MODULO DE VOCACIÓN Y MINISTERIO

ORIENTADOR LEÓN TORRES VILLAMIL

PASTOR Y TEÓLOGO DE LA IPUC

IGLESIA PENTECOSTAL UNIDA DE COLOMBIA BOGOTÁ D.C 4 DE JUNIO DEL 2015

TABLA DE CONTENIDO Lección 1. Generalidades del servicio a Dios Lección 2. El llamamiento al servicio de Dios Lección 3. Sirviendo a Dios conforme a su propósito Lección 4. Identificando a un buen servidor Lección 5. Clase de servidores

INTRODUCCIÓN

Existe un versículo bíblico en el evangelio según San Marcos que nos relata

apartes de la vida de Jesús. En muchas ocasiones, este versículo ha perseguido y

ha declarado culpable a los servidores y creyentes de la iglesia y en otras

ocasiones ha animado. Cuando se usa como base para evaluar el liderazgo, por lo

general, hemos quedado sorprendidos y sobresaltados y muy a menudo, la verdad

de este versículo está notablemente ausente en la vida diaria de muchos líderes,

servidores y creyentes puesto que, raras veces se demuestra.

¿Cuál es el versículo? Marcos 10:45 Porque el Hijo del Hombre no vino para ser

servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

¿Cuál es la verdad? La auténtica condición de un siervo. Cuando Jesús se tomó el

tiempo para explicar la razón por la cual vino a estar entre nosotros, lo hizo de una

manera simple, franca y directa: Para servir y dar. No para ser servido. No para

apoderarse del puesto más destacado. No para ganar buen nombre, ni para atraer

la atención, ni para tener éxito, ni para ser famoso, ni poderoso, ni idolatrado.

Francamente, no; esos temas de poco valor o importancia lo contrariaban.

El mundo del primer siglo estaba lleno y rebosante de dogmáticos que tenían gran

fuerza de voluntad. Se podía comprar una docena de autoridades a un precio muy

barato, como siempre. Había Césares y Herodes y gobernadores y otros

competidores en abundancia. Algunos, como los fariseos, los saduceos y los

escribas, con quienes Jesús chocó desde los primeros días de su ministerio,

usaban aun la religión como palanca para controlar a los demás. ¿Pero había

siervos? Es decir, ¿había personajes auténticos que sin tapujos se entregaban a

sí mismos, sin que les preocupara quién recibiría la gloria? ¡No se hallaban!

Pero antes de dedicarnos a criticar al mundo antiguo por su vanagloria y

arrogancia, tenemos tareas que poner al día en nuestro tiempo. La asombrosa

comprensión de este hecho, nos obliga a detenernos y pensar seriamente en lo

que significa ser siervo. Eso no quiere decir que nunca lo habíamos oído, o que no

se había estudiado, pero a decir verdad, muy pocos habían hecho el esfuerzo

consciente de examinar el concepto del servicio de forma individual, ni en la Biblia,

ni en la vida diaria. Ciertamente, algunos no habían sido un modelo de siervo.

El tema de servir y dar no es algo que viene naturalmente. ¡El sacrificio personal

por el beneficio de otros es un arte! El beneficio que se recibe como resultado de

servir no se puede describir con palabras, pero el discernimiento y la entrega

apasionada por servir toma el lugar de la ignorancia y la arrogancia. Eso de llegar

a ser siervo comienza a ser algo hermoso y esencial. No podemos quedarnos con

el conocimiento porque el proceso aún continúa y se debe compartir con otros lo

que Dios nos indica. Y para usted, estimado estudiante, agregaremos sólo un

comentario: Este es un módulo para aplicarlo. Usted no tiene que ser un individuo

brillante ni dotado para poner en práctica las verdades de este módulo en su vida.

Pero usted tiene que querer hacerlo. Para que la tinta de estas páginas pueda

transferirse permanentemente a un cambio, primero en su pensamiento y luego en

su vida, tiene que haber un espíritu dispuesto que diga: “Señor, muéstrame,

enséñame, ayúdame a servir y dar”. Si permite que ésa sea su actitud, el proceso

mediante el cual llega a ser más parecido a Cristo mismo será mucho más suave,

más rápido y menos doloroso.

