MOMENTO III I. ORIENTACIÓN EPISTÉMICA Y METÓDICA DE LA ...

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145 MOMENTO III I. ORIENTACIÓN EPISTÉMICA Y METÓDICA DE LA INVESTIGACIÓN 1. ORIENTACIÓN EPISTÉMICA Mostrar la orientación o expresión epistemológica de un trabajo científico, expresa el compromiso de dilucidar entre los caminos del tratamiento de la teoría y de la relación con la práctica. La primera dimensión de la orientación epistemológica hace referencia a la distinción gnoseológica o espacio concretamente epistemológico o epistemología propiamente dicha, en tanto su alusión al “saber” o a la fuente del “saber” en una investigación. Según esta primera dimensión del tratamiento epistemológico en una investigación, es necesaria una distinción gnoseológica, que implica exaltar la fuente del conocimiento y el cómo se llega a conocer; con el objeto de brindar robustez científica ante la dinámica consciente e inconsciente de la relación univoca entre el sujeto que conoce y el objeto que se deja conocer o aprehender. Caso particular, sería poder comprender cómo el funcionario público conoce las sensaciones que producen placer en el ciudadano/consumidor para que de esta manera se mejore a través de una gestión municipal planificada, su calidad de vida. La segunda dimensión de la orientación epistemológica de los trabajos científicos, hace referencia a la distinción ontológica; según la cual existen dos sub-dimensiones en el tratamiento de la relación entre el sujeto que investiga y el objeto investigado o realidad abordada. No obstante, esta relación ontológica ente el neuromarketing y la planificación de la gestión

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MOMENTO III

I. ORIENTACIÓN EPISTÉMICA Y METÓDICA DE LA INVESTIGACIÓN

1. ORIENTACIÓN EPISTÉMICA

Mostrar la orientación o expresión epistemológica de un trabajo

científico, expresa el compromiso de dilucidar entre los caminos del

tratamiento de la teoría y de la relación con la práctica. La primera

dimensión de la orientación epistemológica hace referencia a la distinción

gnoseológica o espacio concretamente epistemológico o epistemología

propiamente dicha, en tanto su alusión al “saber” o a la fuente del “saber” en

una investigación.

Según esta primera dimensión del tratamiento epistemológico en una

investigación, es necesaria una distinción gnoseológica, que implica exaltar

la fuente del conocimiento y el cómo se llega a conocer; con el objeto de

brindar robustez científica ante la dinámica consciente e inconsciente de la

relación univoca entre el sujeto que conoce y el objeto que se deja conocer o

aprehender. Caso particular, sería poder comprender cómo el funcionario

público conoce las sensaciones que producen placer en el

ciudadano/consumidor para que de esta manera se mejore a través de una

gestión municipal planificada, su calidad de vida.

La segunda dimensión de la orientación epistemológica de los trabajos

científicos, hace referencia a la distinción ontológica; según la cual existen

dos sub-dimensiones en el tratamiento de la relación entre el sujeto que

investiga y el objeto investigado o realidad abordada. No obstante, esta

relación ontológica ente el neuromarketing y la planificación de la gestión

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municipal puede estar condicionada a la existencia o no del fenómeno en la

realidad descrita anteriormente.

En cuanto a la dimensión axiológica del estudio, entendida como la

filosofía de los valores, permite comprender el valor que el marketing público

tiene para los ciudadanos desde la idea de herramienta de gestión que

permite reconocer sus necesidades, lo cual puede repercutir en la

construcción de una imagen corporativa positiva, en otras palabras, sería

develar la verdadera esencia del fenómeno a objeto de darle justo valor.

En fin, la orientaciones epistemológicas orientan, es decir, dirigen o

encaminan a las comunidades científicas a una forma o modo determinado

de realizar investigación; imponen, además, e instruyen a las tradiciones de

investigación, sobre ciertos presupuestos filosóficos desde los que deben

partir, para conocer la realidad; determinados fundamentos teóricos que

necesitan considerar, para problematizar los objetos de estudio; algunos

procedimientos metodológicos que tienen seguir, para generar el nuevo

conocimiento; las estrategias que es necesario realizar, para conocer la

realidad; y los Instrumentos que se requieren, para recabar los datos que

servirán para realizar la construcción de los objetos de estudio.

En tal sentido, como orientación epistémica que orienta la presente

investigación se tendrá en cuenta principalmente es el introspectivo vivencial.

La tesis esencial del enfoque introspectivo vivencial plantea que el

conocimiento carece, en cuanto tal, de un estatuto objetivo, universal e

independiente (no tiene carácter de constante con respecto a las variables

del entorno), sino que, al contrario, varía en dependencia de los estándares

socioculturales de cada época histórica. Por tanto, no existe la metodología

científica ni el criterio de demarcación, sino las metodologías, los criterios,

según los estándares de las diferentes sociedades. Dice Camacho y

Marcano (2003), que en el enfoque introspectivo vivencial el conocimiento es

construcción o interpretación de una realidad aprehensible subjetivamente.

Es decir, la realidad es cualificarle y simbólicamente interpretable.

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2. PARADIGMA DE LA INVESTIGACIÓN

Todas las personas tienen un paradigma para relacionarse con y en el

mundo, para “leer e interpretar” el mundo, es decir, un esquema de

categorías o referencias que permite organizar las percepciones,

interpretaciones y valoraciones del mundo. Ello hace que el fundamento

epistemológico de una investigación, se revela desde la configuración del

paradigma que la sustenta, por tanto, es necesario definir lo que se concibe

como paradigma.

