
El esfuerzo de este programa para mejorar las técnicas de investigación periodística no
es gratuito. Los expertos en periodismo y política coinciden en que el periodismo de
investigación, con sus búsquedas profundas y amplias publicaciones, se convierte en
un gran proveedor de temas y espacios del debate público en las sociedades
democráticas. Al mismo tiempo, la calidad de esas discusiones creadas por la labor de
los reporteros han servido para medir el nivel de democratización que tiene un país.
Los puntos que encontrarán en este documento les servirán para ampliar su visión
sobre la relación estrecha que existe entre el periodismo de investigación, la
democracia y los dineros públicos. Los enlaces a los expertos en este tema y los
ejemplos que están incluidos en este documento también les ayudarán a construir su
propio conocimiento. ¡No se queden solamente con esta lectura y armen su propia ruta
de exploración intelectual!
Recapitulando: hay tres preguntas que desde este lado quisiéramos dejar sembradas
para que los participantes las resuelvan a lo largo de esta semana. Son, por decirlo de
otro modo, los objetivos de este módulo. Objetivos a los que cada quien irá
respondiendo según la ruta de trabajo que se proponga, su capacidad de organizar
argumentos y su propia experiencia personal y profesional.
A. ¿Cómo hacer compatible el periodismo investigativo -en un tiempo de crisis,
incertidumbre y construcción- y los valores y principios democráticos?
B. ¿Cuál ha de ser el rol de los periodistas y, en particular, del periodismo de
investigación en el nuevo escenario donde las redes sociales y la voz de los
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ciudadanos parece cumplir el papel de denunciar y mover el debate público,
como antes lo hacía el periodismo casi que en exclusiva?
C. ¿Cómo hacer un periodismo de investigación en las condiciones de Colombia,
particularmente en las de región, que mantenga su compromiso con los valores
y principios democráticos que orientaron el origen de esta especialidad
periodística?
Para aportar a esas tres preguntas hemos preparado cinco puntos de reflexión y un
compilado de fuentes y enlaces para enriquecer los puntos de vista de cada quien.
1. El cuarto y los demás poderes
2. La opinión pública de las redes sociales y el periodismo
3. Principios y valores democráticos
4. Periodismo en medio del poder y la violencia
5. Superando el proceso electoral, las preguntas clave
6. Para ir más allá
1. El cuarto y los demás poderes
En buena parte de las democracias el poder de los medios de comunicación ha tendido
a igualarse al de instituciones como la religión y el Estado. Al punto de que se la ha
llamado “el cuarto poder”, y no solamente porque el reportero es la persona que sin
ninguna investidura está más cerca de las autoridades o sabe los secretos de los
políticos. En su momento esa denominación se la ganó cuando su función era la de ser
el actor social con capacidad de difundir gran cantidad de información en la sociedad,
crear espacios públicos de reflexión, tener credibilidad, cuestionar el manejo que hacen
los mandatarios de los recursos o por llegar hasta los datos que un ciudadano del
común poco conoce o ni siquiera sabe que existen.
El Latinobarómetro 2009 midió el escalafón de la confianza ciudadana hacia las
instituciones públicas y privadas. Los medios de comunicación ocuparon el segundo
lugar después de la Iglesia en América Latina. Mientras la Iglesia obtuvo el 68% de
confianza, la radio alcanzó el 56%; la televisión, 54%; los diarios, 49%, y las fuerzas
armadas, 45%. En ese mismo escalafón los congresos obtuvieron un 34% de
favorabilidad, el poder judicial 32%, y los partidos políticos ocuparon el último lugar
con 24%. No hay una única razón para explicar esa confianza de los ciudadanos en los
medios, pero si es razonable pensar que el periodismo de profundidad ha tenido que
ver con ello, en la medida que ha revelado temas críticos para sus sociedades, desde el
clásico Watergate, que en 1973 destapó todo un escándalo en la administración del
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presidente estadounidense Richard Nixon, hasta el Proceso 8000, los falsos positivos y
la parapolítica en Colombia.
Ahora, eso del “Cuarto Poder” –que también es muy debatible en términos de la
mirada que los periodistas tenemos de nuestro oficio- tiene también su rostro oscuro:
periodistas que por cohersión o por decisión propia toman partido y se convierten en
cajas de resonancia de grupos políticos, grupos ilegales, narcotraficantes o personajes
corruptos. A veces intercambian información por dineros o publicidad.