Por esta razón la Escuela de Formación Esdras (EFE), nace como respuesta a la

necesidad que hay en los servidores de la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia

(IPUC) del distrito 28, de ampliar los conocimientos teórico-prácticos acerca de la

vocación de servicio.

El propósito de este módulo, es que el estudiante de la EFE, tenga herramientas

bíblico-teológicas y académicas, sobre el servicio a Dios, en la familia, la iglesia y

la sociedad, para que de este modo cada servidor asuma la responsabilidad en sí

mismo y desarrolle su ministerio de manera adecuada, con el fin de hacer buen

uso de la oportunidad, el tiempo, los talentos, los dones espirituales y ministeriales

en favor de la comunidad que le rodea.

Asimismo, el módulo de vocación y ministerio proyecta fortalecer en el estudiante

y servidor, su vocación de servicio, facilitándole herramientas extraídas de la Biblia

y de experiencias de hombres abnegados en el servicio, contextualizando de

manera adecuada y pedagógica un direccionamiento, que permita al estudiante

confrontar, lo que ha recibido de Dios, talentos, dones y ministerios en la

verdadera práctica. No pretende reemplazar, ni desconocer la soberanía de Dios

en cada servidor, pero si busca, que cada servidor sea inquietado y motivado en

su vocación de servicio.

¡Cuán desesperadamente necesitamos mejorar nuestro servicio!

LECCIÓN 1.

GENERALIDADES DEL SERVICIO A DIOS

Servir a Dios, es concientizarse que desde el momento que le entregamos la vida

a Él, somos su propiedad, a Él nos debemos y por lo tanto hay que estar atentos y

a su completa disposición, para asimilar y practicar todo lo que sea sugerido por

Él. Es muy alentador saber de las posibilidades que Él nos brinda y que todo lo

que pide de nuestra parte, no son nuestras capacidades sino nuestra entera

disposición. Disposición nos lleva a estar listos en todo lugar y a toda hora que Él

nos requiera, pues somos sus siervos.

DEFINICIÓN

El servicio a Dios se define principalmente por el deseo de darse a sí mismo a

Dios y a su obra, lo que implica todo lo que tiene que ver con su iglesia, y para que

todo esto tenga un logro total se necesita una vida consagrada por completo a Él,

pues la prioridad del que le sirve y le sigue ha de ser, el de negarse a sí mismo y

someterse a la voluntad suprema del que lo llamó a servir.

Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y Sírvele con corazón

perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos,

y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si

lo dejares, él te desechará para siempre. (1 Cr. 28:9).

REQUISITOS

Los requisitos que están registrados en el libro de los Hechos de los Apóstoles en

el capítulo 6:1-7, son uno de los ejemplos del modelo bíblico que la iglesia ha

tenido en cuenta para que haya servidores fieles a la obra de Dios. Es importante

aclarar, que esta clase de servidores deben ser bautizados en agua en el Nombre

del Señor Jesucristo, por un ministro autorizado, sellados por el Espíritu Santo con

la señal inicial de hablar en otras lenguas y que su vida se demuestre con frutos,

no con palabras solamente, que ha vivido esta experiencia.

EL SERVIDOR DEBE PROCURAR:

Tener buen conocimiento de las cosas de Dios, y es con el tiempo, el estudio y

las experiencias que el servidor lo va adquiriendo. Ahora bien, si procura

hacerlo mejor cada día, deberá dejarse moldear por el Señor Jesús.

San Juan 14:6, menciona que el Señor vino y nos dio a conocer el verdadero

camino, enseñando que Él es el verdadero camino y modelo por excelencia. El

apóstol Pablo también enseña que el Señor se despojó a sí mismo y tomó

forma de siervo, hecho semejante a los hombres (Filipenses 2:7) y en la 1era

epístola del apóstol Pedro en el capítulo 5:3 se da la orientación adecuada a

aquellos que conocen sus enseñanzas y se someten al Señor en el trabajo, en

el hogar y en la iglesia, todo porque un buen aprendizaje y conocimiento

conduce a la necesidad de depender y seguirlo a Él.