Para Khun (1986, p. 271) «un paradigma es lo que comparten

los miembros de una comunidad científica y, a la inversa una

comunidad científica consiste en unas personas que comparten un

paradigma». Es decir, un paradigma constituye una cosmovisión del

mundo compartida por una comunidad científica. Es un modelo para

situarse ante la realidad, para interpretarla y para darle solución a los

problemas que en ella se presentan. En síntesis, para este autor, un

paradigma es un modelo o patrón aceptado por los científicos de

determinada época, que normalmente ha llegado a ser vigente tras

imponerse a otros paradigmas rivales.

Por otra parte, Morín (1982) dice que, un paradigma científico se puede

definir como un principio de distinciones-relaciones-oposiciones

fundamentales entre algunas nociones matrices que generan y controlan el

pensamiento, es decir, la constitución de teorías y la producción de los

discursos de los miembros de una comunidad científica determinada.

En síntesis, para Morín (1982), conocer es siempre aprehender un dato

que tiene o cumple cierta función, bajo cierta relación, significa algo dentro de

una determinada estructura. Pero, a su vez, el método para alcanzar ese

conocimiento está siempre ligado a un paradigma específico, que le fija la

ruta por donde se debe caminar. Es decir, está ligado a una función

ideológica que determina las metas y a la cual sirve. De tal forma que una

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investigación neutra y aséptica es algo irreal, es una utopía,

independientemente del paradigma al que esté ligada.

De acuerdo a Martínez (2009), “es el conjunto de nociones,

hábitos, maneras particulares de ver las cosas, creencias que forman

una visión del mundo, en su cosmovisión, alrededor de una teoría

suprema en determinado periodo de tiempo histórico”. Es decir, el

paradigma es una síntesis de conceptos, creencias, compromisos

comunitarios y maneras de ver las cosas, donde uno de ellos se asienta en

una profunda transformación científica auxiliar para dar respuestas a los

misterios no satisfechas en un anterior paradigma. Una de las características

principales es su magnitud, ya que ninguno puede verse mejor o peor que el

otro; además, cuenta con el beneplácito total de la comunidad científica que

los simboliza.

De lo anterior se desprende que se alude al paradigma en un sentido

epistemológico como marco de referencia para la investigación científica,

llámese esta cuantitativa o cualitativa siendo esta última la que se desarrolla

en la presente investigación. En efecto, y partiendo de la orientación

epistemológica que para la presente investigación se toman como

fundamentos filosóficos los que plantean Jurgen Habermas, Hugo Cerda, es

preciso anotar lo siguiente:

Por una parte, las teorías, perspectivas creadoras de imágenes del

objeto, método y sujeto del conocimiento, se conciben como partes del

paradigma que las engloba. Los paradigmas deben entenderse como

sistemas de creencias básicas sobre: (a) La naturaleza de la realidad

investigada, supuesto ontológico. La identificación de un paradigma se

produce al conocer cuál es la concepción o creencia que sostiene la

investigadora o el investigador respecto a la naturaleza de la realidad

investigada. (b) El modelo de relación entre la investigadora o el investigador

y lo investigado, supuesto epistemológico. (c) El modo en que se puede

obtener conocimiento de dicha realidad, supuesto metodológico. Tiene que

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ver con los métodos y procedimientos que se derivan de las posturas

adoptadas en los niveles ontológico y epistemológico.

La teoría hermenéutica de la ciencia surge a finales del siglo XIX. Sus

impulsores consideran que la realidad que estudian las Ciencias de la

Naturaleza es igual a la realidad que estudian las Ciencias Sociales y

Humanas. En consecuencia, rechazan el método de las Ciencias Naturales

como ideal regulador único y supremo de la comprensión racional de la

realidad.

En los años sesenta, se produce un notable desarrollo de una serie de

corrientes teórico–metodológicas en el ámbito de las Ciencias Sociales y

Humanas que se inscriben dentro de esta concepción hermenéutica de la

ciencia a la que también se le conoce como “Paradigma Hermenéutico”, en la

que se inscriben corrientes como: Etnografía, Sociología Interpretativa,

Interaccionismo Simbólico, entre otras. Todas estas corrientes postulan una

aproximación fenomenológica hermenéutica- lingüística para captar la

dimensión significativa, intencional de la acción humana. El interés por los

significados sociales y la insistencia en que tales significados sólo pueden

ser examinados en el contexto de la interacción de y entre las personas es lo

que distingue a esta teoría de la ciencia del paradigma de investigación de

las Ciencias Naturales.

No obstante, el origen de la teoría crítica de la ciencia de la escuela de

Frankfurt está vinculado con el instituto para la investigación social creado,

en los años veinte del siglo XX, por un grupo de intelectuales de afinidad

marxista, entre ellos: Horkheimer, Adorno, Marcuse, Habermas y Apel. La

Teoría Crítica de la Ciencia considera que la Teoría de la Ciencia no es algo

autónomo o independiente sino que es parte de la Teoría Social. Desde sus

orígenes se contrapone a la condición positivista, entiende que la Teoría de

la Ciencia debe superar las concepciones restringidas del empirismo lógico

por medio de una Teoría Crítica que argumente dialéctica y reflexivamente

en la totalidad social.

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En ese orden, Habermas considera que: (a) No hay conocimiento sin

interés, es decir, que todo conocimiento está regido por unos intereses que le

dan sentido y que se constituyen en sus impulsores profundos. (b) Las

Ciencias de la Naturaleza están impulsadas por el saber técnico o

instrumental. (c) Las Ciencias Humanas están orientadas por el interés

comunicativo. (d) Estos conocimientos son parciales. e) El conocimiento o la

razón tienen que ser crítica dialéctica de los aspectos negativos que

aparecen en nuestros conocimientos y en nuestros comportamientos

establecidos. (f) La función esencial de la razón es la búsqueda constante

en la sociedad y en la naturaleza de aquellos elementos negativos que

deben ser superados para un mayor acercamiento a la realización del

interés emancipador.