Luis María Ansón, presidente del diario español El Imparcial, indica que en su labor
de ‘perro guardián’ de la democracia “el periodismo de investigación asume la parte
más delicada y difícil en esa misión de defensa de la transparencia democrática, al
sacar a luz los casos, a menudo ocultos e invisibles por su propia naturaleza”. En esa
defensa de la transparencia democrática el periodismo debe mantener su posición de
independencia ante otros poderes, como los de los funcionarios, los grupos económicos
y las empresas privadas. Cada uno tiene objetivos diferentes. El del periodismo es,
fundamentalmente, propender por el interés público sobre el privado. Para ello su
estrategia es ofrecer más y mejor información, en el entendido de que ciudadanos
mejor informados toman mejores decisiones y hacen una mejor democracia.
Carlos F. Chamorro, periodista y economista nicaragüense, dice que el papel de “perro
guardián” es el rol mínimo que se le debe exigir a la prensa en una democracia y
enumera las que él considera sus potencialidades en la sociedad:
a) Como un instrumento de ampliación de los derechos democráticos, y la
rendición de cuentas.
b) Como un vehículo para promover una agenda ciudadana, el debate
público y la búsqueda de soluciones a los problemas locales y nacionales.
c) Como un medio para promover los valores democráticos, la tolerancia, el
diálogo, y una cultura cívica.
d) Como un medio informativo sobre los asuntos relevantes de la vida
pública, para ofrecer a los ciudadanos la posibilidad de participar en el
proceso de formulación de las políticas públicas.
e) Como un vehículo capaz de representar a los ciudadanos, y no sólo a las
maquinarias políticas durante las campañas electorales, para ampliar
sus oportunidades de escogencia política.
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Adicionalmente, Silvio Waisbord, indica que “al igual que en otras regiones del mundo,
el valor principal del periodismo de investigación para las democracias
latinoamericanas es su contribución a una creciente responsabilidad política. Esto es
especialmente importante, ya que se considera que la debilidad de los mecanismos de
rendición de cuentas es uno de los problemas más graves al que se enfrentan las
democracias de la región. El letargo, ineficacia e insensibilidad institucionales a las
necesidades públicas legítimas se citan con frecuencia como una debilidad importante.
La existencia de empresas noticiosas comprometidas al periodismo de investigación ha
llegado a ser sumamente importante. Aun cuando otras instituciones no han verificado
las revelaciones de la prensa o no han realizado sus propias investigaciones, la prensa
ha mantenido vivas las alegaciones de conducta ilegal o poco ética y, a la postre, en
algunos casos, ha forzado a los organismos legislativo y judicial a actuar”.
2. La opinión pública de las redes sociales y el periodismo
El periodismo de investigación aporta argumentos profundos a las discusiones públicas
en las sociedades democráticas, lo que a su vez contribuye a la fuerza del cambio
social. Los medios de comunicación, en su rol de formadores de opinión, tienen una
responsabilidad clave al influir en la forma como los ciudadanos participan y si esa
participación lleva o no a algún lado.
Según investigadores de los movimientos sociales la manera en la que se le presenta la
información al ciudadano le permite decidir cómo movilizarse: puede haber una
organización o una estructura que dure en el tiempo. Pero también se puede generar lo
que en ciencia política se llaman episodios políticos contenciosos: cuando la gente
rompe por breve tiempo la inercia para protestar o manifestarse y al día siguiente
sigue su vida común y corriente y no piensa en organizarse o en un discurso, sólo hace
catarsis. Pensemos, por ejemplo, en cómo los medios influyeron en fenómenos como las
marchas masivas contras las Farc, la llamada Ola Verde en las elecciones
presidenciales de 2010, en el movimiento estudiantil contra la reforma educativa
presentada por el gobierno de Juan Manuel Santos. No hay respuestas absolutas, ni de
blanco y negro respecto de cómo los medios modelan, contribuyen o aportan a estas
nuevas formas de interacción política y ciudadana, lo importante es tener conciencia
de ese papel y tomar decisiones profesionales con criterios técnicos y éticos que tengan
en cuenta esta capacidad de influir en las decisiones de la ciudadanía.