Tener buen compromiso, el discípulo debe estar convencido que esa es la

voluntad de Dios (servir), que está dispuesto a renunciar a todo para seguirle a

Él y unirse a su cuerpo que es la iglesia.

Negarse a sí mismo. En Mateo 16:24-25, el Señor fija el precio de un buen

discípulo. En Lucas 14:17-35, el Señor confronta a las multitudes a oír su

llamamiento enviando sus siervos. Negarse a sí mismo va más allá de renunciar

a posesiones, gustos y placeres; su meta es unirse y ser unidos por el Señor.

Negarse a sí mismo significa la muerte virtual del ego, estar seguro de sí

mismo, no existe una expresión moderna que pueda comunicar la idea de lo

que significa tomar la cruz.

Ser enseñado, es una cualidad esencial para la madurez, significa aprender la

disciplina, ser instruidos, orientados, estar dispuestos a desprenderse de lo que

está mal y aprehender1 nuevas cosas. La enseñanza nos da crecimiento y

mayores condiciones para servir.

La Obediencia. El Señor Jesús probó la obediencia de sus discípulos y fue para

ellos un reto de confianza en Él. Pedro fue testigo de esa prueba cuando

enviado por el Señor Jesús fue a sacar un pez del mar y en la boca del pez

1 Asimilar inmediatamente, llegar a entender.

hallaría un estatero2 (Mateo 17:27). ¿Se imagina usted que sintió Pedro en ese

momento?, ¿cuál sería su reacción, su pensamiento y actitud?, como todo ser

humano se sintió privilegiado pero no fue fácil para él, pues aunque él era

pescador hasta ese momento nunca se había encontrado un pez que trajera

algo semejante en su boca.

LA HONRA O PRIVILEGIO EN EL SERVICIO AL SEÑOR

La honra en el servicio tiene su origen en Dios, Él escoge y sabe lo que hace, Él

nunca se equivoca, por lo tanto, esta elección divina le da al servidor dignidad y

seguridad. Asimismo, los escogidos de Dios fortalecen su ministerio y se

apasionan de tal modo que es como un fuego que se lleva en el alma (Jeremías

20:9); les hace ser útiles en la iglesia, pues para eso han sido llamados. Si alguno

me sirve, sígame… Juan 12: 26

Es un privilegio que Dios nos tenga en cuenta para servir en su obra sin

discriminación.

2 Fue una antigua moneda de electro, plata u oro, utilizada en varias regiones de Grecia.

LECCIÓN 2.

EL LLAMAMIENTO AL SERVICIO A DIOS

Cuando se habla de llamamiento al servicio a Dios, se habla de uno de los

privilegios más grandes que el ser humano puede tener, ya que aparte del

llamamiento a la salvación, Dios también llama para que se le sirva aquí en la

tierra y así poder disfrutar mejor de la vida cristiana.

LA GRANDEZA DEL LLAMADO

La grandeza del llamado al servicio, se debe a que el que lo hace es grande, “el

soberano de soberanos, el rey de los reyes, el único Dios verdadero, el que creó

los cielos y la tierra, al que pertenecen la gloria y la honra por los siglos de los

siglos…” 1ª Timoteo 1:17, entendiendo lo anterior, se puede decir que no es cosa

pequeña, cuando Dios llama a alguien a que le sirva.

¿PARA QUIÉNES ES EL LLAMADO?

Todo el que ha sido salvo debe ser un candidato para escuchar el llamado de Dios

a su servicio, pero en la práctica no es así. Y no es que Dios no quiera que todos

le sirvan, por el contrario uno de los propósitos de Él al crear al hombre es

precisamente llamar al hombre para que le sirva, pero lamentablemente no todos

entienden esto, sino que piensan que el llamado es solo para algunos pocos y no

hay ese sentir por atender el llamado que Dios les hace y puedan así ser

instrumentos útiles en las manos de Él.