En ese sentido, el filósofo y sociólogo Alemán Habermas plantea tres

tipos de paradigmas, los que también se conocen como intereses

cognoscitivos, los cuales son de capital importancia en el desarrollo de la

investigación social. El primer paradigma es el cuantitativo, conocido como

hipotético/deductivo o empírico/analítico, que se basa en la experiencia y la

observación; el propio autor lo refiere como un interés técnico, en el

entendido de que muestra una orientación básica hacia el control y gestión

del medio. Por lo tanto, las ciencias empírico/analíticas se dedican a estudiar

la conducta dividiendo la acción en pequeñas porciones manejables para

experimentar con ellas y analizarlas.

El segundo paradigma es cualitativo, denominado también

histórico/hermenéutico o práctico, basado en la comprensión y la

interacción, con predominación del entres práctico, es decir, se basa

en la cómo la especie humana se interacciona con el mundo, haciendo

parte de él y no compitiendo con el ambiente para sobrevivir. Y el tercer

paradigma de Habermas es llamado critico/social, el cual se basa en la

potenciación, o sea, en la capacidad del individuo o grupo de tomar las

riendas de su propia vida de manera autónoma y responsable. El propio

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autor lo cataloga como un interés emancipador que significa independencia

de todo lo que esta fuera del individuo haciendo la reflexión de que no se

trata de libertinaje sino de autonomía.

En definitiva, en aras de comprender el neuromarketing como soporte

multidimensional en la planeación de la gestión municipal, se utilizará un

paradigma cualitativo – interpretativo, pues se busca conocer la satisfacción

de las necesidades de los cuidadanos del Municipio Villanueva, la

concepción de marketing que poseen los responsables de la administración

pública, así como las sensaciones que producen placer en los ciudadanos al

momento de recibir un servicio municipal. Incluso, interpretar cómo piensa la

gente para identificar las necesidades que verdaderamente crean valor en la

mente humana. Además de entender cuáles son las emociones que

presentan los ciudadanos, para que se dé una respuesta de agrado o

desagrado ante un producto o servicio generado por la gestión municipal.

3. MÉTODO ETNOGRÁFICO

Dentro de las metodologías cualitativas, el método o tradición

etnográfica es, quizás, una de las de más vieja data. En tanto, que se

considera tan antigua como el trabajo de Herodoto (padre de la Historia),

pues, en muchas de las historias que narra, describe e interpreta las

realidades observadas desde el punto de vista conceptual de sus

protagonistas. Por ello, el investigador etnográfico, al desear acercarse a la

verdadera naturaleza de las realidades humanas, se centra en la descripción

y la comprensión. Por lo que quiere profundiza en su investigación con una

mente lo más abierta posible y permitiendo que vayan emergiendo las

impresiones y sus relaciones.

La etnografía fue desarrollada por antropólogos y sociólogos siendo,

según Anthony Giddens, el estudio directo de personas o grupos durante un

cierto período, utilizando la observación participante o las entrevistas para

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conocer su comportamiento social. Mientras que Rodríguez Gómez (2003;

Citados por Barbolla y otros, 2010), la define como el método de

investigación por el que se aprende el modo de vida de una unidad social

concreta, pudiendo ser ésta una familia, una clase, un claustro de profesores

o una escuela.

De acuerdo a lo expuesto por Martínez (2013), y a partir de la acepción

de Malinowski, la Etnografía es aquella rama de la antropología que estudia

descriptivamente las culturas. Etimológicamente, el término etnografía

significa la descripción (grafé) del estilo de vida de un grupo de personas

habituadas a vivir juntas (ethnos). La etnografía se destaca como un enfoque

de interés, que permite orientar una investigación cuando no hay razones

para dudar de la bondad de la información y el investigador no ha vivido ni le

es nada fácil formarse ideas y conceptos adecuados sobre el fenómeno que

estudia por lo cual se le imprime características específicas.

Para el autor, en la sociedad moderna, una familia, una institución

educativa, una fábrica, una empresa, un hospital, una cárcel, un gremio

obrero, un club social y hasta un aula de clase, son unidades sociales que

pueden ser estudiadas etnográficamente. Y, en sentido amplio, también son

objeto de estudio etnográfico aquellos grupos sociales que, aunque no estén

asociados o integrados, comparten o se guían por formas de vida y situación

que los hacen semejantes, como los alcohólicos, los drogadictos, los

delincuentes, los homosexuales, las meretrices, los mendigos, entre otros.

Por otra parte, el enfoque etnográfico se apoya en la convicción de que

las tradiciones, roles, valores y normas del ambiente en que se vive se van

internalizando poco a poco y generan regularidades que pueden explicar la

conducta individual y de grupo en forma adecuada. En efecto, los miembros

de un grupo étnico, cultural o situacional comparten una estructura lógica o

de razonamiento que, por lo general, no es explícita, pero que se manifiesta

en diferentes aspectos de su vida. En este sentido, manifiesta el autor que el

objetivo inmediato de un estudio etnográfico es crear una imagen realista y

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fiel del grupo estudiado, pero su intención y mira más lejana es contribuir en

la comprensión de sectores o grupos poblacionales más amplios que tienen

características similares.

La intención básica de toda investigación etnográfica es naturalista, es

decir, trata de comprender las realidades actuales, entidades sociales y

percepciones humanas, así como existen y se presentan en sí mismas, sin

intrusión alguna o contaminación de medidas formales o problemas

preconcebidos. Significando ello, que es un proceso dirigido hacia el

descubrimiento de muchas historias y relatos idiosincrásicos, pero

importantes, contados por personas reales, sobre eventos reales, en forma

real y natural.