Esa capacidad de influencia que tiene el periodismo de investigación para ser un motor
de la movilidad social, es compartido con las redes sociales. Pero la diferencia está en
el grado de profundidad de la información y la calidad de los argumentos que puede
encontrar la opinión pública en los trabajos de los periodistas.
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Rosental Alves, director del Centro Knight para el Periodismo de las Américas plantea
que en términos de manejo, distribución y acceso a la información, esta era es una
verdadera revolución comunicacional que ha cambiado notoriamente la forma de hacer
periodismo. “La popularización del acceso a la banda ancha y otros desarrollos
tecnológicos han cambiado todo”, dice. Alves agrega que “la convergencia tecnológica
anuncia un lenguaje verdaderamente multimediático e interactivo, con una narrativa
propia. Eso es lo que espera la gente. Las líneas maestras de este nuevo mundo, según
su mirada, son:
1. El editor ha perdido poder sobre la audiencia y los contenidos.
2. Pasamos de una era de escasez de la información a otra de abundancia.
3. De una sociedad dependiente de los medios y pasiva a otra activa y
menos dependiente.
4. De un monólogo de los medios a una conversación entre los medios y los
usuarios y de los usuarios entre ellos. Esa gran conversación fortalece el
periodismo.
5. Una comunicación yo-céntrica (el usuario decide) construye una nueva
dinámica comunicacional.
6. El periodismo deja de ser monopolio de los periodistas. La audiencia
ahora es el perro guardián del perro guardián.
Como conclusión en esta nueva era en que el periodismo se inserta con las audiencias
a través de las redes sociales y los nuevos medios, debe emerger un nuevo periodismo:
el que sigue siendo comprometido y se mantiene coherente y veraz, pero que ya no se
da el lujo de olvidarse de otros escenarios y otros temas que preocupan a la gente y que
todos los días nos promueven las audiencias a través de las redes sociales.
Con esta simbiosis periodista-audiencia pareciera nacer un nuevo comunicador
investigativo que deja de ser pasivo para asumir el reto de ser una voz activa que vive
y entiende la realidad la cual ya no solo plantea a través de los por qué, sino del para
qué. De hecho la audiencia se está preguntando el para qué de lo que sucede y las
rodea, y ya no solo por qué pasan las cosas: periodismo para explicar.
Hace pocos años el concepto imperante era que toda esta revolución digital estaba
amenazando al periodismo y lo llevaría a su extinción. El tema ahora no es si este es el
final del oficio. El tema es el cambio que ayudaron a imponer audiencias inclusivas,
que interactúan con el periodista y lo han desafiado para que produzca nuevos
contenidos acordes a la realidad del ciudadano de a pie.
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En 2006 durante el taller “El papel del editor en la búsqueda de la calidad
periodística”, organizado por la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI),
se habló sobre el nuevo rol de los editores, y varios de los asistentes plantearon la
necesidad de reforzar el trabajo del periodismo que explica los hechos. Sobre esto, Jean
Francois Fogel, dice que “el editor ya no es el rey de los contenidos. La audiencia
comparte la tarea y compite con él”.
3. Principios y valores democráticos
Repasemos ahora algunos de los principios y valores democráticos —muy útil para
pensar la relación entre periodismo y democracia— reuniendo, y quizás simplificado
un poco, las explicaciones de autores como Robert Darhl y Giovanni Sartori.
Los principios, como en la lógica, se refiere a “verdades” autoevidentes y en cierta
medida indemostrables. Son como los ladrillos básicos con los que se construye un
sistema. Los valores son aquellas características éticas y políticas que hacen, a ojos de
una mayoría, que la democracia sea, en principio, preferible a otros sistemas de
gobierno.
Democracia: El término democracia proviene de las palabras griegas demos
(pueblo) y cratos (poder o gobierno). La democracia es una forma de gobierno,
en el que lo decisivo es que el pueblo no es sólo el objeto del gobierno, lo que hay
que gobernar, sino también el sujeto que gobierna. Por otra parte, aparecen
sistemas opuestos como el gobierno de uno (la monarquía o monocracia) o el
gobierno de pocos (la aristocracia y oligarquía).
Principios
Voluntad de la mayoría y respeto de los derechos de las minorías: Para
entender este punto no sólo tenemos en cuenta los criterios electorales, también
debemos hablar de decisión. En las elecciones gana la mayoría absoluta para
elegir a un gobernante, pero deben respetarse los derechos y las libertades de la
minoría. En una sociedad democrática las minorías tienen la oportunidad de
participar en la elaboración, aprobación y aplicación de las políticas.