¿QUÉ IMPIDE EL LLAMADO?

Hay cosas que no permiten que el cristiano pueda oír el llamado de Dios a su

servicio, el pecado, la falta de compromiso, la falta de búsqueda de la presencia

de Dios, y aun las mismas ocupaciones de esta vida, entre otros, son factores que

no permiten al cristiano prestar atención e impiden oír el llamado de Dios a sus

vidas.

CARACTERÍSTICAS DEL LLAMADO

El llamamiento de Dios es santo, es perfecto, es trascendente, es irrevocable, es

fiel y es único, estas características hacen que el llamado de Dios sea especial y

el que lo atiende debe entenderlo, valorarlo y darle el lugar que merece dicho

llamamiento, porque este viene de Dios.

¿POR QUÉ ATENDER EL LLAMADO A SERVIR A DIOS?

El solo hecho de saber que es Dios el que llama, debe hacer pensar al cristiano

que es muy importante atender a dicho llamado; eso lo entendió el sacerdote Elí,

cuando Dios llamaba al joven Samuel, Elí le dijo “ve y acuéstate; y si te llamare,

dirás: Habla, Jehová, porque tu siervo oye.” I Samuel 3:9. De igual manera le

sucedió al profeta Isaías cuando Dios lo llama; “Después oí la voz del señor, que

decía; “¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme

aquí, envíame a mí”. Isaías 6:8. Y no se puede dejar de mencionar al apóstol

Pablo cuando Él Señor Jesús le llamó camino a Damasco, “El, temblando y

temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Hechos 9:6. Los varones

anteriormente mencionados son un ejemplo de lo que significó atender el llamado

de Dios y sin pensarlo llegaron a ser grandes hombres en las manos de Él.

BENDICIONES DE ATENDER EL LLAMADO DE DIOS A SU SERVICIO

El llamado de Dios a su servicio no implica solamente responsabilidad, temor y

entrega sino que también trae consigo bendiciones que permiten disfrutar al que lo

atiende y obedece. El estar cerca de Él, el poder ejercer ministerios, perfeccionar

a los santos y sentirse útil en las manos de Dios, entre otros, son algunas de las

tantas bendiciones que Dios tiene para aquellos que dan importancia a este

llamamiento y disponen su corazón para servirle.

EL LLAMADO EN EL PROPÓSITO DE DIOS

El antiguo testamento (AT) registra algunos casos que evidencian que Dios tenía

propósitos y para cumplirlos conto con hombres que Él mismo llamó. A Moisés,

Dios le llama para sacar a Israel de Egipto, “Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a

Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel” Éxodo 3:10.

Moisés murió antes de entrar Israel a Canaán y aunque el propósito de Dios

seguía sin cumplirse, ahora llama a Josué “Mi siervo Moisés ha muerto; ahora,

pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy

a los hijos de Israel” Josué 1:2. Ya estaban los hijos de Israel en la tierra

prometida, pero se dedicaron a pecar y fueron subyugados por los madianitas, y

ahora Dios llama a Gedeón para librarlos, “Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con

esta tu fuerza, y salvarás a Israel de mano de los Madianitas. ¿No te envío yo?

Jueces 6:14; años más tarde Dios llama a Samuel, “Y vino Jehová y se paró, y

llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla,

porque tu siervo escucha” I. Samuel 3:10. Estos y otros hombres fueron llamados

por Dios para cumplir sus propósitos en favor de su pueblo.

EL LLAMAMIENTO DE DIOS PARA ESTE TIEMPO

Al igual que ayer, Dios hoy sigue llamando a hombres y mujeres, para que le

sirvan, porque todavía hay mucho por hacer, y a pesar de la indiferencia de

algunos que no entendien que Dios cuenta con ellos para cumplir sus propósitos,

hay otros dispuestos a atender el llamado de Dios, dispuestos a asumir los retos y

a enfrentarlos para seguir cumpliendo los propósitos que tiene Dios para el mundo

de hoy.