Se deduce de todo lo anterior, que la etnografía es un proceso

sistemático de aproximación a una situación social, considerada de manera

global en su propio contexto natural; siendo su principal objetivo la

comprensión empática del fenómeno objeto de estudio, de allí que se interesa

por lo que la gente hace, cómo se comporta, como interactúa; proponiéndose

a descubrir sus creencias, valores, motivaciones entre otros aspectos.

Adicionalmente, Sandín (2003) presenta entre sus modalidades

etnográficas que la etnografía interpretativa provee amplias descripciones de

la conducta humana y conduce al lector, a través del análisis a conjuntos de

inferencias e implicaciones de conductas incrustadas/ocultas en su contexto

cultural. Pretende sacar a la luz los significados implícitos, antes de

descripciones detalladas.

Por lo anteriormente expuesto, cabe anotar que esta investigación,

según lo planteado por los autores antes referidos, es apuntalada en el

postulado de que las creencias, roles, valores y normas del ambiente en los

cuales se vive, se interiorizan de manera paulatina para hacer surgir

peculiaridades que explican la conducta tanto individual como grupal, de

manera sistematizada, en el entendido de la manifestación de diferentes

aspectos de la vida, compartiendo una estructura lógica de razonamiento. De

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allí la clara intención de comprender el neuromarketing como soporte

multidimensional en la planeación de la gestión municipal en Villanueva,

Departamento de la Guajira, Colombia.

4. DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN

El trabajo de investigación se aborda sobre la base del paradigma

cualitativo, el cual considera que atiende a diferentes realidades,

construyendo socialmente una verdad y por tanto puede ser cambiante

constantemente. Ahora bien, el diseño del presente estudio se concibe como

interactivo, dinámico y emergente, tal como lo indica Bonilla y Rodríguez

(2005), ya que el investigador en su rol busca captar el conocimiento, el

significado y las interpretaciones que comparten los individuos sobre la

realidad social que se estudia, definiéndose como un producto histórico,

validado por los propios sujetos.

En virtud de lo planteado, Sandin (2003) expone que el diseño de una

investigación cualitativa exige que el investigador se posicione y adopte una

serie de decisiones no sólo durante la elaboración del proyecto de

investigación y al inicio del proceso investigador, sino también durante y al

finalizar del estudio. Es por ello que la mayoría de los autores coinciden en

identificar el proceso de investigación cualitativa como emergente, flexible y

no lineal, enfatizando su carácter contextual y de adaptación a la realidad y

avatares de la propia investigación.

Por su parte, Fernández, Hernández y Baptista (2014), un diseño en el

enfoque cualitativo es el abordaje general que se utilizará en el proceso de

investigación. Adicionalmente señalan que cada estudio cualitativo es por sí

mismo un diseño de investigación. Es decir, no hay dos investigaciones

cualitativas iguales o equivalentes. Puede haber estudios que compartan

diversas similitudes, pero no réplicas, pues sus procedimientos no son

estandarizados. Simplemente, el hecho que el investigador sea el

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instrumento de recolección de los datos y que el contexto o ambiente

evolucione con el transcurrir del tiempo, hacen a cada estudio único.

Álvarez-Gayou (2003) lo denomina marco interpretativo y en el caso

particular de diseños etnográficos estudian categorías, temas y patrones

referidos a la cultura. Además, exponen Hernández y otros (2014), que en

realidad no existe u proceso para implementar una investigación

etnográfica, pero algunas de las acciones que sin lugar a dudas se realizan,

son las siguientes:

Figura 3. Proceso de la Investigación Cualitativa Etnográfica Fuente: Modelo de Fernández, Hernández y Baptista (2014).

En este sentido, los autores precitados muestran un recorrido integrado

por doce etapas para poder comprender las realidades abordadas según el

momento y las circunstancias propias del fenómeno actual. Sin embargo,

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destacan que no existe un único proceso de abordaje investigativo de las

realidades culturales de un grupo específico. Por lo tanto, el presente estudio

denominado neuromarketing como soporte multidimensional en la planeación

de la gestión municipal, se apropia de algunos de estos elementos e integra

otros característicos de la dinámica y la emergencia del fenómeno. En efecto,

a continuación se presenta el diseño guía del proceso de investigación

previas adaptaciones del modelo anterior.

Figura 4. Proceso de la Investigación Cualitativa Etnográfica Fuente: Elaboración propia (2016).

El Momento I: Acercamiento a la problemática, constituido por la Visión

global del fenómeno, la descripción del fenómeno, las interrogantes

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etnográficas, los propósitos de la Investigación, la justificación e implicancias

del estudio, la descripción del escenario, así como la ubicación geográfica,

temporal y teórica. Momento II, Teorías de entada conformado por las

investigaciones a fines y los referentes Teóricos.

Momento III, asociado a la Orientación epistémica y metódica, integrado

por la orientación epistémica, el paradigma de investigación, el método

etnográfico, el diseño de la Investigación, la selección de los Informantes

clave, las técnica e Instrumentos de recolección de la información, la validez

y confiabilidad, el proceso de análisis de datos y el procedimiento de la

Investigación. Momento IV, referido al análisis e interpretación de la data, que

contempla la categorización de los datos protocolares, la estructuración y los

memorándum, la triangulación, así como la teorización como teoría se salida

o bien entendido como los lineamientos teóricos a ser propuestos como

propósito de valor agregado al estudio.

No obstante, cabe destacar que estos momentos como se han

denominado, no suceden de manera aislada, ni separada; se dan en

forma continua y simultánea en muchos casos; mientras se está

desarrollando uno se puede estar construyendo o iniciando cualquier

otro; por lo que se transversalizan unos a otros según la dinámica que

tenga la investigación.