Representación política democrática: Según este principio, los ciudadanos
eligen a un representante para que haga las tareas gubernamentales. La
ciudadanía no actúa en conjunto para decidir sobre las políticas a seguir o las
decisiones a tomar, los gobernantes son los responsables en la mayoría de las
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decisiones. Sobre esto hay excepciones como los referendos, en los que los
ciudadanos deciden sobre los cambios o propuestas.
Soberanía popular: Antes de hablar de este concepto es necesario
comprender la soberanía del Estado del poder político, que se transformó en
soberanía de la legalidad. En este punto las propias instituciones estatales se
encuentran jurídicamente limitadas en sus competencias y atribuciones.
Aparece aquí la división de los poderes en Ejecutivo, Legislativo y Judicial,
para evitar la concentración y la extralimitación o abuso del poder. Pero todo
este sistema solo puede consolidarse cuando todo está sustentado en la
soberanía popular. Esto quiere decir que todo el poder supremo pertenece
legítimamente al pueblo, y es este el designado para elaborar, modificar y
establecer las leyes que organizan y regulan tanto el funcionamiento del Estado
como el de la sociedad civil.
Libertades democráticas: aunque el concepto de libertad nos remite a la
posibilidad de actuar sin interferencias ni amenazas, al mismo tiempo la
libertad no puede considerarse absoluta o ilimitada. La libertad de cada
ciudadano no puede afectar las libertades de los demás. La libertad
democrática también se puede considerar como capacidad de autogobernarse o
autodeterminarse. Entre los tipos de libertades están las de expresión (de gran
importancia para la labor periodística), de pensamiento, de asociación, de
reunión, de empleo, de religión, entre otras.
Valores
Pluralismo: En las sociedades democráticas es visto como un elemento
positivo la diversidad de intereses y marcos ideológicos diferentes. Esto
enriquece todas las discusiones dentro del debate público en el que los medios
son actores importantes.
Igualdad: En ámbitos legales todos los ciudadanos son iguales ante la ley. De
esta manera, tanto hombres y mujeres, al ser considerados iguales gozan de los
mismos derechos y deberes. En el concepto de igual también se incluyen las
desigualdades reales, es decir, un niño no es igual a un anciano
-por fuera de la ley- en necesidades básicas.
Legalidad: En este espacio tanto las mayorías como las minorías se rigen por
los mecanismos e instituciones previamente acordados para que sus decisiones
o participaciones dentro de la sociedad democrática sea considerada legal.
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Participación: En las sociedades democráticas uno de los intereses
fundamentales es fomentar la participación de los ciudadanos en las
discusiones de la esfera. Existen espacios como los partidos políticos, los
referendos y las elecciones. Los medios de comunicación y las redes sociales se
han convertido en unas herramientas indispensables en la participación.
Ciudadanía: Es el valor que se le otorga a los hombres y mujeres que gozan
derechos civiles, políticos y sociales, y obligaciones en las sociedades modernas.
Rendición de cuentas: es la descripción clara que deben hacer los
representantes de sus labores y su gestión. Este concepto está ligado también al
valor democrático de la transparencia, que busca en las sociedades
democráticas visibilizar las acciones de los gobernantes.
4. Hacer periodismo en medio del poder y la violencia
Ya hemos visto cómo el periodismo es una herramienta potencial para crear y orientar
la opinión publica. Esto en Colombia y su contexto tiene un condicionante: el
periodismo es una presa codiciada por unos y otros poderes políticos, armados,
ilegales, etc. Los expertos señalan que en un contexto democrático es sano que el
periodismo entre en “conflicto” con otros poderes, que esté al tanto de lo que hacen los
funcionarios, que haga seguimiento a los actores. Pero esta situación ha demostrado
tener sus límites, marcados muchas veces por la integridad física del reportero y sus
allegados.
Carlos F. Chamorro comenta que “cuando el poder identifica a los periodistas no como
adversarios en una democracia, sino como enemigos, entonces estamos en una
verdadera “guerra mediática”. Una guerra en la que el objetivo es combatir sin cuartel
al “enemigo”, hasta eliminarlo en el campo de batalla. Esos son los nuevos tiempos, y
los nuevos riesgos que estamos viviendo en América Latina”.