LECCIÓN 3.

EL SERVICIO CONFORME AL PROPÓSITO DE DIOS

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto

es, a los que conforme a su propósito son llamados.” Romanos 8:28

1. SOMOS CREADOS POR DIOS

No se puede olvidar o pasar por alto, que somos creados por Dios con objetivos

definidos, en la Biblia están plenamente claros los propósitos con los cuales Dios

creó al hombre y entre esos propósitos está el del servicio, la administración y el

de señorear sobre la creación de Dios. “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a

nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar,

en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se

arrastra sobre la tierra. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos;

llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los

cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” (Génesis 1:26- 28)

2. SOMOS SALVOS

La salvación es uno de los regalos más grandes que Dios les ha concedido a sus

hijos, la Biblia habla de esta salvación (Hebreos 2). La salvación es el hecho por

medio del cual Dios nos ha librado de una condenación eterna. Por esta razón el

cristiano no debe de avergonzarse de servir a Dios y de dar testimonio de Él, pues

Dios es quien nos salvó y nos llamó con llamamiento santo, para que le sirvamos

según su propósito y no conforme a nuestras obras, ni conforme a nuestros

méritos. Hemos sido salvos para servir a Dios y a su pueblo. “Por tanto, no te

avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino

participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, quien nos

salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el

propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos

de los siglos.” (2Timoteo 1:8-9)

3. SOMOS LIBRES

La práctica del pecado es esclavitud, porque el que practica el pecado, esclavo es

del pecado. Pero gracias a Dios que fuimos libres de esa condición pecaminosa,

para que no sirvamos más a la inmundicia y a la iniquidad. Por lo tanto ya no

somos esclavos, porque el Señor Jesucristo nos ha hecho libres del pecado y

hemos venido a ser siervos de Dios. (Romanos 6:17-18).

4. SOMOS LLAMADOS

El llamamiento tiene que ver con la invitación o convocatoria a desempeñar una

labor, labor a la cual Dios nos ha invitado para que le sirvamos. El llamado que

Dios nos ha hecho es para que entremos y hagamos parte de sus labores, por lo

cual nos invita a que alcemos la mirada y observemos que los campos ya están

blancos para la siega. “…He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos,

porque ya están blancos para la siega.” (Juan 4:35)

La voz del Señor todavía se escucha, para llamar a todo aquel que quiera hacer

su voluntad y responder a su llamado, para ir a servir en su obra. “Después oí la

voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces

respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.” (Isaías 6:8).

5. SOMOS ESCOGIDOS

Ser escogido significa ser seleccionado o elegido para desempeñar una labor

especial. La biblia dice que no fuimos nosotros los que decidimos o elegimos

servir a Dios, pues fue Él quien nos escogió para que seamos sus servidores y

llevemos mucho fruto para la gloria de Dios y para bendición de su pueblo. “No me

elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que

vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al

Padre en mi nombre, él os lo dé.” (Juan 15:16)

Lo importantísimo en este aspecto que la biblia enseña, es qué el Espíritu Santo

es quien se encarga de esta escogencia o selección y quien aparta a los hombres

que Dios tiene destinados para su santo ministerio. “Ministrando éstos al Señor, y

ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a

que los he llamado.” (Hechos 13:2)

6. SEREMOS RECOMPENSADOS

Recompensa es la compensación, remuneración o premio que se recibe por la

realización de un trabajo. El servicio a Dios es una tarea recompensada en alguna

medida por parte de los hombres, pero la compensación más grande viene de

parte de Dios en esta vida y en la venidera. “Entonces respondiendo Pedro, le dijo:

He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues,

tendremos? Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el

Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis

seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de

Israel. Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o

madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y

heredará la vida eterna.” (Mateo 19:27-29.) Según lo anterior, vale la pena servir a

Dios, no olvidemos que hasta un vaso con agua que ofrezcamos a alguien no

quedará sin recompensa. La biblia asegura en varios de sus apartes, que seremos

recompensados por nuestra disposición en cuanto al servicio a Dios. “Y el que

planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su

recompensa conforme a su labor.” (1ª Corintios 3:8)

LECCIÓN 4.