5. PROCEDIMIENTO PARA LA SELECCIÓN DE LOS INFORMANTES CLAVE

La selección de los informantes clave tiene una estrecha relación con

los criterios de validez y confiabilidad, especialmente el interés de la

investigación social cualitativa, el cual es la exploración y/o el desarrollo de

teorías desde la realidad social. La “muestra teórica” es la aplicación, “...

mediante la cual el analista en conjunto recoge, codifica y analiza sus datos y

decide cuales datos se recogerán seguidamente y donde encontrarlos, para

desarrollar su teoría como está emergiendo” (Glaser / Strauss, 1967, p. 45).

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No obstante, la selección de la población está basada en la relevancia

teórica del caso. El “sample” (la muestra) es ampliado poco a poco según los

aspectos relevantes para la formación de la teoría (Girtler, 1984/1988, 39).

El tamaño y las características del objeto de investigación en el comienzo

son desconocidos. No se define ninguna muestra inicial, los elementos del

universo que entran en la investigación no están definidos. Los criterios de la

selección son cambiados durante el proceso: la muestra y la ampliación de la

selección durante la investigación sirven para poder elaborar casos típicos.

Glaser y Strauss (1967, p. 45) proponen la selección teórica de una

amplia variedad de personas o grupos para el desarrollo de una teoría

emergente. El análisis se realiza concentrándose en algunos pocos aspectos

centrales que permite una población más grande. La representatividad no

tiene relevancia en la investigación social cualitativa. El criterio es la

adecuación para el problema teórico (la representación). No se quiere

investigar la distribución de los casos dentro de un problema sino cuáles

problemas existen y cómo están compuestos.

Según Martínez (2013), asegura que los informantes clave son

personas con conocimientos especializados, capacidad para proporcionar

la información requerida, poseen cierto reconocimiento y/o estatus.

Igualmente, pueden ejercer una labor transcendental en la investigación,

por cuanto permiten al investigador vincularse con los otros sujetos,

proponerle ideas, maneras de insertarse con los demás y alertarlo sobre

los posibles riesgos que quizás se susciten. Por lo tanto los informantes

clave del presente estudio serán aquellos que: (1) posea experiencia o

estén ocupando cargos de funcionario público municipal; (2) cuyas

funciones estén vinculas a la prestación directa de servicio o productos a

las comunidades; (3) estén dispuestos a brindar datos fiables; (4) permita

el acceso a la información durante cualquier momento de la investigación,

pues se posee conciencia de la agenda saturada de dichos funcionarios

(alcalde o secretarios).

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6. TÉCNICAS E INSTRUMENTOS PARA LA RECOLECCIÓN DE LA INFORMACIÓN

En este proceso investigativo al utilizar la etnografía, se muestra significativo entender que ella se distingue por una específica selección de

técnicas e instrumentos aplicados a sujetos a quienes se pretenden entrevistar u observar para la recolección de información mediante la técnica

de la entrevista en profundidad, así como de la observación participante; donde la primera se refiere al contacto directo con los informantes clave y la segunda técnica se refiere a afinar los sentidos, para descubrir situaciones y

acciones importantes que den parte del fenómeno objeto de estudio, debido a que con ello se pretende captar comportamientos que admitan describir aspectos significativos para el tema de interés.

En ese mismo sentido, Acevedo y otros (2014) precisan que la entrevista representa un instrumento verbal que ayuda a reunir datos durante un encuentro, de carácter privado y cordial, donde una persona se dirige a

otra y cuenta sus historias, da su versión de los hechos y responde a preguntas relacionadas con el problema específico. Sin que ello signifique

que el intercambio sea únicamente por medio de palabras, sino también el manejo de otros indicadores, como la postura del cuerpo, la compostura, modales, reacciones emocionales entre otras.

Adicionalmente, para Taylor y Bogdan (1987) la entrevista en

profundidad se entiende como encuentros reiterados, cara a cara, entre el

investigador y los informantes, encuentros éstos dirigidos hacia la comprensión

de las perspectivas que tienen los informantes respecto de sus vidas,

experiencias o situaciones, tal como las expresan con sus propias palabras.

Por su parte, de acuerdo a Martínez (2013), la observación participante

se concibe como la técnica clásica primaria y más utilizada por los etnógrafos

para adquirir información, puesto que implica convivir con las personas o

grupo que se desea investigar, compartiendo sus acciones, costumbres,

estilos entre otros aspectos. De la misma manera, este autor expresa que la

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entrevista es una técnica poseedora de sintonía epistemológica con la

investigación cualitativa, por cuanto adopta la forma de un diálogo coloquial,

flexible, dinámico y libre.

De tal forma que la función del entrevistador, es invitar al entrevistado a

hablar sobre un tema de interés y escucharlo, demostrando interés por lo

expresado por el entrevistado a fin de explorar sus conocimientos,

experiencias, opiniones, sentimientos y su conducta pasada, es decir, todo

aquello que no se puede observar.

Lo que para Hamme y Atkinson (1994) es el lenguaje de la observación

neutral el que le otorga prioridad epistemológica u ontológica a los

fenómenos que son directamente observables; cualquier apelo a intangibles

corre el riesgo de ser descalificado como un sinsentido metafísico. Las

teorías científicas deben estar fundadas en –y probadas por medio de–

descripciones que simplemente correspondan al estado de las cosas, sin

envolver presupuestos teóricos, quedando así libre de dudas. Esta

fundamentación puede consistir en datos proporcionados por los sentidos

–como en el empirismo tradicional, o, como en versiones más tardías– del

ámbito de lo directamente observable.

En ese sentido, para Cardoso de Olivera (2004) en primer lugar hay que

aprender a percibir, y esto en los registros que abren los cinco sentidos.