Chamorro identifica como los actores de esas acciones violentas a gobiernos y grupos
políticos (tanto de izquierda como de derecha) que en los últimos años han querido
limitar la labor crítica e investigativa de los periodistas desde la ley o con
señalamientos públicos que ponen en riesgo su vida. Al mismo tiempo sostiene que en
países latinoamericanos, como Colombia, esas actividades también han sido
protagonizadas por grupos al margen de la ley.
Estas acciones se han convertido en una de las causas para que exista censura. Los
periodistas dejan de investigar temas que son cruciales para el bienestar social,
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especialmente en las regiones donde no tienen ninguna protección del Estado y la
autoridad de los grupos ilegales se ha consolidado.
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), reporta que desde enero hasta julio
de 2012 se han dirigido 53 amenazas a 54 periodistas en Colombia. El total de las
violaciones contra los periodistas, como tratos inhumanos y exilio, suman 85 casos. Las
víctimas registradas son 91. En el presente año ningún periodista ha sido asesinado, a
diferencia de 2010 y 2011 cuando se cometieron dos y un homicidio de periodistas,
respectivamente.
Chamorro, señala que “el reto siempre será hacer buen periodismo pero ahora en
condiciones mucho más adversas; producir información confiable, a pesar del
secretismo oficial; salvar la credibilidad de la prensa ante el público en medio de las
peores condiciones de polarización política”.
5. Superando el proceso electoral, las preguntas clave
Participar en la democracia no es solamente votar el día de las elecciones. Algo similar
ocurre con el periodismo: la democracia no es algo para cubrir únicamente cuando hay
procesos electorales. En un sentido más amplio, escribir con un enfoque democrático
implica reportear y escribir con profundidad sobre un extenso abanico de temas, que
en la práctica implican hablar de casi toda la vida social. Otra manera de decirlo: al
investigar a fondo sobre problemas críticos en salud o educación es muy probable que
estemos contribuyendo con la democracia, en la medida en que nuestro reportajes
aporten nuevos elementos para la discusión social, revelen problemas estructurales,
contribuyan a señalar puntos críticos de corrupción, malos manejos o situaciones
anómalas.
Darío Klein, periodista uruguayo y doctor en Ciencias de la Información, indica que
ese horizonte se extiende cuando el periodista incluye en sus investigaciones “todo el
espectro de la realidad que va desde lo individual a lo institucional o desde lo social a
lo político, su papel de control, de sacar temas a luz, de desentrañar lo oculto, lo
ocultado y lo olvidado, de aclarar lo complejo, se cumple también a lo largo y ancho de
la sociedad”.
El periodista no sólo se encuentra con los datos al investigar, en el camino va
comprendiendo la realidad social. Ese contexto se ha transformado ahora en un mundo
complejo y extenso: las instituciones que rastrea han crecido y algunos gobiernos han
logrado frenar el acceso a la información pública mediante limitantes legales. El
periodista uruguayo señala que la simple presentación de versiones antagónicas de los
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hechos ya no es suficiente. Agrega que los poderes político, social, privado y cultural
tienden “a inmunizarse contra la falsación y la crítica”.
El periodismo de investigación ha demostrado que con persistencia, profundidad y
análisis casi siempre se puede llegar a lo que las fuentes ocultan o niegan. La certeza
que un lector puede encontrar en un reportaje usualmente se debe que el periodista ha
triangulado o contrastado la información, dudando siempre de los datos. Por ejemplo,
los datos oficiales no son siempre los más confiables para sustentar un trabajo; a veces
los mandatarios regionales presentan estudios que no tienen aprobación de los
ministerios o con datos poblacionales que ni siquiera tienen como referencia el censo
del DANE. Nadie en Colombia conoce a ciencia cierta qué tanto dinero se ha perdido
por la corrupción.
Antes de buscar una fuente, analizar una información, definir un tema y sentarse al
frente del teclado, lo que más necesita un periodista es tener un sentido crítico, es
decir, “no comer entero”. Si el reportero va a escribir una nota sobre corrupción en su
municipio va a lograr más profundidad si incluye entre sus tareas diarias el
seguimiento a los procesos de las autoridades locales, conocer la normatividad vigente,
saber cuáles son los intereses de los entrevistados y estudiar la “realidad política” en
su región. Es decir: ver su tema como un proceso, como una estructura, no
simplemente como una noticia coyuntural.