EL BUEN SERVIDOR SE RELACIONA BIEN CON LOS

DEMÁS.

Es bueno entender que la labor del servidor es con personas de carne y hueso,

es decir, seres humanos que esperan de él buen ejemplo, en palabra, conducta,

amor, espíritu, fe y pureza. 1ª Timoteo 4:12. Por lo tanto su relación con las

personas que están a su cargo debe ser intachable porque él es ejemplo a

seguir. Romanos 12: 12-21.

EL BUEN SERVIDOR:

1. ESTÁ RODEADO DE PERSONAS.

El buen servidor nunca estará solo, siempre estará rodeado de personas que lo

apoyan y le manifiestan estar con él, pero también le rodean personas que no

comparten ni están de acuerdo con la forma del servicio que está presentando,

pero es ahí, donde el servidor, demuestra de que está hecho y qué es lo que

está haciendo y a quien está sirviendo. 1ª Corintios 9: 1-27.

2. NO ES CONFORMISTA.

Es la persona que no se acostumbra ni se acomoda a las circunstancias, no se

conforma con lo que tiene, con lo que hace, siempre es inquieto y busca la

oportunidad de ser un innovador, dejando huellas que impacten proyectando

nuevas oportunidades para nuevos servidores.

3. RETA PROCESOS.

Cada oportunidad de servicio, es un proceso a seguir que está enmarcado de

aspectos favorables y desfavorables, en lo favorable está la oportunidad de

hacer bien las cosas y en lo desfavorable, es el momento de corregir y

demostrarle a los demás que con la ayuda del Señor todo es posible, en cada

oportunidad que tenga de hacer algo para la obra del Señor siempre encuentra

soluciones.

4. VE MÁS ALLÁ QUE LOS DEMÁS.

Es normal que las personas vean siempre lo que está delante de sus ojos, pero

el buen servidor ve las cosas diferentes, porque cuenta con la dirección del

Espíritu Santo, que es la que lo lleva a visualizar nuevos horizontes y nuevas

metas.

5. ES GUIADO POR UNA VISIÓN.

El buen servidor es un soñador, sueños que va cristalizando a medida que

va desarrollando su labor, la visión es la que lleva a una persona a plantearse

retos y superar obstáculos que en el camino se pueden presentar, a hacer tal

vez lo que otros no hacen, a ir donde otros no van, a sacrificar lo que otros no

sacrifican y a dar lo que otros no dan. Josué y Caleb con una actitud diferente:

“VISIÓN”. Su visión es poderosa, su valor es fuerte. Hombres de fe, de visión.

Siervos que inspiraron confianza, seguros de poder conquistar esta gran tierra,

Dijeron, “…más podremos nosotros que ellos”. Números 13:30. “…Los

comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está

Jehová; no los temáis” Números 14:9.

6. RESUELVE PROBLEMAS ADECUADAMENTE.

El buen servidor no es aquel que resuelve las cosas fáciles, porque las cosas

fáciles no tienen ninguna dificultad, sino el que resuelve las cosas difíciles,

complicadas que ameritan esfuerzos y toma de decisiones adecuadamente.

1era Reyes 3:3-28.

7. TRABAJA BIEN BAJO PRESIÓN.

Todos trabajamos bajo presión, porque hay que entregar resultados y aunque la

presión no es buena consejera, sin embargo en la labor que se desempeña hay

que saber manejar la presión y no dejarse desestabilizar. Hechos 27: 21-26.

8. DESARROLLA A OTRAS PERSONAS.

Para el buen servidor su mayor anhelo y deseo es desarrollar a otros, porque

está siendo multiplicador de servidores y está entregando el legado a otros que

en su momento serán los que lo reemplacen parcial o totalmente en el servicio.

Mateo 28: 19. 2ª Timoteo 2: 1-2. Tito 1: 5.