Aprender a observar, esto es, generar una mirada reflexiva sobre aquellos

asuntos de la vida social que son relevantes para la investigación

adelantada. Esta mirada reflexiva busca identificar lo relevante en la

incesante multiplicidad de cosas que suceden, muchas de ellas en una

aparente nimiedad que suelen llevar a que no se les preste la menor atención

Una adecuada observación tiene el efecto de visibilizar cosas que en su

aparente obviedad pasan desapercibidas (es decir, no son vistas a pesar de

que suelen estar a la vista de todos todo el tiempo).

Manifiesta el mismo autor, que así como hay que saber observar,

también es muy importante para la labor etnográfica aprender a escuchar.

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Para escuchar se requiere estar atento, no sólo a lo que se dice, sino

también a la forma en que se dice, quién y cuándo se dice. De la misma

manera, hay que estar atento a los silencios que pueden decir tanto como las

palabras. Pero estar atento no implica simplemente querer estarlo, sino saber

cómo. Y este saber cómo pasa por aprender los más sutiles códigos de la

comunicación que operan en los lugares y con las gentes con las que se

adelanta el estudio etnográfico.

En este sentido, se razona que las técnicas e instrumentos son

considerados la parte vital de toda ruta de investigación, ya que la

información recopilada y los resultados obtenidos son los que permitirán el

sentido y orientación de la misma, al quedar al descubierto los puntos de

vista de los informantes clave sean estos personales o colectivos, son las

técnicas y los procedimientos los que responderán y aseguraran el futuro de

los resultados y el éxito de lo anunciado por el investigador. Tal como lo

argumenta Buendía y otros (1998): La presencia directa del investigador resulta imprescindible para recoger de forma simultánea y holística gran cantidad de información, imposible de recabar por procedimientos estrictamente mecánicos. La observación es una técnica clave de esta metodología. Puede adoptar multiplicidad de formas, desde la observación participante hasta la estructurada, además de la entrevista, diarios, cuestionarios etc. Además, los etnógrafos también recopilan datos ya existentes en diversas fuentes de información (p. 139).

También es pertinente resaltar que, a través de las técnicas e

instrumentos manejados en el desarrollo de la investigación se ha tratado de

llevar a la mínima expresión, la alteración suscitada por nerviosismo que

acarrea sostener con cada entrevistado una conversación amena de

consistencia para la obtención de datos que generaran la suficiente

información para destacar las teorías emergentes, considerando por tanto la

más adecuada redacción de las mismas y obtener la data encausada a

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respuestas pertinentes por parte de los informantes clave, aunque en algún

momento se tuvo que reorientar alguna pregunta hasta lograr el sentido real

de la entrevista.

De igual modo, así como en otras oportunidades hubo que realizar

conversaciones rutinarias a fin de minimizar el impacto que produce en las

personas el saber que él y sus respuestas están siendo grabados, otros

casos por situaciones particulares o disponibilidad de los informantes

contactar para otro momento la entrevista. Dicho procedimiento es explicado

por Martínez (2010) de la siguiente manera:

Si nuestros procedimientos metodológicos deben orientarse hacia el descubrimiento de las estructuras personales o grupales, es necesario tener muy presente las formas en que se revelan o expresan dichas estructuras. Las técnicas más usadas se centran ordinariamente en el lenguaje hablado o escrito; pero el lenguaje sirve tanto para revelar lo que pensamos y sentimos como para ocultarlo (p. 268).

En este mismo orden de ideas, es pertinente hacer saber que en la

metodología cualitativa con enfoque etnográfico, uno de los instrumentos

utilizados y de alta fiabilidad es la observación participante, por lo que

permite al investigador interaccionar con la realidad de los hechos y el

entorno, así mismo, la entrevista personalizada y grabada, registros diarios e

interacciones permanentes con los informantes clave.

Por último, cabe anotar que con estas técnicas metodológica para el

desarrollo de una investigación cualitativa, se posibilita el acercamiento al

grupo objeto de estudio, así como también el diálogo, desencadenando un

contexto dinámico, para obtener descripciones del mundo vivido, con el fin de

logar interpretaciones del significado del fenómeno en estudio. Dada la

naturaleza del método, para el análisis de los datos se fija posición en los

aportes de Martínez (2013), para referir que las entrevistas serán grabadas,

transcritas y las observaciones anotados en una bitácora para posteriormente

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emprender una sólida categorización, estructuración, contrastación, que

pueda surtir un buen análisis e interpretación y teorización que pueda

conducir a resultados valiosos. Es decir, que como instrumentos de la

investigación se denota la bitácora, la grabadora de audio, y los instrumentos

de registro de la data.

7. CONFIABILIDAD Y VALIDEZ

Una investigación con buena confiabilidad es aquella que ostenta ser

estable, segura, congruente, igual a sí misma en diferentes tiempos y

previsible para el futuro. La confiabilidad tiene dos caras, según Martínez

(2013), una externa y otra interna: hay confiabilidad externa cuando

investigadores independientes, al estudiar una realidad en tiempos o

situaciones diferentes, llegan a los mismos resultados; hay confiabilidad

interna cuando varios observadores, al estudiar la misma realidad,

concuerdan en sus conclusiones.

Dada la naturaleza particular de la investigación etnográfica y la

complejidad de las realidades que estudia, poco es posible repetir o

replicar un estudio en sentido estricto, como se puede hacer en

muchas investigaciones experimentales. Debido a ello, la confiabilidad

de estos estudios se logra usando otros procedimientos rigurosos y

sistemáticos.

Para alcanzar un buen nivel de confiabilidad externa, se aconseja

(LeCompte y Goetz, 1982) recurrir, entre otras, a las siguientes estrategias:

(a) Precisar el nivel de participación y la posición asumida por el

investigador en el grupo estudiado; cierta información puede ser diferente de

acuerdo con el sexo de quien la dé (las mujeres pueden ocultar ciertos datos

íntimos si el investigador, por ejemplo, es de sexo masculino); igual sucede si

el investigador ha hecho amigos dentro del grupo; éstos le darán

informaciones que no les dan otros.