Las preguntas no solo se utilizan en las entrevistas a una fuente. Son muy útiles para
hacerse en la labor diaria del periodista. Silvio Waisbord, profesor y director de
estudios graduados en la Escuela de Medios y Asuntos Públicos en la George
Washington University en Washington D.C., comenta que “si el periodismo se
compromete a la responsabilidad democrática la interrogante que queda por
formularse es si el público se beneficia como resultado de los reportajes de
investigación. ¿Qué intereses promueve el periodismo de investigación al publicar un
determinado artículo? ¿Cumple la prensa con su responsabilidad social al revelar la
fechoría? ¿Qué intereses se afectan? ¿Qué derechos se violan? ¿El asunto en cuestión
es de legítimo interés público? ¿Se invade el derecho a la intimidad cuando no se trata
de un asunto de vital interés público?”. Al final, el interrogante clave: “lo que los
periodistas y los directores necesitan determinar es quién se beneficia como resultado
del reportaje”.
Carlos F. Chamorro, apunta a que las condiciones para que el periodismo cumpla con
una función crítica y democrática en la sociedad son:
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1. No ceder ante la intimidación, ni caer en la autocensura. Esta es una
responsabilidad tanto de los periodistas como de los empresarios, que deberían
garantizar la independencia económica y financiera de la prensa.
2. La prensa debe pasar de la fiscalización de los poderes públicos a la
fiscalización de los poderes privados, para consolidar su
independencia y credibilidad ante las audiencias. Al ser portadores de
una dicotomía entre su carácter empresarial-comercial y su función como
instituciones de servicio público, los medios reflejan una compleja
contradicción. Al formar parte de una estructura dependiente del poder
económico, los medios han mostrado impedimentos para avanzar en su función
de servicio público. El poder de las corporaciones privadas, las grandes
empresas de servicios recién privatizadas, y el dominio de los anunciantes
impone límites adicionales a la democratización de la información, en mercados
altamente concentrados.
3. Los medios de comunicación deben consolidarse como actores
democráticos. Lo deben hacer empezando por su fuero interno, respetando la
autonomía profesional de los periodistas, pero además practicando un
periodismo cívico, que promueva el pluralismo y el debate público. Para los
nuevos movimientos sociales, cuya identidad no depende únicamente de
factores económicos o gremiales sino de pautas culturales, su vinculación con
los medios representa un imperativo estratégico para producir mensajes que los
proyecten en la agenda nacional. Para los medios, el fortalecimiento de sus
vínculos con estos sectores, podría conducir a una alianza en pro del pluralismo
y la ampliación de los derechos ciudadanos.
Una situación frecuente a la que se refieren los reporteros, es la censura que hay en
sus propias salas de redacción. Manifiestan que sus superiores responden con
negativas cuando proponen la publicación de una investigación sustentada en una
abundante documentación y testimonios. La censura y la autocensura se convierten en
limitantes de la libertad de prensa e información y en un obstáculo para que exista
una consolidación para del sistema democrático. El tema, que condiciona mucho de los
buenos intentos de mejorar nuestro periodismo requieren prácticamente un desarrollo
por aparte, con un taller distinto del que ahora nos ocupa.
El periodista bien informado sobre las herramientas que tiene a la mano también
puede saber cuándo hace lo correcto o lo incorrecto. Silvio Waisbord indica que “el
conocimiento de las leyes de acceso a la información pública es indispensable para
encontrar información potencialmente disponible y obtenible en virtud de la
legislación sobre “la libertad de información” y para anticipar problemas legales que
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pueden surgir cuando se publica información perjudicial. Las tecnologías nuevas son
sumamente valiosas para descubrir datos y familiarizar a los reporteros con cualquier
tema complejo. Gracias a la sistematización en formato electrónico de los documentos
gubernamentales y la disponibilidad de cantidades extraordinarias de información en
línea, el reportaje asistido por computadora es de gran ayuda”.
6. Para ir más allá
Enlaces que amplían la visión sobre estos temas y servirán como bases para la
discusión del foro de esta semana.