9. SE CAPACITA CONTINUAMENTE.

La capacitación espiritual e intelectual, son necesarias en el servidor, porque lo

actualizan y lo contextualizan en la labor que está desempeñando. 1ª Timoteo

4: 13.

10. SABE LO QUE DICE Y DICE LO QUE SABE.

El buen servidor no busca impresionar a nadie con sus palabras, tiene claro su

pensamiento, sus propósitos y metas, sus hechos reflejan lo que piensa y lo

que dice.

LECCIÓN 5.

CLASE DE SERVIDORES Y SUS CARACTERÍSTICAS

El servidor que muestra su vocación de servicio, refleja un fuego apasionado que

lleva muy dentro de sí, en medio de la adversidad, la persecución y la amenza

esta seguro que no esta solo, que hay un poderoso gigante a su lado,

defendiéndolo y llevándolo en victoria. Jeremías. 20:9,

TRES CLASES DE SERVIDORES.

LOS QUE SON MOVIBLES

Son los que se dejan mover por la familia, las amistades y las circunstancias

de la vida, estos se caracterizan por su parcialidad para proceder y siempre

estarán del lado que mejor les convenga. Por cualquier cosa renuncia a la

posibilidad de desarrollar un buen servicio a Dios, a la iglesia y a la sociedad.

LOS INMOVIBLES

No se dejan sobornar, son imparciales con todos, no importa si es su amigo,

familiar, etc., no entrega el cargo por cualquier dificultad, sabe hacer frente a

toda circunstancia y está dispuesto si es necesario a entregar su vida por

causa de su labor.

LOS QUE HAY QUE MOVER

Necesitan que se les este diciendo todo lo que deben hacer, viven con mucha

pereza para hacer las cosas, hay que empujarlos, son faltos de dinamismo, de

actitud y de visión.

LOS VERDADEROS SERVIDORES.

Se distinguen porque trabajan duro, sacrifican lo que tengan que sacrificar y lo dan

todo, nadie los detiene aunque tengan oposición y les toque emprender solos su

tarea. Lo hacen en cuerpo y espíritu. Todo lo que involucra el ser de la persona

está comprometido en el servicio a Dios. 1era Corintos 6:20, Deuteronomio

10:12:14; 11:13. 1era Samuel 7:3.

Cuando se ha llegado a cierta madurez, el verdadero discípulo siente en su

corazón el deseo de servir y de hacerlo de manera excelente en la obra de Dios.

Para lograrlo debe gozar de buena reputación y aceptación en la iglesia y en el

contexto social donde vive.

Los apóstoles hacen unas recomendaciones muy puntuales acerca de la calidad

del servidor...Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen

testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de

este trabajo. Hechos 6:3.

CARACTERÍSTICAS DE LOS SERVIDORES

ES INDISPENSABLE QUE EL SERVIDOR CULTIVE UNAS CARACTERISTICAS

SIGNIFICATIVAS EN SU QUEHACER:

PRUDENTE. Del griego “Sophoron” que significa juicioso, avisado y discreto,

esta virtud hace prever las faltas y peligros.

SOBRIO. Moderado, que no se permite placeres que están fuera de su

espiritualidad, es profundo en sus determinaciones, permanece estable, firme y

su pensamiento es claro. El hombre sobrio mediante la fe espera la venida del

Señor Jesucristo. Un hombre sobrio es también un hombre de amor.

DECOROSO. Del griego Kosmios, que significa esmerado y respetable. Pablo

habló de esta palabra para instruir a la mujer como debe vestir. 1era Timoteo

2:9. Por lo tanto el hombre de Dios debe ser discreto en su manera de vestir.

Lo mismo que su vida social, comercial y en la iglesia.

APTO PARA ENSEÑAR. De la raíz griega “Didaktikos”, que significa apto para

enseñar. En la biblia lo encontramos dos veces, en 1era Timoteo 3:2 y 2da

Timoteo 2:24. Buen maestro, que tiene capacidad, además de ser un

comunicador eficiente, tiene don para enseñar, sabe trazar bien la palabra de

Dios, (Efesios 4:8-16) lo que indica que para servir debe ser apto para enseñar,

dueño de si mismo, retenedor de la palabra, fiel, que sepa exhortar a tiempo y

soporte cuando le acusen falsamente logrando responder con sabiduría.