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(b) Identificar claramente a los informantes. Éstos pueden representar

grupos definidos y dar información parcial o prejuiciada. Los miembros que

simpatizan y colaboran más con los investigadores pueden ser, por esto

mismo, miembros atípicos. Esta situación se puede advertir al hacer una

buena descripción del tipo de personas que han servido como informantes.

(c) Un tercer elemento que puede influir en los datos etnográficos es el

contexto en que se recogen. Debido a ello, conviene especificar el contexto

físico, social e interpersonal de que se derivan. Esto aumentará la

replicabilidad de los estudios etnográficos.

(d) Para que sea posible una cierta réplica es imprescindible la

identificación de los supuestos y metateorías que subyacen en la elección de

la terminología y los métodos de análisis. Los conceptos de cultura, ciencia,

método, análisis, dato, codificación y muchos otros pueden diferir

sustancialmente entre diferentes investigadores.

(e) Precisar los métodos de recolección de la información y de su

análisis, de tal manera que otros investigadores puedan servirse del reporte

original como un manual de operación para repetir el estudio. La

replicabilidad se vuelve imposible sin una precisa identificación y cuidadosa

descripción de las estrategias de procedimiento.

Por su parte, la confiabilidad interna es también muy importante. En

efecto, el nivel de consenso entre diferentes observadores de la misma

realidad eleva la credibilidad que merecen las estructuras significativas

descubiertas en un determinado ambiente, así como la seguridad de que el

nivel de congruencia de los fenómenos en estudio es fuerte y sólido. Los

etnógrafos suelen utilizar varias estrategias (LeCompte-Goetz, 1982) para

reducir las amenazas que se le presentan a la confiabilidad interna:

(a) Usar categorías descriptivas de bajo nivel de inferencia, es decir, lo

más concretas y precisas posible. Los datos son algo ya interpretado

(Hanson, 1977); por esto, es conveniente que estén cercanos a la

realidad observada: quién hizo qué cosa y en qué circunstancias. Los

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comentarios interpretativos pueden añadirse, eliminarse o modificarse más

tarde. Además, la mayoría de los autores coinciden en señalar que las

etnografías ricas en datos primarios y frescos, que ofrecen al lector múltiples

ejemplos extraídos de las notas de campo, son generalmente consideradas

como más creíbles.

(b) El mejor aval para la confiabilidad interna de un estudio etnográfico

es la presencia de varios investigadores. El trabajo en equipo, aunque es

más difícil y costoso, garantiza un mejor equilibrio de las observaciones, los

análisis y la interpretación.

(c) Pedir la colaboración de los sujetos informantes para confirmar la

objetividad de las notas o apuntes de campo. Asegurarse de que lo visto o

registrado por el investigador coincide o es consistente con lo que ven o

dicen los sujetos del grupo estudiado.

(d) Utilizar todos los medios técnicos disponibles en la actualidad para

conservar en vivo la realidad presenciada: grabaciones de audio y de vídeo,

fotografías, diapositivas, etc. Este material permitirá repetir las observaciones

de realidades que son, de por sí, irrepetibles, y que las puedan presenciar

otros observadores ausentes en el momento en que sucedieron los hechos.

Su aporte más valioso radica en que permiten volver a los datos brutos y

poder categorizarlos y conceptualizarlos de nuevo.

En cuanto a la validez, Martínez (2013), expresa que una investigación

tiene un alto nivel de validez si al observar, medir o apreciar una realidad, se

observa, mide o aprecia esa realidad y no otra cosa. Este hecho constituye la

validez interna. Hay también otro criterio de validez, la validez externa, que

consiste en averiguar hasta qué punto las conclusiones de un estudio son

aplicables a grupos similares.

Si la confiabilidad ha representado siempre un requisito difícil para las

investigaciones etnográficas, debido a la naturaleza peculiar de éstas, no ha

ocurrido lo mismo en relación con la validez. Al contrario, la validez es la

fuerza mayor de estas investigaciones. En efecto, la aseveración de los

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etnógrafos de que sus estudios poseen un alto nivel de validez deriva de su

modo de recoger la información y de las técnicas de análisis que usan.

En palabras de LeCompte-Goetz (1982), esos procedimientos los

inducen a vivir entre los sujetos participantes en el estudio, a recoger los

datos durante largos períodos, revisarlos, compararlos y analizarlos de

manera continua, a adecuar las entrevistas a las categorías empíricas de los

participantes y no a conceptos abstractos o extraños traídos de otro medio, a

utilizar la observación participativa en los medios y contextos reales donde se

dan los hechos y, finalmente, a incorporar en el proceso de análisis una

continua actividad de realimentación y reevaluación.

Todo esto garantiza un nivel de validez que pocas metodologías

pueden ofrecer. Sin embargo, también la validez es perfectible, y será tanto

mayor en la medida en que se tengan en cuenta algunos problemas y

dificultades que se pueden presentar en la investigación etnográfica. Entre

otros, habrá que prestar especial atención a los siguientes apuntes

presentados por LeCompte-Goetz (1982):

(a) Puede haber un cambio notable en el ambiente estudiado entre el

principio y el fin de la investigación. En este caso, habrá que recoger y

cotejar la información en diferentes momentos del proceso.

(b) Es necesario calibrar bien hasta qué punto la realidad observada es

una función de la posición, el estatus y el rol que el investigador ha asumido

dentro del grupo. Las situaciones interactivas siempre crean nuevas

realidades o modifican las existentes.