La libertad de expresión y acceso a la información pública en Colombia fue
estudiada recientemente por el Proyecto Antonio Nariño – PAN.
o http://bit.ly/MjSI44
La censura también está relacionada con fallos jurídicos. Un caso actual que recrea
esta situación es el seguimiento a la Operación Gürtel en España.
o http://www.20minutos.es/noticia/455013/
Caso de la Guajira. La Feria de las Regalías. Ganador de un premio regional.
Primera parte:
o http://www.youtube.com/watch?v=Yv3DLLuVzAM&feature=player_embedd
ed
Segunda parte:
o http://www.youtube.com/watch?v=aNNTeNA56pk&feature=player_embedde
d#!
Los siguientes fueron documentos consultados para realizar este texto de lectura:
Democracia y medios de comunicación: una relación controversial con el
sistema político
En este ensayo de Carlos F. Chamorro publicado por el Centro de Investigación de la
Comunicación, se reflexiona sobre por qué se considera saludable la relación natural y
conflictiva entre el poder político y el periodismo.
o http://www.consejoderedaccion.org/actividades/biblioteca/doc_download/79-
democracia-y-medios-de-comunicacion-una-relacion-controversial-con-el-
sistema-politico
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Periodismo para la democracia
Gerardo Albarrán Alba, director de Sala de Prensa, presenta un listado de sitios de
internet que sirven como ejemplos para lo que el autor llama "corredor de democracia
informativa". Páginas que se atreven a revelar verdades vitales para la democracia,
pero que los medios tradicionales de comunicación ocultan.
o http://www.consejoderedaccion.org/actividades/biblioteca/doc_view/76-
periodismo-para-la-democracia
El papel del periodismo de investigación en la sociedad democrática
En este artículo Darío Klein analiza el papel que cumple el periodismo de
investigación en una sociedad democrática.
o http://www.consejoderedaccion.org/actividades/biblioteca/doc_download/75-el-
papel-del-periodismo-de-investigacion-en-la-sociedad-democratica
Por qué la democracia necesita del periodismo de investigación
Silvio Waisbord reflexiona sobre el papel del periodismo de investigación en la
democracia y su importancia en la rendición de cuentas de los gobiernos.
o http://www.consejoderedaccion.org/actividades/biblioteca/doc_download/72-por-
que-la-democracia-necesita-del-periodismo-de-investigacion
Algunos videos del canal de Consejo de Redacción en Youtube sobre
periodismo y democracia:
o http://www.youtube.com/user/consejoderedaccion/videos?query=democracia
Cifras de las violaciones contra los periodistas en Colombia según la Flip.
o http://flip.org.co/figures_list.html
El papel de los medios de comunicación social en el fortalecimiento de una
sociedad democrática
Fernando Rospligliosi habla de trabajo de los periodistas en las sociedades modernas.
o http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/4/1844/9.pdf
Los principios y valores de la democracia, desde varios autores
o http://www.esi2.us.es/~mbilbao/SartoriDemocracia.htm#top
o http://bibliotecadigital.conevyt.org.mx/colecciones/ciudadania/principios_y_valo
res_de_la_democ.htm#13
o http://biblioteca.clacso.edu.ar/ar/libros/coedicion/Ltapia/ejesigual.pdf
o http://es.scribd.com/doc/46474038/Giovanni-Sartori-Que-Es-La-Democracia
o http://bibliotecadigital.conevyt.org.mx/colecciones/ciudadania/principios_y_valo
res_de_la_democ.htm#11)
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La relación entre las redes sociales y el periodismo:
o http://www.thetrendnet.com/media/%C2%BFha-matado-google-el-periodismo-
de-investigacion/
o http://www.elespectador.com/impreso/unchatcon/articulo-332476-cuando-el-
poder-abusa-encubre-sebastian-rotella
La incidencia de los medios de comunicación sobre los movimientos sociales:
o http://es.scribd.com/doc/57228832/La-Comunicacion-y-la-movilizacion-social-en-
la-construccion-de-bienes-publicos-Bernardo-Toro
o http://alainet.org/publica/movcom/mov_soc_com.pdf
o http://www.copmadrid.org/webcopm/publicaciones/social/74728.pdf
o http://www.ehu.es/zer/hemeroteca/pdfs/zer01-09-Sampedro.pdf
o http://www.fes-
web.org/sociopolitica/documentos/VIII_congreso_FES/lopez_rey.pdf
o http://www.youtube.com/watch?v=GXfxG8FQqtY