NO SOBERBIO. Soberbio es la persona que siempre quiere salirse con la

suya, que no esta dispuesto a perder, cree ser más sabio que los demás, es

arrogante y altivo. Pedro exhortó a tener cuidado con este tipo de personas y

las mencionó como falsos maestros que nunca se sujetan ni obedecen a las

potestades superiores. 2da Pedro 2:2-3.

NO IRACUNDO. Persona que se enoja pronto, pierde rápido su tranquilidad,

se sale de sus casillas, es “candela”, no se puede controlar, es vengativo. Un

hombre cuando es de Dios sabe controlar su temperamento. La biblia califica la

ira como un pecado, porque tanto la ira como el amor forman parte de la

naturaleza humana y las escrituras lo dicen. Romanos 12:17-21, Efesios. 4:26-

27, Probervios 22:24-25.

NO PENDENCIERO. No amante a la contienda, riña, pelea, rencilla, violencia,

celos. Persona que no tiene paz, es mal pensado, no tiene razón. La biblia nos

ofrece algunos ejemplos: ¿Qué ocurre cuando el hombre pierde el control?

Genesis 4:8, Caín mató a Abel, Moisés mató al egipcio y rompió las tablas de

la ley.

APACIBLE. Que es sosegado, tranquilo, persona agradable en el trato.

Cuando se le provoca sabe brindar tranquilidad porque es pacificador y en ello

esta la virtud de guardar la unidad del Espíritu. Romanos 12:16-18, Efesios.

4:1-3.

AMABLE. Digno de ser amado. Persona bondadosa, cordial, manso, amable

para con todos, de quienes dice: Mateo 5:5… es el Reino de Cielos.

AMANTE DE LO BUENO. Es siempre querer hacer lo bueno y no ser vencido

de lo malo. Romanos 12:21. Amar lo bueno es hacer el bien a todos. Gálatas

6:10, Filipenses 4:8. Ama todo lo que es de buen nombre, todo lo justo, todo lo

amable.

JUSTO. Su raíz griega “Dikaios”, que significa hacer justicia, proceder con

rectitud, usa la equidad. Las sagradas escrituras nos dicen que el justo por la

fe vivirá. Romanos 1:17. El apóstol Pablo menciona que juzgaremos al mundo.

1ª Corintios 6:2. Y Pedro afirma que el justo con dificultad se salva.

SANTO. De la raíz griega “Hosios”, que significa libre de pecado, de maldad,

es la posición de ser separados únicamente para el servicio a Dios. Se refiere

a una santidad práctica y tenemos el ejemplo por excelencia, el Señor Jesús

en Hebreos 7:26.

SABIO/SABIDURÍA. Es la facultad de hacer el mejor uso del conocimiento, es

una combinación de discernimiento, juicio, conocimiento y facultades similares.

En la biblia, la sabiduría tiene que ver con realizar un juicio correcto,

relacionado con la vida espiritual o moral, 1era Reyes 3:16-28. La Sabiduría es

una acumulación de datos, es conocimiento con discernimiento que llega al

fondo de las cosas. Es la aplicación correcta del conocimiento en materia

humana y espiritual, al enfrentarse con situaciones confusas y complejas en lo

que tiene que ver con el servicio o la administración a otros. Hechos 6:3.

DISCIPLINA. Es una de las cualidades que debemos nombrar, sin ella los

demás requisitos no llegarán a su máximo rendimiento. A través de esta se

logra la coordinación de actitudes con las cuales se instruye para desarrollar

habilidades o para seguir un determinado código de conducta u "orden". Solo

la disciplina llevará a la persona a una perfección para el servicio y tendrá

buenas facultades.

BIBLIOGRAFÍA

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Norma, 2007.

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Los lideres procuran lograr los objetivos

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