(c) La credibilidad de la información puede variar mucho: los

informantes pueden mentir, omitir datos relevantes o tener una visión

distorsionada de las cosas. Será necesario contrastarla con la de otros,

recogerla en tiempos diferentes, etc.; conviene, asimismo, que la muestra de

informantes represente en la mejor forma posible los grupos, orientaciones o

posiciones de la población estudiada, como estrategia para corregir

distorsiones perceptivas y prejuicios, aunque siempre seguirá siendo cierto

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que la verdad no es producida por el ejercicio democrático en la recolección

de la información general, sino por la información de las personas más

capacitadas y fidedignas.

(d) En cuanto a la validez externa, es necesario recordar que a menudo

las estructuras de significado descubiertas en un grupo no son comparables

con las de otro, porque son específicas y propias de ese grupo, en esa

situación y en esas circunstancias, o porque el segundo grupo ha sido mal

escogido y no le son aplicables las conclusiones obtenidas en el primero.

8. PROCESO DE ANÁLISIS DE LOS DATOS

Para el análisis de la data, en los métodos cualitativos donde se aplican

estudios etnográficos interpretativos, se tiende inicialmente a realizar una

recopilación u organización de las informaciones contenidas y plasmadas en

los registros, extraídas de las observaciones de campo, entrevistas en

profundidad, grabaciones, filmaciones, entre otros. Según Martínez (2013) el

proceso para el análisis de los datos incluye: la categorización, la

estructuración, la contrastación y la teorización.

En primer lugar, la categorización se refiere a que la información

marcada, que forma el material primario o protocolar, debe ser lo más

completa y pormenorizada posible. Esta etapa, requiere el esfuerzo de

sumergirse mentalmente, de manera intensa en la realidad formulada. Se

trata de categorizar las partes en relación con el todo, de establecer

categorías o clases significativas, de ir continuamente completando o

reconstruyendo el todo y las partes, a medida que se analiza el material,

surgiendo el significado de cada sección, evento, hecho o dato.

En cuanto a la estructuración, se concibe como una actividad normal de

la mente humana, ya que enseña el procedimiento y el punto de la efectiva

investigación, es decir, como se origina la estructura o síntesis teórica de

todo el trabajo y, también como se evalúa. De allí que es importante construir

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una metodología apropiada para descubrir nuevas estructuras teóricas, la

cual no puede ser un procedimiento típicamente lineal, sino que sigue

fundamentalmente un movimiento en espiral que transita del todo a las partes

y de las partes al todo, ampliando en cada vuelta el nivel de profundidad y de

compresión. La visión del todo da sentido a las partes y, la compresión de

éstas mejora la del todo.

Por su parte, la tercera fase este proceso lo representa la triangulación

de los resultados, pues la investigación consiste en relacionar y contrastar

sus resultados con aquellos estudios afines o similares que se presentan en

el momento teórico referencial, para ver como emergen representaciones

diferentes que contribuyen a explicar mejor lo que el estudio verdaderamente

significa. Esta comparación y contrastación pudiera orientar hacia la

reformulación, reestructuración, ampliación o corrección de construcciones

teóricas, para lograr avances en el área.

La teorización, según Martínez (2013), constituye el corazón de la

actividad investigativa; la descripción de la misma, de su proceso y de su

producto, es decir, cómo se origina la estructura o síntesis teórica de todo el

trabajo, nos dejar ver lo que es la verdadera investigación. Por lo tanto, la teoría

es una construcción mental simbólica, verbal o icónica, de naturaleza conjetural

o hipotética, que exige a pensar de un modo nuevo, al completar, integrar,

unificar, sistematizar o interpretar un cuerpo de conocimiento que hasta el

momento se consideraban incompletos, imprecisos, inconexos o intuitivos.

9. PROCEDIMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN

Para llevar a cabo la planificación y ejecución de la presente

investigación, se recurrió a una serie de pasos secuenciales los cuales

ayudaron a cumplir los propósitos planteados. Estos pasos son:

(a) Se procedió en primera instancia a la documentación, la revisión

teórica donde se define la problemática existente, para iniciar el proyecto de

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investigación, el cual incluyó la visión global del fenómeno y su descripción,

así como la formulación de la interrogantes y propósitos de la investigación,

la justificación e implicaciones, la descripción del escenario, además de la

ubicación espacial, temporal y teórica; para luego ser aprobados por el

comité académico.

(b) Seguidamente, al obtener la autorización respectiva ante el comité

académico de la Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín para Iniciar

la investigación, se procedió a solicitar permiso para entrar al campo y poder

observar los comportamientos y procesos de la gestión municipal en

Villanueva. Además, se visitaron bibliotecas y centros investigativos para

revisar la bibliografía existente en el área, con la finalidad de obtener

investigaciones a fines.

(c) Posteriormente, una vez visitada la Alcaldía de Villanueva del

departamento de la guajira, con el fin de captar lo acontecido, como se

suscita algunos procesos, se sigue con la elaboración del momento

epistémico y metodológico, incluyendo el tipo y diseño de la investigación, la

selección de los informantes clave, la técnica de recolección de datos e

incluso los instrumentos a diseñar.

(d) Seguidamente, se construyó un guión de entrevista

semiestructurado a partir de los propósitos iniciales, revisados por experto en

el área. Se aplicó para recolectar la data.

(e) Se realizó la codificación de los resultados y se tabularon los datos

productos en la aplicación de la versión final del guión, así como la aplicación

de la técnica selecciona propuesta por Martínez (2013): categorización,

estructuración, triangulación y teorización.

(f) Se interpretaron los resultados, con aportes propios a la

investigación y consecución en los propósitos propuestos de acuerdo a la

problemática planteada.

(g) Se procede a elaborar el propósito de aporte teórico, así como las

conclusiones y recomendaciones del estudio.